el trafico de esclavos en chile en el siglo xviii[1]

49
El tráfico de esclavos en Chile en el siglo XVIII Introducción Dentro de la historiografía de Chile, la influencia positivista ha sido la más fuerte. Si bien su aplicación como metodología ha favorecido la deducción partiendo de hechos históricos y la credibilidad relativa ante las afirmaciones, por otro lado, la filosofía posi- tivista ha creado confusionismo al atribuir al individuo el protagonismo en los fenóme- nos sociales y limitar el principio de causalidad al observar en el campo de la historia una sucesión continua de hechos. Otro problema historiográfico se ha derivado de la valoración que se le ha atribuido a las leyes de Indias en el conocimiento de la historia colonial, en este sentido habría que resaltar que un cuerpo legal por sí mismo no puede interpretar satisfactoriamente una sociedad. Los problemas del diario vivir de los ricos y de los pobres se perciben en el análisis de los documentos notariales, pese a su estilo lacónico, pero que en su conjunto logra delinear una sociedad distinta a la que han definido los historiadores positivistas. En la investigación de los archivos notariales se palpan relaciones socio-económicas cuyas proyecciones políticas aún no se han aquilatado. Habría que revisar hasta dónde las me- didas reformistas de la monarquía borbónica obedecieron al pensamiento ilustrado y en qué medida influyó una burguesía colonial de comerciantes cuya prosperidad se de- bía especialmente a sus vinculaciones con el mercado del mundo capitalista. Dentro de este mercado los esclavos como mercancía desempeñaron un papel relevante. Santia- go de Chile, enclavado entre Lima y Buenos Aires, experimenta modificaciones en su estructura socio-económica durante el siglo XVIII y quienes ejercen el comercio necesi- tan mayor liberalidad en el campo de las relaciones internas y con los mercados exteriores. En general, la sociedad colonial no se caracterizó por el signo de la apacibilidad. Por el contrario fue tremendamente conflictiva. Con frecuencia las ciudades fueron arrasa- das por los levantamientos de los indígenas que reducidos a la miseria pretendían derrocar a las autoridades representativas del poder de los encomenderos. Los otros problemas fueron el bandidaje y el alcoholismo, fruto también del estado de pobreza de las mayo- rías. Pero, lo más inquietante para la Corona resultó el permanente bloqueo de las cos- tas y pasos cordilleranos por piratas y contrabandistas. Sin embargo, fueron los conflic- tos sociales acaecidos en el Perú los que más influyeron en las modificaciones políticas imperiales, especialmente después de que sus informadores oficiales advirtieran de los errores administrativos de la Corona. La escasa presencia de la mano de obra esclava en el trabajo productivo y la menor

Upload: carolina-gonz-prouvay

Post on 03-Oct-2015

223 views

Category:

Documents


3 download

DESCRIPTION

Colonial

TRANSCRIPT

  • El trfico de esclavos en Chile en el siglo XVIII

    Introduccin Dentro de la historiografa de Chile, la influencia positivista ha sido la ms fuerte.

    Si bien su aplicacin como metodologa ha favorecido la deduccin partiendo de hechos histricos y la credibilidad relativa ante las afirmaciones, por otro lado, la filosofa posi-tivista ha creado confusionismo al atribuir al individuo el protagonismo en los fenme-nos sociales y limitar el principio de causalidad al observar en el campo de la historia una sucesin continua de hechos.

    Otro problema historiogrfico se ha derivado de la valoracin que se le ha atribuido a las leyes de Indias en el conocimiento de la historia colonial, en este sentido habra que resaltar que un cuerpo legal por s mismo no puede interpretar satisfactoriamente una sociedad.

    Los problemas del diario vivir de los ricos y de los pobres se perciben en el anlisis de los documentos notariales, pese a su estilo lacnico, pero que en su conjunto logra delinear una sociedad distinta a la que han definido los historiadores positivistas. En la investigacin de los archivos notariales se palpan relaciones socio-econmicas cuyas proyecciones polticas an no se han aquilatado. Habra que revisar hasta dnde las me-didas reformistas de la monarqua borbnica obedecieron al pensamiento ilustrado y en qu medida influy una burguesa colonial de comerciantes cuya prosperidad se de-ba especialmente a sus vinculaciones con el mercado del mundo capitalista. Dentro de este mercado los esclavos como mercanca desempearon un papel relevante. Santia-go de Chile, enclavado entre Lima y Buenos Aires, experimenta modificaciones en su estructura socio-econmica durante el siglo XVIII y quienes ejercen el comercio necesi-tan mayor liberalidad en el campo de las relaciones internas y con los mercados exteriores.

    En general, la sociedad colonial no se caracteriz por el signo de la apacibilidad. Por el contrario fue tremendamente conflictiva. Con frecuencia las ciudades fueron arrasa-das por los levantamientos de los indgenas que reducidos a la miseria pretendan derrocar a las autoridades representativas del poder de los encomenderos. Los otros problemas fueron el bandidaje y el alcoholismo, fruto tambin del estado de pobreza de las mayo-ras. Pero, lo ms inquietante para la Corona result el permanente bloqueo de las cos-tas y pasos cordilleranos por piratas y contrabandistas. Sin embargo, fueron los conflic-tos sociales acaecidos en el Per los que ms influyeron en las modificaciones polticas imperiales, especialmente despus de que sus informadores oficiales advirtieran de los errores administrativos de la Corona.

    La escasa presencia de la mano de obra esclava en el trabajo productivo y la menor

  • 112 influencia africana en la composicin tnica del pueblo chileno, comparado con otros de Hispano Amrica son algunos antecedentes utilizados para afirmar la nfima signifi-cacin de la esclavitud en Chile. Sin embargo el gran nmero de transacciones y otros documentos notariales relativos a esclavos despiertan dudas sobre esa afirmacin. Por otro lado, los altos ingresos con que se beneficiaron los traficantes y la especial protec-cin que la Corona les brind son argumentos inquietantes para revisar el problema de la esclavitud en Chile durante el Siglo XVIII. Es posible que la confusin provenga de la estructura econmica de la poca. Chile se caracterizaba por una economa simple y dependiente, basada fundamentalmente en actividades agropecuarias dentro de la institucin del latifundio y en una minera de bajo rendimiento sujeta a las imposicio-nes de los comerciantes de Lima. La casi totalidad de los productos elaborados eran im-portados. La clase trabajadora, originada en el mestizaje de indgenas y espaoles era mas que suficiente para las exigencias del mercado. Por consiguiente, la utilizacin del esclavo en el mayor nmero de los casos fue de sirviente domstico tanto en las socieda-des urbanas como en la vida rural.

    Queda, por consiguiente, explicar histricamente el motivo de la sostenida afluencia de esclavos al territorio de Chile proveniente de las costas atlnticas y que continuaron rumbo al altiplano peru-boliviano. Valoracin necesaria por sus proyecciones en los or-genes de la burguesa.

    Los traficantes

    El desarrollo de la Revolucin Industrial cont, como elemento fundamental, con la materia proveniente del trabajo de los esclavos, destinada a los centros fabriles de Euro-pa Occidental, cumpliendo el papel de materia prima. Desde los primeros das de la Conquista el rpido descenso de la poblacin indgena en vastos territorios del Conti-nente Americano, contribuy al ingreso de millares de africanos, movimiento que se prolong hasta entrado el Siglo XIX. Estos africanos, en calidad de esclavos, en muchos lugares superaron a la poblacin blanca e indgena, como fue en Amrica Central, es-pecialmente en Cuba, La Espaola. En Amrica del Sur, la mayor concentracin de negros se produjo en Per, destinados a la explotacin de los metales y produccin del azcar.

    Holanda e Inglaterra, primeros centros del capitalismo

    Holanda e Inglaterra fueron los pases que desde el Siglo XVI utilizaron la mayor parte de la produccin americana.

    Estos Estados desarrollaron una burguesa, dentro de las operaciones mercantiles, industriales y de las especulaciones financieras.

    En Holanda, la diversificacin de la industria se manifest a travs de la especializa-cin de centros metalrgicos, mineros y textiles, adems astilleros de relevante produc-cin. Anexo a estas actividades proliferan plazas comerciales e instituciones de crdito en Amberes y Amsterdam. En Inglaterra, aunque se produjo un proceso similar, los que se aplicaron a la industria y la banca fueron miembros de la misma clase feudal y por ese motivo se les llam los nuevos nobles, quienes montaron primeramente in-

  • 113 dustrias metalrgicas y de armamentos y mas tarde textiles de lana, seda y algodn, este proceso se desarrolla vinculado al comercio de los portugueses, los que suministra-ron la materia prima.

    Ya en el siglo XVI se delinean los distintos sectores de la burguesa, del comercio, de la industria y de las finanzas.

    La adopcin de la democracia como sistema poltico de esta nueva clase social, se ori-gina principalmente por las decisiones de inters comn que los gremios deban resol-ver. En cuanto a la existencia de la esclavitud, la burguesa la consider una institucin lgica dentro del sistema democrtico. Esta situacin aparentemente paradojal la expli-ca satisfactoriamente Genovese, destacando que las relaciones entre amo y esclavo se engendraron dentro de cualidades antitticas necesarias para determinadas prcticas econmicas...'

    La puesta en prctica del comercio de esclavos se produjo con el apoyo de la Corona espaola, los agraciados con las licencias deban ajustarse a normas especficas del mo-nopolio comercial. Algunas de ellas recibieron el nombre de asientos y fueron entrega-das en el mayor nmero de casos a entidades que gozaron del monopolio en una regin durante un perodo largo. En torno a la esclavitud se produjeron situaciones polmicas en las mismas esferas gubernamentales. La posicin de trascendencia histrica fue la adoptada por Bartolom de las Casas, quien combati el rgimen de encomiendas y propuso la inmigracin de un controlado nmero de esclavos como fuerza de trabajo. La influencia de la sociedad capitalista en ascenso, que vio en el trfico de esclavos un negocio promisor, fue ms convincente que las teoras moralistas. Los monarcas espao-les otorgaron licencias y derechos de asientos para el trfico de esclavos, pero a su vez ste adquiere mayoritariamente un carcter ilcito que proporciona cuantiosos benefi-cios a quienes lo realizan.

    La actitud de Las Casas en relacin con los pueblos africanos e indgenas americanos ha despertado serias polmicas. Hoffner, citado por Losada, explica satisfactoriamente este punto de vista: Partiendo de la mentalidad de la poca... pudieron contribuir a que se considerase al negro como el tipo de pueblo esclavo por naturaleza, segn la doctrina de Aristteles...2

    La defensa del indio americano por Las Casas y otros miembros clericales y seglares se tradujo en una nutrida legislacin, aunque la realidad no siempre se ajust a esos principios jurdicos, ya que la disminucin progresiva de la poblacin indgena ameri-cana fue el mayor estmulo para el aumento del trfico de negros.

    La presin por parte de los colonos y miembros de la Administracin del Imperio en Amrica demanda la urgencia de aumentar el envo de negros por la escasez de fuer-zas de trabajo.

    En torno a este comercio surgen personas de diferentes clases sociales y oficios: inver-sionistas, maestres de barcos, funcionarios pblicos, propietarios de tierras y minas, en torno a quienes se movan otros crculos de personas que aprovecharon del negocio. Siendo

    ; Genovese, op. cit., pgs, 13 y 16.

    2 Losada ngel, op. cit., pg. 208.

  • 114 Carlos V originario de Flandes, estuvo muy vinculado a sus coterrneos y gran nmero de sus empresas polticas y militares fueron financiadas por banqueros flamencos, pronto ellos seran agraciados con las primeras licencias de trfico de esclavos.

    Durante el siglo XVI, muchos de los conquistadores participaron activamente en estas tareas, como en el caso de Pascual Andagoya, uno de los fundadores de Panam quien el 24 de Enero de 1539 puede trasladar cincuenta esclavos negros a Amrica segn reza la licencia3. La zona caribea fue en ese siglo centro de concentracin de expedi-cionarios que se dispersaron en distintas direcciones del continente americano en bs-queda de riquezas, empresas riesgosas en las que utilizaron un nmero considerable de esclavos. Por otro lado, debido a la influencia de las Casas y la legislacin prohibitiva de la utilizacin de los indgenas como fuerza de trabajo esclavista, se introducen du-rante este perodo africanos en cantidades crecientes para la explotacin minera y la produccin del azcar. Durante el ao 1539 se otorga otra licencia, para trasladar 150 negros a La Espaola para ayudar a las obras del hospital.4 En el ao 1540 el nmero es de trescientos esclavos para enviar a Honduras. *

    Las conquistas que Espaa inicia bajo un rgimen seorial con el transcurso del tiem-po no modifican seriamente su estructura poltica. Las riquezas contribuyen a reforzar a las clases altas. La administracin estatal adquiere dimensiones monstruosas, caracte-rstica que no obedece tanto a las necesidades del mantenimiento del imperio como a Jos favores que el rey otorga a los hidalgos empobrecidos. Esta clase de burcratas est comprometida con el rey y con los seores, por consiguiente su papel ser robustecer el rgimen establecido.

    A travs de las encomiendas se transplanta a las colonias el rgimen seorial. La evan-gelizacin fue un medio por el que los indgenas adquirieron el compromiso de contri-buir a sus seores con especias, dinero y prestacin de servicios.

    En el siglo XVII, en el imperio espaol, se acentan los efectos nocivos de la poltica monopolista y el contrabando ejercido por franceses e ingleses mayoritariamente. Espe-cialmente en Chile y la zona roplatense la pobreza alcanzaba hasta las mismas clases altas debido a la dependencia directa que estas zonas tenan de las autoridades limeas. En esa ciudad los comerciantes fijaban a su arbitrio las condiciones del mercado. El ase-dio sostenido de la piratera y el contrabando desgast la misma base del imperio espa-ol; por otro lado fueron instituciones que contaron con el estmulo de sus gobernantes y con la complicidad de los empresarios quienes consideraron a estas actividades el modo seguro de surtirse de materias primas.

    Slo en la segunda mitad del siglo XVIII se produce en Espaa el despertar indus-trial, fruto del esfuerzo mancomunado de empresarios y polticos. Datan de ese proceso la industria textil de Brihuega, Guadalajara, Talavera. Fbrica de algodn en Catalua y sederas en Valencia y Granada. En Cdiz y Cartagena se construyeron astilleros6. Para satisfaccin de los industriales espaoles se aplica el Reglamento del Comercio Libre

    } Coleccin Mata Linares.

    4 Coleccin Mata Linares.

    5 Coleccin Mata Linares.

    6 Contreras R. op. cit., pag.

  • 115 de 1778 a fin de facilitar la comercializacin de las manufacturas en las colonias. A su vez se consigue eliminar la intervencin de las autoridades limeas. La apertura de los puertos de Concepcin, Arica ademas del de Valparaso permite a los comerciantes de Chile la relacin directa con los de la metrpoli. Estas medidas repercutieron favorable-mente en los agricultores.

    Entre tanto la moderna industria espaola entr a competir en el mercado de su Imperio con las extranjeras. Mercado que por entonces estaba sobresaturado y con una capaci-dad de compra decreciente. Adems, en las colonias hispanoamericanas se haba despertado una fuerte admiracin hacia los comerciantes extranjeros y en sus prcticas liberales vean un cmulo de virtudes que ms tarde influiran en sus sentimientos independentistas. La actitud admirativa se prolong durante el perodo republicano. Un distinguido intelectual argentino despus de una visita en el ao 1842 a los muelles de Valparaso escriba: Los pueblos comerciantes son siempre los ms amantes de la libertad, que es la base de su existencia y de sus especulaciones. Desde que la Holanda tuvo algunos almacenes, desafi y burl el poder colosal de la Espaa, rica de hombres entonces, seora orgullosa de medio mundo, pero enemigo dbil en presencia de un grupo de comerciantes. No fue menos libre la Inglaterra desde que sus bajeles cubrie-ron los mares...7. Con anterioridad a las guerras de Sucesin (1701-1714), comercian-tes, armadores y polticos britnicos, estuvieron de acuerdo en la vigilancia de determi-nados lugares estratgicos de las costas a fin de penetrar en el interior de las colonias de Espaa cuyas materias primas juzgaban indispensables. Para ello consolidaron desta-camentos militares en el mar Caribe por el Norte y el estrecho de Magallanes por el Sur.

    En este perodo el gobierno espaol dicta una abundante legislacin a fin de prote-ger su Imperio, pero que a su vez es reveladora de las diferentes presiones polticas de la poca, primero de Inglaterra a travs del tratado de Utrecht y ms tarde de Francia mediante los Pactos de Familia. El 28 de Diciembre de 1715, al Virrey del Per tocante a la nueva prohibicin que no se contine con el comercio ilcito a fin de que en esta razn asegurar de Francia de prohibir por nueva orden a los vasallos de aquella Corona bajo penas capitales el expresado comercio.8

    9 de Noviembre de 1718... a los referidos comerciantes franceses que residen en mis dominios que de ninguna manera se pasar a la confiscacin de sus bienes.9

    El Imperio espaol sufra en esos aos las dificultades propias del atraso tecnolgico y de una ausencia de voluntad firme para derrotar a los enemigos. El xito de las incur-siones de la piratera y el contrabando radic, entre otros motivos, en la buena acogida que tuvieron las mercancas que se introdujeron por esos conductos. Durante algunos perodos esos medios ilegales fueron las nicas formas de abastecimiento. El motivo his-trico de este problema fue la inexistencia hasta mediados del siglo XVIII de un proce-so manufacturero en la metrpoli capacitado para cubrir las necesidades del Imperio. Los errores del monopolio comercial repercutieron con el tiempo en la misma estabili-dad poltica. As, por ejemplo, por muy simple que fuera el proceso productivo, cual-

    7 Sarmiento, op. cit., pg. 49-

    8 Muro Orejn A. op. cit., pg. 464,T. II.

    9 Ibid. pg. 549-

  • 116 quier iniciativa manufacturera era duramente reprimida, 4 de Noviembre de 1711, Al Arzobispo y Cabildo de la Iglesia de Lima, que concurra por su parte que no se ejecu-ten providencias del Virrey, a fin de cerrar los obrajes, batanes, trapiches, que no se hubieran abierto con licencia de S.M. o compustose con ella o con el Concejo. Cdulas idnticas se extienden a Buenos Aires, Concepcin y Santiago de Chile.10

    Siendo la agricultura la base de la economa chilena, sta tropez con las dificultades propias del sistema que le impidieron el desarrollo satisfactorio, como fue la dependen-cia de los comerciantes limeos y la escasez y alto costo de las herramientas para el labo-reo. La minuciosa contabilidad que se haca de ellas en inventarios y testamentos ilustra esta afirmacin, 12 de Septiembre de 1780, Chcara ubicada a dos leguas de Santia-go... 6 azadones, 6 palas, 1 barreta, 6 echonas. " En el trabajo minero la insuficiencia de instrumentos fue un problema tan agudo como las trabas legales. Por consiguiente el trfico de esclavos se presenta, para una gran cantidad de personas, como solucin en un escenario tan limitado. Con la complicidad de funcionarios aduaneros y de otras ramas de la administracin los colonos burlaron algunas de las disposiciones impositi-vas, modalidad comn que se aplic desde los mismos lugares de embarque de los esclavos. Esas formas comerciales han contribuido al desconocimiento de cifras exactas relativas al trfico. Por lo dems en Cdiz, Sevilla y otros puertos, a los barcos negreros se aplic la medida de tonelaje y no de individuo. Los historiadores, en el presente slo sealan cifras aproximadas en relacin al trfico de esclavos. Kamen calcula que en el siglo XVII por el Atlntico ingresaron a Amrica 2.750.000 negros12. Quienes fomentaban este comercio lo hicieron para procurarse los metales y cueros del cono sur de Amrica. Por este motivo el ingreso de esclavos fue incesante y en ciertos momentos sobrepas a la demanda, segn testimonio de la legislacin de entonces que adverta del exceso de negros en Buenos Aires por el contrabando, 14 de Octubre de 176013.

    Tanto en el trabajo minero como en las labores agropecuarias los esclavos del cono sur fueron incorporados en las mitas aunque sin percibir salario. A efectos de lograr el mximo aprovechamiento, los conquistadores impusieron extremo rigor en el rendi-miento de la mita, desatendiendo la legislacin protectora vigente en el siglo XVI. La mita fue una tradicin incaica, modalidad que en la prctica se tradujo en trabajo obli-gatorio y forma de pagar contribuciones al Estado. En la desaparicin de millares de personas integradas en las mitas se explica el sostenido trfico de esclavos. A travs de la compaa de Guinea, Francia mantuvo el monopolio desde mediados del siglo XVII hasta el ao 1713, cuyo control indiscutible lo tuvo Inglaterra, a partir de entonces ad-quiere agilidad, pese a las frecuentes guerras contra el Imperio espaol el comercio se prolong a travs de representantes de otras naciones y de asociados locales. En el cono sur el asiento ingls de Buenos Aires fue la institucin ms poderosa de la trata de es-clavos. Los portugueses desde el siglo XVI aprovisionaron a los traficantes de la mercan-ca humana organizando verdaderas caceras en las costas occidentales de frica. Pero, en el siglo XVIII se haba facilitado esta tarea, disponiendo comarcas de raza negra en

    io M. Linares. T.CI ff 402-402. 11

    Escribano, pg. 789. 12

    Kamen, op. cit., pg. 125. 'i Coleccin M. Linares T. LXVIL. f. }2.

  • 117 lugares vecinos a los centros de produccin ms destacados. Este fue el caso de Sacra-mento, cuya posesin fue objeto de disputa entre Espaa y Portugal y que surti al asiento ingls en Buenos Aires, entidad tan poderosa y que adquiri tal autonoma que ya no dependa sino de la diplomacia. u

    Los precios bajos de los esclavos fueron un factor tan importante para Buenos Aires que desplaz a Lima como centro monopolista y favoreci la salida del cuero que de-sempe entonces mltiples funciones en los mercados, como materia prima muy apre-ciada en los centros fabriles de Europa, medio de intercambio por esclavos y carga para los barcos negreros en su viaje de retorno de Buenos Aires.

    En este sentido, los traficantes contaron con el benvolo amparo de la Corona espaola:

    Real Orden del 11 de Abril de 1788 Comunicacin a la Administracin de la Aduana de Buenos Aires de la Real Orden del 11

    de Abril por la que se autorizaba a la Compaa de Filipinas para que embarque diversos artcu-los para el viaje de regreso que llevaba negros desde Londres a Buenos Aires15

    El comercio del cuero se realiza en ese entonces dentro de las formas tpicas del capi-talismo de la poca. Los comerciantes europeos y sus intermediarios de la zona riopla-tense y aledaos, provocaron un verdadero arrasamiento de los cueros bajo la mirada de las autoridades imperiales interesadas en la internacin de esclavos. De este modo la materia prima lograda con el trabajo de indios y, especialmente, negros resultaba para los empresarios a un costo nfimo.

    Real Orden del 7 de Febrero de 1798... Real Orden comunicada por don Francisco Saavedra al Virrey de Buenos Aires sobre el Comer-

    cio de Negros y permita traer cueros clandestinos a Hamburgo y libre de derechos reales... 16 Real Orden comunicada al Virrey de Buenos Aires del 12 de Abril de 1798. Real Orden sobre que el Comercio de Negros se prorrogue durante dos aos y los

    extranjeros puedan sacar cueros y otros efectos.17

    El cuero, transportado a los centros fabriles e industriales de Europa para ser transfor-mado en objeto de consumo, fue realizado con medios de explotacin intensa del obre-ro europeo, con la finalidad del lado empresarial de obtener la mayor plusvala.

    Este tipo de explotacin repercuti en una situacin econmica ruinosa en las colo-nias de Espaa. Las ganancias obtenidas por las compaas comerciales fueron inverti-das, en general, en las industrias que se desarrollaban en Europa Occidental, contribu-yendo en forma importante a la acumulacin creciente del capital.

    Concentracin de capitales a travs del trfico de esclavos La importacin de esclavos desde mediados del siglo XVIII se caracteriz por

  • 118 operaban con el Puerto de Buenos Aires. Esta ciudad convertida en capital del Virreina-to del Ro de la Plata, cuya fundacin tarda (1770) cont con la oposicin fuerte de las clases altas de Lima, por la competencia que vieron en los asuntos comerciales. La creacin y existencia de este Virreinato se debi a la tenaz insistencia en los crculos de la Corona, tanto por los comerciantes residentes en Buenos Aires, como por los poderosos agentes de las empresas extranjeras que vieron en esa regin geogrfica bue-nas expectativas para sus operaciones.

    La internacin de esclavos se hizo a travs de licencias reales, segn los datos inclui-dos en la Coleccin Mata Linares. Entre los aos 1782 y 1800 se haban concedido 28 licencias. Llama la atencin que entre los aos 1795 y 1796 no hay referencias sobre esto.

    Si este hecho no tiene por causa un error de recopilacin histrica u omisin de tipo administrativo, la explicacin podra encontrarse en que la internacin de esclavos durante ese tiempo se realiz al margen de las autoridades.

    Los esclavos estipulados en las 28 licencias oscilan entre 228 y 1500 ms, nmero excesivamente alto si se tienen en cuenta los datos demogrficos referidos a la poca en esa zona de Hispano Amrica. La explicacin podra encontrarse en que el Rey daba a los comerciantes un amplio margen dentro de sus posibilidades. Tambin estas cifras pudieron ajustarse al alto ndice de mortalidad en los esclavos, como al bajo crecimien-to vegetativo.

    La Corona de Espaa, antao tan celosa en confiar slo en sus subditos las funciones de comercio, en estos aos se manifiesta generosa con los extranjeros, influenciada por la teora del liberalismo comercial. De las 28 licencias, slo en 8 de ellas se menciona la nacionalidad de los comerciantes; 5 de stos son portugueses, uno es vecino de Bra-sil y otro es ingls. El comerciante espaol es de Puerto Real.

    El papel de los portugueses en el comercio mundial en el siglo XVIII es trascendente. Un gran nmero de ellos se ocuparon en transportar mercancas que beneficiaron al capitalismo en ascenso, como fueron el atesoramiento de materias primas provenientes de diversos continentes y la conduccin de los esclavos hacia Amrica. Este fenmeno explicara que frente a los numerosos conflictos que entonces mantuvieron las poten-cias, Inglaterra logr en Portugal un aliado.

    La Corona, estimulada tanto por los ingresos tributarios como por la animacin que cobraba el comercio en general, con el trfico de esclavos, aprovech todas las oportu-nidades que se presentaron para mantener la internacin de stos en su territorio,

    Licencia otorgada en... 1783 a don Nicols de Acha... quien har pasar a Ro de Janeiro a cobrar una dependencia la cual no deber traer ms que en esclavos, siempre que no lo verifique en dinero efectivo y por ningn concepto en otro producto de aqul pas como lo pretenda el citado Acha 18

    Desde los inicios del siglo XVIII las Compaas comerciales fueron desplazando a Portugal y a Espaa en la comercializacin de los productos de frica y Amrica. En los primeros tiempos de sus existencia estas compaas estuvieron controladas princi-palmente por capitales holandeses, posteriormente se incorporaron Francia e Inglate-

    ' Coleccin Mata Linares, T. CX, f. 424.

  • 119 rra. Los largos conflictos europeos en los siglos XVII y XVIII tuvieron su principal causa en las rivalidades entre los Estados, por apoderarse de las riquezas de frica y Amrica. Tanto o ms decisivo que el resultado de esas guerras que exterminaron a millares de europeos, fue la intervencin de las compaas comerciales. Estas eran empresas priva-das cuya estructura gil estuvo encaminada a acrecentar su capital adoptando modali-dades como las acciones y otros ttulos que representaron los intereses de los asocia-dos. Aunque algunas de estas Compaas fracasaron, en suma lograron apoderarse de la mayor parte de las riquezas del mundo. Los Estados donde ellas actuaron, garantiza-ron su actuacin, proporcionndoles el respaldo de flotas y ejrcitos cuando fue necesario. El Estado espaol, a cuya cabeza estaba entonces la dinasta borbnica, favoreci los negocios de las empresas esclavistas, y el Rey aparece celoso guardin de los intereses de estas compaas,

    Cdula real... del ao 1703 . .para que las autoridades de los puertos velen por el cumplimiento del asiento (ingls) en la introduccin de negros ajustado con la Compaa de Guinea de Francia... 19

    Existi una estrecha vinculacin entre las compaas comerciales y la banca. Con el transcurrir del tiempo estas compaas ejercieron el monopolio sobre los productos que tenan mayor demanda, por lo que su organizacin se fue diversificando en varias ra-mas; la trata de esclavos fue una de las principales de ellas.

    La supremaca de Inglaterra El asiento ingls de Buenos Aires fue una de las instituciones con que mayormente

    comerciaron las compaas de esclavos. Su trayectoria est muy ligada al robustecimiento del comercio de la zona rioplatense y a la supremaca de Inglaterra en la vida econmi-ca mundial. Surge precisamente en el ao 1713 a raz del Tratado de Utrecht, el cual establece el poder martimo de los ingleses en el Ocano Atlntico, que signific la supremaca sobre el Imperio espaol y el control de las rutas de las mercancas ms apre-ciadas entonces, entre ellas los esclavos.

    Los conflictos de las potencias en esos aos tuvieron como uno de los motivos ms importantes el control del comercio, asunto que muchas veces desemboc en confla-graciones. Un motivo que influy en una de las guerras entre Espaa e Inglaterra, fue la aspiracin de los comerciantes de Bristol y de Londres de obtener mayores facilidades del Gobierno de Espaa para el comercio de los esclavos. Por ese entonces, la Corona se neg a tales pretensiones y el asiento Ingls transitoriamente dej de existir (ao 1739), aunque su influencia se prolong mucho ms all del siglo XVIII.

    Una de las finalidades importantes del asiento Ingls, fue la de proveer de esclavos a los centros agrcolas y mineros del Virreinato del Per. Buenos Aires es entonces un escenario de gran actividad, puerto principal de la salida del oro y la plata del Altipla-no, del cuero y los cereales de la zona rioplatense y aledaos, y del azcar del Virreinato del Per.

    w Coleccin Mata Linares, T. CI, f. 138.

  • 120 La dependencia del Imperio espaol

    En Espaa durante el siglo XVIII existi un movimiento encaminado a modernizar las estructuras econmicas del Imperio. Muchos fueron concientes de la contradiccin entre la vastedad del territorio y la pobreza de su gente. Hernndez y Prez de Larrea, Cannigo de Zaragoza, en 1801 se esfuerza por difundir las tcnicas nuevas agrcolas e industriales20

    En la segunda mitad del siglo proliferaron las sociedades econmicas, entidades pri-vadas que desarrollan investigaciones tericas y prcticas para mejorar las condiciones de la poblacin, sobre la manera de abonar la tierra con marga... en especial sobre el perfeccionamiento de la metalurgia.21 De estos esfuerzos la Corona se hizo eco muchas veces. Sin embargo, este movimiento progresista tuvo un carcter minoritario, los crculos vinculados con los intereses forneos fueron ms poderosos.

    En la medida que se avanzaba en el siglo XVIII, las liberalidades concedidas a los crculos vinculados con esos intereses extranjeros eran mayores.

    ...en el ao 1788... se concede autorizacin a la Compaa de Filipinas de embarcar diversos artculos para el viaje

    de regreso de los navios que llevan negros desde Londres a Buenos Aires...22

    En el ao siguiente, estas facultades se amplan indefinidamente,

    ...ao 1789-se concedi a la Compaa de Filipinas libertad de derechos para la introduccin de negros

    llegados en los navios portugueses...2}

    Estas medidas precedieron al cierre de la Casa de Contratacin (1503-1790) que des-de los albores del siglo XVI controlaba la aplicacin del principio del Monopolio Comercial.

    El procedimiento utilizado por el gobierno espaol del siglo XVIII, en los asuntos econmicos, ha sido calificado por muchos historiadores como adopcin del liberalis-mo. Examinado este proceso, esta poltica fue favorable especialmente para el desarro-llo del capitalismo, cuyas manufacturas fueron bsicamente elaboradas con materias primas introducidas desde fuera de Europa.

    El procedimiento utilizado en estas tareas fue de tales caractersticas, que en grandes reas de Amrica (y de otros continentes) produjo la mortandad de la mayora de sus habitantes y la devastacin de la naturaleza, situacin no recuperada en la mayora de los casos, hasta el presente.

    La proyeccin histrica que tuvieron estas compaas comerciales en el proceso pol-tico de Hspano Amrica, fue profunda. A travs de sus intrincadas ramificaciones pudieron modificar las actitudes del Imperio espaol en su favor. En cierto modo, fue-

    20 Sarrailh, op. cit., pg. 138.

    21 Sarrailh, op. t., pg. 238.

    22 Coleccin Mata Linares, T. CXIV, f. 40.

    2$ Coleccin Mata Linares, T. CXIV, f. 241.

  • 121 ron las continuadoras de instituciones tales como la piratera y el contrabando, que en siglos anteriores contribuyeron al desgaste del Imperio. A diferencia de esas formas de penetracin, las Compaas comerciales actuaron dentro de los marcos legales, ampara-das en el libre comercio produjeron la pauperizacin del campesinado y de los grupos artesanales. Las mercancas de los centros febriles de Europa desplazaron a las manufac-turas locales y frenaron un posible desarrollo industrial.

    La distribucin de los productos introducidos por las compaas comerciales y los gran-des comerciantes se realiz durante el siglo XVIII mayoritariamente por agentes y aso-ciados residentes en el territorio colonial. Grupo social que se modela a semejanza y satisfaccin de esos comerciantes extranjeros y que se enriquece a travs del comercio. La trata de esclavos tuvo mucha importancia en estas operaciones y permiti la acumu-lacin originaria del capital. El trfico, adems de dejar cuantiosos beneficios, fue un antecedente meritorio ante las autoridades gubernamentales, segn consta en un docu-mento de solicitud de un comerciante extranjero quien, para avecindarse en el Puerto de Montevideo, resalta especialmente su dedicacin a ese comercio,

    Buenos Aires, 17 de Enero de 1799. Negros. Acerca de haber sido introducidos en Montevideo por Jos Malo. La Real Audiencia de Bue-

    nos Aires informa a V.M. Don Jos Malo, natural de Gran Bretaa ha ocurrido a esta Real Audien-cia solicitando a V.M. los deseos que lo animan de avecindarse en la ciudad de Montevideo. Impondr a V.M. que este sujeto usando el real permiso que obtuvo don Santiago Liniers intro-dujo a dicha ciudad en 5 de noviembre de 1794,238 negros y 228 negros en 15 de diciembre del siguiente.

    Que concluida la negociacin era regular volverse a la patria con la crecida importancia de su producto, prefiri a las relaciones la satisfaccin de vivir bajo el suave dominio de V.M. y la de ejercer libremente las sagradas funciones de la fe catlica que profesa desde su infancia. Que reducido a efecto tan justos deseos ha comprado una finca para fijar en aquel pueblo su residencia perpetua y finalmente que se ha hecho distinguir en l por la piedad y la regularidad de sus costumbres acreditadas no solo con las frecuentes asistencias a los actos esenciales que pres-cribe la religin en cuyos dogmas instruye por s mismo a sus esclavos sino en los socorros y ali-vios que franquea a los pobres de aquel Hospital a quienes visita frecuentemente. Los elogios que, por estas bellas cualidades ha merecido a los principales vecinos de esa ciudad que, sin duda, afianzan la sinceridad de sus deseos, le haran digno de ser distinguido con el Derecho de Vecin-dad a que aspira, si adems de ellas se reunieran los requisitos que exigen las leyes pero conside-rando el Tribunal las protecciones, excepciones y privilegios que V.M. dispensa a los que practi-can el importante trfico de negros y los fundados motivos que hay para colocar al suplicante en la clase de un vasallo til al comercio y al Estado, ha credo propio de su obligacin de poner-lo en noticia de V.M., por si tuviese a bien disponible la gracia que solicita en los trminos que sean de su soberano agrado. (Firmado) Mata Linares. (Real Audiencia de Buenos Aires. Libro de Informes y Oficios. T. III)lA

    Este texto de solicitud expone los valores ticos y polticos de la sociedad que, carac-terizada todava por formas seoriales estaba adoptando modalidades tpicas del mer-cantilismo burgus. As, se destacan en la solicitud la fe catlica, la piedad y caridad que de ella derivan como atributo del solicitante. Tanto o ms decisiva que estos atri-butos es la prctica del trfico de negros, que es la profesin del solicitante, ya que como consta, cuenta con la proteccin y privilegios de tipo excepcional otorgados por el Rey.

    * Mata Linares, T. LXXII, ff, 582, 583.

  • 122 Miembros de la burguesa comercial de Hispano Amrica adoptaron la filosofa libe-

    ral, ideario que en el plano intelectual afianz los lazos con los estados capitalistas. Las formas de explotacin colonial del viejo Imperio espaol haban cado en desprestigio ante los ojos de esa clase social. En los momentos en que se produce la Revolucin de la Independencia, el mundo capitalista haba desplazado como modelo a la antigua metrpoli.

    Los traficantes de Chile Chile, en el siglo XVIII, continuaba siendo para el Imperio espaol, un lugar remo-

    to. Su pobreza era proverbial desde que los expedicionarios del siglo XVI, que acompa-aron a Diego de Almagro, dijeron que el territorio no poda dar de comer a cincuen-ta castellanos.

    La lejana de las costas de Chile de los grandes centros de la Europa capitalista, acen-tu en el siglo XVIII su aislamiento.

    Carcter dependiente de la economa de Chile Desde los tiempos de la Conquista, los habitantes de Chile tuvieron una fuerte rela-

    cin con la Metrpoli, originada tanto por las formas polticas establecidas por la Coro-na, como por exigencias ambientales. Esta dependencia se realizaba a travs de Lima, cuyos comerciantes se convirtieron en poderosos intermediarios, que durante dos siglos ejercieron un verdadero monopolio sobre el mercado. Adems de imponer los precios de los productos de Chile, exigieron el pago de las mercancas con anticipacin a la entrega. El monopolio limeo consideraba en sus haberes 400 mil pesos anuales, canti-dad considerada de acuerdo a la capacidad adquisitiva del comercio chileno. A su vez, el mercado de Lima se convierte en el revendedor de los productos de Chile, como fue-ron los cereales, las jarcias y los cebos que los obtenan en condiciones muy ventajosas.

    Estas formas comerciales repercutieron en un estado de pobreza que alcanzaba hasta a las mismas clases altas, situacin que se refleja en las condiciones modestas de sus hbitos, en las penurias para solventar sus gastos, los que muchas veces dejaron impa-gos o pudieron cumplirlos muy tardamente.

    Terratenientes, militares y funcionarios pblicos tuvieron que solicitar con mucha frecuencia prstamos a inters y, ante la imposibilidad de pagarlos, debieron sufrir el embargo y remate de sus bienes. El anlisis de documentos notariales, expresa con bas-tante crudeza esta realidad, de 1.039 documentos (entre los aos 1774-1789) 240 corresponden a solicitudes de prstamos, y de stos, de 45 no aparece cumplido el pago. Las instituciones de crdito, segn consta en estos mismos documentos, fueron en su casi totalidad organismos clericales, que habran sido los nicos beneficiados con esta deplorable situacin econmica general. Deudas por una exigua cantidad fueron garantizadas con propiedades tasadas en precios muy altos,

    . ..Propietarios, herederos de Nicols de Arce y el Acreedor. Monasterio de la Pura y Limpia Concepcin, regla de San Agustn, quien sigui causa ejecutiva de la cobranza del principal de

  • 123 360pesos y los rditos... de la propiedad estancia de Colchagua, cuya tasacin fue de 1.603 pesos y 4 reales y el precio del remate fue de 1.100 pseos...25

    Santiago, plaza importante entre Buenos Aites y Lima Los cambios operados en el comercio mundial repercutieron, aunque tardamente,

    en Chile. Por un lado, Santiago se convierte en el paso obligado de la ruta de los esclavos, des-

    de Buenos Aires al Altiplano y, por el otro, la gran concentracin de las fuerzas de trabajo en esa zona, provoca una mayor demanda de los productos del agro chileno. A estos poderosos motivos hay que agregar la fuerte competencia que entonces tuvo que en-frentar el antiguo mercado de Lima al de Buenos Aires, cuyos comerciantes podan ofrecer las mercancas a precios mucho ms bajos, por proceder stas del comercio, del contra-bando y de otras formas ilegales.

    Entre las medidas del monopolio que durante tan largo tiempo ejerci Lima sobre Chile, estuvo la obligada venta del trigo,

    el clculo de exportacin anual del trigo alcanz a 150.000 fanegas26

    El mayor volumen de la venta de este cereal, durante estos aos, se debe a haberse destinado a Buenos Aires, mediante el comercio ilegal, ya que en fuentes documenta-les entre los aos 1774 y 1789 se encuentran slo dos transferencias con destino a Lima, por una cantidad de 8.876 fanegas.

    La preferencia del mercado de Buenos Aires por los comerciantes de Chile se debi, entre otros motivos, a la evasin de gravmenes a los productos de la tierra, nombre con el que se design a los originarios de Hispanoamrica. A estos productos la Corona los haba gravado con el doble que a los productos de Europa y Espaa.21 Otra ven-taja fue la adquisicin de mercancas a precios ms bajos que en Lima, que los comer-ciantes de Chile adquiran en su viaje de retorno.

    Chile se convirti, para Buenos Aires, en una fuente de suministro de cuero, produc-to que gozaba de creciente demanda en tos mercados de Europa. La complejidad que ofreca este negocio, tanto por las inversiones de capital como por las dificultades de transporte, se realizaron mediante asociaciones de vendedores que utilizaron mtodos legales e ilegales, que se evidencian en las escrituras, por las informaciones incomple-tas, explicables en la intencin de eludir impuestos. Uno solo de estos documentos incluye informaciones completas.

    4.067 cordobanes por el valor de 5.936 pesos... y el producto de esta transaccin se invertir en yerba mate... 28

    En el viaje de retorno los comerciantes transportaban mercancas que no slo intere-saban al consumo interno de Chile, sino que la mayor cantidad de ellas estaba destina-da a la poblacin esclava del Altiplano, como fue el caso de la yerba mate.

    Escribano 797, 27 de Octubre de 1788. 26

    Escuela de Estudios Hispanoamericanos de Sevilla, Cspedes del Castillo Lima y Buenos Aires, tomo 34. 27

    E. Molina, La hacienda pblica durante la Colonia. Escribano 784, Abril 1775.

  • 124 La existencia de tan alto nmero de esa poblacin esclava, modific el mercado del

    cono Sur, por el crecimiento de la demanda. Un buen ejemplo de esta situacin fue la relacin existente entre Lima y Buenos Aires. Estas ciudades mantuvieron una larga controversia a la que se incorporaron los mismos gobernantes. Pese a la rivalidad exis-tente entre ellas debieron mantener relaciones comerciales para complementar sus mer-cados, como fue el intercambio del azcar y de la yerba mate, que adquiri a veces forma de trueque debido a la escasez de moneda.

    Santiago, estratgico centro comercial La situacin geogrfica de Santiago de Chile, enclavado entre Lima y Buenos Aires,

    se vio favorecida en el siglo XVIII por el intenso intercambio que se produjo entre esas dos ciudades. El trfico de esclavos es la actividad que va a dar dinamismo a una econo-ma que, hasta entonces, se haba caracterizado como deprimida. El monopolio ejerci-do por la Corona de Espaa haba frustrado todo intento de desarrollo. Las clases altas, que se haban caracterizado por llevar una vida sobria, pueden ahora actuar con cierta soltura al aplicarse al comercio de esclavos. Los hbitos de las familias aristocrticas cambian a travs de las nuevas mercancas que afluyen en grandes cantidades a la ciudad. Estas informaciones son reveladas por inventarios realizados en almacenes y casas particulares,

    ...una tacita de China, 4 platos grandes de China. Una gargantilla de perlas de cantidad de ciento cincuenta... Lmparas de araa de cristal, mobiliario de nogal y terciopelo, cortinajes de damasco, hebillas

    de oro, diamantes y rubes, plata labrada en candeleros, fruteros. 29 ...Un tomo en pasta de Cicern, un tomo de Virgilio... Versos latinos... Historia de Felipe

    V... varios tomos en francs... Disgreciones fsico-experimentales... Instituciones de Justiniano... 30

    Bibliotecas de cientos de volmenes, ropas lujosas y alhajas, objetos provenientes de lejanas regiones se encuentran con exuberancia. Esta elevacin relativamente repentina del nivel de vida, alcanz a un pequeo grupo de personas. Sin embargo, la mayora de los miembros de las clases altas continuaban asediados por problemas de documen-tos impagos, hipotecas y remates de sus bienes como, tambin, algunas ramas del comercio. El trfico de esclavos fue la nica actividad comercial en que los compradores cumplieron sus pagos en el mismo momento de realizarse la transaccin. Esta caracte-rstica debe haber tenido su origen en el condicionamiento que imponan las compa-as comerciales a los traficantes, y a las buenas expectativas de este comercio.

    Caractersticas del mercado de Santiago La animacin del mercado de esclavos de Santiago alcanz una gran magnitud. De

    1.039 documentos notariales, en el perodo de 1774-1789, 328 se refieren a esclavos y, de ellos, 267 son transacciones. Este fenmeno es un testimonio de la importancia

    29 Escribano 790, Noviembre de 1781. Inventario...

    30 Escribano 793, Junio de 1784. Inventario...

  • 125 que el trfico de esclavos tuvo en el proceso econmico chileno, frente a aquellos histo-riadores que niegan alguna incidencia de la esclavitud en la sociedad chilena.

    El comercio de esclavos, muy complejo por su carcter internacional, exigi en San-tiago un activo movimiento de dinero, y en sus operaciones se integraron un nmero grande de personas. Algunas de ellas se asociaron en especies de entidades, para facili-tar el comercio exterior, especialmente con el Virreinato del Ro de la Plata y con Lima.

    ...Jos Almeida y Jordn, vecino de Santiago, y Jos Santos Preciado, vecino de Mendoza, que venden seis piezas de negros... en 1.600 pesos... 31

    Esta asociacin debi ser de vigorosa constitucin pues realiz numerosas operacio-nes por altos montos. Hubo otras de similares caractersticas, que actuaron con fines de ingresar esclavos a Lima y que se hicieron representar por diferentes personas, profe-sionalizndose as un negocio de complicadas formas, a travs de los apoderados.

    En Santiago el trfico de esclavos se caracteriz por su gran dinamismo, en el sentido de que sus agentes estuvieron preocupados de mantener altas las existencias. Hubo centros proveedores de esclavos, como fueron la colonia de Sacramento, los remates de los bie-nes de los jesutas. Los esclavos provenientes de Sacramento ingresaban a Chile por la zona rioplatense. La mayora de las transacciones de remate de los esclavos que haban sido de los jesutas, fueron realizadas por el comerciante Jos Fresnes, durante el ao 1780,

    Amaro Jos Fresnes vende la esclava de nombre Thomasa de 7 aos de edad que compr en el remate de la Hacienda de Bucalemu de las Temporalidades de los Jesutas. 32

    Antecedentes de los traficantes de esclavos de Chile No existen fuentes documentales relativas a este tema. Las transferencias son muy

    parcas, sin embargo, segn las anotaciones que ellas incluyen, la mayora de los vende-dores pertenecieron a las clases altas, y en nmero apreciable fueron miembros de la Real Audiencia, clrigos, militares, abogados. En numerosas transferencias aparece el Gobernador y Capitn General del Gobierno de Chile, don Ambrosio de Benabides como vendedor de varios esclavos.33 La tenencia de esclavos en las clases altas debi haberse convertido, por esos aos, en un hbito, ya fuera por el significado aristocrati-zante que esa posesin dio, ya por la inversin que significaba en una situacin econ-mica de limitadas posibilidades. La esclavitud se institucionaliz de tal forma en Amrica, que no hubo casi nadie que poseyendo algn capital no comprase uno o ms esclavos34.

    De hecho, muchos comerciantes traficaron con el nombre de apoderado, trmino que aparece con frecuencia en estas escrituras, o que actuaban con el poder de. En la mayora de los casos fueron comerciantes. Algunos de ellos realizaron transacciones destinadas a ingresar las mercancas al interior del Virreinato del Per.

    i* Escribano 789, Abril de 1780. *

    2 Escribano 789, Noviembre de 1780.

    H Escribano 793, ao 1784, 794, ao 1783; 795, ao 1786, etc. 34 R. Mellafe La esclavitud de Hispanoamrica, pg. 75.

  • 126 En el caso de los apoderados de vendedores, stos actuaban con capitales provenien-

    tes de los grandes traficantes del Ro de la Plata. Las transferencias de estas caractersti-cas se realizaron por montos altos. En ciertas ocasiones los vendedores se vincularon con barcos negreros,

    .. Juan Moreno Chocano da todo su poder a don Claudio Jos de Espinoza, capitn y maestre del navio Nra. Sra. de la Merced, para que en su nombre venda en la ciudad de los Reyes (Lima) un mulato esclavo... 35

    Otra escritura similar a la anterior es caracterstica del enmaraado mecanismo con el que funcion el trfico de esclavos y el papel que en l desempearon los apoderados.

    ...Diego de Sols da todo su poder a doa Sofa Bracadera vecina de la ciudad de los Reyes (Lima) para que venda una negra esclava... criolla de Punta de San Luis de Loyola y que remite de este Superior Gobierno con donjun Mayorga, escribano del barco La Balandra, surto en el puerto de Valparaso para que la vendan en los precios mas subidos y convenientes asegurn-dosele al comprador...

    Juan Mayorga escribano del barco asegura los costos y riesgos de la negra... 36

    La inversin de grandes capitales en una sola transaccin es un fenmeno sintomti-co de la capacidad financiera de los apoderados y del carcter favorable que para ellos tuvo el comercio de esclavos.

    .. .el comprador don Jos Ramrez, quien acta con el poder de Mara Mercedes Ramos, vecina de Lima, quien pag por los esclavos 2.688 pesos... i7

    Un alto nmero de mujeres durante este perodo se dedica al trfico de esclavos, al-gunas lo hacen a travs de apoderados pero otras se presentan directamente a la escriba-na, suscribiendo personalmente la transferencia. Tambin se observa que muchas mu-jeres se dedican al prstamo a inters. Este fenmeno es un sntoma de los medios que representaron formas de recursos para el sustento, en una sociedad de escasas perspecti-vas econmicas.

    Sntomas de concentracin del capital Los grandes comerciantes de esclavos, adems de esta actividad, monopolizaron otras

    ramas del comercio, como fue la de la yerba mate y la del azcar. Estos mismos se dedi-caron tambin al otorgamiento de prstamos a inters. En la mayora de estas activida-des los resultados fueron exitosos.

    Jos Ramrez, Antonio Fresno, Stos. Izquierdo e Ignacio Landa, obtuvieron en todos estos negocios, altos ingresos, puesto que el trfico de la yerba mate y el azcar se acos-tumbraba a realizar mediante el pago anticipado.

    Los comerciantes citados son representativos de una nueva clase social en Chile, la burguesa comercial, que nace vinculada a la de Buenos Aires, mediadora de los cen-

    ^ Escribano 783, Marzo 1774. $6 Escribano 783, ao 1774. Poder especial. $7 Escribano 793. Diciembre 1784-

  • 127 tros monopolistas de Europa. Sus negocios, basados en operaciones de carcter especu-lativo, acentuaron la pauperizacin de la mayora del pueblo. Esta nueva modalidad de produccin, como fue el capitalismo comercial, se realiz paralelamente a la exis-tencia del sistema feudal de la propiedad agraria, creado en los primeros aos de la Conquista. La coexistencia de ambos formas, capitalismo comercial y latifundio, limit el desarrollo manufacturero, originando una nueva dependencia, como fue la de los Centros de Europa Occidental y, poco ms tarde, la de los Estados Unidos.

    Los cuadros N. 1 y N. 2 corresponden a datos de Chile, obtenidos en documentos notariales del siglo XVIII. Se observa que los precios durante esos aos (1774-1789) se mantienen constantes. En el Cuadro N. 1 se advierte que el precio promedio de un esclavo es mayor que el de los animales de primera importancia y el de lo bienes muebles altamente cotizados, como fueron las joyas.

    El Cuadro N. 2 es un estudio comparativo de las actividades econmicas que apa-rentemente deban haber dejado mayores ingresos a quienes las realizaban.

    La columna de la derecha corresponde al resultado que se habra obtenido al cabo de cinco aos de haber realizado, cada uno de los comerciantes citados, en sus opera-ciones. Siendo que la mayor suma corresponde a Efectos de Almacn, seguida cerca-mente por Operaciones de Crdito y en tercer lugar el Trfico de Esclavos, en la prctica, la ms beneficiosa para los comerciantes fue la del trfico de esclavos ya que en las dos anteriores, el mayor nmero de documentos aparece impagados, al contrario de lo que sucede con el comercio humano.

    Datos obtenidos en Documentos Notariales de Chile de la segunda mitad del siglo XVIII

    CUADRO N. 1

    Valores

    350 pesos valor promedio

    200 pesos

    5 pesos valor unitario

    2 pesos y 3 cuartillos valor unitario

    Mercancas

    Esclavo

    1 sortija y 1 topacio

    8 vacas de matanza

    87 ovejas

    Aos

    1786

    1784

    1781

    1781

  • 128

    Datos obtenidos en Documentos Notariales de la Segunda Mitad del siglo XVHI en Chile

    CUADRO N. 2

    Actividad econmica

    9 transacciones de efectos de almacn.

    6 transacciones de esclavos, (un solo vendedor) Arrendamiento de chcara en Tobalaba, Santiago.

    Casa situada en La Caada, con planto

    15 opetaciones de prstamo a inters.

    Fecha de la

    operacin

    1775-79

    mayo 1779 abril 1780

    1786

    1788

    1774-79

    Lapso que ocup la operacin

    4 aos

    11 meses

    1 ao

    2 cuotas iguales

    espaciadas en 1 ao

    5 aos

    Monto dla

    operacin (pesos)

    31.500.

    4.560.

    300.

    800.

    36.500.

    Estimacin de la cantidad de dinero

    movida por operaciones similares en 5 aos (pesos)

    39-375.

    24.890.

    1.500.

    4.000.

    36.500.

    LA MERCANCA Las clases sociales en Chile en el siglo XVIII

    El esquema social de Chile, como el de casi toda Hispano Amrica, se conform a travs de un proceso de mestizaje iniciado en los primeros tiempos de la Conquista.

    En el siglo XVIII, la estructuracin de clases reprodujo en cierta forma la mezcla entre los distintos grupos tnicos. Guillermo Feli Cruz anota al respecto: La poblacin del pas ya organizado administrativamente debido a las reformas borbnicas y a la obra eficaz de los grandes gobernadores, no alcanzaba seguramente a ms de medio milln de habitantes, sin tomar en cuenta a los araucanos, cuya suma poda ser entonces calcu-lada en cien mil almas. Cerca de las tres cuartas partes la constitua el mestizaje espaol-indgena. iS

    Ms abajo, este historiador analiza las caractersticas fundamentales de esas clases sociales.

    38 La abolicin de la esclavitud en Chile, pg. 263, Editorial Ediciones Universidad de Chile, ao 1942.

  • 129 Al referirse al mestizo y la proyeccin que tuvo en el sostenimiento econmico del

    pas, dice: Formaban el elemento de explotacin de los campos de cultivo en las fera-ces regiones del Valle Central o en los secanos de la Cordillera de la Costa, eran el ms-culo fuerte de trabajo de las minas de las montaas, y bien podra considerrseles como los siervos de la tierra...

    Los criollos se levantaban sobre esta sbana social. Eran los descendientes de los es-paoles de pura y limpia sangre blanca, mezclada a veces con indgena, y no exenta en otras, de ciertas gotas de africana...

    La alta clase social de este grupo que bien contado no llegaba a ciento cincuenta mil... era la lite intelectual por misrrima que fuera.

    Los espaoles no eran ms de veinte mil, pero era la estirpe social predominante... Era ste un grupo privilegiado: el gobierno, la alta jerarqua administrativa, la justi-

    cia de segunda instancia, la preeminencia en el ejrcito y cuanta actividad administrati-va de importancia remunerada, le perteneca.

    Es necesario advertir en estas lneas que la Justicia, en sus esferas de decisin, se en-contraba en Espaa, y los ms altos Tribunales fueron la Casa de Contratacin y el Consejo de Indias.

    El historiador Feli analiza a travs de su libro las caractersticas de las fuerzas de trabajo durante esos aos y destaca cmo la descendencia de los esclavos africanos mez-cladas con los otros grupos tnicos, entran en la composicin de la poblacin que reali-zara las labores en las minas, del campo y artesanas en las ciudades. Los estratos socia-les que siguieron a stos se diversificaron en grados inferiores. Son los esclavos africanos y sus derivados con mestizos e indgenas, los zambos y mulatos. No alcanzaban feliz-mente, entonces, a veinte mil. Eran la escoria social, el desecho humano, que el rgi-men brbaro pero legal, poco menos que haba embrutecido.39

    Quienes intenten conocer informaciones demogrficas del perodo colonial, se en-contrarn con datos no coincidentes; este problema tiene sus orgenes en fenmenos tales como los impedimentos materiales para realizar un censo en esos aos, como fue-ron las comunicaciones. Una traba que tambin pes muy fuerte fue el intento de elu-dir el pago de tributos, fueran stos en dinero, especies o trabajo. En Memorias de Gobernadores y otros funcionarios, relatan lo confusos y atemorizados que se encontra-ban los indgenas ante los censores, al suponer que se les iba a enrolar en la mita u otro tipo de prestacin personal.

    Las fuentes principales de los datos sobre poblacin fueron las inscripciones bautis-males anotadas en las iglesias y las de las tributaciones, cuyas nminas en general las controlaban los Cabildos.

    Llama la atencin, as, que en un mismo perodo el censo de la poblacin de Chile resulte con datos bastante diferentes.

    Recuento de la poblacin realizado por Juregui en 1778... con un total de sete-cientos nueve mil personas (709 mil)...40

    & Ibid. pg. 266. 40

    Leopoldo Castedo Historia de Chile, Tomo 1., pg. 183, ao 1954.

  • 130 Censos de poblacin

    La poblacin del pas ya organizados... no alcanzaba, seguramente, a ms de medio milln de habitantes....41

    A su vez, no son coincidentes las referencias a la poblacin de origen africano. En 1810 el nmero de negros y mulatos existentes en Chile poda calcularse basndose en las mejores informaciones en diez o doce mil individuos de ambos sexos....42

    ...para 1810... y as veinticinco mil individuos (25.000) conservaban rastros de san-gre negra....43

    Numerosas pueden ser las causas de la incongruencia en los datos estadsticos referi-dos a esa poca, desde las fuentes misma provenientes de los datos, hasta quienes los interpretaron. A fenmenos tales como stos hay que agregar otro de trascendencia com-pleja, como los elementos que consideraron los censores para determinar la condicin de negro matices de color? costumbres? condicin de libre, liberto, horro o esclavo? Otro elemento de juicio que debera tenerse en cuenta seriamente al contabilizar la poblacin en esos aos, sera determinar qu proporcin de los considerados de origen africano tenan la condicin de sedentarios y cuntos la de transentes o de mercanca, que, provenientes de la zona rioplatense y aledaos y en plazos ms o menos breves, abandonaran el territorio para trasladarse a la zona trrida del Ocano Pacfico. La gran diferencia de cantidades sealadas por los dos autores Feli Cruz y Castedo en re-lacin al problema numrico de poblacin de origen africano (10 12 mil para el primero y 25.000 para el segundo) podra tener la explicacin en esta ltima caracterstica.

    Consideraciones especficas sobre la mercanca Los esclavos aparecen frecuentemente, sealados en los documentos con el nombre

    de Mercanca. En estas lneas se pretende analizar la concepcin que se tuvo de la esclavitud, dentro de las formas del Capitalismo.

    Polticos, eclesisticos y filsofos se plantearon por largos aos el problema ontolgi-co de la poblacin africana.

    Cualquiera fuese la posicin que tuvieran los gobernantes sobre este problema, en la Edad Moderna, los esclavos vivieron en condiciones difcilmente comparables.

    El gran mercado que abarc el comercio de esclavos llev a la necesidad de una no-menclatura especfica y una clasificacin de la mercanca de acuerdo a determinados patrones. Con el transcurrir del tiempo, en varias zonas del Imperio Hispanoamerica-no, el esclavo dej de ser considerado la mejor fuerza de trabajo y empresarios de toda ndole prefieren el trabajador asalariado. En este sentido se inicia gradualmente la extincin de la esclavitud.

    Problema ontolgico. Los europeos, desde las primeras incursiones en el contie-

    41 G. Feli Cruz. op. cit., pg. 263.

    42 G. Feli Cruz. op. cit., pg. 39.

    43 Leopoldo Castedo. o p . c i t . , pg. 361.

  • 131 nente africano, en el siglo XVI, se plantearon el problema ontolgico de la poblacin negra. La condicin de esclavitud a que fue reducida esta poblacin se origin en la tradicin histrica producida entre vencedores y vencidos. Sin embargo, las caractersti-cas de crueldad y exterminio que revisti la trata de esclavos en la Edad Moderna no haba tenido antecedentes similares. frica se convirti en un cazadero de esclavos que como mercanca se vendieron mayoritariamente en Amrica.

    Fray Bartolom de tas Casas discutido poltico del siglo XVI, present en 1516 al Cardenal Cisneros un memorial, para importar desde Espaa esclavos negros o blancos en compensacin de la mano de obra indgena americana. Hay que tener en cuenta que, entonces, se sostena la lucha contra los moros y de las Casas se refiere a stos cuando habla de esclavos blancos.

    Vicenta Cortez Alonso, en un anlisis de Juan de Castellanos, prototipo del posee-dor de esclavos de la Iberoamrica del siglo XVI opina que los esclavos eran considera-dos como cosas, pero, en calidad de hombres, los amos estaban obligados a respetarles la vida y a favorecer su salvacin como hijos de Dios. **

    Las primeras crticas trascendentales sobre la esclavitud aparecen en el siglo XVIII, proviniendo tanto de la Iglesia como del poder civil. Sin embargo, como institucin, la esclavitud fue fortalecindose por la vinculacin que tena con el capitalismo. El sa-cerdote jesuta Viera interpreta claramente los criterios de las clases altas en relacin con la esclavitud: la esclavitud como medio de mantener la economa del azcar y los intereses de la Compaa45 (entindase, de Jess).

    Durante los siglos XVII y XVIII el Gobierno espaol debi enfrentar graves proble-mas, tales como el asedio que las potencias extranjeras llevaron a cabo sobre el Imperio, y los problemas laborales que, surgidos en distintos puntos del territorio, pusieron en peligro su estabilidad.

    Esta situacin fue desgastando al Imperio espaol tanto en su mbito interno como en su influencia exterior, circunstancia que ue aprovechada por las potencias extranjeras.

    Condiciones de vida. La Corona de Espaa durante el siglo XVIII, atendiendo a diversas circunstancias, reconsidera la condicin del esclavo. Por un lado las frecuentes manifestaciones de rebelda de los trabajadores en las colonias y, por otro, la influencia de algunas corrientes del humanismo provocaron la adopcin de una nueva actitud an-te los esclavos, que se tradujo en una rica legislacin desde la primera dcada hasta finales del siglo XVIII.

    La cdula real de 1710: prohibicin que los esclavos de ambos sexos anden desnudos46 fue una repeticin de la de los aos anteriores y, aunque tuvo carcter prohibitivo, pretendi favorecer a los esclavos ya que, esta exigencia, les concedi cali-dad humana.

    En la segunda mitad del siglo XVIII se dicta una serie de leyes tendentes a aminorar los terribles sufrimientos de los esclavos, como fue la de 1784, que entre otras cosas

    44 Vicenta Corts Alonso, op. cit., T. XXIV, pg. 970. 45 E. Vila. Hspano Amrica y el Comercio de Esclavos. Edit. Sevilla, pg. 4. 46 Coleccin Mata Linares, T. Cl, ff. 355, 356.

  • 132 dice: ...prohibicin de marcarlos con hierro....4l Esta medida debi haber levanta-do ira entre los propietarios y guardianes de esclavos, ya que su acatamiento significaba facilitar su huida y dificultar su captura.

    El intento de mejoramiento de la vida de los esclavos no fue un hecho aislado en el siglo XVIII sino que estaba dentro de una poltica de reformas, el estado social dice Sarrailh estaba tan cargado de cadenas y desigualdades, plantea urgentsimos pro-blemas. Los filsofos espaoles los encaran con lucidez... como los sufrimientos y opre-sin de los humildes... La protesta contra el yugo que pesa sobre ciertas clases sociales y sobre cierta categora de seres humanos provienen de las nociones que se tienen de las sociedades primitivas...48.

    El ao 1789, ao de la Revolucin francesa, en Espaa se produce un gran avance en la intencin de mejorar profundamente la condicin de los esclavos a travs de la legislacin que autorizaba el matrimonio, y otra larga cdula real que trataba de diver-sos asuntos relativos a los esclavos. La primera, sobre permiso para contraer matrimo-nio, es un importante antecedente como premisa de adquisicin de los derechos civiles.49

    La extensa cdula real de 1789, por su dimensin y complejidad, los legisladores de-bieron dividirla en captulos relativos a asuntos tales como Alimentos, Vestuarios, Vivienda, Sanciones y otros. Esta cdula signific un serio avance ya que no implica slo las obligaciones de los esclavos, sino tambin derechos como el de asistir a misa y el derecho al descanso.

    Por otro lado, en esta ley se advierten influencias de crculos opuestos a los cambios, ya que se incluyen clusulas como sin perjuicio de las leyes existentes, observacin oportuna para dejar vigente la legislacin de los siglos anteriores, que se caracteriz por su crueldad.

    La concepcin general de los legisladores se encuentra sujeta a la idea aristotlica so-bre la sociedad, en que la esclavitud era obligatoriamente parte integrante de ella, y que durante la Edad Media el pensamiento de las clases superiores se ajust la existen-cia de la esclavitud al Derecho Natural, ...conforme a los principios y reglas que dic-tan la Religin, la Humanidad y el bien del Estado, compatible con la esclavitud y la tranquilidad pblica.50

    Por otro lado, la intencin de esta ley es garantizar tanto a los traficantes como a los que utilizaban los servicios de los esclavos, no slo la continuidad de este comercio, sino el otorgamiento de mayores facilidades, ...con el fin de remediar semejantes desrdenes y teniendo en consideracin que para la libertad del comercio de negros he concedido a mis vasallos por el Art. 1ro. del 28 de Febrero p.p. de 1789 se aumenta-r considerablemente el nmero de esclavos en ambas Amricas, mereciendo la debida atencin esta clase de individuos del gnero humano.51

    47 Studer, op. ck., pg. 328.

    M J. Sarrailh, op. cit., pg. 506. te Real Cdula de S.M. sobre la Educacin, Trato y Ocupaciones de los esclavos en todos los Dominios de las Filipinas e Indias, ao 1789, Madrid, Imprenta de la Viuda. >o ibid. J' Coleccin Mata Uares, T. LXXIV, ff. 359, 360.

  • 133 Las opiniones vertidas en ese prrafo responden a la efervescencia social que se estaba

    viviendo en esos das en Hispanoamrica, ya que los levantamientos de los trabajadores venan crendole serias dificultades a la Corona.

    La finalidad principal del Captulo Correcciones y Castigos es limitar la crueldad, estableciendo determinadas normas en la aplicacin de las sanciones, manteniendo como algo necesario la agresin al esclavo, . ..y as que faltase a alguna de estas obligaciones podr y deber ser castigado correccionalmente...; ms abajo se estipula en forma pre-cisa las formas de castigos, ...con prisin, grillete, cadena, maza o azotes que no pue-dan pasar de 25 y con instrumentos que no le causen contusin grave cuyas penas co-rreccionales no podrn ser impuestas por otras personas que no sean sus dueos o mayordomos.52

    En los Captulos en que se hace referencia a los Alimentos, Vestuarios y Vivienda se pretende resolver las dificultades extremas de la vida de los esclavos, ...los dueos de los esclavos debern alimentarlos a ellos y a sus mujeres e hijos, ya sean de la misma condicin o ya libres hasta que puedan ganar por s con qu mantenerse, 12 aos en las mujeres y 14 aos en los hombres... la cantidad y calidad de alimentos y vestuarios se fijarn mensualmente en las puertas de las Iglesias y Ayuntamientos de cada pueblo...^3.

    No hay testimonio de la aplicacin prctica de esta cdula real y la intervencin de las Iglesias y Ayuntamientos en su acatamiento.

    Baste recordar que hombres del Gobierno considerados partidarios del progreso, como fue el Ministro Flondablanca, fueron adictos a la prolongacin de la esclavitud frente a los dolorosos llamamientos que se hacan en contra de ella, ...creen por lo visto, lo que dice la frase de Montesquieu, que no es posible hacerse a la idea de que Dios que es un ser tan sabio haya puesto un alma buena en un cuerpo totalmente negro.54

    En Chile no se han encontrado vestigios sobre la aplicacin de esta ley; existen datos relativos al Virreinato del Ro de la Plata, ...como se advierte la Real Cdula es todo un Cdigo... En Buenos Aires el Virrey y la Real Audiencia se concretaron simplemen-te en acusar recibo de la Real Cdula, cuya publicacin caus gran sensacin en algunos lugares de Amrica.55

    El incesante transporte de africanos hacia los centros de trabajo de Hispano Amrica y la brevedad de la vida de los esclavos, son los ndices elocuentes de que esta ley no fue aplicada ya que, de serlo, hubiera mejorado la vida de stos. Kamen seala que el promedio de los trabajadores en los ingenios azucareros, despus de ingresar en ellos, era entre 7 y 15 aos. %

    Si se tiene en cuenta que la inmigracin africana en el siglo XVIII databa desde haca 250 aos y eran cada vez ms escasas las fuerzas de trabajo, la respuesta a tan dramtica cuestin es el exterminio de millares de africanos y americanos indgenas.

    52 Real Cdula de 1789, Imprenta de la Viuda, 1789-

    Ibid. 54

    Sarrailh, op. cit., pg. 508. i5

    E. Studer. La trata de negros en el Ro de la Plata, pg. 333. 56

    H. Kamen. El negro en Hispano Amrica, pg. 125.

  • 134 Segn las licencias para transportar esclavos, otorgadas en las ltimas dcadas del siglo

    XVIII, alcanz a millares como consta en otras pginas. Junto con la desaparicin masi-va de la poblacin de origen africano, se produjo gran prdida de sus valores culturales y de su dignidad.

    El dominio del europeo sobre el americano y africano se origina en el momento en que el primero descubre que las trampas y las armas de fuego son una rpida manera de enriquecerse.

    El africano convertido en presa es embarcado en navios-jaulas y despus de pasar bajo el control de varias autoridades que van sustrayendo de l la calidad de ser huma-no, es conducido a ferias y mercados para ser vendido a un amo.

    Los transportes de esclavos fueron acondicionados para obtener los mayores benefi-cios lucrativos. Con el transcurrir del tiempo, el nmero creciente de esclavos hacina-dos en estos transportes, produjo gran cantidad de decesos antes de arribar a los puertos americanos. Estos pavorosos navios fueron un ambiente propicio para la difusin de las enfermedades virulentas que, conocidas como las pestes, desde el Medievo venan asolando burgos y villorrios. Los esclavos africanos que en esos barcos eran conducidos a Amrica por su estado fsico y espiritual, resultaron fciles vctimas de esas enferme-dades, muriendo a millones, .. .no hay cuatro meses que los mercaderes de Gadies (Cdiz) sacan para Nueva Espaa desde Cabo Verde una ms quinientos (se refiere a africanos) en una sola noche amanecieron muertos cientos veinte porque los metieron como lechones y an peor... No par en esto el negocio que antes de llegar a Mxico murieron casi trescientos. Contar lo que pasa con el tratamiento de los que viven sera cosa de nunca acabar.... " Este testimonio corresponde a una opinin de un sacerdote, Thomas Mer-cado, y aunque emitida en el ao 1587 tiene valor para el problema que interesa, ya que con el transcurrir de los aos las condiciones no variaran en sentido favorable a los esclavos.

    La vivienda Los vecinos de las ciudades de Amrica esperaban con temor el arribo de los barcos

    negreros que, junto con traer la codiciada mercanca para los comerciantes, portaban tambin las pestes. Los gobernantes tuvieron que hacerse eco de esos asustados veci-nos y ordenar para ellos alojamientos distantes de las viviendas de los blancos. En el siglo XVI, el Virrey Luis Velasco, dicta una provisin acerca del aislamiento de los esclavos, ...Para que en Lima no halle corrales de negros y ordenanzas sobre ellos....58

    La institucin de la esclavitud pendiente, de preferencia, del aspecto rentable no se hizo eco de los reclamos que en contra de ella provenan de crculos tanto seglares como eclesisticos y contrariamente, amparada en las manos firmes que ofreca el comercio de contrabando, se desarroll en forma tal que abarc una gran gama de comerciantes, intermediarios y funcionarios de la administracin que se beneficiaron con este nego-

    v H. Kamen. El negro en Hispano Amrica, pg. 135. 58 Coleccin Mata Linares, T. XXI, ff. 207-210.

  • 135 ci. El ocultamiento y los ms bajos costes de manutencin fueron motivos para que los alojamientos de los esclavos, una vez desembarcados, tuvieran caracteres infrahu-manos, el almacenamiento de los esclavos a su llegada causaba ms vctimas que la propia travesa. ^ Aunque esta cita corresponde al siglo XVII, es posible que las con-diciones no variaran en lneas generales mientras existi la esclavitud, pese a una nutri-da legislacin del siglo XVIII encaminada a remediar los problemas.

    Muchos son los testimonios, sin embargo, de la consideracin del esclavo como obje-to, hasta la abolicin de la institucin. En un controvertido juicio de fines del siglo XVIII celebrado en la Real Audiencia de Buenos Aires contra un notable vecino por asuntos de impuestos de alojamientos de esclavos, dentro del marco jurdico, se les aplica a stos el tratamiento de objeto. Adems, en el transcurso de este juicio no se advierte en los participantes crtica alguna sobre las condiciones del alojamiento de los esclavos a los que se contina denominando almacenes. Buenos Aires, 10 de Mayo de 1794, Juicio entablado con el depositario Ribadabia. Sobre el tanto por ciento sobre almace-nes de depsitos de negros...

    Es cierto que V.M. asigne el 2% en los depsitos de plata, alaxas y negros y el 4% en los dems.... m

    Este litigio debi haber conmovido a los crculos de comerciantes destacados, por el problema fiscal, ya que despus de la apelacin al Virrey se traslad el caso a la metr-poli, sin hacer alusin al tratamiento de objeto conferido a los esclavos. Buenos Aires, 27 de Agosto de 1794, borrador de un Oficio de la Real Audiencia a S.M. dando cuen-ta de la providencia tomada contra don Benito Gonzlez Ribadabia por expresiones desacatadas....61

    Enfermedades de los esclavos El siglo XVIII se caracteriz por una gran difusin de epidemias que en las grandes

    concentraciones urbanas provocaron alto ndice de mortalidad. Al carecer las ciudades industriales de instalaciones suficientes para atender a la numerosa inmigracin prove-niente de las zonas rurales, estos problemas se acentuaron. Los puertos de partida de los barcos negreros eran localidades, a menudo afectadas por las pestes. Los esclavos fueron vctimas, durante la travesa, de enfermedades contagiosas y portadores de ellas mismas a los centros de ingreso en Amrica. Esto motiv la gran insistencia sobre el aislamiento de los esclavos en los lugares de desembarco de parte de los vecinos de las ciudades. Los documentos de venta son lacnicos al referirse a la salud de la mercan-ca. En ellos se utilizan frases estereotipadas tales como se vende alma en boca costal de gesos, cuya intencin comercial signific que el vendedor no respondera por el esclavo despus de la transaccin. Con el transcurso del tiempo los estereotipos del comercio fueran variando, y en la mediana del siglo esa expresin se reemplaz por no se sanea por tachas, defectos, vicios ni enfermedades. La inclusin de tachas en

    " Vita, op. cit., pg. 154. 6 Coleccin Mata Linares, T. LXXII, ff. 468-475. ' Ibid. ff. 630-633.

  • 136 la clusula se refera a las huellas, efecto de castigos y marcas de enfermedades epid-micas, como la viruela que azot a millares de individuos entre los esclavos.

    Las afecciones bronquiales, pulmonares y artrticas incidieron directamente en el ren-dimiento fsico de los esclavos, por lo que resulta coincidente que en esas transacciones los precios fueran bajos. Las enfermedades nerviosas fueron frecuentes, aunque en los documentos slo se alude a ellas en forma indirecta, tanto por una intencin de disi-mulo, como por la ignorancia que entonces exista de la patologa mental.

    En algunas escrituras de venta quedaron estampadas situaciones que pudieron pro-vocar trastornos mentales, ...la propietaria lo vende por haberse querido casar y de no ser del gusto de la otorgante...62

    ...no se vender ni a Agustn del Castillo ni a Francisco Balmaceda porque all habita su mujer...63

    La separacin del hijo de su madre fue un hecho corriente debido a una modalidad muy utilizada en el mercado de los esclavos, que fue la venta de nios de corta edad, los cuales agrupados en lotes gozaban de una gran demanda por su bajo precio.

    No quedaron rastros en los documentos de los efectos que estas separaciones pudie-ron haber tenido.

    El alcoholismo y la huida fueron recursos que esclavos de ambos sexos, desde tem-prana edad, utilizaron para evadirse de la realidad circundante. Estas caractersticas apa-recen mencionadas en un nmero tan alto de documentos notariales que, dentro del perodo histrico examinado, debieron haberse considerado fenmenos normales en los esclavos, desde el punto de vista de las clases altas, ya que no existi ningn inters en disimularlo mientras se efectuaba la transaccin.

    Las enfermedades nerviosas de los esclavos fueron denunciadas en las escrituras de ventas, slo cuando sus sntomas eran evidentes para todos aquellos que eran testigos de esas transacciones

    .. .una mulata de 18 a 20 aos... ha tiempo como dos aos padeci esta esclava la enfermedad de unas llagas, curadas por una mujer en las Oficinas de la Generacin san de ellas. As mismo esta esclava declar ser trmula de las manos... M

    La esclava padece de locura y el vendedor dice no ser culpable...5

    Clasificacin de los esclavos segn el criterio de mercanca en el siglo XVIII

    Durante el transcurso de la Colonia, en Chile se observaban nuevos grupos sociales generados en la mezcla del indgena con las migraciones provenientes de Europa y frica. En lneas generales, en el siglo XVIII cada uno de estos grupos, por razones muy com-plejas, fue adquiriendo tareas especficas dentro de la sociedad. 62

    Escribano 783, Septiembre 1774. Escribano 789, Noviembre 1789-64

    Escribano 784, Septiembre 1775. 6* Escribano 795, Diciembre 1785.

  • 137 Los oficios. Chile, como pas de economa primaria, ofreca un mercado de escla-

    vos de caractersticas poco variadas. En el siglo XVIII, la mayor parte de los esclavos tenan una escasa preparacin laboral y sus experiencias se referan a tareas de labrado-res, pastores, mineros, sirvientes domsticos, barberos, postillones y en nmero muy inferior artesanos u otros trabajos de mayor informacin intelectual.

    En un nmero superior y en forma permanente ingresaban al mercado de esclavos hombres y mujeres de todas las edades, que carecan de los conocimientos impuestos por la Conquista espaola. Estos provenan de frica y de las costas del Brasil, donde se haban instalado verdaderos criaderos de esclavos.

    Los transentes y los residentes: En el territorio de Chile la mayora de los esclavos ingresaban por los pasos cordilleranos, provenientes de la zona rioplatense y, en menor cantidad, por el Puerto de Valparaso. El alto nmero de ellos estaba destinado a con-tinuar viaje al Per para ser distribuido en centros de trabajo de la zona trrida. Estos esclavos fueron ocasionalmente llamados transentes.

    Residentes fueron considerados los esclavos que permanecan dentro del territorio de Chile donde, en su mayora, fueron destinados al servicio domstico en casas de la clase alta, instituciones clericales y monasterios, y a tareas de labranza y pastoreo. Un escaso nmero de ellos se ocuparon en los yacimientos mineros del Norte Chico y la Zona Central.

    Negros, mulatos, zambos y cuarterones: Con el correr del tiempo la esclavitud pro-dujo en la Amrica hspana variadas formaciones tnicas que originaron una termino-loga especfica. Se llam negros tanto a los que provenan del continente africano como a quienes conservaban los rasgos tpicos africanos; se contaba con que entre sus antepa-sados no hubiera ni europeos ni indgenas.

    Se denomin mulatos a aqullos que descendan de la mezcla de negros y blancos; zambos, a los descendientes de negros e indios y, cuarterones, a los descendientes de blancos y mulatos.

    Las relaciones filiales fomentaron acercamientos entre blancos, cuarterones y mulatos y, por otro lado, entre zambos, indios y negros. Estos agolpamientos se venan deli-neando desde los primeros tiempos de la colonizacin, dentro de las tareas que en el proceso productivo iba adquiriendo cada uno de los grupos que fueron tomando for-mas definidas, fomentadas por los rasgos culturales. Estos agolpamientos reforzaran las clases sociales existentes.

    Bozales, ladinos y criollos: Una clasificacin muy general de los esclavos utilizada por las compaas comerciales de trfico de esclavos fue la de bozales y ladinos, y que se generalizaron en todos los lugares donde existi este comercio. Para estas deno-minaciones se tomaron en cuenta tanto el factor de nacimiento como los elementos culturales.

    Los bozales. Con este nombre se conoci tanto al esclavo extrado de su comarca africana como a aqullos que por diversas razones desconocan la lengua de sus propie-tarios y las otras lenguas europeas. Dentro del grupo de los bozales existi una subclasi-ficacin referente a regiones africanas, como Congo, Angola, Minas y otras.

    Con fines comerciales que probablemente estaban encaminados a dar prestigio a la mercanca, los comerciantes la calificaron con estos trminos y, as, en varias transieren-

  • 138 cias se lee bozal, casta Angola, bozales, casta Congo, etc. calificaciones que obede-can ms a rasgos fsicos que a proveniencias de regiones geogrficas precisas.

    La demanda de los esclavos bozales fue alta, los empresarios los prefirieron por su resistencia en los trabajos duros y por su sumisin, actitud que los ladinos iban per-diendo con el transcurso del tiempo. Estos esclavos bozales fueron especialmente requeridos en los minerales de oro y plata del Altiplano y en los ingenios azucareros, centros de trabajo que haban exterminado a millares de indgenas, y donde tambin la vida del esclavo resultaba breve.

    La exportacin de bozales desde Chile al Altiplano signific complejos manejos comerciales, en los que participaron las grandes compaas de esclavos y una serie de entidades conformadas por medianos y pequeos comerciantes de distintos lugares. La obtencin de altos beneficios por la venta de bozales fue a travs de grupos, debido a las inversiones que este comercio signific,

    El Vendedor de nombre Juan Agustn Videla vende a don Jos Ramrez, con el poder de Mara Mercedes Ramos, vecina de Lima, para la chcara de Santa Theresa, cinco negros y dos negros bozales con el precio de 2.688 pesos a razn de 384 pesos cada uno.

    Manuel de 25 aos, casta Minas, Joachn de 22 aos, casta Angola, Manuel de 18 aos, casta Banguela, Juan de 16 aos, casta Banguela, Theresa de 18 aos, casta Angola, Mara de 16 aos, casta Congo.

    Se vende a manera de feria y mercado franco. No se sanea por tacha ni defecto alguno... 66

    Los ladinos. Ladinos se llam a los esclavos que hablaban romance u otras len-guas europeas comprendidas por los traficantes. Dentro de un criterio cultural, ladi-no inclua ciertas condiciones de adaptacin a las formas acostumbradas por los colo-nizadores. Por sus conocimientos, los ladinos fueron especialmente requeridos para la-bores que iban desde la labranza de la tierra hasta el asesoramiento al propietario en asuntos comerciales.

    Por otro lado, los ladinos en la segunda mitad del siglo XVIII constituan una amenaza para el propietario y para el poder poltico, ya que por su experiencia eran conscientes de poder rebelarse ante la dominacin de los espaoles, por ser semejantes a ellos, como seres racionales.

    Los criollos. Dentro del grupo de los ladinos se distinguieron los criollos, lla-mados as por haber nacido en el territorio hispanoamericano. Por ser conocedores de las costumbres de las clases altas fueron los preferidos de stas, especialmente en el ser-vicio domstico. Por ejemplo, el Gobernador Ambrosio Benabides, en varias oportuni-dades aparece como comprador de esclavos criollos,

    El vendedor don Jos Casimiro Garca Ros, vecino de Santiago, vende al Capitn General de este Reino y Gobernador, don Ambrosio Benabides tres piezas de esclavos criollos de nombres Justo, Bartholom y Pedro, de 12, 5 y 4 aos respectivamente. Estos criollos provienen de la ciudad de San Juan, Provincia de Tucumn, provenientes de los bienes rematados a los Jesutas.

    El precio de venta fue de trescientos pesos y el derecho de alcabala se pag por ramo de cordillera...67

    66 Escribano 793, 10 de Diciembre de 1784.

    67 Escribano 794, 22 de Julio de 1783.

  • 139 El precio de los esclavos

    Dentro del mercado mundial, durante el siglo XVIII, el precio de los esclavos se man-tuvo constante en sus lneas generales. En Chile, el precio medio oscil entre 250 y 300 pesos.

    Los esclavos de precios altos: El promedio de los precios altos de los esclavos fue de 370 pesos. Dentro de esta categora son varones entre los 16 y 19 aos de edad y, un gran nmero, bozales.

    Este dato es un ndice que permite comprender que la fuerza fsica fue el factor ms importante en el mercado de esclavos. Adems, explica la brevedad de la vida de stos; despus de los 19 aos sobrevena la decadencia.

    El precio alto de los esclavos bozales deba cubrir tambin gastos superiores a los que proporcionaban los ladinos, como los largos desplazamientos desde los lugares de origen en frica, hasta ios mercados de Hispano Amrica. Esto significaba gastos de transporte, alimentos, alojamientos, impuestos reales y de otros rdenes, servicios mdicos, escrituras, salarios a los empleados.

    No es de extraar que empresarios y guardias trataran de aprovechar exhaustivamen-te la capacidad productora de esos esclavos. Este criterio mercantil aplicado a las posibi-lidades humanas, no surti siempre los efectos esperados. Rebeliones existieron desde los primeros aos de la conquista, en el siglo XVI en Venezuela el esclavo Miguel pro-clamaba: y habindonos Dios criado libres como a las dems gentes del mundo...68

    La frustracin en la vida de los esclavos los haba convertido en seres que absurda-mente hubieran podido ser considerados con los valores que se aplicaran a los hombres libres. Esto explica que numerosas transacciones en que los esclavos estaban calificados con conceptos como borracho o ladrn se hayan hecho por sobre el promedio normal,

    La vendedora doa Mara Sta. Cruz, vecina de Santiago, vende a donjun Antonio de Fres-no, el esclavo negro de nombre Miguel de edad de 19 a 20 aos... Este esclavo es cimarrn y ladrn aunque enfermedades ocultas no se le han experimentado... Lo vende en 340 pesos...69

    El precio mximo asignado a los esclavos, segn las fuentes documentales revisadas, fue de 500 pesos. La parquedad del estilo impide apreciar qu elementos influyeron en un precio tan alto. La clusula incluida, sin tacha ni defecto alguno, no es revela-dora del asunto que aqu preocupa, ya que esta frase aparece en muchas otras transfe-rencias de precios bajos,

    . ..Don Juan Rodrguez, comerciante de Santiago, vende a don Pedro Antonio del Billar una mulata de nombre Andrea, de edad de 20 aos... sin tacha ni defecto alguno, en el precio de 500 pesos...70

    68 H. Kamen, op. cic, pg. 132.

    ? Escribano 784, Agosto 1775. 70

    Escribano 797, Febrero 1789.

  • 140

    Los precios bajos Muchos propietarios condujeron sus esclavos al mercado por motivos diferentes que

    el afn de lucro; presionados por una aguda situacin econmica los vendan con la intencin de recuperarlos posteriormente. Este deseo aparece manifiesto en varias escri-turas, a travs de clusulas especficas relativas a la mantencin del precio bajo del esclavo,

    ...Don Francisco Peraza vende a doa Rufina Villaln una negrita de nombre Isabel de edad de 12 aos en el precio de 150 pesos. El vendedor pide que dicha esclava en el futuro no sea vendida en ms de 150 pesos...

    Si llegase a tener hijos stos no sean vendidos en ms de 100 pesos... n Los precios bajos en los esclavos fueron asignados en algunos casos con fines favora-

    bles para ellos, ya que facilitaban la posibilidad de llegar a ser libre, mtodo que con-sisti en que el esclavo se compraba la libertad a s mismo,

    ...El vendedor pone por condicin al comprador que se le otorgue la libertad al esclavo en una suma no superior "a 300 pesos, por medio de ia Carta de libertad...73

    En otras circunstancias los esclavos recibieron la carta de libertad sin entregar nin-guna cantidad de dinero a sus antiguos propietarios. Esta vinculacin afectiva, que pudo originarse en el trato cotidiano, tambin pudo deberse a lazos de parentesco entre es-clavos y propietarios,

    Juan de Montenegro y su esposa le otorgan la libertad a Mara Eugenia de Montenegro y sus tres hijos por sus leales servicios...

    Este documento podra tambin interpretarse en el sentido de que ese grupo de es-clavos adquiri el apellido del propietario por voluntad de ste.

    Los ancianos y los nios fueron en general cotizados a los precios ms bajos, por su escasa o nula productividad.

    .. .Esteban Terez, residente en Santiago vende a Manuel Cubillos el esclavo de nombre Carlos, de condici