el simbolismo de la luna en la poesía de federico garcía lorca

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El simbolismo de la luna en la poesía de Federico García Lorca Author(s): Gustavo Correa Source: PMLA, Vol. 72, No. 5 (Dec., 1957), pp. 1060-1084 Published by: Modern Language Association Stable URL: http://www.jstor.org/stable/460379 . Accessed: 20/12/2014 17:43 Your use of the JSTOR archive indicates your acceptance of the Terms & Conditions of Use, available at . http://www.jstor.org/page/info/about/policies/terms.jsp . JSTOR is a not-for-profit service that helps scholars, researchers, and students discover, use, and build upon a wide range of content in a trusted digital archive. We use information technology and tools to increase productivity and facilitate new forms of scholarship. For more information about JSTOR, please contact [email protected]. . Modern Language Association is collaborating with JSTOR to digitize, preserve and extend access to PMLA. http://www.jstor.org This content downloaded from 128.235.251.160 on Sat, 20 Dec 2014 17:43:54 PM All use subject to JSTOR Terms and Conditions

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El simbolismo de la luna en la poesía de Federico García LorcaAuthor(s): Gustavo CorreaSource: PMLA, Vol. 72, No. 5 (Dec., 1957), pp. 1060-1084Published by: Modern Language AssociationStable URL: http://www.jstor.org/stable/460379 .

Accessed: 20/12/2014 17:43

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EL SIMBOLISMO DE LA LUNA EN LA POESfA DE FEDERICO GARCfA LORCA

Por Gustavo Correa

EN EL SISTEMA de simbolos en la obra de Federico Garcia Lorca,

aparece el de la luna como el de mayor significacion por su variedad de manifestaciones, su vinculacion a algunos otros de sus simbolos cen-

trales, la funcion estructural que desempefia en un gran numero de sus

poemas y en algunos de sus dramas, y la conformacion arquetipica y semantica que presta al ambito de su mundo poetico. Su incorporacion desde un principio en la obra del poeta y su evolucion a traves de ella, nos indica, ademas, el area extensa y soterrafia de su mundo afectivo, al mismo tiempo que nos situa frente a una vision especifica del universo y del destino del hombre en este mundo. Trataremos en el presente estudio de fijar su particular configuracion en esta poesia y de examinar su de- limitacion dentro de la tradicion literaria y determinadas areas culturales

que han podido contribuir a su constitucion caracteristica. *

En el romanticismo la luna se presenta intimamente vinculada al

paisaje de los nocturnos y expresa en multitud de matices los sentimien- tos de tristeza, melancolia, idealidad e infinitud del alma romantica. Para algunos poetas el astro de la noche es simbolo de consuelo y pro- teccion, o tambien de indiferencia e impasibilidad ante al dolor humano. En ocasiones incita los sentimientos rencorosos y amargos del poeta. El

postromanticismo parnasiano inicia el desmericimiento antirromantico de la luna, proceso que se acentua en las derivaciones simbolistas de fines del siglo y que llega a su culminacion en el movimiento futurista.

Aunque el desmerecimiento antirromantico de la luna es un hecho evidente en la poesia moderna, no podemos decir que sea este su unico

aspecto evolutivo. Por el contrario, simultaneamente a esta tendencia encontramos una variada revalorizacion del simbolo en el presente siglo. En la Generacion del 98 Unamuno incorpora la luna como simbolo de sus preocupaciones en la enigmatica conquista de lo eterno. Para Azorin la luna significa desde un principio un mundo de celestial placidez, fuente de sensaciones dulces a la vez que melancolicas y propicio para la con-

templacion espiritual. Valle-Inclan la utiliza frecuentemente en sus

1 La obvia presencia de la luna en Lorca ha sido senalada por la mayoria de sus criticos. No existe, sin embargo, un estudio interpretativo de su conformaci6n simbolica en esta poesia, y en ocasiones pasa totalmente incomprendida como en el libro de Alfredo de la Guardia, Garcia Lorca: Persona y creacion (Buenos Aires, 1944), pag. 175. Otros exegetas del poeta se han quedado en algunos atisbos generalizadores sin haber llegado a delimitar en forma sistematica el alcance de su significaci6n. Veanse entre otros, Arturo Berenguer Carisomo en Las mdscaras de Federico Garcia Lorca (Buenos Aires, 1941), pag. 89, y Juan Guerrero Zamora en El teatro de F.G.L. (Madrid, 1948), pag. 7.

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Sonatas para obtener efectos luminosos y pictoricos. En Antonio Ma- chado al lado del "blanco soiiar de la luna," y de una "luna de abril, serena," encontramos tambien una luna cadaverica simbolica de un

espiritu abatido, y una "luna de hojalata" como anuncio funesto de

vejez. En el adusto paisaje castellano una luna amoratada sirve de fondo a una tarde "vieja" y "fria." Tambien en alguna ocasion la "luna ja- deante" es viajera que acompana al poeta en su peregrinacion nocturna. En "La tierra de Alvargonzalez" una luna roja es augurio ominoso de catastrofe.2 En Juan Ramon Jimenez, especialmente en la primera parte de su obra, la luna cobra una importancia poetica anunciadora del mundo lorquiano. Dentro de su herencia romantica que convierte al astro nocturno en uno de los simbolos mas persistentes de su lirismo

pesimista y doliente, la luna adquiere una variedad de matices simbolicos

y expresivos vinculados a las estaciones del ano, a los ciclos lunares y a la tradicion folklorica. Paralelamente a una luna triste y melancdlica, en? contramos una luna verde de enero, una luna de agosto, una luna creciente, una luna transparente y una luna poniente. Al lado de los colores tra- dicionales de la luna blanca, argentada, dorada, se hallan tambien una luna roja, luna opalina, luna grana, luna rosa, luna gris, luna verde

(Antolojia poetica, Buenos Aires, 1944, passim). En su poesia hallaremos asimismo, ciertos aspectos de simbologia sexual como en el poema "Es-

tampa de otofio" (pag. 89), y una relacion cosmologica con el sol de ca- racter mitico en el poema "Amanecer" (pag. 113). Tambien esta presente en este poeta el aspecto de una luna de influjo fecundante de gran im?

portancia en la poesia de Lorca (pag. 157). Lorca incide en este particular momento de la tradicion literaria de la

luna y recibe el influjo de los romanticos, de los simbolistas franceses y espaiioles, y en particular de la poesia de Juan Ramon Jimenez en su periodo inicial. Los cultivadores de la metafora pura contemporaneos del poeta tambien dejan su huella en esta epoca.3 A medida que su mundo poetico se va perfilando con una vision caracteristica, el simbolo de la

2 V6anse Carlos Claveria "Don Miguel y la luna," en Temas de Unamuno (Madrid, 1953), pags. 137-156; Marguerite Rand, Castilla en Azorin (Madrid, 1956), pag. 94; la tesis inedita de Jane P. McCulloch, "Stylistic Studies in the Works of Valle-Inclan" (Univ. of Chicago, 1933), passim; Poesias completas (Buenos Aires, 1940), pags. 59, 11*4-139, 215- 218, 219 y 266.

3 Guillermo Dias Plaja ve tambiSn en algunos ejemplos el influjo de los hai-kai japoneses y de la poesia oriental en su libro Federico Garcia Lorca (Buenos Aires, 1948), p?gs. 108-109. Para otros estudios relacionados con la luna en la nueva poesia, v6anse Gil Benumeya, "La luna y la nueva poesia," La Gaceta Literaria (Madrid, 15 de junio de 1931); L. Rodelgo, "La luna y la aurora en poetas del siglo xx," en Revista Nacional de Educacion, Ano ix, 2a. 6poca, No. 92 (1949), pags. 43 y sigs.; F. G. Bedrifiana, "Laluna en la poesia negra," en Papel de China (La Habana, 1941); G. Diego, "Gabriel Mir6," en Cuadernos de Literatura Contempordnea, Nos. 5-6 (1942), p&gs. 205 y sigs.

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luna se va configurando dentro de lineamientos especificos. Veamos en

que forma se presenta a lo largo de su obra. Su primer Libro de poemas revela toda una variedad de modulos

poeticos. La tradicion simbolista juanramoniana es evidente en la ex-

presion de la avidez por un ideal inalcanzable, en el fondo identificado con el sentimiento del amor. En "Cancion otofial" (108) la luna nueva es

preludio de esperanza.4 La luz lunar amarillenta hace participe de su idealidad a ciertos seres o elementos de la naturaleza. Las alas del ruisenor son ugotas claras de la luna / cuajadas por su ilusion" (110), y las amarillentas hojas de laurel son u

hojas, manchadas de luna" (209). El

chopo muerto desprovisto de su follaje ya no constituira un regazo ma-

ternal, ucuna de la luna" (187), para el astro nocturno. La participacion de la luz lunar es simbolo manifiesto de atraccion a las regiones donde

impera el ideal y la felicidad, pero solo unos cuantos escogidos por el destino "nacen mariposas / o tienen luz de luna en su vestido" (211). La luna como fuente de idealidad y meditacion contemplativa se convierte en abrevadero de los astros mismos como en el poema "Si mis manos

pudieran deshojar" (124), y ella a su turno calma su sed con luceros de la noche. La nina de la "Balada de un dia de julio" (148) ofrece a su amante una noche de luna como el mas entranable de sus regalos. Con la me- tafora de la flor el poeta desearia acercarse a ella para deshojarla entre sus manos.

La actitud opuesta de una luna indeseable que se opone a la armonia del universo es patente en el poema "El concierto interrumpido" (182). La metafora musical de "el calderdn helado y sonoliento / de la media luna" viene a representar una pausa en el concierto cosmico en que intervienen las ranas, las estrellas y el viento. La interrupcion de la armonia pita- gorica es castigada por la indignacion del chopo solitario en medio de la llanura que da una leccion vengativa al rostro de la luna. En el poema "Cancion para la luna" (141) esta se convierte en un vehiculo de rebeldia satanica contra la tirania de Jehova que la encamina siempre por la misma senda. Su redonda figura en el horizonte aparece como la pupila de

Satan, "(Satan es tuerto)," dando una leccion permanente de anarquia y de nihilismo. La luna vieja y triste con sus "dientes de marfil" del poema "La luna y la muerte" (190) asoma en un paisaje sombrio desprovisto de verdor y de hojas y acechado por la presencia de Dona Muerte que se

pasea con su faz arrugada dejando una huella "de ilusiones remotas." En un piano similar se encuentra el corazon del poeta en donde coloca "una feria sin musicas / con las tiendas de sombra."

4 Citamos por Obras completas (Madrid, 1954). Los ntimeros citados en el texto se refieren a las paginas de esta edici6n.

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La nota burlona a la luna solo aparece en "Paisaje" (151) a la hora del atardecer de un dia de junio. La frustracion amorosa es nuevamente

acompaiiada de una serie de signos en la naturaleza que expresan una

completa dejadez espiritual. En medio de todos ellos surge la luna en su condicion de madona simplista "con su cara bonachona / de jamona." En este mismo poema la primera estrella solitaria se rie de ella desde su mansion celeste.

En Primeras canciones y Canciones la nota de idealidad afirmativa se convierte en una mayor familiaridad con el astro nocturno. Una serie de metaforas revelan el acercamiento a la luna, ya sea como una fruta de

agradable sabor para los nifios, como una cuerda de salto para los galanes enamorados, o como una doble atraccion con su presencia en el cielo y su

reflejo en el agua en donde se halla a nuestro alcance. Los nifios del "Tio-Vivo" (288) se "comen la luna / como si fuera una cereza," y los del poema "Agosto" (292) comen "pan moreno y rica luna." En el poema "Friso" (291) hay un gracioso cortejo amoroso a "las nifias de la brisa," por "los mancebos del aire" que "saltan sobre la luna."5 En "Nocturnos de la ventana" (294) el salto a la luna alta del cielo antes tan dificil es ahora posible a traves de la luna reflejada en el agua. Las dos lunas re-

presentan la llamada misteriosa del amor de dos nifias que se acercan. En "Nocturno esquematico" (286) la aproximacion se hace por medio de la

imagen de la escala: "(La escala llega a la luna)" (286). El acercamiento se opera tambien en el piano de los simbolos religiosos. En el liltimo poema de las "Cuatro baladas amarillas" (275) la luna ha descendido a las manos del nifio y al retornar a la mansion celeste se convierte en halo de santifi- cacion en premio para su bondad:

Yo imagino esta tarde que soy santo. Me pusieron la luna en las manos. Yo la puse otra vez en los espacios y el Sefior me premi6 con la rosa y el halo.6

La iluminacion lunar se revela en ciertas imagenes de una tematica

que ha de aparecer mas tarde en otras obras de Lorca. A la hora del

6 Comp&rese la siguiente copla de Antonio Machado: "jAy del gal&n sin fortuna / que ronda a la luna bella; / de cuantos caen en la luna, / de cuantos se marchan a ella!" (p&g. 41).

6 Comp&rese en Juan Ram6n Jim6nez: "En la luna hay algo que sufre, / entre un nim- bo divino de plata . . . / y que mira en silencio al rendido / con inmensas piedades de santa" (pag. 27).

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atardecer se combinan los ruidos del momento con la naciente luz lunar en la metafora del yunque: uGolpean rayos de luna / sobre el yunque de de la tarde" (272). La punta del pufial se adivina en el poema "Verlaine" con la imagen, "la luna picaba / con un rayo en el agua" (309), y el eco rutinario de los perros a la luz de la luna se halla presente en el poema "Baco": "La luna cuenta los perros. / Se equivoca y empieza de nuevo"

(310). El grupo de las "Canciones de luna" compuesto de siete poemas se

halla entretejido alrededor de un cielo vital completo a base de los con-

ceptos de nacimiento, vida, muerte, tumba y rememoracion, que coin- ciden con el surgimiento y corta duracion de un sentimiento amoroso definitivamente sepultado. Asi lo indica el mismo titulo de los poemas: "La luna asoma," "Dos lunas de tarde," "Lunes, miercoles y viernes," "Murio al amanecer," "Primer aniversario," "Segundo aniversario," "Flor" (319-313). En el primer poema la rutina de la luna llena, uluna

/de cien rostros iguales," permite contemplar la total aridez del corazon y la imposibilidad de gustar la fruta sazonada: la naranja. En el segundo, compuesto de dos partes, hay en primer termino una alusion al ritual de la muerte y resurreccion: "La luna esta muerta, muerta; / pero resucita en la primavera." En la segunda parte, la luna pugna por identificarse con la naranja, simbolo de plenitud amorosa. En el tercer poema el ansia de ser (amor) a la luz de una luna llena se ha encontrado con signos de muerte prematura. En el cuarto poema las cuatro lunas (cuatro fases de la luna), a la vez que aluden a un periodo completo de lunacion, indi- can los cuatro brazos de los amantes cuya union momentanea solo ha servido para marcar el final de la experiencia frustrada. El quinto y sexto

poemas sefialan los dos primeros aniversarios del amor perdido. El se?

gundo se revela a traves de los simbolos del mar, el unicornio, la flor de loto en el horizonte y la metafora del pufial sobre la extension del mar. En el tiltimo poema contemplamos la luna como flor nacida de la tumba misma en un paisaje de frigida blancura:

El magnifico sauce de la lluvia, caia.

jOh la luna redonda sobre las ramas blancas!

La vinculacion de la luna a la atraccion amorosa femenina se manifiesta tambien en estos dos libros de canciones. El perfume intenso del nardo con su caracteristica blancura es uno de los signos de esta atraccion y va a ser uno de los constituvos de la luz lunar en ciertos momentos de nefastas implicaciones. En el poema "Eco" (335) el nardo aparece en un

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fondo de fria iluminacion lunar. En "Serenata" (326) la seduccion de la

mujer elemental iluminada por una luz de nardo se hace extensiva a la

propia naturaleza. La metafora de la luna en forma de hoz en el poema "Media luna" (273) efectiia, a pesar de su atmosfera ligera, una fusion extrana de muerte y seduccidn aplicada en este caso solamente a ele- mentos de la naturaleza: "La luna va por el agua. / jComo esta el cielo

tranquilo! / Va segando lentamente / el temblor viejo del no / mientras

que una rama joven / la toma por espejito." Las dos canciones de jinete se caracterizan por la presencia de la luna

con un color dominante en negro y rojo. La primera "Cancion de jinete" (302) establece una serie de correspondencias entre la suerte del bando-

lero, "jinete muerto," el "caballito negro," mas tarde convertido en "caballito frio," y la noche oscura presidida por una luna negra y la

imagen del pufial insinuada repetidamente en las espuelas, el cuchillo y el cuerno. En la segunda "Cancion de jinete" (306) la iluminacion lunar ha tomado caracteres siniestros. La jaca negra del jinete se destaca esta vez ante una luna grande propicia para el viaje, que se torna en luna roja con especifica significacion de sangre, cuando la muerte sorprende al

viajero que va camino de Cordoba:

Por el llano, por el viento, jaca negra, luna roja. La muerte me esta mirando desde las torres de C6rboda.7

Otro aspecto del simbolismo de la luna totalmente distinto en el libro de Primeras canciones se halla en el poema "Adan" (279) de sensibilidad

muy afin a Poeta en Nueva York. Este poema de abstracta arquitectura introduce por primera vez en la obra de Lorca la identificacion de la luna con el concepto de fecundidad. La Uegada de la aurora esta concebida como un parto cosmico en el que interviene un Adan cosmico, el Sol, y una madre pristina, la Luna, en trance de "recien parida." Los tintes ro- jizos del amanecer son la sangre de la herida. La luna reflejada en la ventana (grdfico de hueso) muestra una palidez esqueletica de muerte. El Adan cosmico contempla el nifio (el nuevo dia) que promete una vida activa de caballista, pero otro Adan (el hombre) piensa en el esfuerzo frustrado de realizacion vital al presentir una luna no fecunda.

El Poema del cantejondo solo presenta a la luna en su calidad de vision metaforica contemplativa en la tradicional figura del barco que avanza

7 Comparense los siguientes versos de Juan Ram6n Jim6nez: "Viento negro, luna blanca. I Noche de Todos los Santos. / . . . Viento largo, luna grande, noche de Todos los Santos" (p% 37).

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lentamente rompiendo las nubes del horizonte: "La quilla de la luna

jrompe nubes moradas / y las aljabas / se llenan de rocio" (238).8 En el

poema "Chumbera" (253), la vision pl&stica de la higuera con su equi- librio de estatua, entra en composici6n paisajistica con la presencia de la media luna. De mas caracteristica significacion en este libro es el con- siderar la luna como depositaria enigmatica del destino amoroso. Las muchachas y las figuras antropom6rficas contemplan a la luna en busca de una respuesta al atormentado interrogante en el poema "Despues de

pasar" (226) y en "Escena del teniente coronel de la Guardia Civil"

(255). De la concepcion augural del astro nocturno facilmente somos trasladados a la idea de la luna como tumba de un amor perdido, "<iQue luna recogera / tu dolor de cal y adelfa?" (225), la cual servira tambien de mansion ultraterrena al Amargo muerto en la pelea: "La cruz. No llorad ninguna. / El Amargo estd en la luna" (268) !9

En el Romancero gitano las metaforas de iluminacion lunar son fre- cuentes con tonos coloristicos diversos. La blancura de la "noche plati- noche" en la primera parte del "Romance de la Guardia Civil Espanola" (379) traduce todo el extasis contemplativo a traves de una luna en

figura de extatica cigliena. Una luz blancuzca, de "agonica plata," pre- side en "Muerto de amor" (375) la fatal pelea de los gitanos. La fusion de la luna y el toro de capital importancia en otras obras de Lorca se adivina en el "Romance del emplazado" (377) con un tono aun de malabaristica objetividad: "Los densos bueyes del agua / embisten a los muchachos / que se banan en las lunas / de sus cuernos ondulados." La vinculacion de la luna con el proceso de la concepcion en el vientre de la

mujer se halla en el romance "San Gabriel" (368), cuando Anunciacion en contacto con la luz de la luna, ubien lunada y mal vestida" espera el

mensaje del arcangel. El arrobamiento de la luz lunar trae consecuencias

tragicas en el "Romance de la luna, luna" (352), y el "Romance sonam- bulo" (356). En el primero de estos poemas la luna antropomorfizada en

figura de mujer ejecuta una danza ritual de la muerte ante el nifio gitano que cae prisionero en las redes malignas de la misteriosa danzante. Una luz blanca de jazmin preside el acto de atraccion vedada. En el "Romance sonambulo" la interpenetracion coloristica entre la luna y la gitana marca la accion mitica de su mutua influencia. La atraccion nefasta de

8 La barca lunar se halla sugerida por la figura de la luna en su cuarto creciente y per- tenece al folklore universal y a la mentalidad primitiva. V6anse Stith Thompson, Motif- Index of Folk-Literature (Bloomington, Ind., 1932) y Carl Hentze, Mythes et symboles lunaires (Anvers, 1932), pags. 24-25.

9 La concepci6n de un hombre en la luna pertenece tambie*n al dominio del folklore (v6ase Stith Thompson), y form6 parte de un genero particular de literatura segun puede verse en Marjorie Nicolson, "A World in the Moon," Smith Coll. Stud. in Modern Langs., xvn, ii (Northampton, Mass., 1936), 10.

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la muchacha por la luna ha culminado en una final fusion sefialada por una metafora de perfil impresionistico: "Un carambano de luna / la sostiene sobre el agua." Destino parecido al de la gitana es el que en- cuentra el protagonista del romance "Burla de don Pedro a caballo"

(387). El caballero enamorado que va en busca de su amada a quien no

encuentra, recibe en el camino la atraccion de la figura antropomorfica de la luna reflejada en tres lagunas. La atraccion progresiva en las dos

primeras metaforas lo llevan a confundirse con la tercera laguna que sirve de tumba a don Pedro. La influencia lunar en el romance "Thamar

y Amnon" (390) se traduce en los amores incestuosos de los dos her- manos. En esta noche de sequedad angustiosa la luna con su girar en el cielo ejecuta una danza embrujadora insinuando su callado maleficio. El canto de Thamar brota al son de "citaras enlunadas." Por su parte Amnon contempla en la luna llena el desnudo obsesionante de su hermana a traves de la figura de los peces: "Amnon estaba mirando / la luna re- donda y baja, / y vio en la luna los pechos durisimos de su hermana."

Lo caracteristico de la luna en Poeta en Nueva York es su desaparicion en el horizonte o la total perdida de su capacidad seductiva y de su in? fluencia en un mundo de completa aridez y desolacion afectiva. La carencia de influencia se traduce en general en la imposibilidad de la realizacion amorosa, quedando sumido asi el hombre en una soledad que llega a significar la negacion de su propio ser. En este libro la luna ha asumido ya el perfil de una figura mitica de contornos arquetipicos y es identificada con la vaca celeste de concepciones miticas primitivas.10 Dentro de esta manera de visualizacion asistimos con frecuencia al de-

giiello de la figura mitica. Caracteristico de esta actitud es el poema "Vaca" (430) que nos presenta la luna creciente (cuernos) en el momento de trasponer el horizonte a la hora de la madrugada en medio de los tintes rojizos de la aurora. Este acontecimiento cosmico es visto como un

degiiello de la vaca divinizada llevado a cabo para la celebracion de un

banquete. Con la imminente llegada del dia solo quedan en el cielo los restos del descuartizamiento:

Arriba palidecen luces y yugulares. Cuatro pezunas tiemblan en el aire.

Que se entere la luna y esa noche de rocas amarillas: que ya se fue la vaca de ceniza.

10 Para una relaci6n hist6rica del arquetipo de la vaca con la luna, vease mi estudio, La poesia mitica de Federico Garcia Lorca (Eugene, Ore., 1957).

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Que ya se fue balando

por el derribo de los cielos yertos donde meriendan muerte los borrachos.

Vision parecida es la obtenida en el poema "Aurora" (423) cuando las

gentes a la hora de la madrugada "vacilan insomnes / como recien salidas de un naufragio de sangre." Una alusion al degiiello ocurre tambien en "Nocturno del hueco" (433-435), con el circo de toros (gran plaza de-

sierta) representativo de la soledad inmensa de Poeta en Nueva York como lugar del sacrificio, donde umugia la bovina cabeza recien cortada." La vaca reducida a una condicion desmerecida con patitas de paje y patitas de mujer en el poema "Cielo vivo" (426) es otro de los aspectos que revelan la impotencia de la luna en este mundo de contornos negati- vos. En "Paisaje con dos tumbas y un perro asirio" (436) la luna queda convertida en la calavera de la figura mitica del caballo. En otras ocasiones la luna se halla impedida para ejercer su influencia por encon- trarse enterrada como en "Cementerio judio" (444) y en tal caso solo

puede iluminar cadaveres de cementerios. Una luna "apuntillada" (434) sera reflejo de muerte y de inexistencia, y en su condicion de "prisionera" hara imposible el amor:

Ruedan los huecos puros, por mi, por ti, en el alba conservando las huellas de las ramas de sangre y algun perfil de yeso tranquilo que dibuja instantdneo dolor de luna apuntillada. . . .

No, por mis ojos no, que ahora me ensenas cuatro rios cenidos en tu brazo, en la dura barraca donde la luna prisionera devora a un marinero delante de los ninos.

Ante el espectdculo de las tumbas ella misma tendra que mutilarse

despojandose de sus atributos femeninos esenciales:

y la luna estaba en un cielo tan frio

que tuvo que desgarrarse su monte de Venus y ahogar en sangre y ceniza los cementerios antiguos.

(436)

Otro de los aspectos del desmerecido poder actuante de la luna se revela en su condicion de dureza que se manifiesta en simbolos diversos. Uno de ellos es la piedra blanca en los poemas "Fabula y rueda de los tres

amigos" (401) y "Panorama ciego de Nueva York" (420), que alude a una metamorfosis de la luna, si bien en tal condicion puede conservar aun huellas de posible influencia. El amianto y marfil son tambien reveladores de una condicion negativa de la luna y se hallan asociados a otros simbolos negativos: "para que los cocodrilos duerman en largas

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filas / bajo el amianto de la luna," y "tenia la noche una hendidura / y quietas salamandras de marfil" (405).

La carencia de la influencia afirmativa de la luna es el resultado, asimismo, de la incapacidad del hombre para comprender el signo de su

presencia. En el poema "1910 (Intermedio)" (398) el poeta al recordar los afios de su ninez alude a "una luna incomprensible que iluminaba

por los rincones / los pedazos de limon seco bajo el negro duro de las botellas." Esta incomprensibilidad crea una condicion de lucha ator- mentada en la que el hombre se debate en ocasiones frente a frente con el astro nocturno sin lograr una solucion armoniosa para su experiencia agonica: "yo estaba en la terraza luchando con la luna" (412). Los muchachos en el poema "Oda a Walt Whitman" (448) huyen despavori- dos ante la presencia de la luna que ulos azota por las esquinas del terror." Los amantes del "Paisaje de la multitud que orina" (415), permanecen desconcertados ante "el ataque violento de la luna." La incomprensibilidad de la luna se torna a veces en verdadera hostilidad por parte de los

personajes negativos de este mundo poetico como "la mujer gorda, enemiga de la luna," en el "Paisaje de la multitud que vomita" (413). En este mismo poema el amor todavia en flor de doncellas amenazadas se acoge a su proteccion. Cuando la luna logra hacer sentir su luz es para condenar la falsedad y la miseria del mundo enemigo: "abrid los escoti- llones para que vea bajo la luna / las copas falsas, el veneno y la calavera de los teatros" (420).

El poema "Luna y panorama de los insectos" tiene dos versiones de la cuales solo una de ellas ha sido incorporada a Poeta en Nueva York

(438). La otra se halla reproducida en la seccion de Poemas sueltos en la edicion Aguilar (540). No existen indicaciones bibliograficas ni textua- les de esta ultima, pero todo parece indicar que debio haber sido escrita antes que la primera. Esta version lleva el subtitulo de "El poeta pide ayuda a la Virgen," y constituye un hondo lamento por el dolor de "la carne minima del mundo," es decir, por todas las formas minusculas de la naturaleza que son impotentes para expresar sus anhelos de infinitud

y su angustia de seres abandonados. La muchedumbre de insectos que "se agrupan en grandes montones / para ser comidos por los pajaros," revelan de subito todo su dolor y su impotencia a la luz de la luna. Ahora

bien, esta divina Madre de Dios, "Reina celeste de todo lo criado," es la luna misma, la cual preside en el horizonte sobre todas las criaturas y cuya luz llega hasta los animalitos en legion que se esconden en la hierba. Este caracter cosmico de la Madre del Cielo se revela mas claramente al final del poema, cuando aparecen sus rasgos de temible influencia: "Tu Madre siempre temible. Ballena de todos los cielos. / Tu, Madre siempre bromista. Vecina del perejil pestado. / Sabes que yo comprendo la carne

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1070 El simbolismo de la luna en Garcia Lorca

minima del mundo" (540) .n La otra version de "Panorama y luna de los insectos (438) de Poeta en Nueva York, acoge tambien el tema del dolor cosmico de los insectos a la luz de la luna. Sin embargo, la nota carac- teristica de este poema es la proyeccion del color cosmico al dolor in? dividual del poeta, en medio del amor infecundo y en la incapacidad de encontrar el su propia identidad. La luna al aparecer en el horizonte carece de toda virtud para provocar una manifestacion afimativa y ella misma se revela en contornos totalmente negativos.

Y la luna.

jLa luna! Pero no la luna La raposa de las tabernas, el gallo japon?s que se comio los ojos, las hierbas masticadas.

El poema culmina con un final lamento por el dolor y soledad de los in? sectos que es el propio dolor y soledad del poeta, y la lastimosa contem-

placion del astro antropomorfico ante el aparatoso hundimiento de su virtud fecundante: "y la luna / con un guante de humo sentada en la

puerta de sus derribos. / jjLa luna!!" En "Tierra y luna" la oposicion de los dos elementos revela la busqueda

de salvacion en el seno de la Madre Naturaleza, ante la imposibilidad de encontrar una armonica relacion con la luna.12 Frente al desfile de signos

11 La denominaci6n "Reina del Cielo" es corriente en literatura para designar a la luna y se encuentra con frecuencia en la poesia romantica. La identificaci6n literaria de "Reina del cielo" con la denominaci6n de "Inmaculada Concepci6n" tomada de la simbologia cat61ica, se halla presidiendo todo el grupo de poesias de Laforgue intitulado "L'imitation de Notre-Dame la lune." La denominaci6n concreta de "Lune d'ImmaculSe-Conception," y la invocaci6n "Solve, Regina des Lys!" (pags. 17 y 73) de este autor es recogida por Lugones quien le da un sesgo decididamente ironico: "Fascina a tu clientela / Con tu encanto letal. / Ave Malis Stella, / Danos tu duke mal," en Lunario sentimental (Buenos Aires, 1926), pag. 55. Es indudable que estas denominaciones se remontan originaria- mente a antiguos procesos de sustitucion que tuvieron lugar en la cristianizacion de divinidades paganas. Una de ellas fue la de la diosa egipcia de la luna Isis, la cual fue identificada muy pronto con la Virgen Maria, especialmente en su condici6n de "Estrella de los mares." VSase al respecto James G. Frazer, The Golden Bough, abridged ed. (New York, 1953), pag. 445. Segun Kurt Seligman otras denominaciones de la Virgen como La Inmaculada y Mater Domina fueron tomadas de Isis. V6ase su History of Magic (New York, 1948), pag. 72. Por otra parte, la figura de la Virgen fue asociada con la luna en la pintura, particularmente en el arte espanol. Los pintores Murillo, Velazquez y el Greco siempre representaron a la Inmaculada Concepci6n sobre una media luna. En la mitologia azteca la diosa Luna fue igualmente identificada con la Virgen Maria en la cristianizaci6n de las antiguas deidades. Vease Donald E. Thompson, "Maya Paganism and Christianity," Middle American Research Institute, Publication 19 (New Orleans, 1954), pag. 13.

12 Este poema publicado en forma suelta en Tiempo presente (Madrid, 1935) ha sido incorporado por Belitt en uno de sus ap6ndices a su traduccion de Poeta en Nueva York (New York, 1955), pags. 142-145.

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Gustavo Correa 1071

negativos que se hallan a su alrededor (transparente hombrecillo, huevos de golondrina, borrachos, criaturas mudas, mujer fria) y la impotencia de los anhelos de afirmacion ("niiio desnudo / que pisotean los borrachos de Brooklyn," "arroyo de venas ansioso de abrir sus manecitas"), el poeta prorrumpe en un canto de exaltacion a la Tierra en su significado esencial de sepultura. La tierra, sin embargo, no acude al llamamiento y el poeta debe resignarse a convivir con los signos de desolacion que constituyen una muerte prolongada sin termino aparente. Contra su forma convexa se estrellan posibles quejas y su indolencia no acoge ninguna mani- festacion sensititiva. La luna acucia este dolor profundo avivando el

cauterio, iluminando el lugar de la herida y untando con su propia sangre a la victima agonica que se deshace en permanente inexistencia:

Pero la luna subia y bajaba las escaleras, repartiendo lentejas desangradas en los ojos, dando escobazos de plata a los ninos de los muelles y borrando mi apariencia por el termino del aire.

El poema "Crucifixion"13 incorpora la simbologia catolica de la muerte de Cristo a la extincion del alba con signos de sangre que indican el asesinato de la luna a ras del horizonte. La luna impotente en este mo- mento da a luz un niiio que nace muerto, es decir un dia sin luz lleno de nubes y de signos ominosos de tempestad y de lluvia. La sangre de la herida del parto no es recibida por el simbolo positivo del caliz, sino por el desmerecido signo del zapato. La luna en el momento de su agonia quema con su fuego debilitado (bujias) el unico signo afimativo que se vislumbra al amancecer (falo de los caballos). La consumacion de la

tragedia queda confirmada con el signo de la calavera (la de la luna) que contemplan las santas mujeres desde su habitacion. Simultaneamente a la muerte de la divinidad se oye la gran voz (trueno) cosmica, y la sarcastica protesta de los fariseos:

Entonces se oyo la gran voz y los fariseos dijeron: Esa maldita vaca tiene las tetas llenas de leche.

Una lluvia torrencial cae entonces de los cielos aumentando los signos ominosos de la cat&strofe. El resto del dia transcurre en medio de con? fusion de ruidos, entre los que sobresalen el de los carpinteros y lenadores

que hacen alusion a la fabricacion de un inmenso ataud donde ha de que- dar encerrada la ciudad entera agonizante. Nuevamente se oye la voz de los fariseos, pero esta vez lamentandose de que la recien muerta haya dejado huellas de perdigones que puedan causarles dano. La muerte de la divinidad constituye asi un acto propiciatorio. El despejarse del cielo

13 El presente poema lleva el titulo de "[La luna pudo detenerse al fin]" en las Obras completas de la colecci6n Aguilar, p&gs. 458-459, y el de "Crucifixi6n" en el texto citado de Belitt, pags. 108-111, el cual parece ser el titulo definitivo.

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1072 El simbolismo de la luna en Garcia Lorca

y el aparecimiento de una breve luz cosmica en el momento del atardecer marca un acto de positiva afirmacion, permitiendo al mismo tiempo la vision de un caballo restaurado de su herida (la boveda celeste de luz

cambiante). La nueva presencia de la luna en el horizonte reconstruye el cielo completo de muerte y resurreccidn de la divinidad. Los fariseos entonces deben esconderse y la tierra despierta trabajosamente hacien- dose apta para recibir el influjo sacrosanto:

Fue entonces y la tierra desperto arrojando temblorosos rios de polilla.

La "Huida de Nueva York" esta compuesta por tres poemas que in- tencionalmente marcan un ritmo musical de danza (dos valses y un son) que traduce el jubilo del poeta al alejarse de la civilizacion mecanica y salir al encuentro de formas exultantes de afirmacion. La presencia de la luna aunque muy breve en estos poemas, senala un cambio radical al

adquirir el astro nuevamente la calidad de simbolo afirmativo. En

"Pequerio vals vienes" (453) el poeta vuelve a encontrar el signo positivo de la amada en armonica conjuncion con la luna: "Te quiero, te quiero, te quiero . - . / en nuestra cama de la luna / y en la danza que suena la

tortuga." El tono de alegria continua con el ritmo ligero del "Vals en las ramas" (454) en el cual se rezuma una serena tranquilidad nacida de una honda adecuacion entre el hombre y la naturaleza. El nuevo sentido vital se halla expresado en una metafora en que quedan vinculados los signos de la luna, el agua y el pez movible: "Por la luna nadaba un pez." El "Son de negros en Cuba" (456) con su ritmo caracteristico sincopado nos traslada a un mundo sensual en piena iluminacion lunar: uCuando llegue la luna llena, / ire a Santiago de Cuba, / ire a Santiago."

La presencia de la luna en la tragedia Bodas de sangre adquiere una funcion estructural en el primer acto del cuadro tercero, o sea aquel en

que culmina la tension dramatica con la muerte de los dos amantes. La actuacion de la luna esta directamente vinculada con la huida de Leo? nardo y la Novia y el encuentro de estos con el bando enemigo, y se halla

precedida por la escena invocatoria de los tres Lefiadores al astro de la noche. Externamente la funcion de la luna es la de alumbrar el bosque para que la busqueda se facilite y se consuma el acto. La piena claridad lunar no debe dejar sombras que permitan eludir el castigo. Dentro de la estructura interna de la tragedia, sin embargo, la luna se presenta como un personaje directamente vinculado al hecho de sangre. En su calidad de entidad divinizada se arroga los poderes que corresponden a su con- dicion de tal, y se revela como una divinidad sedienta de sangre. La

despefiada accion de los amantes acelerada por la fuerza de la inclinacion

y el quebrantamiento de todas las barreras impuestas por la sociedad,

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Gustavo Correa 1073

cobra de subito una nueva dimension al aparecer el acto y consumacion de la muerte como una necesidad cosmica revelada por la presencia de la luna (divinidad). Concebida su muerte como un sacrificio inmblatorio los demas personajes de este acto cobran todos una nueva significacion. Los tres Lefiadores aparecen como los oficiadores del ritual y la Mendiga (la Muerte) como un ayudante en las ceremonias de la ejecucion. La invocacion esta formulada en un lenguaje cargado de honda emotividad lirica y anuncia el inminente derramamiento de sangre:

Lenador 1?. jAy luna que sales! Luna de las hojas grandes.

Lenador 2?. jLlena de jazmines la sangre! Lenador 1?. jAy luna sola!

jLuna de las verdes hojas! Lenador 2?. Plata en la cara de la novia. Lenador 3?. jAy luna mala!

Deja para el amor la oscura rama. Lenador 1?. jAy triste luna!

jDeja para al amor la rama oscura! (1156)

La luna al aparecer en su calidad de personaje extrano sobrenatural, revela en palabras sibilinas el sentido de la proxima muerte. En monologo de densa contextura metaforica y de tono exhortativo y conminatorio, muestra el ansia de sangre que la obsesiona y solicita la ayuda de la naturaleza entera en la realizacion de sus propositos. Al dirigirse a las ramas da las instrucciones necesarias para el acto definitivo. La Mendiga desempena dentro del ritual de la ceremonia el papel de sefialar al Novio el camino de los amantes y su encuentro inminente. Una segunda in? vocacion de los Lefiadores identifica a la divinidad sedienta de sangre con la muerte: "Lenador 1?. jAy muerte que sales! / Muerte de las hojas grandes . . . " (1163). Dos largos gritos desgarrados ante la Luna que aparece y se detiene marcan la culminacion del acto.

En Yerma la presencia de la luna adquiere aspectos distintos de im-

portancia estructural y simbolica. Una breve alusion en la primera can? cion lirica de Yerma dedicada al nino de sus ensuenos, muestra que hay una ligera influencia benefica del astro nocturno: "Los bueyes mugen al

boyero / y la luna me riza los cabellos" (1185). En el cuadro segundo del acto segundo cuando la protagonista comienza a darse cuenta de que su

hijo no ha de venir hay una alusion a una luna dormida, es decir, a una luna cuya influencia fecundante no se deja sentir: "pido un hijo que sufrir, y el aire / me ofrece dalias de dormida luna" (1244). La impre- cacion ritual de Yerma y demas romeras en la iglesia del Santo esta saturada de un simbolismo cosmico al parecer directamente vinculado con la presencia de la luna y su poder activo fecundante. La rosa amarilla

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no es otra que la luna florecida en un jardin cosmico en medio de numero- sas estrellas y constelaciones (arroyos de leche tibia), con la presencia augural de algunas nubecillas que indican presagio de tormenta (un arcangel la vigila).14 Yerma pide transida de ansia expectante que en su carne florezca la rosa de maravilla:

Maria. Sefior, que florezca la rosa, no me la dejeis en sombra.

Mujer 2*. Sobre su carne marchita florezca la rosa amarilla.

Yerma. El cielo tiene jardines con rosales de alegria, entre rosal y rosal la rosa de maravilla.

Rayo de aurora parece, y un arcangel la vigila, las alas como tormentas, los ojos como agonias. Alrededor de sus hojas arroyos de leche tibia juegan y mojan la cara de las estrellas tranquilas. Sefior, abre tu rosal sobre mi carne marchita.

En el Llanto por Ignacio Sdnchez Mejias la luna desempena un papel de divinidad propiciada parecido al de Bodas de sangre, pero en este caso en fusion con la figura arquetipica del toro. La piena iluminacion lunar en la "Sangre derramada" muestra el espectaculo de la tragedia, y sefiala al mismo tiempo al victimario (vaca del viejo mundo) lamiendo la

sangre de la victima. La tercera parte "Cuerpo presente" continua la identificacion luna y toro como posible tumba final para los despojos del torero. El mar, convertido en "plaza redonda de la luna," podria conservar la memoria ultima del torero.

En el drama incompleto Asi que pasen cinco anos aparece la luna en dos manifestaciones principales. En una de ellas el astro se identifica con el ideal amoroso digno de contemplacion que se encuentra a una altura casi inaccesible. Para mirarla mas de cerca un muchacho se subia a la

14 La visi6n de una luna florecida en medio de un jardin celeste se encuentra ya en Juan Ram6n Jime*nez. Ve*ase el poema No. 3 de la Soledad Sonora citado en su Antolojia pottica (pag. 78). Otra visi6n de un jardin celeste es el poema No. 13 de Pastorales, aunque en este caso la luna es una "pastora de plata" (p&g. 51). La visi6n opuesta de un yermo celestial incapaz de florecimiento se halla en Poeta en Nueva York. La flor mencionada aqui es tambie*n la rosa: "Me*dulas y corolas componian sobre las nubes / un desierto de tallos sin una sola rosa" (407).

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torre de la iglesia y "decia que veia en la luna el retrato de su novia"

(994). En otro aspecto la luna es propicia a la celebracion de la boda y en ausencia de la presunta novia, recibe las prendas que le estaban asigna- das a esta, convirtiendose asi en una novia cosmica: "Se la pondra [la ropa] el aire oscuro / jugando al alba en su gruta, / ligas de raso los

juncos, / medias de seda la luna ..." (1908). De caracteristicas mas

significativas es el inminente eclipse de luna que coincide con la torva decision de la Novia de despedir a su joven enamorado quien ha estado

esperandole cinco aiios, al mismo tiempo que ella huye con un deportista. Mientras la figura del Maniqui deja oir su quejido lastimoso por no encontrar en sus atavios huecos de novia el camino prometido del amor, el Joven se apresura en un liltimo esfuerzo a dar culminacion a sus ansias de desnudo, antes de que el signo funesto del eclipse se oponga a su camino:

Antes que la roja luna limpie con sangre de eclipse la perfeccion de su curva, traere temblando de amor mi propia mujer desnuda. (1013)

El poema "Danza da lua en Santiago" (479) del grupo "Seis poemas gallegos" se halla estructurado alrededor de una luna danzante. Una serie de alusiones a efectos lunares identificados con la ensonacion con- templativa provocan la reiteracion del estribillo que se refiere al baile de la luna: "E a lua que baila / na Quintana dos mortos." El poema termina con una profunda nota melancolica en que el mugido de un buey celeste se identifica con la luna entristecida. El baile de la luna equivale asi a una danza ritual de la muerte.

El examen anterior de la presencia de la luna en la obra de Federico Garcia Lorca nos ha permitido puntualizar las variadas manifestaciones del simbolo en esta poesia. El proceso evolutivo mas importante esta marcado por el abandono de una tradicion romantica y su opuesta de desmerecimiento antirromantico. Superadas estas, el autor dota al simbolo de una multivalencia semantica vinculada a sus movimientos astrales y a una compleja tradicidn cultural. La transition se efectiia en Primeras canciones y Canciones. La nueva dimension del simbolo aparece en estos libros al ser incorporada la luna en funcion poetica estructurante con sus fases periodicas y sus ciclos de lunacion, particu- larmente en el grupo de las "Canciones de luna" del libro de Canciones. Tambien destaca ya en estos libros la feminidad sensual y seductora de la luna, y en otro aspecto se revela vinculada al destino tragico y violento del hombre en las dos "Canciones de jinete." La concepcion augural del astro se manifiesta en la primera de ellas, y en la segunda existe una

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marcada intervencion mitica en la vida del jinete, anunciadora de su

funcion de divinidad cosmica apaciguada en otros lugares de la produc- cion lorquiana.

El Poema del cante jondo revela una especializacion de la luna en su caracter de depositaria al enigma de la pasion amorosa. La luna conoce el secreto de este interrogante fundamental del hombre y al mismo tiempo se aduefia de su destino al servir de tumba del amor humano. En el Romancero gitano la influencia directa de la luna se manifiesta en su

aspecto activo fecundante como en el romance "San Gabriel," y en el

piano de la sensualidad perversa en el "Romance de la luna, luna," en el "Romance sonambulo" y en el romance de "Thamar y Amnon."15

El simbolismo de la luna en Poeta en Nueva York es esencialmente nega- tivo, y a traves de su caracteristica impotencia preside el vasto im-

perio de la frustracion agonica. La adecuacion del hombre con el astro nocturno ha dejado de existir, y el resultado es su angustia espiritual. La

concepcion mitico-religiosa, aunque tambien en su aspecto negativo, se halla en este libro relacionada con el movimiento y ciclos lunares, es- casamente percibidos a traves de la marana de los rascacielos y de una ciudad sepultada por el humo de las fabricas y la niebla de los largos inviernos neoyorkinos. En esta condicion de alejamiento la luna pierde la efectividad de su caracter sacrosanto.

En Bodas de sangre la luna actua en su condicion de divinidad sedienta de sangre. Su cambio de luz de blanco de jazmin a rojo indica la pro- gresion activa de este influjo y sefiala el momento del derramamiento de

sangre. En Yerma la luna que ha brotado como rosa de maravilla en medio de un jardin cosmico preside la imprecacion ritual de la prota- gonista para que en su vientre se efectue milagro similar. En Llanto por Lgnacio Sdnchez Mejias la muerte de la victima se cumple ante la di? vinidad lunar identificada con el toro. El drama Asi que pasen cinco anos establece una relacion directa entre la serie de acontecimientos frus- trados que se suceden en la accion y el eclipse de la luna.

El simbolismo de la luna en Lorca en su aspecto mitico revive asi la tradiction magico-religiosa de concepciones primitivas. Dentro de esta

ultima, el tradicional aspecto benevolente del astro se torna tragico, al convertirse en fusion con la figura del toro en deidad que exige el de? rramamiento de sangre. Situados en este piano, la contextura estructural de la obra poetica se desenvuelve en una dimension ritual que cobra el

15 La influencia nefasta de la luna en su aspecto de incitaci6n amorosa perversa en la mujer, se halla en la simbologia de algunos pueblos primitivos y de la China antigua. V6ase Mircea Eliade, Images et symboles (Paris, 1952), pag. 167. El concepto de una luna est6ril deriva en literatura hacia una tradici6n de amor lesbiano que se halla presente en Laforgue y otros simbolistas.

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dustavo Correa 1077

sentido de un sacrificio propiciatorio como en Bodas de sangre y Llanto por

Ignacio Sdnchez Mejias. Este simbolismo se halla enriquecido en no menor medida por la

tradicion astrologica y folklorica basadas en la creencia de una influencia directa de la luna sobre la vida y las actividades del hombre y de la naturaleza animal y vegetal. La astrologia con sus dos vertientes, la

judiciaria y la natural se ensenoreo de los espiritus humanos desde

tiempos antiquisimos. Surgida de la observation directa de los astros y confundida durante muchos siglos con la astronomia propiamente dicha, formulo un cuerpo teorico de doctrina, por medio de la cual era posible conocer y predecir el destino de los individuos y de los pueblos. Los sacerdotes de la antigua Babilonia transmitieron su sabiduria astrologica a los egipcios quienes la perfeccionaron dentro de una complicada con?

cepcion esoterica y la transmitieron a su vez a los griegos y mas tarde a los romanos. La astrologia siguio a traves de los siglos su curso incon- tenido ampliando su casuismo y abarcando cada vez mas una amplia orbita de actividades humanas y de fenomenos de la naturaleza. Se desarrollo asi paralelamente la astrologia natural como una derivation de la astrologia judiciaria y astronomica, la cual penetro en la practica de la vida y en el mundo del folklore. La action de la luna sobre el cre- cimiento de las plantas, los animales, las enfermedades, los ciclos de la

menstruacion, la concepcion en el vientre de la mujer, fue aceptada como articulo de fe y vino a regir con minuciosidad de detalles las

practicas agricolas, costumbre vigente aun hoy dia en muchas zonas rurales.16

La presencia de la luna en la poesia de Lorca utiliza sin duda esta larga tradicion astrologica y folklorica de una action directa sobre la vida or-

ganica y vital de la naturaleza. En particular, la compleja gama del sentimiento amoroso y de la plenitud de realization hallan una expresion simbolica adecuada en estas concepciones centenarias. Asimismo, la

incorporacion de ciertas formulas estilisticas y la alusion a situaciones concretas del astro nocturno en el horizonte estan relacionadas con ellas. La adjetivacion, por ejemplo, fuera de los matices legados por la tra? dicion literaria cobra con frecuencia un sentido simbolico de caracter

astrologico. Asi, los siguientes adjetivos: luna alta, baja, grande, llena, menguante, muerta, negra, neutra, nueva, redonda, roja, vieja. Esta serie

16 Para un desarrollo de las doctrinas y practicas astrol6gicas desde la antigiiedad hasta los tiempos presentes, vease P. Saintyves, Vastrologie populaire (Paris, 1937). La division en astrologia judiciaria o positiva y popular es importante aunque las dos se hallaron mezcladas desde un principio a pesar de la distinci6n te6rica que hay entre ellas. Una breve descripci6n de estos dos aspectos de la astrologia puede verse en F. von Oefele, "Sun, Moon, and Stars," Encyclopaedia of Religion and Ethics, xn (New York, 1922), 53.

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1078 El simbolismo de la luna en Garcia Lorca

de adjetivacion se enriquece con algunos mas de los adjetivos tradicio- nales aplicados a la luna y con la creacion de muchos de particular signi? ficacion en la poesia de Lorca: luna amarilla, blanca, gris, loca, mala, sola, triste, pdlida, plana, rota, incomprensible, enterrada, apuntillada, pri- sionera, gitana, verde. Aun en el caso de adjetivos de reconocida tradicion literaria como luna blanca, pdlida, redonda, existe, ya una relacion directa entre el color expresado y su valor simbolico, ya una alusion concreta a una determinada fase de la luna con significacion precisa dentro de sus

etapas ciclicas. Luna redonda mas que a una forma particular de la luna se refiere a un cielo especial de lunacion que muestra la influencia lunar en todo su apogeo. Es la luna redonda y grande, de color jazmin y que luego se torna roja, la que preside el destino tragico de amantes y jinetes, y la que anuncia el derramamiento de sangre. En particular la luna roja tiene honda raigrambre en la tradicion folklorica.17 La luna blanca de estafio y de jazmin es la que obra el hechizo sobre el nino del "Romance de la luna, luna." La luna verde de magica significacion marca la atraccion inevitable sobre la gitana del "Romance sonambulo." La luna pdlida de trayectoria romantica se torna anunciadora de una hora

especifica del dia (la madrugada) o en su identificacion con el concepto de esqueleto senala su propia muerte en manos del soi deicida. Las fases de la luna se hallan identificadas con las expresiones luna nueva, luna

negra, luna llena, luna vieja, luna menguante. El concepto de luna nueva

corresponde al de luna negra y luna muerta, pues coincide con la des-

aparicion ciclica del astro en el horizonte y responde a su representacion grafica en los almanaques.18 La luna vieja con su variante de luna triste es

equivalente al de luna llena y procede tambien de la tradicion folklorica y de su representacion en almanaques. Los conceptos de alta y baja indican situaciones precisas del astro en el horizonte, pero tienen que ver con el grado de accion directa sobre los acontecimientos humanos. El

adjetivo mala recoge toda la tradicion malefica de la luna. Los adjetivos loca y sola implican matices de significacion antropomorfica y se re- lacionan con aspectos de su influencia malevola. Los adjetivos incom?

prensible, enterrada, apuntillada y prisionera de exclusiva creacion per? sonal expresan la orbita de la luna en Poeta en Nueva York.

17 La luna roja comporta una significaci6n mal6vola en la tradicion folkl6rica y cobra un sentido augural de inminenete catastrofe. En el campo de la agricultura la llamada luna roja o lune rousse es de efectos desastrosos sobre los retofios nuevos que germinan en la primavera hacia el mes de abril. Vease Saintyves, p?gs. 69-80.

18 La tradicional pr&ctica de los almanaques es representar la luna nueva con un circulo negro. Para una bibliografia de almanaques y refraneros agricolas, vease Enrique Casas Gaspar, Ritos agrarios: Folklore campesino espafiol (Madrid, 1950), p?gs. 21-22, y Luis de Hoyos S&inz y Nieves de Hoyos Sancho, Manuel de Folklore (Madrid, 1947), pdgs. 511-512.

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Gustavo Correa 1079

La metaforizacion de la luna particularmente dominante en los primeros libros de Lorca ya esta en ellos vinculada a las varias fases de la lunacion.

Aunque el concepto de luna creciente no esta directamente expresado se halla a la base de las siguientes metdforas: cuerno ("la luna clava en el mar / un largo cuerno de luz," 323); cigilena ("la media luna soiiaba / un extasis de ciguena," 381); hoz ("va segando lentamente / el temblor

viejo del rio," 273; "la media luna, corta, / y el aire pasa herido," 535); barco ("la quilla de la luna / rompe nubes moradas," 238); nota musical

("el calderon helado y soiioliento / de la media luna," 182). La luna llena da tambien ocasion a diversidad de metaforas: visidn antropomdrfica ("sale del monte la luna, / con su cara bonachona / de jamona," 151; "sobre el agua / una luna redonda se bana," 387; "la luna vino a la

fragua / con su polison de nardos," 351); cisne ("cisne redondo en el

rio," 1157); tortuga ("blanca tortuga / luna dormida," 141); ballena

("ballena de todos los cielos," 540); espejo ("La Noche, negra estatua de la prudencia, tiene / el espejo redondo de la luna en su mano," 549); fruta ("los nifios se comen la luna / como si fuera una cereza," 288; "la luna llorando dice: / Yo quiero ser una naranja," 321); flor ("la luna estaba de broma / diciendo que era una rosa," 321; "luna de hojas grandes," 1156;

" . . . el aire / me ofrece dalias de dormida luna," 1224; florezca la rosa amarilla," 1246).

A la tradicion folklorica y astrologica se deben en Lorca las referencias a los dias de la lunacion y sus particulares matices de significacion. El frecuentisimo uso de los numeros encuentra en parte una respuesta en este hecho astronomico. El mimero tres, por ejemplo, uno de los mas

enigmaticos en esta poesia corresponde a una antigua division de las fases lunares y sefiala tambien el tiempo que gasta la luna en su periodo de aparente ausencia en el horizonte.19 Adquiere asi el tres un matiz de

significacion augural, de tragicas implicaciones. En el romance "San Gabriel" el niiio que Anunciacion acaba de concebir en sus entrafias llevara en su pecho este signo: "Tu niiio tendra en el pecho / un lunar y tres heridas." En este mismo romance el tres anuncia el primer destello de vitalidad de la criatura en formacion, pero siempre vinculado a un matiz tragico: uTres balas de almendra verde tiemblan en su vocecita." En "Muerte de Antoiiito el Camborio" el tres aparece en el momento fatal que acaba con la vida del gitano: "Tres golpes de sangre tuvo / y se murio de perfil." La significacion lunar del tres es mucho mas evidente en Poeta en Nueva York en donde se presenta frecuentemente ligado a

19 La importancia astrol6gica del numero tres esta, vinculada a una divisi6n antigua de las fases de la luna: "Moreover, in the earliest times the synodical period of the moon was divided into three, viz. waxing, dominant, and waning moon, and this division was ad- hered to by later astrology" (von Oefele, pag. 51).

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1080 El simbolismo de la luna en Garcia Lorca

una condicion de muerte y de destino tragico. En "Fabula y rueda de los tres amigos," el tres del titulo corresponde indudablemente a los tres dias de la luna nueva, y los amigos Enrique, Emilio, Lorenzo a tres estados objetivados del dolor del poeta. En "Oda al rey de Harlem"

(407) el aislamiento infinito de los negros se halla expresado por tres

gotas de tinta situadas sobre el monoculo de la otra raza incapaz de sentir calor humano por esta humanidad olvidada. Los tres dias de la ausencia de la luna en el cielo lunar se convierten en tres interminables anos de aridez en el paisaje de la "Ciudad sin sueno": "Hay un muerto en el cementerio mas lejano / que se queja tres aflos / porque tiene un paisaje seco en la rodilla" (418). El nino Stanton en el poema de este nombre lleva el signo de "su tres en la frente," y hay una alusion a la incapacidad mitica de la figura del caballo en "tres caballos ciegos." Tambien se alude en este poema a la mitad del cielo lunar que se compone de quince dias (vida incompleta) simbolicos de la muerte prematura del nino. En "Paisaje con dos tumbas y un perro asirio" el tres esta vinculado a las tres Parcas, las cuales a su vez simbolizan la enfermedad que quita por momentos la vida del amigo. La muerte se efectua ante el baile ritual de estas tres figuras mitologicas: uLas tres ninfas del cdncer han estado

bailando, hijo mio" (435). En el segundo vals del grupo de poemas "Huida de Nueva York" el numero tres es al'mis'mo tiempo ritmo musical de tres cuartos y camino de la superacion de una luna muerta con el

aparecimiento del nuevo cielo lunar (luna nueva). Las tres hojas caidas de los primeros versos de este poema anuncian el pez lunar visible el cuarto dia de la lunacion: "Cayo una hoja / y dos / y tres. / Por la luna nadaba un pez" (454). El tres tiene tambien una significacion augural en el "Nacimiento de Cristo," cuando "el nifio Hora y mira con un tres en la frente," y "San Jose ve en el heno tres espinas de bronce" (423).

El cuatro tiene un doble origen: el de las cuatro fases de la luna y del cuarto dia de lunacion a partir del primer dia de la luna nueva.20 La "noche de cuatro lunas" del cielo "Canciones de luna" hace alusion, sin

duda, al postrer dia de la lunacion en su fase decreciente para entrar en una especie de muerte correspondiente a su total desaparicion en el horizonte. El concepto de las cuatro fases de la luna desrealizado en el de cuatro lunas sirve de base a conceptos aun mas alejados de su signi? ficacion originaria en ciertas proyecciones del simbolo, como el que se halla en los "cuatro rios cefiidos en tu brazo" (434) y "en Viena hay cua? tro espejos" de Poeta en Nueva York. En "Fabula y rueda de los tres

20 La observaci6n de los primeros dias de la lunacion son de gran importancia en la astrologia natural. La aparici6n de la luna nueva en el cuarto dia ha sido objeto de un culto especial en muchos pueblos primitivos y tiene una particular virtud m&gico-religiosa. Vease Saintyves, pdgs. 54-60 y 38-53.

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Gustavo Correa 1081

amigos" figura un cuarto dia de lunacion no nombrado, peroevidente por la presencia del tres y la mention de la quinta y la sexta lunas mas tarde en el poema. Al cuarto dia corresponde la debil aparicion de la luna en el horizonte, convertida aqui en un estimulo para el dolor. Las afi- ladisimas puntas de la luna son entonces verdaderos instrumentos de tortura: "por mi dolor lleno de rostros y punzantes esquirlas de luna"

(400). La frustracion final se muestra en el asesinato de la quinta luna

por el poeta mismo, uyo habia matado la quinta luna," y la huida de la sexta luna a su lugar de origen: "Pero se supo que la sexta luna huyo torrente arriba." Una proyeccion del numero procedente de los inde- finidos ciclos lunares la obtenemos con los rostros repetidos de la luna, "luna de cien rostros iguales" (319), en numero ilimitado. Dicho aspecto simbolico lo hallamos aplicado en Poeta en Nueva York al dolor multi-

plicado dia a dia y cada vez cambiante como las fases de la luna: "trope- zando con mi rostro distinto cada dia" (397), "los vi perderse por mi dolor lleno de rostros" (400). A la luna menguante y a punto de fenecer en su ciclo decreciente corresponde el concepto de "comido rostro" en "Luna y panorama de los insectos" (440). A la situation astronomica de la luna

corresponde tambien la umentirosa luna de los polos" en el poema "Los

negros" (403). Hay, asimismo, alusion de tipo astronomico en la con-

juncion de una luna creciente, que deja sentir su influencia dolorosa a traves de pinzas y retamas, con la constelacion de Cancer en "Oda al

rey de Harlem" (406) .21 De procedencia astrologica es el eclipse de luna en el drama Asi que pasen cinco anos.22 La obsesion del padre por mirar el eclipse que va a tener lugar esa noche, se proyecta despues al joven quien ya ha visto en el un signo ominoso para su amor frustrado.

A la tradicion folklorica de la luna pertenece el concepto de meta- morfosis de la luna en piedra.23 La virtud de la llamada piedra lunar se remonta a este origen. La referencia a esta concepcion traditional se halla principalmente en Poeta en Nueva York para expresar la condicion de dureza de la luna en este mundo poetico. En el poema "Fabula y rueda de los tres amigos" hallamos la piedra blanca en medio de una cadena de procesos metamorfosicos: "Diana es dura, / pero a veces tiene los pechos nublados. / Puede la piedra blanca latir en la sangre del ciervo / y el ciervo puede sofiar por los ojos de un caballo" (401). Con-

21 En astrologia la constelaci6n de C&ncer corresponde a la luna (von Oefele). 22 "An eclipse, whether of the sun or of the moon, is at all times regarded with dread;

it is almost universally believed, at the early stages at least, to be caused by a monster who devours, or attempts to devour, the luminary" (G. Dottin en Encyclopaedia of Re? ligion and Ethics, xii, 63).

23 Las virtudes de la piedra lunar segun la tradici6n folkl6rica pueden estudiarse en Saintyves, p&g. 51. La metamorfosis de la mujer en piedra es tambien un mito de carac- teristicas lunares. Vease Hentze, pag. 32.

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cepto similar relacionado con el sentimiento amoroso se halla expresado en "el amor por un solo rostro invisible a flor de piedra" del poema "Oda al rey de Harlem" (407). Otra cadena de metamorfosis en la cual in- terviene la piedra en relacion con la luna la hallamos en "Panorama

ciego de Nueva York": "Pero no, no son los pajaros, / porque los pajaros estan a punto de ser bueyes; / pueden ser rocas blancas con la ayuda de la luna I y son siempre muchachos heridos / antes de que los jueces le van ten la tela" (420). En el mismo poema hallamos una referencia al

parto de la luna y la final conversion del destello lunar en piedra cuando "las que mueren de parto saben en la ultima hora / que todo rumor serd

piedra y toda huella latido" (429). La busqueda de la accion lunar en "Cielo vivo" (426) tropieza con el obstaculo de "piedras sin jugo," es

decir, piedras sin huellas de influencia lunar. La llegada del alba en el

poema "Ruina" se traduce en la oposicion rocas-luz, las primeras de in- dudable procedencia lunar: "Las nubes en manada / se quedaron con-

templando / el duelo de las rocas con el alba" (436). De los metales la plata de tanta frecuencia en la poesia lorquiana se

halla dentro de la orbita del simbolo lunar. Tradicionalmente el oro se encuentra vinculado al soi y la plata a la luna. Es indudable que la calidad de la luz emitida por ambos astros esta a la base de esta concep- cion en la mentalidad popular. La tradicion alquimista viene a reforzar

aqui este aspecto de la creencia.24 La identificaci6n de luz lunar y plata pertenece de lleno al Romancero y se revela en metaforas como uajo de

agdnica plata" (375). La extrafia formacion noche platinoche de este libro contribuye a situarnos en una atmosfera nocturna de iluminacion lunar. La carencia de luna se manifiesta por el contrario en una noche oscura en que los arboles se hallan usin luzde plata en sus copas" (361). La dominadora influencia lunar sobre la gitana del "Romance sonam- bulo" se revela en el aspecto metalico de sus uojos de fria plata." En contraste con la plata fria anunciadora de muerte, la plata caliente es

signo de vitalidad en el hombre: unervio de plata caliente" (368). El con- tacto de la luna sobre la cara de la Novia en Bodas de sangre se revela tambien a traves del metal: "Plata en la cara de la Novia" (1156). El blando metal de Dofia Rosita la soltera es una alusion al astro nocturno en su forma de cuarto creciente, cuando "toca la noche / blando cuerno de metal" (1281). En alguna ocasion el estano sustituye a la plata en esta identificacion positiva de lo lunar como en el"Romance de la luna, luna," en el cual esta hace su aparicion con "sus senos de duro estano." Destaca la ausencia de la plata como metal lunar positivo en Poeta en

24 La vinculaci6n de la luna y la plata es muy antigua en la tradicion folkl6rica y as- trol6gica. Los alquimistas dieron el nombre de Diana y Luna a este metal. VSanse, Saintyves, pags. 255-257, y von Oefele.

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Nueva York, libro que, por el contrario, se halla dominado por una serie extensa de otros metales de significacion negativa asociados con el mundo de la civilization, entre los cuales se hallan los siguientes: hojalata, mer-

curio, niquel, aluminio, plomo, salitre, azufre, yodo. Las alusiones a todos estos metales carentes de influencia lunar se hacen tambien en este libro

bajo la forma de objetos fabricados con ellos como martillos, cadenas, anillos, su oxidacidn o su laminacidn. Por el contrario, la mention de la

plata en Poeta en Nueva York muestra la prostitucion que este metal ha sufrido en manos de la gente enemiga. Los mineros extraen la plata de la piedra blanca lunar para convertirla en monedas: uNoventa mil mineros sacaban la plata de las rocas / y los nifios dibujaban escaleras y pers- pectivas" (448).

La utilizacion de estas tradiciones contribuye sin duda a dar una fisonomia particular a la constitution del simbolo de la luna en la poesia de Federico Garcia Lorca. La concepcion mitico-religiosa le presta su dimension arquetipica y lo vincula a una extensa area de primitivismo espiritual. Dentro de esta orbita el simbolo se reviste de un trascenden- talismo que se manifiesta en su car&cter de divinidad sacrosanta que exige implacablemente el sacrificio de vidas humanas en la plenitud de su floracion. La tradicion astrologica intensifica el aspecto de inevita- bilidad en que se mueven las acciones humanas sujetas constantemente a las influencias astrales y a una tradicion augural. Los movimientos y ciclos lunares y su relation con el sol enriquecen los matices del simbolo

y crean una contextura adecuada para la expresion de experiencias liricas. En particular el concepto de ciclo con la idea de nacimiento, crecimiento, muerte y vida renovada dota el simbolismo de la luna de una aptitud expresiva en consonancia con el propio ciclo vital del hombre

y de la vida vegetal. Dentro de esta diversidad de matices simbolicos

adquiere forma la compleja vida afectiva oscuramente ligada al destino

y a la presencia del hombre sobre la tierra. El concepto de fecundacion asociado al astro nocturno abarca toda el ansia de renovacion de la vida humana perpetuada en una dimension ritual, simbolica al mismo tiempo de la plenitud espiritual.

En el aspecto formal el simbolo de la luna en la obra de Lorca cumple una funcion estructurante en gran numero de poemas y en algunas de sus tragedias, y dota la materia poetica de un amplio sistema de recursos simbolicos. En el aspecto semantico adquiere una doble dimension in- manente. Por una parte, expresa el ansia de renovacion y plenitud vital y espiritual del hombre, y por otra, rige implacablemente su destino tronchando la vida en su temprana realization. A su vez, la presencia del simbolo comporta la adecuacion armoniosa del hombre con la naturaleza

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cosmica. La ausencia del simbolo o su inefectividad lo lanza en un caos

espiritual y en una lucha agonica sin termino. La presencia de la luna en la poesia de Lorca es, por consiguiente, de tipo afirmativo, aunque de

signo ambivalente. Simboliza la renovacion vital y la plenitud de realiza- cion y al mismo tiempo destruye la vida con un caracter de implaca- bilidad y de inevitabilidad.25 Se halla asi el hombre bajo la influencia

inescapable de un signo que es a le vez su salvacion y su propia destruc- cion. Apartarse de el es penetrar en el caos desmoralizador y agonico de una vida sin sentido.

University of Pennsylvania

Philadelphia 4

25 Afirmativo el simbolo en este aspecto en cuanto la muerte significa fusi6n con la naturaleza c6smica.

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