el verbo, palabra eterna de dios, ¡y hemos …

Comunidad Pasionista • Santuario de Santa GemaDiciembre 2012 - Nº 982 - Año XCV - 28002 Madrid

EL VERBO, PALABRA ETERNA DE DIOS,ASUMIÓ NUESTRA CARNE,HABITÓ ENTRE NOSOTROS.¡Y HEMOS CONTEMPLADO SU GLORIA!

Revista PASIONARIOEdita:

PASIONISTAS - MadridDirector:

MIGUEL GONZÁLEZ, C. P.Administrador:

MIGUEL MATILLA, C. P.Promotor:

VICENTE FERNÁNDEZ, C. P.Dirección, Redacción y Administración:

Leizarán, 24 y Bidasoa, 1128002 MadridTeléfs.: 915 635 407 - 915 635 068Fax: 915 635 431Correo electrónico:[email protected]ágina Web: www.libreriaelpasionariomadrid.comE-Mail: [email protected] (Director)

Horario de oficina:De 10 a 13 y de 17 a 20 horas.

Colaboran:ALBERTO BUSTOEUTIQUIO LÓPEZJ. L. QUINTEROPABLO GARCÍAANTONIO SAN JUANJULIA MERODIOJUAN PEDRO ALCARAZ MORENOJUAN CARLOS PRIETOJOSÉ LUIS LARRABEJAVIER GARRALDAGREGORIO SANTOS

Fotógrafo Artístico:CLISOS

SUSCRIPCIONESORDINARIA .......... 13 €EUROPA ................ 20 €DE APOYO ............ 20 €BIENHECHOR ...... 25 €AMÉRICA .............. 30 $

MODO DE PAGO ADELANTADO:

– Por Giro Postal a Revista Pasionario.

– Por Domiciliación Bancaria.

– Por Transferencia Bancaria a Revista Pasionario:

BANCO POPULAR ESPAÑOLENTIDAD OFICINA D.C. Nº DE CUENTA

0075 1331 23 0600027186

– Por Talón o cheque nominal a Revista Pasionario.

Agradecemos su colaboración.

Depósito Legal: SA Nº 1 - 1978

Imprime: GRÁFICAS DEHON

PP. Reparadores - Tel. 916 751 536

Preimpresión: Francisco Antón

Diciembre 2012 - AÑO XCV - N.º 982

Desde mi ventanaMiguel González, C.P.

Passio CaritatisJosé Luis Quintero Sánchez, C.P.

Santa Gema, en NavidadM. G.

Familia y VidaJulia Merodio

Tiempo de NavidadEzequiel Miranda de Dios

Evangelizar hoy

«Decile» a alguien que yo estoy aquíPablo García M.

El Evangelio cada díaAntonio San Juan

Desde la otra orillaGregorio Santos Zayas

Madre de todas las IglesiasP. Roberto Martínez, C.P.

Una palabraM. González

Rincón de oraciónSor Cati de la SS. Trinidad, C.P.

La conciencia ¿A quién perteneceesa voz íntima?

Javier Garralda Alonso

Preparando con María la venida del SeñorEutiquio López, C.P.

Otra JuventudAlberto Busto

Beca “Santa Gema Galgani”

MuletillasJuan Carlos Prieto T.

Página misioneraAniceto Rey López

Peregrinaciones al Santuario

Portada: Pedro Pablo Rubens,“La Sagrada Familia, con Santa Ana”

Esteaño, oficialmente, no habrápaga extra por Navidad. Las

“cestas de Navidad” se-rán también menos ge-nerosas. La razón últi-ma de aquellas pagasy cestas, era contri-buir a incrementaralegrías porque “unNiño nos ha nacido,un Hijo se nos hadado”, y ese Niñoes el mismo Dios.Para incrementarlas alegrías de loscreyentes cristia-nos, a las que sesumaban tam-bién... los de-más. Esa razónfundamental,en realidad, hadejado de existir, por-que los creyentes de verdad en elMisterio somos cada día más reducidosen número. Con todo, y porque las cosasy costumbres favorables han de mante-nerse siempre, quiera Dios que ya parala Navidad de 2013, o más tardar parala de 2014, vuelvan las pagas y las ces-tas generosas, aunque dejen de llamar-se “de Navidad”.

La así llamada “paga de Navidad” seha suprimido “porque estamos en cri-sis”. Con todo, son muchos los que nohan experimentado, ni experimentanahora, la crisis. Ellos, máxime si soncreyentes, debieran clavar la mirada enel Dios-Pequeño nacido en Belén, en po-breza, sin recursos, y tender luego unamano generosa hacia aquellos, ya innu-merables, que hoy a duras penas dispo-nen de recursos para subsistir. Cáritas-España, que está atendiendo, ella, congenerosas ayudas a casi dos millones

de necesitados, es como un grito fuertey una llamada de atención que no de-biera ser posible desatender. La fe y lagenerosidad de muchos, puede seguir

realizando milagros.

Ante la realidad queestamos viviendo, Dios no tiene ma-nos; sus manos, serán las tuyas. PeroDios, sí tiene voz. Desde su cuna enBelén, desde su pobreza, nos grita ati, a mí, a todos, invitándonos a unavida sobria, morigerada, sencilla, des-prendida, abierta a las necesidadesajenas. Y no solamente en Navidad.Recordándonos que siempre es Navi-dad, porque Dios está siempre en me-dio de nosotros, en pobreza y despren-dimiento. Hoy en Belén, y mañana, enla Cruz.

Con todo, y a pesar de todasy de tantas crisis.

¡MUY FELIZ NAVIDAD!

✒ Miguel González, C.P.

DESDE MI VENTANA

Revista Pasionario/327

Navidad en tiempos de crisis

PORLAENCARNACIÓNDELHIJO,EL“DIOSIMPASIBLE”HAPADECIDOENSUHUMANIDADMOSTRÁNDOSECOMOELCOMPASIVO

PASSIO CARITATIS


que es Dios verdadero es también hombre ver-dadero, y en él, con toda verdad, se unen la pe-queñez del hombre y la grandeza de Dios”(San León Magno). Este misterio de vacia-miento y condescendencia impensable e inad-misible para un determinado concepto de Dioses la clave del Dios Padre revelado en Jesu-cristo. San Gregorio Nacianceno lo expresaasí: “El Hijo de Dios en persona, aquel queexiste desde toda la eternidad, aquel que es in-visible, incomprensible, incorpóreo, principiode principio, luz de luz, fuente de vida y de in-mortalidad, expresión del supremo arquetipo,sello inmutable, imagen fidelísima, palabra ypensamiento del Padre, él mismo viene en ayu-da de la criatura, que es su imagen; por amordel hombre se hace hombre, por amor a mialma se une a un alma intelectual, para puri-ficar a aquellos a quienes se ha hecho seme-jante, asumiendo todo lo humano, excepto elpecado”. En este contexto se plantea la pasibi-lidad de Dios Padre en el Hijo. No será tantola preocupación, propia de nuestra sensibili-dad contemporánea de cómo Dios padece lossufrimientos de la humanidad, sino de cómonuestra condición frágil y creatural ha sidopor él asumida y hasta qué punto hace expe-riencia de nuestra realidad.

La reflexión teológica contemporánea se hahecho especialmente sensible a la proble-

mática en torno al “sufrimiento de Dios” o “enDios”. Lo ha relacionado con el tema de la pa-sibilidad o impasibilidad de Dios, con la cues-tión de su inmutabilidad. El acceso a estacuestión ha estado marcado por una agudiza-da sensibilidad ante la presencia del mal en lahistoria. La reflexión ha estado enmarcadatanto en la cristología como en la teodicea yen la reflexión trinitaria y ha contado connuevos paradigmas filosóficos y algunos pre-supuestos: Superación del pensamiento griegoy su concepto de inmutabilidad, redescubri-miento del pensamiento bíblico y su lenguaje,abandono de algunos modelos de teodicea clá-sica, atención y superación de una cierta con-cepción deísta del modo de relacionarse deDios con la historia humana.

La experiencia y reflexión cristiana primiti-va vivió también el interés por comprendercómo Dios se relacionaba con la humanidad yla historia, cómo era “Dios con nosotros”. Elimpulso de su reflexión nacía de la experien-cia y confesión de fe en Jesús como el Cristo,el Hijo de Dios hecho hombre para participarde nuestra condición humana y así ofrecernosla vida de Dios y reconciliarnos con Él. Elgran esfuerzo de reflexión de los primeros si-glos de la historia cristiana fue por ser fielesa la experiencia de fe y encontrar los caucespara formularla e interpretarla en orden auna verdadera comprensión y expresión de lamisma. Por ello tendrá que abrirse paso enmedio de conceptos y categorías que lo expre-san inadecuadamente y otras que lo niegan yoscurecen. Incluso tendrán que recrear mode-los y paradigmas, mantener aparentes contra-dicciones y paradojas, integrándolas en unaarmonía superior que excede la razón humanapues ésta es llevada al límite de la fe como úl-timo y radical saber.

Fue sin duda la realidad de la encarnaciónla que desveló un horizonte nuevo de com-prensión del ser de Dios. Y desde él se abordoel tema de la pasibilidad de Dios o en Dios. Laliteratura cristiana se llena de afirmacionesparadójicas: “El que era invisible por su natu-raleza se hizo visible en la nuestra, el que erainaccesible a nuestra mente quiso hacerse ac-cesible, el que existía antes del tiempo empezóa existir en el tiempo, el Señor de todo el uni-verso, velando la inmensidad de su majestad,asume la condición de esclavo, el Dios impasi-ble e inmortal se digna hacerse hombre pasibley sujeto a las leyes de la muerte… El mismo


LA COMPASIÓNDEL DIOS IMPASIBLEEN LA ENCARNACIÓN

El gradual desarrollo de ladoctrina de la encarnacióndurante el periodo de los San-tos Padres (siglos I-VII) fueun auténtico proceso de expe-riencia y reflexión sobre la re-velación y donación de Dios.Durante las principales here-jías cristológicas, la posturade la Iglesia se fue desarro-llando a través de una serie de giros dialécti-cos, cada uno de ellos iniciado para salvaguar-dar una cierta noción de la intervención divi-na que se consideraba digna de Dios. La graniglesia fue rechazando, una tras otra, las tresestrategias erróneas que pretendieron elimi-nar la tensión entre la condición divina deCristo y las experiencias humanas de su mi-nisterio en la tierra. Esta tensión se expresa-ba con toda rotundidad en la paradójica tesis:“El Impasible sufrió”. La tensión vital de laencarnación puede disolverse,principalmente, por tres vías:a) negando la realidad de lasexperiencias humanas deCristo; b) renunciando a lacondición divina de Cristo; c)afirmando que las accionesdivinas y las experiencias hu-manas corresponden a distin-tos sujetos. Los “docetistas”eligieron la primera de estassoluciones; los “arrianos” lasegunda y los “nestorianos” latercera. Estos tres plantea-mientos coincidían en que laimpasibilidad excluía la par-ticipación directa del sujetodivino en el sufrimiento y suintervención en la historia.

Los teólogos ortodoxos con-sideraban que la “impasibili-dad divina matizada” era com-patible con ciertas emociones adecuadas a Diosy con el sufrimiento de la Palabra encarnada,en y a través de su naturaleza humana. La im-pasibilidad era, para los ortodoxos, señal in-cuestionable de identidad divina. Así, el afánpor proteger la paradoja del Dios impasible quesufrió en la carne se convirtió en la fuerza mo-triz de los debates. Frente a los docetas insis-tian en que la realidad del sufrimiento de Cris-to era innegable históricamente y significativasoteriológicamente. La tradición apostólica, lasprácticas sacramentales de la Iglesia y la muer-te de los mártires atestiguaban la realidad de lacrucifixión y su vital importancia en la fe.

Frente al arrianismo, elpensamiento conciliar de laIglesia alcanzó a reconocersin ningún género de dudaque en Cristo estaba el Crea-dor, que entró en su creaciónpara redimirla, y que la lógi-ca de nuestra salvación re-quería la plena divinidad deCristo. Con ello, la Iglesia ele-vó la tensión entre la identi-dad divina de Cristo – cuyamarca era la impasibilidad –y sus experiencias humanas

hasta niveles hasta entonces desconocidos.De nuevo será necesario diferenciar aquello

a lo que la Palabra se somete en su propia na-turaleza de lo que sólo se le puede atribuir porvirtud de su apropiación de la naturaleza hu-mana. La gran aportación de San Cirilo deAlejandría parte de las reflexiones sobre laencarnación en tanto que es auto-vaciamien-to, restricción del poder divino de la Palabraque acepta voluntariamente las limitacionesde la encarnación. La Palabra hizo propia-

mente suyas las experienciashumanas, cambiándolas des-de dentro: Lo que en ellas ha-bía de violento, involuntario,trágicamente absurdo, fatalpara las personas normales,el ministerio de la Palabra lovolvió voluntario, soteriológi-camente valioso y vivificante.La Palabra que en las alturasno sufre en su propia natura-leza padeció al apropiarse lanaturaleza humana y triunfósobre el sufrimiento.

La asunción por parte deDios del sufrimiento humanoen la encarnación es uno delos temas centrales de la cris-tología patrística. Asimismo,los Padres de los primeros si-glos, afirmaban con idénticaintensidad que Dios es impa-

sible. ¿qué está exactamente en juego cuandolos Padres afirman al mismo tiempo que Dioses impasible y que en la encarnación partici-pa del sufrimiento humano? ¿qué función tie-nen tales afirmaciones paradójicas en la dis-curso patrístico?

Una “impasibilidad divina matizada” es ne-cesaria a fin de ofrecer una sólida exposiciónde la encarnación divina. Dios ni es eterna-mente indiferente al sufrimiento, ni quedaeternamente superado por él. Más bien, enDios se ha producido la victoria sobre el sufri-miento, la cual se pone especialmente de ma-nifiesto por medio de la cruz y la resurrección.


asumir por completo las experiencias de sunaturaleza humana. Por estas razones, es pre-ciso recuperar la noción de la impasibilidaddivina.

El objeto de las declaraciones paradójicasno es otro que preservar la tensión que se daentre la trascendencia divina y su plena divi-nidad, por una parte, y el interés de Dios porla creación y su participación en el sufrimien-to por otra en razón de la encarnación delHijo. “Solo del Hijo de Dios se puede decir quefue crucificado, muerto y sepultado. E inclusoasí hay que añadir que la interpretación dog-mática precisa de estas afirmaciones es que elHijo de Dios en persona padeció y murió, perosólo según su naturaleza humana. En cambio,decir que Dios ha muerto directamente en elHijo es monofisismo. Con todo está claro queel sufrimiento y la muerte de cruz afectó a lapersona de Jesús, es decir, a la persona delHijo eterno. Pero le afectó de tal manera queJesús, en su humillación más profunda y en laaceptación de esa muerte, asumía las últimasconsecuencias de su autodistinción del Padre,confirmándose precisamente con ello como suHijo. Por otro lado, si es cierto que Dios esamor, tampoco podemos pensar que el sufri-miento del Hijo no afectara en nada al Padre.La cruz no pone en cuestión solamente la ple-nitud del poder divino de Jesús, sino que conello pone también en cuestión que el Padrefuera Dios, tal como Jesús lo había predicado.Y en este sentido tenemos que hablar tambiénde una com-pasión del Padre en el sufrimien-to del Hijo” (W. Panneberg).

El misterio de la encarnación desborda todaconcepción humana sobre la divinidad; es au-téntica revelación y novedad. Y desde la con-fesión de fe brota una nueva relación y con-cepción de Dios: Se ha manifestado como“Dios-con-nosotros” y desde su Seren radical fidelidad y amor pasibley compasivo con nosotros.

✒ José Luis QuinteroSánchez, C.P.

LA FUNCIÓN DE LA IMPASIBILIDADDIVINA EN LOS TEXTOSPRIMITIVOS CRISTIANOS

Esta noción aparece comúnmente en el con-texto de otros rasgos apofáticos de la trascen-dencia divina, como la inmortalidad, la inmu-tabilidad, la invisibilidad, la incorporeidad, laininteligibilidad, la increaturidad. Ello impli-ca que la impasibilidad divina es en primerainstancia un término metafísico, que describela diferencia de Dios respecto al orden creado,no un término psicológico que denota la apa-tía emocional de Dios. Cuando los Padres de-cían que Dios sufría impasiblemente, preten-día subrayar que Dios no era derrotado porlos padecimientos y que la participación divi-na en el sufrimiento transformaba esta expe-riencia. En la encarnación Dios hizo suyo elsufrimiento humano a fin de transformarlo yredimir la naturaleza humana.

La reflexión creyente primitiva ha preser-vado fielmente la paradoja del sufrimiento im-pasible de Dios en la carne. Esta paradojacapta la tensión vital entre la trascendenciade Dios y su plena divinidad por una parte, yla participación íntima de Dios en el sufri-miento humano, por la otra. Dios es impasibleen la medida en que es capaz de conquistar elpecado, el sufrimiento y la muerte, y Dios es

también pasible,en un sentido cui-dadosamente ma-tizado, en la medi-da en que en la en-carnación ha deci-dido adentrarse enla condición huma-na para transfor-marla. Dios sufreen la naturalezahumana y por me-dio de ella, asu-miendo el dolor yla pena en su viday apropiándose detales experiencias.

Dios, como Dios,no repite lo quenosotros, como hu-manos, sufrimos.Sin embargo, en laencarnación Dios,que sigue siendoDios, participa denuestra condiciónhasta llegar a ladolorosa muerteen la cruz. Perma-neciendo impasi-ble, Dios decide

Escribe Gema en su Autobiografía: “En la Navidad de este año 1886,se me permitió ir a misa y recibir la sagrada comunión. Tenía yo

quince años. Esa noche hice voto de castidad, mi primer voto, a Jesús.A Jesús le agradó mucho, y me dijo que agregase el ofrecimiento de mímisma, de mis sentimientos, y la aceptación del querer divino. Lo hicecon tanta alegría que pasé una noche y un día de paraíso”.

Así, con gran regocijo para su espíritu, celebraba Gema la Navidad. Contem-plando el Misterio, devolviendo amor a Aquel que, Gema lo sabía muy bien, amóhasta el extremo, naciendo en Belén, en pobreza, y muriendo en la cruz.

Son muchos los fieles que en Navidadacuden a los santuarios de santa Gema,

a este santuario de Madrid, concreta-mente. Acuden familias con niños, jó-

venes, hombres y mujeres adultos.No siempre acuden a pedir; con mu-cha frecuencia, solamente a agrade-

cer, a reflexionar, a encontrar en elSantuario, a los pies de Gema, la

paz que necesitan, la serenidad in-terior frente a los embates de la vida,los embates de tantas crisis.

Navidad es un Misterio tan gran-de, tan sublime, que nos desborda.Solamente desde el amor agradecidoGema alcanzó a vislumbrarlo, en-contrando también en él un surti-dor inagotable de gozo y de espe-ranza.

Santa Gema, invita a todos acelebrar así, con ella y comoella, la Navidad. En la alegre

certeza de saber que el Dios dela Navidad, el Dios-Niño de

Belén, es y será siempre“Dios-con nosotros”. Siem-

pre dispuesto a aliviarnuestos pesares, y aincrementar nues-tras alegrías.

✒ M. G.


Santa Gema, en Navidad

He elegido estetema para Diciembreporque es un mes enque todo sabe a Na-vidad y al contem-plar la Vida en eseNiño que temblaráde frío en el Pesebre,cualquier resquiciode vida toma una di-mensión indescripti-ble.

Mirando a Maríauno se da cuenta deque, cuando se hatenido la suerte deengendrar un hijo,lo de ser familia ad-quiere otra dimensión.

No escatimas esfuerzos para que elniño esté bien, para que nazca sano,para que llegue a término la gesta-ción… pero cuando recibes el don de te-nerlo en brazos por primera vez, teinunda el asombro y el gozo a la vez.

¡Qué sentiría María al contemplar asu hijo por primera vez! ¡Qué sensacio-nes descubriría, al ver que era como to-dos los demás niños, que no tenía nin-guna característica especial, a pesar delo que le había dicho el Ángel!

Por eso, al contemplar la escena delnacimiento, empiezas a descubrir loque encierra “ser querido, deseado,amado”

Yo creo que todos tendríamos quepartir de aquí, de lo más singular, paraacoger y gritar a los demás la impor-tancia de la familia.

La familia es el sueño de Dios. Él, ledio prioridad a todo lo demás cuandodecidió crear a la humanidad; y es, encada Navidad, cuando nos damos cuen-ta de que Dios quiere reiterar su sueño,al decidir venir al mundo y tomar car-

FAMILIA Y VIDA

Tiempo de AdvientoLAFAMILIALEGADOGENERADORDEVIDA

ne mortal, como la nuestra, apostandode nuevo por la familia.

LA FAMILIA, UNA OPCIÓN

Nosotros también hemos apostado porla familia y no escatimaremos esfuerzospara que se consolide, para que prospere,para que se fortifique… porque vemosque está amenazada en grado sumo.

No hace falta más que echar unaojeada por el entorno para comprobar,con estupor, que la familia de hoy vivedesasosegada. Con amplios horarios;con un bombardeo de amor sensaciona-lista por parte de los medios de comuni-cación; con la exigencia de amarse a símismo, olvidando a los demás, pasandopor alto la exigencia del respeto; y loque es peor, parece que el futuro no seobserva demasiado halagüeño.

Sin embargo, es asombroso que, enmedio de tanta desolación, Dios vuelvade nuevo a salvarnos.

El Señor sabe, mejor que nadie, quela familia tiene que calmarse. Que lafamilia no tiene tiempo de ser familia.


Dios sabe que la familia de hoy gas-ta el tiempo que le ha concedido paraser feliz, en correr tras una felicidadque no halla; porque la ha confundidocon el placer. Por eso:

• La familia de hoy tiene que apren-der que, la felicidad. no se encuen-tra huyendo de los compromisos,sino asumiéndolos y realizándolos.

• La familia necesita aprender a mi-rar, a contemplar, a valorar, a des-cubrir, a aceptar el misterio…

• La familia necesita juntarse, pal-parse, saborearse, sentirse…

• La familia necesita dejar a Diosvivir en su centro para tener viday vivirla en el amor.

• La familia necesita volver a losorígenes, al primer encuentro, allugar del enamoramiento… a eseParaíso donde “Dios paseaba a sulado, al caer de la tarde”.

• La familia necesita sentir su pre-cariedad y darse cuenta de que seha apartado de Dios y se sientesola, desarropada, desasida… Notiene donde apoyarse.

• La familia necesita volver a la fi-delidad.

Porque cuando se es fiel a los com-promisos, cuando se vive en el amor, seexperimenta la libertad de mostrartecomo eres; no tienes que tapar nada,porque todo fluye desde el amor.

Hoy, tenemos que adquirir el compro-miso de estar a la escucha de esa vozinterior que nos delata, cuando hace-mos algo que no está bien. Esa voz quenada ni nadie puede ahogar y nos gol-pea cuando no somos coherentes con loque hemos prometido.

Pero dichosos nosotros si al oírla so-mos capaces de ponernos en pie y decir:¡Aquí estoy! ¡Quiero rectificar! ¡Quierotomar de nuevo la decisión de amar!¡He optado por ser familia!

LLEGA LA SALVACIÓN

Por eso este año dejaremos que Diosentre en nuestra vida y para ello vamosa acercarnos a la Cueva donde se en-cuentra la familia de Nazaret.

Ahí está. ¡Miradlo bien! Es Él en per-sona. Ahí reposa, en esa cueva sin puer-ta para que cualquiera pueda llegar.Sin protección, sin escolta, sin tapias,sin alarma, sin alambradas… Él no tie-ne tesoros que le puedan robar, ni bie-nes atractivos, ni riquezas de ningúntipo… Él es el gran tesoro, la gran ri-queza…: Es Dios. Nuestro Redentor;que ha elegido para instalarse, un hu-milde y pobre pesebre a fin de que noles dé reparo llegar a los pastores, losexcluidos, los marginados, los sin te-cho… los desfavorecidos de la tierra.

Tengamos también a todos ellos, pre-sentes en nuestra Navidad. Tengamospresentes a esos que no ven, a los queni siquiera miran, a esos que huyencuando vislumbran que se les va a ha-blar del valor de la Navidad… Acerqué-moslos nosotros a la Cueva de Belén yhablémosle a Jesús, de ellos.

Tened la seguridad de que la técnicapuede fallar, los interlocutores podemosfallar, los que se dicen amigos puedenfallar… Sin embargo, el único que nun-ca fallará a nadie, es: EL EMMA-NUEL – EL DIOS CONNOSOTROS.

✒ Julia [email protected]


El encuentroLa mayor emoción de Belén, la sentí al

ver aparecer el poblado en lontananza.Vinieron a mi mente, y a mis ojos, que sehumedecieron, tantas Navidades de miniñez y de toda mi vida, y la conmociónque en todo el mundo produce cada año elnacimiento de Jesús, así como los millo-nes de “belenes” construidos desde SanFrancisco de Asís. Ahí está el Belén au-téntico, donde nació Jesús. Ahí está otravez la dulce huella de María y José.

Por la tarde, en la visita, tras la comi-da, me llevo una sorpresa arqueológica, yes la gran seguridad del emplazamiento,tanto de la cueva de la Natividad, comodel campo de los pastores. ¡Lástima gran-de que la complicación de edificacionescontribuya tan poco a mantener la am-bientación de la primera! Sin embargo,ya dentro, pasada la basílica ortodoxa, aldescender a la cueva, se reconstruye per-fectamente lo que llevamos en el alma.¡Aquí está el verdadero Nacimiento! Asílo había imaginado siempre. Al besar laestrella que señala el lugar, arrodillándo-

me, cae del bolsillo el bolígrafo con queescribo estas líneas, sobre la misma es-trella. Me produce mucha alegría el inci-dente y lo recojo, en medio de la emocióndel momento. De pronto, siento un grangozo y felicidad por estar en Belén, en laque tantas veces he soñado, desde lossueños infantiles hasta ahora.

Aquí visitamos también la llamadatumba de los Santos Inocentes, la cuevaen que San Jerónimo escribió, mejor di-cho tradujo la Biblia, su famosa Vulgata,y donde se venera su tumba, la Iglesiafranciscana de Santa Catalina –¡otra vezla presencia de los hijos de San Francis-co!–, y presenciamos unos cantos de losmonjes ortodoxos armenios, en la Basílicade la Natividad. Del fondo del alma, mesale un grito de oración, por la unidad detodos los que creemos en el Niño Jesús,de todos aquellos para quienes, en el co-razón, Belén es la primera ciudad delmundo.

Pasamos por la tumba de Raquel, a laque el Evangelio alude, con ocasión de lamuerte de los niños inocentes. Siempre megustó mucho esa referencia. La Eucaristíade hoy ha sido ¡en la cueva de los pastores!

¡VamosaBelén...!TIEMPO DE NAVIDAD


Belén, Basílica de la Natividad.

formado del suceso, en un pesebre, por nohaber sitio para ellos en el mesón.

Estamos en presencia de la imagenacaso más repetida a lo largo de la Histo-ria. ¡El portal de Belén! ¡El inefable “na-cimiento” de San Francisco de Asís! Elpesebre, los animales, los pastores ado-rantes, el asombro de María y José, so-brecogidos por la singularidad del aconte-cimiento. Entonces empezó la reflexión deMaría en torno a lo que estaba viendo ysintiendo. Entonces empezó a revolvertodo aquello en su corazón, para poder ircomprendiendo, paso a paso, el gran Mis-terio del Evangelio, expresado por Mateoal referirse a los nombres de aquel reciénnacido: Enmanuel –Dios con nosotros– y

Jesús, que salvaría al pueblo de suspecados.

La manera de aparecer Diosentre nosotros fue esa que nosrevela la imagen del portal, elpesebre y los pastores.

María, por su profunda medi-tación de lo que veía y oía, sepreparó para entender. No así losdoctores de la Ley judía, paraquienes el testimonio del pesebrey de la cruz era causa de escán-dalo. Los gentiles al oír hablar deun Dios así nacido y así muertohablaron de locura. El escándalo yla locura de la cruz.

✒ Ezequiel Miranda de Dios

¡Belén!Los remotos ecos de la profecía

de Miqueas, presentaban a Belénde Judá, como el lugar de naci-miento del esperado Mesías, elcaudillo que habría de regir a supueblo Israel. Así se lo manifesta-ron a un Herodes perturbado e in-quieto los doctores judíos, cuandoinquirió en torno a esta cuestión,ante la presencia en Jerusalén delos Magos, procedentes de Oriente.

Son los evangelistas Mateo y Lu-cas quienes hablan expresamentede Belén al narrar el nacimiento deJesús. El primero en su capítulo se-gundo que contiene el relato de losmagos. “Nacido Jesús en Belén deJudá” es el texto expreso que no deja lu-gar a duda alguna al respecto. Lucas,igualmente explícito, explica esta circuns-tancia refiriéndose a un empadronamien-to practicado en cumplimiento de un edic-to de la Roma imperial, que determinó elviaje de José, de Nazaret a Judea, a laciudad de David, con María, su esposaque estaba en cinta. Y fue precisamenteestando en Belén cuando se cumplieronlos días de su parto y el nacimiento de suhijo, al que, como a cualquier niño, envol-vió en pañales y le acostó.

Y aquí viene una más que sucinta alu-sión al lugar y forma de colocar María asu hijo. Le acostó, indica Lucas, bien in-


Belén: vista parcial.

UngrancomienzodelSínododelaNuevaEvangelización

Metasyperspectivas


1. El Papa en su misa y homilía inicialsubrayó ambas palabras: el sustantivo“evangelización” (que de esto se trata) yel adjetivo “nueva”: como el evangeliomismo que es la Buena Nueva.

2. Y programática (su homilía) nosólo para el mes de octubre, sino “para lavida de la Iglesia”, abarcando como sujetosy destinatarios, a la vez, “todos sus miem-bros, las familias, las comunidades todas ysus instituciones. Esta corresponsabilidadeclesial está basada en el bautismo.

3. El “Año de la Fe” cuya puerta haabierto el Papa de par en par en la Igle-sia, distinguiéndola de un castillo cerradoy amurallado, como se dijo y se deseó porparte de los sinodales de este mismo Sí-nodo hace ya dos años.

4. La intención ecuménica se anun-cia ya desde esta misma apertura sino-dal, también haciendo extensivo el saludoinicial “a los delegados fraternos de otrasIglesias y comunidades eclesiales”. [Y,aunque no estén físicamente presentes, atodas las personas de buena voluntad. Enefecto, temas como la justicia y la pazafectan a todos y todas].

5. El objetivo es fijar los ojos en elSeñor, en el Salvador del mundo, de este

nuestro mundo, mitad dramático, mitadmaravilloso, pero en todo caso, capaz desalvación [como lo ama Dios].

6. Que prevalezca la Palabra deDios en el Sínodo (en éste y en todos) sibien como guías ahí están los Lineamen-ta y el Instrumentum Laboris enviadospreviamente a tiempo.

7. La Cruz y la Biblia han de presi-dir viva y vitalmente todas y cada una delas sesiones sinodales, claro está, como seha hecho también en los Concilios.

8. Primera afirmación, primera yprincipal, que “la Iglesia existe paraevangelizar” aquí y allá, en el mundo en-tero siguiendo el mandato final de losevangelios (Mt y Mc): “final” pero “co-mienzo” de toda actividad misionera.

9. Para los cercanos (de siempre) y loslejanos (los alejados) también en la vie-ja Europa cuya fe el Papa la ve “cansada”en estos años.

10. Que el matrimonio, siguiendo elEvangelio de (Mc 10) es y “constituye ensí mismo un evangelio, una Buena Noti-cia para el mundo actual”.

✒ José Luis LarrabeEspecial para “Revista Pasionario”

Benedicto XVIpreside la aperturadel Sínodo de Obispos8-10-2012


«DECILE»AALGUIENQUEYOESTOYAQUÍEl escritor chileno Eduardo Galeano,

hablando de la «Nochebuena», cuenta unepisodio muy tierno. Es éste:

«Fernando Silva dirige el hospital deniños, en Managua. En vísperas de Navi-dad, se quedó trabajando hasta muy tar-de. Ya estaban sonando los cohetes, y em-pezaban los fuegos artificiales a iluminarel cielo, cuando Fernando decidió mar-charse. En su casa lo esperaban para fes-tejar.

Hizo una última recorrida por las sa-las, viendo si todo quedaba en orden, yen eso estaba cuando sintió que unos pa-sos lo seguían. Unos pasos de algodón: sevolvió y descubrió que uno de los enfer-mitos le andaba atrás. En la penumbra,lo reconoció. Era un niño que estaba solo.

Fernando reconoció su cara ya marca-da por la muerte y esos ojos que pedíandisculpas o quizá pedían permiso. Fer-nando se acercó y el niño lo rozó con lamano:

–Decile a... –susurró el niño–. Decile a alguien, que yo estoy aquí».¡La soledad, qué dura es la soledad! Para todos, pero especialmente para los ni-

ños.¡No tener a nadie con quién jugar, ni con quién comunicarse!¡Ni con quién celebrar la Navidad!

✒ Pablo García M.

¡Feliz Navidad!A cuantos, desde cualquier lugar de España,

peregrinan al Santuario de Sta. Gema, en Madrid. A cuantos la invocan, ahora en Navidad,

y siempre. A todos y a cada uno de nuestroslectores, redactores, colaboradores y amigos.

La Dirección de “Revista Pasionario”,les desea ¡MUY FELIZ NAVIDAD!

Y un AÑO NUEVO lleno de graciasy bendiciones del Cielo.


EL EVANGELIO CADA DÍA

Muchas veces, nos han hablado delReino de Dios, pero no acabamos deidentificarlo. Aunque es un Reino queestá entre nosotros, no logramos enten-der a fondo lo que significa. Pues bien,con esta parábola Jesús quiere expli-carnos cómo surge y cómo se implantaentre los hombres el Reino de su PadreDios.

Rodeado por la muchedumbre queacude para escucharle, Jesús les descu-bre la fuerza oculta de la Palabra deDios. Pero, al mismo tiempo, les advierteque no basta con escuchar su Palabra;que no es suficiente con acogerla en el in-terior; que lo más importante es dar fru-to: vivir de ella. Escucharle sin obedeceral Señor es un esfuerzo inútil. Es decir,

que la parábola nos ofrece un mensaje deesperanza, y al mismo tiempo una seriallamada a la responsabilidad.

Esperanzas del sembrador

Hoy Jesús nos repite que la siembrallega a todos, pero no todos están igual-mente preparados. Los obstáculos quecada uno le opone a Dios, para que pue-da entrar en su vida, son tan diferentescomo diferentes son nuestras propiasvidas. Como en la parábola, las razonesde las resistencias que cada cual pone asu presencia y a su labor, nacen de lascircunstancias concretas en que vivi-mos cada uno de nosotros.

El sembrador no solo ponesu semilla en el campo, sinoque pone también la espe-ranza de que esa semilla démucho fruto, bien el treinta,bien el sesenta, bien el cien-to por uno. Así hace Dios.Antes de que podamos opo-nerle cualquier tipo de resis-tencia, El ha confiado ya ennosotros, sembrando su pa-labra en nuestra vida. Si dealgo podemos estar seguros,es de que Dios Padre nodeja de confiar en cada unode sus hijos, al regalarnoscon tanta abundancia la se-milla de su Palabra.

EscucharparadarmuchofrutoOídloquesignificalaparáboladelsembrador:“–Si unoescucha la PalabradelReino sin entenderla, viene elMaligno y roba lo

sembradoen su corazón. Esto significa lo sembradoal bordedel camino. –Lo sem-bradoenterrenopedregososignificaelqueescuchalaPalabraylaaceptaenseguidaconalegría;peroesinconstante,yencuantovieneladificultadopersecuciónporlaPalabra, sucumbe. –Lo sembrado entre zarzas significa el que escucha la Palabra;perolosafanesdelavidalaahoganysequedaestéril.–Losembradoentierrasigni-ficaelquelaPalabraylaentiende;esedaráfrutoyproducirácientoosesentaotrein-taporuno”(Mt13,18-23).

Salió el sembrador a sembrar.Salió el sembrador a sembrar.

Revista Pasionario/339Revista Pasionario/339

Cuánto consuelo tiene que darnos elsaber que el Padre, que nos dirige suPalabra y nos manifiesta su voluntad,tiene mucha paciencia con nosotros. Ycomo nos ama más cada día, cada díaespera más de todos sus hijos. Ser cam-po sembrado por el amor y el esfuerzode Dios, tiene que despertar nuestraresponsabilidad. No podemos cerrarnosa su esperanza, a la venida de su Rei-no.

La alegría de lo mucho que nos quie-re y lo mucho que cuida de los suyos,debe hacernos crecer en responsabili-dad, para no dejar de hacer lo que Elespera de nosotros. Y no dejar de darlegracias cada día.

Sí, te damos gracias, Señor: Porquetú has querido plantar en nosotros lasemilla de tu amor. Ese ha sido el me-jor regalo para nuestra vida. Muchasgracias, porque sigues sembrando lasemilla de tu Reino a través de tantaspersonas de las que no podemos olvi-darnos.

Sigue echando, Señor, tu semilla ennuestra tierra, y no dejes a nadie sin sertocado por tu presencia bue-na, por esa semilla tan precio-sa de tu verdad y de tu amor.

✒ Antonio San Juan

Nunca agradecere-mos bastante la fe quenos tiene, al conside-rarnos dignos de la Pa-labra que no deja desembrar en la tierra denuestra vida. Cuántodebemos agradecer laesperanza que no dejade poner en su laboreste Padre del cielo, apesar de los escasosfrutos que pueda reco-ger en sus hijos de latierra.

Qué halagados de-biéramos sentirnos to-dos los que escuchamos tan a menudosu Palabra. Si no le importáramos tan-to, nuestro Dios no tendría tanto empe-ño en regalarnos esa Palabra suya tandesbordante de vida. Que salga a nues-tro encuentro como el mejor sembrador;que nos considere dignos de la semillade la Palabra, tiene que convencernosde lo mucho que nos quiere y espera denosotros.

La semilla, don y tarea

Para sus hijos, el don de la Palabraes toda una responsabilidad que satis-facer. Si un campo no bien dispuestoecha por tierra los esfuerzos del sem-brador, así podemos estar nosotros frus-trando la Palabra que Dios no se cansade regalarnos. No podemos dejarnos ro-bar por cualquiera todo lo que el Señorpone cada día en nuestro corazón, impi-diendo que su amor de Padre eche raí-ces en nuestra vida.

Este evangelio del sembrador nosestá invitando a revisar nuestra vidacada día: ¿A quién dedicamos nuestrasmejores atenciones? ¿Qué es lo que másocupa nuestro corazón? ¿Dónde le bus-camos a diario sentido a nuestro que-hacer y a nuestra vida?

El sembrador espera que la semilla dé el ciento por unoEl sembrador espera que la semilla dé el ciento por uno


DESDE LA OTRA ORILLA

Cuenta Lucas, en su evangelio capítulo2,1-6, que José y María, en cumpli-

miento de un edicto de César Augusto,sobre la obligatoriedad de empadronarsecada uno en su ciudad, se desplazarondesde Nazaret (Galilea) a Belén –“Ciu-dad de David”– (Judéa), por ser José dela casa y familia del mismo linaje. SiJosé tenía su domicilio en Belén, se ex-plica que haya regresado allí para elcenso y haya traído a su joven mujer en-cinta. Continúa Lucas 2,6 «Mientras es-taban allí, se le cumplieron los días dealumbramiento».

En aquel entonces, en Palestina, en elpaís de Jesús, las posadas tenían unanexo o cueva donde se alojaba a los ani-males; era la cuadra o el establo. La des-cripción de Lucas 2,7 sigue así: «Y dio aluz a su hijo primogénito, le envolvió enpañales y le acostó en un pesebre, porqueno tenían sitio en el albergue».

Aquel pesebre,y nuestros “Belenes”

El legado de la imaginería y arte pic-tórico cristiano, a la hora de representarla escena del nacimiento de Jesús, noacostumbra a ajustarse a la realidad.Estamos acostumbrados a través deltiempo, a idear un pesebre limpio y relu-ciente, en un paisaje idílico y paradisia-co: con su borriquillo estático y su bueycompungido; con sus Ángeles majestuo-sos y alados; con sus magos de Orienteenvueltos en relucientes mantos; y consus pastores arrodillados a ambos ladosdel zaguán portando al hombro un cor-derillo.

Un establo en el lugar de los animalesque trabajan para el hombre. El verda-dero establo, son cuatro paredes rústicaso una cueva de escasa ventilación, un lu-gar lóbrego y maloliente, un lugar des-cuidado y sucio donde los insectos y lasarañas tienen también su cobijo. Lo máslimpio, la pesebrera, un comedero deanimales donde el amo prepara el henoy los piensos, y que el evangelista apun-

ta, que no encontraron lugar mejor pararecostar al Niño. Esa fue la primeracuna del Hijo de Dios, a la que una pia-dosa leyenda ha dotado de dos sumisosacompañantes: un buey y un borrico; losprimeros que contemplaron el Gran Mis-terio.

Este fue el verdadero “belén” donde na-ció Jesús: el lugar más sucio y humildedel mundo. El Hijo de Dios, el Mesías ig-norado de los hombres, tuvo como primerjergón unas pajas sobre un pesebre. Enuna estancia así, apareció una noche Je-sús, dado a luz por una Virgen sin man-cha, armado solamente de su inocencia.

Jesús nació en Belén,en sencillez y pobreza

Jesús nació en la extrema pobreza: enun corral de animales, porque nadie quisoabrirle la puerta de su casa. Desde su mis-mo nacimiento comenzó a sentir el despre-cio que se tiene a los sin techo. Su amor algénero humano le hizo compartir su naci-miento con los más pobres del mundo.

LaNavidadcomienzaenunpesebre


Esta fue la señal que los ángeles dejaron alos pastores: «Encontraréis un niño envuel-to en pañales y acostado en un pesebre» (Lc2,12). Los pastores no estaban bien vistosen Israel; vivían al margen de las prácti-cas religiosas; pertenecían a las clasesmarginales de la ciudad; pertenecían a laclase pobre y fueron, sin embargo, los pri-meros en recibir la Buena Nueva.

El Niño Dios optó por una ciudad mi-núscula, Belén, y prefirió apostar por ladebilidad, por la humildad, por la manse-dumbre y la pobreza. Significa que unMesías, humanamente frágil y endeble,basta para quebrar el poder de los pode-rosos de este mundo; y que quienes afir-man seguir a este Mesías, deben emplearsus mismas armas.

Jesús, entre otras cosas, nació y viviópobre para tener la autoridad plena ypara ser aceptado cuando proclama: “Di-chosos los pobres, porque de ellos es el rei-no de los cielos”. Desde que Dios “nació po-bre” en Belén la pobreza no será nuncamás una pura fatalidad. Jesús, más tarde,anunció el Reino a los que la sociedad desu época marginaba por pobres y pecado-res. Recordemos también que Jesús, en suvida pública, prometió el Reino a los quelo ayudaran a Él en los hambrientos, lossedientos, los forasteros, los desnudos, losenfermos y los encarcelados. A los quequerían seguirle les anuncia: «Las zorrastienen guarida; y las aves de los cielos ni-dos; mas el Hijo del hombre no tiene don-de reposar su cabeza» (Lc 9,58).

Jesús compartió voluntariamente nues-tra pobreza; nació pobre, vivió pobre, com-

partió con los pobres, murió despojado(desnudo) en la cruz y hubieron de pres-tarle un sepulcro donde reposara su ca-dáver. Pero, ¿nos hemos detenido a pen-sar por qué quiso Jesús ser tan pobre?San Pablo tiene una respuesta categóri-ca: «Se hizo pobre por nosotros, para quenosotros nos hiciéramos ricos con su po-breza» (2Cor 8,9).

Desde la Navidad,otro mundo es posible

La Navidad cristiana nos pide soñar yluchar por ese otro mundo posible quesoñó Jesús y que llamó Reino de Dios:una vida personal y social fraterna, justay solidaria en que los pobres y excluidosse sienten a comer en la mesa de la vidadigna, y no solo coman las migajas quecaen de la mesa de los poderosos, de lamesa de la injusticia y del lujo insultantee inhumano.

Rememorar la Navidad es abrir nues-tros corazones para recibir el mejor de losRegalos: Jesús, nuestro hermano y Salva-dor. Es Dios que viene a nosotros. Se lla-ma Jesús, que quiere decir «Salvador»; ytambién Enmanuel que quiere decir:«Dios con nosotros».

El nacimiento del “Divino Pobre” nosexhorta, ante todo, a la humildad, a des-pojarnos de ese oscuro vicio del orgullo yla soberbia, para que Dios pueda encon-trar espacio en nuestros corazones.

Navidad es, preferentemente, mensajede amor, solidaridad y fraternidad. Lo fes-tivo de nuestros días, no debe desterrar denuestro horizonte que podemos y debemoscelebrar “otra Navidad posible”, más cer-cana a ese Niño nacido humildemente enun pesebre... y que sigue naciendo hoytambién en los más pobres y excluidos;que nació hombre para que nosotros poda-mos ser “Dios”; que fue perseguido paraque sepamos aceptar las dificultades; yque nació persona para que no nos aver-goncemos de nosotros mismosy de ser sus seguidores.

Saludos,

✒ Gregorio Santos ZayasBarcelona


sucristo en Judea, en Samaria y hasta losconfines del mundo.

PRIMERA IGLESIADE JERSUALÉN

Gobernada en sus primeros pasos por lamano firme y sabia de Santiago, el herma-no del Señor (primer Obispo de la ciudad),la comunidad cristiana de Jerusalén seganó el respeto de los romanos, que decían“mirad cómo se aman”; pero a la vez tam-bién el creciente desprecio de los judíos,que acusaban a los seguidores de Jesús deno cumplir la Ley.

En el año 62, aprovechando la muertedel Procurador Festo, el Sanedrín mandóapedrear a Santiago y arrojarlo desde loalto del pináculo del Templo, como antesfue lapidado junto al torrente Cedrón eldiácono Esteban, saltándose las leyes ro-manas. Algunos Padres de la Iglesia pien-san que este hecho desencadenó otros pos-teriores, encendiendo la llama revolucio-naria de los judíos contra Roma, la huídade los Cristianos de Jerusalén (de origenjudío) a la Transjordania y la intervenciónde las Legiones para sofocar la rebelión,destruyendo las ciudades judías, incluidaJerusalén. Los cristianos que pudieron re-gresar conocieron a lo largo de la historiamomentos de persecución y momentos degloria, que a nosotros, guías de Tierra San-ta, nos cuesta resumir sin provocar confu-sión o cansancio.

Cada mañana compartimos al-tar con su Beatitud Michel Sab-bah, Patriarca Emérito de Jerusa-lén, celebrando la Eucaristía en elconvento de las Brígidas, frente alas murallas de Jerusalén. Tantoel Patriarca como la ciudad sondos incentivos para que me ven-gan siempre al corazón los cristia-nos que hoy viven su fe en estaciudad y en el resto de la TierraSanta, que caminan paralelos a losmiles de peregrinos, pero que po-cas veces hay tiempo para encon-trarse. Su Beatitud es el primerPatriarca local de los últimostiempos; nazareno y árabe, quesiente de cerca la dura experienciadel conflicto en Oriente Medio, y la urgen-cia de que la Iglesia debe elevar una vozclara y profética en la Tierra de Jesús. He-mos hablado con calma de esta realidad,reconociendo que, a pesar de sus muchaslimitaciones, la comunidad Cristiana deJerusalén será siempre “la Madre de todaslas Iglesias”, Madre que sufre, pero que nopierde la esperanza.

COMUNIÓNCON LA IGLESIA MADRE

San Pablo, que guió espiritualmente alas Comunidades cristianas no judías, envarias ocasiones habla de la solidaridadcon la Iglesia de Jerusalén, como un signode comunión con la Iglesia madre: “En estemomento estoy a punto de salir para Jeru-salén, a fin de prestar un servicio a aque-llos creyentes, pues los de Macedonia yAcaya han tenido a bien hacer una colectaa favor de los creyentes necesitados de Je-rusalén. Han tenido a bien, aunque en rea-lidad se trataba de una deuda, pues si lospaganos han participado de sus bienes es-pirituales, justo es que los ayuden en lomaterial.” (Rm 15 25-27).

Los cristianos de todas las épocas segui-mos siendo deudores de estos primeroscreyentes que nos han transmitido sus bie-nes espirituales. Ahí está como testimonioese “Cenáculo” en el Monte Sión dondeaquellos temerosos discípulos recibieron lafuerza del Espíritu para ser testigos de Je-

Procesión anual al río Jordán,en la fiesta del Bautismo del Señor.

Procesión anual al río Jordán,en la fiesta del Bautismo del Señor.

LA IGLESIAEN TIERRA SANTA HOY

Desde la creación del Estado de Israelen 1948, en la comunidad Cristiana de Is-rael y Palestina, casi toda de origen árabe,se han producido llamativos cambios. Porla alta natalidad de las familias musulma-nas, por el éxodo palestino y por la masivainmigración judía, los Cristianos no repre-sentan hoy más del 1,5% de toda la pobla-ción: unos 180.000, dentro de una pobla-ción de 11 millones de habitantes.

En Jerusalén, con algo más de 600.000habitantes, sólo hay 10.000 cristianos; ci-fra que podría reducirse a la mitad en seisaños si se siguen confiscando permisos deresidencia al mismo ritmo de hoy. Es ma-nifiesto el interés de la Alcaldía de refor-zar la identidad hebrea de la ciudad.

¿CÓMO SONESTOS CRISTIANOS?

Su Beatitud reconoce que el signo másfuerte de estos cristianos es la “pertenen-cia al grupo”: son greco ortodoxos, o rusos,o armenios, o cristianos coptos, melquitaso católicos latinos; y en segundo términoson creyentes en Cristo. Cada grupo consus signos distintivos, su liturgia y su pro-pio calendario, y con muy poca relación en-tre ellos. Los Ortodoxos griegos se conside-ran legítimos herederos de la primera co-munidad de Jerusalén, lo que les hace sermenos abiertos al diálogo con otras igle-sias. Es frecuente entre los jóvenes mos-trar con orgullo al cuello una gran cruz deoro para que se sepa que es de esa mino-

ría cristiana, diferente a otros grupos. Ysobre la puerta de las casas cristianas nopuede faltar la figura esculpida en piedrade san Jorge.

En segundo lugar, como palestinos, com-parten con los demás árabes las conse-cuencias del conflicto entre Palestina e Is-rael, si bien generalmente actuan de dis-tinta forma a como lo hacen algunos gru-pos musulmanes. Musulmanes y judíos sa-ben que sin la presencia de la minoríacristiana, el enfrentamiento entre ambossería más violento. El cada vez más graveproblema del agua en Palestina, la falta detrabajo, la no libertad de movimiento den-tro de los Territorios, la corrupción de losgobernantes, la confiscación de propieda-des... son problemas que sufren todos lospalestinos, y especialmente los cristianos.

Visitando las Parroquias (ahora hablode las parroquias católicas), me hace re-cordar nuestras propias parroquias de Es-paña, con fieles de fe sencilla y devocionespopulares, con buena relación con sus ve-cinos de otros credos. Aunque alguno em-pieza a notar cómo la situación políticaestá trayendo puntos de radicalización yde exclusión. Esto es más claro por ejem-plo en la franja de Gaza, donde a la ya di-fícil situación laboral provocada por el blo-queo se une la islamización, que está lle-vando a la pequeña comunidad cristiana auna vida imposible.

En muchos casos es una iglesia heróica,que a pesar de las muchas dificultades, hadecidido permanecer, sabiendo que de elladepende el que el nombre de Jesús sigasiendo adorado en la Tierra de Jesús, y ensu nombre llegue un día la paz.

Con un poco de preocupación creesu Beatitud que es una Iglesia olvi-dada. Ante la paulatina disminuciónde los cristianos locales en Israel yPalestina, que a este paso podría lle-gar hasta la casi desaparición, hayuna gran e injusta indiferencia entodo el mundo. Muchas Congregacio-nes y movimientos religiosos tienenuna presencia en Tierra Santa, perocasi todos por intereses particulares.Los peregrinos suelen traer un pro-grama tan apretado, que raramentesaben cómo viven su fe y su día a díalos creyentes locales, hermanosnuestros de Nazaret, de Belén, deJerusalén o Ramala.


El Domingo de Ramos,desde Betfagé a Jerusalén.


Decía un líder musulmán: “noso-tros, los musulmanes, tenemos la fe,pero hay que reconocer que en lapráctica los cristianos tienen la cari-dad”. Muchos centros de atenciónsocial de reconocido prestigio soniniciativa cristiana, en los que se ad-miten a todos, sin distinción de cre-dos. Si el Niño Jesús naciera otravez en Belén, no se encontraría enuna fría cueva, sino en el modernohospital de Maternidad de las Hijasde la Caridad. Y los milagros los si-gue haciendo en centros como “Efe-tá”, “Talita Kumi” o Babi Cáritas,curando por el amor de los cristia-nos a sordomudos, discapacitados,huérfanos...

LOS OTROS CRISTIANOS

Paralelos a esta comunidad fija, esta-mos los cristianos “de paso”: peregrinos,religiosos, cooperantes, exiliados y sobretodo trabajadores inmigrantes.

Entre los religiosos destaca la presenciafranciscana, a quien el Papa Clemente Ven 1342 encomendó la Custodia de losSantos Lugares, tarea que siguen llevandoa cabo con sacrificio y dedicación. Y en-tienden bien los hijos de San Franciscoque esta encomienda no se refiere sólo aconservar las piedras, sino sobre todo laspiedras vivas que son las comunidadescristianas. A su Estudio Bíblico se une elde los Dominicos y otros más sencillospara ofrecer a estudiantes de todo el mun-do una oportunidad de profundizar en elconocimiento del mundo de la Biblia.

La presencia pasionista es discreta, peromantenida desde hace 110 años en la úni-ca Comunidad de Oriente Medio: Betania.

Por su situación geográfica y sobre todoeconómica, Israel se ha convertido en losúltimos 15 años en uno de los lugares pre-feridos para buscar unos medios de vidamejor, sobre todo para los pueblos deOriente: Filipinos, tailandeses, indios, chi-nos; también rusos, etíopes, sudamericanosencuentran en las ciudades israelíes untrabajo que les permita mantener a su fa-milia. Vienen de ambientes cristianos y seincardinan en una sociedad donde pasan aser minoría. Apenas hay iglesias a su alre-dedor, se habitúan al canto del mohecín alas 4 de la mañana y al domingo como un

día laboral cualquiera. Pero tienen necesi-dad de no olvidar lo que son, y por eso sereúnen en iglesias, capillas o salones paracelebrar la fe por grupos de origen y len-gua, y para compartir sus tradiciones. Estegrupo de inmigrantes suma más cristianosque los nativos; unos 200.000. Ahora em-pieza a surgir el reto de atención pastorala sus hijos, nacidos ya en Israel, que estu-dian y hablan en hebreo.

AMAR A LA IGLESIA MADRE

El Patriarcado Católico Latino se resta-bleció hace siglo y medio en Jerusalén,comprendiendo Israel, Palestina, Jordaniay Chipre. En el Seminario de Beit Jala,junto a Belén, no faltan jóvenes que sesienten llamados por Dios y se preparanpara pastorear este pequeño rebaño. En elnorte, en Galilea, la mayor parte de los ca-tólicos son de rito oriental, con sus ricastradiciones bizantinas. El árabe y el he-breo tienen la misma raíz semítica, y estoscristianos invocan a Dios con las mismaspalabras que nos enseñó Jesús: “Abana”“Abinu”, Padre nuestro; y saludan a la Vir-gen María con las mismas palabras delángel: “Salam. Mariam”, “Shalom, Mi-riam”. Son los continuadores de aquellaprimera Iglesia del monte Sión que vela-ron el “sueño” de la Virgen María en sutránsito al cielo, son nuestra querida y hu-milde Iglesia Madre de Jerusalén.

“Que el Señor te bendiga desde Sión”(Sal 134).

Desde Jerusalén✒ P. Roberto Martínez, C.P.

Conversando con el Patriarca LatinoEmérito de Jerusalén,

su Beatitud Michel Sabbah

Conversando con el Patriarca LatinoEmérito de Jerusalén,

su Beatitud Michel Sabbah


¡Atención, amigos! Aquí se trata de una palabra específica y especial. Además,trascendental: SINTONÍA. Aquí, el prefijo no equivale a “sin” sino a “con”. Es de-cir, con el mismo tono, en común unión.

Sintonía, es palabra clave en la vida de relación, y en la vida de fe. En la vidade relación social, familiar, porque si falta la sintonía, se da la disensión, la dis-cordia, la guerra.

Pero atengámonos anuestro tema primordial:la fe. La sintonía lo im-pregna todo: Dios, la vidaen fraternidad, la vida deoración, la relación conDios.

La vida en fraternidad,primero, porque la sinto-nía, en cristiano, le da uncariz especial, la convierteen una relación trasversalmás rica: relación-Dios-hombre-hermano. Algo asícomo una sola idéntica re-lación.

La vida de oración, por-que orar es, en su esencia,sintonía con Dios, diálogoen una sintonía que es, alpropio tiempo, hablar, es-cuchar, acoger. Si la sinto-nía falla, la oración quedareducida un pronunciarpalabras que no salen delcorazón del hombre ni lle-gan al corazón de Dios.

Finalmente, la relacióncon Dios, en términos ge-nerales. Toda relación,cuando lo es en profundi-dad, supone comunión deafectos, encuentro gozoso.Pero cuando la sintoníafalta, se produce tambiénel des-concierto, la vida en la rutina, o la pérdida de la sensibilidad espiritual, lafalta de paladar para saborear con gozo la palabra de Dios, la Eucaristía, la reci-tación de “salmos, himnos y cánticos inspirados”.

Vivamos siempre en sintonía. Todo lo demás, se nos dará por añadidura.

✒ M. González

UNA PALABRA

Sintonía


En los meses pasados hemos repasadoel primer artículo de la fe: Creo en Dios, Pa-dre todopoderoso, Creador del cielo y de la tie-rra; el segundo artículo: Creo en Jesucristo,su único Hijo, nuestro Señor y parte del ter-cero: Jesucristo fue concebido por obra y graciadel Espíritu Santo. Hoy nos detenemos en laúltima parte de este artículo tercero.

1. Jesucristo nació de María Virgen

Dice S. León Magno que “si el Hijo deDios consustancial como era con su Padre nose hubiese dignado hacerse consustancial consu Madre, todo el género humano hubiera se-guido bajo la cautividad del yugo del diabloy ciertamente, no hubiésemos podido benefi-ciarnos del triunfo del vencedor si lo hubieselogrado al margen de nuestra naturaleza hu-mana” (S. León Magno. Carta 31,2).

Estas palabrasexpresan que sóloporque Cristo seencarnó, nació dela Virgen María,padeció, murió enla cruz y resucitó,nosotros hemossido liberados, sal-vados y el triunfode Cristo es nuestro triunfo.

Para que pudiera realizarse esteMisterio de nuestra Redención, era pre-ciso que María diese su consentimiento,dijese Sí a Dios, Sí a la encarnación delHijo de Dios en su seno y Sí a su naci-miento.

El nacimiento de Jesús es el signoeficaz y público con que Dios demuestraque aquí nace un hombre verdadero.Significa que la persona de Jesucristoes el verdadero hijo de una verdaderamadre, y así Jesús es hombre en el sen-tido pleno de la palabra. En cuanto aque el hombre Jesús es, también, elHijo de Dios sólo puede ser conocido,creído y aceptado en virtud de la reve-lación: “Lo santo que de ti nacerá será lla-mado Hijo de Dios” (Lc 1,31).

2. Éfeso y Calcedonia

• En el s. V, Nestorio negó la mater-nidad divina de María, porque concebíados personas en Cristo: una personahumana y una persona divina. María,para la herejía nestoriana, sería sola-mente madre de la persona humana deCristo. La fe católica defendida por S.

“Uniendo la condición divinay la condición de siervo en unaúnica persona, el Creadorde los tiempos nacíaen el tiempo; y Aquel por quienfueron creadas todas las cosas,él mismo venía a nacerentre las creadas”

(S. León Magno, carta 31,2)

RINCÓN DE ORACIÓN

LAPUERTADELAFELAPUERTADELAFE


Cirilo de Alejandría y otros santos Pa-dres fue confesada en el Concilio deÉfeso –año 431– donde se proclamó aMaría Madre de Dios = la Teothokos(Cf. Catec. nº 466 y nº 495).

• Posteriormente, otro error defendi-do por Eutiques, vino a atentar contrala ortodoxia de la fe: la herejía monofi-sita, que hacía desaparecer la naturale-za humana de Cristo en su naturalezadivina. El concilio de Calcedonia–451– proclamará que, en Cristo, hayuna única persona y dos naturalezas–humana y divina– (Cf. Catec. nº 467).Estas naturalezas están unidas en laúnica persona de Cristo Jesús, el Hijode Dios, sin mezcla ni confusión. “Y noimporta bajo qué aspecto de su naturaleza senombre a Cristo, puesto que manteniéndosela unidad de persona inseparablemente es elmismo todo Él, Hijo del hombre, en razón dela Encarnación, Hijo de Dios en razón de laúnica Divinidad con el Padre” (S. LeónMagno. Carta 124, 7).

Las herejías menciona-das y otros errores de la fe,de no haber sido desen-mascarados por los Stos.Padres, hubiesen tenidograves consecuencias paranuestra vida:

1.–Si como defendíaNestorio, en la persona deCristo no se hubieran uni-do las dos naturalezas –di-vina y humana– tampocoserá posible para nosotrosla comunión con Dios.Nuestra vida humana nosería asumida y transfor-mada por la Vida de Dios;Jesucristo no nos salvaría del pecado nitendríamos acceso a la vida trinitaria.

2.–Si, por el contrario, la naturalezadivina hubiese absorbido la humana(como afirmaba Eutiques), también no-sotros seríamos absorbidos por Dios enuna especie de panteísmo; lo divino eli-minaría las mediaciones que la Iglesianos ofrece en el sacerdocio, los sacra-mentos, y no nos podríamos encontrarcon Dios de un modo personal en nues-

tra historia; tampoco la vida eternatendría ya sentido para nosotros, por-que perderíamos nuestra existencia ynuestro ser personal.

3. Concédenos permaneceren la fe de la Iglesia

Por todo ello, hemos de conocer biennuestra fe, nutrirnos de ella, agradecerla

y pedirle cada día al Señor:Concédenos permaneceren la fe de la Iglesia.

“Esto es lo que enseña portodas partes la fe ortodoxa. Es-temos seguros que la fe de losSantos Padres ha tenido estesentido. Por eso, no vacilaronen llamar Madre de Dios a lasanta Virgen, no porque la na-turaleza del Verbo o su Divini-dad empezasen a existir en lasanta Virgen, sino porque deella nació aquél sagrado cuer-po animado del alma racional,a la que el Verbo se unió sus-tancialmente al ser engendrado

según la carne” (S. Cirilo de Alejandría.2ª Carta a Nestorio).

“Esta es la fe verdadera e indestructible,queridísimos, que produce verdaderos cristia-nos, la que, como sabemos y reconocemos,vosotros defendisteis con piadoso empeño yejemplar amor. Conservadla con perseveran-cia y defendedla constantemente” (S. LeónMagno. Carta 59,5).

✒ Sor Cati de la SS. Trinidad, C.P.


Todos tenemos un sentidointerior, íntimo, que nos ad-vierte de si algo es bueno omalo. Toda persona que notenga perturbadas sus faculta-des morales aplaudirá que seayude a un niño huérfano y re-trocederá espantado ante laposibilidad de dañar a un ino-cente.

Sin embargo, pueden algu-nas personas llegar a una ce-guera moral, a sofocar la voz desu conciencia, como alguienque a fuerza de mirar desafian-temente al sol se quedara físi-camente ciego, así ellos se vuel-ven moral o espiritualmenteinvidentes, a base de hacer oí-dos sordos a la voz que ennuestra intimidad nos avisa deque algo está bien o está mal.

Luego tratarán de justificarsu posición amoral o antimo-ral con sofisticados argumen-tos: ¿pero cuántos raciociniosse precisan para hacer buenoun crimen? Y esos razona-mientos despiadados, del tenorde “el fin justifica los medios”,no son sino la voz del mal, lavoz del príncipe de las tinieblas.

VOZ DE LA CONCIENCIA,VOZ DE DIOS

Porque la voz de la conciencia no essino la voz de Dios, de un Dios bueno yjusto, tal como nos ilustra el beatoNewman:

“He aquí, pues, la conciencia; su solaexistencia dirige por naturaleza nuestra

mente hacia Alguien que es exterior –¿dedónde, si no, procedería?– y a la vez su-perior a nosotros –¿de dónde, si no, sumisteriosa e inquietante autoridad? Sinentrar en la cuestión de “qué dice” la con-ciencia, lo que afirmo es que su existen-cia nos hace salir de nosotros mismos abuscar, en la altura y en la profundidad,a Aquél a quien pertenece esta voz” (Be-ato John Henry Newman, “Sermons pre-ached in various occasions”, 65).

LACONCIENCIA¿Aquiénperteneceesavozíntima?(Al socaire de escritos del beato John Henry Newman)


Y, si la voz de la conciencia es la vozde Dios en nuestra intimidad, es natu-ral, como afirmará el beato Newman,que la hayamos de seguir incluso másque a la propia autoridad, según lo quese nos dice en los Hechos de los Apósto-les: “Hay que obedecer a Dios antes quea los hombres”: Así los mártires desobe-decían a quienes les exigían un cultoidolátrico al emperador. O, respecto a laobediencia al superior por parte de losreligiosos, Sto. Tomás de Aquino nos ad-vierte de que si el superior mandara co-meter un pecado mortal, el religioso tie-ne la obligación de desobedecerle:

EN SITUACIONES CONCRETAS

Pensemos, por ejemplo, que a lapuerta del convento, que atiende unamonja, llama una persona que está lite-ralmente muriendo de hambre, y, encambio, la superiora hubiera prohibidoatender a los pobres, enese caso la religiosa tendráobligación de darle de co-mer, si puede, puesto que,si no, lo estaría matando,por omisión.

Sin embargo, hay queentender bien que New-man se refiere a la con-ciencia bien formada, aun-que pueda darse casos enque la conciencia, sin cul-pa, nos guíe erradamente yla persona que la siga,aunque objetivamente seequivoque, no peque al se-guirla. Pero en otros casosla conciencia puede ser errónea por unaculpable falta de consejo o formación, yentonces el comportamiento errado quese siguiera del error de la conciencia se-ría culpable por omisión.

Así, leemos en una obra de Newman:“La Revelación consiste en la manifes-tación del poder divino invisible, en lasustitución de la voz de la conciencia

por la voz del que ha creado la ley. Lasupremacía de la conciencia es la esen-cia de la religión natural, mientras quela supremacía del Apóstol, del Papa, dela Iglesia o del Obispo, es la esencia dela religión revelada” (Beato John HenryNewman, “An essay on the developmentof Christian doctrine”, 86).

Aquí Newman se refiere a que para laformación de nuestra conciencia demodo recto, hemos de recurrir (una veztenemos fe) a la Palabra de Dios y a laautoridad que en materia de fe y moraltienen las autoridades legítimas de laIglesia.

Si el creyente católico no tratara deconocer la voluntad de Dios (que creeque se ha manifestado) a través de losEvangelios y del consejo de pastoresautorizados, sería culpable, por omi-sión, de los comportamientos equivoca-dos a que una conciencia errónea le po-dría conducir.

En suma, si, en cambio, tratamos deformar rectamente nuestra concien-cia, tenemos luego que seguirla porencima de todo, pues será para noso-tros la voz del bien, la voz deDios.

✒ Javier Garralda AlonsoBarcelona

podrá ser esto, si no conozco varón?”, Lcl,34. Y el ángel la tranquiliza, diciéndole:“El Espíritu Santo vendrá sobre tí y la vir-tud del Altísimo te cubrirá con su sombra,y por eso, el hijo engendrado será Santo,será llamado Hijo de Dios”, Lc l,35. Le re-vela que su prima Isabel, siendo estérilestá ya en el sexto mes de su embarazo yle da la razón de ello: “Porque para Dios,nada hay imposible”, Lc l,37.

María comprende que Dios le confía unamisión que está muy por encima de susposibilidades; pero cree firmemente quecon Dios todo le va a ser posible, y le res-ponde al Ángel: “He aquí la esclava delSeñor; hágase en mí según tu palabra”,Lc l,37. Y desde aquel momento se sientela Madre del Redentor, y se dispone a pre-pararse con todo amor y con toda entregaa su Nacimiento.

Y JUNTO A MARÍA,SAN JOSÉ, SU ESPOSO

José y María, aunque habían celebradosus esponsales, todavía no habían pasado avivir juntos. Por eso, María no tuvo dificul-tad en ponerse en camino para ir a visitar asu prima Isabel, para darle el parabién desu embarazo y para ofrecerla su compañía ysu ayuda en el nacimiento de Juan que ha-bría de ser el precursor de su propio hijo,Jesús: “María permaneció con ella unos tresmeses y se volvió a su casa”, Lc 1,56.

A su regreso a Nazaret, María apareceante los ojos de todos como una mujer em-barazada. No llama sin embargo, la aten-ción ante el pueblo, porque era conocidacomo la esposa de José, aunque todavía nohabían vivido juntos. Lc 1,27; Mt 1,25.

El que sí queda desconcertado, ante laevidencia del embarazo de María, es José,su esposo; pues no habían tenido ningúncontacto sexual y su compromiso era viviren castidad, como se deduce de las pala-bras de María al Angel: “¿Cómo podrá seresto, pues yo no conozco varón?”, Lc 1,34.

José no podía pensar nada malo de Ma-ría, pues conocía mejor que nadie su santi-dad y sus maneras de pensar, y no sabiendoexplicarse el misterio de su embarazo,“resolvió repudiarla en secreto”, Mt 1,19, y

MARÍA SE PREPARAAL NACIMIENTO DE JESÚS

El mundo entero estaba expectante antela inminencia de la venida del Salvador ala tierra.

Las profecías estaban cumplidas, y elpueblo judío, principal destinatario de estarevelación de Dios, anhelaba esperanzadoel gran momento.

También en el cielo fue dada la noticia,y es Dios quien envía a la tierra, al arcán-gel San Gabriel, uno de los ángeles másdistinguidos de la corte celestial, para de-cirle a María que el Verbo de Dios queríahacerse hombre, para salvar a los hom-bres, y que ella había sido predestinadapara ser Madre de Dios: “Salve, llena degracia, el Señor está contigo”, Lc l,28.

María se siente turbada ante el posiblealcance de este misterioso mensaje, cuyosentido no llega a comprender, y el ángeles quien tranquiliza a María, revelándolacon toda claridad el insondable misterio dela Encarnación: “No temas, María, porquehas encontrado gracia delante de Dios, yconcebirás en tu seno y darás a luz un hijoá quien pondrás por nombre Jesús. El serágrande y llamado Hijo del Altísimo”. Lc l,30-32.

María le manifiesta al ángel su compro-miso de conservar su virginidad: “¿Cómo

PREPARANDOCONMARÍALAVENIDADELSEÑOR


fue entonces, cuando se le apareció el Angelde Dios y le dijo: “José, hijo de David, no te-mas recibir a María, tu esposa, pues lo con-cebido en ella, es obra del Espíritu Santo.Dará a luz un hijo a quien pondrás por nom-bre Jesús; porque salvará a su pueblo de suspecados”, Mt 1, 20-21.

José descubre que el hijo que va a tenerMaría, es el Mesías de Dios, y, al igual queMaría, pone su confianza en el Señor yconsciente de que es Dios quien se lo pide,corre feliz a traer a María a su casa:

“Al despertar José del sueño, hizo lo queel Angel le había mandado y recibió en sucasa a su esposa, la cual, sin que antes laconociese, dió a luz un hijo y le puso pornombre Jesús”, Mt 1,24.

José ha visto los cielos abiertos y sienteque le estalla dentro del pecho su corazón.Dios le ha dado por esposa a la madre desu Señor, Lc 1,43, y le va a poner en susbrazos al “Hijo del Altísimo”, Lc 1,3 paraque, junto con María, le cuiden y eduquencomo padres. Lc 1,52.

José ve a María como transfigurada enDios y él mismo se siente transportado aun mundo nuevo que no es el que contem-plan sus ojos; sino el que ha hecho explo-sionar su corazón ante la presencia de Ma-ría, su esposa, cuyo corazón late al uníso-no con el corazón del Niño Dios.

José y María se sienten unidos parasiempre, como esposos y como padres delNiño Dios, con una sola e idéntica misiónde ayuda y colaboración constante, a lavida y obra de Jesús que habría de prolon-garse hasta el fin de los siglos.

Y CON JOSÉ Y MARÍANOS PREPARAMOS TODOSA LA VENIDA DEL SEÑOR

El nacimiento de Jesús ha sido para latierra entera la mayor y más colmada delas promesas de todas las manifestacionesde Dios a los hombres.

Así lo cantaron los ángeles y así se lo di-jeron a los pastores: “No temais os traigouna buena nueva que es una grande ale-gría para todo el pueblo; pues os ha nacidohoy un Salvador que es el Mesías del Se-ñor, en la ciudad de David”, Lc 2, l0-ll.

El Nacimiento de Jesús llena de expec-tación y de alegría al mundo entero y espara todos un reclamo de amor y de agra-decimiento.

Dios se hace hombre por amor al hom-bre, y viene a salvarnos del pecado y de lamuerte, porque nos ama y quiere tenernosa su lado en el Reino del Padre para siem-pre: “Cuando yo me haya ido y os hayapreparado un lugar volveré de nuevo, y ostomaré conmigo, para que donde estoy yoestéis también nosotros”. Lc l4,3.


José y María se preparan al nacimiento deJesús, haciendo del Niño Dios, el centro desus vidas y de su amor y siendo testigosfehacientes de la presencia del Hijo deDios entre los hombres. Nosotros nos pre-paramos a la venida del Señor, disponien-do nuestros corazones paradarle una acogida grata, y di-ciéndole con amor y con fe:¡Ven, Señor, Jesús!

✒ P. Eutiquio López, C.P.

OTRA JUVENTUD

SolidariosconlospobresSe le ocurrió al profesor de Religión

de mi Colegio con motivo del DomingoMundial de las Misiones. Se acercabaesta fecha y dijo a sus alumnos peque-ñajos de Cuarto de Educación Prima-ria: “Chicos, se acerca el Domund y megustaría que redactarais alguna cosasobre la gente que sufre los efectos delhambre y de la pobreza: los niños aban-donados, los niños obligados a usar lasarmas, las niñas maltratadas. ¿Que-réis? La respuesta fue: ¡¡¡Sí!!!

Las cartas, breves, no podían ser másexpresivas. Los chicos sabían ahora elnombre de algunos niños hambrientosde África. Su profesor se pasó allí el ve-rano, ayudando a los misioneros, entre-gado en cuerpo y alma a hacer el bien.Y les dio este título: “Esos pobres quepiden limosna por la calle”.

No tenía nada de extraño que losalumnos de Cuarto de Primaria y de to-dos los Cursos se pusieran enseguidamanos a la obra. El ambiente ya lo ha-bían caldeado antes los propios estu-diantes de Segundo de Bachillerato. És-tos, desde que a principios de Curso re-cibieron el sacramento de la Confirma-ción, se habían propuesto sembrar.

Ahora recorrían una por una todaslas aulas de todos los cursos pidiendoayuda en favor de las Misiones: Haymuchísima gente que lo está pasandomal. Los hay aquí y, sobre todo, en lospaíses más pobres del mundo. Si podéisy queréis, haceos con una hucha y men-digad una limosna para que puedan co-mer quienes no tienen nada que llevar-se a la boca.

Los alumnos contaron sus experien-cias por escrito: Cuando voy a misa a laiglesia de Santa María, siempre que veoalgún pobre pidiendo a la puerta me damucha pena. Mis padres me dicen queno les eche nada en los vasos de plásticoporque se lo gastan en cosas malas, comotabaco, droga… Pero después, cuandosalgo de la misa y veo que los vasitos seestán llenando, me voy a casa muy con-

tenta porque sé que alguien les ha dadouna limosna, aunque no haya sido yo.

Carmen Serrano

Yo pienso que cuando tenga dineroles voy a dar algo para que se comprenmucha comida. Porque me da tantapena, que no puedo dejarles que sufran.Y cuando estuve en casa de mi abuela,vino un pobre a pedir y le dimos comi-da y dinero. Y yo me sentí mejor, aunqueme acordé de los demás pobres y volví asentirme mal. Y ya sé; cuando me quedepequeña la ropa, para los pobres.

Blanca Romero

Recuerdo que un día estaba yo en laPlaza Cervantes y había unos pobres pi-diendo. Yo pensaba: ¡pobrecitos! Sólo lespude dar 75 céntimos. Otra vez mandéjuguetes y cosas a los niños pobres deotros países. Espero que se estén divir-tiendo con ellos. Ahora que me acuerdo,aquí al Colegio, traemos por Navidadmucha comida. ¡Qué pena me dan losniños que no tienen comida!

Ana Rodríguez

Días antes del Domund, aquí, en elColegio, los alumnos mayores, los de 2ºde Bachillerato, recorrieron las clasesde los demás escolares motivando a loschavales. También insistió en el temaun profesor que había pasado las vaca-ciones de verano en tierras de Misión.Les habló en concreto de un niño negri-to, Edelu, que vivía en África, abando-nado de su familia: “Chicos, ¿por qué nole escribís una carta y le mandamos al-guna ayuda? Yo sé la dirección”.

No se hicieron rogar: Querido Edelu,sé que eres un pobre niño de África, ypor eso te vamos a ayudar. Con todo eldinero y las cartas que te vamos a man-dar te alegrarás mucho. Además del di-nero y las cartas, yo te voy a mandarropa. Edelu, desde ahora nos puedesconsiderar como tus amigos.

Ernesto Riñón


en vuestras casas y ser más felices. Nosiba a encantar. Un abrazo.

Curro Lozano

La celebración de la Jornada Mun-dial de las Misiones aquí tuvo su en-canto. Y el dinero que se recogió, pasóde los 4.000 euros.

Para facilitar las cosas, bailaban lashuchas de una clase a otra. Hubo inclu-so quien pidió permiso a la Direcciónpara llevarla a su casa y traerla al díasiguiente mucho más llenita y cantari-na. Circulaba por todo el Colegio estelema: “En tiempos de crisis, torrentesde solidaridad”.

Abundaron los pequeños gestos. Enlas ventanas de los pasillos que dan alas clases aparecían fotografías de ni-ños de Bolivia y de África. La mayoríade ellos con una sonrisa amplia dibuja-da en la cara. Y esta inscripción: “Nues-tros pequeños gestos hacen posibles lossueños de los más pequeños”.

Por si todo esto fuera poco, lo que es-tos niños hicieron a los otros niños se lohicieron al Señor. Un modo fácil casidivertido de asegurarse elcielo.

✒ Alberto [email protected]

Sé que tienes que ir a buscar agua to-dos los días para tu familia. Mira, tevamos a ayudar todos los chicos y chi-cas de mi clase. En mi casa comemosmuy bien, pero yo siempre pienso en lospobres y en los niños como tú. ¡Ojalápudieses venir a este Colegio, que se lla-ma San Gabriel. Es el mejor del mundo.

María López

Mi nombre es Alejandro, ¿sabes? Ytengo nueve años. Siento mucho que ten-gas que recorrer todos los días dos kiló-metros para coger agua, pero yo te voy aayudar. Todos los niños de mi Colegioos vamos a dar dinero. Yo, desde ahora,voy a ser tu amigo, y seguro que algúndía podré visitarte. Un abrazo muyfuerte.

Alejandro Martínez

Querido Eldu, yo vivo en España y séque tú vives en Etiopía. También se quevas todos los días por agua para ti y tufamilia. También me han contado queeres el hombre de la casa. Tu historiame parece triste. ¿Te gustaría cambiar-la? Seguro que sí. Mira, aquí hemos ce-lebrado el día del Domund, Y como so-mos cristianos, vosotros nos importáismucho. Os hemos mandado dinero Aver si con ese dinero podéis tener agua


La moralidad primaria y primitiva: “Anuestra llegada a la selva, no existía nin-guna escuela. Cuando abrimos el primercentro educativo, llegaron a amenazarnosde muerte. Algunos hombres decían: “vie-nen a destruir nuestras costumbres. ¿Porqué no me voy yo a casar, a mis ochentaaños, con una jovencita de 8 ó 10? ¿Esque no tengo yo capital para “comprar” aquien yo quiera?”

En otro orden de cosas, se llegó hastaabatir-cazar a hombres o mujeres, some-tiéndolos a esclavitud permanente. Hastase llegó a afirmar que no eran seres hu-manos.

El panorama no resultaba nada fácil.Añádase a todo aquello la desconfianzahacia personas extranjeras. Con todo, losmisioneros pasionistas en la selva de Pe-rú, se embarcaron en la árdua labor mi-sionera, llegando a realizar una grantransformación en el orden religioso y so-

ciocultural. Anclados siempre enel carisma del fundador, San Pa-blo de la Cruz, arriesgaron y si-guen arriesgando vida y salud pa-ra que aquellas gentes llegaran atener “vida en abundancia”, y arecuperar su dignidad como per-sonas. Quien ama de verdad aCristo, y reflexiona sobre su vida,su pasión, muerte y resurrección,jamás se desentiende del herma-no sufriente, sea cual fuere.

✒ Aniceto Rey LópezLima, Perú, 2012

PÁGINA MISIONERA

Fueron nuestros misioneros en la selvadel Perú.

Jesús afirma: “Amarás al prójimo comoa ti mismo” (Mt 22,39). Ahora bien, paraamarlo, he de conocerlo, y conocerme biena mí mismo.

Al padre Pío Zarrabe, gran misionero,por muchos años, en la selva peruana, lepreguntaron un día: ¿Qué personajes haninfluido en su vocación misionera? Apar-te de la obediencia a mis superiores, per-sonajes importantes para mí han sido:Las abuelitas que en los caseríos cuida-ban a sus nietos, las mamás que atiendena sus hijos y además trabajan su huerta.Son verdaderamente importantes, aun-que no aparezcan en la TV, ni las radioe-misoras se ocupen de ellos”.

Resulta fácil vivir una religión “detemplo”, no tanto dar primacía a la mise-ricordia y a la compasión frente al her-mano pobre, explotado, deprimido, igno-rado y hasta engañado.

Esta realidad estuvo muy presente enla opción de los Misioneros Pasionistas deaños ha, y la siguen teniendo los de aho-ra, si bien, estos tiempos nuestros no sonya aquellos tiempos. Pero la realidad la-cerante aún sigue. Antes y ahora se danextranjeros, y también nacionales, ávidosde riqueza y poder, a base de “mano deobra barata”, sin el menor reparo en des-truir lo más sagrado y querido por lasgentes autóctonas, cual es la selva, sudespensa vital, dejando como secuela des-trucción y ríos contaminados.



Tengo una amigaque suele acabar al-gunas de sus frasescon la expresión “muybien”. Como vi que lohacía con bastantefrecuencia, me quedécon la copla y se lo co-menté. Ella, que esprofesora, lo achaca ala deformación profe-sional pues suele uti-lizar estas palabraspara motivar a susalumnos. Yo creo queva más allá de lo pro-fesional. Lo cierto es que aquellos“muy bien”, a mí me sonaron muybien.

No solemos reparar en las palabrasque utilizamos. Nuestro lenguaje nosólo habla a través de lo que decimos,sino de cómo lo decimos y por qué lodecimos. Como nuestra personalidad,vamos moldeando nuestra manera dehablar que se asemeja mucho a nues-tra forma de ser. Nos comunicamos dediferentes maneras, también con nues-tro cuerpo. Generalmente suele darseuna conexión entre estos elementos.Gente brusca utilizando palabrasbruscas, gestos bruscos; gente sencillaque se sirve de palabras suaves y ges-tos que en ocasiones rozan el aire y seacercan con delicadeza a otras perso-nas. Entre medias nos encontramos lagran variedad de seres humanos quepaseamos las calles y llenamos los es-pacios con sonidos.

Las muletillas, latiguillos o coletillasson esas expresiones, que utilizamos deforma repetida, hasta el punto que po-demos llegar a no ser conscientes deellas. Sirven como apoyo, que dirían los

MULETILLASlingüistas, pero con supermiso me desmarcoy las saco otro sentido.Cuando sirven parareforzar, al igualque las muletas, nossirven para andar yavanzar. Habría quedesterrar aquellasotras que entorpecennuestro camino y cre-cimiento.

Lo cierto es que atodos nos gusta quenos digan cosas agra-dables, lo que no nos

planteamos con tanta frecuencia es sinosotros también se las decimos a losdemás. Si uno lo piensa un ratito, nomucho, tampoco cuesta tanto ser unpoco amable. Expresiones como “gra-cias”, “me alegra oír que...”, “vales mu-cho” u otras en esa línea positiva, con-tribuyen a fomentar un ambiente másagradable.

Repaso algunas expresiones del Na-zareno y encuentro frases de ánimo co-mo “Tu fe te ha curado”; “Levántate yanda”. También es cierto que no teníapelos en la lengua con otras frasecitas,pero es que algunos se las merecían.Recuerdo el pasaje del hombre quetartamudeaba mucho al hablar y no lesalían las palabras, menos mal que Je-sús le dijo aquello de “Effatha” y se lesoltó la lengua. A distinto nivel y endistinta época, creo que casi todos ne-cesitamos un milagrito de este tipo pa-ra que broten de nosotros esas expre-siones que hagan oír a lossordos y hablar a los mudos.

✒ Juan Carlos Prieto [email protected]


Beca a Santa Gema Galgani(EnmemoriadelPadreLeandroG.Monge,Pasionista)

Agradecen y piden Favores a Santa Gema

Descansan para siempre en el Señor

Ángela Padorno (Madrid) 20 €Una devota (Madrid) 20 €Don Julián Cerrada Torres (Madrid) 10 €Ángel (Benavente, Zamora) 100 €Vicenta Cruz León (C. Real) 05 €Rosario M. (Madrid) 10 €Fernanda Salguero (Retamar, Badajoz) 10 €Gicia Araguete (Retamar, Badajoz) 05 €Marcelina Centeno (Valderas, León) 80 €Agustina Serrano (Siruela, Badajoz) 20 €Gregoria Cardeñosa (Siruela, Badajoz) 05 €

Esta Beca se destina a la formación de jóvenes aspirantesal sacerdocio y a la vida pasionista, en España y América.

Colaboradores y amigos de nuestras Misiones, ¡muchas gracias!

Ángel (Benavente, Zamora), Gloria de Antonio (Segovia),María del Carmen López Pablo y Familia (Quintanar dela Sierra, Burgos).

Cuantos agradecen y piden favores a Santa Gema,si desean salir en esta página deben dirigirse a

REVISTA PASIONARIO,C/ Leizarán, 24 - 28002 Madrid. Teléfono 915 635 407

http://www.libreriaelpasionariomadrid.com

Felipa López García (Cuenca), Esperanza Alonso Peña (Za-mora), Gregorio Alonso Peña (Zamora), Domingo García Díaz(Madrid), Juan José Muñiz (Burgos), Esperanza Ibáñez Pino(Toledo), Ana Jesusa Herguedas (Madrid), Manuel CorderoFernández (Asturias). En Zamora, Doña Felicidad García Gar-cía, madre del religioso pasionista, misionero en Panamá, P. JesúsCavero García. En Ames (A Coruña) ha fallecido D. Jesús Ma-nuel García Villacoba, a los 43 años. Ya descansa para siempreen el Señor, custodiado también por el Apóstol Santiago y pornuestra querida Sta. Gema. Él fue un ángel entre nosotros, en laamada tierra compostelana, nos escriben sus padres.

Por su eterno descanso celebramos la Santa Misaen el Santuario el día 14 de cada mes a las cuatro de la tarde.


¡ATENCIÓN,PORFAVOR!

Estimadosuscriptor,SiaúnnotienesabonadoelpreciodelasuscripciónaturevistaPasionario,

procuraponertealdíaalamayorbrevedad(porrazonescontables).Elpagoessiempreporadelantado.Elimportesiguesiendo,unañomás,13euros.

Al renovar lasuscripción, indicarsiempre losdatos,nombre,apellidos,di-reccióndelapersonaaquienllegalarevista.Esimportantequenosindiquencualquiermodificaciónen ladireccióndeenvío,nombre,calle,número,paraevitar devoluciones innecesarias, que siempre originan gastos y pérdida detiempo.Aveces,larevistanollega,ysenosdevuelve,poresemotivo.Puedenavisarnoscualquiercambio,anuestroteléfono:915635407, obien,porcorreoelectró[email protected]

Paranuevassuscripciones,anotar

Nombre: .........................................................................................................................................................

Apellidos: ......................................................................................................................................................

Dirección: ......................................................................................................................................................

Cód.Postal: .................................................................

Población: ..................................................................... Provincia: ..................................................

Teléfonos: .....................................................................................................................................................

Formasdepago

■■■■ Porgiropostala:RevistaPasionario • Bidasoa,11 • 28002Madrid

■■■■ Talónnominativo:RevistaPasionario • Bidasoa,11 • 28002Madrid

■■■■ Transferenciabancaria:aRevistaPasionarioBANCOPOPULARESPAÑOL

C/CNúm.:00751331230600027186

■■■■ Domiciliaciónbancaria

Muchasgraciasporsucolaboración


Peregrinos de

La Pedraja del Portillo (Valladolid)

Peregrinos deAlcuéscar (Badajoz)

Peregrinaciones al Santuario

Peregrinos de

Aceuchal (Badajoz)

Peregrinaciones al SantuarioPeregrinos deAranda de Duero (Burgos)

Escucha Israel, Pueblo elegidopor Dios, desde el comienzo.Él te llama y te habla,pues te ama con amor eterno.

Él te llama y te habladesde Belén; adóralo en secreto.

que su palabra y la tuyaconfluyan en dulce encuentro. (M.G.)

Escucha su voz sin paren los rumores del viento,en el latir de tu vida,y en el grito de su silencio.

Fo

to:

Mª

TE

RE

SA

AR

IAS

el verbo, palabra eterna de dios, ¡y hemos …

Documents