el niño

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historia del fenomeno del niño

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"EL NIO"El Nio, tambin llamado ENSO ("El Nio Southern Oscillation"), es un cambio en el sistema ocano - atmsfera que ocurre en el Ocano Pacfico ecuatorial, que contribuye a cambios significativos del clima, y que concluye abarcando a la totalidad del planeta. Se conoce con el nombre de "El Nio", no solamente a la aparicin de corrientes ocenicas clidas en las costa de Amrica, sino a la alteracin del sistema global ocano-atmsfera que se origina en el Ocano Pacfico Ecuatorial (es decir, en una franja ocenica cercana al Ecuador), generalmente durante un periodo comprendido entre diciembre y marzo.COMO SE PRODUCELos vientos alisios (del sureste en el hemisferio Sur y del noreste en el hemisferio Norte), que soplan sobre el Pacfico tropical, convergen en el oeste del mismo (norte de Australia y sureste de Asia) cargados de humedad en una zona donde la superficie del mar est relativamente caliente (temperaturas por encima de 28C), lo que provoca que se d en esa zona una intensa conveccin (zona de lluvias).Los vientos alisios empujan a las corrientes ocenicas superficiales que fluyen hacia el oeste y provocan un afloramiento de aguas profundas cerca de la costa este del Pacfico. Como resultado, el nivel del mar est como promedio unos 40 cm ms alto en el oeste y la termoclina (superficie por debajo de la cual el agua del mar se considera a una temperatura constante) est en esa zona a unos 200 m de profundidad, mientras que en el este est a unos 50 m.

Cuando comienza una situacin deEl Niolos alisios se debilitan, cesa el afloramiento de aguas profundas, las temperaturas del agua del mar empiezan a subir en el este del Pacfico tropical y aparecen las primeras anomalas positivas (temperaturas por encima de la media climatolgica). Por otra parte, se da una adveccin de aguas clidas desde el oeste hacia el este.Como consecuencia, la zona convectiva del oeste del Pacfico empieza a trasladarse hacia el este y los vientos del oeste a extenderse hacia el Pacfico tropicalcentral.Esta es la fase clida del fenmeno conocido entre los cientficos como ENSO, denominacin que corresponde a las iniciales de El Nio y Southern Oscillation (Oscilacin Sur).El Nio es la parte ocenica del fenmeno, y la palabra se ha tomado prestada de la que usaban los pescadores de Per, ya en el siglo XIX, para referirse a un calentamiento que ocurre todos los aos alrededor de la Navidad en las aguas costeras de Ecuador y norte de Per. Para los pescadores es un fenmeno importante porque en l cesa el ascenso de las aguas profundas ricas en nutrientes y disminuye temporalmente la pesca en esa zona.

La Oscilacin Sures la parte atmosfrica del fenmeno. Conceptualmente representa el cambio de altas a bajas presiones que se da en los polos de la clula de Walker durante los episodios ENSO. Una forma de medirlo es mediante el ndice SOI (Indice de la Oscilacin Sur): anomala de la diferencia de presin media mensual entre Tahit (Polinesia Francesa) y Darwin (norte de Australia).Todos los episodios de El Nio empiezan y terminan aproximadamente en la misma poca del ao. Suelen empezar en invierno y alcanzan su mximo en el invierno siguiente, momento a partir del cual las anomalas comienzan a descender, para acabar desapareciendo unos seis meses despus. La duracin aproximada del fenmeno es de unos 18 meses.Durante los ltimos 40 aos se han producido varios episodios de El Nio y de La Nia. En los casos de episodios dbiles las temperaturas del agua del mar en la superficie varan entre 0.5C y 1C respecto a la media, y las repercusiones son pequeas y difciles de detectar. En los casos de episodios fuertes las anomalas sobrepasan 1C y los efectos se manifiestan en toda la Tierra.CONSECUENCIASEn condiciones No-Nio, las lluvias se localizan en el sureste de Asia, pues la formacin de nubes y consecuente la precipitacin est asociada al aire ascendente que proviene del calentamiento del agua en esa zona del Pacfico. En cambio, el Pacifico Oriental (cerca de Amrica) es relativamente seco.Durante "El Nio", por diferencia en la presin atmosfrica, los vientos Alisios se debilitan o dejan de soplar. El mximo de temperatura superficial del mar que haba en la zona occidental gradualmente se desplaza hacia el este y, alrededor de seis meses despus, alcanza la costa de Amrica del Sur, en el extremo este del Pacfico. El desplazamiento del mximo de temperatura superficial del mar va acompaado de un enfriamiento relativo en el Pacfico Occidental, es decir, cerca de Asia.

Adems, durante "El Nio", la formacin de nubes y precipitacin tambin emigra hacia Amrica pues, como ya se mencion, en la atmsfera se produce una alteracin del patrn de la presin atmosfrica, que baja en el lado este del Pacfico y sube en el oeste. A la aparicin y desplazamiento del mximo de temperatura se le ha nombrado ms recientemente "episodio clido" y al sube -y- baja de la presin, Oscilacin del Sur. Modernamente se nombra al fenmeno ENOS (ENSO en ingls), acrnimo de El Nio, Oscilacin del Sur, denotando con ello el conjunto de alteraciones en los patrones normales de circulacin del ocano y la atmsfera.Los cambios en la temperatura influyen en la salinidad de las aguas, cambindose, por lo tanto, las condiciones ambientales para los ecosistemas marinos. Estos cambios afectan las poblaciones de peces, especialmente en las reas del Pacfico americano y, por ende, la actividad pesquera en ellas. Los cambios en la circulacin atmosfrica alteran el clima global, con lo que se afectan la agricultura, los recursos hdricos y otras actividades econmicas importantes en extensas reas del planeta.En trminos prcticos, la ocurrencia de El Nio significa que muchas regiones normalmente hmedas, como Indonesia, llegan a ser secas, mientras que las reas normalmente secas, como las de la costa oeste de Amrica, se humedecen con precipitaciones intensas.Otros cambios se llevan a cabo; por ejemplo, la disponibilidad y abundancia de las poblaciones de peces cambia en reas costeras. Esto tiene repercusiones no deseadas, con impactos adversos en la produccin y exportacin pesquera y de otros productos alimenticios. Otros impactos adversos incluyen un aumento en la frecuencia de incendios forestales, inundaciones, erosin costera, alteraciones en el anidamiento de aves marinas y en los arrecifes coralinos, as como la presencia de tormentas tropicales.

Inundacin en IcaDesborde de rios en Piura

Formacin de la corriente El NioEl fenmeno se inicia en el Ocano Pacfico tropical, cerca deAustraliaeIndonesia, alterndose con ello la presin atmosfrica en zonas muy distantes entre s, hay cambios en la direccin y en la velocidad de los vientos, as como el desplazamiento de las zonas de lluvia a la regin tropical.En condiciones normales, tambin llamadas condiciones No-Nio, los vientos Alisios (que soplan de este a oeste) apilan una gran cantidad de agua y calor en la parte occidental de este ocano. El nivel superficial del mar es, en consecuencia, aproximadamente medio metro ms alto en Indonesia que frente a las costas del Per y Ecuador. Adems, la diferencia en la temperatura superficial del mar es de alrededor de 8C entre ambas zonas del Pacfico.

Consecuencias del fenmeno del nio a nivel global Cambio de la circulacin atmosfrica. Calentamiento global del planeta y aumento en la temperatura de las aguas costeras durante las ltimas dcadas. Existen especies que no sobreviven al cambio de temperatura y mueren, generando prdida econmica en actividades primarias Surgen enfermedades como el clera, que en ocasiones se transforman enepidemiasmuy difciles de erradicar.

Inundaciones en el norte del pas

Efectos de la corriente del nio afectando la fauna marina

EL NIO EN AMERICA LATINA

Desde las anomalas climticas que recorrieron el globo en 1972 y, en particular, el impacto de un Nio extraordinario como el de 1982/83, el inters por este fenmeno ha crecido en el mundo y en la regin. Poco a poco El Nio -antes considerado un fenmeno localizado en el Pacfico Ecuatorial y Sur- comenz a ser comprendido como un fenmeno global. Las relaciones establecidas entre la Oscilacin del Sur y El Nio que conforman el fenmeno ENSO (o ENOS), as como las evidencias respecto a las tele conexiones y el efecto en cadena, comenzaron a mostrar muchas de las variaciones climticas - extremas que se producan en el mundo, como parte de este fenmeno, o por lo menos, como asociados a l. Este mayor conocimiento o mejor comprensin del fenmeno, el esfuerzo de la comunidad cientfica internacional y la inversin de algunos pases desarrollados en redes de monitoreo, han hecho que se incremente de manera muy significativa la capacidad de pronsticos ENSO. Es as como nos encuentra el ms reciente ENSO 1997/98, otro de intensidad extraordinaria y de gran impacto en todo el \ mundo. En efecto, entre marzo y junio de 1997 ya se haba identificado con claridad la presencia de un Nio de probable intensidad comparable al de 1982/83 y, mes a mes, distintos centros internacionales iban haciendo pronsticos de su evolucin. Para algunas regiones y sectores, los mayores impactos ya se estaban produciendo (es el caso de los cambios en las caractersticas de las estaciones en Norteamrica o en el sector pesca a lo largo del Pacfico Occidental) pero en otras regiones (especialmente en las ms sensibles al Nio en Sudamrica) y en otros sectores (energa, transportes y comunicaciones, servicios y otros), los impactos ms importantes se esperaban en la estacin lluviosa o en el verano del sur. En ese sentido tenan mucha importancia los pronsticos respecto a la evolucin del Nio, acerca de cundo acabara, si permanecera hasta esa estacin y con qu intensidad. Varios problemas comenzaron entonces a surgir entonces: los pronsticos emitidos por los centros internacionales (NOAA/NCEP, por ejemplo) eran sobre todo pronsticos globales y resultaban insuficientes para saber cmo impactara la evolucin del Nio en cada regin, incluso en las ms sensibles a los principales indicadores de El Nio. Pero, aun si tales pronsticos locales o regionales hubieran podido realizarse, no exista tampoco informacin suficiente sobre los riesgos asociados a El Nio en los distintos pases, regiones y localidades, como tampoco para muchos sectores. S haba un conocimiento general respecto a los daos producidos por anteriores Nios similares, pero ste se revelara ms tarde como estereotipado y deformado. Sin diagnsticos, mapas y escenarios concretos de riesgos asociados al Nio, era difcil levantar planes de prevencin de corto plazo. La comunidad cientfica se moviliz, tanto la de las ciencias naturales ENSO como la de los investigadores en gestin de riesgos. Esta evidente movilizacin mostr las debilidades y las fortalezas que existen al respecto. A partir de la iniciativa de la comunidad cientfica internacional -y en algunos de sus componentes regionales y nacionales- hubo en Amrica Latina por lo menos tres foros regionales entre octubre de 1997 y enero de 1998 buscando uniformizar los pronsticos y comunicarlos de manera consistente: en Lima, Per para el Pacfico Sudamericano; en Montevideo, Uruguay para el Sudeste de Sudamrica y en Fortaleza, Brasil, para el Nordeste Sudamericano. Se movilizaron tambin las agencias financieras multilaterales: varios pases de Amrica del Sur, por ejemplo, recibieron prstamos muy importantes para la prevencin y la reconstruccin de parte del Banco Mundial, del BID y de otras agencias. Los gobiernos por su parte, formularon e implementaron planes de prevencin con esos y otros recursos. Pero los hechos indican cuan poco se pudo reducir los daos, a pesar de los esfuerzos, la inversin y los largos meses de "alerta temprana". Si nos remitimos a las cifras globales que se manejan actualmente, los daos y prdidas han sido mayores en este evento con relacin al anterior comparable de 1982/83. Segn la evaluacin de la CAF, los daos ocasionados por El Nio 97 en la regin andina ascienden a US $ 7,543.000 millones. Han aumentado los daos significativamente (al doble o ms) en los llamados sectores "sociales" (educacin, vivienda y salud) y en Infraestructura (transportes, agua y electricidad) y -menos significativamente (aproximadamente en 20 %)- se han reducido en los sectores productivos. Para el evento de 1982/83, la cifra oficial estimada para los daos en el Per haba sido de US $ 1,000 millones, para Ecuador US $ 640 millones y de US $ 840 millones para Bolivia. Para este evento de 1997/98 la cifra calculada por la CAF para Per es de US $ 3,498 millones, para Ecuador US $ 2,888 millones y slo para Bolivia - en donde el impacto climtico no lleg a producir la sequa del evento anterior- los daos se reducen slo a US $ 527 millones. Que los elementos expuestos hoy da hayan sido mayores por el propio desarrollo (y tipo de desarrollo) de los pases y haya crecido la vulnerabilidad al Nio, no puede ser explicacin complaciente sino es, en todo caso, formulacin de buena parte del problema por el cual esto ocurre. Pero la cantidad de elementos expuestos y los diversos tipos de vulnerabilidad fsica no lo explican todo. Ms bien expresan los problemas centrales. Las respuestas que se produjeron tanto durante la "alerta temprana", como durante la emergencia y la reconstruccin, lo indican. El esfuerzo de la comunidad cientfica fue importante pero, por ejemplo, en los foros de prospectiva climtica ya mencionados, faltaban muchos actores claves que podran haber aprovechado mejor las oportunidades de informacin y orientacin. Hay brechas entre la comunidad cientfica (tanto la de los pronsticos como la de los investigadores sobre riesgos) y otros actores claves en la gestin de riesgos. No slo en relacin con los formuladores de polticas y de quienes toman decisiones a ese nivel - tan alejados del conocimiento existente sobre el carcter de los riesgos- sino de otros actores de la sociedad civil con quienes podran potenciar sus acciones: universidades, organismos no gubernamentales, gobiernos regionales y locales. En algunos casos, esa desconexin corresponde a la debilidad de cada uno de esos actores, pero en otros casos, es ms bien que an no se tejen las relaciones necesarias para establecer los puentes. De hecho, pueden encontrase deseos de encuentro de ambas partes. Valoracin de unos hacia los otros. Ms aun, en unas y otras comunidades, parecen circular nuevas ambiciones de asentar comunicacin, gobernabilidad de los procesos. No hay que olvidar que en la historia, la ciencia ha tenido con frecuencia una palabra de peso en la medida de su pertinencia. Y en la medida que ha conectado con fuerzas vitales y actores sociales. La globalizacin no es necesariamente desgobierno. El televisor llega a lugares antes considerados alejados, los lugares alejados llegan a la televisin antes considerada inaccesible. Todo ello, sin embargo, no se poda cristalizar a la altura de las .circunstancias, en slo seis meses, lapso que dio esta -verdaderamente- muy temprana alerta. La respuesta de las instituciones, sectores, regiones y pases, correspondan a las fortalezas con las que contaban, y a sus debilidades largamente labradas. Pero respondan tambin a las representaciones de lo que es El Nio, de lo que son tos riesgos de desastre y de lo que implica una eficiente gestin de los mismos. En los .planes de prevencin de corto plazo que implementaron varios pases con el apoyo de las agencias financieras multilaterales, prim si no fueron exclusivamente reducidos a ello una visin ingenieril de la prevencin. Y una visin economicista. La misma visin ingenieril fue erosionada por la falta de informacin sobre riesgos y sobre la evolucin de estos en las regiones y pases en relacin con un fenmeno en particular como es El Nio. Y la visin economicista, preocupada exclusivamente por los indicadores macroeconmicos anuales, no da cuenta de la sociedad en su conjunto, de la que finalmente depende el futuro de las naciones. Cuando la poltica ingresaba al campo de la gestin de los riesgos, lo era sobre todo en funcin de las polticas econmicas o, peor an, como manipulacin de la imagen de los gobiernos. La poltica, la que trata del bien comn, la que nos remite al acto ^fundador sobre el que se construyen las sociedades, tan olvidada estaba, que incluso la propia naturaleza qued relegada al espacio de lo que aparece slo para molestar. Intrincada una con otra, naturaleza y sociedad, son un slo proceso del que da cuenta la gestin de riesgos, de all su riqueza. Hecho en los largos plazos, slo manifestndose en los medianos y cortos, requiere de programas y proyectos adecuados a su naturaleza. 'Falta an una crtica documentada de lo ocurrido, en la regin y en el mundo, a raz de este ltimo Nio, como tambin de los otros grandes desastres de los dos ltimos aos en la regin. Qu informacin y concepciones informaron las respuestas, qu efectividad y eficiencia obtuvieron los programas con financiamiento internacional, qu lecciones estn siendo incorporadas en los procesos de reconstruccin y cules estn siendo nuevamente olvidadas porque no parecen prioritarias en el corto plazo, nico plazo que aparece en el horizonte. De hecho, investigacin, informacin, fortalecimiento institucional y construccin de redes o renovacin de polticas, no merecen ms que las inversiones que supone uno que otro foro, uno que otro pequeo proyecto, ms sostenido por la voluntad de unos pocos que por aquellos que administran los fondos de todos. En todo caso: no es tarea slo de hoy, ni de un da.

EL NIO EN EL PERU

Desde que aparecieron las primeras publicaciones cientficas sobre El Nio -luego del evento de 1891- hasta hoy, parecieran haber cambiado muchas cosas. Hay, de hecho, nuevos temas sobre El Nio, pero en verdad, no sabemos si ha cambiado su sentido. Algunas cosas parecen afirmarlo y otras no. El impacto de cada evento en las investigaciones sobre El Nio Las primeras publicaciones cientficas sobre El Nio parecen haberse dado en el Per a fines del siglo pasado. "La existencia de esta contracorriente [El Nio] es un hecho conocido y lo que se desea ahora es que se emprendan estudios apropiados y definitivos, investiga cienes y observaciones con el fin de llegar al fondo de esta interrogante y para descubrir todo lo referente a esta contracorriente ya/a influencia que pareciera ejercer en las regiones donde su accin se siente con mayor intensidad. (Pezet, 1895, p. 605)" (Citado en Glantz, 1996: 3-4; 1998: 2-3) [las cursivas son nuestras]. "Una de las mayores influencias regionales que Pezet refiri -dice Glantz, en Corrientes de Cambio (1996: 4; 1998: 3) fueron las severas lluvias que iban mucho ms all de las de una simple estacin, lo que usualmente iba acompaado de eventos El Nio" Justamente sobre el rgimen de lluvias en una parte del actual departamento de Piura, trata otra de las publicaciones importantes que le suceden a ese Nio de 1891: "Las lluvias en Piura" (Eguiguren, 1894a). Eguiguren es "el primero en establecer el cuadro de las lluvias de esa provincia, con una clasificacin por intensidad y ao a ao durante un siglo (1791-1890), [por lo que] se ha convertido en la referencia obligada para los que intentan determinar los ciclos del Fenmeno del Nio" (Revesz et al). En ese estudio, Eguiguren hace una clasificacin de la intensidad de las lluvias en cinco clases: "Aos secos", "Ligeras lluvias", "Aos regulares", "Aos buenos" y "Aos extraordinarios" y, al final como en el transcurso de su artculo, da forma y sostiene la hiptesis de la relacin de los aos de mayores lluvias con la presencia de la "contracorriente del Nio" Publicado luego del evento de 1891, lo importante del caso es destacar que la relacin establecida por Eguiguren entre esta corriente y el rgimen de lluvias en Piura, muestra que esta literatura cientfica inicial sobre el Nio se encuentra motivada por los impactos sobre la sociedad, en el mar y en el territorio continental, de esta corriente marina que afecta no slo los recursos martimos sino el clima en general de esa regin. Los Nios de 1891 y de 1925, son para el Per, los dos anteriores de intensidad comparable al de 1982/83 y, actualmente al de 1997/98. No obstante que existen estudios - hasta hoy no superados por otros- que establecen que la cantidad de lluvias de 1891 fue aproximadamente la mitad de las de 1925 y stas, a su vez, aproximadamente la mitad de las de 1982/83 (Woodman, 1985), sin lugar a dudas, el Nio de 1891 me d gran intensidad e impacto. Para la ciudad de Piura es el ao que la historia oral considera de mximas lluvias anterior al Nio de 1925 y es recordado sobre todo porque una gran creciente del ro arras el puente que lo cruzaba a la altura de la ciudad. Este puente haba sido construido en 1870 y soportado las mximas avenidas desde ese entonces (Eguiguren 1892a; Woodman 1985). Adems de stas, Eguiguren da otras referencias para sostener todo ello: "Despus de 1845 -dice Eguiguren- no volvi a haber en Piura fuertes lluvias ; hasta 1864, siguiendo luego los aos de 71, 77, 78, 84 y 91, de los que cada uno ha sido ms abundante que los anteriores al extremo que el 91, las ciudades de Piura y Paita y casi todas las poblaciones del departamento quedaron semiarruinadas habiendo el ro arrastrado el 7 de abril, el puente de Piura, construido en 1870 y que haba resistido las grandes crecientes de 4 aos" (Eguiguren [1894a] 1954: 100-101) Como refiere Woodman (1985), tambin Eguiguren, en sus "Estudios demogrficos de la ciudad de Piura" (Eguiguren, l894b), hablando de los aos 1878,1884 y 1891, dira: "Estos tres aos fueron lluviosos, siendo lo en mayor grado el de 1891. Puno y Cuzco.' El Ferrocarril Central que pasando por el valle del Rmac an en la actualidad une Lima con la sierra central del pas, despensa alimentaria de la capital y tambin trae varios productos mineros para su exportacin fue bloqueado a la altura de aa por dos grandes huaicos... El departamento de Ancash result grave mente afectado por aluviones, quedan do Huarz aislada durante 80 das... Trujillo y Chiclayo soportaron, durante setenta das consecutivos, lluvias torrenciales 'con tempestad, truenos y relmpagos. Chimbote, muy pequea por entonces, qued destruido en un 95%; Paita [Piura] y Samanco [Ancash] resultaron tambin seriamente castigados por las lluvias... Las provincias que ms sufrieron fueron Chancay, Huarochir, Lima, Caete, Canta y Yauyos [algunos de estas en la costa central y otras en las serranas de Lima, aunque slo dos vinculadas al valle del Rmac]. Casma qued en ruinas y Supe, por entonces con algo ms de dos mil habitantes, desapareci totalmente el 24 de febrero bajo las aguas del repentina mente avasallador Ro Seco (Tomado de Lpez Martnez, 1983)" (Vegas, 1983: 54) [Las explicaciones entre corchetes son nuestras]. 1891 fue entonces un Nio que afect el territorio nacional mucho ms all del norte del pas. Nos recuerda ms a la extensin territorial afectada y tipo de impacto climtico en el Per del ms reciente Nio de 1997/98, que cuando -siguiendo un estereotipo creado a partir de una visin poco discutida del Nio de 1982/83- slo se esperan lluvias intensas en los tres departamentos ms norteos del pas (Tumbes, Piura y Lambayeque) y probables sequas en la macro-regin del sur (especialmente Cuzco, Puno y Arequipa). Con el conocimiento del Nio de 1925 comienza a ocurrir algo igual en el pas. El tipo de impacto climtico del Nio de 1997/98, que se extendi prcticamente a lo largo de toda la costa del pas y que no produce sequa sino, pareciera ms bien, algunas lluvias ms intensas en el sur andino, hace volver la mirada sobre los efectos de El Nio en La Libertad, Ancash, Lima (donde incluso se produjeron lluvias - Peralta 1985: 127 ) y Arequipa (Franco 1998a: 5), sobre lo que hoy pueden encontrarse muchos registros documentales. Se trata en realidad de impactos mucho menos localizados en slo algunas regiones y mucho ms extendidos que los que esa versin estereotipada que tenamos de 1982/83 sealan. Sin lugar a dudas se trata de eventos que hicieron sentirse al pas en su conjunto comprometido. En ese contexto se hace ms fcilmente explicable el impulso que reciben las publicaciones sobre el tema durante o despus de cada evento . Esta relacin entre produccin cientfica sobre El Nio y cada uno de los eventos puede rastrearse fcilmente contrastando las bibliografas existentes sobre El Nio en el Per (por ejemplo, Maritegui et al, 1985; Revesz et al, 1997) y las series temporales y cronologas sobre eventos ENSO que circulan en el medio (por ejemplo, Quinn et al, 1986; Quinn, 1993). Otro ejemplo de coincidencia es Caballero y Lastres (1907), que escribe sobre la "Contracorriente observada en el norte del Per" en un ao de Nio. Pero no se trata slo de una correspondencia cronolgica, ni siquiera slo de enseanzas particulares de cada evento. La literatura ms reciente sobre El Nio pareciera mostrarnos que hay otros factores -actores y visiones- que influyen en el desarrollo del tema. Interacciones entre la variabilidad del clima y las actividades humanas. De la Corriente del Nio a la globalizacin en las ciencias ENSO Un cambio de centro? Hoy, con frecuencia -por lo menos en algunas regiones- el discurso expositivo de la ciencia, sigue haciendo uso de esta corriente para definir El Nio, aunque este ya no es ms la contracorriente peruana, sino ENSO (o ENOS) ,un fenmeno global. Dice David Enfeld en Desastres y Sociedad No 5: "El Nio era el nombre usado por los pescadores en la costa norte del Per durante el siglo pasado, para referirse a la llegada de una corriente clida proveniente del rea ecuatorial, y cuya fecha comnmente coincida con la poca navidea de ah, el "Nio Dios"-. Algunos aos este evento llega tan fuerte que trae consigo considerables consecuencias, en su mayora negativas. A tal efecto, hoy en da el trmino "fenmeno de El Nio" se refiere ms bien al evento anmalo y no al anual. Fue as que a partir de 1960 los avances cientficos permitieron ver que "El Nio" tiene manifestaciones en todo el Pacfico Tropical, y que lo sucedido en el Per no es ms que un aspecto muy regional de una interaccin entre todo el Pacfico Tropical y la atmsfera global (Enfield, 1987). El aspecto atmosfrico de dicha interaccin se conoce por el trmino "Oscilacin del Sur", y el proceso acoplado se denomina El Nio-Oscilacin del Sur o ENSO" (Enfield, 1995:181) Esta definicin global de ENSO, sin embargo, tiene de hecho -o de derecho, puesto que se trata de la incursin en el tema de las modernas ciencias sociales- un correlato en lo que hoy constituye un campo de estudio: el de los Impactos ambientales y sociales relacionados con el clima y en especial, un sub campo de ste, que es el de las investigaciones interdisciplinarias sobre las interacciones entre la variabilidad del clima y las actividades humanas (Glantz, 1996: 23; 1998: 25). Un ejemplo peruano, obtenido al contrastar las cronologas y series temporales de eventos ENSO con las fechas de publicacin en la literatura cientfica sobre El Nio, tratado tambin por Glantz en Corrientes de Cambio, puede ilustrarnos de qu se trata. Cuando publican Carrillo (1892), Carranza (1892), Pezet (1896), quienes lo hacen en Boletn de la Sociedad Geogrfica de Lima, haba ya acabado el boom del guano en el Per (que puede considerarse que transcurre entre 1840 y 1860 o 70) -Glantz lo prolonga hasta 1880) (Glantz, 1996: 4; 1998: 3). Junto con el rgimen de lluvias el guano era segn Glantz, a travs del consumo de la anchoveta por parte de las aves guaneras, y la sensibilidad de aquellas a los caracteres de El Nio, lo que causaba inters pblico en el Per por El Nio . Sin duda que todo ello tena algo que ver con el inters por parte de la ciencia en la Corriente de El Nio, como lo tendran los efectos sobre las lluvias y sus impactos sobre la vida econmica y social . De hecho, Glantz sostiene que no es sino hasta mediados del siglo XIX que el Nio adquiere inters y relevancia en la escena internacional y en la administracin poltica en el Per, el tema de El Nio No obstante llama la atencin que han pasado muchos en Amrica Latina ocurrido an lluvias e inundaciones y tampoco sequa. La agricultura pasaba a la misma situacin que la pesca: temperatura del mar, plancton, anchoveta, para harina de pescado y aceite o (antes) para las aves guaneras: impactos en distintos grados, otras intermediaciones. Las caractersticas del evento 1997/98 trae consigo en el Per, nuevos temas en la gestin de riesgos ENSO. Pero, en verdad, esto nos lleva a otro tema: cmo la contraccin del crdito y la ausencia de polticas adecuadas en ese rubro, la ausencia de capacidades (tcnicas, financieras e institucionales) para hacer uso de tecnologas existentes (u otras opciones alternativas) para manejar los riesgos climticos en la agricultura y en la economa, colocan a las poblaciones y sociedades en una vulnerabilidad mayor antes de ingresar a las etapas ms duras de daos fsicos.

El Nio: prevencin de "desastres" o gestin del riesgo? La misma autora citada ms arriba, sostena en una exposicin realizada en un Foro pblico (CIPCA, 1998a) que, antes de iniciarse el perodo lluvioso en la regin de Piura y, por tanto los desbordes e inundaciones que produjeron los mayores daos, ya se haban producido una proporcin considerable de los daos totales del Nio 1997/98, por slo el efecto de los cambios climticos y del comportamiento del crdito comentado ms arriba. Slo en relacin con el cultivo del algodn, se haban perdido 17.000.000 millones de dlares, contando los jornales dejados de percibir y comparando las ganancias obtenidas con las esperadas. A eso haba que sumar por lo menos una fraccin muy importante de los US $ 11.237.000 millones que se dejaron de percibir en la exportacin de mango y prdidas asociadas, lo que tambin se haba originado antes del perodo lluvioso, desbordes e inundaciones. El desastre se haba iniciado mucho antes que las lluvias. Si consideramos la situacin de pobreza de las poblaciones cul es el umbral que define la ocurrencia de un desastre? Remy sostuvo que deba considerarse que cada campesino haba perdido US $ 910 per cpita entre 1997 y los primeros meses de 1998), lo que resultaba dramtico. Cunto de las prdidas de 1997 en algodn, mango y otros cultivos, pudieron manejarse con otras polticas de crdito y de asistencia tcnica? No slo el poblador pudo llegar en mejores condiciones a la estacin lluviosa, con capacidad para fortalecer sus viviendas y techo, sino que el desastre mismo como conjunto podra haber sido reducido, incluso aceptando la hiptesis negada de que no sean controlables los desbordes e inundaciones que se produjeron. Durante 1997/98 han habido en el Per esfuerzos significativos para ello: el seguimiento que hizo el Centro Peruano de Estudios Sociales (CEPES) de los efectos de las variaciones climticas sobre los cultivos y la agricultura en general en el contexto de la evolucin de la situacin macroeconmica del pas (CEPES 1997a, 1997b); algunos talleres en los que se reunieron especialistas en clima, desastres y produccin e instituciones representativas de esas regiones en particular del pas y que se llevaron a cabo antes de la estacin lluviosa ; el foro organizado por la Universidad de Piura (UDEP) y la banca privada regional del norte (NORBANK / UDEP, 1997); la "Propuesta desde la produccin regional para recibir El Nio" del Grupo Iniciativa - Piura (1997); todos son ejemplos que indican hasta qu punto hay capacidades institucionales que permitiran llegar a implementar en el pas un enfoque y prcticas como las comentadas . El enfoque fue planteado pblicamente, pero lamentablemente nunca obtuvo mayor escucha y no lleg a implementarse de manera relevante (Franco, 1997; 1998). De hecho, el Gobierno central y su plan de prevencin "Pre-Nio" 1997/98 no lo consider, enfocndose casi exclusivamente en obras fsicas, de carcter ingenieril. Desde la sociedad civil, las capacidades para formular y comenzar a aplicar un enfoque diferente, existen, pero tampoco puede decirse que en condiciones suficientes. Es an un camino por recorrer, que encuentra resistencias frecuentes en distintos mbitos. Pero no es una historia totalmente nueva.

El fenmeno del nio en 1983 afecto Piura