el socialismo científico y la libertad

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Julio C. Jobet: El Socialismo Científico y la Libertad(en: Alejandro Chelén y Julio César Jobet, Pensamiento teórico y político del Partido Socialista de Chile, Santiago 1972, pp. 412-425)

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La izquierda chilena 1969-1973 cap. 1, p. 197-206Julio C. Jobet: El Socialismo Cientfico y la Libertad(en: Alejandro Cheln y Julio Csar Jobet, Pensamiento terico y poltico del Partido Socialista de Chile, Santiago 1972, pp. 412-425)

El Socialismo ampla la libertad y rechaza el totalitarismoSi el liberalismo envuelve la idea de libertad, en la prctica la defiende en forma limitadsima. El socialismo expresa el anhelo de libertad y la exigencia de organizacin. El espritu exige la libertad poltica; la necesidad material impone la organizacin econmica. Tal como lo manifestara Fourier, ser socialista es hacer el inventario de las necesidades humanas y darles satisfacciones. Y al conseguirlo permite que la libertad impere efectivamente para todos los miembros de la sociedad. La supuesta afirmacin de que el socialismo es enemigo de la libertad, deriva del excesivo hincapi de algunos discpulos de Marx en asignarle un valor muy relativo e histrico (la libertad y la moral seran productos histricos, simples reflejos de la evolucin del mundo externo), confundiendo su esencia con sus manifestaciones pasajeras. Esta actitud, sin embargo, no guarda relacin con el pensamiento y la actividad de Marx. Su preocupacin por el hombre es constante, y su lucha por la libertad, apasionada e intransigente. Posey una fe indestructible en las capacidades del hombre y en las posibilidades de su transformacin y de su perfeccionamiento. Al combatir la reaccin en algunos pases europeos y denunciar sus tendencias conquistadoras, sealaba su derrota inevitable ante la fuerza explosiva de las ideas democrticas y la sed ingnita del hombre por la libertad. Y no aceptaba su defensa por cualquier hipcrita u oportunista, porque el que quiere defender la libertad debe primero amarla.La URSS, al transformarse en una organizacin dictatorial basada en la socializacin de los medios de produccin, extendi aquel juicio simplista y equivocado. El comunismo sovitico ha desacreditado la libertad, el socialismo y la democracia, a causa de su sistema tirnico absorbente, donde se ha avasallado al hombre, sometindolo completamente inerte a un Estado totalitario. Las ventajas econmicas logradas no compensan tal esclavizamiento del hombre. Pero es preciso no confundir el socialismo, libertario por excelencia, con el comunismo sovitico, opresor y aplastador de la personalidad humana. Es una verdad profunda la expresada por el lder socialista francs Len Blum, cuando ha dicho: Hay una conexin indisoluble entre socialismo y democracia; sin socialismo la democracia es imperfecta y sin democracia el socialismo es imposible.El socialismo combate todo totalitarismo para afirmar una posicin democrtica y libertaria; seala el peligro de los regmenes dictatoriales centralizados y la amenaza de los grupos reaccionarios: sectores monopolistas, consorcios imperialistas, tarifas clericales y pandillas militaristas. El socialismo precisa que la clase trabajadora es genuinamente democrtica y si lucha por eliminar la propiedad privada de los medios de produccin y la existencia de las clases antagnicas, es para conseguir la democracia y la libertad. Y como rgimen de transicin persigue la creacin de una economa de Estado planificada, con amplias nacionalizaciones, hacia un colectivismo evolutivo, a cumplirse en provecho de los intereses populares y humanos, destruyendo los viejos privilegios, pero manteniendo en forma intransigente la libertad y reconociendo la accin y direccin de los trabajadores, por medio de sus organismos sindicales y cooperativos y los consejos de productores y comunas, en el proceso. El socialismo en ningn instante coarta la fecunda iniciativa de las masas y tiene el convencimiento de que apoyado en ellas podr realizar la transformacin del rgimen capitalista en otro de verdadera democracia econmica y social, sin la cual no es posible la democracia poltica.Para Carlos Kautsky, el gran terico socialista y colaborador de Federico Engels, la lucha por el socialismo y por la emancipacin del trabajo es, al mismo tiempo, una lucha por la emancipacin humana en general; la organizacin colectiva de la economa no es un fin en s misma, es el medio para asegurar la libertad y el completo desarrollo de la persona humana. Al perseguir la emancipacin humana el socialismo est ligado indisolublemente a la democracia. La propiedad colectiva no puede concebirse sin democracia. La propiedad colectiva y socialismo son imposibles en un rgimen desptico, en donde los miembros de la colectividad estn privados del derecho de decidir libremente sobre el modo en que esta propiedad debe ser organizada y regida, y sobre las reglas segn las cuales deban ser distribuidos, entre aqullos, los frutos de su trabajo. Segn Kautsky, para Marx la implantacin del socialismo slo podra ser obra de la propia clase obrera y crea posible esta realizacin en el lugar y en el momento en que dicha clase hubiera alcanzado la fuerza y la educacin necesarias. La condicin para lograrlas consista, por un lado, en un desarrollo econmico avanzado y, por el otro, en una gran libertad poltica, es decir, en una vigorosa ascensin del movimiento obrero. Kautsky atac la experiencia del comunismo sovitico, precisamente, por su tentativa de imponer el socialismo en un medio atrasadsimo recurriendo a una feroz esclavitud de Estado y a una explotacin inhumana del trabajo. Y la realidad del capitalismo de Estado burocrtico y de tirana poltica no significa el fracaso de los mtodos socialistas del marxismo, sino el de los mtodos del utopismo operando con un proletariado insuficientemente desarrollado. Es un fracaso de la dictadura como medio de conservar el poder y de realizar el socialismo. El comunismo sovitico posee escasa relacin con el socialismo, porque en su funcionamiento aplasta al hombre con el peso del despotismo en lugar de elevarle y emanciparle. El socialismo se revela superior al comunismo, al perseguir la democratizacin econmica, social y poltica junto al ennoblecimiento espiritual de la sociedad y del individuo.Ha ayudado tambin a extender el errado juicio de que el socialismo es el enemigo de la libertad el hecho de suponerle un afn igualitario en un sentido nivelador. El socialismo rechaza la igualdad entendida en esta forma por considerarla una concepcin simplista y torpe. nicamente pretende conquistar una base material justa y equitativa para todos a travs de la socializacin de los medios de produccin y de la eliminacin de las clases sociales, de donde partan los individuos en iguales condiciones y con iguales oportunidades. El socialismo quiere elevar al hombre sobre sus propias necesidades para hacerlo alcanzar el dominio de la plena libertad. Para los socialistas, la libertad es una realidad y un ideal. Ella es, a la vez, el motor de la vida humana y su objetivo. Los socialistas no niegan la libertad; niegan que pueda ser efectiva por el slo conocimiento de las leyes de la naturaleza y de la evolucin histrica, y niegan que sea un milagroso don del cielo, una mera facultad poseda. La consideran un esfuerzo incesante, una creacin humana continua, inseparable de la confianza en s y de la accin. La libertad es la accin del hombre para dominar la naturaleza y superar las contradicciones de la historia. De este modo, el socialismo es el ms completo humanismo. En todas las pocas de la historia se comprueba este esfuerzo del hombre por escapar de la animalidad para mejorar sus condiciones de vida y de pensamiento. El hombre tiene conciencia de su libertad, pero no la ha podido realizar en plenitud. Pertenece al socialismo hacerla existir verdadera y totalmente. La libertad no puede imperar en una sociedad donde las clases dominantes, dueas de los medios de produccin, aplastan y subyugan a las clases que no poseen sino su fuerza de trabajo. La libertad, entonces, no puede ser el privilegio de algunos elegidos; ella implica un esfuerzo de todos para realizarla. La libertad no puede ser efectiva ms que en una sociedad sin clases.El socialismo es un completo humanismo porque supone la abolicin de la enajenacin del hombre; su recuperacin como verdadero ser humano. El socialismo es la abolicin positiva de la propiedad privada, de la autoenajenacin humana y, por lo tanto, la apropiacin real de la naturaleza humana a travs del hombre y para el hombre. Es, pues, la vuelta del hombre mismo como ser social, es decir, realmente humano, una vuelta completa y consciente que asimila toda la riqueza del desarrollo anterior... Es la resolucin definitiva del antagonismo entre el hombre y la naturaleza y entre el hombre y el hombre. Es la verdadera solucin del conflicto entre la existencia y la esencia, entre la objetivacin y autoafirmacin, entre la libertad y la necesidad, entre el individuo y la especie. Es la solucin del dilema de la historia y sabe que es esta solucin.El peligro de tirana en el seno del socialismo y el verdadero sentido de la dictadura del proletariadoLa democracia es una conquista y una creacin continuas. En una sociedad donde una clase explota a otra, la democracia y la libertad se encuentran disminuidas y limitadas; asimismo donde el Estado se ha fortalecido, concentrando todo el poder econmico, social y poltico.A raz de las experiencias contemporneas ha quedado de manifiesto que la posibilidad de democracia o de dictadura, como forma de Estado, est presente tanto en el sistema capitalista como en el sistema socialista. Todo estado burgus es, en ltima instancia, un instrumento de la dominacin de la clase hegemnica, pero, al mismo tiempo, en el seno del capitalismo avanzado, es preciso distinguir la diferencia existente entre un sistema de democracia parlamentaria y un sistema de dictadura fascista. La democracia parlamentaria permite el funcionamiento de las libertades burguesas iniciales, logradas en su lucha contra el feudalismo y el absolutismo, y las garantas legales obtenidas por el movimiento obrero en su tenaz contienda contra la burguesa. Ya no son libertades burguesas, ajenas al movimiento obrero, sino libertades democrticas del pueblo, conseguidas, mantenidas y ampliadas por sus costosas y, a menudo, sangrientas batallas. La dictadura fascista arrasa con todas las libertades pblicas y las sustituye por la represin y el terror, por los campos de concentracin y la muerte. La experiencia del fascismo obliga, entonces, a distinguir con claridad en el seno del capitalismo demoburgus, entre la democracia y la dictadura.Por la razn anterior, en el rgimen capitalista avanzado, el movimiento obrero lucha por el socialismo en la medida que ste le abre perspectivas amplias para una democracia ms perfecta que aquella en la cual vive. Esta finalidad se afirma y extiende frente a una nueva situacin: en el rgimen socialista, tal como sucede en el capitalista, pueden existir diferentes sistemas polticos. La experiencia del stalinismo (modalidad del culto a la personalidad) seal que dentro del socialismo puede imperar un modo dictatorial basado en la violencia directa de los rganos de represin de la elite dominante, violando abiertamente la legalidad socialista. El stalinismo mostr la existencia de campos de concentracin, no slo para los representantes de las clases derrocadas, sino tambin para los miembros de la clase obrera, del campesinado, de los intelectuales avanzados, para los socialistas y comunistas, y, por lo tanto, mostr que en un sistema socialista los derechos democrticos de los ciudadanos, proclamados formalmente, pueden ser adulterados y abrogados con maquinaciones polticas y violados brutalmente con instrumentos de represin. Si los campos de concentracin nazis han llegado a ser un smbolo de la monstruosidad alcanzada por la violencia de un rgimen dictatorial en la sociedad capitalista, las purgas de Stalin se han convertido en un trmino representativo de una terrible realidad ligada a la dictadura en el socialismo, por lo cual ha desacreditado de manera profunda el socialismo en los pases democrticos.De esa experiencia deriva otra implicacin trascendental, como en el ideario socialista se define su forma poltica como una dictadura del proletariado, para muchos observadores un rgimen socialista significa concreta e ineludiblemente un sistema dictatorial y tirnico, como el stalinista. Entonces, el trmino dictadura del proletariado aparece comprometido y repudiado a causa de la violacin de la democracia en los pases que se proclaman socialistas, durante el largo perodo stalinista, y, en primer lugar, en el principal, la URSS.E1 problema adquiere extraordinaria gravedad, porque aun en las condiciones de una revolucin pacfica es necesario seguir elaborando la concepcin de la dictadura del proletariado como parte integrante de la teora marxista del Estado. Aun en tales condiciones el poder sigue siendo la cuestin principal; es decir, organizacin del proletariado en clase dominante. El proletariado debe primero conquistar el poder poltico, el Estado, no para abolirlo inmediatamente, sino para utilizarlo en la solucin de las contradicciones de la sociedad clasista existente, en su inters, esto es, en el inters de la mayora, y de la construccin consciente de la sociedad socialista sin clases, pues se es el sentido y el fin ltimo de la lucha poltica de la clase trabajadora (el poder poltico en el sentido de la dominacin coactiva sobre los hombres es una categora histrica ligada a la sociedad de clases y no un atributo perpetuo de la sociedad humana en general; en la sociedad socialista sin clases la gestin social directa de las cosas sustituir la dominacin poltica sobre los hombres). Despus del triunfo del socialismo, la organizacin del poder poltico estatal debe corresponder a la doble exigencia de ser estructurado de tal modo que haga posible la influencia directa y decisiva de los trabajadores en la conduccin de los asuntos sociales, y de facilitar el proceso natural de su propia extincin. O sea, la democracia directa, y ms plena, es la forma legtima de la organizacin poltica del Estado socialista.En el presente, cuando la historia ha demostrado que tambin en una sociedad socialista puede existir un rgimen de dictadura, despus de la experiencia stalinista, al hablar de dictadura del proletariado lo hacemos en el claro sentido de gobierno de la clase trabajadora, sin identificarlo, en la menor concesin, con el concepto de sistema dictatorial. El socialismo y el gobierno del proletariado rechazan la dictadura de una persona, de una capa de la burocracia, o de cualquier grupo social, porque es opuesta a lo entendido por Marx en su frase dictadura del proletariado, como concepcin del poder de la clase obrera y dems masas trabajadoras.Marx expuso su frmula de la dictadura del proletariado en oposicin a la dictadura de la burguesa y no como contraria de la democracia. En la actualidad, al insistir en la proclamacin a secas del trmino dictadura del proletariado adherimos a algo condenado por la experiencia histrica y enemiga de la esencia democrtica del socialismo y, adems, a algo identificado por la opinin pblica con un rgimen dictatorial de tipo stalinista.En vista de lo expresado, el Partido Socialista de Chile lucha por establecer una sociedad socialista por medio de la accin organizada de los trabajadores manuales e intelectuales: de obreros, campesinos, tcnicos, empleados y profesionales, hombres, mujeres y jvenes, para dar forma a una Repblica Democrtica de Trabajadores, pluripartidista. Y en cuanto a l, como partido, practica una disciplina consciente y una vida interna dinmica. Hace suyas las palabras de Engels en una carta a Bebel: Cul es la diferencia entre ustedes y Puttkamer (ministro prusiano del Interior y enemigo acrrimo de la socialdemocracia), si ustedes aprueban leyes antisocialistas contra sus propios camaradas? A m, personalmente, no me importa. No hay partido en el mundo que pueda condenarme al silencio cuando estoy resuelto a hablar Ustedes el partido necesitan la ciencia socialista, y esa ciencia no puede existir a no ser que haya libertad en el partido (Citado por Gustav Meyer en su biografa de Engels).En una sociedad socialista, unipartidista o pluripartidista, el gobierno de la clase trabajadora deber actuar para impedir el retorno al poder de la clase derrocada, de la burguesa, y, al mismo tiempo, para desarrollar las relaciones sociales socialistas y ampliar constantemente la democracia directa. Las clases derrocadas se encontrarn constreidas, sin necesidad de la violencia fsica contra sus miembros, por la presin de la nueva legislacin socialista y las variadas formas de organizacin y de actuacin de las fuerzas polticas del socialismo y de las masas trabajadoras. La clase trabajadora se transformar realmente en clase dominante, en forma directa, y no tan slo a travs de sus representantes, en base de una profunda socializacin de la poltica, del poder y de la economa. O sea, llegar a las ms amplias formas de democracia directa.A muchos parecer ocioso este debate, pero no ocurre as, dada la proximidad de la victoria del socialismo y de la clase trabajadora. Aunque se admita la posibilidad de diversos caminos al socialismo, el resultado final ser una u otra forma de gobierno del proletariado y dems clases laboriosas. Es imposible eludir, entonces, el examen del trmino dictadura del proletariado y al enfrentarlo, en la actualidad, no se puede discutir sobre l, en ningn sitio, como si el stalinismo no hubiera existido. Ni tampoco es posible dejar de considerar el rgimen de la URSS, sus fundamentos y su trayectoria, por tratarse de la principal potencia socialista, y donde se dio el ejemplo ms drstico de que un sistema social socialista tambin puede engendrar un rgimen de violencia y desafuero, de tirana implacable, caracterstico del perodo llamado de culto a la personalidad.Es urgente llegar a una conclusin clara en este asunto. En la Conferencia Nacional del Partido Comunista de Noruega, en diciembre de 1965, segn su presidente, Reidar Larsen, el P.C.N. rechaz en su programa el trmino dictadura del proletariado y lo sustituy por el de poder de la clase obrera, a causa de que tanto la propaganda democrtico-burguesa como el abuso de poder en algunos pases socialistas haban adulterado aquel concepto hacindolo indeseable y corruptor.Segn Gustav Meyer, en la dcada de 1840 se entenda por socialismo, en Alemania, la lucha por la transformacin pacfica de la sociedad, y por comunismo, el esfuerzo llevado a cabo por asociaciones proletarias secretas para destruir la sociedad capitalista. Marx y Engels se definieron como comunistas para acentuar sus concepciones filosficas y polticas revolucionarias, vinculadas a los intereses del proletariado, frente a las diversas agrupaciones socialistas utopistas, desligadas de la actividad de la clase trabajadora, y cuyas doctrinas haban penetrado hasta en los salones aristocrticos. Con el tiempo, las doctrinas del socialismo cientfico y revolucionario de Marx y Engels nutrieron la teora y l programa de los partidos socialistas de la II Internacional, la llamada Socialdemocracia; pero, desde comienzos del presente siglo, se extendi una corriente revisionista, encabezada por Eduardo Bernstein e influida por los xitos electorales y la conquista de diversas reformas sociales de la socialdemocracia alemana, sometiendo a crtica las concepciones revolucionarias de Marx (a su juicio el socialismo podra implantarse por la va pacfica utilizando los medios electorales directos por la actividad reformista y evolutiva) y, al mismo tiempo, sealando que la evolucin del capitalismo contradeca o negaba muchas de las afirmaciones ms rotundas de Marx. Sin embargo, la Guerra Mundial de 1914 demostr una vez ms las incurables contradicciones del sistema capitalista y dieron la razn a quienes se mantuvieron fieles a la ortodoxia marxista, como Rosa Luxemburgo y Lenin.Desde la toma del poder en Rusia, en octubre de 1917, por el Partido Bolchevique, por decisin de Lenin ste se transform en Partido Comunista y, a la vez, cre la III Internacional Comunista. A partir de esa fecha, el comunismo entr a existir como teora, programa y poltica claramente diferenciado del socialismo clsico. El rgimen comunista sovitico y los partidos comunistas de la III Internacional se proclamaron los verdaderos representantes de las doctrinas marxistas y del socialismo en general. Pero pronto el comunismo como sistema result estar bastante alejado del autntico patrimonio del socialismo marxista y su experiencia demostr la imposibilidad de la liberacin econmica, social y espiritual del hombre, aunque se elimine la propiedad privada de los medios de produccin y se aplaste a la burguesa, si se da vida a una economa centralizada y se fortalece el poder del Estado, pues tales medidas desembocan en un rgimen de capitalismo de Estado y de burocratismo social y poltico, y el fin de rescatar al hombre, econmica y socialmente enajenado, para devolverle a la plena integridad de s mismo, se convirti en una realidad opuesta, crendose un sistema opresivo, aniquilador de la iniciativa y de la voluntad de las masas y de la libertad. En vez de la extincin del poder del hombre sobre el hombre se levant un Estado desptico que someti al hombre a una mayor servidumbre.Las posiciones tericas del P.S. de Chile frente al comunismo soviticoMarx y Engels poseyeron un irreductible espritu revolucionario y democrtico, anticapitalista y fueron enemigos del aplastante poder del Estado y, en general, de toda opresin y verdaderos adalides de la emancipacin de las clases trabajadoras y de la sociedad entera; y campeones denodados de la libertad y de la dignidad del hombre. El sistema comunista sovitico se alej de los valores humanistas, revolucionarios y democrticos, de las concepciones marxistas, entraando un nuevo revisionismo que alcanz su expresin ms radical durante el Gobierno de Stalin y de su rgimen de culto a la personalidad. Aunque los escolsticos soviticos envolvieron el stalinismo con abundantes citas de Marx y Engels y lo proclamaron expresin legtima y fiel de sus doctrinas, en verdad signific un nuevo y temible revisionismo que asimil la prctica de las teoras de Marx a una simple experiencia de tirana terrorista y a un cruel rgimen de esclavitud industrial y de explotacin del trabajo humano.El Partido Socialista de Chile rechaz, desde su nacimiento, tanto el revisionismo de la socialdemocracia como el revisionismo del stalinismo. Al primero, por su reformismo infecundo, adulterador del contenido revolucionario del marxismo; y al segundo, por su despotismo estatal y por las diversas deformaciones introducidas en la interpretacin y en la prctica del marxismo.En primer trmino, el PS no acepta una interpretacin oficial de la doctrina marxista ni una fijacin dogmtica de sus principios y, por lo tanto, rechaza la acusacin de revisionismo a los movimientos socialistas y revolucionarios preocupados de enriquecerla y de adecuarla a las nuevas experiencias y situaciones, proclamando la posibilidad de diversas vas hacia el socialismo. Por el contrario, acusa como posicin tpicamente revisionista la del stalinismo y su correspondiente sistema de culto a la personalidad. En segundo trmino, respecto de las desviaciones de la prctica stalinista, el PS no acepta el debilitamiento de la lucha de clases en aras de la contienda entre naciones o bloques de naciones, ni el reemplazo del internacionalismo proletario por el nacionalismo sovitico u otro; rechaza la poltica de colaboracin de clases, como la contenida en las tcticas de frente popular, alianza democrtica o frente de liberacin nacional, y se mantiene leal a la poltica revolucionaria de clase, de acuerdo con la frmula marxista: la emancipacin de los trabajadores ser obra de los trabajadores mismos. En la construccin de la sociedad socialista, no acepta la entrega de los medios de produccin al Estado y la administracin de stos por una capa tecno-burocrtica, porque ello elimina la gestin de la clase trabajadora y la transforma solamente en asalariada del Estado; tampoco tolera la constitucin de un rgimen de capitalismo de Estado burocrtico, con una economa cuya finalidad principal es el desarrollo industrial y tecnolgico, el armamentismo y la cohetera espacial, mientras se traduce para las clases laboriosas en una fuerte explotacin del trabajo y en un bajo nivel de vida. Asimismo, rechaza el robustecimiento del poder del Estado y el culto a la personalidad, porque supone una dictadura implacable sobre toda la sociedad; un despotismo incompatible con los fines liberadores del socialismo; y tal rechazo implica su repudio a la dictadura y el monopolitismo poltico e ideolgico, y la correspondiente eliminacin de los partidos que expresan las diversas corrientes de la actividad y del pensamiento de las clases trabajadoras, de la democracia y de la fraternidad revolucionarias. Igualmente se opone a la supresin de las huelgas y al manejo de la organizacin internacional del proletariado al servicio de los intereses nacionales de una potencia-gua, en vista de conducir directamente al hegemonismo y al anexionismo.El PS, al mismo tiempo, seal las consecuencias negativas del revisionismo stalinista: en el plano filosfico: esterilidad del pensamiento terico y predominio del dogmatismo y la escolstica, cultura dirigida e intervencin en el plano de la creacin artstica y literaria (el mal llamado realismo socialista); regresin del pensamiento marxista hacia la apologa y defensa de las relaciones burocrticas de capitalismo de Estado, del despotismo estatal y del culto de la personalidad, del conformismo ideolgico y del chauvinismo sovitico; en el plano sociolgico: sojuzgamiento de la clase trabajadora por el Estado y exaltacin de ste como potencia autnoma de la sociedad; eliminacin de la libertad y atropello constante de la persona; el individuo queda indefenso ante el Estado todopoderoso; en el plano econmico: predominio de una vasta burocracia con las caractersticas de una nueva clase privilegiada; y sacrificio del nivel de vida, del poder consumidor y del bienestar de los trabajadores, para crear una economa de Estado en vista a un mayor podero industrial y militar; en el plano poltico: oportunismo poltico en defensa de los intereses hegemnicos de stalinismo hasta llegar a pactos antipopulares y combinaciones reaccionarias (como en los casos de la alianza con el nazismo para destruir la socialdemocracia, facilitando el triunfo de Hitler; de la imposicin del frente popular como alianza de los partidos obreros con las agrupaciones democrtico-burguesas para detener el fascismo; el pacto nazi-sovitico, que sell una alianza entre el stalinismo y el fascismo, lo cual permiti el desencadenamiento de la Segunda Guerra Mundial, y, a consecuencia de los triunfos de Hitler y su ataque a la URSS, nueva alianza con las democracias capitalistas, y como resultado de la victoria contra el fascismo, expansionismo y atropello del principio socialista de la libre determinacin de los pueblos).El PS, a pesar de algunos errores en su vida poltica, de acuerdo con su declaracin de principios, ha sostenido su fidelidad al marxismo, y la ha concretado en la defensa intransigente de los siguientes puntos bsicos: adhesin al principio dialctico del constante devenir de los procesos humanos: sociales, polticos, ideolgicos y aplicacin crtica de ese principio a dichos procesos; consonancia entre la filosofa y la prctica, entre la teora y la praxis; reconocimiento de la lucha de clases y slo la clase trabajadora es revolucionaria; nicamente su accin lograr destruir el sistema capitalista y asegurar su emancipacin; y defensa y prctica del internacionalismo proletario; socializacin de los medios de produccin y administracin de ellos por los trabajadores organizados, como la nica forma de una economa de bienestar y de una democracia econmica; debilitamiento del Estado por la entrega de las actividades econmicas a la sociedad a travs de los sindicatos y consejos obreros, y la descentralizacin de las funciones polticas por medio del engranaje de las comunas y los consejos de ciudadanos, como nicos fundamentos de un gobierno democrtico del pueblo. Por lo tanto, no acepta la dictadura de un partido monoltico (en nombre de la dictadura del proletariado), confundido con el aparato estatal, pudiendo existir otros partidos de trabajadores y, al mismo tiempo, practica el respeto y el fortalecimiento de la organizacin sindical y del derecho a huelga. Tiende a la eliminacin de todo sistema policial terrorista, al amplio ejercicio de las libertades pblicas y a la defensa de la libertad de creacin artstica y literaria, y todo concebido como los factores del funcionamiento de una real democracia poltica, popular y revolucionaria.En cuanto al mtodo para llegar a la edificacin de esa sociedad, plantea la prctica de una poltica revolucionaria basada en un frente de trabajadores manuales e intelectuales y la constitucin de una Repblica Democrtica de Trabajadores. La revolucin socialista en nuestra poca progresa desde la periferia compuesta por los pueblos coloniales y semicoloniales hacia el centro ocupado por los pases capitalistas avanzados y la ciudadela imperialista de los EE.UU en ltimo lugar. La revolucin socialista puede comenzar y progresar apoyada en el campesinado y ser respaldada por la clase obrera de las ciudades donde reside la fuerza ms poderosa del enemigo capitalista. El PS de Chile rehsa toda ejecutoria a cualquier alianza con sectores burgueses y niega la existencia de una burguesa progresista, pues toda ella est comprometida con el imperialismo. Slo una poltica revolucionaria, afirmada en el proletariado el campesinado y los estudiantes e intelectuales, podr triunfar en los pases subdesarrollados y transformar el rgimen de dominio de la clase terrateniente, de la burguesa y la penetracin imperialista, en otro socialista y popular. Por eso denuncia la tctica de frente de liberacin nacional, llamando a la burguesa progresista a unirse a las clases trabajadoras en la lucha contra el capitalismo, como una contradiccin con cualquier posicin antiimperialista y una carencia de identidad de intereses entre esa consigna y las clases trabajadoras.