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“La Misericordia de Dios“La Misericordia de Diosen algunos textos de Lucas”en algunos textos de Lucas”“La Misericordia de Diosen algunos textos de Lucas”
Introducción
Mar del Plata, jueves 7 de abril de 2016
Queridos hermanos: Desde la Comisión Bíblica Diocesana (COBIDI) del Obispado de Mar del Plata les ofrecemos estos encuentros para profundizar nuestra experiencia de fe en Dios rico en misericordia. Se trata de seis encuentros bajo el título "La misericordia de Dios en algunos textos de Lucas". Los dos primeros encuentros son netamente formativos a nivel conceptual. En el primero abordamos de forma sencilla algunas cuestiones referentes al tema del jubileo en la Biblia con especial enfoque en la homilía inaugural de Jesús en Lucas. En el segundo presentamos una introducción a todo el Evangelio de Lucas. Los otros cuatro encuentros son ejercicios de Lectio Divina comunitaria con cuatro textos propios de Lucas que nos regalan diversas experiencias de encuentro con la misericordia divina. Los seis encuentros, pero particularmente estos cuatro, están orientados a que se puedan realizar en grupos con las adaptaciones que consideren oportunas. Que en el Año Jubilar de la Misericordia que nos ha convocado el Papa Francisco
podamos crecer en un corazón abierto a su presencia misericordiosa en nuestra vida y así ser profundamente misericordiosos con nuestros hermanos.
COBIDI - Mar del PlataCOBIDI - Mar del PlataCOBIDI - Mar del Plata
Índice de los encuentros propuestos para:
“La misericordia de Dios en algunos textos de Lucas"
I‐ La tradición del jubileo en las Sagradas EscriturasII‐ El evangelio según san LucasIII‐ Misericordiosos como el Padre. Lectio Divina de Lucas 6,36IV‐ La viuda de Naín. Lectio Divina de Lucas 7,11‐17V‐ La pecadora perdonada. Lectio Divina de Lucas 7,36‐50VI‐ El "Buen ladrón". Lectio Divina de Lucas 23,39‐43
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P. Gabriel Mestre
Asesor COBIDI ‐ Mar del Plata
“La tradición del jubileo “La tradición del jubileo en las Sagradas Escriturasen las Sagradas Escrituras“La tradición del jubileo
en las Sagradas Escrituras
Como parte de la preparación para vivir con mayor intensidad el tiempo especial de gracia que toda la Iglesia ha iniciado con el Jubileo de la Misericordia, es pertinente realizar algunas consideraciones sobre la tradición jubilar en las Sagradas Escrituras ya que está enraizada en la vida del pueblo elegido. Ella forma parte de una legislación preocupada por establecer la justicia y la igualdad entre todos los hombres. Según la ley de Moisés, cada siete años tiene lugar un año sabático en cuyo transcurso se deja reposar la tierra (cfr. Ex 23,10‐11; Lev 25,1‐7) consumiéndose sólo aquello que ella produjese durante el descanso. Esta práctica, de carácter ecológico, intenta proteger la fecundidad de la tierra.
Durante el período de la monarquía se profundiza la brecha entre ricos y pobres; gran parte de la población queda inmersa en la miseria. Los más pobres deben recurrir a préstamos que luego no pueden saldar y se ven obligados a entregar todas sus posesiones y, en casos extremos, llegan a vender sus hijos (cfr. Ex 21,7) o venderse a sí mismos como esclavos (cfr. Lev 25,39). El Código de la Alianza prohíbe practicar la usura (cfr. Ex 22,24; Dt 23,20‐21) y establece disposiciones humanitarias en relación con los empeños, por ej. el caso del manto (cfr. Ex 22,25‐26). Respecto de los esclavos israelitas varones, si ellos así lo desearen, podían ser liberados al séptimo año de su servicio. Más tarde se prohíbe la toma
de israelitas como esclavos (cfr. Lev 25,44‐45) y se establece el derecho al rescate. El go'el es el tío, primo u otro pariente al que se le impone la obligación de defender el derecho que sus familiares han perdido por la miseria (cfr. Lev 25, 47‐55).
La legislación deuteronómica reformula la ley de la esclavitud manteniendo el plazo de siete años pero extendiéndolo a todos los esclavos israelitas, varones y mujeres (cfr. Dt 15,12‐18) quienes, al salir en libertad, llevarían presentes tomados del ganado y de los productos del campo. Para motivar la generosidad de quien debía otorgar la liberación, recuerda el tiempo de esclavitud en Egipto y la liberación obrada por el Señor. Ordena también la remisión de las deudas (cfr. Dt 15,1‐11) y realiza especificaciones sobre
los objetos en prenda (cfr. Dt 24,6.10‐13).
Dado que estas normas no siempre se observaban, los sacerdotes instituyen en la última etapa de la monarquía, el año jubilar (cfr. Lev 25,8‐10) que tendría lugar cada 50 años; en esa oportunidad cada uno recobraría su propiedad y regresaría a su familia. La palabra jubilar proviene muy posiblemente, del hebreo yobel que designa el cuerno de
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1° Encuentro (1)
carnero que los sacerdotes usaban como trompetas y debían hacer sonar para anunciar el comienzo de dicho año. Esta práctica jubilar, por la falta de autonomía de Judá, tal vez nunca llegó a ponerse en práctica. No se poseen suficientes datos históricos al respecto. Durante el tiempo del exilio en Babilonia, todo el pueblo de Israel queda sumido en una pobreza extrema. Su esperanza está puesta en el Señor (el go'el de Israel) quien los rescataría, tal como lo hizo en Egipto. El profeta Isaías –especialmente en el segundo y tercer poema del Servidor del Señor– anuncia el gran jubileo que ofrece Dios: el retorno de los cautivos a sus hogares, incluyendo a todas las tribus dispersas y ofreciendo la salvación también a los paganos (cfr. Is 49,1‐6; 50,4‐9). Esta nueva perspectiva ecuménica tendrá repercusión en el Nuevo Testamento.
San Lucas en su evangelio, presenta como primera enseñanza de Jesús la homilía en la sinagoga de Nazaret (cfr. 4,16‐30); en ella comenta el texto de Isaías (cfr. 61,1‐2) y se presenta como mensajero de la buena noticia que viene a proclamar un año de gracia del Señor. Él trae la liberación y anuncia el jubileo; Él es el verdadero mensajero y la verdadera liberación está en ese momento, ya presente en la sinagoga. Anuncia y realiza a la vez. Nadie queda excluido del anuncio y de la comunidad de la salvación. San Lucas resume la misión de Jesucristo diciendo: el Hijo del hombre vino a buscar y a salvar lo que estaba perdido (Lc 19,10).
Un rasgo fundamental de su mensaje es la universalidad de la salvación. Esto pone en evidencia el contraste entre dos concepciones de religiosidad: ‐ Para los fariseos era necesario el cumplimiento estricto de la ley para estar en buena relación con Dios. ‐ Para Jesús, la relación entre el hombre y Dios tiene su fundamento en la manifestación de la misericordia divina hacia el hombre.
El Antiguo Testamento habla de perdonar las deudas en oportunidad del jubileo; el gran jubileo que inaugura Jesús es el ofrecimiento gratuito del perdón. Su sacrificio crea una nueva comunidad en la cual queda restablecida la igualdad prefigurada en el Antiguo Testamento.
El perdón otorgado gratuitamente crea las condiciones para un cambio que encontrará su concreción definitiva al final de los tiempos. La proclamación de un año de gracia del Señor realizada por Jesucristo, no se limita a un año de su ministerio sino que se refiere a una era
de salvación, con una duración indeterminada. Todo este trasfondo bíblico se hace patente hoy en la convocatoria del Papa Francisco al Jubileo extraordinario de la Misericordia. Debemos tener un corazón atento para desentrañar las riquezas que la Sagrada Escritura nos ofrece para profundizar en el rico sentido que tiene la institución jubilar.
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1° Encuentro (2)
“El evangelio según san Lucas”“El evangelio según san Lucas”“El evangelio según san Lucas”
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2° Encuentro (1)
Estamos frente a un Evangelio especial ya que es el único de los cuatro que tiene una continuación: se trata del libro de los Hechos de los Apóstoles. Los otros Evangelios culminan con la resurrección de Jesús. Lucas en cambio extiende su narración relatando algunos hechos de la primitiva comunidad cristiana.
Algunos datos sobre su autor
Si bien la obra nace como un escrito anónimo, ya desde el siglo II se le atribuye a Lucas. Los testimonios más antiguos son de Ireneo, Tertuliano, el Prólogo a
Lucas contra Marción y el Canon de Muratori.
A este Lucas se lo ha identificado como el compañero de Pablo según aparece en tres lugares del NT:
· Col 4,14: como médico· Flm 24: como colaborador de Pablo· 2Tim 4,11
Lucas era un cristiano proveniente de los gentiles, tal vez de Antioquia de Siria. Es muy poco probable que hubiera nacido en Palestina ya que muestra muy poco conocimiento de su geografía. En el libro de los Hechos tenemos los relatos en primera persona en los que Lucas narra sus propias vivencias (llamadas sección “nosotros”). Lucas se habría unido a Pablo cuando este realiza su segundo viaje a partir de Troáde. Va con él a Filipos y se queda allí cuando Pablo continúa su viaje y luego se le une de nuevo aproximadamente siete años más tarde cuando Pablo retorna a Filipos y salen juntos a Jerusalén (Hch 16,10; 17,1ss; 20,5‐21,18; 27,1‐28,16). Lucas queda en Roma donde tal vez conoció a Marcos. En 2Tim 4,11 llegan a su fin las noticias sobre Lucas.
Se trata de un excelente escritor, muy culto y familiarizado con el modo de escribir helenista. El griego de Lucas es el mejor de los cuatro evangelios y es probable que esta fuera su lengua materna.
Fecha y lugar de composición
La mayoría de los exégetas datan la obra entre el 80‐90. Respecto del lugar de composición sólo hay hipótesis: Acaya, Antioquia de Siria, Grecia, Cesarea, Alejandría...
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2° Encuentro (2)
Destinatarios de la obraPredominantemente está destinada a cristianos provenientes del paganismo. Estos
cristianos podrían pertenecer al círculo de las comunidades paulinas (de Asia Menor o de Grecia) alejados del mundo cultural y religioso del judaísmo de la época de Jesús. No hay nada en su obra que no pudiera ser comprendido por los paganos.
Algunos datos manifiestan que Lucas escribió pensando sobre todo en estos cristianos venidos de la gentilidad. El prólogo conecta con la tradición literaria greco – romana. Dirige su obra a un personaje de nombre griego: Teófilo (amado por Dios). La genealogía asciende a Adán (la de Mateo en cambio a Abraham). Sustituye los títulos judíos por sus correspondientes griegos (Lc 18,41 comparar con Mc 10,51). Elimina respecto de las fuentes que utiliza (Q y Marcos) materiales típicamente judíos: discurso sobre alimentos puros e impuros (Mc 7,1‐23), declaración de la ley judía (Mt 5,21‐48). Retoca para acomodar la tradición palestina a ambientes helenísticos (Mc 2,4 y Lc 5,19), el techo palestinense se convierte en Lucas en un tejado de casa greco romana.
Estructura del EvangelioPrólogo: 1,1‐4 Relato de la infancia: 1,5—2,52Preparación del ministerio público: 3,1—4,13Ministerio en Galilea: 4,14—9,50El viaje a Jerusalén: 9,51—19,28Ministerio en Jerusalén: 19,29—21,38Pasión de Jesús: 22,1—23,56 Después de la resurrección: 24,1‐53
Temas predilectos de Lucas
La Misericordia: El capítulo 15 reúne tres parábolas sobre este tema: · La oveja perdida (comparte con Mt).· La moneda perdida (propia de Lc).· el padre misericordioso (llamada también parábola del hijo pródigo, propia de Lc).
En el libro de los Hechos la misericordia se ve en la línea de la condescendencia de Dios hacia los paganos.
El perdón y los pecadores: Este tema se relaciona ampliamente con el anterior ya que la misericordia de Dios se traduce en su perdón, en su búsqueda del que está perdido. Tres textos propios de Lc:
· 7,36‐50: la pecadora perdonada.· 19,1‐10: la historia de Zaqueo.· 23,34: ora por los que le dan muerte.· 23,43: el diálogo con el buen ladrón.
Los paganos: Lucas busca destacar aquello que Jesús hizo con los no judíos. · 17,16: es un samaritano el único de los diez que vuelve a agradecer.· 10,30: la parábola del samaritano.· 7,1‐10: se destaca la fe del centurión romano. En Hch la apertura a los paganos
ocupa gran parte de su obra.
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2° Encuentro (3)
Los pobres/la pobreza: Los pobres son mirados con predilección.· 4,18: su misión de anunciar la Buena Noticia a los pobres.· 6,20‐21 Bienaventuranzas.· 16,19‐31 el rico y el pobre Lázaro. · En Lucas aparecen palabras muy duras contra los ricos (1,52‐53; 6,24; 18,24‐25)
considerándose como ricos a aquellos que acaparan para ellos mismos y no comparten (12,13‐21). Lucas destacará así que la condición para ser cristiano es la de compartir lo que somos y lo que tenemos (Hch 2,43; Hch 4,32‐35; Hch 5,12‐16). Hay que tener en cuenta que los pobres no son sólo los pobres materiales sino en la categoría bíblica también se consideran pobres a los excluidos socialmente, a los enfermos, los pecadores públicos, las viudas, los huérfanos, los extranjeros, etc.
El universalismo: Tema también relacionado con los paganos: Lucas muestra más que los otros evangelios que el mensaje del evangelio es de carácter universal y que la Buena Noticia debe pasar las fronteras de Israel. Este universalismo ya aparece presente en el evangelio de la infancia: 2,29‐32 (anciano Simeón) y en la genealogía que se remonta hasta Adán (3,38). En su ministerio habla con samaritanos y paganos. En 9,51s desea ir a un pueblo samaritano y alojarse allí y por ello manda a preparar su llegada. Otros ejemplos ya vistos son el buen samaritano y el samaritano que agradece la curación. Finalmente deja claro que la Buena Noticia debe ser anunciada a todas las naciones: 24,47.
La alegría: Con la vivencia del evangelio aparece una nueva vida que llena de alegría. Ya lo anuncia el ángel: 2,10; los setenta vuelven llenos de alegría luego de su misión: 10,17‐20; la gente se alegra con la obras de Jesús: 13,17. También en las tres parábolas de la misericordia aparece este sentimiento de alegría (cfr. Cap. 15). Los discípulos alaban a Dios por las maravillas que ven: 19,37. Y finalmente el evangelio termina diciendo que los discípulos volvieron a Jerusalén con gran alegría: 24,52.
Las mujeres: Lucas más que ningún otro ofrece varios datos sobre el papel desempeñado por algunas mujeres en la vida y el ministerio de Jesús. Comienza con el relato de Isabel y María recibe directamente del ángel el aviso del nacimiento de Jesús. También menciona el papel de la profetisa Ana. Habla de una mujer pecadora pública (7,36ss), de Marta y María (10,38). Menciona la lista de mujeres que asisten a Jesús desde Galilea (8,1ss), habla de mujeres en varias parábolas, se refiere a las mujeres que lloran en Jerusalén y conversa (23,27) con ellas y luego lo siguen después de ser condenado a muerte, menciona a las mujeres en la cruz y en la tumba.
La oración: este es un tema que siempre recalca Lucas y constituye uno de sus predilectos. Tengamos en cuenta que su auditorio estaba formado por cristianos venidos del paganismo y era importante recalcar el tema de la oración, cosa que los judíos ya tenían incorporado: 11,5‐13; 18,1‐8; 18,9‐14.
También son muchas las ocasiones en que Jesús aparece orando en circunstancias distintas: 3,21‐22; 5,15 ‐16; 6,12; 9,18; 9,28‐29; 22,32; 22,39‐46; 23,34.
ALGUNAS PISTAS PARA LA LECTURA
Corrientemente se identifica la misericordia con la compasión o el perdón. Para Israel tiene que ver con la compasión y la fidelidad. El término hebreo rahamin expresa el apego instintivo de un ser a otro. Este sentimiento se asienta en el seno materno (rehem), en las entrañas (nosotros diríamos en el corazón). Es el cariño o la ternura que se traduce en actos. Es una bondad consciente, voluntaria.
Este texto se encuentra dentro de uno de los grandes discursos de Jesús dirigido a sus discípulos. Para Lucas, este discurso resume las instrucciones que Jesús da a los personajes que van a ser los testigos de su ministerio en Galilea (testigos de su predicación, enseñanza y actividad).
El principio presentado en Lc 6,36 se desarrolla en dos mandatos negativos seguidos de dos positivos y otro mandato final donde se ilustra la generosidad de Dios hacia quienes perdonan. Dios recompensa al hombre generoso con una medida divina superior a la medida humana.
La exhortación de Lucas se mueve en el campo del amor a los enemigos y en sus exigencias. La radicaliza al ponerla en imperativo, es decir, como mandato y al mismo tiempo la expresa en términos de “misericordia”.
Lucas entiende así que la única perfección que el Evangelio conoce es la de la misericordia. Se conecta con la tradición del AT que da ese título a Dios.
Para profundizar en el texto se puede leer en paralelo con el de Mt 5,48. “Sean Perfectos como es perfecto el Padre que está en el cielo”. Este precepto ocupa en el NT el lugar que en el AT ocupaba lo del Lev 19,2. “Ustedes serán santos, porque yo, el Señor su Dios, soy Santo”. Mas que de “Perfección” en el AT se habla de “santidad”.
Lo que Lucas pone en imperativo, en Mateo es un adjetivo. Se proclama para los seguidores de Jesús la exigencia de ser misericordiosos como Dios,
el Padre, es misericordioso. Se muestra cómo la santidad de Dios, es su misericordia.
ORACIÓN INICIAL. INVOCACIÓN AL ESPÍRITU SANTO
PROCLAMACIÓN DEL TEXTO. Leemos Lc 6,36‐38
LECTURA: ¿QUÉ DICE EL TEXTO?
1‐ ¿Cuál es el contexto del texto?2‐ ¿Quiénes son los personajes?3‐ ¿Qué palabra clave aparece?4‐ ¿Cuál es la exhortación de Jesús? 5‐ ¿Qué actitudes aparecen que necesitamos tener?6‐ ¿Con quiénes las tengo que vivir?7‐ ¿Encuentro algún texto paralelo con similar trasfondo?
MEDITACIÓN: ¿QUÉ ME DICE EL TEXTO?
Misericordiosos como el PadreMisericordiosos como el PadreLectio Divina de Lucas 6,36Lectio Divina de Lucas 6,36
Misericordiosos como el PadreLectio Divina de Lucas 6,36
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3° Encuentro (1)
PRIMER MOMENTO: meditamos en silencio las siguientes preguntas
1‐ ¿Qué significa para mi la misericordia?2‐ ¿Qué significa para mí ser “misericordioso como el Padre?3‐ ¿Tengo “entrañas de misericordia”, actitudes de misericordia con mis hermanos? ¿Me dejo conmover ante sus miserias?4‐ ¿Soy capaz de ver el rostro de Dios en mis enemigos?5‐ ¿Cómo vivo el amor a mis enemigos? ¿Qué hago por ellos?6‐ ¿Juzgo o condeno a mis hermanos? (Con mis palabras, gestos, pensamiento)7‐ ¿Cómo vivo el perdón?¿Soy capaz de perdonar a quien me hiere?8‐ ¿En qué cosas experimento el amor misericordioso de Dios?9‐ ¿Soy consciente de que Dios es mi Padre y me ama?
SEGUNDO MOMENTO: compartimos lo meditado entre todos.
ORACIÓN
A cada intención respondemos:“Señor, danos entrañas de misericordia”
Para poder ver tu rostro en cada uno de mis hermanos; Para que mi amor sea universal; Para transmitir tu mensaje a quiénes más lo necesitan; Para que sea capaz de “arrodillarme” ante el misterio del “otro”; Para experimentar en mi alma tu amor generoso y compasivo; Para servirte con corazón “perfecto”, completo, sincero.
(Se pueden agregar intenciones)
Rezamos juntos la oración que nos hermana: Padrenuestro…
COMPROMISO Y ACCIONES.
‐ Un gesto particular que podamos tener con algún hermano que nos necesita.
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3° Encuentro (2)
ALGUNAS PISTAS PARA LA LECTURA
Nos encontramos en el tiempo del ministerio de Jesús en Galilea. Se ha presentado como profeta animado por el Espíritu en la sinagoga de Nazaret. Ha llamado después a sus discípulos y ha pronunciado el discurso de las bienaventuranzas, prometiendo a los pobres y a los que lloran la bendición y la misericordia de Dios.
El texto comienza con una indicación temporal: “Algún tiempo después”. En el pasaje anterior Jesús se encontraba en Cafarnaúm, donde cura al criado de un centurión romano. Transcurrido un tiempo, se desplaza a otro lugar acompañado de sus discípulos y de mucha otra gente.
Este camino los conduce a Naín, un pequeño pueblo de Galilea.
Allí va a mostrar la Misericordia de Dios a una mujer que llora.
Cerca de la ciudad de Naín, a las afueras, Jesús y sus discípulos se encuentran con un cortejo fúnebre. En procesión van familiares y amigos, varones y mujeres separados en grupos, que proceden a trasladar al difunto a la tumba, situada fuera de la ciudad para evitar la contaminación.
El muerto es el hijo único de una viuda. Viuda y sin hijo es sinónimo de desgracia para esta mujer. En una sociedad en la que la seguridad de la mujer dependía de los varones de la familia, esta viuda que ha perdido a su hijo, se ha quedado indefensa, pobre y abandonada. En cierta medida, con la muerte del hijo aquella mujer muere en vida. Pertenece al grupo de los pobres y pequeños.
De manera directa pero casi imperceptible, Lucas relata el encuentro de dos comitivas, una encabezada por Aquel que es la Vida y otra precedida por la muerte.
Lucas llama a Jesús “el Señor”, esto es, el nombre que se le da a Dios en el Antiguo Testamento. Es un Señor presentado de forma muy humana: camina, se acerca, mira, se conmueve, habla, sale al encuentro del ser humano para ofrecerle vida.
Si nos fijamos en el pasaje, observamos que mirar es la primera acción que hace Jesús; mira no solo con los ojos sino con el corazón; mira desde dentro en una mirada que no le deja indiferente, sino que le mueve a otra acción: “se sintió profundamente conmovido”.
No se menciona la fe de la mujer, todo nace del sentimiento compasivo del Señor. La tercera acción es el consuelo: “No llores”. Habla, calma con su palabra a la persona que sufre. Primeramente, todas las acciones se centran en ella. El objetivo es liberar de la muerte primero a la madre.
Enseguida se dirige al joven difunto: "Joven, te ordeno, levántate". Jesús resucita al hijo con un imperativo, con un mandato de su palabra poderosa. El muerto se incorpora y empieza a hablar, ¡la vida vuelve! El joven habla, porque hablar y comunicar es propio del ser humano creado a imagen de Dios.
La noticia se extiende por toda Palestina. La fama de Jesús aumenta, su camino salvador sigue adelante. Con este gesto ha demostrado la acción de Dios Padre que siente misericordia por todas las personas, principalmente los pobres y los marginados. Ellos son como la viuda, los predilectos de Jesús.
La viuda de NaínLa viuda de NaínLectio Divina de Lucas 7,11-17Lectio Divina de Lucas 7,11-17
La viuda de NaínLectio Divina de Lucas 7,11-17
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4° Encuentro (1)
ORACIÓN INICIAL. INVOCACIÓN AL ESPÍRITU SANTO
PROCLAMACIÓN DEL TEXTO: Leemos Lc 7,11‐17
Lectura: ¿Qué dice el texto?
1. ¿Qué personajes aparecen en el texto?2. ¿Hacia dónde va Jesús? ¿Quiénes lo acompañan?3. ¿Qué encuentra a la entrada de la ciudad?4. ¿Qué siente Jesús? ¿Qué hace?5. ¿Qué le dice a la madre?6. ¿Qué hace con el joven?7. ¿Cómo reaccionan los demás?
Meditación: ¿Qué me dice el texto?
PRIMER MOMENTO: meditamos en silencio las siguientes preguntas
1. ¿Cuántas veces he pasado de largo ante el dolor de los demás?2. ¿Me he sentido conmovido por el llanto hasta el punto de hacer algo por la persona?3. ¿La compasión y el consuelo me hacen también sentirme necesitado?4. ¿He sentido como Jesús se conmueve ante mis dolores?5. Enumero aquellas situaciones en donde me he sentido liberado/a por el Señor6. Seguir a Jesús implica actuar como él lo hizo en la tierra. Nos toca ver, tocar, consolar y
ayudar a muchas personas. ¿Aparecen en mi proyecto de vida y en mi misión?7. ¿Creo, de verdad, que el dolor y la muerte no tienen la última palabra?8. ¿Veo signos de vida en nuestro mundo, que me llenan de alegría?
SEGUNDO MOMENTO: compartimos lo meditado entre todos
ORACIÓN
A cada oración respondemos: ¡Tu Misericordia es infinita Señor!
Cuando nos miras con ternura y nos salvas de nuestros pecados…. Cuando nos miras con amor y consuelas nuestros dolores………. Cuando tocas nuestro corazón y nos das paz……….. Cuando sales a nuestro encuentro en medio de nuestras necesidades... Cuando nos alimentas con tu Cuerpo y tu Sangre……
(Se pueden agregar intenciones)
Concluimos con la oración que Jesús nos enseñó: Padrenuestro….
COMPROMISO Y ACCIONES
La Palabra ha generado un cambio en nuestro ser, pensamos cómo llevarla a nuestros hermanos:
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4° Encuentro (2)
ALGUNAS PISTAS PARA LA LECTURA
La escena tiene lugar en casa de un fariseo y entre los invitados se encuentra Jesús. Un fariseo invita a Jesús a un banquete protocolario y parece olvidarse de las más elementales normas de cortesía. Una mujer, entra en escena en un momento no muy conveniente. Los banquetes eran cosas de hombres. Literalmente dice: “Una mujer pecadora que vivía en la ciudad”. Así la describe Lucas, así la considera el fariseo (v. 39) y así la reconoce Jesús (v 47).
En su interior, el fariseo se escandaliza de Jesús: “Este, si fuera profeta, sabría quién es la mujer que lo toca y lo que ella es: una pecadora”. El fariseo se indigna, pero su indignación no va contra la mujer, sino contra su invitado, piensa si Jesús fuera ese profeta que dicen, sabría que esta mujer lo está contaminando a Él y a los demás invitados.
Jesús, interviene narrando una parábola, que por un lado tiene un mensaje sobre la relación que existe entre el perdón de los pecados y el amor; y por otro el arrepentimiento de sus innumerables pecados abre el corazón de la mujer a la misericordia de Dios.
Luego invita a Simón a “ver” a la mujer y el gesto maravilloso, que en su opinión era un delito, sugiriéndole que considere su comportamiento, no ya como una transgresión a las normas de pureza, sino como un testimonio del perdón recibido.
Más allá de la opinión de Simón, Jesús perdona a la mujer. Esto produce una cierta conmoción en el resto de los invitados que se sorprenden por "éste" que perdona los pecados. Jesús pareciera que no da mucha trascendencia a este comentario y se centra en sus palabras a la mujer.
En palabras de Jesús la fe de la pecadora es la causa de su salvación: Hay que entender esa “fe” como confianza en un Dios misericordioso que, por muy pecaminoso que sea o haya sido el pasado, no duda en restablecer generosamente una relación de amistad, que había sido rota. La fe de la mujer es la que la llevó a manifestar su amor hacia el que considera intermediario de la salvación. Jesús le ha perdonado sus pecados y la despide diciéndole “vete en paz”.
ORACIÓN INICIAL. INVOCACIÓN AL ESPÍRITU SANTO PROCLAMACIÓN DEL TEXTO. Leemos Lc 7,36‐50 LECTURA: ¿QUÉ DICE EL TEXTO? 1. ¿Qué personajes aparecen en el texto?2. ¿Cuáles son los aspectos más destacados de los personajes del texto?3. ¿Cuál es la actitud de la mujer pecadora?4. ¿Qué piensa Simón, el fariseo?5. ¿Qué hace Jesús al comienzo? ¿Cómo reacciona Simón el fariseo? ¿Qué hace la mujer pecadora?6. ¿Cuál es la dinámica de la parábola que introduce Jesús?7. ¿Cómo se presenta Jesús ante el “pre‐juicio” de Simón?8. ¿Qué es lo que Jesús destaca de la mujer?9. ¿Cuál es la actitud final de Jesús con la mujer?
MEDITACIÓN: ¿QUÉ ME DICE EL TEXTO?
La pecadora perdonadaLa pecadora perdonadaLectio Divina de Lucas 7,36-50 Lectio Divina de Lucas 7,36-50
La pecadora perdonadaLectio Divina de Lucas 7,36-50
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5° Encuentro (1)
PRIMER MOMENTO: meditamos en silencio las siguientes preguntas
1. ¿Cuál es el personaje que más me ha impactado...?2. ¿Tengo la misericordia de Jesús para acercarme a “pecadores” como la mujer de este texto,
o a los “soberbios” y falsamente seguros de sí mismos como Simón el fariseo?3. ¿Dejo que Jesús me perdone como lo hizo a esta pecadora?4. ¿Hay en mi corazón un amor tan grande a Jesús y a mis hermanos como el de esta pecadora?5. ¿Soy como Simón que es figura del cristiano “tibio" que observa la Ley, pero no ama?6. ¿Soy capaz de responder al amor de Jesús como lo hizo la pecadora?7. ¿Tengo pre‐juicios con las personas como los tiene Simón el fariseo con la mujer pecadora y
con el mismo Jesús? ¿Soy misericordioso con ellos?8. Ante mi propio pecado: ¿me acerco a Dios buscando su misericordia, como esta mujer o
sucumbo a la tentación de alejarme más de Él? 9. ¿Encuentro en Dios al primero y al principal que puede darme la paz?10. ¿Qué significa en mí: “Tus pecados te son perdonados, vete en paz?
SEGUNDO MOMENTO: compartimos lo meditado entre todos.
ORACIÓNA cada oración, respondemos:¡Porque es eterna tu misericordia! ¡Demos gracias al Señor, porque es bueno…. ¡Demos gracias al Señor, por cada día que nos da… Al que cada día se acuerda de nosotros…. Al que nos perdona en cada reconciliación…. Al que nos alimenta con su Cuerpo…. Al que nos alimenta con su Palabra….
(Podemos agregar intenciones de alabanza al Señor)
Concluimos con la oración que Jesús nos enseñó: Padrenuestro...
COMPROMISO Y ACCIONES
La Palabra ha generado un cambio en nuestro ser, pensamos como llevarla a los hermanos.‐ un gesto de misericordia con algún hermano necesitado (espiritual o corporal).
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5° Encuentro (2)
ALGUNAS PISTAS PARA LA LECTURA
El texto nos ubica en los últimos momentos de vida de Jesús en la cruz, donde podemos visualizarlo con las llagas de su pasión, indicado como “el Rey de los judíos” desde un cartel y compartiendo junto a dos malhechores la condena de cruz.
En todos los evangelios, los relatos de la Pasión dirigen su atención sobre Jesús, el cual hace reflejar la mirada hacia los otros. Sin embargo, en el texto que nos ocupa ocurre lo contrario. Asistimos a una escena única en los evangelios: Jesús está presente pero permanece mudo e inactivo, son los otros quienes confrontan la opinión sobre él.
En los evangelios sinópticos es un dato tradicional el hecho de que uno o los dos malhechores la emprendan con Jesús, sin embargo el contenido de palabras injuriosas es propio de Lucas y debe su formulación al contexto del episodio: el "mal ladrón" repite por su cuenta la afirmación cristológica y la frase “sálvate a ti mismo” de la escena anterior.
El "buen ladrón" reprende a su cómplice con tres elementos: un llamamiento al temor de Dios, una afirmación sobre la culpabilidad común y la manifestación que Jesús es inocente. En opinión del autor de este episodio, reconocer la culpa y temer a Dios representa un acto de arrepentimiento y el principio de la conversión. Tal gesto es posible – este es el mensaje implícito‐ hasta en la última hora de la vida.
Lo que comenzó como un diálogo respecto a Jesús, prosigue y concluye con una demanda a la que, inspirada por el contexto de la muerte, Jesús responde con una promesa cierta y victoriosa.
La palabra de Jesús dirigida al buen hombre agonizante es solemne y cargada de autoridad, pues considera que tiene derecho a hablar y a prometer. Acepta expresarse en el nivel de su señorío mesiánico trascendental.
“Estar con” es una constante de la fidelidad bíblica. Lucas hace uso de esta expresión y lleva estas palabras tan lejos como para prometer a moribundos ansiosos del más allá que estarán “con Él”, a la vez que dice a los vivientes que luchan en la tierra que él estará “con ellos”. El vocablo paraíso puede ser equivalente al reino de Dios o de la fiesta del final de los tiempos, pero puede también designar la morada feliz de los difuntos que han sido justos y que esperan la resurrección final. El texto del evangelio confiere al Mesías poderes y bienes reservados a Dios con lo cual asistimos a una nueva manifestación de la divinidad de Jesucristo.
ORACIÓN INICIAL. INVOCACIÓN AL ESPÍRITU SANTO
PROCLAMACIÓN DEL TEXTO. Leemos Lc 23, 38‐43
El "Buen ladrón" El "Buen ladrón" Lectio Divina de Lucas 23, 39-43Lectio Divina de Lucas 23, 39-43
El "Buen ladrón" Lectio Divina de Lucas 23, 39-43
6° ENCUENTRO: 6° ENCUENTRO: 6° ENCUENTRO: C
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6° Encuentro (1)
LECTURA: ¿Qué dice el texto?
1. ¿Qué personajes nos muestra el texto?2. ¿En qué tiempo y lugar podemos ubicarlos?3. ¿En qué condiciones se encontraban? ¿Por qué?4. ¿Qué mirada tienen sobre Jesús‐Mesías cada uno de ellos?5. ¿Qué mirada tienen sobre sí mismos cada uno de ellos?6. ¿Qué significa para el ladrón bueno “tener temor de Dios”?7. ¿Qué espera de Jesús y su Reino?8. ¿Cuál es la actitud de Jesús frente a la súplica del buen ladrón?
MEDITACIÓN: ¿Qué me dice el texto?
PRIMER MOMENTO: meditamos en silencio las siguientes preguntas
1. ¿Comprendo la salvación que irradia la cruz del Señor o es un escándalo para mí?2. ¿La proximidad a la muerte me llena de temor? ¿Me preparo para ese momento?3. ¿Cuál es la cruz que cargo en este tiempo de mi vida?4. ¿La comparto con la cruz del Señor?5. ¿Creo que la cruz que cargo es consecuencia de mis actos, creo que es castigo divino?6. ¿Veo mi cruz como una oportunidad maravillosa para estar más cerca de Dios y su perdón?7. ¿Pido al Espíritu el Santo Temor de Dios para amarlo y respetarlo más en todo?8. ¿Trabajo sobre mis propias debilidades y miserias? ¿He crecido en humildad?9. ¿Soy reflejo de la misericordia de Dios entre mis hermanos?10. ¿Anuncio su misericordia frente a la ceguera de la sociedad?
SEGUNDO MOMENTO: compartimos lo meditado entre todos.
O RACIÓNORACIÓN
A cada intención respondemos: Jesús, acuérdate de nosotros· Cuando el peso de nuestra cruz sea muy pesado…· Cuando perdamos la esperanza frente a las dificultades…· Cuando nuestro corazón se encuentre endurecido por nuestras dudas de fe…· Cuando nos cueste asumir nuestras propias equivocaciones…· Cuando, por fin, descubramos la abundancia de tu misericordia…· Cuando nos encaminemos con alegría al encuentro de tu perdón…
Rezamos juntos la oración que nos reúne como hermanos: Padrenuestro...
COMPROMISO:
Ofrecemos la oración, el consuelo y la ayuda material a un hermano que carga su cruz en este tiempo con mucha dificultad.
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