el silencio de ifigenia

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El silencio de Ifigenia Virginia Lemus. Problemas Filosóficos Fundamentales II. Si se realiza el ejercicio de leer únicamente las intervenciones de Ifigenia en el relato de Eurípides que la ubica entre los Tauros, y este ejercicio se realiza con cierta intención malsana, podría concluirse que Ifigenia no dice nada. Ella habla, por supuesto; con su madre, con su padre, pero ¿en algún momento Ifigenia dice algo? Habrá que especificar que decir podría ser un verbo tendencioso en este contexto. Al usarlo, me refiero al habla como un ejercicio de externación de un pensamiento autónomo y completo; un ejercicio comunicativo de una persona a otra. Aclarado el punto, convierto en afirmación lo que hasta ahora era una pregunta retórica: en este texto, Ifigenia no habla. Y este silencio suyo comunica, externa mucho más que lo que las vacuas palabras que le adjudica Eurípides jamás podrían. No es este el espacio para adentrarme a discutir si Ifigenia es persona. No lo es, no plenamente, y creo que eso se da por sentado si nos ubicamos en la Grecia suya, en su condición de mujer (entiéndase que escribí esa frase riéndome mucho). Ifigenia, como ser sin logos, presuntamente no puede conocer. Esto es determinante si pensamos que, en efecto, ella conoce de su destino, tan pronto se revela la verdadera razón de su

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El silencio de IfigeniaVirginia Lemus. Problemas Filosficos Fundamentales II.

Si se realiza el ejercicio de leer nicamente las intervenciones de Ifigenia en el relato de Eurpides que la ubica entre los Tauros, y este ejercicio se realiza con cierta intencin malsana, podra concluirse que Ifigenia no dice nada. Ella habla, por supuesto; con su madre, con su padre, pero en algn momento Ifigenia dice algo?Habr que especificar que decir podra ser un verbo tendencioso en este contexto. Al usarlo, me refiero al habla como un ejercicio de externacin de un pensamiento autnomo y completo; un ejercicio comunicativo de una persona a otra. Aclarado el punto, convierto en afirmacin lo que hasta ahora era una pregunta retrica: en este texto, Ifigenia no habla. Y este silencio suyo comunica, externa mucho ms que lo que las vacuas palabras que le adjudica Eurpides jams podran.No es este el espacio para adentrarme a discutir si Ifigenia es persona. No lo es, no plenamente, y creo que eso se da por sentado si nos ubicamos en la Grecia suya, en su condicin de mujer (entindase que escrib esa frase rindome mucho). Ifigenia, como ser sin logos, presuntamente no puede conocer. Esto es determinante si pensamos que, en efecto, ella conoce de su destino, tan pronto se revela la verdadera razn de su viaje: ella morir, ser sacrificada. Eso ella lo conoce. Lo sabe. Lo intelige.Qu es, entonces, lo que no puede conocer Ifigenia? Que existen ms opciones? Las hay en realidad? Qu puede vociferar, oponerse, resistir? Pensarlo sera errneo. Creo que hay algo mucho ms primigenio que Ifigenia no puede conocer: su propia subjetividad.Ifigenia no es, ni conoce. Cmo podra, entonces, hablar?Las hijas, las mujeres, as como los esclavos, existen para el servicio. Eso lo conoce ella, lo sabe Clitemnestra. Este servicio, conocen a la vez, puede llegar a ser sacrificial y esto no es disputable, no es revertible ni negociable: simplemente es. Qu tipo de poder sobre su destino tendra un ente servicial y sin logos? No hay en ninguna de las intervenciones de Ifigenia un pice de disputa, de oposicin franca a los designios que Agamenn le adjudic. Puede hablarse de que haya abnegacin, de que Ifigenia acepte la necesidad de su sacrificio?Sera demasiado anacrnico de mi parte pedir consentimiento al sacrificio de Ifigenia. Ella no es, no puede conocer, cmo podra, entonces, elegir? Fjate bien! dice a su madre tampoco debes tenerle demasiado apego a la vida porque me pariste para el bien comn de los helenos y no solo para el tuyo. Su vida es servicio, incluso si esto implicase llevarle a sus ltimas consecuencias: la propia muerte. Ifigenia entiende que su vida, su ser y lo que a travs de l pueda conseguirse (dentro de los propios lmites de la virtud) es principalmente comunitario. No hay consentimiento posible; Ifigenia naci para morir. Es debido a lo expuesto, a su ausencia de logos, a su total conformidad con su destino (por decirlo as), que creo que Ifigenia guarda silencio durante este relato. Dicho silencio, en contraste a la protesta de Clitemnestra (quiz ms libre; si bien pertenece a Agamenn, su situacin es menos precaria que la de la hija-cosa-que-pertenece-a-la-voluntad-de-los-helenos), es ms contundente que las llamadas al estoicismo y los llamados a la serenidad de la muchacha que lo nico que lamentaba era ya no poder ver la luz.