ensayo de fertirrigación en un cultivo de pepino sobre lana de roca

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INTRODUCCIÓN 1 UNIVERSIDAD DE CASTILLA-LA MANCHA DEPARTAMENTO DE PRODUCCIÓN VEGETAL Y TECNOLOGÍA AGRARIA E. T. S. DE INGENIEROS AGRÓNOMOS DE ALBACETE TRABAJO FIN DE CARRERA INGENIERO AGRÓNOMO “ENSAYO DE FERTIRRIGACIÓN EN UN CULTIVO DE PEPINO HOLANDÉS EN INVERNADERO Y SOBRE SUBSTRATO DE LANA DE ROCA EN LA PROVINCIA DE GRANADA" Alumno: Gonzalo Hernández Barros Albacete, Septiembre de 1999 Tutor: Dr. D. José Arturo de Juan Valero

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Ensayo de fertirrigación en un cultivo de pepino largo tipo holandés en invernadero y sobre substrato de lana de roca.

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  • INTRODUCCIN

    1

    UNIVERSIDAD DE CASTILLA-LA MANCHA DEPARTAMENTO DE PRODUCCIN VEGETAL Y

    TECNOLOGA AGRARIA

    E. T. S. DE INGENIEROS AGRNOMOS DE ALBACETE

    TRABAJO FIN DE CARRERA

    INGENIERO AGRNOMO

    ENSAYO DE FERTIRRIGACIN EN UN CULTIVO DE PEPINO HOLANDS EN

    INVERNADERO Y SOBRE SUBSTRATO DE LANA DE ROCA EN LA PROVINCIA

    DE GRANADA"

    Alumno: Gonzalo Hernndez Barros

    Albacete, Septiembre de 1999 Tutor: Dr. D. Jos Arturo de Juan Valero

  • INTRODUCCIN

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    1.- INTRODUCCIN.

    La creciente competitividad comercial de las agriculturas hortofrutcolas de los

    pases del Tercer Mundo obliga a nuestros productores agrcolas a concurrir a los mercados

    con mayor calidad de productos, y a conseguir una mayor productividad en sus

    explotaciones.

    Ese tipo de mejoras slo pueden conseguirse con los cambios tecnolgicos

    necesarios que afecten tanto a la calidad de las semillas como a la mejora de las tcnicas de

    cultivo y al sistema general de produccin. Los resultados de las experiencias desarrolladas

    en nuestros das sealan que estas modificaciones tecnolgicas para conseguir una mayor

    calidad, uniformidad y cantidad de productos deben pasar, en el caso concreto de las zonas

    hortcolas del Sureste (Almera, Granada, Murcia,...), por la adaptacin a los cultivos "sin

    suelo", o sobre substratos ms o menos inertes.

    Desde hace un par de dcadas, la tcnica de los cultivos "sin suelo" se ha ido

    introduciendo en nuestro pas como nueva solucin y alternativa al suelo en cada vez

    mayor nmero de invernaderos. Asimismo, la reduccin de los costes de implantacin de

    este sistema es patente en los ltimos aos, llegando incluso a resultar ms econmico

    implantar este sistema que el tradicional "enarenado" en zonas degradadas donde no existe

    el suelo como tal, o es muy escaso y pobre.

    La principal ventaja, entre otras, que se obtiene con este sistema de cultivo es la

    posibilidad de un manejo casi perfecto de la nutricin mediante la tcnica de fertirrigacin

    continua. Sin embargo, la mayor dificultad que encontramos para conseguir este fin,

    estriba en la escasez de conocimientos sobre manejo que se poseen en la actualidad,

    especialmente en lo referente a su aplicacin a las peculiares condiciones del Sureste

    Espaol. As, nos encontramos ante la paradjica situacin de un considerable desarrollo

  • INTRODUCCIN

    3

    de la tecnologa de la fertirrigacin en los ltimos aos, y un lento incremento de los

    conocimientos para una aplicacin ptima de fertilizantes en dichos sistemas de riego.

    Junto con la falta de conocimientos y de experimentacin, han aparecido problemas

    de manejo especficos, nuevos y distintos de los ya conocidos para cuya solucin no es

    posible recurrir a los tratados sobre fertirrigacin e hidropona de autores extranjeros:

    salinidad de las aguas, problemas derivados de la escasa inercia trmica de los substratos

    en invernaderos sin climatizacin, desajustes de pH y conductividad debidos a grandes

    oscilaciones de los factores ambientales durante los ciclos de cultivo, etc.

    Con este estudio, me propongo contribuir a llenar el vaco de conocimientos

    existente, y tratar de ayudar, en la medida de lo posible, a solventar los problemas que los

    tcnicos y agricultores de la zona nos encontramos en nuestro trabajo diario en los cultivos

    "sin suelo".

  • OBJETIVOS

    4

    2.- OBJETIVOS.

    Se pretende determinar los niveles de respuesta y su incidencia en la produccin y

    en la calidad de la produccin de tres tratamientos de fertirrigacin sobre un cultivo de

    pepino holands en invernadero realizado en substrato de lana de roca. Para ello se

    ensayarn en la etapa del ciclo agronmico de engorde-recoleccin del fruto, tres niveles

    de abonado clcico-potasico y ntrico-potsico.

    Paralelamente, se observarn los efectos de cada tratamiento sobre el pH y la

    conductividad del substrato, factores estos estrechamente ligados al rendimiento y cuyo

    control es primordial a la hora de evitar problemas fisiolgicos relacionados con

    antagonismos e interferencias en la disponibilidad y la absorcin de nutrientes y

    micronutrientes.

    Por ltimo, se pretende observar los efectos de las temperaturas obtenidas dentro

    del invernadero sobre la absorcin de nutrientes, y ms directamente sobre el pH y la

    conductividad del substrato, y sobre los consumos de agua y fertilizantes.

  • APROXIMACIN BIBLIOGRFICA

    5

    3.- APROXIMACIN BIBLIOGRFICA.

    3.1.- ENCUADRAMIENTO TAXONMICO DEL PEPINO.

    3.1.1.- Taxonoma.

    El pepino es una planta anual, de porte herbceo, cuyo nombre genrico es Cucumis

    sativus L. Pertenece al orden Cucurbitales, el cual slo tiene una familia, las Cucurbitceas.

    Son plantas que se caracterizan por tener dos tipos de flores, unas estaminadas y las otras

    pistiladas, en un mismo o diferentes pies de plantas; el ovario, a su vez, se encuentra en un

    nico estilo, llevando de 3 a 5 estigmas.

    Esta familia se compone de cinco subfamilias, siendo la ms interesante desde el

    punto de vista hortcola la Cucurbiteae, ya que abarca la casi totalidad de los gneros ms

    conocidos, escepto Sechium, que tiene como especie ms representativa Sechium edule L.,

    conocida vulgarmente como "chayote".

    La subfamilia Cucurbiteae se divide en cuatro tribus, de las cuales sobresalen,

    Cucumerinae, que contiene a Cucumis, y Cucurbitinae, que entre otros gneros engloba a

    Cucurbita.

    Clasificacin de la familia de las Cucurbitceas (en subfamilias)

    I) Anteras no en forma circular:

    A) Estigmas libres o soldados slo en la base:

    a) Con 5 raramente 4............................................................ fevilleae.

    b) Con 3 raramente 2:

    1.- Anteras rectas o poco curvadas.................................Melothrieae.

    2.- Anteras en forma de S U.......................................Cucurbiteae.

    B) Estigmas soldados en columna...............................................Sicyoideae.

    II) Anteras en forma ms o menos circular.........................................Cyclantherae.

  • APROXIMACIN BIBLIOGRFICA

    6

    Clasificacin de la subfamilia Cucurbiteae (en tribus)

    I) Semillas aplastadas generalmente numerosas:

    A) Corola en forma radial:

    1.- Ptalos enteros.......................................................Cucumerinae.

    2.- Ptalos hendidos.............................................Thrichosanthinae.

    B) Corola campanulada....................................................Cucurbitinae.

    II) Semillas oblongas, de 1 a 4 por cavidad..................................... Abobrinae.

    En la tabla n1 se presentan las principales especies cultivadas pertenecientes a la

    familia de las Cucurbitceas:

    Tabla 1. Principales especies cultivadas de las Cucurbitceas.

    NOMBRE GENERICO NOMBRE COMUN CULTIVADA POR

    Benincasa hispida

    Citrullus vulgaris

    Cucumis anguria

    Cucumis melo

    Cucumis sativus

    Cucurbita mxima

    Cucurbita pepo

    Cucurbita moschata Lagenaria vulgaris

    Luffa acutangula

    Luffa cilindrica

    Calabaza blanca

    Sanda

    Pepinillo de las Ind. Occidentales

    Meln

    Pepino

    Calabaza comn

    Calabacn

    Cabello de ngel Calabaza del peregrino

    Esponja vegetal

    Esponja lisa

    Sus frutos y como portainjerto.

    Sus frutos frescos y semillas.

    Sus frutos para poner en vinagre.

    Sus frutos en fresco.

    Sus frutos para poner en vinagre.

    Sus frutos para aprovechar cocidos.

    Sus frutos para aprovechar cocidos.

    Sus frutos para tomar cocidos con azcar. Sus frutos como utensilio domstico.

    Sus frutos frescos y como esponja.

    Sus frutos frescos y como esponja.

    Fuente: Prez (1984)

    3.1.2.- Constitucin cromosmica.

    En un principio, muchos autores estn de acuerdo en afirmar que la totalidad de las

    variedades comerciales, hasta este momento, al menos, son del tipo diploide, con 2n = 14

    cromosomas, aunque no se descarta la posibilidad de encontrar de forma natural el tipo

    haploide de n = 7 (Prez, 1984).

    3.1.3.- Tipos varietales.

    Los taxonomistas, queriendo explicar de alguna manera la formacin de las

    diferentes variedades, consideran que, en un principio, exista la forma hermafrodita con

  • APROXIMACIN BIBLIOGRFICA

    7

    flores bisexuales, es decir, que tiene los dos sexos, flores que estaban repartidas por toda la

    planta.

    A partir de esta forma hermafrodita, que pudiera ser considerada como inicial, por

    diversas mutaciones, se ha podido llegar a los dos tipos siguientes:

    Andromonoico.- con una constitucin cuyas plantas poseen nicamente flores

    masculinas, o bien, flores masculinas y hermafroditas.

    Ginoico.- con flores femeninas exclusivamente.

    Finalmente por combinaciones entre los anteriormente descritos, se pudieron

    formar los tipos:

    Trimonoico.- que posee tres clases de flores, es decir, hermafroditas,

    masculinas y femeninas.

    Gimonoico.- Con flores femeninas y flores hermafroditas.

    3.1.4.- Hbridos.

    Indudablemente, desde el principio se pudo constatar que el efecto de la heterosis o

    vigor hbrido en el pepino es un hecho incuestionable, como se demuestra por el

    predominio de los hbridos F1 en los ms de veinte aos que se llevan empleando. Ghaderi

    y Lower (1978) opinaban que la heterosis se manifestaba desde la aparicin de la tercera

    hoja hasta la floracin, y estaba relacionada con el crecimiento. Tambin observaron que

    haba correlacin con las temperaturas, y que en general, los hbridos se comportaban

    mejor en condiciones desfavorables que los homocigotos.

    Hasta el ao 1960 todos los hbridos que existan en el mercado eran de tipo

    monoico, pero desde entonces empezaron a introducirse las formas ginoicas, debido a la

    posibilidad de reproducirlas empleando giberelinas. Ms tarde se obtuvieron los hbridos

    ginoicos, que son los utilizados en la actualidad en los cultivos de invernadero (Prez,

    1984).

  • APROXIMACIN BIBLIOGRFICA

    8

    3.1.5.- Ginoecia.

    Se denomina as, al proceso de obtencin de plantas totalmente femeninas, o mejor

    dicho, de plantas con flores femeninas nicamente.

    A partir de 1960 empezaron a introducirse este tipo de variedades, basando su xito

    en la conservacin de los principales caracteres varietales de los tipos monoicos como eran

    la partenocarpia y la resistencia a hongos del gnero corynesporum. Al mismo tiempo que

    se intentaba introducir la ginoecia se trabajaba tambin para conseguir no perder el carcter

    ausencia total de amargor, lo cual no ofreci gran problema al depender tal carcter de un

    gen recesivo.

    Parece que la expresin sexual del pepino viene determinada genticamente y

    depende del equilibrio de una serie de substancias hormonales, jugando un papel

    importante la relacin entre los contenidos de auxinas y giberelinas en la planta. Por otro

    lado, se puede tambin observar que existen factores externos que modifican dicho

    equilibrio, orientando la floracin de manera diferente. As, los das cortos y las bajas

    temperaturas, principalmente las nocturnas, tienen un efecto feminizante sobre la planta.

    Por el contrario, los das largos, las dbiles intensidades luminosas, las temperaturas

    elevadas y las tcnicas culturales desfavorables tienen un efecto opuesto, masculinizando

    la planta (Prez, 1984).

    Sin embargo, lo que ha sido fundamental para el desarrollo de este tipo de

    variedades, ha sido la certeza de que ciertas substancias qumicas podan modificar la

    expresin sexual del pepino, encontrndose que:

    Las giberelinas favorecen el crecimiento y son masculinizantes (principalmente

    la GA, y en menor medida las GA3, GA4 y GA7). Tambin tienen esta accin el

    cido ascrbico y el cido abcsico.

  • APROXIMACIN BIBLIOGRFICA

    9

    Las auxinas (cido indolactico IAA, y el naftalenactico ANA), la hidracida

    malica (MH), el cido triclorobenzoico, el etefn, el naftalam y el

    clorfluorecol, entre otros, son desfavorables para el crecimiento y feminizantes.

    El inters por las plantas ginoicas se puede resumir en los siguientes trminos:

    a) Produccin de flores femeninas solamente, que dar, lugar a frutos

    partenocrpicos, en todos los nudos del tallo principal y de las ramas laterales,

    adems de una mayor precocidad de la planta.

    b) Mayor seguridad en la pureza de los hbridos F1, ya que los parentales, al ser

    completamente femeninos, no puede fecundarse a s mismos.

    c) Ausencia del riesgo de producir frutos deformados a causa de una mala

    fecundacin.

    En general, son plantas menos vigorosas y ms productivas, y que por tanto,

    necesitan unos cuidados culturales distintos a las variedades monoicas. En unos casos,

    estas diferencias ahorran mano de obra a los productores, pero en otros se requiere una

    especial atencin, como por ejemplo, en el riego, en la fertilizacin e, incluso, en el manejo

    de los factores climticos dentro de los invernaderos (Prez, 1984).

    3.1.6.- Tipos y cultivares.

    Entre los principales tipos de cultivares europeos existentes en pepino encontramos

    (R. H., 1998):

    Pepino corto o pepinillo, destinado al consumo en fresco o para encurtido.

    Dentro de esta clasificacin general, se puede distinguir entre cultivares de

    frutos simples, semi-mltiples y mltiples. Los semi-mltiples producen dos

    frutos por nudo, mientras que los mltiples llegan a los tres o cuatro frutos.

    Pepino medio-largo, o tipo francs, destinado al consumo en fresco y

    principalmente para el mercado interior.

  • APROXIMACIN BIBLIOGRFICA

    10

    Pepino largo, tipo holands, destinado al consumo en fresco para la

    exportacin.

    En la prctica totalidad de las variedades holandesas, los pepinos son

    partenocrpicos, es decir, que no necesitan la fecundacin para adquirir su desarrollo

    normal, apareciendo en su interior unas falsas semillas vacas; en caso de fecundarse se

    obtiene frutos deformados a manera de un mazo o porra por ensanchamiento de su parte

    posterior, a causa de una acumulacin de semillas en esta zona (Prez, 1984).

    En lo que se refiere a la mejora gentica de los cultivares, existen dos puntos

    primordiales hacia los que van dirigidas las investigaciones ms recientes sobre el tema:

    Adaptacin a las bajas temperaturas, especialmente las nocturnas, y la falta de

    luminosidad.

    Resistencia o tolerancia a diversas plagas y enfermedades.

    Las caractersticas varietales ms demandadas por los productores y

    comercializadores en la actualidad son la resistencia a enfermedades como el oidio, la

    clorsis internervial en la hoja vieja, amarilleo de frutos, la larga conservacin, o el

    agrietado del fruto (R. H., 1998).

    Tambin se ha empezado a trabajar en la obtencin de variedades resistentes o, al

    menos tolerantes, al virus del amarilleo del pepino (CYV), debido a la extensin e

    importancia que esta alcanzando esta enfermedad (Prez, 1998; comunicacin personal).

    En cuanto a los caracteres de los frutos, se consideran aquellos que afectan a su

    presentacin y calidad (Prez, 1984):

    Tamao y peso.- Existe una gran variacin debido a la multitud de tipos

    varietales. As, la longitud puede ser de 15 a 40 centmetros; la anchura de 4 a 8

    centmetros y el peso desde 200 a 600 gramos, dentro de los pepinos frescos de

    exportacin.

  • APROXIMACIN BIBLIOGRFICA

    11

    Color de la piel.- Los pepinos para consumo en fresco se recogen en verde. Este

    ser, pues, su color preferente, con tonalidades ms o menos obscuras, pero

    siendo tambin importante el brillo de la piel.

    Forma de la piel.- Puede ser lisa, con estras de cierta profundidad y con

    ausencia de espinas, ms o menos pronunciadas.

    Amargor de la pulpa.- La casi totalidad de las variedades cultivadas de pepino

    fresco para exportacin se caracterizan por la ausencia total de amargor.

    Entre los cultivares del tipo holands o largo, destacan (R. H., 1998):

    Nevada, sobresale por sus frutos de elevada calidad y alta proporcin de frutos

    de primera; es una variedad adaptada al cultivo hidropnico.

    Bellsima, es una variedad recomendada para siembras extra-tempranas de

    otoo y tardas de primavera. Es una planta fuerte, con frutos verdes muy

    oscuros, bien formados con alta resistencia a la sobremaduracin y excelente

    conservacin en post-recoleccin. Presenta resistencia al oidio.

    Marumba, produce en invierno frutos de color verde oscuro y es

    particularmente adaptable a invernaderos sin calefaccin del sur de Europa.

    Beluga, ofrece una produccin regular, entre uno y dos frutos por nudo, de larga

    duracin en estante.

    Cazorla, es una planta vigorosa de hojas abiertas y buen comportamiento en

    otoo-invierno. Es una variedad que destaca por su excelente calidad de fruto,

    ideal para exportacin. Buena conservacin de frutos, transporte y respuesta en

    post-recoleccin. Fruto de peso medio entre 400 - 500 gramos y buen

    comportamiento frente al virus del amarilleo.

    Virginia, es una variedad de pepino que destaca por su gran adaptacin a todas

    las pocas de siembra y por su produccin escalonada y regular.

  • APROXIMACIN BIBLIOGRFICA

    12

    Atlanta, presenta frutos largos, ligeramente asurcados, cilndricos, sin cuello y

    con una terminacin redondeada. Resistente a oidio y muy tolerante al mildiu.

    Alaska y Brunex, son dos variedades del tipo largo con frutos estriados y verde

    oscuro; la primera se recomienda para plantaciones tanto tempranas como

    tardas, mientras que la segunda se planta en otoo e invierno.

    3.2.- PROPIEDADES Y APROVECHAMIENTOS.

    Es indudable que el pepino goza de una bien merecida fama en el mundo entero,

    como se demuestra por las numerosas referencias que sobre l se encuentran. Sin embargo,

    desgraciadamente, hay que reconocer, como la mayora de los especialistas en la materia,

    que este inusitado inters no se corresponde en absoluto con el valor nutritivo del fruto, ni

    tan siquiera con su sabor, a pesar de sus mltiples aplicaciones. Su enorme consumo puede

    quiz estar relacionado con su fcil manejo y preparacin, as como por su gran poder

    refrescante, que le asegura una buena acogida en los perodos y zonas calurosas. A pesar de

    esta ltima circunstancia, hay que destacar el incremento que su cultivo ha experimentado

    precisamente en perodos invernales y con el objeto de ser consumido en fresco en pases

    que en esa poca padecen temperaturas realmente bajas (Prez, 1984).

    Entre las propiedades nutritivas del pepino, tiene especial importancia su alto

    contenido en cido ascrbico y pequeas cantidades del complejo vitamnico B. En cuanto

    a minerales es rico en calcio, cloro, potasio y hierro. Las semillas son ricas en aceites

    vegetales. Se le atribuyen propiedades diurticas, correccin del estreimiento, y para uso

    externo tiene aplicaciones en dermatologa y cosmtica (R. H., 1998).

    En cuanto a la composicin del fruto, hay que resaltar que tiene una reaccin

    marcadamente alcalina, con unos 3,2 miliequivalentes de sustancias bsicas por 100

    gramos de producto; esto hace que sea recomendable para muchos estmagos.

  • APROXIMACIN BIBLIOGRFICA

    13

    El anlisis de una rodaja central de 100 g de peso de un fruto, da aproximadamente

    la siguiente composicin media: agua 95,7 g; carbohidratos 3,2 g; protenas 0,6 g; grasa 0,1

    g:; y un valor energtico de unas 14 caloras.

    En cuanto a los minerales se encuentran en las siguientes cantidades: potasio 160

    mg; fsforo 18 mg; calcio 17 mg; magnesio 11 mg; azufre 11 mg; sodio 6 mg; hierro 0,3

    mg; y cobre 0,09 mg.

    Finalmente, las vitaminas ms frecuentes son: cido ascrbico 11 mg; cido

    pantotnico 0,25 mg; niacina 0,2 mg; vitamina B6 0,042 mg; riboflavina 0,04 mg; tiamina

    0,03 mg; y vitamina A, indicios.

    En cuanto al contenido de las semillas, se puede cifrar en un 42% de aceite, otro

    42% de protenas y el resto de agua y otras sustancias.

    Los pepinos se cultivan por sus frutos, que generalmente se consumen en verde,

    unas veces cuando estn plenamente formados, como ocurre con los cultivados en

    invernaderos, y otras cuando son an muy pequeos, como sucede con los pepinillos.

    Por su gran poder refrescante, los pepinos crudos son imprescindibles en

    cualquier tipo de ensaladas, principalmente en perodos veraniegos. Cortados en rodajas, se

    pueden mezclar con una amplia gama de productos hortcolas al natural; as, se pueden ver

    con tomates, pimientos, cebollas, rabanitos, lechugas y muchas ms que se complementan

    con diferentes aditivos (Prez, 1984).

    3.3.- IMPORTANCIA ECONMICA DEL CULTIVO DEL PEPINO.

    3.3.1.- Producciones y comercio exterior.

  • APROXIMACIN BIBLIOGRFICA

    14

    En Espaa se produjeron en 1997, en miles de toneladas de pepino, alrededor de

    320. Esto supuso un 3,21% de la produccin total de hortalizas en nuestro pas. Incluso

    considerando que el consumo de hortalizas est a la baja, de las 175000 t de pepinos

    espaoles que se exportaron en 1993, se aument a 291000 t en 1996.

    En 1997, Holanda recibi 69911712 kg de pepino procedentes de Espaa, lo que

    supuso 7025356 ptas., mientras que Blgica y Luxemburgo importaron 5477568 kg. Por su

    parte, Francia recibi un total de 28548582 kg de pepino de Espaa, mientras que Espaa

    import de Francia tan slo 5825 kg, en el perodo que va de septiembre de 1996 hasta

    agosto de 1997. Estos datos son bastante similares a los de aos anteriores, por lo que se

    puede deducir que las cifras de exportacin de esta hortaliza no han sufrido grandes

    cambios y que las importaciones de pepino en Espaa son bastantes escasas (R. H., 1998).

    Segn datos del anuario de estadstica agraria de 1997, la superficie total dedicada

    al cultivo de pepino en regado asciende a 5992 hectreas, de las cuales 2523 corresponden

    a cultivo al aire libre, mientras que 3394 son cultivos protegidos.

    3.3.2.- Calendario de las exportaciones.

    Los principales meses de exportacin van de noviembre a mayo coincidiendo con la

    falta de produccin propia en Europa. El gran desarrollo de los cultivos bajo plstico ha

    permitido ofrecer nuestros productos en esos meses convirtindose Almera, con ms de

    35000 ha invernadas, en la primera suministradora de los mercados europeos en muchas de

    las principales hortalizas (Ortega, 1998).

    3.3.3.- Principales zonas de produccin en Espaa.

    La produccin de hortalizas para exportacin est localizada casi exclusivamente

    en el levante peninsular, de Valencia a Granada, y en las Islas Canarias. Entre todas

    exportan el 84% del total.

  • APROXIMACIN BIBLIOGRFICA

    15

    Destacan especialmente las provincias de Almera, con el 31% del total, Murcia con

    el 22% y Valencia con el 12%. Almera es la principal exportadora de berenjena (85%),

    pepino (76%), calabacn (72%), pimiento (70%) y juda (60%) (Ortega, 1998).

    3.3.4.- Evolucin del cultivo del pepino en invernadero en la provincia de Almera.

    De la observacin de los figuras n1, 2, 3, 4, 5, y 6 que se ofrecen a continuacin, se

    deduce claramente que el cultivo del pepino en la provincia de Almera se halla en franca

    expansin. Esto es as, tanto en lo referente a la extensin de las plantaciones como a la

    productividad e incluso a la rentabilidad del mismo. En esta tendencia alcista influyen

    varios factores, entre los que conviene citar: la mejora de las tcnicas de cultivo y de la

    tecnologa utilizada, as como una mayor organizacin y solidez de las estructuras

    comerciales.

    Fig.-1. Superficie cultivada en hectreas.

    Fuente: D. Gral. De Aduanas-FEPEX (1997).

    0

    500

    1000

    1500

    2000

    2500

    1975 1977 1980 1982 1984 1.986 1988 1990 1992 1994

    ha

    Superficie en ha

  • APROXIMACIN BIBLIOGRFICA

    16

    Fig.-2. Produccin de pepino en toneladas.

    Fuente: D. Gral. De Aduanas-FEPEX (1997).

    Fig.-3. Rendimiento de las explotaciones.

    Fuente: D. Gral. De Aduanas-FEPEX (1997).

    Fig.-4. Precios medios en pesetas por kilo.

    Fuente: D.Gral. de Aduanas-FEPEX (1997).

    0

    50.000

    100.000

    150.000

    200.000

    1975 1977 1980 1982 1984 1986 1988 1990 1992 1994

    t

    Produccin en t

    0

    20

    40

    60

    80

    1975 1977 1980 1982 1984 1986 1988 1990 1992 1994

    Precio (ptaskg-1)

    0

    20.000

    40.000

    60.000

    80.000

    1975 1977 1980 1982 1984 1986 1988 1990 1992 1994

    Rto. (kgha-1)

  • APROXIMACIN BIBLIOGRFICA

    17

    Fig.-5. Valor de la produccin en millones de pesetas.

    Fuente: D. Gral. De Aduanas-FEPEX (1997).

    Fig.-6. Rentabilidad de las explotaciones en pesetas por metro cuadrado.

    Fuente: D. Gral. De Aduanas-FEPEX (1997).

    Lamentablemente, no existen datos fiables sobre la evolucin del cultivo del pepino

    en la provincia de Granada, a pesar de que la extensin de la superficie invernada

    actualmente supere las 3.500 ha en la comarca de la costa, y que ao tras ao aumente la

    superficie de cultivos bajo plstico en dicha zona. Inexplicablemente, en el ltimo Anuario

    de Estadstica Agraria publicado hasta el momento (M.A.P.A., 1997), no aparece mencin

    alguna sobre el cultivo del pepino holands en la provincia de Granada. Esta absoluta falta

    0

    100

    200

    300

    400

    500

    600

    1975 1977 1980 1982 1984 1986 1988 1990 1992 1994

    Rentabilidad (ptasm-2)

    0

    2000

    4000

    6000

    8000

    10000

    12000

    1975 1977 1980 1982 1984 1986 1988 1990 1992 1994

    Valor en 10^6 ptas.

  • APROXIMACIN BIBLIOGRFICA

    18

    de datos contrasta la aplastante realidad de que todos los otoos, al menos, la tercera parte

    de la citada superficie se dedique a este cultivo.

    Si consideramos una produccin media por hectrea de 80000 kg en el ciclo

    otoo-invierno, podemos estimar la produccin total de pepino holands en esta zona en

    unas 80000 t anuales, las cuales se destinan ntegramente a la exportacin.

    3.4.- MORFOLOGA Y DESCRIPCIN BOTNICA DEL CULTIVO.

    El sistema radicular es muy potente, lo cual es lgico si se considera la enorme

    productividad de estas plantas. Generalmente cuenta con una raz principal que se ramifica

    rpidamente en races secundarias, las cuales se extienden superficialmente y son muy

    alargadas y finas, adems de presentar un color blanco caracterstico cuando estn sanas y

    son an jvenes, para ir tornndose en amarillentas al envejecer. El pepino posee la

    propiedad de emitir races adventicias por encima del cuello, lo cual puede ser interesante

    desde el momento en que se admite el aporcado, labor que favorece tal emisin y ayuda a la

    planta en el caso de que el sistema principal se dae por cualquier lesin o enfermedad.

    El tallo es de porte herbceo, rastrero, trepador, anguloso y spero al tacto. Su

    crecimiento es indeterminado, con formacin de nudos y entrenudos cuyo nmero vara

    segn la variedad y condiciones de cultivo. De cada nudo parte una hoja y un zarcillo, que

    van insertos en lados opuestos; como se sabe los zarcillos son hojas transformadas, que

    favorecen la funcin trepadora de la planta. De cada nudo, adems de las flores, salen

    tambin ramas laterales.

    Las hojas son alternas, con un largo peciolo. Su limbo es acorazonado, con tres

    lbulos ms o menos pronunciados, siendo ms acentuado el del medio, que

    frecuentemente termina en punta; su color es verde oscuro en el haz y algo grisceo en el

    envs, estando recubiertas de un vello muy fino, que es ms abundante en la cara posterior,

    y que se hace ms spero a medida que envejecen las hojas. En cuanto a las nervaduras, se

  • APROXIMACIN BIBLIOGRFICA

    19

    distinguen perfectamente, sobre todo en el envs, ramificndose de forma progresiva y

    constituyendo en el interior del limbo una serie de secciones irregulares claramente

    definidas.

    Las flores aparecen en las axilas de las hojas; poseen un corto pednculo y el color

    de sus ptalos es de un amarillo fuerte. La mayora de los autores coinciden en afirmar que

    en el pepino existen flores hermafroditas y flores unisexuales; sin embargo, en las

    variedades conocidas nicamente se encuentran flores masculinas o femeninas.

    Precisamente, la flor femenina se diferencia de la masculina en que es portadora de

    un ovario nfero claramente distinguible. La floracin, en los pepinos, se produce de

    manera escalonada a lo largo de todo su ciclo vegetativo, y la fecundacin, en caso de

    realizarse, se debe a la intervencin de los insectos, principalmente las abejas

    El fruto es un pepnide, que, al igual que el resto e la planta, es spero tambin,

    sobre todo cuando es joven, aunque depende de la variedad; lo mismo ocurre con la forma

    y el tamao, conservando, no obstante, formas ms o menos cilndricas. En cuanto al color

    toma distintas tonalidades durante su formacin; al principio tiene un color verde claro,

    para pasar luego a un verde oscuro y finalmente a amarillo cuando est totalmente maduro.

    Sin embargo, esta ltima fase no tiene lugar en los pepinos cultivados, porque su

    recoleccin se verifica antes de su madurez fisiolgica, entre otras razones, porque serian

    altamente desagradables al consumo.

    La pulpa tiene color blanquecino siendo, como hemos dicho, bastante acuosa y con

    cierto sabor refrescante. En su interior de encuentran las semillas, repartidas a lo largo del

    fruto, muy definidas en los fecundados y vacas en los que no se produce tal proceso. La

    piel es bastante cerosa, por lo que da la sensacin de que resbala cuando lo cogemos con las

    manos.

    Finalmente, las semillas son ovales, algo aplastadas, y con un color blanco

  • APROXIMACIN BIBLIOGRFICA

    20

    amarillento. La cantidad por fruto depende de la variedad, lo mismo que su peso, aunque

    se puede considerar que entran aproximadamente unas 40 unidades en un gramo.

    3.5. - EXIGENCIAS AMBIENTALES DEL PEPINO.

    El pepino es una planta de origen tropical, y las condiciones propias de estas zonas

    son, en general, temperaturas elevadas y humedad ambiental tambin alta. Sin embargo,

    los dems factores climticos parecen no ser tan importantes, ya que, tanto la luz como el

    contenido de anhdrido carbnico en el aire, no necesitan encontrarse en niveles

    particularmente elevados. As, en el caso de la luminosidad, en las regiones en que se

    realiza el cultivo del pepino, existe un nivel aceptable, incluso en los perodos invernales,

    que son los ms desfavorables. En cuanto al contenido de anhdrido carbnico, es ms

    difcil de cuantificar, a pesar de saberse que influye en el rendimiento de las plantas, si bien

    no supone en condiciones normales una limitacin en el desarrollo vegetativo (Prez,

    1984).

    Por todo lo expuesto, centraremos nuestra atencin en la temperatura y la humedad

    ambientales, factores estos mucho ms fciles de controlar dentro de un invernadero.

    En la germinacin, la temperatura ptima de da es 25C y de noche 25C, y la

    humedad relativa 90%; en semillero y primer estadio, 23C de da, 18C de noche y 90% de

    humedad relativa; hasta la recoleccin 24C de da y 19C de noche, con una humedad

    relativa del 80%; durante la recoleccin 25C de da, 20C de noche y una humedad relativa

    del 75% (Castilla y Bretones, 1983; Prez, 1984).

    Las condiciones climticas impuestas por el ciclo de cultivo otoo-invierno, distan

    de ser las ptimas para el cultivo si no se aplica calefaccin, sobre todo debido a los saltos

    trmicos da-noche generados dentro de este tipo de invernaderos plsticos no climatizados

    (Castilla et al., 1990).

    En trminos generales, se puede considerar que las temperaturas variables desde

  • APROXIMACIN BIBLIOGRFICA

    21

    20C a 35C durante el da apenas tienen incidencia sobre la produccin, que por encima de

    los 35C ya se pueden observar anomalas y que a partir de los 40C el calor es ya

    claramente perjudicial. Por el contrario, por debajo de los 20C ya se pueden producir

    desequilibrios en la planta y temperaturas menores de 10C dan lugar a una parada en el

    crecimiento que, en caso de prolongarse en el tiempo origina graves problemas fisiolgicos

    (Prez, 1984). Estas temperaturas normales en los meses de Enero y Febrero en la costa

    andaluza limitan el crecimiento de la planta al final del ciclo (Castilla y Bretones, 1983)

    Cuando las temperaturas descienden ms all de 1C se produce la congelacin de

    los tejidos y la muerte de la planta, o al menos un marchitamiento general de muy difcil

    recuperacin.

    Respecto al grado de humedad, se puede afirmar que los requerimientos en general

    son bastante elevados durante todo el ciclo vegetativo. Estos se reducen en el perodo de

    recoleccin, pero se mantienen valores lo suficientemente altos como para que exista el

    riesgo de aparicin de enfermedades criptogmicas en esta fase del cultivo (Prez, 1984).

    Debe imponerse un buen manejo de la ventilacin para limitar valores extremos de

    humedad relativa, en torno al 70% (Castilla et al, 1990).

    En cuanto a las necesidades de iluminacin, el pepino florece y fructifica con

    normalidad en das cortos con menos de 12 horas de luz, con la condicin de que la

    intensidad luminosa sea suficiente, caso frecuente en nuestras regiones (Prez, 1984).

    En el caso concreto de los cultivos "sin suelo", se han podido constatar diferencias

    significativas en cuanto a produccin y precocidad del crecimiento y de la fructificacin

    con respecto al cultivo tradicional en suelo, debidas fundamentalmente a la escasa inercia

    trmica de los substratos de cultivo que provoca, en la mayora de las ocasiones, una

    detencin del crecimiento y una parada de la actividad del sistema radicular en los das

    fros de invierno. Asimismo, en pocas calurosas aparecen tambin problemas derivados

  • APROXIMACIN BIBLIOGRFICA

    22

    de la excesiva temperatura radicular, observndose en este caso un aumento de la

    susceptibilidad de la planta a los ataques de patgenos "telricos" va sistema de riego

    (gneros Phytium, Phytoptora y Fusarium) (Navarro, 1998; comunicacin personal).

    3.6.- ASPECTOS FISIOLGICOS RELACIONADOS CON LOS FACTORES

    CLIMTICOS EN LOS CULTIVOS DE INVERNADERO.

    3.6.1.- La temperatura.

    Lo primero que se impone en un invernadero, como ya sabemos, es reducir las

    oscilaciones diurnas y estacionales de la temperatura ambiental para que las plantas puedan

    crecer en un nivel trmico ptimo. Determinar el nivel trmico ptimo para un cultivo

    todava es una cuestin compleja desde el punto de vista fisiolgico. La temperatura ejerce

    mucha influencia sobre el crecimiento y metabolismo de la planta, y no hay tejido o

    proceso fisiolgico que no est influenciado. La respuesta a la temperatura es, adems,

    sustancialmente diferente segn el proceso metablico o tejido considerado, y un mismo

    proceso fisiolgico- por ejemplo, la fotosntesis o la respiracin- responde a la temperatura

    segn modalidades diferentes de acuerdo con el estado de desarrollo de las plantas. Las

    diferentes especies cultivadas no estn influenciadas por la temperatura de manera

    unvoca, sino cada una y segn caractersticas propias, aunque es posible establecer

    algunas estrategias o comportamientos comunes (Ceccarelli, 1991).

    Es importante recordar que una especie no es siempre cultivada a una temperatura

    ptima para el desarrollo vegetativo, sino que puede ser cultivada a una temperatura ptima

    para la produccin de flores o frutos. Aquellas temperaturas no son necesariamente las

    mismas. Adems, las temperaturas de produccin cambian durante la estacin y pueden ser

    diferentes en distintas regiones geogrficas (Jarvis, 1998).

    Elegir la temperatura de cultivo en funcin de la especie cultivada y del perodo

    estacional, es una de las decisiones fundamentales para un cultivo de invernadero. Por

  • APROXIMACIN BIBLIOGRFICA

    23

    motivos econmicos evidentes, la mayor atencin se ha dirigido siempre a las temperaturas

    nocturnas. Se observa con frecuencia que el crecimiento de un cultivo aumenta al elevar la

    temperatura nocturna hasta un determinado nivel trmico, ms all del cual el rendimiento

    decrece. Adems el perodo de tiempo necesario a las plantas para alcanzar un estado de

    madurez e iniciar la produccin (de los frutos) se reduce generalmente al aumentar la

    temperatura nocturna (Ceccarelli, 1991).

    En la mayor parte del ciclo de crecimiento y desarrollo del pepino, las temperaturas

    idneas suelen oscilar entre 18 y 20C de mnima durante la noche y de 23 a 25C por el

    da, procurando que se mantenga una diferencia de 5C entre ambas. En relacin con este

    tema existe el problema, ms o menos acentuado, de las temperaturas nocturnas, que suelen

    ser inferiores a los valores dados en invernadero sin climatizacin. En el caso de los pases

    europeos se resuelve mediante el empleo de calefaccin. Sin embargo en las regiones

    espaolas donde est implantado el cultivo del pepino en invernadero, el uso de los

    sistemas de calefaccin requiere un esfuerzo inversor considerable (Prez, 1984).

    La temperatura ejerce un control determinante sobre la transpiracin, tanto

    mediante una accin directa sobre la conductividad estomtica (que aumenta de modo casi

    exponencial con la temperatura) como actuando sobre el grado de presin de vapor entre la

    atmsfera y las hojas. Las diferentes respuestas de fotosntesis, transpiracin y respiracin

    a la temperatura tienen consecuencias importantes sobre la fotosntesis neta y sobre la

    cantidad de agua transpirada para la asimilacin de CO2. En el interior de un invernadero la

    atenuacin de la intensidad de radiacin solar debida a la cubierta, tiende a determinar una

    curva de respuesta de la fotosntesis a la temperatura ms aplanada respecto del exterior.

    En estas condiciones, un aumento general de la temperatura en el interior de un intervalo

    ms bien amplio ejerce en general un efecto modesto sobre la asimilacin de CO2, mientras

  • APROXIMACIN BIBLIOGRFICA

    24

    que la transpiracin y la respiracin aumentan sensiblemente haciendo que la fotosntesis

    neta se reduzca y la relacin transpiracin/fotosntesis aumente (Ceccarelli, 1991).

    3.6.2.- Humedad y dficit de la tensin de vapor.

    Para que una planta pueda tener un crecimiento y una produccin activos, deber

    ser capaz de transpirar libremente durante la fotosntesis. La transpiracin solamente es

    posible si el agua puede abandonar la planta por evaporacin (Gates, 1980). En un

    invernadero, el agua se encuentra en dos formas: el agua lquida del suelo, de los sistemas

    hidropnicos y de las clulas vegetales, o bien en forma de vapor en el aire y en los

    espacios intercelulares de las hojas. El agua es expelida de la planta a travs de los estomas

    en forma de vapor (Jarvis, 1998).

    La transpiracin se puede tratar esencialmente como un proceso de difusin

    regulado por las leyes de la fsica, cuya intensidad es proporcional a las diferencias de

    presin de vapor hdrico entre la superficie evaporante, la hoja, y la atmsfera e

    inversamente y en correlacin con las resistencias que se oponen a la difusin (Cecarrelli,

    1991):

    T = W / r

    (1)

    donde: W = dficit de presin de vapor hdrico entre espacios intercelulares de la hoja y la

    atmsfera, y r = suma de la resistencia estomtica del estrato de aire saturado en contacto

    con las hojas y de la resistencia cuticular.

    Debido a la baja permeabilidad a los gases de la epidermis foliar recubierta de

    cutina, los intercambios gaseosos entre hoja y atmsfera se producen en su mayor parte por

    medio de los estomas, que constituyen autnticas y verdaderas vlvulas mecnicas capaces

    de responder con gran versatilidad a las variaciones del ambiente segn una regulacin

    excelente y muy compleja. La ecuacin de la transpiracin de una hoja se puede expresar

  • APROXIMACIN BIBLIOGRFICA

    25

    de manera muy simplificada:

    T = Cs * W

    (2)

    donde: Cs = conductancia estomtica del vapor hdrico.

    La regulacin estomtica modifica mucho la transpiracin de una hoja en funcin

    del W. Mientras a Cs constante la transpiracin aumenta en medida proporcional al

    aumentar W, por efecto de la regulacin estomtica, tal relacin de proporcionalidad se

    verifica slo a dficit de presin bajos, mientras que con valores de W ms elevados se

    reduce hasta anularse del todo (Ceccarelli, 1991).

    En general, dentro de un amplio margen, la humedad (humedades relativas entre 55

    y 95 por 100, correspondientes a dficit de la presin de vapor entre 1,0 y 0,2 kPa) tiene un

    efecto reducido sobre la fisiologa y el desarrollo de los cultivos hortcolas. Dficit de

    presin de vapor ms altos que 1,0 kPa ocasionan estrs hdrico, lo que significa que las

    plantas pierden agua por transpiracin con mayor rapidez que puede ser reemplazada por el

    sistema radicular y, como consecuencia, los rendimientos decaen. Por otra parte, una

    atmsfera con bajo dficit de presin de vapor, con la consecuente probabilidad de

    depsitos de roco, favorece la aparicin de patgenos hidrfilos (Jarvis, 1998; Prez,

    1984). Los dficit bajos de presin de vapor pueden tambin conducir a anormalidades en

    el crecimiento de la lechuga, y a carencias localizadas de calcio (Blossom end rot, B..E.R.

    en tomate y pimiento) (Jarvis, 1998).

    Baker et al. (1987) determinaron los efectos de un alto y prolongado grado de

    humedad sobre el crecimiento y los rendimientos del pepino. Obtuvieron una significativa

    correlacin negativa entre el dficit de presin de vapor durante el da y los rendimientos

    totales en todos los ensayos. La calidad del fruto determinada por un color verde oscuro,

    vena reducida por unos valores altos de la media de humedad durante 24 horas. Los

  • APROXIMACIN BIBLIOGRFICA

    26

    sntomas de carencia de calcio observados estaban correlacionados con los valores medios

    de la humedad durante 24 horas. Baker et al. (1987) llegaron a la conclusin de que un

    elevado grado de humedad debera mantenerse durante el da, pero que se deberan

    reducir los valores medios altos durante 24 horas para evitar prdidas en la calidad del

    fruto.

    En una planta, el intercambio de vapor hdrico con la atmsfera est

    inevitablemente conectado, a nivel de los estomas, con el intercambio de CO2. Para poder

    absorber CO2 y tener los estomas abiertos, la hoja debe de perder agua, y si la prdida de

    agua es tal que hace que el potencial hdrico sea excesivamente negativo (si no consigue

    mantener positivo el potencial de turgencia celular), se ve obligada a cerrar los estomas,

    con la consiguiente reduccin de la intensidad de asimilacin de CO2, y en definitiva de la

    intensidad fotosinttica.

    Las consideraciones expuestas indican una influencia potencialmente positiva de la

    humedad elevada sobre el crecimiento de las plantas en invernadero. Este efecto benfico

    puede ser debido a una accin directa sobre las relaciones hdricas de la planta, paro

    tambin a una accin indirecta sobre la fotosntesis como consecuencia de una menor

    limitacin diaria en la disponibilidad de CO2 y una mejor eficiencia en la utilizacin del

    agua (Ceccarelli, 1991).

    En das de fuerte insolacin, la humedad disminuye dentro de un invernadero hasta

    valores muy bajos, del orden del 40 al 50 por ciento, con los que no slo hay riesgo de

    enfermedades sino que puede producirse un decaimiento general de las plantas por exceso

    de transpiracin (Prez, 1984).

    La fotosntesis resulta escasamente afectada en un entorno muy amplio de valores

    de dficit de presin de vapor (Grange y Hand, 1987).

    3.6.3.- Intensidad luminosa y respuesta fotosinttica.

  • APROXIMACIN BIBLIOGRFICA

    27

    La energa solar radiante es un factor ambiental que ejerce una enorme influencia

    sobre el crecimiento de plantas cultivadas en el interior de un invernadero. La luz acta

    sobre el crecimiento y el desarrollo de las plantas como fuente energtica para asimilacin

    de CO2, as como fuente primaria de calor y estmulo para la regulacin del desarrollo.

    Por efecto de la proteccin, se verifica inevitablemente en el interior del

    invernadero una reduccin de la intensidad de energa solar radiante; la entidad de la

    atenuacin vara segn el tipo de estructura y la orientacin del invernadero. La tendencia a

    hacer ms hermticas las estructuras con le fin de evitar prdidas de calor y reducir los

    consumos energticos mediante el empleo de telas dobles o pantallas, implica

    inevitablemente la consecuencia de una atenuacin ulterior de la intensidad luminosa.

    La curva de intensidad fotosinttica en funcin de la intensidad luminosa tiene el

    aspecto de una tpica curva de saturacin, pero la respuesta de la fotosntesis a la luz est

    muy influenciada por otros factores ambientales, en particular, por la temperatura y las

    concentraciones de CO2 y vara con el estado de crecimiento de la planta. A su vez, la

    dependencia de la fotosntesis de la luz no es idntica para todas las especies, pues se

    expresa con curvas de respuesta de caractersticas diferentes. En los dos extremos de la

    respuesta se sitan las plantas helifilas y escifilas, es decir, las especias adaptadas a vivir

    en condiciones elevada o baja luminosidad. Los cultivos de invernadero comprenden

    especies que pertenecen a los dos tipos (Cecarelli, 1991).

    Aunque la respuesta a la fotosntesis sea una caracterstica del genotipo, las plantas

    tienen, sin embargo, la capacidad de adaptarse (o mejor aclimatarse) a las condiciones de

    luz que prevalecen en el ambiente en que viven. Esta capacidad es tambin una

    caracterstica gentica y est presente en diferente medida en las especies cultivadas. En

    general, la mayor capacidad de aclimatacin a la luz la poseen las especies helifilas,

  • APROXIMACIN BIBLIOGRFICA

    28

    mientras las escifilas que estn expuestas a irradiaciones elevadas se exponen fcilmente

    a fenmenos de fotoinbicin y fotooxidacin (empalidecimiento de la clorofila).

    Plantas de tomate con el mismo genotipo y expuestas a intensidades luminosas

    diferentes muestran, tras un perodo de algunos das, curvas de respuesta de la fotosntesis a

    la luz muy diversas, como se observa en la figura n7 (Ceccarelli, 1991).

    Fig.-7. Fotosntesis neta (Fn) en funcin de la intensidad de la radiacin PAR

    en hojas de tomate adaptadas a tres regmenes lumnicos diferentes: 20, 40 y 80

    Wm-2

    . Longitud del da: 16 h; Temperatura: 20C (Ceccarelli, 1991).

    Las hojas de las plantas expuestas a bajas irradiaciones presentan una respuesta

    similar a la de las plantas escifilas: saturacin con densidad de flujo cuntico ms baja

    pero mejor empleo de las bajas intensidades. La respuesta diferente en trminos de

    asimilacin de CO2 refleja, como para las escifilas, modificaciones importantes de los

    componentes bioqumicos del aparato fotosinttico y respiratorio.

    La respuesta es muy diferente si se considera, en lugar de una sola hoja, la planta

    entera o una poblacin de plantas como un cultivo. En este caso slo las hojas exteriores de

  • APROXIMACIN BIBLIOGRFICA

    29

    la vegetacin estn expuestas a la radiacin solar incidente, mientras las hojas del interior y

    ms bajas, como consecuencia de la atenuacin de la radiacin por parte de las hojas de

    arriba y del ngulo de incidencia no ptimo, pueden absorber intensidades de luz mucho

    ms bajas.

    El resultado es que la intensidad de la fotosntesis de un cultivo de plantas helifilas

    no alcanza la saturacin ni siquiera a elevada intensidad de radiacin solar. En el

    invernadero donde la luz llega siempre atenuada, las plantas estn prcticamente siempre

    en condiciones luz limitante (Ceccarelli, 1991).

    La atenuacin de la luz en el interior de una vegetacin depende de la densidad de la

    vegetacin y del ndice LAI (rea foliar / rea de suelo). El LAI es una medida de relacin

    entre la superficie foliar total de una vegetacin y la superficie del suelo que la abriga, y

    permite tratar la vegetacin como si estuviera compuesta de estratos.

    Las diferentes hojas de una planta presentan intensidades netas de fotosntesis

    diferentes no slo con relacin a la posicin sobre las plantas, sino tambin en relacin con

    la edad; es en parte una consecuencia del cambio de exposicin a la luz. Por tanto, la

    intensidad de fotosntesis global de un cultivo depende de la intensidad de fotosntesis por

    unidad de rea foliar y de la estructura y superficie total de la vegetacin expresada

    generalmente como LAI.

    El efecto de la atenuacin de la intensidad luminosa dentro de un invernadero ser

    diferente en funcin de la fase de desarrollo de las plantas. La relacin entre intensidad de

    fotosntesis y LAI es expresada mediante curvas progresivamente ms aplanadas al

    decrecer la radiacin disponible; por ello, en las plantas cultivadas en invernadero la

    fotosntesis global neta aumenta en una medida proporcionalmente menor y en funcin del

    rea foliar (Ceccarelli, 1991).

  • APROXIMACIN BIBLIOGRFICA

    30

    La luz influye en la asimilacin fotosinttica de un cultivo no slo con una accin

    directa sobre la capacidad fotosinttica (intensidad de fotosntesis por unidad de rea

    foliar) sino tambin indirectamente por medio de importantes efectos morfogenticos y

    modificando la distribucin de los asimilados. Al disminuir la irradiacin, por ejemplo, la

    superficie de las hojas aumenta mientras se reduce el espesor.

    La energa solar radiante es por su naturaleza un factor que no se puede almacenar y

    del que slo se dispone instantneamente y, por ello, para maximizar la fotosntesis, la

    planta tiene que ampliar la propia superficie foliar lo que ms pueda. Mientras en un

    ambiente natural la interaccin entre los diferentes factores ambientales obra de modo tal

    que favorece el crecimiento equilibrado de una poblacin de plantas, en el interior de un

    invernadero por efecto mismo de la cubierta y como consecuencia de intervenciones de

    climatizacin y culturales, se pueden verificar condiciones de desequilibrio en el

    crecimiento de un cultivo. Es posible, por ejemplo, que la superficie foliar total de las

    plantas sea excesiva durante el ciclo de desarrollo respecto a la disponibilidad de energa

    solar. Similar situacin tiende a verificarse en los cultivos de ciclo otoo-invierno, los

    cuales inician su ciclo cuando la disponibilidad de energa radiante solar es tal que permite

    un buen crecimiento vegetativo, pero llegan a completar el ciclo cuando la radiacin total

    diaria se reduce considerablemente y la relacin entre fotosntesis y respiracin puede ser

    menos favorable. La temperatura desempea un papel determinante en este caso, pudiendo

    hacer todava ms crtica la situacin a niveles trmicos relativamente elevados.

    Intervenciones culturales oportunas que tiendan a evitar un excesivo crecimiento

    vegetativo durante la primera parte del ciclo de desarrollo y un control cuidado de la

    temperatura, son indispensables para evitar una contraccin de la produccin, as como un

    empeoramiento de la calidad (Ceccarelli, 1991).

  • APROXIMACIN BIBLIOGRFICA

    31

    Adems, la disponibilidad de agua y elementos minerales, as como una frecuencia

    de irrigacin y una entidad de fertilizacin tiene que ser calibrados sobre la disponibilidad

    de energa solar radiante en cuanto inciden en la utilizacin de los asimilados. Una

    excesiva disponibilidad de agua y elementos nutritivos en condiciones iluminacin

    reducida, puede determinar un crecimiento excesivo en peso fresco respecto al peso seco.

    La densidad de plantacin se debe evaluar atentamente con relacin ala

    disponibilidad de energa solar cuando, sobre todo en invernadero, condiciona tanto el

    rendimiento como la calidad.

    En los cultivos de invernadero, donde la competencia por el agua y los elementos nutritivos

    es muy limitada, la eleccin de la densidad de plantacin viene determinada por la

    competencia por la luz (Ceccarelli, 1991).

    3.7.- SISTEMAS DE CULTIVO DE HORTALIZAS SOBRE SUBSTRATO EN

    INVERNADERO.

    El trmino substrato, se aplica en horticultura a todo material slido distinto del

    suelo in situ, natural, de sntesis o residual, mineral u orgnico, que, colocado en un

    contenedor, en forma pura o en mezcla, permite el anclaje del sistema radicular,

    desempeando, por tanto, un papel de soporte para la planta. El substrato puede intervenir

    (material qumicamente activo) o no (material inerte) en el complejo proceso de nutricin

    mineral de la planta (Abad et al., 1996).

    Se entiende por "cultivo sin suelo" aquel sistema de cultivo en el que la planta

    desarrolla su sistema radicular en un medio (slido o lquido) confinado en un espacio

    limitado y aislado, fuera del suelo. Desde un punto de vista prctico, los cultivos sin suelo

    suelen clasificarse en cultivos hidropnicos (cultivo en agua ms nutrientes) y cultivo en

    substrato (cultivo sobre materiales inertes o, sobre materiales qumicamente activos con

    capacidad de intercambio catinico). En adicin, los cultivos sin suelo pueden funcionar

  • APROXIMACIN BIBLIOGRFICA

    32

    como "sistemas abiertos", a solucin prdida, no recirculante, o como "sistemas cerrados",

    con recirculacin de las soluciones nutritivas (FAO, 1990).

    El cultivo sin suelo de hortalizas se inici en nuestro pas a principios de la dcada

    de los ochenta, evalundose en unas 35 ha la superficie de cultivo en la campaa 85/86

    (Martnez y Garca, 1993). Desde entonces, la superficie de los cultivos sin suelo ha ido

    aumentando gradualmente. En la campaa 96/97, dichos autores estiman que dicha

    superficie se sita alrededor de las 2000 ha, las cuales estn particularmente localizadas en

    las provincias de Almera y Murcia, y en las Islas Canarias. Los sistemas de cultivo sin

    suelo de hortalizas ms representativos, con los que se est trabajando actualmente, son

    (Abad, 1998):

    Cultivo en sacos de arena.

    Cultivo en sacos de perlita.

    Cultivo en tablas y tacos de lana de roca.

    Cultivo en otros materiales orgnicos (corteza de pino, fibra de coco, etc.).

    Los cultivos sin suelo ocupan actualmente superficies muy importantes en los

    pases del centro y norte de Europa. Aunque este sistema de produccin exige unos costes

    altos y un nivel de tecnificacin elevado, los cultivos sin suelo estn teniendo, y tendrn

    en un futuro no muy lejano, un gran xito en nuestro pas (Abad, 1998).

    La primera etapa de la aplicacin de un substrato en el cultivo sin suelo es la

    caracterizacin del mismo, con objeto de conocer sus propiedades fsicas, fsico-qumicas ,

    qumicas y biolgicas. Las propiedades de los materiales son factores dominantes, que

    determinan el manejo posterior del substrato (contenedor, riego y fertilizacin) (Ansorena,

    1994; Abad, 1998).

  • APROXIMACIN BIBLIOGRFICA

    33

    Las propiedades fsicas de los substratos de cultivos son de primordial importancia.

    Una vez que el substrato est en el contenedor, y la planta est creciendo en l, no es

    posible modificar las caractersticas fsicas bsicas de dicho substrato.

    La caracterizacin fsica estudia la distribucin volumtrica del material slido, el

    agua y el aire, as como su variacin en funcin del potencial matricial. Los mtodos de

    determinacin de las relaciones aire-agua de los substratos difieren de los utilizados en los

    suelos con idntico fin. Las curvas de retencin de agua de los suelos agrcolas se miden

    usualmente en un amplio intervalo de succiones (0,1-1,5 Mpa). Por el contrario, las plantas

    cultivadas en contenedor no pueden ser sometidas a tensiones hdricas elevadas, debido a

    lo limitado del medio donde se desarrollan y crecen. Por esto, en la determinacin de las

    curvas de liberacin de agua de los substratos, se aplica un intervalo de succiones mucho

    ms estrecho (0-100 cm de columna de agua) (Ansorena, 1994; Abad, 1998). En la figura

    n8 se puede observar la curva de liberacin de agua a distintas tensiones de succin para

    un substrato de cultivo (Abad, 1998).

    Fig.-8. Curva de liberacin de agua de un substrato de cultivo (Cadaha,

    1998).

  • APROXIMACIN BIBLIOGRFICA

    34

    En la tabla n2 se presentan los niveles ptimos de las caractersticas fsicas de los

    substratos de cultivo:

    Tabla n2. Niveles ptimos para las propiedades fsicas de los substratos.

    Propiedad Nivel ptimo

    Tamao de partcula (mm) 0,25-2,50

    Densidad aparente (gcm-3

    ) 85

    Retencin de agua (% en volumen) a:

    10 cm 55-70

    50 cm 31-40

    100 cm 25-31

    Capacidad de aireacin (% en volumen) 10-30

    Agua fcilmente disponible (% en volumen) 20-30

    Agua de reserva (% en volumen) 4-10

    Agua total disponible (% en volumen) 24-40

    Valor "R" (cm) 10-30

    Contraccin (% en volumen)

  • APROXIMACIN BIBLIOGRFICA

    35

    El valor ptimo de la C.IC. de los substratos depende estrechamente de la

    frecuencia de la fertirrigacin (Lemaire et al., 1989). Si la fertirrigacin se aplica

    permanentemente, la capacidad de adsorcin de los cationes no constituye ninguna ventaja,

    siendo recomendable en este caso la utilizacin de materiales inertes, con muy baja o nula

    capacidad de intercambio catinico. Si, por el contrario, la fertirrigacin se aplica de modo

    intermitente, ser conveniente la utilizacin se substratos con moderada a elevada

    capacidad de intercambio catinico, en todo caso superior a 20 meq100g-1

    (Abad et al.,

    1993).

    En la tabla n3 se exponen los niveles considerados actualmente como ptimos para

    las propiedades fisico-qumicas y qumicas de los substratos de cultivo:

    Tabla n3. Niveles ptimos para las propiedades fsico-qumicas

    y qumicas de los substratos de cultivo.

    Propiedad Nivel ptimo

    pH (extracto de saturacin) 5,2 - 6,3

    Conductividad elctrica (extracto de saturacin, dScm-1

    ) 0,75 - 3,49

    Capacidad de intercambio catinico (meq100g-1

    ):

    - Fertirrigacin permanente Nula o muy baja

    - Fertirrigacin intermitente >20

    Cenizas (%) 80

    Relacin carbono: nitrgeno (C/N) 20-40

    Nutrientes asimilables (extracto de saturacin, ppm):

    N - NO3 100 - 199

    N - NH4 0 - 20

    P 6- 10

    K 150 - 249

    Ca >200

    Mg >70

    Fe 0,3 - 3,0

    Mn 0,02 - 3,0

    Mo 0,01 - 0,1

    Zn 0,3 - 3,0

    Cu 0,001 - 0,5

    B 0,005 - 0,5 Fuente: Abad et al (1993).

  • APROXIMACIN BIBLIOGRFICA

    36

    3.7.1.- Sistemas de cultivo sobre substratos inertes y con soluciones nutritivas.

    Se definen estos sistemas como el conjunto unitario de substrato, contenedor y

    sistema de riego. Los sistemas de cultivo sin suelo sobre substratos inertes utilizados en

    Espaa para la produccin comercial de hortalizas son todos a solucin perdida, utilizando

    como substrato la arena, la lana de roca o la perlita (Martnez y Garca, 1993).

    Difieren de los sistemas de cultivo tradicionales o con substratos orgnicos en que

    las races se desarrollan sobre un medio slido e inerte. Dentro de este grupo se incluyen

    sistemas relativamente simples (como el cultivo en arena) hasta sistemas altamente

    tecnificados (como el cultivo en lana de roca), que precisa de unos elevados costes de

    instalacin y una depurada tecnologa para alcanzar grandes rendimientos. Presenta una

    gran ventaja en los cultivos de plantas compactas, ya que las plantas se soportan sobre el

    mismo substrato, lo cual no puede realizarse en cultivos hidropnicos sensu stricto.

    Presenta la ventaja frente a los cultivos tradicionales en tierra, de que permite un mayor

    control de la nutricin y una mayor uniformidad (FAO, 1990; Noguera, 1993).

    La aportacin de nutrientes se realiza con el agua de riego, similar al cultivo

    hidropnico. En los sistemas ms simples se pueden aplicar los nutrientes en forma slida

    al substrato y posteriormente se realiza el riego.

    3.7.1.1.- Cultivo en sacos de arena.

    EL SUBSTRATO.

    La arena es un material de naturaleza silcea (SiO2 > 50%) y de composicin

    variable, que depende de los minerales contenidos en la roca original. Las arenas pueden

    proceder de canteras (granito, gneis, basalto, etc.) o de ros (depsitos de formacin aluvial,

    ms o menos recientes). Las primeras son generalmente ms homogneas y suelen estar

    constituidas por partculas angulosas, con aristas vivas. Las segundas son ms

    heterogneas, (ya que resultan de la mezcla de distintos materiales erosionados y

  • APROXIMACIN BIBLIOGRFICA

    37

    transportados por los cursos de agua), y sus partculas ms redondeadas (Moinereau et al.,

    1987). Se prefieren las arenas angulosas en las mezclas con materiales orgnicos (turba +

    arena, cortezas + arena). Las partculas redondeadas pueden segregarse o separarse durante

    la preparacin de la mezcla, as como favorecer el desmoronamiento de la mezcla

    resultante durante su transporte y manipulacin (Abad, 1998).

    En todos los casos, y para un ptimo aprovechamiento como substrato hortcola, las

    arenas deberan estar exentas de limos y arcillas, y tambin de carbonato clcico (Resh,

    1992). Los elementos finos pueden ser arrastrados por efecto del riego y el drenaje al fondo

    del contenedor, en donde se acumulan, afectando gravemente a las caractersticas fsicas

    del substrato (Martnez y Garca, 1993). Por otra parte, los carbonato presentes en la arena

    pueden provocar un significativo aumento del pH del substrato, producindose finalmente

    desrdenes nutricionales que afectan fundamentalmente a los microelementos, en concreto

    al hierro y al boro (Bunt, 1988). Adems, la liberacin de calcio y magnesio, a veces en

    cantidades importantes, puede provocar la precipitacin de fosfatos y sulfatos dentro de los

    sacos de cultivo (Martnez y Garca, 1993). Deberan rechazarse aquellas arenas que

    contengan niveles elevados de carbonato clcico, superiores al 10% (Moinereau et al.,

    1987). Con objeto de incrementar la calidad de las arenas naturales para substrato de

    cultivo, stas se lavan (en ocasiones con cidos minerales) para eliminar los componentes

    indeseables (Abad, 1998).

    Las arenas incluyen tpicamente la fraccin granulomtrica comprendida entre 0,02

    y 2 mm. Desde el punto de vista hortcola, se prefieren aquellas con tamao de partcula de

    medio a grueso (0,6 - 2 mm) (Resh, 1992).

    Las propiedades fsicas varan en funcin del tamao de las partculas. La densidad

    aparente de las arenas es superior a 1,5 gcm-3

    , siendo el espacio poroso total inferior al

    50% del volumen (Martnez y Abad, 1993; Ansorena, 1994). Las arenas finas con dimetro

  • APROXIMACIN BIBLIOGRFICA

    38

    de partcula inferior a 0,5 mm, presentan una buena capacidad de retencin de agua, pero

    estn pobremente aireadas, especialmente cuando la altura del substrato en el contenedor

    es pequea. Las arenas gruesas retienen menos agua fcilmente disponible y estn mejor

    aireadas (Abad, 1998).

    La distribucin del tamao de las partculas de la arena comnmente utilizada en el

    cultivo sin suelo de hortalizas se presenta en la tabla n4:

    Tabla n 4. Distribucin granulomtrica de la arena.

    Tamao de partcula (mm) Distribucin del tamao (%)

    > 4,760 1

    2,380 - 4,760 10

    1,190 - 2,380 26

    0,590 - 1,190 20

    0,277 - 0,590 25

    0,149 - 0,277 15

    0,074 - 0,149 2

    < 0,074 1

    Fuente: Jensen y Collins (1985), citados por Cadaha (1998).

    La influencia del tamao de las partculas sobre las propiedades fsicas de las arenas

    se muestra en la tabla n 5:

    Tabla n 5. Propiedades fsicas de diferentes gravas y arenas.

    Propiedad

    Gravas (mm) Arenas (mm)

    2 < < 20 < 2 < 1 1 -0,5 0,5 - 0,2

    Densidad aparente (gcm-3

    ) 1,53 1,63 1,65 1,57 1,52

    Espacio poroso total (% vol.) 42,2 38,3 39,0 41,8 43,7

    Capacidad aireacin (% vol.) 35,8 18,9 6,6 0,3 0,2

    Agua total disponible (% vol.) 2,5 19,4 21,1 27,1 38,9 Fuente: Martnez y Garca (1993).

    Si bien las arenas presentan un buen drenaje y una baja capacidad de retencin de

    agua, ello no quiere decir que exhiban el mismo comportamiento cuando se utilizan en

    mezclas con otros materiales, particularmente orgnicos. En este caso, el efecto de la arena

    depende estrechamente de las propiedades fsicas de los otros componentes (Moinereau et

    al., 1987; Bunt, 1988). Cuando se mezcla, la arena no mejora significativamente la

    aireacin de los substratos con elevada capacidad de retencin de agua; para obtener un

  • APROXIMACIN BIBLIOGRFICA

    39

    substrato aireado, deberan aadirse grandes cantidades de aquella (70-80% en volumen).

    En las mezclas con turba Sphagnum se recomienda una distribucin del tamao de las

    partculas de arena tal que el 100% pase por el tamiz de 40 "mesh", y pase el 40% a travs

    del tamiz de 60 "mesh" (Bunt, 1988; Abad, 1998).

    Su pH puede variar entre 4 y 8. Son inertes desde el punto de vista qumico,

    siempre y cuando estn exentas de limos, arcillas, carbonato clcico, etc. Su capacidad de

    intercambio catinico es nula o muy baja (inferior a 5 meq100g-1

    ) (Moinerreau et al.,

    1988).

    La arena es un substrato fuerte y, consecuentemente, una de sus funciones es

    aumentar la densidad aparente de las mezclas. En adicin, el uso de las arenas con tamao

    de partcula adecuado aumenta la mojabilidad de la mezcla (Bunt, 1988).

    La arena debido a su extraordinaria resistencia mecnica, puede decirse que es un

    substrato permanente (FAO, 1990; Noguera, 1993).

    SISTEMAS DE CULTIVO EN SACOS DE ARENA.

    El cultivo en arena fue el mtodo hidropnico ms comnmente utilizado en zonas

    del mundo que poseen en abundancia este material, habindose adaptado particularmente

    bien a zonas desrticas como las existentes en Oriente Medio y Norte de Africa. Sin

    embargo, actualmente los sistemas NFT y de cultivo en lana de roca estn sustituyendo a

    los cultivos en arena, debido a su capacidad para poder recircular la solucin nutritiva y

    poder controlar automticamente la nutricin gracias al uso de ordenadores de riego (Resh,

    1992).

    El cultivo en sacos de arena se ha desarrollado en Espaa de una forma totalmente

    espontnea y popular y aunque se han obtenido resultados muy interesantes, el sistema

    ofrece lagunas tcnicas muy importantes que limitan el mejoramiento y progreso del

    mismo (Martnez y Garca, 1993).

  • APROXIMACIN BIBLIOGRFICA

    40

    Si bien existe una adecuada disponibilidad para la arena a corto plazo, cabe pensar

    que se plantearn problemas de suministro en un futuro no muy lejano, ocasionados,

    fundamentalmente, por el impacto ambiental que produce su extraccin. Esta ltima

    situacin, junto con los problemas derivados del uso de determinadas arenas de baja

    calidad, hace necesaria la investigacin y utilizacin de nuevos materiales que sean

    alternativas para el cultivo sin suelo de hortalizas (Abad, 1993).

    La caracterstica esencial de este sistema, es que el substrato debe retener

    suficiente humedad para que la planta crezca, y permita el drenaje adecuado para asegurar

    la aireacin de la zona radicular. Esta condicin no es siempre fcil de conseguir; la

    aireacin puede ser menos eficiente que en los sistemas de recirculacin, debido a que los

    tamaos finos de las partculas y la menor frecuencia de riego, aporta menos cantidad de

    oxgeno en la solucin. En la prctica, los cultivos en arena debern regarse normalmente

    1-3 veces al da, dependiendo del clima y del estado vegetativo de la planta. Los estrechos

    lmites del rango del contenido de humedad, entre demasiado seco (marchitamiento) y

    demasiado hmedo (falta de oxgeno), ayudan a explicar por qu el cultivo en arena nunca

    ha sido un proceso generalizado, al menos en condiciones competitivas, en la hidropona

    comercial (Noguera, 1993).

    En Espaa, los volmenes de arena que se utilizan oscilan alrededor de los 250 m3

    por hectrea, los cuales se reparten o acordonan sobre 4000 5000 metros lineales de

    plstico de 400 a 600 galgas de espesor y de 1,4 a 1,6 metros de anchura. La cara exterior

    del plstico es de color blanco y la cara interior es de color negro.

    Para construir el sistema, se extienden sobre el suelo bandas del plstico descrito,

    de unos 25 metros de longitud, y sobre este plstico se reparte la parte proporcional de

    arena que corresponda. Se dobla el plstico envolviendo la arena, se solapan ambos

    extremos y se sueldan quedando de esta forma un cordn o "salchicha" de 25 metros de

  • APROXIMACIN BIBLIOGRFICA

    41

    longitud, 0,4 metros de anchura y 0,2 / 0,25 metros de altura aproximadamente (Martnez y

    Garca, 1993). En la foto n1 se puede ver el aspecto de estos sacos de arena una vez

    construidos.

    Fot.-1. Saco de arena preparado para el transplante de hortalizas (Cadaha, 1998).

    Como en otras formas de cultivo en saco, el riego por goteo provee a las plantas

    individualmente, mediante una flexible y fina manguera, y cualquier exceso de agua ser

    drenado. Los sacos se disponen sobre una lmina de polietileno para aislar el substrato del

    suelo e imposibilitar la contaminacin. Este deber tener una pendiente para eliminar los

    drenajes y evitar la contaminacin por contacto entre las plantas (FAO, 1990; Noguera,

    1993).

  • APROXIMACIN BIBLIOGRFICA

    42

    Debido a la alta densidad de la arena, el mtodo de construccin de este sistema es

    muy exigente en mano de obra. En las zonas de Aguilas y Mazarrn, en la provincia de

    Murcia, se ha desarrollado ampliamente el sistema debido a las posibilidades de

    mecanizacin que permite el hecho de cultivar en instalaciones de proteccin de cultivos

    construidas con mallas y en las que los soportes para la sujecin de las mismas estn muy

    distantes entre s. De esta forma, la maquinaria para la colocacin del plstico y el

    transporte y extendido de la arena puede maniobrar con facilidad y abaratar los costes de

    construccin de manera significativa (Martnez y Garca, 1993).

    Las granulometras de las arenas utilizadas son muy diferentes de unas

    explotaciones a otras y, a veces, se encuentran diferencias dentro de una misma finca. Esto

    es debido a que, por un lado no existe una definicin concreta de cuales son las

    granulometras ms adecuadas para las condiciones locales y, por otro lado, los lugares de

    aprovisionamiento de la materia prima son tambin muy distintos. Por tanto, el realizar una

    clasificacin granulomtrica en origen encarecera el coste de implantacin, y el sistema

    perdera una de sus ms importantes cualidades como es la del bajo coste (Martnez y

    Garca, 1993; Abad, 1998).

    Ocurre, a veces, que las arenas no estn muy bien lavadas o limpias y contienen

    cantidades apreciables de limos y arcillas. Estas partculas finas se van asentando en la

    parte inferior de las "salchichas", formndose un lodazal que dificulta la oxigenacin de las

    races.

    Las arenas comnmente utilizadas son de procedencia caliza, y un control adecuado

    del pH de la solucin nutritiva es prcticamente imposible, por lo que la asimilacin de

    determinados elementos nutritivos (P, Fe, Mn, etc.) se ve entorpecida.

    Aunque en teora la duracin de un sistema de cultivo sin suelo realizado con arena

    debera ser muy larga, en la prctica, por los aspectos comentados anteriormente y el

  • APROXIMACIN BIBLIOGRFICA

    43

    aadido de la degradacin del plstico utilizado en la construccin de las "salchichas", hace

    que difcilmente se sobrepasen los 4 aos de explotacin en este sistema (Martnez y

    Garca, 1993).

    Una de las ventajas que pueden destacarse del sistema con arena, es su poder

    amortiguador, tanto en el riego como en la nutricin, por lo que la sofisticacin tecnolgica

    necesaria para la explotacin es menor que la de otros sistemas. Por ejemplo, el hecho de

    tener lneas continuas de cultivo de unos 25 metros de longitud hace que la posible

    obturacin de algn gotero no repercuta de forma importante en la uniformidad del sistema

    de riego. Asimismo, un pequeo error en los inyectores de cidos, que en un sistema inerte

    podra producir una importante variacin en el pH de la solucin nutritiva, en un sistema de

    arena apenas es perceptible.

    Otra posible ventaja del sistema con arena es su bajo coste. El bajo coste, en

    cualquier caso esta ligado a la distancia de aprovisionamiento de la cantera de arena, a las

    posibilidades de mecanizacin en la construccin de las lneas de cultivo y/o al coste de la

    mano de obra local. Puede decirse que el cultivo sin suelo utilizando como substrato la

    arena, tal y como se est haciendo actualmente en el Sureste espaol, tiene como ventajas

    su sencillez tecnolgica y el bajo coste en comparacin con otros sistemas de cultivo sin

    suelo. Como inconvenientes cabe mencionar: la dificultad que supone estandarizar el

    manejo, la dificultad de resolver los problemas de fertilizacin y lo complicado de su

    construccin y montaje (Martnez y Garca, 1993).

    Bolsas o sacos verticales abiertos en un extremo se utilizan en Qatar para cultivos

    en lneas de pepino, calabacn tomate y judas. Los invernaderos estn equipados con

    "cooling-system" y en algunos casos con sistemas de calefaccin, para usar de forma muy

    limitada, en las noches fras de invierno. Los sacos de plstico se llenan con arena mediante

    una mquina con capacidad para 500 sacos a la hora. Los sacos llenos se colocan sobre

  • APROXIMACIN BIBLIOGRFICA

    44

    pallets, manejados con carretillas elevadoras para cargar los camiones que los llevarn los

    invernaderos. Se utiliza adems una unidad de smosis inversa para reducir la salinidad del

    agua (FAO, 1990).

    3.7.1.2.- Cultivo en sacos de perlita.

    EL SUBSTRATO.

    Se trata de un silicato alumnico de origen volcnico y de composicin variable, que

    depende de las caractersticas de la roca original. La perlita proviene de rocas volcnicas

    vtreas (grupo de las riolitas), las cuales se han formado por enfriamiento rpido,

    constituyendo un material amorfo que contiene un 2-5 % de agua combinada. En su

    tratamiento industrial, este material se fragmenta en partculas de pequeo tamao, se

    precalienta a 300 - 400C y se deposita en hornos a 1000C durante un corto perodo de

    tiempo (5 minutos). El agua combinada se evapora rpidamente, expandindose el

    producto (hasta 20 veces su volumen inicial) para formar un material particulado

    (agregados ligeros), con una densidad, aproximada, de 125 kgm-3

    , cuando la roca original

    pesaba 1500 kgm-3

    (Moinereau et al., 1987; Bunt, 1988; FAO, 1990).

    La perlita conforma una estructura celular cerrada. Su superficie es rugosa y

    contiene numerosas indentaciones, lo que le proporciona una gran rea superficial y le

    permite retener agua en su superficie. Debido a esta estructura celular cerrada, el agua es

    retenida solamente en la superficie de las partculas o en los poros existentes entre dichas

    partculas. En consecuencia, las mezclas de substratos con elevada proporcin de perlita

    estn usualmente bien aireadas y no retienen cantidades elevadas de agua. Esta condicin

    determina que la perlita se utilice ampliamente como componente de aireacin en los

    medios de cultivo (Bunt, 1987).

  • APROXIMACIN BIBLIOGRFICA

    45

    Se comercializan distintos tipos de perlita, que se diferencian en la distribucin del

    tamao de sus partculas y en su densidad. Entre estos, merecen ser destacados (Abad,

    1993; Marf et al., 1993):

    Tipo A-13, constituido por la fraccin gruesa (3-5 mm; densidad 120 kgm-3).

    Tipo B-12, formado por las fracciones medias y gruesas, junto con las finas (0-5

    mm; densidad 105-125 kgm-3

    ).

    Tipo B-10, tambin de textura intermedia (0-3 mm; densidad 105-125 kgm-3).

    Tipo B-9, constituido por las fracciones finas (0-1,5 mm; densidad 80-90

    kgm-3

    ).

    Tipo B-6, tambin constituido por las fracciones finas, pero con una densidad

    inferior(0-1,5 mm; densidad 50-60 kgm-3

    ).

    Resulta evidente que las caractersticas fsicas de la perlita van a verse afectadas de

    modo significativo por el tamao y la densidad de sus partculas. La densidad aparente

    vara entre 0,053 y 0,143 gcm-3

    , encontrndose los valores ms bajos en los materiales

    ms finos y menos densos. La porosidad total es elevada y oscila entre el 86 y el 97%,

    presentndose los valores mximos en los tipos ms finos. Las diferencias en porosidad

    total entre perlitas trituradas y sin triturar revelan la existencia de una porosidad ocluida, es

    decir, encerrada en cavidades internas aisladas, que es considerable (10%) en los

    materiales que contiene partculas gruesas, y mnima (58%) y un contenido en agua fcilmente disponible muy bajo (

  • APROXIMACIN BIBLIOGRFICA

    46

    en el transcurso del cultivo, con el correspondiente riesgo de anegamiento en la base de los

    sacos. Ofrece mayor seguridad la utilizacin del tipo B-12, pues este ltimo comprende

    todo el intervalo granulomtrico, presuponiendo un manejo del riego bastante sencillo y sin

    riesgos importantes de asfixia o dficit hdrico (Martnez y Garca, 1993).

    En la tabla n6 se exponen las propiedades fsicas de distintos tipos de perlita con

    diferentes granulometras:

    Tabla n6. Propiedades fsicas de distintos tipos de perlita.

    Propiedad

    Perlita tipo

    A-13 B-12 B-10 B-9 B-6

    Densidad aparente (gcm-3

    ) 0,127 0,143 0,128 0,086 0,053

    Espacio poroso total (%vol.) 87,0 85,9 86,7 94,0 97,2

    Porosidad ocluida (% vol.) 7,6 8,1 7,9 2,4 0,6

    Capacidad de aireacin (% vol.) 58,1 29,1 41,9 18,0 24,4

    Agua fcilmente disponible (% vol.) 6,9 24,6 17,6 38,3 36,6

    Agua de reserva (% vol.) 2,7 7,0 6,7 9,5 8,4

    Agua total disponible (% vol.) 9,6 31,6 24,3 47,8 45,0

    Agua difcilmente disponible (%vol.) 19,3 25,2 20,5 28,2 27,8 Fuente: Martnez et al. (1993).

    La perlita es un material inerte, que no se descompone ni biolgica ni qumicamente

    (Bunt, 1987). Est compuesta principalmente por SiO2 (73-75%) y Al2O3 (11-13%) y,

    desde el punto de vista prctico, se puede considerar desprovista de nutrientes. Sin

    embargo, la utilizacin de soluciones nutritivas medianamente cidas, en todo caso con pH

    5, puede producir problemas de fitotoxicidad, debidos a una excesiva solubilizacin del

    aluminio (Abad, 1993). Esta situacin se presenta con una incidencia e intensidad elevadas

    en el cultivo del clavel y en el del crisantemo. Su pH es neutro o ligeramente alcalino

    (7-7,5) y su salinidad es muy baja. Exhibe una bajsima capacidad de intercambio catinico

    (C.I.C.= 1,5-2,5 meq100 g-1

    ) y una capacidad tampn tambin muy limitada (Moinereau

    et al., 1987).

    Puede degradarse durante el ciclo de cultivo, perdiendo su estabilidad

    granulomtrica, lo que puede favorecer el anegamiento de la parte inferior del saco, con la

  • APROXIMACIN BIBLIOGRFICA

    47

    consiguiente reduccin de la porosidad de aire. Experimenta una reduccin en su inercia

    trmica despus de los primeros riegos (Abad, 1993).

    En lo referente a las propiedades qumicas puede considerarse la perlita como un

    substrato prcticamente inerte, con casi nula C.I.C., pH ligeramente alcalino y de fcil

    neutralizacin por su buena inercia qumica. Entre las ventajas cabe destacar la estabilidad

    de la estructura, la capilaridad, la baja densidad y la buena relacin aire/agua, si se eligen

    granulometras adecuadas. Como inconvenientes, pueden citarse la falta de resistencia de

    las partculas a la friccin y la necesidad de eliminar en el proceso de fabricacin las

    partculas pulverulentas (Martnez y Garca, 1993).

    SISTEMAS DE CULTIVO EN SACOS DE PERLITA.

    Durante estos ltimos aos se viene observando un marcado incremento en la

    superficie dedicada al cultivo hidropnico de hortalizas en sacos de perlita (Abad, 1998).

    El cultivo en perlita se inici en Escocia hace ya algunos aos. All se hicieron las

    primeras pruebas y estudios. En Espaa, en 1990, la empresa fabricante de este material

    mostr su inters por la perlita como substrato para el cultivo sin suelo. Este inters se

    materializ en la realizacin de estudios sobre curvas de retencin de agua para diferentes

    granulometras y pruebas de campo para la determinacin de los volmenes a utilizar

    segn composicin granulomtrica, formas de presentacin del material y geometras de

    los sacos de cultivo (Martnez y Garca).

    El trabajar con bajos volmenes de substrato comporta un mayor riesgo. El sistema

    se hace ms sensible a los cambios de temperatura y conductividad de la solucin nutritiva

    y soporta peor las posibles deficiencias en los coeficientes de uniformidad de los sistemas

    de riego. Quiere decirse, que conforme la tecnologa del riego y su aplicacin y manejo

    progresen adecuadamente, quizs ser posible utilizar un menor volumen de substrato

    (Martnez y Garca, 1993).

  • APROXIMACIN BIBLIOGRFICA

    48

    Se comercializa en sacos de dimensiones 120 x 22 x 17 cm, que contienen unos 40

    litros de perlita. El saco es de plstico coextrusionado blanco/negro de 800 galgas (Abad,

    1998). En este saco se disponen entre 3 y 6 plantas, segn cultivos, por tanto cada una

    cuenta con 13,3 6,7 litros de perlita (Martnez y Garca, 1993). En la figura n9 se puede

    ver el aspecto de uno de estos sacos de perlita.

    Fig.-9. Saco de perlita para cultivo de hortalizas (FAO, 1990).

    Los sacos sellados se colocan tumbados lateralmente en el suelo, y las plantas se

    ponen sobre los orificios practicados sobre la cara superior. En el caso del cultivo del

    pepino holands y de la juda es factible realizar la siembra directa sobre el substrato,

    teniendo antes la precaucin de saturar los sacos con una solucin nutritiva de

    conductividad adecuada. El drenaje se facilita mediante cortes realizados en las esquinas

    del saco a unos 2-3 cm de la base. Los sacos son de una capacidad de 40 litros cada uno,

    aunque tambin es posible utilizar sacos ms pequeos. Se han realizado estudios que

  • APROXIMACIN BIBLIOGRFICA

    49

    muestran que no es significativo el incremento de produccin cuando nos movemos con

    valores de 6,5 a 10 litros por planta. Por tanto es factible disminuir la cantidad de substrato

    a utilizar (FAO, 1990; Noguera, 1993).

    En el momento actual, tambin se han iniciado la comercializacin de sacos de 30

    litros de capacidad. Los resultados obtenidos en ensayos en invernaderos comerciales as

    como la reciente aparicin en el mercado de nuevos sistemas de control del riego (bandeja

    demanda inteligente, centinela, etc.), hacen posible hoy en da el trabajar a volmenes

    ms bajos por planta ( 5 litros por planta para tomate y 10 litros para pepino) (Berenguer,

    1999; comunicacin personal).

    Diferentes ensayos comparativos entre substratos para el cultivo de pimiento

    (Escobar, 1995) demostraron que el consumo de agua y fertilizantes en perlita es menor

    que en lana de roca, manteniendo constantes el resto de condiciones, si bien las

    producciones por metro cuadrado son ligeramente superiores en lana de roca. No se

    encontraron diferencias significativas en cuanto a calidad del fruto. En la foto n2 se puede

    ver el aspecto que presenta una cultivo de tomate en sacos de perlita.

    Fot.-2. Cultivo de tomate en sacos de perlita (Cadaha, 1998).

  • APROXIMACIN BIBLIOGRFICA

    50

    3.7.1.3.- Cultivo en substratos orgnicos de sntesis.

    Varios materiales orgnicos de sntesis han sido desarrollados con vistas a su

    utilizacin como substratos en horticultura: poliestireno expandido, urea formol y espumas

    de poliuretano. Estas substancias son inertes y porosas (FAO, 1990; Noguera, 1993). Esta

    espuma puede producirse con proporciones variables de clulas vacas. El espesor de las

    paredes de las clulas y el tamao de los poros puede ser variable, y afectarn la densidad

    de la espuma y su capacidad de retencin de agua (Resh, 1992).

    Entre los distintos productos disponibles en el mercado, un granulado de espuma

    fenlica esta siendo utilizado con xito para el cultivo en sacos de tomate, pepino,

    pimientos y otros cultivos de invernadero. El material presenta una estructura

    mecnicamente estable y una alta porosidad (97-98%). La capacidad de retencin de agua

    es elevada y la aireacin buena (FAO, 1990; Noguera, 1993).

    Lo