Emilio Mitre Fernndez

Los lmites entre estados: la idea de frontera en el

Medievo y el caso de los reinos hispano-cristianos

p. 99-118

El mundo de los conquistadores Martn F. Ros Saloma (edicin)

Mxico

Universidad Nacional Autnoma de Mxico Instituto de Investigaciones Histricas / Silex Ediciones

2015

864 p.

Ilustraciones

(Serie Historia General, 34)

ISBN 978-607-02-7530-2 (UNAM) ISBN 978-84-7737-888-4 (Slex)

Formato: PDF

Publicado en lnea: 8 de mayo de 2017

Disponible en:

http://www.historicas.unam.mx/publicaciones/publicadigital/libros/mundo/conquistadores.html

DR 2017, Universidad Nacional Autnoma de Mxico-Instituto de Investigaciones Histricas. Se autoriza la reproduccin sin fines lucrativos, siempre y cuando no se mutile o altere; se debe citar la fuente completa y su direccin electrnica. De otra forma, se requiere permiso previo por escrito de la institucin. Direccin: Circuito Mtro. Mario de la Cueva s/n, Ciudad Universitaria, Coyoacn, 04510. Ciudad de Mxico

http://www.historicas.unam.mx/publicaciones/publicadigital/libros/mundo/conquistadores.htmlhttp://www.historicas.unam.mx/publicaciones/publicadigital/libros/mundo/conquistadores.html

99 5

los lmitEs EntrE Estados: la idEa dE frontEra En El mEdiEvo y El caso dE los rEinos hisPano-cristianos1

Emilio Mitre Fernndez

Departamento de Historia Medieval

Universidad Complutense de Madrid

El tema fronteras me ha interesado desde hace algn tiempo y me sigue interesando en el presente. Tengo ahora la oportunidad de exponer algunas reflexiones al respecto tomando la Espaa me-dieval como referencia en el marco general del Occidente europeo.

Treinta y un aos separan dos trabajos de mi autora en los que jugaba con la idea objeto de este encuentro. En alguna for-ma expresan la evolucin de un historiador del mbito hispnico en los ltimos tiempos. Evolucin que vivida tambin por otros muchos colegas del gremio algn autor ha bautizado como la normalizacin de los estudios histricos en Espaa2.

El primero de tales trabajos consideraba como frontera algo muy parecido a lo que se entiende en el presente: la lnea que separa un estado de otro3. El tratamiento que daba en aquella oca-sin era esencialmente el tradicional del narrativismo histrico4.

1 Resulta obligado agradecer al Prof. Ros Saloma (en la defensa de Tesis tuve la fortu-na de actuar como presidente del tribunal juzgador) la amabilidad de haberme invita-do a participar en el Encuentro que estuvo en el origen de este volumen.2 Para el caso del medievalismo vanse Las actas de la XXV Semana de Estudios Me-dievales de Estella dedicada a La Historia medieval en Espaa. Un balance historiogr-fico (1968-1998), 14-18 de julio de 1998, Pamplona, Gobierno de Navarra, 1999, 865 p.3 Cf voz. Frontera (primera acepcin) Mara Moliner, Diccionario de uso del espaol, 2 ed., Madrid, Gredos, 1998, v. I, p. 1345.4 Se trataba de un trabajo dedicado a la frontera castellano-granadina en tiempos de Enrique III, que se desglos en dos artculos publicados en sendas revistas histricas. De la toma de Algeciras a la campaa de Antequera (un captulo de los contactos

DR 2017. Universidad Nacional Autnoma de Mxico, Instituto de Investigaciones Histricas Disponible en: www.historicas.unam.mx/publicaciones/publicadigital/libros/mundo/conquistadores.html

5 100

Emilio mitrE

El segundo lo constitua una recopilacin de artculos en los que el trmino frontera era utilizado en un sentido no poltico sino metafrico para designar aquellas situaciones o grupos huma-nos situados en los mrgenes de lo conocido o lo socialmente admitido5.

Entre medias de estas dos publicaciones, surgieron otras en las que me aproximaba bastante a lo que ahora se me ha encar-gado abordar: una idea de frontera que es fsica en tanto delimita el alcance del poder de un estado pero que refuerza esa naturale-za merced a factores de orden mental, ideolgico, cultural, etc6.Muchos otros autores espaoles han sentido preocupacin por el tema. Valgan, para no ser exhaustivos, dos botones de muestra: el estado de la cuestin presentado hace unos aos por la profe-sora Prez de Tudela7; o el muy reciente de la participacin de investigadores del mundo ibrico en un importante encuentro internacional sobre la materia: Eduardo Manzano, Jos A. Garca de Cortzar, Jos Luis Martn Martn, Pascual Martnez Sopena, Humberto Baquero, etc8.

diplomticos y militares entre Castilla y Granada), Hispania. Revista Espaola de Historia, CSIC, Madrid, n. 120 (1972), pp. 77-122 y La frontire de Grnade aux environs de 1400, Le Moyen Age. Revue dhistoire et de philologie, Universidad de Lieja, Lieja, n. 78 (1972), pp. 489-522.5 Emilio Mitre, Fronterizos de Clo. Marginados, disidentes y desplazados en la Edad Media, Granada, Universidad de Granada, 2003, 248 p.6 Dos en concreto, Reflexiones sobre la nocin de frontera tras la conquista de Toledo (1085). Fronteras reales y fronteras mentales, Cuadernos de Historia de Espa-a, Instituto de Historia de Espaa, Buenos Aires, n. 69 (1987), pp. 197-215, y La cristiandad medieval y las formulaciones fronterizas, en Fronteras y fronterizos en la Historia, Valladolid, Instituto Universitario Simancas, 1997, pp. 7-62.7 Mara Isabel Prez De Tudela, El concepto de frontera en la historiografa me-dieval hispana. La voz frontera en su dimensin actual, Castellum, Boletn de la Asociacin Cultural Castellum, Madrid, n. 2 (Diciembre 1996), pp. 131-140.8 Klaus Herbers y Nikolas Jasper, (eds.), Grenzrume und Grenzberschreitungen im Vergleich. Der Osten und der Westen des mittelalterlichen Lateineuropa, Berlin, Akade-mie Verlag, 2007, 459 p.

DR 2017. Universidad Nacional Autnoma de Mxico, Instituto de Investigaciones Histricas Disponible en: www.historicas.unam.mx/publicaciones/publicadigital/libros/mundo/conquistadores.html

101 5

Los Lmites entre estados: La idea de frontera en eL medievo

PolisEmia y divErsidad dE ExPrEsionEs En torno al hEcho frontErizo

Resulta un tpico recordar que pocos vocablos como el de fron-tera se utilizan en el presente con tan variadas aplicaciones9. Y pocas expresiones, tambin, han tardado tanto en cuajar para marcar lo que son los mbitos de soberana de los actuales Es-tados nacin. Es una creacin relativamente reciente, producto en buena medida de las llamadas revoluciones burguesas. Otra cuestin es que un interesado sentimiento nacional haya hablado de su acentuada antigedad.

El caso de Francia y de su homogeneidad territorial basada en la secular fijacin de unas fronteras ha resultado paradigmtico. Se ha invocado para ello el tratado de Verdn del 843 despus del cual las modificaciones podran considerarse menores10. Sin embargo caben ciertas reservas en razn del peso de los particu-larismos regionales dentro de ese espacio hasta fecha muy avan-zada11. Un dicho atribuido a Voltaire afirmaba que a mediados del siglo xviii (en vsperas de la uniformadora Revolucin) en Francia se cambiaba de sistema legal al mismo ritmo que de ca-ballo de posta12.

9 Emilio Mitre, La cristiandad medieval..., op. cit., pp. 16-17. A ttulo de ejemplo, la expresin fronteras ecolgicas para referirse a los distintos componentes de los agrosistemas en contacto, Thomas F. Glick, Cristianos y musulmanes en la Espaa Medieval, Madrid, Alianza, 1991, p. 68.10 Ferdinand Lot y Louis Halphen, Le rgne de Charles le Chauve, Pars, Champion, 1909, p. 67.11 Cf. Karl F. Werner, a la hora de referirse a las distintas entidades que integraron el mundo carolingio y que, muerto Carlomagno, obrarn con una gran libertad. Les nations et le sentiment national dans lEurope Mdival, Revue Historique, Pars, n. 244 (1970), pp. 285-304 o los aportes contenidos en Rainer Babel y Jean-Marie Moeglin (eds.), Identit rgionale et conscience nationale en France et en Allemagne du Moyen Age lpoque moderne. Actes du colloque organis par lUniversit Paris xii-Val Marne, lInstitut Universitaire de France et lInstitut Historique Allemand a lUniversit Paris XII et la Fondation Singer-Polignac (6, 7 y 8 de octobre de 1993), Sigmaringen, Jan Thorbecke Editor, 1997, 466 p.12 Cita recogida en un manual escolar del periodo de entreguerras. Alberto Malet y Julio Isaac, La poca contempornea. Primera parte, versin esp. Miguel Ruiz, Pars, Hachette, 1920, p. 3.

DR 2017. Universidad Nacional Autnoma de Mxico, Instituto de Investigaciones Histricas Disponible en: www.historicas.unam.mx/publicaciones/publicadigital/libros/mundo/conquistadores.html

5 102

Emilio mitrE

Para el caso espaol, se ha destacado la antigedad de la fron-tera con Francia: tratado de los Pirineos de 1659. Hacia Occi-dente y el Medioda los lmites dataran grosso modo de finales del Medievo-inicios de la Modernidad ya que las correcciones posteriores seran muy leves: integracin de Ceuta desde media-dos del xvii y cesin de Gibraltar a la corona britnica en 1713 ; y conquista de la plaza de Olivenza en 1801.

5 5 5 5 5 5 5 5

Autores del Medievo habran aportado remitindose a viejas en-tidades tnicas o haciendo uso de una rudimentaria erudicin geogrfica algunas ideas que, a grandes rasgos, definiran los l-mites de algunos futuros estados europeos.

As, hacia el 730, Beda el Venerable recordaba que Britania, en otros tiempos conocida como Albin, es una isla en el ocano, situada hacia el Noroeste a considerable distancia de las costas de Germania, la Galia e Hispania que, conjuntamente, constituyen la mayor parte de Europa13.

Para Espaa, el arzobispo e historiador del siglo xiii Rodrigo Jimnez de Rada reconoca la existencia de varias regiones en la primitiva Hesperia: una Celtiberia que limita con el ocano, el Mediterrneo y los montes Pirineos, una Carpetania que com-prende cuatro enclaves, a saber Oca, Calahorra, Taraz