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Page 1: El Santuario

La Verdad

Sobre el Santuario

Por José Alvarez

hr;wOnm] ta;x;wOhEditorial Menorah

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Page 2: El Santuario

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La Verdad Sobre El Santuario

———————————————

Por José Alvarez

1986 (Revisado 2001, 2009)

Escuela HebraicaCamuy, Puerto Rico.

Este folleto es parte de una serie de estudios de las EscriturasSagradas de Israel. Estas publicaciones pueden copiarse para dis-tribución siempre que se conserve intacto el contenido y se man-tenga la identidad de la fuente.A Menos que se indique lo contrario, las citas bíblicas en estapublicación se toman de la Biblia en español modernos Versión

Popular. La restauración del Nombre Sagrado en dichas citas esnuestra.

Editor:

José Aharón AlvarezHC-5 Apartado 25134

Camuy, PR 00627

© 1986, 2000, 2001, 2009

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básicamente persiguen el mismo fin: la restauración de la fe del MesíasYahshúa en un contexto judío, como fue al principio el movimiento delGran Maestro de Nazaret.

Tanto la Asamblea de Yahwéh, en sus diversas manifestacio-nes, como los Judíos Nazarenos, en sus diversas manifestaciones, es-tán disponibles como fuentes de información y ayuda para todo el quebusque acercarse más al Altísimo y a su Mesías, quien dijo: «El cielo yla tierra pasarán, mas mis palabras no pasarán.»

Escuela HebraicaHC-5 Apartado 25134Camuy, PR 00627

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El tema del Santuario ha sido columna vertebral de la teolo-gía adventista desde el mismo nacimiento del movimien-to. Millares de estudios se han presentado en todas partes

tratando de explicar el simbolismo de las diversas partes del San-tuario israelita, así como de los servicios sacerdotales en el mis-mo. Los expositores adventistas parecen haber llegado a un puntoen el que dicen: “Ya lo sabemos todo acerca del Santuario y susservicios.”

Obviamente esa idea dista mucho de mostrar el espíritu quemostró la Sra. Elena White cuando dijo: “No importa lo muchoque avance uno en la vida espiritual, nunca llegará a un punto enel que no necesite investigar diligentemente las Escrituras, por-que en ellas se encuentra la evidencia de nuestra fe. Todos lospuntos de doctrina, aun cuando se hayan aceptado como verdad,deben ser traídos ante la ley y el testimonio; si no pueden pasaresta prueba, no hay luz en ellos.” (Testimonies, vol. 5, pág. 575:1)

Naturalmente, para hacer esto se requiere humildad. El orgu-llo que nos impide aceptar nuestras equivocaciones debe ser puestoa un lado si queremos recibir el entendimiento aumentado que elCielo quiere darnos. Los pioneros del movimiento adventista noaprendieron de una vez todo lo que sabían. Y aun al final de laprimera generación del movimiento todavía no habían aprendidotodo lo que se puede aprender sobre el Santuario.

El origen del error¿Por qué se equivocaron los pioneros en cuanto al regreso del

Mesías en el 1844 y sufrieron aquel gran chasco? Obviamente fueporque interpretaron mal el significado del Santuario. En pala-bras de la propia Elena White: «En común con el resto del mundocristiano, los adventistas entonces sostenían que la tierra, o algu-na parte de ella, era el santuario,» Conflicto de los Siglos, pág.409:1).

En armonía con ese entendimiento equivocado, los pioneroselaboraron una teoría que revolucionó al mundo religioso de en-tonces, pero quedaron chasqueados porque estaban en un error.

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del Séptimo Día, a finales de los años treinta, el pastor Dodd, profun-do investigador de las Escrituras, comprendió la verdad de que lasFiestas Sagradas son «instituciones divinas» para el pueblo del Altísi-mo hoy día, y en todos los tiempos, y que deben observarse todavía.

Con el propósito de divulgar este conocimiento, el pastor Doddfundó la revista titulada en inglés The Faith (La Fe). En ese mis-mo tiempo el pastor Dodd descubrió la verdad de la importanciadel verdadero Nombre Sagrado de Yahwéh, y comenzó a publicaresto también en su revista. Pero, siendo que la Iglesia de Dios delSéptimo Día rechazó el mensaje del Nombra Sagrado y de lasFiestas de Yahwéh, el pastor Dodd, con un grupo de feligresesfieles que se adhirieron a la verdad de la Biblia, aceptaron estaverdad presente y se separaron de esa organización religiosa. Luegofundaron lo que se ha conocido desde entonces como la Asam-blea de Yahwéh, para dedicarse libremente a la proclamación detoda la verdad revelada en las Sagradas Escrituras. Aquel peque-ño y humilde movimiento ha crecido a través de los años hastacontar con congregaciones en prácticamente todos los paísesdel mundo. Como fruto de aquel movimiento valiente de restau-ración, hoy día hay grupos de fieles que observan el Sábado y lasFiestas Sagradas en América del Sur, América Central, Américadel Norte, las islas del Caribe, en Europa, Asia Menor, Israel, Áfri-ca, la china, las Filipinas, la India, y muchos otros países. Todasesas huestes alaban conforme al mandato bíblico el Nombre deYahwéh y celebran sus festividades. Todos son «adventistas» en elpleno sentido de la palabra porque esperan el advenimiento del Me-sías para establecer su reino.

Luego está la vertiente judía del movimiento de restauración.También en Norte América surgió un movimiento entre ju-

díos creyentes en el Mesías para restaurar la adoración en un con-texto judío, sobre la base del Mesías Yahshúa (Yeshúa o Jesús).Este movimiento no sólo vive y palpita en Norte América sinoque se ha extendido también a prácticamente todos los países delmundo. Se les conoce como Judíos Nazarenos. El meollo de estemovimiento es de origen judío, pero muchos gentiles se han unido almovimiento y se han hecho Judíos Nazarenos. Algunos grupos prefie-ren llamarse Israelitas Nazarenos, otros: Hebreos Nazarenos, pero

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Después de ese gran chasco, según el registro histórico de la Sra.White, «En su investigación aprendieron que no hay evidencia bíblicaque apoye la creencia popular de que la tierra es el santuario, su natu-raleza, localización y servicios...» (C.S. pág. 411:1). Así que medianteel estudio de su Biblia, aquellos pioneros aprendieron que el Santuarioisraelita no era más que un símbolo del Santuario mayor del cielo, yque los servicios del Santuario israelita eran un símbolo material deuna realidad espiritual que ocurre en el cielo.

Sin embargo, aunque los pioneros reconocieron que «el tema delsantuario fue la clave que abrió el misterio del chasco del 1844, yabrió a la vista un sistema completo de verdad» (C.S. p. 423:1), nun-ca aprendieron a cabalidad el verdadero significado del Santuario ysus servicios ¿Por qué? ¿Qué ingrediente les faltaba para el plenoentendimiento del Santuario? ¿Entienden los adventistas de ahora eltema del Santuario mejor que los adventistas del 1844?

Precisamente, en este estudio veremos que hay varios puntosvitalmente importantes en este tema que nunca han sido compren-didos por los adventistas. La Sra. White mencionó claramente al-gunos de ellos, pero obviamente ella misma nunca los compren-dió a plenitud, porque siguió siempre creyendo en las interpreta-ciones de los pioneros, que eran los dirigentes de la iglesia deentonces.

Este estudio se basa únicamente en la Biblia. Pero hacemosreferencia a los escritos de la Sra. White para mostrar cómo algu-nas de sus declaraciones armonizan mejor con nuestro entendi-miento de este tema que con la doctrina adventista actual. Algu-nas de sus afirmaciones fueron una vislumbre de la verdad pre-sente, la cual ella mencionó y afirmó pero nunca puso en prácticatotalmente. Esto no era verdad presente para sus días, pero lo espara los nuestros. En el presente estudio del Santuario abordare-mos sólo dos aspectos del tema: 1) la Ley, y 2) los servicios. Siaprendemos a hacer la debida diferencia entre estos dos aspectos,estaremos en camino de aprender adecuadamente el Santuario ysu función presente. Así que comencemos por el principio.

El Santuario Antes De Moisés

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Un Intento Fallido de RestauraciónSi usted pudiera examinar los archivos de la revista adventista

puertorriqueña titulada El Heraldo, del periodo en que el pastorJosé (Pepito) Figueroa fue presidente de la Asociación AdventistaPuertorriqueña, hallaría algo interesante. En uno de los años de suadministración (lamento no recordar la fecha, alrededor del 1967o 1968) el presidente Figueroa logró que toda la Iglesia Adventistaen Puerto Rico, por primera vez en su historia, celebrara la Fiestade las Cabañas, en el Campamento Elías Burgos. Después de aque-lla gozosa celebración, con ramas de palma y todo, tomaron allímismo el voto de que en adelante celebrarían todos los años laFiesta de las Cabañas. Eso se informó en la revista El Heraldo delmes siguiente, y está en los archivos de la Asociación Adventistadel Este, en Puerto Rico.

Obviamente, aquella fue una decisión loable, y bíblica; y te-nían el respaldo de los escritos de la Sra. White. Pero nunca másvolvieron a celebrarla. ¿Por qué no cumplieron aquel voto? ¿Porqué aquella encomiable iniciativa no tomó auge en la iglesiaadventista? ¿Por qué nunca más volvieron a celebrar la Fiesta delas Cabañas? Creo que sólo el Cielo sabe la respuesta.

El Verdadero Movimiento de RestauraciónHoy día, hay unos verdaderos herederos de aquellos pioneros en

la restauración de la verdad que fue «echada por tierra». Ellos sí hantomado en serio la Ley del Altísimo y han restaurado «toda institucióndivina,» como predijo y como llama la Sra. White a las leyes delPentateuco, la Toráh.

Este movimiento de restauración se ha dado en dos vertientes:una vertiente judía y otra no-judía. Consideraremos primeramente lavertiente no-judía.

Uno de los pioneros más conocidos en cuanto al movimiento derestauración de «toda institución divina» fue el pastor Clarence O.Dodd en Norte América. Siendo ministro de la antigua Iglesia de Dios

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Cuando el Todopoderoso le ordenó a Moisés en el Sinaí que hi-ciera un Santuario, no improvisó allí mismo las especificaciones de suconstrucción. Es evidente por la Biblia que el Creador le mostró aMoisés un modelo representativo para que Moisés lo copiara. Lo queMoisés vio fue una representación visible del Santuario invisible en elcielo, la Morada del Rey del Universo. La orden celestial fue, en otraspalabras: «Háganme un santuario para que yo habite entre ustedes,pero ese lugar donde he de morar, y todos sus muebles, tienen quehacerse exactamente iguales al modelo que voy a mostrarte» (Éxodo24:8, 9; 26:30). Véase también Hebreos 8:1-5.

¿Se da cuenta de las implicaciones de esto? ¡El Santuario existíaen el cielo antes de que Moisés construyera una réplica en la tierra! ElSantuario israelita era una copia exacta del modelo que se le mostró aMoisés en el Sinaí, y aquel Modelo era a su vez una representaciónfísica del Santuario espiritual verdadero en el cielo, la Morada delEterno, que existió desde el principio. Lo trascendental del asunto esque el Santuario israelita y sus servicios constituyen un modelo delPlan de Redención para la humanidad; y es por eso de gran importan-cia que comprendamos bien este tema, para entender el propósitosalvífico del Creador.

Desde que entró el pecado a este mundo se hicieron necesa-rios los servicios del Santuario. El Creador mismo realizó el pri-mer servicio expiatorio en el Edén, para enseñarles a Adam y aEva, en símbolo, la manera en que el Todopoderoso obraría parala redención de la humanidad.

En Génesis 3:21 se nos informa: «El Poderoso Yahwéh* hizoropa de pieles de animales para que el hombre y la mujer se vistie-ran.» Allí mismo, en el Paraíso, el Creador sacrificó dos animales(posiblemente corderos) para cubrir (kafár) con sus pieles a laprimera pareja. El Creador les estaba enseñando la lección prácti-ca que más tarde revelaría con claridad: que «no hay perdón de peca-dos si no hay derramamiento de sangre,» (Heb. 9:22). Al sacrificaraquellos dos animales, el Creador les enseñó que la humanidad en su

* Yahwéh es el nombre correcto del Creador, según el Diccionario

Bíblico Adeventista del Séptimo Día. Véase.

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¡Tremenda afirmación! ¿Por qué los hermanos adventistas nuncapusieron por obra las implicaciones de esa afirmación? No lo sabe-mos, pero la Sra, White hizo bien claro que las leyes del Santuario, losestatutos que tienen que ver con las santas convocaciones del Altísi-mo, las Fiestas Sagradas, no fueron eliminadas ni abrogadas ni cam-biadas por la muerte del Mesías. La conclusión lógica es, pues, que sino fueron eliminadas, ¡entonces están en vigencia! Y si están en vigen-cia entonces es nuestro deber y privilegio celebrar esas Fiestas Sagra-das.

Pero, naturalmente, surge la pregunta: ¿Por qué la Sra. Whiteno dio instrucciones específicas de que debemos observar las Fies-tas Sagradas? La respuesta a esa pregunta parece estar en otraafirmación que ella hizo repetidas veces: Que la restauración dela verdad es una obra progresiva. Ella dejó las puertas abiertaspara una restauración mayor en su propia iglesia. En otras pala-bras, esto no era «verdad presente» en sus días, no era para ellos.¡Pero sí es verdad presente para nosotros hoy! Ciertamente hallegado el tiempo en que, como dijo ella, «toda institución divinaha de ser restaurada.»

¿Por qué los Pioneros no entendieron la verdad del

Santuario?Hoy sabemos sin lugar a dudas que los pioneros adventistas

no tuvieron un entendimiento correcto ni completo del tema delSantuario. Y por eso cayeron en el error de anunciar la venida delMesías para el otoño del 1844. Cuando idearon la nueva teoría deque la purificación del Santuario de Daniel 8 significaba la purificacióndel Santuario celestial, y que ésta había ocurrido en el otoño del 1844,demostraron una vez más que no tenían la menor idea de lo que signi-ficaban los servicios del Santuario. ¿Por qué carecieron los Pionerosde este conocimiento? Precisamente, la clave está en que ¡ellos noobservaban las Fiestas Sagradas del Altísimo! En la observancia deestas sagradas festividades está la clave de todo el enigma. Y hasta eldía de hoy el cuerpo oficial de los adventistas no ha decidido observarestas leyes que, en palabras de la Sra. White, son tan vigentes hoy díacomo los Diez Mandamientos.

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estado actual está perdida, condenada a muerte, a menos que un serinocente y perfecto ofrezca su vida en lugar de la de ellos para satisfa-cer la Ley universal de la vida. Y una vez que ese ser inocente y per-fecto se haya sacrificado por ellos, ellos quedarán cubiertos (kafár)con la «ropa» de su justicia, que es su única esperanza de redención.

La llegada de ese Representante de la humanidad se realizaría«venido el cumplimiento del tiempo,» (Gál. 4:4, 5). Mientras nollegara el Sacrificio perfecto, el perdón de los pecados dependeríadel acto de fe representado por el sacrificio de animales inocen-tes. Aquel primer sacrificio en el Edén se realizó «por la tarde»(Gén. 3:8). ¿Cómo lo sabemos? Porque el relato bíblico nos diceque el hombre y su mujer escucharon que «el Poderoso Yahwéhandaba por el jardín a la hora en que sopla el viento de la tarde,»esto es, avanzada la tarde. Y en base al desarrollo de la historiapodemos deducir que sería a eso de las 3:00 de la tarde. De mane-ra que no por casualidad que el Cordero antitípico de Yahwéh, elMesías, fue inmolado a eso de las tres de la tarde, 4,000 añosdespués de la muerte de aquel cordero «inmolado desde la funda-ción del mundo»

Después de su rebelión, Adam y Eva fueron expulsados delHuerto del Edén, y dos querubines se apostaron a la entrada delHuerto para evitar que la pareja regresara a aquel lugar sagrado yperfecto. Estos querubines fueron representados más tarde por dosimágenes de oro en el Santuario israelita, entre las cuales se mani-festaba la «Shekhináh,» la Presencia del Padre Eterno. Entre aque-llos querubines del Edén, nos dice el Génesis, «una espada encen-dida... se revolvía por todos lados,» (Gén 3:24). La frase «unaespada encendida» es una traducción pobre de la frase hebrea, quedice: «lahát hahérev», lo cual significa exactamente «un resplan-dor de espada.»

Es decir, lo que la inspiración quiere describir es el resplandorque se movía entre los querubines, y lo compara metafóricamentecon el brillo de una espada. Pero no es necesario entender que setrate de una espada literal, sino más bien de un rayo poderoso de luz.Nos dice el Comentario Bíblico Adventista: «Esta radiante luz no eraotra cosa que la gloria de la Shekinah, la manifestación de la Presenciadivina,» (Tomo 1, pág. 248).

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La Inspiración nos muestra que el Mesías no cambió la Ley, in-cluidas las Fiestas Bíblicas. Tampoco lo hicieron los apóstoles; ni si-quiera los primeros padres apostólicos del siglo dos. ¿Quién fue en-tonces? El profeta judío Daniel había predicho que el cuerno pequeñode la cuarta Bestia «hablaría palabras contra el Altísimo... y pensaríaen cambiar los tiempos y la ley,» (Dan. 7:25). La palabra para «tiem-pos» aquí es en el original arameo zimním, equivalente del hebreomoedím, que denota «tiempos señalados,» «citas,» «convocaciones».Es evidente que se trata aquí de las fiestas sagradas del Altísimo. ¿Te-nemos registro de que el «cuerno pequeño» haya echo esto? Sí. ¡Te-nemos la propia admisión del «cuerno pequeño», por escrito!

Dice él:«La nueva ley tiene su propio espíritu... y sus propias fiestas

que han tomado el lugar de aquéllas señaladas en la ley de Moi-sés. Si queremos saber qué días se deben observar...tenemos queir a la Iglesia Católica, no a la ley mosaica,» (Del Catecismo Ca-

tólico, citado en Signs of the Times, Nov. 4 del 1919).

Extrañas Afirmaciones de la Sra. White

y del Comentario Bíblico AdventistaCuriosamente, el Comentario Bíblico Adventista dice:«El poder simbolizado por el cuerno pequeño deja desolado el

santuario y detiene los servicios rituales regulares...Se suministrala información adicional de que la ‘abominación desoladora’ tomael lugar del ‘continuo’. Siendo que el ‘continuo’ designa al siste-ma de culto divinamente ordenado, el poder que lo elimina estáen oposición a Dios, y la abominación desoladora representa unsistema de culto falsificado,» (Vol. 8, pág. 242).

Más interesante todavía es este comentario de la Sra. White:«[El Mesías] le dio a Moisés preceptos religiosos que habrían

de gobernar la vida diaria. Estos estatutos fueron dados explícita-mente para custodiar los diez mandamientos. No eran tipos desombras que habrían de pasar con la muerte de [el Mesías]. Ha-brían de estar vigentes para los hombres EN TODA ÉPOCA mien-

tras dure el tiempo. Estos mandamientos se hacían vigentes porel poder de la ley moral, y clara y definidamente explicaban laley,» (Review and Herald, marzo 6, 1875).

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Es curioso que la Sra. White comenta: «A la puerta del paraíso,guardada por querubines, se revelaba la gloria de Dios; allí vinieronlos primeros adoradores. Allí levantaron sus altares y presentaron susofrendas. Allí fue donde Caín y Abel presentaron sus ofrendas, y[Yahwéh] condescendió a comunicarse con ellos,» (Patriarcas y Pro-

fetas, pág. 83:2).El Génesis no nos informa explícitamente que los primeros

adoradores ofrecieran sacrificios a la puerta del Edén, pero esto esalgo que puede deducirse lógicamente. Ya existía el precedentedel sacrificio efectuado por el Creador mismo. Luego se mencio-nan los sacrificios de Abel. De manera que la entrada del Huertodel Edén se constituyó en aquel tiempo en la Morada de la Presen-cia Divina, la Shekináh. Aquel lugar era un equivalente naturaldel Santuario del Cielo, y evidentemente constituyó el Santuarioterrenal hasta la llegada del Diluvio universal.

Después Del DiluvioYa en el tiempo de Abraham, encontramos a este hombre pia-

doso adorando al Altísimo en la misma forma en que lo habíanhecho Abel, Enósh, y otros, erigiendo altares e invocando allí elNombre de Yahwéh (Gén. 4:26; 22:9, 14). Más tarde encontra-mos a Jacob practicando el mismo tipo de adoración (Gén. 35:1).

Obviamente, en aquel tiempo no había un sistema sacerdotalal estilo levítico, como el que se implantó después en el tiempo deMoisés. En aquellos tiempos antiguos el padre de cada familia erael sacerdote que ofrecía los sacrificios por los pecados de su fami-lia. Cuando moría el padre, la función sacerdotal recaía en el hijomayor. Más tarde se desarrolló un sacerdocio de ciudad, al estilode Melkizédek, en el que cada ciudad tenía su sacerdote.

Ahora, la pregunta es: ¿Qué sucedía con los pecados de aque-lla gente cuando los confesaban y hacían el sacrificio expiatoriosobre el altar de piedras? La respuesta es obvia: eran perdonadosy borrados. ¿No se «acumulaban» acaso los pecados confesadosen algún lugar después de ser expiados? La Escritura no nos dice quese acumulaban en ningún sitio. En el tiempo de los patriarcas no habíaun día anual de expiación, y sin embargo sabemos que los pecados delos adoradores eran perdonados. Esto nos lleva a darnos cuenta de un

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para el Reino (Hechos 2:41).En Hechos 20:6 encontramos que Pablo, el predicador de la

fe, observaba la Cena Memorial de la Pascua y los siete días de laFiesta de los Panes Sin Levadura, con los conversos gentiles deFilipos; y esto fue en el año 60 E.C., 29 años después del Gólgota.Además, en 1 Corintios 5:7, 8 Pablo mismo nos dice claramenteque debemos celebrar esta Fiesta. En Hechos 18:21 se muestraque Pablo observó una Fiesta bíblica en Jerusalem, en el año 55E.C, 24 años después del Gólgota. ¿Han notado los hermanosadventistas el siguiente comentario de la Sra. White:

«En Filipo Pablo esperó para observar la Pascua. Los filipenseseran los más amorosos y sinceros de los conversos del apóstol, ydurante los ocho días de la fiesta él disfrutó de una comuniónpacífica y feliz con ellos,» (Hechos de los Apóstoles, pág. 390:4)

¿Por qué Pablo no aprovechó esa oportunidad para enseñarlesa sus discípulos gentiles de Filipo que las Fiestas de Yahwéh ha-bían sido abolidas y que ellos no tenían que observarlas? Por elcontrario, el hecho de que Pablo mismo estaba observando juntocon sus conversos los estatutos de Levítico 23 (las leyes del San-tuario) 29 años después del Gólgota es la mejor evidencia de queno era a esas leyes a las que él se refería cuando les escribió a loscolosenses sobre lo que había sido enclavado en el madero delCalvario. Y si Pablo, que observaba estas sagradas Fiestas bíbli-cas, dijo «Sean imitadores de mí como yo lo soy del Mesías» (1Cor. 11:1), ¿no es claro que nos está invitando a celebrarlas noso-tros también, para ser sus imitadores?

Aun las fuentes históricas autorizadas confirman esto. Por ejem-plo, la Enciclopedia Británica dice en la página 858:

«No hay evidencia de la observancia de la fiesta de ‘Easter’en el Nuevo testamento, ni en los escritos de los Padres Apostóli-cos. La santidad de este tiempo especial era una idea ausente en lamente de los primeros cristianos, quienes continuaron observan-do las fiesta judías, aunque con un nuevo espíritu.»

¿Lo quiere más claro que eso?

¿Quién cambió las Fiestas Bíblicas?

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error en la teología adventista:Los teólogos adventistas nos dicen que en la administración

del Santuario israelita los pecados confesados sobre los sacrifi-cios diarios no se borraban inmediatamente sino que se transfe-rían a la cortina del Santuario mediante la sangre rociada allí, yallí se acumulaban. Luego en el Día de la Expiación, siguen di-ciendo, (una vez al año) eran verdaderamente borrados.

Esto es un error que cae por su propio peso cuando lo con-frontamos con la Escritura Inspirada. El apóstol Pablo nos diceclaramente que en el Día anual de Expiación, Yom Kipúr, se hacíaexpiación «por los pecados de ignorancia del pueblo.» O, comotraduce la Versión Popular, «por los pecados que el pueblo come-tía sin darse cuenta.»

¿Cómo puede uno confesar pecados que comete sin darse cuen-ta? La verdad es que diariamente los israelitas confesaban sus pe-cados conocidos y mediante el sacrificio diario en el Santuarioesos pecados eran perdonados y borrados. No se acumulaban enningún lugar. Lo único que sucedía era que esos pecados «conta-minaban» el Santuario. Entonces una vez al año, en el Día de lasExpiaciones, se hacían dos expiaciones: una para purificar el San-tuario, y otra para borrar los pecados inconfesos del pueblo, losque habían cometido «por ignorancia,» según nos dice Pablo. ¿Seda cuenta de la diferencia? Los pecados diarios eran perdonado yexpiados diariamente, a medida que se confesaban, no se acumu-laban en ningún sitio.

Resumiendo esta sección: ¿No dice Pablo que todas las partesy servicios del Santuario eran una figura o representación de lasrealidades celestiales? Entonces esas realidades tienen que haberestado en existencia antes del tiempo de Moisés. Muchos piensanque el sistema sacrificial era simplemente un símbolo de algunarealidad futura: el sacrificio del Mesías, y que comenzó con Moi-sés. Pero la evidencia bíblica muestra que la expiación mediantesangre se viene realizando desde el mismo principio del mundo.El Santuario En Tiempos De Moisés

Cuando el Todopoderoso se le presentó a Israel en el Monte Sinaí(Horéb) con una apariencia «como un fuego abrasador» (Éxo. 24:16,17), Moisés erigió enseguida un altar para sacrificios como los que se

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continuado celebrando las fiestas agradas de Yahwéh, como lo siguie-ron haciendo los apóstoles después de la muerte del Mesías, y la igle-sia primitiva. Pero después veremos por qué no lo hizo.

¿Qué parte del sistema del Santuario terminó en el Calvario, se-gún ella? Solamente LOS SACRIFICIOS. ¿Qué parte del sistemaquedo en vigencia? La Escritura nos habla de la cesación de los sacri-ficios pero nada nos dice de la cesación de los estatutos relativos a lostiempos sagrados y las santas convocaciones de la Ley Divina. Vemosque después del Mesías el elemento de tiempo de la Ley continuó envigencia. Por ejemplo, los sacrificios que se ofrecían en el día Sábadocesaron pero no cesó el Sábado mismo. El Mesías se levantó de latumba en el día después del Sábado, precisamente en el tiempo cuan-do se debía presentar en el Templo la ofrenda mecida. Pero él nopresentó una ofrenda de trigo delante del Trono Celestial sino quepresentó la ofrenda de su propio cuerpo como primicia de la resurrec-ción a vida eterna (Lev. 23:11). Por eso dijo Pablo: «El Mesías [es] lasprimicias,» (1Cor. 15:23).

Cincuenta días después de aquel memorable día de Pascua en elque murió el Mesías, encontramos a los discípulos reunidos en Jerusa-lem en espera del prometido espíritu de santidad (rúakh haqódesh).Habían estado reunidos por nueve días antes del Día de Pentecostés,pero en ninguno de aquellos nueve días vino sobre ellos el poder de loalto sino que vino exactamente en el día número 50 después de laPascua. ¿Por qué? El Mesías les había prometido el espíritu de santi-dad, ¿por qué no se lo dio inmediatamente después de su resurrec-ción? No podía haberlo hecho así porque el Eterno honra su propialey, y la ley de las fiestas sagradas establecía que la cosecha debíacomenzar 50 días después de la Pascua. Así, estaba predeterminadoque la bendición del espíritu santo se enviaría al comienzo de la prime-ra cosecha de almas de la era mesiánica, 50 días después de la Pas-cua, en la Fiesta de las Primicias, llamada también la Fiesta de lasSemanas, y Pentecostés, (Lev. 23:15-17).

De manera que allí en Jerusalem, 50 días después de la Pascua,encontramos a los discípulos celebrando la Fiesta de las Semanas, elPentecostés. Y allí, no sólo se les dieron «las primicias» del espíritusanto (Rom. 8:23), sino que también se recogieron entonces las primi-cias de la cosecha mesiánica del Evangelio: 3,000 personas salvadas

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solían erigir en tiempos de Abraham. «Y se levantó [Moisés] de maña-na y edificó un altar al pie del monte, y...ofrecieron holocaustos y be-cerros como sacrificios de paz a Yahwéh,» (Exo. 24:4, 5). Nótesebien que aquí se habla de holocaustos ¡antes de dársele a Moisés lasleyes levíticas sobre holocaustos y sacrificios!

Fue después del ofrecimiento de aquellos holocaustos que Yahwéhle dijo a Moisés: «Harán un santuario para mí, y habitaré en medio deellos. Conforme a todo lo que yo te muestre, el diseño de la Morada,y el diseño de todos sus utensilios, así lo harás,» (Exo. 25:8, 9). Demodo que en aquellos 40 días que Moisés estuvo solo en la cumbredel Sinaí, recibió un adiestramiento completo en cuanto a la construc-ción del Tabernáculo. Evidentemente, Moisés tuvo una experienciacomo la de Juan el apóstol en la isla de Patmos, en la que vio el cieloabierto y el Santuario de Yahwéh en el cielo (Apoc. 11:19). De mane-ra que, no solamente antes de Moisés existía el Santuario en el cielo,sino que también después del Mesías el mismo Santuario fue visto enel cielo por el apóstol Juan.

Las Leyes Del SantuarioEn el tiempo de Moisés el servicio del Santuario tomó una

forma más definida, detallada y amplia. Se dieron leyes específi-cas y abarcadoras para regir prácticamente todas las áreas de lavida. En el pasado algunos expositores bíblicos han enseñado quelas leyes dadas a Moisés se dividen en dos tipos: 1) leyes moralesy 2) leyes ceremoniales. Esto es un ejemplo de la manera inade-cuada, inexacta y limitada en que muchos estudiosos plantean eltema. Un estudio más cuidadoso de la Toráh (el Pentateuco) nosmuestra claramente que el Eterno le dio a Israel, no dos, sino cin-co tipos de leyes: 1) leyes morales, 2) leyes sanitarias, 3) leyescultuales, 4) leyes civiles, y 5) leyes sacrificiales. Estos cinco ti-pos de leyes parecen corresponder a la clasificación bíblica de«leyes, mandamientos, testimonios, estatutos, y juicios.»

Para tener una idea más clara de la diferencia entre estos cincotipos de leyes, veamos un ejemplo da cada uno de ellos, y notare-mos que no es correcto clasificar todas las leyes como «morales oceremoniales».

1) Leyes morales: «No matarás; no cometerás adulterio,» (Deut.

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la verdad y están enarbolando la bandera a favor de las EscriturasInspiradas.

¿Observaron el Mesías y los Apóstoles todas estas

Leyes Sagradas?Todo estudiante cuidadoso de la Biblia sabe que nuestro Sal-

vador observó estas fiestas sagradas de Israel, porque forman par-te de la Ley que él vino a magnificar, (Isa. 42:21). Él es nuestroejemplo, y así como él celebró las fiestas sagradas sin participaren los sacrificios expiatorios, porque no tenía pecado, así tambiénnosotros hemos de celebrar estas sagradas ocasiones, pero sin lossacrificios por el pecado, por cuanto ya hemos sido justificadospor el Sacrificio Mayor del «Cordero de Yahwéh que quita lospecados del mundo.» Nuestros sacrificios ahora son las alabanzasde nuestros labios, (Heb. 13:15).

¿Qué fue entonces lo que quedó «enclavado en el madero»,según la declaración de Pablo? Cuando murió el Mesías «el velodel templo se rasgó en dos de arriba abajo,» (Mat. 27:41), anun-ciándose así que habían llegado a su fin los sacrificios que se ofre-cían diariamente en los días de fiesta. Allí fue cuando «anuló elacta de los decretos que había contra nosotros, que nos era contra-ria, quitándola de en medio y clavándola en el madero,» (Colo.2:14). ¿Qué era específicamente esa «acta de los decretos» quecesó en el madero del Mesías? Sobre esto mismo estaba tambiénprofetizado: «Y en otra semana [el Mesías] confirmará el pactocon muchos; a la mitad de la semana hará cesar el sacrificio y laofrenda...» (Dan. 9:27).

En relación con esto la Sra. White hizo una declaración queella misma nunca comprendió ni puso en práctica en su vida. Dijoella:

«En el 31 DC, tres años y medio después de su bautismo, nuestroMaestro fue crucificado. Con el gran sacrificio ofrecido en el Calvarioterminó aquel sistema de ofrendas que por cuatro mil años había seña-lado hacia el Cordero de Dios. El tipo se encontró con el antitipo, ytodos los sacrificios y oblaciones del sistema ceremonial habían decesar allí,» (Conflicto de los Siglos, p. 327:3). Si la Sra. White hubie-ra comprendido todo el significado de esa declaración suya, habría

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5:17, 18). «No te echarás con varón como con mujer...ni con animaltendrás ayuntamiento,» (Lev. 18:22, 23). Toda ley semejante es leymoral y no solamente las que están en los Diez Mandamientos.

2) Leyes sanitarias: «Estos son los animales que comeréis...todoel que tiene pezuña hendida y que rumia,» etc. (Lev. 11:2). «Nocomerás cosa alguna con sangre,» (Lev. 19:26). También hay otrasleyes sanitarias en otros pasajes.

3. Leyes cultuales: «Estas son las fiestas solemnes de Yahwéh,las santas convocaciones:...Pascua (v.5), ...Ácimos (v.6), ...Primi-cias (v.10) ...Semanas (vs. 15, 16) ...Trompetas (v.24) ...Expia-ción (v. 27) ..Cabañas (v. 34), etc. (Lev. 23). Estas son las leyesrelativas a la adoración.

4. Leyes civiles: «El que hiriere a alguno, haciéndolo así mo-rir, él morirá,» (Exo. 21:12). «Si alguno engañare a una doncellaque no fuere desposada y durmiere con ella, deberá dotarla y to-marla por mujer,» (Exo. 22:16). Esta son leyes que pueden estarvigentes o no en cualquier nación.

5. Leyes sacrificiales: «Y el día que ofrezcas la gavilla, ofre-cerás un cordero de un año...en holocausto a Yahwéh,» (Lev.23:12). Estas son las leyes de sacrificios simbólicos que represen-taban el Sacrificio Mayor del Cordero de Yahwéh.

Las leyes morales son principios evidentemente sagrados ypor lo tanto son eternas, y hay muchas de ellas fuera de los DiezMandamientos. Las leyes sanitarias tienen que ver con la purezafísica y espiritual y son también principios perpetuos que no cam-bian. Las leyes cultuales tiene que ver con las fechas para la cele-bración del culto, y no han cambiado porque son un bosquejo delplan de redención. Las leyes civiles pueden variar de país en país,aunque en principio pueden ser también perpetuas. Y finalmentelas leyes sacrificiales, aunque en principio pueden ser perpetuas,en la forma y en la práctica recibieron modificaciones a través de lossiglos, especialmente con la venida del Mesías, quien resumió todoslos sacrificios en un solo sacrificio: su propia vida.

Bosquejo Del Plan de RedenciónLas leyes cultuales y las sacrificiales fueron dadas como un

drama simbólico para representar el plan divino de redención. La

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Sra. White comentó: «Mientras Moisés estaba en el monte, Dios lepresentó, no sólo las tablas de la ley, sino también el plan de salvación.Él vio que el sacrificio de [el Mesías] estaba prefigurado por todos lostipos y símbolos de la era judía,» Patriarcas y Profetas, pág. 330:2).Y agregó: «Mientras más estrecha sea nuestra comunión con Dios, ymientras más claro sea nuestro entendimiento de sus requerimientos,más plenamente nos conformaremos a la imagen divina,» (P.P., pág.330:3).

Ahora la pregunta es: ¿Son para nosotros hoy día las fiestassagradas que se ordenan en Levítico 23? Nosotros decimos queSÍ; los adventistas dicen que no. Curiosamente, la Sra. White estámás de acuerdo con nosotros que con los adventistas, cuando dijo:«Nosotros somos contados con Israel. Todas las instrucciones da-das a los israelitas de la antigüedad concernientes a la educación yentrenamiento de sus hijos, todas las promesas de bendición me-diante la obediencia, son para nosotros,» Ministerio de Curación,pág. 405:1).

Fiestas y Santas Convocaciones de la LeyLa Sra. White aprendió de las Escrituras que aquellas anti-

guas celebraciones espirituales, llamadas por ella «institucionesdivinas,» serían restauradas para el tiempo del fin. Apropiada-mente, ella escribió: «Nuevamente (en el libro) se le recordó alpueblo el sábado, se designaron fiestas anuales, ...estos derechos(levíticos) debían ser escritos por Moisés y, junto con los DiezMandamientos, para cuya explicación fueron dados, debían sercuidadosamente atesorados como fundamento de la ley nacionaly como condición del cumplimiento de las promesas del Dios deIsrael,» Profetas y Reyes, pág. 320).

Y agrega: «En el tiempo del fin, ha de ser restaurada toda institu-ción divina, «P.R., pág. 501).

Si los adventistas hubieran tomado en serio esta declaraciónde la Sra. White, como tomaron otras, hoy día ese pueblo estaríacumpliendo su cometido de avanzar cada vez más hacia una plenarestauración de la Verdad entregada una vez a los santos. Pero noes tarde. Algunos están tomando en serio la restauración total de