el papá frente al espejo

7/26/2019 El Pap Frente Al Espejo

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P A T R I C K M O R L E Y

D AV I D D E L K

ESPEJOC M O V E R T U E N T R E G A A D I O S R E F L E J A D A E N T U S H I J O S

F R E N T E A LPapE L


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La misin de Editorial Vida es ser la compaa lder en comunicacin cris-

tana que satsfaga las necesidades de las personas, con recursos cuyo

contenido glorifique a Jesucristo y promueva principios bblicos.

EL PAP FRENTE AL ESPEJOEdicin en espaol publicada por

Editorial Vida 2009Miami, Florida

2009 by Patrick Morley y David Delk

Originally published in English under the ttle: The Dad in the Mirror

Copyright 2003 by Patrick Morley and David DelkPublished by permission of Zondervan, Grand Rapids, Michigan.

Traduccin: Miguel Mesias

Edicin: Wendy BelloDiseo interior: Good Idea productonDiseo de cubierta: Pablo Snyder

RESERVADOS TODOS LOS DERECHOS. A MENOS QUE SE INDIQUE

LO CONTRARIO, EL TEXTO BBLICO SE TOM DE LA SANTA BIBLIA

NUEVA VERSIN INTERNACIONAL. 1999 POR BBLICA

INTERNACIONAL.

ISBN: 978-0-8297-527 -

CATEGORA: Vida cristana/Familia

IMPRESO EN ESTADOS UNIDOS DE AMERICA

PRINTED IN THE UNITED STATES OF AMERICA

0 9 1 0 1 1 1 2 6 5 4 3 2 1

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Contenido

Reconocimientos. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .

Introduccin . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .

. Por qu otro libro sobre cmo ser padre? . . . . . . Cultivar el corazn quiere decir no ser padrepara obtener un buen desempeo en tu hijo

Cultivar el corazn quiere decir romper el ciclo

Cultivar el corazn quiere decir preguntarse:

Por qu mi hijo est haciendo esto?

Directo al corazn: Proteger a tus hijos de la vergenza

. Qu es cultivar el corazn? . . . . . . . . . . . . . . . . . . Cultivar el corazn quiere decir

perseguir el objetivo correctoCultivar el corazn quiere decir discipular a tus

hijos para que amen a Dios y a los dems

Cultivar el corazn quiere decir

expulsar la necedad

Directo al corazn: Lidiar con las presiones

que los paps enfrentan

. Comprende el corazn de tu hijo . . . . . . . . . . . . . . Cultivar el corazn quiere decir tratar con

la doble identidad de cada hijo

Cultivar el corazn quiere decir no caer

en la trampa del desempeo

Cultivar el corazn quiere decir ciruga

del corazn, y no Pepto-Bismol

Directo al corazn: Sanar la herida del padre y la herida de la madre


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. Afirmar el corazn de tu hijo . . . . . . . . . . . . . . . . . Cultivar el corazn quiere decir

dar amor incondicional


proveer estructura

Cultivar el corazn quiere decir te

quiero como tambin no puedes

hacer lo que se te antoje

Directo al corazn: Lidiar con la afliccin

. Races y alas . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Cultivar el corazn quiere decir

ser pap diariamente.

Cultivar el corazn da alas de independencia

Cultivar el corazn da races de seguridad

Directo al corazn: Ritos de transicin

. Lecciones de serpientes y lecciones de palomas .

Cultivar el corazn quiere decir preparar atus hijos para que tomen decisiones sabias

Cultivar el corazn quiere decir preparar

a los hijos para el mundo

Cultivar el corazn quiere decir ser mentores

en cuanto al trabajo, dinero y cmo

llevarse bien con otras personas

Directo al corazn: Ayudar a tus hijos a descubrir su inteligencia

. Ayudar a los hijos a entender su historia

como es debido. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Cultivar el corazn quiere decir saber

qu historias corren por ah

Cultivar el corazn quiere decir ayudar a los

hijos a entender cmo las historias engaan

Cultivar el corazn quiere decir proveer

una historia que es creble y verdadera


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Directo al corazn: Verdades fundamentales

que todo hijo debe entender

. Cultivar en tu hijo un corazn de fe . . . . . . . . . . Cultivar el corazn quiere decir hacer

de lo principal, lo principal


modelar tu amor a Cristo


distinguir entre la iglesia y Cristo

Directo al corazn: Aplicar la Biblia al corazn de tus hijos

. Disciplinar el corazn de tu hijo . . . . . . . . . . . . . Cultivar el corazn quiere decir ayudar a los

hijos a ver lo que hay en sus corazones

Cultivar el corazn quiere decir no

permitir lo que Dios prohbe, ni

prohibir lo que Dios permite

Cultivar el corazn quiere decir balancear

la estructura y la libertad

Directo al corazn: Tratar con las palabrotas

. Sexualidad: De dnde vienen los nios . . . . . . . . Cultivar el corazn quiere decir ensear

el diseo divino para el sexo

Cultivar el corazn quiere decir comunicarse

con tus hijos en cuanto al sexo

Cultivar el corazn quiere decir fomentar una

estrecha relacin personal con tu hijaDirecto al corazn: Cultivar el corazn para un hijo descarriado

. Un hijo que ama a las personas. . . . . . . . . . . . . . .Cultivar el corazn quiere decir ensear

a tus hijos a tener otridad


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nadar contra la corriente

Cultivar el corazn nos recuerda que

amar a otros cambia el mundo

Directo al corazn: Ayudar a tus hijos a lidiar con la desilusin

. Tu corazn primero y luego el de ellos . . . . . . . . Cultivar el corazn quiere decir

entender tu propio corazn

Cultivar el corazn quiere decir ir ms

all del qu? al por qu?

Cultivar el corazn quiere decir desarraigar

las races del pecado y no recoger

las naranjas, pegando manzanas

con cinta adhesiva en su lugar

Eplogo: Pagar el precio . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .

Apndice : S padre de cinco. . . . . . . . . . . . . . . . . . .

Apndice : Una carta a un joven acerca de

una entrevista para un empleo . . . . . . . . . . . . . . . . . . .

Apndice : Recursos recomendados. . . . . . . . . . . . . .

Apndice : Gua para el lder del grupo

de dilogo de paps. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .

Notas. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .


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Introduccin

Si t eres como la mayora de los hombres, tu tiempo es pre-

cioso. No lo desperdiciaremos aqu. Nos gustara presentareste libro haciendo unas pocas promesas sencillas:

Este libro no ser una larga lista de cosas que hacer ono hacer.

Este libro no te va a sepultar bajo una avalancha deculpabilidad.

Este libro emocionar tu corazn porque vers el pa-norama general de ser padre como nunca antes lo has

visto. Este libro te dar las sugerencias prcticas que has es-tado buscando para tratar los problemas prcticos quetodo pap enfrenta.Piensa en un hombre cuyos hijos al crecer le han causado

afliccin. Ahora piensa en un hombre cuyos hijos crecierony le dieron alegra. Esto es lo que est en juego aqu. El pa-dre del justo experimenta gran regocijo; quien tiene un hijosabio se solaza en l (Proverbios :). Nos honra tener la

oportunidad de exponerte estos pensamientos.Un pensamiento especial para padres de adolescentesun pap lo dijo muy bien: Ser padre de adolescentes ha sa-cado de m lo peor. De los catorce a los veintids aos puedeser difcil. Sugerimos que si tus adolescentes se vuelven re-beldes, tengas cuidado de no hacer nada que les haga impo-


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E L P A P F R E N T E A L E S P E J O

sible volver a ti. Evita todo lo que daara permanentementetu relacin personal. Sinceramente pensamos que si absor-bes y aplicas las siguientes lecciones en cuanto a cultivar elcorazn, ellos, con el tiempo, volvern a ti.

Y si no lees ni una sola pgina ms de este libro, por fa-vor, dile todos los das a cada uno de tus hijos te quiero yme siento orgulloso de ti.


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C A P T U L O

Por qu otro librosobre cmo ser padre?

P sobre cmo ser padre?Esa fue la pregunta que de inmediato nos vino a la

mente cuando decidimos escribir este libro; y merece unarespuesta.

La respuesta breve es esta: este libro te mostrar cmopasar de ser padre para obtener un buen desempeo en tuhijo a cultivar el corazn. Pero, qu queremos decir con

cultivar el corazn y por qu es tan importante?

CULTIVARELCORAZNQUIEREDECIRNOSERPADREPARAOBTENERUNBUENDESEMPEOENTUHIJOIncluso el observador ms embotado, dando apenas un bre-ve vistazo a las estadsticas, puede ver que el estado de la fa-milia est empeorando, y no mejorando. As que, cul es elproblema? Se debe a que los hijos estn destrozando a susfamilias? A veces, pero es la excepcin. Se debe a que lasmadres estn abandonando a sus hijos? De vez en cuandose oye una historia sensacionalista como esa, pero solo raravez. Quin, entonces, es el ms responsable de esta crisis?Podra ser que los padres no estn preparados para mante-ner unidas a sus familias?

Pensamos que es cuestin de los paps.


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No nos entiendas mal. La mayora de los paps quierenhacer lo correcto; simplemente no saben qu es ni cmohacerlo. As que hacen lo mejor que pueden para controlarla conducta, mantener la paz, estimular mejores califica-ciones, mantener a mam contenta, y salir del paso. Enresumen, ellos son padres que buscan un buen desempe-o en sus hijos. Debido a que la mayora de nosotros soloconocemos el modelo de criar a tus hijos para que se des-

empeen bien, incontables paps (que en realidad quierenhacer lo debido) ms bien estn alienando a otra generacinde chicos. Transmiten los pecados de sus padres, repitiendoel ciclo en lugar de romperlo.

Este libro, que se basa en el evangelio, te mostrar cmoedificar unsistemade crianza para cultivar el corazn detus hijos. As que, cul es nuestra respuesta a la pregunta?En efecto,necesitamos otro libro acerca de cmo ser padres,un libro acerca de cmo cultivar el corazn de tus hijos que

te ayude a romper el ciclo de ser padre para obtener un buendesempeo en tus hijos.

CULTIVARELCORAZNQUIEREDECIRROMPERELCICLOTenemos una segunda razn, ms personal, para escribir es-te libro. Cuando un pap que se cri en un hogar disfuncio-nal rompe con el pasado, pone a toda una familia en un nue-vo curso durante muchas generaciones. Suena exagerado?

En realidad, ambos sabemos por experiencia propia el poderde un padre que rompe el ciclo y cultiva el corazn. Lo sabe-mos, porque nuestros padres rompieron el ciclo para nosotros,para nuestros hijos y para los hijos de nuestros hijos.

La historia de Pat

Cuando mi pap, Bob, tena apenas dos aos, su padre aban-don a la familia. Para pagar los gastos Harry, el hermano


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P O R Q U O T R O L I B R O S O B R E C M O S E R P A D R E ?

mayor de mi pap, se fue a trabajar en un camin repartidorde pan antes de clases, y en una carnicera despus de clases,y en una gasolinera los fines de semana; a los diez aos.

Cuando mi pap cumpli seis aos, l tambin fue atrabajar, ayudando en el camin repartidor de pan y repar-tiendo peridicos. Los hermanos se levantaban a las :a.m. todos los das y tenan una nota permanente por llegartarde a la escuela.

La mam de mi pap, Mae, tuvo un derrame cerebral. Lafamilia pronto perdi su pequea granja y se mud a la ciu-dad para vivir con dos hermanas de Mae. Estas dos mujerescriaron a mi pap y a sus tres hermanos. E hicieron un grantrabajo! Dios les dio a estas mujeres gracia, y Dios mismo seconvirti en el pap de mi pap. Dios dijo que l sera Padrede los hurfanos y defensor de las viudas (Salmo :).

Mi pap nunca supo lo que es el calor del abrazo de unpadre, nunca sinti el escozor del bigote de su pap, nun-

ca oy a su pap silbar o cantar mientras trabajaba, nuncaoli sus ropas de trabajo, nunca lo oy bromear o leerle uncuento al irse a la cama, nunca lo oy decir te quiero, hijoo estoy orgulloso de ti, hijo, nunca recibi la aprobacino direccin de un padre, y tuvo que adivinar lo que queradecir ser un padre para m.

El legado de pap

Mi pap falleci el ao pasado. Pap nunca quiso que su le-

gado se contara en dinero o en logros. l tena una misinen la vida: romper el ciclo. Por su determinacin y sacrificio,mi pap estuvo decidido a darnos a mis tres hermanos y am lo que l se perdi.

Tengo muchos recuerdos preciosos. Mi pap me que-ra. Mi pap invirti en mi vida. Me dio su tiempo. Asisti


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a mis partidos. Me llevaba a trabajar con l. Compartamoslas tareas en las dos y media hectreas en donde vivamos.Mi pap me ense lo que quiere decir ser un hombre: c-mo vivir con integridad, cmo practicar una fuerte tica detrabajo y cmo tratar a una mujer. Hoy soy lo que soy porquemi pap rehus seguir las pisadas de su padre.

Como todo hombre que no cuenta con tener un buenpadre, mi pap tuvo que decidir si iba a repetir los pecados

de su padre o romper el ciclo. Por la gracia de Dios, mi pa-p escogi ser un hombre de verdad. Mi pap lleg a ser elhombre que fue a pesar de su padre, mientras que yo soy loque soy en gran parte debido a mi padre.

Al considerar la vida de pap y las probabilidades quetena en su contra, por la gracia de Dios he llegado a com-prender algo importante. Mientras que se mide el xito ylegado de algunos hombres por cun lejos llegan, uno captael secreto del xito y del legado de mi padre solo al ver de

cun lejos vino.Pero no todo era perfecto en el paraso. El problema era

que pap no saba cmo ser un padre normal. l saba c-mo l no queraser, pero no tena ninguna imagen mentalde lo que quera ser. As que necesit, citando las palabrasde Janet Woititz, experta en sistemas de familias disfuncio-nales, adivinar lo que es la conducta normal.

Mi pap y mi mam acudieron a la religin. Queran criar-

nos en la iglesia. Buscaban ayuda para criar hijos normales.

Lamentablemente, aunque nuestra iglesia tena muchas bue-nas cualidades, no tenan visin ni estrategia para ayudar a

mi pap a llegar a ser un hombre, esposo y padre consagrado.

As que parte de este relato es triste. Mi pap quera romper

el ciclo, pero en su lugar, a los cuarenta aos, despus de ser-

vir en todos los cargos posibles de liderazgo de la iglesia, sac


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de la iglesia a nuestra familia. Yo estaba en el cuarto curso de

secundaria en ese tiempo. Eso arroj a nuestra familia a una

espiral descendente durante veinticinco aos, de lo cual es

ahora que se est recuperando.

Es interesante. Pap quera romper el ciclo. Eso tenaque haber tomado veinticinco aos. Mi pap, por la graciade Dios, edific lo suficiente en mi vida como para que yopudiera romper el ciclo para mis hijos. Pero tom cincuenta

aos, y no veinticinco. Nuestra familia atraves, y yo atrave-s, veinticinco aos adicionales de dolor y desdicha porquenadie le ense a mi pap lo que, irnicamente, l quera sa-ber. Qu clase de dolor? Yo empec mi vida adulta como unjoven lleno de ira. Mi hermano Robert muri a los treinta yun aos de una sobredosis de drogas. Mis otros hermanos,aunque ahora les va bien, han luchado con muchos retos dif-ciles. No puedo dejar de preguntarme:Cmo habra sido simi pap hubiera pertenecido a una iglesia que lo discipulara

para ser un hombre, esposo y padre consagrado?Habransido diferentes nuestras vidas?Nunca lo sabr; pero t pue-des llegar a ser un padre discipulado en la iglesia.

John, mi hijo, se cas hace poco. Un da l y yo estba-mos hablando acerca del tipo de profesin que quiere seguir.Pap, me dijo, t siempre asististe a mis partidos. Esoen realidad signific mucho para m. Eso es lo que quieropoder hacer para mis hijos. Necesito una profesin que mepermita hacer eso.

Es verdad, yo estuveall. Estuve presente porque, aunquemi pap no saba exactamente qu hacer, s estuvo presenteen mis actividades. Debido a que mi pap rompi el ciclo yestuvo presente, aunque fuera de forma imperfecta, yo pudeofrecerles a mi hijo e hija un legado enteramente nuevo. Seaque tu experiencia de ser padre se parezca ms a la ma, a la


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de mi pap, o a la del pap de mi pap, en este libro David yyo te relataremos algunas lecciones que te ayudarn a culti-var el corazn de tus hijos.

La historia de David

Mi padre, Bill Delk, es mi hroe. Ningn hombre que yo co-nozca ha empezado con tan poco y terminado con tanto.

Pap creci en una familia pobre en la zona rural de

Carolina del Sur. Su padre, un verdadero hombre del rena-cimiento, triunfaba en casi todas las tareas: reparacin demquinas, carpintera, agricultura, negocio de camiones,negocios de madera y pulpa de madera, vendiendo y com-prando legumbres, cosiendo (sirvi en la Infantera de laMarina como sastre) y trabajando como guardia en la crcel.Mi abuelo le ense a mi pap muchas habilidades prcticas,incluyendo cmo reconstruir el motor de un tractor. Que-ra a su familia y generosamente ayudaba a los necesitados.

Todos en la comunidad queran ser sus amigos.Solo haba un problema: esas cosas eran ciertas solocuando l estaba sobrio, y mi abuelo nunca estuvo sobrio du-rante ms de seis meses a la vez. Pap se senta avergonzadocuando sus amigos se burlaban del padre. l vea cmo sedesperdiciaba en licor el dinero que se podra haber usado enropa o comida. La familia de pap nunca tuvo un televisor,ni telfono y ni siquiera un bao dentro de la casa. Lo peorde todo, pap viva en un temor constante de lo que su padre

pudiera hacer para abochornar a la familia.El alcoholismo de mi abuelo ech toda la responsabi-lidad sobre los hombros de mi padre a una edad muy tem-prana. l se convirti en un padre postizo para sus herma-nos menores. Tambin administraba el negocio: manejabala cuenta bancaria, haca reparar los equipos, ayudaba a su


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madre a convencer a los comerciantes para que les vendierancomestibles a crdito y pagaba lo suficiente a los acreedorespara impedir que les incautaran los equipos.

A los catorce aos mi pap ayudaba al abuelo en el nego-cio maderero. Muchos sbados el abuelo estaba demasiadoborracho como para pagarle a los obreros o desempear susresponsabilidades, as que pap tena que atenderlo todo enlugar del abuelo. Conduca hasta el local del comprador de

pulpa de madera para recoger el dinero de la semana. Luegoiba al banco, depositaba el cheque y sacaba efectivo. Calcu-laba el sueldo de los trabajadores, deduca del sueldo de cadauno lo que haba pedido prestado, y les pagaba en efectivolos sbados por la tarde. Mi abuelo se quedaba en la camio-neta todo el tiempo, ya fuera dormido o abochornando a mipap con su conducta.

Mi abuela no iba a la iglesia cuando el abuelo estaba bo-rracho, por temor a que l fuera a buscarla. Pero pap tena

una ta que lo llevaba a la iglesia. Por medio de esta iglesia llleg a la fe en Cristo, e hizo un voto de que, con la ayuda delSeor, vivira una vida muy diferente a la de su padre.

Despus de graduarse de la secundaria, pap se fue a launiversidad Georgia Tech, contando solo con un lugar don-de alojarse (con su ta y to), un trabajo para los meses enque no estudiaba y diez dlares en el bolsillo. Los $ quese gan en los primeros tres meses de trabajo apenas fueronsuficientes para cubrir la matrcula del primer semestre.

Desde mucho antes ya l haba decidido darle algo mejora su familia. Para l esto quera decir proveer materialmentey, lo que era ms importante, proveer espiritualmente. Co-mo padre, invirti para poner un cimiento espiritual en sushijos. Hoy yo soy lo que soy porque Dios, en su gracia, medio un pap fiel que rompi el ciclo.


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Cualquiera que haya sido tu experiencia al crecer, cual-quiera que sea el legado que hayas recibido de tu pap: bue-no, malo o nada, hay esperanza. Pat y yo sinceramente pen-samos que este libro te preparar plenamente para ayudara tus hijos a amar a Dios y amar a otros de todo corazn. Sies necesario, puedes romper el ciclo. Puedes dejar un lega-do importante.

CULTIVARELCORAZNESELPLANDEDIOSLa familia yace en el centro del plan de Dios. Desde el mis-mo principio Dios plane que, por medio de la familia, sumensaje pasara a las generaciones futuras (Deuteronomio; Salmo ).

Imagnate que ests en la iglesia un domingo por la ma-ana. Deja que tu mente se pasee por la congregacin. Echaun vistazo a diez adolescentes sentados cerca de ti. All estJaime que trabaja en un supermercado. Rebeca, que vive enla otra calle, est sentada con sus padres. Luis conversa envoz baja con su novia, Tamara.

Con las caras de esos jvenes todava en tu mente, con-sidera esto: ochode esos diez adolescentes con toda proba-bilidad abandonarn la iglesia antes de terminar su ltimoao de la secundaria, y solo cuatrode ellos volvern.Porqu? Qu sucede? Y, qu podemos hacer al respecto? Deeso precisamente trata este libro.

De acuerdo con dos profesores de una universidad deBoston, hemos entrado en el perodo de mayor transferen-cia intergeneracional de riqueza en la historia. Predicen quela increble cifra de , mil millones de dlares pasar depadres a hijos durante los aos de al .Y, sin em-bargo, al mismo tiempo estamos despilfarrando una granherencia espiritual; tanto que, en muchos casos, queda muypoca riqueza espiritual para transferir a la prxima genera-


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cin. Al ver que ms y ms jvenes se alejan de Cristo y desu iglesia, uno no puede dejar de preguntarse:Qu va a serde nosotros? Permanecer la iglesia como una fuerza viable

en el mundo de aqu a cuarenta aos?Docenas de otras pre-guntas igualmente escalofriantes exigen respuestas.

La Biblia nos muestra que esta declinacin empiezacuando una generacin de paps deja de entregar los bie-nes a la prxima generacin. Jueces : observa: Tambin

muri toda aquella generacin, y surgi otra que no conocaal S ni saba lo que l haba hecho por Israel. Y, qu lessucedi? Los siguientes versculos muestran que esta nuevageneracin hicieron lo que ofende al S, abandona-ron al S, y siguieron a otros dioses y los adorarony provocaron as la ira del S.

Y, qu les hizo Dios? Jueces :- nos dice que el Seorse enfureci contra los israelitas y los entreg en manos deinvasores que los saquearon. Los vendi a sus enemigos que

tenan a su alrededor, a los que ya no pudieron hacerles fren-te (al llegar a este punto piensa en licor, drogas, pornogra-fa, madres solteras, enfermedades de transmisin sexual,materialismo y cosas por el estilo). Dios se opuso a ellos du-rante un tiempo y ellos sufrieron grandemente.

Ninguno de nosotros, los paps, luego de al menos unmomento de reflexin, transferira a sabiendas esta clasede tragedia a nuestros hijos. Sin embargo, muchos de noso-tros recibimos este tipo de legado de nuestros paps, y ahora

estamos repitiendo el ciclo. Por eso sugerimos que a menosque Dios intervenga para enfocar los corazones de los padreshacia los hijos, perderemos toda esta generacin de chicos.

Frederick Taylor, el padre de la organizacin cientficadel trabajo, dijo: Su sistema est perfectamente diseadopara producir los resultados que usted est recibiendo.


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Imagnate que eres fabricante de bicicletas, y toda tercerabicicleta sale de la lnea de ensamblaje sin la rueda delantera.Tu sistema de fabricacin est diseado perfectamente paraproducir estos resultados defectuosos. As tambin sucedecon la familia. Muchos padres creyentes tienen un sistemaperfectamente diseado para producir resultados medio-cres e incluso devastadores.

Aunque la mayora de los paps creyentes diran que su

preocupacin nmero uno es asegurarse de que sus hijos secren bien, muchos de estos paps parecen estar atascados enpiloto automtico. Simplemente esperan y oran pidiendo quede alguna manera, por algn milagro, por la gracia de Dios, sushijos vivan para Cristo. Quieren a sus hijos, pero les concedendemasiada libertad (cualquier maestra de jardn de infantesmencionar la disciplina como el problema nmero uno).

Los paps ms diligentes a menudo piensan que debenlograr que sus hijos hagan todas las cosas bien. Se esfuerzan

mucho para hacer que ellos se ajusten y vivan a la altura deun conjunto de expectativas. Pero no se concentran en el co-razn de sus hijos. Por eso muchos hijos morales al crecer,rechazan a Cristo. Dicen: Todo lo que le interesaba a papera que yo obedeciera; pero en realidad nunca se interes enm. No en lo personal.

Necesitamos un sistema de crianza que est perfec-tamente diseado para discipular a nuestros hijos para queamen a Dios y a otros de todo corazn.

CULTIVARELCORAZNQUIEREDECIRPREGUNTARSE:PORQUMIHIJOESTHACIENDOESTO?Como casi todas las ideas que cambian la vida, el mensajecentral de este libro es sencillo. Durante demasiado tiempola mayora de los padres han cado en una de dos categoras:los que descuidan amar y educar a sus hijos; y los que mera-


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mente se concentran en tratar de lograr que sus hijos haganlas cosas debidas.

Ambos mtodos conducen a callejones sin salida. Sa-bemos que muchos hombres anhelan algo ms, porque lesomos decirlo todo el tiempo. Creemos que este algo msse puede hallar en lo que llamamos cultivar el corazn.Deseamos ayudar a los hombres a recuperar el espritu deDeuteronomio , Salmo , y Marcos :-.

Nuestra premisa es que los padres necesitan empezarpor hacerse una pregunta diferente; no es quest hacien-do mi hijo? sino por qumi hijo est haciendo esto? Elpadre no debe concentrarse en lograr que sus hijos haganlas cosas debidas sino ms bien en que amen de corazn aDios y a los dems. Si nuestros hijos aman a Dios con todosu corazn, alma, mente y fuerza, tendrn como resultadouna conducta correcta.

Este libro te presentar un reto y te entusiasmar. Aun-

que ninguno de nosotros se inclina a la fanfarronera nitampoco al alarde, creemos en este mensaje con tanta con-viccin que tenemos una proposicin sencilla para ti: te re-tamos a que leas este libro y no cambies.

Avancemos!En el siglo cuarto a.C., Felipe de Macedonia se apode-

r del control de varias ciudades del norte de Grecia. EnAtenas, los dos ms grandes oradores polticos de la poca,Iscrates y Demstenes, hablaron del peligro. Iscrates, un

maestro, se asegur de presentar bien los datos. Demste-nes, por otro lado, se preocup no solo de lo que era verdadsino tambin de lo que se poda hacer verdad mediante lasacciones que l defenda.

Ambos hombres hablaron de la amenaza que presentabaFelipe. Cuando Iscrates termin, la gente dijo: Qu bien


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habla! Pero cuando Demstenes habl, dijeron: Marche-mos contra Felipe!

Hombres, en este libro les daremos los hechos en cuantoa ser padres; eso lo prometemos. Pero a menos que este librocambie el curso de tu familia por las generaciones venideras,no quedaremos satisfechos.

Cultivar el corazn es el mtodo bblico y lo que hizo Je-ss, y es el mtodo que puede estimular el mayor avivamien-

to de la historia. Debido a que este libro presenta la verdadbblica de una manera en gran parte abandonada por gene-raciones de padres, creemos que tiene el potencial de cam-biar al mundo, a una familia y a un hijo a la vez.

Hombres, necesitamos una revolucin en la crianza. Lospadres deben ver que su misin no es meramente lograr quesus hijos se porten bien, sino que crean lo correcto. La Bi-blia declara de Elas: l har volver el coraznde los padreshacia los hijos (Malaquas :, , cursivas del autor). Es

una cuestin del corazn. Necesitamos padres que luchenpor el corazn de sus hijos!

Estamos convencidos de que este libro contiene la ver-dad que has estado buscando. As que ven, acompanosen este peregrinaje y veamos a dnde nos conduce Dios. Estiempo de marchar!

Empezaremos en el siguiente captulo con un vistazo alo que quiere decir cultivar el corazn de tu hijo.


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LAESENCIADELASUNTO

La familia est empeorando, y no mejorando; y se debe en gran parte alos paps.

La mayora de los padres quieren hacer lo correcto, pero todo lo quesaben es criar para buscar un buen desempeo.

Tanto el padre de Pat como el padre de David rompieron el ciclo, dando asus familias un nuevo curso para generaciones futuras.

Solo el sesenta por ciento de los hijos que se cran en la iglesia se quedanen la iglesia como adultos.

Cultivar el corazn yace en el centro del plan de Dios. Cultivar el corazn quiere decir preguntarse: por qu mi hijo est ha-

ciendo esto?

T Preguntas para la aplicacin y el dilogo

. De qu manera tu experiencia se parece a la de Pat oa la de David? En qu difiere? Qu lecciones puedesaprender al considerar el legado de tu propia familia?

. Lee Deuteronomio :- y Salmo :-. Cmo mues-tran estos pasajes que los padres tienen un papel crucialen el plan de Dios para el mundo?

. Antes de empezar cualquier ejercicio espiritual, es bue-na idea decidir cun dispuesto ests a permitir que Dios

obre en tu vida. Qu esperas ganar al leer este libro?


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DIRECTOALCORAZNProtege a tus hijos de la vergenza

Recuerdas ese sentido de vergenza que sentiste cuandonio?

Tal vez tu padre dijo algo que te lastim los sentimientos: No has sido si-no un problema desde que naciste, o, Eres un holgazn y no sirves para

nada!

Tal vez un hermano o hermana te dijo: Lrgate de aqu; no sirves para jugarcon nosotros!

Tal vez le contaste a un amigo un secreto que pensabas que quedara entrel y t.

La mayora de nosotros puede recordar vvidamenteocasiones cuando otros nos hicieron avergonzar. A menu-do simplemente fue otro escollo en el camino que tuvimos

que superar. Pero a veces estos escollos nos devastaron. Unhombre de cuarenta y cinco aos dijo: No importa lo queyo hiciera, jams pude complacer a mi padre.

Qu hace de la vergenza una fuerza tan poderosa?Golpea en la misma esencia de nuestra identidad y dig-nidad como personas hechas a la imagen de Dios. La ver-genza envenena el corazn. La vergenza le dice a unania la mentira de que debe cuidarse y que nadie la quierepor lo que ella es. No podemos cultivar el corazn y aver-

gonzar a nuestros hijos al mismo tiempo.Considera tres ideas importantes que te ayudarn a

evitar avergonzar a tus hijos.

Cuida lo que dicesNo puedo creer que hayas hecho algo tan tonto. Por


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qu no tratas de pensar alguna vez? Eso es lo ms ridcu-lo que jams he odo en mi vida.

Tal vez todava puedes ver u or a tu padre cuando tedeca cosas as. Tal vez t mismo les hayas dicho eso, o algoparecido, a tus hijos. Cuando hablamos as, nuestros hijosse sienten atacados y humillados. Oyen el desdn y disgus-to en nuestra voz. Qu crees que esto le hace al corazndel nio? Es como tomar un soplete y dirigirlo a una vela

de cera: derrite el alma.

Trata a tus hijos con respetoNecesitamos tratar con respeto a nuestros hijos. Muy a me-nudo tratamos a nuestros hijos de forma diferente a la quetratamos a otros. Les hablamos con un tono de voz que ja-ms pensaramos en usar con otros. Los obviamos cuandonos hablan o les damos solo una porcin de nuestra aten-cin mientras mantenemos un ojo en el partido de pelota.Cuando hacemos que nuestros hijos se sientan como unainterrupcin o una inconveniencia, producimos vergenzaen sus corazones.

Evita expectativas irrealesLos hijos sienten vergenza cuando esperamos que ellosrazonen o se desempeen en un nivel superior a sus capa-cidades. Cuando Beto, de cuatro aos, abri la puerta delrefrigerador y tumb a su hermanito, en realidad no tenani idea de que su hermano estuviera detrs de l. Esteban

de once aos, no consider que tomar una hora ms paraterminar sus tareas quera decir que se perdera el gran

juego de pelota por televisin. Y Tamara, de quince aos,nunca pens que no terminar su proyecto el jueves por lanoche quera decir que probablemente no podra ir al pic-nic del sbado con la familia.


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Tal vez queremos que nuestros hijos piensen comoadultos, pero no pueden. Es cierto que debemos discipli-narlos por actitudes y conductas inaceptables, pero no po-demos denigrarlos o esperar que piensen como adultos.Para cultivar el corazn necesitamos tener expectativasapropiadas para nuestros hijos y gentilmente ayudarlos acrecer en su capacidad de razonar.

Cultivar el corazn quiere decir permitir que tus hijos

sean nios. Quiere decir celebrar lo que Dios les ha hechoser ahora mismo, antes que denigrarlos porque todava noson lo que llegarn a ser. Cuando los hijos sienten graciay aceptacin de su padre, sus corazones se fortalecen conamor hacia Dios y hacia otros.


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el papá frente al espejo

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