el portero

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El portero Este cuento trata sobre un hombre común, cuya profesión era la de portero de un bloque de vecinos. Aquel hombre nunca había aprendido a leer ni a escribir y no tenía ninguna otra actividad ni oficio. Había obtenido el puesto de portero porque su padre lo había obtenido antes, y todavía antes, el padre de su padre. Un día, el gerente y responsable del bloque le dijo: –A partir de hoy, además de estar en la puerta, usted se interesará por el estado de los vecinos. Les preguntará cómo se encuentran y si tienen alguna queja respecto al estado de su inmueble, y una vez por semana me presentará un documento escrito con las posibles quejas o reclamaciones. El portero se estremeció, nunca le había faltado disposición para el trabajo, pero... –Me encantaría satisfacerlo, señor –balbuceó–. Pero yo... yo no sé leer ni escribir. –¡Vaya! ¡Cuánto lo siento! Como usted comprenderá, yo no puedo esperar hasta que aprenda a escribir, por lo tanto... –Pero señor, ¡no me puede despedir! He trabajado aquí toda mi vida, y también trabajaron mi padre y mi abuelo.

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Actividad de emprendimiento

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El porteroEste cuento trata sobre un hombre comn, cuya profesin era la de portero de un bloque de vecinos.Aquel hombre nunca haba aprendido a leer ni a escribir y no tena ninguna otra actividad ni oficio. Haba obtenido el puesto de portero porque su padre lo haba obtenido antes, y todava antes, el padre de su padre. Un da, el gerente y responsable del bloque le dijo:A partir de hoy, adems de estar en la puerta, usted se interesar por el estado de los vecinos. Les preguntar cmo se encuentran y si tienen alguna queja respecto al estado de su inmueble, y una vez por semana me presentar un documento escrito con las posibles quejas o reclamaciones.El portero se estremeci, nunca le haba faltado disposicin para el trabajo, pero...Me encantara satisfacerlo, seor balbuce. Pero yo... yo no s leer ni escribir.Vaya! Cunto lo siento! Como usted comprender, yo no puedo esperar hasta que aprenda a escribir, por lo tanto...Pero seor, no me puede despedir! He trabajado aqu toda mi vida, y tambin trabajaron mi padre y mi abuelo.Sin embargo, el gerente no le dej terminar:Mire, yo le comprendo, pero as estn las cosas. Le vamos a dar una indemnizacin, una cantidad de dinero para que pueda ir haciendo hasta que encuentre otra cosa. Lo siento, y que tenga mucha suerte le dijo y, sin ms, se dio la vuelta y se fue.Entonces aquel pobre hombre sinti que el mundo se derrumbaba. Sin embargo, record que a veces a los vecinos se les haba roto una estantera o un grifo y l, con un martillo y unos clavos, se las ingeniaba para hacer un arreglo sencillo y provisional. Pens que sta podra ser una ocupacin transitoria hasta que alguien le ofreciera un nuevo trabajo.El hombre decidi comprar una caja de herramientas completa con el dinero que haba recibido. Se inform y descubri que en su pueblo no haba ninguna ferretera, y que la ms cercana quedaba en otro pueblo, a dos das de viaje en mula. Qu ms da? Pens, y emprendi la marcha. A su regreso, cuando apenas haba terminado de quitarse las botas, un amigo llam a la puerta de su casa.Vengo a preguntarte si no tendras un martillo para prestarme dijo el amigo.Mira, s, lo acabo de comprar pero lo necesito para trabajar contest el antiguo portero.Yo te lo devolvera maana bien temprano. En ese caso claro, supongo que podra dejrtelo.A la maana siguiente, y tal como haba prometido, el amigo volvi a llamar a su puerta.Mira, yo todava necesito el martillo. Por qu no me lo vendes?No puedo vendrtelo, lo necesito para trabajar y, adems, la ferretera est a dos das de camino en mula.Hagamos un trato dijo el amigo, yo te pagar los dos das de ida y los dos das de vuelta ms el precio del martillo, qu te parece?Realmente, esto le daba trabajo para cuatro das, as que acept. Volvi a montar en su mula y, al regreso, otro amigo lo esperaba en la puerta de su casa.Hola, amigo. Fuiste t quin vendi un martillo hace unos das? Necesito unas cuantas herramientas y estoy dispuesto a pagarte tus cuatro das de viaje y una pequea ganancia por cada herramienta. Ya sabes, no todos podemos disponer de cuatro das para llevar a cabo compras de este tipo.Fue as que el exportero arriesg el poco dinero de la indemnizacin que le quedaba en su prximo viaje y adquiri ms herramientas que las que haba vendido. La voz de que ofreca herramientas empez a extenderse, y muchos acudieron a l para evitarse el viaje al pueblo de al lado. El hombre pronto tuvo el dinero suficiente para montar su propia ferretera. Ya no viajaba, sino que de la ferretera del pueblo vecino le enviaban sus pedidos.Un da se le ocurri que su amigo, el tornero, podra fabricar para l las cabezas de los martillos. Y luego, por qu no, las tenazas, las pinzas y los cinceles. Y luego tambin fueron los clavos y los tornillos.En el periodo aproximado de diez aos, aquel hombre se transform con honestidad y trabajo en un gran fabricante de herramientas y en el empresario ms poderoso de la regin. Tan poderoso era que un ao, coincidiendo con la fecha de inicio de las clases, decidi donar a su pueblo el dinero necesario para construir una escuela, donde se enseara a los nios a leer y a escribir.En la inauguracin del nuevo edificio, el alcalde entreg al antiguo portero las llaves de la ciudad y le dijo:Con gran orgullo y gratitud le pedimos que nos conceda el honor de poner su firma en la primera hoja del libro de actas de la nueva escuela.El honor sera para m dijo el hombre, nada me gustara ms que firmar, pero no s leer ni escribir.Usted? dijo el alcalde, que no alcanzaba a creerlo. Usted no sabe leer ni escribir? Construy un imperio industrial sin saber leer ni escribir? Estoy asombrado. Me pregunto qu hubiera hecho si hubiera sabido.Yo se lo puedo decir respondi el hombre con calma, si hubiera sabido leer y escribir... sera un simple portero!