REVISTA CUBANA DE PSICOLOGÍA Vol. VI, No. 7, 1989

El principio de la personalidad y su aplicación en la investigación psicológica Ovid io S. D'Angelo Hernández. Centro de I n v e s t i g a c i o n e s P s i c o l ó g i c a s y S o c i o l ó g i c a s , Academia de C ienc ias de Cuba " '

R E S U M E N

El presente articulo trata de un importante problema actual para el desarrollo de la investigación psicológica, este se refiere al lugar de la personalidad como un principio teórico y operacional para la investigación aplicada.

Este enfoque se caracteriza por una comprensión integrativa de las fun­ciones reguladoras y creativas de la personalidad, vista como un todo, según ha sido expuesto por di-ferentes autores.

En nuestro trabajo se discuten esas diferentes opiniones y se muestra una aplicación concreta de este principio de la personalidad en una de sus más amplias acepciones, basada en distintos estudios que hemos realizado.

A B S T R A C T

The present article deals with an important and actual problem in deve­loping psychological- research; it is the place of personality as a theore­tical and operative principle for applied research.

This approach is characterized by an integrative comprehension o-f p<»r tort* -lity's regulative and creative -functions as a whole, as different» auttior*. have exposed.

We discusse this several opinions and we show a concrete application of this personality principle, in one ai its possible wider way, based cm several studies that we have carried out.

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I „ I ISJ I R f l D l l C C l Ó I M

Desde hace akjún tiempo, aparece en la psicología marxista un interés r r t?c i entr; por I es cuest iones de la personalidad. Si bien el tema no es nuevo, toda ve¿ que se aborda desde principios de siglo por diferentes corrientes psicológicas, y más tarde por la propia psicología soviética, no es menos cierto que sólo recientemente -inclusive en nuestro país- el enfoque de la personalidad lia ido adquiriendo relevancia como un principio metodológico rector de la investigación de la psicología marxista.

Sin embargo, múltiples problemas requieren aún de precisiones y solu­ciones en este campo, por lo que el- enfoque de la personalidad constituye, en realidad, una vía actual de investigación abierta hacia el -futuro de la ciencia psicológica.

Una s,erie de preguntas centrales acerca de la investigación de la perso­nalidad esperan aún por respuestas amplias, o bien, las soluciones apor— tadas hasta el momento son susceptibles de continuar enriqueciéndose en las condiciones actuales dé desarrollo de la psicología marxista.

A algunas de las siguientes preguntas, y en parte a sus respuestas posibles, nos referimos en nuestro trabajo:

¿Qué entendemos por principio de la personalidad aplicado a la investi­gación psicológica?.

¿May sólo una forma o formas diversas de emplear el enfoque de la perso­nalidad?.

¿Qué consecuencias se derivan de los distintos modos de entender este princ; i pió? . .

¿Hasta qué punto resulta una necesidad la aplicación de este enfoque en la investigación?.

Si bien no aportaremos juicios concluyentes a las cuestiones formuladas, sí esperamos incitar a la reflexión sobre- esta problemática para propiciar una aplicación creadora del principio en la práctica investigativa.

En este sentido, presentamos una de las posibles opciones de empleo del enfoque de la personalidad a partir de investigaciones que hemos realizado.

Antes de enfocar los aspectos esenciales de esta problemática, es necesario echar una breve ojeada crítica a algunas posiciones teóricas que abordan cuestiones de interés en la investigación de la personalidad.

I I - E L P I L E M A D E L_A Fȣ3 I C D L O G f A D E L A P E R S O N A L I D A D

Al inicio de su obra más amplia G. Allport, uno de los más destacados teóricos de la psicología de la personalidad contemporánea, planteó el nudo del asunto:

El término personalidad se refiere a lo particular y lo general. Si queremos —dice- estudiar la per— sonalidad, debemos estar preparados a pasar rápida­mente de' lo particular a lo general y de lo general a lo particular, de la persona concreta a la persona abstracta, y viceversa. <1).

Fl picintí ó que se enfrentaría a la tradicional oposición entre ciencia y urví c i dad .

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Según esta última posición, las ciencias (como las naturales) serían disciplinas nomotéticas en tanto estudian leyes generales, mientras que la psicología y otras se orientan-al estudio de lo individual, ajustándose a la denominación de disciplinas idiográficas.

Algunos de los representantes del personalismo llegaron, incluso, a plantear la necesidad de la división de la psicología en dos ramas. Por ejemplo, E. Spranger se mostraba -favorable a la existencia de una psicolo­gía, nomotética, como una psicología de elementos que emplearía el método de análisis y explicación causal, determinando leyes; otra psicología idio­gráf ica, emplearía métodos de comprensión de la individualidad.

Allport considera falsa esta oposición en el campo de la personalidad: Esta es, en si misma, un fenómeno universal aunque solamente se encuentra en formas individuales. Por ser un fenómeno universal, debe estudiarla l.i ciencia, pero no puede hacerlo correctamente si no penetra en la individua­lidad de la configuración (2). Como bien señala, este es el dilema; '.ti solución tiene una importancia actual tremenda para la investigación de la personalidad.

Otra cuestión es si la concepción de partida de Allport sobre la perso­nalidad es adecuada y si la solución de este dilema se realiza eficazmente.

Según Allport, la psicología de la personalidad no puede proceder sólo por generalización ni por individualidades, sino que ocuparía una posición intermedia.

En efecto, la atribución de esta posición intermedia se debería a que la interpretación dé la personalidad supone su determinación múltiple: Necesi­tamos el conocimiento de la cultura y la sociedad para explicar el desa­rrollo y el crecimiento del individuo (3); pero, de este supuesto de par­tida no se llega, en su teoría, a la solución profunda del problema del determinismo social . de la personalidad, que sólo es posible dentro de la concepción marxista.

Bin embargo, aporta Allport una idea directriz que aún hoy día continúa siendo objeto de una amplia polémica en la psicología y, especialmente, en los marcos de la psicología marxista. Esta idea se refiere a que la psico­logía general <qúe según él, denotaría leyes del aprendizaje, de la percep­ción, de la cognición, etcétera) y la psicología social, constituyen la raíz del desarrollo de la ciencia de la personalidad.

Al asumir en la concepción de la psicología de la personalidad esta posición intermedia, refutó las tesis de la psicología diferencial, en aras de un enfoque integrativo, no dícotomizado, de las cualidades de la perso­nalidad, que explicara su unicidad. La mayoría de- los estudios sobre la personalidad -dice Allport- son comparativos y emplean medios propios de la psicología diferencial, lodos estos medio^ son útiles, pero existe el peligro de que conduzcan a un desmembramiento de la personalidad y se rela­ciona cada fragmento con los fragmentos correspondientes de otras persona­lidades, no con el sistema personal en qué es,tán incluidos. (4).

Este planteamiento conserva -como vecemos- una actualidad extraordi naria, no sólo porque la psicología diferencial (de- los rasgos, etcétera) continúa teniendo fuerza en algunos países, sino también porque alerta con relación a enfoques parciales parecidos a los de las psicologías aplicadas, en las que, se estudian características psicológicas aisladas de los indi-viduos de manera comparativa y externa sin penetrar en el sistema de la personalidad. Tal es el caso de algunas investigaciones de la psicología social, educacional, etcétera; aunque, con ello, no negamos la necesidad do este nivel de conocimiento descriptivo.

Sin embargo, estamos de acuerdo con la tesis de Allport que plantea que la psicología no puede contentarse con el conocimiento de las personas sólo a-través de ordenarlas en clases o tipos (aunque ésto no debe despreciarse) sino que es necesario, además, el conocimiento obtenido mediante la

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comprensión cpnfujurativa, el conocimiento penetrante, como él le llama. El «-•«studio de? la personalidad humana .adquiere su máxima plenitud cuando consi­deramos al individuo. El indivic1un.no es un mero conjunto dé hAhitos; no es tampoco una intersección de* dimensiones abstractas (5) .

No obstante, en su solución a este problema, no queda claro cómo se vincularía ei conocimiento de /ambo'i niveles, o en qué medida el estudio de la individualidad seria, en esencia, diferente o integrativo con el estudio de la clase _y viceversa. H. V. Shorojova (6),, al referirse a esta situación, señala que cada personalidad es una formación única en su género cuya incomparabi1idad es su característica esencial. Por ello surge una contradicción debido a la posibilidad de estudiar una personalidad, darle una definición, mediante el análisis exhaustivo de individuos aislados. Considera,que ésta no es más que la contradicción entre el enfoque nomo-tét.ico y e¡ idiográfico y su apiicacion a fenómenos mu 1ticua1 itativos.

Según Shorojova, esta contradicción que crea dificultades para la comprensión de la esencia y la formulación de la ley del desarrollo del objeto real de la investigación psicológica, sólo tiene solución con la aplicación de la dialéctica de Ja general, lo particular y lo singular a Jas características de* lo peculiar del individua y de lo general para la clase de fenómenos designada como personalidad.

Como vemos, la cuestión, desde el punto de vista teórico, se dirige a la solución de la contradicción planteada antes. Si bien, aparentemente, la posición de Allport es similar,' las diferencias afloran al interpretar el contenido concreto, (social) de esas categorías, no obstante apuntar a la misma dirección dé.solución.

üin embargo, la interrogante permanece abierta. Dada esta vía posible de solución teórica, ¿Cómo se llevaría a cabo en la práctica investigativa?.

Este es, precisamente, uno de los aspectos de reflexión a lo largo de nuestro trabajo.

De] planteamiento del dilema de la psicología de la personalidad y la formulación teórica de su solución, se derivan varias cuestiones de interés esencial, para la psicología; algunas de ellas son:

- El problema riel estudio de la personalidad por diferentes ciencias.

- La definir ion del objeto de estudio de la propia psicología y el papel de la categoría personalidad.

••ti estudio dé la personalidad por las distintas especialidades de la psicología.

- La relación entre personalidad e individualidad.

- La interpretación del enfoqué personalista. Su relación con el estudio de las funciones y con las categorías representativas del sistema de la personalidad. .

No podemos abordar todo este extenso conjunto de problemas en el presenté trabajo. Por eso, destacaremos las diferentes interpretaciones acerca del enfoque personalista y su consideración metodológica para la •Investigación-,..* ál enunciarse como principio de la personalidad. Estas interpretaciones constituyen, a su vez, modalidades de solución al dilema planteado. A esta cuestión dedicaremos el próximo acápite.

x i. i _ f:--1.. f£ -NIr - "o o i i F I F J E ~ : R S Í I N A L i S T Í V EEIM l r% I N V l i S I X ( 3 « C I CÍIIM P S I C O L Ó G I C A

Uno de los elementos más productivos de la elaboración psicología rtiarxista en los últimos años, es el que plantea el la personalidad en el centro de la investigación psicológica.

teórica de la problema - de

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Como plantea Shorojova (7) en la psicología contemporánea se reconoce cada vez más la necesidad de que la caracterización de la personalidad penetre todo el contenido del sistema de la psicología; en este sentido, el enfoque de ía personalidad significa que todos los procesos, propie­dades y estados psíquicos sé analizan como pertenecientes a un individuo concreto.

Ello supone que la personalidad se interprete no como un conjunto de procesos, propiedades y estados psíquicos aislados, sino como elementos de determinada estructura.

Para decirlo con palabras de 1. Dzhidarian (8), se trata del estableci­miento de interconexiones entre las diferentes funciones y la personalidad en general, la generalización de diferentes propiedades de la personalidad en una estructura.

La introducción de este enfoque, en, la psicología marxista, resultó particularmente útil para enfrentar las pediciones del funcionalismo en 'la práctica investigativa, que analizaba los procesos psíquicos de forma aislada, sin tenerlos en cuenta como integrantes de una personalidad real, totalizadora. ,

Si en este punto de partida general, hay acuerdo entre los distintos autores, otra cosa bien distinta sucede con',, r el ación a cómo se instrumenta este principio y en qué grado, en la práctica investigativa.

•" \

Para algunos (9), la consideración de |ós aspectos motivacionales del pensamiento, la percepción, etcétera; curopUa el requisito del enfoque personalista. Para otros, no es el conceptp]de motivo sino los de actitud emocional, inclinación, orientación de la personalidad, o sentido personal, etcétera. Pero, en todos los casos se enfática el papel de la esfera moti-vacional.

A pesar de la diversidad conceptual, estos autores san partidarios de un enfoque integral de la personalidad. Ponen el énfasis en la búsqueda de una unidad de medición de la personalidad completa, de sus unidades integrales.

No cabe duda, de que, considerada en un sentido histórico, estas posi­ciones constituyen un avance con respecto al funcionalismo y una opción abierta al desarrollo'futuro del enfoque personalista.

Como plantea Shorojova <10>, en el amplio sentido de la palabra, el enfoque personalista del estudio de los procesos psíquicos consiste en ana­lizarlos como una forma de actividad del hombre, que parte de determinadas necesidades y motivos y qué está dirigida a la solución de tareas que tienen una determinada importancia para el.hombre.

También Dzhidaryan (11) considera que el principio de la personalidad apunta a las propiedades personales del individuo,'a las cuales ante todo, se refieren sus aspectos y propiedades socialmente expresadas como: ' direc­ción, interés, relaciones, motivos, necesidades, objetivos, etcétera.

No cabe duda de que los elementos de la esfera motivacional del indi­viduo constituyen una expresión "importantísima de la personalidad como integridad.

Ahora bien, debemos advertir contra dos esquematismos posibles en la interpretación de este problema:

Uno es el considerar que, por el hecho de realizar una investigación de la esfera de motivaciones, ya se está aplicando el principio de la persona­lidad. Por ejemplo, una investigación descriptiva de los contenidos motiva­cionales, que no tome en cuenta su dinámica en la regulación de la persona­lidad, difícilmente podría expresar el enfoque de la personalidad.

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Otra limitación consiste en la creencia de que considerado solamente algún aspecto de la esfera motivacional, aplicamos este principio en todo su alcance metodológico.

1. Dzhidaryan Cl2) apuntó certeramente que el principio de la personalidad significa, no cualquier estudio de la personalidad sino que a través de ella y como en un todo, se conocen sus elementos y los nexos de estos ele­mentos tanto.entre si como también con la personalidad integra.

Este planteamiento resulta muy importante, toda vez que destaca el carácter totalizador e integrativo de la personalidad, lo'que pone de mani­fiesto la interacción en sistema de las distintas propiedades de la perso­nalidad, como síntesis de complejas estructuras.

V. S. Merlin (13) señala en este mismo sentido, que cada propiedad de la personalidad es simultáneamente la expresión de la inclinación, del carácter, de las necesidades, de la herencia <en algún grado) y de la acti­vidad. , '

Otra autora L. I. Bozhovich <14>, y sus colaboradores, han destacado cómo en determinados momentos del desarrollo ontogenético, surgen nuevas -formaciones funcionales, especie de unidad indisoluble de la necesidad y la conciencia, del e-fecto y del intelecto, que caracterizan la evolución de ls estructura de la esfera de motivaciones del individuo.

De esta manera, el estudio de aquellas unidades integrales como, por ejemplo, la orientación de la' personalidad, al contener las relaciones entre diversas propiedades particulares, apunta a la comprensión más amplia de la personalidad y constituye una vía posible de aplicación del enfoque personalista. "

Fernando González <15> señala un aspecto importante de las investiga­ciones de Bozhovich cuando refiere la expresión del denominado afecto de inadecuación, en el que se explica la reacción emocional ante el fracaso a partir de un complejo subsistema de la personalidad, integrado por la orientación de la personalidad, la autovaloración, la inseguridad y el nivel de aspiración.

A partir de estas consideraciones, Fernando González (16) se inclina hacia un enfoque en el estudio de la personalidad que esté orientado al descubrimiento de aquellas regularidades y contenidos psicológicos que, con un nivel elevado de integridad, constituyen subsistemas de explicación para un conjunto determinado de conductas.

De donde concluye que, orientarse por el principio de la personalidad implica tener en cuenta el carácter integral e interna, psicológico, de determinados subsistemas reguladores de las distintas expresiones del hombre.

La concepción del problema en estos últimos autores citados, llama la atención sobre:

a) El carácter de la relación entre formaciones psicológicas integradoras complejas de la personalidad.

b) Sus funciones reguladoras. <

A nuestro juicio, esta expresión del principio de la personalidad pre­senta una alternativa productiva para su aplicación en la práctica investi-gativa y para la comprensión totalizadora de la personalidad, que se distingue, además, por el carácter abierto de la investigación, por la posibilidad de descubrimiento de las formas de funcionamiento e integración de los diferentes subsistemas de regulación.

Otra cuestión de interés, que saca a la luz esta posición^ es la del

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papel de los distintos niveles de la personalidad en el proceso de regula ción de su actividad a lo que nos referimos más adelante.

Hasta ahora hemos relacionado las posiciones de distintos autores en las que se expresan diferencias de contenido o de matices de- interpretación sobre el alcance y aplicación del principio de la personalidad.

Nosotros consideramos que muchas de estas interpretacionéy no son exclu-yentes sino complementarias y, en algunos casos, pudiéramos entenderUa como diferentes grados de complejidad en la aplicación de este principio.

Comprendido de esta forma, el principio de la personalidad no resulta una camisa de fuerza de la investigación psicológica, sino un principio metodológico flexible que presenta diversas posibilidades y grados de profundizacion y complejidad en su aplicación, pero eh el que debe avan­zarse hacia formas integrativás que logren un mayor nivel de explicación del fenómeno y aporten una comprensión más completa de las funciones de la personalidad en el proceso de la vida real.

El enfoque de la personalidad constituye, entonces, un camino abierto al desarrollo de la investigación y" la comprensión psicológica del individuo humano y de su actividad social.

El enriquecimiento de este enfoque metodológico se presenta a través de-varias vías de investigación. Una posibilidad de este desarrollo se puede dar, entre otras, en las siguientes direcciones ilit .»nál isí •-.:

- Las relaciones de unidad y especificidad de este principio con otros principios metodológicos de la psicología.

- La relación entre los distintos' niveles de regulación de la personalidad.

- Las regularidades del funcionamiento e interacción de los subsistemas de regulación de la personalidad.

En los próximos apartados de nuestro trabajo nos referiremos a estas cuestiones.

I V _ R E L A C I ÓIM OEEI_ P R I N C I P I O DI=: l_ A P E R S O N A L I D A D C O N O T R O S P R I N C I P I O S M E T O D O L Ó G I C O S D F I L A P S I C O L O G Í A

Por supuesto, la investigación en la psicología marxista, presupone tomar en cuenta de una u otra forma, los distintos principios metodoló­gicos: el carácter reflejo, el determinismo socio-histórico, - la actividad, la comunicación, integridad y carácter activo y regulador de la "perso­nalidad. \

Al referirnos al enfoque personalista, en el apartado anterior, enfati-zamos sólo algunos aspectos que forman parte d.el cuerpo de principios metodológicos.

Sin embargo, es necesario destacar la unidad de estos principios en la investigación psicológica integral de la personalidad. Al caracterizar un objeto de estudio totalizador como la personalidad, si bien puede desta­carse la especificidad de cada principio, estos se expresan como diversos aspectos de una misma dirección metodológica.

La psicología marxista parte de un presupuesto aceptado por la totalidad de los investigadores acerca del determinismo social de la actividad humana.

Como plantea Shorojova (17), partiendo de esta tesis marxista resulta posible comprender qué es la personalidad, sólo a través del estudio de Jos vínculos sociales reales en los que se desenvuelve el hombre.

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Si bien ia personalidad es objeto de varias ciencias y cada una de ellas aporta a su comprensión, desde un ángulo propio, se trata, no obstante, de plantearse ¿cómo debe tener en cuenta la psicología el principio de. determinismo si quiere indagar su objeto con un enfoque perso­nalista?, o lo que es lo mismo, ¿cómo debe la investigación psicológica concreta abordar la condicion.31idad históríco-socia1 de la personalidad, la que es un aspecto de-finitorio intrínseco de' esta última?.

Si se es consecuente en aplicar la dialéctica de lo general, lo particular y lo singular en el estudio de la persona 1idad, resulta insosla­yable abordar esta cuestión.

Aunque entramos en un terreno donde se desarrol la una gran polémica y" que toca la definición del modo de estudio de la personalidad por dife­rentes ciencias, e, inclusive, la definición del propio objeto de estudio de la psicología y sus especificidades, sólo' queremos referirnos a un aspecto particular de esta problemática. •

El enfoque unitario de los principios metodológicos se pone de mani­fiesto por otros autores; por ejemplo, Dzhidaryan (18) expone que para Rubinstein lo positivo del contenido del principio personal consistía ante todo, en el descubrimiento de la comprensión marxista de la condicionali-dad social de lo psíquico y que conjuntamente se introdujo el principio de la unidad de conciencia y actividad. Precísamete, ella considera que el principio de la actividad constituyó una característica importante del concepto de personalidad medíante el cual se estableció la correlación na inmediata de lo psíquico (de la conciencia), con lo social.

Por esto, en el principio de la personalidad se tiene en cuenta al indi­viduo concreto ,y a su actividad social concreta, o como plantea Abuljánova - Slavskaia (19) este es el principio metodológico de la psicología que analiza la forma del ser social del individuo.

También Shorojova <20) destaca- esta intención metodológica, unitaria de los psicólogos marxistas en la interpretación de las tesis principales. En todos ellos se observa el enfoque determinista, la realización del prin­cipio del método histórico y del desarrollo en el estudio de la persona­lidad, la comprensión de la personalidad -formando un todo con su acti­vidad.-, como una formación activa e integra. (En este sentido)... el enfoque determinista del estudio de los fenómenos psíquicos se conjuga orgánicamente con t'l enfoque personalista.

Estas a-f.i r mac iones que no apuntan a otra cosa que a destacar la persona­lidad en mi contexto vital real, al enfatizar el carácter orgánico de la relación entre los diversos principios en el estudio de la personalidad, a su vez, dotan al enfoque personalista de un carácter múltiple cuyas conse­cuencias se extienden a los dos planos: el teórico y el práctico investi­ga t'ivo. \

a) En el primer caso, en el piano teórico (y soslayando la polémica en torno a este aspecto) , nos parece muy consecuente la tesis., de Shorojova (21) acerca de que la personalidad se convierte en el centro, a. partir del cual es posible dar soluciín a muchos problemas de la psicología, de lo que deduce que no es conveniente recurrir a la personalidad solamente al comienzo y al final de la investigación psicológica del hombre, sino que, por BU esencia, la psicología del hombre debe ser también la psicología de la personalidad.

Si bien esta pudiera parecer una posición maximalista o extrema, lo cierto es que ella destaca el carácter eseiu ial de esta tesis, lo que no la lleva a desestimar la' existencia de otras especificidades como la psico­logía general, que puede ocuparse de las regularidades de las propiedades y cualidades de la personalidad, comunes a todos los hombres, aunque -aclara-estas regularidades psicológicas generales f.ctúan en calidad de regulari­dades iniciales para la investigación sociopsicológica especial de la personalidad en condiciones concretas.

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A nuestro juicio, uno de los valores que se deriva del tratamiento orgá­nico de los principios metodológicos en el enfoque de la personalidad, en esta tesis, radica en que subrayan esta concepción del estudio de la perso­nalidad en condiciones sociales concretas.

;Esto significaría, a nuestro juicio, tomar en cuenta r>r> la uwr'.i ígdcion psicológica concreta, algunos de los principales elementos, sociales dife-renciadores, como pre-requisi to de cualquier investigación (22)_.

En la sociología marxista ha quedado bien establecido cuáles son estas características sociales di f erehciadoras .

Además de condiciones sociales generales y específicas de cada sector de la actividad humana, se necesita tomar en cuenta,los estratos y grupos sociales y los criterios y mecanismos de su diferenciación.

En relación con los problemas de la diferenciación y di? 1.» estructura social -ha dicho A. Zradomisloy <23>- se destaca el concepto de grupo social como uno de los conceptos principales de la sociología- . . El con­cepto de grupo social resulta ser sumamente fructífero en el sentido meto­dológico... Comunidad de posición social y comunidad de intereses, estas son las dos características de un grupo social formado...» la comunidad de intereses del grupo social se condiciona por la comunidad de su posición social y por los elementos generales de la concepción del modo de vida creado: intenciones, criterios y propósitos creados por dicha posición común.

La estructura de grupas- sociales, a su vez, se ha presentado, en ,1a literatura sociológica marxista, en toda la diversidad de sus manifes­taciones: clasista, profesional, cal ificatorja, según las características socio-demográficas, etcétera. ' .

Queda claro, por supuesto, que> lá investigación psicológica de la perso­nalidad no puede abordar su objeto en toda "esa diversidad. De lo que se' trataría, al menos, es de que se especificara la procedencia y pertenencia social de los sujetos investigados para que sus características y cuali­dades de personalidad puedan, de alguna manera, referirse como caracterís­ticas de los representantes del grupo social a que pertenecen, sin genera­lizar a, otros sectores sociales, en los que las mismas cualidades pueden presentar mecanismos psicológicos de relación distintps.

Es frecuente en nuestro país, encontrar investigaciones de la persona­lidad, aplicadas o con un enfoque de la psicología general, en la que estas características de diferenciación social no quedan suficientemente estable­cidas.

A su vez,.este tipo de especificaciones crea las condiciones para un mayor acercamiento de estudios interdisc ipl ina'rios, a partir de los cuaips pueden in-terpretarse los resultados de la investigación psicológica de 1 a personalidad conjuntamente con enfoques sociológicos, etnográficos, etcé­tera (24).

Los mecanismos de diferenciación de los individuos a partir- de la estructura de grupos sociales, incluyen las peculiaridades de las condi­ciones materiales y espirituales de vida que se asocian a la posición social de dichos grupos; junto a estos, otro conjunto de factores institu­cionales (educación, familia, etcétera) contribuyen a diferenciar e indivi­dualizar la influencia social. K. Abuljánova señala que, el desarrollo de la psiquis está determinada por el ser social, pero esto no excluye ei papel que desempeña la conciencia social (25). ,

Además de la per-tenencia a los grupos sociales, la investigación psico­lógica de la personalidad deb'e tener en cuenta, por tanto, el carácter de las relaciones institucionales en que se halla inmerso el individuo, el carácter y contenido de su actividad real, el carácter de sus relationes y comunicación con los colectivos y grupos que constituyen su e n t o m n norial

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inmediato, el papel de los mecanismos de trasmisión de los valores sociales.

Compartimos la idea de Shorojova de que el enfoque psicosociológico de 1*3 personalidad, al evaluar el papel que desempeña el medio social en el cual se desarrolla y se forma la personalidad, evidencia las contradic­ciones que han surgido en la personalidad y señala la via para superar estas contradicciones. Esta aseveración quizás pudiera responder en un sentido positivo una de las preguntas iniciales de nuestro trabajo: ¿hasta qué punto resulta una necesidad la aplicación del enfoque de la persona­lidad en la investigación?.

Su utilidad pudiera evaluarse desde el punto de vista del conocimiento del funcionamiento real de los subsistemas de la personalidad en el con­texto vital de su existencia social, de lo que pueden derivarse las solu­ciones a las contradicciones actuales de su actividad.

Para Shorojova, este enfoque psicosociológico,de la personalidad presu­pone no sólo el e.nfoque de, la personalidad (y añadiríamos, su tratamiento orgánico con el resto de los principios metodológicos) sino también su análisis sociológico concreto, en el proceso de su desarrollo social y de la superación de las contradicciones internas... y en. dependencia de las diversas condiciones del ser social (26).

En una dirección parecida de integración de especialidades diferentes, tenemos el criterio expuesto por Fernando González stí271 acerca de la nece­sidad de unidad de la psicología general y aplicada • .córv vistas al desa­rrollo de la investigación de la personalidad, lo quftVpermitiría ir descu­briendo regularidades generales de la personalidad a t^vés de su expresión concreta en las diversas esferas de la vida.

El enfoque concreto o aplicado, de la personalidad, sienta las bases para el descubrimiento de las formas de- relación y las funciones de los complejos subsistemas de regulación de lá personalidad en su interacción con las condiciones de la actividad real de los individuos.

A nuestro juicio, es en esta dirección en que podemos plantearnos un amplio alcance del empleo del principio de la personalidad.

Si bien planteamos antes la posibilidad de su aplicación en diferentes grados, es esta variante última la que posibilita la comprensión del objeto en toda ,su complejidad y, a la vez, 1.a instrumentación de soluciones reales a los problemas del individuo humano en su condición vital concreta.

b) En el segundo caso, pasando del plano de las posiciones teóricas a la práctica investigativa (cuestión a la que ya nos aproximamos en el punto anterior), se nos plantean otros problemas derivados.

Como reconocen los autores soviéticos, en la investigación psicológica se ha avanzado poco aún por hacer realidad el principio de la unidad entre la actividad y la personalidad.

K. Abuljánova (28) ha planteado, con toda razón, que en ocasiones, a pesar del reconocimiento del principio de la personalidad como principio metodológico, de la psicología, no.se emplea como realmente metodológico en la solución del problema de la fundamentación social de lo psíquico. En este sentido, surge según ella - un problema que exige investigación espe­cial: ¿Cómo hacer realidad el enfoque social durante la definición de las especificidades de lo psíquico y de la psicología de la personalidad, en las condiciones ya existentes de división de las investigaciones socio­lógicas y psicológicas, en la etapa actual de desarrollo de las ciencias?.

Como dijimos antes, algunos autores destacan el principio de la persona­lidad -como una vía abierta de investigación. En su enfoque más amplio, sobre todo, se necesita una instrumentación más práctica de los procedi-

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mientos investigativos mediante los cuales se pueda llegar a una aplicación más completa de este principio metodológico.

% • •

La delimitación 3*1 papel que desempeña, en las diferentes esferas de la vida y actividad del hombre el macromedia y el micromedio, y todo el conjunto diverso de relaciones sociales, institucionales, ideológicas» interpersanales, ha sidcT bien establecido teóricamente pero resulta difícil tener esto en cuenta, en su totalidad, en la investigación empírica.

Si no es concebible la actividad humana fuera del marco de esta'i diversas condiciones, se nos plantea el problema de cómo seleccionar los aspectos de significativa influencia en la personalidad, para la investi­gación.

Otro problema que se plantea con bastante actualidad y al qu>e nos refe­riremos después más específicamente, es el de los diferentes niveles de regulación de la personalidad-, ya que el mayor número de investigaciones fia recaído en el nivel consciente, quedando para profundi?aciones ulteriores -las investigaciones de los niveles np conscientes de l& personalidad.

* \ • ..

Esta situación nos lleva a la ñecesari*determinación de los elementos esenciales y definitorios que, a nuestro juicio, deber» emplearse de manera más orgánica en la investigación, a partir de los enfoques asumidos, al menos, si aspiramos al empleó del principio de la personalidad en su acep­ción más-completa.

Habría que destacar el papel de los aspectos en los qué no se ha insis­tido suficientemente en investigaciones integrativas de la personalidad:

- La pertenencia a grupos sociales (clase, profesión, etcétera) y sua con­secuencias psicológicas.

- El carácter de la actividad real y su influencia en las propiedades de la personalidad.

- El carácter de las relaciones institucionales, de sus relaciones en el colectivo y dé la Comunicación.

- Los aspecto*, relevante* de la historia personal.

- Las formas de irrt»racci6n wstre los diferentes niveles de conciencia.

Él otro aspecto que debemos abordar respecto a cómo aplicar este prin­cipio, se refiere % los métanlos 'de investigación <el papel del estudio de casas, del estudio de grupo* comparados o extremos, de los estudios exten­sivos, interdisciplinarios* »tcé-tera>> , lo que tiene que ver con el - trata­miento de la relación entre clase a tipo e individualidad o unicidad, en el estudio de la personalidad.

Veamos algunos de los aspectos señalados:

V . E X I t S E I M C : I #%S¡ D E L_#3» #%F»i_ X O r f ^ Ó 1 t5lM A M F ^ L . ! *=k D E L P R I N C I P i p £>I5L 1_¿P* l-^t£HrS30IM#3| |_ X U A O l£IM l_** v I NVEBT I GAC I ÓN . UfM 1E£.JIE:MF»HJ C€3NCF«£7 O

Al referirnos a los requisitos para la aplicación del principio dt? la personalidad, e,n este apartado, nos valemos de ejemplif i cae iones basadas en investigaciones que hemos realizado recientemente (29). Sin pretender que en estas ihvestiq.acion«H» se haya logrado totalmente la aplicación del, principio en toda «u complejidad, destacaremos algunos aspectos que podrían apuntar a" ese desarrollo.

Es necesario señalar que nuestros estudims se inspiraron en Jaboraciones teóricas y resultados invest.igatj.vos'de diferentes autores.

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Además de los ya señalados, resulta obligado destacar aquí los trabajos de Fernando González Rey sobre este particular, sobre todo los que se refieren a las intenciones profesionales de adolescentes y jóvenes <30), en los que se logra un estudio en sistema de complejas formaciones psicoló­gicas que poseen una función reguladora de la actividad de la personalidad.

Una linea de interés a la que nos hemos atenido también es la que, en nuestro pais, representa Manuel Cal virio (31) con sus estudios acerca de ia categoría sentido personal y que, a nuestro juicio, constituyen una forma de aplicación del principio de la personalidad.

Otro antecedente directo de nuestras investigaciones .lo'encontraremos en la investigación de América González- (32) sobre la actividad creadora, que presenta una integración de diversos aspectos de los dos enfoques plantea­dos anteriormente y su ubicación en una perspectiva general de aplicación del principio de la personalidad muy cercana a la que nosotros empleamos posteriormente, a partir de un objeto de estudio diferente» la orientación de desarrollo profesional, el autodesarrollo y los proyectos de vida.

Partimos, en esta parte del trabajo, de la idea central de que el enfoque psicológico de la personalidad puede constituir un elemento central de desarrollo de la psicología de la personalidad, en tanto éste integre los datos de la psicología general y responda a la visión del hombre en las condiciones sociales reales en que se forma y actúa, como personalidad concreta.

Por supuesto, la aplicación de semejante enfoque amplio de los determi­nantes de la personalidad, plantea una aparente imposibilidad instrumental: su estudio no sé podría abarcar fuera del marco del caso individual, lo que presentaría limitaciones para describir sus características típicas. Ya hemos planteado este problema.

En esencia es el dilema inicial acerca del conocimiento de lo general y lo particular, de lo nomotético y lo ideográfico, de la unicidad y la tipi-cidad, trasladado al plano de la investigación concreta de la personalidad.

Posiblemente existen diversas soluciones a éste Problema. Nosotros refe­riremos las que adoptamos al intentar la aplicación amplia del principio de la personalidad en nuestras investigaciones.

En primer lugar, realizamos dos restricciones en nuestro objeto de investiqación:

- La primera se refería a la decisión de estudiar subsistemas complejos de regulación de la personalidad que pudieran ser aislados, relativamente, de otros subsistemas, para poder abordarlos con un conjunto limitado de técnicas y que resultaran operacionalizables.

Se escogieron como objeto de estudio, formaciones psicológicas complejas: una orientación de la personalidad, -la orientación de desarrollo profe­sional- en un caso, y el proyecto de vida, por otro. En estas forma­ciones psicológicas se estudió la interacción de procesos motivacionales y de autoconciencia. De esta manera, teníamos suficientemente en cuenta el carácter complejo y sistémico del funcionamienbto de estas formaciones psicológicas, aunque para ello no estudiábamos la,personalidad total, sino más bien, algunas de sus células integrales que, a su vez, permitían la comprensión de procesos y mecanismos reguladores generales de la persona-1 idad .

- L a segunda restricción se relaciona con el .conjunto de determinantes externos al individuo, con las que éste interactúa y que constituyen un marco interpretativo del carácter de los procesos y propiedades de su personalidad.

Realizamos la investigación con jóvenes socialmente definidos por las «siguientes características:

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Sé trataba de jóvenes obreros (que desempeñaban una función laboral directa en el proceso productivo) de Empresas del sector industrial de la economía y que pertenecían a diferentes grupos de la estructura profesional (determinados tipos de profesiones u ocupaciones cuyo contenido se define por: trabajo con máquinas p equipos independientes y trabajo en cadena) y de la estructura de calificación. (Obreros calificados y nt> calificados)

A su Vez pertenecían a grupos etarios definidos (18 a 30 años) y de sexo masculino. '

El establecimiento de este marco sociológicp conceptual para la inter-pretación de loa resultados psicológicos comprendía por lo tanto, la perte­nencia a determinados grupos sociales, asi como la especificidad del carácter y contenido de su actividad real (profesional - laboral).

Otro aspecto importante consistió en el análisis dé un conjunto de rela­ciones institucionales, en este caso:-acción del sistema de orientación y formación vocacional y profesional en la esfera educacional y laboral; influencia de factores organizativos y productivos dé la Empresa, etcétera..

Este conjunto de factores institucionales se analizó, no en toda la amplitud de su campo de acción, sino en su interacción estrecha con las formaciones psicológicas estudiadas.

De esta manera, se propició un conocimiento concreto del funcionamiento de cierta* propiedades de la personalidad de nuestros sujetos -el autode-marrollo y los proyectos de vida— en un marco social interpretativo muy definido, en interacción muy estrecha con ciertas condiciones de trabajo, espirituales y de vida de los individuos lo que, por demás, permitió la elaboración de- planes de medidas concretas que tend-ian a un tratamiento más •dmcuado de desajustes en la relación del individuo con la Empreña i y la spcimitad), en tsu actividad profesional, para propiciar una mayor armoniza-clon de los procesos autorreguladores y motivacionales de la personalidad, con 1* necesidad social.

S»1te marco interpretativo resultó de interés, en nuestra opinión, por dos razones fundamentales:

- L* atribución de características funcionales* y de contenido de la perso­nalidad a un grupo de un sector concreto de la población obrera, (carac­terísticas que pudieran manifestarse de forma, algo diferente en otros sectores), lo que daba la posibilidad de conocimiento del funcionamiento de la personalidad de individuos concretos.

- La elaboración de medidas y recomendaciones que fueran encaminadas a la solución real de los problemas de estos individuos.' (V no de individuos genéricos)

* • * ' - . . . .

Otro aspecto de la solución en nuestra investigación, del dilema central planteado, lo constituyó la estrategia de investigación adoptada en la que combinamos el estudio de grupos comparados, de la muestra general', con el estudio de casos en una submuestra más reducida.

Esta podría ser una de las vías posibles de resolver la contradicción aparente entre las características típicas y únicas de la personalidad,'(lo que no limita -por supuesto- la existencia de otras vías de solución).

El problema aquí radicaba en que la obtención de un conocimiento amplio de los mecanismos psicológicos de la personalidad, que? poseen una caracte­rística funcional sistémíca, requería del estudio, en alquna pro-tundidad. de cada individuo en su entorno social. Esto podríamos resolverlo sólo con el estudio de casos. A su 'vez, este encoque empleado ele forma éxc. luoi va. limitaría el conocimiento de regularidíitíes o tendencias.

Claro que, con el estudio sucesivo de muchos casos., pueden ublpiierst-cuadros más o menos completos de una situación objeto ríe estudio [.>!»•• o.

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frecuentemente, el investigador dispone cíe plazas de tiempo limitada^para la realización de la investigación y solución de los problemas sociales planteados, así que no Siempre puede optar este enfoque prolongado.

Por otra parte» si bien, muchas veces la investigación exteRsivá de cualidades o propiedades psicológicas de la personalidad (motivación, inte­reses, actitudes, etcétera-* Ha rebultado, en él mejor de los casas, en una aplicación parcial del enfoque- de la personalidad, no resolviendo total­mente el problema de su integridad funcional, el empleo del método clínico de estudio de casos, muchas veces ha adolecido de otro defecto, pues aunque 'se toma como referencia al individuo, no siempre se investiga suficiente­mente su actividad y situación social real.

De manera que, en ntmstras investigaciones, esas diferjentes razones influyeron en la decisión de realizar un estudio de grupos comparados en el que se determinaron algunas características esenciales de las orientaciones de la personalidad que dieren"lugar a una tipologización (sobre la base de su c&rActer potencial o actuante, de un lado, y a la distancia temporal de las metas profesionales, por otro).

Esta tipología dé las orientaciones nos permitió establecer diferencia­ciones importantes del modo de expresión de estas orientaciones y profun­dizar, (en. los estudies de casos seleccionados dentro de cada grupo tipoló­gico) en el funcionamiento de los mecanismos psicológicos que explicaban esas diferencias*

Podíamos explicar entonces, cómo Jas características individuales se. presentaban, en cada caso concreto, de atañera especial única, pero a su vez icón-formaban regularidades que explicaban las diferencias típicas. Es decir, independientemente de la cualidad individualizada de ciertos mecanismos psicológicos, el carácter potencial e actuante de la Orientación de desa­rrollo profesional (cerno mode de expresión de lo general o típico de la personalidad), se asociatoa a la existencia de ciertas formas de conflicto motivacional, de la autovaloración o a déficits intelectuales o motivatio­nal es, en dependencia de la situación concreta, así tolio cada tipo de orientación de desarrollo profesional se caracterizaba por un modo especí­fico de funcionamiento de otros procesos motivacionales y de autocOhciencia (autorreflexión, autodeterminación, etcétera) que interactúan entre sí»

Quizás a esta peculiaridad de expresión es a la que se re+iereV.^ Merlán <33) cuando expresa que si lo típico (lo genereal) y lo particular (único) *K»t*n regularmente realacinnados entre si, entonces esto significa que existe sólo una regularidad que determina todas las propiedades de la personalidad. Esto, según él, presupone que lo típico y lo individual no son dos grupos diferentes de propiedades psíquicas de la personalidad sino diferentes funciones 'de unas mismas propiedades.

Otros dos aspectos importantes a tener en cuwta en esta estrategia sel#<tCiohada lo constituían los elementos significativos de la biografía perB'pfi&l y. la expresión de los conflictos en di ferientes nivelem, de concien­cia dréí sujeto.

Va nos rfferimos al estudio del individuo en su situación social y acti­vidad real concreta. Sin embargo, hay que tener en cuenta que la vida per­sonal tiene una historia y una secuencia temporal de sus hechos. Vale decir, la interacción de la personalidad con su medio social, no es sólo actual, sino que se encuentra condicionada, en alguna medida, tanto por su pasado como por su futuro.

La aplicación de este enfoque histórico de la personalidad ha tenido un empleo mas bien amplio en la psicología clínica que, como sabemos, se remonta én el análisis de los casos, muchas veces, hasta los conflictos y experiencias de la infancia del individuo.

Lógicamente, para v la investigación de la personalidad con un enfoque psicológico, esta forma de aproximación resulta algo difícil. No es

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posible, aún en el.estudio exhaustivo de casos, abarcar- todas las dimen siones de la vida personal.

Sin embargo, si podemos tener en cuenta aquellos hechos de la historia del individuo que poseen una relación significativa con las torniaciones complejas de la personalidad que constituyen el objeto de estudio en LUÍ momento determinado.

Dé esa manera, en nuestras investigaciones se recogieron diferentes aspectos significativos de la historia individual (fundamentalmente d e , la esfera de -formación profesional) que permitieron una inter pr etacictn mas exhaustiva y real de la situación de cada caso, de las regularidades" de cada tipo de orientación de desarrollo pro-fesional y de características de su proyecto de vida.

La interpretación de la situación individual (típica) a partir- de la interacción de la situación actual y las expectativas de la personalidad, y de la consideración del proceso de -formación de esas características, en la historia pasada, constituye, a nuestro juicio, un elemento básico en la aplicación amplia del principio de la personalidad.

El último de los aspectos a considerar en nuestro trabajo, lo constituye el problema de la interacción entre los diferentes niveles de conciencia de la personalidad cómo uno de los aspectos importantes de la aplicación del principio de la personalidad. ' -

No podemos dedicar ahora mucho espacio a este «asunto cardinal, envuelto en«una polémica aguda en toda la historia de la psicología, ni tomar posi­ciones respecto a los partidarios de una u otra tendencia.

Baste señalar que, si consideramos la necesidad del estudio de la perso­nalidad a partir de la unidad de los procesos afectivos y cognoscitivos, como han planteado L. 1. Bozhovich, Fernando González, y otros autores marxistas, resulta -forzoso considerar las propiedades de los mecanismos-psicológicos que tienen que ver con la compleja dinámica de los afectos.

Es evidente para la psicoíogía que, sobre todo estos, poseen la cualidad de expresarse en distintos niveles de conciencia. No tratamos, por supuesto, de asumir una concepción metafísica que, como el psicoanálisis, presupone la sustancializacíón del inconsciente y su ponderación absoluta en la jerarquía de los procesos de la personalidad. *-

Si bien la psicología marxista sólo en años recientes ha incrementado mu interés por los procesos inconscientesr no es menos cierto que muchos autores reconocen su importancia. Entre las investigaciones realitadas puede citarse las que se refieren al estudio del sentido personal. También puede recordarse.a Bozhovich v otros (35) que, como es sabido, atribuvrrtm un carácter no consciente a los procesos que explican la orientación' indi vidualista,. de manera diferente a como ocurre con la orientación colecti­vista .

Se trataba, én nuestro caso, de indagar- en ciertos procesos que por VÍM carácter conflictivo para el sujeto, o por situaciones que podían dañar su autoimagen-y disminuir la valoración de los otros miembros de su grupo hacia él, etcétera, podían haber sido releqados a un plano no consciente o semiconsciente, manteniendo, sin embargo, su acción obstructora.

De esta manera, los fracasos escolares o en. la actividad profesional, debido a un déficit intelectual o a conflictos motivacíonales o de inte­reses, de los sujetos", se expresaban, muchas veces; en los plrsnov. no conscientes.

En nuestras investigaciones, al realizar los estudio?, rtt ta*o*» tuvimos en cuenta la peculiaridad ' de estos procesos. • for eso, mvei.í iqa*c>?. 41 lo* sujetos con un conjunta de técnicas directas y otr o* qr uou i»e» t*t:nira« inc* i rectas o semidirectas (láminas de 1 AT , complet ami en iO it*' ftrtM»<,, fti^tera1

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.luticiue desprovistas del procetümien to psicoana l í tico de interpretación, i • .ino nan sugerido diversos autores márxistaá <34).

i.'oiio resultado, podemos señalar que esta indagación mostró la existencia (Ju conflictos, frustraciones, etcétera, tanto consciente como no conscientes en la mayoría de ios sujetos que? presentaban una 'ocien tac ion motivational potential (es decir, los "que no la realizaban á, través de sus acciones prácticas, sino que se mantenía sólo en el plano de 10« déseos), a dife­rencia de los sujetos con orientación motivacional actuante, con lo que se logró un nivel explicativo de mayor profundidad de estos procesos.

Al abarcar el conjunto de mecanismos psicológicos que se expresan en los diferentes planos de la conciencia del individuo, la explicación de los procesos de regulación de la personalidad adquiere un carácter más integra l . .

Nosotros empleamos una via, entre las muchas posibles, de indagación de esta problemática, que a nuestro juicio, "ayudó a explicar por qué en unos individuos la orientación de desarrollo profesional ocupaba un lugar cen­tral entre sus orientaciones de la personalidad y en sus proyectos de vida, mientras que para otros, esta orientación se mantenía cómo un reto, o una quimera irrealizable.

Fernando bonzález ha planteado recientemente (36),, sobre la base de un conjunto de investigaciones y elaboraciones teóricas, cuáles serían las ex i geneías.para el desarrollo de una teoría científica y de la investi­gación empírica de la personalidad en el momento 'actual de la psicología.

fí su juicio, estas exigencias (algunas de las cuales han sido tratadas, de distintas formas, por otros psicólogos marxistas) se basan en el recono­cimiento de:

- La unidad de lo afectivo y lo cognitive como célula funcional esencial de la regulación de la conducta.- ' . !

- El papel de la jerarquía motivacional y su interacción cpn los diferentes niveles de regulación de la.personalidad.

- La especificidad de las formaciones psicológicas de* la personalidad y su análisis sistemático e integral. . •

- La determinación social de la personalidad, a través de sus complejas inter reíaciones . con el medio y los demás.

- La unidad de los modelos de explicación teórica con < la investigación empírica de la personalidad.

lomo el mismo autor hace explícitü,. estos principios esenciales se apli­caron en sus investigaciones al nivel consciente volitivo de regulación, considerado el nivel superior de la personalidad.

La.apiicacion del principio de la personalidad en nuestras investiga­ciones -como hemos analizado en las páginas anteriores- asume las exigen­cias elabordas por Hernando González, en algunos de sus aspectos esenciales y añade algunos matices que pudieran constituir vías complementarias alter— nativas de prn-fundi zación al enfoque planteado.

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tn nuestro trabajo hemos abordado una temática que nos parece de impor­tancia orilla) para el desarrollo de las investigaciones psicológicas en ruyci r.r-n• ' .' ''' •:.€• encuentra e'l problema de la personalidad.

i*i plantearnos un ionjunto de preguntas iniciales respecto a las formas ct»> aplicación del principio de la personalidad, no aspirábamos a ser con-< leyentes, va qu« no es po»it>le serlo en t«»« dirección que apunta a nuevas

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vías de desarrollo. Por eso, al elaborar algunas alternativas de ryipuei< a esas cuestiones, hemos tenido en cuenta que pueden aplicarse distintas vías de solución. •

El principio de la personalidad en la investigacion psicológica, proba­blemente puede aplicarse de diferentes maneras y con distinto grado a«.> amplitud a partir de la consideración de unidades que expresan cualidades importantes de la personalidad, sobre todo aquellas que se refieren a. la esfera motivacíonal.

Sin soslayar la importancia relativa de estudios descriptivos de- 1 *«i propiedades de la personalidad o de aquellos que aborden aspectos parcia­les de sus relaciones en el grupo, etcétera, hemos destacado las interpre taciones del principio de la personalidad (valiéndonos dé nuestros ejemplos específicos de aplicación como una de las muchas alternativas posibles) que "nos permiten un estudio amplio de las funciones psicológicas y la actividad social del individuo.

El principio de. la personalidad puede aplicarse en la investigación psicológica con diferentes grados de profundidad, ya se trate de la consi­deración de la esfera motivational , o abarque también otros meeaiiis>«o%> reguladores de la personalidad,,o aspectos de la historia personal y la actividad del individuo, etcétera. Nosotros destacamos algunas vías que tal vez, permitirían dirigir los estudios psicológicos dé la personalidad hacia un enfoque más completo*

Ello presupone la consider-ación de los diferentes principios metodoló­gicos de la psicología cqnv-'un acarácter integrative, nucleados en el prin­cipio de la personalidad, potenciamos, a partir'de esta consideración, el enfoque psicosociológico de la personalidad como aquel que podría ofrecer una interpretación más completa de la personalidad y a la vez, soluciones más integrales a los problemas actuales de la vida social del individuo.

En su sentido más amplio, la aplicación del principio de la persona lidad a la investigación, a nuestro juicio, debería considerar todo un conjunto de aspectos (que hemos expuesto a partir de una de las posibili dades alternativas, basada en nuestras investigaciones):

- Estudio del individuo en las condiciones sociales reales:

. A partir de su actividad real (en nuestro caso, consideramos la acti­vidad laboral - profesional).

. ft partir de su pertenencia *a determinados grupos sociales (clases, profesiones, calificación, etcétera).

. A partir de su interacción con un conjunto de factores ' sociales e institucionales, de sus esferas de actividad.

- Estudio del individuo a partir de la historia de su vida personal.

- Estudio del individuo como un sistema psicológico integral:

A partir de formaciones psicológicas integrativas centrales (en nuestro caso, tomamos una orientación de la personalidad).

- Orientación de desarrollo profesional - y el proyecto de vida).

- Consideración de las interrelaciones entre sus procesos motivacionales y autorreguladores (mecanismos de la autoconciencia: autovaloración, autorreflexión, autodeterminación).

- Consideración de mecanismos psicológicos de regulación, propios de dife­rentes niveles de expresión de la conciencia (no conscientes).

- Aplicación de estrategias de investigación comple i ..v..

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f.n nuestro c.¡tso, sp) i.<. amoo una combinación del, estudio de grupos contras­tados con t?l estudio dé casos, pero otros métodos tales como: estudios longitudinales de casos o la aplicación del método clínico con un enfoque mas» completo o la realización de estudios muí tidiscipl inarios, pueden propiciar resultados de interés para el desarrollo de la psicología de la personalidad).

En resumen, en nuestro trabajo en-fatizamos Ja necesidad, planteada ya por algunos autores, de avanzar hacia un enfoque de la personalidad más completo para lograr una comprensión integrativa de la personalidad y con ello, una interpretación más amplia y real de la acción social del indi­viduo, que permite la búsqueda de soluciones concretas integrales a los problemas de? la formación y desarrollo de la personalidad, lo que resulta una necesidad del desarrollo de la sociedad socialista.

1. All port, G. W„ » La personalidad. Su configuración y desarrollo. Ed. Revolucionaria, La Habana, Í965, p. 19.

2. Ibidem. P . 26 . _

3. Ibidem., P. 39

4. ibidem. P. 665.

5. Ibidem.

6. Bhorojova, E. V. Aspectos psicológico-, del problema de la personalidad en: Problemas teóricos de la psicología de la personalidad. Ed. Orbe, Habana, 1980, p. ÍO. -

I • :';"'"' . '

7. Ibidem. P. 27, 31.

8. -Dzhidaryan, I. El principio de la personalidad como principio metodológico de las investigaciones psicológicas. En: Selección de lecturas sobre psico­logía de la personalidad. Fac. Psicología, U.H., EIMAV.

Ver:

9. Shorqjova, E. V. — Citada p. 27-33. y Dzhidaryan, I. - Citada p. 104.

10. Shorojova, E. V. - Citada p. 28.

11. Dzhidaryan, I. - Citada p. 104.

12. Ibidem.

13. Merlin, V. 1. - Citado en Shorojova, E. V. p. 32.

14 . Bo z hoy. i c h, L . I . • Estudio de las motivaciones dé la conducta de los niños y adoles­centes. Ed. Pueblo y Educación. Habana, 1978. p. 48.

15. González Rey, Fernando

Psicología dé la personalidad. Ed . Pueblo y Educación, 1985. p. 41,

16. Ibidem. - p. 40.

17. Sfwi ru jov», E. V. - C i tada p. 7 . ^

IB . Dzhidaryan, 1 . - Citada p . 98 -99 .

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Abuljánova-Slavskaia, K. A. La correlación entre lo individual y lo social como principio metodo­lógico de la psicología de la personalidad, fin: Problemas teóricos... Citado, p. 41.

Shorojová, E. V. - Citada p. 19-27.

Ibidem. - p. 21, 22, 23.

Abuljánova - Citada, p. 42.

Zradomislov, A. Metodología y procedimiento de la investigación sociológica, Ed. ü. Soc. 1975. p. 26-27. '

D Angelo, O. Interrelación del nivel psicológico y sociológico en el estudio de la orientación profesional. CIPS-ACC, 1986 (artículo inédito).

Abuljánova. - Citada p. 37.

Shorojová. - Ibidem. .

González, Fernando Citado p. 41 .

Abuljánova. - Citada p. 42-43.

D'Angelo, Ovidio . Influencia de los procesos motivacionales. y autorreguladores en la actualización de la orientación de desarrollo profesional. Estudio del proyecto de vida en jóvenes obreros. (Informes de inves­tigación. CIPS-ACC 1986, inéditos).

González, Fernando. Motivación profesional en adolescentes y jóvenes. Ed'. C. Soc., 1983, La Habana. -

Calvino, Manuel Procedimiento diagnóstico-experimental de estudio sonal. Folleto. Fac. de Psicología. (U.H).

González, América Influencia de los fines" u objetivos en la actividad de trabajadores innovadores, (informe de investigación. CIPS-ACC, 1984 (inédito).

Merlin, V". S." Principios de la caracterización, psicología de los tipos de persona-» lidad, En: Problemas teóricos... (citado) p. 240-241.

-Ver:

González, Fernando Análisis crítico del uso de los test y de las pruebas pro'yectivas en el diagnóstico de la personalidad. En: Algunas cuestiones teóricas y metodológicas sobre el estudio de la personalidad, (colectivo de autores) Ed. Pueblo y Educación, 1982, La Habana.

Calviño, Manuel. - Citado.

En: Bozhovich. (citado) p. 145. —

González, Fernando La psicología de la personalidad y su relación con diferentes esferas de la psicología aplicada. En: Rev. Cubana de Psicología. Vol. 11, No". 1, 1985.

del sentido per-

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