el peligro de la mala lengua
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Los kabbalistas explican que lashón hará, la mala lengua, es la peor forma de oscuridad que existe. La mala lengua es más comúnmente entendida como hablar de manera negativa sobre alguien más, el cual es el nivel más obvio y la peor forma de lashón hará; Sin embargo, hay diversas formas de hablar lashón hará, algunas veces hablamos sobre nosotros mismos en forma negativa, y a veces decimos cosas por rabia...TRANSCRIPT
EL PELIGRO DE LA MALA LENGUA
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El Shabat de Tazría/Metsorá es significativo porque dos porciones se leen juntas,
entrelazando muchas de las lecciones y la Luz que recibimos esta semana.
Me gustaría comenzar compartiendo una enseñanza kabbalística del Talmud
sobre estas porciones:
Había un comerciante que iba de ciudad en ciudad vendiendo una “poción de
vida”. Rav Yannai, un gran sabio, escuchó sobre este comerciante quien dijo que
tenía la cura milagrosa para la vida y le pidió ver lo que estaba vendiendo.
Rav Yannai dio la bienvenida al comerciante en su hogar y le dijo: “Escuché que
has viajado alrededor del mundo diciendo que tienes la poción para la vida.
¿Qué es?” El comerciante abrió el Libro de los Salmos, escrito por el Rey David,
y le mostró a Rav Yannai el verso que dice: “¿Quién es el hombre que desea vida
y ama los días en los cuales ve el bien? Guarda tu lengua del mal y tus labios de
hablar negativamente. Aléjate del mal y haz el bien, busca la paz y persíguela”
(Salmos 34:13-15). El comerciante dijo: “Esto es lo que vendo”. El Rav Yannai se
animó mucho y dijo: “He leído este versículo muchas veces, pero no es sino
hasta este preciso momento que me doy cuenta de cuán simple es su mensaje”.
Así que ¿qué fue revelado al Rav Yannai y qué podemos aprender de este nuevo
entendimiento?
Los kabbalistas explican que lashón hará, la mala lengua, es la peor forma de
oscuridad que existe. La mala lengua es más comúnmente entendida como
hablar de manera negativa sobre alguien más, el cual es el nivel más obvio y la
peor forma de lashón hará; Sin embargo, hay diversas formas de hablar lashón
hará, algunas veces hablamos sobre nosotros mismos en forma negativa, y a
veces decimos cosas por rabia.
Si se nos preguntase qué es peor, ir donde alguien y abofetearlo o cenar con un
amigo y hablar mal sobre otra persona, la mayoría de nosotros diría que
abofetear es mucho peor. Sin embargo, el Rey David nos dice que lashón hará es
peor… peor que casi cualquier otra acción negativa que podamos realizar. Pero
¿Por qué?
Rav Yannai explica que la persona que abofetea a alguien puede pasar por un
proceso de teshuvá, lo que permite remover cualquier oscuridad que hayamos
traído hacia nosotros. Es un proceso de dos pasos; el primero es limpiar el
aspecto físico de la acción al pedir perdón a la persona que hemos herido. El
segundo paso es el aspecto espiritual, el cual se trata sobre traer suficiente Luz a
nuestra alma para que la oscuridad generada por la acción negativa sea
removida.
Este proceso de teshuvá puede ser realizado para casi cualquier acción negativa
que realicemos, excepto para lashón hará, la cual se encuentra en una categoría
propia.
La semilla del dolor y el sufrimiento en nuestro mundo fue sembrada cuando la
serpiente, el lado negativo, habló lashón hará sobre el Creador a Adán y Eva en
el Jardín del Edén en la porción de Bereshit. Debido a que Adán y Eva escucharon
las palabras de la serpiente, cayeron espiritualmente. Por ende, cuando
hablamos negativamente sobre otros o sobre nosotros mismos, volvemos y nos
reconectamos con el poder de la serpiente, la semilla de la oscuridad en nuestro
mundo. Esto coloca una coraza de negatividad alrededor de nuestra alma que
evita que entre cualquier Luz que generemos a través de nuestro trabajo
espiritual.
Volviendo a la historia del Talmud, lo que el comerciante le reveló a Rav
Yannai, y ahora a nosotros, es que el prerrequisito para cualquier otro trabajo
espiritual que hagamos (ya sea restringir nuestras acciones negativas o realizar
acciones positivas) es primero y principal abstenernos de la mala lengua. Ya que
si nos involucramos en lashón hará, colocamos una coraza alrededor de nuestra
alma y entonces la Luz que atraigamos como resultado de nuestro trabajo
espiritual ni siquiera puede entrar, no puede asistirnos ni apoyarnos en nuestra
corrección.
Por ende, recibimos el obsequio en el Shabat Tazría/Metsorá de una apreciación
renovada por el poder de nuestras palabras. Mientras conectamos con estas
porciones, podemos pedir tener verdadera claridad sobre la tremenda caída
espiritual que resultará si nos permitimos a nosotros mismos involucrarnos con
la mala lengua. No deberíamos pensar más que lógicamente existe algo peor que
podemos hacer que hablar lashón hará.
El Zóhar [3]dice que la palabra metsorá o tzaarat por lo general se traduce como
“lepra”, y cuando lo traducimos al arameo es llamada seguirú, lo que significa
“cerrado”. Esto nos indica que las porciones de Tazría/Metsorá no se tratan
acerca de enfermedad física, sino más bien conciernen a la enfermedad
espiritual que todos sufrimos en algún grado, estar cerrados a la Luz.
El Zóhar explica que la Torá utiliza la palabra nega (Nun, Guimel, Ayin) para
denotar oscuridad, lepra, o seguirú, estar cerrados a la Luz del Creador. Por
ende, no es coincidencia que estas tres letras (Nun, Guimel, Ayin) formen otra
palabra: oneg (Ayin, Nun, Guimel) que significa “placer”. Estas dos
palabras: nega (desconexión de la Luz del Creador) y oneg (placer) están
interconectadas. Todos tenemos cierta cantidad de Luz que está destinada a
venir a nosotros, y es a través de nuestras acciones que colocamos una coraza
de Luz positiva o de Luz negativa alrededor de nuestra alma.
Cuando hablamos lashón hará, tomamos de nuestro banco de Luz y la
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guardamos en una coraza de nega, desconexión de la Luz del Creador. Sigue
siendo Luz pero ahora está cubierta por una coraza de oscuridad y esto nos causa
dolor porque pudimos haber utilizado esta Luz en el sentido contrario,
asistiendo a otra persona, por ejemplo. Pudimos haber tomado esta misma Luz
y colocar una coraza de Luz a nuestro alrededor la cual nos sustentaría con
placer.
Oneg y nega, placer y dolor, no son dos realidades separadas, sino un resultado
de nuestras acciones. La Luz que atraemos proviene del mismo banco,
independientemente de si será utilizada para hablar mal o para una acción de
compartir. Todo necesita ser sostenido por nuestra Luz, y cuando retiramos de
nuestro banco de Luz y cubrimos esta Luz en oscuridad, ahora esta oscuridad se
sostendrá y manifestará en nuestra vida en diferentes formas. Lo opuesto es
también verdad, cuando realizamos acciones de compartir o actuamos y
hablamos de manera positiva, exactamente la misma Luz del banco alimentará
el placer y lo positivo en nuestra vida.
El Zóhar explica que el dolor físico y emocional proviene de una fuente, nega, la
cual es la Luz que nosotros hemos cubierto en una coraza de negatividad a
través de nuestras palabras y acciones. Ahora entendemos que la tremenda
oscuridad que atraemos a partir de lashón hará proviene de la misma Luz que
sostiene la negatividad o el placer positivo en nuestras vidas. El tipo de Luz que
nos sustentará depende de nosotros. Podemos tomar un oneg potencial, un
placer positivo en potencia, y cubrirlo con una coraza de oscuridad a través de
nuestras acciones y palabras negativas.
En el Shabat Tazría/Metsorá, tenemos el gran obsequio de poder tomar todas
estas corazas de oscuridad alrededor de nuestra Luz, abrirlas y no sólo remover
la oscuridad, sino también traer incluso más Luz de su interior.
Michael Berg