el receptor crítico y los medios de comunicación de multitudes. maría belén garcía muñoz

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  • 1 El pensamiento crtico y los medios de comunicacin de multitudes.

    Mara Beln Garca Muoz

    Educacin y comunicacin en el ciberespacio

    Mster en Comunicacin y Educacin en la Red. UNED

    La construccin de la realidad a travs de los medios de comunicacin.

    El pensamiento crtico y los medios de comunicacin de multitudes.

    Los medios de comunicacin de masas ejercen una influencia indudable,

    estudiada y archisabida en nuestra sociedad. Los medios tradicionales, radio,

    televisin y prensa escrita, ofrecen al gran pblico una realidad mediada, que

    se impone y se instala de forma irremediable en nuestras estructuras de

    pensamiento, creando un conglomerado de estereotipos, principios, valores,

    usos y costumbres, modas, opiniones y patrones que conforman nuestra

    concepcin del mundo social. A este entramado de conciencia y conducta

    sociales se suma ahora Internet, cuyos efectos y posibilidades son diferentes a

    los de los medios tradicionales, aunque comparte con ellos ciertas

    caractersticas y objetivos. Efectos y posibilidades que ya podemos atisbar,

    pero cuyo alcance est todava por verse.

    En la poca actual, de imperante globalizacin, el papel influyente de los

    medios de comunicacin y el de los profesionales que trabajan en ellos est

    cambiando y ms que nunca. Esto se debe a mltiples factores, entre ellos, los

    niveles de democratizacin de la informacin a los que se ha llegado, los ms

    altos jams alcanzados por el hombre en sociedad, sobre todo desde la

    aparicin de la Web 2.0, en la que todo receptor es a la vez emisor y viceversa.

    Pero, no es el nico motivo del cambio, pues rie, al menos en igualdad de

    condiciones a la hora de explicar las necesarias transformaciones en la prensa,

    con el factor econmico, que mueve tanto a la sociedad global, como a los

    medios de comunicacin que se insertan en sta. Por otra parte, las diferentes

    ideologas ciudadanas, cuyo pensamiento es cada vez ms crtico de forma

    irremediable debido a esos niveles de democratizacin informativa y, por

    supuesto, a los niveles, tambin cada vez ms altos, de acceso a la educacin,

    forman un mundo de tensiones ideolgicas que mantiene hilado el tejido de

    conflictos y acuerdos que forman la sociedad. El objetivo de una sociedad

  • 2 El pensamiento crtico y los medios de comunicacin de multitudes.

    democrtica debe ser crear personas cada vez ms crticas y dialogantes. Los

    medios de comunicacin de masas, junto a las escuelas, han de ser los

    instrumentos para cambiar el concepto de masa por el de multitud, donde una

    totalidad de individuos pueda buscar puntos de encuentro desde su

    pensamiento crtico propio.

    Pero, cul es el papel del periodista dentro de los medios de

    comunicacin y cules son sus posibilidades y sus limitaciones reales a la hora

    de desarrollar su ejercicio? Lo primero que debemos hacer es conocer el poder

    y las funcionalidades que desempean o pueden desempear los medios de

    comunicacin, para despus analizar quines los controlan, qu o quienes les

    influyen y qu le exigen al periodista las empresas mediticas para las que

    trabaja. Una vez sentadas estas bases, aunque en estas pginas slo

    podamos hacerlo a grandes rasgos, podremos pasar a analizar el papel del

    periodista y cules son o deben ser sus funciones y cualidades para alcanzar el

    objetivo final, que no debera ser otro que formar receptores crticos (Kapln).

    El estereotipo fortuito y los refuerzos mediticos. Los mass media y el

    efecto bola de nieve

    Una de las primeras preguntas que debemos formularnos es cul es el

    papel de los medios de comunicacin de masas en la produccin y difusin del

    pensamiento social. La primera reflexin terica que nos encontraremos ser

    responder a la siguiente pregunta: Qu hay de intencionado y de fortuito en la

    formacin de nuestro pensamiento social estereotipado?, es decir, qu

    voluntad detentan los que controlan los medios de comunicacin y otras

    instituciones de poder econmico, poltico y social en la construccin de esos

    patrones de opinin y conducta y cul es el xito que pueden tener cuando

    aplican esa voluntad para conseguir un objetivo?

    Los estereotipos no son, ni mucho menos, del dominio de los mass media,

    sino que ms bien los medios de comunicacin participan de esos estndares

    al igual que el resto de entes sociales. Cul es entonces su gran papel

    estereotipador? No lo es tanto como creadores de modelos de conducta o de

    pensamiento, aunque en ocasiones lo sean, al igual que pueden serlo otras

    entidades sociales; lo que es indudable es que son los mayores amplificadores

  • 3 El pensamiento crtico y los medios de comunicacin de multitudes.

    y tienen un papel central como reforzadores de esos patrones, en lo que

    conocemos como el efecto bola de nieve; nos ayudan u obligan a formar o en

    ocasiones a deformar la realidad que construimos dentro del conjunto social y

    tambin como individuos que viven y participan de esa sociedad. Podramos

    decir sin miedo a equivocarnos que, independientemente de dnde proceda el

    germen del pensamiento social, los medios de comunicacin son la argamasa

    de la estructura de ese pensamiento colectivo coetneo en el que viven. Ese

    germen o semilla de los estereotipos puede proceder directamente de los que

    ostentan el poder poltico o econmico, que tratan de conducir as a la

    poblacin, o tambin de los que quieren ostentarlo, de los diferentes colectivos

    o gremios de la sociedad, de sucesos que impactan en la conciencia social, e

    incluso de historias cotidianas que de manera casi fortuita se amplifican.

    Cierto es que no falta intencionalidad de entre los diferentes agentes de

    poder, ya sea poltico, social, econmico o cultural, a la hora de generar

    estereotipos afines a sus intereses y de intentar crear patrones de conducta

    acordes con sus objetivos. Hay numerosos estudios que ponen de manifiesto

    cmo un grupo de cabezas pensantes con una meta concreta ha intentado y/o

    conseguido cambiar la opinin pblica aprovechando su conocimiento sobre los

    parmetros de la conducta y las emociones humanas y, sobre todo, utilizando

    los medios de comunicacin como altavoces para amplificar y extender sus

    propsitos al pblico.

    Chomsky y Ramonet reflejan un ejemplo de esto al recordar cmo la

    Comisin Creel, en Estados Unidos, durante el mandato de Wilson y en el

    ecuador de la Primera Guerra Mundial se encarg de manipular a la opinin

    pblica para hacerla belicista. Esta comisin, de la que formaban parte los

    miembros ms inteligentes de la comunidad, como ellos mismos se llamaban,

    consigui que una poblacin pacifista y tranquila quisiera involucrarse en la

    guerra. Estas cabezas pensantes se vanagloriaban por ello, aunque para

    conseguir su objetivo inventaran atrocidades nunca cometidas por el enemigo,

    entre otras tcticas de manipulacin empleadas.

    Matterland, recuerda las palabras de Edward Bernays, sobrino de Freud, y

    uno de los participantes de la Comisin Creel. Segn Matterland su conclusin

    no puede ser ms abrupta: Si se consiguiera comprender el mecanismo y los

  • 4 El pensamiento crtico y los medios de comunicacin de multitudes.

    resortes de la mentalidad colectiva, acaso no podran controlarse y

    movilizarse las masas a discrecin sin que se dieran cuenta? [. .. ] La

    manipulacin consciente, inteligente, de las opiniones y de los hbitos

    organizados de las masas desempea un papel importante en una sociedad

    democrtica. Quienes manipulan este mecanismo social imperceptible forman

    un gobierno invisible que dirige realmente el pas y aade que las minoras

    inteligentes deben, permanente y sistemticamente, someternos a su

    propaganda pues nos gobiernan en virtud de su autoridad natural, de su

    capacidad para formular las ideas que necesitamos.

    Estas ideas, repetidas a lo largo de la historia una y otra vez y realizadas de

    mltiples manifestaciones, desde los estudios de la anatoma criminal a los de

    propaganda del rgimen hitleriano, cuya base filosfica es tan opuesta a la que

    se le presupone a la democracia, estn no obstante detrs de esta democracia

    desde su nacimiento, o al menos de su surgimiento en el pensamiento

    occidental, ligado a las polis griegas y a los filsofos que han marcado el rumbo

    de la conciencia colectiva occidental. Son diferentes versiones y

    materializaciones de la sociedad ideal de Platn representada en el Mito de la

    caverna.

    Lippmann situaba en las sociedades democrticas dos tipos de ciudadanos,

    los activos y el rebao desconcertado al que hay que domesticar, como

    explican Chomsky y Ramonet. Tomando prestados sus trminos, diremos que

    precisamente hay que hacer nfasis sobre el rebao y tratar no de domesticarlo

    sino de educarlo para que sea crtico, de manera que todos seamos

    ciudadanos activos en la medida en que queramos serlo y que tengamos los

    mecanismos necesarios para adquirir la informacin significativa y el

    pensamiento crtico necesarios para garantizar que lo que queremos parte de

    nuestra propia conciencia y no es un reflejo irreflexivo de la conciencia

    colectiva.

    El influyente educador brasileo Paulo Freire, analiza varios tipos de

    educacin en sus postulados sobre la pedagoga del oprimido. Asegura que

    existe una educacin bancaria que, precisamente sirve para la domesticacin

    de las personas y que consiste en que los que saben depositan ese saber en

    los que no saben, de modo que se perpetan las reglas del orden vigente en

  • 5 El pensamiento crtico y los medios de comunicacin de multitudes.

    una sociedad, que siempre interesarn a los que estn arriba de la estructura.

    Hoy en da la poblacin es tomada desde el lado de sus opiniones, formas de

    hacer, comportamientos, hbitos, temores, prejuicios, exigencias, todo aquello

    sobre lo qua se puede influir mediante la educacin, las campaas y las

    convicciones, segn deca Focault. De esta manera, uno de los principales

    resortes para programar y domesticar la conciencia del rebao est en las

    escuelas y en los medios de comunicacin. Como seala Matterland se ha

    pasado de una sociedad de soberana, en la que el soberano ejerca poder

    dentro de los lmites de un territorio, a una sociedad de la disciplina, que se

    ejerce sobre el cuerpo de los individuos, con su connivencia. Matterland

    recuerda las palabras del socilogo Norbert Elas que destaca este perverso

    adoctrinamiento impuesto pero consentido, eso s, de forma involuntaria,

    irreflexiva e irracional. Elas deca que quienes estn sometidos a la disciplina

    estn atrapados en una situacin de poder de la que ellos mismos son

    portadores. Son uno de los eslabones de la mquina disciplinaria, aade

    Matterland, el resultado del flujo y reflujo de condicionantes externos e

    internos que ha desembocado progresivamente en el reforzamiento de la

    dependencia y la servidumbre que se traducen en una reglamentacin y

    restriccin de la vida afectiva, mediante cualquier forma de auto-control o, lo

    que es lo mismo, mediante autocoacciones, concluye Elas.

    De esta manera, la sociedad, bajo el yugo del partenalismo, trata de

    inculcar sus clases sociales y sus rdenes convenciendo al individuo de que es

    lo mejor para s mismo.

    Cabe hacer un breve inciso para tratar de entender las sociedades

    democrticas. La democracia es la soberana del pueblo aunque no tienen

    nada que ver con el sistema econmico que, sin embargo, mueve todas las

    parcelas de la vida social. Una democracia puede aceptar que haya clases

    econmicas diferentes. El sistema financiero y econmico no es nico, pues la

    democracia no va necesariamente aparejada a un orden econmico concreto, y

    tener o no tener, en cuestin de dinero, es algo objetivo, palpable y que marca

    diferencias entre ciudadanos. Eso es comprobable e ineludible. Sin embargo,

    no necesariamente hay que abordar el plano econmico para poder abordar

    otras reformas de calado. Hasta ahora, las diferentes teoras polticas y formas

  • 6 El pensamiento crtico y los medios de comunicacin de multitudes.

    de organizacin humana han estado vinculadas a la economa, los medios de

    produccin y la industria de las sociedades, un ejemplo claro lo representa el

    marxismo como alternativa al capitalismo, sin embargo, la democracia, hoy en

    da asociada casi indiscutiblemente al capitalismo, no tiene por qu ir de la

    mano de ste y puede desarrollarse por s misma. Qu se espera de una

    sociedad democrtica? Que todos los individuos sean iguales a la hora de

    decidir y para ello, todos han de tener un pensamiento propio. El fin en s

    mismo de una sociedad democrtica debe ser ir aparejada a una sociedad sin

    clases educativas y culturales, es decir, no podra existir una democracia

    verdadera si las personas no tuvieran el mismo acceso a la educacin y a la

    informacin, en su ms amplio sentido. Esta igualdad formativa debe ser as al

    menos desde un punto de vista social, no se trata de que todos seamos

    acadmicos o profesores, sino de que todos tengamos las mismas habilidades

    crticas para enfrentarnos al mundo que nos rodea, de incentivar el desarrollo

    de las capacidades cognitivas, creativas y analticas de cara a poder examinar

    y enjuiciar lo que nos rodea sin manipulaciones ni engaos. Eso debe ser

    patrimonio de todos y de ah la importancia de que los sistemas educativos y

    los medios de comunicacin asuman el gran papel que han de jugar en el

    proceso.

    Pero, cmo separar las clases econmicas, de las clases culturales,

    sociales, de los diferentes niveles educativos? Lejos de lo que pueda pensarse,

    los estudios revelan que el nivel econmico de una familia no es tan

    determinante en el nivel de estudios de sus miembros. Como ejemplo, un

    estudio de Marta Rahona, de la Universidad de Extremadura, revela cmo el

    nivel de estudios del padre o la madre del educando juegan un papel

    determinante a la hora de que el joven realice o no estudios universitarios, de

    manera que es el nivel educativo de los padres el factor clave, muy por encima

    del nivel econmico de stos.

    Hagamos un parntesis para conocer las tesis de Gabriel Tarde, sobre la

    psicologa colectiva, tal cual refleja Matterland en Un mundo vigilado. Tarde

    refuta los postulados de la psicologa de las multitudes desde su proyecto de

    construccin de una interpsicologa o psicologa intermental cuyo quicio lo

    constituyen las leyes de la imitacin.

  • 7 El pensamiento crtico y los medios de comunicacin de multitudes.

    La imitacin es la argamasa social, es un elemento de cohesin

    incuestionable, la necesidad de aceptacin e integracin van ntimamente

    ligadas a la imitacin, tambin gran parte del aprendizaje del ser humano, no

    slo en las etapas tempranas, sino a lo largo de toda su vida.

    Pero En virtud de qu milagro tantas gentes, antao dispersas,

    indiferentes los unos respecto de los otros, se han solidarizado, se han

    agregado en una cadena magntica, dan los mismos gritos, corren juntos,

    actan concertadamente?, se pregunta Tarde y responde: En virtud de la

    simpata, fuente de la imitacin y principio vital de los cuerpos sociales. Un

    puado de lderes despierta a esta potencia adormecida, la dirige hacia un

    punto determinado. Pero Tarde afirma adems que por muy noble y legtima

    que sea la finalidad que mueve a una multitud, su formacin siempre es, por un

    lado, importante, un verdadero retroceso en la escala de la evolucin social. El

    magistrado aade adems que la lucha de clases que nace y se fortalece en el

    transcurso de los perodos de crisis engendra el espritu de clase, esa forma

    ampliada y moderna del espritu de clan; y all donde se refuerce el espritu de

    clase, crece el desprecio por los derechos de los individuos que pertenecen a

    una clase extranjera.

    Tomamos estas ideas como premisa de que la existencia de clases y los

    reforzadores de stas siempre provocarn una reaccin contra los que vienen

    de fuera al grupo de pertenencia. La meta ideal de la democracia debera ser

    conseguir abolir las clases culturales, potenciar unas mismas habilidades

    crticas para todos los individuos que integran la sociedad. Y aqu, slo la

    educacin a edades ms tempranas y los medios de comunicacin tienen

    realmente la llave para ayudar a potenciar conciencias crticas, con Internet a la

    cabeza, como el medio ms democrtico, libre y capaz de esquivar censuras

    de cuantos existen en nuestra sociedad.

    Si Durkheim defina la educacin como la accin que los adultos ejercen

    sobre los ms jvenes, deberamos decir que el periodismo es la accin que

    los adultos ejercen sobre otros adultos. El socilogo francs deca que cada

    sociedad, tomada en un momento determinado de su desarrollo, dispone de un

    sistema educacional que se impone a los individuos con una fuerza por lo

    general irresistible y aada : Existen unas costumbres a las que nos vemos

  • 8 El pensamiento crtico y los medios de comunicacin de multitudes.

    obligados a someternos. Si tratamos de soslayarlas en demasa, acaban

    vengndose sobre nuestros hijos. stos, al llegar a la edad adulta, no se

    encuentran en condiciones de vivir en medio de sus contemporneos, por no

    comulgar con sus ideas . Esas mismas ideas son fcilmente extrapolables al

    efecto que los medios de comunicacin y las corrientes de opinin pblica

    ejercen sobre la sociedad. Eso no quiere decir que todos debamos ser iguales.

    En palabras de Durkheim: no podemos y no debemos entregarnos todos al

    mismo gnero de vida, segn nuestras aptitudes tenemos funciones diferentes

    que cumplir.

    Ahora cabe preguntarse cules son esas funciones. Y nos centraremos en

    las del periodista que tiene, da a da en sus manos, la labor de contribuir a

    generar, a amplificar, consolidar o hacer tambalear determinados patrones,

    conductas y corrientes de opinin o a no hacerlo. No olvidemos, sin embargo,

    que se trata de un slo copo en medio de la gran bola de nieve que arrastra y

    conforma el pensamiento social de su tiempo.

    El periodista-docente y los medios como educadores sociales. Hacia una

    tica distinta.

    En primer lugar hay que decir que el periodista, como individuo de la

    sociedad, est tambin sometido al pensamiento social de su tiempo, a sus

    principios ms implcitos y a los valores que se dan ms por sentado en la

    sociedad, los que aceptamos de manera ms tcita e incuestionable. Por lo

    tanto, la primera labor del periodista como profesional ser poner en tela de

    juicio todo cuanto le rodea, todo lo que ya sabe y lo que de nuevo aprende,

    cualquier corriente de opinin y cualquier informacin que le llegue, slo as

    podr ser lo suficientemente crtico para no dejarse manipular l mismo.

    En este punto, cabe destacar que gran parte del efecto reforzador del

    pensamiento estereotipado parte de los propios periodistas que no se

    cuestionan en demasa el crdito o las intenciones de sus fuentes o de las

    informaciones que les llegan, bien por falta de inters, por credulidad, por falta

    de tiempo o de motivacin, los porqus deberamos dejarlos a un lado porque

    daran para otro estudio mucho ms extenso y pormenorizado en el que habra

  • 9 El pensamiento crtico y los medios de comunicacin de multitudes.

    que analizar muchas variables sociales y psicolgicas de estos profesionales y

    de su entorno.

    Siendo nosotros crticos hacemos ms crticos a todos los dems. Esa es

    una premisa que, aunque con tintes simplistas o idealistas, es ms que cierta.

    El ser humano es un ser social y una de sus bases es la imitacin, en su

    concepto ms cientfico y ligado a nuestro desarrollo y aprendizaje. Nunca

    podr ser lo mismo para el redactor mostrar una informacin facilitada por un

    actor social, que publicarla una vez que esa informacin ha sido contrastada

    con todos los actores implicados en el caso.

    Muchas veces, sin embargo, los periodistas o la empresa para la que

    trabajan dependen de esos suministradores de informacin econmicamente o

    estn de acuerdo ideolgicamente con ellos y eso les lleva a utilizar la

    informacin de forma parcial, sin contrastar o incluso de forma

    conscientemente manipuladora. No entramos aqu a valorar si algn

    profesional o medio de comunicacin quiere hacer uso de tcnicas de

    manipulacin o informacin falsa porque eso se escapa de los objetivos de este

    ensayo y apunta directamente a la moralidad y conducta humana, a veces

    incluso a cuestiones delictivas que aqu no tratamos de abordar.

    Lo primero que hay que hacer es tomar conciencia de que no todos

    pensamos igual, no todos creemos en los mismos sistemas de valores, ni en

    los mismos sistemas econmicos, no comulgamos las mismas ideas polticas ni

    tenemos los mismos objetivos y metas en la vida, no tenemos el mismo sentido

    de la justicia, ni siquiera de qu es lo que nos hace sentir felices. Pero las

    sociedades, dentro de su conglomerado ineludible de tensiones, se mueven y

    han de moverse sobre el afianzamiento de algunos puntos bsicos o pilares en

    los que asentarse y la gente que las conforma ha de aceptarlos, bien de forma

    activa o de una manera tcita. En el momento en que eso no sucede, el

    conflicto estalla y se pueden llegar a generar las conductas ms violentas y

    deshumanizadas, a pesar de que sea incoherente usar esa palabra pues son

    humanos los que las piensan y ejecutan. Despus de un conflicto de semejante

    magnitud, se llega a una organizacin ms estable, que unos aceptarn como

    triunfadores y otros por miedo, rara vez se alcanzan acuerdos en el sentido

    estricto de la palabra.

  • 10 El pensamiento crtico y los medios de comunicacin de multitudes.

    Al periodista no le corresponde, sin embargo, alzarse con el papel del

    educador salvador de las conciencias al estilo de la caverna de Platn, nada

    ms lejos. El periodista es uno ms de la sociedad que est ejerciendo de

    intermediario entre personas de esa misma sociedad, pero, por su papel de

    intermediario no quiere decir que sea un mero altavoz, de otro modo todos los

    medios de comunicacin funcionaran cortando y pegando las notas remitidas

    por los gabinetes de prensa de cada administracin, institucin o empresa. La

    labor del periodista es precisamente la de ser reflexivo e incitar a la reflexin,

    tratando de introducir cada informacin en un caleidoscopio y girarla hasta

    poder ver de ella todos sus colores y posibilidades. Despus debe tener la

    honestidad y la capacidad suficiente para poder hacer llegar eso al pblico.

    La objetividad imposible y la verdad mltiple

    La verdad no es nica. La Real Academia de la Lengua Espaola define

    verdad como conformidad, por un lado de las cosas con el concepto que de

    ellas forma la mente y, por otro de lo que se dice con lo que se siente o se

    piensa. Aade la RAE que adems es la propiedad que tiene una cosa de

    mantenerse siempre la misma sin mutacin alguna y el juicio o proposicin

    que no se puede negar racionalmente. La verdad que aparece en los medios

    de comunicacin, un verdad social relacionada con la sociedad en todos sus

    planos, bebe un poco de todas estas proposiciones y es, por ello, mltiple. Ante

    un mismo hecho, el ser humano adopta mltiples posturas, interpretaciones,

    influirn su ideologa, sus emociones, sus conocimientos, etc., y las diferentes

    apreciaciones o anlisis que ofrezcan los medios de comunicacin no implican,

    en ningn caso, que no sean verdaderos, a no ser que, intencionadamente se

    hagan pblicos datos falsos.

    La objetividad es un concepto archiestudiado por los futuros periodistas en

    las universidades y aunque hace aos que se iniciaron sus intentos por

    desterrarlo, lo cierto es que an hoy sigue siendo un paradigma de la profesin

    periodstica. Segn la RAE, algo objetivo es aquello perteneciente o relativo al

    objeto en s mismo, con independencia de la propia manera de pensar o de

    sentir y agrega que es algo desinteresado, desapasionado y que se refiere a

    lo que existe realmente, fuera del sujeto que lo conoce. Pero puede el ser

  • 11 El pensamiento crtico y los medios de comunicacin de multitudes.

    humano conocer algo fuera de s mismo?, es posible hablar de algo sin tener

    en cuenta nuestra manera de pensar o de sentir?, deben o pueden los medios

    de comunicacin ofrecer noticias desinteresadas y desapasionadas? Hoy en

    da no slo se est hablando de que la objetividad es imposible sino que es

    indeseable.

    Lo que requieren los medios son periodistas veraces, es decir, honestos,

    que cuenten las noticias, interpretadas, s, pero conforme a lo que piensan y

    sienten, con datos verdaderos.

    El verdadero problema surge con lo que se oculta. Lo que se oculta, si se

    hace a conciencia y con un objetivo claro de controlar la opinin pblica,

    constituye una manipulacin en toda regla que puede ser equiparable a la

    aportacin de datos falsos de forma intencionada.

    La ocultacin impide al receptor crearse una opinin propia emitida desde

    un juicio verdaderamente crtico. La tica periodstica debe recomponerse

    desde esta perspectiva, no slo desde el punto de vista del emisor, donde ha

    estado focalizada siempre, sino desde el punto de vista del receptor. La

    ocultacin de lo que ocurre puede venir por mltiples motivos, a veces por

    desconocimiento, a veces con o a veces sin intencionalidad, pero lo que se

    trata no es ya slo de exigir al periodista una moral lo bastante fuerte para no

    edificar noticias con cimientos ocultos de forma deliberada, sino que se trata de

    que el receptor sepa que se enfrenta a eso, de manera que se hace

    indispensable que tanto las instituciones educativas como las periodsticas

    sean capaces de generar lectores, oyentes, televidentes e internautas crticos

    que corrijan esas desviaciones de la verdad desde su propio conocimiento.

    El receptor crtico, el reto educativo de la escuela y los medios de

    comunicacin.

    Al igual que las concepciones pedaggicas han dado y estn dando un giro

    para situar al alumno en el centro del sistema y no al profesor, considerando al

    alumnado como el autntico protagonista del proceso de enseanza-

    aprendizaje, los medios de comunicacin caminan y han de caminar en ese

    mismo sentido. El centro de la informacin no es el periodista, que no es ms

  • 12 El pensamiento crtico y los medios de comunicacin de multitudes.

    que un mediador, al igual que el docente, entre la informacin y el receptor,

    sino que es ese receptor el protagonista y el epicentro del sistema informativo.

    La tica periodstica ha de estar encaminada a crear receptores crticos. Si

    es imposible, innecesario y ni siquiera deseable eliminar la subjetividad, la

    interpretacin, la mediacin, incluso la ocultacin y la influencia del lenguaje, lo

    que necesitamos es crear receptores crticos que sepan que eso existe y

    puedan as depurar esas distorsiones en base a sus propios saberes,

    ideologas y creencias. De esta manera, no slo los receptores seremos menos

    manipulables y podremos aumentar nuestro grado de libertad y de eleccin en

    una sociedad cada vez ms democrtica, sino que podremos ser ms crticos

    con nuestra propia ideologa de manera que podamos desterrar los

    radicalismos ms frreos sea cual sea el extremo al que apunten.

    Los receptores hoy da somos emisores con la misma potencialidad que

    cualquier otro gracias a que los medios de produccin y difusin de mensajes

    son cada vez ms accesibles gracias a Internet y a la web 2.0. Pero el

    concepto de emirecs (Jean Cloutier introduce este concepto para destacar

    que los emisores son receptores a la vez, y viceversa), no es aqu el que nos

    interesa, el hecho de poder ser emisores no nos vuelve ms crticos de por s,

    debemos entrenar nuestra capacidad crtica como receptores tal cuales para

    poder corregir el sistema de forma constante.

    Las mismas concepciones e innovaciones que se aplican hoy da a la

    escuela y a los procesos de enseanza-aprendizaje dentro del actual

    paradigma pedaggico deben extrapolarse a los medios de comunicacin. Al

    igual que lo ms eficaz, fcil y recomendable es que el alumno construya su

    propio conocimiento mediante el aprendizaje por descubrimiento, adquiriendo y

    asimilando lo que para l sea ms valioso en funcin de lo que ya sabe (lo que

    conocemos como aprendizaje significativo y constructivista, que se va

    asentando sobre los conocimientos previos y de inters para el alumnado), el

    receptor acudir a la informacin que le sea ms significativa y valiosa y

    construir su realidad en funcin de sus intereses y saberes. Cul es

    entonces el papel de la escuela y el de los medios? Se trata de guiar el

    aprendizaje para que sea significativo para el alumno, al igual que hay que

    guiar al receptor hacia la informacin significativa. Pero cuidado, esto no

  • 13 El pensamiento crtico y los medios de comunicacin de multitudes.

    significa en ningn caso que haya que manipular o conducir a ese alumno o a

    ese receptor hacia los objetivos que se marque el propio docente o emisor,

    precisamente cuando el profesor o el periodista logran escribir o impartir clases

    sin ningn objetivo concreto de cara al estudiante o receptor, le permitirn a

    ste pensar por s mismo.

    Es importante aprender a pensar. Como dice Robert Swartz pensar es algo

    que todo el mundo hace pero no todo el mundo lo hace tan cuidadosa y

    correctamente como podran hacerlo. La capacidad crtica es una habilidad de

    pensamiento. Para usar la informacin que reunimos tenemos que realizar

    buenas conexiones, hacer predicciones viables y establecer conclusiones

    apropiadas. Esto requiere un pensamiento crtico y para que esto ocurra,

    necesitamos comprender bien y en profundidad la informacin que adquirimos;

    exige la utilizacin de habilidades analticas. La educacin y la comunicacin

    han de contribuir a desarrollarlas. Finalmente, para desencasillar nuestro

    pensamiento y llevarlo a la innovacin, necesitamos desarrollar ideas creativas,

    un pensamiento creativo. Por supuesto, necesitamos ser capaces de evaluar la

    viabilidad de estas ideas y finalmente utilizarlas para tomar decisiones y

    resolver problemas desde un enfoque basado en valores.

    Kapln habla de otra comunicacin que ha de ser participativa,

    problematizadora, personalizante e interpelante y apuesta por no imitar o

    reproducir acrticamente el modelo de los medios masivos hegemnicos.

    Decimos que producimos nuestros mensajes para que los destinatarios

    tomen conciencia de su realidad, o para suscitar una reflexin, o para

    generar una discusin. Concebimos, pues, los medios de comunicacin que

    realizamos como instrumentos para una educacin popular como

    alimentadores de un proceso educativo transformador. Vamos a pincelar aqu

    algunas ideas del autor, que ha defendido una pedagoga de la comunicacin

    en s misma. Kapln destaca tres tipos diferentes de modelos educativos

    basndose en los postulados de Paulo Freire:

    - El que pone nfasis en el contenido, donde el profesor o el

    periodista saben y han de depositar ese saber en su alumno o en su

    pblico. Es lo que Freire calific de educacin bancaria pues el

  • 14 El pensamiento crtico y los medios de comunicacin de multitudes.

    receptor es un mero receptculo donde el educador deposita el

    conocimiento. Su objetivo es que el alumno sepa.

    - El que pone nfasis en los efectos, cuyo objetivo es que el

    alumno haga y que buscara una reaccin o una conducta concreta en

    los receptores, en lnea con las teoras conductistas. Tratan de

    condicionar, de persuadir y se basan en una ingeniera del

    comportamiento.

    - El que pone nfasis en el proceso, lo que Freire denomina

    educacin liberadora o transformadora que busca formar las

    personas para llevarlas a transformar su realidad. Los hombres se

    educan entre s mediatizados por el mundo. Es ver a la educacin

    como un proceso permanente, en que el sujeto va descubriendo,

    elaborando, reinventando, haciendo suyo el conocimiento. Un proceso

    de accin-reflexin-accin que l hace desde su realidad, desde su

    experiencia, desde su prctica social, junto con los dems. El objetivo es

    que el sujeto piense.

    Este ltimo es el modelo educativo que ha de guiar al educomunicador,

    segn Kapln. Lo que el sujeto educando necesita no es slo ni tanto datos,

    informaciones, cuanto instrumentos para pensar, para inter-relacionar un hecho

    con otro y sacar consecuencias y conclusiones. El cambio fundamental aqu

    consiste en el paso de un hombre acrtico a un hombre crtico.

    El lenguaje y su influencia

    El lenguaje y el pensamiento estn estrechamente relacionados. La filosofa

    a lo largo de la historia de la humanidad ha abordado esta relacin desde

    numerosos puntos de vista, y todava sigue enredada en la discusin, con la

    pregunta parece ser que casi incontestable de qu es primero, si la gallina o el

    huevo. Si el lenguaje es innato o no todava est en debate. El tema ha

    generado y genera mucha literatura, desde el conductismo de Skinner, Watson

    o Pavlov, que toman el lenguaje como algo adquirido, como la respuesta a

    determinados estmulos, contra el que alzan las teoras de Chomsky y su

    gramtica generativa, en la que hay gran parte del lenguaje que es innata y

    comn a la especie. Son conocidas tambin las concepciones de Piaget y

  • 15 El pensamiento crtico y los medios de comunicacin de multitudes.

    Vigotsky sobre la adquisicin del lenguaje en los nios, su relacin con el

    entorno y cmo eso afecta al desarrollo del pensamiento.

    Las teoras del lenguaje han llegado incluso a servir de bandera poltica. De

    las concepciones de Wittgestein sobre el lenguaje como moldeador de la

    realidad, se deriv en las teoras de Humboldt, que sirvieron al rgimen de

    Hitler para defender un nacionalismo lingstico, basado en que las estructuras

    de pensamiento son distintas en funcin de cada lengua y que le sirvi para

    defender una patria alemana. Por su parte, Wundt, crey que era imposible de

    estudiar esta relacin, ya que no consideraba aplicable el mtodo experimental

    a procesos mentales superiores como el lenguaje o el pensamiento. Pero

    vamos a dejar aqu un tema que sera de interminable discusin. Huelga decir

    que todas las teoras, por dispares que resulten, parten de la misma premisa: la

    indiscutible imbricacin entre lenguaje y pensamiento; es ese importante e

    innegable vnculo entre el lenguaje y lo que pensamos lo que hay que poner de

    manifiesto.

    Por otra parte, numerosos estudios en psicologa y psicopedagoga

    constatan la relacin o influencia que tiene el empleo del lenguaje sobre

    nuestro estado emocional. El empleo de un lenguaje negativo, palabras con

    connotaciones pesimistas, el uso del sarcasmo y la utilizacin de forma

    cotidiana de conceptos negativos, contradictorios o trascendentes, as como el

    empleo de un lenguaje excesivamente intenso de forma continuada, influyen de

    manera notoria en nuestros estados de nimo y descontrolan nuestras

    emociones. Del mismo modo, un lenguaje positivo, pausado y racional,

    contribuye a mejorar nuestra asertividad y nuestra resilencia, procurndonos

    adems estados de nimo positivos y relajados. De hecho, este conocimiento

    ha derivado en la creacin de cuantiosos programas educativos que incluyen el

    entrenamiento lingstico positivo como mtodo para entrenar la asertividad,

    mejorar la adaptacin del individuo y modificar estructuras de pensamiento y

    conductas inadecuadas, que provocan malestar en el sujeto o problemas

    incluso mayores. (Vase, como ejemplo, el Programa Ulises de aprendizaje y

    desarrollo del autocontrol emocional para prevenir el consumo de drogas en

    adolescentes).

  • 16 El pensamiento crtico y los medios de comunicacin de multitudes.

    La palabra crisis se ha repetido hasta la saciedad en los ltimos aos y ha

    contribuido a crear un clima de pnico entre las economas domsticas y

    empresariales, que se refuerza como un uroboros de forma constante. Un

    ejemplo extrado de la base de datos de un diario de tirada provincial* en

    Espaa nos muestra cmo en el ao 2000, la palabra crisis apareci un total

    de 95 veces entre todas sus pginas publicadas, 16 de estas veces apareca

    en titulares, diez aos despus y tras una evolucin progresiva que se ha

    disparado en los ltimos aos, en 2010, la palabra crisis apareci ms de

    5.000 veces entre todas sus pginas (el buscador de la hemeroteca de este

    diario no permite cuantificar ms de 5.000 registros, por lo que no es posible

    saber el alcance real de la cifra), eso s, la palabra apareci 4.371 veces en

    titulares. La diferencia es tan astronmica que intentar sacar un porcentaje ralla

    lo absurdo pues la palabra ha aumentado su aparicin en titulares un

    27.218,75% en una dcada. Un vocablo que, segn los periodistas del propio

    diario, antes estaba casi vetado o relegado a cuestiones muy puntuales porque

    tena una carga semntica muy fuerte, ahora lo utilizan de forma habitual y esa

    misma carga semntica negativa y fuerte resuena a diario en nuestras

    cabezas. (Datos extrados del servicio de la hemeroteca del Diario Informacin,

    perteneciente al grupo Editorial Prensa Ibrica, peridico de mayor tirada en la

    provincia de Alicante)

    Nuestro estado de nimo vara en funcin de mltiples factores, uno,

    importantsimo es el lenguaje, incluso vara en funcin de nuestra cintica. Un

    curioso estudio del psiclogo alemn Fritz Strack, realizado en 1988, revela

    cmo un grupo de sujetos expuesto a una serie de vietas humorsticas con un

    lpiz sujeto a la boca de forma horizontal, es decir, obligando a la boca a

    colocarse en posicin de rer, eran ms propensos a la risa y al humor con

    dichas tiras cmicas que los que no haban tenido previamente el lpiz as

    colocado. Los estudios demuestran que nuestros movimientos y nuestra

    expresin corporal nos hacen ms propensos al optimismo, del mismo modo

    que muestran cmo el lenguaje verbal moldea nuestros estados de nimo y

    puede conducirnos al optimismo y la seguridad o al pesimismo y al miedo,

    mediante el bombardeo constante al que nos someten los mass media.

  • 17 El pensamiento crtico y los medios de comunicacin de multitudes.

    Sin embargo, nadie dicta a un periodista de forma habitual qu debe o no

    escribir. Nadie le dice cada da que deba escribir la palabra crisis, sino que ms

    bien, el redactor es vctima de los propios estereotipos y pensamientos

    irreflexivos de su tiempo, de las autocoacciones, las convicciones adquiridas

    de forma pasiva y de las leyes de la imitacin. De ah que lo primero y lo que

    siempre debe hacer el profesional de la comunicacin es desarrollar un

    pensamiento crtico que ha de acompaarle en su trabajo.

    El lenguaje no es slo un vehculo de la informacin, su poder en nuestro

    pensamiento va mucho ms all, nos ayuda a generar estrategias de

    pensamiento, los universales lingsticos de Chomsky, y las teoras generales

    del constructivismo, nos hablan de que el ser humano se hace, pero nace ya

    con una serie de cajas, por as decirlo, que le sirven para organizar y poner

    orden a sus propias ideas. El lenguaje se imbrica con el pensamiento para

    aportarnos aporta habilidades gramticas, de asociacin de ideas, de

    generacin de ideas, de organizacin del pensamiento, etc. De ah, la

    importancia del periodista que es, en definitiva, quien controla el lenguaje al

    que cada da se exponen multitudes de personas.

    El papel del educomunicador

    Partiendo pues de la importancia del lenguaje sobre el desarrollo del

    pensamiento y de que tanto el profesor como el periodista lo usan a diario

    como instrumento para comunicar informaciones e ideas, podemos decir que el

    profesional de la educomunicacin tiene en sus manos la posibilidad,

    importante y real, de contribuir a formar unos receptores cada vez ms crticos.

    Una de las preguntas que formula Kapln y que debe hacerse todo profesor

    y periodista es: Lanzamos afirmaciones o creamos las condiciones para una

    reflexin personal?. Esta puede o debe ser la pregunta del educomunicador

    antes de lanzarse a elaborar contenidos en su rutina profesional.

    Entonces, qu puede hacer el individuo para contribuir a crear

    estereotipos positivos o a desarrollar un pensamiento lo suficientemente crtico

    para que los estereotipos estn en continua cuestin?

    Sobre qu puede actuar el periodista? Qu puede controlar o hacer?

  • 18 El pensamiento crtico y los medios de comunicacin de multitudes.

    Se resume en una idea con dos vertientes: Mantener siempre un

    pensamiento crtico como educomunicadores y, citando a Kapln, tener por

    objetivo formar receptores crticos.

    Recuperando algunas propuestas de Kapln y aadiendo otras propias,

    existen algunas recetas que todo periodista puede aplicar a su trabajo diario,

    centrndonos en lo que l s puede dominar, que es la elaboracin directa de

    las informaciones peridicas que publica:

    - Proponer temas distintos a los hegemnicamente comunes

    - Enfocar los temas desde diferentes ngulos

    - Seleccionar diferentes fuentes ante temas propios o impuestos

    - Contrastar siempre las informaciones en el mismo momento de

    presentarlas al receptor, es decir, no esperar a que los aludidos puedan

    contestar al da siguiente pues es nuestra tarea presentar la informacin

    ms completa al receptor al mismo tiempo para despertar su juicio

    crtico.

    - Debatir el trabajo en equipo y pedir opinin a los compaeros de

    trabajo. Consensuar temas y enfoques con los compaeros (sea cual

    sea la relacin jerrquica con ellos, en la medida de lo posible).

    - Conocer al pblico al que se dirige (no ser lo mismo escribir para

    una poblacin de barrio que para un grupo de empresarios, ser una

    publicacin especializada o un medio de comunicacin de masas)

    - Empatizar con este pblico en cuanto a la eleccin de temas y del

    lenguaje que empleemos.

    Pero ah est la verdadera dificultad: Cmo escribir para un medio de

    masas generalista con un pblico tan heterogneo?

    - Una buena tcnica es ponerse en la piel del empresario turstico,

    el funcionario, el obrero de la construccin, el parado, La solucin es

    utilizar la empata a la hora de elaborar cada pieza de informacin con

    respecto al grupo al que se refiere, con el objetivo de hacer que nuestra

    publicacin o programa audio-visual se convierta en un mosaico de

    realidades mostradas desde el punto de vista de sus protagonistas.

    - No pretender ser objetivo sino honesto.

  • 19 El pensamiento crtico y los medios de comunicacin de multitudes.

    - Interpretar las noticias pero asegurarnos de que el receptor tenga

    los elementos suficientes para saber qu es subjetivo e interpretativo.

    - Dejar siempre el significado abierto.

    - Incorporar a la narracin periodstica el funcionamiento de las

    bambalinas del medio de comunicacin. Hay que mostrar los entresijos

    de la adquisicin de la informacin, explicar al lector cmo se ha

    obtenido cada dato, si ha habido que insistir o no a la fuente, incluir si

    alguna fuente no ha querido decir nada, no tener miedo a descubrir los

    secretos del engranaje. Es importante destripar los medios de

    comunicacin por dentro, incorporar esto a las informaciones, para que

    el pblico sepa cmo trabaja el creador de la noticia de manera que

    estaremos fomentando un pblico crtico. La misin no es actuar sobre

    el pblico, sino actuar nosotros y que el pblico piense y haga lo que

    quiera respecto a nuestra actuacin. Debemos ser capaces de mostrar a

    los receptores todos los resortes que existen tras la creacin de las

    informaciones para que sean libres de interpretarlos y para fomentar la

    reflexin.

    - No ocultar nunca lo que interpretamos o lo que opinamos. La

    objetividad no es posible y no pasa nada por decir lo que pensamos, la

    clave est en que el receptor debe saberlo.

    - Ser crticos con nosotros mismos, implica que el periodista ha de

    ser flexible y estar dispuesto a cambiar y corregir lo que considera que

    puede mejorar.

    - Abrir canales de comunicacin con los receptores de manera que

    estos puedan sugerir temas y realizar comentarios, establecer las

    frmulas para que exista una prealimentacin y una retroalimentacin

    con el pblico, como seala Kapln.

    - Actuar sobre el lenguaje:

    - Utilizar un lenguaje acorde al pblico al que se dirige. Aqu la

    polmica est sentada. Debemos modificar el lenguaje para que el

    pblico nos entienda o es ciertamente tratar al receptor como tonto.

    Kapln concluye que s debemos hacerlo aunque habra que puntualizar

    mucho. En mi modesta opinin, el fin ltimo es que nos entiendan pero

  • 20 El pensamiento crtico y los medios de comunicacin de multitudes.

    no podemos caer en la soberbia ni en la perpetuacin de estereotipos de

    clases. El fin que ha de guiar al educomunicador es hacerse entender

    pero no puede haber soberbia ni queriendo lucirse ante un pblico

    haciendo uso de un lenguaje rebuscado, ni creyendo que los dems son

    inferiores a l y hablndoles como nios. Al respecto, algunas ideas de

    Chomsky sobre poltica ponen de manifiesto cmo los polticos hablan a

    la masa como si fuesen nios para hacerles sentir precisamente as.

    Hay que buscar un equilibrio y dejar siempre una cosa clara, lo que

    nosotros pensamos sobre los dems, no tiene por qu ser as, hay que

    dejar a las personas que decidan ellas mismas si se interesan por

    nuestras informaciones, si el lenguaje es acorde o no con ellos y, en

    todo caso, estar en contacto, lo ms directamente posible, con el pblico

    para saber corregirnos.

    - Primar la asociacin de ideas sobre la mera exposicin, de manera

    que se fomente la reflexin.

    - Utilizar un vocabulario escogido huyendo de estndares,

    estereotipos y convencionalismos.

    - Cuidar el empleo de frases hechas: hacer uso de ellas como

    recurso estilstico para obtener un tono familiar, humano y dramtico (en

    el sentido de la narracin en presente para personas presentes, como

    actores todos de un mismo tiempo) pero evitar usarlas por pura inercia y

    sin cuestionarnos su uso, as como tratar de no abusar de ellas para no

    contribuir a los estereotipos.

    - Combinar los recursos dramticos y testimoniales con los datos, las

    cifras y los hechos ms neutrales de manera equilibrada en cada una de

    las piezas informativas.

    En resumen, la clave fundamental est en cuestionarlo siempre todo,

    empezando por cuestionarnos a nosotros mismos no slo como

    educomunicadores, sino como individuos, cuestionar nuestro propio

    pensamiento y empezar por aprender nosotros mismos a pensar de forma

    crtica y creativa para despus tratar de fomentar eso en nuestros receptores.

    El dilogo sordo y la participacin ilusoria

  • 21 El pensamiento crtico y los medios de comunicacin de multitudes.

    Matizaremos aqu uno de los puntos expuestos sobre el dilogo de los

    medios con sus receptores. Kapln se cuestiona si los medios monologan o

    dialogan. Parece que avanzamos hacia el dilogo pero debemos plantearnos

    aqu hasta qu punto es viable y deseable.

    Estamos hoy da todava en los albores de una sociedad de la informacin

    y la comunicacin que permita un verdadero dilogo entre los emisores y los

    receptores de los medios de comunicacin de masas. Es cierto que hay cierta

    interactividad, que los pasos van en esa direccin y que cada vez hay ms

    mecanismos de participacin en programas de radio, televisin y peridicos.

    Pero, realmente conversan los medios con su pblico? Veamos un ejemplo

    en los peridicos. Existen espacios, ya tradicionales, como las cartas al director

    o el buzn de sugerencias, que se han ido incrementando cada vez ms con la

    revolucin digital: las noticias permiten comentarios de los lectores, las

    sugerencias llegan a la delegacin correspondiente en tiempo real, gracias al

    correo electrnico, incluso se organiza algn que otro chat, por ejemplo, con

    polticos, con expertos en algn tema de actualidad o con algn periodista del

    medio. Sin embargo, estas ltimas manifestaciones, ms dialogantes son

    todava muy espordicas, casi testimoniales. Se est generando hoy en da

    una participacin ilusoria que, si bien es un primer paso, debe ir ms all si se

    quiere hablar realmente de dilogo entre pblico y peridico, es decir, si

    queremos llegar al emirec en su concepcin ms purista dentro de los medios

    de comunicacin. Ahora bien, es esto necesariamente lo que debera ocurrir?

    Los medios de comunicacin de masas son por antonomasia medios

    generalistas que apuntan a todos los mbitos de la vida de forma algo somera

    y sirven una informacin, casi con dosis de entretenimiento a los espectadores.

    Si bien habra que cambiar ciertamente esta concepcin para tener como

    objetivo incitar a la reflexin, no todos los mecanismos que creemos en una

    sociedad de millones de personas permitirn una comunicacin horizontal pura

    entre sus actores.

    Eplogo

    La principal conclusin de estas lneas, humildemente incorporadas al

    pensamiento que muchos han trazado ya, es que la nica va posible para la

  • 22 El pensamiento crtico y los medios de comunicacin de multitudes.

    libertad de pensamiento es crear un pensamiento crtico y que la escuela y los

    medios de comunicacin tienen el papel y la obligacin de ser los cauces para

    la implantacin del pensamiento crtico de masas.

    No es incongruente pensar que la masa, es decir, la poblacin, el conjunto

    de los individuos y de sus conciencias personales y sociales, puede ser crtica,

    creativa y heterognea, puede ser una multitud, un conglomerado de individuos

    y no una masa de los mismos, donde todo se mezcla en una sola cosa. En ese

    camino se ha de intentar fomentar un sentido realmente democrtico de la

    informacin y del pensamiento social, de manera que no hay que buscar la

    neutralidad en las informaciones, sino que las personas sepan que no hay

    neutralidad en las mismas. Lo que se le ha de exigir, tanto a un profesor como

    a un periodista es honestidad y espritu crtico y un objetivo por encima de

    cualquier otro, que su alumno o su receptor sea crtico y juzgue por s mismo.

    Una de las posibilidades que, se incorpora cada vez ms en algunos

    programas y publicaciones, aunque todava hoy de forma ms testimonial que

    sistemtica, es destripar la propia labor del periodista, reflejar todos los pasos

    que da en la obtencin de la informacin (quin dice qu, quin no dice nada,

    cmo lo dice, dnde, en qu tono, en qu contexto, con qu lenguaje, etc.), es

    decir, aadir cuantos ms elementos sean posibles para que el receptor crtico

    pueda reflexionar libremente.

    No hay que obcecarse en pretender una objetividad imposible sino en que

    el receptor sepa que no existe, ya que el fin de los medios de comunicacin de

    multitudes es informar y crear receptores crticos, lo que permitir a todos los

    individuos analizar cualquier discurso entendiendo La manipulacin, la

    ocultacin y el intento de conducir a las personas hacia cualquier pensamiento

    no slo son cuestionables moralmente sino que resultan obsoletas y fuera de

    tiempo en una sociedad cada vez ms crtica debido a los niveles de

    democratizacin de la informacin que ha impulsado de manera decisiva

    Internet. La red se alza as como una de las bazas fundamentales en el

    desarrollo de estas habilidades de pensamiento crtico y creativo. La web 2.0,

    donde todos somos emirecs nos permite hablar ya de unos medios de

    comunicacin de multitudes, ms constructivistas y cognitivos, que ayuden a

    las personas aprender a pensar de forma crtica y creativa, y que debern

  • 23 El pensamiento crtico y los medios de comunicacin de multitudes.

    desbancar a los medios de comunicacin de masas, de ideologas conductistas

    y obsoletas. Al igual que vemos hoy un desencanto cada vez mayor con la

    poltica y con los poderes econmicos, los medios de comunicacin que no

    sepan unirse a la sociedad crtica en la que viven, que no sepan pasar de

    dirigirse a la masa para dirigirse a la multitud, perdern el respeto de unos

    receptores que han de ir, cada vez con mayor facilidad gracias a la libertad de

    Internet, a la creacin de una colectividad creativa, crtica y reflexiva, una

    colectividad con un pensamiento cada vez ms realmente democrtico. La

    principal labor de estas lneas es, como ocurre con la concepcin pedaggica y

    comunicativa que propugna, dejar el significado abierto, incitar a la reflexin, a

    la crtica y a la creatividad al que las reciba desde sus propios pensamientos y,

    siguiendo la estela de tantos otros, apostar por construir una sociedad ms

    equilibrada y acorde con todos sus individuos desde la educacin y el

    desarrollo de un autntico pensamiento crtico al alcance de todos.

  • 24 El pensamiento crtico y los medios de comunicacin de multitudes.

    Bibliografa

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    Torre. Madrid.

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    COAS. Marzo. Extraido de http://www.gecoas.com/revista/docs/marzo.pdf