el retrato del otro en la chanson de roland contexto histórico y análisis literario final

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Ian Iracheta Facultad de Filosofía y Letras Letras Inglesas, Colegio de Letras Modernas Universidad Nacional Autónoma de México El retrato del Otro en la Chanson de Roland: Panorama histórico y análisis literario Cantares como la Chanson de Roland contienen un enorme valor filológico debido a su naturaleza normalmente bélica, ya que no hablan exclusivamente de una cultura, sino del enfrentamiento entre dos de ellas. Sin embargo, por el hecho del contexto de su autor, las ideas que son mostradas sobre la cultura ajena se encuentran envueltas en un miasma de demonización. Por consiguiente, estas nociones en la obra mencionada resultan más reveladoras de la cultura francesa que de la musulmana. El propósito de este ensayo es, entonces, analizar el ἔθος de la cultura franca en relación a su concepción del “otro”, como puede ser apreciado en la Chanson de Roland . Para esto, el ensayo constará de una estructura bipartita: la primera parte presentará un panorama histórico, y la segunda mostrará cómo se ve reflejada esta ideología en el texto. 1

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Contexto histórico en el cual el cantar de gesta La Chanson de Roland se encuentra inmerso.Análisis literario de la alteridad

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Ian IrachetaFacultad de Filosofía y Letras

Letras Inglesas, Colegio de Letras ModernasUniversidad Nacional Autónoma de México

El retrato del Otro en la Chanson de Roland:

Panorama histórico y análisis literario

Cantares como la Chanson de Roland contienen un enorme valor filológico debido a su

naturaleza normalmente bélica, ya que no hablan exclusivamente de una cultura, sino del

enfrentamiento entre dos de ellas. Sin embargo, por el hecho del contexto de su autor, las

ideas que son mostradas sobre la cultura ajena se encuentran envueltas en un miasma de

demonización. Por consiguiente, estas nociones en la obra mencionada resultan más

reveladoras de la cultura francesa que de la musulmana. El propósito de este ensayo es,

entonces, analizar el ἔθος de la cultura franca en relación a su concepción del “otro”, como

puede ser apreciado en la Chanson de Roland. Para esto, el ensayo constará de una

estructura bipartita: la primera parte presentará un panorama histórico, y la segunda

mostrará cómo se ve reflejada esta ideología en el texto.

La Chanson de Roland es un cantar de gesta,1 clasificado dentro del ciclo conocido

como cycle carolingien2 que data del siglo XI. Sin embargo, el poema relata

acontecimientos que tuvieron lugar en el siglo VIII. Por esta razón, incluiré un panorama de

ambos siglos. Consecuentemente, narraré los hechos que permitieron que se diera la

bataille de Roncevaux el 15 de agosto de 778, asimismo como los que propiciaron el

1 Los cantares de gesta son poemas o canciones medievales que hablaban, en su mayor parte, de los hechos épicos y de la vida caballeresca. Primero fueron obras poéticas “relatadas de castillo en castillo, [y eran] asonantes. Luego fueron rimadas para deleite de oyentes y, posteriormente, lectores” (Grimberg, Carl. Historia Universal…, 247) El término viene del latín “gesta”, que significa hazaña. Eran obras recitadas por juglares, y no solían exceder los 4,000 versos. 2 Los cantares de gesta se clasifican en ciclos o materias de acuerdo con su temática. El poeta medieval Jean Bodel asevera en su Chanson des Saxons que: “Ne sont que III matières à nul homme atandant, / De France et de Bretaigne, et de Rome la grant.” (Bodel, Jean, La Chanson de Saxones, 99) – “No hay mas que tres materias que todo hombre debería conocer, / la de Francia, la de Bretaña, y la de la Gran Roma.” (La traducción es mía) Estas categorías son, de igual manera, divididas en otros rubros. Hablaré solamente de la matière de France, ya que es la que le concierne a este ensayo. Incluidos en ella se encuentran tres “ciclos”, conocidos como “les trois gestes”. Entre ellos figuran: “Le Cycle des Barons Révoltés”, que habla Doon de Mayence; “La Geste de Guillaume d’Orange”, que trata del tema de la búsqueda de gloria y tierras a través del combate contra los infieles; y, finalmente, “ La Geste du Roi”, que gira en torno a la figura de Charlemagne. Dentro de este último ciclo se encuentra catalogada la Chanson de Roland.

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ambiente social e ideológico que se vivía hacia 1050 ca.3, cuando Turoldus4 firmó el

manuscrito que se encuentra en the Bodleian Library en Oxford. Aunque expondré el

contexto histórico francés de ambos siglos, el énfasis debe caer en la época de Turoldus ya

que es basado en la ideología de esta época que el poema es escrito.

El imperio carolingio es el término con el que se describe el reino de la dinastía

iniciada por Charles Martel. Este último fue mayordomo5 bajo Dagobert Ier, rey franco de la

dinastía merovingia y monarca considerado como parte de los exponentes de lo que se

conoce como les rois fainéants.6 Es notable el número de batallas que la dinastía

carolingia libró en contra de los musulmanes, ya que éstas ocurrieron bajo los reinados de

por lo menos tres monarcas sucesivos.

Es importante notar que, antes del 743, la fuerza de la expansión árabe parecía

infatigable. La doctrina de Mahoma era recibida por las diferentes gentes del mundo a un 3 La fecha en la que el cantar fue escrito es motivo de mucho debate, pero se sabe que fue antes de la batalla de Hastings, que ocurrió en 1066, debido a que se relata que “the duke [William of Malmesbury] then started the Song of Roland, in order that the warlike example of the hero might stimulate the soldiers, and calling on god for assistance, the battle commenced on both sides, and was fought with great ardor, neither side giving ground during the greater part of the day.” (Arkenberg, Jerome S., Medieval Sourcebook, en línea). El hecho de que fuese suficientemente conocida para esta referencia en Hastings implica que probablemente fue escrita varios años antes, debido a la (relativamente) lenta difusión medieval. Esta fecha soporta, a su vez, la teoría de que el cantar constituyó una gran influencia para el advenimiento de la primera cruzada en 1095.4 El supuesto autor de la Chanson de Roland. La autoría ha sido motivo de incansable debate y discusiones bizantinas que no han concluido en nada definitivo. El cantar concluye con el verso: “Ci falt la geste que Turoldus declinet” (CCXCIII) - “He así que acaba la gesta que Turoldus compuso.” (La traducción es mía) El verbo “declinet” puede significar varias cosas: “Declinet may mean ‘recites’, ‘composes’, ‘copies’, and ‘grows weak’. Ci falt suggests ‘here [spatial or temporal] ends’, with or without the sense of completion. The geste might refer to subject matter of the poem, the poet's written source, or possibly the performance.” (Jenkins, T.A. La Chanson de Roland: Oxford Version, 10.) Sin embargo, partiré de la premisa de que Turoldus es el autor basado en que: “si decliner ne peut pas signifier "terminer" (et ce sens n'est justifié par aucun exemple), Turold ne saurait être le scribe. Le sens "copier" est exclu par le contexte. Le sens "coucher par écrit" serait également "una fantasticheria senza fondamento". (Holbrook, Richard T. Ci Fait la Geste que Turoldus Delcinet, en línea.)5 Durante los últimos siglos de la dinastía merovingia, “the real power and authority in the kingdom lay in the hands of the chief officer of the court, the so-called Mayor of the Palace, and he was at the head of affairs.” (Einhard, The Life of Charlemagne…, 23). El término viene del latín “major domus”es decir” principal domo”. Traducible como “el más importante servidor de la casa.”6 Les rois fainéants es el sobrenombre con el que se apoda a los últimos reyes de la dinastía merovingia, (siglos VI, VII, y VIII) antes de que el trono pasara a los carolingios. Los primeros destacan por haber sido absolutamente incompetentes en sus obligaciones políticas. Eginardo dice de ellos en su Vita Karoli Magni que: “there was nothing left for the King to do but to be content with his name of King, his flowing hair, and his long beard”. (The Life of Charlemagne…, 23) Esto que implica que no tenían ningún poder más allá del de tener un título sin significado.

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ritmo verdaderamente impresionante, tanto que, “[U]n siglo después de la muerte de

Mahoma, el imperio de la Media Luna se extendía sobre tantas tierras que una caravana

hubiera necesitado cinco meses para atravesarlas, desde el océano Atlántico hasta los

confines de la India y China.” (Grimberg, Carl. Historia Universal..., 105). Esta máquina

de conquistas no funcionaba necesariamente a través de la espada, ya que el favor de un

imperio de tal poderío presentaba un panorama deseable para muchos, tanto que “en Siria y

Egipto muchos cristianos juzgaron preferible pasarse al Islam, pues de este modo también

participaban en el botín.” (Historia Universal..., 105)

En el 732 tuvo lugar la batalla de Poitiers, en la cual la victoria de Charles Martel

detuvo de modo definitivo el avance árabe en Francia. Empero, los llamados “sarracenos,”7

ya tenían varias conquistas en España y ya habían organizado expediciones para tomar

Sicilia (hecho que no es logrado hasta el 902.)

Durante el reinado de Pépin le Bref, las batallas principales no se dan en contra de

los musulmanes, sino que su más importante enemigo es el pueblo lombardo, al cual

derrota para ganar el favor del papa Leo III. El hecho de que las preocupaciones de Pépin le

Bref se hallaran en otros asuntos permitió a los sarracenos “conquistar para el Islam toda

una serie de países cristianos, uno tras otro, más una considerable parte de España.”

(Historia Universal..., 106)

En 772, una vez ya fallecido Pépin le Bref, Charlemagne emprende una larga

campaña para conquistar Sajonia. Éste conduce ejércitos contra varios enemigos más, 7 Utilizar el término “sarraceno” para referirse exclusivamente a los moros puede ser un error, ya que: “habrá que atribuir al significado del latín medieval el haber entendido tal término marcadamente como indicador del carácter pagano o herético y por derivación, “bárbaro” de las gentes designadas por el mismo. […] De ahí, pasó a significar gentil, pagano, no bautizado.” (González-Blanco. Sarracín, sarraceon..., 447) Por lo tanto, hay casos en los que otros pueblos que no seguían la doctrina de Mohamed eran referidos con el mismo término que sus contrapartes islámicas. Finalmente, falta agregar que “Moro tiene más connotaciones étnico-culturales, mientras que sarraceno encierra una caracterización más militar, combativa, cruel y dura.” (Sarracín, sarraceon..., 451) De cualquier manera, usaré el término “sarraceno” de ahora en adelante con la exclusiva significación tradicional de moro, árabe y mahometano, para facilitar la terminología, ya que este es el término usado por el autor de la Chanson de Roland.

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verbigracia, los sarracenos, los vendas, los eslavos y finalmente, los frisones quienes,

“fueron incorporados al gran Estado germánico casi al mismo tiempo que los sajones.”,

(Historia Universal..., 153) Sin embargo, no todas las relaciones con los árabes consistían

en la hostilidad, un hecho que se ve constante y equivocadamente reflejado en la Chanson

de Roland, ya que son “los árabes del norte de la península Ibérica [quienes] solicitaron

ayuda al emperador contra el califa de Córdoba.” (Historia Universal..., 154). No obstante,

Charlemagne aprovecha esta oportunidad para invadir. Mas no pudo “cosechar los triunfos

que esperaba [ya que fue] enterado de que los sajones se habían sublevado de nuevo y

alcanzado el Rin, [lo que lo obligó a] retroceder a toda prisa.” (Historia Universal..., 154).

Es aquí que los acontecimientos de la Chanson de Roland toman lugar:

On his [Charlemagne’s] return through the Pyrenees he had cause to rue the treachery of the

Basques. That region is well adapted for ambuscades by reason of the thick forests that cover it; and

as the army was advancing in the long line of march necessitated by the narrowness of the road, the

Basques, who lay in ambush [778] on the top of a very high mountain, attacked the rear of the

baggage train and the rear guard in charge of it, and hurled them down to the very bottom of the

valley. In the struggle that ensued, they cut them off to a man; they then plundered the baggage, and

dispersed with all speed in every direction under cover of approaching night. The lightness of their

armor and the nature of the battle ground stood the Basques in good stead on this occasion, whereas

the Franks fought at a disadvantage in every respect, because of the weight of their armor and the

unevenness of the ground. Einhard, the King's steward; Anselm, Count Palatine; and Roland,

Governor of the March of Brittany, with very many others, fell in this engagement.   (Einhard, The

Life of Charlemagne…, 57).

Es de suma importancia notar que la batalla narrada por Turoldus no es peleada en

contra de fuerzas vascas, sino exclusivamente sarracenas. Es probable que, mezclados entre

la perfidia vasca que nombra Eginardo, también se hallaran refuerzos sarracenos, empero,

éstos estaban lejos de ser el componente mayor de la hueste.

Hablaré ahora del contexto histórico que se vivía hacia 1100, y por lo tanto, de la

primera cruzada. En general, podemos decir que las cruzadas fueron movimientos bélicos

cuya intención fue retomar Jerusalén de las manos de los turcos. La primera de éstas fue

iniciada por el decreto de “Dieu lo volti” – “Dios lo quiere” exclamado por el papa Urbano

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II en 1095. Durante su discurso en el concilio de Clermont, éste exhortó a la multitud a

retomar la tierra santa de las manos de los turcos, y esto, sumado a los esfuerzos de Pedro el

ermitaño8, dio inicio a la Primera Cruzada.

Las razones por las que el pueblo los siguió no consistían exclusivamente en la

indignación religiosa, sino que:

Mientras los árabes gobernaron la ciudad [Jerusalén], acogieron a los peregrinos cristianos con la mayor consideración, por constituir una fuente de ingresos. Sin embargo, los turcos eran tan fanáticos que no toleraban la presencia de cristianos. […] Al regresar los peregrinos a Europa y narrar los atropellos, robos, y saqueos de los turcos, cómo se mofaron de las ceremonias religiosas e incluso asesinaron a muchos peregrinos, se elevó un grito de indignación en todo Occidente. (Historia Universal..., 284).

A esto se le agregó el hecho de que ir a las cruzadas se presentaba como una forma

de penitencia que, para los normandos “era una forma más adecuada que los ayunos y

mortificaciones de la carne” (Historia Universal..., 284). Además de esto, la pérdida de

Jerusalén representaba un símbolo, ya que la Iglesia se veía despojada de la cuna de la

cristiandad, mientras que el behemot moro ejercía una verdadera dominación sobre

Oriente. Si a esto se le agrega el hecho de que, “Nada podía un Occidente escindido en

naciones rivales contra el enorme imperio musulmán que abarcaba los inmensos territorios

situados entre el Indo, los confines de China y el océano Atlántico” (Historia Universal...,

284), podemos apreciar lo importante que resultaba esta victoria. Es importante recordar,

además, que Jerusalén era un centro de gran importancia de peregrinación, lo que

significaba que también era un punto clave de comercio. En conclusión, la reconquista de

esta ciudad implicaba un triunfo comercial, simbólico, estratégico, y finalmente, religioso.

También cabe mencionar que las cruzadas se presentaban como atractivas para todos los

estratos de la población. El discurso de Urbano II, además de incendiar a la multitud a

través de la descripción de las blasfemias cometidas en Jerusalén, también ofrecía

absolución de pecados pasados: “Quienes hasta hoy eran bandidos, se convertirán en

8 Pedro el ermitaño fue un predicador nacido en Amiens, Francia. Él fue una figura clave para el reclutamiento de voluntarios durante la primera cruzada. Se dice de él que era increíblemente persuasivo. Y que “nadie resistía a sus predicaciones. Apenas terminaba de hablar, veíase a enemigos mortales hacer las paces y ponerse la cruz en común.” (Historia Universal..., 288).

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soldados; que los que en otro tiempo han combatido a sus hermanos y parientes, combatan

como deben contra los bárbaros” (Historia Universal..., 285). La predicación de Pedro el

ermitaño fungía de igual modo, ya que, para esclavos extenuados y espíritus aventureros, se

presentaba como un verdadero “evangelio de la libertad” (Historia Universal..., 288), visto

que tan pronto un siervo cosía la cruz roja en sus prendas, se veía despojado de las cadenas

de la esclavitud feudal.

Finalmente, es necesario mencionar una pequeña crisis económica que sirvió de

catalizador para el ambiente ya explosivo de 1095. “Ese año fue calamitoso: las cosechas

fueron pésimas y el hambre y la peste imperaban en diversos lugares. La predicación de la

cruzada advino como un mensaje de lo Alto, como una invitación a elevar los ojos de la

tierra y dirigirlos hacia el lejano Oriente.” (Historia Universal... 289) Por todas estas

razones, “El discurso de Urbano II tuvo efectos inmediatos. Primero Clermont y después

toda la Europa feudal ostentó al hombro la cruz de tela roja, en señal de alistamiento.”

(Historia Universal..., 285)

Ahora hablaré en concreto de la Chanson de Roland como obra literaria y del retrato

que es pintado en ella del sarraceno. El tratamiento que se le da al enemigo moro en esta

obra es, sin lugar a duda, increíblemente complicado. Para empezar, aunque este poema

tiende a la generalización, lo hace de una forma paradójica. En él, podemos ver a dos

ejércitos de moros9, conscientemente descritos por Turoldus con características

notablemente divergentes, siendo encuadrados por el término global de “sarraceno”. Este

término se utiliza para referirse a una gran cantidad de razas: “turcos, árabes, sajones,

eslavos, húngaros” (Forte, L. Diego. La construcción…, 2, en línea) La paradoja se

encuentra en el contraste existente entre el conocimiento del autor para retratar esta

diversidad encontrada entre las huestes sarracenas, y su ignorancia evidenciada en el hecho

de que encuadra a todas estas gentes bajo el mismo término. La conclusión a la que se llega

es que los paganos no son vistos como una gama extraordinariamente diversa de gentes con

9 El primero del rey Marsile, el segundo del emir de Damasco, Baligant.

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culturas y costumbres diferentes, sino como un enemigo homogenizado que constituye una

identidad no franca.

Sin embargo, esta homogenización es parcial. Las “características notablemente

divergentes” que mencioné en el párrafo anterior radican en la descripción tan diferente

referente a los dos ejércitos. Las huestes de Marsile, ciudadanos de Zaragoza, son descritas

en una forma mucho más inmediata y familiar a la realidad francesa de la época. Es, en

contraste, en las descripciones del ejército de Baligant en donde la demonización llega a su

cénit. “E l’altre apres de Micenes as chefs gros; / Sur les eschines qu’il unt en mi les dos /

Cil sunt seiet ensement cume porc.”10 (La Chanson de Roland, CCXXXII). Es en esta

descripción del segundo ejército donde Turoldus deja correr su imaginación y aplica mitos

y leyendas sobre la anatomía de seres extraños a los moros. Unas laisses11 después,

podemos ver las teorías irracionales que se tenían sobre los hunos cambiar de dueño:

De plus feluns n’orrez parler jamais.Durs unt les quirs ensement cume fer:Pur ço n’unt soign de elme ne d’osberc;En la bataille sunt felun e engres. AOI.12 (La Chanson de Roland, CCXXXIII)

Simplemente no podemos olvidar el hecho de que el retrato mostrado del otro está

construido sobre principios de ignorancia. Desde la primera laisse se introduce un elemento

verdaderamente perturbador: Li reis Marsilie la tient, ki Deu nen aimet; / Mahumet sert e

Apollin recleimet:13 (La Chanson de Roland, I). Es muy interesante notar la forma en la que

Turoldus introduce inmediatamente el elemento que identifica al “villano” de la historia.

Antes que nada, los sarracenos son definidos como herejes que “no aman a dios.” Esta

10 Y después los de Micenes, con cabezas gigantescas; / Sobre la columna, metida en sus espaldas / Sus cuerpos llenos de grueso pelo como jabalíes. (Desde este punto la traducción es mía a menos de indicar lo contrario. Aparte del texto original, estoy usando la versión crítica traducida a francés moderno de Léon Gautier como apoyo para traducir el texto al español.)11 Los cantares de gesta Franceses del Medievo se dividen en laisses. El término viene del verbo “laisser” que significa “dejar”. Son tiradas normalmente endecasílabas o alejandrinas. Usualmente el metro no cambia, mas la extensión del laisse es muy variable.12 De peor raza no oirás hablar nunca. / Dura como el acero es su piel: / Por lo que no necesitan de cascos ni de hauberk; / En la batalla son traicioneros demonios13 El rey Marsile gobierna ahí, el que a dios no ama / A Mohamed sirve, y a Apolo venera. (Desde en este punto la traducción es mía a menos de indicar lo contrario.)

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laisse es doblemente importante ya que también muestra las ideas por completo incorrectas

que se tenían sobre otras culturas, vista la obviedad de que los sarracenos no adoraban a

Apolo. Sin embargo, este componente en apariencia irrisorio no es totalmente gratuito. El

tema de las deidades paganas en la Chanson de Roland también conlleva un grado de

complejidad no aparente. El sarraceno tiene que ser representado como politeísta para

acrecentar aún más su componente de extrañeza. Esta necesidad de los cristianos de

diferenciarse de su enemigo, empero, presenta un problema paradójico. Se intenta mostrar a

los sarracenos como un pueblo politeísta que alaba a tres dioses, pero esto, agregado a otros

aspectos que analizaré a continuación, termina fungiendo para mostrar a los moros como un

reflejo corrupto de los francos. Se presenta una trinidad pagana compuesta de una colección

miscelánea de deidades para contrastar con la trinidad cristiana: “Cil Mahumet ki nus ad en

baillie, / E Tervagan14 e Apollin, nostre sire, / Sálvent le rei e guardent la reïne!”15 (La

Chanson de Roland, CXCV) Lo paradójico de esto es que, en realidad, los cristianos son

los que podrían ser acusados de ser politeístas y no los mahometanos.

El tratamiento de los sarracenos es complejo por el simple hecho de no ser

consistente. No en todos los laisses se advierte la vehemente demonización del otro, sino

que hay varios pasajes como el siguiente que elogian al enemigo pagano:

Li amiralz ben resemblet barun.

Blanche ad la barbe ensement cume flur,16 E de sa lei mult par est saives hom, E en bataille est fiers e orgoillus. Ses filz Malpramis mult est chevalerus.17 (La Chanson de Roland, CCXXIX)

14 Tervagan era una deidad que los cristianos medievales, en su ignorancia del Islam, creían que formaba parte del panteón musulmán. En la realidad, este personaje jugaba un rol infinitamente más grande en la cultura occidental que en la oriental (donde era inexistente), ya que era usado frecuentemente en las Morality Plays medievales, donde tenía el rol de la tentación. Su presencia en la literatura se puede encontrar también en Jean Bodel en su le Jeu de Saint Nicolas, o en The Tale of Sir Thopas, por Geoffrey Chaucer, para nombrar algunos ejemplos, mas no en ningún escritor moro. 15 Que Mahumet, quien nos ayuda en la batalla, / y Tervagan y Apollin, nuestro señor, / protejan al rey y a la reina!16 Es importante notar que en la Edad Media la barba era signo de sabiduría, y aún más si era blanca. Turoldus implica que los paganos pueden llegar a casi tan sabios como Charlemagne, el emperador de la barba florida.17 El emir, bien parece barón. / Blanca tiene la barba como una flor / Y ha ganado de entre los más sabios de su gente fama; / En la batalla es él feroz y orgulloso. / Su hijo Malpramis es de alma caballerosa.

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Finalmente, estas virtudes a veces atribuidas a Baligant sirven un propósito: el de

elevarlo al nivel del emperador franco. En verdad, Turoldus no escatima gastos literarios

para presentarnos a Charlemagne y a Baligant como dos caras de la misma moneda. Las

similitudes que se encuentran entre los dos monarcas son demasiadas para simplemente

interpretarlas como coincidencias. El hecho de que ambos monarcas cuenten con un

consejo de doce paladines (también llamados doce pares), que los dos tengan sus barbas

blancas, gritos de guerra,18estructuras feudales con sus súbditos, armaduras cubiertas de

piedras preciosas, espadas con nombres,19 etc., cumple la función de crear un enemigo

digno de lidiar contra el emperador franco.

En conclusión, dejando a un lado los soldados monstruosos del ejército de Baligant,

y concentrándose en los paganos que son elogiados por sus virtudes, lo único que distingue

a estos dos ejércitos es la religión. Parece ser que la diferencia específica que separa a

sarracenos de francos es que “pagans are wrong and christians are right”. (Kinoshita. Alterity,

Gender and Nation…, 5, en línea) Probablemente esto se ve mejor reflejado en el laisse que

habla de los minutos antes de la batalla entre Charlemagne y Baligant, cuando el narrador

describe al pagano: “Fier le visage, le chef recercelet, / Tant par ert blancs cume flur en

estet;20 / De vasselage est suvent esprovet. / Deus! quel baron, s’oüst chrestientet!” 21 La

Chanson de Roland, CCXXVIII). Lo que implica que su único defecto es creer en un dios

falso.

Adorno, Rolena. El sujeto colonial y la construcción cultural de la alteridadRevista de crítica literaria latinoamericana Año 14, No. 28, Historia, Sujeto Social y Discurso Poético en la Colonia (1988), pp. 55-68

Arkenberg, Jerome S. Medieval Sourcebook: William of Malmesbury, d. 1143: 18 “Munjoie” es el de Charlemagne; “Précieuse” el de Baligant.19 “Joyeuse” es la de Charlemagne; “Precieuse” es la de Baligant. 20 Es interesante notar que en varios puntos cuando los paganos son elogiados se hace referencia a su blancura, lo que implica que sólo son virtuosos cuando se asemejan al hombre occidental.21 Fiero el rostro, rizos en su frente, / Blanco como una flor en verano es él / en el vasallaje probado su coraje ha sido. / ¡Dios! ¡Pero qué barón! ¡Si tan sólo cristiano fuese!

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