Contexto Físico I Biodiversidad y Desarrollo Humano en Yucatán

EL ESTADO

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El relieve es uno de los elementos geográficos que deter-mina la diferenciación de otros elementos (suelos, agua, vegetación...), así como de las diferentes actividades huma-nas. La importancia de su estudio para Yucatán radica, entre otros, en los siguientes aspectos: a) una regionalización con una base cartográfica sólida para la correcta elaboración de los planes de ordenamiento del territorio a diversas escalas; b) identificación de las áreas susceptibles de inundación por huracanes, hundimiento, movimiento en masa de suelo y flu-jos de agua; c) una correcta planeación agroecológica para el manejo sustentable de la producción agrícola, forestal y pecuaria; d) una mejor planeación para el desarrollo urbano e industrial; e) una mejor identificación de hábitat para la con-servación de la biodiversidad con base en la geodiversidad.

Entre los diversos mitos sobre la conformación del relieve del estado de Yucatán se encuentra el criterio de que “es plano”. Sin embargo, es plano o no, según la escala de observación. Imaginemos que nos situamos en un avión en el cual pode-mos ver parte del territorio nacional: desde este punto de ob-servación se puede comparar la diferencia de alturas entre el centro del país y la Península de Yucatán, entonces, ésta sí se ve plana, pues la diferencia rebasa los 3000 m (Figura 1-A). Pero imaginemos que sobrevolamos la península en una avioneta: ahora podremos distinguir una montaña y diversos lomeríos, por lo tanto, nos damos cuenta de que no es tan plana como parecía (Figura 1-B). Pero seamos más estrictos e imaginemos que volamos en un helicóptero con una vista más cercana a la superficie del estado de Yucatán: notare-mos entonces que habrá diferencias entre el centro y norte del estado “aparentemente planos”, pues se logran distinguir zonas con relieve ondulado o de apariencia rugosa; en el sur observaremos los lomeríos de Sayil y Ticul (Figura 1-C). Por último, hagamos un recorrido en automóvil por esas zonas de relieve ondulado: nuestra visión será aún más detallada y de esta manera observaremos diferentes formas del terreno que van desde hondonadas, como los cenotes, hasta montículos y colinas (Figura 1-D).

El RelieveFrancisco Bautista Zúñiga / Oscar Frausto Martínez / Thomas Ihl / Yameli Aguilar Duarte

Sierra de Sayil

Planicie

Sierra de Ticul

TiculPlanicie ondulada

A) Relieve de México. (CONABIO)

B) Relieve de la Península de Yucatán. (PRONATURA-PPY)

C) Relieve de Yucatán. (PRONATURA-PPY)

D) Modelo digital de elevación del sur de Yucatán.

(IhI y otros, 2007)

A)

B)

C)

D)

Figura 1. Diferentes escalas de observación para el estudio del relieve en Yucatán.

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A continuación se describen las diversas geoformas y sus componentes; las formas del terreno a lo largo y ancho del es-tado. Hay formas negativas de relieve como las hondonadas del tipo dolinas o cenotes; formas positivas como montículos, colinas y lomas; y neutras, denominadas como nivel de base o localmente conocidas como planadas.

Las geoformas del estado de YucatánSe describen las geoformas utilizando una escala 1:250 000. En ellas se incluyen las formas, utilizando una escala de reso-lución a 1:50 000 y de representación 1:250 000, diferencia-das por su morfología (plana, ondulada, escalonda y ligera-mente inclinada) y por su constitución calcárea y procesos cársticos (de baja a alta densidad). Finalmente, el tercer elemento de diferenciación es la altimetría, señalando pisos altitudinales de hasta 210 metros sobre el nivel del mar. Se incluyen detalles a nivel de formas del terreno (Figura 2).

Las planicies subhorizontales son verdaderamente planas y sólo presentan montículos menores de 5 m. Se dividen en dos tipos: a) las costeras compuestas de depósitos de arena;

y b) las de tierra adentro, cársticas compuestas de calizas o rocas calcáreas. Ocupan 28% de la superficie del estado (Figura 3) y constituyen la zona donde se presenta la mayor densidad poblacional, incluyendo la ciudad de Mérida.

Las planicies onduladas son igualmente de dos tipos: a) planicies con inundación periódica, denominadas palustres, situadas entre la costa y las zonas cársticas, en los muni-cipios de Celestún y Hunucmá; y b) planicies cársticas, con presencia de montículos de hasta 5 m con respecto al nivel de base y una gran cantidad de hondonadas y cenotes; pre-dominan en la zona oriente del estado, en municipios como Espita, Tizimín, Sucilá, Dzitás, Tunkás, Cenotillo, Temozón, Ti-num y otros. Ocupan la mayor parte de Yucatán con 57% de su superficie total.

Una planicie colinosa es aquella que presenta colinas, es decir, formas positivas del relieve entre 10 y 20 m con res-pecto al nivel de base. Pueden observarse en algunas zonas de Opichén, Muna, Ticul, Tzucacab y Tekax. Ocupan 5% de la superficie del estado.

Figura 2. Principales formas del terreno. Son formas mixtas, es decir, presentan formas positivas y negativas del relieve. (Fotos: R. Durán, F. Tun)

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Los valles interiores son zonas cerradas dentro de una área de lomeríos altos cársticos; predominan al sur de Yucatán, principalmente en los municipios de Tekax y Tzucacab. Pre-sentan un drenaje interno deficiente, por lo que son áreas de alta susceptibilidad a inundación durante la época de lluvias y principalmente durante los huracanes. Representan 1% de la superficie total del estado.

Un lomerío es un conjunto de lomas, las cuales son formas positivas del relieve con alturas de 20 a 100 m con respecto al nivel de base. En Yucatán hay lomeríos cársticos, producto de la disolución de la roca por el agua de lluvia, que se en-cuentran alineados como resultado de actividades tectónicas -movimiento de placas de la tierra-. Como ejemplos están los lomeríos de Ticul y de Sayil, localmente denominados “sierri-tas”, pero también se observan en Oxkutzcab y Tekax. Repre-sentan 9% de la superficie estatal.

El piedemonte se localiza en la parte baja de los lomeríos altos alineados. Ocupa 0.1% de la superficie total de Yucatán.

La depresión es una forma negativa del relieve por debajo del nivel de base. En el estado ocupa 0.02% de su superficie total. A esta forma corresponde la laguna de Chichancanab, localizada al sur de la entidad.

El reconocimiento de la diversidad del relieve de Yucatán es elemental para numerosas aplicaciones. Debido a que el es-tado recibe la influencia de huracanes, es importante iden-tificar aquellas zonas que tienen drenaje deficiente, como los valles interiores que presentan mayores riesgos de inun-dación (Ihl y otros, 2007). Las planicies que contienen formas negativas son zonas con riesgos de hundimiento y colapso de la tierra, de manera que es fundamental considerar esta condición en la planificación de la infraestructura urbana. Respecto a las planicies subhorizontales, específicamente las costeras -zonas de alta plusvalía y de importancia ecológi-ca- sufren fenómenos de movimiento de arena, por lo que es necesario identificar las zonas de pérdida y ganancia de esos sedimentos. En el ámbito agropecuario, dado que las formas positivas del relieve constituyen una dificultad agronómica para los productores, es importante su reconocimiento para

un manejo adecuado (Bautista y otros, 2007). En las plani-cies subhorizontales y onduladas existen montículos donde la cantidad de suelo es diferente a la contenida en las planadas o nivel de base, entonces, cuando en estos sitios se practica la agricultura moderna es necesario identificarlos, a fin de modificar los insumos utilizados para establecer una agricul-tura de precisión o de sitio específico que, además de gene-rar una alta productividad, contribuya al cuidado del medio ambiente.

Figura 2. A la izquierda se aprecia una forma neutra con planicies extensas; y a la derecha se muestra una forma negativa: nótese el nivel de base seguidamente de una hondonada cuyo interior presenta vegetación. (Fotos: F. Bautista)

Planicie subhorizontal

Planicie ondulada

Planicie colinosa

Valle interior

Lomerío

Piedemonte

Depresión

57%

5%9%

1%0.02%

28%

0.1%

Figura 3. Superficie ocupada por geoforma de un total de 3 953 443.5 ha.