En el parque del lago ocurre algo que nadie sabe, allí viven seres que no conocemos. Esta historia ocurrió una primavera, cuando llueve, nacen las flores, salen las hojas de los árboles y empieza a hacer calorcito.

Ahora os presentamos a algunos de los habitantes del parque:

Comilón es un jabalí, es pequeño, tiene rayas de color marrón y naranja, come panizo, cebada, melocotones, almendras y mosquitos. Vive en el monte, por el día duerme y por la noche sale a comer. Le gusta correr, revolcarse en el barro y meterse en el agua del lago.

Ésta es Puntito Negro, es una seta que vive en la hierba del parque. Es pequeña, tiene el pie gris y delgado y su cabeza roja con puntos blancos y un puntito negro, por eso se llama así. Le gusta la hierba y también el sitio donde vive. Le gusta ver cuando llueve y también le gusta reírse y divertirse.

Colorines es una mariposa, se llama así porque tiene las alas de muchos colores, también muy finas. Le gustan mucho las flores, comer su néctar, volar por encima de ellas y le encantan los días de sol. Vive cerca de Puntito Negro, se llevan muy bien y de vez en cuando le gusta posarse encima de ella.

Kira es un perro pequeño de color blanco y muy divertido, le gustan los niños, jugar con todos. Sus dueños lo abandonaron y ahora vive en el parque.

Zapatitos Pequeños es un duende, lleva gorro, tiene una barba larga y gris, vive en una seta, por las tardes le gusta sentarse encima de su casa y ver como se esconde el sol. No le gusta que llueva porque cuando llueve se encharca su casita.

Quemepillan es un caracol que vive en el parque, justo debajo del tobogán, le gusta ver a los niños corriendo y riendo a su lado. Casi todos los días, por la noche, va a visitar a alguno de sus amigos. Le encanta hacer excursiones cuando llueve.

El protagonista de nuestra historia es Quemepillan. Un día estaba paseando tranquilamente entre la hierba cuando pasaron unos niños corriendo, aquello parecía un terremoto. Quemepillan Estaba muy asustado, se metió dentro de su caparazón a pensar como solucionarlo, a él le gustaban los niños pero no podía dejar que le pisasen.

Cuando bajó Comilón por la noche vio a Quemepillan escondido y asustado dentro de su casa y le preguntó:

-¿Qué te pasa Quemepillan? ¿Estás bien?

Quemepillan le contó lo que había pasado y le preguntó que si tenía alguna idea para ayudarle. Comilón pensó y pensó y después de un rato…

Hizo un agujero en el suelo con su morro y dijo:

-Métete ahí, así cuando pasen los niños corriendo no te podrán pisar.

Quemepillan se metió en el agujero y esperó allí hasta el día siguiente. Cuando pasaron los niños corriendo el suelo temblaba como siempre y ya no le podían pisar. Pero había un problema, no podía ver a los niños y él quería verlos, eso le gustaba mucho. Tenía que buscar otra solución.

Esa misma tarde fue a hablar con Puntito Negro, allí estaba Colorines. Quemepillan les pidió ayuda y Puntito le dijo:

-Te fabricaremos unas alas como las de Colorines y así podrás volar por encima de los niños y no te pisarán.

Entre los tres empezaron a fabricarlas con papeles de colores. Cuando ya las tenían las colocaron a los lados del caracol, Quemepillan intentó volar moviendo muy rápido sus alas nuevas pero no pudo levantar vuelo porque pesaba demasiado, entonces decidieron llamar a Zapatitos.

Cuando Quemepillan llegó a casa de Zapatitos vio que también estaba el perro Kira. Entre todos pensaron que lo mejor era buscar un caparazón más duro. Kira salió a coger algo que sirviera para proteger al caracol, al rato llegó con una lata de coca cola pero no valía, los niños la podían aplastar.

Estuvieron pensando y salieron a dar una vuelta, mientras caminaban y pensaban… se tropezaron con un tapón de detergente transparente. Zapatitos dijo:

– Prueba esto.

Quemepillan lo probó y le funcionó. Desde entonces desapareció el problema de Quemepillan. Ahora podría estar en el parque tranquilamente al lado de los niños y ya no le podrían hacer daño.

Y colorín colorado….

…. este cuento se ha acabado.

Andrés, Chus, Emilia, Izabela, Kilian y Nicoleta.