enfermedades del nopal (penca de tuna)

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enfermedades presentes en el opuntia ficus - México

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VII Simposium-Taller “Producción y Aprovechamiento del Nopal en el Noreste de México”

Facultad de Agronomía, UANL y Museo Bernabé de las Casas. Mina, Nuevo León, México.

Octubre 24 y 25, 2008

BASES PARA DESARROLLAR UN PROGRAMA DE MANEJO INTEGRADO CONTRA LAS PLAGA Y LAS ENFERMEDADES DEL NOPAL

Jaime Mena Covarrubias

INIFAP ZACATECAS Correo e: [email protected]

El nopal tunero, Opuntia spp (Cactaceae) es parte primordial en la ideología y personalidad del pueblo mexicano, y es un icono del paisaje mexicano; se estima que se tienen unas 3,000,000 de hectáreas de nopaleras silvestres (Soberón et al., 2001). El centro de origen del nopal está en la parte central de México y la región del Caribe (Russel y Felker, 1987), por lo que la mayor riqueza en diversidad de especies de esta planta esta en nuestro país, ya que se tienen 104 especies de Opuntias, de las cuales 34 son endémicas, y que representan mas del 50% de las especies de esta planta en el mundo (Bravo-Hollis, 1978). Sin embargo, como centro de origen de la planta, también es centro de origen de una gran cantidad de insectos especializados en aprovechar la fuente de alimento que representan los tejidos del nopal, afortunadamente, estos insectos plaga a la vez, están intrínsicamente relacionados con una gran diversidad artrópodos benéficos que mantienen sus poblaciones dentro de ciertos límites. El objetivo de este escrito es presentar la información generada recientemente, e integrarla con la publicada con anterioridad, para actualizar el conocimiento que se tiene sobre los insectos plaga de mayor importancia económica que atacan al nopal en México, además de presentar las alternativas de control, buscando ensamblar una estrategia de manejo integrado.

INSECTOS DE MAYOR IMPORTANCIA ECONÓMICA Noventa y dos especies de insectos que dañan al cultivo del nopal en Norteamérica se reportaban por primera vez a principios del siglo XX (Hunter et al., 1912). Sin embargo, no todas las especies antes mencionadas alcanzan la categoría de insectos plaga en las plantaciones de nopal. Se tienen 18 insectos plaga que actualmente son de importancia económica ó potencialmente pueden convertirse en limitantes para la producción de tuna en México. Las especies de insectos plaga comúnmente encontradas en las plantaciones de nopal tunero, en la región del altiplano mexicano, son: el picudo barrenador, Metamasius (Cactophagous) spinolae (Gyllenhal), el barrenador o “torito”, Moneilema spp; la grana o cochinilla, Dactylopius opuntiae Lichtenstein; el gusano cebra, Melitara (Olycella) nephelepasa (Dyar); el gusano blanco, Laniifera (Megastes) cyclades (Druce); el minador del nopal, Marmara opuntiella Busck; el barrenador de la unión de las pencas del nopal, Metapleura potosi Busck; el trips, Neohyadatothrips (Sericothrips) opuntiae (Hood); picudo de las espinas, Cylindrocopturus biradiatus Champion; picudo de la penca, Gerstaeckeria spp; chinche gris, Chelinidea tabulata (Burmeister); chinche roja, Hesperolabops gelastops (Kirk); chinche del fruto, Narnia pallidicornis Stål y el barrenador de la penca del nopal, Aerotypia pleurotella Walsingham. Con menor frecuencia se han

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detectado las escamas, Diaspis echinocacti (Bouché) y probablemente Lepidosaphes sp, y dos gusanos barrenadores del fruto, probablemente del género Ozamia spp. Los insectos antes mencionados pueden: 1) atacar preferentemente plantaciones en desarrollo, como el gusano cebra, 2) plantaciones en producción, como el gusano blanco, 3) tanto plantaciones en desarrollo como en producción, como el picudo barrenador, 4) alimentarse exclusivamente de los troncos, las pencas o los frutos, como el gusano blanco, el picudo de la penca y los barrenadores del fruto Ozamia spp, respectivamente (Cuadro 11).

IMPORTANCIA DEL DAÑO OCASIONADO POR LOS INSECTOS PLAGA DEL NOPAL

La magnitud del daño ocasionado por un insecto plaga en un cultivo depende de dos factores clave: el tamaño de población plaga y el tipo de daño que resulta de la actividad de alimentación de dichos insectos. Un insecto que se alimenta directamente de la fruta a cosechar ocasiona un mayor daño que uno que utiliza las pencas como fuente de alimento, sin embargo, esto depende directamente de la densidad poblacional presente como lo demuestra el caso de los barrenadores del fruto, Ozamia spp, los cuales aunque dañan directamente la fruta, están presentes en tan bajas poblaciones que es difícil detectar frutos dañados en campo. Los insectos que se alimentan tanto de las pencas como de los frutos representan el mayor riesgo de perdidas, como sería el caso de la grana, el minador y el barrenador de la unión de las pencas (Cuadro 1). Los insectos barrenadores del tallo, como es el caso del picudo barrenador, donde el daño ocasionado por la larva, aunado al desarrollo de pudriciones que se desarrollan en los tejidos afectados por la misma, debilitan la estructura principal de sostén de la planta, por lo que es común observar la caída de brazos enteros y aún la planta completa, por lo que unos pocos insectos ocasionan la pérdida total de una planta entera. Este insecto ha sido considerado como el de mayor importancia económica para el cultivo del nopal en México (Dodd, 1940; García, 1965; Mann, 1969); se reporta el caso de la captura de mas de 6,500 adultos, en tan solo dos días, en una comunidad en el valle de México (Mann, 1969). Sin embargo, actualmente en la mayor parte de las zonas productoras de nopal tunero es difícil detectar su presencia, lo que refuerza considerar un insecto plaga tanto en función de los daños que ocasiona como de la densidad poblacional en que se presenta. Una pérdida adicional que ocasionan los insectos que se alimentan del nopal es cuando las pencas dañadas por picudo de las espinas, picudo de la penca, gusano cebra y barrenador de la unión de las pencas son mas afectadas por las temperaturas frías durante el invierno. Otro aspecto a considerar es el daño cosmético que ocasionan algunas de los insectos plaga del nopal, como el minador, M. opuntiella. La larva del minador hace pequeñas minas en la cáscara de la tuna antes de que se forme la flor; ese tejido afectado se magnifica a medida que la tuna crece; sin embargo, el peso del fruto (173.7 ± 4.2 vs 170.1 ± 3.7 g), o el dulzor del mismo (10.1 ± 0.2 vs 10.6 ± 0.2 g Brix) en frutos sanos vs dañados por minador, respectivamente, no son reducidos

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significativamente por este insecto plaga (de hecho las tunas tienden a ser mas dulces), pero para el productor, el que el 74% de sus frutos estén dañados por minador (muestra de 655 frutos del cv “Burrona”, en la comunidad de La Estrella, Pinos, Zacatecas, el día 5 de agosto del 2003), representa una pérdida de casi tres cuartas partes de su cosecha, por un daño en la cáscara del fruto (lo primero que hace un consumidor de tunas es quitar la cáscara para tirarla al suelo).

Cuadro 1. Insectos plaga que dañan al nopal tunero en el altiplano mexicano

INSECTO-PLAGA

PLANTACIONES EN

DESARROLLO

PLANTACIONES EN

PRODUCCIÓN

DAÑAN EL

TRONCO

DAÑAN LAS

PENCAS

DAÑAN LOS

FRUTOSPicudo

barrenador

Picudo de las espinas

Gusano cebra

Grana Trips

Gusano blanco

Picudo de la penca

Moneilema Chinche gris Chinche roja Chinche del

fruto

Minador Barrenador de la unión

de las pencas

Barrenador de la penca

Escama Diaspis

?

Escama Lepidosaphes

?

Barrenadores del fruto,

Ozamia spp

sitio preferido de alimentación por el estado de desarrollo que normalmente ocasiona el daño de mayor importancia económica.

es un punto intermedio entre y ocasionalmente puede alimentarse en esta parte del nopal

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Una de las áreas mas desprotegidas en el estudio de los insectos plaga del nopal es determinar la relación que existe entre la población de insectos presentes y el daño que ello representa para la planta. En primer lugar, el nopal es una planta perenne que puede producir tunas por muchos años, y por tanto una evaluación de daños que solo considere el impacto durante el año de estudio será muy deficiente. Por ejemplo, una colonia de gusano blanco en el transcurso de ocho meses hace un túnel por la parte central de los brazos del nopal hasta llegar a la penca madre, ese año la planta puede producir una cosecha de fruta normal; sin embargo, a medida que el árbol crece, el peso mismo de la planta hace que dos, tres o cuatro años después de ocurrido el daño, se rompa el brazo afectado, comúnmente hasta cerca de la penca madre, con lo que se pierde parte del área productiva de la planta, y lo más importante, esta pérdida deberá multiplicarse por cada año que dure la vida productiva del árbol. A continuación se describen las tácticas de control que se pueden implementar en campo, así como el momento oportuno en el cual se deben de aplicar, para obtener los mejores resultados. Es muy importante tener en mente que cuando se aplique algún insecticida sobre la planta de nopal, se debe buscar realizar el mejor cubrimiento de la aspersión, poniendo cuidado especial en mojar: 1) la cara interna de las pencas, 2) las partes bajas de la planta y 3) el área que hay entre dos pencas que se traslapan. Se presenta información sobre los 12 los insectos plaga más común que afectan al nopal tunero en esta región.

I. GRANA COCHINILLA, Dactylopius opuntiae Alternativas de manejo Control cultural: Eliminar las colonias de cochinilla de las pencas infestadas a través del barrido mecánico (tipo escoba) durante los meses de noviembre a marzo, de preferencia a principios del invierno. Control químico: Evitar el desarrollo de poblaciones altas de cochinilla del nopal a través de la aplicación de agua mezclada con jabón (5 gramos por litro de agua), o bien la aspersión de un insecticida. La clave en el control químico es eliminar las cochinillas jóvenes, antes de que desarrollen la capa algodonosa protectora; se requiere tener un buen cubrimiento de la aspersión hacia los lugares donde se encuentran las colonias de cochinilla. Esto implica el tener que hacer más de una aplicación, basándose en la detección de las cochinillas jóvenes. El momento adecuado de realizar este control es durante los meses de abril y mayo; entre mas se retrase el momento de realizar el control, mayor será el daño causado por este insecto y menor será la efectividad del control. Un aspecto clave en el manejo de la grana cochinilla es el delimitar en cada huerta las áreas que están mas infestadas, para dirigir ahí las acciones de control.

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Nota importante: Se observado que cuando se usa jabón, las plantas de nopal son mas susceptibles al ataque de la enfermedad conocida como mal del oro.

II. MINADOR DEL NOPAL, Marmara opuntiella Alternativas de manejo Control cultural: Es posible eliminar la población total del minador del nopal si se cortan todas las pencas infestadas por este insecto durante los meses de octubre a febrero, ya que este insecto se encuentra, como larva, durante todo este tiempo en las pencas nuevas que se desarrollaron durante la temporada anterior. Las pencas deben de quemarse, enterrarse, mas no dejarse tiradas entre las hileras de plantas en la huerta. Control químico: En las huertas que se tengan poblaciones de minador, se puede aplicar el insecticida Malation 1000 E, cuatro centímetros cúbicos por litro de agua, durante los meses de diciembre a febrero. Debe tenerse cuidado de la aspersión llegue a todos los lugares donde se encuentren las larvas del minador (ambas caras de la penca de nopal). El nopal tapón es una hospedera silvestre altamente preferida por este insecto plaga, por lo que las acciones de control deben de incluir el manejo del minador en este tipo de nopales, especialmente los que están cercanos a la huerta que se desea proteger.

III. PICUDO DE LA ESPINA, Cylindrocopturus biradiatus Alternativas de manejo Control cultural: La eliminación de las pencas infestadas por este insecto plaga durante la poda de invierno (diciembre a febrero) es una buena alternativa de control, siempre y cuando las pencas podadas no se dejen tiradas dentro de la huerta o a las orillas de la misma (se deben de enterrar, quemar o dárselas como alimento al ganado). Control químico: El uso de insecticidas para controlar el picudo de las espinas debe realizarse cuando la mayoría de los adultos han emergido de las pencas atacadas, lo cual sucede normalmente en la última semana de mayo o la primera de junio; esta fecha de aplicación se puede precisar en base al monitoreo de los hoyos de emergencia de los adultos. El nopal cardón es una hospedera silvestre altamente preferida por este insecto plaga, por lo que las acciones de control también deben incluir este tipo de nopales, cuando se encuentran en las cercanías de las plantaciones de nopal cultivados.

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IV. PICUDO BARRENADOR, Metamasius (Cactophagus) spinolae Alternativas de manejo Control cultural: La eliminación de las larvas, pupas o adultos de este insecto plaga durante los meses de enero a mayo es una opción de control. La presencia de este insecto se detecta a través de las masas de goma que se encuentran en la base de los nopales atacados (tanto de huertas en desarrollo como en producción); estas masas de goma son visibles con facilidad a partir del otoño. El control es a través de la extracción mecánica del insecto. Control químico: La aspersión de insecticidas se debe de realizar a las dos semanas de iniciadas las lluvias de verano, debido a que es cuando ya han emergido la mayor cantidad de adultos de este insecto plaga. Se debe de tener cuidado en mantener la huerta libre de pencas tiradas durante este tiempo, ya que el picudo barrenador le gusta esconderse bajo ellas, lo cual reduce la efectividad de esta acción de control. Se esta en proceso de desarrollar una trampa para atraer a los adultos del picudo barrenador, la cual utiliza a los machos del mismo como atrayente.

V. “TORITO” O BARRENADOR Moneilema Alternativas de manejo Control cultural: La eliminación de las larvas de este insecto se puede realizar durante los meses de noviembre a marzo, que es cuando mas fácil se detectan las masas de goma (son similares a las del picudo barrenador; también prefiere los tejidos maduros del nopal, como lo es el tronco y las ramas principales; y también ataca huertas en desarrollo y en producción). Ya a fines del mes de marzo, la larva de este insecto se sale de la penca atacada y se entierra en el suelo, cerca del nopal atacado, para lo cual hace un pequeño cántaro de barro, dentro del cual se transforma en pupa y luego en adulto. Es fácil identificar estos cántaros, los cuales se deben de destruir también (fines de marzo a mayo). Control químico: Debido a que este es un insecto de hábitos nocturnos, la aplicación se debe de realizar al oscurecer, durante el mes de mayo y junio a mas tardar. Para detectar la presencia de este insecto plaga, se deben revisar las pencas que se desarrollaron el año anterior para buscar en ellas los daños de alimentación de los adultos, los cuales son muy característicos (en los bordes de las pencas hay un área dañada de unos 2 a 3 cm. de largo por 0.5 cm. de ancho, y que tiene como pequeños mordiscos). Debido a que es un insecto que no tiene alas, normalmente se presenta tacando ciertos manchones de la huerta, los cuales se deben de marcar para dirigir ahí las acciones de control. También se debe tratar de identificar el foco de infección, el cual puede ser otra huerta, o bien, nopales silvestres en las cercanías, lo cual se confirmará con la presencia de las larvas o los adultos en esas áreas.

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VI. PICUDO DE LA PENCA Ó “BALACEADO”, Gerstaeckeria spp Alternativas de manejo

Control cultural: La eliminación de las pencas atacadas durante los meses de enero y febrero es una buena opción de control. Estas pencas, al igual que en el caso del picudo de las espinas y el minador, deben de ser destruidas y no dejarlas dentro de la huerta. Control químico: Este insecto también es de hábitos nocturnos y no vuela, por lo que se sugiere utilizar una estrategia similar al manejo de Moneilema. Los daños de alimentación son pequeños círculos redondos, los cuales los hace en las pencas tiernas que se desarrollan durante la primavera. La época óptima de control es en el mes de mayo y junio.

VII. BARRENADOR DE LA UNIÓN DE LA PENCA Metapleura1 Alternativas de manejo

Control cultural: El control cultural de este insecto es un poco mas laborioso, ya que en un mismo nopal pueden existir varios puntos de daño (bordes del nopal, punto de unión de dos pencas, e incluso en los frutos maduros; en los frutos es difícil detectarlo), además de que tiene varias generaciones por año, y el adulto es una palomilla que puede desplazarse a distancia. Sin embargo, se ha observado que también le gusta desarrollarse sobre pencas tiradas en las calles de las huertas, lo cual se puede utilizar como un cebo trampa; estas pencas se deben de colectar durante la última quincena de julio o a mas tardar, la primera semana de agosto, antes de que las larvas y pupas ahí presentes se transformen en adultos; las pencas se deben destruir, quemar o enterrar a unos 20 cm. de profundidad. El uso de trampas de luz sirve para atrapar los adultos de este insecto, y se puede utilizar como un complemento del control, especialmente durante los meses de julio a octubre. Control químico: Hasta el momento no se tiene desarrollado un método de control químico contra este insecto. En caso de tener problemas serios con daños en fruto (como sucedió en el año 2003 en algunas huertas del Sitio), se puede utilizar la trampa de luz negra para detectar el pico poblacional de adultos en los meses de junio a septiembre, y hacer una o dos aplicaciones de insecticidas, durante el anochecer.

VIII. TRIPS DEL NOPAL, Neohydatothrips (Sericothrips) opuntiae 1 (su fase de larva se parece al famoso Cactoblastis)

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Alternativas de manejo

Control cultural: El uso de trampas amarillas pegajosas para atraer los adultos de este insecto plaga es una opción para disminuir sus poblaciones. Estas trampas deben de estar instaladas en campo durante el invierno y a principios de la primavera. Control químico: La época crítica de control contra este insecto es entre la fase de brotación y el inicio de la floración del nopal (fines de marzo a abril). Se requiere precisar la magnitud de los daños causados por este insecto, así como el posible papel de otros organismos (eriófidos y arañas rojas) en el daño tipo “caspa” en las tunas; hasta el momento todo indica que el trips es el insecto más importante que causa este tipo de daño.

IX. GUSANO CEBRA, Melitara (Olycella) nephelepasa Alternativas de manejo

Control cultural: El uso de lámparas trampa de luz eléctrica para atrapar a los adultos (y así evitar que pongan sus huevos), las cuales se deben de prender al anochecer durante los meses de abril a junio y de septiembre a noviembre (en estos tres últimos meses, el trampeo también permita atrapar los adultos del gusano blanco “arrocero”). Destruir las pencas atacadas cuando la larva aún está dentro de ellas, durante los meses de diciembre a marzo y de mayo a julio. Controlar esta plaga desde el primer año de la plantación permite reducir los riesgos de daño durante la fase de desarrollo vegetativo. Esta es una plaga que solo ataca plantaciones en desarrollo.

Control químico: Aplicar un insecticida para controlar las larvas pequeñas, antes de que empiecen a hacer sus galerías hacia la parte central de la penca, lo cual sucede durante los meses de abril a junio y de septiembre a noviembre. Sobre la base de los picos poblacionales de los adultos, también se puede aplicar un insecticida al anochecer, dirigido contra las palomillas adultas, durante los meses de abril a junio y de septiembre a noviembre.

X. GUSANO BLANCO Ó “ARROCERO”, Laniifera (Megastes) cyclades Alternativas de manejo

Control cultural: Trampeo de los adultos en los huertos utilizando trampas de luz, los cuales se prenden desde el mes de agosto a octubre. Una vez que la colonia ya se encuentra dentro de las pencas, cortar la parte afectada y enterrarla a partir del mes de octubre; esta práctica se debe hacer a más tardar en diciembre, cuando el gusano blanco sólo ha avanzado hacia abajo dos raquetas. Control químico: aplicación a base de Malatión, Bt (Bacillus thuringiensis) para eliminar las colonias jóvenes cuando aún se encuentran fuera de las pencas, el

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momento oportuno es a mediados de septiembre u octubre. Se debe de tener mucho cuidado de aplicar Malation en estos dos meses, ya que es cuando se tiene la mayor cantidad de enemigos naturales de las plagas del nopal, por lo que de prefrencia se debe aplicar el “Bt”. Se tiene evidencia que el hongo entomopatógeno, Beauveria bassiana controla las colonias del gusano blanco cuando han avanzado hacia el interior del nopal.

XI. CHINCHE GRIS, Chelinidea tabulata Este es un insecto que al mayoría de las veces no ocasiona un daño de importancia económica. Sin embargo, en plantaciones en desarrollo, a veces se desarrollan poblaciones altas y puede debilitar grandemente a la penca madre. Alternativas de manejo

Control cultural: Evitar dejar pencas muy juntas, especialmente en la parte baja de los árboles, con lo cual se busca reducir los sitios de hibernación, ya que esos son los sitios preferidos por este insecto para protegerse ahí durante el invierno.

Control químico: En caso de necesitarse la aplicación de un insecticida, el momento oportuno es durante el mes de abril.

XII. CHINCHE ROJA, Hesperolabops gelastops Alternativas de manejo

Control cultural:Se desconoce donde pasa el invierno este insecto; existen observaciones aisladas de que se protege en las cáscaras de los mesquites, lo cual requiere confirmarse para definir una estrategia de control en estos lugares (la chinche roja del nopal es uno de los pocos insectos plaga del nopal que se alimentan de otro tipo de plantas diferentes al nopal). Control químico: El momento oportuno para controlar este insecto con el uso de insecticidas es en el mes de abril o a mas tardar en mayo, la acción de control se debe de hacer sobre la base del monitoreo, cuando ya se detecte la presencia de este insecto en los nopales. Nota: El insecticida Malation aun tiene buen efecto de control sobre la mayoría de los insectos que dañan al nopal.

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MANEJO DE LAS ENFERMEDADES DEL NOPAL TUNERO Año con año, los patógenos que causan enfermedades en el cultivo del nopal tunero disminuyen el rendimiento y la calidad de la cosecha. Este escrito tiene como objetivo ayudar al fruticultor a obtener un mejor control de estos fitopatógenos. El reconocimiento adecuado del problema Es el primer paso en para el control eficiente y exitoso de las enfermedades en árboles frutales. Si el fruticultor o el técnico pueden identificar correctamente una enfermedad, esto les permitirá poder seleccionar las medidas de control más efectivas. Cada enfermedad tiene un ciclo o patrón de desarrollo por el cual pasa a través del año. Las prácticas de control cultural o la aplicación de funguicidas son efectivas, generalmente, solamente en ciertas épocas o estados en el ciclo de la enfermedad. Se hace énfasis en las porciones del ciclo de la enfermedad que son importantes en el desarrollo de un programa de control exitoso. El clima Juega un papel clave en determinar la incidencia y severidad de la enfermedad. La temperatura, la lluvia, la humedad relativa pueden alterar el desarrollo de un patógeno, de la planta huésped, ó de ambos. Los programas de control de enfermedades deben ajustarse anualmente, en función de las condiciones ambientales prevalecientes para obtener los mejores resultados. Características del patógeno Un hongo comienza su ciclo de vida normalmente como un espora (similar a una semilla). Varios hongos son capaces de producir varios tipos de esporas, dependiendo de la época del año. En el verano, las esporas pueden tener paredes exteriores frágiles ya que solo viven por unos cuantos días. En el otoño y el invierno, el mismo hongo produce masas de esporas invernales, las cuales tienen una capa protectora endurecida. Independientemente de la época del año, eliminar las esporas de los hongos representa un gran reto debido a la gran cantidad que hay de ellas. Cuando las esporas entran en contacto con la superficie de un tejido de una planta hospedera, germinan. Un filamento delgado, en forma de hilo, llamado hifa, se establece en el tejido de la planta, algo así como una raíz microscópica. En algunos hongos como las cenicillas vellosas y polvorientas, las hifas se vuelven tan numerosas que se pueden ver sobre las hojas, tallos o frutos, como una masa algodonosa suave, llamada micelio. Aunque hay excepciones, la mayoría de las esporas germina mejor cuando las hojas están húmedas. El concepto del tiempo en el desarrollo de una enfermedad. Tomaremos el caso de una bacteria, la cual se puede dividir cada 30 minutos cuando las condiciones son óptimas para su desarrollo:

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El desarrollo de una bacteria durante el transcurso de una noche Tiempo Número de bacterias 6:00 p.m. 1 6:30 2 7:00 4 8:00 16 10:00 256 12:00 a.m. 4,096 2:00 65,536 4:00 1,048,576 5:00 4,194,304 6:00 a.m. 16,777,216 El desarrollo de una enfermedad es una interacción complicada entre el patógeno y la planta huésped, la cual resulta solo cuando se cumplen estos tres requerimientos: 1) la presencia de una planta huésped susceptible, 2) la presencia de un patógeno virulento, y 3) ciertas condiciones ambientales. El tiempo, la temperatura, la humedad, la luz, y la disponibilidad de nutrientes influencian tanto la planta hospedera como el patógeno. Cambios leves en cualquiera de estos requerimientos pueden afectar dramáticamente la severidad de una enfermedad. Los esfuerzos para prevenir o controlar una enfermedad están basados en la manipulación del micro ambiente a través de prácticas culturales, uso de variedades resistentes, o la aplicación de funguicidas.

INFORMACIÓN CLAVE SOBRE EL USO ÓPTIMO DE FUNGUICIDAS El manejo efectivo de una enfermedad en campo requiere de un conocimiento preciso de la efectividad que se puede esperar al aplicar un funguicida. La primera decisión que debe de tomar un fruticultor es decidir si el funguicida que va a aplicar es preventivo o curativo, como resultado de si hay o no hay síntomas de la enfermedad a nivel campo. Un funguicida preventivo (profiláctico) es aquel que impide la germinación de las esporas al ponerse en contacto con ellas, al formar una capa protectora sobre la superficie del follaje, la cual impide la germinación de las esporas y por tanto la penetración de las hifas de las mismas, con lo cual se previenen nuevas infecciones. Sin embargo, este tipo de productos no tiene algún efecto sobre las infecciones ya establecidas en el interior de los tejidos de la planta. Un funguicida curativo es aquel que si elimina las infecciones ya establecidas en el interior de las plantas (aunque no elimina las lesiones ya visibles); este tipo de productos son absorbidos por la planta y se mueven a través del sistema vascular de la planta (la mayoría de las veces solo de abajo hacia arriba), por lo que se les conoce como funguicidas sistémicos.

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Si el productor decide utilizar un funguicida preventivo, el siguiente paso es como eficientar al máximo la efectividad de dicha aplicación. El punto mas importante es el momento de hacer la aplicación. Como su nombre lo indica, un funguicida preventivo se debe de aplicar antes de que se inicie el proceso de infección y/o se observen los síntomas que conduce al desarrollo de una enfermedad. Para el control de una enfermedad foliar es muy importante que en las gotas de aplicación, la tensión superficial se rompa rápidamente, de manera que formen una capa fina sobre la superficie de las hojas, lo cual se logra con la utilización de surfactantes (una formulación foliar normalmente ya viene adicionada con surfactantes). Se recomienda utilizar boquillas de cono, o similares, para aplicar funguicidas, con una presión de aspersión que permita generar gotas chicas que tengan una cobertura mínima de 70 gotas /cm2. Tener una buena cobertura de la aspersión es vital para que un funguicida preventivo tenga buenos resultados, debido a que cualquier área no cubierta con residuos de la aspersión, es susceptible de infectarse y convertirse en un foco de infección (todos los crecimientos nuevos que produzca la planta después de la aplicación, también quedan desprotegidos, por lo que se sugiere realizar una segunda aplicación en función del riesgo de infección). Con el fin de mejorar la persistencia y efectividad del plaguicida, las aplicaciones se deben de hacer durante la mañana o en la tarde, además de aplicar cuando no hace mucho viento (mas de 15 km/h) (se disminuye el riesgo de pérdidas por evaporación y fotodescomposición). Un problema crítico que se tiene cuando se utilizan funguicidas de contacto es que no tienen capacidad de ser absorbidos por la planta y pueden ser lavados fácilmente del follaje por la lluvia. Esta desventaja puede contrarrestarse cuando se usan adherentes que prolongan la permanencia del producto en el follaje, y/o acortando el intervalo entre cada aplicación. El pH del agua que se utiliza para hacer las aplicaciones es un factor adicional importante; normalmente el pH alcalino es el que causa la hidrólisis del ingrediente activo de la mayoría de los fungicidas, y por tanto su pérdida de efectividad. Para contrarrestar este efecto, se debe de medir el pH del agua, y si es necesario modificarlo utilizando soluciones buffer. Para resaltar la importancia del pH del agua asperjada baste decir que el benomil tarda 0.2, 7 y 30 horas para descomponerse si el pH es de 7.0, 6.0 y 5.6, por lo tanto, asperjar benomil cuando la solución de aspersión tiene un pH de 5.6, significa asegurar una persistencia activa del producto por cerca de 400 veces mayor, que cuando el pH del agua es de 7.0. La mayoría de las aguas, en las zonas frutícolas de México, tienen un pH igual o mayor de 7.0. Con el fin de eficientar la efectividad de un funguicida curativo (sistémico) se pueden seguir en general las mismas sugerencias que se plantean para cuando se usan los funguicidas preventivos. Sin embargo, un funguicida curativo tiene la ventaja de que en un lapso de 8 – 12 horas es absorbido totalmente por el follaje de la planta, por lo que son mínimos los riesgos de lavado por la lluvia, la fotodegradación y/o la pérdida por evaporación. Debido a que los funguicidas curativos no eliminan las lesiones ya visibles de la enfermedad, la época óptima de aplicación debe de ser cuando inicia el proceso de infección. Los funguicidas curativos si protegen los brotes nuevos que produce la planta después de aplicado el producto, debido a que la planta concentra estos productos en los puntos de crecimiento aéreos de la misma.

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A continuación se describen las enfermedades mas comunes que afectan al nopal tunero, especialmente para el área de Zacatecas, las cuales pueden ser representativas de zonas cultivadas de nopal en condiciones climáticas similares.

ENGROSAMIENTO O CHATILLA DEL NOPAL Esta es la enfermedad de mayor importancia económica que limita la producción de tuna en México, la cual se encuentra presente en las zonas donde se cultiva el nopal en nuestro país. Esta enfermedad es una de las que se pueden identificar fácilmente a nivel campo debido a la sintomatología que presenta. Lo primero que se observa en una huerta “aparentemente sana”, es que las pencas presentan un amarillamiento, especialmente las mas jóvenes; a medida que avanza la enfermedad, se tiene una reducción de un 60 a 90% en el tamaño de las pencas nuevas y en los frutos, la planta en general aumenta de grosor, y empieza a generalizarse la brotación de yemas en la parte lateral de las raquetas, se reduce drásticamente la brotación de los árboles con el transcurso de los años. Esta sintomatología se puede observar solo en uno o dos brazos de una planta, cuando la enfermedad empieza a observarse a nivel campo. Hasta el momento se desconoce con precisión cual es el agente causal del engrosamiento, aunque parece ser que se trata de un fitoplasma. Manejo del engrosamiento En huertas ya establecidas, hay que eliminar, tan pronto como se identifique, los nopales afectados por esta enfermedad, lo cual implica sacar la planta desde su raíz, y dársela de comer al ganado o quemarla, pero no dejarla en la huerta; en los huecos que quedan, en Zacatecas hay productores que plantan árboles de durazno, los cuales producen fruta bajo condiciones de temporal y permiten el aprovechamiento de los espacios vacíos. Si no se puede realizar la práctica anterior, entonces hay que marcar los árboles afectados, los cuales se deben de podar al final de que se poden los nopales sanos, y además desinfectar la herramienta de poda en una solución de clorales al 20%. Para plantaciones que apenas se van a establecer, la medida mas importante es tener la mayor certeza de que la penca que se va a utilizar esta sana, por lo que se debe de haber revisado con detenimiento la huerta de donde se va a cortar la penca y constar que la enfermedad no este presente en esa huerta. Existen cultivares de tuna mas sensibles a esta enfermedad, como lo son “Burrona”, “Naranjona”, y “Blanca San José”, mientras que “Cristalina”, “Alfajayucan”, “Pepina” y “Chapeada” son mas tolerantes. No se conoce hasta el momento un plaguicida que permita controlar esta enfermedad de un nopal enfermo, aunque se indica que el uso de la terramicina puede controlar los fitoplasmas, no se tiene una evidencia clara de ello.

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PUDRICIÓN SUAVE O BACTERIANA, Erwinia carotovora subesp. carotovora La pudrición suave es una enfermedad que ataca los cladodios, los cuales se vuelven de una consistencia suave, viscosa y oscura, que pueden desarrollar exudados rojo amarillentos. Esta pudrición esta delimitada al tejido parenquimatoso, ya que la cutícula y los filamentos vasculares permanecen intactos. En los tejidos afectados se detecta un olor desagradable. Es común que estas pudriciones cubran al menos un 10% de la penca, y si se presentan cerca del punto de unión de las mismas, hacen que estas se desprendan fácilmente. Aparentemente la diseminación de la enfermedad es por insectos cuyas larvas se desarrollan en pudriciones de nopal, como lo son las moscas de las familias, Syrphidae, Startiomyidae, y en menor escala por la familia Otitidae. Manejo de la pudrición suave La mejor estrategia de manejo de esta enfermedad es la eliminación (enterrarlas o quemarlas) de las pencas que se pudren, tan pronto como se detectan. Debido a que los insectos que son vectores de la misma necesitan de plantas donde ya se tengan heridas, el control de insectos que dañan al nopal internamente, como lo son el picudo de la penca, gusano cebra, Metapleura y picudo de la espina, entre otros, es clave en el manejo de esta enfermedad, ya que si no hay heridas o pudriciones internas, las moscas vectoras no podrán agrandar dichas pudriciones con la bacteria. El uso de funguicidas a base de cobre y los antibióticos ayudan a prevenir esta enfermedad, pero su efectividad depende de la oportunidad con que se apliquen, por lo tanto, es necesario llevar un registro de cuando se detectan las primeras infecciones en los árboles, que parte de la huerta es la mas afectada y que condiciones de clima se presentaron, con el fin de precisar el momento oportuno de la aplicación en ciclos posteriores. MANCHA NEGRA, Macrophomina sp y/o Glomerella cingulata (Colletotrichum

gloesporoides) Esta enfermedad inicia como una pequeña mancha redonda clorótica (de unos 2 a 6 cm de diámetro), la parte interna del tejido se vuelve color verde oscuro y conforme avanza el daño, se torna color negro debido a la pudrición de los tejidos. Las manchas pueden traspasar el cladodio por ambos lados, y cuando están secas, en la superficie de las mismas se observan pequeñas protuberancias negras, que son las estructuras reproductivas del hongo; es común observar varias manchas en una sola penca. Durante el invierno e inicios de la primavera es común observar el desarrollo de la mancha negra. Manejo de la mancha negra Al igual que con la enfermedad anterior, la mejor estrategia de manejo es la eliminación de las pencas enfermas, aunque ello implique en algunos casos destruir algunos brazos de la planta, debido a que las infecciones ahí presentes se quedan en la huerta por el resto del año. La macha negra también ataca fuertemente algunos

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de los cultivares de nopal verdura, por lo que se deben de incluir como parte de una estrategia de manejo a nivel regional. El cultivar “Cristalina” y otras tunas blancas de penca espinosa son más susceptibles al ataque de esta enfermedad, en tanto que “Rojo Pelón” es mas tolerante. La aplicación de funguicidas como sulfato de cobre, manzate o zineb pueden evitar el inicio de nuevas infecciones, pero hasta el momento se desconoce el momento oportuno para realizar la aplicación de los mismos.

MAL DEL ORO, Alternaria sp, Ascochyta sp y/o Hansfordia sp La enfermedad se caracteriza por un cambio paulatino en la tonalidad del color de la penca, de verde oscuro a verde mas claro hasta llegar a un amarillo oro, aunque no se desarrolla algún tipo de pudrición. La importancia de esta enfermedad radica en el hecho de que una vez que impide que se realice la fotosíntesis en los tejidos afectados, y ello implica que en algunos casos puede cubrir casi el 100% de la raqueta, la productividad de la planta se cae drásticamente. Manejo del mal del oro Se ha observado que las lesiones nuevas por esta enfermedad aparecen en las pencas jóvenes al inicio de la primavera (mes de abril), por lo que es importante que las acciones de manejo se realicen antes de ese tiempo con el fin de impedir el desarrollo de la misma. Cuando inicia la enfermedad, es posible detener su desarrollo en una huerta al eliminar las pencas enfermas; sin embargo, una vez establecida, es difícil, ya que la gran mayoría de los árboles están infectados. Hay cultivares como “Cristalina”, los cuales son mas sensibles a la enfermadad, en comparación con “Rojo Pelón”, el cual es bastante resistente a la misma. Se pueden utilizar los mismos funguicidas sugeridos para el manejo de la mancha negra, y se sugiere hacer su aplicación un poco después del inicio de la brotación del árbol; sin embargo, se puede ir precisando el momento en base a observaciones de campo de cuando aparece la enfermedad.

ENFERMEDADES VIRALES La proliferación de yemas, muchos nopalitos saliendo de una sola penca, y la presencia de manchas amarillas concéntricas en las raquetas, son un indicador de la presencia de enfermedades virales; afortunadamente, en la mayoría de los casos estos síntomas son muy aislados en una huerta. Debido a que no se tiene un plaguicida que pueda controlar este tipo de organismos, la mejor estrategia es marcar los árboles afectados, eliminarlos a la brevedad posible, y si se quedan en campo tratar de realizar en ellos hasta el final las actividades de manejo que impliquen heridas en la planta, como la poda, para así

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