Diario Las Artes y Las Letras n 1, Noviembre 2011 LIBROS - SECCIN NARRATIVA-------------------------------------El ProfesorFrank McCourtTraduccin de Alejandro ParejaMaeva, Madrid 2005291 pginas, 21,90 -------------------------------------MERCEDES DEL FRESNODespus del impacto mundial causado por Las cenizas de ngela (ms de veinte millones de ejemplares vendidos en todo el mundo y un Premio Pulitzer), y de la confirmacin de un talento literario excepcional con Lo es, Frank McCourt nos ofrece la ltima etapa de sus apasionantes memorias. En El profesor nos habla de los treinta aos en los que fue docente en un instituto de secundaria en Nueva York. El relato empieza cuando McCourt tiene 27 aos y, ya instalado en Nueva York, inicia una actividad acadmica para la cual sus estudios universitarios no han acabado de formarle. En efecto, las realidades sociales en un entorno tan duro como el neoyorquino resultan difciles de digerir por parte de este inmigrante irlands. Haciendo ms caso a su intuicin y a lo que le dicta su conciencia que a las directrices acadmicas, consigue despertar el inters de sus alumnos. Para ello, decide bajarse del pedestal en el que viven instalados la mayora de profesores y se dedica a escuchar a sus alumnos y a aprender de ellos, ponindose a su altura para conocer sus inquietudes, sus gustos y su forma de ver el mundo. El Profesor es un libro que inspira, la autobiografa de un viejo irlands-norteamericano llamado Frank McCourt, que tras ser soldado y estibador en un muelle, se convierte, casi por azar del destino, en maestro de escuela. Su historia no es una ctedra de cmo ser un buen docente, es el resumen de su vida, sus experiencias, sus angustias, sus errores, pero tambin del espritu juvenil que nunca abandon, pues, como l mismo dice, cuando uno es maestro, nunca deja de ser adolescente.Frank McCourt no es un escritor profesional, es un maestro que se hizo escritor cuando ya se haba jubilado de la docencia. Su primer libro, Las cenizas de ngela, sali a la luz en 1.996 cuando el viejo maestro ya contaba con 66 aos de edad. La mayora de sus amigos escritores comenzaron a temprana edad, pero l tiene su propia explicacin de porqu tard tanto en escribir su primer libro: "Estaba enseando, por eso no tena tiempo de escribir libros". A diferencia de un profesor universitario que tiene relativamente pocas horas de clase, precisamente para que pueda tener una mayor produccin intelectual, escribir libros, construir ensayos, dar conferencias, y dems, la mayora de los profesores de primaria y secundaria no tienen el tiempo suficiente para dedicarse a una actividad intelectual tan exigente como la de escribir. An as, McCourt no se lamenta, al contrario, nos deja ver el profundo amor que le tena a su profesin y el compromiso con el cual asuma sus clases. Conectaba con sus alumnos y ellos con l.En el mundo hay millones de maestros, qu hace a Frank McCourt diferente a los dems? Parece paradjico, pero este hombre en vez de ensear a sus alumnos gramtica inglesa, que se supona era lo que enseaba, pasaba horas hablndoles entretenidamente de la historia de su vida, de su infancia trgica en Irlanda, de cmo su familia tuvo que viajar a Estados Unidos en busca del sueo americano, un sueo que de todos modos no pudieron hacer realidad. "Me digo a mi mismo" - dice McCourt - "estoy contando historias y se supone que enseo. Estoy enseando. Contar historias es ensear".No les cuentes nada sobre tiMcCourt reflexiona crticamente sobre los paradigmas de una poca en la cual el ideal de un maestro era mantener una disciplina estricta en el aula, no hacer ninguna amistad con los alumnos y en todo caso, dejar muy claro que el estudiante no sabe nada y el maestro es el nico dueo del conocimiento. Algunos maestros ms conservadores opinan que es un error relacionarse de esa manera con los estudiantes. El maestro no debe ser amigo del estudiante, no debe hablarle de su vida, debe limitarse a dar su clase bien preparada y organizada. "No les cuentes nada sobre ti" - dicen ellos- "No hay que hacer bromas en clase". Son aquellos maestros que dejan pasar una pregunta o una queja para continuar con su planificada clase. Slo les interesa mantener el control, quieren orden, rutina y disciplina. Algunos docentes hasta dicen: "qu me importa lo que piensen los estudiantes de m!", pues bien, s es muy importante la opinin que tienen de su maestro los estudiantes, despus de todo l no slo educa con lo que dice, sino que educa tambin con su ejemplo de vida.Parafraseando a McCourt, los estudiantes son expertos en profesores, cada cosa que digamos o hablemos puede ser usada en nuestra contra. Llevan aos observndonos y nos conocen a la perfeccin, saben cuando mentimos y cuando decimos la verdad, saben si estamos asustados, si estamos intranquilos y a veces hasta pueden suponer que tenemos problemas en el hogar con slo vernos entrar por la puerta de la clase.Ellos saben cuando los maestros no somos coherentes entre lo que decimos y lo que hacemos. "Debis leer de tal a cual pgina para el examen de la prxima semana", pero nunca nos ven leyendo ni siquiera el peridico. "Tenis que hacer un ensayo de no s cuantas hojas", o "tenis que hacer tal trabajo para la prxima clase" Pero, Cuntos maestros han intentado hacer un escrito propio o redactar un ensayo junto con sus estudiantes para ver las dificultades con las que los alumnos se encuentran? El mismo Frank reconoce que l siempre habl a sus estudiantes de la importancia de la escritura, pero nunca hizo el esfuerzo de escribir un libro mientras fue maestro, sin embargo le gustaba la lectura y pasaba varias horas de su tiempo libre en la biblioteca.La mayora de las personas aspira a que su hijo/a sea ingeniero/a, doctor o doctora, gerente de una gran empresa, etc., cualquier cosa menos profesor o maestro. Tristemente, la profesin de ser maestro de primaria o secundaria, pese a ser una de las ms difciles, es una de las ms vilipendiadas. Muy pocas personas valoran la importancia del trabajo que realiza un docente, nada ms ni nada menos que formar seres humanos. Por eso, dice McCourt, "La enseanza es la servidumbre de las profesiones". McCourt deja ver que el maestro es una persona de carne y hueso, con errores, pasiones, amores, desamores etc., y no esa persona fra que siempre tiene la razn, ante la cual los estudiantes simplemente tienen que callarse.Aunque McCourt no sea un escritor profesional en el estricto sentido de la palabra, pues, como ya se dijo, su escritura es tarda, la literatura ya haba tocado su puerta de una manera extraa incluso antes de escribir su primera novela. Tuvo una niez tan dura, que cuando comenz a contrsela a sus estudiantes, estos quedaron fascinados. La experiencia de vida de McCourt nos indica que cualquier persona, aunque no tenga mucho talento literario, podra llegar a ser un buen escritor, si es capaz de poner sus cinco sentidos en alerta ante las innumerables historias que se tejen a diario en la vida cotidiana.El Profesor, es el libro de un hombre maduro y rebelde, que se atrevi a replantear las reglas preestablecidas, se arriesg a vivir su profesin con alegra y se hizo amigo de los estudiantes en el proceso. Es el maestro que es padre, madre, hermano, sacerdote, psiclogo, amigo, etc. l mismo lo dice con algo de nostalgia: "Yo soaba con escuelas donde los profesores fueran guas y consejeros, no supervisores de tareas". Al final no nos pide la leccin, pero s nos lanza un reto, hacindonos la pregunta ms fundamental que tenemos que hacernos todos los maestros: "Qu es la educacin, en todo caso?" l no nos da la respuesta, pero si nos entrega la siguiente reflexin que hizo frente a su clase cuando era maestro: "Si no aprendieron nada es porque estaban dormidos en mi clase, y si estaban dormidos es porque soy un profesor muy malo". No creo que alguien pudiera quedarse dormido, pues haca todo lo posible por no aburrirlos con clases nada pragmticas en las que los estudiantes slo memorizan contenidos para un examen y luego los olvidan. Tal vez sus alumnos no aprendieron mucho sobre gramtica inglesa, pero siempre aprendan algo importante que les serva para la vida.Es un libro de lo ms recomendable; McCourt es el profesor de instituto que todos hubiramos querido tener: divertido, cercano, entraable, pero no por eso deja de educar en el ms extenso sentido de la palabra, y por supuesto de una manera nada convencional, clave est para enganchar a los adolescentes pasotas y que creen estar de vuelta de todo. Cualquier persona que haya tenido contacto directo con alumnos se identificar y se meter de lleno en el texto. Nosotros ya hemos empezado a ver nuestro trabajo de otra manera.