ensayo caos, creatividad y conciencia cósmica

13
LICENCIATURA EN PSICOLOGÍA AUTORES TRANSPERSONALES ALUMNO: DIEGO ALBERTO CASTAÑEDA DE LA MADRID QUINTO CUATRIMESTRE TURNO SABATINO PROFESOR: GABRIELA CHAVARRIA MONTIEL 05 DE ABRIL DE 2014

Upload: ozric83

Post on 19-Jan-2016

98 views

Category:

Documents


0 download

TRANSCRIPT

Page 2: Ensayo Caos, Creatividad y Conciencia Cósmica

Introducción

En el presente ensayo, hablaremos de algunos temas que se desarrollan en el libro

“Caos, creatividad y conciencia cósmica” de Rupert Sheldrake, Terence McKenna y Ralph

Abraham.

Este libro es la transcripción de una serie de “triálogos” públicos que realizaron los autores

acerca de teorías e ideas que cuestionan los paradigmas actuales de la ciencia. Diversos

temas son tratados en estos debates; desde la relación entre el caos (la nada), la

imaginación y la creatividad; hasta el inconsciente, el “alma del mundo”, las entidades

incorpóreas, la luz y la visión, los campos mórficos, la educación y el apocalipsis.

Para los fines del presente ensayo y tomando en cuenta la diversidad de temas tratados

en el libro, nos enfocaremos únicamente en las teorías que hablan acerca del caos, los

campos mórficos y el inconsciente personal y colectivo.

Page 3: Ensayo Caos, Creatividad y Conciencia Cósmica

El Caos y el Orden

“La Nada no puede ser conocida plenamente, sólo supuesta, inferida, imaginada, concebida de manera

indirecta. No controlada por el intelecto. La Nada supone algo mayor que la capacidad humana de

comprenderla. No es factible conocer lo que supera nuestro entendimiento, por lo que la Nada, de entre todas

las cosas, es lo que más escapa a nuestra manera de describirnos el mundo.”

Héctor Sevilla Godínez

¿Por qué comenzar con el Caos? ¿Por qué es importante hablar del Caos y no más bien

del Orden? ¿Podemos pensar en el Caos como el principio de donde surge la forma?

El paradigma de la ciencia mecanicista, que surgió a partir de las teorías de Newton y

Descartes, presenta una visión del Cosmos como algo predecible, determinado,

permanente y ordenado. La ciencia convencional ha dicho mucho acerca del orden, por lo

tanto es necesario rescatar aquello que se diga del Caos.

Así como en filosofía pocas personas se han encargado de estudiar la Nada, enfocándose

más bien en el Ser, pocos individuos le han dado importancia al Caos, postulando la

hegemonía del Orden.

Rupert Sheldrake menciona que ya no es posible seguir creyendo que el universo tiene

una serie de leyes inmutables porque el universo evoluciona, lo que ha quedado

demostrado con la teoría del “Big Bang”. Si el universo cambia progresivamente y si las

formas surgen del Caos, entonces las leyes, que surgen de la Nada caótica, también

evolucionan. Incluso Sheldrake dice que “la idea misma de las leyes de la naturaleza

podría no ser adecuada: sería mejor pensar en los hábitos evolutivos de la naturaleza”

(Sheldrake, Abraham, & McKenna, 2005, pág. 32).

Para que exista un cambio evolutivo tiene que modificarse el hábito anterior y surgir uno

nuevo. Entonces, ¿a qué se refiere Sheldrake cuando habla de hábitos evolutivos? “Lo

que sugiero es que existe un tipo de memoria inherente en cada organismo en lo que yo

llamo su campo mórfico o morfogenético. A medida que pasa el tiempo, cada clase de

organismo forma un tipo específico de memoria colectiva acumulativa. Por tanto, las

regularidades de la naturaleza son habituales. Las cosas son como son porque fueron

Page 4: Ensayo Caos, Creatividad y Conciencia Cósmica

como fueron. El universo es un sistema de hábitos en evolución” (Sheldrake, Abraham, &

McKenna, 2005, pág. 33).

En los campos mórficos se almacena la información de los hábitos de cada especie y

cuando algún individuo produce un nuevo hábito, queda disponible la información para

que las generaciones posteriores puedan utilizarla.

Con esto podemos ver que el orden no existe en la naturaleza. No hay leyes universales y

eternas que la rijan, todo es mutable porque surge del Caos, donde todo carece de forma

y nada está determinado.

Lo que tratan de explicar cuando hablan del Caos, es que hay muchos fenómenos que

están más allá de nuestra comprensión. Las ideas y concepciones del universo de la

ciencia racionalista carecen de humildad y suponen, con cierta arrogancia, que el ser

humano puede llegar a conocer y predecir todo lo que ocurre en el Cosmos.

Hablar del Caos no quiere decir que el orden esté ausente, es reconocer la imposibilidad

de llegar a la comprensión total y absoluta de ese orden que se encuentra detrás de todo

lo que observamos. Como apunta Héctor Sevilla: “La idea del caos es precisamente eso:

una idea. Y la utilizamos para describir aquella situación de lo existente que no podemos

explicar debido a que su complejidad es mayor que nuestra capacidad de dilucidación e

interpretación de las cosas[…] Detrás de semejante caos hay también un orden, un

cosmos que no entendemos del todo pero en el que interactúa, sin duda alguna, la Nada”

(Godínez, 2012, pág. 166).

El Caos y el Orden son principios que operan en conjunto, pero hay quienes han

profesado un amor incondicional al orden y se han olvidado del caos. Así también, han

promulgado que la razón es la única herramienta que tiene el ser humano para conocer el

mundo y correr el velo que oculta la verdad; pero también hay quienes, más conectados

consigo mismos, con la Tierra y el Cosmos, están logrando recuperar la importancia de la

intuición.

El Caos y el Orden, parecen formar parte de dos principios que se encuentran en la

naturaleza y que son fundamentales para la creación de nuevas formas. Del Caos surge

Page 5: Ensayo Caos, Creatividad y Conciencia Cósmica

el Orden, dando vida a nuevas formas, y estos nuevos elementos volverán a desaparecer,

regresando al Caos.

El Caos y el Orden actúan como aquellos dos principios alquímicos, solve et coagula. En

el Caos todo está disuelto; el Orden se encarga de coagular los elementos y dar forma a

la energía; el principio del Caos se hace presente nuevamente, y todo se disuelve en la

nada caótica.

Rupert Sheldrake dice que el proceso de creación de la forma está influenciado por el

enfriamiento. A temperaturas elevadas todo está disuelto, ni siquiera existen los átomos

como tales, sólo sus componentes que se encuentran dispersos en la nada.

Con el frío disminuye la vibración de lo que potencialmente ‘es’ dentro del Caos. Y

entonces surge la forma, La energía se condensa y empieza a formar núcleos de materia.

Y tenemos desde lo más diminuto y microscópico, hasta los planetas, las estrellas, las

galaxias y el Cosmos.

El Caos, la Nada y la realidad

Todo surge de la Nada. El Caos y el Orden bailan la danza infinita de la creación y la

destrucción. Si Todo está en la Nada, la Nada también está en el Todo, luego entonces,

cada individuo, como parte integral del Todo, es capaz de crear a partir de la Nada. Así,

con poderes creadores fascinantes, damos forma a nuestra realidad. Es por ello que no

existe una realidad absoluta; hay muchas realidades, infinitas interpretaciones.

La ciencia mecánica moderna, desequilibrada, inclinada hacia los procesos racionales del

ser humano, cree ser poseedora de la verdad. Según los científicos mecanicistas,

imitando a los religiosos más ortodoxos, ellos son los únicos con la objetividad suficiente

para interpretar la realidad, proclaman que el mundo interno y el mundo externo, el

Cosmos y el microcosmos, son como la ciencia los interpreta. Pero algunos científicos,

como es el caso de los autores del libro “Caos, creatividad y conciencia cósmica”, han

abierto su perspectiva, están intentando romper paradigmas y con la idea del Caos están

descubriendo lo que los chamanes han sabido desde hace algunos siglos: que el

individuo crea su realidad.

Page 6: Ensayo Caos, Creatividad y Conciencia Cósmica

El Caos y la resacralización de la naturaleza

La ciencia ha predicado un amor ciego al orden. El pensamiento de la generalidad de las

personas tiende al aborrecimiento del Caos. Esto se ve reflejado en el individuo que

quiere controlar todo. Cuando algo se nos sale de control, nos enfurecemos, olvidamos

que en la naturaleza, de la cual formamos parte, el caos y el descontrol están siempre

latentes. Vivimos con la ilusión de la concepción ordenada del universo; esa idea se

disemina por todas nuestras células y dejamos de relacionarnos con la naturaleza como si

formara parte de nosotros. Al alejarnos del Caos nos distanciamos de nuestra propia

esencia caótica. Pero el Caos está aquí para recordarnos que no estamos separados de

la naturaleza. Es aquí donde la idea del Caos es de gran utilidad para olvidarnos de los

conceptos mecánicos que han orillado al individuo a percibir a la naturaleza como una

gran máquina que debe ser controlada para nuestro propio beneficio. Con la idea del

orden que somete al Caos, hemos desacralizado a la naturaleza y esa idea se ha

expandido hasta abarcar al ser humano: para muchos científicos, todos aquellos que le

restan importancia a la intuición y al Caos y alaban la razón y el orden, las personas

también funcionan como máquinas.

El resurgimiento de la Gran Madre Tierra no puede esperar. La resacralización de la

naturaleza es un proceso que nos ayudará a darnos cuenta de la estrecha relación que

tenemos con ella.

Campos mórficos e inconsciente colectivo

Los campos mórficos es un tema que Rupert Sheldrake ha desarrollado en otros libros de

su autoría y que los tres autores abordan en “Caos, creatividad y conciencia cósmica”.

Estos campos son regiones de influencia que actúan como receptores de información. Es

una especie de memoria a la que accedemos, generalmente de forma inconsciente.

Según Rupert Sheldrake, la información almacenada en los campos mórficos se transmite

por medio de la resonancia mórfica, que consiste en la influencia de algo sobre lo que es

semejante, a través del espacio y el tiempo.

Este concepto guarda una estrecha relación con el inconsciente colectivo de Carl Jung,

que es la “Capa estructural de la psique humana que contiene elementos heredados,

difiere del inconsciente personal (...). El inconsciente colectivo contiene toda la herencia

Page 7: Ensayo Caos, Creatividad y Conciencia Cósmica

espiritual de la evolución de la humanidad, que nace nuevamente en la estructura cerebral

de cada individuo.”

“El inconsciente colectivo es un estrato más profundo del inconsciente personal; es el

material desconocido de donde emerge nuestro consciente. Su existencia puede en parte

deducirse de la observación de la conducta instintiva. Los instintos se definen como

‘impulsos para actuar sin una motivación consciente’. O para decirlo con mayor precisión,

y puesto que hay muchas acciones motivadas de una manera inconsciente que son del

todo personales y escasamente merecen el término instintivo, una acción instintiva es

‘heredada e inconsciente’ y ‘ocurre de un modo uniforme y regular en todas partes’. De un

modo general, pueden reconocerse los instintos; pero no así el hecho de que, tal como

nos vemos obligados a seguir ciertas líneas de acción general en circunstancias

específicas, también captamos y experimentamos la vida de un modo ya determinado por

nuestra historia. Pero con esto, Jung no implica que la experiencia en sí ha sido

heredada, sino más bien que el cerebro se ha formado y está influido por las experiencias

más remotas de la humanidad. Pero ‘aun cuando nuestra experiencia consiste de huellas

fisiológicas, fueron sin embargo los procesos mentales de nuestros antepasados los que

abrieron esas huellas. Si estas huellas pueden volver al consciente del individuo, sólo

puede ser en forma de procesos mentales; y si estos procesos pueden devenir

conscientes sólo a través de la experiencia individual y parecer de este modo una

adquisición del individuo, no por ello dejan de ser huellas pre-existentes que la

experiencia individual ha completado” (Fordham, 1955, págs. 35-36).

La ciencia mecanicista le resta importancia a teorías como la de los campos mórficos y el

inconsciente colectivo, pero actualmente hay muchos científicos que se liberan de los

convencionalismos y las ideas establecidas acerca de la realidad. Son estas personas

que se atreven a trascender las limitaciones de la perspectiva Newtoniana-cartesiana, las

que mantienen fluyendo las ideas, rompiendo paradigmas y estructuras de pensamiento

limitadas por programas educativos y creencias preconcebidas, que encarcelan al ser

humano dentro de prisiones mentales que resultan asfixiantes para todo aquel psiconauta

ansioso de conocer la verdad.

Durante siglos, esta clase de individuos buscadores de la verdad, han trazado mapas de

la psique y nos han mostrado diversos senderos que apuntan hacia la integración del

individuo y el autoconocimiento. Han seguido aquella máxima hermética que dice ‘como

Page 8: Ensayo Caos, Creatividad y Conciencia Cósmica

abajo es arriba’, y así, conociéndose a sí mismos, logran desvelar los misterios del

Cosmos.

A lo largo de la historia, diversas filosofías, religiones y senderos espirituales no-

institucionalizados, han descubierto que el universo funciona como un Todo que se

encuentra conectado. Para la ciencia mecanicista, este tipo de concepciones no

concuerdan con sus teorías y muchas veces son contrarias a sus intereses, y tratan de

desacreditarlas etiquetándolas de supercherías supersticiosas. Pero el conocimiento está

en el aire, almacenado en el inconsciente colectivo y retomado por chamanes disfrazados

de científicos.

La teoría de los campos mórficos y el inconsciente colectivo amplía nuestra concepción

acerca de la conexión que existe entre todo lo que se extiende por el Cosmos. Ahora, el

conocimiento intuitivo de esas regiones de influencia que conectan a todos los seres,

logrado por chamanes y meditadores a lo largo de la historia, trata de ser explicada

mediante métodos que no olvidan la intuición, pero que tampoco basan toda su filosofía

en la razón. Porque es fundamental que logremos equilibrar las fuerzas inherentes a todo

ser humano. Lo racional y lo intuitivo deben hacer las paces y reconocerse como

complementos.

Las teorías de los campos mórficos y el inconsciente colectivo están relacionadas con la

percepción del Cosmos como un Todo unificado. Estos campos nos permiten acceder a la

información almacenada en la memoria colectiva. Esta memoria contiene fragmentos de

todas las facetas de la naturaleza, y por lo tanto, del ser humano, pues forma parte de

ella.

Están equivocados aquellos que piensan que el ser humano es sólo vida, paz y amor.

También somos muerte, guerra y odio. Ambos polos producen información que se

transmite al inconsciente colectivo. Según Jung, el Diablo representa a la sombra

colectiva, es decir, aquello que no aceptamos de la humanidad como conjunto y que

permanece oculto en el inconsciente colectivo. Esos aspectos, en forma de arquetipos,

causan estragos hasta que se les reconoce y se les acepta para integrarlos en la totalidad

de la psique universal.

Al reconocer intuitiva y racionalmente el inconsciente colectivo, nos damos cuenta de la

relevancia que implica el autoconocimiento. Ser conscientes de todo aquello que somos y

Page 9: Ensayo Caos, Creatividad y Conciencia Cósmica

podemos llegar a ser, para elegir integrar nuestros aspectos oscuros y luminosos,

nuestros principios de muerte y vida; toda la luz y la oscuridad de nuestra psique, para

integrarnos y caminar por el sendero de lo que Nietzsche llamó el ‘Superhombre’.

Conclusión

El ser humano es un océano de posibilidades Surgimos de la Nada y hacia ella nos

dirigimos.

Una comprensión del Caos y la indeterminación que la acompaña así como vivirnos

interconectados, puede llevar a la humanidad a integrar los aspectos contradictorios de la

psique colectiva.

Nuestro Dios y nuestro Diablo internos también son parte de la colectividad. Aceptando y

amando la luz y la oscuridad, podemos transformar nuestra mente y todo el Ser individual

y colectivo para caminar juntos hacia la trascendencia de todas las limitaciones que nos

impiden el contacto con nosotros mismos y con todo lo que nos rodea.

Bibliografía

Fordham, F. (1955). Introducción a la psicología de Jung. México: Editorial Alameda, S.A.

Godínez, H. S. (2012). Contemplar la Nada: Un camino alterno hacia la comprensión del

Ser. México, D.F.: Plaza y Valdés Editores.

Sheldrake, R., Abraham, R., & McKenna, T. (2005). Caos, creatividad y conciencia

cósmica. Castellón: Ellago Ediciones S.L.