el nuevo año magico
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EL NUEVO AN O MAGICO
El hogar mágico siente el efecto de las estaciones lo mismo que los seres humanos.
Las prácticas de los rituales caseros se asocian con las estaciones y muchos
festivales antiguos. Siguiendo estas costumbres, puede entonar su casa con las
estaciones y los poderes que están detrás de ella.
Empecemos nuestro año mágico con la Navidad, o alrededor del 21 de diciembre.
Esta era una antigua fiesta pagana para conmemorar el nacimiento de deidades
solares, como Mitra; sólo más tarde llegó a ser una de las fiestas más santificadas
del calendario cristiano. Las costumbres y orígenes paganos de la Navidad han
calado profundamente, y muy pocos hogares no siguen esta tradición. Una de las
costumbres más comunes es la de poner en casa un árbol de pino y decorarlo.
Se pueden hacer muchas actividades mágicas en esta época del año.
En la antigüedad una de las más importantes era hacer hogueras. Este fuego
sagrado se hacía para dar fuerza y vida al Sol, el cual se creía que renacía en
el Solsticio de Invierno. En los últimos tiempos el fuego fue domesticado y
traído dentro de las casas con la forma de tronco navideño. Se elegía un
tronco grande, se le arrastraba a la casa y se preparaba para ser utilizado. Se
tallaban soles, figuras masculinas y otros símbolos mágicos en su superficie,
y se decoraba con hojas.
Si desea quemar un tronco de Navidad, ¿por qué no decora uno? Bata
parafina derretida con un batidor de mano hasta que esté blanda y que se
pueda extender, unte el tronco para pegar ramas de pino y cedro, piñas,
muérdago, romero, acebo u otras plantas.
Después, con lo que ha quedado del tronco del año anterior (si lo hay),
encienda un fuego la noche anterior a la Navidad. Asegúrese de que arda
hasta la mañana siguiente. Lo mejor sería que el tronco siguiera ardiendo
durante tres días o más, pero pocas chimeneas tendrían espacio para un
tronco tan grande.
Cuando se siente al lado de la chimenea observando el fuego, beba sidra o
cerveza, bebidas típicas de esa noche.
Si no tiene chimenea, puede hacer una vela de Navidad. Compre la vela
más grande, más ancha y más roja que encuentre. O mejor, haga una. Con
un picador de hielo, grabe un sol ardiente en un lado de la vela, colóquela
en una palmatoria o plato resistente al fuego. Rodee su base con acebo, pino,
muérdago, cedro, romero, laurel, enebro u otras plantas de hoja perenne.
Queme la vela la noche de Navidad. Si quiere que se queme durante toda la
noche, colóquela en un caldero, o en un plato grande, y rodee el caldero con
las plantas.
Colocar acebo, muérdago y un árbol en la casa durante la época de
Navidad, introduce la esencia de la naturaleza durante los meses más
oscuros del año, refresca las energías del hogar y nos recuerda el
crecimiento y vida de la Tierra.
Scott Cunningham