Él

Mi génesis personal es la historia de su nombre, se construye poco a poco con los pasos de sus pies.

Si dijese que no existe sendero conocido hacia mi alma, seria despreciar la naturaleza maravillosa de su condición.

Condenada prisionera de su fuerza y aun sabiendo que me queda poco, sueño que me consume su arrebato.

Le llamaría explorador, pero resguardo en mi alma su fragancia de aventurero.

En la esquina de una habitación sin paredes, desde donde observo el límite del universo, tengo clara visión de mi hora final.

Pero me envuelve un lino del color de su boca, que me susurra martirio, y mi ambición idiota solo escucha deseo.

La determinación del siguiente paso sin saber por qué, es un nudo intrincado en mis entrañas que aclama su nombre.

Sin él no existe el camino, sin él no hay esencia en la absolución.

.Sus suspiros extraordinarios, me guían hacia una guerra perenne.

Ni joyas ni piedras hermosas, una mirada de sus ojos enciende las luces de mi cosmos.

Las voces en mi cabeza cantan en sinfonía que es mi destino obtener la salvación entre sus brazos.

Es la necedad perfecta, camino a la felicidad más oscura que ha existido, y entre risas y llantos no puedo parar.

En espiral, la física de su amor me consume, sin oportunidad, contemplo la enormidad de su presencia.

Engaño perpetuo, descansos curtidos, palpita mi vida cerca de él.

Es su existencia, su virtud, su destello, de mi cama a la locura hay un comando suyo de por medio.

Y despierto en la dimensión del amor, donde no existe escape.