el paro nacional del 19 de julio de manuel valladares

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Movimientos Sociales en la época del "Gobierno Revolucionario de las Fuerzas Armadas" EL PARO NACIONAL DEL 19 DE JULIO FACULTAD DE CIENCIAS SOCIALES UNIVERSIDAD NACIONAL MAYOR DE SAN MARCOS PAKARINA MANUEL VALLADARES QUIJANO

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Reflexiones sobre el más amplio Paro realizado en la historia del Perú

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contrasolapaantesolapaLa investigacin realizada por Manuel Valladares sobre el Paro Nacionaldel 19 de juliode 1977tienenotablesmritosintelectualesy polticos.Por una parte, la investigacin no se centra en una "disciplina" historia, sociologa, economa, ciencia poltica sino que indaga las cuestiones de lacoyunturadesdeunenfoqueholsticoquebuscadarcuentadela complejidaddelatramaderelacionessociales,tantoensusaspectos materialescomointersubjetivos.Constituye,enconsecuencia,una perspectiva que trata de superar la arbitraria divisin disciplinaria de las ciencias sociales.Por otra parte, estainvestigacin echa abajo uno de los mitos constituti-vos de las ciencias sociales modernas: la objetividad como resultado de la neutralidad valorativa. Segn la tradicin dominante en el conocimiento delavidasocial,elcientficoparaserobjetivodebeabandonartoda valoracin de su objeto de estudio y dedicarse a una minuciosa y asptica descripcin de los hechos. A diferencia de un investigador neutral, en su anlisisManuel Valladares asume una posicin crtica. Su investigacin est del lado de los que luchan por alcanzar, para nuestro pas, formas de vida ms igualitarias y democrticas.ElanlisisdelacoyunturadelParoNacionaldejuliode1977queha realizado Manuel Valladares nos permite reflexionar sobre los procesos de la descolonialidaddel poder, que posibiliten construir democrtica-menteunasociedadmsdemocrticaymsigualitaria,alrastrearno solamentelaespecificidadhistricadeesteacontecimientosinoal identificar las profundas tendencias sociales en las que est implicado.CsarGermanUniversidadNacionalMayordeSanMarcosFACULTAD DE CIENCIAS SOCIALESUNIVERSIDAD NACIONAL MAYOR DE SAN MARCOSPAKARINAMovimientos Sociales en la poca del "Gobierno Revolucionario de las Fuerzas Armadas" EL PARO NACIONAL DEL 19 DE JULIOFACULTAD DE CIENCIAS SOCIALESUNIVERSIDAD NACIONAL MAYOR DE SAN MARCOSPAKARINAMANUEL VALLADARES QUIJANOEL PARO NACIONAL DEL 19 DE JULIO DE 1977Manuel Valladares QuijanoMOVIMIENTOS SOCIALESEN LA POCA DEL GOBIERNO REVOLUCIONARIO DE LAS FUERZAS ARMADAS EL PARO NACIONAL DEL 19 DE JULIO DE 1977FACULTAD DE CIENCIAS SOCIALESUNIVERSIDAD NACIONAL MAYOR DE SAN MARCOSEl Paro Nacional del 19 de julio de 1977: Movimientos sociales en la poca del Gobierno de las Fuerzas Armadas Manuel Valladares QuijanoE-mail: [email protected] Grupo Pakarina SAC F-12, Asociacin Juan Pablo II, 3era Etapa. Lima 31Telfono: (51) (1)5220554 / (51) (1) 999427705E-mail: [email protected]://pakarinaediciones.blogspot.com/www.pakarinaediciones.comDireccin de edicin:Manuel Valladares QuijanoCuidado de edicin:Dante Gonzalez RosalesDiseo de portada y composicin de interiores :Judith Len MoralesCorreccin del texto:Alberto Loza NehmadFoto de la cubierta:Bloqueo de la Carretera Central, julio de 1977. Foto: Archivo Revista CaretasPrimera edicin: 2013 Hecho el Depsito Legal en la Biblioteca Nacional del Per N 2013-09363ISBN: 978-612-46298-7-7La reproduccin total o parcial de este libro, incluidos el diseo de la portada y los dibujos interiores en cualquier forma que sea, idntica o modificada no autorizada por los editores, viola derechos reservados.IMPRESO EN EL PER / PRINTED IN PERUValladares Quijano, ManuelEl Paro Nacional del 19 de julio de 1977: Movimientos socialesen la poca del Gobierno Revolucionario de las Fuerzas Armadas. 1a ed. Lima: Grupo Pakarina, 2013.148 pp. ISBN: 978-612-46298-7-7PER SIGLO XX/MOVIMIENTOS SOCIALES/CRISIS ECONMICA/DICTADURA MILITAR/POLTICACONTENIDOPresentacin,por Csar German9Introduccin17Primera parteParo Nacional del 19 de julio:23gran confluencia de luchas y trascendencia Segunda parteAcontecimientos que culminaron en el Paro Nacional43Walter Piazza sucede a Bara Castaeda como 48ministro de Economa y Finanzas (17 de mayo) 10 dejunio: mensaje del ministro Piazza51Paro de bancarios, movilizaciones estudiantiles 53en Lima y amedrentamiento gubernamental Movilizaciones en Cusco, Puno y Arequipa. 58Toque de queda Tensiones en Hunuco, Pasco, Junn, Huancavelica 64y Ayacucho Huelga de trabajadores de Toquepala e incidentes 69en Tacna Fines de junio: terminan los primeros veinte 71agitados das Primera quincena de julio: se agudizan los 82conflictos y se universaliza la exigencia deParo Nacional 6 de julio: renuncia del ministro Piazza 86Carta Pastoral en templos de Cusco y Puno 89Resurgen fuertes movilizaciones en provincias91y regiones Convocatoria al Paro Nacional y disposicin 95de fuerzas 19 de julio: da del Paro Nacional en el Per106Tercera parteFactores que imprimieron determinadas 119particularidades al Paro Nacional Crisis internacional de la economa capitalista123y su impacto en el Per Tendencias clasistas en la direccin del 130movimiento obrero y popular La cuestin del poder poltico, declaraciones136y silencios pblicos Bibliografa143PRESENTACIN La investigacin realizada por Manuel Valladares sobre el Paro Nacionaldel19dejuliode1977tienenotablesmritosinte-lectualesypolticos.Quisieraexaminarslodosdeellosque, creo, son los ms relevantes.El primero tiene relacin con la perspectivaterica y me-todolgicadelestudio.Meparecequeunaportefundamental deltrabajoserefierealasuperacindedoslimitacionesque hanhechopermanentementeimproductivasalascienciasso-ciales. Por una parte, la investigacin no se centra en una disci-plinahistoria,sociologa,economa,cienciapolticasino queindagalascuestionesdelacoyunturadesdeunenfoque holsticoquebuscadarcuentadelacomplejidaddelatrama derelacionessociales,tantoensusaspectosmaterialescomo intersubjetivos.Constituye,enconsecuencia,unaperspectiva quetratadesuperarlaarbitrariadivisindisciplinariadelas ciencias sociales. Elanlisistransdisciplinariolehapermitidorebasar lasdiversasformasdereduccionismoeconmico,poltico, culturaltanfrecuenteenelexamendelosfenmenos 10El Paro Nacional del 19 de juliohistrico-sociales.Adems,lehaposibilitadorecuperarla necesariaindagacindeladinmicadelasfuerzaspolticasy sociales,sucomposicin,suorganizacinysusorientaciones ideolgicasypolticasquesefueronconfigurandoenlas luchasporconquistarsusderechos.Comoresultadodeesa investigacin ha conseguido presentarnos el complejo tramado de los acuerdos y enfrentamientos de los actores polticos que se cristaliza en la coyuntura de juniojulio de 1977.Por otra parte, la investigacin de Manuel Valladares echa abajounodelosmitosconstitutivosdelascienciassociales modernas: la objetividad como resultado de la neutralidad va-lorativa. Segn la tradicin dominante en el conocimiento de la vida social, el cientfico para ser objetivo debe abandonar toda valoracin de su objeto de estudio y dedicarse a una minuciosa y asptica descripcin de los hechos. A diferencia de un inves-tigadorneutral,ensuanlisisManuelValladaresasumeuna posicin crtica. Su investigacin est del lado de los que luchan poralcanzar,paranuestropas,formasdevidamsigualita-rias y democrticas. Examina cmo el movimiento obrero y po-pular va definiendo sus objetivos como respuesta a la poltica antipopularquellevaadelanteelrgimenmilitardeMorales Bermdezyquesepusodemanifiestodemaneracabalenel PlandeEmergenciapropuestoyejecutadoporWalterPiazza, Ministro de Economa. Y constata cmo en esas luchas se fue-ronperfilandolasdiferentesopcionesorientadasaconstruir unordensocialdiferente.Tambinsealalosobstculosque fueronsurgiendofrenteaesamovilizacinpopular,producto delsectarismodealgunasfuerzaspoltica.Alfinal,reconoce cmolaespontaneidaddelasmasasfuecapazdesuperarlos lmitesdelasrgidasconcepcionesideolgicasypolticasque Presentacin11constrean la accin de los partidos que tenan una significa-tivainfluenciasobrelossectorespopulares.As,lacapacidad de las masas trabajadoras desbordaron las resistencias al Paro Nacional y lo impusieron como una forma apropiada de lucha.Elsegundomritoconsisteenrealizarunanlisisdela coyunturaquetieneencuentasuespecificidadhistricasin perderdevistalascondicionesestructuralesquelahicieron posible. La investigacin realizada por Manuel Valladares sobre el Paro Nacional del 19 de julio de 1977 constituye un esfuerzo valioso,desdeunaperspectivaintegradoradelascienciasso-ciales, en la exploracin de una coyuntura clave para compren-der el papel que ha jugado el movimiento obrero y popular en la reorganizacin de la sociedad peruana producida en las lti-mas dcadas. En efecto, estagran movilizacin de masas tuvo un impacto tan significativo que puso fin a la dictadura militar yabriunnuevoperiodomarcadoporelestablecimientode lademocracialiberal.Pero,examinadadesdeunaperspectiva demslargoplazo,elanlisisdelacoyunturarevelatenden-cias ms profundas del cambio social en el pas. Este revelador momentohistricopuedeserconsideradocomoelpuntocul-minantedeldesarrolloalcanzadoporelmovimientoobreroy popularquetuvosupuntodeinicioenlosaoscincuentay sesenta y se consolid en la dcada del los aos 1970 con una identidad clasista; sin embargo, a partir del Paro Nacional esa gran movilizacin popular va a ir perdiendo su fuerza revolu-cionaria y, sobre su progresiva derrota, se impondr la contra-rrevolucin neoliberal del fujimorismo.La perspectiva de anlisis utilizada por Manuel Valladares hasidomuyproductivapuesdacuentadelentrelazamiento 12El Paro Nacional del 19 de juliodelasfuerzaspolticasysocialesquellevaronadelanteel ParoNacional.Teniendoencuentalascondicioneshistricas ysocioeconmicasdelPerdelasegundamitaddelosaos setenta,reconstruyelasaccionesquevanacristalizarenuna de las mayores movilizaciones de las clases populares del siglo XX. El teln de fondo del anlisis lo constituye la crisis mundial quesetradujoenunaprofundareorganizacindelcapitaly queimpactenlasociedadperuanareconfigurandotodoslos mbitos de la vida social.Elanlisisdelacoyunturalepermiteponerenjuego lasdiversasopcionespolticasqueseabranfrentealacrisis delrgimenmilitardeMoralesBermdez.ElParoNacional noesvistosolamentecomounamovilizacinconobjetivos reivindicativoseconmico-corporativos;tambinlopercibe comounmovimientoquetieneunalcancepoltico.Sibienno se produjeron propuestas orgnicas para el establecimiento de unanuevaestructuradepoder,seencuentranelementosque permiten bosquejar cmo las diversas fuerzas sociales y polticas buscabanfundarloslineamientosbsicosparaorganizarun nuevoordenpoltico.Enestesentido,tresopcionespolticas se abrieron a partir del Paro Nacional: para la clase dominante ylasfuerzaspolticasquelarepresentan,laalternativafue latransicinhacialademocracialiberalparlamentaria;para lossectoresradicalizadosdelascapasmedias,supropuesta se orientaba hacia el nacionalismo radical, como continuacin y profundizacin del rgimen velasquista; para el movimiento obreroypopular,elproyectopolticoabarcabaenfoquesque proponandesdeelestablecimientodelanuevademocracia deorientacinmaosta,hastalabsquedademodosde organizacindedemocraciadirecta,dondelospropios Presentacin13ciudadanos pudieranestablecer formas especficas de ejercicio del poder.Sobreunmovimientoobreroypopularquepaulatina-mentefueperdiendosucapacidadcontestataria,comoconse-cuenciadelareorganizacindelasrelacionescapital-trabajo, y la agresiva ofensiva de la dictadura militar y de los empresa-rios, que llev al despido de alrededor de cinco mil dirigentes delostrabajadores,seimpusounsistemapolticodemocrti-co-liberal, que asumi su forma ms autoritaria con el rgimen fujimorista.Pero,demaneraincipiente,enlacoyunturadel ParoNacionalsehabanidocristalizandotendenciasorienta-dasaposibilitarunaparticipacindirectadelostrabajadores en el ejercicio del poder poltico. En el ltimo decenio estas ten-dencias cobran mayor actualidad cuando aparecen como parte fundamental de las reivindicaciones del movimiento indgena.Vansurgiendo,demaneratodavadifusa,oscuraein-cipiente,nuevasformassocialesquecorrespondenanuevas prcticas basadas en la solidaridad, donde el poder y el dinero los ejes que estructuran el orden social dominante tienden aperdersufuerzadeterminante.Aunquesuniveldediferen-ciacin social es muy incipiente y las formas de vida en las que se desenvuelve no han logrado un grado elevado de institucio-nalizacin, es posible ver en ellas un patrn alternativo de or-ganizacin social. La supervivencia de estas prcticas sociales que corresponden a una cultura, a un sistema normativo y a procesosdesocializacincualitativamentenuevosdepende de su capacidad para cristalizar en relaciones sociales de pro-duccin basadas en la reciprocidad y no en el mercado; y en la existenciadeorganizacionesdeautogobiernodondeelpoder 14El Paro Nacional del 19 de juliotienda a socializarse y a no adoptar formas polticas separadas delavidasocial.As,pues,existenindicadoresquemuestran la emergencia de nuevas formas de vida social que pueden con-vertirse en la base de una profunda reorganiza cin de la socie-dad peruana.Elsurgimientodenuevasrelacionessocialesbasadas enprcticascomunitarias,queformapartedelproyectode autonomasocialeindividualporelquelahumanidadha venido luchando desde hace muchos siglos, puede consolidarse enlamedidaenqueaseguresupermanenciaascomosu reproduccinmaterialysimblica.Elproyectosocialista encarnenundeter minadomomentoesaaspiracinpara lograrformasdevidaemancipadas.Sinembargo,alasumir caractersticasproductivistasytecnocrticaspropiasdela racionalidadinstrumental,elsocialismo-sobretodoenla formadeltotalitarismoburocrticodelsocialismorealmente existente- se convirti en una jaula de hierro para los seres humanosquebuscansuplenaautonoma.Enconsecuencia, elproyectosocialistatienequeserrepensadoenfuncinde lasnuevasprcticassocialescomunitarias,dondesonlos propiosinteresados,enlasorganizacionesdeautogobierno, los que examinan, debaten y ejecutan de manera autnoma sus propias decisiones. Ello implica la crtica prctica de todas los proyectospolticosvanguardistas-quebuscansustituiralos individuos involucrados en la tarea de construir formas de vida emancipadas- as como a las concepciones democrtico liberales quenohacensinoexpropiarlessucapacidaddedecisin.Ni elsocialismoticonilapolticacomotcnicainstrumental pueden darle consistencia y continuidad a las nuevas prcticas socialescomunitarias.Porello,esnecesarioreconocerquese Presentacin15tratadeotramaneradehacerpoltica:losciudadanos,como partedesuprcticasocial,reunidosenlasorganizacionesde autogobierno debaten sobre los mejores objetivos y fines para su colectividad. La poltica, en este sentido, ya no es una actividad tcnicaespecializada,patri moniodeunaclasepoltica,que fetichizaelpoder,queloconsideraunatcnicainstrumental para controlar el Estado, sino que se convierte en una actividad creadora de la vida cotidiana de los seres humanos.ElanlisisdelacoyunturadelParoNacionaldejulio de1977queharealizadoManuelValladaresnospermitere-flexionarsobrelosprocesosdeladescolonialidaddelpoder, que posibiliten construir democrticamente una sociedad ms democrtica y ms igualitaria, al rastrear no solamente la espe-cificidad histrica de este acontecimiento sino al identificar las profundas tendencias sociales en las que est implicado. Lima, junio de 2013Csar GermanProfesor Principal de SociologaFacultad de Ciencias SocialesUniversidad Nacional Mayor de San MarcosINTRODUCCINConestapublicacinentregamosallectorunbreveestudiode uno de los movimientos de masas ms grandes e intensos ocu-rrido en el Per en la poca del Gobierno revolucionario de las fuerzasarmadas:elParoNacionaldel19dejuliode1977.En estetrabajopresentamosunamiradapanormicadeaquella poca,laidentificacindealgunasdesusprincipalestenden-cias sociales y polticas y el recuento de los principales aconte-cimientosqueconlaintervencindirectademasasobrerasy populares se sucedieron durante semanas enteras en Lima y en diferentesotroslugaresdelpasyterminarondesembocando enelmencionadoParoNacional.Tambin,hacemosunintento por establecer los factores de orden nacional e internacional que pudierondeterminarlosrasgosparticularesdeestehechoy, entreellos,nosreferimosentrminosalgomsprecisosalas tendencias polticas de izquierda vieja y nueva izquierda, bsi-camente marxistas que en esos tiempos se disputaban entre s la hegemona de la direccin poltica de los movimientos obreros y campesinos y de los movimientos populares en general. Por otra parte, debemos indicar que una primera versin delpresentetrabajo,impresosloamimegrafo,circul hacemuchosaos;mstarde,enjuniode2007,locentraldel 18El Paro Nacional del 19 de julio mismotextofuepublicadoenformadeartculoenlarevista InvestigacionesSocialesNo.18delaFacultaddeCiencias SocialesdelaUniversidaddeSanMarcos,conlaintencin decontribuiralosactosdeconmemoracinalcumplirseel 30aniversariodeaquelgranacontecimiento.Dichoartculo conslounaligerarevisin,constituyeestavezlasegunda parte del presente volumen. La primera y tercera partes, cuyos borradoresyalostenamosamediocaminohaceuntiempo, aparecenenestaoportunidadconlafinalidaddeofreceruna visindeaquelloshechosnoslodentrodelacoyuntura inmediata de agudizacin de los conflictos sociales y polticos, de agitacin y movilizaciones mucho ms intensas, sino en un contextorelativamentemsampliodelaconfrontacinentre los trabajadores y el capital.Nopodemosdejardemencionarqueenlostiemposdel gobierno militar las organizaciones partidarias y agrupaciones deizquierdanuevaizquierdaoizquierdarevolucionaria jugaronunimportantepapeldedireccinpolticadelos trabajadores del campo y la ciudad. Por lo menos desde la huelga de los sindicatos mineros del centro del pas en 1971, adems deunacrticaincesantealgobiernomilitar,difundieronde maneracrecienteysistemticalaconsignadeparonacional, lamismaquefueacentundosecadavezmsapartirdel golpedeEstadodeagostode1975quederrocalpresidente JuanVelascoAlvaradoyelimindelpoderalastendencias reformistasynacionalistasquelosostenan.Lacoyuntura abiertapordichogolpedeEstadoseprolong,alritmode losfrecuentespaquetazoseconmicosydelarepresin policial-militar contra el pueblo, de las acciones de resistencia popular y de la consiguiente labor de agitacin de la izquierda Introduccin19revolucionariaprecisamentehastaelParoNacionaldel19de juliode1977.Acercadelaslimitacionesodificultadesdeesa aguerrida izquierda para ir ms lejos y formular en esas precisas circunstancias una estrategia de poder ante los trabajadores y las masas, ms adelante podremos hacer algunas reflexiones. Tampoco podemos dejar de mencionar a la Confederacin General de Trabajadores del Per (CGTP) cuya dirigencia estaba subordinadaalPartidoComunistaPeruano-Unidaddeorien-tacinpro-soviticacomomuchosviejosPCdelmundoy que,asuvez,prestabaabiertoapoyopolticoalgobiernore-volucionario de las fuerzas armadas. En el transcurso de esos aos la CGTP se haba convertido en la principal central de los trabajadoresdelpasyhabadesplazadoaunsegundoplano alaantiguaConfederacindeTrabajadoresdelPer(CTP)de orientacinaprista;sudireccinbrindabaapoyoalquecon-siderabaelgobiernodelarevolucinperuananacionalistay patritica y, al mismo tiempo, presionaba para que fueran aten-didas y resueltas por ese mismo gobierno las reivindicaciones de los trabajadores. La consigna de paro nacional difundida por elconjuntodeorganizacionesdelaizquierdarevolucionaria llamadaultraizquierdaporelPCP-Unidadyporelpropio gobiernomilitarsignificabaasuvezunasistemticacrtica perotambinunacrecientepresinaladireccindelaGCTP paraqueasumieralacoordinacinycentralizacindelaslu-chas sindicales de todo el pas, tanto al interior de sus propias basescomofueradeellas.Sevioobligadoahacerloaregaa-dientesrecinenlaespectacularcoyunturadejunio-juliode 1977. Aunque a ltima hora, su decisin fue acertada y necesa-ria.DichaCGTPhapodidomantenerseenpienmediodelas 20El Paro Nacional del 19 de julio derrotas y la profunda crisis de los movimientos sindicales en AmricaLatinayenelmundoenteroaltrminodelsigloXX. Eneltranscursodelasltimasdosdcadassehareducido significativamente el porcentaje de asalariados afiliados a esta central,peroantienerepresentatividadyautoridadinnega-blesysemantienecomoejecoordinadordelosmovimientos sindicalesypopularesdelpas.Sinduda,habrderecuperar cadavez ms su capacidad de convocatoria para hacer posible nuevamente la coordinacin y confluencia de las luchas de los diferentessectoresdelpuebloperuanoenelobligadocamino deresistenciaorganizadaanteladiariaofensivadelcapitaly el Estado.Probablemente en el transcurso del siglo XXI, cuya segun-da dcada estamos transitando, los movimientos de trabajado-res, juventudes y masas populares en el Per, reconstruyendo sumemoriahistricayrescatandolomejordesutrayectoria de combate contra el omnipotente poder del sistema capitalista hoy globalizado y su Estado, habrn de impulsar y sostener sus propiasorganizaciones,lascualesdebernsercadavezms autnomas y antiburocrticas en el camino de construccin de la democracia directa de los propios trabajadores y de todos los explotados y dominados. Esperamos que lo fundamental de su futuroliderazgosiemprehabrdeestarsurgiendo,aunquea travsdeduraspeleas,desdedentrodeestaexperienciacoti-diana, renovndose y recrendose todo el tiempo. Finalmente, hoy como ayer, este trabajo est dirigido fun-damentalmente a las juventudes que tienen o siempre deben te-ner espritu de protesta, de crtica y de cuestionamiento de todo poder burocrtico y, al mismo tiempo, tambin a los nuevos li-derazgos de las diversas organizaciones sindicales y populares Introduccin21delPer,delconjuntodelosmovimientosdemasasencosta, sierra y selva que organizan la resistencia frente a las polticas de este mismo Estado que margina a las grandes mayoras. Por lodems,altenerlugarestapublicacinenvsperasdelani-versario36deaquelgranParoNacional,rendimoshomenaje asusprincipalesprotagonistasquefueronlostrabajadoresy gruesossectoresdemasaspopularesorganizadosymoviliza-dos en todo el pas; tambin, a la abrumadora mayora de pro-fesionaleseintelectuales,escritores,artistasypoetasdeesos tiemposquesimpatizaronyseidentificaronvitalmentecon dichomovimiento.Almismotiempo,creemosquelosnuevos movimientos de masas y su liderazgo y los que seguramente es-tn por emerger, ahora en el siglo XXI, deben conocer, debatir y evaluar las experiencias de lucha de las dcadas pasadas, antes y despus de la cada del muro de Berln y, de esta manera, pue-danentenderconmayoreselementosdejuicioloscomplejos problemasdeorganizacinymovilizacindelostrabajadores y del conjunto de explotados y dominados en su permanente e irrenunciable enfrentamiento al poder del capital y del Estado. En la presentacin de los hechos de aquellos aos de los 70 y particularmente de las agitadas semanas de junio-julio del 77, hemos preferido hacer uso del lenguaje que en ese entonces era habitual en los medios sindicales y polticos, en los centros demasasyenlaprensapartidaria.Despusdetodo,esoshe-choshanquedadoregistradosenlamemoriahistricaconel lenguaje que les corresponda en su momento.Manuel Valladares Quijano Lima, junio de 2013Primera partePARO NACIONAL DEL 19 DE JULIO: GRAN CONFLUENCIA DE LUCHAS Y TRASCENDENCIAElParoNacionaldel19dejuliode1977esseguramenteuno delosmovimientosdemasasmsimportantesenlahistoria delPercontemporneo.Enellargocaminodelasluchasde lostrabajadoresydelconjuntodeexplotadosydominadosde nuestropas,esehechotienesindudalatrascendenciahist-ricadelaconquistadelaJornadadeOchoHorasde1919,del movimiento de Reforma Universitaria de ese mismo ao, de la fundacindelaCGTPen1929,delaInsurreccinPopularde Trujillo de 1932, del Frente Democrtico Nacional de 1945 y de las crecientes movilizaciones obreras, campesinas y populares queenlasdosdcadassiguientesaltrminodelaSegunda GuerraMundialestremecieronehicieroncrujirlasanarcai-cas estructuras del poder de la clase dominante y de su Estado oligrquico. Como era previsible, este gran acontecimiento per-manece actualmente arrinconado en la memoria de las masas y oculto en la escena poltica nacional por la continua arremetida delosgruposdepoderydelosmediosdecomunicacinde vena neoliberal cuya misin es la destruccin del pasado.ElParoNacionaldel19dejuliode1977,lascrecientesy generalizadasaccionesdeprotestayrebelinqueleprecedie-rondurantesemanas enteras encasitodoslosdepartamentos y provincias del pas, aparte de acelerar significativos cambios 26El Paro Nacional del 19 de julio Manifestaciones de apoyo al Paro Nacional en Lima.El movimiento obrero. Historia grfca N.7, Lima,Tarea, p. 29.Estas fotografas muestran escenas que se harn cotdianas por esta poca, como antesala del paro del 19 de julio.Gran confuencia de luchas y trascendencia27polticos en la coyuntura, expresaron en su ms alto nivel el en-cuentro o confluencia de las ms diversas tendencias clasistas que en el ancho campo de los movimientos de los trabajadores ypobreshabanidomadurandoporlomenosenelcursode lastresdcadasprevias.Almismotiempo,constituyeronel punto de partida de una nueva etapa de las luchas de clases en elpas,etapaenlaquelaconfrontacindelaclaseobrerade entoncesyampliossectorespopularesconlaburguesaysu Estadotendaasuagudizacinyprofundizacin.Nofuepor casualidadque,apesardetodosloscontratiemposydescon-ciertosdelasinstanciasdedireccinpolticadeizquierda,se llevaran a cabo diez paros nacionales a lo largo de los diez aos siguientes (1977-1987), a pesar tambin de que el Estado bajo la orientacintempranamenteneoliberaldelgobiernomilitarde lasegundafasecumplaarajatablasupapeldeamortiguador deaquellosmovimientosponiendoenmarchatodoslosme-canismosposiblesderepresin.Eneltranscursodeesosdiez aossepudosostenerelnivelylaextensinoamplitudde luchasalcanzadosconelprimerParoNacional.Sinembargo, tambinesverdadqueestasingularetapadeluchasnopudo prolongarse por ms tiempo ingresando, ms bien, a un proce-sodeerosinyquiebradesusperspectivas,elmismoquese agrav bajo el demoledor impacto poltico de la cada del Muro de Berln a fines de 1989.ElParoNacionalde1977estuvodirigido,ciertamente, contraunaprolongadadictaduramilitar,especialmentelade la segunda fase, que al estar abiertamente comprometida con la intensificacin de la explotacin a los trabajadores en tiempos de una profunda crisis internacional de la economa capitalis-ta, comprima sistemticamente los sueldos y salarios de esos 28El Paro Nacional del 19 de julio trabajadores,pisoteabaderechossindicalesydemocrticosy atropellabalosmselementalesderechoshumanos.Cierta-mente, la dictadura militar de aquella segunda fase (agosto de 1975-juliode1980),bajolapresidenciadelgeneralFrancisco Morales Bermdez, no slo capitane la contencin de las refor-mas antioligrquicas, de las nacionalizaciones y estatizaciones, sino que tambin acentu la poltica represiva en contra de los trabajadores y sus dirigentes; al mismo tiempo, se alineaba sin mayores escrpulos con las feroces dictaduras militares, crimi-nalesygenocidasdeChile(Pinochet),deBolivia(Banzer),de Uruguay (Bordaberry), de Paraguay (Stroessner) y de Argentina (Videla)queperseguan,encarcelaban,torturabanyelimina-ban a cientos y miles de luchadores sociales y a todos aquellos que peleaban por defender la libertad, la justicia y los derechos humanos. La Operacin Cndor o Plan Cndor, denunciando in-ternacionalmenteporlasorganizacionesdeDerechosHuma-nos, fue slo un botn de muestra de la asociacin secreta entre estasdictaduras,enespeciallasdelconosur,paracoordinar seguimientosyvigilancia,secuestrosytorturas,asesinatoso desapariciones de opositores polticos y luchadores sociales. La dictadura presidida por el general Morales Bermdez se sum, segn las evidencias conocidas hasta el momento, a dicha aso-ciacin vinculndose bsicamente a las dictaduras de Argenti-na, Chile y Bolivia.Enaquelcontextocontinentaldevisiblesydramticas derrotas,lossectoresmsavanzadosdelosmovimientos obrerosypopularesdelPercuestionabanladominacinde clase de la burguesa y su Estado y, en tal sentido, expresaban lasposibilidadesconcretasdeconformacindeunamplio frentedetrabajadoresbajoladireccinhegemnicadel Gran confuencia de luchas y trascendencia29La Crnica. Lima, 09 de mayo de 1977La Crnica. Lima, 26 de mayo de 1977Las dictaduras sudamericanas tenen gestos de solidaridad mutua. Los medios de comunica-cin tomados por el Estado, exaltan dichos saludos y, entre ellos, el diario La Crnica.30El Paro Nacional del 19 de julio proletariadoorganizadoycuyasperspectivasdedesarrollo pareca que podran ir lejos: la ampliacin y consolidacin de la resistencia en contra de aquella dominacin, el fortalecimiento delaautonomaorganizativaypolticadelostrabajadores, laconformacindeunadireccinpolticadeizquierda revolucionaria de orientacin socialista como alternativa a lasdireccionesreformistas,oportunistasyconciliadoras.Los partidosyagrupacionesdeaquellaizquierdarevolucionaria seconsiderabanmarxistasy,conslodiferenciasdematices, predicabanlarevolucinsocialista;debatanconfrecuencia cuestionestericasypolticaspertenecientesalomejorde latradicindeestacorrientedepensamientorevolucionario; paracasitodasestastendenciaselsmbolodelpensamiento marxistaenelPereraJosCarlosMaritegui,introductor delmarxismoenelPer,polemista,estudiosodelarealidad histrica peruana, fundador del Partido Socialista y de la CGTP y autor de sus documentos fundacionales y programticos.Laspredominantestendenciasenmarchaylas connotacionesdeclasedelosmovimientosdemasasdejunio yjuliode1977,susperspectivasdemayorautonomizacin organizativayemancipacinpoltica,noslorespectode laburguesasinotambindelapequeaburguesaradical reformista-nacionalista(incluidassusdiversasvarianteso matices),parecaquedifcilmentepodansercontenidas, interrumpidasodistorsionadasporelpoderdelEstadoysus aclitos;porlomismo,setenalasensacin,enesamisma coyunturayalolargodeloscandentesyagitadosdiezaos siguientes,quedemodoalgunoomuydifcilmentepodran serdiluidasoliquidadas.Lograndosalirdesdecualquier reflujo o repliegue momentneos, los sectores y bases de mayor Gran confuencia de luchas y trascendencia31tradicinycombatividadclasistacontinuaronactuandocomo elementosdecrticaypresinsobrelasdirigenciassindicales y polticas que preferan adaptarse al sistema o que corran ese riesgo;poreso,frentealainalteradanaturalezaburguesadel sistemadedominacinpoltica,fueposiblelaprosecucinde parosnacionalesyotrasformasynivelesdeaccindemasas en los tres aos finales del gobierno militar y en el contexto de lademocraciaacciopopulista(BelaundeTerry,1980-1985)yde su sucesora la democracia aprista (Alan Garca, 1985-1990). Sin embargo,larealidadsehabaestadotornandocadavezms compleja y difcil y esto recin se percibira con mayor claridad en los aos finales de la dcada de 1980. No fueron capaces de percibirlaconantelacin,niladireccindeIzquierdaUnida (IU),niladireccindelPartidoComunistaSenderoLuminoso (SL).Caminabanaldespeaderoconlosojosvendados.Como hoy sabemos, el contexto nacional e internacional de las luchas polticas y la naturaleza de stas haban estado experimentando grandes rupturas y aceleradas modificaciones1. En junio-julio de 1977, los principales y directos gestores yactoresdelasmovilizacionesydelParoNacionalfueronla clase obrera organizada de los centros fabriles urbanos, de los centros mineros y cooperativas agrarias, los trabajadores y po-bres de los mltiples e inmensos Pueblos Jvenes y Asentamien-tosHumanosdelasdiversasregiones,segmentosdecampesi-nospobresydecomunidadesrurales,estudiantesdecolegios y universidades, maestros y dems asalariados de los sectores 1Para el caso peruano, an no se conocen estudios y reflexiones ms o me-nos coherentes acerca de lo ocurrido, en el trayecto de esos 10 aos y algo ms. Para tener una imagen del contexto internacional de entonces, ver: Eric Hobsbawm: Historia del siglo XX, especialmente la tercera parte, El derrum-bamiento. (1995: 403-576). 32El Paro Nacional del 19 de julio medios.Eneseentonces,dentrodelconjuntodeexplotadosy dominados, era la clase obrera la que ejerca el papel central de direccin por su decisivo lugar en la produccin y por su larga tradicin de organizacin sindical y de combate clasista2.Por eso fue posible la paralizacin de lo fundamental del aparatoproductivoyadministrativodelpas,delsistemade comunicacin y de transporte terrestres. Los poderosos trans-portistas, tanto urbanos como interprovinciales, al final de va-cilacionesyconfusospronunciamientosterminaronsubordi-nndose a la dinmica de los acontecimientos: acataron el paro.ElParoNacional,alserdedimensinefectivamentena-cional y extenderse a todos los departamentos y provincias, fue fundamentalmenteunhechourbano.EnciudadescomoLima metropolitanayelCallao,Chimbote,Trujillo,Chiclayo,Piura, Ica, Huancayo, Huamanga, Pucallpa, Arequipa, Cusco, Puno, Ju-liaca,etc.,enlasqueseencontrabancadavezmslasmayo-resconcentracionesdemasas,tuvieronlugarlasmsgrandes yviolentasmovilizaciones.Desdeluego,nosedebeolvidaro minimizarlasdiversasformasdeparticipacindelospue-blos situados entre esas ciudades y subordinados a la dinmica questasimponan.Asuvez,elconjuntodeesasmoviliza-ciones,semanatrassemana,fueacentuandolapresinhacia lacentralizacindelasluchasylaconstitucindeinstancias dedireccin.Fuepuesenesecaminodeluchasque,anteel silencioycarenciadeiniciativasdeladireccindelaCGTP, fue forjndose el Comando Unitario de Lucha (CUL) y al cual se 2Sobre la trayectoria de la clase obrera y del movimiento obrero en el pas, se puede consultar, Sulmont, Denis: Historia del movimiento obrero 1890-1956.(1975);HistoriadelmovimientoobreroenelPer(De1890a1977). (1977). Gran confuencia de luchas y trascendencia33integrarafinalmentedichacentral.Entonces,elCULforjado en aquella coyuntura fue una instancia de direccin integrada porunagrancentralynumerosaseimportantesfederaciones de trabajadores del pas.SibienesciertoquedichoComandoUnitariotuvoque hacerlaconvocatoriaparalarealizacinefectivadelParoNa-cional con slo cinco o seis das de anticipacin, ya debe que-dar suficientemente claro que no se trataba de una inspiracin momentnea o de una medida precipitada; ms bien, la consti-tucindeestainstanciadedireccinylapropiaconvocatoria fueronresultadosdecontinuadaspresionesejercidasdurante varias semanas, de abajo hacia arriba, fundamentalmente ante ladireccindelaConfederacinGeneraldeTrabajadoresdel Per (CGTP) a travs de variadas formas de movilizacin y des-de las propias bases sindicales y populares, movilizaciones que se generalizaron e intensificaron en las semanas siguientes al 10 de junio, fecha del mensaje del Ministro de Economa inge-nieroWalterPiazzaydellanzamientodeloqueseconsider uno de lo ms abultados y agresivos paquetazos de la poca del gobierno militar de la segunda fase. En esas graves circuns-tancias, la direccin de la CGTP ya no pudo evadir su responsa-bilidadsindicalypolticaensucondicindelaprincipalcen-tral de trabajadores del pas: encabezando a las organizaciones gremialesconformantesdelCULformalizlaconvocatoriaal Paro Nacional y entr de lleno en la implementacin de las ta-reas de orden prctico.Tratndose de la materializacin de un paro nacional en esa coyuntura poltica, ninguna direccin sindical o federacin regional,porramaosectorpodaobrarporsusolacuenta,y noporquenotuvieravoluntaddehacerlosinoporquepors 34El Paro Nacional del 19 de julio El movimiento obrero. Historia grfca N.7, Lima,Tarea, p. 5.El movimiento obrero. Historia grfca N.7, Lima,Tarea, p. 11.Gran confuencia de luchas y trascendencia35sola no representaba y no poda representar a los tan diversos sectoressocialesinteresadosendarrespuestaalpaquetazo. Lasorganizacionessindicalesypopularesylosmovimientos que estallaron en diversos puntos del pas, al expresar las ten-denciashacialaunificacinorganizativaycentralizacinde susluchas,posibilitaronlaformacindelComandoUnitario deLucha(CUL)yste,alhacerlaconvocatoria,canalizabaun procesoenmarchayasegurabalaamplitudyrotundidadde su culminacin. La CGTP de entonces, que durante el gobierno militar se haba convertido en la principal central de los traba-jadores peruanos y cuya direccin se encontraba bajo el control hegemnicodelPCP-Unidad(pro-sovitico),durantelasagita-das semanas previas a dicha convocatoria prefiri no aparecer alacabezadelasmovilizacionesytampocoserefiriaellas en su peridico gremial o en cualquier otro medio de prensa; el propio PCP-Unidad, habiendo prestado apoyo poltico al gobier-no militar reformista de la primera fase, an no tena decidido romper con el de la segunda fase, el cual continuaba autodeno-minndose gobierno revolucionario de las fuerzas armadas, a pesar de su poltica abiertamente contra-reformista, derechista y antipopular; se trataba, sin duda, de un gobierno que se ins-cribaenlaentoncesnacienteolatriunfaldelneoliberalismo mundial. En esas complejas circunstancias, aquel Comando Unita-riodeLucha(CUL)represent,dehecho,elmsaltonivelde coordinacinycentralizacindeluchasobrerasypopulares largamentereclamadasyesperadasporsusinnumerablesba-ses.Slodeesemodo,pudoserrebasadaodoblegadalaruda ytenaznegativadelasdirigenciassindicalesypolticas,sec-tariasyburocratizadas,parallegaraunaconfrontacinms contundente con dicho gobierno. Y slo en esas circunstancias, 36El Paro Nacional del 19 de julio elPCP-UnidadyladireccindelaCGTPterminaronentrando dellenoenlasaccionesconcretasdepropagandayagitacin, poniendo en funcionamiento lo fundamental de su aparato de prensa y destacando a sus mejores cuadros y activistas hacia a los centros de trabajo y a las calles. Debe mencionarse tambin que la antigua Confederacin de Trabajadores del Per (CTP) de orientacinaprista,sibiennohizosuyaabiertamenteaquella convocatoria,dispusoquesemovilizaranlasbasessindicales que an quedaban bajo su influencia. Es ms. Tambin suscri-bieronlaconvocatoriaalparootrasorganizacionesgremiales queprovenandelosintentosdeorganizacincorporativade la primera fase velasquista tales como la CTRP-Lima y la Con-federacin Nacional Agraria (CNA), las que al mismo tiempo se esforzaban por autonomizarse cada vez ms del poder contro-lista de los coroneles y generales de la segunda fase.Sepuedesostenerquelastendenciasdominantesenlos movimientosdemasasquedesembocaronenelParoNacio-nalapuntaban,ciertamente,alaampliacinydesarrollode lademocraciadirectadelostrabajadores.Habaenmarcha movimientosenesesentidoyeneltransfondohabafuertes componentesdeespontaneidadprecisamenteenesaruta,con capacidad de generar instancias de direccin y de poder aut-nomosenlosmsdiversossectoresdetrabajadoresymasas populares.Porlodems,enelcontextocontinentaleinterna-cionaldelapoca,nosetratabadeexperienciasaisladas.Se puederecordarqueenladcadadelos70seencontrabanen auge los debates, nacional e internacionalmente, sobre la demo-craciadirectadelostrabajadores,losquerecoganunaserie de experiencias ocurridas en diferentes partes del mundo, co-menzando por los soviets rusos de 1917; una de las ms recien-tes y cercanas experiencias fue la Asamblea Popular en Bolivia Gran confuencia de luchas y trascendencia37en 1971, que simbolizaba la constitucin de un naciente poder frente el viejo poder del Estado. En el transcurso de los aos 80, an pareca posible la continuidad o el resurgimiento al primer plano de las tendencias polticas interesadas en esos debates y en la consiguiente afirmacin de sus impulsos pudiendo lograr terrenalidad concretamente en el Per. Pero, entre tanto, haba en marcha nuevos factores vanguardistas y autoritarios que las neutralizabany,entreellos,particularmenteelPCP-Sendero Luminoso y su guerra popular, impuesta y dominada por un pronunciadovoluntarismo.Almismotiempo,losdiputadosy senadores de todas las tendencias de la izquierda revoluciona-ria aglutinadas mayormente en Izquierda Unidad (IU), tambin loscientosdealcaldesyregidoresdeesasmismastendencias en plano nacional, haban terminado por moderar y empalide-cer su mensaje de democracia de masas en la lucha contra el ca-pital y su Estado. Por su parte, desde mediados de la dcada de 1980,ladireccindelApraenelpoder,conquistatardapero digamos que an como una especie de movimiento socialdem-crata, irresponsablemente despilfarr desde un primer momen-to y de diferentes modos su enorme capital poltico, al cabalgar sobre un chcaro animal al que pretenda domesticar, pero sin tenercapacidaddecontrolsobrel;porejemplo,nofueca-paz de someter bajo su control a los sectores ms reaccionarios de las fuerzas armadas y tampoco a quienes dirigan el Banco Central, pasando por la masacre de los penales hasta el inten-todeestatizacindelabanca;ladecisindeestamedidaen particular, al ser decretada sin mayor claridad, sin un plan de accin seriamente preparado, carente de cuadros profesionales ytcnicoscalificados,yasinbasessocialesconsistentesyfi-nalmente sin aliados polticos, provoc y facilit que el capital 38El Paro Nacional del 19 de julio privadoyladerechareaccionariaresucitaranpolticamentey pasaran a dominar la escena nacional. Altrminodeaquellaefectivamentecandenteycomple-jadcadadelos80,lostresprincipalesmovimientosquese disputabanlahegemonadeladireccinpolticadelostraba-jadores y masas populares, el Apra, la Izquierda Unida (IU) y el PCP-Sendero Luminoso, se encontraban unos ms que otros en francoprocesodeerosininterna,agotamientoydesorienta-cin. Este proceso se hara mucho ms dramtico bajo el estre-mecedor impacto poltico de la cada del Muro de Berln a fines de 1989y del incontenible derrumbe y colapso del socialismo realmente existente3.Losimpulsosylasperspectivasdemayordesarrollo delaautonomaorganizativaeindependenciapolticadelos trabajadoresydegruesossectoresdemasas,alcanzadosen elcaminodeluchasfrentealadictaduramilitardelasdos fasesycuyamsaltaexpresinfuepueselParoNacionaldel 19dejuliode1977,adespechodelossueosyesperanzas demuchos,fueroncontenidos,interrumpidosyfinalmente quebrados no slo por la variada ofensiva llevada a cabo por la derecha, el capital y su Estado sino tambin por el burocratismo, oportunismoyvoluntarismodeaquellastresdireccioneslas que,comohemosdicho,sedisputabanlahegemonadela direccin poltica de los trabajadores y las masas; con frecuencia 3Agotamiento del gobierno aprista (1985-1990) especialmente desde el fraca-sado intento de estatizacin de la banca, de la Izquierda Unida (IU) que fue fragmentndoseydispersndosedesdemediadosde1987dentroyfuera del Parlamento por rivalidades casi infantilesy debates absurdos y, luego, del PCP-SL que aparentemente avanzaba en su guerra del campo a la ciu-dad, a travs de la violencia terrorista vs el terrorismo de Estado, pero que en realidad careca de rumbo y de apoyo activo de masas organizadas; su agotamiento poltico final dentro de la sociedad se hizo dramtico bajo el impacto del colapso del socialismo realmente existente y sus consiguien-tes modelos, incluido el modelo maoista chino.Gran confuencia de luchas y trascendencia39tomabandecisionessinlaparticipacindelostrabajadoresy sin las masas, es decir, sin contar con la intervencin de ellos a travs de diversas formas de consulta y accin democrticas. Finalmente,antelamiradadetodoelmundo,estastres direcciones terminaron derrotadas casi de manera simultnea. Sobreelpisodeestaderrota,sobretodogravederrotadelas masas trabajadoras y de sus organizaciones, el fujimorismo en el poder poltico pudo establecer el control absoluto del Estado. Entonces,hicieronsuagosto(febrilcorrupcin,bandidaje, saqueo, rapia, etc.) el neoliberalismo y el capitalismo salvaje, contando con innumerable personal de profesionales, tcnicos y funcionarios a su servicio y teniendo a su entera disposicin los recursos del Estado y de la nacin. Y, en ese trance, tambin losltimosrestosdelademocraciaparlamentariaresurgida una dcada antes fueron aniquilados4.Al ingresar al siglo XXI, ha sido recuperada la democracia formal en el Per yperidicamente se llevan a cabo elecciones democrticasparaelegirpresidenteyvicepresidentes, congresistas, gobiernos regionales y locales. Pero, no han sido recuperadas en toda su diversidad las organizaciones sindicales ydemasasy,menosan,sucapacidaddearticulacin, coordinacinyprotagonismoenlavidanacional.Estoesas como si an no habramos terminado de salir de un ya prolongado ciclo de reflujo. Pues, al parecer, no hemos terminado de salir deesereflujoquefueresultadodeunaampliayprofunda derrotadetodaslastendenciasdeladireccinpolticadelos trabajadores y las masas. De todos modos, se podra decir que 4Mayores elementos de juicio, se puede encontrar en: Manuel Valladares Qui-jano,Huelgapolicialyparonacionaldetrabajadoresenmayode1987: detonantes de la ms grave crisis poltica en el Per de fines del siglo XX, en la revista historias, No. 3. (2007: 135-196). 40El Paro Nacional del 19 de julio ya hay evidencias mltiples del resurgimiento de los impulsos de protesta y resistencia, en uno y otro lugar del pas, contra el Estado y las polticas de los gobiernos de turno.Transcurridas ms de tres dcadas y media del Paro Na-cional del 19 de julio de 1977, el escenario peruano no es preci-samente el mismo. Han cambiado radicalmente muchas cosas. Perolosgrandesproblemasdelpas,nosloquenohansido resueltos sino que se han agravado y complicado. Entre estos, la explotacin y la dominacin de la inmensa mayora de peruanos por parte del capital y su Estado son probablemente mucho ms acentuadosquenunca.Laextremapobrezasehaidoconfigu-rando bajo el imperio de la nueva globalizacin y el neolibera-lismo triunfantes y, hoy en da, un alto porcentaje de peruanos vive en pobreza y extrema pobreza, es decir, llevando una vida infrahumana.(Aunquelascifrasoficialesdiganlocontrario). Paralosquetienenocupacincomoasalariadosoempleados precarios en las empresas privadas o en las entidades pblicas, lossueldosysalariossonbajoseirrisorioshastaelridculo y, desde luego, todo el tiempo campea la inestabilidad laboral. Asuvez,comolospropiosmediosdeprensaysusdueoslo admiten, las polticas de Estado para los sectores de Educacin y de Salud responden a preocupaciones casi marginales de los gobernantes (Toledo, Garca y Humala) y sus socios.En este nuevo escenario nacional, cuando estamos transi-tando la segundadcada del siglo XXI y cuando pronto se cum-plirn36aosdelgranParoNacionaldel19dejuliode1977, hayevidenciasdequeefectivamentevanpugnandoporaflo-rar, crecer y extenderse en diferentes regiones y provincias del pas,nuevosimpulsosdesurgimientodegrandesydiversos movimientos de masas los mismos que, rescatando lo mejor de Gran confuencia de luchas y trascendencia41su historia, puedan dar vida a nuevas formas de organizacin y movilizacin y cuyas tendencias anticapitalistas y antiburgue-sas ms avanzadas puedan producir tambin direcciones pol-ticasdemocrticasdemasascapacesdereeditaresfuerzosde coordinacinycentralizacinsuperioresendimensinycon-tundencia a lo ocurrido en el pasado. En este camino se inscri-ben diversos movimientos sociales que emergen en diferentes lugares del pas.Allestnlosmovimientosindgenasydecomunidades nativas,unadecuyaspotentesaunquedramticasrebelio-nesfuehacepocoladeBagua;hainauguradoprobablemen-te,unalargaetapadeluchasfrentealEstadoenesesector de la poblacin peruana. Reclaman, entre varias cuestiones, su derecho a ser informados y consultados por el gobierno acerca denuevosproyectosdeexplotacinderecursosbsicamente minerosenlasreasquesondesudominiodesdetiempos inmemoriales;planteanladefensadelmedioambienteydel equilibrio ecolgico oponindose de este modo a la destruccin de la vida. Igualmente, estn los movimientos regionales contra la minera destructiva y en defensa del agua y de la diversidad derecursosnaturales.Y,enfin,tenemoslosmovimientosen defensadelosderechoshumanosqueeneltranscursodelas ltimas dcadas vienen impulsando e institucionalizando, con laparticipacinactivadesignificativossectoressociales,una vasta y sostenida protesta y acciones de resistencia contra el Es-tado y los gobernantes de turno. Los gobernantes y los poderes autoritariosenlasdiversasinstituciones,pblicasyprivadas, no tienen y no pueden tener proyectos histricos de construc-cin de una nueva sociedad; slo los pueden tener los trabaja-dores y los pueblos con sus movimientos en marcha y bajo su propia direccin. Segunda parteACONTECIMIENTOS QUE CULMINARON EN EL PARO NACIONALAnotaremos aqu algunos de los ms destacados acontecimien-tos que se sucedieron en el curso de unas cuantas semanas, sa-cudiendo el pas entero, haciendo crujir cpulas burocrticas, sindicalesypolticas,yponiendoenjaquealgobiernomilitar hasta culminar en el Paro Nacional de la clase obrera y amplias masas populares de la ciudad y el campo. Este sera, como fue confirmadoporlospropioshechos,elprimerparodedimen-sinrealyefectivamentenacionalenlahistoriaperuanacon-tempornea5.Aquellosacontecimientosseprodujeronenvsperasde cumplirseunaodevigenciadelmsampliocercorepresivo impuestocontralostrabajadoresporelgobiernomilitarde lasegundafase,conladeclaratoriadelestadodeemergencia nacional,lasuspensindegarantasconstitucionalesy laaplicacindeltoquedequeda.Estaltimamedidaera permanente en las ciudades de Lima y Callao, mientras que para ciudades de provincias se decretaba con intervalos, cada vez que 5Nuncaantesunconjuntodeaccionesdeluchahabadesembocadoen unmovimientotanvastoysimultneoentodoelpas,contandoconla interven cin directa de los ms diversos sectores de trabajadores y masas populares.Puededecirseque,enelcontextodelosgrandesmovimientos sociales y polticos, de protesta y rebelin en los pases latinoamericanos, post Segunda Guerra Mundial, el primer paro efectivamente na cional en el Per fue recin el del 19 de julio de 1977.46El Paro Nacional del 19 de julio erupcionabanfuertesmovilizacionesdemasasespecialmente enlascapitalesdelosdepartamentos6.Aquelcercorepresivo era slo un aspecto de una ofensiva gubernamental montada en vasta escala.Haca mucho rato que tambin haba sido puesta en marcha una poltica laboral liquidadora: recorte de los derechos dehuelga,suspensindelaestabilidadlaboralyautorizacin para despidos masivos (D.S. 011-76-TR), la tambin arbitraria y abusiva fijacin del tope salarial y presentacin de los pliegos de reclamos ya no anualmente sino cada 18 meses.La justificacin oficialdetodaesaofensivaerapresentadacomoladefensa delmodelodesociedadrevolucionaria,participacionista, libertaria,humanistaycristiana,dentrodeunaantojadiza concepcin de sociedad no comunista y no capitalista y cuya supuesta construccin estaba conducida por los militares en el poder poltico y la plyade de sus asesores civiles entornillados endiversasinstanciasclavedelEstadoyespecialmenteen organismoscorporativoscomoelSistemaNacionaldeApoyo alaMovilizacinSocial(Sinamos)yelfascistoideMovimiento Laboral Revolucionario (MLR), los mismos que en las candentes circunstancias de 1977 se encontraban ya en franca decadencia7.6EnelPernuncafuefrecuentelaimplantacindeltoquedequeda,nien Lima ni en provincias. Teniendo como lejanos antecedentes los que fueron impuestosenlostiemposdelgolpedeEstadoacaudilladoporelgeneral Odra en 1948, recin casi treinta aos despus, se decret por primera vez, para Lima y el Callao, con motivo de la huelga policial del 5 de febrero de 1975. Fue precisamente entonces, con ese sorpresivo acontecimiento, que se tambale seriamente el gobierno del general Velasco Alvarado y que, final-mente, termin derrocado por otro Golpe de Estado en agosto de ese mismo ao. Luego, ya con el general Morales Bermdez en el poder, el toque de que-da fue implantado a raz de estallidos populares en Lima en junio de 1976. 7En sus afanes de organizacin corporativa de masas, el gobierno nacionalis-ta y reformista del general Velasco Alvarado impuls la creacin del Sistema Nacional de Apoyo a la Movilizacin Social (Sinamos) y, un tiempo despus, delMovimientoLaboralRevolucionario(MLR).Esosorganismosactuaron violentando la independencia y autonoma de las legtimas organizaciones delostrabajadores,alformarsindicatosyfederacionesparalelos,etc.El MLR en particular fue adquiriendo, cada vez ms, connotaciones fascistas.Acontecimientos que culminaron en el Paro Nacional47La defensa del gobierno militar y del singular sistema que preconizaba se haca, desde luego, segn el discurso oficial es-grimido desde el poder, actuando contra los infiltrados en los sindicatos y promotores del clima de intranquilidad, desaso-siegoydivisin,contralaescaladapolticasindicalpartida-ria y contra los agitadores en Asambleas, etc. En pocas pala-bras, implementando acciones diversas contra el comunismo y la ruidosamente satanizada ultraizquierda (La ultraizquierda deladcadadelossetenta,quecomprendaamaostas,van-guardistas, fidelistas, miristas, trotskystas, etc., se encontraba a la izquierda del PCP-Unidad pro-sovitico y, a su vez, cuestio-naba al gobierno militar, al que caracterizaba como reformista yproimperialista;algunasdelastendenciasmsradicalesy virulentasdelmaoismohablabanensusdocumentosdego-bierno militar fascista).Fueenelcontextodeesavariadaybrutalofensivadel gobiernomilitarcontralostrabajadoresylosmovimientosde masasycontralaautonomadesusorganizacionesysuinde-pendencia poltica de clase, que surgieron los acontecimientos que presentamos a continuacin8.8Enlaorganizacindeinformacinsobrelacoyunturadejunio-juliodel 77, nos ha sido de gran utilidad el volumenPer 1977: Cronologa Pol tica, TomoVI,elaboradobajoladireccindeHenryPeaseyAlfredoFilomeno, en1979.Adems,hemospodidodisponerderevistas,folletos,volantesy fichas de peridicos correspondientes a esa coyuntura. No nos ha parecido pertinente a burrir al lector con interminables citas, pero quienes quieran confirmar algunas de nuestras informaciones pueden acudir a las respec-tivas fuentes originales, especialmente en la Biblioteca Nacional y en la Bi-blioteca Central Pedro Zulen de la Universidad de San Marcos.48El Paro Nacional del 19 de julio Walter Piazza sucede a Bara Castaeda como ministro de Economa y Finanzas (17 de mayo)Confecha13demayoyalcabode20mesesdegestin,re-nunciabaelMinistrodeEconomayFinanzasLuisBaraCas-taeda,quienhabasidoelresponsable,desdeeliniciodela famosa segunda fase del gobierno militar, de la formulacin y ejecucin de una poltica econmica orientada al achatamiento constanteyaceleradodelossueldosysalariosdelaenorme mayoradetrabajadores,mslasfrecuentesalzasdeprecios especialmentedelosproductosdeprimeranecesidad.Else-orBarafueeliniciadordelostristementeclebrespaque-tazos que eran lanzados peridicamente sobre los asalariados ypoblacionespopulares.Estdemsdecirquelosdirectosy principales beneficiarios de dicha poltica eran los monopolios internacionales y sus socios menores en el Per.Lamencionadarenunciadelministroobedeca,entre variasrazones,adosotresproblemasinmediatosque amenazabanacrecentarlastensionessocialesypolticas: primero, la negativa de ciertos sectores militares nacionalistas-velasquistas,atravsdealgunosmiembrosdelGabinete ministerial, a solidarizarse con el seor Bara en el caso de que cediendoapresionesinsistentesdeladerecharesurrecta buscara imprimir mayor intensidad a sus medidas econmicas, soltandopaquetazosanmsbrutales;segundo,lasegura predisposicindediversosyampliossectoresdemasaspara desarrollarenrgicasmovilizacionesdeprotestayresistencia alacentuarselasexigenciasdeausteridad(quequiere decirmenossalarioymayorhambreydesnutricin)yque elcercorepresivonopodraimpedirdichasaccionessegn antecedentesdelosdosaosprevios;y,tercero,lapresin Acontecimientos que culminaron en el Paro Nacional49ElprimeroenjuramentaranteelCristoyanteelrequerimientodelPresidentedelaRepblicafueel Ing. Walter Piazza Tangis, quien al recibir el cordial abrazo del Jefe de Estado se incorpor al equipo de Gobierno. La Crnica. Lima, 17 de mayo de 1977. La Crnica. Lima, 7 de junio de 1977Las tensiones sociales y poltcas, en mayo de 1977, obligan a realizar cambios en las riendas de la economa. Se nombr en dicha cartera al Ing. Piazza, quien adopta una serie de medidas ante la crisis.50El Paro Nacional del 19 de julio crecientedelaclasedominanteylospartidostradicionales paraqueseestablezcauncronogramapolticoparael retornoalademocraciarepresentativavaelecciones,podra sermuchomsexigenteencuantoaplazosymodalidades institucionales,aprovechandoeldescontentoymalestarde lasgrandesmayoras.Losmilitaresnoestabandispuestosa hacer abandono del poder tan fcilmente; ellos y sus asesores pensabanlegalizareinstitucionalizarpreviamente,atravs deunaasambleaconstituyenteyunanuevaConstitucin, loscambiosytransformacionesocurridosdesdeoctubrede 1968enelEstado,laeconomaylasociedad,loscualeseran considerados revolucionarios, nacionalistas, antioligrquicos y antiimperialistas. A su vez, el presidente Morales Bermdez no pudo dejar de establecer contactos y tener dilogos en Palacio, precisamentesobreesascuestiones,conlosdirigentesdelos diferentespartidospolticos(Apra,PPC,AP,DC,etc.).Entales circunstanciasyaeranbastanteevidenteseldebilitamientoo laausenciadebasessocialesdelgobiernoyhaciaadelantesu aislamiento poltico podra ser mayor.ComonuevoMinistrodeEconomayFinanzasfuenom-bradounprominentehombredelaSociedaddeIndustrias,el ingenieroWalterPiazzay,comoentoncessesuponayluego se confirmara, esto haba ocurrido bajo duras condiciones por l exigidas y finalmente aceptadas por la cpula militar de de-recha cuya hegemona en el control del poder poltico se haba consolidado.Sugestinestaradestinadaaproseguirypro-fundizarlapolticadesuantecesor,actuandodrsticamente antelasresistenciasquelepudieranoponerenlosaltosran-gosadministrativosymilitaresdelaparatoestatal.Durante las tres semanas siguientes a su nombramiento, Piazza dedic Acontecimientos que culminaron en el Paro Nacional51sutiempoalaestructuracindesuprogramadeemergencia, recorriendodiversoscompartimientosdelEstadoytomando decisionesinmediatasrespectoalrecortepresupuestal.Ento-dasesasandanzas,aparentementenofuepuestaencuestin su autoridad y, menos an, por parte de los militares. Luego, el ConsejodeMinistrosdioporaprobadaunaseriedemedidas comprendidas en el Plan de Emergencia. Eso ocurra entre el 5 y 6 de junio. Ciertos Decretos Leyes al respecto, se publicaban entusiastamente en la prensa gobiernista.Entre ellos, los refe-ridos a la reduccin del presupuesto y a la elevacindel precio de los derivados del petrleo: gasolina, kerosene y gas licuado. Y como consecuencia, quedaba autorizado de hecho el alza de pasajes para el transporte urbano e interprovincial9.10 dejunio: mensaje del ministro PiazzaEnlanochedel10dejunio,elministroPiazzainform porcadenanacionalderadioytelevisinsobresuPlande Emergencia y las medidas econmicas adoptadas. En su enfoque 9El alza de pasajes siempre jugaba papel detonante en el desencadenamiento defuertesmovilizacionesdeprotestafundamentalmentedeestudiantiles universitarios, tanto en Lima como en provincias. As fue durante dcadas, incluida, por supuesto, la coyuntura en estudio en la que tambin los estu-diantesdecolegiosseincorporaronalasprotestas.Estetipodedemandas fueron perdiendo sentido recin en los tiempos de la galopante inflacin en losaosfinalesdelprimergobiernodeAlanGarca(1985-1990).Laincon-trolablevelocidaddelalzadeprecios,terminquebrandotodoslospar-metros. Cualquier aumento de sueldos y salarios y cualquier nuevo costo de los pasajes se convertan en aicos de un da para otro o, peor an, termi-naban licuados en un abrir y cerrar de ojos. Los sueldos y salarios quedaron aplastados y, poco despus, el shock econmico de Fujimori slo signific el mazazo final contra los de abajo. Desde entonces, transcurridos ms de 20 aos,losingresosdelostrabajadoresengeneralnosehanrecuperadoni medianamente y, al mismo tiempo, el casi abandono por el Estado de la edu-cacin pblica podra dar lugar a estallidos y movilizaciones sostenidas de estudiantes de universidades y de colegios pblicos. Ocurri en Mxico hace algo ms de una dcada y en estos aos vienen ocurriendo en Chile y en Co-lombia. Y ltimamente, junio de 2013, en el gigante Brasil aunque los factores que los han generado y sus protagonistas son all, al parecer, ms diversos.52El Paro Nacional del 19 de julio delasituacinperuanasealcomocuestionescrticaslo incontenibledelprocesoinflacionario,elensanchamientodel dficitpresupuestal,lafaltadeliquidezenelsectorprivado yeldficitenlabalanzadepagos.Entrelascausasdetales problemasestaban,segnelMinistro,elclimadedesaliento ydedesconfianzareinanteenelempresariadoprivadoyel grancrecimientodelaparatoestatalysuintervencinenla gestinempresarial.Ambosproblemaseranatribuidosala polticaimplementadaporelgobiernomilitarnacionalistay reformista de la primera fase (1968-1975) bajo la conduccin del generalVelascoAlvarado.Nopodaserotroellenguajedeun tpico representante del empresariado en nuestro pas (Ver: La Crnica, 11 de junio, pgs. 3, 4 y 5).Entre las medidas tomadas para enfrentar aquella difcil situacinseanunciaronlassiguientes:drsticareduccinde los gastos del gobierno en el tiempo que restaba del ao 1977, con la finalidad de disminuir el dficit presupuestal; fuerte alza del precio de la gasolina y los combustibles con el fin bsico de eliminarlasprdidasdePetroper;sustantivareduccinde las importaciones del Estado en bienes y equipo, incluyndose la defensa nacional; ajustes graduales de la tasa cambiaria (mi-nidevaluaciones)enfuncindenuestrarealidadeconmica, aumentoenlospreciosdealimentosimportadosynacionales de hasta el 30%, por medio de una reduccin importante de los subsidios, mientras que los ms altos aumentos salariales slo llegaban al 15% y, entre otros puntos ms, recurrir a la obten-cin de un crdito externo de 250 millones de dlares.La referida exposicin del Ministro Piazza dejaba libera-dos, como era lgico suponer, a los dueos del capital nacional Acontecimientos que culminaron en el Paro Nacional53einternacionaldetodocompromisoconlasolucinporlo menos momentnea de los graves problemas del pas. Mientras tanto, los nicos que deban someterse a una mayor austeridad y miseria eran, como siempre, los obreros, los campesinos, los empleadosdelEstadoy,enfin,elconjuntodedominadosy explotados.En este sentido, el paquetazo de Piazza era uno de los ms severos golpes sobre las ya largamente resquebrajadas condiciones materiales de vida de las grandes mayoras.Los das siguientes a dicho mensaje estuvieron consagra-dosporlallamadagranprensaparametrada(LaPrensa,La Crnica,Correo,ElComercio,etc.)aproducirentusiastasco-mentariosrespectodelestilodirectoyprecisodelMinistro yalajustificacindesuProgramadeEmergencia.Almismo tiempo, hicieron pblico su satisfaccin y apoyo la Sociedad de Industrias (SI), la Corporacin Nacional de Comerciantes (Cona-co) y la Asociacin de Exportadores (Adex).Mientras tanto, en los medios sindicales y polticos, si bien empezaba a caldearse elambiente,lasreaccioneseiniciativasenformapblicaapa-rentementenoseexpresarondemanerataninmediata.Pero, nohabrandetranscurrirsinoundamsslounashoras para que se desataran las tempestades multitudinarias que lue-go no ibana poder calmarlas las oscuras fuerzas del poder que las haban provocado.Paro de bancarios, movilizaciones estudiantiles en Lima y amedrentamiento gubernamentalEl 13 de junio tuvo lugar lo que se podra llamar un gesto sim-blico de protesta sindical frente a las medidas anunciadas que yaestabanenplenaejecucin:unparode90minutosdelas 54El Paro Nacional del 19 de julio bases de la entonces poderosa Federacin de Empleados Banca-rios (FEB), una de las principales federaciones integrantes de la CGTP, cuya direccin estaba hegemonizada por elementos per-tenecientesalPartidoComunistaPeruano-Unidaddeorienta-cin pro-sovitica.Esta no es una indicacin trivial o gratuita. Ms bien, sirve para recordar que hasta entonces dicho partido poltico, subordinado a la poltica internacional de la URSS, to-dava no se resolva a dar por terminado su prolongado apoyo algobiernomilitaryaenplenasegundafasey,porlomismo, hacatodoloposibleparaenfriarofrenarensectoresde trabajadoresdondetenaalgunainfluenciaoatravsdes-tos toda accin de protesta y rebelin ms o menos masiva10.El mismo da 13 se desarrollaron disturbios protagoniza-dosporestudiantesuniversitariosenvariospuntosdeLima. EstudiantesdelaUniversidadFedericoVillarreal,bajopredo-minante dominio aprista, recorrieron la avenida Nicols de Pi-rola y otras arterias cntricas y apedrearon numerosos estable-cimientos comerciales.Movilizaciones similares ocurrieron en laszonasdelaUniversidaddeSanMarcos,delasuniversida-desdeIngenierayCayetanoHeredia,movilizacionesencabe-zadas por juventudes izquierdistas de las diversas tendencias quelograroninterrumpireltrnsitovehicularespecialmente en las avenidas Venezuela y Tpac Amaru. Tambin salieron a las calles estudiantes de la Universidad Particular Garcilaso de 10El antiguo Partido Comunista Peruano, de orientacin prosovitica como yasehasealado,cuyovocerooficialeraelsemana rioUnidad,siempre reconoci abiertamente e inclusive con entusiasmo y cierto orgullo,mien-trassemantuvoenpi,elapoyoquebrindalgobiernonacionalistay reformista del general Velasco Alvarado y que continu hacindolo al del general Morales Bermdez, hasta bien entrada la noche aunque con argu-mentoscadavezmsdiscutibles.AquellaconductasistemticadelPCP- Unidad y de la direccin de la CGTP, quiz an requiere de una ms atenta evaluacin.Acontecimientos que culminaron en el Paro Nacional55laVega.Laintervencinpolicial,lostiroteosylosgaseslacri-mgenos,esedahicierondeLimaunescenariomuyagitado. Unos cien manifestantes terminaron apresados y encarcelados. Eldetonantepuntualquedesencadenlasmovilizacioneses-tudiantiles fue el problema del alza de precio de los pasajes11.Frente al paro bancario y a las correras estudiantiles y en prevencindeaccionessimilaresqueposteriormentepodran ocurrir en toda Lima y en el resto del pas, el entonces Ministro del Interior, general Luis Cisneros Vizquerra (El Gaucho), ley un comunicado pblico transmitido a nivel nacional por radio y TV, para recordar a la ciudadana sobre la vigencia del estado de emergencia, de la suspensin de garantas constitucionales ydelDecretoSupremo11-76-TRqueprohbetodaformade paralizacincolectivadelaboresenloscentrosdetrabajoso penadelarescisinautomticadeloscontratosdetrabajode los infractores....Las acciones de amedrentamiento gubernamental, a par-tir de esos momentos, iran asumiendo variadas formas: inva-sinpolicialdelocalessindicales,multiplicacindepersecu-ciones y encarcelamientos de dirigentes sindicales y activistas, manipulacin y publicacin de comunicados apcrifos de apo-yo a las medidas del gobierno, etc.EnLimanovolvieronaocurriraccionesimportantesde protesta por espacio de un mes, salvo la enardecida trifulca que 11Las universidades pblicas fueron, desde un comienzo, uno de los frentes deoposicinydecombatealgobiernomilitar,adespechodequeeste seautodenominaraGobiernoRevolucionariodelasFuerzasArmadas. Justamente en el movimiento estudiantil universitario, por ejemplo como el de San Marcos, de la UNI y de la Universidad de Huamanga (Ayacucho), alcanzaronimportante desarrollolastendenciasmaostasmsradicales que caracterizaban como fascista al gobierno del general Velasco Alva-rado y de su sucesor general Morales Bermdez. 56El Paro Nacional del 19 de julio La Crnica. Lima, 25 de junio de 1977La Crnica. Lima, 19 de junio de 1977El Gobierno apela a ttulares de este tpo, en su afn de frenar las crecientes manifestaciones; difundindolospordiarioscomoLacrnicayenlosmediosengeneral,anteelinminente Paro Nacional.Acontecimientos que culminaron en el Paro Nacional57cientos de estudiantes de la Gran Unidad Escolar Ricardo Bentn armaron en las calles del Rmac los das 17 y 18 de junio. Las organizaciones sindicales, aparentemente en calma, realizaban frecuentes asambleas y coordinaciones para ingresar a los com-batesdemaneraarticuladaycentralizada.Estaaparentecal-ma de los trabajadores organizados, llevaba a que se escribiera enlosperidicosparametrados,cosascomostas:Laacti-vidadbeligeranteyviolentadeestegrupodeestudiantes(de las universidades) ha sido felizmente una excepcin dentro del comportamiento sereno y paciente de la poblacin que hasta el momento ha sabido comprender que las medidas adoptadas por el gobierno resultan inevitables e indispensables para salvar la crisis y que no pueden obedecer a decisiones apresuradas, sino todo lo contrario muy meditados12.Sinembargo,enLimaseencontrabanlassedesde lasprincipalesinstanciaspolticasdecentralizacindela informacinydecoordinacindeaccionesfuturas,comolo queseraunassemanasdespuselParoNacional.Enesos tiempos,annosurgansignificativosmovimientospolticos decarcterregionalytampocoexistangobiernosregionales. EnLimaysusyagigantescospueblosjvenesybarriadas, enmediodelatensinsedesplegabafrenticaactividadde propaganda y agitacin, bsicamente por cuenta de los partidos yagrupacionesdelaizquierdarevolucionaria;activistasde estas organizaciones recorran las bases de todas las centrales detrabajadores;mientrastanto,lascpulasburocrticasde 12Losvocerosdecadagobiernodeturnoylosperiodistasquelesirven, siempre se las arreglan para justificar las medidas e conmicas antipopu-lares que se decretan. Nunca pierden la oportunidad de ha cer llamados a lacompresinyserenidadprecisamentealasvctimasdelamargina-cin, del hambre y el dolor. En aquellos tiempos, los peridicos y la TV an se mantenan estatizados y lo estuvieron hasta 1980.58El Paro Nacional del 19 de julio estasmismascentralestodavaesperabanquesonaracon mayor fuerza el ltimo campanazo.Movilizaciones en Cusco, Puno y Arequipa. Toque de quedaA partir del 15 de junio y durante ocho o diez das continuados, los mencionados tres departamentos del sur del pas, pero fun-damentalmenteelCusco,fueronfuertementeconvulsionados tanto por estallidos de movilizaciones como por paralizaciones gremiales y los consiguientes choques con las fuerzas policia-les.No era simple casualidad ni era la primera vez que acciones de protesta de tal magnitud aparecieran casi simultneamente enesosdepartamentos.Msbien,venansiendorecurrentes desde comienzos de los aos cincuenta y constituyendo, algu-nasveces,puntosdepartidadeprotestasgeneralizadasenel plano nacional13.En el Cusco, el 15 de junio se produjeron movilizaciones estudiantiles. Se bloquearon con piedras las principales calles delaciudad,loschoquesconlapolicaocurrieronprincipal-menteenlaplazadearmasyenlaavenidadelaCultura.La fuerte gresca ocasion daos en algunas propiedades privadas. 13Durante la primera mitad del siglo XX, era el Norte del Per la regin de donde partian los grandes movimientos sociales y polticos y cuyo impac-to se extenda al resto del pas aunque desigualmente. En cambio, desde los aos cincuenta para adelante son las regiones del Sur del pas donde los conflictos con la participacin activa de masas se hacen ms canden-tes, convulsionan todo el Sur peruano y tienen impacto en Lima y en todo el pas. Ya en las dcadas de los 70 y 80, Ayacucho se convirti en la cuna de Sendero Luminoso y cuyos principales protagonistas, particularmente en los inicios, fueron profesores y estudiantes de la Universidad de Hua-manga.Paraunainformacininteresantesobreagitacionesyrebeliones populares en el sur peruano, ver de Juan Reynoso Daz: Sangre derramada (Arequipa 1950). (UNAS, 2003); sobre el caso de Ayacucho, consultar, De-gregori, Carlos Ivn: Ayacucho 1969-1979: El Surgimiento de Sendero Lumi-noso. (Lima, IEP, 1990).Acontecimientos que culminaron en el Paro Nacional59Manifestaciones de apoyo al Paro Nacional en Lima.En Lima y provincia el Paro Nacional recibe fuerte apoyo de gremios y campesinos.60El Paro Nacional del 19 de julio Fueronapresadosnumerososestudiantesuniversitarios.Fue visible la intervencin de escolares de colegios secundarios en elbandodelosmanifestantes.Porestoltimo,laDireccin RegionaldeEducacindispusolainmediatasuspensindela-bores escolares, en principio hasta el 25 del mes en curso.Elda16,seiniciunparodepartamentalde72horas convocado por un frente amplio, comandado por la Federacin DepartamentaldeTrabajadoresdeCuscoafiliadaalaCGTP. Paracontrarrestaresaaccinylasquepudieranproseguir,el ComandoPolticoMilitardelazonaZonadeSeguridaddel SurEsteimplanteltoquedequedaenlaciudaddelCusco, de nueve de la noche a cinco de la maana.Para informar so-bre estos sucesos, al da siguiente apareci publicado en Lima elComunicadoN.10delComandoConjuntodelasFuerzas Armadas, cuyo texto reproducimos:El Comando Conjunto de la Fuerza Armada pone en conoci-miento de la ciudadana lo siguiente:1.Duranteelda16dejuniosehanproducidoseriosdis-turbios en la ciudad del Cusco, los mismos que han sido originadosporagitadoresinescrupulososquieneshan inducido a que diversos grupos subviertan el orden, por lo cual la Guardia Civil se ha visto obligada a intervenir enrgicamente a fin de mantener la tranquilidad pblica.2.Comoconsecuenciadeestosactossehaimplantadoen dicha localidad el toque de queda que regir desde las 21 horas hasta las 05.00 horas del da siguiente.3.En el resto del pas la situacin reinante es de completa calma.4.Asimismo,serecuerdaqueestvigenteelestadode emergenciaNacionalylasuspensindedeterminadas garantas individuales.La Fuerza Armada y las Fuerzas Policiales en cumplimiento de sus funciones especficas Acontecimientos que culminaron en el Paro Nacional61permanecernvigilantesyadoptarnlasmedidasms adecuadas para neutralizar cualquier acto que ponga en peligro el orden interno de la Repblica.5.FrentealasituacincreadaenlaciudaddelCusco,el ComandoConjuntodelaFuerzaArmadainvocaelsen-timientopatriticodelacolectividadengeneralpara rechazarlasprovocacionesquepretendanrealizaragi-tadoresprofesionales,colaborandodeesamaneraenla preservacin del orden. Lima, 17 de junio de 197714 .Adespechodelanteriorcomunicadoydeotrosimilar del Ministerio del Interior, la rebelin del Cusco se extendi en dassiguientesavariasdesusprovinciasyacasitodoelde-partamento. Unos tres mil estudiantes promovieron disturbios enSicuani,saquearonoficinasdelMinisteriodeAgricultura yAlimentacin,prendieronfuegoadocumentos,escritorios, mquinasydemstilesdeoficina.Comorespuesta,fueim-plementado el toque de queda, de ocho de la noche a cinco de la maana. En Urubamba grupos de estudiantes bloquearon la carreteraquellevaalValleSagrado.Accionessimilarestuvie-ron lugar en Espinar, Quillabamba y Calca.El caso ms grave fue,sinduda,eldeSicuaniyloevidenciaeltanprolongado toquedequeda.Segnlainformacinperiodstica,fuerones-tudiantesdeloscuatrocentroseducativosdellugarlosque incendiaronlosenseresdelasoficinasdelosMinisteriosde AgriculturayAlimentacinyapedrearonlocalesdeSinamos, delaLigaAgrariaylascasasdealgunasdelasautoridades; 14Enlosperidicoslimeos,incluidoElPeruano,aparecieronconmucha frecuencialoscomunicadosabiertamentepolticosdelgobiernoydelas diferentes entidades estatales; por ejemplo, en aquellas agitadas semanas de junio y julio, los del Comando Conjunto de las Fuerzas Armadas o del Ministerio del Interior. Los peridicos socializados se encontraban bajo el control directo de los militares y de sus socios. Haya de la Torre los lla-maba burlonamente prensa parametrada. 62El Paro Nacional del 19 de julio losenseresydocumentosdelasmencionadasoficinasfueron sacados a las calles para luego quemarlos. De manera urgente, la Quinta Regin de Educacin suspendi las labores escolares.EnPuno,laprotestapopularconsistibsicamenteen manifestacionescallejerasdeestudiantesuniversitarios.La ciudad fue ocupada por tropas del Ejrcito.Luego, con fecha 21 dejunioquedaronsuspendidaslaslaboresescolareshastael 30 de dicho mes y las universitarias hasta el 5 de julio.EnArequipa,el21dejuniolaslaboresescolaresfueron suspendidasportiempoindefinido,luegodemanifestaciones callejeras de escolares sofocadas por la polica. Las respectivas autoridadeseducativassostenan,enuncomunicadopblico, queloshechosocurridosenalgunoscentrosescolarespor partedealgunoselementosextraosquetratandeinterferir en el desarrollo normal... haba que enfrentarlos con medidas como las adoptadas.Al siguiente da, 22 de junio, se inici un parogeneralde48horas,decretadoporlaFederacinDepar-tamentaldeTrabajadoresdeArequipa(FDTA)delaqueuno desusdirigentescasivitalicioseraelpuneoValentnPacho, destacadomiembrodelPartidoComunistaPeruano-Unidady aosdespusSecretarioGeneraldelaCGTPySenadordela Repblica.Elmencionadoparogeneralfuecasitotal:pararon las bases de la Federacin de Empleados Bancarios (FEB), nume-rosos centros fabriles y establecimientos comerciales. No hubo servicio de ferrocarriles Enafe-Per y quedaron paralizados el transporteylosviajesaPunoyCusco,esdecir,eltransporte terrestre en casi todo el Sur peruano. El servicio de transportes urbanofuncionamedias.Luego,apartirdelosdas24y25 Acontecimientos que culminaron en el Paro Nacional63retornara la normalidad como acostumbran decir los perio-distas y los funcionarios gubernamentales15.Ya casi al culminar el paro general los transportistas ha-bancedido,alparecer,aunaamenazadelComandoPoltico Militar, el cual ,en un comunicado deca:...recordarlaobligacinquetienenlostransportistasen cumplimientodelasconcesionesqueelEstadoleshaotor-gado...Todaparalizacindarlugaralaaplicacindelas sanciones estipuladas en el Reglamento para transporte co-lectivo de pasajeros... Dicho Reglamento fija desde la aplica-cindemultasdetipoeconmicohastalacancelacindel servicio que prestan, si sta (la paralizacin) se prolonga por ms de 48 horas. Porlodems,sehabadispuestoelcontroldetodaslas rutas. Los transportistas eran y son cada vez ms un sector bas-tantecomplicadoynuncasepuedeestarsegurodelaactitud quevanatomarcuandosetrata,porejemplo,deasumiruna plataforma de lucha que recoge reivindicaciones de carcter ge-neraldelostrabajadoresyampliossectoresdelapoblacin, salvo que los movimientos sociales en ese camino sean amplios y macizos16. 15Fue en el perodico Unidad, vocero del Partido Comunista Peruano-Unidad, que se publicaronnoticias acerca de las febriles actividades sindicales y polticas en esas circunstancias por parte de Valentn Pacho y otros diri-gentes de la Federacin Departamental de Trabajadores de Arequipa. 16LosSindicatosyFederacionesdeChoferesenelPer,comotambinen otrospasesdeAmricaLatina,aparentansersolidariosconlasluchas de los trabajadores e inclusive se declaran clasistas pero, en la realidad, los traicionan con frecuencia. Esto termin hacindose habitual en las l-timas dcadas del siglo XX. Se debe recordar que en Chile tuvieron activa intervencinenelderrocamientodelgobiernosocialistadelpresidente Salvador Allende. En el Per, el introductor de las maniobras y de la incon-secuencia poltica en el campo sindical fue el Sr. Juan P. Luna, Secretario General de Choferes en los aos 50. Cuando en los aos 60 era criticado por los militantes de izquierda, sola responder: nunca he dejado de ser pobreysigoviviendoenelmismocallejndeunsolocao.Noerasu condicinsocialloqueestabaendebate.Detodosmodos,enhonordel 64El Paro Nacional del 19 de julio TensionesenHunuco,Pasco,Junn,Huancavelicay AyacuchoComo si gran parte del pas no estuviera turbulento en aquellos das y semanas y como si la regin central pudiera haber estado al margen de ello, con fecha 17 de junio apareci publicado en la prensa limea un comunicado oficial como el que sigue: El Jefe Poltico Militar de la Sub-Zona de Seguridad Nacional Eponeenconocimientodelaciudadanadelosdeparta-mentos de Hunuco, Pasco, Junn, Huancavelica y Ayacucho losiguiente:1.-QuelaSZSNEseencuentraencompleta calma, demostrando la ciudadana, de este modo, su madu-rez cvica y comprensin hacia las medidas de sacrificio para lareactivacineconmicaadoptadasporelGobiernoRevo-lucionario de la Fuerza Armada. 2.- Que por este motivo esta Jefatura Poltico Militar felicita a los padres de familia, amas decasa,obreros,campesinos,estudiantesdetodoslosni-veles y ciudadana en general y los exhorta a que continen como hasta ahora, a la vez que invoca a mantenerse atentos y vigilantes para no dejarse sorprender por informaciones ma-lintencionadas y/o elementos agitadores que slo pretenden crear desconcierto en la poblacin.Apesardeesaafirmacinoficialycasiinmediatamente despusdesudifusin,surgieronaccionesdeprotestaendi-versos puntos de la regin central. Para empezar, se produjeron disturbios en Huamanga (Ayacucho). Al respecto, con fecha 22 de junio el diario La Prensa informaba que haban sido deteni-das ms de 50 personas entre profesores y estudiantes univer-sitarios; un da despus, el mismo diario se refera a ms de un centenar de detenidos. Probablemente, los militantes de PCP-SL Sr. Juan P. Luna, debemos decir que es en la historia de los sindicatos de choferes de las ltimas cuatro o cinco dcadas, ausente ya el seor Luna, quesepuedenencontrarlospeoresejemplosdedirigentesoportunistas y reaccionarios. Acontecimientos que culminaron en el Paro Nacional65y del MIR-Cuarta poca se encontraban entre los ms radicales y enrgicos agitadores. Segn la misma fuente, a partir del 23 se implant en toda la provincia (no slo en la ciudad de Hua-manga) el toque de queda de ocho de la noche a cinco de la ma-ana. Las clases universitarias fueron suspendidas oficialmen-tehastael5dejulio.Tambin,semovilizaronestudiantesde colegios en la ciudad de Huanta e inmediatamente fueron sus-pendidaslaslaboresescolares.Anadiequeestuvieramedia-namente informado sobre la poltica peruana poda tomar por sorpresa el hecho de que los pueblos de Huamanga y Huanta se levantaran para condenar el paquetazo de Piazza. A lo largo de ladictaduramilitar,desde1968esospueblosprotagonizaron numerosas luchas, como el levantamiento de Huanta en 1969 o la masiva y violenta movilizacin estudiantil-popular en la pla-za de Armas de Huamanga, en 1972, en rechazo a la presencia del Sinamos y de sus dirigentes17.En los centros mineros de Cerro de Pasco, nacionalizados unos aos antes, durante la primera fase del gobierno militar, se sucedan conflictos entre la mayora de trabajadores clasis-tasyreducidosgruposqueapoyabanalgobierno.Estoslti-mospretendancapturarladireccinsindical.Precisamente, elSindicatodeTrabajadoresMinerosyMetalrgicosdeCerro dePascodenuncianteelMinisteriodelInteriorlaviolenta ocupacindesulocalporungrupogobiernista.Tambinen otroscentrosminerosdelareginsucedanpersecucionesy encarcelamientos,enespecialdedirigentes.LaFederacinde TrabajadoresMinerosyMetalrgicosdelCentro,consedeen 17Paramayorinformacinacercadeprimercaso,ver,deAracelioCastillo: Elmovimientopopulardejuniode1969(HuantayHuamanga,Ayacucho). Tesis para optar el grado de Doctor en Sociologa, Lima, UNMSM. 1972. 66El Paro Nacional del 19 de julio laOroya,denunciabaquecontinuabaencarceladodesdeel4 dejuniosuSecretarioGeneralCornelioRiveraTrinidad,bajo los cargos de agitacin laboral y sabotaje a la produccin. Los trabajadoresminerosdelCentrotuvieronvariosyfuertesen-contronazos con el gobierno militar, ms o menos desde 1970. Justamente ese ao, varios miles de trabajadores con sus espo-sas y sus hijos hicieron una larga marcha a Lima para exigir la solucin de su pliego de reclamos. Todava eran los tiempos de la poderosa empresa Cerro de Pasco Corporation que explotaba yacimientos mineros ubicados en varios departamentos: Pasco, Junn,Lima(reginsierra)yHuancavelica.Puededecirseque el ingreso a la capital de esa enorme masa humana, desfilando desde la altura del antiguo Hospital Dos de Mayo, a lo largo de la Avenida Grau y el Paseo Coln con direccin a la Plaza Dos de Mayo donde se encontraba el local de la CGTP, aparte de cons-tituir una especie de insolencia proletaria ante los militares en elpoderqueseconsiderabanlosmsprominentesrevolucio-nariosnacionalistasyantiimperialistas,inaugurabatodoun ciclodemovilizacionessimilaresdetrabajadoresdediversas provincias y regiones del pas que se hicieron frecuentes e in-tensas en el curso de las dos dcadas siguientes. El liderazgo de los mineros del Centro, uno de los ms importantes escalones del proletariado peruano de esos tiempos, se encontraba entre los crticos ms radicalizados y enrgicos del gobierno y de sus aliados tales como el PCP-Unidad18. 18El proletariado minero del Centro, tena una larga historia de combate que haba arrancado por lo menos en la crisis de los aos 30. Durante el gobier-no del general Velasco Alvarado, en 1971, una huelga decretada por la res-pectiva Federacin y acatada en la totalidad de sus 15 16 bases (situadas en los departamentos de Cerro de Pasco, Junn, Lima y Huancavelica), fue reprimida salvajemente; fueron masacrados los mineros de Cobriza y los de otros centros mineros, fundamentalmente dirigentes, fueron encarce-lados y enviados a la colonia penal de El Sepa en la regin de la Selva. Lue-Acontecimientos que culminaron en el Paro Nacional67Con motivo del Da del Campesino, 24 de junio, el presi-denteMoralesBermdezprefiriviajaralaregincentraldel pasyseguramentedebidonoaunasimplecasualidadsino, ms bien, a un inters poltico en medio de aquella coyuntura nacional tan agitada. En Cerro de Pasco hizo un recorrido por lasinstalacionesdeCentromn-Peryluegosetrasladala cercana comunidad de Rancas escenario de prestigiosos mo-vimientoscampesinosnoveladosporelescritorperuanoMa-nuelScorzadondepresidiunactoenelqueentreg3mil hectreasdetierrasafamiliascampesinas.Ensudiscurso, elpresidentecondenaconocidosvendedoresdeilusiones, profesionalesdelademagogia,(que)pretendencrearsituacio-nesdeconflictoatravsdefalsaspromesasyprogramasde imposiblerealizacin....Sereferaprobablemente,enprimer lugar, a ciertos sectores sociales y polticos vinculados a la pri-mera fase del gobierno militar que reclamaban la continuidad y profundizacin de la reforma agraria velasquista quienes, al mismo tiempo, ejercan el control sindical y poltico de buena parte de organizaciones campesinas como por ejemplo, las Li-gasAgrariasenprovinciasylaConfederacinNacionalAgra-ria(CNA);ensegundolugar,elpresidentedirigasusbateras contra agrupaciones de la izquierda revolucionaria que, segn laversinoficial,promovanlaagitacinyeldesordenen el pas.go, cientos de trabajadores y sus fa miliares, marcharon a Lima y lucharon por espacio de varios meses reclamando la reposicin de los despedidos y la libertad de los presos. Pocos aos despus, 1974, vino la nacionalizacin yloquefuelaempresaimperialistaCerrodePascoCorporationsecon-virti en Centromn bajo administracin estatal. El liderazgo de los traba-jadores se mantuvo en su lnea clasista y de combate, aunque el principal blanco de sus ataques era el PCP-Unidad.68El Paro Nacional del 19 de julio En Rancas, Morales Bermdez recibe el saludo de una campesina, durante la gira de trabajo que realiz en esa localidad. La Crnica. Lima, 28 de junio de 1977La Crnica. Lima, 25 de junio de 1977El presidente Morales Bermdez intenta poner paos fros a la situacin y enrumba al inte-rior del pas blandiendo la bandera de la Reforma Agraria.Acontecimientos que culminaron en el Paro Nacional69Huelga de trabajadores de Toquepala e incidentes en TacnaEl 22 de junio fue apresado y encarcelado Vctor Cuadros, tra-bajadordelasminasdeToquepalaySecretarioGeneraldela Federacin Nacional de Mineros y Metalrgicos del Per. En las circunstanciasnacionalesdeentonces,elnombredeaqueldi-rigente era fcilmente asociable a lo que el oficialismo llamaba agitacin y subversin. Vctor Cuadros era no slo el ms alto dirigente de una de las ms grandes y poderosas federaciones de trabajadores del pas; tambin, como tal, mantena una po-sicin de abierta crtica a la direccin de la CGTP la cual, bajo influencia del PCP- Unidad haba brindado como venimos se-alando a lo largo de este texto abierto apoyo poltico al go-bierno reformista y nacionalista de Velasco Alvarado y todava continuabahacindoloaldeMoralesBermdez.Precisamente con ese trasfondo de discrepancias y conflictos, Cuadros enca-bez, en verano de 1973, la ruptura y desafiliacin de la Federa-cin Minera de la CGTP19.Frente a la detencin de su dirigente en la coyuntura del 77 y reclamando su inmediata libertad, los 5 Sindicatos de Tra-bajadores de la Southern Per Cooper Corporation (6 mil traba-jadores)decretaronunahuelgageneral.Estaseiniciel25de 19UnmiembroyaltodirigentedelPartidoComunistaPeruano-Unidad,el abogadoRicardoDazChvez,llegaserunodelosasesoressindicales con mayor prestigio y autoridad en el pas. Producidos el golpe militar de 1968ylainstauracindelgobiernodelgeneralVelascoAlvarado,Daz Chvezprosiguiimpulsandolasluchassindicalesfundamental mente porlos Pliegos de Reclamos y, entre esas luchas, las ms po tentes fueron lasdelostrabajadoresmineros.ElDr.DazChvezsedioellujodega-narles varias batallas a los Ministros de Trabajo de entonces. En verano de 1973, este abogado fue expulsado de las filas de aquel Partido Comunista y, poco des pus, termin deportado por el gobierno militar. Estuvo exilia-do en Mxico. Producida su expulsin partidaria, el liderazgo del proleta-riadominero,encabezadoporVctorCuadros,desafilidelaCGTPasu respectiva Federacin Nacional de Trabajadores Mineros y Metalrgicos.70El Paro Nacional del 19 de julio junio y se prolong por ms de una semana haciendo an ms tensalasituacinenelSurdelpasycomplicandolosapuros delgobiernomilitar.Sobreeldesenvolvimientodelahuelga minera, diariamente los peridicos limeos informaban de ma-nera confusa y contradictoria. Desde luego, esos informes eran de factura oficial y buscaban desorientar a la poblacin y parti-cularmente a la propia clase obrera y su liderazgo.Cuandolosinformesoficialeshabancreado,encierta forma, la sensacin de que la huelga haba terminado, se supo queel30dejuniohabasidodecretadoeltoquedequedaen la ciudad de Tacna, de nueve de la noche a cinco de la maana. Fue una respuesta a incidentes de ese da que haban comenza-do con una marcha de estudiantes universitarios y se prolong mstardeconmarchasdecontingentesdepueblosjvenesy vendedoras de mercadillos.Los resultados de las movilizacio-nesylaconsiguienterepresinfuerontrgicos:2muertos,15 heridos. Tambin fue cerrado el trfico de carga y de pasajeros en la frontera. En la misma fecha, en Moquegua quedaron sus-pendidaslaslaboresescolares,luegodemovilizacionesreali-zadasporestudiantesdeunaescuelaprofesionalubicadaa5 kilmetros de la capital departamental.Lo que era verdad, como informaba el diario La Prensa, es que unos 250 empleados de Toquepala y el personal de la seccin metalrgica (fundicin) retornaron a su trabajo despus de un paro de slo 24 horas. Se reiniciaron los trabajos en la fundicin mientrassepodautilizarelcobrealmacenado.Entretanto, lamedidadefuerzadecretadaporladirigenciasindicalera acatadapor2,500obrerosdelasientominerodeToquepalay mil 500 obreros del rea de Ilo que trabajaban para la Southern Acontecimientos que culminaron en el Paro Nacional71Per Copper Corporation. Exigan, pues, la discusin del pliego dereclamos.Ellevantamientodelamedidaslotuvolugar cuandolasautoridadesdeTrabajodeTacna,subordinadas alMinisteriodeTrabajoconsedeenLima,acordaronconlos dirigentessindicaleslasolucindealgunosdelospuntos principalesdelmencionadopliegodereclamosyprometieron seguir dialogando para la atencin de los dems. Desde luego, continuabaeltoquedequedaenTacnapordisposicindel respectivo Comando Poltico-Militar.Fines de junio: terminan los primeros veinte agitados das Enelcursodelosprimerosveintedas,desdeelmensajedel Ministro empresario Walter Piazza Tangis, los acontecimientos nacionales marcharon con suma celeridad.El descontento popular por las medidas econmicas y por lapolticageneraldelgobiernofuehacindosecadavezms