enseÑanzas en el ejercito de los ee. uu. · enseñanza; la duración —fija y prevista de...

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40 REVISTA DE EDUCACIÓN natura "Nociones de Latín", con tres clases a la semana; en Brasil se da en el Gimnasio, y, naturalmente, en la Rama clásica del Colegio; lo mismo ocurre con la especialidad Humani- dades Clásicas, del Bachillerato del Ecuador ; en algunos países —como Colombia, Venezuela y El Salvador— es materia del último curso del Bachillerato. Pero vamos a referirnos espe- cialmente a un caso, que da la tónica para con- testar debidamente a la pregunta que nos he- mos formulado: se trata del plan de estudios de Guatemala; en él se presenta al Latín como materia de todos los cursos del Bachillerato, lo que nos haría pensar en una resuelta conse- cuencia de la formación humanista, y, sin em- bargo, debemos darnos cuenta de que se le con- cede la misma importancia que al Dibujo, a la Educación Física y al Canto, ya que se le asig- na una hora semanal, siendo así que a las de- más materias se le señalan seis horas semana- les. No queremos con estas palabras señalar ni un fallo ni un acierto de la Enseñanza Me- dia hispanoamericana; no juzgamos, sino que simplemente pretendemos informar que, en con- junto, el Bachillerato en Hispanoamérica no está basado en la creencia de que la formación media deba ser humanista. Es un Bachillerato en el que, como primera de sus notas, podemos decir, 8e observa la concepción de que la forma- ción intelectual del hombre puede lograrse me- diante conocimientos generales, base de una fu- tura especialización del saber, entroncados con las exigencias prdcticas que en el orden inte- lectual impone el moment,o presente. Es decir, que nos encontramos con esta primera nota en los estudios medios hispanoamericanos: practi- cidad de la formación intelectual. Ahora bien : ¿cuáles son estos conocimientos generales, necesarios para la formación inte- lectual del hombre, en la organización escolar del Bachillerato en Hispanoamérica? Formare- mos los siguientes grupos de materias: Geogra- fía e Historia, Matemáticas, Ciencias Natura- les, Filosofía y Lengua madre y Literatura. Si examinamos el número de horas que se dedican, en los diversos planes de estudios, a estos grupos de conocimientos en los distintos países hispanoamericanos, veremos que se pue- de establecer este orden de preferencia: 1. 0 Ma- temáticas. 2.° Lengua ma dr e y Literatura. 3.° Geografía e Historia. 4.° Ciencias Natura- les; y 5.° Filosofía. Dentro de la formación intelectual hay que consignar ciertos conocimientos de orden com- plementario, tales como los idiomas modernos. la música y el dibujo; existiendo una gran di- ferencia en la importancia concedida a los idio- mas sobre las otras materias. Fuera del orden formativo-intelectual hemos de tener presente que el Bachillerato en lis panoamérica se preocupa de dar la debida for- mación de la conducta y del cuerpo. Las disciplinas de Moral y Educación Cívica son obligadas en todos los planes de estudios, así como la Educación Física. Finalmente, queremos dejar consignado que nos parecen algo recargados los cursos del Ba- chillerato en Hispanoamérica. Téngase en cuen- ta que hablamos en términos promediales, ya. que el modo del conjunto de cifras, represen- tativas del número de asignaturas por curso en las naciones hispanoamericanas, nos arroja un promedio de nueve asignaturas por curso. Sin embargo, el número de horas de la labor esco- lar está comprendido entre las cinco y las siete horas diarias de clases. ENRIQUE WARLETA FERNÁNDEZ ENSEÑANZAS EN EL EJERCITO DE LOS EE. UU. 7J, ' Las enseñanzas de base, y cualesquiera otras destinadas a ejercitar su acción sobre gran- des masas de población, necesitan, para tener éxito, de la concurrencia de tres condiciones: 1.* La obligatoriedad de esa enseñanza. 2.* La continuidad de la misma ; y 3.` La disponibili- dad, por el alumno, de un cierto espacio de tiempo libre al margen de sus ocupaciones ha- bituales. Por falta de esas condiciones, la lucha contra el analfabetismo en nuestro país presenta difi- cultades extraordinarias, principalmente en los medios rurales: en efecto, en éstos ni es fácil aplicar las disposiciones legales sobre obligato- riedad de la enseñanza, ni hacer llegar ésta a los obreros campesinos por la falta de asiduidad, que provoca el ritmo excepcional de las faenas agrícolas. De ahí el alto porcentaje de analfa- betos entre la población de nuestro país. Este problema no es exclusivamente nuestro : se ha planteado también —con análogos carác- teres dramáticos— en otros países. Y en todos ellos se ha concluido por estimar, como nao de los momentos óptimos para remediar el déficit de instrucción de la población adulta, el de su incorporación al ejército. En efecto, durante el servicio militar las an- tedichas condiciones se dan con absoluta per- fección: la disciplina militar hace facilísima la enseñanza; la duración —fija y prevista de an- temano— del servicio de armas garantiza la

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40 REVISTA DE EDUCACIÓN

natura "Nociones de Latín", con tres clases ala semana; en Brasil se da en el Gimnasio, y,naturalmente, en la Rama clásica del Colegio;lo mismo ocurre con la especialidad Humani-dades Clásicas, del Bachillerato del Ecuador ;en algunos países —como Colombia, Venezuelay El Salvador— es materia del último cursodel Bachillerato. Pero vamos a referirnos espe-cialmente a un caso, que da la tónica para con-testar debidamente a la pregunta que nos he-mos formulado: se trata del plan de estudiosde Guatemala; en él se presenta al Latín comomateria de todos los cursos del Bachillerato,lo que nos haría pensar en una resuelta conse-cuencia de la formación humanista, y, sin em-bargo, debemos darnos cuenta de que se le con-cede la misma importancia que al Dibujo, a laEducación Física y al Canto, ya que se le asig-na una hora semanal, siendo así que a las de-más materias se le señalan seis horas semana-les. No queremos con estas palabras señalarni un fallo ni un acierto de la Enseñanza Me-dia hispanoamericana; no juzgamos, sino quesimplemente pretendemos informar que, en con-junto, el Bachillerato en Hispanoamérica noestá basado en la creencia de que la formaciónmedia deba ser humanista. Es un Bachilleratoen el que, como primera de sus notas, podemosdecir, 8e observa la concepción de que la forma-ción intelectual del hombre puede lograrse me-diante conocimientos generales, base de una fu-tura especialización del saber, entroncados conlas exigencias prdcticas que en el orden inte-lectual impone el moment,o presente. Es decir,que nos encontramos con esta primera nota enlos estudios medios hispanoamericanos: practi-cidad de la formación intelectual.

Ahora bien : ¿cuáles son estos conocimientosgenerales, necesarios para la formación inte-

lectual del hombre, en la organización escolardel Bachillerato en Hispanoamérica? Formare-mos los siguientes grupos de materias: Geogra-fía e Historia, Matemáticas, Ciencias Natura-les, Filosofía y Lengua madre y Literatura.

Si examinamos el número de horas que sededican, en los diversos planes de estudios, aestos grupos de conocimientos en los distintospaíses hispanoamericanos, veremos que se pue-de establecer este orden de preferencia: 1.0 Ma-temáticas. 2.° Lengua ma dr e y Literatura.3.° Geografía e Historia. 4.° Ciencias Natura-les; y 5.° Filosofía.

Dentro de la formación intelectual hay queconsignar ciertos conocimientos de orden com-plementario, tales como los idiomas modernos.la música y el dibujo; existiendo una gran di-ferencia en la importancia concedida a los idio-mas sobre las otras materias.

Fuera del orden formativo-intelectual hemosde tener presente que el Bachillerato en lis •

panoamérica se preocupa de dar la debida for-mación de la conducta y del cuerpo.

Las disciplinas de Moral y Educación Cívicason obligadas en todos los planes de estudios,así como la Educación Física.

Finalmente, queremos dejar consignado quenos parecen algo recargados los cursos del Ba-chillerato en Hispanoamérica. Téngase en cuen-ta que hablamos en términos promediales, ya.que el modo del conjunto de cifras, represen-tativas del número de asignaturas por curso enlas naciones hispanoamericanas, nos arroja unpromedio de nueve asignaturas por curso. Sinembargo, el número de horas de la labor esco-lar está comprendido entre las cinco y las sietehoras diarias de clases.

ENRIQUE WARLETA FERNÁNDEZ

ENSEÑANZAS EN EL EJERCITO DE LOS EE. UU.

7J, '

Las enseñanzas de base, y cualesquiera otrasdestinadas a ejercitar su acción sobre gran-des masas de población, necesitan, para teneréxito, de la concurrencia de tres condiciones:1.* La obligatoriedad de esa enseñanza. 2.* Lacontinuidad de la misma ; y 3.` La disponibili-dad, por el alumno, de un cierto espacio detiempo libre al margen de sus ocupaciones ha-bituales.

Por falta de esas condiciones, la lucha contrael analfabetismo en nuestro país presenta difi-cultades extraordinarias, principalmente en losmedios rurales: en efecto, en éstos ni es fácilaplicar las disposiciones legales sobre obligato-

riedad de la enseñanza, ni hacer llegar ésta a losobreros campesinos por la falta de asiduidad,que provoca el ritmo excepcional de las faenasagrícolas. De ahí el alto porcentaje de analfa-betos entre la población de nuestro país.

Este problema no es exclusivamente nuestro :se ha planteado también —con análogos carác-teres dramáticos— en otros países. Y en todosellos se ha concluido por estimar, como nao delos momentos óptimos para remediar el déficitde instrucción de la población adulta, el de suincorporación al ejército.

En efecto, durante el servicio militar las an-tedichas condiciones se dan con absoluta per-fección: la disciplina militar hace facilísima laenseñanza; la duración —fija y prevista de an-temano— del servicio de armas garantiza la

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continuidad perfecta del plan de enseñanza ele-mental; por último, no es difícil encontrar, den-tro de la diaria tarea militar, una o dos horasdestinadas a la enseñanza general del soldado.

Ha sido tan grande el éxito logrado por estainstrucción general de las Fuerzas Armadasen los distintos países en que se ha ensayado,que ha hecho que en ellos se forjen planes aúnmás ambiciosos de instrucción cultural en elejército. A aquélla y a éstos vamos referirnos,primero, a través de un sustancioso ejemplo;luego, pensando en su posible aplicación a nues-tra Patria.

II

Ejemplo máximo de lo antedicho es el queofrecen los Estados Unidos de América delNorte. Un pueblo como éste, dotado de un ve-hementisimo deseo de instrucción, y que con-sidera la posesión de títulos y diplomas de en-señanza como garantía segura de un mejora-miento del nivel de vida y de la estima socialde quien los posee, esta modalidad de la ense-ñanza tenía por fuerza que encontrar un am-plísimo campo de experimentación. En efecto,el experimento norteamericano, hecho con lagrandiosidad con que este país aborda siem-pre los grandes problemas, tiene característicasrealmente impresionantes.

1) La organización de los cursos para solda-dos está a cargo de una entidad especial: laUsar' (United States Armed Forces Institute),bajo el control del Departamento de Informa-ción y Enseñanza de las Fuerzas Armadas.Corresponde a este Departamento la labor deorientación profesional y la docente propia-mente dicha, como asimismo la examinadora.Mientras que el lisia,' elabora los programas,edita, los textos y, en lo que a la enseñanzasuperior se refiere, establece los lazos de uniónentre las Universidades y el Ejército. El De-partamento de Información y Enseñanza delas Fuerzas Armadas destaca uno de sus miem-bros a cada Regimiento, Aeródromo, Base oPuesto de cierta importancia, desde los de pri-mera línea de Corea hasta las estaciones me-tereológicas en el Artico.

Para comprender la importancia de esta gi-gantesca tarea, basta señalar que siguen loscursos de este modo organizados unos 450.000soldados del Ejército norteamericano, es decir,aproximadamente, el 15 por 100 del mismo.

2) La alfabetización de los soldados y suinstrucción primaria tienen, como es lógico, ca-rácter primordial y rigurosamente obligatorio.Todos los soldados que no sepan leer ni escri-bir están obligados, donde quiera que se ha-llen, a recibir dos horas diarias de enseñanzahasta la obtención de sus certificados de estu-(1 ios primarios. No poseo datos numéricos exac-tos sobre el número de estos certificados expe-didos desde la puesta eti marcha del sistema,

pero todos los informes coinciden en señalarsu elevadísimo número.

3) Las enseñanzas de Bachillerato en elEjército tienen, por supuesto, carácter volun-tario; pero han tenido, no obstante, enormeéxito. Sólo en Corea, y por los soldados norte-americanos que en ella luchan, se han cursadounos 400 bachilleratos y obtenido los corres-pondientes títulos. Las fuerzas de ocupaciónnorteamericanas destinadas en otros puntoshan seguido también, con pasión, estas ense-ñanzas, y, por tanto, al dicho número de diplo-mas de Bachillerato habrá que añadir el de losobtenidos por los soldadas americanos en Ale-mania, Italia, Norte de Africa, etc. Hay queseñalar que esta enseñanza, que habrá que califi-car en nuestro sistema de "libre" (y en algúncaso de "colegiada"), expide títulos de igual va-lidez que los que se obtienen siguiendo, curso acurso, los de los Centros de Enseñanza Media.En algunas grandes Bases norteamericanas hanllegado a crearse estos Centros —verdaderosInstitutos de Enseñanza Media para solda-dos— con un sistema completo de enseñanza,que abarca la Primaria y la Media en su tota-lidad.

4) Análogo carácter voluntario tiene la En-señanza Universitaria en el Ejército. Esta ta-rea de instrucción universitaria comenzó cuan-do e/ mismo Ministerio de Defensa norteameri-cano —el famoso Pentágono— creó el llamadoColegio del Pentágono, como prolongación dela Universidad de Maryland, con objeto de ins-truir a sus miembros: la matrícula de éste rozahoy día la. cifra de 1.500 alumnos.

Dado el carácter peculiar de la EnseñanzaUniversitaria en los Estados Unidos, han sidolas Universidades mismas quienes han llevado acabo esta tarea de instrucción cultural. No me-nos de 50 Universidades norteamericanas hanestablecido, donde quiera que se hallen desti-nados contingentes importantes de soldados desu país, Centros de instrucción superior, depen-dientes de las mismas y dotados por ellas deprofesores, libros, y aun tribunales examinado-res. Hay Centros de éstos en Corea, en Pana-má, Francia, Alemania, Austria, Trípoli, Cuba.Y, además de ello, cuando hay una Universidadpróxima a la Base militar se facilita a los des-tinados a ésta el acceso, si es posible, a las cla-ses, y si no, al menos, a los exámenes de lamisma.

No quiere esto decir que se sigue una polí-tica de concesión masiva e indiscriminada de tí-tulos: sólo unos 120 diplomas universitarioshan sido expedidos desde el comienzo de estalabor. Las facilidades concedidas se reducen alo dicho y a una tasa universitaria especial-mente reducida.

5) Señalemos, por último, la protección con-cedida a los ex combatientes que deseen cursarestudios para mejorar su situación profesio-nal: la Oficina de Ex Combatientes concede acada veterano una beca de duración igual a la

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del servicio militar que prestaron, pudiendoaquél escoger el Centro de enseñanza en quedesea continuar sus estudios. Al amparo de estesistema han venido, precisamente a nuestropaís, buen número de licenciados del Ejércitode los Estados Unidos. Según declaró en laXV Conferencia Internacional de InstrucciónPública, el delegado norteamericano, señorMcGrath, respondiendo a una pregunta del fir-mante de este artículo, este sistema de exten-sión cultural entre los licenciados del Ejérci-to, hasta ahora regido exclusivamente por laAsociación de Antiguos Ex Combatientes —alamparo de una ley especial—, va a dar inter-vención en él a la Oficina Federal de Educa-ción, que se encargará de su estructuración ge-neral.

III

Veamos ahora, en forma sumaria, la posibleimplantación de un sistema análogo en nues-tra Patria :

A) Desde luego, en España el fin primordialde un sistema de enseñanza en el Ejército ha-bría de ser la lucha contra el analfabetismo.Para ello ofrecen nuestras Fuerzas Armadasuna ocasión única. Por ellas pasa cada añotoda nuestra juventud, y es triste confesar quebuena parte de nuestros soldados llegan al Ejér-cito en un estado bajísimo de instrucción lamen-table.

Es evidente que aun hoy mismo el ejércitoles enseña mucho: la voluntad de jefes y oficia-les y el sacrificio de los capellanes castrenses,que asumen una tarea que está, en cierto modo,fuera del campo de sus obligaciones, hace quelos licenciados del ejército regresen a sus pue-blos sabiendo, muy a menudo. leer y escribir, y,al menos, unos ciertos rudimentos de cultura.

Pero ello no es suficiente: para que lo sea,se precisa una organización completa y ambi-ciosa de la enseñanza en el ejército. A renglónseguido vamos a dar las que podrían ser —anuestro juicio— las líneas generales de esa or-ganización.

B) En principio, esa organización podríaabarcar los puntos siguientes:• a) La creación de un organismo rector dela enseñanza en el ejército, a caballo entre losMinisterios militares y el de Educación Nacio-nal. Organismo dotado, por supuesto, de am-

plios poderes y de un presupuesto propio quele permitiera actuar con eficacia.

b) El establecimiento en cada unidad mi-litar —Regimientos, Aeródromos, Base naval—de la que podíamos llamar, en principio, "Es-cuela Regimentar.

o) La creación de un Cuerpo de maestrosmilitares, encargados de regir esas Escuelas.En este Cuerpo se entraría por oposición, en-tre los especialistas en la enseñanza de adul-tos. Organizado en forma análoga al de ca-pellanes castrenses, este Cuerpo debería tener,desde luego, organización y jerarquía militar :es decir, los maestros que compusieran esteCuerpo deberían tener grado militar que ga-rantizara su efectiva influencia sobre los sol-dados y el mantenimiento de la disciplina enlas clases.

d) La inclusión dentro de los planes deinstrucción militar, elaborados por los respec-tivos Ministerios del Ejército, Aire y Marina,de un cierto tiempo destinado a estas clases deenseñanza elemental.

e) La implantación, por el Ministerio deEducación Nacional, de un servicio exclusiva-mente destinado a la preparación de textos yprogramas especiales para esta modalidad pe-culiar de la enseñanza de adultos.

f) Los ejércitos de Tierra, Mar y Aire nodeberían licenciar ningún soldado hasta queéste se hallara en posesión del certificado deestudios primarios: disposición esencial paraconseguir, la efectividad de este plan de ense-ñanza.

Con él se beneficiaría infinitamente nuestraPatria, suprimiendo, en forma radical y rápi-da, el analfabetismo de la población masculi-na, y —no siendo esto lo menos importante—se beneficiaría también el ejército mismo, me-dula de nuestra nación: porque un soldadoanalfabeto es siempre menos eficaz que el queno lo es.

C) Esta enseñanza elemental es —repeti-mos— la primordial, y a ella deben ir encami-nados los primeros y mayores esfuerzos. Unavez puesta en marcha, tal vez no estuviera demás el ensayo de dar en el ejército un esque-ma de Enseñanza Media, que nosotros vemos,en principio, como de muy clara orientaciónprofesional : algo así como un Bachillerato la-boral abreviado.

Josü N. LOZANO IRUESTE