el partido radical y las nociones que conformaron su ideología

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Curso: Historia de las Ideas Políticas en Chile Profesores: Vasco Castillo Alumna: Ignacia Velasco Entrega: 16/12/2015 El Partido Radical y las nociones que conformaron su ideología en la década de 1930 “Por su posición media entre las clases más egoístas, y las más desvalidas, a mi juicio es el Partido Radical el llamado a salvar la sociedad chilena de las tremendas convulsiones que agitan a la sociedad europea. Proveer a las necesidades de los desvalidos es remover la causa del descontento, es acabar con el socialismo revolucionario, es hacer política científicamente conservadora (…). La política no es el arte de establecer el libre cambio, es el arte de satisfacer necesidades sociales (Letelier,1986 , P.144)”. Esta frase dicha en el año 1896 por un joven radical llamado Valentín Letelier en su texto “Los Pobres”, ayuda perfectamente a reflejar una característica que el Partido Radical mantendrá con los años, y, sobre todo, que se hará notar mucho más en la época de 1930. Tal sería el éxito de ciertas consignas del partido, que solo 9 años después de que comience ese periodo de tiempo, 3 de sus militantes tendrían el honor de ponerse la banda presidencial.

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Page 1: EL Partido Radical y las nociones que conformaron su ideología

Curso: Historia de las Ideas Políticas en Chile

Profesores: Vasco Castillo

Alumna: Ignacia Velasco

Entrega: 16/12/2015

El Partido Radical y las nociones que conformaron su ideología en

la década de 1930

“Por su posición media entre las clases más egoístas, y las más desvalidas, a mi juicio es el

Partido Radical el llamado a salvar la sociedad chilena de las tremendas convulsiones que

agitan a la sociedad europea. Proveer a las necesidades de los desvalidos es remover la

causa del descontento, es acabar con el socialismo revolucionario, es hacer política

científicamente conservadora (…). La política no es el arte de establecer el libre cambio, es

el arte de satisfacer necesidades sociales (Letelier,1986, P.144)”.

Esta frase dicha en el año 1896 por un joven radical llamado Valentín Letelier en su texto

“Los Pobres”, ayuda perfectamente a reflejar una característica que el Partido Radical

mantendrá con los años, y, sobre todo, que se hará notar mucho más en la época de 1930.

Tal sería el éxito de ciertas consignas del partido, que solo 9 años después de que comience

ese periodo de tiempo, 3 de sus militantes tendrían el honor de ponerse la banda

presidencial.

La idea de ser un partido bisagra entre ricos y pobres, y como no, el planteamiento de lo

fundamental que es tomar en consideración al pobre y satisfacer sus necesidades básicas,

han compuesto a lo largo de los años parte importante de la ideología de los radicales. Si

bien podemos observar que este concepto puede ser asociado a otras épocas distintas en las

que se originó, siempre hay que tener en consideración su función política social, lo que

según Reihnart Koselleck (2009) quiere decir que los conceptos lejos de entenderse por su

significado lingüístico, deben ser en este caso comprendidos desde su significado histórico.

Entonces, partimos de la base de que tanto el término de partido bisagra, como la

consideración por los pobres son fenómenos que se repiten, pero evolucionan y

complejizan su significado gracias al avance de la historia.

Vasco Castillo Rojas, 19/12/15,
De aquí en adelante es recomendable “justificar” el texto. El margen derecho está sin justificar.
Vasco Castillo Rojas, 19/12/15,
“cómo”
Vasco Castillo Rojas, 19/12/15,
Los números mejor con letras, “nueve” y “tres”.
Page 2: EL Partido Radical y las nociones que conformaron su ideología

En base a las consignas expuestas, esta monografía tiene como foco principal una

exploración de los conceptos sociales primordiales que ayudan a entender parte de la

ideología del Partido Radical en el periodo comprendido entre 1934 y 1939. Aludiendo de

vez en cuando, a algunas fuentes quizás más lejanas, con el objetivo de realizar

comparaciones entre la época estudiada y los orígenes del partido.

Como expliqué anteriormente, es fundamental comprender las ideologías tomando en

consideración el contexto en el que éstas fueron concebidas, por eso primero haré un breve

resumen del momento histórico que nuestro país está viviendo alrededor de la década de

1930.

Con la nación inmersa en una época que se caracterizó principalmente por ser un periodo

de pugnas políticas en Chile, los inicios de los años 30 parecen ser periodo histórico en

donde poco a poco comienza a reducirse la inestabilidad política del momento. Desde 1925

tras la decadencia de la república parlamentaria y la instauración de una nueva constitución

que tuvo dificultades para funcionar debido a los constantes cambios políticos en el país,

las cosas comienzan a adquirir mayor calma al final de los años 32. En este año, se produjo

un golpe de Estado al presidente de ese entonces, Juan Esteban Montero. Tras la renuncia

forzosa del mandatario, el país vivió durante 100 días bajo la utópica República Socialista.

Ese mismo año, frente al descontento de esa forzosa instauración y las malas condiciones

económicas y sociales que venía arrastrando hace un tiempo el país, las elecciones

presidenciales de octubre dieron por triunfador a Arturo Alessandri. Según explica Simon

Collier (1998) en su libro, “Historia de Chile 1808-1994”: “El mayor logro de Alessandri

en la década de 1930 fue restaurar la estabilidad, acentuando las bases para cuatro décadas

de creciente democracia. Sus métodos fueron duros pero efectivos” (p.202). Sin embargo,

cabe mencionar que en este sentido el Partido Radical no estaba de acuerdo con el estilo de

política dura que intento imponer Alessandri. De hecho, en un inicio, se encontraba en una

coalición, trabajando en conjunto con los otros partidos, pero al no aprobar ciertas medidas

del presidente, decidieron dar unos pasos al costado.

Entrando más de lleno en el contexto social del país, podemos comenzar a revisar la

principal fuente de éste análisis. Según consigna Pedro Aguirre Cerda, presidente del PR

que posteriormente asumiría la presidencia de Chile, las cifras de mortalidad y de

Vasco Castillo Rojas, 19/12/15,
Ceo que pudo pulir más la redacción y evitar estos mensajes un tanto excesivos que dan un aspecto de informe de lectura escolar.
Vasco Castillo Rojas, 19/12/15,
El párrafo debió ser fundamentado con fuente secundaria, ese es el papel de la fuente secundaria. Conviene incorporarla al trabajo del modo más oportuno. Aquí procedía.
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enfermedades como la tuberculosis, el tifus exantemático y la pulmonía reflejaban el estado

de miseria en el que las clases sociales más bajas estaban viviendo en ese tiempo. Las

condiciones de hacinamiento y la falta de higiene de los lugares donde habitaban los menos

afortunados son reiteradamente descritos por el autor.

Por eso no es de extrañarse, que a partir de este fenómeno que los historiadores llaman

Cuestión Social, el Partido Radical se encuentra en una posición en la que le interesa

encontrar resolución de aquellos problemas que afectan a los pobres. El pensamiento

radical, plantea que se deben mejorar las condiciones de vida básica para los empleados, a

partir del aporte de un Estado de Compromiso Social. Así se puede ver en “Una carta y un

Discurso Político del Presidente del Partido Radical Don Pedro Aguirre Cerda”: “El factor

hombre desempeña un papel preponderante. Y si no lo atendemos debidamente, poco a

poco irá disminuyendo la energía protectora del país y la tuberculosis, la pulmonía, el tifus

y estas graves secuelas irán llevándose anualmente los componentes más necesarios del

factor trabajo (1934, p.11)”.

Este punto sirve como eje principal para entender cómo funcionaba en esa época la

ideología social de los radicales. Se observa que, en varias ocasiones, se le da mucha

importancia a la clase trabajadora, que a la larga funciona como la base humana para

mantener y mejorar el bien material del país. El texto expone la idea de que hay que

resguardar el porvenir de todos los trabajadores porque sin duda, eso llevará al país a un

bienestar general mayor. Esta consigna es reiterada en varas ocasiones, por ejemplo al

contextualizar lo que sucede con las inversiones en el país, que provocan que, “Solo un

capital quede sin beneficio directo alguno – el capital humano- que es indispensable

compensar con salud, (alimento, techo y abrigo). Y la mejora de ese capital humano

redundará también en un provecho efectivo de la riqueza pública: un joven sano, con

habilidad productora, mejorará la industria y la agricultura del país, y tendrá posibilidad de

constituir un hogar” (1934, p.9).

En esta misma línea, otros autores radicales del periodo, postulan nociones muy similares a

la expuesta arriba. Por dar solo un ejemplo se puede leer La Doctrina Radical: Programa de

Gobierno, escrita por Héctor Arancibia Laso en el año 1937. Arancibia ha sido considerado

como uno de los miembros destacados del partido, ya que en adición a su militancia de ser

Vasco Castillo Rojas, 19/12/15,
Fuente secundaria. Convenía aquí citarla.
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fue Ministro del Interior, Senador, Embajador de países como México e Italia, y un

reconocido masón y bombero.

Esta fuente también comparte otras nociones imperantes para los militantes del partido

como la transparencia electoral, la importancia de que todos tuvieran educación, el

laicismo, la necesidad de progreso, pero sobre todo una crítica a cuando los gobiernos se

valen de sus intereses y poseen más poder del que corresponde. Esta idea, si bien no será

tratada con profundidad, alude a la petición de evitar la excesiva burocratización del

Estado, además de cuidar de los abusos que estos funcionarios puedan cometer.

En lo que se refiere al ámbito más propio de lo social, Arancibia (1937) manifiesta un

punto de vista que concuerda con el pensamiento radical del periodo que estamos

estudiando. “Para que el esfuerzo de esta reconstrucción no sea estéril ni perdido”- dice

aludiendo a los problemas resueltos luego de la época de inestabilidad del país y más

específicamente a la situación de los obreros, “es indispensable que las condiciones

higiénicas de su ambiente sean plena garantía de que se aprovechará en al máximum la obra

realizada, pero no es esto todo. Paralelamente a esta labor hay que preocuparse de darle la

educación y cultura necesarias para que pueda no solo aprovechar para sí mismo aquellas

condiciones, sino también proyectar su redentora influencia hacia las generaciones futuras.

Sin hombres fuertes no hay Nación ni Estado y sin hombres cultos no hay República ni

Democracia.” (p,8).

Además de esta idea social que se repite durante toda su línea argumentativa, llama la

atención la precisión con los que varios escritos radicales de estos tiempos hacen un uso

muy adecuado de las cifras y alusiones a otros autores. Se observa una tendencia a tratar los

temas con ejemplificación y referencias que reflejan el carácter intelectual que tienen las

reflexiones de este partido. Así también lo hizo Pedro Aguirre Cerda en los primeros

párrafos del escrito ya citado, donde aterriza sus argumentos en base a datos muy

específicos de enfermedades y mortalidad.

Esta costumbre de complementar los puntos de vistas con muchas cifras y explicaciones

bastante racionales es una tendencia que se repite en varios textos y por lo tanto no debe ser

ignorada. A juicio personal considero que hay una cultura dentro del partido que constituye

parte de una de las piezas fundamentales para comprender la ideología de los radicales.

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Según la historiadora Ana Tironi, en su texto titulado “La Ideología del Partido Radical

chileno en los años 30”, esta tendencia a argumentar a través de datos racionales, surge de

los orígenes sumamente pragmáticos del pensamiento de los radicales, que consideraban la

razón y el conocimiento como base fundamental para alcanzar un progreso sostenido en el

tiempo.

De esto también deriva que el Partido Radical ha sido caracterizado como una institución

que toma decisiones políticas en base a conceptos racionales, y no solo entran en la clásica

pugna política de exacerbar distintas ideologías para intentar despolemizar conceptos

fundamentales. En esta línea, la autora es tajante al reconocer al Partido Radical como un

ente que se mantuvo mucho más fiel a sus principios partidistas y no se vendía tan fácil si

se trataba de obtener alguna ventaja de poder en la esfera política de nuestro país. Y, en el

caso de que decidieran que algún principio iba a sufrir algún tipo de modificación, siempre

lo hacían empleando una explicación bastante racional y argumentada al respecto.

Pese a que Letelier es un radical que representa parte de la ideología del partido antes del

periodo que aquí estoy analizando, sus palabras reflejan bien la noción racional y científica

que acabo de explicar. Al compararse frente a la actitud de liberales y conservadores que se

ciñen a una sola visión respecto a conceptos fundamentales como la libertad y la autoridad,

el joven radical compara: “(…) nosotros, que obedecemos a un criterio científico

amoldamos nuestras doctrinas a la realidad y nuestra política a las necesidades del pueblo.

Si amamos la libertad, no la amamos por lo que es en sí misma, la amamos en cuanto puede

servirnos para desarrollar las potencias del espíritu”. Si aceptamos la autoridad, no la

aceptamos por lo que es en sí misma; la aceptamos en cuanto puede servirnos para

desarrollar la cultura¨ (1893, p.15, Ellos i Nosotros o sea Los Liberales y Los Autoritarios).

Considero que esta tendencia también está muy presente en los textos hasta el momento

analizados. Esta argumentación es propia desde los inicios del Partido Radical, tal como lo

expresa Tironi (1985), “El origen social de sus componentes influye en los principios que el

radicalismo chileno sustenta. Desde temprano confluyen el ideario clásico liberal, con

ciertas tendencias positivistas, que luego se desarrollarían expresadas en la fe, en la razón,

en la ciencia y el progreso de la humanidad. Pero junto a la doctrina, adquirieron cuerpo,

dentro del espíritu radical en formación, una escala de valores mesocrática en donde la

Page 6: EL Partido Radical y las nociones que conformaron su ideología

inteligencia y el estudio se hallaban por encima de la tradición y los privilegios de sangre

(p.14)”.

Esta práctica de valorar la inteligencia por sobre tradiciones e intereses particulares de otro

tipo, despliega otro de los aspectos fundamentales para comprender la ideología radical: la

educación. La misma historiadora confirma que desde sus orígenes el Partido Radical

siempre estuvo a favor de una educación laica y gratuita.

El diagnóstico de lo necesaria que es la educación en la sociedad chilena, se muestra con

recurrencia en el texto de Aguirre Cerda. Su análisis acerca de los pobres que no cuentan

con una educación digna, evidencia aún más la importancia que éste tópico tiene para los

radicales. “La clase modesta, urgida por la pobreza, retira a su hijo de la escuela antes que

cumpla la obligación escolar, porque carece de recursos para vestirlo y necesita de su ayuda

para hacerlo trabajar.(…)¿Qué será del país a corto plazo si no hacemos un sacrificio por

educar a esos niños y ponerlos en aptitud de conservar su salud y ganarse la vida? (1934,

P.12).

Esta concepción de la importancia de un modelo educativo relevante, recae en la idea de

que el progreso del país está comprometido si es que no se logra hacer que la educación

llegue a todas las clases sociales. Aguirre Cerda, también insiste en que, a través de la

cobertura de las necesidades básicas de los pobres, inmediatamente mejora su rendimiento

y sus condiciones para acceder a un mejor nivel educacional. Nuevamente volvemos al

punto inicial acerca de la noción de los radicales sobre la importancia de intentar mejorar o

hacer menos miserable a aquel que vive en desgracia.

El nivel de compromiso con esta consigna se verá expresado años después en una

convención que el Partido Radical celebró el año 1939 en La Serena. Ahí, en su declaración

de principios se expresa que “en las circunstancias actuales del país, la educación pública

debe ser considerada en el primer plano de las exigencias nacionales, y que, sobre todo, la

alfabetización y la capacitación de las masas populares para la vida económica y cívica, no

admite ya postergaciones (p.6)”.

Y tiene mucho sentido que no admita postergaciones, ya que otro de los puntos importantes

a los que hacen alusión constantemente los radicales se relaciona con las juventudes. En

Vasco Castillo Rojas, 19/12/15,
“recae” no me parece la mejor elección de un verbo aquí. Busque alternativas.
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esta línea, la típica frase “Los niños son el futuro” cobra mucho sentido para los militantes

de esa época. En varios escritos persiste la visión de que son los hijos los que van a lograr

sacar a sus padres de la pobreza, por eso el Partido Radical pone tanto énfasis en mejorar la

situación del pueblo y entregarles una buena educación. Básicamente buscan proyectar el

progreso de la sociedad en las generaciones futuras.

La importancia de las nuevas generaciones para lograr mayor avance social en el país

también se ve reflejada en escrito de Héctor Arancibia Laso, ya que dedica un extracto para

hablar de la importancia de la juventud. “No es gobernante que merezca el nombre de tal, ni

político que pueda aspirar al respeto de sus conciudadanos, aquel que no tiene como

preocupación preferente el porvenir de la juventud de su país, porque ella es la reserva de la

colectividad que le asegurará su supervivencia” (1937, p.8). Un tema a destacar, es que en

la continuación del texto, Arancibia compara al radicalismo con la juventud, manifestando

que estos se confunden por el carácter renovador que ambos tienen. Según el radical, ambos

le dan fuerza a la sociedad para que pueda prosperar de la mejor forma. Una posición que

se relaciona con la auto percepción que los radicales tienen de su rol en la sociedad, como

también la consigna Arancibia (1937), al decir que “Nos nos reunimos para defender un

interés pequeño ni para buscar el predominio de nuestra tendencia, por muy legítima que

sea; queremos algo más grande, queremos la salvación de la República al amparo de la

solidaridad social (p.16)”:

Por lo que hemos visto hasta ahora, cuando hablamos de la ideología del Partido Radical en

esta época, es indispensable tener en consideración su gran importancia por la educación

(que se desprende su visión centrada en la inteligencia y no privilegios, en el uso de la

razón como instrumento de progreso), y un evidente interés por mejorar las condiciones de

las clases más desvalidas.

Hay una noción en la que pareciera que los textos escogidos ponen menos énfasis respecto

a una postura fija. Pienso que esto se ve reflejado sobre todo cuando los radicales se

involucran en reflexiones relacionadas con el ámbito económico. Por ejemplo, en la

Convención Radical de 1839, el texto afirma que reconoce “la exigencia de una cuestión

social contenida especialmente en las relaciones entre el capital y el trabajo, y la conceptúa

como un problema inicuo, consecuencia del régimen capitalista en uso” (p.12). Este

Page 8: EL Partido Radical y las nociones que conformaron su ideología

extracto se encuentra dentro de los principios que se relacionan directamente con la

economía y el trabajo.

Esto no está expuesto con la misma claridad que las otras consignas adoptadas en este

periodo, si bien en la misma convención hablan de la necesidad de sustituir el principio de

la libre competencia por uno de cooperación, la idea no se desarrolla lo suficiente para

lograr una comprensión tan profunda como pasa con los otros casos. Lo que sí se resalta, es

el hecho de que los trabajadores deberían estar protegidos por el Estado, a través de la

legislación adecuada. También repasan el tema de la colectividad y expropiación de

industrias y fundos, lo que sugiere un acercamiento al socialismo en ese periodo. Fuera de

esas consignas, considero que la postura del Partido Radical es enfrentar lo económico

siempre desde el punto de vista de las políticas sociales.

A la larga, la mayoría de las ideas expuestas me hacen sugerir que el Partido Radical en ese

tiempo tenía gran parte de su ideología relacionada a temas de alta importancia social

debido a su contenido de denuncia y búsqueda a la solución de los problemas de los pobres.

Este conjunto de ideas evidentemente mantiene el principio de que los radicales funcionan

como bisagra política, porque por un lado, parte de sus orígenes liberales se mantienen en

su ideología, lo que les permite calzar en algunas nociones con esa facción. Por otro, su

argumentación racional, hace que no se contrapongan completamente a ideas de carácter

más conservador.

Prueba de esto deben ser los dichos de Pedro Aguirre Cerda en relación a las posibles

agitaciones de la clase obrera. “Nadie puede pretender igualdad de hombres y riquezas ni

ello constituye la democracia, pero demos oportunidad para que se puedan manifestar las

aptitudes morales e intelectuales del pueblo en forma en que les sea fácil incorporarse a la

clase media. Quitemos del obrero la idea marxista de que las clases sociales no pueden

compenetrarse, que el proletariado está condenado a una creciente proletarización”

(P.14,15). Considero que esta frase es una gran muestra de racionalidad, ya que sin la

intención de descalificar otra ideología, lo que intentan hacer es encontrar un método para

convencer a los obreros de que esa no es la mejor vía.

Page 9: EL Partido Radical y las nociones que conformaron su ideología

Seguramente, este tipo de actitudes llevaron a que el Partido Radical pudiera llegar a la

expresión de poder más grande en nuestro país durante tres periodos consecutivos. Simon

Collier (1998), describe a los radicales como el partido más popular en esta época. Y sobre

la llegada a la presidencia de militantes de sus filas, añade: “Los radicales ocuparon

finalmente en 1938 el lugar que les correspondía. Entre la década de 1930 y comienzos de

la década de 1960, el partido unitariamente más importante (y en el verdadero sentido, el

más popular) fue el Partido Radical, que combinaba en un delicado equilibrio intereses a

menudo en conflicto (p.212)”.

En resumen, puedo concluir que en la época seleccionada para estudiar, la ideología del

Partido Radical estuvo construida en gran parte, por un discurso con mucho énfasis en la

construcción de un Estado que debía cumplirá la función de satisfacer las necesidades

básicas de los más desafortunados, para así contar con un capital humano que favorezca el

progreso de la sociedad. En esa misma línea, sin dudas el arma más poderosa mediante la

cual ellos consideran que las sociedades pueden mejorar es la educación, lo que queda en

evidencia con las reiteradas insistencias de que la educación primaria es un bien que debe

ser accesible, sobre todo para las nuevas generaciones que serán las encargadas del avance

social de nuestro país. Sin duda esta percepción se construyó por la prioridad que los

militantes de sus filas le dan a la racionalidad, y a no caer en el juego político de vender

ideologías de partido por poder.

Creo que una frase de Pedro Aguirre Cerda en uno de sus mensajes presidenciales, refleja

muy bien las intenciones e ideología radical que esperaban, iba a significar una mejora en

nuestro país. “Debemos cuidar al máximun la salud y educación de la madre y del niño, la

capacitación y labor de todos los componentes sociales y el amparo de la personalidad para

que del libre y honrado ejercicio de las facultades humanas, debidamente desarrolladas,

nazca un deseo común de incorporar a la civilización de todas las fuerzas nacionales, que

son las que deben movilizar la riqueza pública y hacerla servir al engrandecimiento de la

Nación y al progreso de la Humanidad dentro de nuestras posibilidades (Discurso

Presidencial 1939, p 5).

Vasco Castillo Rojas, 19/12/15,
Muy bien esta conclusión, resume bien el análisis expuesto, lo recoge muy bien.
Vasco Castillo Rojas, 19/12/15,
“cumplir”
Page 10: EL Partido Radical y las nociones que conformaron su ideología

Referencias Bibliográficas

-Koselleck, R (2009). Un texto fundacional de Reinhart Koselleck. Introducción al Diccionario histórico de conceptos político-sociales básicos en lengua alemana. Anthropos, N° 223, 2009, pp. 92-105

- Aguirre, P. (1939) Mensaje de S. E. el Presidente de la república en la apertura de las sesiones ordinarias del Congreso Nacional, Santiago: Imprenta Fiscal de la Penitenciaría

- Aguirre C, Pedro (1934) Una Carta y un Discurso Político del Presidente del Partido Radical.

- Tironi, A. (1983) La ideología del Partido Radical Chileno en los años treinta (1931-1938) Universidad Católica de Chile

- Arancibia, H. (1837). La Doctrina Radical: Programa de Gobierno. Impr. Antares.

- Collier, Simon (1998)Historia de Chile, 1808-1994. España :Cambridge University Press.

- Letelier, V. (1893). Ellos i nosotros, o sea los liberales i los autoritarios. Concepción: Imprenta de El Sur.

- Letelier Valentín. (1896). “Los pobres”.La Ley

- Partido Radical. (1839). “Declaración de principios” en Convención Nacional de La

Serena Santiago: Imprenta Gutenberg.

Bien en el número de palabras, bien en la portada. Problemas con normativa de citación. Debe proponerse como misión mejorar en este aspecto, apréndase la normativa que corresponda y aplíquela con rigor SIEMPRE. Tanto al interior del cuerpo del trabajo como en la bibliografía final (por ejemplo, los títulos de libros van en cursiva) comete errores a veces leves, a veces más gruesos.

Incorpora y utiliza dos fuentes secundarias, pero en algunas pocas ocasiones no las utiliza para fundamentar con toda la oportunidad que se esperaría, como le he observado en algunos comentarios.

Bien en la elección de fuentes primarias (es excelente, en verdad), bien en su análisis, acertado.

Muy bien expuesto el objetivo del trabajo, muy clara su hipótesis de trabajo, bien demostrada y bien concluido el trabajo. Muy buen trabajo.

Muestra bien su hipótesis de que el PR es un partido “bisagra” de la política chilena con el análisis del ideario a través de una fuente primaria muy adecuadamente elegida y muy bien examinada. Muy bien. ¡Felicitaciones!

No tiene la nota máxima por los problemas formales de citación que le he indicado y por las pocas ocasiones donde debió fundamentar con las fuentes secundarias.

NOTA: 6,8