el pintor gaucho aspectos de su vida y obra
DESCRIPTION
Creación de Lina de QuilmesTRANSCRIPT
MANUALMANUAL
La historia del hombre que le dio al gaucho trascendencia popular.Trabajó con Walt Disney, vivió en el rancho de Rockefeller, e instaló el espíritu criollo en todos los hogares.Florencio Molina Campos fue nuestro pintor popular por excelencia. Como José Hernández y su Martín Fierro, un eterno reivindicador de la figura del gaucho. Estuvo en la ruina y sobrevivió gracias a su arte, que lo llevó incluso hasta el pináculo de Hollywood.
Florencio de los Ángeles Molina Campos, el “pintor gaucho”, el “pintor
del pueblo”, el que lograra que la imagen de nuestro arquetipo nacional pendiera de un clavo. Porque, como
decía Leopoldo Lugones, “no hay rancho en el país, donde no haya una
guitarra y un Martín Fierro”, con la diferencia de que la obra de Molina Campos, que tampoco faltaba en ningún rancho, no distinguió clase
social alguna. Este creador de lo que se dio en llamar la pinacoteca de los
pobres, nació el 21 de agosto de 1891 en la ciudad de Buenos Aires (Lavalle
1693), casa perteneciente a sus abuelos maternos.
Una pose a los 14 años
Molina Campos provenía de una familia importante, que le permitió estudiar en los
colegios La Salle, del Salvador y el Nacional Buenos Aires.
En los períodos de vacaciones, la familia se retiraba a la estancia Los Ángeles,
situada en el hoy partido de Gral. Madariaga. En aquella estancia, cuando tenía 9 años, en un largo período que los obligó a permanecer encerrados por las
grandes inundaciones, fue donde comenzó a trazar sus primeros dibujos sobre los
hombres de a caballo que veía cotidianamente. Se dice que también
comenzó a escribir pequeños cuentos, que con los años lo convertirían en un hombre apasionado por los relatos costumbristas.
De la estancia Los Ángeles pasaron a La Matilde, en Chajarí provincia de Entre Ríos, en 1905, y dos años más tarde sufrió la muerte de su
padre. Comenzó la época en que debió trabajar. Primero en el Correo, luego en el Ministerio de Obras Públicas y también en la Sociedad Rural
Argentina, de la que con el tiempo se hiciera socio.Pintaba sobre cualquier superficie: cartón, madera, o lo que tuviera a mano.Una vez quiso tomar clases de pintura con el maestro Pío Collivadino y éste se negó diciéndole: “A ti no se te puede desvirtuar tu estilo. Trabaja
y sufre en la huella. Tú deformas armoniosamente”
Después de un par de trabajos en la actividad agropecuaria, él mismo reconoció que nunca
había salido al campo más que para pasear por la estancia de su
padre, de allí el fracaso en esa actividad.
Es cuando decide su primera exposición, impulsado por sus
amigos. Fue el 21 de agosto de 1926, presentando 61 trabajos.
Primer catálogo
El testimonio de su primera exposición: fueron 61 obras en la Sociedad Rural
Argentina.
En esta primera exposición captó la atención de Marcelo T. de Alverar, que le
compró la obra “Charqueando”
En febrero de 1927 y mientras armaba solo una exposición de 36 obras en un local de la vieja rambla marplatense, conoció a quien sería su esposa, María Elvira Ponce
Aguirre, una joven mendocina que paseaba junto a un amiga. De ahí en más continuó con su tarea de artista.
Vieja rambla de Mar del Plata
Sus dibujos y pinturas rememoran con un toque humorístico típicas
viñetas gauchescas. Recordado por sus clásicos almanaques de la
fábrica Alpargatas , donde bajo la supervisión del Ingeniero de Planta
su gran amigo Luis Pastorino llegaron a lograr las más atractivas
imágenes de la época.De aire entrañablemente
caricaturesco y, a menudo, "naif" (aunque con exageraciones y cromaturas que lo conectan
también con un nada ingenuo expresionismo), su dibujo, inspirado
principalmente en el mundo gauchesco, refleja a un observador
agudo de la realidad nacional.
Sherman Ackerman, ejecutivo de la famosa Fábrica Alpargatas, presentó en 1930 el proyecto de confeccionar
calendarios sobre originales de Molina Campos. El 14 de marzo de ese
mismo año convinieron un pago de $ 6.000 por la realización de los
primeros 12 originales. Los almanaques se editaron entre 1931 y 1936, y entre 1940 y 1945, además de una reedición póstuma en 1961 y
1962. Además Molina Campos realizó temas especiales para 7 carteles y 34
afiches, que se reprodujeron en diversos tamaños y formas, como
tarjetas de fin de año, estampillas y almanaques de una sola lámina, con
el célebre personaje de Tiléforo Areco y con los símbolos comerciales
de los productos Rueda y Luna.
Después del éxito en Alpargatas, se va a vivir con su mujer a su rancho de Moreno, construido con troncos de palmeras. Viajaron por todo el país, buscando
motivos para sus cuadros, además de coleccionar ponchos y artesanías
En 1941, lo visitó Walt Disney. Como al llegar
Molina Campos estaba de viaje, su esposa Elvira lo agasajó con un asado en Moreno y un par de botas
de potro de regalo. Disney quería contratarlo
para su productora de dibujos animados, con la
intención de realizar películas con temas argentinos. La más
conocida es la de Goofy en nuestra pampa.
TÉCNICAS. Pintaba con témpera, con dibujo previo
sobre papel. En las últimas dos décadas de su vida, comenzó trabajar también en óleo, una técnica que probó
y realizó en Estados Unidos.
Con Disney firmó un
contrato para trabajar en tres
películas.
Con el famoso cómico Joe Brown sintonizó rápidamente.
Cuando empezó a ganar fama, no se privaba de darse algunos
grandes lujos, como hospedarse en hotel Savoy de Nueva York
En Hollywood llegó a codearse con la impactante Rita Hayworth, una de las actrices más populares del momento.
Fue admirado por personajes poderosos como Roosevelt, Eisenhower, Nixon y Nelson Rockefeller;
quien lo tentó, en vano, de pintar cowboys.
A Fred Astaire le enseñó a
bailar malambo.
Walt Disney y Florencio Molina Campos.
BOLEADORAS. En su rancho de Moreno, a Molina
Campos le gustaba vestirse de paisano
y mantener las costumbres.
Desde sus inicios, los críticos destacaron su talento para retratar al gaucho sin solemnidad, sin dejar
de respetar sus costumbres.
Sus dos amores. Un momento de descanso con su esposa y su perra Chancleta.
Obra realizada en 1938 en Nuevo México, “Indio de Taos”
Todo criollo: así representaba Molina Campos a los Tres Reyes Magos
DOS PASIONES: Florencio Molina Campos trabajaba todos los días hasta altas horas de la madrugada, compartía esa pasión con el placer de fumar en pipa.
Aun con su fama en el exterior, siempre amó
sus raíces. Conoció a Ricardo
Güiraldes y retrató a quien
luego fuera Don Segundo Sombra.
No quiso ser un pintor realista que reflejaba la realidad. Simplemente pintaba sus recuerdos, a
paisanos y contemporáneos como los conocía. Su obra recorrió el país y el pueblo fue el que lo consagró.
Desde Quilmes, Buenos Aires, Argentina
Compaginó
LinaMayo/2011
Contenido extraído de la Web y revista “El Federal” . Pps. sin fines de lucro y con fines didácticos y de divulgación.
Música: (frag) Variación de Malambos: Carlos Di Fulvio
Blog con pps:
http://cid-53885b48c2376225.skydrive.live.com/browse.aspx/.Public
FINFIN