el orientador educativo como chivo expiatorio ante un posible caso de acoso escolar
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Cuando un posible caso de acoso escolar acaba en suicidio, ¿quiénes son los culpables? El caso de Mónica y su orientador educativo como chivo expiatorio (DOCUMENTO DE TRABAJO PARA LA REFLEXIÓN) 15-11-2012TRANSCRIPT
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Cuando un posible caso de acoso escolar acaba en suicidio,
¿quiénes son los culpables?
El caso de Mónica y su orientador educativo como chivo expiatorio
(DOCUMENTO DE TRABAJO PARA LA REFLEXIÓN)
Recopilado por Alberto del Mazo (@alb_del_mazo) Noviembre de 2012
Recojo de forma esquemática los detalles de la noticia que han sido publicados a través de las
agencias, varios diarios nacionales, el diario local La Tribuna de Ciudad Real, la declaración
oficial del Consejero de Educación de Castilla La Mancha, y noticias en televisión, como la
emitida en Antena3. Es posible que algunos de estos datos no sean totalmente exactos porque
hay algunas contradicciones entre unos medios y otros.
Nada hay comparable al dolor que debe sentir la familia y todo el entorno cercano a Mónica,
incluyendo a sus compañeros de clase, profesores, equipo directivo y al propio orientador. Serán
los organismos competentes quienes establezcan posibles responsabilidades en este caso. El
objetivo de este documento es servir de punto de partida para analizar el juicio mediático al rol
de los orientadores educativos e invitar a una reflexión profunda a toda la comunidad educativa
para que no nos limitemos a culpabilizar a una sola de las partes de la escuela como sistema.
Mónica, de 16 años, cursaba 2º de la ESO. Era la tercera de cinco hermanos de una familia
ecuatoriana que llegó al municipio hace 5 años y que comenzó en el instituto hace 2 años.
El curso pasado Mónica sufrió una agresión física a las puertas del instituto, aunque el incidente
quedó aclarado "sin mayores consecuencias para los agresores", según su tía.
Según María, su sobrina Mónica tenía un carácter «apocado», débil y frágil, y se pasaba el día
llorando. Le costaba hacer amistades. Este curso su mejor amiga se había trasladado a otro instituto y
se encontraba muy sola.
Mónica le contó a su padre, Juan, que "cuando quería entrar al baño, se ponían una o dos chicas en la
puerta y no la dejaban pasar. Y en el transporte no le querían dejar un asiento y cuando había alguno
disponible venía una chica y ponía su mochila para que fuera de pie".
María afirma que eran tres compañeras de su sobrina Mónica quienes le hacían la vida imposible
desde que cogía el autobús de ruta escolar para llegar al instituto. «Eran tres compañeras que le
instaban a largarse a su país», afirma María. No la dejaban entrar al baño, se burlaban
constantemente de ella porque llevaba ropa usada o le impedían coger asiento en el autobús escolar".
"Yo le decía, defiéndete, haz algo. Ella decía que estaba sola y que nadie la defendía, que todos iban
contra ella". «Mi hija, su prima, se había puesto en contacto con una de ellas vía Tuenti para intentar
resolver el problema»
Según sus profesores, Mónica era retraída, callada y no mostraba mucho interés en relacionarse con
los demás.
Los profesores de Mónica notaron en ella un cambio de comportamiento e hicieron "intentos para
integrarla" sentándola con diferentes compañeros para fomentar su socialización.
Un buen número de estudiantes comentaron tras su muerte que, pese a que solían verla por el
instituto, no sabían que tuviese problemas con otros estudiantes.
Algunos de los compañeros de centro de la adolescente reconocieron tras su muerte que había otros
chicos que «se metían con ella» y que ésta «solía ir sola por el patio y no tenía muchos amigos».
Debido al elevado número de faltas de asistencia a clase de esta alumna, la dirección del instituto se
puso en contacto vía telefónica con su padre en dos ocasiones desde que se inició el presente curso
escolar.
Según Juan, su hija tenía miedo a ir a clase y por eso él, que está en paro, decidió empezar a llevarla
y recogerla a la puerta del instituto.
Mientras en el mes de septiembre esta alumna faltó solo una vez, en el mes de octubre lo hizo hasta
en 15 ocasiones y seis en noviembre.
Los profesores no sospecharon ni vieron indicios de que se estuviera incomodando a la menor, que
no comunicó a los docentes que se sentía acosada ni que quisiera cambiarse de instituto.
Entre la últimas frases que Mónica escribió en Tuenti: «Ya que no hicimos algo bueno hoy,
intentemos hacer algo bueno mañana» y «Qué difícil es ser feliz».
El martes, María, la tía de Mónica, llamó a un teléfono de ayuda a víctimas de acoso. Le dijeron que
lo mejor era que el padre fuera al instituto. .
El miércoles el padre de Mónica se quejó verbalmente ante el director del instituto del clima de
convivencia del centro y solicitó el traslado de centro de su hija. Según la tía, «le dijeron que para
matricularla en otro centro el problema debía ser grave»
El orientador se reunió ese mismo día, el miércoles, con Mónica y su padre. Mónica le indicó que
dos compañeros le molestaban.
El orientador se reunió "inmediatamente" (¿miércoles?, ¿jueves?) con dichos compañeros y los
padres de los mismos.
El orientador determinó el jueves, como reflejó en un informe, que no se trataba de un caso de
"reiterado acoso entre iguales", condición que establece el protocolo de maltrato entre iguales para
trasladar a la menor a otro centro.
El jefe de estudios se reunió con el padre y ofreció a Mónica un cambio de clase y de compañeros
para mejorar su estancia en el instituto. Según la madre, Mónica dijo hasta tres veces: "Yo no me
quiero quedar aquí, ..."
El viernes, Mónica engañó a su familia no subió al autobús del colegió, subió a la parte de arriba de
su casa y se intentó ahorcar con una cuerda. Falleció el lunes en el hospital. Sus órganos han sido
donados por deseo de la familia.
El martes, el padre se dirigió a la Guardia Civil para presentar una denuncia contra el jefe de
estudios, el orientador y el tutor.
Las redes sociales, sobre todo Tuenti y Twitter, se llenaron de mensajes de alumnos del instituto:
podemos leer frases como «se veía venir, porque no era normal cómo la trataban», o autocríticas
como «Tanto lo sentís por lo de Mónica pero muchos de nosotros vamos acosando a gente sin darnos
cuenta. Me lo apunto a mí mismo».
El consejero de Educación comunicó el martes que abrirá una investigación para esclarecer lo
ocurrido y depurar responsabilidades "si las hubiera". «En el instituto se está terminando un informe
que se va a poner a disposición judicial para que sea más fácil averiguar cuáles han sido los motivos
que han provocado el fallecimiento de esta niña».
En las próximas páginas, tres apartados con opiniones en Twitter y varios comentarios del diario El Correo:
El orientador, ¿chivo expiatorio?
Defendiendo el papel del orientador.
Opiniones de los alumnos.
EL ORIENTADOR, ¿CHIVO EXPIATORIO?
DEFENDIENDO EL PAPEL DEL ORIENTADOR
OPINIONES DE LOS ALUMNOS PARA LA REFLEXIÓN
Recopilado por Alberto del Mazo (@alb_del_mazo) - 15-11-2012