el mundo de las matemáticas en le corbusier
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El mundo de las Matemáticas en Le Corbusier
"Siempre me interesó lo creativo, sobre todo, lo que se aplica al hombre y a su medio. Con la
pintura pude desarrollar todo eso. Es un medio apasionante y peligroso."
Sarai Acosta García
Taller: Carlos Leduc Montaño
Matemáticas aplicadas II
Le Corbusier, sin duda uno de los iconos
de la arquitectura, ha empleado las
matemáticas en cada una de sus obras,
respetando ergonomía del hombre, las
proporciones, y demás temas en las que
interviene fundamentalmente. Su obra
principal donde intervienen, escalas,
proporciones y temas matemáticos es en
la creación de modulor, Le Corbusier lo
utilizaría en el periodo donde se
establecen sus mejores obras.
“Para formular respuestas que dar a los formidables problemas planteados por nuestro tiempo y relativos al aspecto extremo de nuestra sociedad, hay un único criterio aceptable, que reconducirá todos los problemas a sus verdaderos fundamentos: este criterio es el hombre”
Le Corbusier interpreta de esta manera las tensiones relativas al ansia de un momento particular: el
nuevo presagio de destrucción bajo la sombra siniestra del hongo atómico de Hiroshima; con una
Europa liberada renaciendo de sus cenizas, tratando de reconstruirse para tener la certeza del
presente y para confiar todavía en el hombre, en su capacidad para de recuperar la esperanza y en
definitiva, para renacer. “El tiempo indicaba la exigencia del regreso del hombre, a su medida, para reencontrar la matriz de una proporcionalidad exacta de relaciones sociales, para reencontrar la incógnita que desde siempre resuelve la ecuación del mundo”
Es precisamente en aquel tiempo que Le Corbusier presenta en el modulor los resultados de tantos
años de estudio de un trazado proporcional establecido por la medida humana, a usar como
instrumento clarificador en fase de proyecto. Entendido como grille de proportion, el modulor esta
formado por los principios de la sección áurea replanteada en la propia e inmutable definición de
“expresion fundamental de un universo unitario…, proporción basilar, que resuena en las cosas mas pequeñas y en las mas grandes, que armoniza cada cosa con el todo”. El modulor es por tanto “una gama de dimensiones armónicas a la escala humana, aplicable universalmente a la arquitectura y a la mecánica”, representa un sistema “en el que se pretenden conciliar los deseos de orden y proporción típicos del renacimiento, basados en trazados reguladores geométricos y en series matemáticas que comportan composiciones musicales, con la nueva cultura moderna de la construcción industrializada. Le Corbusier quería superar la dislocación producida por el abstracto sistema métrico decimal, recuperando antropomorfismo de los sistemas de medidas tradicionales”. Desde 1947 esta invención fue dada al
conocimiento publico por Le
Corbusier, pero el primer libro del
tema: “Le Modulor” aparece en 1948.
El segundo volumen fue publicado en
1954. El libro “Modulor I” cuenta sin
pedantería la historia de la invención, tal como se extiende de 1942 a 1948; termina con
verificaciones matemáticas y geométricas que implican, en aquel momento, una tolerancia de
1/6000.
- La “grille” proporciona tres medidas: 113, 70, 43 (en cm), que están en relación (áurea)
43+70=113, � 113-70=43. Adicionadas dan: 113+70=183 (la altura del hombre promedio según
L.C.); 113+70+43=226 (hombre con el brazo arriba). (ver imagen)
- La medida 113 proporciona la sección Áurea 70, esbozando una primera serie, llamada SERIE
ROJA 4-6-10-16-27-43-70-113-183-296, etc.
- La medida 226 (113×2) proporciona la sección Áurea 140-86, esbozando la segunda serie o SERIE
AZUL 13-20-33-53-86-140-226-366-592, etc.
- Entre estos valores, o medidas, se pueden señalar los que característicamente se relacionan con la
estatura humana. (ver imagen)
La Unite d’ habitation de Marsella es la obra mas importante realizada por medio del modulor y que
atestigua los recursos de esta gama de intervalos armónicos. En 1946, el profesor Albert Einstein
habia escrito a Le Corbusier, en la noche misma que siguió a su encuentro en Princetown, a
propósito del modulor: “Es una gama de dimensiones que facilita el bien y dificulta el mal”.
"Es una de mis definiciones. Luca Paccioli escribió durante el Renacimiento la "Divina Proporzione",
inspirada en cosas del pasado. El número de oro, Pitágoras. Yo aporté algo nuevo al número de oro
gracias al sistema métrico de la Revolución."
"Antes eran el pie y la pulgada, una escala humana. Y con el métrico perdimos eso ya que
despersonalizó los instrumentos de medida. El metro, el centímetro, el decímetro no son de la
escala, el modulor
sí.
"Tomé las proporciones desde el plexo solar hasta la cabeza y el brazo y encontré la sección de oro allí."
"Mi pecado capital
es estar sometido a
las cosas visuales. Tengo ojos y todo
lo visual, el dibujo, la pintura, la
escultura,
la arquitectura, para mí es igual. Es
sinfónica. La arquitectura exige
ciertas cualidades del pensamiento
del cerebro, o sea la concepción. Las
otras cosa también, pero con
posibilidades manuales."
El gran maestro de la arquitectura
moderna nos explica los
fundamentos de su famosa "mano
abierta", que -con 28 metros de alto- se presenta desde la Fosa de la Consideración como una
convocatoria al diálogo y a la tolerancia en el mundo.
Asimismo se puede apreciar en esta ocasión, la pasión del genial suizo-francés por las artes
plásticas y cómo llegó a desarrollar su célebre Modulor.
"Para resolver un problema arquitectónico hay que olvidar lo hecho, encontrar algo nuevo. Ser
asiático; tropical, si se quiere."
"La "mano abierta", modestamente, expresa una filosofía mía, fruto de una vida de estudio, de
luchas, de derrotas o de victorias a veces. Desde que vi a el líder de la India, Nehru, por primera vez
en Delhi y en Chardighar, desde el comienzo la mano estuvo abierta entre nosotros y con el tiempo
coronó lo que llamé "Fosa de la Consideración", es decir un espacio útil para la discusión de la cosa
pública al margen de las autoridades constituídas."
A veces mi mano precede a mi mente. La mano humana es algo fantástico. Me gusta lo bello, me
importan los volúmenes y los colores. Pido la autorización de hacer para mí pintura, arquitectura y
escultura. Si a otros les molesta, que se queden en casa,
pero si a los 75 años alguien me pide que muestre lo que hice, que no tengan celos."
"Tengo un "castillo" en la Costa Azul de 3,6 m x 3,6 m para mi mujer. Estupendo, ¿no? Raro adentro,
por lo cómodo. Agradable. Para uso personal. A 13 metros de ahí tengo mi casa de 1,90 m x 4
metros, son unas maderas que junté y no está mal."