el moscardon n°4

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El Moscardon 1

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La Revista del Joaquin V. Gonzalez

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El Moscardon 1

2 El Moscardon

Somos todos los que estamos pero no estamos todos los que somos, porque estamos seguros de que so-mos muchos más los que queremos construir otras formas de relacionarnos, otros espacios comunes, otros canales de comunicación desde donde interpe-lar a la realidad, interviniendo en ella, denunciando sus patas ocultas, sus bambalinas, sus cocinitas de humo, sus lugares secretos, sus paredes descascara-das y agrietadas (donde se esconden las cucarachas) debajo de los estandartes pomposos y sus cartones pintados al blanco. Ciertamente no queremos ser una maqueta de lo que debería ser y no es, una andanada de trompadas de loco, descargadas con furia ciega, por el mero arte de denunciar: de decir que todos los que no piensan como nosotros son reaccionarios y funcionales al superaparato gubernamental, a la bu-rocracia funcionarial y al todo igual, siempre igual, todo lo mismo; en suma, a creer infantilmente en bolsas de gatos o ejes del mal. Nosotros y nosotras preferimos indagar en profundidad para determinar quién es quién, porque podemos definir claramente quiénes somos. Somos estudiantes porque queremos construir una educación mejor y ampliamente participativa: públi-ca, gratuita, con un presupuesto adecuado para sus necesidades. No somos estudiantes solamente por-que nos gusta estudiar: acumular conocimientos, te-ner una cultura más o menos general, hacer las de-licias de las reuniones familiares o juntarnos a hacer tutti fruttis colectivos de cuánto sabemos y qué gros-sos somos, descollar en jornadas institucionales y aprender a declamar lo políticamente correcto frente a una clase hasta poder ir a un programa de entrete-nimientos de la tele y figurar sin miedo. Somos estu-diantes porque queremos transformar esta realidad, queremos desnaturalizar lo dado y, si es necesario, poner todo patas para arriba, y si la foto sale movi-da, mejor, porque queremos patentizar la dinámica de la vida y no vivir adentro de una fotocopia. Si te identificás con esto ya sos uno de nosotros y nosotras y sabés que podés sumarte a participar. Que vos sí

sos bienvenido a construir el nuevo mundo. Si todo esto te parece un disparate y tenés dudas sobre al-gunas de estas afirmaciones pero sentís que las cosas no son la maravilla caminando, también sos uno de nosotros y nosotras, que tenemos dudas y creemos que en la diversidad de voces podemos encontrar la potenciación de lo colectivo. Ahora si sos de los que gustan de aparecer en el anuario escolar con su nom-bre al pie de su foto y te obsesiona que tu libreta sea una colección de prolijos 10 para el promedio final, y ser aplaudido rabiosamente en la colación de grado, bueno, podés aspirar a engrosar la Secretaría o la Bedelía del JVG y mañana sumarte a alguna camarilla de intelectuales que prefieren sostener el statu quo a cambiar la más mínima cosa. Si te gusta escribir, dibujar, tenés inquietudes (pero también tenés el culo inquieto), si podés disparar tu ironía sin destilar veneno y sabés reírte de la realidad que nos toca transformar sin por eso tomártela me-nos en serio, queremos que seas parte de esta secre-taría, con tu aporte, con total libertad, animándote a apostar por algo distinto, sabiendo que nada de lo que puedas acercarnos es una pedorrada: el aporte inadecuado es aquel que no se hace y que nunca, nunca, es preferible quedarse callado, pensando: to-tal, ya otros y otras lo hacen mejor que yo. Somos protagonistas de este tiempo, no nos releguemos a meros comparsas. Acercate y participá.

El Moscardon 3

En la vida hay asuntos difíciles de procesar. Pero esta es una espina atragantada que no se pasa así nomás con miga de pan y agua. Un mal trago que nos va a durar cuatro largos años. Pero esta asfixia a qué responde. Porque no es nuestra asfixia; es una res-puesta al collar que va ajustándose al cuello de esta capital. Ellos se están asfixiando, en realidad, y no porque tengamos un gobierno revolucionario a nivel nacional exactamente, aunque ellos los tilden de zur-dos y montoneros. Cristina es la derecha moderada, la búsqueda de una cara humana para el capitalismo globalizado. Una máscara del todo humana, un en-mascaramiento de la miseria. Y hasta ahí una serie de respuestas de estímulo controlado para acallar a las masas. Pero esa pequeñez que se corresponde con una larga lucha de los sectores oprimidos y ex-plotados (matrimonio igualitario, ley de medios, asig-nación universal por hijo, recuperación estatal de los fondos provisionales) es una aguda montaña para los sectores privilegiados y centralistas que se aglutinan en esta metrópoli, una sombra que les quita el sueño. Esos que les desean la muerte a todos los k, a to-dos los zurditos, a todos los bolivianos, paraguayos, peruanos y cualquier otro individuo sospechado de pigmentación oscura concentrada en su piel, y que llaman a Hebe de Bonafini vieja de mierda, la acusan de tener escondidos a sus hijos en México y de am-parar a parricidas como Schoklender, y un sinfín de absurdos más. Porque la política está, mal que mal, en la calle, en cada esquina, ha vuelto a ser un tema central de de-bate y reunión. Y ellos son la antipolítica, su odio responde a una fe cuasireligiosa y extremadamente devocional, fanática, en contra de cualquier forma de organización popular. Por eso se reivindican profun-damente antiperonistas y el gorilismo les aflora hasta por el último folículo piloso. Pero, ¿es posible que más de un millón de personas sean parte de esta calaña? No todos son lo más conciente que pueda pensarse; muchos son nomás abonados del círculo Clarín-TN-Nación y los consumen como pan caliente. Hay que reconocer además a los desencantados del “gobierno popular” que no tienen ganas de recitar las imágenes mil veces repetidas de 6, 7 y 8 condenando al círculo del mal y a sus aliados (léase, de paso, todo aquel que imagina siquiera algo distinto del sector k). Porque el gobierno de Cristina rebosa de exclusión, no hay que ser muy trosko para reconocerlo. Pero como tampoco de este lado de la paleta partidaria hay colores verosí-miles para pintar otro paisaje, digamos, con un ancla-je en la realidad de… ¡1917! y en la Rusia tardofeudal,

tiran el dado y ven qué sale. No se puede seguramente pensar en que la ciudadanía de Buenos Aires está compuesta por varios millones de tarados, fascistas y alegres enemigos del proletariado. La fá-cil, en la que no debemos caer, es la de pensar que la mayoría vive equivocada mientras que nosotros y nosotras tenemos la verdad pero que nadie nos lle-va el apunte. Una gran mayoría vive engañada, tal vez, pero vive día a día en esta ciudad y la pade-ce también, no hay un millón y monedas de ricos en los barrios de esta capital. Así como tampoco los partidos de la izquierda tradicional están compuestos únicamente por proletarios. Dejemos los espejitos de colores a un lado. Tenemos el gobierno que nos merecemos, pensarán algunos. Otros se contentarán creyendo que todo tie-ne que llegar hasta el límite para explotar, por eso es necesario otro mandato de Mauricio (que no nos es bienvenido ni un poco, entiéndase bien). Yo pensa-ría mejor que tenemos estos cuatro años que están viniendo (no muy bien que digamos) para construir otra realidad entre todos y todas. Pero esta lectura me lleva a pensar en que cada día menos necesita-mos quien nos dirija y nos adoctrine, quien nos bu-rocratice y nos venda gato por liebre. Necesitamos organización pero desde la base, entre iguales (sin uniformar, claro está, ni redondear para abajo), con los de abajo como punta de lanza para abrir otra bre-cha en la ciudad. El Indoamericano no quedó atrás, queda acá a la vuelta, donde una mamá se caga de frío con su hijito encaramado en su pecho, en el rigor de la dura calle. No necesitamos más paños fríos para detener la hemorragia, sangremos con bronca pero con plena conciencia, esta lucha está en sus albores y la libertad y el poder no son ni serán objetos deco-rativos ni trofeos para los que plantean conquistarlos; serán construcción popular o no serán más que lo que son: instrumentos que ajustan o aflojan las cuer-das de nuestros cuellos.

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¿Cómo se encuentra el Departamento de Informática hoy?El Departamento de Informática, en el corriente año, tiene como jefa de departamento a la profesora Patricia Güidi, quien fue la única en postularse frente a las elecciones de junio del corriente año.Además, cuenta con la compañía de los representantes docentes, la Prof. Diana Seino y el Prof. Claudio Gue-cia, y los representantes de alumnos, Marcelo Antonio Díaz (Titular) Eduardo González (Segundo Titular) y los suplentes Flavia Conde y Adrián Scarfó. Luego de las elecciones, este grupo encabezó de inmediato reuniones internas en las que las tres partes del grupo plantearon inquietudes; sugerencias propias y del resto de los alumnos del departamento.Amerita destacar lo cercanos que son los representantes a sus pares, por lo que hoy en día las propuestas e inquietudes de los estudiantes llegan de inmediato a oídos de la Jefa de Departamento. Las razones principa-les de este acercamiento, se debe a la reactivación de la cartelera informática del piso 10, la creación de un grupo en Facebook (abierto a la comunidad), la posibilidad de contacto por mail, y por sobre todo, la presencia constante de colaboradores en el instituto.Temas del Momento:-Confeccionar Escrito para presentar la solicitud del Turno Noche/Anexo-Seguir insistiendo (ante la puerta que se abrió) sobre los talleres (Matemática, Comprensión de texto, etc) para el año que viene-Firma petitorio Cortinas en el LAB de Informática-Llegar a un punto claro sobre QUÉ pasa con los chicos del plan viejo (2008 para atrás) a fi n de año- Petitorio para que los alumnos de primer año de nuestra carrera puedan tener el benefi cio de las Netbook como el resto de los estudiantes.MAIL DE LA JUNTA DEPARTAMENTAL: [email protected]

gracias LISTA 69 de informática ([email protected])

Estudiantes del departamento de Filosofía del instituto asistieron al IV Encuentro Nacional de Estudiantes de Filosofía que se realizó en la Universidad Nacional de Córdoba. Participarón la Universidad de Mar del Plata, Neuquén, Buenos Aires, Salta, Córdoba y, por supuesto, el JVG.Para juntar el dinero para los gastos del viaje y estadías se organizaron rifas, un buffet en el octavo piso y una colaboración económica del Centro de Estudiantes.Ya en Córdoba, el encuentro tuvo 3 modalidades: presentación de trabajos, mesas de debate y el plenario fi -nal. En las mesas de debate el JVG tuvo mucha participación. Se tocaron temas como la propiedad intelectual, la distribución del saber, el carácter mercantil de la educación, el acceso popular a las instancias superiores, la fi losofía y la acción, entre otros.Nuestros compañeros que participarón destacan que:- Es la primera vez de estudiantes del Joaquín V. González participan del encuentro- Fuimos la única institución no universitaria- Se realizó en la facultad de fi losofía de Córdoba que se encuentra tomada- Conocimos a estudiantes de distintos lugares del país- Intercambiamos experiencias políticas, pedagógicas y fi losófi cas- Encontramos puntos en común en nuestras prácticas y en nuestras instituciones.- Conocimos el campus de la Universidad de Córdoba- Buenos Aires será sede el año que viene y nos comprometimos individualmente a participar de la organización

Tal es la alegrìa de quienes volvieron de Córdoba que quieren invitarnos a todos a participar del próximo en-cuentro (en la UBA, aca nomás), y si tienen ganas, de participar en la organización del mismo. La página del encuentro es http://www.defi losofi a.com.ar/ (el foro es más activo que el blog) y el mail de contacto de los compañeros del Joaquín es [email protected].

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irse. No hay espacio para compartir, para disfrutar con compañeros. Y esto se debe a la falta de espacio físico (el edifi cio no está hecho para una institución educativa, sino más bien para ofi cinas), pero también por la falta de una construcción social, cultural y po-lítica de espacios de encuentro.Los espacios de encuentro politizan a las institucio-nes, pues les brindan un elemento fundamental, un espacio donde se construyen lazos sociales. Esos la-zos fortalecen a la institución, la hacen menos indivi-dualista, más colectiva. Promueven la pertenencia, la apropiación del espacio. Y cuando uno se siente parte de un espacio, lo cuida, trabaja para mejorarlo.Hay que reconocer que este tipo de discusiones mu-cho tienen que ver con el debate sobre qué docentes queremos ser. La forma en que pasemos nuestros días en esta institución educativa tendrá mucho que ver con la óptica que tendremos para pensar nues-tro rol como profesores. En este sentido, de lo que estamos hablando es qué hacemos con el espacio público. Establecemos una relación en tanto cosa es-tática que sólo alberga lo realmente importante (las clases) o bien optamos por intervenir en ese espacio y transformarlo ¿Qué les propondremos a nuestros alumnos? Que tomen lo que nos es dado como algo quieto, inerte, o que asuman el desafío de construir el espacio, de ser sujetos activos en la creación de los espacios que habitamos. En este marco, hay una serie de iniciativas que nos marcan el camino: las diferentes jornadas de refl exión colectiva sobre el maestro Carlos Fuentealba, sobre la politicidad del rol docente, sobre la educación po-pular y la escuela pública, jornadas contra la repre-sión, en apoyo a las luchas docentes y estudiantiles. Los distintos festivales que se han hecho con murgas, bandas de música, muestras de fotos, actuaciones circenses, poesía. Las paredes pintadas con murales que le dan color y vida al espacio, pero que también nos problematizan con su contenido político. La ocu-pación del subsuelo con mesas y sillas para poder sentarse y estar. La invitación a la asamblea de estu-diantes chilenos a que compartan sus experiencias de lucha con nosotros. La institución es pública, es nuestra, es de todos. Los pocos espacios que tiene son públicos. Debemos apropiarnos de ellos, transformarlos en verdaderos espacios de sociabilidad, llenarlos de contenido, de actividades. Hagámonos cargo de lo que es nuestro, ese espacio público, nuestro profesorado.

Manuel Díaz, estudiante de 2do año de Historia

Un espacio de encuentro requiere de un espacio fí-sico, pero también de una construcción social y cul-tural. Un espacio de encuentro abre la posibilidad de conocerse y reconocerse entre compañeros. De com-partir momentos, refl exiones, actividades, jornadas, todos puntos de importancia en una institución de formación docente como la nuestra, que debe sem-brar las aspiraciones para nuestra futura tarea. Por un lado, porque como futuros profesores no da igual formarnos únicamente asistiendo a las clases que complementando esto con espacios de construc-ción colectiva, donde se promueva la solidaridad en-tre compañeros, donde se ponga en juego la creativi-dad y la refl exión política. Por otro lado, porque nuestro profesorado no está exento de problemáticas y quienes deben hacerse cargo de ellas somos los integrantes de la comunidad educativa. En este sentido, conocerse, intercambiar con compañeros de distintas carreras, se hace funda-mental ya que no es lo mismo afrontar una discusión y buscar soluciones a los problemas con quienes co-nozco que con desconocidos. Por último, porque no contar con un espacio de socia-bilidad, un espacio disfrutable, ya se presenta como una problemática en sí misma. Como sociedad nece-sitamos de espacios de sociabilidad, de espacios para recrearnos, de espacios donde se construyan lazos sociales, donde se construya tejido social. Debemos aspirar a que como sociedad podamos brindarles a nuestros futuros alumnos espacios para compartir en su paso por la escuela. No podemos naturalizar esa gran falta en la institución donde transcurren nues-tros estudios. La gran mayoría de las instituciones educativas cuen-tan con espacios de sociabilidad, el jvg no. La facultad de Sociales cuenta con el estacionamiento recupera-do por los estudiantes. La de FFyLL cuenta con un gran patio central. Todos los magisterios comparten edifi cio con los primarios y tienen distintos patios. La facultad de agronomía tiene un inmenso bosque a su alrededor. Las facultades de Ciudad Universitaria tie-nen amplios espacios e instalaciones. Nuestro edifi cio nos escupe hacia fuera. Lo cierto es que da ganas de

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Nos encontramos con Pocho, Emiliano y Victoria. Ellos son compañeros (de lucha) del I.E.S. Juan B. Justo de Villa del Parque, que además cuenta con jardín de infantes, primario y secundario. Mientras nos descolgamos las mochilas y materas nos vamos conociendo. Lo primero que nos dicen es: ni centro ni agrupaciones, La Asamblea. Este es su espacio de participación estudiantil en el profesorado: un lugar que se propone con un nuevo paradigma desde este año, construyendo desde abajo y con pretensiones de ser de todos. Nos explican que se les hace difícil la participación multitudinaria en las asambleas: convocar a los estu-diantes es una tarea ardua, ya que a pocos le intere-sa lo que pueda suceder en el Juan B. Justo: “casi siempre somos los mismo cinco”, nos dicen con risas y angustia; “también se escucha el: yo no hablo de política”, amplían los chicos. A pesar de esto, los pocos que se ocupan logran avanzar, por ejemplo, organizarse para llegar al 3° Foro Nacional de Educación para el cambio social.Luego nos cuentan que nunca se habían celebrado elecciones de consejo directivo en este profesorado (el cual está compuesto por un claustro estudiantil , uno de graduados, uno de docentes y el rector), sino que por el contrario, tanto los representantes estudiantiles y graduados, como docentes se elegían con el método de la “dedocracia”. Hasta antes del receso invernal de este año solo existía eso. Fue la Asamblea y su lucha la que logra llamar a elecciones.

Los compañeros agregan que a pesar de presentar lista única, la mayor relevancia se la lleva el hecho concreto de celebrar elecciones en un lugar donde no existía nada. Esta elección lamentablemente sufre un fraude, por lo cual se tuvieron que realizar nuevas en el comienzo del segundo cuatrimestre. Los resultados ya se sabían por una obviedad de las listas únicas. Pero la victoria se siente en los pibes que la vienen peleando para cambiar la realidad de un instituto de formación docente.Las problemáticas que mencionan no tienen que ver con lo edilicio ni con el nuevo plan de estudio, sino con la organización estudiantil concreta, y la difi cultad de sostener un espacio de participación. Se preguntan:

“¿Qué nos pasa como estudiantes?”. Pero eso no los detiene, sino que los hace buscar nuevos medios de convo-catoria, como una cadena de mails o pasadas por todos los cursos.Los próximos proyectos de la Asam-blea son establecer una relación con el centro de estudiantes del secundario

Juan B. Justo para realizar una actividad para el 25° Aniversario del Instituto. Además armar espacios de encuentro de género para poder llegar como Asam-blea al Encuentro Nacional de Mujeres en octubre de este año.Después de algo más de una hora de charla nos des-pedimos. Los pibes del Juan B. Justo saben bien lo que pretenden en cada asamblea: “construir otra cosa”.

Juan Corazza, estudiante de 3° año de Historia

El Moscardón se acerca a otros terciarios. Nos empuja a la idea de conocer sus problemáticas compartidas, las políticas educativas en la realidad de cada una de las instituciones y también, la de rastrear espacios de participación y construcción colectiva que se abren en la lucha por la defensa de una educa-

ción publica de calidad, en condiciones e inclusiva.

Nos encontramos con Pocho, Emiliano y Victoria. Los compañeros agregan que a pesar de presentar

El Moscardón se acerca a otros terciarios. Nos empuja a la idea de conocer sus problemáticas compartidas, las políticas educativas en la realidad de cada El Moscardón se acerca a otros terciarios. Nos empuja a la idea de conocer

sus problemáticas compartidas, las políticas educativas en la realidad de cada El Moscardón se acerca a otros terciarios. Nos empuja a la idea de conocer

una de las instituciones y también, la de rastrear espacios de participación y sus problemáticas compartidas, las políticas educativas en la realidad de cada una de las instituciones y también, la de rastrear espacios de participación y sus problemáticas compartidas, las políticas educativas en la realidad de cada

construcción colectiva que se abren en la lucha por la defensa de una educa-

El Moscardón se acerca a otros terciarios. Nos empuja a la idea de conocer sus problemáticas compartidas, las políticas educativas en la realidad de cada El Moscardón se acerca a otros terciarios. Nos empuja a la idea de conocer

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construcción colectiva que se abren en la lucha por la defensa de una educa-una de las instituciones y también, la de rastrear espacios de participación y construcción colectiva que se abren en la lucha por la defensa de una educa-una de las instituciones y también, la de rastrear espacios de participación y

El Moscardón se acerca a otros terciarios. Nos empuja a la idea de conocer sus problemáticas compartidas, las políticas educativas en la realidad de cada El Moscardón se acerca a otros terciarios. Nos empuja a la idea de conocer

sus problemáticas compartidas, las políticas educativas en la realidad de cada El Moscardón se acerca a otros terciarios. Nos empuja a la idea de conocer

una de las instituciones y también, la de rastrear espacios de participación y sus problemáticas compartidas, las políticas educativas en la realidad de cada una de las instituciones y también, la de rastrear espacios de participación y sus problemáticas compartidas, las políticas educativas en la realidad de cada

construcción colectiva que se abren en la lucha por la defensa de una educa-una de las instituciones y también, la de rastrear espacios de participación y construcción colectiva que se abren en la lucha por la defensa de una educa-una de las instituciones y también, la de rastrear espacios de participación y

ción publica de calidad, en condiciones e inclusiva.construcción colectiva que se abren en la lucha por la defensa de una educa-

ción publica de calidad, en condiciones e inclusiva.construcción colectiva que se abren en la lucha por la defensa de una educa-

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¿Cuál es la mejor solución para resolver la falta de espacio en el Joaquín? Esperar que la deserción nos deje respirar Vender las Netbooks para comprar un anexo Tomar el La Salle por medio de tirolesas Echar a los activistas políticos

¿Dónde queda el Pumper Nic más cercano al nuevo edifi cio del Joaquín? Sobre Cangallo Frente al cine Los Angeles En el sotano del Burger del obelisco. No se, yo voy a cheburguer.

¿Donde se junta la junta de historia? En el sótano del Bar Tarzán (esquina) En el INFoD, por costumbre… No asumió la mudanza. Se junta en el Moreno La junta no se junta Echar a los activista políticos

GOBIERNO INTERGALACTICO Y POPULAR

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La educación en Chile desde el año 1973 (posterior al golpe de estado burgués encabezado por Pinochet y la casa blanca) hasta el día de hoy, se ha regido bajo los parámetros del capitalismo-neoliberal, por lo que ha tenido un rol de opresión de clase y reproducción de la desigualdad. Esto comienza con la privatización de la educación, que en la práctica se materializó en el desmembramiento de las universidades del estado y la aparición de universidades y colegios privados. En este sentido el acceso a la educación está limi-tado, las familias mas acomodadas pueden acceder a una educación de calidad y las familias pobres a una de baja calidad o simplemente sus hijos no pue-den estudiar. Esto se ve especialmente en el ingre-so a la universidad, el cual se hace mediante la PSU (prueba de selección universitaria). Sólo obtiene un buen puntaje en la PSU el estudiante que viene de un buen colegio, o el que pudo pagar una inmensa suma por un preuniversitario. Por otro lado está la lógica del endeudamiento en la educación superior, las universidades del estado reciben como máximo un 16% de aporte estatal directo y por consecuencia los estudiantes que estamos en dichas casas de es-tudios debemos pagar aranceles muy altos, debemos pedir créditos al banco y terminamos endeudamos por mas 20 millones de pesos y pagando mas de 25 años. Lo mismo o peor sucede con los chicos que están en universidades privadas, donde los aranceles son mayores aun y los créditos bancarios todavía mas usureros. Las mayas curriculares de la mayoría de las carreras universitarias y colegios técnicos responden lógicamente a la ideología de la clase dominante y se someten totalmente a lo que exigen los mercados internacionales, siendo entonces las universidades centros de formación de mano de obra califi cada al servicio de la burguesía, de donde egresan individuos sin capacidad de cuestionamiento de su realidad ma-terial, simples autómatas al servicio del capital.El movimiento estudiantil chileno viene en alza hace ya bastantes años con la “revolución pingüina” del año 2006 y las movilizaciones de los últimos 3 años. Toda la efervescencia de estas movilizaciones del es-

tudiantado y los trabajadores que se han sumado al movimiento, se vio limitada y coartada por las ne-gociaciones que tuvieron los “dirigentes estudianti-les” con el estado y la clase dominante, lo que tuvo como consecuencia solo medidas parches que no hi-cieron reformas estructurales a la educación chilena. Partiendo de esta protesta preexistente y con la ex-periencia de los años anteriores, el movimiento del 2011 surge con fuerza a mediados de mayo con la paralización de la mayoría de las universidades del estado en todo Chile y la toma de los colegios emble-máticos de Santiago y otras ciudades. Con el pasar de los días se fueron sumando mas colegios estatales a nivel nacional con tomas y paros, y también algunas universidades privadas. La mayor aceptación y masi-vidad se dio con los primeros paros nacionales por la educación que solo en Santiago se materializaron en marchas de mas de 200.000 personas y a nivel nacio-nal medio millón. Las movilizaciones continuaron con nuevas marchas y distintas actividades artísticas, cul-turales, musicales por todo chile y también por otras de índole mas activistas como las toma de ministe-rios, municipios y huelgas de hambre. Estas medi-das responden a la consigna: “EDUCACION PUBLICA, GRATUITA Y DE CALIDAD EN TODOS LOS NIVELES”.La respuesta del gobierno frente a estas manifesta-ciones populares ha sido básicamente NULA. Ha tra-tado de establecer medidas parches y populistas que no realizan ningún cambio estructural y además son contradictorias en su interpretación, con el objetivo de engañar y alienar aun mas al pueblo. Por otro lado, el gobierno ha usado de forma desmesurada las fuerzas represivas para contener las marchas y movilizaciones, que representan la legítima autode-fensa de las masas populares. También para comba-tir y desalojar las tomas de colegios y universidades, utilizando gases lacrimógenos, los cuales los disparan a quemarropa a los estudiantes y también dentro de las diferentes casas de estudio, además de atacar con balines de goma, causando heridas graves a los ma-nifestantes.

A 38 AÑOS DEL GOLPE MILITAR QUE EL 11 DE SEPTIEMBRE DERROCÓ AL GOBIERNO SOCIALISTA

DE SALVADOR ALLENDECHILE SIGUE EN LUCHA!!!

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En este contexto de represión por parte del gobierno, varios estudiantes y jóvenes que están dando esta lucha han comprendido la importancia de la autode-fensa popular y ha ido cambiando un poco el carác-ter de las manifestaciones y la resistencia. Un claro ejemplo ha sido el 4 julio, día en el que el ministro del interior no permitió marchar, no permitió que se juntaran más de 3 personas en el centro de Santia-go (medidas de la dictadura militar), lleno la cuidad de policías y dijo “ si hay muertos será culpa de los estudiantes”. En respuesta a todo esto se levantaron muchas barricadas en el centro de Santiago especial-mente afuera de las universidades , donde el nivel de autodefensa y resistencia sobrepaso la capacidad de las fuerzas represivas del estado. Lo mismo paso el 24 y 25 de agosto en el paro nacional de la CUT con madrugadas donde hubieron barricadas en la mayo-ría de las afueras de las sedes universitarias y en las ciudades de todo Chile. Este mismo día se produjo el asesinato de 2 jóvenes en manos de la policía, en las cercanías de una barricada en la comuna de Macul en Santiago, frente a lo cual el gobierno asumió la culpa y dio de baja a algunos carabineros y al culpable de los dispares se lo está procesando.De momento la organización del pueblo se basa en las federaciones locales y confederación nacional de estudiantes. Pero la forma más practica y que repre-senta mucho mejor la dinámica que ha tomado la lucha de clases en chile son las asambleas y cordones territoriales que reúnen a trabajadores, estudiantes

y pobladores, donde el pueblo se organiza y toma decisiones de cómo movilizarse a nivel territorial en cada punto de las ciudades de nuestro país.Lo que el pueblo exige es que la educación sea gratui-ta y de calidad en todos sus niveles. Que los colegios dejen de estar en manos de los municipios, ya que así solo se reproduce las condiciones socio-económicas de cada comuna en la educación. La democratización dentro de los establecimientos educativos, derecho a sindicato, orgánicas representativas dentro del estu-diantado y que las decisiones de las directivas de los centros educacionales pasen por los estudiantes, los docentes y los funcionarios. Finalizar con la PSU ya que solo tiene una función de fi ltro de clase y crea-ción de mecanismos diferentes de acceso a las uni-versidades. Y por último, fi n al lucro en la educación!Para fi nalizar, nos organizamos como clase trabajado-ra porque la lucha sigue en los distintos puntos del país. Esto es necesario para poder levantarnos ante cualquier arremetida de la patronal y dar esta lucha como explotados y proletarios que somos.CON MANUEL GUTIERREZ EN NUESTRA MEMORIA VIVA (JOVEN ASESINADO POR LA POLICIA EL 25 DE AGOSTO) Y CON NUESTRA ESPERANZA DE TRIUN-FO INTACTA, HOY MAS QUE NUNCA GRITAMOS QUE ¡SOLO LA LUCHA NOS DARA LA LIBERTAD!!!

Diego Ignacio Rodríguez ParraEstudiante de 4to año de medicina

veterinaria en la universidad de chile

10 El Moscardon

Cuando parta sin valijasCuando viaje sin valijasAgradeceré a la vidaPor haberme permitidoTener hijos sanos, buenos y queridos.No amasé fortunaPero en cambio, sembré bondadesY coseche amistades.Tengo pocos enemigosPero, la envidia existeHasta en la propia muerte, Y soy un hombre de suerteYa que, con poco me conformo,

Hasta mañana si Dios quiere…Todavía algunos dudan. Yo también.Quilombito copetudo al amanecer prestó el dolor de AMBIGÜO. Y si así ha de ser ¿quién apagará la luz?...-¡POPULAR e independiente!--Enfermedades de la infancia-Y a conocer el mundo de “Los del bombo y la tafeta”, fuimos; con la seguridad de ir con vos, de tu mano (fuimos). (Alcoholiquidados) de la Cresta de la Ola, salimos caminando; increíblemente. Luego, estallidos de aparentes resurrecciones cambiamos por la absoluta decisión de vagar (“aceptamos la imposición”).Y sino, hasta que la asfi xia nos vuelva violeta. Juan C. Corazza Moreyra, estudiante de Historia

Que lo poco, no es tan pocoSi abro los ojos y veo,Si me levanto y camino,Si estoy libre y me rio,Y me siento a la mesa con mis seres más queridos.El día que yo me vayaSerá un paso tranquilo,No renegaré de nadie,Estaré con los que se han ido,Que partieron primeroPara enseñarme el camino.Conoceré mucha genteQue aquí no he conocido:Mis abuelos, algunos tíos

O tal vez algún amorQue se quedó detenido.Cuando parta para siempreNo quedaré en el olvido,Me recordarán algunos De aquellos que me han querido,O tal vez aquellos otrosQue pagarles no he podido.

Juan Carlos Corazza, padre de un estudiante de Historia

Cuando parta sin valijasCuando parta sin valijasCuando parta

Cuando viaje sin valijasAgradeceré a la vidaPor haberme permitidoTener hijos sanos, buenos y queridos.No amasé fortunaPero en cambio, sembré bondadesY coseche amistades.Tengo pocos enemigosPero, la envidia existeHasta en la propia muerte, Y soy un hombre de suerteYa que, con poco me conformo,

Que lo poco, no es tan pocoSi abro los ojos y veo,Si me levanto y camino,Si estoy libre y me rio,Y me siento a la mesa con mis seres más queridos.El día que yo me vayaSerá un paso tranquilo,No renegaré de nadie,Estaré con los que se han ido,Que partieron primeroPara enseñarme el camino.Conoceré mucha genteQue aquí no he conocido:Mis abuelos, algunos tíos

O tal vez algún amorQue se quedó detenido.Cuando parta para siempreNo quedaré en el olvido,Me recordarán algunos De aquellos que me han querido,O tal vez aquellos otrosQue pagarles no he podido.

Juan Carlos Corazza, padre de un estudiante de Historia

Hasta mañana si Dios quiere…Todavía algunos dudan. Yo también.Quilombito copetudo al amanecer prestó el dolor de AMBIGÜO. Y si así ha de ser ¿quién apagará la luz?...

Y a conocer el mundo de “Los del bombo y la tafeta”, fuimos; con la seguridad de ir con vos, de tu mano (fuimos). (Alcoholiquidados) de la Cresta de la Ola, salimos caminando; increíblemente. Luego, estallidos de aparentes resurrecciones cambiamos por la absoluta decisión de vagar (“aceptamos la

Y sino, hasta que la asfi xia nos vuelva violeta.

con la seguridad de ir con vos, de tu mano (fuimos). (Alcoholiquidados) de la Cresta de la Ola, salimos caminando; increíblemente. Luego, estallidos de aparentes resurrecciones cambiamos por la absoluta decisión de vagar (“aceptamos la imposición”).Y sino, hasta que la asfi xia nos vuelva violeta. Juan C. Corazza Moreyra, estudiante de Historia

con la seguridad de ir con vos, de tu mano (fuimos). (Alcoholiquidados) de la Cresta de la Ola, salimos caminando; increíblemente. Luego, estallidos de aparentes resurrecciones cambiamos por la absoluta decisión de vagar (“aceptamos la

Y sino, hasta que la asfi xia nos vuelva violeta. Juan C. Corazza Moreyra, estudiante de Historia

con la seguridad de ir con vos, de tu mano (fuimos). (Alcoholiquidados) de la Cresta de la Ola, salimos caminando; increíblemente. Luego, estallidos de aparentes resurrecciones cambiamos por la absoluta decisión de vagar (“aceptamos la

Juan C. Corazza Moreyra, estudiante de HistoriaY sino, hasta que la asfi xia nos vuelva violeta. Juan C. Corazza Moreyra, estudiante de Historia

con la seguridad de ir con vos, de tu mano (fuimos). (Alcoholiquidados) de la Cresta de la Ola, salimos caminando; increíblemente. Luego, estallidos de aparentes resurrecciones cambiamos por la absoluta decisión de vagar (“aceptamos la

Todavía algunos dudan. Yo también.Quilombito copetudo al amanecer prestó el dolor de AMBIGÜO. Y si así ha de ser ¿quién apagará la luz?...-¡POPULAR e independiente!--Enfermedades de la infancia--Enfermedades de la infancia-Y a conocer el mundo de “Los del bombo y la tafeta”, fuimos; con la seguridad de ir con vos, de tu mano (fuimos).

Quilombito copetudo al amanecer prestó el dolor de AMBIGÜO. Y si así ha de ser ¿quién apagará la luz?...

Y a conocer el mundo de “Los del bombo y la tafeta”, fuimos;

-¡POPULAR e independiente!--Enfermedades de la infancia--Enfermedades de la infancia-Y a conocer el mundo de “Los del bombo y la tafeta”, fuimos; con la seguridad de ir con vos, de tu mano (fuimos). (Alcoholiquidados) de la Cresta de la Ola, salimos caminando; increíblemente. Luego, estallidos de aparentes resurrecciones cambiamos por la absoluta decisión de vagar (“aceptamos la

-Enfermedades de la infancia--Enfermedades de la infancia-Y a conocer el mundo de “Los del bombo y la tafeta”, fuimos; con la seguridad de ir con vos, de tu mano (fuimos). (Alcoholiquidados) de la Cresta de la Ola, salimos caminando;

Y a conocer el mundo de “Los del bombo y la tafeta”, fuimos; Y a conocer el mundo de “Los del bombo y la tafeta”, fuimos;

Todavía algunos dudan. Yo también.Quilombito copetudo al amanecer prestó el dolor de AMBIGÜO. Quilombito copetudo al amanecer prestó el dolor de AMBIGÜO. Y si así ha de ser ¿quién apagará la luz?...

Y a conocer el mundo de “Los del bombo y la tafeta”, fuimos;

(Alcoholiquidados) de la Cresta de la Ola, salimos caminando; increíblemente. Luego, estallidos de aparentes resurrecciones cambiamos por la absoluta decisión de vagar (“aceptamos la

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Y a conocer el mundo de “Los del bombo y la tafeta”, fuimos; con la seguridad de ir con vos, de tu mano (fuimos). con la seguridad de ir con vos, de tu mano (fuimos).

cambiamos por la absoluta decisión de vagar (“aceptamos la

Todavía algunos dudan. Yo también.Quilombito copetudo al amanecer prestó el dolor de AMBIGÜO. Quilombito copetudo al amanecer prestó el dolor de AMBIGÜO. Y si así ha de ser ¿quién apagará la luz?...

Y a conocer el mundo de “Los del bombo y la tafeta”, fuimos;

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Y a conocer el mundo de “Los del bombo y la tafeta”, fuimos; Y a conocer el mundo de “Los del bombo y la tafeta”, fuimos; con la seguridad de ir con vos, de tu mano (fuimos).

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12 El Moscardon

M_¿Qué antigüedad tenés en la docencia?GR_ Más de 25 años…M_ ¿En este Profesorado o en general?GR_ En general, sí. En la escuela pública, digamos. Y en el Joaquín en abril cumplí los 20, lo recuerdo por-que pase a cobrar con el 120 de antigüedad (risas)M_¿En dónde te formaste?GR_ En el Joaquín! Soy egresada del Profesorado de Psicología y Ciencias de la Educación, antes de la reforma te recibías con la doble titulación.M_¿Tenés alguna otra formación?GR_ Sí, estudié Psicología Social en la Universidad Popular Madres de Plaza de Mayo.M_ ¿En qué departamentos estás?GR_ En varios, en Matemática, Ciencias económicas-Cs de la administración, Geografía y más recientemente en Lengua y Lite-ratura.M_¿Y cuándo decidiste ser docente?GR_ Bueno, en realidad al principio no fue una elección, es que estaba haciendo el curso de ingreso a la Licenciatura en Psicología y cerraron la carrera, entonces junto con otros compañeros nos pasamos al Instituto. Pensando que sería por poco tiempo y hasta que reabrieran la facultad, pero me quede un tiempito más Ja, JaM_¿En qué año fue eso?GR_ En el 75, la directora de departamento era Elida Gueventter y también estaba Lidia Carotenuto y Ali-cia Camilloni, docentes con un gran compromiso y en un momento del país muy particular, de mucha efer-vescencia y participación social. Por esa época empe-cé a leer a Freire y no deje de leerlo más… después vino el golpe y las cosas se pusieron muy difíciles, regresé muchos años después….M_¿Allí decidiste ser profesora?GR_ Sí, se podría decir que sí. Fue un darme cuenta que lo que Freire planteaba que la naturaleza de la práctica educativa es política en sí misma y de esta manera los educadores somos políticos, independien-temente de que pertenezcamos o no a un partido po-

lítico determinado, redimensiono la idea que tenía de la educación. Pensá que en esa época circulaban las críticas a la educación, como aparato reproductor del Estado, y yo como muchos jóvenes de esa época, nos pensábamos como protagonista de la transformación social, como sujetos activos de la historia. También leíamos a Gramsci, y pensábamos, bueno, sigo pen-sando, que la educación no puede dejar obrar a las fuerzas de la naturaleza, porque no hay naturaleza humana en abstracto, el hombre es más bien una forma histórica, un producto de relaciones sociales históricamente determinadas, más bien resultante de la coerción. Entonces ser educadora es intervenir, es comprometerse. Por eso la crítica a las ideas de los intelectuales iluministas, tan presentes en nues-tra formación, que si bien dieron debate para que la educación dejara de estar en el ámbito religioso, estaban distantes y alejados de la necesidad de un compromiso, de un involucramiento con lo popular.

Un docente no puede olvidarse o estar distante de las necesidades sociales, más bien debe poder apa-sionarse debe tener capacidad de amar el mundo, como anhelaba Paulo Freire.

M_¿Y cómo ves la escuela pública hoy?GR_ Bueno, muchas cosas pasaron en la Argentina desde los 70… y es necesario tener en cuenta esos cambios en Argentina y en el mundo, para pensar la educación hoy…Estamos a pocos días del día del maestro, y es un momento propicio para realizar ba-lances y perspectivas. Para mí la historia tiene una función social concreta, la de interpretar los hechos del pasado para comprender el presente, con el fi n de cambiarlo. En este sentido yo me defi niría como una educadora esperanzada, pero no con una es-peranza de pura espera, de resignación, muy por el contrario con una esperanza activa, creo que para los que vivimos el Proceso, los tiempos de la híper, la década del Menemato, la crisis del 2001….bueno, esta coyuntura es una oportunidad…Una oportunidad de construir trama, grupalidad, oportunidad de apro-vechar espacios institucionales como la escuela pú-blica, donde la presencia de las mayorías populares genera condiciones propicias para hacer de los pro-cesos educativos sean verdaderos procesos políticos de organización de la subjetividad. Pero para eso y

Entrevista realizada por Mateo Muñin Prado, estudiante de 3° de Historia.

“Un docente no puede olvidarse o estar distante de las

necesidades sociales”

El Moscardon 13

parafraseando a Freire, tenemos que revisar crítica-mente “al iluminista que llevamos dentro”, para que educar no sea una “donación” de buenos saberes y buenos sentidos. Para que educar sea más bien un diálogo de saberes, de miradas del mundo, de prácti-cas de resistencia… Oportunidad de preguntarse por las condiciones para el cambio y actuar en función de desnaturalizar lo existente. Hoy nos encontramos que las condiciones socio- históricas de subjetivación cambiaron. Las instituciones ya no están hermanadas como en los tiempos de la modernidad sólida, la fa-milia, la escuela, el mundo del trabajo, modelaban a los sujetos, los disciplinaban. Hoy hay más fragmen-tación entre las instituciones y nuevos escenarios sociales para nuestra práctica docente. Ante esto, podemos seguir esperando casi me-lancólicamente que regrese el alumno de hace algunos años y mientras tanto quejarnos de todo lo que les falta a muchos de los alumnos actuales, o dialogar con nuestros sujetos pedagógicos reales, con sus nece-sidades e intereses. Bueno, tanto para hacer! Tra-bajar para una educación en la comunidad, y para las necesidades de esa comunidad. Pero no solos, es necesario agruparse para re pensar la formación , para poder profundizar los reclamos que como tra-bajadores tenemos, fundamentalmente para evitar las políticas de vaciamiento a la Escuela Pública que vienen imponiendo en la ciudad de Buenos Aires.… a los docentes nos faltan lugares de encuentro para compartir nuestras propias prácticas, ansiedades, te-mores, certezas, pesares, sueños…M_¿Qué puede aportar la Educación Popular a la escuela pública?GR_La educación popular en la escuela pública es un desafío estratégico que nosotros, como grupo, asu-mimos. Me refiero a la experiencia de Cátedra que comenzamos con la profesora Kleinmann a mediados de los 90, articulando Educación Popular y Psic. So-cial. Siempre pensando en aportar a la construcción de un pensamiento y una práctica pedagógica eman-cipadora, En el actual contexto socio-educativo lo entiendo como una estrategia política de importan-cia crucial. Igualmente me gustaría aclarar algunas cuestiones y para eso nos tenemos que remontar a la “matriz sarmientina” que entendía el pueblo como “la masa de los insurrectos e irregulares” que por los rasgos de barbarie hacían que la tarea educado-ra fuera equiparada con una acción “civilizadora”. La educación popular era aquella destinada a integrar a los “irregulares sociales” en un conjunto nuevo, y era asimilada a la acción de un Estado que se proponía incluir dentro del sistema educativo a toda la pobla-ción “educable”, recordemos que algunos no lo eran

para el pensamiento racista de Sarmiento. Más de cien años después vemos que algunos sectores con-tinúan definiendo la educación popular por el destina-tario. Si bien antes la educación popular era aquella destinada a integrar a los “irregulares sociales” en un conjunto nuevo, ahora la educación popular es en-tendida por muchos como la educación de y para los sectores populares, es decir los que actualmente son los pobres, los marginados, los grupos vulnerables a la exclusión. En suma, presentan continuidades en los modos y vínculos del proceso educativo con esa “matriz sarmientina”. Homologan la noción de pue-blo con “los pobres”, y despolitizan el concepto al no definirlo en relación con el proyecto de lucha contra

el bloque en el poder, sino por su condición social.Estamos, entonces en un proceso de resignificación, denunciada la fa-lacia de la neutralidad educativa y la

igualdad de oportunidades en una sociedad de cla-ses, nuevos significados y prácticas cuestionan que la disputa por “lo popular” se defina por los destina-tarios, si se trata de sectores marginados o incluidos en la escuela, o se defina por el ámbito, ya no es definitorio, como era en los 70, si la educación se de-sarrolla en la institución escolar o fuera de ella. Creo que en este proceso de resignificación, la educación popular se constituye como una concepción político-pedagógica en sí, en la que se enfatiza el carácter contrahegemónico que pueden adquirir los procesos educativos.

“algunos sectores continúan definiendo la educación

popular por el destinatario”

14 El Moscardon

Muchas veces oímos hablar del rol docente, nos han dado textos pedagógicos que intentaban determinar de al-guna forma las delimitaciones y alcances de nuestra profesión, de establecer qué era exactamente ser docente, qué responsabilidades y obligaciones implicaba y cuál era su situación en el actual contexto social en el que nos toca vivir y desarrollar nuestras actividades. En realidad, mayormente, más que intentar seriamente pensar entre

todos y todas una concepción amplia de la práctica docente, las llamadas metodólogas o cientistas de la educación, nos han ofrecido una serie de modelos, figurines donde fabricar algún diseño

que pueda ajustarse a nuestros cuerpos, trajes de profesores, hábitos que nos ha-biliten para nuestro ejercicio. Y en este marco estrecho, en esta galería de

moldes utilitarios, nos van templando un perfil docente. Atándonos a métodos rigurosos y cultivándonos el conocimiento como si fuera

un culto sagrado. La academia no ha demostrado mayor piedad que la religión.

Lógicamente que hacer ciencia no es una forma de bricolaje o una mera artesanía; pero eliminar lo artesanal en virtud del método, dejar la creación por unos pasos ordenados e insustituibles es un error espantoso que deshu-maniza al rol del educador y lo convierte en una radio vociferante, en una

propaladora de mandatos sociales, objetivos estrictos y un cúmulo de conocimientos oficialmente establecidos por un manojo de intelec-tuales que no están en la calle, ni toman cargos en las aulas. Los que dictaminan lo que debe saberse no saben qué está pasando en los barrios, en las esquinas, en las casas; viven en su mundo libresco, sumidos en sus reflexiones complejas y en sus tratados que buscan afirmar o rechazar otros tratados a través de nuevas investigaciones. Sacándose los ojos con otros investigadores por

ocupar el podio de los consagrados y elegidos del sistema, por ser sus niños mimados y hacerse de un prestigio. Dirán, bueno, los técnicos no son cientistas sociales, no tie-nen porqué estar al tanto de la realidad social y sus fluctua-ciones; se puede hacer ciencia sin involucrarse en el barro, porque la ciencia debe estar limpia de contaminación, y lo social contamina. Déjenme decirles que no se puede con-cebir la enseñanza en un laboratorio aséptico. In abstracto,

con sujetos ideales desde sujetos ideales. El propósito de las observaciones resulta tan eficiente para el desarrollo del rol do-

cente como bucear con un casco de motociclista. Entonces, no se planifica una clase como se dispondría de un ensayo científico, de un

experimento. Tampoco llega uno a la clase como si fuera un antropó-logo o un naturalista: a mirar bichitos en su estado natural. Las aulas no

son las jaulas de un zoológico ni las páginas de un herbolario. La realidad está en constante movimiento y nosotros debemos formar parte de esa

realidad y ser conscientes de ello. Y en ese movimiento estamos docentes y estudiantes, construyendo una trama compleja, tejiendo y destejiendo rela-

ciones de poder. Pariendo conocimiento a través de la experiencia educativa, no asumiendo los conocimientos estáticos de un programa dispuesto por cínicos

especuladores matriculados para reproducir o debatir el fundamento de algún gobierno de turno y su modelo político y socioeconómico.

El Moscardon 15

Lo social ya está atravesado por demasiados roles estereotipados para terminar asumiendo uno más como propio. Y encima pretender asignar otra estereotipia a los chicos y chicas que concurren a la escuela secunda-ria. En este rincón, el profesor y la profesora, el actor y su obra. Del otro, los alumnos, el público condenado a aplaudir lo que les han diseñado por destino. Basta de ajustar mediante la transposición didáctica la reali-dad social a la ciencia, es hora que la ciencia sea ajustada a la realidad social y a las necesidades del pueblo. No ya a los caprichos de la academia y su elite o a los requerimientos de mano de obra del mercado capitalista o a pertrechar a un tipo de ciudadano para determinado modelo socioeconómico. Basta de utilizar la transversalidad para des-componer la profundidad de un contenido y su carga simbólica y material. Para qué tener educación sexual si se puede ver un puchito aquí, otro más allá y un camino largo que baja y se pierde. Nadie quiere agarrar una papa caliente y así van quedando las cosas importantes para otras instituciones y actores (vaya a saber uno cuáles) para dar relevancia a contenidos sin ninguna utilidad social, ética, hasta incluso técnica. ¿En-tonces solamente se puede enseñar aquello que sea útil para la vida? ¿No es ser instrumentalista concebirlo de esa manera? Es ser, mínimamente, realista. Porque cuando la educación no tiene que ver con la vida co-tidiana, con lo que nos pasa en el día a día, deja de interesar y pierde absolutamente su sentido. ¿No es posible, entonces, pensar en contenidos transversa-les a varias materias? Necesariamente hay que pen-sarlos para que haya articulación y no parezca un sistema de cajas chinas. Pero hacerlo nomás para sacarse un problema de encima es igual a eliminarlo por controversial o complejo. Nosotros y nosotras no formamos ni liberamos a nadie, ayudamos a construir herramientas para que los estudian-tes puedan formarse y liberarse a sí mismos. Si olvidamos esto, volvemos a ser otra vez los pedantes, poderosos e infali-bles dueños de la verdad que alguna vez creímos ser. Ciertamente estos tiempos de precariedad laboral nos llevan a ejercer nuestra profesión en espacios desperdigados y con realida-des muy diversas que pierden de vista lo territorial y lo comunitario. Nos ponen como forasteros que meten sus narices en intimidades que desconocen porque no las viven cada día, codo a codo, palmo a palmo. Por eso, más que nunca, debemos acercarnos humildemente a la realidad de cada institución, del aula y de los estudiantes. No caer de paracaidistas como si fuera Normandía y nosotros viniéra-mos a salvarlos del nazismo. No venimos a traer la luz a las mentes obtusas, venimos a contribuir con un modesto aporte, a facilitar un poco la vida construyendo un conocimiento que abra caminos, no que cierre filas en torno al manual de procedimientos y contenidos mínimos.

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