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El presidente de la Junta de Castilla y León, Juan Vicente Herrrera (C),junto a los presidentes de las Casas Regionales de La Habana.

El elegante Salón de Embajadoresdel Hotel Habana Libre Tryp tienetantas historias como la de ese señorque en mala hora perdió la audicióny a puro grito confiesa que se llamaJuan Antonio Vázquez, tiene 92años y es natural de Burgos.

Lo demás debe ponerlo un cu-bano casado con una de sus dos hi-jas y que según disposición familiares quien debe acompañar a su sue-gro a una comida en el citado salóncon la que la comunidad de Castillay León en la isla celebró su primer

centenario de existencia. La Casa deCastilla y León en La Habana cum-ple cien años y sus integrantes desdela humildad, pero con el orgullo desus raíces desarrollaron un progra-ma de actividades que les acercómás, si cabe, a su tierra de origen.

Juan Antonio a duras penas es-cucha a pesar del artilugio que llevaprendido en su oreja derecha. Vinoa Cuba con sólo cuatro años de edady no hay oficio que se le haya esca-pado. Desde lechero, fabricante dehielo hasta trabajador en los mue-

lles. Tal vez allí radique su longevi-dad, pero él no lo confiesa. Seis nie-tos y un bisnieto algún día escucha-rán que el viejo comió ese día unmenú muy propio de su tierra deorigen. Surtido español, de cecina,judías blancas, y solomillo ibéricomechado con ropa vieja, y algún queotro vino de la tierra.

Se siente feliz el anciano. Le hancomentado la visita del presidentede las Cortes de Castilla y León, JoséManuel Fernández Santiago, queencabezó una delegación regional

Castilla y León enel corazónT

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La Casa de Castilla y León enCuba celebra su centenario

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para celebrar el centenario, y hay que gritar-le bien fuerte para escucharle decir que talacontecimiento ha sido “una sorpresa ines-perada”. Y ahí va el pobre y feliz hombreempujando un andador camino del ascen-sor porque él no es de los pocos que puedeemprenderla escaleras arriba hasta la se-gunda planta.

En el salón de Embajadores, también losReyes de España concedieron una memora-ble cena a la comunidad radicada en la isla.Tanto esfuerzo con el nonagenario se com-pensa con un hombre de chispeante diálogo,conversador y con dominio del buen humor.

Subió con agilidad felina las escaleras y algollevaba que llamaba la atención de sus paisa-nos: iba ataviado como cura párroco de laparroquia Nuestra Señora del Carmen. Sellama Teodoro Becerril Fernández. Llegó aCuba procedente de Palencia un año antesde que comenzara el nuevo régimen en 1959y desde entonces ha permanecido en Cuba,como uno más junto a sus feligreses, unospaisanos y otros de los más variados coloresentre el negro y el blanco. “Esta visita siem-pre es estimulante”, nos dice, “el año pasadovino el presidente Herrera y espero que todoesto favorezca la nueva dirección castellano

y leonesa con las autoridades cubanas. Pen-samos que nos pueden ayudar y están en lamejor disposición”.

Dos ancianos de Palencia faltaron a lacita. Se llaman Irene Ibáñez y José MaríaSantos. A tantos años sobre las espaldas nose sale a la calle cuando uno quiere sinocuando se puede. Otro de los ausentes fueun leonés que responde al nombre de Anto-nio Rodríguez. No le faltó razón a ese escri-tor e historiador cubano cuando calificó aCuba y España de países con una historiacomún. En el cementerio se puede compro-bar cuánto de español hay en sangre cuba-

El presidente de la Junta visitó a la comunidad castellano y leonesa enCuba. Recorrió el edificio donde se construirá un centro de día paramayores de la Comunidad en La Habana y compartió unas horas con loscastellanos y leoneses en la Isla.

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na, donde hasta localidades casi perdidas enla geografía española tienen allí su panteón.

Y es que son muchos los vínculos queunen ambos lados del Atlántico y mucho elesfuerzo que los castellanos y leoneses enCuba hacen por mantener vivo el recuerdo,por ejemplo, a través del baile. En la actuali-dad, las sociedades castellanas y leonesasdisponen de cinco cuerpos de baile que reci-ben clases de ex bailarinas profesionales cu-banas especializadas en bailes de las diver-sas regiones de España. El decano de estosconjuntos es el perteneciente a la colonia za-morana, con cinco de años de fundado y

con una de sus integrantes, Dalia Cruz Tru-tié, de 21 años, que a los 15 fue la ganadoradel concurso ‘Señorita de Zamora’ y mástarde también como la de Castilla. “Me pla-ce mucho bailar estas danzas. Cuando unolas hace suyas siente en la sangre la presen-cia de nuestros antepasados”, señaló. DaliaCruz es bisnieta de zamoranos.

Más de la mitad de los jóvenes que inte-gran los cuerpos de baile tiene vínculos desangre con nativos de Castilla y León. Pri-man, además las muchachas de entre nueveaños y los 20, aunque una de las dificultadesque deben afrontar de cara al futuro estas

agrupaciones es la casi total ausencia de va-rones. Héctor Domínguez Ribas, presidentede la colonia salmantina, así lo reconoce.“Tenemos que encontrar el estímulo paraque se incorporen”, señala.

Más de ochocientos castellanos y leo-neses han hecho de Cuba su casa. 103 lle-garon a la isla desde Castilla y León, mien-tras que otros 700 han nacido al otro ladodel Atlántico y tienen doble nacionalidad.Sin embargo, más de 3.000 personas estánasociadas a las casas de Castilla y León enCuba. “Fueron nuestros padres los quemantuvieron la sociedad durante decenas y

El presidente de las Cortes, José Manuel Fernández Santiago, participóen los actos del centenario del Centro de Castilla y León en Cuba.

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decenas de años. Con su esfuerzo mantu-vieron a toda costa, y a veces a todo costo,la sociedad en situaciones a veces no bue-nas o dif íciles. Ahora mejora la situaciónporque tenemos un apoyo importante porparte de la Junta de Castilla y León, y noses mucho más fácil realizar nuestras activi-dades porque tenemos el apoyo de la Co-munidad Autónoma, hasta hace unos diezaños más o menos, vivíamos pero las acti-vidades eran muy pobres porque no tenía-mos financiación para ellas”, relata el presi-dente de la Asociación de Castellanos y Le-oneses en Cuba, Sergio Rabanillo, deorigen zamorano.

Tales son los vínculos que el 23 de abril,fiesta de la Comunidad, miles de personascelebran en La Habana esta fiesta con cuer-pos de bailes de cuadros folclóricos, con-cursos de la historia de la emigración caste-llana y leonesa en Cuba y otros actos. Esmás, “los emigrantes y sus descendientesescriben sus historias para no perder ese le-gado”, apunta Rabanillo.

Preguntado sobre las principales nece-sidades de los castellanos y leoneses en Cu-ba, Sergio Rabanillo, no duda: “la primeranecesidad es el afecto, que nos visiten, queconozcan cómo vivimos, qué hacemos…”.Es cierto, comenta, que para los emigrantes

la pensión asignada por el Gobierno espa-ñol es importante, pero su sueño es mante-ner unido a este colectivo para que la Aso-ciación no desaparezca. Por eso, da tantaimportancia a la Comisión de Juventud y alos intercambios que puedan ayudar a per-manecer unidos a los castellanos y leonesesde ambos lados.

Las visitas institucionales de los últimosaños a la isla también les han dado ánimospara seguir con el trabajo. “Sentimos quenos aprecian y se preocupan por nosotros yvaloran lo que estamos haciendo para man-tener las raíces castellanas y leoneses enCuba”, justifica.

Arriba (izda-dcha)Sandra Pérez,descendiente deZamora; JoséPérez Botello,presidente de laAsociación Clubde Villarino;Sergio Rabanillo,presidente de laAsociación deCastellanos yLeoneses enCuba; TeodoroBecerril(Palencia); DaníaSarría (Palencia),Juan AntonioSánchez (Burgos),Eliseo GarcíaRodríguez,carmelitadescalzosalmantino quetrabajó en Cubadurante larevolución, yMaría DoloresRodríguez.(León).

“Escribo con intensidad y desde muy adentro,de una forma íntima y en un lenguaje que digatodo lo posible con naturalidad y sencillez”206

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Han pasado siete años desde que la escritoraleonesa Elena Santiago (Veguellina de Órbigo,1941) publicara ‘Asomada al invierno’ (Espa-sa-Calpe, 2002), su última novela hasta el mo-mento. La ganadora del Premio Castilla y Le-ón de las Letras 2002 ha regresado al género,tras un largo periodo centrada en la poesía ylos cuentos, con ‘La muerte y las cerezas’(Menoscuarto, 16,50 euros), una historia de“amor, ausencia y aprendizaje”, según sus pro-pias palabras.

¿Por qué ha pasado tanto tiempo desde‘Asomada al invierno’?En este tiempo he escrito, pero más bien tra-bajos cortos. He hecho muchos cuentos pararevistas o libros en colaboración, y he escritopoesía, pero realmente no encontraba suelofirme para trabajar en la novela. Sin embargo,a pesar de atravesar por problemas de salud,estaba realmente creativa, y los frutos de esolos estoy recogiendo ahora. Además de ‘Lamuerte y las cerezas’ tengo otra novela casiacabada y ya trabajo en una tercera. No sé es-tar sin escribir, y cuando tengo que alejarmede la escritura vivo de una manera extraña,porque siento que me falta algo muy impor-tante. Ese ‘abandono’ se debió a extrañosacontecimientos que me llevaron también auna forma extraña de vivir. ¿Quizá la novela le exija más que el cuentoo que la poesía?En cuanto a creatividad no, lo que sucede esque el cuento ha de ser muy preciso, con unlenguaje natural pero a la vez con encanta-miento, de manera que fascine, aunque sea endos páginas. El cuento hay que fijarlo desde laprimera palabra con emoción, es precisoconstruir una historia con intensidad, queemocione; por otra parte, la novela me per-

mite deambular más por sensaciones y perso-najes que aparecen en un segundo plano yvan ganado protagonismo; te permite otraevolución. No obstante, tanto en los cuentos como ensus novelas siempre prevalece una miradapoética.Normalmente se suelen referir al lirismo demis cuentos, o al ‘encanto especial’ de mis no-velas. Yo creo que simplemente veo la reali-dad de una forma muy personal, que es lamía, y siento que la poesía está en cualquierparte, en muchos rincones y situaciones.¿Qué le condujo a la historia de Antonino,el protagonista de ‘La muerte y las cere-zas’?Me gusta mucho viajar, aunque no lo hagotanto como quisiera. Con frecuencia voy aPortugal, y allí encuentro un tiempo más de-tenido que en otros países, un tiempo apreta-do de Historia tanto del país como de las per-sonas, que es que más me importa. En un via-je a Coimbra recuerdo haber visto a unamujer con unas flores amarillas, muy estática,en una expresión total de poesía: todo lo quela rodeaba era lúgubre, y sin embargo a ella ledaban vida esas flores y cómo las tenía cogi-das. Fue una imagen que me arrastró a escri-bir, y entré en la historia de amor de Antoni-no, que busca ser comprendido y aceptadocomo tantas personas. Antonino no sabe serél, y es consciente de que el día que encuentreel amor se habrá salvado de la mediocridad.Más tarde irá descubriendo que muchas ve-ces en la vida, el amor se encuentra en rinco-nes prohibidos, y que él no sabe cómo llegar aesos rincones. Al comienzo de la novela lo define diciendo:“Él era todo necesidad de amar y de que loamaran”. ¿Es el amor el eje de la novela?

La autora leonesa, afincada en Valladolid,regresa a la novela tras siete años con ‘Lamuerte y las cerezas’, una historia de “amor,ausencia y aprendizaje”

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ELENA SANTIAGO

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Sí, a todos nos gusta amar y que nos amen comoel eje de nuestra vida, pero realmente no ocurreasí. Cuando te sientes deslumbrado por un amorno imaginas que pueda ser efímero, aunque lomás frecuente es que termine siéndolo en una uotra medida.En el título mismo alude a la muerte y a lascerezas, utilizadas como símbolo de vida.¿Propone un juego de equilibrio entre am-bas?La impresión más fuerte de mi vida, desde loscinco años, fue la muerte. Entonces aprendí, deuna manera un poco inconsciente, algo muyesencial que me ha hecho escribir desde los do-ce años. Había melancolía, porque yo era cons-ciente de que iba a tener una historia paralela.‘La muerte y las cerezas’ es un único verso de lospoemas que hice a mi madre en un libro, dondedecía: ‘La muerte y las cerezas, qué incongruen-cia, y sin embargo qué realidad más exacta’. Lascerezas tienen color, sabor, forma… y nos hanservido como gozo cuando nos adornábamoscon ellas. Eran una fuente de vitalidad. Como en ‘Lo tuyo soy yo’, su último libro derelatos, vuelve a abordar una historia deamor y de ausencia.Lo que me impresiona realmente son las perso-nas que quieren amar y no pueden, o las perso-nas que han amado y se quedan en la soledad.Me preocupa y me interesa la forma que tene-mos de relacionarnos con los demás. En su relato también cobra mucha importan-cia el aprendizaje sentimental de los perso-najes.Sí. Es una novela de aprendizaje, porque desdeque comienza el protagonista vive el abandonode la madre; el amor de la vida de la madre sefue, y su imaginación le lleva a pensar dóndepuede estar su padre y cómo su madre vive deuna manera tan profunda una ausencia de al-guien que sabe que jamás va a volver. En ciertomodo es una persona cuya vida le arrasa. Mispersonajes son seres frágiles, quizá porque yotambién me siento muy frágil, y sin embargocon la necesidad de abrazarte a las cosas quenecesitas. Vivir es un aprendizaje para todos;aunque pienses que ya lo has vivido todo siem-pre hay algo que te sorprende.

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Desde su residencia madrileña, y entre viaje y viaje pa-ra extender por todos los rincones su pasión por la li-teratura, el escritor leonés José María Merino (nacióen Galicia y sus padres se trasladaron a León cuandoél contaba con un año de edad) repasa en esta entre-vista su trayectoria tras un año plagado de muchasagradables sorpresas, con su ingreso en la Real Acade-mia de la Lengua, el Premio Castilla y León de las Le-tras y la publicación de ‘La sima’, su última novela has-ta el momento.

¿Qué azares de la vida le llevaron a nacer en La Co-ruña?Mi padre era leonés, provenía de la Ribera del Esla yestaba instalado en León, pero las cosas de la guerra leobligaron a marchar a Galicia, que fue donde conocióa mi madre. Yo nací en el 41, mis padres ya se habíancasado y había terminado la Guerra Civil, y mi padredecidió regresar a León, donde se instaló y ejerció co-mo abogado en su propia gestoría. ¿Considera que esa migración ha marcado en cier-to modo su vida?Pues sí. Cuando en alguna novela he incluido a un per-sonaje mestizo en ocasiones me han preguntado ‘¿Pe-ro tú qué sabes de mestizaje?’ y lo cierto es que algo sé.

Mi abuela era gallega y no hablaba castellano; ella noentendía los tebeos que mi padre me enviaba cuandoyo pasaba una temporada allí. Yo tenía la sensación depertenecer a dos mundos y eso me ha enriquecidobastante.¿Qué le ha aportado la literatura a nivel personal?La literatura ha enriquecido mi vida de un modo sólocomparable al afecto, pero con una objetividad que noha conseguido ninguna otra cosa. Para mí la literaturaha sido riqueza, objetividad y una manera diferente dever las cosas.¿Cómo fue su entrada en el mundo de los libros?Tuve la suerte de contar con un padre al cual le gusta-ban mucho los libros; procuraba tener libros y me ani-maba a leer, aunque era una época en la que leer no erasaludable, (según decían los maestros: ‘Novelas no ver-las’). Me convertí en un lector voraz y la lectura vorazme llevó a la escritura. Se me daba muy bien la redac-ción escolar y por el camino de la lectura llegué a la es-critura. ¿En su opinión qué se está perdiendo alguien queno lee?No sabe lo que se está perdiendo. Para empezar se estáperdiendo la posibilidad de disfrutar conociendo cosasque no se pueden conocer de otro modo, conociendo

El escritor leonés ingresó en abril en la Real Academia de la Lengua,unos días después recibió el Premio Castilla y León de las Letras, yregresó al mercado editorial con ‘La sima’, su última novela

“La literatura es una maneracercana, inmediata y cómoda deviajar a todos los lugares y atodos los sueños”T

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JOSÉ MARÍA MERINO

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a la gente, porque gracias a la literatura pro-fundizamos en las conductas y en los senti-mientos de un modo que la realidad no nospermite. Además, vivimos infinitas aventu-ras, exteriores e interiores; que nos permitentransformamos en cucarachas o salir en labúsqueda del toisón de oro… En fin, la litera-tura es una manera cercanísima, inmediata ycómoda de viajar a todos los lugares, a todoslos espacios y a todos los sueños.A lo largo de su trayectoria siempre se hapreocupado de colaborar con centros do-centes para extender el amor por los li-bros. ¿Qué le aporta el encuentro con losalumnos?Aunque cada vez lo puedo hacer menos, megusta visitar de vez en cuando centros escola-res porque para mí es como ir al campo debatalla. Tenemos una sociedad que no parecedemasiado inclinada a la lectura, y unas fami-lias que han dejado en manos de la televisiónla obligación de dar una cultura a sus hijos, ytodo el peso recae en el sistema educativo. Elprofesorado tiene que resolver todos nues-

tros problemas: tiene que dar valores a nues-tros hijos, tiene que formarlos contra el taba-co, en la tolerancia… Y aquello es una trin-chera, es una guerra que además muchas ve-ces está olvidada por la sociedad. Por eso a míme gusta ir ahí, a la guerra, y ver qué se estánhaciendo allí y cómo se está luchando a favorde la cultura y de la literatura.¿Y cómo están las cosas?Ir a las escuelas me permite comprobar eldesconocimiento de las carencias reales quehay por parte de la sociedad y de la gente quetiene que tomar las decisiones políticas. Laliteratura está prácticamente abandonadaporque en los programas no ocupa lugar, ytodo depende muchas veces del voluntaris-mo y del esfuerzo de un cierto profesorado. ¿Qué le aporta su inagotable ‘tourné’ conlos filandones junto a Juan Pedro Aparicioy Luis Mateo Díez?Esos viajes son siempre tremendamente pla-centeros. Acabamos de venir de Marbella,donde tuvimos por primera vez la experien-cia de un filandón con casi 200 alumnos dedistintos centros y fue un éxito tremendo. Selo pasaron estupendamente y nos pedíanmás después de una hora y media. Me excu-so por lo que pueda parecer de inmodesto,pero luego por la tarde tuvimos otro conadultos, el filandón normal que hemos he-cho en tantos sitios, y fue también un éxito,con lo cual es una experiencia muy gratifi-cante. Incluso en los lugares más insospe-chados la respuesta siempre es cálida y yo di-ría que entusiasta, y eso nos sube mucho lamoral.El sueño y su convivencia con la realidadson una constante presencia en sus escri-tos. ¿Cómo ha afectado a su obra su cono-cido problema de insomnio?Cuando uno tiene un mal dormir lo que tie-ne que hacer es no desesperarse, sino inten-tar llevarse bien con su problema. Eso es loque yo intento; no me levanto ni me deses-pero como hacen otras personas, y procurointentar pensar en algo, intentar imaginar…A mí el insomnio me ha resultado bastantecreativo, me ha hecho pensar en cosas, me

ha dado ideas, me ha suscitado cuentos… Loque pasa es que padezco un insomnio mode-rado, llamémosle mal dormir; si no pudierapegar ojo a lo mejor me acababa desesperan-do totalmente.¿Qué le atrae del terreno mítico para suuniverso creativo?Yo creo que lo mítico es uno de los nutrien-tes de la literatura. Cuando escribimos siem-pre lo hacemos sobre cosas que ya están es-critas e imaginadas. El ser humano se repitey el día que cuente una cosa que no se haimaginado ya antes, seguramente habremoscambiado de especie; habremos mutado.Hasta las cosas que nos parecen más vulga-res o más banales, que sean relevantes enuna narración, tienen una relación con as-pectos míticos. Valoramos siempre la bús-queda del tesoro, el desdoblamiento, la cue-va terrible, la casa misteriosa, en fin, los ele-mentos míticos de toda la vida. Yo soy másreceptivo porque me encanta lo mítico y lolegendario, y muchas veces me nutro de ellopara escribir.Comentaba hace unos meses que la rique-za lingüística se ha ido perdiendo desdesu infancia. ¿Hay manera de frenar eseempobrecimiento cultural? Una vía sería que los medios de comunica-ción, entre otros, se conjurasen para intentarevitar simplificar el lenguaje. No digo que sebusque un código pedante o rebuscado, perohabría que intentar no perder las palabrasque sigan siendo expresivas. Sería necesarioestablecer un acuerdo social para no perderpalabras, porque las nuevas generacionespiensan en muchos casos que lo bueno es lasimplificación, y eso desde luego es una equi-vocación por no decir una estupidez. Cuan-tas menos palabras uses, tendrás más empo-brecimiento personal y social, y menos cono-cimiento del mundo. Cuando yo era niñosiempre me hacía gracia conocer una palabranueva, y nos inventábamos palabras para in-sultarnos, pero ahora veo que los chicos másjóvenes lo que quieren es reducir su código,como con los sms de los móviles. Es absurdo;perder palabras es una trampa mortal.

TEXTO: IcalFOTOS: Juan Lázaro, Leticia Pérez, Manu Lozano,

Miriam Chacón, E. M. y Óscar Navarro

Así somos, así nos ven

RAMÓN ARANGÜENAPERIODISTA PALENTINO Y DIRECTOR AD-JUNTO DEL PROGRAMA ‘ESPEJO PÚBLICO’DE ANTENA 3 TV. “Veo actualmente Castilla y León como un sitio depaso que debe dejar de serlo, considerando que notodo son crear museos etnográficos. Aspectos comoel turismo deben cimentarse y potenciarse más,aburriendo a la gente con carteles de todos los sitiosdonde haya algo destacado que visitar. Además,considero que se precisa una mayor industrializa-ción con proyectos viables y que la progresiva mejo-ra de las infraestructuras va a contribuir a ello, aligual que ya está beneficiando al turismo de interior,muy rico en la Comunidad. La creación de la red deposadas reales ha sido un acierto”. Aunque lleva dosdécadas y media fuera de su Palencia natal, Aran-güena mantiene fuertes vínculos con su tierra deorigen. “Estoy dispuesto a colaborar en todo lo queme pidan”. Llevo años trayendo mucha gente de Ma-drid y hasta de Mallorca. Me congratulo de la apari-ción de los dos canales de Castilla y León Televisión.Es un proyecto de futuro en el que me gustaría cola-borar algún día”.

ÓSCAR ESQUIVIASESCRITOR BURGALÉSResidente en Madrid“Lo primero que me viene a la mente al hablar deCastilla y León es el extraordinario peso que en ellatiene lo rural, y la importancia fundamental de loartístico y de lo histórico, y también de su paisaje yde su naturaleza. Yo creo que el futuro de la región

debería pasar por fomentar más las comunicacio-nes entre las zonas rurales y las capitales, que sonmuy deficientes; es necesario valorar más los mo-numentos y los paisajes de la región, que es lo querealmente nos distingue y nos diferencia de otrascomunidades. En mi opinión eso no se ha cuidado;con casos como Numancia o todos los campos eóli-cos, a veces se desprecia ese valor del paisaje rural,que a mí me gustaría que se cuidara y se potenciaramás”. Aunque lleva diez años viviendo en Madrid,no tiene la sensación de estar fuera de Castilla y Le-ón. “Primero porque estoy muy cerca, y despuésporque continuamente estoy yendo tanto a Burgoscomo a Valladolid, así que no me siento alejado nisé si tengo una perspectiva de alguien extraño. Mesiento muy involucrado y muy cercano, tanto f ísicacomo mentalmente; mi referencia ‘identitaria’, si sepuede hablar en esos términos, sigue siendo Burgosy por extensión Castilla y León. En Burgos está lacasa de mis padres, mis hermanas, mis amigos…”.

LUIS GARICANONACIDO EN VALLADOLID Y PROFESOR DELA ESCUELA DE NEGOCIOS DE LONDRES“Veo Castilla y León con preocupación. La situacióndemográfica y la estructura económica de la regiónson muy preocupantes a medio plazo. Siento Casti-lla y León con mucho cariño. Mi niñez y juventudtranscurrió en esta tierra, y mi familia y amigos aúnviven en la región. Trato de ir lo más a menudo quepuedo y siempre disfruto con mis hijos, de cuatro ysiete años, de los pinares, los castillos, las ciudades yla deliciosa comida de nuestra región”.

Diez personas vinculadas a Castilla y León, entre los que se encuentran perfiles tandiferentes como el portero del Real Madrid, Iker Casillas, y el jefe de la Oficina Europea deFiscales de la lucha Antifraude (Olaf), Joaquín González-Herrero, explican cómo observanla evolución que ha experimentado la región en los últimos años y cómo la sienten. Entrelas virtudes, destacan su desarrollo económico, la evolución de las infraestructuras y laconsolidación de sectores como el turismo. Si bien, observan que debe avanzar enaspectos como la industrialización y la I+D+i. Explican, por último, los sentimientos queles despierta esta tierra en la que, varios coinciden, aún no existe un sentimiento deComunidad.

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Óscar Esquivias,escritor burgalés

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RAQUEL APARICIOILUSTRADORA Y ARTISTA GRÁFICA. Nació en Ávila y creció en Valladolid. Viveen Barcelona desde hace 14 meses “Castilla y León tiene cosas muy buenas pe-ro quizá para hacernos los modernos a ve-ces se desprecian; en Cataluña, sin embar-go, la modernidad está en volver a lo anti-guo. Habría que mantener los valores ydefender lo nuestro, porque no apreciamostanto lo que tenemos como sucede en otraspartes. Me da mucha rabia que aquí, enBarcelona, hay mucha artesanía y cosas he-chas aquí, por gente de aquí, con materia

prima de aquí y elaboradas de forma artesa-nal, mientras que en Castilla y León tene-mos buenísimos productos pero no los va-loramos lo suficiente. En mi caso, por ejem-plo, cada vez que salgo fuera echo muchode menos el pan que tenemos. Llevo algomenos de año y medio en Barcelona y espe-ro volver pronto, porque me gusta; es mástranquilo y muy manejable, y no es necesa-rio hacer planes con hora y media de ante-lación para poder quedar con alguien. Des-de que estoy fuera habré vuelto allí unascuatro veces, y suelo seguir las noticias deCastilla y León por internet. Mis padres y

hermanos viven en Valladolid y nosotrosnos planteamos regresar para establecernuestra base allí, y luego ir saliendo duranteperiodos más cortos, con más tranquilidad,en función de proyectos laborales que pue-dan surgir”.

JOAQUÍN GONZÁLEZ-HERREROGONZÁLEZSEGOVIANO Y JEFE DE LA OFICINAEUROPEA DE FISCALES DE LA LU-CHA ANTIFRAUDE (OLAF)“La Comunidad de Castilla y León ha dis-frutado en los últimos años de una situa-

Eduardo Valle Antón, vallisoletano yprofesor de primaria en Oslo.

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ción económica muy singular, común a to-da España, que ha dinamizado la economíade manera considerable, y se ha reflejado enun crecimiento muy rápido en varios secto-res, como el de construcción. Es de destacarel beneficio de grandes obras estructurales,en autovías y redes de ferrocarril, configu-rando el nuevo rostro de una Comunidadque en general se ha modernizado de ma-nera notable. Es igualmente destacable eldesarrollo rural. Pienso antes bien que laComunidad Autónoma debe volcarse en lainvestigación, en la tecnología, en las ener-gías alternativas y en el sector de los servi-

cios, en la protección del patrimonio cultu-ral y del medio ambiente. La macro-regiónde que hablamos tiene grandes posibilida-des también en el campo de la universidady de la cultura y el arte. Pero tendrá queaprender a vivir sin el maná que viene defuera, que hasta el cuerno de la abundanciatiene sus límites. No creo, sin embargo, quese haya avanzado gran cosa en el asunto dela identidad. No dejo de recordar que a lossegovianos nos metieron por la fuerza enesta región inventada, Comunidad Autonó-mica de nuevo cuño, horizontal y duorifor-me. Y lo cierto es que 26 años más tarde de

aquella inclusión forzada, y con la oposi-ción de un sector considerable de León, sepueda hablar de una identidad castellana yleonesa que, simplemente, no existe. Y así,se sigue hablando de castellanos y leoneses.Y no puede ser de otro modo”.

SERGIO RABANILLOZAMORANO Y PRESIDENTE DE LA CASA DE CASTILLA Y LEÓN EN CUBA“Desde la institución que presido trabaja-mos para crear el sentimiento castellano yleonés entre los que un día abandonaron la

Luis Garicano,economista vallisoletano

Joaquín González-Herrero, segoviano y jefe de la OficinaEuropea de fiscales de la lucha antifraude (OLAF)

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Comunidad ya que, en la mayoría de los ca-sos, se sienten más de su provincia que de laComunidad Autónoma. Nosotros trabaja-mos por la integración de las nueve provin-cias y por alentar el sentimiento de región.El arduo propósito se ha ido logrando enparte con las visitas que realizaron los pre-sidentes de la Junta de Castilla y León JuanJosé Lucas y Juan Vicente Herrera. Hoy,percibo la Comunidad como una tierra

próspera que en los últimos años ha obteni-do importantes resultados económicos yavances en el arte y la cultura. Nada tieneque ver esa tierra con la de hace 40 años.Reconozco que no es el momento oportunopara retornar por la crisis, pero sí un lugaratractivo para los que quieran buscar unalugar de acogida y una oportunidad laborala corto plazo. Animo a todos aquellos des-cendientes de castellanos y leoneses a retor-nar a sus raíces de origen ya que Castilla yLeón es una tierra llena de oportunidades”.

NÉSTOR CALVOSORIANO Y DIRECTOR DE FOTO-GRAFÍA CINEMATOGRÁFICA“Castilla y León arrastra un déficit culturalimportante y el problema radica en que noexiste un movimiento cultural significativoque ayude a dinamizar el sector. La Comu-nidad no puede compararse culturalmentecon Cataluña o Navarra ya que, estas dosregiones van dos pasos por delante. Ade-

más, son patentes las dificultades que atra-viesan los castellanos y leoneses que quie-ren trabajar en otras comunidades autóno-mas como Andalucía, País Vasco y Catalu-ña, ya que éstas alientan solamente a lossuyos. Las subvenciones las dirigen a losque nacen y viven allí”. A pesar del “letargocultural” que sufre la región, como buennumantino afirma: “Castilla y León es la re-gión más bella del mundo. Sus rincones na-turales y su cultura ancestral la hacen única.Las administraciones tienen que preservarla riqueza natural de los ríos y enclaves na-turales. A pesar de que los castellanos y leo-neses no se identifican con su región, elsentimiento no nacionalista no tiene porqué ser malo”.

EDUARDO VALLE DE ANTÓNVALLISOLETANO Y PROFESOR DEPRIMARIA EN SVARTTJERN, EN OSLO“La Comunidad ha cambiado mucho en 20años. Algunos sectores se han desarrollado

Nestor Calvo,director defotografía

cinematográficasoriano

Ramón Arangüena,periodista palentino

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a niveles de media europeos como porejemplo la sanidad. Del mismo modo, tam-bién la manera de vivir o algunos valoresespirituales del siglo XXI que en nuestraComunidad estuvieron siempre exentos(solidaridad, conciencia de clase, autoesti-ma). Pero paradójicamente otras cuestionesno han cambiado tanto. Es más, se han con-solidado como parte del carácter más seve-ro castellano y leonés. El conservadurismo,la resignación y sobre todo la deshumaniza-ción del individuo. Castilla y León ya no eslo que era. Pero nunca ha dejado de ser loque ha sido. Algunos sectores como el sec-tor agrario han sido en mi pensamiento re-legados a ser el soporte emocional del pro-greso deshumanizado en muchos casos, pe-ro a la vez, una necesidad del progreso a unprecio quizás demasiado alto a pagar. Aquí

la población, a pesar de tener una de laseconomías más sólidas, no ha olvidado dedónde viene”. En cuanto a cómo siente Cas-tilla y León indica: “Emulando a Cela y demanera irónica diría que como no lo voy asentir como un pederasta chino, sino comoun miembro de esta comunidad que sólo haestado un tiempo en otro lugar. Cuando sevive intensamente la pertenencia a dos cul-turas o entornos tan distantes, o no lo so-portas, o por el contrario desarrollas unaidentidad dual con pertenencia a ambos lu-gares sin que ello suponga un conflicto deningún tipo. A mí me encantan muchas co-sas de Castilla y León, de su gente y de suscostumbres. Pero también me disgustanmuchas otras, las detesto y en la medida delo posible intento ignorarlas aunque no sue-ne muy patriota. Lo más positivo reside en

la bondad y el positivismo de la mayoría delas personas”.

IKER CASILLASPORTERO DEL REAL MADRIDVinculado a Navalacruz (Ávila), de dondeprocede su familia “Castilla y León es una Comunidad queconserva valores históricos de nuestro país.Visitar cualquiera de sus provincias suponedescubrir paisajes únicos, monumentos im-presionantes y costumbres que son exclusi-vas nuestras”, asegura para afirmar quesiente la región “como una zona de Españaque uno debe conocer sí o sí”. “En mi caso,si hablo de Navalacruz (Ávila), puedo decirque es mi paraíso. El lugar donde me olvidode todo, donde estoy con mis amigos y don-de disfruto al máximo de cada minuto”.

El presidente dela Asociación deCastellanos yLeoneses enCuba, SergioRabanillo

Iker Casillas,portero del Real

Madrid y de laSelecciónEspañola

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