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EL REINADO
DEL ISRAEL
DE DIOS
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Carlos Canosa/Jerusun
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¡Con razón se rinden tus enemigos! La tierra entera te adorará... ¡Qué maravillosos milagros
él hace para su pueblo!... ¡Regocijémonos en él!
Salmo 66, 1-6
1 El fin de una larga espera
Se lee en el Salmo 46, 6-9 una exclamación agónica:
¡las naciones se encuentran en un caos, y sus reinos se
desmoronan!… ¡La voz de Dios truena, y la tierra se derrite!
que alude al momento previo al establecimiento del Reino en una tierra
conmocionada al extremo. La falta de gobernabilidad en países partidos
por grietas que no cierran y espadas en alto entre Naciones es la marca
para estos días ¿Y qué falta para el desmoronamiento de las Naciones?
Muy poco. En Isaías 2, 4-5 leemos lo que pasará luego del Advenimiento:
El Señor mediará entre las naciones y resolverá los conflictos
internacionales. Ellos forjarán sus espadas en rejas de arado y sus
lanzas en herramientas para podar…
Esta reviravolta parece la única esperanza de un futuro en paz. Y es la
que promete desde siempre el Plan de Redención de las Naciones a
partir de Abraham. Cuando Jesús/Yeshua comenzó Su ministerio lo hizo
con estas palabras: “Arrepentíos, porque el reino de los cielos está
cerca” (Mat 4, 17). Y el anhelo de ese Reino que espejará en la tierra la
paz que emana del Cielo, encabeza la oración que el Maestro enseño a
Sus discípulos –el Padrenuestro-. Y lo que demuestra que este Anuncio
es el que vino a traer Jesús/Yeshua de parte del Padre es que luego de
Su Padecimiento y Resurrección “se presentó vivo con muchas pruebas
indubitables, apareciéndoseles durante cuarenta días… hablándoles
acerca del reino de Dios” (Hech 1, 3), es decir, fue el tema dominante aun
luego de ser revestido de Gloria. De modo que desde el inicio de Su
Ministerio terrenal hasta que fue tomado al Cielo el cerno de lo que
Jesús/Yeshua quiso transmitir es que ahora venia el gobierno de
Dios/Elohim y Su Pueblo Santo.
Para esto –y el Padecimiento por nuestros pecados- se hizo Hombre de
modo de participar de nuestras debilidades y ser un Rey/Sumo
Sacerdote misericordioso y justo (Heb 4, 15). Y en aquellos días fue la
culminación de los tiempos (Gál 4, 4 se), Su Ministerio vino a cerrar una
etapa de dolor para la humanidad. Y es que se había manifestado a los
hombres el Gran Rey, el Ungido/Mashíaj de ISRAEL, largamente
esperado y culmen de la profecía. Nosotros lo llamamos según la
versión griega: ‘Cristo’ –titulo de realeza suprema- y de allí la
denominación de ‘cristianos’ a partir de Antioquia (Hech 11, 26). De
modo que ‘cristianos’ son/somos los seguidores del Gran Rey de
ISRAEL, integrantes de Su Pueblo Santo: el remanente/ISRAEL DE DIOS.
Tan evidente fue Su prédica sobre el Reino venidero que los apóstoles
preguntaron si sería restaurado en aquellos días (Hech 1, 6). Y fueron
sorprendidos con la respuesta de que primero era necesario predicar el
Anuncio del Reino a todas las Naciones- esto es el evangelio- y solo
después vendría la restauración. Los apóstoles seguramente esperaban
que esa encomienda que lo ‘retrasaba’ todo pudiera realizarse en el
transcurso de sus vidas -quizás en forma portentosa- pero no entendían
la necesidad de primero congregar a un único redil incluyendo las
ovejas perdidas entre las Naciones. Y para más misterio el
Resucitado/Gran Rey de ISRAEL esperado no les informó de la fecha
precisa de la esperada restauración porque ni aun Él –según dijo- la
sabía, pero también había recomendado enfáticamente estar despiertos
y discernir los tiempos (Mat 16, 3).
Y el tiempo se detuvo en aquellos días ya que para Dios/Elohim esos
fueron la culminación de los tiempos. De allá para aquí solo pasaron dos
días y algo en el reloj de Dios/Elohim –YaHWéH- y la Historia se puso
en modo ‘pausa’ en lo que respecta al Plan de Redención ya que nada
puede ser cualitativamente superior a la encarnación del Verbo, Sus
padecimientos y Su admirable Resurrección en la Historia vista desde la
perspectiva de Dios/Elohim. La culminación de los tiempos llego en
aquellos días y a partir de entonces se está completando una tarea
estrechamente vinculada con ellos: los tiempos de la Gracia, los de la
Iglesia y el testimonio a las Naciones, todos corolarios de aquellos días.
Esta corriendo el tiempo necesario para efectuar la congregación en un
solo redil de todo el ISRAEL DE DIOS en la venidera Sion en Gloria que es
la señal mesiánica por excelencia. Por eso la Iglesia que Él dejo para
extender Su vida y Obra a todos los pueblos de la tierra es atemporal,
esto es, se mueve en un tiempo de Dios/Elohim muy diferente al tiempo
de los hombres. Trasciende y transcurre por todo lo que ha sucedido en
los últimos dos milenios, pervive y apunta al futuro. Por utilizar una
palabra muy desgastada: es lo único auténticamente progresista.
Aunque ella misma tiene un tiempo determinado que va llegando a su
fin en la medida que el número de la ‘plenitud de los gentiles’ está
siendo alcanzado.
Dice Miqueas 2, 12-13:
Yo reuniré al grupo de sobrevivientes de Israel, y los pastorearé
como si fueran ovejas de un redil... Yo mismo... los llevaré de
regreso a su propia tierra. Yo, el Señor, que soy su Rey, iré delante
de ellos abriéndoles camino.
y lo que se describe en este pasaje –en donde ‘remanente’ sería una
mejor traducción que ‘grupo de sobrevivientes’- es la tarea que el
Señor, el Cristo/Mashíaj de ISRAEL está/estuvo haciendo mediante Su
Iglesia bajo la Guía del Espíritu Santo en los dos días y algo que han
venido transcurriendo. Pero la tarea de elegir/reunir y transportar de
entre las Naciones a la Sion en Gloria venidera a quienes el apóstol
Pablo llama en Romanos 11, 25 la ‘plenitud de los gentiles’ está entrando
en su fase final, como dijimos. Entonces la Historia según Dios/Elohim
saldrá del modo ‘pausa’ y entrará de nuevo en modo ‘play’ -con perdón
de la transliteración de significados-.
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2 Cataratas ruinosas y sequía
Se lee esta noticia en la prensa de hoy -11/06/2018-:
"Un inusual e intenso chubasco se registró este lunes en la ciudad
taiwanesa de Chiayi, donde la lluvia cayó solo en un punto
concreto de la localidad, dejando el resto de sus calles
completamente secas. Algunos testigos del curioso fenómeno
meteorológico lo compararon con una "catarata" y con un
"aterrador bombardeo"... fue como si se abriera un agujero en el
cielo y repentinamente dejara caer el agua sobre una pequeña
área de la ciudad" (RT)
Y este sorprendente episodio tiene un perfecto paralelo con lo sucedido
en el reino del norte(Israel) rebelde cuando YaHWéH anunciaba juicio:
hice llover sobre una ciudad, y sobre otra ciudad no hice llover;
sobre una parte llovió; y la parte sobre la cual no llovió, se secó...
con todo, no os tornasteis a mí, dijo el SEÑOR (Am 4, 7-8)
Como sucede casi siempre los meteorólogos quitaron trascendencia al
fenómeno y ‘explicaron’ cuales fueron sus causas. Sin embargo quienes
lo vivieron se aterrorizaron según la nota y no les pareció nada normal.
Continuamente acontecen fenómenos extraños en el clima –y no solo en
el clima- y la sociedad ideológicamente atea o ateizada en que vivimos
‘explica’ causas para ellos que nunca incluyen el estado de rebeldía de la
humanidad hacia las claras y sensatas Instrucciones de Dios/Elohim
que siguen violándose sin recelos. Por eso se dice: “con todo, no os
tornasteis a mí, dijo el SEÑOR”. Y las explicaciones ‘oficiales’ sobre estos
u otros fenómenos se hacen con la invitación subyacente a no indagar
otros significados y olvidarlo: todo sigue normal.
El Vaticano, aunque un poco tardíamente, emitió en estos días un
documento denunciando la ‘ideología de género’ que es vanguardia de
una rebeldía radical inusitadamente peligrosa contra todo lo que es
sustento sano de la sociedad. En Oseas 8, 12 se dice que aquel pueblo
rebelde que fue excomulgado de la Nación de ISRAEL y se dispersó
entre todas las Naciones –el reino del norte(Israel- consideraban la Ley
de Dios/Elohim como “cosa extraña” o “sin importancia”. Algo molesto y
opuesto a sus modos de vida:
aunque yo tuve el cuidado de entregarles por escrito mis
instrucciones, ellos las consideraron como algo sin importancia.
y de ellos venimos los cristianos, esto es, los que fuimos alcanzados por
Su Misericordia cuando vivíamos sin esperanza y ajenos a nuestra
identidad nacional (Ef 2, 12). Ellos en su tiempo fueron advertidos de
muchas maneras que esta actitud de rebeldía contumaz traería juicio
severo ¿No habrá alguna relación entre las cosas que denuncia el
documento vaticano titulado “Varón y mujer los creó” y la alteración del
clima? Nosotros creemos que si, la Palabra dice una y otra vez que las
alteraciones sorprendentes y perniciosas del clima son señal de un
juicio venidero (nota 1). Leemos en Mateo 24, 38-39:
pues así como en aquellos días antes del diluvio estaban comiendo
y bebiendo, casándose y dándose en matrimonio, hasta el día en
que entró Noé en el arca, y no comprendieron hasta que vino el
diluvio y se los llevó a todos; así será la venida del Hijo del
Hombre.
Estas son Palabras de Jesús/Yeshua aludiendo a un evento catastrófico –
de juicio- que hoy fue eliminado de las aulas y la Historia oficial. En
cambio si se acepta el evolucionismo de Darwin y el uniformismo
geológico de Charles Lyell que aunque no encuentran asidero en la
ciencia real son funcionales al desvarío moral en que vivimos. También
en estos casos la Palabra es considerada ‘cosa extraña’ que no merece
ser tomada en cuenta. Pero Jesús/Yeshua puso como ejemplo para
nuestros días el Diluvio y la generación de Noé ¡y vaya si este evento
fue una alteración radical del clima que arrastró la impía humanidad de
entonces!.
Pero lo que se anuncia para estos días no es un Diluvio sino “la venida
del Hijo del Hombre”. Algo que quizás ‘interrumpa’ el desarrollo de
alguna serie televisiva de gran audiencia o la final de un gran evento
deportivo –es fuerza de expresión naturalmente- pero hará ‘volver en
sí’ a una humanidad que en sus grandes masas ha perdido el temor de
Dios/Elohim. Jesús/Yeshua llama “hipócritas” a los que no saben
discernir los tiempos (Mat 16, 2-3). Se dice:
y entonces verán al Hijo del Hombre, viniendo en una nube con
poder y gran gloria” (Luc 21, 27)
y antes habrá desfallecimiento y angustia en la gente similar al que hubo
en la humanidad prediluviana cuando comenzó la lluvia catastrófica que
ciertamente no esperaban. Y ya no quedará tiempo para ensayar
explicaciones tranquilizadoras.
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nota 1: en el botón ‘DESORDEN CLIMATICO’, en la columna derecha del sitio,
nos referimos extensamente a estas causalidades de la alteración del clima que
no se explican con partes meteorológicos –que en los grandes temas manejan
hipótesis falsas-.
3 La restauración primero y luego el fin
Recordemos cual fue la última pregunta que hicieron los discípulos al
Resucitado que trajo la culminación de los tiempos:
—Señor, ¿restaurarás el reino a Israel en este tiempo?
Y en la contestación Jesús/Yeshua pone puntos suspensivos sobre el
tiempo en que llegará la restauración por la cual era preguntado y por
lo tanto esa culminación ya que primero el evangelio/Anuncio del
Reino venidero debía de ser conocido en el mundo entero y luego
vendría. De modo que todavía nos movemos en esa culminación de los
días (Heb 1, 2; Fil 1, 6) y estamos en ellos desde que el Resucitado fue
timado al Cielo. Por eso decimos que el tiempo está en modo ‘pausa’. Y
no puede haber un ‘fin’ hasta que sea establecida la restauración
anunciada ya que sería incongruente anunciar una cosa con esfuerzo y
heroicidad a lo largo de milenios y que luego esta no tuviera
oportunidad de concretarse: Anuncio del Reino, Manifestación del
Reino, anuncio y consecuencia. Y este debiera ser el Mensaje a predicar
a un mundo crepuscular visceralmente impío que no encuentra salida:
todo lo existente será sustituido por el Reino del Jinete en el caballo
blanco que abre el Cielo luego de encendidas aclamaciones seguido de
Su Pueblo Santo (leer cuidadosamente todo el capitulo19 de Apocalipsis).
¿Porqué no lo predicamos así? ¿Por qué la Iglesia se detiene en el Cielo
que es solo el descanso beatifico de las almas redimidas aunque todavía
no revestidas de cuerpos gloriosos? ¿Por qué siendo Mensajeros del Fiel
y Verdadero que viene a juzgar y sujetar a las Naciones omitimos este
glorioso colofón de Su Palabra? Leemos en 1 Corintios 15, 49-5:
“… nuestros cuerpos físicos no pueden heredar el reino de Dios.
Estos cuerpos que mueren no pueden heredar lo que durará para
siempre. Pero permítanme revelarles un secreto… cuando se
toque la trompeta final… los que hayan muerto resucitarán para
vivir por siempre. Y… los que estemos vivos, también seremos
transformados…”
Y aquí se dice que lo que esperamos es el Reino y que seremos
transformados y revestidos de Gloria para poder vivir el. Se menciona
sin duda la resurrección en la liturgia católica pero no se visualiza por
completo, y ciertamente no se habla del advenimiento del Reino de
ISRAEL, el anhelo de los discípulos/apóstoles antes de que nuestro
Señor fuera tomado al Cielo.
Algo que puede explicar esta anomalía en la predicación es que la
palaba ‘ISRAEL’ está estrechamente asociada a un pueblo especifico –a
una ‘raza’ incluso- y por lo tanto no puede contener en su significado
un reino mundial y multirracial. Pero esto es una comprensión muy
reduccionista de esta palabra a la que nos hemos referido otras veces
en este sitio. Si leemos Apocalipsis 5, 9-10 –entre otros pasajes- nos
enteramos que el ISRAEL venidero, el ISRAEL DE DIOS, es un pueblo
multinacional y –ciertamente- multirracial:
tú fuiste sacrificado y tu sangre pagó el rescate para Dios de
gente de todo pueblo, tribu, lengua y nación. Y la has
transformado en un reino de sacerdotes para nuestro Dios. Y
reinarán sobre la tierra
¡sepámoslo: la cruz pagó por la redención de todas las razas que serán
integradas en un pueblo que reinara sobre toda la tierra! ¿Había
meditado de este modo en los frutos del Sacrificio de la cruz, estimado
lector? Pues es lo que aquí se dice claramente: “tu sangre pagó el
rescate para Dios de gente de todo pueblo, tribu, lengua y nación”. Este
será el ISRAEL venidero que al ser redimido por la fe en la Sacrificio
Redentor será llamado ‘JEZREEL’ o ISRAEL DE DIOS, el fruto maduro de
la Siembra del evangelio del Reino en las Naciones. Las preciosas
gavillas de la Cosecha/Pesca Milagrosa en la que la Iglesia estuvo
empeñada en estos dos días y algo transcurridos desde los
acontecimientos de la culminación de los tiempos.
¿Y cuándo será el ‘fin’ entonces? Leámoslo en 1 Corintios 15, 24-26:
Cristo resucitó primero; luego, cuando venga Cristo, resucitará su
pueblo. Después llegará el fin, cuando Cristo entregará el reino a
Dios el Padre, tras haber acabado por completo con todo poder,
dominio y autoridad, porque Cristo tiene que reinar hasta
derrotar a sus enemigos y ponerlos bajo sus pies.
Pongamos esto en orden:
↬ 1) resurrección del Mashíaj de ISRAEL,
↬ 2) resurrección de Su Pueblo, aquellos que lo aceptaron como
Señor y Rey en la predicación mundial del evangelio del Reino
↬ 3) sujeción de las Naciones al gobierno del Mashíaj de ISRAEL y
Su Pueblo –el reinado del ISRAEL DE DIOS/JEZREEL-
↬ 4) entrega del Reino exento de toda rebeldía al Padre –el fin-
Este es el debido orden de los sucesos que nos llevaran al fin. Y ahora solo estamos en
algún lugar entre el punto 1) y 2) finiquitando la culminación de los tiempos del gobierno
del hombre por el hombre a la espera de la Manifestación/Restauración del Reino que
sujetará las Naciones a Jesús/Yeshua con un nuevo Nombre, revestido de coronas y libre
de los clavos que Lo sujetaron a la cruz que nos redimió (Ap 19, 12). Y cuando haya sido
vencida toda rebeldía el Reino finalmente será entregado al Padre.
Renovemos entonces nuestro entendimiento sabiendo que en la sujeción venidera de las
Naciones al Reino de ISRAEL restaurado –JEZREEL- los hoy llamados ‘cristianos’ –en
realidad israelitas redimidos- seremos colaboradores del Gran Rey/Mashíaj de ISRAEL de
Quien hoy estamos revestidos. Nuestro descanso estará lleno de actividad ¡largo camino
nos resta!
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(continúa)
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