el nudo gordiano

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  • CURSO DE COSAS SABIDAS El nudo gordiano

    JiiSTE popular nudo, quizs el nico de los nudos que haya alcanzado los beneticios de la popular ciudad (su historia es de aquellas que dan por sabida aun los que no la saben), vie-ne dando buen juego en la retrica hace la friolera de trein-ta y cuatro siglos, ms menos. Como se v, es ya un nudo de edad provecta y que puede decir algo de la mentada no-che de los tiempos.

    Fu, en electo, all por el siglo XIV antes de Jesucristo, la respetable historia as lo dice aunque declinando la respon-sabilidad del dato en su seora madre la Tradicin, cuando los frigios, pueblo del Asa menor que hoy constituye una jurisdiccin de la Turqua asitica, se encontraron sin rey; y como los pueblos han dado muchas veces en la flor de con-siderar que los reyes son una cosa necesaria aunque cara y un poco grotesca, sentirse los buenos frigios sin rey y echar-se buscar uno fueron hechos simultneos. Pero no se en-cuentran reyes la vuelta de cada esquina; al menos reyes que el destino haya sealado con algn signo de predileccin; porque pelagatos que se crean dignos del trono y an de la inmortalidad se encuentran siempre en abundancia.

    Los frigios resoh'ieron, pues, consultar al destino, que se manifestaba entonces por medio de orculos, y el orculo les declar que en los altos designios estaba que fuera ungido rey el que, habiendo entrado el primero al templo de Jpi-ter en Gordium,capital de la antigua Frigia que hoy lleva el nombre de Bey-Bazar,fuera encontrado guiando un carro; se v por esto que de entonces ac los carreros han venido muy menos, pues ahora no slo no los suele indi-car el destino para tan altos puestos, sino que dicen malas palabras. Bien, pues; echronse los frigios en busca de su hombre y dieron con un tal Oordio, que despus de haber visitado el templo de Jpiter, marchaba tranquilamente en su carro, sin sospechar que corriera por sus venas sangre azul, ni que su ltigo estaba punto de convertirse en cetro, fenmeno poco frecuente, pues lo comn es que, por el con-trario, se convierta el cetro en ltigo. Encontrado que fu este Gordio, los frigios le procla-maron rey, y l, en recuerdo del acto, consagr Jpiler su carro, cuya lanza estaba unida al yugo con un nudo tan com-plicado, que nadie poda desa-tarlo; basta con decir que no se vean los cabos. A este nudo, por ser la obra maestra de Gor-dio, se le llam gordiano, y el orculo prometi el imperio del Asia al que consiguiera desa-tarlo.

    Aos despus, Alejandro de Macedonia, el ms grande de los conquistadores de la anti-g e d a d , cuyo extraordinario genio militar habase propuesto la conquista del Asia, entraba Gordium de paso, y sabiendo que en aquella ciudad el cle-bre nudo gordiano prometa la realizacin de su ensueo quien lo desatara,se dijo: Pues precisamente en eso ando yo: vamos ver ese nudo. Y pues-to ante el famoso enredo, in-tent buenamente deshacerlo; mas como no pudiera, y te-miendo que este fracaso que-brara con la creencia de un decreto adverso del destino la moral de sus soldados, dijo: Hola! Nuditos m? Pues vamos vernos las caras, se-ior nudo gordiano!)) Y desnu-dando la espada, lo cort de un tajo.

    Filosofemos. Si Alejandro, as como era

    un hombre superior, hubiera sido un pobre de espritu dis-frazado de conquistador (que los hay), aquel ridculo nudo hubiera bastado para cerrarle el camino de la gran empresa a que le llamaban su genio y su ambicin. O, supersticioso, se hubiera amedrentado mi-rando como una resistencia del destino la resistencia de la complicada maraa, temeroso de herir la supersticin popu-l3f se hubiera retirado vencido en la prueba con el nudo, y ha-ona quiz perdido la confianza

    de sus soldados que es perder una de las llaves de la victoria. Pero un tajo tiempo resolvi muy sencillamente el problema, y desde entonces el tajo tiempo est indicado para suprimir los obstculos con que la credulidad, la rutina, la pequenez la inorancia cierran el paso las altas empresas. Lo que s que para las altas empresas hay que contar con los grandes alientos, con el brazo firme y con la hoja bien templada.

    Esto va por cuenta de Alejandro. Ahora habla el nudo. Y dice; (cS! ensales esas cosas los aventureros de espada, los

    ambiciosos sin freno, los que anteponen la fuerza la ra-zn, y ya vers como el nudo cortado se te anuda la gar-ganta. Partido por gala en dos y todo, las ms de las veces valgo ms que el espadn temerario que en m se ejercit brutal; porque yo soy un problema, y l no es ms que una violencia; pisotear la dificultad no es resolverla; aquello lo hace la bota; esto lo hace la razn. Atropeltar el obstculo opuesto la fuerza por la industria la previsin del hombre, no es conquistar el secreto reservado la inteligencia. De-sata; no cortes. El espritu te pide la solucin, no el tajo.

    Moraleja: Cuando, lector amado, quieras justificar la accin expedi-

    ditiva del hroe cuyo triunfo te conviene, habla por boca de Alejandro. Cuando, en conflicto de conveniencias con el di-cho hroe amigo de cortar por lo sano, tengas que invocar la inteligencia contra la fuerza, debes sentirte nudo. Y si por proceder as, con criterio de circunstancias, te dice al-guien sinvergenza, con tu ingenio te lo habrs ganado y nadie podr negarte las ventajas que esa cualidad acuerda en la lucha por la existencia los que no tienen otras de mejor ley.

    ARTURO GIMNEZ PASTOR. Dib. de Gimcnes.