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ENSAYOS DE AEROSTACION MILITAR EN SEGOVIA E NEL SIGLO XVIII

Un ilustre segoviano: el Doctor Don Mario Esteban, asidu olector de ESTUDIOS SEGOVIANOS cree, con razón, que es in-teresante publicar en nuestra revista algunos párrafos de un li-bro (1) cuyo autor, el general don José Gomá Orduña, tien etambién una fuerte vinculación segoviana . El documentado re-lato del general Gomá, nos hace evocar intensamente una épo-ca en la cual el profesorado de la Academia de Artillería, delcual formaban parte sabios tan eminentes como Luis Proust yel P. Eximeno y los esfuerzos de un personaje «internacional» :Don Tomás Pérez Estala, lograron crear entre las vetustas pie-dras de la ciudad, una inquietud científica que concede a Sego-via un puesto de honor en la heráica y desventurada España d elas últimas décadas del siglo xvrn .

Tal vez a esta inquietud obedeciese un suceso que yo h eoído referir a familiares míos, relacionada con los ricos fabri-cantes que en «La Casa Grande)), hoy cuartel del Regimiento d eArtillería, encendieron el último resplandor de la industria pa-ñera segoviana. Según esta tradición, un personaje de la famili aOrtiz de Paz, inventó una máquina voladora . Para probarla, searrojó con ella desde el Acueducto, por la parte del Azoguejo .Funcionó mal el artilugio y el Icaro segoviano encontró lamuerte en la aventura . No hemos encontrado constancia algu-na documental del relato .

Tan sólo nueve años después del vuelo de Montgolfier, s eejecutan las primeras importantes demostraciones del mund oen globo cautivo, y fueron sus autores unos oficiales destinado sen el Real Colegio de Artillería de Segovia .

En esta monumental ciudad de Segovia, tuvo lugar tan im-portante acontecimiento, en el mes de noviembre de 1792.

(r) -Historia de la Aeronáutica Española» . Imprenta «Prensa Espa-nola», i 946.

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ESTuDI0S SEGJVIANOs

El globo tenía 45 pies de diámetro y 93 de largo, siendo s ufigura «COMO LA DE UNA BOTA DE VINO» . Su proyecto ,fundado en cálculos matemáticos, se hizo fijando como dato e lque pudiera elevarse hasta una altura determinada, pero «N OTANTA QUE NO PERMITIERA DESCUBRIR NI REGISTRA REL CAMPO ENEMIGO CON COMODIDAD» . Para su manejo ymaniobra, se disponía de registros o paxones, y válvulas, qu ependientes de cuerdas, podían ser manejadas desde abajo par ano permitir una elevación superior a 500 yardas .

Es un hecho absolutamente comprobado, que después d ehacer varias pruebas preliminares con gran éxito, tuvieron lu-gar las experiencias definitivas en los días 3, 5 y 6 de noviem-bre. En los dos primeros se consiguió su elevación a unos 8 0pies de altura, llevando en su galería dos Oficiales de Artillerí ay una señora, cuyo nombre no se ha podido conocer . El globose elevó con majestad, sin observar ni advertir accidente algu-no. En la prueba realizada el tercer día, «SE OBSERVO QUEEL GLOBO SE ELEVABA CON GRAN RAPIDEZ, POR L OQUE NO PUDO SER CONTENIDO CON EL ESFUERZO D ELAS CUERDAS QUE LE SUJETABAN, OCASIONANDO LAROTURA DE TRES CUERDAS DE LAS CINCO EMPLEADAS» .El globo se dobló al romperse una de sus costuras, perdiend ogas rápidamente ; pero apoyados en las dos cuerdas que les que -daban, consiguieron hacerle descender sin que ocurriera acci-dente de mayor gravedad .

La noticia, divulgada por los diarios de España, originó u nmovimiento de curiosidad y emoción entre todas las clase ssociales . El día 8, cruzó las calles de Segovia una expedició nformada por dos galeras y dos coches reales, destinados a reco-ger a los oficiales de Artillería, profesores de Química, autore sdel proyecto, el globo y el material auxiliar . La multitud con-gregada contempló la salida de la expedición, que se dirigió a lReal Sitio de San Lorenzo, en El Escorial, a fin de que la as-censión en globo cautivo fuera presenciada por SS . MM„ muyinteresadas en presenciar la elevación .

Gran honor v grave responsabilidad para estos oficiales,representantes del Real Cuerpo de Artillería, el trasladarse ant esus Reyes, sin previa preparación, para hacer una demostra-

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ción del invento. Grave responsabilidad, que les obligó a estu-diar, en pleno viaje, las modificaciones que era preciso introdu-cir en la construcción del globo, para evitar un nuevo acciden-te similar al ocurrido en su última ascensión en Segovia .

Un documento de la época: decía: «A FIN DE DAR IDEADE ESTE INGENIO ANTE SS. MM ., QUE SIN DUDA LESLLENARA DE PLACER ESTE OBJETO, SI SE MANDAN LA SCUERDAS POR UNA RED FUERTE, QUE SE EXTIENDA YCOJA LA CIMA DEL GLOBO, Y REUNA TODOS SUS CABO SEN LOS CUATRO PUNTOS CARDINALES, DE FORMA QU ENO PENDAN DIRECTAMENTE DE LA MAQUINA, QUE H ADE TENER UN RESORTE LA RUEDA E\ QUE PRINCIPIA ,PARA QUE RESPIRE EL HUMO CUANDO LLEGUE A CIER-TA ALTURA EN QUE SOLO SE NECESITA MANTENER ELGLOBO, EN CUYA NECESIDAD SE CIERRA EL RESORTE ,PARA PERMANECER EN LA ELEVACION QUE SE QUIERA» .

Un documento que se custodia en Madrid, en el Museo de lEjército, y cuya copia se inserta a continuación, testimonia, demanera irrefutable, que la prueba se efectuó el dia 14, ante e lRey, en El Escorial, por el Colegio de Artillería . En la experien-cia se empleó material propio y construcción española, siend oordenada por el primer Director General del Real Cuerpo d eArtillería, don Pedro Abarca de Bolea, Conde de Aranda, pri-mer Ministro de Carlos III y Ministro de Carlos IV . En ella in-tervino el capitán don Luis Proust, ilustre químico, profesor dedicho Colegio y autor de la famosa ley de proporcione sconstantes.

El documento decía así :

«15 de noviembre de 1792 (Del Sr. Ministro).

ENSAYO DE UN GLOBO AEROSTATIC O

Se restituyen a ésa Ciudad el profesor Dn . Luis Proust, lo soficiales Dn. Pedro Fuertes, Dn . Manuel Gutiérrez, Dn. CésarGonzalez y los cadetes Dn . Gernaldo Sahagosa y Dn. PasqualGayangos, que avian venido al manejo del Globo con la partid ade Artilleros para lo mismo .

El día 14 lograron la satisfacción de operar en presencia

- Sir

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del Rey, quanto conducía el objeto premeditado, de tener e nCampaña, y en qualquiera situación, y hora del día una atalayafija, o ambulante a voluntad, y susceptible de mucha elevació npara descubrir los terrenos del contorno de su Exercito, y lo smovimientos como evolucionen del enemigo en la disposiciónde su ataque, y durante él las variaciones que intentase co nigual aplicación al registro interior de una plaza, o de ella haci aafuera.

Mereció todo la aprobación de S . M. cuya real mano besa -ron y yo logré la mayor satisfacción en el feliz éxito, por ayersido el movil del experimento, y franqueado los medios de s uexecución.

Considerando esta maquina como efecto propio de Parque ,y que la Tropa de Artillería por sus demas exercicios puede serla mas suelta e inteligente en su uso : Aviéndose preparado a l avista de esa Escuela del Cuerpo, y por mano de sus individuos ;teniendo yo el distinguido honor de ayer sido su Jefe : He creí -do, que su destino mas digno sería el de ofrecer, y presentar elglobo a la misma Escuela Militar, que avía concurrido a su for-mación y manejo ; y la que puede sucesivamente habilitar losindividuos de ella en tan importante servicio . Quando la esta-ción fuere propicia cabra la repetición de la experiencia, prác-tica de observaciones, la mejoría de sus circunstancias, y po rfin la realidad de haveries aplicado, y conseguido un determi-nado objeto de los mas esenciales en la guerra .

Bien que del solo manejo del globo se deducen sus aplica-ciones: y pasar cíe la idea que me tenía formada tiempo hace ,para llegar un día a su execución ; mis otras obligaciones me l oatrasan presentemente ; pero como visto el efecto se puede ex-cusar razonamientos y reducirse a las consecuencias, procurar eno fiderirlo .

Unicamente me ha sido sensible la variedad del tiempo .En el día fue el mas hermoso posible, prometiendonos tambie nagradables algunos sucesivos pero del 11 acá parece, que a qualpeor con aguas quantiosas, y rafagas de viento, se empeñan d eprivarnos de igual complacencia y de la variedad de alguno sotros ensayos, que hirvieran sido adaptables en confirmació nde la utilidad aplicada .

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Dios gua. a V. S. ms. as . Sn. Lorenzo 15 de Noviembr ede 1792 .

CONDE DE ARANDA

Sr. D. José Pedraza . »

No es posible dudar de la realidad y del notable éxito al-canzado en esta prueba, la primera del mundo en globo cautiv omilitar. Los párrafos que inician el documento anteriorment eexpuesto prueban que se consiguió operar en presencia del Rey ,establecer una atalaya fija susceptible de descubrir los terreno sy movimientos enemigos en el contorno del Ejército propio ,y que, todo ello, mereció la mayor satisfacción del Ministro d ela Guerra, por el feliz éxito, y la aprobación de S . M. el Rey .

El documento, escrito de puño y letra del Ministro, dice ,textualmente, que «DEL MANEJO DEL GLOBO SE DEDUCENSUS APLICACIONES», que procurará no diferir la realizació nde nuevas prácticas . pues visto el efecto, se pueden excusar ra-zonamientos y reducirse a las consecuencias .

Con estos acontecimientos se iniciaron las prácticas de laaerostación militar en España. No se conocen detalles de sr~continuación. El documento prueba cumplidamente que, n osólo se juzgó favorablemente sobre la materialidad de la cons-trucción del globo, sino principalmente, en sus aplicacionesmilitares. No es posible pensar que los oficiales de Artillería ,así estimulados por el Ministro de la Guerra, y principalmente ,por el Rey, interrumpieran sus experiencias y estudios, teniend oante si un porvenir tan amplio. Será preciso remover los archi-vos de Segovia para esclarecer los hechos y el punto en que s edetuvieron. El incendio sufrido por el Alcázar tal vez haya des-truido la documentación . De todos modos, continuaran los tra-bajos, como es seguro que sucedió, o quedaran en el punto se-ñalado, le cabe a España el honor de haber iniciado el estudi oy la práctica del empleo de la Aerostación en globo cautiv o«observatorio aéreo para la guerra» .

M . DE L.

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ESTUDIOS SEGOVIANO S

NOTAS SOBRE D. ANTONIO LUIS DE LEYVA,PRINCIPE DE ASCOLI

Según se desprende de los documentos que hemos encon-trado, el matrimonio compuesto por don Antonio Luis de Ley-va, 4.° príncipe de Ascoli y doña Porcia Fernández de Lugo ,duquesa de Terranova, se encontraba en 1597 virtualmente se -parado . Ella recluida en el monasterio de S . Antonio el Real d eSegovia y él en la fortaleza de la villa de Coca .

Doña Porcia Fernández de Lugo, señora del adelantamien-to de Canaria, otorga desde Segovia en cinco de marzo de mi lquinientos noventa y siete, poder a su tío D . Silvestre Guzmán ,veinticuatro de Sevilla, para que solicite su divorcio (1). Tam-bién pide que dado su estado de salud y considerando el clim ade Segovia, tan perjudicial para ella, la permitan el traslad oa otro monasterio .

Por su parte D. Antonio Luis de Leyva desde la fortalezade Coca el día 8 de julio de 1597 otorga una escritura en la qu edice que su mujer tiene que dar poder para realizar cierto con -cierto que se ha tratado entre doña Ana Félix de Guzmán, prin-cesa de Camarasa, como representante de la citada doña Porci aFernández de Lugo y doña Eufrasia de Guzmán princesa d eAscoli, madre de Leyva .

El concierto consta de ocho apartados que resumidos son ;1) El monasterio a que la princesa duquesa debe trasla-

darse será el de Santa Fe o el de San Clemente el Real, ambo sen Toledo y para ello se pedirá permiso a su magestad .

2) Se le han de dar a su señoría para sus gastos, los do saños primeros a nueve mil reales, los otros dos años siguien-tes a diez mil y en adelante mil reales mensuales .

3) Doña Porcia debe hacer renunciación del derecho qu etiene al dozavo en Antonio de Leyva Alonso Fernández de Lugo ,Adelantado de Canaria, su hijo mayor, con el gravamen deque lo sacado del pleito se vincule al mayorazgo .

(i) Ante Juan de junguito . Prot. 274, fol . 5a4.—Arch. H.° P. deSegovia.

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4) Que este mayorazgo lo goce el llamado con la condi-ción de dar a sus hermanos Luis Jorge y Pedro cada año (enblanco el lugar para la cantidad) .

5) Que si Luis Jorge y Pedro mueren sin hijos todos su sbienes queden incorporados al mayorazgo .

6) La princesa, en caso de que enviudase, como usufruc-tuaria del mayorazgo, ha de dar a sus hijos para sus alimento sla mitad de la renta, repartida a su vez en cuatro partes, dos deellas para el mayor y una para cada uno de los otros .

7) Bajo ningún concepto se dejará de abonar a don Lui sy don Pedro la cantidad correspondiente y si el mayorazg opor cualquier circunstancia no lo hiciera lo tendrá que hace rdoña Eufrasia de Guzmán, de sus propios bienes .

8) Si se consigue ganar el pleito del dozavo y dierencomo antes seis mil ducados de renta, se le den a su señoría l aprincesa duquesa mil ducados en cada año para que unido sa los doce mil reales, sean mayores los alimentos, y si se sacar emás mayor sea la cantidad que se le de .

Si ganaren el pleito del ducado de Terranova, como ser ádespués de invertir gran cantidad de dinero, que una vez qu ehayan descontado todo lo invertido, de la renta que quedareen limpio, la sexta parte se le ha de añadir a lo que cobra par aalimentos la señora doña Porcia Fernández de Lugo .

Y como para llevar a cabo el concierto es necesario pode rdel príncipe de Leyva que éste se lo otorgaba a su mujer paraque ella a su vez se lo concediera a las personas que le pare-ciere .

Las capitulaciones, cuyo extracto acaban de leer se aproba -ron por don Antonio de Leyva en la fortaleza de Coca el dí aveinte de julio de 1597 con las variantes o adiciones siguientes :

a) Se determina que el monasterio a donde haya de tras-ladarse su mujer sea el de Santa Fe de Toledo .

b) Si faltaren los hijos y descendientes de la señora prin-cesa-duquesa, ella podrá disponer de todos los bienes a suvoluntad .

c) A su hijo segundo Luis Jorge se le asigna la cantidadde setecientos cincuenta ducados al año y a don Pedro otrotanto .

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En la misma fecha y Iugar otorga poder a su mujer par aque pueda aprobar las capitulaciones .

Las escrituras consultadas para esta varia están otorgada sante Grisogón Martin, año 1597. Prof. 8.061. Arch. H.° P. deSegovia.

M. V.

LA DO\ACION DE MADRID

Hubo un tiempo en que los reyes de Castilla donaban la svillas y ciudades de su reino como si se tratase de un mueble,ocasionando con ello, en muchas coyunturas, el disgusto y l acontrariedad de los vecinos de aquéllas, que veían con desagra-do unas decisiones reales que, con harta frecuencia, les sujeta-ba al imperio de señores ciertamente incómodos. El relato d edichas donaciones sería en extremo extenso y no interesa ahor aaquí pero, por lo que a Segovia se refiere, existen dos caso santagónicos : la donación de la propia ciudad, en 1434, realizad apor D . Juan II en favor de su hijo el Príncipe D. Enrique—do-nación que fué venero de beneficios para Segovia—y el regal ode los Sexmos de Valdemoro y Casarrubios, de la Comunida dde Ciudad y Tierra de Segovia, hecho por los Reyes Católicos ,en 1480, a los Marqueses de Moya, origen de considerables de -sastres, trastornos y aun motines .

El caso a que vamos a referirnos no ofrece más relació ncon Segovia que el hecho de haber tenido lugar entre sus mu-ros algunas de las fases del mismo. Se trata de la donación dela Villa de Madrid que, contra la voluntad de los moradores d eaquélla, tuvo efecto en el siglo xiv, pasando la villa del Oso ydel Madroño a ser señorío de un extranjero .

Autor de la donación fué el monarca Juan I y el favorecidocon ella otro monarca, León VI de Armenia, con ocasión dehaberse refugiado en España después de serle arrebatada la co-rona por los musulmanes que le hicieron prisionero, siend orescatado por Juan L La donación debió tener efecto por elmes de septiembre de 1383, pues en los primeros dias de octu-bre los procuradores de Madrid se quejaban ya a Juan I de la

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donación, solicitando del monarca castellano que la villa ma-drileña no fuese separada de la corona en ningún tiempo ni po rningún concepto .

Con fecha 10 de octubre, desde Segovia donde a la sazó nse hallaba en Cortes, Juan I dirigió carta a la Villa de Madrid ,significándole que la donación aludida, en la que entraban ade-más los pechos, alcabalas, rentas y derechos correspondiente sal monarca en la Villa y su término, lo sería sólo mientras vi -viese León VI de Armenia, al que se le hacía tal merced en ra-zón a haber perdido su reino defendiendo la religión cristiana .Pero, por otra parte, el monarca castellano daba seguridad alos madrileños de que, finado que fuese León VI de Armenia ,Madrid no volvería a ser separada de la corona de Castilla .Y dos días más tarde, también en Segovia, Juan I expidió privi-legio rodado comprensivo de todo lo anteriormente expuesto ,sobre no separar nunca Madrid de la corona . Firmaban el cita-do privilegio los dos hijos del rey y sesenta y nueve grandes ,arzobispos, obispos, caballeros, etc .

Jerónimo de la Quintana en su «Historia de Madrid», re-cogió ya estos hechos, si bien consignaba que Madrid no acat óla donación hasta varios años después, cosa que no fué así, pue sel 19 de octubre del mismo año, hallándose en su alojamient odel Monasterio de San Francisco, de Segovia, el rey de Armeni aLeón VI, se presentaron Aparicio Sánchez, Diego Ferrández d eMadrid y Diego Ferrández de Castro, procuradores de la Villade Madrid, provistos de la correspondiente carta de poder desu Concejo, para hacer pleito homenaje, en nombre y represen-tación de la Villa y su término, en la persona de León VI d eArmenia, reconociéndole como señor de los mismos. En la ce-remonia del pleito homenaje los procuradores madrileños lle-varon a cabo los actos usuales en tales ocasiones, prometiend ola obediencia de Madrid y su término a los mandatos d eLeón VI de Armenia, como señor natural, retirando el pleit ohomenaje que con anterioridad habían hecho al rey Juan I ya su hijo el príncipe D. Enrique. León VI recibió en sus ma-nos el pleito homenaje de los procuradores de Madrid, en nom-bre del Concejo de la Villa.

Este mismo día 19 de octubre de 1383, el nuevo señor de

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Madrid expedia privilegio en Segovia, confirmando a la Villa de lOso y del Madroño todos sus fueros, privilegios, usos, franqui-cias y ordenamientos .

No conocemos exactamente el tiempo que disfrutó León VIel señorio de Madrid, por virtud de la donación de Juan 1 . Col-menares, en su (Historia de Segovia», no da noticia algunaacerca de los hechos que hemos referido, ni señala la presenci adel rey de Armenia en esta ciudad en 1383, si bien deja cons-tancia de otra visita a Segovia de León VI de Armenia en 1389 ,acompañando a Juan I . De todas formas, el citado monarcaarmenio, hacia este año 1389, debió salir de España, muriend oen Francia en el año 1393 . Jerónimo de la Quintana afirma que ,a la muerte de Juan I, su hijo Enrique III incorporó de nuev oMadrid a la corona .

M. G.

EL PRESIDENTE DE CASTILLA D . FRANCISCODE CONTRERA S

En el número doble 37-38 de esta Revista se publicó u ntrabajo sobre Santa Cruz la Real, y en él se indicaba «que u npresidente de Castilla muy valido de Felipe IV pidió el patro-nato de la capilla mayor con permiso del rey, pero los monje sno consintieron cedérselo» .

Con la casi seguridad de no equivocarnos, podríamos deci rque la filiación del presidente anónimo corresponde a «Su Se-ñoria Ilustrisima el Señor don Francisco de Contreras Comen -dador Mayor de Leon en la Orden de Santiago y trece de l adicha Orden del Consejo de Estado de Su Magestad President eque ha sido de Castilla residente en el quarto real pegado alMonasterio de San Jeronimo de la Villa de Madrid», lugar, est eúltimo, donde en 8 de marzo de 1629, otorgó una escritura d efundación y dotación en el Monasterio de Santa Cruz de la ciu-dad de Segovia «ques del Orden de Predicadores, de una me-moria y aniversario de tres misas rezadas cada semana lo slunes martes y biernes . Por el bien suyo y por estar enterrado sen el dicho Monasterio de . Santa Cruz los Padres aguelos y bi -

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saguelos y otros ascendientes del linaje de los Contreras en l aCapilla Mayor que fue entierro del linaje de los Contreras ante sque los Señores Reyes Catolicos mandasen reedificar la dich ayglesia y Monasterio y quedase para Sus Magestades la dich aCapilla Mayor como parece por testamento del Señor Juan d eContreras visabuelo de Su Señoria Ilustrisima que fue el ultim oque se mando enterrar en la dicha Capilla Mayor otorgado e nSegovia en 30 de agosto de 1498 ante Pedro Gomez de Tapi aescribano de Segovia en que dice = digo que si Dios mi seño rme quisiere llevar desta presente vida que mi querpo sea sepul-tado en el Monasterio de Santa Cruz de la dicha ciudad d eSegovia en la Capilla ques del linaje de los Contreras=y des-pues del dicho Señor Juan de Contreras los demas antecesore sde Su Señoria Illustrisima estan enterrados fuera de la Rexa enla dicha Capilla Mayor a la mano derecha del Altar Mayor enlas sepulturas primeras hacia la parte donde esta el pulpito» .

Seguramente la negativa de los monjes influyó en el ani-mo del presidente Contreras y, sin olvidar el lugar de enterra-miento de sus mayores, para lo cual fundaría la memoria ante -dicha, tomó «un entierro en parte distinta del de los dichos su spadres y pasados como es el Monasterio de Nuestra Señora de lMonte Carmelo de la Orden de Carmelitas Descalzos del De-sierto de Volarque cerca de Pastrana donde esta el cuerpo d ela Illustrisima Señora doña Maria Gasea de la Vega que goz ade Dios muger que fue del dicho Illustrisimo Señor Comenda-dor de Leon por haberlos movido algunas Razones enterrars eambos en parte diferente de los entierros de sus padres . . .

El Presidente-Comendador dejó para el sostenimiento delas memorias 100 ducados de renta situados en las «yervas d eSantiago de Leen» y por Patrono «al Señor don Luis Geronimode Contreras su sobrino Caballero de Santiago Caballerizo d eSu Magestad sucesor en los binculos y mayorazgos)) . Los docu-mentos se encuentran en el Archivo Histórico Provincial en e lProtocolo de Juan Varrón, número 672, con fechas 31 de marz oy 10 de abril de 1629 .

J. DE V.

ESTUDIOS SEGOVIANO S

DOMINGO DE SOT O

(INDICE BIO-BIBLIOGRÁFICO)

Finalizada ya casi la impresión del material integrante d eeste número-homenaje que ESTUDIOS SEGOVIANOS dedicaa nuestro insigne paisano Fr. Domingo de Soto, heme aquí ,lector benévolo. ofreciéndote, con la mejor buena voluntad ycariño fraterno, la modestísima colaboración que las varias cir-cunstancias concurrentes me han permitido, en esta mi bio-bi-bliográfica nota (*) apendicular relativa al tan ilustre y ejempla rdominico segoviano . En ella, como verás, se ha sacrificado l omás posible toda ilustración documental y bibliográfica . Y puesque el tiempo y el espacio apremian, pongamos enseguida ma-nos a la obra .

En Segovia nace Francisco—después en la Religión Domin-go—de Soto, el año 1495 ; hijo de Pablo de Arévalo—carpintero-albañil de profesión—y de Catalina de Soto ; sus «padres e ahue-los . . . todos ellos de linaje de cristianos viejos y de labradore shonrados de los buenos de tierra de Arévalo, y por tales per-sonas fueron e son tenidos en esta cibdad de Segovia»: elpadre, «de los escuderos de Arévalo», y el abuelo ma tern o«fué escudero que mantuvo armas e caballo en esta cibdad» d eSegovia.

Comienza el estudio de las Humanidades en la ciuda dnatal, teniendo por maestros a Juan de Oteo y Sancho d eVillaveses—que lo fueron también * de Andrés de Laguna— ;mas pronto, coincidiendo, sin duda, con la marcha del maestr oOteo a la recientemente fundada Universidad Complutense—donde, en calidad de «Gramático regente repetidor», figura lo scursos 1509-1510 y siguiente—, hubo de trasladarse Soto a Alcal áde Henares; de cuya Universidad dirá más tarde, en la dedica-toria de su Dialéctica, «quae me a puero instituit», y en la que ,desde luego, a más tardar el curso 1513-1514 debió de empezar

($) Impreso ya el número que se indica, fué recibida esta nota e nnuestra redacción .

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los estudios de Artes . Alli—como, a partir de Alvar Gómez d eCastro, todos sus biógrafos afirman—tendría por maestro alpoco después agustino Santo Tomás de Villanueva, que, segúnconsta por las nóminas, explicó Artes los cursos 1514-1515 y1515-1516 ; datando de mayo de 1516—con ocasión del Bachille-ramiento en Artes—la noticia precisa más antigua de este pri-mer tránsito de Soto por AIcalá .

De Alcalá pasa a París ; resultando incierta la fecha exactadel traslado a las aulas sorbónicas, así como la actuación du-rante su estancia en la ciudad del Sena, que, esto sí, no se pro-longó a más del otoño de 1519. Cosa cierta parece que per-teneció al Colegio de Santa Bárbara—no al de Monteagudo ,como se había venido repitiendo—, y que tuvo por colegas e nel mismo a D . Juan de Fonseca—español, de esta ilustre fami-lia—y a D. Martín de Portugal—vástago de la familia real lusi-tana—, en unión con Pedro Fernández Saavedra—esu íntim oamigo y compañero (constante) y concolega en el de Sant aBárbara»—, y todos ellos como preceptor y maestro en Filoso -fía al sapientisimo Maestro Juan de Celaya» . Graduado de Maes-tro Artista, inmediatamente daría comienzo a los estudios d eTeología; simultaneándolos con una cátedra de Artes, que —conforme viene a decir el mismo Soto, en la dedicatoria y e lprólogo de la primera edición de su obra las Súmalas—regent óen París; siendo muy probable que no dejase de aprovechar l aocasión de poder asistir al próximo Colegio de Santiago, dond ea la sazón iniciaba Fr. Francisco de Vitoria sus lecciones com oBachiller Sentenciado .

El 7 de enero de 1520 encontramos de nuevo a Soto e nAlcalá, recibido por colegial mayor en el de San Ildefonso ;permaneciendo—dedicado a completar sus estudios teológico sy regentando al mismo tiempo una cátedra de Artes ; tocán-dole sortear las agitaciones internas del Colegio y superar la speligrosas repercusiones de la Guerra de las Comunidades—hasta 1524 ; y en marzo de este año, a más tardar, abandon adefinitivamente Alcalá ; para dirigirse a Montserrat, resuelto adejar el mundo—con todos los sugestivos éxitos que le brinda-ba—entrando en Religión ; lo que, al fin, realiza a principios d eaquel mismo verano, ingresando en el convento dominicano de

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San Pablo de Burgos—cuyo Prior era el segoviano Fr . PedroLozano—, haciendo en el mismo su profesión el 23 de juli ode 1525.

Poco después de la profesión religiosa—todavía en 1525—marcha trasladado Soto a Salamanca ; ejerciendo magisteri oteológico en el Estudio de San Esteban—el curso 1531-1532 ex-plica en la Universidad sustituyendo a Vitoria, que andaba en-fermo—, hasta 1532 . Durante el curso 1528-1529 estuvo en Bur -gos, ocupado en la impresión de su Summulac, que terminab ael 31 de abril .

Vacante la cátedra de Vísperas de Teología en la Universi-dad de Salamanca al comenzar el curso 1532-1533 por falleci-miento de Oropesa—el prodigioso Bernardino Vázquez d eOropesa—, presentóse Soto como candidato ; hizo su corres -te ejercicio el 21 de noviembre, y al día siguiente se le otorgab ala cátedra, triunfando en «fuerte oposición» . Y se ha dichocon toda razón y verdad que pretender describir la actuaciónuniversitaria de Soto en los dieciséis años que ocupó esta cáte-dra—igualmente, y con más exactitud v mayor motivo aún ,que los cuatro que en su segunda etapa de profesor universita-rio salmantino desempeñó la de Prima de Teología—equival-dría a ir trazando el historial de la famosa Escuela en ese pe-ríodo, y ello no sólo bajo el punto de vista académico, sin otambién administrativo: cargos de diputado o definidor—corn ocatedrático propietario—, vicescolástico y primicerio, comisio-nes especiales frecuentísimas y a cual más delicadas y transcen -dentales, etc ., etc .

Además de la atención debida a la cátedra—juntamen-te con las gestiones para adquisición de trigo, la extinción de lalangosta, la visita y examen de los pobres, la revisión de libre -rías que le encomendó el Santo Oficio, etc .—, túvole sumamen-te ocupado a Soto en esta época precedente a la marcha par ael Concilio de Trento, su doble priorato del convento de Sa nEsteban, la asistencia a los Capítulos Provinciales de Bena-vente y de Toledo—figurando en éste como uno de los cua-tro Definidores—y muy especialmente la puesta a punto y pu-blicación de los cuatro volúmenes de sus estudios filosófico sen Salamanca; moviéndole a esto último las continuas ins-

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tancias del Cardenal de Burgos Alvarez de Toledo, las de lo spropios superiores suyos y las de las mismas Universidades deSalamanca y Alcalá . Y el curso 1541-1542, según el libro deCuentas de la Universidad, «estuvo enfermo todo el año» sinpoder desempeñar la cátedra .

A 19 de marzo de 1545 recibía Soto una carta del príncip eD . Felipe, con otra del Emperador, ordenando que se preparas epara ir a Trento ; y, en efecto, hacia el 5 de mayo salió de Valla-dolid—acompañándole, además de Fr . Bartolomé de Miranda(o Carranza), otros dos religiosos dominicos—en dirección a l aciudad del Concilio ; a donde arribaban—dos primeros que d eEspaña han llegado»—el día 6 de junio ; «siendo recibidos po rlos Legados pontificios con muestras de satisfacción, al ver e linterés que el Soberano español ponla en la pronta organiza-ción del Concilio» . Durante el periodo conciliar, ausentóse d eTrento para asistir en Roma corno Definidor al Capitulo Gene-ral de la Orden—desde el 29 de mayo de 1546 hasta casi me-diado el mes de julio—, y luego, cuando a más tardar, en losprimeros días de enero de 1547 partió para Venecia—dond ecomenzó en seguida la impresión de su obra De natura el gratia ,dedicada como homenaje al Concilio Tridentino— ; sorpren-diéndole en esta última ciudad la noticia del traslado del Con-cilio, y regresando—al terminar la impresión de la obra, po rmayo o junio a Trento ; en donde habia de continuar, con lo sque se resistieron a ir a Bolonia, hasta primeros de marz ode 1548.

En efecto, a finales de febrero de 1548 fué llamado Sot oa Augsburgo por el Emperador—ocupado en la ardua tarea d eencontrar una formula de avenencia en materia doctrinal y dis-ciplinal entre protestantes y católicos—, para entender en l arevisión de la fórmula del Inlerin con los protestantes . Y el15 de agosto recibía el nombramiento de confesor de Car-los V—cargo que había dejado Fr . Pedro de Soto —, renun-ciando con este motivo y por la razón de haberse suspendidoel Concilio a la Cátedra de Vísperas en la salmantina el 4 demarzo de 1549, en delicada—casi escrupulosa—, interpretació nde las cláusulas con que se le habia otorgado la licencia para au -sentarse de ella . JIas—como sucediera ya con su inmediato an -

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tecesor—, desenvolviéndose siempre en un ambiente extrema-damente difícil, la situación se fué haciendo cada vez más critic ae insostenible para una conciencia recta v un espíritu noble ,y al fin, tras año y medio de laboriosisima intensa activida d—con encuentros y choques por doquier—, dejado el cargo d econfesor, con harto sentimiento del Emperador, en las primerassemanas de 1550 emprendía Soto su regreso a España .

De vuelta en España, se dirigió Soto a Salamanca ; determi-nado a recogerse a trabajar en el silencio de la celda, atendien-do a la completa elaboración y perfilado de sus obras ; de modoque ni aún manifestó propósito alguno de reanudar sus tareasacadémicas. Pero muy pronto empezó a tener que suspende rsus ocupaciones literarias —incluso, con frecuentes y pro-longados desplazamientos—, para evacuar consultas de gobier-no, tornar parte en deliberaciones o resolver negocios y cum-plir misiones encomendadas por la Corte, la Universidad o e lSanto Oficio ; además de que en marzo de 1550 fué nombrad opor tercera vez Prior de San Esteban, si bien para enero d e1551 había ya renunciado el cargo por incompatibilidad co nsus frecuentes ausencias ; y en fin, vacante la catedra de Primade Teología —por renuncia de Fr . Melchor Cano, al ser preco-nizado Obispo de Canarias—, nuestro Soto—ausente a la sazó nen Sevilla para la reconciliación del Doctor Egidio—sin oposi-ción—verdaderamente obligado con abrumador afecto—excep-cionalmente es designado por aclamación para ocuparla el 27 deseptiembre de 1552, asegurándose más y más con ello el giraresplendoroso del decenio postremo de su vida en torno a l aUniversidad salmantina, con cuya historia durante este períod obien pudiéramos decir que aquella se confunde .

En claustro de 26 de enero de 1555 manifestó Soto habe rcumplido y leido los veinte años que para efectos de jubilació nestablecía la Constitución Eugeniana, y en el del 11 de febrer osiguiente expuso sus deseos de que se viera y determinara«cuándo se acababan y cumplen los veinte años que es obligad oa leer, v cuándo se cumple el dicho jubileo. Y que él agora nolo pide, sino solamente la dicha declaración de cuándo se cum-ple, y porque él agora y después de cumplido pretende de lee rsu cátedra por su persona y no por sustituto. Y . . . que con él no

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quiere que se haga gracia ninguna de ningún tiempo, sino qu ese le de aquello que fuese justo y se hobiese fecho con otro sque han jubilado». Mas las cosas se enredaron de forma qu eSoto, dejada a un lado su habitual condescendencia, se vi óprecisado a actuar con toda energía ante el CIaustro de Profe-sores ; el cual, tras un desagradable y complicado proceso, vin oa reconocerle el derecho y otorgarle la jubilación el 29 de abri lde 1556, confesando que ya a 30 de enero de 1555 le sobrabannoventa y cuatro días para eI tiempo reglamentariamente exi-

gido al efecto .Por último, un capitulo simpáticamente ineludible : «Domin-

go de Soto v el Convento de San Esteban de Salamanca» . Tresveces, por lo menos, su Prior y habiendo en él residido cerc ade treinta años, supo Soto—que parece que no dejó de ser «hij oy perteneciente al de San Pablo de Burgos»—, sacando tiemp oy energías entre sus múltiples y apremiantes ocupaciones su-mamente transcendentales, dedicar la entrañable y eficient eatención de enriquecerle con importantísimas obras—díganlo ,sino, la monumental escalera que sube de la antesacristía alsobreclaustro y el puente y la plazoleta que clan acceso a l aiglesia—; empeñando para su cumplida realización el cuantios oproducto de sus libros . . . Y en él—habiendo arreciado los acha-ques y molestias de la gota ; deprimido el ánimo por el dramaterrible de su amigo carísimo el Arzobispo Carranza ; acrisoladosu espíritu con las amarguras y los desengaños—, agotad oy abrumado por el trabajo cayó, sobre el surco de la parcelaque le había sido encomendada por el Señor de la tierra, la no-ble figura que fué el hijo ejemplar del ejemplar pueblo artesan oy campesino de Castilla—Axila y Segovia—Francisco-Doming ode Soto, un viernes, a 15 de noviembre de 1560; a cuyo en-tierro se hallaron presentes «las Religiones v toda la Universi-dad . por ser de todos tenido por padre» ; pronunciando la ora-ción fúnebre—brillantísima : monumento de literatura, de ca -riño y de admiración—el eximio Maestro Fr . Luis de León, s upreclaro discípulo.

DR. A13RAHAM TAPIA BASILTO

ESTuDIOs SEGOviAN Q

LA HIDALGUTA DE LOS CARRION

Jerónimo y Hernando de Carrión vecinos de la ciudad d eSegovia, pleitearon su hidalguía contra el Concejo y vecino sde la misma ciudad y el licenciado don Diego del Corral y Are-llano, el del famoso retrato velazqueño, como fiscal, en la Rea lAudiencia .

Para la determinación de este pleito—comienza el Memo-rial en que se relata su proceso—parece que por octubre delaño ,1590 los alcaldes de los hijosdalgo despacharon una Pro -visión Real, dirigida a la justicia de la misma ciudad y al co-mun de los pecheros de ella, para que declarasen si tienen po rpecheros o por hidalgos a los dichos Jerónimo y Hernando d eCarrión. Dicha provisión se notificó al Ayul tamiento en el me sde mayo del año siguiente. La respuesta no es favorable a las pre -tensiones de los Carrión ya que de ella se saca que, por diciem-bre del noventa, precisamente, vino a Segovia una compañía d esoldados y en el repartimiento alojaron en casa de Hernandode Carrión a un sargento, de lo que él se agravió, por decir qu ese hallaba en posesión del estado de hidalgo. Esto dió motivoa que ambos hermanos presentasen su demanda en la audienci apretendiendo ser declarados hijosdalgo de padre y abuelo co ntodas sus consecuencias. Por el procediendo acostumbrado d acomienzo el pleito y comienzan las declaraciones de los testi-gos ante el licenciado Carrillo Morales . Prestan declaració nvecinos de la ciudad de Segovia y de los lugares de las Nava sde Zarzuela e igualmente lo hacen la parte fiscal y el Concejo ,poniendo, ya en 1592, tachas a los testigos de Jerónimo y Her-nando, con la respectiva probanza, de cada parte . En 1594 lo sAlcaldes pronuncian sentencian «definitiva« en favor de lo shermanos Carrión con todos los pronunciamientos favorables .

Pero de esta sentencia apelaron el fiscal y el concejo de lcomún de Segovia y el licenciado Juan Fernández de AnguloFiscal de la Corte, apoyándose en que tanto en la ciudad d eSegovia, como en el lugar de las Navas todos los vecinos era nlibres de pechos y no había distinción de estados por lo que la spruebas aportadas por los Carrión eran nulas y que cualquier

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preminencia que hubiesen gozado, si alguna había en Segovi ahabía sido por ser su padre monedero de la Casa Real de laMoneda v que si se libraron de contribuir en algún repartimien-to de pechos fué por ser hombres ricos y amigos de los regido-res de la ciudad y por que con trazas y mañas se excusaban ,no por ser hijosdalgo . Conclusa la causa se pronució sentenciade vista confirmando a la letra la de los Alcaldes que amparó aIos Carriones en la posesión .

No cejó el concejo en pedir la revocación de la sentenci acon lo que el asunto se encona v los opositores van sacand oa relucir trapos sucios hasta llegar a decir que han tenido ofi-cios viles y bajos, que en la villa de Carrión de los Condes d edonde descienden están en reputación de pecheros, y que e nSegovia viven en el barrio y puerta de San Andrés en reputa-ción de pecheros . Por la respuesta nos enteramos de la genealo-gía de los Carrión hijos de Bernardino de Carrión y nietos d eHernando de Carrión, ninguno de los cuales—dicen—fué veci-no de la villa de su nombre sino de Navas de Zarzuela y d eSegovia .

Juan de Belicia dice que Hernando de Carrión, abuelo delos litigantes, era un pobre hidalgo de las Navas de Zarzuela ,pero sus contradictores opinan que era pechero y que si n opagaba pecho seria por ser tan pobre que no tenía de qué, puesen aquel lugar, por ser de behetría, todos pechaban y no se per-mitió nunca entrar en él a quien fuese hidalgo .

Después de mucho discutir y pelear sobre si han ejercid ooficios viles o si son hijosdalgo, sale a relucir lo mas grave, s ilos ascendientes de los Carrión han sido y son simplemente pe-cheros llanos v descendientes de tales o de otra peor línea po rser cristianos nuevos descendientes de judíos por linea direct ade varón.

También se dice que de tiempo inmemorial el barrio deSan Andrés en donde moraba Marcos de Carrión hermano delpadre de los litigantes, es llamado el barrio de los judíos, qu ea ellos les llamaban «judizuelosa y a su padre Bernardino d eCarrión «judiazo» .

Otro testigo asegura que es cosa pública que los judíos vi-vian en San Andrés y en la puente castellana, y que en aquel

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barrio no había otros hidalgos que Pedro López y Andrés deOviedo, a los que en posterior declaración se añaden Juan d eAhedo, Mateo de Arévalo y los Ibáñez de Segovia, dueños d euna casa grande que antiguamente fué sinagoga .

Para acabar de arreglar las cosas sale el testigo Gil Pérez d eOcampo diciendo que los Carriones descienden de un Antón Sa -lero que tenía fama de converso y que por ello estaban sambe-nitados en la iglesia mayor. Por todo ello son varios los decla-rantes que «se espantan)) de que Jerónimo y Hernando tratende su hidalguía .

El memorial dá curiosas noticias sobre las tablas de la scarnicerías y las diferentes clases que había de éstas en el Azo-guejo y en el Patín y algunos testigos cuentan cómo sesent aaños atrás había en el Azoguejo una tabla de carnero en dond ese daba abasto a los hijosdalgo, monederos exentos y clérigo sy no a los pecheros.

Algún testigo dice que vió a Bernardino de Carrión toma rcarne de dichas tablas libremente y otros, en cambio, manifes-taron que tenían entendido ser los Carriones carniceros y bo-degoneros .

Mucho se debate este hecho de que Bernardino de Carrió nvendiese el zumo de la vid, pero sus defensores decían que n olo vendía por menudo y que cuando dejó este oficio usó el d emercader de paños, teniendo en su casa el obraje, como los de -más mercaderes en la colación de Santa Eulalia .

También nos enteramos por el pleito de que los Carrioneseran dueños de bienes raíces, casa, huerto y otras heredades e nel lugar de Sonsoto, en donde hacían esquileo de su ganado .

En 1610 se vió el pleito en revista y de cuanto se actu ómandóse imprimir Memorial ajustado que fué impreso en e lmismo año por Juan de Rueda, pero nos quedamos sin saber s ilos Carrión llegaron a gozar pacíficamente de la hidalguía .

El documento es un testimonio vivo de la vigencia de losprejuicios raciales en la Castilla del siglo xvli, cosa nada nueva ,pero sobre la que conviene insistir, pues explica muchos suce-sos coetáneos y posteriores . Muy curiosa es la referencia a lasdanzas que hacían los judíos en Segovia en la festividad de lCorpus Christi y que no sabemos ;cómo interpretar.—L, F. P .

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