el pequeño libro del fin del mundo

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El pequeño libro del fin del mundo Ficticianos 2012, al libro en su día

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Escritores de la Marina de Ficticia escribimos algunas minis a manera de celebrar el día del libro del año 2012. Recopilamos aquí los textos.

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Page 1: El pequeño libro del fin del mundo

El pequeño libro

del

fin del mundo

Ficticianos 2012, al libro en su día

Page 2: El pequeño libro del fin del mundo

1

La larga espera

Homless

Aprovechando que el lector se había quedado dormido con el libro en el

regazo, todos los personajes de la novela huyeron sigilosamente a través de

las hojas, hartos de repetir una y otra vez la misma historia. Todos menos

Annie, la protagonista, quien acostumbrada a ser salvada in extremis por el

héroe al final de la historia, permaneció quieta en la última página,

esperando inútilmente la improbable llegada de su amado.

Page 3: El pequeño libro del fin del mundo

2

Recurso literario

Tejedor de libélulas

Con ansias de conocer el final, abrió la última pagina del libro. Estaba en

blanco. Sintió que lo habían estafado hasta que vio que el resto de las hojas

estaban sin palabras, salvo las que ya había leído. Sonrió con paciencia y

retomó la lectura: ya llegaría el final.

Page 4: El pequeño libro del fin del mundo

3

Resignación

manlyf

El protagonista de mi novela cada vez me caía peor, ya no sabía qué hacer

con él así que decidí matarlo y concluir mi obra. No tuve en cuenta que

dramatizaba en época de la antigua cristiandad y antes de que pudiera

escribir “fin” resucitó.

Page 5: El pequeño libro del fin del mundo

4

Un sueño, una mentira, una locura,

una bendita ilusión

Laurinha

"Lo encontré en un callejón, tirado en medio de un charco. Después de

recuperar el aliento y comprobar que no había nadie alrededor observando

la escena, lo cogí con disimulo y corrí a casa. Eufórica. Asustada.

"Una vez allí, eché la llave, bajé las persianas y me senté en el sofá con el

pequeño libro entre las manos. Mientras Fernando volvía del trabajo,

sacudí los restos de agua sucia y desdoblé las hojas maltrechas. Luego oí

un forcejeo en la cerradura y enseguida mi nombre en un susurro. Durante

un momento, dudé si enseñárselo a tu padre. Hay cosas que son demasiado

íntimas, que nos pueden comprometer hasta un punto sin retorno, pero

tomé la decisión de confiarme a él.

"El libro está muy herido, sin cubiertas y muchas otras páginas que no

pudimos recuperar. De hecho, no hay manera de saber el título. En él se da

cuenta de aves coloridas y cielos abiertos, aparecen personas que miran a

los ojos cuando aman y también, de vez en cuando, se sufre por los

desatinos de algún traidor.

"De esto hace años, demasiados, y aún seguimos leyendo cada noche, bajo

las sábanas, juntos. Pero cuando tu padre y yo faltemos, quiero que os lo

quedéis vosotros."

-Vamos mamá, sigue comiendo, por favor. Estás confundiendo a los niños.

No me gusta que hables de papá como si todavía estuviera vivo. Y además,

todos sabemos que eso de los libros no ha existido jamás.

Page 6: El pequeño libro del fin del mundo

5

Tiempos modernos

Efecto Mariposa

Tiro su iPad al suelo —tenía ahí setecientos libros— y lo pisoteó hasta que

quedó hecho añicos; agarró su Amazon Kindle y lo estrelló contra la pared;

luego la emprendió a machetazos contra la lapitopi y defenestró su PC.

Entró a su biblioteca y respiró aliviado, quince mil libros lo contemplaban.

Con afecto, empezó a recorrer los estantes, apenas tocando los lomos con la

yema de los dedos. Nunca supo del terremoto, quedó sepultado bajo treinta

toneladas de escombros, finas maderas y papel de primera.

Page 7: El pequeño libro del fin del mundo

6

El libro

eneas

Emocionado, lo despojó de su empaque. Era el primer humano que le

regalaban para leer.

Page 8: El pequeño libro del fin del mundo

7

Lectura viva

Proserpina

Amanecen, de la vasta noche insomne, historias veladas.

Page 9: El pequeño libro del fin del mundo

8

Bibliófago

Olaf

El libro era ligero, bastante digerible y dió cuenta de él con avidez. Mas al

llegar al último capítulo las cosas se complicaron. Era tan enredado, que se

le hizo nudo en la garganta.

Page 10: El pequeño libro del fin del mundo

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Bibliófago (continuación)

Chester Truman

El libro era ligero, bastante digerible y dió cuenta de él con avidez. Mas al

llegar al último capítulo las cosas se complicaron. Era tan enredado, que se

le hizo nudo en la garganta. El párrafo final del dictamen forense no deja

lugar a dudas:

— Una "H" intercalada le sajó de norte a sur el epicentro del gaznate.

Page 11: El pequeño libro del fin del mundo

10

De locura

El mercader de Vehemencia

Es un libro extraño. Cada vez que lo abro, leo una nueva historia, aparecen

personajes distintos y todo ocurre en lugares diferentes. Prometo que la

proxima vez que lo lea me fijaré en el título, y en el estante del que lo

tomo.

Page 12: El pequeño libro del fin del mundo

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Sedimentos

José M. Nuévalos

El Libro de los Muertos, almacena entre sus hojas ingentes yacimientos de

calcio.

Page 13: El pequeño libro del fin del mundo

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Sedimentos (continuación)

El poeta zurdo

El Libro de los Muertos, almacena entre sus hojas ingentes yacimientos de

calcio, hecho que no ha pasado desapercibido para el Gobierno de los

Estados Unidos, que prepara la inmenente invasión del libro con el objetivo

de preservar la paz de Occidente (cualquier relación entre los yacimientos y

la acción armada sólo puede ser producto de mentes comunistas y/o

enfermas)

Page 14: El pequeño libro del fin del mundo

13

El libro de los bosques

Tejedor de libélulas

Todo un clásico: las alas de mariposa de sus hojas le abren vuelo a la

imaginación.