el plan de redención para israel en el galut

54
[email protected] • profeciasmesianicas.com 1 El plan de redención para Israel en el Galut Una perspectiva judío mesiánica sobre la obra del Mesías Moisés Ruiz [email protected] • profeciasmesianicas.com • בית הבריתDocumento de distribución libre. La Restauración de Israel es un tema crucial para poder comprender la profecía bíblica y los designios de Yahvéh para el pueblo de Israel y las naciones del mundo. Este tema es una de las bases y premisas más fundamentales que debe conocer cualquier persona que esté en búsqueda de la verdad en las Escrituras. La piedra fundamental sobre la que se desarrolla el tema de la Restauración de Israel, se encuentra en el libro de Bereshit/Génesis con Abraham avinu, cuando leemos que Yahvéh hace una promesa con él, como leemos en el capítulo 13, versículos 14 y 15. “Y Yahvéh dijo a Abram, después que Lot se había ido de su lado: “Mira por todo alrededor de ti desde donde estás, al norte, al sur, al este y al oeste. Toda la tierra que ves Yo la daré a ti y a tu descendencia para siempre […]””. Podemos ver que Yahvéh hace una promesa a Abram de que multiplicaría la semilla de su propio cuerpo o su esperma, y que su futura descendencia heredaría la Tierra de Israel para siempre. En el momento preciso de la promesa Abram se encontraba en Israel. Más adelante, en el versículo 16 de Bereshit/Génesis 13, leemos: “[…] y Yo haré tu descendencia] tan numerosa como la arena en la tierra – que si una persona puede contar la arena en la tierra, entonces tu descendencia puede ser contada.” Es así, que antes de que Yahvéh cumpliera su promesa a Abram avinu, ya le había sido dicho que sería tan grande su descendencia, que sería imposible que fuera contada. La comparación de su descendencia con la arena de la tierra nos permite divisar la firme promesa de Yahvéh hecha a Abram, y es que sabemos que el hombre es humanamente incapaz de hacer un conteo de la arena de toda la Tierra. Esta promesa vemos que es literal y por ello, no necesita mayores explicaciones o interpretaciones que la distorsionen de su sentido real. Abram mismo comprendió el sentido literal de la promesa, lo veremos más adelante. En Bereshit/Génesis 15:1, podemos ver a Yahvéh animando a Abram a cumplir su decreto de salir de su tierra y de la casa de su padre cuando en los versículos 2 y 3 Abram le objeta a Yahvéh que no le ha dado hijos aún y que será Eliezer, su siervo, quien terminaría heredando todas sus posesiones, así también, su promesa de multiplicación física. No obstante, en el versículo 16, vemos que Yahvéh le confirma que será un descendiente físico de su propio cuerpo quien terminará heredándole. “Pero la palabra de Yahvéh vino a él: "Este hombre no será tu heredero. No, tu heredero será un hijo de tu propio cuerpo."” Además, podemos ver en el versículo 5 que Yahvéh saca a Abram de su tienda y le pide que vea el firmamento y vuelve a confirmar Su promesa, en esta ocasión, comparándola con las estrellas del cielo.

Upload: luz-verdadera

Post on 09-Jul-2015

1.815 views

Category:

Spiritual


1 download

TRANSCRIPT

Page 1: El plan de redención para israel en el galut

[email protected] • profeciasmesianicas.com

1

El plan de redención para Israel en el Galut Una perspectiva judío mesiánica sobre la obra del Mesías

Moisés Ruiz

[email protected] • profeciasmesianicas.com • הברית בית Documento de distribución libre.

La Restauración de Israel es un tema crucial para poder comprender la profecía bíblica y los designios de Yahvéh para el pueblo de Israel y las naciones del mundo. Este tema es una de las bases y premisas más fundamentales que debe conocer cualquier persona que esté en búsqueda de la verdad en las Escrituras. La piedra fundamental sobre la que se desarrolla el tema de la Restauración de Israel, se encuentra en el libro de Bereshit/Génesis con Abraham avinu, cuando leemos que Yahvéh hace una promesa con él, como leemos en el capítulo 13, versículos 14 y 15.

“Y Yahvéh dijo a Abram, después que Lot se había ido de su lado: “Mira por todo alrededor de ti desde donde estás, al norte, al sur, al este y al oeste. Toda la tierra que ves Yo la daré a ti y a tu descendencia para siempre […]””.

Podemos ver que Yahvéh hace una promesa a Abram de que multiplicaría la semilla de su propio cuerpo o su esperma, y que su futura descendencia heredaría la Tierra de Israel para siempre. En el momento preciso de la promesa Abram se encontraba en Israel. Más adelante, en el versículo 16 de Bereshit/Génesis 13, leemos:

“[…] y Yo haré tu descendencia] tan numerosa como la arena en la tierra – que si una persona puede contar la arena en la tierra, entonces tu descendencia puede ser contada.”

Es así, que antes de que Yahvéh cumpliera su promesa a Abram avinu, ya le había sido dicho que sería tan grande su descendencia, que sería imposible que fuera contada. La comparación de su descendencia con la arena de la tierra nos permite divisar la firme promesa de Yahvéh hecha a Abram, y es que sabemos que el hombre es humanamente incapaz de hacer un conteo de la arena de toda la Tierra. Esta promesa vemos que es literal y por ello, no necesita mayores explicaciones o interpretaciones que la distorsionen de su sentido real. Abram mismo comprendió el sentido literal de la promesa, lo veremos más adelante. En Bereshit/Génesis 15:1, podemos ver a Yahvéh animando a Abram a cumplir su decreto de salir de su tierra y de la casa de su padre cuando en los versículos 2 y 3 Abram le objeta a Yahvéh que no le ha dado hijos aún y que será Eliezer, su siervo, quien terminaría heredando todas sus posesiones, así también, su promesa de multiplicación física. No obstante, en el versículo 16, vemos que Yahvéh le confirma que será un descendiente físico de su propio cuerpo quien terminará heredándole.

“Pero la palabra de Yahvéh vino a él: "Este hombre no será tu heredero. No, tu heredero será un hijo de tu propio cuerpo."”

Además, podemos ver en el versículo 5 que Yahvéh saca a Abram de su tienda y le pide que vea el firmamento y vuelve a confirmar Su promesa, en esta ocasión, comparándola con las estrellas del cielo.

Page 2: El plan de redención para israel en el galut

[email protected] • profeciasmesianicas.com

2

“Entonces Él lo llevó afuera, y le dijo: "Mira al firmamento, y cuenta las estrellas – ¡si tú las puedes contar! ¡Tú descendencia será tan numerosa!"”

Comprobamos entonces que es por medio de un hijo físico de Abram avinu que la promesa vendría a ser hecha realidad y que esta misma descendencia heredaría la Tierra de Israel. De ningún modo se podría considerar a Eliezer, siervo de Abram, como un posible candidato a llenar la promesa de Yahvéh. Y sabemos, además, que quien llegara a ser el hijo de la promesa, sería por voluntad divina de Yahvéh sobre la vida de Abram; descartando así, el futuro ofrecimiento de Sara, mujer de Abram. La descendencia del Patriarca sería tan grande, que fue comparada con las estrellas del cielo, dejando así de lado cualquier esperanza de poder definir con una muestra o un censo, quienes serían efectivamente, los hijos de Abram. No habría manera de saberlo por ningún medio humano. Tan es así, que podemos estar seguros que solamente Yahvéh lo sabe bien y que aún, con los medios de la astronomía actual, apenas se puede hacer un estimado de las estrellas del cielo, y esos cálculos son muy reservados. Tenemos entonces una sola promesa hecha a Abram y sabemos que quien llegara a ser esa descendencia prometida, tendría que ser en cantidad, como la arena de la tierra y como las estrellas del cielo. Vemos que Abram le creyó a Yahvéh Su promesa en el versículo 6, y fue considerado justificado delante de Él.

“Abram creyó en La Palabra de Yahvéh, y Él se lo acreditó a como justificación.” El hecho que se pretenda encontrar otro sentido o significado a la promesa de Yahvéh a Abram, sería dudar de la promesa hecha y hacer lo contrario a lo que el Patriarca hizo. Es una promesa de multiplicación de su semen literal y como tal debemos entenderla. Más adelante en el relato de Bereshit/Génesis, en el capítulo 16, vemos un ofrecimiento de Sara a Abram de llegarse a su sierva Hagar para que ésta le diera hijos. De esa relación de Abram con Hagar nació Ismael/Ismael, primer hijo físico del Patriarca, lo podemos ver en el versículo 15:

“Hagar dio a luz para Abram un hijo, y Abram llamó al hijo el cual Hagar había dado a luz Ismael [Elohim oirá].”

Hay que notar que aunque la voluntad divina accedió al nacimiento de Ismael, no se le puede considerar como el hijo de la promesa, dado que Sara era la esposa de Abram y no Hagar. Es decir, la promesa vendría a ser hecha por medio de un hijo de Abram con Sara; de ahí parte la promesa, y es que sabemos que Sara era infértil, como leemos en Bereshit/Génesis 16:2, dice:

“[…] así que Sara dijo a Abram: "Mira, Yahvéh no me ha permitido tener hijos; ve y duerme con mi esclava. Quizá yo podré tener hijos por medio de ella." Abram escuchó lo que Sara dijo.”

Tiempo después, Yahvéh habla de nuevo con Abram, cuando éste tenía 99 años de edad, y le dice que sería padre de muchas naciones o hamón goyím. Lo cual implica multitud de pueblos saldrían del Patriarca. Leemos en Bereshit/Génesis 17:4, lo siguiente:

“En cuanto a mí, este es mi Pacto contigo: tú serás el padre de muchas naciones.”

Page 3: El plan de redención para israel en el galut

[email protected] • profeciasmesianicas.com

3

Ahora bien, en el hebreo, la misma cita dice: “Aní hiné berití itáj vehayíta leáb hamón goyím.” El término hamón goyím, hace referencia a una multitud de naciones. En el pensamiento judío es usualmente dicho con respecto a las naciones extranjeras o gentiles la palabra gentiles, pero aquí vemos que también se la utiliza para referirse a la descendencia de Abram, y podemos con ello, contemplar el plan divino de Yahvéh. Además, esta misma promesa no vendría sino por medio de un cambio de nombre al Patriarca, es decir, el nombre que tendría sería Abraham y no Abram. A partir de éste punto podemos dilucidar los tintes de majestad de la promesa de Yahvéh. De tal manera, que en los versos siguientes, podemos ver que muchas naciones vendrían por medio de Abraham, así como reyes de la nación y el futuro Rey de Israel, es decir, el Mesías. Leamos Bereshit/Génesis 17:5-6, dice:

“Tu nombre ya no será Abram [padre exaltado], sino tu nombre será Abraham [padre de muchos], porque Yo te he hecho padre de muchas naciones. Yo te causaré ser muy fructífero. Yo haré naciones de ti, reyes descenderán de ti.”

Posteriormente, en el versículo 7, leemos que Yahvéh establece Su pacto no solamente entre Abraham y Yahvéh mismo, sino que también con su descendencia para siempre con el respecto der ser Elohim para ellos y nunca abandonarlos, dice:

“Yo estoy estableciendo mi Pacto entre Mi Palabra y tú, junto con tu descendencia después de ti, generación por generación, como Pacto perpetuo, de ser Elohim para ti y tu descendencia después de ti.”

En otras palabras, la descendencia de Abraham tenía asegurado que Yahvéh seria Elohim para ellos por todas sus generaciones, no importando quienes llegaran a ser posteriormente o donde se encontraran. Esta una promesa incondicional. Después del nacimiento de Ismael, tenemos en el libro de Bereshit/Génesis 17:19 que Yahvéh le menciona a Abraham quien será el hijo de la promesa que le había hecho, leamos:

“Elohim respondió: "No, pero Sara tu esposa te dará a luz un hijo, y tú lo llamarás Isaac [risa]. Yo estableceré mi Pacto con él como Pacto perpetuo para su descendencia después de él.”

Vemos también, una confirmación de la promesa hecha a Abraham después que éste pasara la prueba de la atadura de Isaac, como leemos en el versículo 22 de Bereshit/Génesis 17, dice:

“Yo en verdad bendiciendo te bendeciré; y Yo en verdad multiplicando te multiplicaré tu descendencia a tantos como hay estrellas en el firmamento o granos de arena en la costa del mar. Tu descendencia poseerá las ciudades de sus enemigos.”

Y hace además, una promesa asombrosa, mencionando en el versículo 18, que de su propia descendencia, misma que llenaría prácticamente toda la Tierra, vendría uno por medio del cual todas las naciones de la Tierra, o gentiles, serán bendecidos, y éste no es otro, sino el Mesías.

Page 4: El plan de redención para israel en el galut

[email protected] • profeciasmesianicas.com

4

“[…] y por tu descendencia todas las naciones de la tierra serán benditas – porque tú obedeciste mi orden.”

Posteriormente, y tras Abraham buscar esposa para Isaac, encuentra por medio del Ruaj HaKodesh, o espíritu de santidad, a Rebeca, por quien su familia eleva una bendición al cielo profetizando que ella misma sería el medio por el cual la promesa de Yahvéh de multiplicación de la descendencia de Abraham se llevaría a cabo, leamos Bereshit/Génesis 22:60, dice:

“Ellos bendijeron a Rebeca con estas palabras: "Nuestra hermana, que tú seas la madre de millones, y que tu descendencia posea las ciudades de aquellos que los odian.”

Continuando con el relato de Bereshit/Génesis, tenemos que el capítulo 26, versículo 4 que Yahvéh ratifica su promesa en Isaac, y aún lo vemos desde el versículo 3:

“Quédate en esta tierra, y Yo estaré contigo y te bendeciré, porque Yo daré todas estas tierras a ti y a tu descendencia. Yo cumpliré mi juramento que hice a Abraham tu padre – Yo haré tu descendencia tan numerosa como las estrellas en el firmamento, Yo daré todas estas tierras a tu descendencia, y por tu descendencia todas las naciones de la tierra se bendecirán a sí.”

Sabemos pues, y confirmado por la cita anterior, que no será por medio de un gentil como Eliezer o por medio de un hijo de un deseo humano, como Ismael, que Yahvéh traería a cumplimiento su promesa de multiplicación del esperma de Abraham, sino que sería por medio de Isaac. Ahora bien, ¿la promesa que Yahvéh haría con Isaac no es similar a la que hizo con Abraham? En efecto que lo es. La promesa pasaría entonces de Abraham a Isaac, su hijo, y sabemos por medio del Brit Hadashah/Pacto Renovado, que, efectivamente, Isaac es el hijo de la promesa, leamos el libro de Galutyah/Gálatas 4:28, dice:

“Ustedes, hermanos, como Isaac, son los hijos a los que se refiere la promesa de Yahvéh.” De tal modo, tenemos después a Isaac bendiciendo a uno de sus dos hijos, es decir, a Jacob, en donde le dice que su descendencia sería multiplicada en gran forma y que formaría una asamblea de naciones o comunidad de pueblos, leemos esto en Bereshit/Génesis 28:3, dice:

“Que El [Todopoderoso] Shaddai te bendiga, te haga fructífero y multiplique tu descendencia, hasta que se hagan una total asamblea de naciones [gentiles].”

Y, en el versículo 4, tenemos una asombrosa declaración, al concederle Isaac a Jacob, la bendición de su padre Abraham, leemos:

“Y que Él te dé la bendición la cual dio a Abraham, a ti y a tu descendencia contigo, para que así poseas la tierra por la cual viajarás, la Tierra que Elohim dio a Abraham.”

En otras palabras, podemos ver un poco más del plan divino de Yahvéh para llenar la tierra por completo y para ser Elohim en todas las naciones, ya que vemos ahora que la promesa lleva el siguiente cauce: Abraham, Isaac y Jacob. La promesa hecha a Abraham fue una sola, pero tiene dos vertientes, que son las siguientes. La primera es que por medio de su descendencia, todas las naciones o gentiles, podrían ser bendecidos,

Page 5: El plan de redención para israel en el galut

[email protected] • profeciasmesianicas.com

5

y la segunda, es una promesa de multiplicación extremadamente abundante, ya que Yahvéh mismo la comparó con la arena de la tierra y las estrellas del cielo. Teniendo entonces Jacob la concesión de la promesa hecha a Abraham avinu, podemos ver en Bereshit/Génesis 28:13 en el sueño de la “Escalera de Jacob”, que Yahvéh se le aparece en un encuentro y le afirma la promesa que su padre Isaac le dio:

“Entonces de repente Yahvéh estaba parado allí junto a él; y Él dijo: "Yo soy Yahvéh el Elohim de Abraham tu padre [abuelo] y el Elohim de Isaac. No temas, la Tierra sobre la cual estás acostado Yo la daré a ti y a tu descendencia.”

Y, sorpresivamente, en el versículo 14, tenemos que esa misma descendencia de Jacob, sería de alguna manera llevada a los cuatro puntos cardinales de toda la Tierra.

“Tu descendencia será tan numerosa como los granos de arena en la tierra. Te expandirás hacia el oeste y hacia el este, hacia el norte y hacia el sur. Por ti y tu descendencia todas las tribus de la tierra serán bendecidas.”

En otras palabras, el hogar de los hijos de Jacob sería en la Tierra de Israel, pero llegaría hasta los confines del mundo por el plan divino. No obstante, su residencia permanente, como está estipulado en la promesa, es en Israel. Vemos en Bereshit/Génesis 35:10, que de la misma forma en que Yahvéh hizo con Abraham, ahora hace con Jacob al cambiarle el nombre. Este cambio de nombre responde a un cambio de propósito, como leemos a continuación:

“Elohim le dijo: "Tu nombre es Jacob, pero ya no te llamarás Jacob; tu nombre será Israel." Así que Él le puso por nombre Israel.”

Es decir, será con el nombre de Israel que el Patriarca vendría a ser el medio por el cual Yahvéh establecería, no solo a una nación, sino a una multitud de naciones. Esta nación en curso sería Israel y la multitud de naciones serían los gentiles, leamos Bereshit/Génesis 35:11, dice:

“Además, Elohim le dijo: "Yo soy El [Todopoderoso] Shaddai. Sé fructífero y multiplícate. Naciones, ciertamente una asamblea de naciones saldrá de ti; reyes descenderán de ti.”

Y con respecto a la tierra de Israel, se dice en el versículo 12:

“Además, la tierra que Yo le di a Abraham y a Isaac Yo te la he dado a ti, y será para ti y para tu descendencia después de ti que Yo daré esta tierra.”

El curso de la promesa ya es visible entonces, y tenemos en Bereshit/Génesis 35:23 al 26, que es como Israel que el Patriarca engendra doce hijos, los cuales después vendrían a ser considerados las Doce Tribus de Israel, leamos:

“Los hijos de Lea fueron Rubén el primogénito de Jacob, Simeón, Levi, Judá, Isacar y Zebulón. Los hijos de Raquel fueron José y Benjamín. Los hijos de Bilhah la esclava de Raquel fueron Dan y Neftalí. Y los hijos de Zilpa la esclava de Lea fueron Gad y Aser. Estos fueron los hijos de Jacob, nacidos a él en Paddan-Aram.”

Page 6: El plan de redención para israel en el galut

[email protected] • profeciasmesianicas.com

6

Conforma avanza el relato de Bereshit/Génesis, tenemos que después de José ser vendido y de convertirse en el segundo al mando de la nación egipcia, y tras el hambre profetizada, que el Patriarca Israel está por morir en la tierra de Gosén, en Egipto/Egipto. José se entera de la salud de su padre y lleva a sus dos hijos que le nacieron en Egipto para que su padre los bendiga, como se lee en Bereshit/Génesis 48:1, dice:

“Un tiempo después alguien le dijo a José que su padre estaba enfermo. Él tomó con él sus dos hijos, Manasés y Efraín, y vino a Jacob.”

Es entonces que el Patriarca le menciona a José la promesa que Yahvéh le había hecho y le dice lo siguiente en el capítulo 48, versículos 3 y 4, leemos:

“Jacob le dijo a José: "El [Todopoderoso] Shaddai se me apareció en Luz en la tierra de Canaán, y me bendijo, diciéndome: 'Yo te haré fructífero y numeroso. Yo te haré multitud de naciones; y Yo daré esta tierra a tu descendencia para que la posean para siempre.'”

Inmediatamente después de José conocer la promesa hecha a sus padres, Israel adopta como hijos suyos tanto a Manasés como a Efraín, leemos de éste suceso en Bereshit/Génesis 48:5, dice:

“Ahora tus dos hijos, que te nacieron en la tierra de Egipto antes de que yo viniera a ti en Egipto, son míos; Efraín y Manasés serán tan míos como Rubén y Simeón lo son.”

Es así, que tenemos que después de haberlos adoptado, podemos ver que Israel profetiza sobre ellos, en el versículo 16, que su nombre, Israel, sea llamado en ellos:

“El ángel que me redimió a mí de todo mal, él bendiga a los jóvenes y que sea llamado en ellos mi nombre y el nombre de mis padres, Abraham e Isaac […]”

De tal forma lo dispuso Yahvéh por medio del patriarca Israel, que sus ahora hijos, ¡podrían ser llamados Israel también! Vemos enseguida, en ese mismo versículo, que profetiza que ellos, tanto Manasés como Efraín, lleguen a multiplicarse tan abundantemente como los peces en la Tierra. Continuamos con el relato del versículo, dice:

“[…] y que se multipliquen (como los peces) abundantemente dentro (en medio) de la Tierra.”

Ahora bien, en el texto original, es decir, en el hebreo, leemos:

“Veyidgú larób bequéreb haáretz.” Este término, veyidgú larób, quiere decir: que proliferen o se multipliquen como peces. En otras palabras, la descendencia de José, de quien su nombre quiere decir, aumento, sería igualmente tan vasta como los peces del mar. Aquí es donde podemos ver un destello mucho más claro de las palabras del Mesías Yeshua donde nos dice que él nos haría pescadores de hombres. Leamos entonces Mattiyahu/Mateo 4:19, dice:

“Yeshua les dijo: "¡Síganme, y los haré pescadores de hombres!"”

Page 7: El plan de redención para israel en el galut

[email protected] • profeciasmesianicas.com

7

Y aún, el libro de Yirmeyahu/Jeremías 16:16, está en armonía con ello. Esta misma cita tiene un doble significado, uno sería para llevarlos cautivos a Babilonia y el otro, para ser redimidos de la misma forma en la que fueron puestos en la cautividad.

“"¡Contempla!" Yahvéh dice: "Mandaré a buscar muchos pescadores, y ellos los pescarán.”

Vemos que José coloca a sus hijos delante de él de forma de que su primogénito, Manasés, quedará frente al brazo derecho de Israel y que Efraín estuviera al izquierdo, leemos en el versículo 13 de Bereshit/Génesis 48, dice:

“Y José los tomó a ambos, Efraín en su mano derecha hacia la mano izquierda de Israel y Manasés en su mano izquierda hacia la mano derecha de Israel, y los trajo cerca de él.”

El propósito de José era que el Patriarca descansara su mano derecha sobre Manasés y no sobre Efraín para recibir la bendición. No obstante, leemos en el versículo siguiente, que Israel cruza las manos, dirigido por el Ruaj HaKodesh y coloca su mano derecha sobre Efraín, quien estaba a su lado izquierdo.

“Pero Israel extendió su mano derecha y la puso sobre la cabeza del más joven, Efraín, y puso su mano izquierda en la cabeza de Manasés – él intencionalmente cruzó sus manos, aun siendo Manasés el primogénito.”

Enseguida, al José percatarse de ello, le quita la mano a su padre de Efraín para ponerla en Manasés, como usualmente tendría que pasar, dado que era el hijo mayor, leemos esto en el versículo 17:

“Cuando José vio que su padre estaba poniendo su mano derecha sobre la cabeza de Efraín no le complació, y levantó la mano de su padre para quitarla de la cabeza de Efraín y ponerla en la cabeza de Manasés.”

Sin embargo, a pesar del ruego de José, su padre Israel se niega rotundamente en el versículo 19 y le afirma que él bien sabe lo que está haciendo y llegamos entonces a uno de los puntos más críticos de la historia de la nación hebrea y con un sentido profético asombroso, y es que al declarar Israel que Manasés será un pueblo grande, su hermano menor, Efraín, sería mayor que él y que además, declara que sería por medio de la descendencia de Efraín que llegaría el meló-hagoyím:

“Pero su padre rehusó, y dijo: "Yo sé eso, hijo mío, yo lo sé. Él también se hará un pueblo, y él también será grande; no obstante su hermano menor será mayor que él, y su descendencia formará multitud de naciones.”

El término hebreo para meló-hagoyím, quiere decir lo siguiente: “llenar plenamente a las naciones.” Lo cual nos trae mucha más claridad en el contexto profético. Recordemos que en el pensamiento hebreo se le denomina a otras naciones como gentiles o bien, como gentiles. Este mismo término podría ser llamado también como plenitud de los gentiles. En otras palabras, tenemos que lo que fue prometido a Abraham, Isaac y Jacob, de que su descendencia llegaría a expandirse por toda la Tierra y llenarla, vendría a cumplimiento por medio de Efraín.

Page 8: El plan de redención para israel en el galut

[email protected] • profeciasmesianicas.com

8

Ahora bien, Shaúl/Pablo, nos explica en el libro de Romanos esta verdad que el Patriarca ya había divisado proféticamente al referirse a la descendencia de Efraín como el meló-hagoyím. Podemos comprenderlo al leer el versículo 25:

“Pues, hermanos, quiero que ustedes entiendan esta verdad que Yahvéh había antes ocultado, y ahora la ha revelado, para que no se imaginen que saben más de lo que en verdad saben. Es el endurecimiento, que a tal grado ha caído sobre Israel hasta que el mundo Gentil haya entrado en la totalidad […]”

Shaúl/Pablo, sabía que estos gentiles eran parte de la promesa hecha a los Patriarcas y que no estaban excluidos de los planes divinos de Yahvéh, y es que de esta misma forma que todo Israel será salvado, leamos el versículo 26:

“[…] y así será que de esta manera, todo Israel será salvo […]” Después de la bendición, lo que tenemos, en otras palabras, es que el Patriarca Israel colocó a Efraín en la posición de Rubén, que era su primogénito, y a Manasés en el lugar de Simeón. Esta acción que tomó Israel queda confirmada en el libro de Yirmeyahu/Jeremías 31:9, donde se afirma:

“[…] Porque Yo soy un Padre para Israel, y Efraín es mi primogénito.” Entonces, ¡Efraín viene a ser el primogénito por sobre todas las demás tribus de Israel! Ahora bien, cuando Israel bendice a sus demás hijos, declara sobre Judá que todos sus hermanos lo reconocerán, que el gobierno recaería sobre él y que un regidor nunca faltaría de su descendencia en Israel, lo podemos leer en Bereshit/Génesis 49:8 y 10, donde se nos dice:

“Judá, tus hermanos te reconocerán […]” Y también,

“No se apartará la vara (del reinado) de Judá ni el legislado (presidentes de Israel) de entre sus pies […]”

A pesar de que Israel le dio la primogenitura a Efraín, debemos considerar lo siguiente. Se entiende que el hijo primogénito tiene una mayor importancia por sobre el resto de sus hermanos, como lo es en la herencia, en los privilegios y las obligaciones que ésta conlleva y podemos ver cuán apreciada era al Isaac bendecir a Jacob por sobre su hermano Esaú. Además, en ausencia del padre debido a su muerte, el hijo primogénito tiene el derecho y la obligación de gobernar la casa y dirigirla, por lo que ese derecho mismo recaía sobre Efraín e impactaba directamente a las demás tribus de Israel. Lo que tenemos entonces es lo siguiente, que cuando Israel le dio a Efraín la primogenitura, se la dio con una reservación mayor, como vimos en Bereshit/Génesis 49: 8 y 10, donde leemos que a Judá le fue dada la preeminencia o derecho para gobernar sobre las demás tribus de Israel. Es decir, Efraín es el primogénito para todas las tribus, pero, ¡no tiene el derecho de reinar sobre Israel, ya que éste privilegio lo tiene Judá!

Page 9: El plan de redención para israel en el galut

[email protected] • profeciasmesianicas.com

9

Pareciera que la primogenitura fue repartida entre dos hermanos, y en verdad lo fue. Efraín tiene un título sin autoridad y Judá tiene la preeminencia sobre ellos y el derecho a reinar. Una cosa tenemos por cierta, y es que las tribus de Israel se someterían a la autoridad de Judá y no a la de Efraín, y por otro lado, tenemos que la descendencia de Efraín llegaría a ser el meló-hagoyím o la plenitud de los gentiles por medio del cual, se llevaría a cabo el cumplimiento de la promesa de multiplicación física hecha a Abraham. De suma importancia es también el conocer que no es sino por medio de Shilóh que la descendencia de Efraín, meló-hagoyím, o futuros gentiles, sería reunida de nueva cuenta en la Asamblea de Israel, como leemos al término del versículo 10, dice:

“[…] hasta que llegue Shilóh (Mesías) y a él se reunirán (someterán) (todos los) pueblos.” Es así, que la primera ocasión en la que se hace referencia a la “casa de Jacob,” es en el libro de Shemot/Éxodo capítulo 19, versículo 3, donde expresamente se refiere Yahvéh con éste término a las Doce Tribus de Israel, leamos:

“Moshe subió a Elohim, y Yahvéh lo llamó desde la montaña: "Aquí está lo que dirás a la casa de Jacob […]”

Es decir, se le conoce como “casa de Jacob” a todos los descendientes de los doce hijos del Patriarca, tribu por tribu, hombre por hombre, a quienes el relato de Shemot/Éxodo, nos enseña que Moshe/Moisés sacó de Egipto/Egipto con el propósito de que recibieran la Torá en el monte Sinaí. La encomienda de Yahvéh para toda la casa de Jacob era la siguiente, podemos leerlo en los versículos 5 y 6 del libro de Shemot/Éxodo, y aún más adelante, dice:

“Ahora, si ustedes prestan cuidadosa atención a lo que Yo digo y guardan mi Pacto, entonces ustedes serán mi propio tesoro de entre todos los pueblos, porque toda la tierra es mía; y ustedes serán un reino de sacerdotes para mí, una nación apartada.”

En otras palabras, Yahvéh estaba preparando no solo a los ancianos del pueblo, sino a toda la casa de Jacob para que recibieran su Pacto, y mucho antes de escucharlo siquiera, se nos enseña que toda la casa de Jacob aceptó que lo que Yahvéh estaba por decirles, leamos el versículo 8:

“Todo el pueblo respondió como uno: "Todo lo que Yahvéh ha dicho, nosotros haremos." Moshe reportó las palabras del pueblo a Yahvéh.”

De tal forma que al tercer día, Moshe/Moisés saca al pueblo para que reciban a Elohim y a Su Pacto, es decir; Su Torá. Truenos, relámpagos, una nube espesa, fuego y un muy gran sonido del shofar acompañaron a este majestuoso evento. Tenemos entonces que Yahvéh se estaba manifestando a todas las Tribus de Israel y les estaba dando todos sus preceptos y toda su enseñanza, como leemos en los versículos 16 al 19, y versículo 22, dice:

“En la mañana del tercer día, hubo truenos, relámpagos y una nube espesa sobre la montaña. Entonces un shofar sonó tan altamente que toda la gente en el campamento tembló. Moshe sacó al pueblo fuera del campamento para recibir a Elohim; ellos se pararon cerca de la base de la montaña. El Monte Sinaí se envolvió en humo, porque Yahvéh descendió sobre él en fuego – su humo subió como humo de un horno, y toda la montaña

Page 10: El plan de redención para israel en el galut

[email protected] • profeciasmesianicas.com

10

se estremeció violentamente. Según el sonido del shofar se hacía más y más alto, Moshe habló; y Elohim le respondió con una voz.”

Y también:

“Yahvéh dijo a Moshe: "Aquí está lo que dirás a la casa de Jacob y reportarás a los hijos de Israel: 'Ustedes mismos han visto que Yo hablé con ustedes desde el cielo.”

En los capítulos siguientes de Shemot/Éxodo podemos ver todas las enseñanzas que Yahvéh le dio a Moshe/Moisés para toda la casa de Jacob. No solamente son las Diez Palabras/Diez mandamientos, como podemos leer en Shemot/Éxodo 21:1, donde dice:

“Estas son las ordenanzas que tú pondrás delante de ellos […]” Estas mismas ordenanzas y enseñanzas son la Torá y como sabemos, todo Jacob o la casa de Jacob esta supuesta a obedecer Su Pacto. Leemos también en el libro de Devarim/Deuteronomio 29:29, que la Torá es la herencia de toda la casa de Jacob para todas sus generaciones:

“Las cosas que están escondidas pertenecen a Yahvéh nuestro Elohim. Pero las cosas que han sido reveladas nos pertenecen a nosotros y a nuestros hijos para siempre, para que podamos observar todas las palabras de la Torá.”

Esta es una premisa de vital importancia, que la Torá fue dada a las Doce Tribus de Israel y que sus palabras no están anuladas y que son pacto perpetuo para todas las generaciones de la casa de Jacob. Una enseñanza clave al respecto la da el Mesías Yeshua en Mattiyahu/Mateo 5:17, dice:

“No piensen que he venido a abolir la Torá o los Profetas. He venido, no a abolir, sino a completar.”

Y aún más, en el versículo 19, donde encontramos:

“De manera que cualquiera que desobedezca el menor de estos mitzvot [mandamientos], y enseñe así a otros, será llamado el menor en el Reino de Yahvéh. Pero cualquiera que los obedezca y así enseñe será llamado grande en el Reino de Yahvéh.”

Asimismo, Shaúl/Pablo, nos deja ver la importancia de todo el Tanaj/Antiguo Testamento, al enseñarnos que el Mesías no vino a anular la Torá, sino que ésta misma nos lleva al Mesías, leamos Romanos 10:4, dice:

“Porque la meta a la que el Tanaj apunta es al Mesías, quien ofrece justificación a todos los que confían.”

Con este contexto podemos comprender las palabras de Mattiyahu/Mateo 5:17 cuando afirma el propio Mesías Yeshua que él vino a completar la Torá y los Profetas, es decir, a mostrarnos su significado completo al cumplir con las profecías que hablaban con respecto a él. Vino, sin lugar a dudas, a completar nuestro conocimiento de la Torá.

Page 11: El plan de redención para israel en el galut

[email protected] • profeciasmesianicas.com

11

Tenemos entonces que toda la casa de Jacob obtiene la Torá, después viene la muerte de Moshe/Moisés, el surgimiento de Yehoshúa/Josué como su sucesor y la entrada a la Tierra de Israel para tomar posesión de ella, llega el periodo de diversos jueces, el reino de Saúl y finalmente, el reinado de David hamelej/rey David. Como la misma historia nos relata, la última ocasión en la que fueron vistas las Doce Tribus de Israel en completa unidad y armonía, fue con el mandato del rey David y el de su hijo Salomón/Salomón, aunque fue a manos de éste que el reino de Israel se dividió. Aconteció que en el reinado del rey Salomón/Salomón que éste tomó muchas mujeres para sí mismo y con ello su corazón comenzó a apartarse de Yahvéh el Elohim de su padre David. Esto fue una violación a la Torá que había sido dada por medio de Moshe/Moisés, como leemos en Devarim/Deuteronomio 17:14 al 17, dice:

“Cuando hayan entrado en La Tierra que Yahvéh su Elohim les está dando, hayan tomado posesión de ella y estén viviendo allí, ustedes pueden decir; 'Yo quiero tener un rey sobre mí como todas las otras naciones alrededor de mí. En ese evento, nombrarán como rey el que Yahvéh su Elohim escoja. Él debe ser uno de sus hermanos, este rey que nombren sobre ustedes – les está prohibido nombrar un extranjero sobre ustedes que no sea su hermano. Sin embargo, él no adquirirá muchos caballos para sí o hará que el pueblo regrese a Egipto para obtener más caballos, puesto que Yahvéh les dijo que nunca regresaran por ese camino. Asimismo, no tomará para sí muchas mujeres, para que su corazón no se extravíe; y no adquirirá cantidades excesivas de plata y oro.”

Este mismo evento en la vida del rey Salomón/Salomón lo encontramos en Melajim Alef/1 Reyes 11:1 y 2, leamos:

“El rey Salomón era un amante de mujeres, y tomo mujeres extrañas además de la hija de Faraón. Había mujeres de los moabitas, amonitas, edomitas, Tzidonitas e hititas. Naciones de las cuales Yahvéh había prohibido a los hijos de Israel, diciendo: "No pueden ir entre ellas ni ellas entre ustedes, porque ellas les volverán sus corazones hacia sus dioses." Pero Salomón estaba profundamente atraído a ellas por su amor.”

El relato de Melajim Alef/1 Reyes, nos dice que Salomón/Salomón cuando fue viejo no tuvo un corazón recto delante de Yahvéh por causa de las mujeres extrañas o de otras naciones que él había tomado, sigamos entonces el recuento en el capítulo 11, versículo 4, dice:

“Pues cuando Salomón se hizo viejo, su corazón no era perfecto hacia Yahvéh su Elohim, como el corazón de David su padre había sido.”

Este erro fue considerado muy grave a los ojos de Yahvéh y fue algo maldito, según leemos en el versículo 6, dice:

“Por tanto Salomón hizo lo que era maldito ante los ojos de Yahvéh y no siguió a Yahvéh completamente como David su padre había hecho.”

Lo que el rey Salomón/Salomón hizo trajo consecuencias terribles a todo el reino de Israel, a saber, la ruptura de la casa de Jacob o de las Doce Tribus de Israel, el versículo 11 nos lo declara:

Page 12: El plan de redención para israel en el galut

[email protected] • profeciasmesianicas.com

12

“Y Yahvéh dijo a Salomón: "Puesto que esto es lo que ha estado en tu mente, y tú no has guardado mis mitzvot y mis ordenanzas las cuales Yo te ordené obedecer, Yo romperé el reino de tu mano y se lo daré a tu siervo.”

Ya no había marcha atrás, el decreto divino del rompimiento del reino de Israel ya había sido dado. Sin embargo, ello no acontecería en la vida del propio rey Salomón/Salomón, sino que sería en la vida de su hijo. Y es que Yahvéh, por amor a su padre David hamelej/rey David, no lo haría en sus días. Leamos el versículo 12, donde dice:

“Sin embargo, por amor a David tu padre no lo haré mientras tú estés vivo, sino que lo romperé de las manos de tu hijo.”

No obstante, y ante el duro decreto divino, Yahvéh mismo guardaría su promesa a David hamelej/rey David, de que el trono o reinado de su descendencia estaría para siempre delante de Él y que sería un reino estable, leemos ello en Shemuel Bet/2 Samuel 7:16, dice:

“Así que su casa será segura y su reino para siempre delante de mí; su trono será estable para siempre.”

Y también, Yahvéh le afirma a Salomón/Salomón que su hijo retendría una tribu por amor a su siervo David y por amor a Jerusalén, la ciudad que El escogió para Sí mismo, leemos esto en Melajim Alef/1 Reyes 11:13, dice:

“Aun entonces, no quitaré todo el reino; Yo daré una tribu a tu hijo por amor a David mi siervo y por amor a Jerusalén, la ciudad que Yo he escogido.”

La tribu que posteriormente retendría el hijo de Salomón/Salomón seria Judá. Ello también debido a la bendición pronunciada por el Patriarca en Bereshit/Génesis 49:10, donde le promete que nunca faltaría un regidor de en medio de ellos hasta la llegada del Mesías, donde encontramos:

“Un regidor no fallará de Judá, ni un príncipe de sus lomos […]” Tras conocer la sentencia divina por la gran transgresión de Salomón/Salomón, Yahvéh comienza a levantar para él varios enemigos hasta el tiempo de su muerte, uno de ellos, llamado Jeroboam. Encontramos el relato en el versículo 26 y 27, donde leemos:

“También Jeroboam el hijo de Nevat, un Efrati de Tzederah, el hijo de una viuda que era sirvienta de Salomón. Y esta es la ocasión de su alzar sus manos contra el rey Salomón […]”

Cabe mencionar aquí que el nombre de Jeroboam, significa: “Yahvéh aumentará al pueblo”. Lo cual nos dice que sería por medio de él que la promesa de multiplicación física hecha a Abraham avinu vendría a ser cumplida. Uno de los momentos cumbres estaba por acontecer en la vida de la nación, y es que la palabra de Yahvéh a Salomón estaba por ser interpretada por el profeta Ajiyah/Ahías, junto con Jeroboam. El relato está en el versículo 29:

“Una vez, durante este tiempo, cuando Jeroboam había salido de Jerusalén, el profeta Ajiyah de Shilóh lo divisó viajando. Ajiyah estaba usando un manto nuevo, y ellos dos estaban solos en campo abierto.”

Page 13: El plan de redención para israel en el galut

[email protected] • profeciasmesianicas.com

13

Como podemos ver, Ajiyah/Ahías, tenía un manto (talit) nuevo, simbolizando con ello la unidad de las Doce Tribus de Israel. Este manto lo rasgaría el profeta en doce pedazos, y le daría diez pedazos del manto a Jeroboam, afirmando con ello que Yahvéh mismo le daría a él diez de las doce tribus de Israel, leamos el versículo 31:

“Ajiyah se agarró de su manto nuevo (talit) que él estaba usando y lo rasgó en doce pedazos. Entonces dijo a Jeroboam: "¡Toma diez pedazos para ti! Porque he aquí lo que Yahvéh el Elohim de Israel dice: 'Yo rompo el reino de la mano de Salomón, y Yo te daré diez tribus a ti.”

Y como leemos en el versículo 36, el destino de las dos tribus restantes recaería sobre los hombros del hijo de Salomón/Salomón:

“A su hijo daré las dos tribus que quedan, así que David mi siervo siempre tendrá una luz quemando delante de mí en Jerusalén, la ciudad que Yo escogí para mí mismo como el lugar para poner Mi Nombre.”

Tenemos ahora la división de la casa de Jacob, quedando de la siguiente manera: diez tribus estarían en manos de Jeroboam y dos tribus quedarían en manos del hijo de Salomón/Salomón. Cabe señalar la muy dura advertencia que Yahvéh le da a Jeroboam con respecto a esas diez tribus que estaría por recibir, leamos el versículo 38:

“Ahora bien, si tú guardas los mitzvot que Yo te ordeno, caminas en mis caminos y haces lo recto delante de mí, así que si observas mis ordenanzas y mitzvot, como hizo David mi siervo; entonces Yo estaré contigo, y Yo te edificaré una dinastía perecedera, como edifiqué para David; y Yo te daré Israel.”

Esta cláusula, le dice a Jeroboam que de guardar la Torá, Yahvéh mismo estaría con él y por consiguiente, con las diez tribus. Por definición, si no la guardaba, ¡Yahvéh no estaría con él y tampoco con las diez tribus! Lo que se avecinaba para las diez tribus sería algo terrible, ello implicaba un divorcio —literal — de Yahvéh con las diez tribus. Lo que sucedería con la descendencia de David y con las dos tribus restantes sería que Yahvéh los afligiría, pero afirma que no sería para siempre, leamos el versículo 39:

“Por esta ofensa Yo afligiré a la descendencia de David, pero no para siempre.” Como consecuencia de ello, Salomón/Salomón intentó matar a Jeroboam para evitar a toda costa que las palabras de Yahvéh tuvieran su cumplimiento, y asegurar así, que el reino no sería dividido como el profeta había hablado de parte del Eterno. Inmediatamente después, Jeroboam huye a Egipto/Egipto hasta la muerte de Salomón/Salomón, vemos el relato en el versículo 40, dice:

“A causa de esto Salomón trató de matar a Jeroboam; pero Jeroboam se levantó, huyó a Egipto, a Shishak rey de Egipto, y se quedó en Egipto hasta la muerte de Salomón.”

Page 14: El plan de redención para israel en el galut

[email protected] • profeciasmesianicas.com

14

No fue sino hasta la muerte de Salomón/Salomón, que vino a reinar su hijo Roboam y la profecía podía entonces tomar el curso dicho por la boca de Yahvéh, así nos lo afirma el versículo 43, donde dice:

“Entonces Salomón durmió con sus padres y fue sepultado en la Ciudad de David su padre, y Roboam su hijo reinó en su lugar.”

El castigo ya estaba dicho, las piezas del rompecabezas ya estaban en su lugar y era solamente cuestión de tiempo para que el reino fuera divido y la profecía cumplida. Acontece entonces, en el capítulo 12, que Roboam había ido a Siquem para ser proclamado rey sobre las Doce Tribus de Israel, que Jeroboam se entera estando en Egipto/Egipto, donde el pueblo lo manda llamar, lo vemos en los versículo 1 al 3:

“Y Roboam fue a Siquem, donde todo Israel había venido a proclamarlo rey. Cuando Jeroboam el hijo de Nevat lo oyó – porque él todavía estaba en Egipto, donde había huido de Salomón; así que Jeroboam estaba viviendo en Egipto; pero ellos mandaron a llamarlo […]”

Fue así que todo Israel le pidió a Roboam que aminorara el impuesto que su padre Salomón/Salomón les había pedido, a lo cual, tras despreciar el consejo de los ancianos que siempre estuvieron con su padre, tomó el consejo de los jóvenes con los que creció, podemos leer los versículos 13 y 14, dice:

“[…] y el rey le respondió al pueblo severamente, y Roboam abandonó el consejo que los ancianos le habían dado, él habló con ellos de acuerdo al consejo de los jóvenes, y dijo: "Mi padre hizo su yugo pesado, ¡pero yo añadiré a su yugo! Mi padre los controló con látigos, ¡pero yo los controlaré con escorpiones!"”

La negativa a disminuir el impuesto no fue sino el medio por el cual Yahvéh trajo a suceder el rompimiento de la casa de Jacob como previamente había hablado. Esto queda confirmado en el versículo 16 de Melajim Alef/1 Reyes 12, dice:

“Así que el rey no escuchó al pueblo; y eso fue algo que Yahvéh trajo a suceder, para que El pudiera cumplir su palabra, la cual Yahvéh había hablado por medio de Ajiyah de Shilóh a Jeroboam el hijo de Nevat.”

De este modo, las diez tribus rechazaron su lugar dentro de la comunidad de Israel, negando tener un lugar con David, no solo en ese momento, sino para siempre, leemos esto en el versículo 16:

“Cuando todo Israel vio que el rey no los estaba escuchando, el pueblo respondió al rey: "¿Qué porción tenemos nosotros con David? ¡No tenemos herencia en el hijo de Isaí! ¡Ve a tus elohim Israel! ¡Alimenta tu propia casa David! Así que Israel se fue a sus dioses.”

Como podemos ver, esas diez tribus de Israel negaron a Yahvéh mismo y, ¡lo abandonaron! Cada una de esas diez tribus se fue a los dioses que decidieron hacerse para sí mismos. No así con la tribu de Judá, ya que como nos dice el versículo 17, fue Roboam, quien reinó sobre ellos:

“Pero en cuanto a la gente de Israel que vivía en Judá, Roboam reinó sobre ellos.”

Page 15: El plan de redención para israel en el galut

[email protected] • profeciasmesianicas.com

15

Vemos en el versículo 18 que Adoram, quien estaba a cargo del tributo, casi muere debido al apedreamiento por parte de las diez tribus. Roboam, por su parte huyó a Jerusalén, donde posteriormente, establecería su reinado:

“Pero Roboam envió a Adoram, que estaba a cargo del tributo; pero Israel lo apedreó de muerte. El rey Roboam pudo montarse en su carruaje y huyó a Jerusalén.”

Desde ese mismo día, hasta hoy, las diez tribus están en disputa constante con las otras dos tribus, leamos el versículo 19, donde encontramos:

“Israel ha estado en rebelión con la dinastía de David hasta este día.” Tras el regreso de Jeroboam, lo proclaman a este rey sobre Israel, pero ninguna otra tribu siguió los caminos del David hamelej/rey David, sino dos tribus, Judá y Benjamín, esto lo encontramos en el versículo 20:

“Al oír que Jeroboam había regresado, todo Israel lo llamó a la asamblea y lo proclamó rey sobre todo Israel. Nadie siguió a la dinastía de David excepto la tribu de Judá y Benjamín.”

Inmediatamente después, el relato de Melajim Alef/1 Reyes, toma un rumbo nuevo para toda la casa de Jacob, ya que por primera vez se hace mención a dos casas, es decir, a la Casa de Judá y a la Casa de Israel. Esta nueva distinción, viene como consecuencia de la separación de las Doce Tribus. Con ello, podemos diferenciar ahora a las que siguieron a Yahvéh y a las que decidieron olvidarse de Él. Ambas Casas de Israel tomaron rumbos diversos. La Casa de Judá fue rumbo al sur e hizo de Jerusalén su capital, mientras que la Casa de Israel fue al norte y tomó a Samaria como su capital. Esta misma diferencia entre ambas Casas es visible en tiempos del Mesías Yeshua, y aún en los tiempos actuales, ello lo podemos leer en Yojanán/Juan 4:9, donde encontramos:

“La mujer de Samaria le dijo: "¿Cómo es que tú, un judío, me pides agua a mí, una mujer de Samaria?" (Porque los judíos no se asocian con la gente de Samaria).”

Es de suma importancia que en este punto aprendamos a diferenciar a ambas Casas de Israel, y es que a partir de este suceso, Yahvéh se refiere a dos Casas y casi nunca a una sola. Si podemos comprender esto, entonces las profecías en la Escritura cobrarán bastante sentido. Con ello, se pueden dejar a un lado las interpretaciones que puedan acabar con el contexto literal de la palabra de Yahvéh. Podemos ver entonces que cuando el rey de Judá, Roboam, llega a Jerusalén, reúne a toda la Casa de Judá para pelear contra la Casa de Israel y recuperar a las tribus que los habían abandonado, podemos leer el suceso en Melajim Alef/1Reyes 12:21, dice:

“Cuando Roboam llegó a Jerusalén, reunió a toda la casa de Judá y la tribu de Benjamín, 180,000 jóvenes guerreros, para pelear contra la casa de Israel y recuperar el reino a Roboam el hijo de Salomón.”

Page 16: El plan de redención para israel en el galut

[email protected] • profeciasmesianicas.com

16

Sin embargo, Yahvéh mismo impide que este se lleve a cabo declarando que esta situación proviene de Él y que es Su quehacer, ya que Jacob trajo esta separación al darle la primogenitura a Efraín y el derecho de reino a Judá. Podemos leer sobre el decreto de Yahvéh en el versículo 24, dice:

“[…] ¡Ustedes no irán a pelear con sus hermanos los hijos de Israel! Todo hombre regresará a su casa, porque esto es mi quehacer.”

Lo que el Patriarca Jacob había profetizado sobre su descendencia estaba siendo cumplido. El gobierno de Israel quedaba ahora en las manos de la Casa de Judá en Jerusalén, mientras que la promesa de multiplicación física llegaría, como también fue profetizado, por medio de la descendencia de Efraín. Las palabras de Jacob estaban teniendo su cumplimiento. El declive de las diez tribus, Casa de Israel o como también son conocidas, con el nombre de Efraín, fue asombroso y la razón fue por el designio malvado del corazón de Jeroboam, como leemos en el versículo 27:

“Porque si este pueblo continúa subiendo a ofrecer sacrificios en la casa de Yahvéh en Jerusalén, sus corazones se volverán a su señor Roboam rey de Judá. Entonces me matarán y regresarán a Roboam rey de Judá.”

Podemos ver que Jeroboam ideó un plan para separar completamente a las tribus de la Casa de Judá, como nos muestra el versículo 28, donde encontramos:

“Después de buscar consejo, el rey hizo dos becerros de oro, y dijo al pueblo: "¡Ustedes han estado subiendo a Jerusalén por suficiente tiempo! ¡He aquí tus dioses, Israel, los que te sacaron de la tierra de Egipto!"”

Lo que Jeroboam hizo fue maldito a los ojos de Yahvéh. Abandonaron el Pacto del Elohim de Israel, desecharon la Torá, salieron de Jerusalén y se volvieron del todo a dioses que ellos no conocían; desecharon su herencia, su tierra y su identidad como hijos de Elohim. Jeroboam construyó templos paganos y nombró sacerdotes para el pueblo que no eran de la tribu de Leví, como en la Torá estaba instituido. Incluso, se creó un día de fiesta similar al que se practica en Judá y sacrificó ante los becerros de oro que había hecho, leamos los versículos 31 y 32:

“Él también puso templos en lugares altos y nombró sacerdotes de entre todo el pueblo, aun los que no eran hijos de Levi. Jeroboam instituyó un festival en el octavo mes, en el decimoquinto día del mes, similar a la Festividad que tomaba lugar en Judá; él subió al altar en Beit-El para sacrificar ante los becerros que él hizo; y puso en Beit-El a los sacerdotes que había nombrado para los lugares altos.”

Lo que Jeroboam había hecho fue crear una religión falsa para mantener separadas a las diez tribus de Israel de sus hermanos de Judá. Al tiempo, podemos ver que el castigo de Yahvéh a las diez tribus no quedaría impune, y es por ello que el Eterno envía a Tiglat Pileser III, cuando Pekaj, rey de Israel, a llevarse cautiva a la Casa de Israel a Asiria, según podemos leer en Melajim Bet/2 Reyes 15:27-29, dice:

“Fue en el quincuagésimo segundo año de Uziyah rey de Judá que Pekaj el hijo de Remalyah comenzó su reinado sobre Israel en Samaria; su reino duró veinte años. El

Page 17: El plan de redención para israel en el galut

[email protected] • profeciasmesianicas.com

17

hizo lo maldito ante los ojos de Yahvéh; no se volvió de los pecados de Jeroboam el hijo de Nevat, quien llevó a Israel a pecar. Durante el tiempo de Pekaj rey de Israel, Tiglat-Pileser [Señor del Tigris] rey de Asiria vino y conquistó Ion, Avel -Beit-Maajah, Yanoaj, Kedesh, Hatzor, Gilead, y la Galilea – aun toda la tierra de Naftali – y los llevó cautivos a Asiria.”

Fue de esta forma que las diez tribus salieron deportadas de Israel con rumbo a Asiria, para posteriormente, ser asimiladas entre las demás naciones de la tierra. Es así como nació lo que hoy se conoce como las diez tribus perdidas de Israel. Este método de Yahvéh de dispersión, exilio y asimilación de Efraín fue el medio por el cual se llevaría a cabo la promesa de multiplicación física hecha a Abraham, para llegar a ser el meló-hagoyím o plenitud de los gentiles. No olvidemos que Yahvéh promete a Abraham que por su descendencia todas las naciones de la tierra serían bendecidas, y que esta promesa se cumpliría por medio del Mesías Yeshua. Es decir, las diez tribus perdidas podrían encontrar su camino de regreso a Israel, como Jacob profetizó en Bereshit/Génesis 49:10, únicamente por medio de Shilóh (Mesías), leamos:

“[…] hasta que llegue Shilóh (Mesías) y a él se reunirán (someterán) (todos los) pueblos.” Estas diez tribus perdidas están inmersas en absoluto paganismo, idolatría, mentira y abominaciones. Sin embargo, podemos leer que aún la Torá sigue siendo para Efraín, como nos lo explica el libro de Hoshea/Oseas, capítulo 8, versículos 11 y 12, dice:

“Porque Efraín ha multiplicado los altares para el pecado; sí, los altares son pecaminosos para él. Yo le escribo tantas cosas de mi Torá, sin embargo, él las considera extrañas.”

Sabemos entonces que es solamente por medio del Mesías que estas diez tribus podrían regresar a Israel, que comprendemos que aquellos perdidos de la casa de Jacob están —mayoritariamente— en la iglesia cristiana, católica y otras, que inmersos en estas diversas religiones del mundo, ahora han puesto su confianza en Yeshua; pero que como nos afirma el versículo anterior de Hoshea/Oseas, rechazan la Torá de Yahvéh, que también fue dada a ellos en el monte Sinaí, como leímos en Shemot/Éxodo 19:3, donde dice:

“Moshe subió a Elohim, y Yahvéh lo llamó desde la montaña: "Aquí está lo que dirás a la casa de Jacob […]”

Esta es la terrible consecuencia de la dispersión, cautiverio y asimilación que sufrió la Casa de Israel, pero aún con ello, y a pesar de haberse vuelto el meló-hagoyím, y veyidgú larób, pueden regresar por medio del Mesías Yeshua, así está profetizado en el libro de Yeshayahu/Isaías 11:12, donde leemos:

“El levantará bandera para los gentiles, congregará a los perdidos de Israel, y juntará a los esparcidos de Judá de las cuatro esquinas de la tierra.”

Todo ello para traer a cumplimiento la promesa de reconstruir la sukah/Tabernáculo caído de David, como nos dice Amos 9:11, dice:

“Cuando ese Día venga, Yo levantaré la sukah/Tabernáculo caído de David. Yo cerraré sus brechas, levantaré sus ruinas y las reedificaré como en días antiguos […]”

Page 18: El plan de redención para israel en el galut

[email protected] • profeciasmesianicas.com

18

Y aún Shaúl/Pablo, está de acuerdo con éstas palabras en MaAseh Shlejim/Hechos 15:19, dice:

“Por lo tanto, mi opinión es que no debemos poner obstáculos en el camino de los gentiles que se están volviendo a Elohim […]”

Así también, el Mesías Yeshua nos afirma en Mattiyahu/Mateo 15:24, dice:

“Yo he sido enviado sólo a las ovejas perdidas de la casa de Israel.” Este acontecimiento de la separación de la Casa de Israel de sus hermanos de la Casa de Judá, por su parte, no quedaría impune para siempre. Aunque está separación familiar estaba profetizada por el Patriarca Jacob y aún, fue aprobada por Yahvéh para traer a suceder la promesa de multiplicación física o veyidgú larób a Abraham avinu, debía haber, por supuesto, un castigo por su prostitución espiritual y por consiguiente, su prostitución física también. El libro de Hoshea/Oseas es una muestra de la extremadamente dura, pero merecida, reprimenda de Yahvéh a las diez tribus. Podemos leer en el capítulo 1 que se le ordena al profeta Hoshea/Oseas tomar a una prostituta y casarse con ella, y no solo eso, sino engendrar hijos de ella. Es claro que el pedido de Yahvéh era realizar un acto simbólico que dramatizaba y concretizaba la palabra profética que estaría por ser enunciada, leamos el versículo 2, dice:

“Las primeras palabras de Yahvéh para hablarle a Hoshea fueron para instruir a Hoshea: "Ve, cásate con una ramera y ten hijos con esta ramera; porque La Tierra está envuelta en prostitución flagrante, prostituyéndose lejos de Yahvéh."”

De tal forma que Hoshea/Oseas toma a Gomer y concibe un hijo de ella, según nos dice el versículo 3:

“Así que fue y se casó con Gomer la hija de Divlayim, y ella concibió y tuvo un hijo.” Este primer hijo tiene como propósito declarar el primer decreto en contra de la Casa de Israel, que sería poner fin a esta Casa idólatra, como vemos en el versículo 4, nos dice:

“Yahvéh le dijo: "Llámalo Jezreel, porque en sólo un corto tiempo Yo castigaré la casa de Yehu por haber derramado sangre en Jezreel; Yo pondré fin al reino de la casa de Israel.”

La situación no podía ser menos apremiante y el castigo apenas estaba por ser declarado del todo. Es así que Hoshea/Oseas engendra de nuevo de la prostituta Gomer y ésta da a luz una hija, la cual Yahvéh le ordena que la llame lo-rujamah, que quiere decir, la no compadecida, como vemos en el versículo 6, donde afirma:

“Ella concibió otra vez y tuvo una hija, Yahvéh le dijo a él: "Llámala Lo-Rujamah [la no compadecida], porque ya no tendré piedad sobre la casa de Israel. Bajo ningún concepto la perdonaré.”

El segundo decreto contra la Casa de Israel había sido dado, estos actos simbólicos estaban marcando la pauta del castigo. Israel como nación ya no recibiría la misericordia de Yahvéh, muy por el contrario, Yahvéh mismo ya no tendría compasión de ella y no la perdonaría por sus transgresiones.

Page 19: El plan de redención para israel en el galut

[email protected] • profeciasmesianicas.com

19

No obstante, Yahvéh sí tendría piedad de la Casa de Judá y estaría dispuesto a protegerlos y salvarlos, ya que ellos habían aceptado los preceptos de la Torá y los habían conservado y obedecido, ello queda claro en el versículo 7, dice:

“Pero tendré piedad sobre la casa de Judá; los salvaré, no por el arco, espada, batalla, caballos o caballería, pero por Yahvéh su Elohim.”

Otra de las razones por las que Yahvéh tendría piedad de la Casa de Judá sería por la promesa hecha a David hamelej/rey David, como leemos en Melajim Alef/1 Reyes 11:36, donde encontramos:

“A su hijo daré las dos tribus que quedan, así que David mi siervo siempre tendrá una luz quemando delante de mí en Jerusalén, la ciudad que Yo escogí para mí mismo como el lugar para poner Mi Nombre.”

Posteriormente, el profeta Hoshea/Oseas vuelve a engendrar a otro hijo y Yahvéh le ordena que lo llame lo-ammi, que quiere decir, no mi pueblo, ya que este sería el tercer decreto en contra de la Casa de Israel. Lo que estaba por suceder era que ¡Yahvéh desconocería completamente como pueblo a las diez tribus y negaría ser el Elohim de ellos! Leamos los versículos 8 y 9, dicen:

“Después de destetar a Lo-Rujamah, ella concibió y tuvo un hijo. Yahvéh dijo: "Llámalo Lo-Ammi [no mi pueblo], porque tú no eres mi pueblo, y Yo no seré tu [Elohim]."”

El castigo a las diez tribus que habían comenzado a ser asimiladas entre las demás naciones del mundo fue aterrador. Estos perdidos de la casa de Jacob inmersos en diversas religiones, incluyendo a la iglesia cristiana y católica —en su mayoría— se les había dicho que su fin estaba cerca, que Yahvéh no tendría compasión de ninguna tribu y que tampoco las perdonaría y como si fuera poco, les declara también que no serán su pueblo y que tampoco Yahvéh —quien los había rescatado de la esclavitud de Egipto/Egipto por medio de Moshe/Moisés, y quien les había entregado Sus preceptos en la Torá — ya no sería Elohim sobre ellos. Estas tribus que hicieron de Samaria su capital llegaron a ser aquellos samaritanos, que como vemos en el relato de Yojanán/Juan 4:22, desconocen realmente tanto lo que adoran como a quién sirven, y estas son palabras del Mesías de Israel, Yeshua, leamos:

“Ustedes no saben lo que están adorando; nosotros adoramos lo que conocemos, porque la salvación viene de los judíos.”

Es así, que la Casa de Israel o como también se le conoce, como Efraín, tiene que reconocer que han heredado mentira de sus padres, de Jeroboam y posteriores, así como de los padres de la iglesia, como leemos en Yirmeyahu/Jeremías 16:19, donde nos dice:

“Oh Eterno, mi fuerza, mi fortaleza y me refugio, en el día del sufrimiento. Hacia ti naciones [gentiles] vendrán de los extremos de la tierra, y dirán: Solamente mentira nos han hecho heredar nuestros padres; vanidad que no hay en ellos provecho.”

Cabe mencionar que en esta profecía de Yirmeyahu/Jeremías, encaja muy bien la descripción de hamón goyím o plenitud de los gentiles, que Yahvéh le había hablado a Jacob había previamente en Bereshit/Génesis 17:4, donde leemos lo siguiente:

“En cuanto a mí, este es mi Pacto contigo: tú serás el padre de muchas naciones.”

Page 20: El plan de redención para israel en el galut

[email protected] • profeciasmesianicas.com

20

Es decir, la descendencia de Jacob que había perdido el rumbo y se había alejado de Yahvéh, vendrían a ser esas muchas naciones que en los últimos días o ajarit-hayamim, regresarían por medio del Mesías Yeshua a su herencia que es la Torá y a su tierra, que es la Tierra de Israel. Lo que tenemos sin duda es a Yahvéh luchando contra las diez tribus perdidas de la Casa de Israel, es decir, al Creador y Amo del universo resistiendo a seres humanos hechos de polvo, como se declara en Tehilim/Salmos 113:18, dice:

“Porque El conoce como estamos hechos, Él se recuerda que somos polvo.” No había entonces manera de ganar esta batalla contra Yahvéh de ningún modo y bajo ninguna circunstancia. La sentencia ya estaba dicha y las diez tribus en camino a ser destruidas del todo. Nadie podría revocar el decreto del Todopoderoso. Las obras de paganismo e idolatría de la Casa de Israel impedirían que regresen a Yahvéh, y se declara además, en Hoshea/Oseas 5:4, que no podrían volver por el ruaj/espíritu de ramera que tienen, dice:

“Sus obras no les permitirán regresar a su Elohim, porque el ruaj de ramera está en ellos; y no conocen a Yahvéh.”

Es claro que también que en Efraín hay grande fornicación, como leemos en Hoshea/Oseas 6:10, dice:

“En la Casa de Israel Yo he visto una cosa horrible; la fornicación se encuentra en Efraín.”

No obstante, y de forma lamentable, en el capítulo 7, versículos 8 y 9, vemos a Efraín sufriendo entre las naciones, sin su fuerza junto a sus hermanos de la Casa de Judá, completamente agotado y lo peor de todo, es que Efraín no lo sabe, leamos:

“Efraín se mezcla con los pueblos, Efraín se ha convertido en una torta a medio hornear. Los extranjeros han devorado su fuerza, pero él no lo sabe; sí, canas aparecen en él aquí y allá, pero él no lo sabe.”

Todo ello como resultado de sus transgresiones a la Torá, como leemos en el capítulo 8, versículo 1:

“¡Pon el shofar en tus labios! Como un buitre contra la casa de Yahvéh, porque ellos han transgredido mi Pacto y han pecado contra mi Torá.”

Sin embargo, y de una forma asombrosa, podemos leer en el versículo 10 de Hoshea/Oseas capítulo 1, que a pesar de todo, Yahvéh mantendría su promesa a los Patriarcas y serían el veyidgú larób, tantos como granos de arena en el mar, leamos:

“De todos modos, el pueblo de Israel será en números tanto como los granos de arena en el mar, que no puede ser medido ni contado […]”

Además, y pese al duro decreto divino, y no por los méritos de nadie en las diez tribus, habría una segunda oportunidad para la Casa de Israel, y esto; por el ministerio del Mesías Yeshua. Continuemos leyendo el versículo 10, dice:

Page 21: El plan de redención para israel en el galut

[email protected] • profeciasmesianicas.com

21

“[…] así que el tiempo vendrá cuando en vez de ser dicho: "Tú no eres mi pueblo," será dicho a ellos: "Ustedes son los hijos del Elohim viviente."”

Esta restauración vendrá a suceder en los últimos días o en el ajarit-hayamim, según leemos en el versículo 11, donde encontramos que tanto Judá como Israel serán recogidos juntos:

“Entonces los hijos de Judá y los hijos de Israel serán recogidos juntos […]” Todo esto está en completa armonía con Mattiyahu 24:30, donde dice:

“Después, la señal del Ben Ha Adam [Mesías] aparecerá en el firmamento, todas las tribus de La Tierra llorarán, y ellos verán al Ben Ha Adam [Mesías] viniendo en las nubes del cielo con tremendo poder y gloria. Y enviará a sus ángeles con un gran shofar; y reunirá a su pueblo escogido de los cuatro vientos, de un extremo al otro del cielo.”

Ello será sí y solo sí, tanto la casa de Judá, o mejor conocidos actualmente, como judíos, y la Casa de Israel, reconocen al Mesías Yeshua y abrazan su Torá. Queda bien cimentado este mismo concepto en la última parte del versículo 10 de Hoshea/Oseas 1, dice:

“[…] ellos nombrarán por sí mismos un jefe; y ellos saldrán de la Tierra; porque ese será un gran día, [el día] de Jezreel.”

Este jefe que nombrarán las Doce Tribus de Israel es el Mesías Yeshua, como él mismo nos lo dice en Yojanán/Juan 10:16, donde apunta:

“También tengo otras ovejas que no son de este redil; necesito traerlas, y ellas oirán mi voz; y habrá un rebaño, y un pastor.”

Recordemos entonces que al olvidarse de la Torá de Yahvéh y volverse a otros dioses, Elohim los abandonó y es precisamente eso lo que el Mesías Yeshua quiere hacer: retornar a la Casa de Israel y darle la Torá que una vez negó, cosa que la Casa de Judá (judíos) no hizo. Esta reunión asombrosa entre ambas Casas es lo que está supuesto a hacer el Mesías Yeshua, y ya lo está haciendo. Está recuperando la dispersión de la Casa de Israel para retornarlos a la Torá de Yahvéh y está manifestándose a la Casa de Judá para que vengan a conocerle como el Mesías prometido. Incluso, David hamelej/rey David, profetizó sobre el día de Jezreel del que hablaría Hoshea/Oseas, como lo leemos en el capítulo 133 del libro de Tehilim/Salmos, versículo 1, dice:

“[…] O ves, que bueno y placentero es que los hermanos vivan juntos en armonía.” Asimismo, el profeta Zejaryah/Zacarías nos dice con respecto a la restauración de la Casa de Israel que solo vendría a suceder por medio de Yeshua, un verdadero judío, como leemos en el capítulo 8, versículo 23, dice:

“Sí, muchos pueblos y naciones poderosas vendrán de todo corazón a buscar el rostro de Yahvéh HaElyon en Jerusalén y a implorar el favor de Yahvéh. Yahvéh HaElyon dice:

Page 22: El plan de redención para israel en el galut

[email protected] • profeciasmesianicas.com

22

'Cuando ese tiempo venga, mi palabra será cumplida si diez hombres de diez idiomas de las naciones se agarrarán al manto de un judío, y dirán: " Iremos contigo, porque hemos oído que Yahvéh está contigo.'"”

Estos diez hombres a los que hace referencia la profecía de Zejaryah/Zacarías, no son sino cada una de las diez tribus perdidas de la Casa de Israel. Ellas seguirán al Mesías Yeshua e irán con él a la obediencia a la Torá, como él mismo nos lo enseñó en Mattiyahu/Mateo 5:17, donde dice:

“No piensen que he venido a abolir la Torá o los Profetas. He venido, no a abolir, sino a completar.”

Y aún, Shaúl/Pablo, nos dice que la Torá sigue siendo válida a pesar de haber venido el Mesías Yeshua, como leemos en Romanos 3:31, donde encontramos:

“¿Entonces abolimos la Torá por medio de esta confianza? ¡Yahvéh no lo permita! Por el contrario confirmamos la Torá.”

Lo que está sucediendo entonces es que aquellos que responden favorablemente al amor y ministerio del Mesías Yeshua, están siendo restaurados en un nivel individual. Es cierto que aquellos que experimenten la promesa de regeneración no serán sino gentiles, que no aparentarán ser la semilla de los patriarcas Abraham, Isaac y Jacob, quienes tampoco observarán las moadim/fiestas de Yahvéh, e incluso tampoco los Shabbatot/días de descanso. Es imprescindible comprender que a su retorno, las diez tribus no aparentarán ser israelitas observantes de la Torá; de ningún modo. Eso es lo que significa estar pedido tanto física como espiritualmente en el mar de las naciones gentiles. El profeta Amos, en el capítulo 9, versículo 9 nos dice que, efectivamente, la Casa de Israel está en medio de los gentiles, y que Yahvéh buscará a cada uno de ellos, leamos:

“Porque Yo daré la orden, cerniré la casa de Israel, allí entre todos los gentiles […]” Posteriormente, nos dice la profecía que ninguno de los hijos de la Casa de Israel caerá para ser perdido, sino que serán restaurados en un nivel de consciencia y entendimiento personal, sigamos la lectura:

“[…] como uno pasa por el tamiz el grano, no dejando que ningún grano caiga a tierra.”

Sin embargo, la profecía tiene una cláusula en el versículo 11, donde Yahvéh mismo nos dice que aquellos que se mantengan en pecado o transgresiones a la Torá, verán la muerte, dice:

“Todos los pecadores de mi pueblo morirán a espada, los que dicen: 'El desastre nunca nos alcanzará ni nos agarrará.'”

Es decir, aquellos que se rehúsen ser restaurados a su posición de israelitas del Pacto Renovado, redimidos por la sangre del Cordero y obedientes a la Torá, verán la muerte, es decir, una muerte eterna estando separados para siempre del Mesías Yeshua y de Yahvéh. Es por ello, que la muy conocida “gran comisión” dada a los shaliajim/apóstoles en Mattiyahu/Mateo 28:19 y 20, no es sino la orden para recuperar a la semilla de Efraín de entre todas las naciones en las que fue disperso, leamos:

Page 23: El plan de redención para israel en el galut

[email protected] • profeciasmesianicas.com

23

“Por lo tanto, vayan a hacer talmidim a gente de todas las naciones, dándoles la inmersión en Mi nombre. ¡Y enséñenles a obedecer todo lo que les he ordenado! Yo estaré con ustedes, sí, hasta el final de la época.”

De una importancia sublime es que se comprenda que después que el Mesías Yeshua había muerto y resucitado como todo el Tanaj lo había profetizado, y al aparecérseles a sus talmidim/discípulos, ellos le hacen una pregunta por demás interesante. Sabemos, pues, que sus talmidim/discípulos generalmente nunca estaban de acuerdo en algún punto en particular, muy por el contrario, pero en esta ocasión, todos ellos hacen la misma pregunta, leamos MaAseh Shlejim/Hechos 1:6, donde dice:

“Cuando estaban juntos, le preguntaron: "¿Adón, en este tiempo restaurarás el gobierno de Israel?"”

Sorpresivamente ellos, en total armonía con la Torá, preguntan al Mesías si restauraría a ambas Casas de Israel. Hoshea/Oseas 1:10 afirma que ese sería el día de Jezreel y Yeshua, efectivamente, en los versículos 8 y 9 de MaAseh Shlejim/Hechos 1, apunta que ellos serían sus testigos en varias ciudades de la Casa de Judá como en la capital de la Casa de Israel e incluso, hasta los límites de la tierra:

“Él les respondió: "Ustedes no necesitan saber los tiempos o las fechas; el Padre ha guardado esto bajo su propia autoridad. Pero recibirán poder cuando el Ruaj HaKodesh venga sobre ustedes; ¡y serán mis testigos en Jerusalén, en todo Judá y Samaria; en verdad hasta lo último de la tierra!"”

La labor de la encomienda del Mesías Yeshua tenía un alcance mundial, y por supuesto que debería ser así, ya que Yahvéh prometió a Jacob en Bereshit/Génesis 13:14, que su descendencia llegaría a todos los lugares de la tierra, leamos:

“Tu descendencia será tan numerosa como los granos de arena en la tierra. Te expandirás hacia el oeste y hacia el este, hacia el norte y hacia el sur. Por ti y tu descendencia todas las tribus de la tierra serán bendecidas.”

Es así, que en la repartición del trabajo dirigido por Yeshua y sustentado por el poder del Ruaj HaKodesh/espíritu de santidad, tenemos que en libro de Galutyah/Gálatas, capítulo 2, versículo 7, el propio Shaúl/Pablo confirma que él fue enviado a los gentiles o hamón goyím, o en otras palabras, incircuncisos, mientras que Kefa/Pedro, fue enviado a los yehudím o bien, judíos, leamos:

“Antes, por el contrario, ellos vieron que yo fui confiado con las Buenas Noticias para los incircuncisos, tal como Kefa lo había sido para los circuncisos; desde el momento que el que estaba trabajando en Kefa, para hacerlo un emisario a los circuncisos; había trabajado en mí, para hacerme un emisario a los gentiles.”

Con ello podemos saber que no es que Yeshua estuviera interesado en crear una entidad separada de Israel como lo es la “iglesia cristiana” u otra religión que lo proclame y crea en él como el Mesías con todos los nuevos gentiles restaurados, sino que los desea llevar a su posición original dentro de Israel. Vemos ello confirmado por Shaúl/Pablo en Galutyah/Gálatas 6:16, donde dice:

Page 24: El plan de redención para israel en el galut

[email protected] • profeciasmesianicas.com

24

“¡Y a los muchos que ponen en orden sus vidas por esta regla, Shalom y misericordia sobre ellos, y sobre el Israel de Yahvéh!”

Y además, Yeshayahu/Isaías 49:6, nos lo declara:

“Él ha dicho: "Es gran cosa que tú seas mi siervo para establecer las tribus de Jacob y recuperar la dispersión de Israel. Yo te he dado a ti por Pacto a un pueblo, Yo también te haré luz para las naciones, para que mi salvación se difunda hasta los confines de la tierra."”

De quien se refiere esta profecía no es otro sino el Mesías Yeshua, quien volverá a establecer a las tribus de Jacob, recuperará a los dispersos de todo Israel y será luz para que los gentiles lo sigan desde cualquier lugar de la tierra donde ellos se encuentren. Es el propio Mesías Yeshua quien nos enseña que ningún Reino que esté dividido contra sí mismo podría prevalecer, sino que sería destruido del todo y no sobreviviría. Podemos leer la parábola en Mattiyahu 12:25, dice:

“[…] Todo reino dividido contra sí mismo, será destruido, y toda ciudad o casa dividida contra sí misma, no sobrevivirá.”

Es de la misma forma en que solo reconociendo que el Mesías Yeshua está uniendo de nueva cuenta a todo Israel para ser uno solo en su mano, que entonces, la casa completa de Jacob podrá volver a ser gloriosa como en los días de David hamelej/rey David. Sus talmidim/discípulos lo sabían de antemano, y esa era la esperanza que aguardaban, como podemos leer en Luka/Lucas 23:21, dice:

“¡Y nosotros teníamos esperanzas que Él era el que iba a liberar a Israel!” En otras palabras, ninguna restauración llegará a concretarse si no es por los medios que el Eterno ha dispuesto en Su Torá y por medio del Mesías Yeshua, como leemos en Yirmeyahu/Jeremías 23:3, donde encontramos:

“Yo mismo reuniré el remanente de mi rebaño de todos los países donde los he arrojado y los traeré de regreso a su hogar, y ellos serán fructíferos y se multiplicarán.”

Esos países son todas las naciones y el lugar del rebaño no es otro sino la Tierra de Israel. Además, los versículos 5 y 6 de Yirmeyahu/Jeremías 23, afirman:

“"He aquí, los días vienen," dice Yahvéh, "cuando Yo levantaré una rama justa de David. El, un Rey, reinará y comprenderá, El ejecutará juicio y rectitud en la tierra. En sus días Judá será salvado, Israel vivirá en seguridad, y El Nombre dado a Él será: Yahvéh Tzidkenu [Yahvéh nuestra justicia]."”

Conocido el paradero de la Casa de Israel en medio de las naciones y habiéndose gentilizado por completo, sabemos pues, que despreciaron toda su identidad hebrea y echaron por la borda su herencia en la Torá. Se hicieron del todo despreciables para Yahvéh y se les compara en el libro de

Page 25: El plan de redención para israel en el galut

[email protected] • profeciasmesianicas.com

25

Yejezkel/Ezequiel con el trapo de inmundicia de una menstruación, leamos el capítulo 36, versículo 17, dice:

“Ben-Adam, cuando la casa de Israel vivía en su propia tierra, ellos la profanaron por su senda y con sus ídolos; su senda delante de mí fue como la inmundicia de la niddah [menstruación].”

Y, además, el versículo 19 nos dice que, efectivamente, Yahvéh dispersó a la Casa de Israel a todas las naciones del mundo, donde posteriormente fueron asimiladas:

“Yo los dispersé entre las naciones y totalmente los esparcí por todos los países; Yo los juzgué de acuerdo a su senda y a su pecado.”

Como leemos en el libro de Hoshea/Oseas, el juicio de Yahvéh representaría permanecer en reclusión entre esas mismas naciones, sin tener intimidad en la Torá con el Eterno, sin korbanot/sacrificios, es decir, sin poder ser perdonados, sin sacerdotes/sacerdotes que se presentaran por ellos delante de Yahvéh y sin manifestación alguna de Su parte, leamos el capítulo 3, versículos 3 y 4, dice:

“Entonces le dije: "Tienes que permanecer en reclusión por mucho tiempo y ser mía. No serás una ramera, y no estarás con ningún hombre; y yo no vendré tampoco para tener sexo contigo." Porque los hijos de Israel estarán en reclusión por mucho tiempo sin rey, sin príncipe, sin sacrificios, sin un altar, sin sacerdotes y sin manifestaciones.”

Posteriormente, se declara en el versículo 5 que la Casa de Israel vendría en arrepentimiento a Yahvéh buscando al Mesías, como leemos:

“Después, los hijos de Israel se arrepentirán y buscarán a Yahvéh su Elohim y a David su rey; ellos vendrán temblando (temerán) a Yahvéh y a su bondad en el ajarit-hayamim.”

Es de recalcar que no regresará la Casa de Israel a Yahvéh sin el Mesías y ello, solamente será en los últimos días, lo cual está sucediendo en la época presente. No obstante al castigo recibido y pese a la promesa de restauración final, toda la Casa de Israel profanó el bendito Nombre del Eterno, a saber, Yahvéh. Este Nombre no es cualquier nombre, sino que es el Nombre del Todopoderoso que tiempo después, el Mesías Yeshua vendría a dar a conocer a todos sus talmidim/discípulos, como estaba profetizado en Tehilim/Salmo 22:22, donde dice:

“"Declararé Tu Nombre a mis hermanos; allí mismo en medio de la congregación te cantaré alabanzas."”

En realidad, nada que la Casa de Israel había aprendido con sus hermanos yehudím/judíos, habían considerado como digno de guardar, como leemos en Yejezkel/Ezequiel 36:20 y 21, donde encontramos:

“Cuando ellos fueron a las naciones a las cuales iban, ellos profanaron Mi Nombre Kadosh; así los pueblos decían de ellos: 'Este es el pueblo de Yahvéh que ha sido deportado de su tierra.' Pero Yo estoy preocupado por Mi Nombre Kadosh, el cual la casa de Israel está profanando entre las naciones a las cuales ha ido.”

Page 26: El plan de redención para israel en el galut

[email protected] • profeciasmesianicas.com

26

Es decir, la Casa de Israel estaba trayendo tal oprobio sobre la nación misma, que Yahvéh deseaba conservar su nombre como kadosh/santo. Y ello, debido a que si la Casa de Israel caía más y más en picada, llegaría a ser, entones, un motivo de burla entre las naciones en las cuales se encontraban y podrían ellos deducir que sus dioses paganos eran en sí, superiores al Elohim de Israel. Consecuentemente, Yahvéh haría algo por la Casa de Israel y le deja muy en claro que no sería por causa de ellos, ya que no son dignos, en esa condición tan despreciable de pecado, de hacer algo por ellos, sino que lo haría por amor a Su propio Nombre, leamos el versículo 22, dice:

“Por lo tanto, di a la casa de Israel que Yahvéh Elohim dice esto: 'Yo no voy a hacer esto por amor a ti, casa de Israel, sino por amor a Mi Nombre Kadosh, el cual tú has estado profanando entre las naciones a las cuales has ido.”

En otras palabras, la más alta de las ofensas a Yahvéh había llegado de la mano de las diez tribus de Israel, y es que habían profanado el Nombre del Eterno sin temor alguno. Es entonces cuando Yahvéh promete separar su Nombre como kadosh/santo, que demostraría por medio de la reunificación de las diez tribus, que la Gloria a Su Nombre volvería como en los días de David hamelej/rey David, ello lo encontramos en el versículo 24:

“Porque Yo te recogeré de entre las naciones, te reuniré de todas las tierras, y te regresaré a tu propia tierra.”

Siendo así, el camino a la restauración de las diez tribus de Israel estaría en marcha y ello, por el Gran Nombre de Yahvéh. De ninguna manera se puede considerar esto como una muestra de complacencia del Eterno frente a las atrocidades de Efraín, sino que debe ser tomado como una muestra de gran misericordia de Yahvéh. Lo que Yahvéh estaría por hacer sería limpiar a la nación rociando agua sobre ella, esto queda definido en el versículo 25 de Yejezkel/Ezequiel capítulo 36, donde dice:

“Entonces Yo rociaré agua limpia sobre ti, y tú estarás limpio; Yo te lavaré de toda tu inmundicia y de todos tus ídolos.”

Es sabido que el agua es un símbolo de la Escritura y en este caso, lo que Yahvéh rociaría sobre la Casa de Israel serían las palabras de Su Torá, aquella misma que anteriormente habían menospreciado. Todo Efraín al alejarse de la Torá se volvió inmundo y la única forma de restaurarlo, sería por medio de ella. Sin embargo, Yahvéh definiría algunos requisitos previos a ser rociados con la Torá, según leemos en el versículo 26:

“Yo te daré un nuevo corazón y pondré un nuevo Ruaj dentro de ti; Yo sacaré tu corazón de piedra de adentro de tu carne y te daré un corazón de carne.”

Con ello, podemos apreciar que Yahvéh sin duda, volvería la dureza de los corazones de toda la Casa de Israel a su Torá, como cuando les fue entregada por medio de Moshe/Moisés en el monte Sinaí. No habría entonces desprecio por ella ni por ninguno de sus mitzvot/mandamientos, ya que con corazón, de carne, estarían sensibles a escuchar sus palabras.

Page 27: El plan de redención para israel en el galut

[email protected] • profeciasmesianicas.com

27

Podemos encontrar un paralelo en el libro de Nejemyah/Nehemías 8:8 y 9, donde apreciamos que cuando el propio Nehemías, el kohen Esdras y los leviim/levitas enseñaban la Torá al pueblo, todos aquellos que la escuchaban, comenzaban a llorar, leamos:

“Ellos leyeron claramente del rollo, en la Torá de Elohim, y Esdras enseñaba, y los instruía con claridad en el conocimiento de Yahvéh y el pueblo entendió la Torá de acuerdo a lo que se estaba leyendo. Nejemyah el Tirshata, Esdras el kohen y maestro de la Torá, y los leviim [levitas] que enseñaban, dijeron a todo el pueblo: "Hoy es dedicado como Kadosh a Yahvéh su Elohim; no estén tristes, no lloren." Porque todo el pueblo estaba llorando cuando oyeron las palabras de la Torá.”

Se menciona en el versículo 26 que Yahvéh les daría un nuevo ruaj/espíritu. Es decir, reemplazaría el ruaj/espíritu de prostitución que había en ellos con su Ruaj HaKodesh, como leemos en Hoshea/Oseas capítulo 5, versículo 4, dice:

“Sus obras no les permitirán regresar a su Elohim, porque el ruaj de ramera está en ellos; y no conocen a Yahvéh.”

Además, el propósito del cambio de corazón que Yahvéh haría en la Casa de Israel no es sino para recibir al Ruaj HaKodesh que El estaría por darles. No tendrían ya más un ruaj/espíritu de prostitución, sino que estarían dispuestos al mismo Ruaj de Elohim. Podemos corroborar ello en 1 Corintios 3:16, donde Shaúl/Pablo, nos dice lo siguiente:

“¿No saben que son templo de Yahvéh, y el Ruaj HaKodesh vive en ustedes?” Teniendo entonces un cambio de corazón o en otras palabras, una habitación limpia para el Ruaj HaKodesh, es cuando la Torá puede ser dada, de lo contrario, la situación de la persona que lo rechace, viene a ser peor que como se encontraba en un principio, y ello, nos lo enseña el Mesías Yeshua en el libro de Luka/Lucas 11:26, donde nos afirma:

“Cuando un ruaj/espíritu inmundo sale de una persona, viaja por lugares secos, buscando descanso. Cuando no lo encuentra, dice: 'Regresaré a la casa de donde salí.' Cuando llega, la encuentra limpia, barrida y en orden. Entonces va, y toma otros siete ruajim/espíritus más malvados que él, y vienen a vivir allí; así que al final, la persona está peor de lo que estaba antes.”

De tal forma que el Ruaj HaKodesh no vendría a hacer otra cosa, sino confirmar las palabras previas de Yahvéh en el versículo 25 de Yejezkel/Ezequiel capítulo 36. Lo que está por acontecerle a la Casa de Israel no puede considerarse sino algo asombroso, una muestra de eterna misericordia y compasión, leamos el versículo 27, dice:

“Yo pondré Mi Ruaj dentro de ti y causaré que vivas por mi Torá, que camines en mis ordenanzas y guardes mis juicios y los hagas [obedezcas].”

La promesa implica que por medio del Ruaj HaKodesh, Yahvéh estaría restituyendo al Efraín gentilizado a su posición dentro de la Casa de Jacob, es decir, los atraería de nuevo a Israel y les daría todos los mismos derechos que a sus hermanos yehudím/judíos. Shaúl/Pablo, está en completa armonía con ello, como leemos en Efesios 3:6, donde explica:

Page 28: El plan de redención para israel en el galut

[email protected] • profeciasmesianicas.com

28

“[…] en unión con el Mesías y por medio de las Buenas Noticias, los gentiles habrían de ser coherederos, un cuerpo unido, y coparticipes con los judíos en lo que Yahvéh ha prometido.”

Solo entonces la Casa de Israel sabrá cuán abominables han sido sus caminos hasta el día hoy delante de la Presencia de Yahvéh y aborrecerá esos mismos caminos e incluso, a sí misma, como leemos en Yejezkel/Ezequiel 36:31, donde encontramos:

“Entonces recordarás tus sendas perversas y tus obras que no fueron buenas; te odiarás a ti misma por tus transgresiones y tus abominaciones.”

Absolutamente nada de ello vendría a ser por algún mérito que Yahvéh haya encontrado en ellos, nada más lejos de la realidad. Así lo vuelve a decir Yahvéh a la Casa de Israel en el versículo 32:

“Entiende,' dice Yahvéh Elohim, 'que no estoy haciendo esto por mi amor a ti. En cambio, avergüénzate y constérnate por tus sendas, O casa de Israel.'”

No obstante y por definición, podemos aludir a lo siguiente. Es debido a que Efraín no tiene al Ruaj HaKodesh como nos lo dice el versículo 27, que podemos afirmar que de ninguna forma y bajo ningún concepto, la Casa de Israel, —que está inmersa en el cristianismo y otras religiones— tiene lo que ellos llaman espíritu santo, dado que si lo tuvieran, como dice la misma cita, vivirían por causa de la Torá. Solamente por causa del Mesías es que la Casa de Israel podrá ser restaurada. Es entonces que a raíz de ello, el orden establecido en la Torá, en el Brit Hadashah/Nuevo Testamento, y así confirmado por la Torá, es como lo cita el mismo Mesías Yeshua, quien nos dice que si lo reciben a él (junto con todo lo que conlleva aceptar sus ricas raíces hebreas), entonces estarían recibiendo al que lo envió, es decir, a Abba Yahvéh, como leemos en Mattiyahu/Mateo 10:40, dice:

“Cualquiera que los reciba a ustedes, a mí me recibe; y el que me recibe a mí, está recibiendo al que me envió.”

Según lo dice el Mesías Yeshua, si lo tenemos a él, entonces tenemos al Padre Yahvéh, como nos enseña él mismo en el libro de Yojanán/Juan 8:19, donde leemos:

“Ellos le dijeron: "¿Dónde está este padre tuyo?" Yeshua respondió: "Ustedes no me conocen a mí, ni a mi Padre; si a mí me conocieran, también conocieran a mi Padre."”

Ahora bien, es el Mesías Yeshua quien pedirá entonces al Padre Yahvéh, que envié sobre aquellos que lo conocen a él, al Ruaj HaKodesh, como leemos en Yojanán/Juan 14:16, dice:

“Yo le pediré al Padre, y el Padre les dará otro Consejero consolador como Yo, el Ruaj de verdad, para que esté con ustedes para siempre.”

El orden no puede cambiar, puesto que así está estipulado por Yahvéh, y es por medio de Su Ruaj HaKodesh que conocerás entonces la verdad, y según nos dice Tehilim/Salmos 119:142, la Torá es verdad, leamos:

“Tu justicia es justicia eterna y Tu Torá es verdad.”

Page 29: El plan de redención para israel en el galut

[email protected] • profeciasmesianicas.com

29

Si la Casa de Israel sigue rechazando la Torá es obvio y es una muy gran constante, que no tiene al Mesías Yeshua que dice tener. La Torá no puede mentir y no miente. El camino ya está trazado. Como nos enseñan las Escrituras, la condición actual de la Casa de Israel es deplorable en todo sentido y en cualquier circunstancia. Tanto se han alejado de Yahvéh ¸ tanto han caído, y entre más lejos de Él, peor viene a ser su situación. No obstante y ya con la promesa de restauración de Yahvéh, es que él mismo nos indica la forma en la que ésta Casa de Israel será levantada. El libro de Yejezkel/Ezequiel, capítulo 37 versículo 1 y 2, nos muestra la condición actual de todo Efraín previo a la restauración, leamos:

“Con la mano de Yahvéh sobre mí, Yahvéh me llevó por Su Ruaj y me puso en el medio del valle, y estaba lleno de huesos. El me hizo pasar por alrededor de todos ellos – ¡había tantos huesos tendidos en el valle, y estaban tan secos!”

Es entonces cuando al profeta Ezequiel Yahvéh le pregunta que si en su opinión esos huesos podrían vivir, y es que para Yahvéh no hay nada imposible, leamos el versículo 3:

“El me preguntó: "Ben-Adam, ¿pueden estos huesos vivir?" Yo respondí: "¡O Yahvéh Elohim! ¡Solamente Tú sabes eso!"”

Es un hecho que humanamente esos huesos no tienen posibilidad de volver a tener vida dentro de ellos, pero según la palabra profética que Yahvéh había hablado. Asombrosamente, es aquí donde comienza una de las profecías más asombrosas con respecto a ésta restauración. Leamos el versículo 4, dice:

“Entonces me dijo: "¡Profetiza sobre estos huesos! Di a ellos: '¡Huesos secos, oigan las palabras de Yahvéh!”

De alguna forma, esos huesos secos, llegarían a escuchar las palabras de Yahvéh no importando el país donde se encontraran, no importando tampoco su condición y mucho menos, si estaban completamente dispersos, como leemos en los versículos 5 y 6, donde encontramos lo siguiente:

“A estos huesos Yahvéh dice: "Yo haré que el aliento entre en ustedes, y vivirán. Yo ataré ligamentos a ustedes, haré que crezca carne en ustedes, los cubriré con piel y pondré aliento [Mi Ruaj] en ustedes, y vivirán, y sabrán que Yo soy Yahvéh."”

Por increíble que parezca, la imposible restauración de esos huesos secos estaba siendo profetizada y se nos enseña que esa restauración tomaría tiempo y sería por etapas, según leemos en los versículos 7 y 8:

“Así que yo profeticé como fui ordenado; y mientras estaba profetizando, hubo un ruido, un ruido arrullador; eran los huesos que se juntaban, cada hueso en su articulación. Mientras yo miraba, los ligamentos crecieron en ellos, la carne apareció y la piel los cubrió; pero no había aliento en ellos.”

En otras palabras, lo que estaba sucediendo frente a los ojos del profeta es que conforme ellos escuchaban en el cautiverio las palabras de Yahvéh llamándolos de regreso, los huesos comenzaron a juntarse, crecían los ligamentos, la carne apareció y la piel los cubrió por completo.

Page 30: El plan de redención para israel en el galut

[email protected] • profeciasmesianicas.com

30

Es decir, entre más palabras de la Torá escuchen esos huesos secos, más pronta está su restauración por venir. Sin embargo, y aunque los huesos ya estaban unidos y había crecido carne en ellos, no tenían aún aliento de vida, por lo que Yahvéh le dice al profeta que profetice sobre ellos para que el aliento de vida llegue y ellos puedan vivir, como leemos en el versículo 9, dice:

“Después me dijo: "¡Profetiza al aliento! ¡Profetiza, Ben-Adam! Di a los huesos que Yahvéh Elohim dice: 'Ven de los cuatro vientos, aliento; y sopla sobre estos hombres muertos para que puedan vivir.'"”

Vendría de parte de Yahvéh un aliento de vida para esos huesos secos de todos los cuatro vientos, indicando así, que no importando donde se encuentren, ellos obtendrían vida por la palabra de Yahvéh, y, asombrosamente, cuando Ezequiel profetizó como le fue ordenado, y ¡una gran congregación se puso de pie, y no es otra que la congregación o casa de Israel! Con ello llegaría el cumplimiento paulatino con vistas al futuro, de todos los hijos de Jacob, como leemos en los versículos 10 y 11:

“Así que profeticé como fui ordenado, y el aliento vino a ellos, ¡y vivieron, y se pararon sobre sus pies, una gran congregación! Entonces me dijo: "¡Ben-Adam! estos huesos son la casa entera de Israel […]”

Lo que estaría sucediendo era que con ello llegaría el cumplimiento paulatino, con vistas al futuro, de la restauración de todos los hijos de Jacob o veyidgú-larób, como él mismo había profetizado. Es entonces cuando la Casa de Israel llegaría a ser capaz de comprender verdaderamente, su condición espiritual delante de Yahvéh, misma que por muchos siglos ha permanecido, como leemos en el mismo versículo 11:

“[…] y ellos están diciendo: 'Nuestros huesos se han secado, nuestra esperanza se fue, y somos completamente cortados.'”

No obstante, Yahvéh los llama mi pueblo, contrario a lo que la profecía de Hoshea/Oseas mencionaba en el capítulo 1, versículos 8 y 9, donde encontramos:

“Después de destetar a Lo-Rujamah, ella concibió y tuvo un hijo. Yahvéh dijo: "Llámalo Lo-Ammi [no mi pueblo], porque tú no eres mi pueblo, y Yo no seré tu [Elohim]."”

La asombrosa declaración de Yahvéh de volver a llamar pueblo a la Casa de Israel la encontramos en el versículo 12 de Yejezkel 37:

“Por lo tanto profetiza; diles que Yahvéh Elohim dice: '¡Mi pueblo! […]” El decreto contra la Casa de Israel y el castigo por sus hechos no sería tampoco para siempre. Y es que la tierna misericordia de Yahvéh alcanzaría a las diez tribus perdidas donde quiera que se encuentren, y de forma asombrosa, podemos ver que El mismo regresará a sus hijos a la Tierra de Israel, es decir, a la nación que Yahvéh prometió que le daría a Abraham, Isaac y Jacob y no solo a ellos, sino a su descendencia para siempre. La reunificación de las tribus ya había sido profetizada y bien interpretada por este valle de huesos secos, que representa a las naciones que están lejos de Yahvéh y su Torá. Ahí es donde están

Page 31: El plan de redención para israel en el galut

[email protected] • profeciasmesianicas.com

31

actualmente muchos de la Casa de Israel, perdidos aún en el mar de los gentiles, actuando como gentiles, viviendo como gentiles, adorando cosas que Israel nunca conoció y alejándose cada día más de Yahvéh. Vemos en la continuación del versículo 12 y 13 que Yahvéh abriría las sepulturas de aquellos que murieron esperanzados en la restauración de Israel por medio del Mesías Yeshua:

“Yo abriré sus sepulturas y haré que se levanten de sus sepulturas, y Yo los traeré a La Tierra de Israel. Entonces sabrán que Yo soy Yahvéh – ¡cuando haya abierto sus sepulturas y los haya hecho levantarse de sus sepulturas, mi pueblo!”

Vemos ello confirmado por Shaúl/Pablo, quien nos dice en 1 Tesalonicenses 4:16 y 17, las mismas palabras que Yahvéh había hablado siglos atrás por medio del profeta Ezequiel:

“Porque el Adón mismo bajará de los cielos con un grito vigoroso, con un llamado por uno de los ángeles principales, y con el shofar de Yahvéh; aquellos que han muerto unidos con el Mesías serán los primeros en resucitar; después nosotros los que hayamos quedado vivos seremos juntamente levantados con ellos en las nubes, para encontrarnos con el Adón en el aire; y por tanto siempre estaremos con el Adón.”

De forma absoluta y contundente, podemos ver, que, efectivamente, el sonido de un gran shofar sonará previo a la restauración de todo Israel. Ello se encuentra en Yeshayahu/Isaías 27:13, donde dice:

“En aquel día sonará un gran shofar. Aquellos perdidos en la tierra de Asiria regresarán, también aquellos esparcidos por la tierra de Egipto; y ellos adorarán a Yahvéh en el Monte Kadosh en Jerusalén.”

Todo esto acontecerá, sin duda, en los últimos días o ajarit-hayamim, según nos lo enseña el mismo Mesías Yeshua en Mattiyahu/Mateo 24:30 y 31:

“Después, la señal del Ben Ha Adam aparecerá en el firmamento, todas las tribus de La Tierra llorarán, y ellos verán al Ben Ha Adam viniendo en las nubes del cielo con tremendo poder y gloria. Y enviará a sus ángeles con un gran shofar; y reunirá a su pueblo escogido de los cuatro vientos, de un extremo al otro del cielo.”

Cabe mencionar igualmente, que nada de ello podrá disfrutar la Casa de Israel fuera del marco del Mesías Yeshua y de la Torá. No hay puentes intermedios, ni atajos para llegar a la Tierra de la promesa, es decir; la bendita Tierra de Israel, como leemos en Yejezkel/Ezequiel 37:14, donde apunta:

“Yo pondré Mi Ruaj en ustedes; y ustedes estarán vivos. Entonces los pondré en su propia tierra; y sabrán que Yo, Yahvéh, he hablado, y que Yo lo he hecho,' dice Yahvéh.”

La reconsideración del exilio de todo Israel, incluyendo a ambas Casas, ya había comenzado. La profecía había sido hablada y ahora, Yahvéh interpretaría la profecía a la vista del pueblo de Israel, como podemos leer en el capítulo 37, versículos 15 al 18, dice:

“La palabra de Yahvéh vino a mí: "Tú, Ben-Adam, toma un palo y escribe en él: 'Para Judá y aquellos unidos con él entre los hijos de Israel.' Toma otro palo y escribe en él: 'Por José,

Page 32: El plan de redención para israel en el galut

[email protected] • profeciasmesianicas.com

32

el palo de Efraín y a toda la casa de Israel que pertenece a él.' Finalmente, tráelos juntos a un solo palo, para que se conviertan en uno en tu mano.”

Lo que nos dice la profecía es que incluida a la Casa de Judá, hay personas que son de la Casa de Israel, o en otras palabras, que son de otras tribus y se consideran judíos sin realmente serlo. Ello radica en que tras los exilios, una cierta cantidad de personas de la Casa de Israel encontró refugio con sus hermanos de Judá y viceversa. Y, Yahvéh, conociendo de antemano el problema, los incluye en el palo que Ezequiel escribe para ellos. Es notorio que en los versos siguientes Yahvéh traería juntos a ambos palos para que se conviertan en uno solo, como señal de la pronta restauración de todo Israel. En esta alegoría tenemos que las manos del profeta representan a las manos del Mesías Yeshua, un palo a la Casa de Israel y el otro palo a la Casa de Judá, leamos el versículo 17:

“Finalmente, tráelos juntos a un solo palo, para que se conviertan en uno en tu mano.” La enseñanza de Yahvéh nos muestra el único camino a la restauración, no hay otro. Solamente en las manos del Mesías Yeshua todo Israel podrá ser reunido de nuevo a la Tierra que El prometió a Abraham, a Isaac y a Jacob. Veamos entonces la explicación que Yahvéh mismo le da a esta alegoría en los versículos 18 y 19:

“Cuando los hijos de tu pueblo te pregunten qué quiere decir todo esto, diles que Yahvéh dice esto: 'Yo cogeré el palo de José, el cual está en la mano de Efraín, junto con las tribus de Israel, que están unidas con él, y las pondré juntas con el palo de Judá y los haré un solo palo, para que se hagan uno en mi mano.'”

Cabe mencionar que cuando Yahvéh dice que el palo de José está en la mano de Efraín, está diciendo que esas diez tribus se convirtieron en el veyidgú-larób o en otras palabras, que se habían multiplicado tan abundantemente como los peces del.

“[…] y que se multipliquen (como los peces) abundantemente dentro (en medio) de la Tierra.”

No obstante, llegarían a ser también el meló hagoyím mencionado en Bereshit/Génesis 48:19, donde dice con respecto a Efraín:

“Pero su padre rehusó, y dijo: "Yo sé eso, hijo mío, yo lo sé. Él también se hará un pueblo, y él también será grande; no obstante su hermano menor será mayor que él, y su descendencia formará multitud de naciones.”

Es esta misma descendencia la que Yahvéh estaría por reunir en los últimos días. Y, de forma asombrosa, Yahvéh mismo lo explica sin alegoría después. El mismo devela el misterio detrás de los dos palos de Ezequiel, no dejando así lugar para interpretaciones irracionales o apartadas del marco de verdad de la Torá, leamos el versículo 21:

“Entonces dile a ellos que Yahvéh Elohim dice: 'Yo cogeré la casa de Israel de entre las naciones adonde han ido y los juntaré de todos los lados y los traeré de regreso a su propia tierra.”

Vale la pena resaltar el contenido de éste versículo 21 para conocer el fondo y la forma de la profecía.

Page 33: El plan de redención para israel en el galut

[email protected] • profeciasmesianicas.com

33

Es evidente que la Casa de Israel, como nos dice Melajim Alef/1 Reyes 12:19, ha estado a disgusto con la Casa de Judá:

“Israel ha estado en rebelión con la dinastía de David hasta este día.” Es por ello, que cualquier cosa que la Casa de Judá pueda instruirle a la Casa de Israel, ésta la negará rotundamente, puesto que han olvidado la Torá del Eterno, como leemos en Hoshea/Oseas 8:12, donde leemos:

“Yo le escribo tantas cosas de mi Torá, sin embargo, él las considera extrañas.” Recordemos pues, que fue la Casa de Judá la que permaneció con Yahvéh y no la Casa de Israel la que lo hizo. De tal forma que el versículo 21 de Yejezkel/Ezequiel 37 nos dice que el Eterno tomará a la Casa de Israel o Efraín, y los llevará junto con todos sus hermanos judíos a la tierra de Israel, donde ellos están.

“Entonces dile a ellos que Yahvéh Elohim dice: 'Yo cogeré la casa de Israel de entre las naciones adonde han ido y los juntaré de todos los lados y los traeré de regreso a su propia tierra.”

Seguramente que después de tantos y tantos años de exilio, será una labor dura la de la Casa de Israel de regresar a Yahvéh y a su bendita Torá. Sin embargo, estas son palabras de Yahvéh y ninguna de ellas es indigna para ser echada a tierra. A menos que la Casa de Israel comprenda esto, no puede y no podrá ser restaurada. Llegaría entonces, el momento histórico para la Casa de Israel cual nunca antes conoció. Una restauración completa de la nación estaba en el horizonte. Ya no habrá diez tribus dispersas entre las naciones, las cuales hoy en día desconocen a cuál de las Doce Tribus de Israel pertenecen verdaderamente. No obstante, el Mesías Yeshua le dirá a cada uno a qué tribu es a la que pertenece para que pueda entrar a la Nueva Jerusalén, que como vemos, solamente tiene doce puertas y escrita en cada puerta está el nombre de una de las tribus de Israel, leamos Revelación 21:12, dice:

“Tenía un gran muro alto con doce puertas; a las puertas doce ángeles; e inscritos en las puertas estaban los nombres de las doce tribus de Israel.”

Vendrían a ser, entonces, como lo explica el versículo 22 de Yejezkel 37, una nación, la cual, es Israel, leemos:

“Yo los haré una nación en La Tierra, sobre las montañas de Israel; y un rey será rey para todos ellos […]”

El Rey prometido no es otro sino el Mesías Yeshua, aquel que los reunirá es el mismo que gobernará sobre las Doce Tribus de Israel en la Nueva Jerusalén, como leemos en el libro de Revelación 21:1 al 3, donde encontramos:

“Entonces vi un cielo nuevo y una tierra nueva; pues el cielo viejo y la tierra vieja habían pasado, y el mar ya no estaba allí. También vi la ciudad Kadosh, la Jerusalén de lo Alto,

Page 34: El plan de redención para israel en el galut

[email protected] • profeciasmesianicas.com

34

descendiendo desde el cielo de Yahvéh, preparada como una esposa, hermosamente vestida para su marido. Oí una gran voz del trono que decía: "¡Miren! La Shejinah de Yahvéh está con la humanidad, y El vivirá con ellos. Ellos serán su pueblo, y El mismo, Yahvéh con ellos, será su Elohim.”

Vemos que ya no habrá más separación entre los hermanos de ambas Casas, es decir, entre los judíos o Casa de Judá y los de la Casa de Israel, perdidos en el mar de las naciones del cristianismo y otras religiones, según continuamos leyendo en el versículo 22:

“[…] Nunca más serán dos naciones, y nunca más estarán divididos en dos reinos.” Además, ya no habrá ningún tipo de aflicción entre estas dos Casas que son hermanas, como podemos leer en Yeshayahu/Isaías 11:13, donde vemos:

“Y la envidia de Efraín será quitada, y los enemigos de Judá perecerán. Efraín no envidiará a Judá, y Judá no afligirá a Efraín.”

Esta envidia y aflicción no son otros sino la envidia que tiene actualmente Efraín al saber que tiene que observar la Torá y no lo puede hacer y muchas veces, aún se rehúsa a hacerlo. La aflicción que ejerce Judá es cuando sus hermanos vienen de regreso a la Torá y a la Tierra de Israel y son rechazados, además, cuando le instan en el Mesías Yeshua y ellos lo niegan rotundamente. Esta maravillosa obra de redención, recordemos, no es por causa de algún mérito de la Casa de Israel, sino por el amor que Yahvéh le tiene a Su propio Nombre, como lo vemos de nuevo en Yejezkel/Ezequiel 36:32, apunta:

“Entiende,' dice Yahvéh Elohim, 'que no estoy haciendo esto por mi amor a ti. En cambio, avergüénzate y constérnate por tus sendas, O casa de Israel.'”

Lo que debe comprenderse entonces, con el oficio de carpintero del Mesías Yeshua, es que él aún está trabajando en los dos palos de Ezequiel, como vemos en Mattiyahu/Mateo 13:55, donde encontramos: “¿No es éste, el hijo del carpintero?” Sabido entonces que por medio del Mesías Yeshua habría no solo redención para la Casa de Israel sino para los dispersos de Judá también, tenemos entonces que aquel que trae esa bendita Besorá Tová HaGeulá/Buenas noticias de redención es quien puede retornar a todo Israel de nueva cuenta a Yahvéh, como leemos en Yeshayahu/Isaías 52:7, donde dice:

“Cuán bellos sobre los montes de Israel son los pies de aquel que trae buenas noticias, proclamando Shalom, trayendo buenas noticias de buenas cosas, anunciando Salvación y diciendo a Sión: "¡Tu Elohim es Rey!”

Recordemos que la casa de Jacob o las Doce Tribus de Israel habían adquirido un pacto con Yahvéh y estaban sujetas a sus mitzvot o mandamientos, según leemos en Shemot/Éxodo 19 y capítulos posteriores, donde le es entregada Su Torá a todo el pueblo. Es así, que el libro que Yejezkel/Ezequiel nos enseña que, efectivamente, Yahvéh había entrado en un pacto con todo Israel, leamos el capítulo 16, versículos 6 al 8, dice:

Page 35: El plan de redención para israel en el galut

[email protected] • profeciasmesianicas.com

35

“Yo pasé por allí y te vi, revolcada en tu propia sangre; y cuando yacías en tu sangre Yo te dije: ¡"Vive!" Sí, Yo te dije, mientras yacías en tu sangre, "¡Vive!" Yo aumentaré tu número como plantas creciendo en el campo." Y tú sí te multiplicaste, te formaste, llegaste a la pubertad, aparecieron tus pechos, y tu pelo creció; pero estabas desnuda y expuesta. De nuevo Yo pasé junto a ti, te miré y vi que tu tiempo había llegado, el tiempo para amores. Así que extendí mi manto sobre ti para cubrir tus partes privadas y entré en un Pacto contigo, dice Yahvéh, y tú fuiste mía.”

Podemos ver que Yahvéh entró en un Pacto con todo Israel para ser su Elohim y proveerle, como marido, todas sus necesidades, aunque la Casa de Israel fue infiel con El, como leemos en Hoshea/Oseas 2:8, dice:

“Porque ella no sabe que era Yo el que le daba el grano, el vino y el aceite; Yo quien incrementó su plata y su oro, los cuales usaron para baal.”

Vemos que Yahvéh cumplió con su compromiso matrimonial adquirido con todo Israel, pero Efraín lo desechó por completo. De ninguna manera su portó con fidelidad hacia Elohim y por consiguiente Yahvéh se divorcia de la Casa de Israel, como vemos en Yeshayahu/Isaías 50:1, leamos:

“Así dice Yahvéh: ¿Dónde está el documento de divorcio de tu madre que Yo le di a ella cuando me divorcié?”

En hebreo el término utilizado para ‘documento de divorcio’ es sefer keritut. Y también en Yirmeyahu/Jeremías 3:6 y 8, donde leemos:

“[…] ¿Has visto las cosas que la reincidente Israel ha estado haciendo? Ella sube sobre toda colina despojada y bajo todo árbol frondoso y se prostituye a sí allí. Yo dije que después que ella había hecho todas estas cosas, ella regresaría a mí; pero no ha regresado. Mientras tanto, su bella hermana, Judá ha estado observando. Yo vi esto a pesar de que la reincidente Israel había cometido adulterio, por tanto, la despedí y le di documento de divorcio, desleal Judá su hermana no fue movida a temor – en cambio ella también fue y se prostituyó a sí.”

Ahora bien, Yahvéh no se divorcia de la Casa de Judá por una razón. Y es que le prometió a David mantener una luz encendida de su descendencia en el trono de Israel, como está escrito en Melajim Alef/1 Reyes 11:36, donde dice:

“[…] David mi siervo siempre tendrá una luz quemando delante de mí en Jerusalén, la ciudad que Yo escogí para mí mismo como el lugar para poner Mi Nombre.”

No obstante y muy importante es conocer que si Yahvéh se hubiera divorciado de la Casa de Judá, no hubiera sido posible la llegada de un Mesías como estaba profetizado, ya que el Mesías vendría de la tribu de Judá, según leemos en Bereshit/Génesis 49:10, dice:

“Un regidor no fallará de Judá, ni un príncipe de sus lomos, hasta que venga para quien es reservado, (Shilóh); y Él es la expectación de las naciones.”

El libro de Hoshea/Oseas nos deja en claro que de ninguna forma Yahvéh tiene un compromiso con la Casa de Israel, según lo vemos en el capítulo 2, versículo 2:

Page 36: El plan de redención para israel en el galut

[email protected] • profeciasmesianicas.com

36

“Reprende a tu madre, repréndela; porque ella no es mi esposa; y Yo no soy su esposo.”

Ahora bien, el libro de Bamidbar/Números nos dice cuál es la Torá para la impureza sexual de una mujer, según leemos en el capítulo 5, versículos 12 y 13, dice:

“Dile a los hijos de Israel: 'Si la esposa de un hombre se va en extravío y le es infiel a él; esto es, si otro hombre va a la cama con ella sin el conocimiento de su esposo, así se convierte en impura secretamente […]”

No olvidemos que Yahvéh estaba casado con la casa de Jacob, pero la Casa de Israel por la multitud de sus faltas, adquirió el sefer keritut. La situación entonces se había presentado. La Casa de Israel había sido infiel a Yahvéh y la Torá para este pecado era la siguiente, según leemos en el versículo 15:

“[…] él la traerá al kohen, junto con la ofrenda por ella, dos cuartos de harina de cebada en la cual no se ha derramado aceite de oliva ni incienso, porque es una ofrenda de grano por celos, una ofrenda de grano para recordatorio, para traer a la mente la culpa.”

Cabe mencionar tres puntos importantes. En el pensamiento hebreo, el cerdo es un animal impuro y así lo menciona la Torá. Sin embargo, tenemos que la ofrenda de la mujer adúltera sería de harina de cebada. La cebada es principalmente comida para animales, entre ellas, los cerdos. La razón por la cual la ofrenda de la mujer no fue harina de trigo, que es alimento para seres humanos, es que el comportamiento de la mujer fue como la de un animal y merecía, por lo tanto, que su ofrenda fuera comida de animal. Al alimentar incluso a los cerdos con ella, podemos ver cuán despreciada era. Además, la ofrenda de la mujer adúltera no debería llevar aceite como en el resto de las ofrendas, ya que el adulterio es un acto oscuro y no merece que el aceite traiga luz a su ofrenda. Y con respecto al incienso, tampoco era diga de que fuera perfumada, dado que la mujer tendría un olor desagradable por causa de su adulterio. Es así como fue presentada la Casa de Israel delante de Yahvéh, en esas mismas condiciones. Posteriormente, y tras traer la ofrenda, el sacerdote pondría agua kadosh en una vasija de barro, pondría u poco de polvo del suelo del Tabernáculo y lo echaría al agua, como leemos en el versículo 17:

“El kohen pondrá agua kadosh en una vasija de barro, y entonces el kohen tomará un poco de polvo del suelo del Tabernáculo y lo pondrá en el agua.”

La mujer, bien representada entonces por la Casa de Israel, sería puesta delante de su marido, es decir, de Yahvéh, con la ofrenda de grano por celos en sus manos, mientras el kohen/sacerdote tenía el agua de amargura y maldición, haría un juramento. Leemos ello en los versículos 19 y 20:

“El kohen la hará jurar diciéndole: "Si ningún hombre ha ido a la cama contigo, si no te has ido extraviada para hacerte inmunda mientras bajo la autoridad de tu esposo, entonces estarás libre de esta agua de amargura y maldición. Pero si tú de hecho te has

Page 37: El plan de redención para israel en el galut

[email protected] • profeciasmesianicas.com

37

ido extraviada mientras bajo la autoridad de tu esposo y te has vuelto inmunda, porque algún otro hombre que no es tu esposo ha ido a la cama contigo.”

Vemos en el versículo 21 la terrible consecuencia del adulterio, leamos:

“Entonces el kohen hará que la mujer jure con juramento que incluye una maldición; el kohen dirá a la mujer: "¡que Yahvéh te haga objeto de maldición y condenación entre tu pueblo volviendo tus partes privadas marchitas y que tu abdomen se inflame!”

Siendo entonces la Casa de Israel culpable de adulterio, la maldición estaría sobre ella y sin duda, quedaría expuesta a vergüenza y a no poder tener más hijos, y es que como menciona la maldición, sus partes privadas estarían marchitas, la Casa de Israel sería infértil. Sin embargo, tras la futura restauración de la Casa de Israel, como leemos en Yeshayahu 54:1, dice:

“¡Canta mujer estéril, tú, que nunca has tenido un hijo! ¡Prorrumpe en una canción y gritos de júbilo, tú, que nunca has estado de parto! Porque la mujer abandonada tendrá más hijos que la mujer que está viviendo con su esposo," dice Yahvéh.”

Ahí tenemos una parte de la redención de la Casa de Israel. De una forma asombrosa volverían a surgir del olvido los hijos de la mujer que había engañado con prostitución a su esposo, Yahvéh. Es notorio entonces, que la mujer estéril es la Casa de Israel y que la que está viviendo con su esposo, es decir, con Yahvéh, es la Casa de Judá o judíos, observando su contrato matrimonial; la Torá. Es así, que el Mesías Yeshua nos muestra un claro ejemplo del tipo de adulterio que cometieron las diez tribus de Israel. No olvidemos que esas diez tribus, o mejor conocidas también como Efraín, hicieron de su capital a Samaria y por consecuencia, sus descendientes perdieron su identidad israelita y fueron conocidos posteriormente como samaritanos. Veamos la historia con la mujer samaritana en Yojanán/Juan 4:7, donde leemos:

“Una mujer de Samaria vino a sacar un poco de agua; y Yeshua le dijo: "Dame un poco de agua."”

La mujer se sorprende de que un judío le hable a una samaritana. Y es que como leemos en Melajim Alef/1 Reyes 12:19, desde la ruptura del reino en Dos Casas, ninguno se ha vuelto a hablar pacíficamente, como nos dice:

“Israel ha estado en rebelión con la dinastía de David hasta este día.” La mujer, que representa a la Casa de Israel, las diez tribus perdidas o bien, a Efraín, le dice en el versículo 9 lo siguiente:

“La mujer de Samaria le dijo: "¿Cómo es que Tú, un judío, me pides agua a mí, una mujer de Samaria?" (Porque los judíos no se asocian con la gente de Samaria.)”

El Mesías Yeshua, por su parte, le ofrece algo que la mujer no tiene y que en efecto, no conoce, lo leemos en el versículo 10, dice:

Page 38: El plan de redención para israel en el galut

[email protected] • profeciasmesianicas.com

38

“Yeshua le respondió: "Si conocieras el don de Yahvéh, esto es, quién es el que te está diciendo, 'dame un poco de agua,' entonces, le hubieras pedido; y Él te hubiera dado agua viva.”

Sigamos la lectura y encontremos si, en verdad, esta mujer y todos los samaritanos, forman o no, parte de la ascendencia del Patriarca Jacob, veamos el versículo siguiente, el 11 y 12, dice:

“Ella le dijo: "Adón, Tú no tienes un cubo, y el pozo es muy hondo; así que, ¿de dónde sacas esta 'agua viva'? ¿Acaso eres Tú mayor que nuestro padre Jacob? […]”

Veremos más adelante que el Mesías Yeshua no la reprende por decir que es descendiente del Patriarca, sino que la reprende por su inmoralidad, y es que el Mesías está supuesto a ayudar a la descendencia de Jacob, como leemos en Yeshayahu/Isaías 41:8, dice:

“Pero tú, Israel, mi siervo; Jacob, a quien he escogido, descendencia de Abraham mi amigo […]”

Esta declaración de Isaías queda asentada en por Shaúl/Pablo en el libro de Hebreos, capítulo 2, versículo 16, donde nos dice que el Mesías toma control sobre la descendencia de Abraham, y en este caso, no importando lo dispersa que ésta estuviera o lo que irreconocible que pareciera, leamos:

“En verdad es obvio que la mentira no toma control de los ángeles para ayudarles; por el contrario: "Él toma control de la descendencia de Abraham."”

Conociendo pues, esto, el Mesías Yeshua le ofrece agua viva a la mujer, y como analogía, lo hace con las diez tribus perdidas o Efraín, pues dicen los versículos 13 y 14 de Yojanán/Juan 4:

“Yeshua respondió: "¡Todos los que beben de esta agua tendrán sed de nuevo; pero el que beba del agua que Yo le doy de beber, nunca estará sediento otra vez! ¡Por el contrario, el agua que Yo le doy se convertirá en una fuente de agua dentro de él, agua que brota saltando para vida eterna!"”

Recordemos que el agua es un símbolo de la Torá y lo que el Mesías Yeshua le estaba ofreciendo, no era otra cosa sino Torá, misma que había desechado y abandonado por completo, como leemos en Hoshea/Oseas 8:12, dice:

“Yo le escribo tantas cosas de mi Torá, sin embargo, él las considera extrañas.” De forma asombrosa, y sin que la mujer samaritana supiera lo que el Mesías le estaba diciendo, le pide que le dé de las aguas de la Torá, pero el, sin embargo, le pide que llame a su marido, veamos los versículos 15 y 16:

“"Adón, dame de esta agua," la mujer le dijo, "para que no tenga sed, ni tenga que seguir viniendo a sacar agua." Él le dijo: "Ve, llama a tu esposo, y regresa."”

Sin duda el Mesías Yeshua estaba por indicarle su condición espiritual tan precaria y ruin. La mujer, por su parte le responde que no tiene marido, veamos el versículo 17, dice:

“Ella respondió: "Yo no tengo esposo." Yeshua le dijo a ella: "¡Estás en lo correcto, no tienes esposo!”

Page 39: El plan de redención para israel en el galut

[email protected] • profeciasmesianicas.com

39

Las palabras del Mesías eran correctas y también las de la mujer. Ningún descendiente de las diez tribus y añadidos tenía un contrato matrimonial; lo que tenían era el sefer keritut o documento de divorcio que el Eterno le había dado. Leamos de nuevo Hoshea/Oseas 2:2, dice:

“Reprende a tu madre, repréndela; porque ella no es mi esposa; y Yo no soy su esposo.” Yeshua, el Mesías, le dice en el versículo 18, que ella ha tenido cinco esposos y que con quien está viviendo actualmente no está casada, leamos:

“¡Has tenido cinco esposos en el pasado, y no estás casada con el hombre con quién vives ahora! ¡Has hablado la verdad!”

Ahora bien, lo que el Mesías le dijo, y manteniendo la línea de alusión, es que ella, la Casa de Israel, había tenido cinco esposos y a todos ellos los había engañado, es decir, cada esposo por cada uno de los libros de la Torá. Lo que ella había hecho fue traicionar la bendita Torá de Yahvéh que le fue dada en el monte Sinaí por medio de Moshe/Moisés, y seguir a sus dioses paganos, no importando la religión en la que se encontrara. Ella había violado los mitzvot de Bereshit/Génesis, Shemot/Éxodo, Vayikrá/Levítico, Bamidbar/Números y Devarim/Deuteronomio con las enseñanzas adquiridas como consecuencia de su ruaj de prostitución, como leemos en Hoshea/Oseas 5:4, dice:

“[…] porque el ruaj de ramera está en ellos […]” Cambiaron la bendita Torá del Eterno y siguieron caminos de maldición y acumulan mentiras solamente, como leemos también en el libro de Hoshea/Oseas 12:1, dice:

“Efraín es un ruaj maldito, Efraín está persiguiendo el viento, persiguiendo el viento del este. Todo el día él amontona mentiras y desolación […]”

Sin embargo, y como ya hemos visto, el único que puede restaurar a las diez tribus, la Casa de Israel o Efraín, es el Mesías, y eso mismo le afirmó a la mujer samaritana en los versículos 25 y 26:

“La mujer respondió: "Yo sé que el Mesías viene" (esto es, el que ha sido ungido). "Cuando El venga, nos dirá todo." Yeshua le dijo: "Yo, la persona que está hablando contigo, soy El."”

Es decir, la revelación de la identidad del Mesías sería conocida por la Casa de Israel y no por Judá, sino hasta que entrara el hamón goyím, o plenitud de los gentiles, como leemos en Mattiyahu/Mateo 26:63, dice:

“Yeshua permaneció en silencio. El kohen hagadol le dijo: "¡Te pongo bajo juramento! Por el Elohim viviente, ¿dinos si tú eres el Mesías, el Hijo de Elohim?" Yeshua le dijo: "Las palabras son las tuyas […]”

Y además, en Romanos 11:15, donde leemos:

Page 40: El plan de redención para israel en el galut

[email protected] • profeciasmesianicas.com

40

“Es el endurecimiento, que a tal grado ha caído sobre Israel hasta que el mundo gentil haya entrado en la totalidad”

De tal modo, que estando la Casa de Israel divorciada del todo de Yahvéh, un nuevo contrato matrimonial está entonces en el horizonte, según leemos en Yirmeyahu/Jeremías 31:31, dice:

“"Aquí está, los días vienen," dice Yahvéh, "cuando haré un nuevo Pacto con la casa de Israel y con la casa de Judá.”

Este nuevo pacto es conocido como Brit Hadashah/Pacto Renovado. Sin embargo, la Casa de Israel quiere regresar a su primer esposo, es decir, a Yahvéh y a su Torá. Leamos entonces el libro de Hoshea/Oseas 2:7, donde encontramos:

“Ella irá tras sus amantes, pero no los atrapará. Ella los buscará, pero no los encontrará. Entonces ella dirá: "Iré y regresaré con mi primer esposo; porque entonces las cosas eran mejores para mí que lo que son ahora."”

Siendo que la Casa de Israel regresaría a Yahvéh, es cuando El entonces le promete desposarla, como leemos en Hoshea/Oseas 2:19 y 20, dice:

“Yo te desposaré conmigo para siempre; sí, Yo te desposaré conmigo en rectitud, en justicia, en misericordia y en tierna compasión; Yo te desposaré conmigo en fidelidad, y tú conocerás a Yahvéh.”

No tendría sentido pensar que Yahvéh se desposaría con su mujer, Judá, puesto que está casado con ella. Lo que nos dicen los versículos anteriores es que el Eterno hará que regrese la Casa de Israel, quien está divorciada y comenzará un nuevo compromiso con ella. Es entonces cuando las palabras del profeta se cumplirán, leamos Hoshea/Oseas 2:1, dice:

“Digan a sus hermanos: "¡ammi [mi pueblo]!" y a sus hermanas: "¡rujamah [la compadecida]!"”

Donde había sido dicho que no sería la Casa de Israel su pueblo, y no donde no habría compasión para ellos, ahora es dicho, ¡ammi y rujamah! Así lo confirma también el libro de Yeshayahu/Isaías 62:3 al 5, donde dice:

“Tú serás una corona de gloria en la mano de Yahvéh, una diadema en la mano de tu Elohim. Nunca más hablarán de ti como abandonada, ni hablarán de tu tierra como desolada; más bien, serás llamada "Hefsi-Ba" [Mi delicia está en ella], y tu tierra, "Beula" [Desposada]. Porque Yahvéh se deleita en ti, y tu tierra estará casada.”

Tenemos así, que la promesa de restauración ya estaba decretada, la Casa de Israel regresaría a Yahvéh y volvería a estar casada, ya no estaría abandonada ni desolada, tampoco sin hijos y en condiciones deplorables. Las diez tribus perdidas estarían en camino a su redención. No obstante y ante tal magnífica profecía para restaurar el gobierno de Israel, el retorno no podía llevarse a cabo. Había un impedimento que bloqueaba el regreso de las tribus en el exilio, y este no es otro sino el sefer keritut o documento de divorcio que el Eterno le había dado.

Page 41: El plan de redención para israel en el galut

[email protected] • profeciasmesianicas.com

41

En Devarim/Deuteronomio 24, versículos 1 al 4, encontramos en la Torá la mitzvá para una situación de adulterio y divorcio, como sucedió entre Yahvéh y la Casa de Israel, leamos:

“Supón que un hombre se case con una mujer y ejecute el matrimonio pero después la encuentra desagradable, porque él la ha encontrado ofensiva de alguna forma. Él le escribe un documento de divorcio, se lo da a ella y la envía fuera de su casa. Ella se va de la casa de él, va y se hace la esposa de otro hombre; pero al segundo hombre ella le desagrada y él le escribe un documento de divorcio, se lo da a ella y la envía fuera de su casa; o el segundo esposo con el cual ella se casó muere. En tal caso su primer esposo, quien la envió fuera, no puede tomarla otra vez como su esposa, porque ahora ella está profanada. Sería detestable para Yahvéh, y no traerás pecado en La Tierra que Yahvéh tu Elohim te está dando como tu herencia.”

Tenemos delante de nosotros entonces un problema muy serio para Efraín. Está escrito en la Torá que si una mujer, en este caso, la Casa de Israel, recibe un acta de divorcio o sefer keritut y piensa en regresar con su primer esposo, le es imposible hacerlo. La razón es porque esa mujer se ha vuelto impura de forma ritual, no apta para regresar a su primer esposo por causa de su profanación y su ruaj de ramera o prostitución. El Eterno, no podría violar su Torá y casarse de nuevo con la Casa de Israel a menos que su Torá fuera mentira, pero como leemos en Tehilim 119:142, su Torá es verdad, dice:

“Tu justicia es justicia eterna y Tu Torá es verdad.” No había forma, entonces, de que la Torá pudiera ser cambiada, modificada o incluso, añadida. Nada de la Torá puede cambiar, lo vemos en Devarim/Deuteronomio 12:32, dice:

“Todo lo que yo les estoy ordenando, ustedes tendrán cuidado en hacer. No añadan a ello ni substraigan de ello.”

Y también en el libro de Mishle/Proverbios 30:6, donde encontramos:

“No añadas nada a sus palabras; o Él te reprenderá, y serás encontrado mentiroso.” Ahora bien, el libro de Romanos nos dice que la Torá solamente tiene autoridad sobre una persona mientras ésta permanece con vida, como leemos en el capítulo 7, versículo 1, dice:

“Seguramente ustedes saben, hermanos, pues hablo a aquellos que entienden la Torá, que la Torá tiene autoridad sobre una persona mientras vive.”

El problema de la Casa de Israel no podía ser resuelto de ninguna forma por parte de ella, muy por el contrario, sería solamente la muerte del esposo, la que haría libre a esa mujer de la parte de la Torá que habla con respecto a los esposos, como leemos en el versículo 2:

“Por ejemplo, una mujer casada está ligada por la Torá a su esposo mientras él vive; pero si el esposo muere, ella es libre de la parte de la Torá que tiene que ver con esposos.”

De tal forma, que Shaúl/Pablo, con sus declaraciones en la primer parte del versículo 3, está en completa armonía con la Torá y explica que si una mujer casada va tras otro hombre, es declarada adúltera, leamos:

Page 42: El plan de redención para israel en el galut

[email protected] • profeciasmesianicas.com

42

“Entonces, mientras el esposo está vivo, si ella se casa con otro hombre es declarada adúltera […]”

Y esto fue lo que sucedió con la Casa de Israel, con las diez tribus, y como consecuencia, le fue dado un documento de divorcio, como leemos en Yeshayahu/Isaías 50:1, dice:

“Así dice Yahvéh: ¿Dónde está el documento de divorcio de tu madre que Yo le di a ella cuando me divorcié?”

No obstante, la segunda parte del versículo 3 de Romanos 7, menciona que si esa mujer queda viuda, es libre entonces de la parte de la Torá que habla sobre los esposos, y la razón es porque ya no tiene compromiso alguno con el que fuera su primer esposo; su sefer keritut, por consiguiente, quedaría anulado, sin validez alguna, dice:

“[…] pero si el esposo muere, ella es libre de esa parte de la Torá […]” Tenemos pues, que si la mujer queda libre del sefer keritut, podría casarse con quien quisiera, y ello lo leemos en la tercera parte del versículo 3 de Romanos 7, dice:

“[…] de tal manera que si ella se casa con otro hombre no es adúltera.” Ahora bien, fue el propio Mesías Yeshua, es decir, el esposo, quien vino al mundo tomando un cuerpo mortal, para entonces poder liberar del sefer keritut, con su muerte, a la Casa de Israel y limpiar el camino para su restauración, lo leemos en Tehilim/Salmos 40:6, dice:

“[…] Más bien, Tú has preparado un cuerpo para mí […]” Es así como el esposo, Yeshua, muere y sus últimas palabras son las que encontramos en el libro de Yojanán/Juan 19:30, dice:

“Después que Yeshua hubo tomado el vino, dijo: "Consumado es." Y dejando su cabeza caer, entregó su ruaj.”

Las palabras del Mesías Yeshua fueron pasmosas, “consumando es”, es decir, “ya cumplí con mi muerte, ahora Israel podría regresar a mí”. Es decir, el último pensamiento en la mente de Yeshua fue en su esposa, en Israel. La muerte del Mesías había abierto el camino para que Israel pudiera regresar. Ahora si se podían cumplir las palabras del profeta Hoshea/Oseas 2:1, donde encontramos:

“Digan a sus hermanos: "¡ammi [mi pueblo]!" y a sus hermanas: "¡rujamah [la compadecida]!"”

La tierna misericordia del Eterno estaba siendo mostrada tanto a la Casa de Israel como a la Casa de Judá, a ambas por igual, y la razón es simple. El que fue esposo de la Casa de Judá también había muerto y Judá se había quedado viuda también. Sin embargo, todo estaba alineado, el camino casi terminado y pavimentado para el retorno, pero ahora nos encontramos con un problema mayúsculo; ¡el esposo está muerto, Judá está viuda e Israel ahora es libre de casarse con cualquier otro hombre!

Page 43: El plan de redención para israel en el galut

[email protected] • profeciasmesianicas.com

43

A pesar del terreno tan complicado, y de la devastación que había ocurrido a la nación con un esposo muerto, leemos en Yeshayahu 53:1, que el esposo resucitaría, dice:

“Después de esta prueba penosa, El verá luz después de la muerte […]” Y además, Tehilim/Salmos 3:5, nos afirma:

“Yo me acuesto y duermo, y me desperté, porque Yahvéh me ayudará.” La profecía ya había sido hablada con respecto a la resurrección del Mesías y esposo de Israel. Desde mucho tiempo antes el plan eterno de Yahvéh ya estaba trazado, sin margen de error. Leemos entonces en Luka/Lucas 24:6 y 7, dice:

“Él no está aquí, ha sido levantado. ¿Recuerdan lo que les dijo, cuando aún estaba en Galilea: 'El Ben Ha Adam tiene que ser entregado en manos de los hombres pecadores y ser ejecutado en la estaca como un criminal; entonces en el tercer día ser levantado de nuevo?”

El libro de Romanos también nos lo confirma, en el capítulo 6, versículo 9, dice:

“Sabemos que el Mesías ha sido levantado de los muertos, para nunca jamás morir otra vez, la muerte no tiene autoridad sobre El.”

Existen muchas referencias tanto en el Tanaj/Antiguo Testamento como en el Brit Hadashah/Pacto Renovado, de que el Mesías tendría que morir y resucitar, y con ello, restaurar a la nación de Israel a su posición original, con las doce tribus reunidas y con el contrato matrimonial de la Torá. El panorama entonces es el siguiente, el esposo ya no está muerto, Judá tiene que renovar su compromiso matrimonial porque su esposo murió e Israel puede volver a casarse, y para ello, el Eterno había prometido a las Dos Casas un nuevo Pacto, como leemos en Yirmeyahu/Jeremías 31:31, dice:

“"Aquí está, los días vienen," dice Yahvéh, "cuando haré un nuevo Pacto con la casa de Israel y con la casa de Judá.”

Este nuevo Pacto es ratificado por la sangre del Mesías Yeshua, como él mismo nos lo dice en Mattiyahu/Mateo 26:38, leamos:

“Pues ésta es mi sangre, que ratifica el Nuevo Pacto, mi sangre derramada a favor de muchos, para que ellos puedan tener sus pecados perdonados.”

Lo que el Mesías había hecho era traer ese Nuevo Pacto del que habló Yahvéh por medio del profeta Jeremías a un contexto real, ahora ya existía ese Pacto con ambas Casas, la profecía se cumplía. Ahora bien, el Mesías Yeshua dijo que es por medio del Pacto que es hecho por medio de su sangre que Israel puede tener sus pecados perdonados, y es que ambas Casas, tanto la Casa de Israel como la Casa de Judá se habían prostituido, leamos Yirmeyahu/Jeremías 3:6 y 8, donde encontramos:

“[…] ¿Has visto las cosas que la reincidente Israel ha estado haciendo? Ella sube sobre toda colina despojada y bajo todo árbol frondoso y se prostituye a sí allí. Yo dije que después que ella había hecho todas estas cosas, ella regresaría a mí; pero no ha regresado.

Page 44: El plan de redención para israel en el galut

[email protected] • profeciasmesianicas.com

44

Mientras tanto, su bella hermana, Judá ha estado observando. Yo vi esto a pesar de que la reincidente Israel había cometido adulterio, por tanto, la despedí y le di documento de divorcio, desleal Judá su hermana no fue movida a temor – en cambio ella también fue y se prostituyó a sí.”

Ambas necesitaban la sangre del Mesías para ser perdonadas y entrar en el Nuevo Pacto, como leemos en Yeshayahu/Isaías 1:18, dice:

“"Y vengan ahora," dice Yahvéh: "Razonemos esto juntos. Aunque sus pecados sean como escarlata, Yo los haré blancos como la nieve; aunque sean rojos como el carmesí, serán blancos como lana.”

Y aún, Yeshayahu/Isaías 43:35 añade:

“Yo, aún Yo, soy el que borro tus transgresiones por amor a Mí mismo; no me acordaré de tus pecados.”

Sin embargo, el requisito que Yahvéh demanda para ser perdonado es precisamente lo que leemos en el versículo siguiente de Yeshayahu/Isaías 43, el versículo 26, dice:

“Pero recuerda, y vamos a alegar juntos – di tu parte, primero confiesa tus transgresiones, para que puedas ser justificado.”

En otras palabras tenemos que si la Casa de Israel, en cualquier religión en la que se encuentre, no se arrepiente y se vuelve a Yahvéh no puede ser perdonada y tampoco redimida. Y por el otro lado, si la Casa de Judá tampoco confiesa sus transgresiones y se vuelve en teshuvá/retorno, de ninguna forma puede ser perdonada. Tenemos entonces, que aquellos que se vuelven a Yahvéh por medio del sacrificio del Mesías Yeshua y entran en el Nuevo Pacto, no pueden negarlo ni pensar en cambiar de bando y mucho menos hacerlo. La advertencia es seria. Si alguno que ya cree en el Mesías Yeshua y lo niega después, pierde su salvación, eso lo podemos leer en el libro de Hebreos 6, versículos 4 al 8, leamos:

“Porque cuando aquellos que ya han sido iluminados, han probado el don celestial, han sido hechos participes del Ruaj HaKodesh; y han probado la bondad de la palabra de Yahvéh y los poderes del olam habá [mundo venidero]; y entonces han caído extraviados, es imposible renovarlos para que se vuelvan de su pecado, siempre y cuando por ellos mismos siguen ejecutando en la estaca al Hijo de Yahvéh de nuevo, y siguen exponiéndole a desprecio público.”

La Torá nos dice que no hay forma de que sean de nuevo renovados y el motivo es que el Mesías Yeshua no va a volver a venir a entregar su vida en rescate por muchos de nuevo. Lo que se necesitaba hacer ya fue hecho por él, no hay razón para cambiar el guión. La mesa está servida y el Mesías Yeshua esperando a que su pueblo Israel, regrese en teshuvá/retorno. Siendo así, que cualquiera de la Casa de Israel o de la Casa de Judá que escuche al llamado del Mesías en Yeshayahu/Isaías 11:12, podrá ser llevado a la Tierra de la promesa, leamos:

“El levantará bandera para los gentiles, congregará a los perdidos de Israel, y juntará a los esparcidos de Judá de las cuatro esquinas de la tierra.”

Page 45: El plan de redención para israel en el galut

[email protected] • profeciasmesianicas.com

45

Una vez hecho esto, es cuando entonces se podrá celebrar la boda del Cordero, como leemos en Revelación/Apocalipsis 19, versículos 7 y 8, donde leemos:

“¡Gocémonos y alegrémonos! ¡Démosle la gloria! Porque el momento ha llegado para la boda del Cordero. Y su novia se ha preparado a sí misma; lino fino resplandeciente y limpio se le ha dado para vestir.”

De tal forma, que con una novia limpia y que adquirió un compromiso matrimonial con el Mesías Yeshua y siendo observante de la Torá, puede entonces regresar a la Tierra de Israel y no cometer abominación delante de Yahvéh, puesto que el primer esposo murió y resucitó para volverse a casar con aquellos que mueren juntamente con él, como leemos en Romanos capítulo 6, versículo 8, dice:

“Ahora, puesto que hemos muerto con el Mesías, confiamos que también viviremos con El.”

Tenemos entonces, que la restauración de Israel, como hemos visto, es un tema crítico en el ajarit hayamim o últimos días, y por ello, el Mesías Yeshua no podía estar ajeno al tema. Sus enseñanzas en parábolas estarían llenas de compasión y misericordia no solo para la Casa de Israel sino también para la Casa de Judá, para que ella pudiera recibir a su hermano Efraín, como dice Tehilim/Salmos 78:2, leemos:

“Te hablaré en parábolas y misterios ocultos desde la antigüedad.” Recordemos que después de la ruptura de la casa de Jacob o de las Doce Tribus de Israel, surgieron Dos Casas: La Casa de Israel con diez tribus y la Casa de Judá con las dos tribus restantes. Ambas Casas de Israel están ahora separadas y son ajenas una de la otra. El Padre Yahvéh, por tanto, tenía ahora el Reino de Israel dividido en dos hermanos, como nos lo enseña el Mesías Yeshua en Luka/Lucas 15:11, donde dice:

“Otra vez Yeshua dijo: "Un hombre tenía dos hijos."” Estos dos hijos que menciona el Mesías Yeshua son Efraín y Judá y el Padre, evidentemente, es el mismo Padre Yahvéh, quien ahora tendrá que reconciliar a ambos hermanos y volver a construir la sukah/Tabernáculo caído de David o bien, a las Doce Tribus de Israel, como leemos en Amos 9:11, donde encontramos:

“Cuando ese Día venga, Yo levantaré la sukah caída de David.” Tenemos ahora la descripción de quienes son los dos hijos, quién es el padre de la parábola y qué es lo que está supuesto a suceder. Como veremos más adelante en el libro de Luka/Lucas 15, versículo 12. Es entonces que el hijo menor le pide a su padre la parte de la herencia que le pertenece, leamos:

“El menor dijo al padre: 'Padre, dame la parte de la fortuna que será mía.' Por lo tanto el padre dividió la propiedad entre ellos.”

Es notorio que la propiedad del Padre o Israel, fue divida entre ellos y eso fue justamente lo que hizo Jacob al bendecir a sus hijos, regresemos a Yirmeyahu/Jeremías 31:9, donde se nos afirma que Efraín es el primogénito, dice:

Page 46: El plan de redención para israel en el galut

[email protected] • profeciasmesianicas.com

46

“[…] Porque Yo soy un Padre para Israel, y Efraín es mi primogénito.” Vayamos ahora a Bereshit/Génesis 49:8 y 10 para ver lo que se dijo en relación a Judá, dice:

“Judá, tus hermanos te reconocerán […]” Y también,

“No se apartará la vara (del reinado) de Judá ni el legislado (presidentes de Israel) de entre sus pies […]”

En otras palabras tenemos que Efraín es el primogénito pero fue a Judá a quien se le confirió el derecho de reinar sobre Israel. Podría pensarse que por lo que Yeshua menciona en su parábola, fue Judá quien pidió la herencia, pero ello no puede ser así, a pesar de ser Efraín el primogénito. Sucede que el hijo menor, es decir, el que tenía una moral baja y despreciable fue el que pidió la herencia y ese no fue otro sino Efraín. Tenemos entonces que las diez tribus se fueron a un país lejano, es decir, se fueron de la Tierra de Israel a una tierra donde posteriormente serían absorbidos entre los gentiles o naciones del mundo, perderían su herencia israelita y adoptarían toda clase de paganismo, como leemos en el versículo 13, dice:

“Tan pronto como pudo convertir su parte en dinero, el hijo menor se fue a un país lejano, donde derrochó su dinero viviendo una vida atolondrada.”

Posteriormente, las diez tribus o Efraín perdió todo vestigio de su heredad en Israel, se olvidó de la Torá, de los mitzvot/mandamientos, del Shabbat/día de reposo, de los moadim/fiestas y del Nombre del Eterno, Yahvéh, como leemos en el versículo 14, dice:

“Pero después que lo había gastado todo […]” Nada le quedo a Efraín que lo hiciera identificable de su herencia israelita, ni una sola cosa, por ello se le considera también como las tribus perdidas de la Casa de Israel, porque se perdieron tanto física como espiritualmente de sus ricas raíces hebreas. Como leemos en el libro de Yirmeyahu/Jeremías 31:12, la ausencia de Torá causa estragos en el alma de quienes no la tienen y se la compara con ricos frutos para comer, leamos:

“Y su alma será como un árbol de frutas, para nunca más estar hambrientos.” Ello fue lo que sucedió a Efraín, comenzó a pasar necesidad y llegó al punto tan despreciable de tener que alimentar cerdos, un animal que en el pensamiento hebreo y según lo estipula la Torá, es inmundo, veamos el versículo 15, dice:

“Así que, fue a uno de los ciudadanos de ese país, quien lo mandó a sus campos para alimentar a sus cerdos; y añoraba llenar su estómago con las vainas de algarrobas que los cerdos comían, pero nadie le daba ninguna.”

Page 47: El plan de redención para israel en el galut

[email protected] • profeciasmesianicas.com

47

Las diez tribus se encontraban en un serio problema. No tenían comida, no conocían la Torá, estaban lejos de la tierra de Israel y de Abba Yahvéh. No obstante, recordemos que había una profecía de que ellos retornarían, como leemos Yejezkel/Ezequiel 37, versículo 21, dice:

“Entonces dile a ellos que Yahvéh Elohim dice: 'Yo cogeré la casa de Israel de entre las naciones adonde han ido y los juntaré de todos los lados y los traeré de regreso a su propia tierra.”

Es así, que el tiempo para la Casa de Israel había llegado, y aún está presente entre nosotros, cuando pequeños sectores de una población o incluso individuos, reconocen su necesidad de Yahvéh, del Mesías Yeshua y de su Torá. Leamos Luka/Lucas 15, versículo 17:

“Al fin volvió en sí y dijo: '¡Cualquier cantidad de los jornaleros de mi padre tiene comida para compartir, y aquí estoy yo muriéndome de hambre! Me voy a levantar, regresaré a mi padre, y diré: 'Padre, he pecado contra el cielo y contra ti; ya no soy digno de ser llamado tu hijo, trátame como a uno de tus jornaleros.'”

¡La restauración de la Casa de Israel ya estaba en marcha! Efraín había reconocido que no podía permanecer lejos de Yahvéh ni de su Torá, tampoco de su herencia en la Tierra de Israel. Las diez tribus estaban regresando, y ello, gracias al Mesías Yeshua, como leemos en Bereshit 49:10, donde dice:

“[…] hasta que llegue Shilóh (Mesías) y a él se reunirán (someterán) (todos los) pueblos.” No olvidemos, pues, que los pueblos a los que hace mención son el hamón goyím, o plenitud de los gentiles o naciones, de los cuales Abraham sería padre. Continuemos con el relato del libro de Luka/Lucas, leamos el versículo 20, dice:

“Por lo cual se levantó y se dispuso a regresar a su padre. Pero, cuando aún estaba lejos, su padre lo vio y fue movido a compasión. Corrió y echó sus brazos sobre él, besándole tiernamente.”

La actitud del Padre Yahvéh con respecto al retorno de la Casa de Israel no podía ser menos asombroso, y es que el libro que Hoshea/Oseas nos dice que habría compasión para las diez tribus, ¡y eso es precisamente lo que el Padre está haciendo! Leamos Hoshea/Oseas 2, versículo 1, dice:

“Digan a sus hermanos: "¡ammi [mi pueblo]!" y a sus hermanas: "¡rujamah [la compadecida]!"”

Y, además, Hoshea/Oseas 2:23, declara:

“Yo tendré piedad de lo-rujamah […]” Vemos que el Padre con tierna compasión por sus hijos perdidos los recibe cariñosamente, los abraza con compasión y los besa aceptando su regreso en teshuvá/retorno, como leemos en el versículo 21:

“Su hijo le dijo: 'Padre he pecado contra el cielo y contra ti; ya no soy digno de ser llamado tu hijo.' Pero su padre l e dijo a sus esclavos: 'Pronto, traigan una túnica, la mejor,

Page 48: El plan de redención para israel en el galut

[email protected] • profeciasmesianicas.com

48

pónganla sobre él; pongan un anillo en su dedo y zapatos en sus pies; traigan el becerro que ha sido engordado y mátenle. ¡Comamos y celebremos!”

Es de suma importancia para la Casa de Israel confesar sus pecados y transgresiones a la Torá al darse cuenta que heredaron mentira de sus padres o ancestros, como bien señala Yirmeyahu/Jeremías 16:19, leamos:

“Oh Eterno, mi fuerza, mi fortaleza y me refugio, en el día del sufrimiento. Hacia ti naciones [gentiles] vendrán de los extremos de la tierra, y dirán: Solamente mentira nos han hecho heredar nuestros padres; vanidad que no hay en ellos provecho.”

Además, el profeta Yeshayahu/Isaías está en completa armonía con ello, leamos Yeshayahu/Isaías 43, en el versículo 26, dice:

“Pero recuerda, y vamos a alegar juntos – di tu parte, primero confiesa tus transgresiones, para que puedas ser justificado.”

La condición de la Casa de Israel no era obstáculo para su restauración, ya que la muerte y resurrección del Mesías Yeshua abriría un camino de redención no solo para Efraín sino también para Judá. No es, por tanto, por los medios de las diez tribus que ellas regresarán a Yahvéh ni por mérito alguno encontrado en ellas, recordemos las palabras de Yejezkel/Ezequiel 36:32, donde encontramos:

“Entiende,' dice Yahvéh Elohim, 'que no estoy haciendo esto por mi amor a ti. En cambio, avergüénzate y constérnate por tus sendas, O casa de Israel.'”

Más adelante, el relato de la parábola del Mesías Yeshua nos confirma la visión que tuvo el profeta Yejezkel/Ezequiel, leamos el versículo 24 de Luka/Lucas 15, dice:

“¡Porque este hijo mío estaba muerto, pero ahora ha revivido de nuevo! ¡Estaba perdido, pero ahora ha sido encontrado!' Y comenzaron a celebrar.”

Hay dos menciones importantes en este versículo, la primera es que el hijo del Padre, la Casa de Israel o Efraín, estaba muerto, como leemos en Yejezkel/Ezequiel 37, versículo 3:

“El me preguntó: "Ben-Adam, ¿pueden estos huesos vivir?" Yo respondí: "¡O Yahvéh Elohim! ¡Solamente Tú sabes eso!"

Y, además, el versículo 9, dice:

“Después me dijo: "¡Profetiza al aliento! ¡Profetiza, Ben-Adam! Di a los huesos que Yahvéh Elohim dice: 'Ven de los cuatro vientos, aliento; y sopla sobre estos hombres muertos para que puedan vivir.'"”

Y continúa con los versículos 10 y 11, donde encontramos:

“Así que profeticé como fui ordenado, y el aliento vino a ellos, ¡y vivieron, y se pararon sobre sus pies, una gran congregación! Entonces me dijo: "¡Ben-Adam! estos huesos son la casa entera de Israel […]”

Page 49: El plan de redención para israel en el galut

[email protected] • profeciasmesianicas.com

49

La segunda mención importante es que reviven por medio del Mesías Yeshua, ya que quienes son inmersos en su muerte, pueden ser levantados de nueva cuenta como nuevas criaturas, según leemos en 2 Corintios 5:17, dice:

“De modo que si alguno está unido con el Mesías, creación renovada es; lo viejo ha pasado; ¡Miren lo que ha venido es fresco y nuevo!”

Ahora bien, ya el hijo mayor —aunque por su muy baja moralidad vino a ser identificado en ésta parábola como el hijo menor— había sido encontrado, fiesta y alegría había comenzado, leamos el versículo 25, dice:

“Ahora bien, su hijo mayor estaba en el campo, cuando vino y se acercó a la casa, oyó la música y las danzas.”

La alegría no era sino una muestra de lo que el Mesías Yeshua afirmó en Luka/Lucas 15:7, donde menciona el enorme gozo por uno de la Casa de Israel que vuelve en teshuvá/retorno, dice:

“Les digo que de la misma forma, hay más alegría en el cielo por un pecador que se vuelve a Yahvéh de sus pecados, que por los otros noventa y nueve personas justificadas que no necesitan arrepentirse.”

De tal forma, y continuando con el relato de la parábola, tenemos que Judá, su hermano, se opone al regreso de Efraín y lo ve con malos ojos, leamos los versículos 26 al 28, dice:

“De modo que llamó a uno de los sirvientes y le preguntó: "¿Qué está pasando?" El sirviente dijo: 'tu hermano ha regresado; y tu padre ha mandado a matar al becerro engordado, porque ya lo tiene de regreso sano y salvo.' Pero el hijo mayor se enojó y no quería entrar en la casa […]”

Vemos ahora el enorme rechazo que tiene la Casa de Judá, o nuestros hermanos judíos, para que Efraín regrese con Abba Yahvéh y se opone rotundamente a que ello suceda, y eso está claramente mencionado en el libro de Yeshayahu/Isaías 11, versículo 13, dice:

“[…] Efraín no envidiará a Judá, y Judá no afligirá a Efraín.” No obstante, ello será solo temporal y es hasta que entré la plenitud de los gentiles a su heredad en Israel y en la Torá por medio del Mesías Yeshua, como afirma Shaúl/Pablo en Romanos 11, versículos 25 y 26, donde encontramos:

“Pues, hermanos, quiero que ustedes entiendan esta verdad que Yahvéh había antes ocultado, y ahora la ha revelado, para que no se imaginen que saben más de lo que en verdad saben. Es el endurecimiento, que a tal grado ha caído sobre Israel hasta que el mundo gentil haya entrado en la totalidad; y así será que de esta manera, todo Israel será salvo.”

Sin embargo, Judá le reclama a Yahvéh que Efraín regrese, lo vemos en los versículos 39 y 30:

“'Mira,' respondió el hijo: 'Yo he trabajado para ti por todos estos años, y jamás he desobedecido tus órdenes. Pero nunca me has dado un cabrito para celebrar con mis amigos. Ahora, este hijo tuyo viene, quien despilfarró tu propiedad con prostitutas, ¡y por él matas al becerro engordado!'”

Page 50: El plan de redención para israel en el galut

[email protected] • profeciasmesianicas.com

50

Dos cosas importantes menciona Judá en forma de reproche, la primera es que niega que Efraín sea su hermano al declarar: “[…] este hijo tuyo […]” y además, es consciente de que tiene un ruaj de ramera, como dice Hoshea/Oseas 5:4, leamos:

“[…] porque el ruaj de ramera está en ellos […]” Y olvida asimismo, que debe recibir a su hermano Efraín y decirle ¡ammi! y ¡rujamah! Leamos Hoshea/Oseas 2:1, dice:

“Digan a sus hermanos: "¡ammi [mi pueblo]!" y a sus hermanas: "¡rujamah [la compadecida]!"”

Esto mismo fue lo que el Padre le está revelando a Judá con el resurgimiento de la Casa de Israel y aún lo está haciendo en el ajarit hayamim o últimos días, ya que su hermano que estaba perdido fue encontrado y a quien dio por muerto ahora está vivo. Leamos Luka/Lucas 15, versículos 31 y 32:

“El padre dijo: 'Hijo, tú estás siempre conmigo, y todo lo que tengo es tuyo. Teníamos que celebrar y alegrarnos, porque este hermano tuyo estaba muerto, y ha regresado a la vida; estaba perdido, y ha sido encontrado.'”

Tenemos en el libro de Mattiyahu/Mateo capítulo 9, otra enseñanza en parábola por medio del Mesías Yeshua que nos enseña sobre la restauración de Israel y la situación en la que estos dos hermanos se encontrarán en el ajarit hayamim o últimos días. Vemos en Yeshayahu/Isaías 6, versículos 9 y 10, que está profetizado que Judá verá con sus propios ojos pero no percibirán su restauración, cerrarán sus oídos y además, sus ojos estarán cerrados. Una situación muy comprometedora, leamos:

“El dijo: "Ve y di a este pueblo: '¡Sí, ustedes oirán, pero no entenderán! ¡Ustedes ciertamente verán, pero no percibirán!" "¡Pues haz insensible el corazón de este pueblo grosero, y sus oídos sordos para oír; y sus ojos ellos han cerrado; por si acaso vean con sus ojos y oigan con sus oídos, y entiendan con sus corazones, y sean convertidos ellos puedan hacer teshuvá/retorno y ser sanados!"”

Además, el propio Mesías Yeshua nos dice que esa ceguera es debido a que no se les ha permitido conocer los secretos del Reino, como leemos en Mattiyahu/Mateo 13, versículo 13, dice:

“Por eso les hablo por medio de parábolas; porque ellos miran y no ven; oyen y no escuchan, ni entienden.”

Lo que Judá no ve y frecuentemente no puede ver quien es la persona del Mesías de Israel, es decir, a Yeshua. Ellos están ciegos a ello solo hasta que la plenitud de los gentiles o hamón goyím regrese en teshuvá/retorno. Por ello él mismo les dice que añorarán ver tan solo un día en la Tierra del Ben Ha Adam, como está mencionado en Luka/Lucas 17, versículo 22:

“Entonces le dijo a los talmidim: "La hora llega cuando ansiarán ver, tan siquiera, uno de los días del Ben Ha Adam, pero no lo verán.”

Page 51: El plan de redención para israel en el galut

[email protected] • profeciasmesianicas.com

51

Vemos, por otro lado, que quienes reconocen al Mesías Yeshua son bendecidos grandemente, porque ellos pueden retornar por medio de él a Yahvéh, como leemos en Mattiyahu/Mateo 13, versículo 16, donde encontramos:

“Pero ustedes, ¡cuán bendecidos son sus ojos, porque ellos ven; y sus oídos, porque ellos oyen!”

No obstante, Judá tiene lo que Efraín no, y Efraín tiene lo que Judá no conoce. Y ello es que Judá tiene la Torá pero no tiene al Mesías, está ciego a él; mientras que Efraín, aunque conoce la identidad del Mesías —pero no le obedece—, sabe quién es, de decir, Yeshua. Por ello Yeshua enseñó otra parábola, como leemos en Mattiyahu/Mateo 9, versículo 27, dice:

“Saliendo Yeshua de allí, dos hombres ciegos empezaron a seguirlo, gritando: "¡Hijo de David! ¡Ten piedad de nosotros!"”

Lo que estos dos hombres ciegos querían era su vista restaurada. Ambos ciegos tuvieron que seguirlo, aún a pesar de su incapacidad pudieron llegar a él y Yeshua les pregunta que si creen que él les puede dar la vista que necesitan, leamos el versículo 28:

“Cuando entró en la casa, los ciegos vinieron a Él, y Yeshua les dijo: "¿Ustedes creen que Yo tengo el poder para hacer esto?" Ellos respondieron: "Sí, Adón."”

Cada uno de estos dos hombres ciegos representa a ambas Casas, tanto a la Casa de Israel que está ciega a la Torá, como la Casa de Judá que está ciega al Mesías. Aquellos que le dicen, “Sí, Adón”, son los que están siendo restaurados a su posición original dentro de Israel, como leemos en el versículo 29, y ello está sucediendo en estos últimos días.

“Entonces tocó sus ojos, y dijo: "Que sea hecho con ustedes de acuerdo a su confianza;" y la vista les fue restaurada.”

Otra parábola con respecto a la restauración de Israel que nos enseña el Mesías Yeshua nos muestra la condición de impureza física y ritual en ambas Casas de Israel. Tanto Judá como Efraín han pervertido la justicia de la Torá y han seguido sus propios caminos que los han llevado a idolatría. En el libro de Yejezkel/Ezequiel, capítulo 36, versículo 17, tenemos que los caminos de la Casa de Israel son tan aborrecibles a Yahvéh, que se les ha considerado como inmundicia de menstruación, leamos:

“Ben-Adam, cuando la casa de Israel vivía en su propia tierra, ellos la profanaron por su senda y con sus ídolos; su senda delante de mí fue como la inmundicia de la niddah [menstruación].”

No obstante, también la Casa de Judá tiene trapos de menstruación, los cuales les insta a arrojar lejos, ya que son considerados como estiércol para El. Leamos el libro de Yeshayahu/Isaías, capítulo 30, versículo 19, donde vemos que el Eterno se dirige al pueblo kadosh, es decir, a Judá:

“Pueblo kadosh de Sión, que habitas en Jerusalén […]” Más adelante, en el capítulo 30 de Yeshayahu/Isaías, versículo 22, dice:

Page 52: El plan de redención para israel en el galut

[email protected] • profeciasmesianicas.com

52

“Tratarás como inmundo tus ídolos cubiertos de plata y tus imágenes de metal fundido laminadas en oro; las echarás fuera, como trapos de menstruación; y las echarás como estiércol.”

Tenemos, pues, a ambas Casas de Israel con trapos de inmundicia de los cuales tienen que deshacerse, y es que el Eterno no puede acercarse a ella en esa condición de impureza. El libro de Vayikrá/Levítico nos afirma, en el capítulo 15, versículos 19 al 24, la situación de una mujer en su estado menstrual y lo que, como consecuencia, tendrá un hombre al acercarse a un lugar donde ella haya estado o bien, al llegarse a ella, leamos:

“Si una mujer tiene flujo, y el flujo de su cuerpo es sangre, ella estará en su estado de niddah por siete días. Cualquiera que la toque estará inmundo hasta el anochecer. Todo donde ella se siente o se acueste en su estado de niddah estará inmundo. Cualquiera que toque su cama lavará sus ropas y se bañará en agua; estará inmundo hasta el anochecer. Cualquiera que toque cualquier cosa donde ella se siente lavará sus ropas y se bañará en agua; él estará inmundo hasta la noche. Si él está en la cama o en algo donde ella se siente, cuando él lo toque, estará inmundo hasta la noche. Si un hombre va a la cama con ella, y su menstruación lo toca, él estará inmundo por siete días; y en toda cama que él se acueste será inmunda.”

Como podemos ver, la cuestión de la niddah/menstruación se debe tomar con muchos cuidados y precauciones, ya que ritualmente uno puede volverse impuro. Sin embargo, los versículos anteriores son muestra de un periodo de menstruación normal, pero la Torá nos afirma que hay periodos extensos de impureza ritual o inmundicia, leamos el versículo 25, dice:

“Si una mujer tiene flujo de sangre por muchos días que no es durante su período de menstruación, o si su flujo dura más que el período normal, entonces por el tiempo que ella esté teniendo un flujo inmundo ella estará como cuando está en niddah – ella está inmunda.”

Los versículos 26 y 27 nos afirman las consecuencias de un periodo muy extenso de niddah/menstruación, leamos:

“Toda cama donde ella se acueste en cualquier momento que ella está teniendo el flujo será para ella como la cama que usa durante su tiempo de niddah; y todo donde ella se siente será inmundo con inmundicia como la del tiempo de su niddah. Cualquiera que toque esas cosas será inmundo; lavará sus ropas y se bañará en agua, estará inmundo hasta el anochecer.”

En otras palabras tenemos que cualquier mujer al que su periodo de menstruación se le prolongue está en completa inmundicia ritual y separada de la gente, no habría nadie que quisiera acercársele y que por consecuencia, quedará inmundo. Sin embargo, leemos en el libro de Mattiyahu/Mateo, capítulo 9, versículo 20, que, efectivamente, el Mesías Yeshua se encontró con una mujer que había estado en su periodo de niddah por doce años, leamos:

“Una mujer que había tenido flujo de sangre por doce años se le acercó por detrás, y tocó los tzitziyot de su talit.”

Page 53: El plan de redención para israel en el galut

[email protected] • profeciasmesianicas.com

53

Recordemos que la Torá en ocasiones nos muestra a Israel como una asamblea de hombres, en otros casos como una mujer y Yahvéh como el esposo, como peces en el mar y estrellas en cielo. La Torá es multidimensional, y en ésta precisa ocasión, Israel es comparada a una mujer. La mujer que había tenido flujo de sangre por doce años, representa a las doce tribus de Israel, tanto a Judá como a Efraín, llenas de la inmundicia de su niddah/menstruación. ¡Ese periodo aún continúa para muchos! ¡Muchos siguen impuros lejos del Mesías Yeshua! Vemos también, que la mujer tocó los tzitziyot del talit del Mesías esperando ser sanada totalmente de su niddah, como leemos en el versículo 21, dice:

“Pues ella se dijo a sí misma: " Si sólo pudiera tocar su tzitzit, seré sanada."” Es una cuestión asombrosa que ella haya decidido tocar el borde del manto, o los tzitziyot del Mesías Yeshua, pero una cosa es segura, ésta mujer conocía el libro de Malaji/Malaquías, particularmente el capítulo 4, versículo 2, donde dice:

“Pero ustedes que temen a Mi Nombre, les nacerá el Sol de justicia, con sanidad en sus alas; y romperán en saltos, como becerros soltados de las amarras.”

¡Las alas a las que hace mención la profecía no son otros sino los tzitziyot que la mujer tocó! El libro de Yojanán Mordejai/Marcos, nos da más detalles del suceso después de que la mujer tocó los tzitziyot de su talit, leamos el capítulo 5, versículo 29, dice:

“Al instante, la hemorragia cesó, y sintió en su cuerpo que había sido sanada de la enfermedad.”

La mujer, después de su muy arriesgado acto de confianza en el Mesías, quedó sanada completamente y Yeshua se dio cuenta de ello, como leemos en los versículos 30 al 32, donde encontramos:

“Al mismo tiempo Yeshua, consciente de que poder había salido de Él, se volvió en medio de la multitud y preguntó: "¿Quién ha tocado mis ropas?" Sus talmidim respondieron: "Ves a la gente apretujándose contra ti, y aún dices: ¿Quién me ha tocado?" Pero El seguía mirando a su alrededor para ver quién había sido.”

Es claro que ningún acto de confianza en el Adón queda sin recompensa, por esa razón el Mesías Yeshua estaba buscando quién lo había tocado, y, de la misma forma, él recibe no con desprecio, sino con suma compasión a los miembros de ambas Casas para ser sanados por él, como leemos en el versículo 33, dice:

“La mujer, temblorosa y con temor, porque ella sabía lo que le había acontecido, vino y cayó postrada delante de Él, y le dijo toda la verdad.”

La mujer le confesó toda la verdad, como leemos en el libro de Yirmeyahu/Jeremías 16:19, donde el profeta nos dice:

Page 54: El plan de redención para israel en el galut

[email protected] • profeciasmesianicas.com

54

“Oh Eterno, mi fuerza, mi fortaleza y me refugio, en el día del sufrimiento. Hacia ti naciones [gentiles] vendrán de los extremos de la tierra, y dirán: Solamente mentira nos han hecho heredar nuestros padres; vanidad que no hay en ellos provecho.”

Ambas Casas de Israel tendrán que venir en el ajarit hayamim confesando toda la verdad con respecto a su inmundicia, pedir perdón y encontrar la sanidad a su condición solamente en el Mesías Yeshua, como continúa el relato en el libro de Yojanán Mordejai/Marcos, en el capítulo 5, versículo 34, dice:

“Él le dijo: "Hija, tu confianza te ha sanado. Vete en paz y sé sana de tu enfermedad."”