EL PESO DEL MUNDO

De vuelta a casa.

Sobre la palabra colonización

Llamamos colonización a la actuación que diferentes países llevaron a cabo en el continente africano, esta palabra puede sonar incluso civilizada.

Comprobando y analizando los efectos de tal colonización, podemos llegar a la conclusión de que esta fue más bien una invasión en toda regla.

Intentaron desde el primer momento imponer su lengua y forma de vida, dejando patente desde el principio que ellos eran superiores, rompieron sus reglas

y leyes ancestrales para imponer lo que ellos, los nativos aún llaman “Leyes de blancos”.

No tuvieron la más mínima intención de respetar las formas distintas de vida y menos aún su cultura.

Los invasores vieron a estos pueblos como salvajes que vivían rodeados de una enorme riqueza natural y fue esto último lo que realmente les interesaba.

África era una fuente inagotable de riquezas y desarrollaron un sistema de explotación utilizando la mano de obra africana y esclavizando a la población,

manteniéndola en la más absoluta de las miserias.

Es fácil caer en la simpleza de que los africanos son un pueblo incapaces de salir de la situación en la que se encuentran, pero basta con tener

conocimientos de las riquezas de este continente y comprobar en que manos se encuentran estas riquezas.

Aún hoy la mayoría de países africanos poseen gobiernos representados por autoridades militares que rinden pleitesía al país europeo de turno y son estos

últimos los que de una forma oscura marcan el ritmo político y económico de estos pueblos anclados en la pobreza en toda su extensión, desde la cultura, la

sanidad y sobre todo la tan aclamada libertad.

Son dictaduras ocultas, basadas en el miedo, la pobreza y el poder militar.

Y en el centro de este universo se encuentran aquellos que de una forma u otra son lo más débiles, las mujeres y los niños. Comunidades que casi nada han

avanzado en los sistemas de libertad e igualdad que tienden a mantener a este sector de la población al margen de las actividades políticas y sociales, y es

en el mundo rural donde más claramente se puede comprobar, siendo la mujer la que lleva casi todo el peso del mundo sobre sus hombros.

Sirva este trabajo fotográfico para manifestar mis más enérgica protesta y mi más enorme homenaje a estas mujeres que de una u otra forma llevan a cabo

la labor de mantener en pie todo un sistema de supervivencia que constantemente se ve atacado por las actuaciones de aquellos que de forma cómoda

viven bajo el manto de la libertad de su primer mundo.

Banfora capital de las tierras senufas 19-09-2009

Manuel Vilches. “Marlo”

Mercado de Carité

Mercado de Mopty.

El agua del atardecer.

Pesada carga.