enfoque mixto

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lv Por otro lado, los enfoques cualitativos proporcionan profundidad a los datos, dispersión, riqueza interpretativa, contextualización del ambiente o entorno, detalles y experiencias únicas. También aporta un punto de vista “fresco, natural y holístico” de los fenómenos, así como flexibilidad. Provee directrices a niveles más profundos que asisten en la comparación de las circunstancias y razones de hallazgos particulares (Román Rivera, 1992). Enfoque Mixto El enfoque mixto es un proceso que recolecta, analiza y vincula datos cuantitativos y cualitativos en un mismo estudio, en una serie de investigaciones para responder a un planteamiento del problema, o para responder a preguntas de investigación de un planteamiento del problema (Tashakkori y Teddlie, 2003). Se usan métodos de los enfoques cuantitativo y cualitativo y pueden involucrar la conversión de datos cualitativos en cuantitativos y viceversa (Mertens, 2005). En realidad es un enfoque que en la práctica se utilizaba en el trabajo arqueológico y criminalístico en las primeras décadas del Siglo 20, pero sus antecedentes como enfoque de la investigación provienen de alrededor de 1960, cuando fue utilizado en el trabajo criminalístico, aunque no se le denominaba como tal. Posteriormente, en 1973, S. Sieber sugirió la mezcla de estudios de caso cualitativos con encuestas, creó así “un nuevo estilo de investigación” y la integración de distintos métodos en un mismo estudio. Hacia el final de los años de 1970, T. D. Jick introdujo los términos básicos de los diseños mixtos, al proponer recabar datos mediante técnicas cuantitativas y cualitativas, e ilustró la “triangulación de datos” (Jick, 1979). Este concepto fue clave para la concepción de los diseños mixtos. El término “triangulación” proviene de la ciencia naval militar, y se refiere

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Page 1: Enfoque mixto

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Por otro lado, los enfoques cualitativos proporcionan profundidad a los datos, dispersión,

riqueza interpretativa, contextualización del ambiente o entorno, detalles y experiencias únicas.

También aporta un punto de vista “fresco, natural y holístico” de los fenómenos, así como

flexibilidad. Provee directrices a niveles más profundos que asisten en la comparación de las

circunstancias y razones de hallazgos particulares (Román Rivera, 1992).

Enfoque Mixto

El enfoque mixto es un proceso que recolecta, analiza y vincula datos cuantitativos y

cualitativos en un mismo estudio, en una serie de investigaciones para responder a un

planteamiento del problema, o para responder a preguntas de investigación de un planteamiento

del problema (Tashakkori y Teddlie, 2003). Se usan métodos de los enfoques cuantitativo y

cualitativo y pueden involucrar la conversión de datos cualitativos en cuantitativos y viceversa

(Mertens, 2005).

En realidad es un enfoque que en la práctica se utilizaba en el trabajo arqueológico y

criminalístico en las primeras décadas del Siglo 20, pero sus antecedentes como enfoque de la

investigación provienen de alrededor de 1960, cuando fue utilizado en el trabajo criminalístico,

aunque no se le denominaba como tal. Posteriormente, en 1973, S. Sieber sugirió la mezcla de

estudios de caso cualitativos con encuestas, creó así “un nuevo estilo de investigación” y la

integración de distintos métodos en un mismo estudio.

Hacia el final de los años de 1970, T. D. Jick introdujo los términos básicos de

los diseños mixtos, al proponer recabar datos mediante técnicas cuantitativas y cualitativas, e

ilustró la “triangulación de datos” (Jick, 1979). Este concepto fue clave para la concepción de

los diseños mixtos. El término “triangulación” proviene de la ciencia naval militar, y se refiere

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al proceso por medio del cual los marineros emplean varios puntos de referencia para localizar la

posición de un objeto en el mar (Jick, 1979).

Posteriormente, en los años de 1980 se inició el debate sobre la legitimidad de la

investigación mixta. Asímismo, el concepto de triangulación se extendió más allá de la

comparación de datos cuantitativos y cualitativos y se pudo hablar de diversos tipos de

triangulación en el contexto híbrido: de teorías, de métodos, de investigadores, pero sobre todo,

de enfoques (esto últimos ya en los años de 1990). Ejemplos de ello lo son Brewer y Hunter

(1989) quienes publican un libro sobre multimétodos, así como Greene, Caracelli y Graham

(1989) quienes escriben un artículo sobre el marco referencial mixto.

Para la década de 1990 el debate sobre los modelos mixtos fue sumamente

conflictivo y se polarizaron opiniones: rechazo y aceptación. En 1991, Janice M. Morse

concibió un sistema para simbolizar los diseños mixtos y propuso modelos para ello. En 1997

Richard Grinnell visualizó diseños específicos, al igual que Creswell (1998). Por su parte,

Tashakkori y Teddlie (1998) nos proporcionan otras posibilidades para análisis

en los diseños mixtos y revisan la reciente historia de los métodos mixtos. Durante esta década

el enfoque mixto se aplica en diversos campos como la Educación, la Comunicación, la

Psicología, la Medicina y la Enfermería; se realizan varios congresos para debatir el tema;

Denzin y Lincoln (2000) presentan una amplia discusión sobre la triangulación; Creswell, Plano,

Clark, Guttman, y Hanson (2003) presentan una tipología de diseños mixtos; Tashakkori y

Teddlie (2003) efectúan una revisión del estado del arte en la materia. Finalmente, en el 2004 y

2005 se realizan diversas revisiones de las posibilidades del enfoque mixto (Creswell, 2005;

Mertens, 2005; Grinnel y Unrau, 2005).

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Cabe destacar que el enfoque mixto va más allá de la simple recopilación de datos de

diferentes modos sobre el mismo fenómeno. Implica desde el planteamiento del problema hasta

el uso combinado de la lógica inductiva y la deductiva. Como indican Tashakkori y Teddlie

(2003), un estudio mixto lo es en el planteamiento del problema, la recolección y análisis de los

datos, y el informe del estudio.

El enfoque mixto, de acuerdo con Tashakkori y Teddlie (2003) además de Mertens

(2005), se basa en el paradigma pragmático. Esta visión evita utilizar conceptos como “verdad”

y “realidad” que han causado, desde el punto de vista de sus autores, conflictos entre los

enfoques cuantitativo y cualitativo. La efectividad se utiliza como el criterio para juzgar el valor

de la investigación, son las circunstancias las que determinan el grado en que se utilizan las

aproximaciones cuantitativa y cualitativa. Desde luego, la relación investigador-participantes es

interdependiente bajo esta óptica y se reconoce la influencia de los valores del investigador.

Este enfoque mixto ha sido criticado por los llamados “fundamentalistas” y otros

investigadores que, aunque lo aceptan, lo consideran ingenuo ya que requiere mucho más

recursos (de todo tipo) que la investigación cuantitativa o la cualitativa; lo cual es cierto. Sin

embargo, esto no significa que sea quizá la mejor alternativa para generar conocimiento.

Ventajas del enfoque mixto

El enfoque mixto ofrece varias ventajas: se logra una perspectiva más precisa del

fenómeno; ayuda a clarificar y a formular el planteamiento del problema, así como las formas

más apropiadas para estudiar y teorizar los problemas de investigación; la multiplicidad de

observaciones produce datos más ricos y variados, ya que se consideran diversas fuentes y tipos

de datos, contextos o ambientes y análisis; se potencia la creatividad teórica con suficientes

procedimientos críticos de valoración; las relaciones dinámicas y sumamente intrincadas del