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    Proc:eeoS

    Rev8ta Ecuatoriana

    de

    Historia No

    14

    e 1999 Corporaci6n Editora Nacional

    DEB lES

    LA PARTICIPACIN DE l

    MlJ JER

    EN l INDEPENDENCIA

    EL

    CASO DE MANuELA

    S NZ

    my Taxin

    Durante los ltimos dos siglos, la figura de Manuela Senz ha sido estu

    diada ampliamente

    por

    historiadores ecuatorianos, peruanos, colombianos,

    venezolanos

    y

    de otras nacionalidades. Sin embargo, ninguno se ha dedica

    do

    a examinarla como una protagonista histrica.

    Los

    historiadores ms tra

    dicionales escribieron casi exclusivamente sobre su vida sentimental y ro

    mntica.

    La

    reconocieron

    y

    la criticaron por la relacin adltera que ella

    mantuvo con Simn Bolvar. Estos estudios redujeron el personaje de

    Manue

    la Senz al papel de la amante , un simple satlite del gran Libertador .

    En

    un

    poema dirigido a Bolvar, Fernando Fernndez Garca describi como la

    sociedad colombiana perciba a Manuela Senz

    en molicie inmoral vives ahora

    en los festines que el deleite inflora

    en

    brazos

    de

    una hetaira corrompida.

    Al seno de la 'bella Manuelita'

    redinas la cabeza

    ya

    marchita

    y el miserable barro al fin se advierte.

    1

    Aqu Fernndez Garca

    no

    solo pint a Manuela Senz como la amante,

    sino tambin la critic por ser una mujer

    de

    mala conducta. Otros escritores

    siguieron esta tradicin. Alfonso Rumazo Gonzlez, historiador ecuatoriano

    y

    estudioso de Senz,

    2

    la describi como una mujer fuera

    de

    control, prisio-

    Ponencia presentada originalmente al Congreso Ecuatoriano

    de

    Historia '98.

    - La

    autora realiz esta investigacin gracias a

    una

    beca Fulbright.

    l

    Mara Mogolln y Ximena Narvez, Manuela Senz: presencia

    JX lmica

    en

    la historia

    Corporacin Editora Nacional, Quito, 1997, p. 98.

    2 En

    varias ocasiones,

    en

    este documento

    me

    refiero a Manuela Senz

    por su

    apellido, de

    la misma manera que los historiadores se refieren a Bolvar, Sucre, Flores y otras grandes figu

    ras

    de la poca.

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    nera del deseo de ser libre, librrima, en cuanto a moral; amar con delirio

    u odiar en el mismo grado }

    n

    este siglo, solamente a partir de la dcada de los setenta y el movi

    miento feminista, se cambi el nfasis

    e

    los estudios sobre Manuela Senz.

    Las

    nuevas investigaciones abandonaron la crtica a su vida personal, y co

    menzaron por primera vez a iluminar su contribucin a la causa independen

    tista. Nela Martnez, activista poltica ecuatoriana, insisti en

    la

    importancia

    de Senz como la quitea ms ilustre, aunque paradjicamente poco cono

    cida en su aporte a la causa de la Independencia, que comprende el apoyo

    econmico,

    la

    labor de celosa guardiana del archivo y del Libertador, el

    avi-

    tuallamiento e las tropas ... .

    4

    Con el advenimiento del movimiento feminis

    ta, el nombre de Manuela Senz iba adquiriendo

    un

    alto poder simblico.

    La

    ausencia de una historia e la mujer ecuatoriana hizo que Manuela Senz pa

    reciera como la nica mujer polticamente activa de su poca. Los investiga

    dores comenzaron a representarla como ejemplo singular de la participacin

    femenina

    en

    la Independencia, identificndola como un ejemplo de lucha y

    pujanza y la imagen de mujer luchadora .

    5

    Estos estudios iluminaron por

    primera vez la actividad poltica de Manuela Senz. Sin embargo, simultnea

    mente la convirtieron en una excepcin a la representacin del comporta

    miento femenino de aquella poca.

    Para comprender el liderazgo de Manuela Senz

    es

    necesario mirar ms

    all de su vida romntica, y dejar de idealizarla como la nica mujer activa

    de su poca. Es esencial contextualizar su contribucin poltica a partir del

    papel poltico que jugaba la mujer en las campaas para la I n d e ~ n d e n c i a

    Al examinar las actividades y actitudes no solo de esta mujer quitea sino

    tambin

    e

    sus compaeras, se comprende por qu era tan excepcional es

    ta figura histrica. Solamente all comienza a destacarse la personalidad de

    Manuela Senz. Era una mujer nica no por su relacin con Bolvar ni por

    su actividad poltica, sino

    por

    la capacidad de liderazgo que ella posea.

    L

    PARTICIPACIN

    E L

    MlUER EN

    L

    INDEPENDENCIA

    1809 1830

    La historiadora Mercedes Guhl sostiene que las mujeres, a diferencia e

    los hombres, emplearon distintas formas de contribuir a la causa indepen-

    3.

    Alfonso Rumazo Gonzlez Manuela Senz: La Libertadora del Libertador Cromograf

    S.A.,

    Guayaquil, sin fecha,

    pp. 3435, en M.

    Mogolln,

    X.

    Narvez,

    Manuela Senz: presencia y

    polmica .. p. 103.

    4. Mogolln y Narvez,

    Manuela Senz: presencia y polmica ..

    p. 148.

    5. Mogolln y Narvez, Manuela Senz: presencia polmica .. p. 149.

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    8

    dentista, pues: lucharon a su manera, con medios femeninos . 6 Tradicional

    mente la historia ha reconocido solo la contribucin militar directa la parti

    cipacin activa

    en

    combate- como digna de estudio histrico. Como resulta

    do, se ha oscurecido la documentacin referente a la contribucin femenina

    a la Independencia. No se encuentran estos datos en los archivos militares.

    Los relatos de los extranjeros, los peridicos del pas, las cartas personales

    y

    los testamentos son fuentes poco utilizadas, no obstante estos materiales

    ofrecen una abundante informacin.

    Estas fuentes revelan que las mujeres de clase social alta del siglo

    XIX

    eran

    alfabetas, educadas

    y

    literatas. Eran reconocidas

    por

    su inteligencia e intelec

    tualidad. Las mujeres establecieron una verdadera red informativa, de la cual

    ellas servan como eslabones prindpales. Asistan y organizaban

    las

    tertulias

    de la poca, y servan como informantes para las fuerzas patriotas. Adems

    las mujeres pertenedentes a las elites ofrecieron respaldo econmico a las

    campaas militares. Finalmente, las mujeres participaron activamente en las

    rebeliones de aquella poca: salvaron a los lderes patriotas, ayudaron a de

    rrotar a los oficiales realistas, y algunas se disfrazaron de hombres para luchar

    en

    el campo de la batalla. Aunque

    la

    participacin militar de

    la

    mujer era me

    nos comn que su partidpacin en las tertulias o en las redes de espionaje,

    esta suceda tambin con suficiente frecuenda para merecer atencin.

    VOCACIN

    INfELECTIJAL

    El padre Mario Cicala, sacerdote italiano que residi en Quito entre 1743

    Y1767, ofreci una descripcin detallada del papel de la mujer

    en la

    vida co

    tidiana. Expres francamente su sorpresa

    al

    encontrar que la

    pobladn

    feme

    nina reciba no solo instrucdn domstica, sino tambin educacin literaria

    y

    poltica: como todas las nobles seoras, primero aprenden a leer y escribir

    antes que a cocinar, y desde

    la

    infancia

    se

    aplican a leer libros espirituales

    libros de historias y otras materias polticas . Tambin anot la vivacidad

    y

    agudeza con las cuales estas mujeres se unan al discurso. Cicala concluy

    que la buena educacin conduca a las mujeres quiteas a resaltar maravillo

    samente su capacidad en las conversaciones, haciendo ostentacin de pala

    bras selectas y de erudicin, ms con discreta sabidura y sin afectacin }

    En

    los relatos del siglo

    XIX

    los viajeros demostraron una apredacin

    igual del discurso lcido de las mujeres ecuatorianas. Durante su estada en

    6.

    Mercedes Guhl, Las Madres de la Patria: Antonia Santos y Policarpa Salavarrieta ,

    en Ma-

    ra Mercedes Jaramillo y Betty Osorio, edits., Las

    Desobedientes: Mujeres e Nuestra Amrica

    Editorial Panamericana, Bogot, 1997, p. 120.

    7.

    Mario Cicala, Descripcin Histrica-Topogrfica de

    l

    Provincia

    de

    Quilo de

    l

    Co l l lfJa-

    de

    Jess,

    Biblioteca Aurelio Espinosa Plit, Quito, 1994, p. 212.

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    Guayaquil en el ao

    1832

    el estadounidense Adrian Terry observ, aunque

    con arrogancia, la habilidad

    de

    mujeres guayaquileas para la conversacin:

    tienen una inteligencia y una educacin que me sorprendi debido a las es

    casas fuentes de cultura a las

    que

    pudieron haber tenido acceso .

    8

    El

    diplo

    m ~ t i o

    estadounidense Friedrich Hassurek coment sobre la astucia de la

    mujer ecuatoriana para el discurso poltico. Segn Hassurek, las mujeres qui

    teas tenan una tradicin poltica muy activa e incluso apasionada ,9 y tam

    bin eran agentes secretos muy enrgicos. Ellas llevan cartas y despachos,

    mueven el descontento, esconden a refugiados polticos y facilitan su esca

    pe . 10 A pesar de que Hassurek escribi posteriormente al perodo indepen

    dentista, sus observaciones concuerdan con las de los extranjeros que le pre

    cedan. Por medio de

    la

    observacin extranjera y los relatos que proporcio

    n a la historia, se hace evidente la larga tradicin de participacin femeni

    na

    en

    la vida intelectual y la cultura poltica de la regin.

    El

    papel poltico activo de la mujer tambin se manifiesta

    en

    la documen

    tacin legal de aquella poca. En 1809 Rosa Montfar present un caso en

    nombre de su padre, el Marqus de Selva Alegre, quien se hallaba preso por

    su alianza con los partidarios de un Quito Independiente.

    En

    este caso, Mon

    tfar demostr una tremenda habilidad para el discurso poltico, un profun

    do conocimiento del pensamiento ilustrado, y una amplia comprensin de

    las leyes. No bas su argumento

    en

    su relacin filial con el acusado, sino en

    el mrito del proceso, en los principios jurdicos, en hechos ciertos y cons

    tantes por la notoriedad pblica, de modo, que la verdad y la razn, s r ~ n

    las que merezcan la absolucin de

    mi

    padre 11 Luego, cuando ella cit es

    tos principios jurdicos , lo hizo en su forma original: en latn.

    La

    sofistica

    cin de su palabra marca la erudicin que posean las mujeres de las elites

    de la poca. En otra carta que

    Rosa

    Montfar present solo un ao despus,

    en la misma causa, se manifiesta su identificacin con el proyecto indepen

    dentista. Con coraje y sin temor, le dirigi

    al

    virrey, don Antonio

    de

    Amar y

    Borbn, las siguientes palabras. Por lo que hace a

    m,

    no me falta espritu,

    ni fortaleza para morir

    en

    defensa de la buena causa . 12

    8. drian

    R

    Terry V ijes

    por

    l

    Regin Ecuatorial de

    Amrica del Sur 1832 Ediciones b-

    ya-Yala, Quito, 1994, p. 57.

    9. Friedrich Hassurek, Cuatro Aos entre los Ecuatorianos Ediciones Abya-YaJa, Quito,

    1997,

    p.

    195.

    10. Hassurek,

    Cuatro

    Aos .. , p. 245.

    11. Arclvo Metropolitano de Historia, Quito,

    CaJlogo Provisional

    de los

    Procesos de

    18 9

    Y l Revolucin

    de QuilO

    de ~ tomo II vol.

    IX

    Quito, 18 de junio de 1810.

    Fs.

    582, 533.

    12. Archivo Metropolitano de Historia, Quito, CaJlogo Provisional .. tomo 1 vol. IX San

    t

    Fe,

    21 de

    febrero

    de

    1810. Fs. 50, 31.

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    EL PAPEL E

    LA INFORMANfE

    La

    participacin de la mujer

    en

    la Independencia, sin embargo, fue ms

    all de las palabras y los discursos. Tomaron acciones claras y a veces

    peli-

    grosas para apoyar a la causa patriota. Una de sus contribuciones principa-

    les fue el manejo de una red de informacin para las fuerzas patriotas. Se

    encargaban de la transmisin de mensajes de alta importancia; primero, por

    medio de las tertulias, y segundo, trabajaban como informantes informales

    que obtenan y comunicaban la informacin de mayor inters a las tropas

    patriotas.

    Segn Guhl, las tertulias del siglo

    XIX

    sirvieron "para difundir y discutir

    las ideas

    de

    la

    Ilustracin"

    13

    Los

    complots para rebelarse contra el yugo es-

    paol nacieron de estas reuniones polticas; fue all donde los prceres de

    la Revolucin Quitea propusieron la autonoma por parte de la Audiencia

    de Quito del dominio borbnico.

    Las

    mujeres asistan a las tertulias y con

    semejante frecuencia las patrocinaban. En 1808, Josefa Palacios organiz

    una reunin en su casa

    en

    Caracas para ganar ms partidarios a la causa in-

    dependentista.

    14

    El

    9 de agosto de

    1809,

    los rebeldes

    se

    reunieron en la ca-

    sa de Manuela Caizares en Quito para planificar su revuelta contra el go-

    bierno audiencia .

    En

    Colombia, Joaquina Ataca ofreci su casa para

    la

    reu-

    nin de los indgenas que se alzaron contra los espaoles en Natagaima. Por

    auspiciar este evento, ella fue fusilada el 5 de septiembre de 1816,15 Aun-

    que sus nombres apenas constan entre los hroes de la patria, la lista de mu-

    jeres que arriesgaron sus hogares y sus vidas para auspiciar estas tertulias es

    extensa.

    Las

    mujeres tambin actuaban como informantes. La herona colombia-

    na, Policarpa Salavarrieta, ejemplifica cmo las mujeres adquirieron informa-

    cin sobre las maquinaciones del ejrcito realista: "trabaj como costurera y

    eso le dio libre acceso a las casas de las damas de la ciudad, tanto de las pa-

    triotas como de las realistas".

    Al

    escuchar un dato pertinente a la causa revo-

    lucionaria, Salavarrieta lo comunicaba de inmediato a la tertulia que se reali-

    zaba

    en

    la casa de Andrea Ricaurte de Lozano: "de all sala la informacin

    de las juntas patriotas de la ciudad para

    las

    guerrillas del Norte y del Sur .16

    Los

    logros de Policarpa Salavarrieta dependan del trabajo de varias mujeres.

    Las

    elites compartan lo que saban sobre la Revolucin, la Pala" transmita

    13.

    Guhl,

    "Las Madres de la Patria ...

    O

    p. 120.

    14. J

    P.

    Monsalve, Mujeres e la Ind8pendencia Imprenta Nacional, Bogot, 1926, p.

    23.

    15. Nieto, orona Fnebre Imprenta de Medina e Hijo, Bogot, 1910, p. 19.

    16. Guhl, uLas Madres de la Patria ... , p. 125.

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    los datos, y las mujeres que participaban en las tertulias los comunicaban a

    los soldados patriotas ubicados

    en el

    campo

    de

    batalla.

    La

    contribucin de

    las mujeres, por medio de esta red de informacin, tuvo eco en todo el mo-

    vimiento independentista y a

    1

    largo del continente.

    Las mujeres

    usaron

    su influencia en la esfera domstica para conseguir

    acceso a informacin privada. Sobresalieron

    en

    este trabajo porque eran me-

    nos sospechosas que sus esposos, hermanos e hijos, quienes luchaban direc-

    tamente en

    el

    conflicto.

    Un

    ejemplo de esta influencia domstica es el caso

    de Baltazara Tedn latacunguea y partidaria de los independentistas. Ella te-

    na una fonda en donde alojaba

    con

    preferencia a los oficiales

    de

    las tropas

    del gobierno audiencia . De esta manera, Baltazara se enteraba de los planes

    de los realistas y consecuentemente informaba a los patriotas sobre los mis-

    mos. Al presidente

    de

    la Real Audiencia de Quito, Toribio Montes, le disgus-

    t

    que

    sus oficiales se hospedasen

    en

    la fonda

    de

    Tedn

    pues

    sealaba que

    "ni

    en

    ella, ni en su familia puedo tener confianza". Montes aadi que uno

    de los soldados que estaba all, el teniente Juan Rosi,

    era

    conocido

    por

    "pu-

    blicar los defectos de la tropa de su mando... dando con esto grandes apo-

    yos a los Insurgentes, a pesar de habrselo advertido yo muchas veces".17

    El

    fcil acceso que Baltazara Tedn tuvo a los secretos realistas la convirti en

    una fuente valiosa para la causa patriota. Al mantener a las tropas patriotas

    bien

    informadas, ella,

    como

    Salavarrieta,

    ayud

    a promover la campaa

    -

    dependentista.

    Las

    patriotas

    eran

    fieles a su causa. Ellas prestaban invalorable ayuda a

    los patriotas y simultneamente la

    negaban

    a las fuerzas realistas. Aunque los

    militares intentaron sacarles informacin, ellas permanecan calladas. Toribio

    Montes se quej

    de

    la dificultad

    de obtener

    informacin

    de

    la joven Antonia

    Vela, miembro de una familia patriota

    que

    haba escondido unos patriotas

    perseguidos por el gobierno:

    ...

    no

    ha

    querido confesar

    por

    ningn

    modo

    de

    intimacin, al contrario niega to-

    do

    con tantos bros que

    se

    le debe inferir castigo

    en

    presidio, y niega que han

    estado aqu

    en

    presencia

    de

    lo interceptado

    que

    doy a V E :

    un

    can de cara y

    cuarta del

    ao 1766; 15 balas razas, varios cartuchos

    de

    afquitrn vacos, como

    dos

    arrobas de plomo cortado, 7 bayonetas ..

    8

    A pesar

    de

    la plena evidencia

    de

    la presencia de las tropas patriotas,

    Ve-

    la rehus de revelar su secreto. Ni las amenazas

    de

    prisin o

    de

    muerte la

    17

    M

    A

    Gonzlez Piez , as

    VclimasdeSmano

    Imprenta de Herder

    y

    Ca., Quito, 1922,

    p.129.

    18. Gonzlez, Las

    VICtimas ...

    p. 125.

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    91

    afectaban. Vela fue presa a la circel de Riobamba

    y

    perdi sus bienes. Por

    rehusar denunciar un patriota escondido con el cual mantena corresponden

    cia, Mercedes Loaisa, de Villavieja, fue sacrificada el 16 de septiembre de

    1817.1

    9

    As,

    las mujeres patriotas no solo abran la red informativa a sus compa

    eros patriotas, sino tambin la cerraban a los realistas, aun cuando enfren

    taran

    la

    muerte.

    Las

    mujeres actuaban corno informantes en todos los niveles de la socie

    dad, incluso a nivel del gobierno.

    Un

    ejemplo de corno estas redes de espio

    naje afectaban a los altos jefes en el poder se manifest el

    25

    de septiembre

    de 1828. Esta fecha generalmente se celebra por ser la noche en que Manue

    la Senz salv la vida del Libertador, Simn Bolvar, enfrentando las tropas

    que procuraban asesinarle

    y

    dejndolo escapar por una ventana. Pero al con

    memorar este acto valiente es fcil descuidar

    la

    obra de otras mujeres.

    La

    per

    sona

    que

    avis a Bolvar sobre el atentado contra su vida fue una mujer. e

    present en el palacio, revel el complot con precisin exactitud. Aos

    despus, cuando Manuela Senz recontaba la historia de esta noche

    al

    ede

    cn de Bolvar,

    el

    general O'Leary, no pudo recordar con todo detalle la in

    formacin proporcionada por aquella mujer:

    .. .Ia seora me dijo entonces

    que

    haba

    una

    conspiracin nada menos que con

    tra su vida, que haban muchas tentatibas, y que solo la dilataban asta encontrar

    un tiro certero, que los conjurados se reunan en varias partes una de ellas la ca

    sa de Moneda. ue el jefe

    de

    esa maquinasion era el jeneral Santander aun que

    no

    asista a las reuniones, y solo saba el estado de cosas por sus ajentes, pero

    que el era el jefe

    de

    obra. ue el jeneral Cordova saba algo

    pero no

    el todo,

    pues sus amigos lo hiban redusiendo poco a poco.

    En

    fin la seora me dijo tan

    to

    que

    ya ni recuerdo.20

    Esta seora se atrevi a implicar a los militares

    y

    ministros ms promi

    nentes en un conato de traicin. Ella cometi

    un

    acto arriesgado y adems

    valiente. Corno resultado la noche septembrina no solo demuestra el he

    rosmo de Manuela Senz, sino tambin la contribucin significativa de la

    mujer informante a

    la

    causa bolivariana. Aun aos despus de la Indepen

    dencia, las mujeres seguan informando a los lderes de

    la

    nueva Repblica

    Gran Colombiana sobre las conspiraciones

    en

    su contra. Este caso demues

    tra corno la labor de las mujeres afectaba directamente el curso de los even-

    19. Nieto, Corona Fnebre .. , p. 103.

    20

    Manuela Senz a General O Leary,

    Descripcin del 25

    de

    septiembre , en Papeles

    de

    Manuela Senz , Vicente Lecuna, comp., Museo Histrico

    ao

    IX, Nos. 27-28, Organo del Museo

    de

    Historia, Departamento de Educacin y Cultura Popular, Imprenta Municipal, Quito, 1957.

  • 7/26/2019 EL PAPEL DE LA MUJER EN LA INDEPENDENCIA.pdf

    8/29

    92

    tos histricos, y como fue necesitada por los altos dirigentes en el poder.

    ASISTENCIA ECONMICA

    Otra manera por la cual las mujeres contribuyeron a la causa indepen-

    dentista fue

    donar

    fondos a las tropas patriotas. Algunas mujeres de la elite

    generosamente regalaban sus bienes y riqueza a las campaas para la liber-

    tad. Antonia Santos,

    de

    Charala, organiz y aprovision con sus bienes

    la

    guerrilla de Coromoro y

    un

    cuerpo de espionaje.21 Mara Donoso Larrea, Ba-

    lentina Serrano, Rosa Carrin, Josefa Marcos, Rafaela Jaramillo, Lorenza Fie-

    rro y Rosa Falcon, fueron reconocidas pblicamente

    en El Patriota de Quito

    por

    la suscripcin

    que

    t n

    jenerosamente han contribuido ... para gratificar

    a las tropas libertadoras .22 Tambin existan otras mujeres cuyas contribu-

    ciones nunca fueron hechas pblicas. En otro artculo del mismo peridico,

    se reconoci a las tantas ecuatorianas ilustres quienes

    se

    han consagrado

    prestar todo jenero

    de

    auxilios para derrocar el trono

    de la

    tirania .

    23

    Eviden-

    temente, la contribucin econmica era un medio

    por

    el cual las mujeres de

    las elites del siglo

    XIX

    podian apoyar a la causa patriota.

    INTERVENCIN ACTIVA

    La participacin de la mujer

    en

    la Independencia involucraba el intercam-

    bio

    de

    informacin y el prstamos

    de

    dinero,

    pero

    tambin

    la

    toma

    de

    accio-

    nes.

    Las

    mujeres participaron directamente

    en

    los eventos histricos, las re-

    beliones y las batallas ms cruciales de la poca, procurando rescatar a los

    presos revolucionarios y derrotar a los lideres realistas.

    Las mujeres ayudaron a fugar a los lderes patriotas que se hallaban presos

    por las campaas de

    la

    Independencia, aunque ellas corrian el riesgo de prisin

    o

    de

    muerte. Brbara Espalza y Mara Josefa Riofrio, ambas ibarreas, y Dolo-

    res Zbala, quitea, fueron ajusticiadas el

    18

    de octubre de

    1809

    por procurar

    rescatar

    al

    prcer independentista Manuel Zambrano.

    24

    De igual manera, Luisa

    Gngora perdi

    la

    vida por arreglar

    la

    fuga de los Jefes Caicedo y Macaulay y

    de

    la

    crceL

    25

    Brbara Alfaro, ibarrea, habia proyectado facilitar

    la

    fuga

    de la

    crcel de Francisco Caldern, Manuel Aguilar y Marcos Guyn, complot que fue

    descubierto; Brbara Alfaro fue presa, torturada, y fmalmente desterrada a

    Bo-

    21 Nieto, Corona

    nebre

    ..

    ,

    tomo

    n

    p. 83.

    22 El Patriota

    e uito

    [editorial]. No.

    1,

    19 de julio

    de 1845.

    23.

    Tributo a la Justicia . El Patriota e Quito No. 5,

    6

    de abril de 1845.

    24.

    Nieto, Corona Fnebre ..... tomo 11 pp. 65.

    69.

    115.

    25. Nieto, Corona Fnebre ..... p. 84.

  • 7/26/2019 EL PAPEL DE LA MUJER EN LA INDEPENDENCIA.pdf

    9/29

    93

    got.

    26

    Aunque tal vez se considere

    la

    fuga de los patriotas un trabajo auxiliar,

    es importante reconocer que el castigo que sufrieron estas mujeres a veces era

    mayor al castigo infligido sobre los mismos presos. Sin embargo, es

    larga la lis-

    ta

    de mujeres quienes partiCiparon

    en

    campaas de este estilo.

    De

    la misma manera que ayudaron a proteger a los lderes patriotas, las

    mujeres ayudaron a la derrota de los realistas en el poder. Uno de los casos

    mejor documentados

    es

    el de Mara Larran. Ella escogi y encabez un

    gru-

    po de mujeres de San Roque y de San BIas por hacer la guardia en

    la

    casa

    donde Carlos Montfar estaba hospedado.

    27

    Por lo visto, el 15 de junio de

    1812 estas mujeres tuvieron un enfrentamiento con los mandatarios realistas

    y participaron

    en

    la cada subsecuente del presidente conde Ruiz de Castilla.

    Toribio Montes testific que

    la

    mujer de Sanroque de Quito,

    la

    Larrain ... es

    acusada de que fue cabeza de las mujeres que apedrearon al seor conde

    Ruiz de Castilla .28 Una carta annima dirigida a Montes tambin implic a

    Larran y sus compaeras en el escndalo: fueron las que insultaban y ape-

    dreaban al bajar el puente, las mismas que hicieron la guardia al traidor Mon-

    tfar .29

    Otro caso de inters es el de Rosa Zrate, quien asimismo fue acusada de

    participar en

    la

    derrota y subsecuente asesinato del conde Ruiz de Castilla. Ro-

    sa Zrate, su esposo Nicols de

    la

    Pea, Jos Magro, y Jos Larrea fueron acu-

    sado del delito de alta traicin y omisin executando

    en

    la

    persona del

    Ex-

    mo.

    Sor.

    Conde Ruiz de Castilla, Presidente que fue de esta

    Real

    Audiencia .30

    Segn el genealogista e historiador Fernando Jurado Noboa, Zrate dio seten-

    ta y dos cuchillos a Manuel Pineda, alcalde indgena, con los cuales

    la

    muche-

    dumbre descendi sobre el Conde y le apual antes de arrastrarle al Cabil-

    do.

    31

    Despus de este evento, Zrate y su esposo huyeron del proceso judicial

    hasta que fueron capturados y sacrificados al norte de Ibarra. Las cabezas de

    la

    pareja fueron enviadas a Quito para ser exhibidas

    en

    la Plaza Grande co-

    mo leccin al pueblo rebelde.

    El

    hecho de

    que

    los gobernantes de la Real

    Audiencia usaron a Zrate como

    un

    ejemplo de la conspiracin patriota, de-

    muestra que las mujeres fueron consideradas participantes polticas activas, y

    26 Nieto, Corona

    Fnebre

    ..

    , p

    20.

    27 Gonzlez. Las V rctimas p. 124.

    28 Gonzlez, Las V rctimas

    p

    134.

    29

    Gonzlez, Las Vctimas p. v

    30. Archivo Nacional de Historia, Quito, Fondo Criminales, caja 210, 1 de diciembre de

    1812,

    p.

    19.

    31. Fernando Jurado Noboa, Las Quiteas, Dinediciones S.A., Imprenta Mariscal, Quito,

    1995,

    p

    131.

  • 7/26/2019 EL PAPEL DE LA MUJER EN LA INDEPENDENCIA.pdf

    10/29

    en

    este

    caso, peligrosas. Ayudar a derrotar al poder realista era una contribu-

    d6n femenina activa, arriesgada e integral al transcurso de los

    eventos

    hist-

    ricos

    que

    condujeron el pas hacia la Independencia.

    Otro ejemplo

    de

    la

    partidpad6n

    femenina

    en

    las rebeliones polticas

    es

    aquel del levantamiento

    en

    Bogot en 1810.

    La documentad6n

    sobre

    el even-

    to hist6rico se encuentra en el Diario Poltico de Santa Fe

    de

    Bogot ,

    que

    encomi6

    la partidpaci6n femenina en

    el

    levantamiento

    por medio de

    la si-

    guiente

    relad6n

    de una mujer en el combate:

    as mujeres daban ejemplo a los soldados.

    Un

    valiente patriota que avanzaba con

    espada en mano, pidi a una mujer se apartase para ocupar ese lugar.

    Esta

    se in-

    juria y dice: La piedra que yo lance no har tanto efecto como tus golpes? Des-

    precio el consejo y mantuvo su puesto.3

    Esta mujer empleaba la misma tcnica

    de

    combate que Mara Larran y

    sus compaeras usaron

    en

    la derrota

    del conde

    Ruiz

    de

    Castilla: ellanzamien-

    to

    de

    piedras contra el opositor. Esta tcnica fadlit6 que las mujeres lucha-

    ron a

    su

    manera y asimismo

    demostr6

    la fuerte voluntad

    con

    la cual ellas

    defendan la causa independentista.

    EL CAMPO DE BATALLA

    Las

    mujeres tambin

    partidparon en el

    campo

    de

    batalla.

    Las

    esposas,

    amantes, y compaeras de los soldados frecuentemente marchaban con las

    tropas para proveer

    compaa

    y

    apoyo

    emocional

    en sus

    campaas. Adems

    preparaban los

    campamentos

    y las comidas, cuidaban a los enfermos y a los

    heridos, y cuando era necesario tomaron armas. Jurado Noboa reconoce

    que

    estas mujeres estaban expuestas a las mismas condiciones

    que

    los soldados,

    solo

    que

    llegaron cuatro o cinco horas ms temprano ,33 al sitio del campa-

    mento para

    prepararlo. Estas mujeres, pertenecientes a la plebe,

    eran

    deno-

    minadas guarichas en el Ecuador y

    seguan

    a los soldados durante todas las

    campaas para la Independencia. En 1817 y 1819, los generales Pablo Mori-

    llo y Frandsco Santander prohibieron

    que

    las mujeres marchasen

    con

    las tro-

    pas.

    34

    El hecho de

    que

    tuvieron

    que

    repetir

    esta

    orden dos voces sugiere que

    32. Diario o l t ~ o

    de

    Santa Fe de Bogot , [artculo sin ttulo], No. 5, 7 de septiembre de

    1810 Boletn e Historia Y Antigedades

    ao

    1,

    .No.

    7,

    Bogot, 1903,

    p

    365.

    33.

    Jurado,

    Las Quileas ..

    p.

    134.

    34.

    Pablo Morillo y Morillo y Enrique Otero d'Costa, citado

    en

    Evelyn Cherpak,

    La

    Parti-

    cipaci6n de las Mujeres en

    el

    Movimiento de Independencia de la Gran Colombia, 178(}.1830 ,

    Las Mujeres latinoamericanas

    Asunci6n Lavrin, Mercedes Pizarro d Parlange, comps.,

    Fondo

    de

    Cultura Econ6mica, Mxico

    D.F.,

    1985, p. 261.

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    11/29

    95

    las guarichas no les hicieron caso. A pesar de los impedimentos legales y

    los rigores de batalla, estas mujeres estaban comprometidas a ofrecer su apo

    yo y servicios a la tropa.

    Tambin haba mujeres que tomaron armas y lucharon directamente en

    el campo de batalla. Generalmente estas mujeres se disfrazaron de hombres

    y asumieron una identidad masculina para combatir. Nicolasa jurado, Gertru

    dis Espalza e Ins jimnez, tomaron los seudnimos de Manuel jurado, Ma-

    nuel Espalza y Manuel jimnez para poder luchar en la campaa de Baba

    hoyo el

    21 de

    agosto

    de

    1821, y luego

    en

    la batalla

    de

    Pichincha, el

    24

    de

    mayo de 1822. Solo se descubri la identidad de estas mujeres cuando jura

    do result herida en esta segunda batalla. El general Manuel Antonio Lpez,

    en sus Recuerdos Histricos , anot que el general Sucre

    la

    ascendi

    al

    ran

    go

    e sargento, y pblicamente la recomend.3

    5

    En

    cambio, jimnez y

    Es-

    palza siguieron luchando hasta la Batalla de Ayacucho, donde fueron conde

    coradas.

    36

    En otras batalla a lo largo del continente, como las de Gameza,

    Pantano de Vargas y Boyac, mujeres como Teresa Cornejo, Manuel Tinoco

    y Rosa Canelones de Arauca hicieron lo mismo. Vestirse de hombre, tomar

    armas, y proceder al campo de batalla fue una manera por

    la

    cual algunas

    mujeres contribuyeron a

    la

    causa patriota.

    37

    a contribucin militar femenina fue pblicamente reconocida y reco

    mendada durante el perodo independentista. Algunos de los jefes militares

    ms altos expresaron

    un

    sincero aprecio

    por

    estas mujeres-soldados.

    El

    ge

    neral Simn Bolvar pblicamente reconoci y agradeci la participacin de

    la mujer en los combates para librar

    la

    Provincia de Trujillo en Venezuela, del

    yugo espaol:

    hasta el bello sexo, las delicias del genero humano, nuestras amazonas

    han

    combatido contra los tiranos de San Carlos con un valor divino

    os

    monstruos

    y tigres de Espaa han colmado la medida de la cobarda de su nacin, han di

    rigido las infames armas contra los candidos

    y

    femeninos pechos

    de

    nuestras bel

    dades; han derramado

    su

    sangre; han hecho

    expirara

    muchas de ellas, y las han

    cargado

    de

    cadenas, porque concibieron el sublime designio de libertar a su ado

    rada patria.3

    8

    En

    este discurso, Bolvar no solo rindi homenaje a las mujeres que fue

    ron presas y/o sacrificadas en el combate, sino tambin al sentimiento patri-

    35.

    Nieto, Corona Fnebre ..

    .

    p.

    93.

    36.

    Nieto. Corona

    Fnebre

    ..... pp 69,93.

    37. Nieto, Coropa

    Fnebre

    .. , p. 53.

    38. Las Fuerzas Armadas de Venezuela

    en

    el siglo

    XIX:

    Textos para su estudio,

    voL

    1. Ca

    racas,

    1963.

    p 242. citado en Cherpak.

    La

    Participacin de las Mujeres ... , p. 257.

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    tico tr s estas acciones valientes, el sublime designio de libertar a su adora

    da patria . De hecho, las mujeres no solo contribuyeron a la batalla para apo

    yar a sus familiares masculinos que se hallaban en el combate. Ms bien hi

    cieron contribuciones muy activas e incluso apasionadas para demostrar su

    autntica lealtad a la causa independentista.

    Evidentemente, las mujeres contribuyeron en muchos aspectos a las cam

    paas para la Independencia. Ofrecieron informacin, apoyo, y una mano en

    el combate a los soldados patriotas. De igual manera rehusaron cooperar con

    los oficiales realistas, les negaron informacin valiosa y facilitaron las armas

    necesarias (como el caso de los setenta y dos cuchillos) para derrotarlos. La

    eficacia de la contribucin femenina a la Independencia es indiscutible. Se la

    conoca por los relatos del siglo XIX durante y posteriormente a

    la

    poca in

    dependentista.

    y

    la reconocieron pblicamente los lderes patriotas ms re

    nombrados de la poca, los generales Sucre y Bolvar. A pesar de la escasa

    mencin de la participacin femenina en los textos histricos y los documen

    tos oficiales de la Independencia, sta constituy una contribucin real e in

    tegral

    al

    xito de las campaas patriotas.

    l participacin poltica de anuela Senz: 1821-1856

    El

    nombre de Manuela Senz resalta ms que los de Baltazara Tern,

    Ma-

    ra Larran, o Nicolasa Jurado. Sin embargo, la mayor parte de su trabajo po

    ltico era parecida al de sus compaeras. Hija de un espaol prominente y

    una criolla de elite, posea educacin. Como sus compaeras, sirvi

    de

    infor

    mante y espa entre 1817 y 1822 para la campaa independentista, y entre

    1826

    y

    1844

    para derrotar las facciones antibolivarianas que amenazaran a los

    nuevos gobiernos en el poder. Apoy a las tropas patriotas con respaldo eco

    nmico, y las protegi por medio de la fuga y la participacin blica

    en

    el

    campo

    de

    batalla.

    Sin

    embargo, a pesar

    de

    estas semejanzas, Manuela Senz se distingui

    de sus compaeras. Aunque su relacin con Simn Bolivar tal vez es la fuen

    te

    de

    la extensa documentacin sobre la quitea, no es la razn

    de

    su singu

    laridad.

    Ms

    bien, esta documentacin sirve para demostrar el verdadero ta-

    lento de liderazgo que Manuela Senz posea. Determin el curso de los

    eventos histricos y el curso que los pases tomaron hacia la Independencia.

    Organiz y maquin revueltas y demostraciones, en las cuales los soldados

    patriotas la siguieron. Adems, Manuela Senz provoc una fuerte reaccin

    entre sus contemporneos colombianos, peruanos y ecuatorianos.

    Los

    patrio

    tas

    de

    Bolvar

    la

    recibieron como una verdadera lder;

    la

    apreciaron y

    la

    es

    timaron tanto como al Libertador.

    En

    cambio, los enemigos del ideal boliva

    riano la percibieron como una amenaza por el poder poltico y personal que

    tena. Senz provoc tan fuertes reacciones entre los altos oficiales bolivaria-

  • 7/26/2019 EL PAPEL DE LA MUJER EN LA INDEPENDENCIA.pdf

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    97

    nos y antibolivarianos,

    que su

    influencia era indiscutible y

    era

    lo

    que

    la

    dis-

    tingua

    de

    las dems.

    ocadn intelectual

    Manuela Senz gozaba

    de

    una educacin excelente. Dada

    la

    proliferacin

    de cartas que intercambi con Bolvar y Flores, se sabe que era una escrito

    ra talentosa. Era todo una intelectual que disfrutaba

    de

    los textos filosficos,

    histricos y polticos, y

    de

    la conversacin sobre las ideas de la Ilustracin.

    Ricardo Palma, escritor peruano quien la visit cuando estuvo desterrada en

    Paita, Per, describi la gran pasin que Senz senta

    por

    la literatura:

    Esta

    lea a Tcito y a Plutarco; estudiaba

    la

    historia de

    la

    Peninsula en

    el

    Padre

    Mariana

    y

    la

    de

    Amrica

    en

    Sols

    y Garcilaso; era apasionada de Cervantes y pa-

    ra ello

    no

    haba poetas ms

    all

    de

    Cienfuegos,

    Quintana y Olmedo. Se saba de

    coro el Canto a Junn y parlamentos enteros de

    Pelayo,

    y sus

    ojos,

    un tanto abo-

    tagados ya por

    el

    peso de los aos, chispeaban de entusiasmo al declamar

    los

    versos de sus vates prediJectos.

    39

    Otros visitantes tambin comentaron sobre su habilidad por el coloquio

    intelectual. Un amigo de Palma reconoci la aptitud que Senz tena para

    hablar con l

    de

    versos .40 Giuseppe Garibaldi, hroe

    de

    la Revolucin Ita

    liana, se qued

    fascinado

    por

    su conocimiento

    de

    hasta los ltimos detalles

    de la vida del gran Libertador del Amrica Central

    (sic) .41

    Igual a sus com

    paeras quiteas, Senz demostr una vivacidad y agudeza en conversa

    cin, y un fuerte inters en la poltica, los cuales le ganaron el respeto y es

    tima

    de

    los intelectuales a

    su

    alrededor.

    Manuela Senz demostr

    su

    apoyo

    de

    la

    poltica independentista mucho

    antes de que conociera a Simn Bolvar. Aunque algunos escritores atribuyen

    su participacin poltica a la influencia

    de

    Bolvar, realmente fue lo contra

    rio: su participacin poltica activa produjo el encuentro en el cual se cono

    cieron los dos. Cuando se hallaba

    en

    Lima, entre 1871 y 1822, Senz partici

    paba

    en

    las tertulias de su compaera guayaquilea Rosa Campuzano. Cuan

    do lleg Jos

    de

    San Martn a Lima en 1821, Senz fue una de las mujeres

    condecoradas como Caballeresas de la Orden del Sol:

    un

    gran honor

    en

    nom-

    39. Ricardo

    Palma,

    Tradiciones Peruanas

    6a.

    ed Selecciones Grficas,

    Madrid,

    1968, p.

    963.

    40. Palma, Tradiciones Peruanas p.

    1132.

    41

    Alberto

    DiCapua,

    Manuela Senz y un ilustre viajero , BoI tfn Histrico

    o

    VI,

    Nos.

    19 y 20

    Comando

    de las

    Fuerzas Armadas, Depanamen10

    de

    Historia

    y Geogratia,

    Quito,

    1982

    (jul-dic.), p. 116.

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    14/29

    98

    bre de

    sus labores por la causa patriota.

    42

    La

    actividad poltica

    de

    Senz evi-

    dentemente comenz antes

    de

    su relacin

    con

    Bolvar

    y

    eran los contactos

    que

    hizo en

    Lima

    los que la llevaron hacia l

    poco

    tiempo despus.

    l papel

    e

    informante

    l

    igual

    que sus compaeras Policarpa Salvarrieta

    y

    Baltazara Tern Manue-

    la Senz era una informante excelente. Recoga informacin importante

    y

    la

    transmita a los partidarios de la causa patriota eficaz secretamente. Los ejem-

    plos mejor documentados

    de

    su capacidad como informante sin embargo no

    son

    del periodo independentista sino

    de

    los primeros aos

    de

    la Repblica

    ecuatoriana.

    Desde

    su destierro

    en

    Paita Senz informaba al presidente ecuato-

    riano Juan Jos Flores sobre las ambiciones del Pero para ganar ms territorio

    al sur del Ecuador sobre las ambiciones

    de

    ciertos funcionarios pblicos pa-

    ra echarlo del poder. Desde Paita Manuela Senz alist a otras mujeres

    en

    su

    campaa para proteger

    la

    estabilidad del nuevo gobierno y as form una red

    de

    espionaje efectiva que reportaba cualquier disturbio a Flores en Quito.

    Manuela Senz se aprovech de su ubicacin en Paita para informarle al

    Presidente ecuatoriano sobre los avances territoriales del ejrcito peruano.

    uando el ejrcito peruano pas por Paita el cuartel estuvo alIado

    de

    la ca-

    sa

    de

    Senz. Esta situacin le suministr

    un

    gran acceso a informacin clasi-

    ficada. Senz inmediatamente report a Flores lo

    que

    vio:

    El mejor cuerpo lo manda al Coronel Arrieta y ste no vale un caracoL.. Todos

    son reclutisimos del Cuzco

    y

    por esos pueblos; solo la compaade cazadores es

    buena; ganaderos regular; y lo dems basura; no saben ni girar y ste es el cuer-

    po de

    tcxla esperanza del Sur:

    4

    Las observaciones de Senz demuestran su capacidad como informante

    su conocimiento

    de

    la tcnica militar. Revelan que ella estaba metida en la

    poltica

    y

    la guerra pues hablaba con experiencia de primera mano. Adems

    el

    hecho de que

    Senz

    obtuvo

    toda esta informacin desde

    su propia

    casa

    sirve para ejemplificar el

    uso de

    al esfera domstica para laborar

    por

    el bie-

    nestar pblico.

    Las

    mujeres crearon

    un

    lazo entre el mundo del

    hogar y

    el

    mundo

    del

    gobierno; los secretos polticos corran del

    uno

    al otro.

    Aparte

    de

    sus propias observaciones Senz alist a sus compaeras so-

    bre rumores

    de

    conspiraciones

    de

    chantaje y

    de

    movimientos

    en

    contra del

    gobierno ecuatoriano. Despus ella comunicaba esta informacin a Flores.

    42. Palma

    Tmdiciones Peruanas ..

    p. 1133.

    43. Manuela Slenz a Juan Jos Flores Paila 3 de jun o de 1842 en Jorge Vtllalba anue-

    la Senz: Fpistolario Ediciones del Banco Central del Ecuador Quito 1986 p. 121.

  • 7/26/2019 EL PAPEL DE LA MUJER EN LA INDEPENDENCIA.pdf

    15/29

    99

    Cuando Senz comenz a sospechar que el cnsul Pedro Moncayo no prac

    ticaba lealtad al gobierno floreano, pidi que Luisa y Paula Godoy investiga

    sen el asunto. Aqu consta el detalle de

    la

    carta

    que

    ella mand a Flores an

    tes de que se hiciera pblico tal asunto.

    Al seor Monsalve le encargu que comunique a usted

    que

    del interior o de Gua

    yaquil

    le

    estn mandando dinero a Moncayo; la seora Godoy sospecha

    que

    es

    para que lo manden a Lim por fusiles. Doscientos pesos recibi en una letra que

    le mand Bodero contra Balanquer, y a favor de

    don

    Manuel Corts. y ste

    se

    le

    endos a Moncayo, y l a don Nicols Rodrguez. La segunda ha sido

    de

    800 pe-

    sos, sta vino a don Narciso Espinosa; ms no s quin la gir, las seoras

    o-

    doy estn averiguando y lo saluda, particularmente

    doa

    Luisa,

    que

    es ms -

    reana

    que

    otra cosa.

    La informacin detallada que obtuvo Senz, por medio

    de

    Luisa Godoy,

    demuestra su habilidad para la investigacin y para el mnejo de una red de

    informacin. Senz nunca descuidaba de informar a Flores sobre los com

    plots

    en

    su contra; a la primera sospecha se puso a trabajar para

    su

    amigo y

    para la repblica ecuatoriana.

    Al

    examinar las muchas cartas escritas por Senz, queda la duda sobre

    la

    manera

    en

    que fueron recibidas por Flores.

    Las

    contestaciones

    de

    Flores se

    han perdido, creando

    un

    vaco grande

    en la

    historia

    de

    ambos. Sin embargo,

    las cartas existentes insinan que Flores estimaba el trabajo que haca Manue

    la Senz para mantenerle informado sobre las conspiraciones en su contra.

    En

    un momento, Senz sugiri el uso de un seudnimo a Flores. Esto sugiere que

    su correspondencia contena informacin poltica

    de alta confianza:

    Me dice que hay

    poca

    seguridad

    en

    las comunicaciones; si usted quiere o le ocu

    rre comunicarme algo reservado, frmese usted Angel Caldern, y

    puede

    hacer

    escribir

    con

    alguno

    que

    sea

    de

    confianza; y si vienen las cartas por el correo, pue

    de

    usted hacerlas rotular a Mara

    de

    los Angeles Caldern.

    5

    Los medios que Senz y Flores tomaron en su correspondencia revelan el

    ambiente poltico inestable de la poca post-independentista. Como resultado,

    el trabajo de Senz como informante fue especialmente valioso. Adems, la na-

    turaleza reservadan

    de

    la comunicacin entre ambos revela que era de doble

    va ;

    Senz no solo escriba sino tambin reciba cartas de Flores, prueba de que

    el Presidente ecuatoriano estimaba su contribucin.

    44. Manuela Senz a uan

    os

    Flores, Paila, 7 de febrero de 1844, Villalba, anuela

    Senz .. p. 154.

    45. Manuela Senz a

    uan

    Jos flores, Paila,

    30 de enero de

    1842, Villalba, Manuela

    Senz .. p. 114.

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    16/29

    100

    sJstencia

    econmic

    Manuela Senz, como miembro

    de

    una familia

    de

    las elites quiteas, tam-

    bin contribua econmicamente a la causa independentista.

    Un

    documento

    redn descubierto en el Archivo Metropolitano de Historia

    de

    Quito, revela

    su contribucin a las tropas patriotas

    en 1822:

    Diciembre 16. Pgina Libro Mayor 89 vuelta. Son cargo en prstamo seiscientos

    ochenta pesos

    que

    la Seora Manuela Senz ha suplido para subvenir a las actua-

    les urgencias

    en

    el socorro de la tropa

    que

    marcha a la expedicin contra Pasto, con

    calidad de que

    se

    les satisfaga e los primeros caudales que entren en estas Cajas.46

    Esta

    contribucin era sumamente oportuna; cuatro das despus el ejr-

    cito patriota venci a las tropas realista en la

    decisiva Batalla de Pichincha,

    asegurando as la libertad de la Audiencia de Quito. El respaldo econmico

    que Senz prest a las tropas patriotas la convierte, como a sus compaeras,

    en una de las tantas ecuatorianas ilustres quienes

    se

    han consagrado pres-

    tar tocio jenero

    de

    auxilios para derrocar el trono

    de

    la tirana .

    Intervencin activa

    Manuela Senz, igual que sus compaeras, participaba

    en

    los conflictos

    armados luchando a su manera, con medios femeninos .

    Ella

    tuvo una gran

    influencia sobre la vida personal y pblica de Simn Bolvar, en dos ocasio-

    nes, arriesg su propia vida

    y

    bienestar por ayudarle a huir del peligro.

    La

    primera ocasin

    en la

    cual Manuela Senz salv

    la

    vida de Bolvar fue

    ell

    de agosto de 1828 en un baile de disfraces. Segn el escritor ecuato-

    riano Manuel

    J.

    Calle, los conspiradores haban planificado el asesinato a las

    once

    de

    la noche. Cuando Senz se enter del complot, fue

    al

    baile (al cual

    no haba sido invitada)

    y

    comenz a hablar irracional e incomprensiblemen-

    te. Bolvar se vio forzado a salir temprano de la fiesta para atender al espec-

    tculo que causaba la Senz, gracias a la cual salv su vida.

    47

    La segunda vez

    que

    Manuela Senz salv la vida de Simn Bolvar fue el

    25 de

    septiembre e

    1828

    en

    la

    noche septembrina .

    Al

    escuchar los pasos

    de

    los conspiradores en el palado, Manuela alert

    al

    libertador

    y

    enfrent a

    46. Archivo Metropolitano

    de

    Historia, Quito, 20 de mayo

    de

    1822. Este documento fue re-

    ferido en

    el

    discurso

    el Dr.

    Jorge Salvador

    Lara durante

    la presentacin del libro del

    Dr.

    Galo

    Ren Prez, ocurrida

    en

    el Museo del Banco Central,

    de

    Quito, el 22

    de

    OClubre de 1997.

    47. Manuel J. Calle, Manuelita Senz , Cronistas de

    l Independencia

    Y e l Repblica Bi-

    blioteca Ecuatoriana Mnima, Editorial J.M. Cajica, Puebla, 1960, p. 633.

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    17/29

    101

    los soldados que haban venido a matarlo.

    En

    su Descripcin del 25 de sep-

    tiembre , Senz record qu sucedi cuando los conspiradores

    se

    percataron

    de que la ventana del cuarto estaba abierta:

    Yo les deca

    no

    seores

    no

    ha huido est

    en

    el consejo, y porque

    est

    abierta esa

    bentana? yo la acabo

    de

    abrir porque deseaba saber

    que

    ruido haba, unos crean

    y otros

    no

    .. yo les dije

    que

    saba

    que

    haba esa reunin que la 1.lamaban Con-

    sejo, a la

    que

    asista todas las noches el Libertador, pero que yo no conoca el lu-

    gar. Con esto se enfadaron mucho ..

    48

    Enojar a estos hombres armados, dispuestos a matar, fue poner directa-

    mente su vida en riesgo. Sin embargo, Senz ayud a fugar a Bolvar para

    proteger

    no

    solo a su amante, sino

    al

    lder de

    la

    Repblica Grancolombiana

    y la causa

    en

    la que ella crea.

    Senz no solo trabajaba en apoyo del ideal bolivariano, sino tambin en

    contra

    de

    sus enemigos.

    En

    los aos 1840, ella se dedicaba

    al

    sabotaje de

    las

    maquinaciones

    en

    contra del amigo bolivariano y lder

    de

    la Repblica ecua-

    toriana, Juan Jos Flores.

    La

    revista

    a linterna

    publicada por un editor an-

    nimo, expresaba un sentimiento xenofbico

    que propona derrotar yexpul-

    sar al presidente Flores. Senz trabaj en contra de esta publicacin para sa-

    botear la propagacin de estas ideas )lDtifloreanas.

    Tengo que conseguir de l (Avedao) los libelos, hacindole entender por

    mi

    conducto iri.n seguros, es decir la Libertad o Muerte , pues

    La

    Linterna

    No. 3

    anoche me dio 80 ejemplares a que mande yo a Quito; y le remito a Usted 2 y

    quem los

    78.

    9

    Su

    sabotaje de

    l linterna

    comprueba como Senz luch contra los opo-

    sitores polticos

    de

    Juan Jos Flores.

    Su

    relacin con Avedao demuestra su

    excelente capacidad como informante, pues ella ganaba

    su

    confianza para

    obtener

    la

    informacin necesaria para su amigo poltico.

    l campo

    e

    batalla

    A pesar de las varias interpretaciones existentes, la participacin blica

    de Senz en el campo de batalla no ha sido histricamente comprobada. Vi-

    cente Lecuna insiste en que Senz no luch

    en

    el ejrcito ni un solo da. Se-

    gn Lecuna, ella no pudo haber combatido

    en

    la Batalla

    de

    JUDn de

    1824

    48. Manuela Senz a General O'Leary, Descripcin del 25 de septiembre , Lecuna, Museo

    Histrico .. , p. 133.

    49. Manuela Senz a Ju

    an

    Jos Flores, Paila, 24 de julio de 1843, Villalba, Manuela

    enz

    .. ,

    p 142

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    18/29

    102

    porque durante todo ese tiempo ella reciba correspondencia de Juan Jos

    Santana, quien s estaba con las tropas.

    50

    En

    cambio, el autor Manuel Espi

    nosa Apolo sostiene que Senz particip en la Batalla de Ayacucho en di-

    ciembre del mismo ao.

    51

    Sin embargo, existe bastante documentacin que comprueba las habili

    dades blicas de Senz. En el Papel Peridico Ilustrado , publicado

    en

    1887,

    Venancio Ortiz escribi que Senz montaba y vesta como hombre, con

    arreos militares, e iba siempre a todo el andar de un brioso corcel .52 Juan

    Francisco Ortiz la describi

    de

    la misma manera,

    en 1907,

    en sus Reminis

    cencias : Tendra cuando la conoc 24 aos ... saba manejar la espada y la

    pistola; montaba muy bien a caballo, vestida de hombre, con pantaln

    rojo

    ruana negra

    de

    terciopelo, y suelta

    la

    cabellera ...

    53

    Estas dos descripciones,

    propias

    de

    la poca de la cual ella viva, dan testimonio a su habilidad para

    montar a caballo y para utilizar las armas de defensa. Aunque ninguna de las

    descripciones se refiere especficamente a su participacin en batalla, ambas

    implican que estos conocimientos fueron aprendidos en la guerra o para par

    ticipar en ella.

    Otro testimonio de

    la

    poca es el de Juan Baptiste Boussingault, cientfi

    co francs, quien escribi sus recuerdos de los aos que vivi en Sudamri

    ca. En sus escritos, Boussingault se refiri a la capacidad militar de Senz y

    a su participacin blica:

    Ella

    haba dado prueba

    de

    su valor militar, alIado

    del general Sucre, asisti lanza en mano, a la batalla de Ayacucho, ltimo en

    cuentro que tuvo lugar entre americanos y espaoles .54 Lastimosamente,

    Boussingault era conocido por su exageracin; as que la veracidad de su tes

    timonio es cuestionable.

    Sin

    embargo, los historiadores todava no descartan

    la

    posibilidad de que Senz s particip directamente

    en

    la batalla. Dada su

    habilidad para montar a caballo y utilizar las armas, y su conocimiento de la

    tctica militar (aplicado para juzgar el ejrcito peruano cuando estaba en Pai

    ta),

    la

    posibilidad

    de

    que Senz particip

    de

    alguna manera,

    en

    alguna

    de

    las

    rebeliones o batallas por la Independencia, es ms probable que nula.

    SO. Lecuna, MlISiJO

    Histrico ...

    p. 1l0.

    51 Manuel Espinosa Apolo, Simn

    olvar

    y Manuela Senz: OTTesxmencia Intima

    Centro

    de

    Estudios Felipe Guamn Poma, Quito, 1996, p.

    50.

    52. Venancio Ortiz, Papel Peridico Ilustrado ,

    1887, El Libertador No. 157,

    Sociedad

    So-

    livariana del Ecuador, Quito, 1978 (jul-dic.), p. 27.

    53.

    Juan

    Francisco Ortiz, Remin.iscencias , 1907,

    l

    Libertador No. 157 p. 27.

    54.

    Jean

    Baptiste Boussingault,

    Memorias tomo

    3, Alexander Koppel

    de

    Len,

    trad n-

    co

    de

    la Repblica, Bogot, 1985, p. 1120.

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    1 3

    L UDER ZGO

    E

    l SENZ

    Entonces, si la participacin

    de

    Manuela Senz en estas actividades

    el

    espionaje, la fuga de los lderes revolucionarios, el conflicto armado era tan

    parecida a

    la

    de sus compaeras, por qu se destaca ella

    en la

    historia ecua-

    toriana? Obviamente su relacin con Bolvar y su amistad con Flores asegu-

    raron la preservacin de alguna documentacin referente a su vida. Pero su

    sobrevivencia en los archivos no es razn suficiente para que los historiado-

    res la sigan estudiando. La razn por la que Manuela Senz se distingui de

    sus dems compaeras y adquiri esta inmortalidad histrica est en sus cua-

    lidades

    de

    liderazgo.

    Su

    actividad poltica no solo giraba alrededor

    de

    las

    campaas proyectadas por los lderes patriotas y bolivarianos. Ella misma

    maquinaba complots

    en

    nombre de la Independencia y del ideal de una

    Amrica del Sur unida.

    Las

    fuertes reacciones que ella inspir

    en

    sus contem-

    porneos tambin demuestran el alto respeto e intluencia que ellos le confi-

    rieron, otra prueba de su verdadero talento en el liderazgo.

    En enero

    de

    1827, Manuela Senz planific y protagoniz un levanta-

    miento en Lima, Per.

    El

    26 de enero haba estallado una revolucin en con-

    tra de Bolvar y a favor

    de

    un Per independiente

    de

    la Gran Colombia.

    Ri-

    cardo Palma describi como Manuela Senz intent contrarrestar esta rebe-

    lin con su propio levantamiento:

    Cuando estall en la divisin colombiana la revolucin encabezada por Busta-

    mante contra la Vitalicia de Bolvar, revolucin

    que

    hall

    eco

    en el Per entero,

    la Senz penetr disfrazada

    de

    hombre

    en uno de

    los cuarteles

    con

    el propsito

    de reaccionar un batalln. 55

    El

    hecho

    de

    que Senz, sola, actu con

    el

    propsito

    de

    reaccionar

    un

    batalln , comprueba su liderazgo.

    En

    reaccin a estos acontecimientos, el

    general Manuel Vidaurre,

    en

    su Despedida de las Tropas de Colombia , ex-

    pres su disgusto por la actitud insubordinada de Senz y la necesidad de

    expulsarla del nuevo Per:

    El cnsul Armero, Manuela Senz

    no

    han cesado de seducir, prometer, y aun

    gastar, la segunda, cantidades muy crecidas. Ha

    sido

    preciso

    poner en

    ejercicio

    toda la fortaleza de mi carcter, los arbitrios ms finos para salir de una fuerza

    extranjera,

    que

    si permaneca

    por

    ms tiempo,

    nos

    haba

    de

    tener

    en

    continua in-

    quietud y sobresalto.

    Ya

    no hay escarapelas entre nosotros, que no sean perua-

    nas.

    El

    Per es independiente y libre ...

    55. Palma, Tmdiciones Peruanas p.

    1134

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    20/29

    104

    Con noticias muy exactas que tuve, de cuanto se imaginaba por Armero, y por

    esa

    mujer, cuya escandalosa correspondencia tanto ha insultado el honor y mo

    ral pblica, lo hice llamar a las cuatro de tarde. Le dije: a Manuela Senz, se em

    barcar

    en

    Veinticuatro horas.

    Si

    o lo hubiese verificado

    en ese

    tiempo la ence

    rrar en Casas-matas.

    a

    tena

    en

    un monasterio; pero burlaba la incomunicacin,

    y era visitada

    de

    continuo por los oficiales.

    56

    a

    fuerza de carcter y espritu que Senz demostr al contrarrestar una

    revolucin encabezada por los militares peruanos, y despus rerse de ellos,

    es nica. No mostr miedo aun cuando fue encarcelada, sino que burlaba

    la incomunicacin . El dinamismo de carcter y la inmensa influencia que

    ella demostr en su protagonismo

    de

    este evento son evidencia amplia de su

    liderazgo.

    En junio de 1828 un ao despus, Senz protagoniz una protesta p

    blica en Bogot. Entre 1826 y 1828 se hablan desarrollado facciones internas

    que polarizaron la administracin de la Gran Colombia y amenazaron la es

    tabilidad de la nueva confederacin. Senz se percat de que el general Fran

    cisco Paula de Santander, a pesar de su supuesta alianza con Bolvar, no era

    amigo del ideal bolivariano. As result que, en una fiesta patrocinada por

    Manuela Senz, a la cual asistieron los principales ministros y militares

    de Bo

    got, ella efectu una demostracin

    en

    contra del general Santander:

    La

    operacin dicen

    que

    fue hecha en un mueco figurando en l a Santander,

    que fue puesto

    en

    una especie de banquillo, y como a traidor fusilado por la es-

    palda por soldados de Granaderos

    que

    por desgracia estaban

    en

    aquel campo ha

    ciendo ejercicio; con asentimientode

    su

    comandante Croston sin

    duda

    pues

    era

    miembro y estaba presente

    en

    la funcin.

    Se

    ha dicho

    que

    la Sra. Senz fue quien

    promovi ese escndalo y lo dirigi.

    57

    El protagonismo de Manuela Senz en esta demostracin poltica es ob

    vio, ella promovi y dirigi este evento.

    El

    dominio de Senz sobre los

    militares es una muestra

    de

    su grado de influencia.

    Un

    ltimo ejemplo del liderazgo de Senz

    en

    las campaas por estable

    cer una nacin sudamericana ocurri en 1830. Senz fue llevada presa a Bo

    got por propagar los ideales bolivarianos, mal vistos ya que la Gran Colom

    bia se haba fracturado.

    El

    19 de julio

    de

    1830 Isidoro Carrizoza escribi una

    carta al alcalde parroquial de la Catedral, Domingo Durn, pidiendo la encar-

    56. Manuel Vidaurre, Despedida

    de

    las Tropas

    de

    Colombia , sbado 14 de febrero

    de

    1827 Alberto Tauro, edil., os Idelogos. Cartas Americanas vol.

    6

    Universidad Nacional Ma

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    1953

    p 406.

  • 7/26/2019 EL PAPEL DE LA MUJER EN LA INDEPENDENCIA.pdf

    21/29

    105

    celacin de Sienz porque ha salido responsable de la impresin del papel

    titulado la Torre

    e abel

    que fue acusado por infamatorio y sedicioso.

    58

    De la

    misma manera que Sienz promovi

    la

    demostracin en contra de

    Santander, era responsable por esta accin difamatoria. Otra vez, su accin

    fue

    independiente de los complots encabezados por los lideres revoluciona-

    rios, y como resultado, el castigo caa sobre ella sola.

    ENTRE

    EL ELOGIO Y LA CALUMNIA

    Las fuertes reacciones que Manuela Senz inspir

    en

    sus contemporneos

    tambin demuestran su liderazgo. Sus amigos

    y

    enemigos perciban que ella

    posea cualidades especiales que la distinguan de las dems. Los partidarios

    de Bolivar la reciban como una herona, merecedora de respeto

    y

    admira-

    cin.

    En

    cambio, los enemigos politicos de Bolvar

    la

    perciban como una

    amenaza. Inspiraba tanto temor en los gobernantes de aquella poc que fue

    desterrada de tres pases: Per, Colombia

    y

    Ecuador.

    En 1830, cuando los gobernantes de Colombia procuraron desterrar a

    Manuela Senz por su alegado difamatorio, los ciudadanos de Bogot. fueron

    a su defensa.

    En un artculo titulado El bello sexo , las autoras ( unas mu-

    jeres liberales ) argumentaron que Senz no era capaz de esta obra infama-

    toria .

    Se

    dice

    que

    la seora Manuela Senz se le quiere reducir a prisin a destierro, si

    tiene culpa alguna yo

    no

    me meto, pero como testigo ocular,

    de

    su condUela

    p -

    sada, creo

    que

    es mi deber recordar al gobierno y al pblico

    que esta

    seora

    cuando ha tenido

    todo

    el influjo

    que es

    notorio solo lo

    ha

    empleado en favore-

    cer desgraciados de todas clases, dgalo la multitud que ha protegido antes

    y

    des-

    pus del 25 de septiembre ..

    9

    Estas mujeres bogotanas apreciaban y respetaban el trabajo poltico de

    Senz, comprobada por su referencia a

    la

    noche septembrina .

    Ellas

    com-

    prendieron que esa noche Senz no solo salv a

    Bolivar,

    sino a

    la

    nacin

    gran colombiana. Adems, estas aficionadas reconocieron el liderazgo de

    Senz; admitieron que ella ha tenido todo el influjo . Segn esta carta, Ma-

    nuela Senz era una persona de influencia, una lder.

    58. Isidoro Carrizoza a omingo Durn, 19 e julio

    de

    1830, Lecuna, useo Histrico .. p.

    146.

    59. Unas Mujeres liberales, El Bello Sexo . Imprenta de B. Espinosa, por J. Ayarza, Bogo-

    t, 1830, Lecuna,

    Museo Histrico. '

    p. 142.

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    22/29

    106

    Otras

    cartas

    tambin llegaron a la defensa de Manuela Senz. Un

    buen

    ejemplo es la carta titulada A las seoras liberales , escrita por unos patrio

    tas

    de corazn-, quienes eran partidarios del ideal bolivariano. En su discur

    so, estos patriotas agradecieron la elocuente defensa arriba mencionada y

    aadieron que Senz deba ser, como es

    en

    efecto, un objeto de considera

    ci6n y aprecio, ms

    bien

    que de procesos y persecuciones . A Senz misma,

    los autores le comunicaban

    su

    profundo respeto, y muy sincera estima

    ci6n .60 Evidentemente, Manuela Senz era considerada una figura pblica no

    solo entre

    sus

    compaeras femeninas,

    sino

    tambin entre los patriotas mas

    culinos quienes laboraban por el ideal bolivariano. Su influjo no era confi

    nada a

    su

    sexo, ms

    bien

    entre todos ella

    era

    conocida, respetada y conside

    rada por

    ser La

    libertadora .

    No obstante, mientras sus partidarios la apreciaban,

    los

    enemigos polti

    cos de Senz la detestaban. Ella fue percibida como

    una

    amenaza a la esta

    bilidad de los gobiernos de los nuevos estados independientes de Colombia

    y Ecuador. Sobre todo gobernantes como Santander y Rocafuerte, quienes se

    hablan alejado del ideal bolivariano despus del fracaso de la Gran Colom

    bia,

    se

    sentan amenazados por ella. Su expulsin de los

    dos

    pases es un he

    cho

    significativo. El miedo que Senz inspiraba a sus enemigos era una me

    dida precisa del

    poder

    personal

    que

    ella poseia.

    En

    1834,

    cuatro

    aos despus

    de

    la muerte

    de

    Bolivar, Senz fue expul

    sada de Colombia. lino de Pombo, en su carta al Prefecto de Cartagena, ex

    plic6

    que se

    vio forzado a desterrarla para prevenir cualquier alboroto que

    ella pueda suscitar

    en

    negocios polticos, puesto que hace alardes de

    ser

    ene-

    miga del gobierno .61 Las medidas que tomaron para asegurar que Senz sa

    liese del pas

    eran

    extremas:

    a seora Senz seguir de inmediato hacia el exterior del pas que ella escoja

    por la va

    de

    Cartagena.

    Se

    previene a las autoridades por

    donde

    pase para que

    la vigilen estrechamente dada su extrema peligrosidad

    y

    atrevimiento. No

    podri

    ser visitada ni por cortesa de oficial alguno del Ejercito.

    a

    acusada debe ser con

    ducida

    en

    silla de manos fuertemente custodiada hasta Punza, lugar

    en donde

    la

    recibir la escolta y debe continuar con ella rumbo a Cartagena.

    6

    60.

    Los

    Patriotas de Corazn,

    Alas

    seoras liberales ,

    (Bogot4i:

    Imprenta de Bruno Espi

    nosa,

    por

    Jos Ayaru 1830) Lecuna, Museo Histrico

    p.

    144.

    61. Uno

    de

    Pombo

    al

    Seor Prefecto-Cartagena, Bogoti, 7 de

    enero

    de 1834, htt:/www.or

    quidea.comlelmalpensante/carbon05.hym.

    62. Vicerue Azuero, Bogot, 7

    de

    enero de 1834, htt:/www.orquidea.comlelmalpensante

    / carbon05.hym.

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    107

    Evidentemente, los oficiales gobernantes de Colombia temieron que

    Senz suscitase un alboroto bastante grande. Vicente Azuero declar que

    su extrema peligrosidad y atrevimiento era razn

    por

    tomar medidas tan es-

    trictas para una sola prisionera.

    El

    hecho

    de

    que

    los gobernantes perciban a

    esta enemiga del gobierno como un personaje tan perjudicial a la nacin

    colombiana que

    la

    tuvieron que desterrar, demuestra que Senz no era tpi-

    ca. Ms bien, el miedo que inspir y la reputacin que gan, sealan que

    aun sus opositores no podan negar el poder personal que posea.

    En 1835, un ao despus, Senz fue expulsada del Ecuador. Vicente Ro-

    cafuerte, segundo presidente de la Repblica ecuatoriana, anul el pase que

    Juan Jos Flores le haba otorgado para visitar a Quito y recuperar sus bie-

    nes. En una carta a Flores, Rocafuerte justific estas medidas, explicando que

    Senz era una amenaza a la seguridad de la Repblica:

    Ella es la llamada a reanimar la llama revolucionaria; en favor de la tranquilidad

    pblica, me

    he

    visto en la dura necesidad de mandarle un

    edecn

    para hacerla

    salir

    de

    nuestro territorio, hasta que la paz est bien consolidada.63

    Segn Rocafuerte, Senz amenazaba a

    la

    tranquilidad pblica

    n

    a la

    paz . Su descripcin de ella insina que era una mujer revolucionaria y po-

    tencialmente violenta. Dos semanas despus, Rocafuerte la desterr del pas

    definitivamente, a pesar

    de

    las quejas

    de

    su colega Flores:

    Pero si Usted (Flores) estuviera aqu, y viera las grandes esperanzas

    que

    fundan

    en su viveza y su audacia, Usted hubiera sido el primero en aconsejarnos una

    medida

    que

    diera la poltica y exige la tranquilidad pblica. Madame

    de

    Stael no

    era tan perjudicial en Pars

    como

    la Senz lo es en Quito, y sin embargo

    el

    gran

    Napolen no vea visiones, y estaba acostumbrada a encadenar revoluciones, la

    desterr de Francia; el Arzobispo Virrey

    de

    Mxico desterr

    de

    la Capital la fa-

    mosa Guera Rodrguez y desde su destierro le hizo una revolucin. Las mujeres

    de

    moral relajada) preciadas

    de

    buenas mozas y habituadas a las intrigas del ga-

    binete

    son

    mas perjudiciales que

    un

    ejrcito de conspiradores.

    64

    Nuevamente, Rocafuerte identific a Senz como una amenaza a la tran-

    quilidad pblica . A pesar de su evidente prejuicio contra las mujeres,

    Roca-

    fuerte reconoci que las grandes esperanzas que Senz inspiraba en el pue-

    blo quiteo sealaban su gran influencia. En

    fin,

    Rocafuerte la desterr del

    Ecuador porque no poda subordinarla ni controlarla.

    63. Vicente Rocafuerte a Juan

    Jos

    Flores, Quito, 14 de octubre de 1835, Villalba, Manue-

    l

    Senz

    p.

    100.

    64.

    Vicente Rocafuerte a

    Juan

    Jos Flores, Quito, 28 de octubre de 1835) Villalba,

    Manue-

    l Senz p.

    102.

  • 7/26/2019 EL PAPEL DE LA MUJER EN LA INDEPENDENCIA.pdf

    24/29

    108

    REF1:ExJN FINAL

    Aunque compartia mucho con sus contemporneas, Manuela Senz s se

    distingui de las dems. Muchas mujeres trabajaron

    en

    benefido de los hom

    bres

    el

    combate de

    Gertrudis

    Espalza.

    Sin

    embargo,

    pocas

    mujeres lucharon

    directamente e independientemente en nombre

    de la

    causa patriota.

    Los

    es

    fuerzos de Manuela Senz eran independientes de los otros complots desa

    rrollados por los lderes patriotas y bolivarianos.

    Ella

    misma protagoniz el

    levantamiento en

    Lima

    la demostradn

    en

    Bogot y la propagadn

    de

    la po

    litica bolivariana. Adems, los soldados patriotas la siguieron a ella en sus

    campaas en ambas dudades. El poder de liderar a los soldados y

    de

    prota

    gonizar estos eventos polticos le gan el destierro de tres pases.

    a

    influen

    cia de Manuela Senz era tan fuerte que ret

    al

    poder de los gobernantes

    masculinos de Colombia y Ecuador. Por lo tanto, acudieron

    al

    nico recurso

    que poda mitigar el poder de Senz y las grandes esperanzas que inspira

    ba: el destierro. Mientras todas las contribudones

    de

    Manuela Senz

    en

    los

    mbitos de

    la

    informadn y el combate eran significativos, es este protago

    nismo independiente el que separa su contribudn poltica a

    la

    Independen

    cia de la

    de

    las dems.

    Estudiar a Manuela Senz a partir de la historia de sus compaeras qui

    teas

    no

    mitiga su importanda histrica.

    Ms

    bien, examinarla dentro de es

    te contexto

    la

    aumenta. Por aos Manuela Senz h sido alabada sin los me

    nores detalles histricos que apoyen tal mendn. Para tratar a Manuela Senz

    como un verdadero personaje histrico es necesario abandonar los elogios

    vaos a su herosmo, y comenzar a reconocer su verdadera contribudn. Los

    lideres de

    la

    Independencia -Bolvar, Sucre y Flores- se distinguan de los

    otros soldados, edecanes y polticos menores por el poder personal y

    la

    ca-

    paddad de liderazgo que posean. De la misma manera, proveer un contex

    to histrico adecuado al estudio de Manuela Senz es rendirle un homenaje

    que verdaderamente merece, por destacarse como una lider influyente en

    las

    campaas independentistas.

  • 7/26/2019 EL PAPEL DE LA MUJER EN LA INDEPENDENCIA.pdf

    25/29

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    que

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    Venancio Arias a

    Juan

    IlIingrot.

    C1.tAlogo 3, 60/139,

    1835 Quito, 14 de octubre. Sobre

    medida

    contra Manuela Senz para impedir

    que

    perturbe la paz pblica,

    de

    .

    M. Gonzlez a las autoridades

    de

    trnsito en

    Guayaquil.

    C1.tAlogo 3,60/142,

    1835 Quito, 28 de octubre. Reitera cumplimiento de disJX>Siciones contra Manuela

    Senz, de J M. Gonzlez al Gobierno

    de

    Guayaquil.

    C1.tAlogo

    3, 60/45,

    1835 Quito, 18

    de

    noviembre. Sobre expatriacin

    de

    Manuela Senz con destino a

    Paita, de J. M. Gonzlez al Gobierno de Guayaquil.

    C1.tlogo 3, 61/117,

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    de

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    de

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    Fondo

    Oiminales,

    C1.ja

    210, 1

    de

    diciembre. De la causa seguida crimi

    nalmente

    sobre

    descubrimiento

    de

    los autores y cmplices del asesinato exe

    cutado en la persona del Exmo.

    Sor.

    Presidente

    que

    fue

    de

    esta Real Audien

    cia Conde Ruiz de Castilla.

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