“El valle encantado”

Érase una vez un príncipe que nació en el seno de una familia muy afortunada que poseía todo lo que uno pueda desear.

Paso que al día siguiente de nacer el príncipe un desagradable acontecimiento sucedió.Un carruaje real transportaba al bebé y sus padres a su otro hogar junto a un gran lago donde había infinidad de especies distintas de peces,dragones amaestrados y sirenas.

El lago era como un gran mar en el que se perdía la vista en el horizonte a los reyes le encantaba ese lugar pues podían soñar y dejar volar su imaginación.

Por las noches el lago se calentaba debido a unos animales gigante con forma de ballena que parecían

bombillas encendidas, caía también en ocasiones lluvia y cuando caía fuera de noche o de dia se podía ver un gran arcoiris que resplandecía en forma de escalera que lleva al cielo.

Lo que pasó en el camino hacia su otro hogar fue algo triste y a la vez increíble. El bebé que iba en una cesta cerrada llena de mantitas acolchadas se cayó del carruaje cuando pasaba un río, un bache había golpeado bruscamente la

rueda del vehículo, los padres que iban dormidos,no se dieron cuenta hasta un minuto después cuando la briza de la puerta abierta golpeaba fuertemente.

Todo el reino tras el suceso busco al pequeño por todos lados incluso en el río hasta su final , pero nadie lo encontró.

EL bebé fue a parar a los brazos de un troll llamado Tralkaro al que nadie había visto ni nadie sabía de su existencia. Este ser cogió al niño tras haberlo visto en el río cuando pasaba por ahí , pues era su hora de recolección de rosellas en el bosque.

Llevó al niño a su guarida subterránea lo cuido y luego lo esclavizo para que hiciera todas las tareas que él odiaba hacer, es decir, todas.

El pobre Frencis que así le pusieron sus padres los reyes llevaba una vida triste aburrida y sin ilusiones, todo lo que conocía era trabajar, dormir y volver a trabajar.

Un dia

antes de la hora del té cuando Frensis solía ir al bosque encantado para coger las raíces favoritas del troll para hacerle una infusión miró hacia arriba y vio un arcoiris que lo iluminaba todo ,este efecto hacía que todo se viera de otro color.

EL muchacho se sintio bien, cogio mucho aire y de repente le vino un pensamiento, una idea, una ilusión, todo lo que conocía hasta ese momento era un mundo subterráneo oscuro y húmedo, a ese troll y el trabajo de cada día,

pero lo que le vino a la cabeza cambió su punto de vista soñó con vivir en un gran castillo con mayordomos que le sirvieran, con baños calientes en su dormitorio, con un caballo de grandes alas para explorar el firmamento, pero sobre todo soñó con una familia que le quisiera.

Ya

habían pasado 15 años desde la desaparición de Frensis y sus padres todavía le recordaban y añoraban en todo ese tiempo los reyes pensaron en en todo lo que su hijo habría deseado tener y construyeron otro castillo en lo alto de la colina en su honor con baños calientes en los dormitorio, salones de juegos y un inmenso jardin con arboles frutales.

Un día Frensis mientras pintaba una escultura de madera hecha por un artesano esclavo del propio trol echó a correr sin pensarlo en una oportunidad cuando el trol estaba en su baño habitual.

El muchacho solo pensaba en que poseía un caballo con grandes alas mientras corría perseguido por unos soldados veía la salida, las verjas se estaban cerrando se lanzó y por unos centímetros no le alcanzó en el pie izquierdo el puntiagudo filo de la verja.

Estaba en la superficie eran las dos de la madrugada todo estaba oscuro, corria,corria sin descanso jadeando de cansancio solo pensaba en volar huir de ahí y no volver nunca había cambiado en su manera de percibir, había aprendido a soñar y nada ni nadie podía arrebatarle sus deseos.

Frensis miró hacia atrás para ver y si le perseguía alguien y se dio un golpe en algo blando que le tiró al suelo, desconcertado el muchacho miró hacia arriba lentamente pensando en su cruel destino ,pues suponía que sería un trol soldado que le llevaría de vuelta su pesadilla, de repente se le abrieron los ojos tanto a Frensis que parecía que se le iban a salir.

En frente del había una criatura de un blanco puro con unas alas enormes que tenía cada una tres metros de longitud, era un caballo que relinchaba y parecía estar esperando a que se montaran en su lomo,para partir de aquel lugar, sin pensarlo un instante el muchacho saltó al caballo y despegaron produciendo un terrible huracán que hizo que los soldados troll cayeran al suelo desconcertados.

Frensis volvió a su hogar y comprendió que los sueños se hacen realidad solo si tienes un deseo ferviente hacia ellos y los imaginas constantemente, todo lo que tenía que hacer era pensar en lo que realmente quería y aquel lugar se lo proporcionaría y es así…. cómo vivió Frencis junto a su familia y amigos el resto de sus días con ilusión, sueños y pensando que todo es posible para el que cree.

FIN