el pensamiento historiológico de amiano marcelino - santos yanguas

8/8/2019 El pensamiento historiolgico de Amiano Marcelino - Santos Yanguas

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EL PENSAMIENTO HISTORIOLOGICO DE AMIANO

MARCELINO

Mi intencin'

es apuntar algunos problemas historiolgi-cos que la obra de Arniano Marcelino entraa en la segunda mi-tad del siglo IV d. J. C. La importancia de este historiador ra-

dica en &e sabe expresar de una manera palmaria, y al mismotiempo enraizada en los hechos, la historia de la crisis del mun-do romano.

Con Amiano Marcelino la historiografa antigua, y ms con-cretamente la romana, produce su ltimo gran representante;es el historiador por excelencia de la decadencia de Roma en

1 La bibliografa fundamental es la siguiente: P. M . CAMUS AmmienMarcellin, tmoin des courants culturels e t religieux c la fin du ZVe siScle,Pars, 1967: P D F J O N G F Ammianus Marcellinus. Enige beschouwingenover zijn person e n zijn werken met zijn tijd, en 2)jdschBft voor Geschie-denis L X V 1952, 9-112; . D L M A N D T Zeitkritrk und Geschichtbrld irnWerke Arnmians. Bonn, 1965; L. DAUTREMER rnrnien Marcellin. Etuded 'histoire ttraire, Lille, 1889; W . ENSSLIN Zur Geschichtsschreibungund Weltanschauung d e i Ammianus Marcellinus,Leipzig, 1923; . KLEINStudien zu Arnmianus Marcellinus, Leipzig, 1914, K. OSEN Studien zur

Darstellungskunst und Glaubwrdigkeit des Ammian us Marcellinus,Heidelberg, 1968; R. S Y M E Amm ianus and th e Historia Augusta, Ox fo rd ,1968; E. A. THOMPSON The Historical Work o f Amm ianus Marcellinus,Cambridge, 1947 (c ito por la reimpresin de Groninga, 1969). Como pa-ra conocer la concepcin histrica de u n historiador es necesario aducirsus propias palabras. he seguido paraello la edicin d e V . G A R D T H A U S F NAmmiani Marcellini Rerum Gestarum libri qui supersunt, 1-11, reimpr.Stuttgart, 1966.


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esta poca tan conflictiva del Bajo Imperio ; decadencia queya puede rastrearse, no obstante, en los historiadores de los si-glos anteriores, como Tcito 3 , aunque no de manera tan paten-te como en el historiador antioqueno del que nos ocupamos 4 .

Varios son los estudios bibliogrficos que sobre Amianohan aparecido en los ltimos aos; en primer lugar encontra-mos un artculo de Sokolov y con posterioridad las valiosasaportaciones de di Spigno 6 , CUYOS comentarios se centran entrabajos que consideran diversos aspectos de la obra y persona-lidad de nuestro autor como historiador, poltico, etc. A ellopueden aadirse muchos estudios crticos parciales, entre los

2 Cf. J. FONTAINE Ammien Marcellin, historien romantique, enBull. Ass. Guill. Bud 1969, 417-435, don de pone de relieve el cuadro dela realidad histrica, que da al relato de Amiano un testimonio dramti-co , agravado por la precipitacin de los sucesos y que e s claro exponentede una angustia universal. Cf. J. W . MACKAIL The Last Great Rom anH is-

torian, en Cl. Stu d. IX 1921,159 ss.3 Tc. Germ. 33. Cf. H . W. BENARIO Tacitus and the Fa11 o f he Ro -

man Empire en Historia XVII 1968, 37-50, y E. KOESTERMANN Das Pro-blem der dm is ch en Dekadenz bei Sallust und Tacitus, en FestschriftVogt 1 3 , Berln, 1973, 781-810.

4 Cf. Z. V. UDALCOVA o concepcin del mu nd o de Amian o 'Mar-celino (en ruso). en Viz Vrem. XXVTII 1968. 38-59, donde se pone demanifiesto q ue el patriotismo excesivo de l historiador, ulcerado por la ba-talla de Adrianpolis, no le impide sentir la decadencia interna de Rom a,

debida ante todo a la depravacin del ejrcito y a la acentua da opresinsobre las masas populares.. Cf. A. BRINGMANN en pg 54 de A mmionusMarcellinus als sptantiker romischer Historiker, en Ant. Abendl. XIX1973, 44-60: Vzele der krztisierten Phanomene wie dze Germanrszerungder Ar mee, der Verfall ihrer Disziplin, die Korruption der Verwaltung,die Exzese der politischen Justiz und anderes mehr sind als ernst-zunehmende Sy mp to me der Gefahrdung des spatantiken Staates zu be-trachten.

s V. S. S O K O I V Amiano Marcelino. ltimo representante de la h m -

toriografia antigua (en ruso), en Ve st n. Drevn. 1st. LXX 1959,43-62 llevaa cabo un estudio critico de las obras histricas aparecidas hasta ese mo-mento sobre el historiador antioqueno.

6 C. DI SPIGNO As pe tt i e problemi della storia degli stu di ammianei,en Helikon TI 1 1963, 524-534: h quindicennio di studi (1946-60) su1Basso l mp er o sino al 476 d. C., ibid. 1 1961, 689-712.


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que sobresalen los de Gartner y SelemEl historiador Arniano Marcelino ocupa con su figura la se-

gunda mitad del siglo iv d. J . C., ya que vivi aproximadamen-

te entre los anos 332 y 398, poca en-&e se manifiesta de unamanera clara la progresiva decadencia del Imperio, sobre todoa causa de un continuo y agigantado derrumbamiento de lasinstituciones internas romanas .

Arniano Marcelino, natural de Antioqua de Siria, de cultu-ra griega por tanto, historiador de un emperador principalmen-te, Julano, griego en sus gustos y deseos, escogi como mediode expresin el latn l o . Calificndose a s mismo de milesquondam et Graecus l1 , precisa el ngulo de su visin histri-ca. L

Los historiadores modernos han insistido sobre su compe-tencia militar, pero no han logrado retener de la palabra Grae-cus ms que la acepcin tnica, si exceptuamos a Naud 1 2 , pa-ra quien Amiano concibi y trat una historia universal a lamanera griega y no una historia nacional a la manera romana 1 3 .Hemos de considerar, en efecto, que bajo tal apelativo se en-cuentra el antecedente griego "Ehhqv, cuyo sentido evolucio-

7 H . GAERTNER Zu Ammianus Marcellinus. en Hermes XCVII1969,362-371. Cf. R . NOVAK Kritische Nachlese zu Ammianus Marcel-linus, en Wen. St. XXXIII 1911, 292-322.

8 A. S E L ~ M a cnttca recente su Ammiano Marcellino en Cult. Sc.,nm. 11, julio-septiembre 1964, 78-88. Cf. A . P . K A Z D A N Amiano Marcelino en la litemtura contempornea en el extranjero (en ruso), en Ve s h .Drevn. 1st. CXIX 1972, 223-232.

9 Cf. H . T R A ~ N K L E mmzanus Marcellinus als r6mischer Geschichts-schreiber, en Ant. Abendl. XI 1962, 21-33; K. BRINGMANN O.C. 44-80;W. ENSSLIN O.C. 10 SS., 48 5s.; J . VOGT Ammianus Marcellinus ak enh-lender Geschichtsschreiber der Spatzei t, Wiesbaden, 1963.

10 F. ARNALDI 11 continuatore d i Tacito, en Rend. Acc. Arch.Lett.Belle Arti Nap. XLII 1967,103-154.

11 XXXI 16, 9; C f. E. E. BEST The Literate Roman Soldier, en C1.Journ. LXII 1966,122-127..12 C. P. T. NAUD Battles and Siega in Ammianus Marcellinus, en

Acta Cl. I1958,92-105; c f . G . R. C K U M P Ammianus Ivlrcellinw as aMilitary Historian, Urbana Ill., 1969.

13 C f. J. STOIAN A propos de la conception historique d'AmmienMarcellin, en Latomus XXVI 1967, 73-81.


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n y que en el siglo w d. J. C. se opona no slo a "brbaro",sino tambin a "cristiano".

Inmediatamente despus de concluir su carrera poltica,march a Roma, donde instal su lugar de trabajo y encontruna buena compaa de amigos, entre quienes sobresala la fa-milia de los Smacos 14. En tal situacin, resaltan su aproba-cin del pasado glorioso de Roma y su crtica de la situacin ydesprecio de las estructuras socioeconmicas y polticas e ideo-loga contemporneas 15. Pese a todo, la obra de Amiano apa-rece mucho ms enraizada de lo que en un principio se pensabaen estos conflictos poltico-religiosos de fines del siglo IV , conuna orientacin muy cercana a los medios senatoriales paganosde tiempos de los emperadores Graciano y Teodosio 16.

Tomando a Tcito como modelo, ya que une su obra hist-rica a las Historiae de dicho historiador, que a su vez son unaprolongacin de los Annales 17, la estructura de las Res Gestae

amianeas se explica en parte por una toma de posicin sobre lapoltica de los emperadores a quienes estudia 18. De este modo,

14 Cf. A. CAMERON he Roman Friends o f Ammianus, en Journ.Rom. St. LIV 1964, 15-28.

1s Cf. A. SELEM Ammiano Marcellino ed i problemi sociali del suotempo, en Ann. Sc. Norm. Sup. Pisa XXIII 1964,14 7-153; C. J. CLASSENGreek and Roman in Ammianus Marcellinus' History, en Mus. Afr. 11972, 39-47.

16 Cf. J. HEYEN A propos de la conception historique dlA mm ie nMarcellin, en Latomus XXVII 1968 , 191-196, especialmente pg. 195;J. W . M A C K A l I en pg. 104 de Amrnianus Marcellinus, en Journ Rom.St. X 1920, 103-119: It may n ot then be inappropriate to this time andplace to rnvrte fresh attention to Ammianus, and to attem pt apartial sketcho f the picture drawn by a contemporary o f a period which no t only is initself o deep and tragic interest, but o ffers many striking analogies to ourown day.

17 Cf. A. H. M . JONES Th e Later Rom an Empire. A Social, Eco-

nomic and Administrative Survey , Oxford, 1964 , pg. 1010; R . C. BLOCK-LE Y Tacitean Znfluence upon Ammianus Marcellinus, en LatomusXXXII 1973, 63-78. Ya en esta manera de enlazar con Tcito puede ver-se una crtica de Amiano a los historiadores que existieron entre aqul yel momento en que l escribi su obra: de un modo impicito considera aesta historiografa de un valor nulo o casi nulo, y de ah su intento de en-lazar con Tcito.

18 Cf. J. HEYEN 0 . C . 195.


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cuando, al final de su obra, emplea la citada expresin, lo queintenta expresar no son slo sus dos principales caractersticascomo escritor, sino tambin las dos lneas de fuerza de su doc-trina y el doble programa del emperador de quien Roma tenanecesidad y de quien ha trazado el retrato ideal, Juliano 1 9 . Po-demos, pues, observar que la obra amianea, si no se halla ligadatotalmente a la figura de una persona, la de dicho emperadorhelenizante, al menos comporta relevantes opciones sociales ypoltico-religiosas, es decir, no implica una simple apologa delCristianismo representado por casi todos los emperadores de la

familia constantiniana.Las Historias de Amiano nos han llegado mutiladas, pues,

de los 31 libros de que en principio constaban, han desapareci-do los trece primeros 2 0 . La obra total abarcaba un perodo decasi tres siglos, desde los aos 96 a 378 d. J. C. 21 , s decir, des-de el reinado de Nema a la muerte del emperador Valente enAdrianpolis 22 ; pero lo que se nos ha conservado no contiene

ms que los sucesos acaecidos durante el cuarto de siglo quetranscurre entre los aos 353 al 378, es decir, a lo largo de laultima parte del reinado del emperador Constancio 11, de losde Juliano, Joviano, Valentiniano 1 y Valente y de la primeraparte del de Graciano: el libro X N , primero de los conserva-dos, comienza en el ao 17 del reinado de Constancio 11, mien-

19 Amiano ignoraba , n o ob s tan te , el s ignif icado de la mis in re l i io -sa qu e Juliano di o a su Imperio. C f . A. SELEM en pg. 233 de Considera-zio ni circa Arnrniano ed i l Cristianesimo, e n Riv. C ult . Cl. M ed. V I1964,224-261.

20 C f . L . JEEP Die uerlorenen Bche r de s Arnrnianus, e n Rh. Mus.XLI I I 1888, 60-72, onde se analiza el carcter d e la com pos icin de l o s ,m i s m o s ,a 9 como su amplitud cron olgica; J. F . GILLIAMArnrnianus Ma pcell inus and the Histor ia Augusta . T h e Lo st Bo ok s and the Period 11 7-285, e n B o n n e r Historia-Augusta-Colloquiurn 1970, Bonn, 1972, 125-

147. 21 C f . D. FLACH V o n Ta c i t u s z u A m r n ia n , e n H isto ria X X I 1972,333-350; G. ?IBULO Da Tac ito ad Arnrniano Marcellino, e n A nn . Fac.L et t . Filos. U niv. Nap. X II 1969-1970, 7-103.

22 X X X I 16, 9 : a pr incipatu Neruae exorsus ad usque V a k n ti s inte-ri tum pro uiri* ex pl icau i rnensurarn. C f . J. M . A L O N S O ~ N ~ E Zi s inhistoriogrfica d e Arnrniano Marcelino, Valla dolid , 1975; M . FIJHRMANNDie lateinische Literotur d e r S p it a n ti ke Ein literarhistorscher Beitragzurn Kont inuita tsproblerne , e n Ant . Aben dl . XII I 1 9 6 7 , 56-79.


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tras que el XXXI finaliza con la muerte de Valente en luchacon los Godos 2 3 .

La redaccin de la obra se llev a cabo en Roma, donde, alparecer, ei libro XIV an no haba visto la luz en el ao 383,mientras que, segn una carta de Libanio, en el ao 392 anno estaba acabada 24 . Es ms, parece ser que este ao 392 fueel momento en que la obra comenz a ser publicada, mientrasque los aos 394-397 estuvieron consagrados a la finalizacinde la misma, con una ulterior revisin de los libros primeros 2 5 .

Los dieciocho libros de las Res Gestae que nos han sobrevivi-do se dividen 26 en tres grupos bien definidos: XIV, XV-XXVy XXVI-XXXI. El X N nos hace pensar que los precedentescomenzaban con los sucesos de los aos 340; compuestos apartir de los recuerdos infantiles del autor y los testimonios desus contemporneos 27 ; en l se nos presenta la estructura queser tpica en los restantes, con puesta en relacin de los acon-tecimientos interiores y exteriores, orientales y occidentales,as e o m excursus religiosos, moralizadores y geogrficos **.Con ello es, pues, llevada a sus ltimas consecuencias la tcnicaempleada por Tcito en los ~ n n a i e s , on ttulos y divisiones de

23 C f . C. DI SPIGNO Limiti e pregi della storiografta di ArnmianoMarcellino, en Rend. Cl. Sc. Mor..St. Filol. Acc. Linc. V 1950, 387-396; K. R I N G M A ~ri o c 49 ; CH. ~ M B E R G E R n pgs. 400 SS. de Die

Kaiserbiographie in den Res Gestae des Ammianus Marcellinus, en Klio LI1969,349-482; K . ROSEN O.C. 179 SS.; M . GRANT The Ancient Histo-r i a n ~ , ondres, 1970. 371.

24 Liban., epst. 983 (ed. Wo l f ) = pst. 1063 (ed. Forster). Cf. J.STRAU Ueber die Datierung der le tz ten Bcher des Ammianus Marcel-linus una des Liber e Caesarbus des Aurelius Vic tor , en Studien zurHistoria Augusta, Berna, 1952, 139 SS.

25 C f . P . M. CAMUS O.C. 18; E. A. THOMPSON o.c 1 R . v tambin,sobre estos problemas de cronologa, 0 . SEECK Zur Chronologie und

Quellenkritik des Arnmianus Marrellinus, en HerrnesXLI 1906, 1 8 1

-539 .26 Ch. H . T. ROWELL Ammianus Marcellinus, Soklieriiistorian ofthe Late Roman Empire, Princeton, 1967 , 280; y , sobre la cronologa deestos libros, F. REICHE Chronologie der letzten sechs Bcher des Ammia-nus Marcellinus, dis. Jena, 1889.

27 x v 1, 1.28 C f . E . A. THOMPSON .c IX; A . SOLARI e digressioni e d i t e

di Ammiano, en Rend. Cl. Sc. Mor. St. Filol. Acc. Linc. IV 1949,17-21.


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los libros debidos al propio autor y no a los editores humanis-tas, como en el caso del ltimo 2 9 .

La clave de los libros XV-XXV es la figura del emperadorJuliano, personaje un tanto extrao, inteligente, culto y supers-ticioso, que se levant contra Constancio, a quien le opone pre-cisamente Amiano, y contra los que le rodeaban; tambin Ju-liano se hallaba dotado del sentido del gobierno y, en realidad,sus pretensiones iban encaminadas 30 a reencarnar a los empe-radores romanos del siglo 11.

Los libros XXVI-XXVIII, por su parte, constituyen una in-troduccin a los sucesos ms graves narrados en los librosXXM-XXXI; describen, en un estilo muy similar al de Tcito,diversos episodios sobre un fondo de lucha contra los brbaros,dejando en segundo plano los acontecimientos de Roma y losproblemas del Cristianismo.

En cuanto a las digresiones geogrficas, cuando la obra exis-

ta en su totalidad formaban una descripcin completa del Im -peno romano; a partir de ello podemos deducir que el planoriginario del antioqueno era completar su idea en 25 libros,pues en ellos incluy todas las referencias geogrficas y otrasque consideraba necesarias para completar el sentido de suobra, ya que a partir del libro XXVI no encontramos ningunadisquisicin geogrfica sobre ninguna de las provincias del Im-

perio o sobre sus regiones adyacentes31

.Por lo que respecta al contenido de su concepcin histri-

ca, los aspectos formales desarrollados por el historiador, y enque fundamenta claramente su exposicin, son los siguientes:

a ) concepcin de la historia como sucesin de edades;b ) enorme papel asignado a la Fortuna en el desarrollo his-

trico ; I

29 C f . F. A R N A L D I O.C. 153.30 C f. H . G A E RT N E R Einige Ueberlegungen zur kaiserzeitlichen Pa-

negyrik und z u Amm ians Charakteristik des Kaisers Julians, Wiesbaden,1968. '

31 Cf. E. A. THOMPSON .C. 118.


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c ) papel, no menos significativo, del numen celestial e im-portancia de los malos presagios; y

d ) el emperador Juliano como centro de las Res Gestae.

La periodizacin es una de las tareas ms difciles de laciencia histrica, puesto que por una parte implica una intelec-cin del pasado y por otra nos permite su divisin en etapas;estas etapas no son, sin embargo, inorgnicas, abstractas, es de-cir, mera segmentacin cronolgica, sino que son algo concre-to, vivo y orgnico. Periodizar es dividir, pues, la Historia enetapas tales que cada una tenga sentido funcional por su rela-cin con la totalidad.

Varios son los pasajes en que Amiano expone su forma deconcebir y componer la Historia, as como las caractersticasde la misma y las fuentes de que se ha servido para ello. Asen X N 6, 2-6 resalta la descripcin de la historia de Roma poredades.

Del mismo modo que Alba distingue cuatro etapas en laconcepcin histrica de Floro 32, infantia, adulescentia, iuuen-tus imperii y una especie de senectus, en Amiano Marcelino 33tambin podemos ver claramente delimitada toda la historia deRoma en cuatro apartados similares a stos:

32 V. ALBA La concepcin historiogrfica de Lucio Anneo Floro,Madrid, 1953, 3 cf. Floro, Praef. 4 s.).

33 XIV' 6, 2-6; Lactancio, Div. Inst. VI1 14 s. y S. H. A. Vita Cari11 1 SS. Lactancio, Floro, Arniano Marcelino y los Scriptores HistoriaeAugustae en los pasajes aludidos aplican a la historia de Roma la imagen

de las cuatro edades de la vida. S h e c a .a

quien cita Lactanciov

en quiense inip ira Vopisco, no es el inventor de esta comparacin, que se encuen-tra ya en los griegos; adems, las discotdancias entr e los autores revelanfuentes diferentes. Siguiendo las pocas y las concepciones filosficas yreligiosas, el paso de una fase a otr a est situado en momentos diferentes.Cf. R. HAEUSSLER Vom Ursprung und Wandeldes Lebensaltervergleichs,en Hermes XCII 1964, 313-341:


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1 . Desde su nacimiento y durante su infancia, Roma com-bati, en el espacio de tres siglos. alrededor de sus propias mu-rallas originarias. Es la epoca que abarca la monarqua y un si-glo posterior, en la que se destacan los valores primitivos y an-te todo la austeridad, perodo en que Roma asegura su propiaexistencia histrica frente a diversos pueblos;

2 . En su adolescencia Roma, ya consolidada, se ocupa deguerras muy rudas: es en este momento cuando se cruzan losAlpes y el mar. Es el perodo de la Repblica, en que se ponende relieve las costumbres puras, la abnegacin y el herosmo delos ciudadanos; representa tambin la poca del completo do-minio sobre la pennsula Itlica y de su expansin ms all delas fronteras peninsulares;

3 . En su edad viril, Roma contina su serie ininterrumpi-da de triunfos. Se produce entonces la transi~in l Imperio,

poca en que se acaba de manifestar el mpetu romano de con-quista. Pero ya entonces comienza la "edad de hierro" y la so-ciedad romana se sumerge en violencias y vicios; y

4. Nos hallamos con la poca en que Roma, al llegar la ve-jez, aspira al descanso, fatigada, en cierto modo, de tantos ava-tares polticos: es la del pleno Imperio, perodo de senectud,

anquilosamiento, marasmo y barbarie.

Varias son las referencias que continuamente muestra nues-tro historiador con relacin a la importancia del papel jugadopor la Fortuna, la suerte, en el desarrollo de los hechos, as co-mo a sus vaivenes, que influyen de este modo sobre el hombrey el acontecer histrico 34. A veces en esta intervencin de la

34 XIV 1 , 1 : Post emensos insuperabilis expeditionis euentus lan-guentibus partium animis. quas periculorum uarietas fregerat e t laborum,


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Fortuna colabora la Virtus, caso en el cual ambos elementosaparecen como los que hicieron posible el agigantamiento deRoma 3? La Fortuna 36 se nos presenta personificaday jugan-do con la libertad y existencia humanas (assumptus autem inamplissimum fortunae fastigium uersabilis eius motus expertusest, qui ludunt mortalitatem nunc euehentes quosdam in side-re, nunc ad Cocy ti profunda mergentes. Cuius rei.cum innume-ra sint exempla , pauca tactu summo transcurram), idea queaparece visiblemente representada en el caso del emperadorConstancia 11 3 7 . Juliano , sin embargo, casi siempre38 se veafavorecido p or ella.

A pesar de to do , parece qu e el historiador preconiza qu e elhombre poda precaverse de ciertos peligros que le llegaran departe del fatum y la Fortuna y que, en el fondo, es l quienrealiza la Historia, m ientras qu e la divinidad acta llevada de lama no del sujeto histrico; d eah qu e aparezca co m o fuerzaprote ctora, bienhechora, que obra por iniciativa propiay tienepoder humano 3 9 . De cualquier fo rma, en el discurrir h istricose d a la intervencin de un factor o d e ot ro , delfatum y de laprovidencia y libertad; as, junto a la accin de l ho m bre se pro-ducir la irrupcin d e lo contingentey fortu ito en el quehacer

no nd um tubarum cessante uel mil i te locato per s ta t iones hibernas , for-tunae saeuientis procellae tem pe state s olias rebus infudere com m un ibu s.

35 XIV 6 , 2-6. C f . C . P . T. NAUDE Fortuna in Ammianus Marcelli-nus, en Acta C1. VI1 1964, 7 0 - 8 8 , donde puede observarse que en la ma-yor parte de las ocasiones Fortuna est considerada por el historiador an-tioqueno como una fuerza hostil e imprevisible cuya accin tiene, por loregular, consecuencias injustas. Pese a todo y permaneciendo fiel a la tra-dicin de la historiografa romana, Arniano pone en primer plano el temade la pugna entre Roma y Fortuna.

36 XIV 1 1, 29.37 XXI 14, 1.38 XXII 9, 1 : A t prosp eris Iulianus elatior ultra hom ines iam spira-

bat , per iculis exp ertus adsiduis, quod ei or be m Ro m anu m placide iam re-gent i uelut mundanam cornucopiam F ortuna gestans prop i t ia cuncta 810-riosa def ere ba t et prospera.

39 XXII 9, 1. Fue el emperador Juliano quien restableci el culto ala fortuna, a la T I ~ X ~ riega en conexin con el paganismo del siglo IV .


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histrico 'O. ES curioso, adems, que el azar, el casus, apareceasociado a veces con la Fortuna.

No menos importancia concede Amiano al numen celestial,a los malos presagios v a la adivinacin v magia. La cura cae-lestis, el auxilio divino, la intervencin de los dioses a favor delos romanos es algo que aparece recalcado en diversas ocasio-

nes (haec dum in Galliis caelestis corrigit cura, in comitatusAugusti turbo nouarum exoritu r reruin a primordiis lenibus adluctus e t lamenta progressus 41 ; pero tambin es Roma la quese ve protegida, ya desde su nacimiento como Estado, hasta elpunto de que se le asegura una duracin eterna 42. Este numenaparece en el historiador antioqueno como elemento justifica-tivo de los acontecimientos, a pesar de que a veces la impreci-

sin respecto a los trminos numen o deus para designar al ele-mento divino'es patente, de modo que ambos aluden indistin-tamente al mismo concepto 4 3 .

Pero qu podemos rastrear en estos textos 44 sobre lascreencias de Amiano, su monotesmo o politesmo? Aunque el

4n ~f P M C ~ M I I ~c 173 -1 99 W. S E Y FA RT H AmmianusMarcel-linus und das Fatum, en Klio XLIII-XLV 1965, 291-306, donde se llevaa cabo un estudio del empleo de la palabra fatum 'en la H~storm ugusto,el Codex Theodosianus y el historiador antioqueno; ste lo utiliza, a me-nudo, sin tener en cuenta el valor filosfico y religioso del trmino, comosimple frmula retrica y para resaltar el estilo de su obra, destinada antetodo a ser leda ante un pblico aristocrtico.

41 XVIII 3, 1. Es debida a influencia mitolgica esta intervencindivina?

42 XIX 1, 4: uerum caeleste numen ut Romanae rei totius aerum-

nae intra unius regionis concluderet ambitum, adegerat in inmensum seextollen tem creden temque.

43 Cf. P. M. C A M U S O.C. 133-156 y 157-172; H . MESLIN Le mer-veilleux comme langage politique chez Ammien Marcellin resumido enRev. Et. Lat. L 1972,4-5.

44 Cf. W. S F Y FA RT H laube und Aberglaube bei Ammianus Marcel-linus, en Klio XLVI 1965 , 373-383.


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emperador Juliano fue el ms asiduo defensor de la religintradicional y el preconizador de la vuelta a la misma y aunquepara el historiador constituy la figura central de su obra, esfcil pensar, sin embargo, que en su caso nos encontramos antela creencia en un politesmo jerarquizado, un trmino, al fin yal cabo, intermedio entre monotesmo y politesmo. Lo que elantioqueno considera es una omnipresencia del elemento divi-no, es decir, la divinidad se halla presente en lo humano de ma-nera constante, imbuyendo y penetrando las acciones de loshombres. Como manifestacin de esto, los sacrificios a la divi-nidad ofrecidos implican una concepcin activa de ella y noson ms que la forma suprema de peticin ante ella para tener- 'la de este modo contenta y propicia 4 5 . No hay, pese a todo,una clara relacin causa-efecto entre el sacrificio y la divinidad.La teologa de la historia en Amiano Marcelino no est funda-da nicamente en la inconstancia de la For tuna , sino que es,ante todo, una teologa del poder, cuyo ejercicio es sacraliza-dor, y que el historiador analiza a travs de sus manifestacionesmaravillosas, que constituyen la base de su orden social y elfundamento mismo de toda legitimidad poltica.

Por su parte, los malos presagios juegan un papel preponde-rante como anunciadores de acontecimientos luctuosos en laconcepcin amianea de la Historia. Varios son los pasajes enque se ponen de manifiesto, como los siguientes:

1 . El nacimiento en Dafne, barrio de Antioqua, de unmonstruo repugnante, un nio con barbas, dientes'dobles, dosbocas y cuatro ojos 46 .

2. Un enjambre de bejas como presagio 4 7 .

3. Presagios de la muerte de Constancio representados porla muerte de un len que atac al ejrcito romano y la de un

45 Cf. P. M. CAMUS O.C. 223-229.46 XIX 12, 19-20.47 XVIII 3, 9.


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soldado de Joviano y dos caballos a causa de un rayo produci-do por una tormenta 4 8 .

4 . Consulta de las entraas de las vctimas a favor del em-perador Joviano 4 9 .

5 . Ms adelante, en XXV 10, 1 , de nuevo aparecen sealesde la clera del numen celestial, que los expertos en magia yadivinacin interpretan como siniestras.

6. Antes de ser cercado y muerto por los Persas, Julianollam a los harspices etruscos y les consult sobre el significa-do de un meteoro luminoso que haba aparecido en el cielo

7 . Pero los ms claros de todos son los presagios apareci-dos sobre la muerte de Valente y la invasin del Imperio porlos Godos .

La adivinacin y magia aparecen, en efecto, como una for-ma de comunicacin con la divinidad 52 que no haba sufridodecadencia en el siglo w d. J. C.; es ms, nuestro historiadorparece incluso buscar una justificacin de esas prcticas y co-noca todos los elementos y prcticas adivinatorias de su po-

ca, como el examen del vuelo de las aves 53, de las entraas delas vctimas 5 4 , de los sonidos, visiones, truenos, relmpagos yrastros del paso de las estrellas y de los sueos 56 . Ante estecmulo de circunstancias los acontecimientos no se resuelvensiempre felizmente, lo que el historiador achaca no a los dio-

48 W I I I , 8.

49 X X V 6,l.so xxv 2, 7.51 XXXI 1, 1-4.52 Cf A . M O M I G L I A N O The C on flic t betw een Paganism and C hristia-

ni ty in the Fourth Centur y, Oxford, 1963, 103; R. S YM E O. C .31 y SS.53 XXI 1,s.54 XXI 1,lO.55 XXI 1,ll.56 XXI 1, 12.


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ses, sino a la accin nefasta de los malos intrpretes 5 7 .

Ni que decir tiene que la parte conservada de la obra deArniano estaba encaminada a resaltar la figura y cualidades deJuliano. Si en el caso de los dems emperadores sus figurasaparecen bastante bien caracterizadas sobresale la de Julia-no por la amplitud de las lneas que dedica a describirle. Resal-ta, en primer lugar, el prrafo XVI 1 , 1-3. Es el momento enque Juliano es nombrado Csar por el emperador Constancio.Tambin Juliano se halla favorecido por el fatum, pero ese ele-mento sobrehumano constituido por la Fortuna necesita paraobrar de la labor humana, con lo que, de esta forma, se encuen-tra entonces el ingenium junto al fatum. El mismo historiadornos avisa en este texto del peligro que ha corrido de que suobra parezca que ha degenerado en panegrico.

Vambin en XXII 9, 1 aparece Juliano favorecido por lafortuna. Una exaltacin de dicho emperador, en que se lecompara con Tito en cuanto a prudencia, con Trajano en cuan-to a resultados triunfales de sus expediciones militares y conAntonlno Po en cuanto a clemencia, se nos ofrece en XVI 1,4.

Era, adems, Juliano perito en el arte de la adivinacin: e tquoniam erudito et studioso cognitionum omnium principimaliuoli praenoscendi futura prauas artes adsignant, aduerten-dum es t breuiter, unde sapienti uiro hoc quoque accidere po te-rit doctrinae genus haud leue 5 9 .

A exaltar las cualidades de Juliano est tambin dedicado

57 Cf. H . FUNKE Majestats? und .Magieprozese bei Am mianus Mar-cellinus, en Jahrb. Ant. Christ. X 1967 ,145-175 , donde se ponen en evi-dencia las persecuciones contra la supersticin pagana y tambin restosde una cierta posicin anticristiana; A. SELEM l senso del tragico inAmmiano, en Ann. Sc. Norm. Sup. Pisa XXXIV 1965, 404-414, quienpone de relieve que el sentido de lo trgico en Amiano resulta en granparte del conflicto que vislumbra y desarrolla a lo largo de su obra entreVi r t w y las fuerzas irracionales, tales como Fortuna y fa tum.

58 C f. CH. SAMBERGER .C .349 5s.59

XXI 1 , 7 .


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XXII 9,9 , acrius in calumniatores exsurgens, quos odera t, mul-torum huius m od i petulantem saepe dementiam ad usque dis-crimen expertus d u m esset humilis e t priuatus. Lo cual no ex-

cluye que el historiador reconozca en otro lugar 60 que Julianoera capaz de mostrar repugnante parcialidad (sed ut haeclaudanda et bonis moderatoribus aemulanda, ita illud amarume t notabile h i t , quod aegre sub e o a curialibus quisquam adpe-titus, licet priuilegiis et stipendiorum numero et originis peni-tus alienae firmitudine communitus, obtinebat aequissimum,adeo u t plerique terr iti emercarentur molestias pretiis clandes-

tinis). Albert, apoyndose quizs en este texto, lleg a afirmarque Amiano se nos presenta con todos los caracteres de la msfranca imparcialidad ; pero, si la imparcialidad del historia-dor antioqueno respecto a la figura de Juliano parece demos-trada, no ocurre, sin embargo, lo mismo con otros emperado-res, como Valentiniano 1 por ejemplo 6 2 .

Por otra parte, en XXV 4 , l se ensalzan la castidad, pruden-

cia, justicia, talento militar, austeridad, apoyo de la fortuna yliberalidad de Juliano; pero en XXV 4,16-18 Amiano nos pre-senta varios defectos del emperador: no estaba exento de lige-reza, hablaba demasiado y no conoca el valor del silencio, abu-saba de la adivinacin, en su culto haba ms supersticin queverdadera religin y era excesivamente aficionado a la lisonja:leuioris ingenii . . . linguae fusioris e t adm od um raro silentis . .superstitiosus magis quam sacrorum legitimus obseruator

. . .popularitatis cupiditate cu m indignis loqu i saepe ad fec tans.Muchos ms son, sin embargo, los textos en que el historiadoralaba la figura de Juliano, que, aunque slo rein veinte meses,aparece como el punto central de su obra.

60 X X I I 9 , 1 2 .61 Cf. P. ALBERT Histoire de la littrature romaine 11, Pars, 187 1,

440-441.62 A. ALFOELDI Valentinien le* , le dernier de s grands pannoniens,

en Rev. Hist. Comp. 111 19 46 , 2 -2 4 ; V. G R U M E L Numismatique e t his-toire de l'poque valentinienne, en Rev. Et. B y t . XII 1954, 7-31; A .HOEPFFNER Un aspect de la lutte de Valentinien le' contre le Snat: lacration du "defensor plebis", en Rev. Hist. CLXXXII 1 93 8, 22 5-2 37; C.SCHUURMANS Valentinien le ' e f le snat romain", en Ant. Cl. XVIII1949 , 25-38.


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Amiano Marcelino basa su descripcin histrica en dos ele-mentos fundamentales: por una parte, la corroboracin de loshechos con su presencia en los mismos, es decir, su propio co-

nocimiento de los hechos adquirido in situ; y por otra, lasopiniones de las personas implicadas en los acontecimientos,madurado todo ello con un profundo examen 6 3 .

Alaba adems la concisin que prescinde de lo superfluo,aunque sin perder nada de lo sustancial en el conocimiento delos hechos 64 ; es decir, poco importa que la narracin se halledesprovista de todo adorno ficticio con tal de que encuentre

un slido apoyo en testimonios autnticos y en pruebas irrefu-tables.

Nos da, en' efecto, Arniano 6 5 el encuadre perfecto de los

criterios de seleccin que deben emplearse en la investigacinhistrica: no debe entretenerse el investigador en hechos mar-ginales ni en minucia o pormenores secundarios, sino ir a laverdad histrica, aunque sta se halle desnuda y exenta deefectismos o recubrimientos retricos que no aaden ademsningn valor a la historiografa.

Por otra parte, esta verdad histrica requiere un cierto lap-sus de tiempo para poder ser expuesta; de ah el hincapi delhistoriador en el peligro que corre la narracin de los ltimosaos por l historiados, pues son hechos conocidos por la gene-racin presente El peligro de hacer historia actual viene da-do por la circunstancia de que las noticias, cifras y 2onsecuen-cias de los sucesos histricos no han tenido tiempo para sermaduradas y consideradas de una manera imparcial; lo que sehace completamente necesario, en estos casos, es mantener laverdad histrica como deber principal del historiador y dejar,

63 xv 1, 1.64 XVI 1 , 3.65 XXVI 1, 1-2. C f . H . T . R O W E L L The First Mention o f Rom in

Ammianus' Extant Books and the Nature o f he "History", en Mlangesd'archologie, d 'pigraphie e t d'his toire off er ts a J . Careopino, Pars,1966,839-848 .

66 XXX 8, 1. Confa, adems, en que su apreciacin histrica de loshechos sea calibrada en su justa medida por los investigadores posteriores.


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en cierto modo, de lado las minucias de los sucesos y la exacti-tud de sus descripciones .

En la narracin histrica de Amiano se advierten estas 1-neas principales:

a ) Universalidad del proceso histrico que, afirmada yapor Polibio, tiende a expresarse por la identificacindel acontecer histrico con el desarrollo del Estadouniversal romano ;

b ) accin de causas trascendentales y, por tanto, superio-res a la razn y voluntad humanas, como son el fa-tum y la Fortuna; y

c ) tendencia a concebir la historia de una manera organiza-da, como un todo 69 .

A veces el autor nos revela la identidad de sus informado-

res. Segn demostr Klein, las relaciones del texto amianeocon Eunapio, Zsimo, Oribasio y Magno de Carras son bastan-te patentes y significativas al mismo tiempo 70. Tambin Wirzalude a las relaciones de nuestro historiador con'cicern, Sa-lustio, Tito Livio y Tcito ' Podemos hacer adems alusina otros muchos estudios en los que se pone de relieve la relacinde Amiano, en cuanto a las fuentes de informacin de su obra

histrica, con autores clsicos 72 .67 XXXI , 10-11 cf. XXXI 16, 9).68 J. M. LONSO NEz La teon del Estado Universal en Polibio,

en St. Arch. 1 1969, 7-18.69 C f . V. ALBA 0.c . 10: as lneas generales de la filosofa estoica de

la historia son muy similares a las aqu expuestas.m W .KLEIN O.C. 3; A. F . NORMAN Magnus in Ammianus, Eunapius

and Zosimus, en Cl. Quart. VI1 1957,129-133.71 H. WIRZ Ammianus' Beziehungen zu seinen Vorbildern Cicero,

Sallustius, Eiuius, Tacitus, en Philologus XXXVI 1887,627-636.n M. L. W. LAISTNER The Greater Roman Historiuns, Londres,

1971, 154-155: He mentions Timagenes, the con tempomry o f Augustus,as his chief guide when he was composing his lengthy description o f heGauls (X V 9, ) . Cf. P. DE JONGE Ammianus Marcellinus and Vegetius,en Studia latina P. J. Enk septuagenario obluta, Leiden, 1955, 99-106;


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viene siendo objeto de atencin desde hace unos afios por par-te de los investigadores. Fue Rosen 's quien primero lanz deuna manera clara el intento de comprobar la credibilidad de

las afirmaciones histricas arnianeas de una manera general; y,con posterioridad, Austin 79 llev a la prctica las mismas ideasen la investigacin de algunos puntos concretos, que ya habaanalizado, por otra parte, el historiador alemn en su tesis doc-toral: las acciones vividas por el propio Arniano en Corduena,el desbordamiento del Eufrates el ao 359 y el nmero decombatientes de la batalla de Estrasburgo el ao 357.

Como colofn podemos afirmar que nuestro historiadorlleva a cabo una descripcin pormenorizada de los hechos a lolargo de veinticinco aos y nos los presenta con un alto gradode exactitud, lo cual no ha sido nunca negado ; pero el his-toriador no realiza una exposicin terica de sus concepciones,sino que, a partir de sus declaraciones metodolgicas, quiererealizar una obra histrica a la que no falten ni unidad de ex-

presin ni organizacin y comprende, lo cual consigue llevar ala prctica tambin, que es necesario ordenar la narracin demodo que los sucesos resulten insertados en un proceso racio-nal . De este modo hace surgir su comentario histrico, evi-tando poner junta una mera coleccin de comentarios aisladossin ninguna relacin entre ellos.

Adems82 la cronologa viene subordinada, al menos en

parte, k la disposicin geogrfica-, pero se deja ver una marcadaevolucin del historiador en su forma de concebir la Historia:en la primera parte escribe de una forma biogrfica, lo cual esdebido, sin duda, a su participacin personal en algunos de loshechos militares narrados; y en la ltima nos da ms bien una

78 K. ROSEN O.C.193 SS.79 J. AUSTIN

In Support o f Ammianus ' Veraci ty,en

HistoriaXXII

1973, 331-335.80 Cf. T. A. DOREY O.C .145.81 Cf. S. J A N N A C O N E Am m iano M arcellino. Profilo storico-critico,

Npoles, 1960,45.82 Cf. S. J A N N A C O N F c 63; . P. T. NAUDF Am rnianus M arcelli-

nus in die Lig van die an tieke G eskiedsk rywin g,Leiden, 1965,61 S .


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historia de l Imperio en tod a su extensin orientaly occidental,mientras que en la intermedia (librosXXI-XXV) hallamos unmo me nto d e pura evolucin83.

A propsito del estilo histrico amianeo podemos afirmarcon Jannacone84 que dirige il suo s forzo d i scrittore su110 sti le ,percht? egli si preoccupa dell 'aspe tto letterario del lo stile sto-riografico (che per gli antichi e m ol to piu imp ortante, si su, d iqua nto non lo sia per i m od erni ) e cerca d i applicare i prec ettidella storiografia retorica, che ha appreso d a maestri sia greci

che latini, se scuole latine dovevano esserci in tutte le cittadell 'Asia.En resumen, el significado d e la ob ra del historiador Amia-

no Marcelino estriba primordialmente en qu e sabe reflejar,de una manera casi perfecta, la crisisy decadencia aceleradadel Imperio romano. Au nque sus alusiones a la situacin eco-nmica en esta poca no son muy abundantes ni explcitas, el

aspecto social de la crisis aparece, sin embargo, claramente des-crito .

NARCISO. SANTOS YANGUAS

83 Cf. Z V U D A I C O V A O c 3 8 v sss4 S. JANNACONE O . C . 92; cf . M. L. W. L A I S T N F R . c . 147

i; R.ACMULLEN ome Pictures in Ammianus Marcellinus, en The Art d i .XLVI 196 4.43 5-45 5.

85 C f. V . D. NLKONOVA El reflejo de la crisis del Imperio romanoen las "Res Gestae

"

de Arniano Marcelino (en ruso), en Cuadernos Cient-ficos de la Universidad de Perm XX, 4, 1961, 17-100 (resumen en Bibl.Cl. Or X 1965, 259-264).

86 En contra de ello, S . MAZZARINO, en su obra Aspetti sociali del

quarto secolo, Roma, 1951 , 15 8, afirma que la obra de Amiano no tratade historia social y econmica en la medida que era de desear. No obstan-te , A. SELEM 0.c . en n. 15, 147 s., iguiendo a V. S . S O K O L O V 0.c . 43SS., ha procurado esclarecer las implicaciones sociales que, apuntadas porel historiador antioqueno, tuvieron una influencia clara en la crisis delImperio.

el pensamiento historiológico de amiano marcelino - santos yanguas

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