el metodo, lita donoso

Download El Metodo, Lita Donoso

If you can't read please download the document

Upload: silvia-valdivia

Post on 03-Jan-2016

496 views

Category:

Documents


10 download

TRANSCRIPT

Lita Donoso

El Mtodo

Al infinito amor y enseanzas de mis Maestros. A mi Gua y Mentor. A mis pacientes y alumnos Cuya confianza en el camino que propongo Me permite a diario ser una espectadora maravillada De sus milagrosos procesos de autosanacin.

Me llaman iluminado porque lo que aprend trascendi mi yo fsico. El guerrero pereci; el conquistador muri. La arrogancia, como el humo de un fuego que se apaga, danz en el aire nocturno y desapareci. De modo que me convert en una entidad espiritual. Y qu significa eso? Significa que utilic mi cerebro y mi cuerpo para convertirme en una personalidad que hallaba valor, no es la conquista de este reino, sino en la conquista de la ignorancia.

RAMTHA

1

ndice

INTRODUCCIN Antes del viaje: del Homo Sapiens al Homo Lux

PRLOGO Glosario La flor de luz del cuarto portal Qu es la autoterapia?

PRIMERA PARTE Despertar

I Creer y crear II La voz de nuestro mundo III La baraja y los naipes de la vida IV El plan V La vida es sueo

SEGUNDA PARTE Buscando la Fuente

VI Todo est en todo VII

El enemigo invisible VIII

Sincrona IX El mundo cuntico X El cuerpo electrnico XI Smbolos y sueos XII

Milagros XIII

Recuperando el poder

TERCERA PARTE El camino

XIV

Lo extraordinario XV

Estar atentos

XVI

La ruta

CUARTA PARTE Alkymia

XVII

Magia XVIII Juegos de nios XIX

Una pintura mgica XX

La caverna violeta XXI

Quines somos?

QUINTA PARTE

2

Paraconciencia

XXII

Ahora XXIII Paraconciencia y proceso creativo nocturno XXIV

Paraconciencia y el resultado de la activacin del

Centro pineal-pituitaria

SEXTA PARTE El Mtodo

XXV

El centro pineal- pituitaria y sus funciones XXVI

Activando el centro pineal-pituitaria XXVII Paso a paso XXVIII Sanando el cuerpo y la mente

SPTIMA PARTE Autosanados (testimonios)

XXIX

En primera persona

XXX

Mnica XXXI

Karina XXXII Nicols XXXIII Fabiola XXXIV Pablo XXXV Tamara XXXVI Jackeline

Agradecimientos

Antes del viaje: Del Homo Sapiens al Homo Lux

Tenemos la fortuna de estar de paso en las primeras dcadas del siglo XXI, una poca en que la expansin de la conciencia humana es un hecho incuestionable. Algo que experimentamos especialmente quienes nos hemos formado dentro de los nuevos para digmas del origen verdadero de la humanidad. Juntos nos hemos aventurado en un r ecorrido interior hacia un proceso creativo sin precedentes.

Ha llegado el momento de compartir esta sabidura, de invitar a todo el mundo a em barcarse en el navo que nos conduce hacia la Fuente de todo lo creado. Esa es la

clave de El Mtodo sistema Alkymia de autoterapia, la razn por la cual escrib el lib ro que tienen en sus manos.

Es una realidad que los modelos de terapias, tanto fsicos como psicolgicos y psiqu itricos, han quedado obsoletos frente a la creciente necesidad de las personas po r una solucin profunda y radical de su mal. Quienes da a da batallamos contra las e nfermedades nos encontramos frente a una nueva disyuntiva: dejar la responsabili dad de la propia vida en manos de terceros o explorar el fascinante potencial de nuestra divinidad dormida hacia el proceso de autosanacin.

Ya no basta con efectos paliativos farmacolgicos o sofisticadas intervenciones qu irrgicas. Ni siquiera se trata de la comprensin y el origen energtico de nuestro ma l. La va actualmente es aprender a usar la enfermedad como un medio de acceso a n uestra divinidad olvidada.

En El Mtodo me permito compartir toda una vida de investigacin en los mbitos cientfi cos y espirituales. Estos han culminado en lo que he definido como mtodo Alkymia de autosanacin y 3

autoterapia. Una misin construida a base de impactantes y conmovedores procesos d e curas milagrosas que han experimentado mis pacientes y alumnos. Y que dan test imonio de lo que ocurre cuando dejamos la salud y la vida en manos de nuestra pr opia divinidad.

Encontraremos en este libro las claves de activacin de un modelo creativo inheren te a cada ser humano. Este modelo no est registrado en la memoria del ADN biolgico , pues se asocia a una idea gentica y energtica que nos pertenece por herencia, ol vidada y desconocida. En l se encuentran los cdigos para reiniciar nuestro ser-ene rga cuyo poder creativo nos permite acceder a una nueva dimensin de la conciencia: la paraconciencia.

En estas pginas podrn enterarse de cmo iniciar el proceso de transmutacin de la conc iencia hacia la paraconciencia y acceder as a la experiencia de la libertad, romp iendo el mito de la limitacin y el miedo: los grandes verdugos de la verdad.

El Homo Sapiens est transitando hacia el Homo Lux, el ltimo escalafn de la humanida d antes de su retorno definitivo a la Fuente. Es asunto de leyes Csmicas actuante s que sobrepasan la comprensin de nuestra limitada comprensin intelectual.

Somos testigos de un magnfico trnsito de una era en que rein la oscuridad y el caos hacia otra cuya luz avanza inexorablemente a la manifestacin de una nueva Edad d e Oro, aunque los noticieros den cuenta de lo contrario

Bienvenidos a esta gran aventura. La aventura de la vida.

Lita Donoso

Los modelos de terapias, tanto fsicos como psicolgicos, van quedando obsoletos fre nte a la creciente necesidad de las personas por una solucin profunda y radical d e su mal.

Nos encontramos frente a una nueva disyuntiva en relacin a la enfermedad: dejar l a responsabilidad de la propia vida a manos de terceros o explorar el fascinante potencial de nuestra divinidad dormida hacia el proceso de autosanacin.

Encontramos en El Mtodo las claves de activacin de un modelo creativo inherente a cada ser humano. Este mtodo no se haya registrado en la memoria del ADN biolgico, pues est asociado a una idea gentica y energtica que nos pertenece por herencia.

PRLOGO

Glosario El Mtodo, sistema Alkymia de autoterapia no es un libro complejo. Fue escrito a p artir de la experiencia, como llave utilitaria para ensear la autosanacin y la act ivacin del centro pineal-pituitaria. Por lo mismo, el recorrido est poblado de trmi nos que se irn repitiendo y que creo es til aclarar de entrada.

Activacin pineal-pituitaria: es la actividad energtica de la glndula pineal y la gln dula pituitaria una vez recuperadas sus funciones de origen. Al activarse por si mples rdenes desde nuestra facultad humana de pensar y sentir, ellas pasan a conf ormar una relacin energtica, 4

constituyndose en un centro de poder cocreativo que es la puerta abierta a la Fue nte, la conexin natural y olvidada de ella.

A-Mor: la fuerza ms poderosa del universo, lo que nos une a todos, el vnculo entre nosotros y las otras criaturas vivas, la energa absoluta. Una especie de pegamen to que permite la perfecta unin de todo. Originalmente significa sin muerte.

Campos de creacin superior: son los campos energticos que pertenecen a la octava s uperior, por sobre los siete campos energticos que comprenden el mundo material o atmicos que comprenden el mundo material o atmico. Estos ltimos se caracterizan po r ser duales, inciertos, imperfectos, densos, etc. Los campos de creacin superior o campos de unidad creativa, son aquellos a los que se accede cada vez que ence ndemos nuestro equipo electrnico a la mxima frecuencia. Es el campo de luz donde t odo es unidad, por lo tanto, perfeccin. Es de la misma cualidad que la Fuente.

Centro pineal-pituitaria: se encuentra en el centro del cerebro. Es un important e centro energtico y su existencia y poder est presente en todas las religiones de l mundo. Est constituido por la activacin conjunta de la glndula pineal (epfisis) y la glndula pituitaria (hipfisis) a travs de rdenes simples que abren un acceso direc to a la Fuente.

La Fuente: tambin se define como arquetipo uno, el Todo, el Padre/Madre o Dios. E s la vida entendida como conciencia en permanente expansin y creacin y de la cual no slo formamos parte, sino que adems estamos hechos a imagen y semejanza.

La Luz: es una de las cualidades de la Fuente. Si bien es cierto que la Fuente r epresenta la unidad. Nos resulta ms fcil acceder a ella contemplando sus distintas cualidades. La luz es aquella facultad que define su aspecto indivisible.

Maestra: es el resultado de las correctas prcticas presentadas en este libro. Lo h umano va dando paso a nuestra divinidad, una vez transmutada la imperfeccin inher ente a nuestra limitacin humana.

Origen: es la Fuente. Nosotros tambin pertenecemos a Ella, slo que hemos olvidado nuestra divinidad.

Radiacin: energa liberada por nuestro ser-energa una vez activadas las claves corre ctas para encenderlo a la potencia de la Fuente. Tambin se entiende como la energa liberada por los seres que pertenecen a la octava superior, como es el caso de los Maestros Ascencionados.

Ser energa: es el yo superior de cada individuo, que contiene toda la informacin d e la Fuente y que se activa una vez que conocemos las claves correctas para ello . Nos permite acceder directamente a la Fuente y cocrear con ella, como expresin de nuestro libre albedro. Est presente en cada corriente de vida, tengamos o no ac ceso a l.

La flor de luz del cuarto portal

En mis propios procesos co-creativos e investigativos fui abarcando dimensiones cada vez ms profundas de las claves correctas que encienden nuestro ser de luz, l o elevan a las alturas de la Fuente permitiendo con esto el acceso a experiencia s extraordinarias y sorprendentes. En este caso, me referir en particular al naci miento del mtodo Alkymia de activacin del centro pineal-pituitaria: la flor de luz del cuarto portal.

5

Durante muchos aos ense el mtodo de activacin exactamente como yo lo aprend, hasta que fui recibiendo ms informacin respecto a la importancia de la glndula pituitaria en el proceso cocreativo. Una concatenacin de eventos mgicos e inspirados, ms all de m is investigaciones, fue confirmando la necesidad de poner de la hipfisis (o tambin denominada por Ramtha como sptimo sello) con el fin de potenciar el acto creativ o.

Al poco tiempo me haba toda la informacin necesaria. La experiencia en su totalidad fue tan extraordinaria, que no podra ser incluida en este libro y e spero sinceramente poder compartirla con ustedes en un futuro prximo.

El ejercicio est descrito en este libro tal como me fue revelado y el resultado e n la experiencia de quienes lo han utilizado es una notoria elevacin de la frecue ncia vibratoria con un resultado enfocado en la potencia creativa. Esto, por una parte, se debe al nfasis durante todo el ejercicio en aprender a gobernar nuestr a atencin hacia la Fuente y el sostenimiento del amor durante todo el proceso cre ativo. Y por otra a la tremenda radiacin de los rayos arcoricos que surgen desde l a flor de luz conformada en la hipfisis y que retornan a la Fuenta. Esos rayos co rresponden energticamente a las facultades creativas de grandes seres csmicos que nos asisten en nuestros procesos co-creativos.

Estn todos invitados a descubrir y abrirse a la flor de luz del cuarto portal, qu e es el camino a la Fuente. La ruta del mtodo Alkymia, el fin primero y ltimo de la activacin del centro pineal -pituitaria.

EL METODO es una nueva forma de entender la Ley de la Atraccin, no mirndola como u n fin ni un medio para conseguir cosas, sino como parte de la verdadera gran fue rza del universo, la que mueve planetas y galaxia completas en torno al creador: el amor, que es A-Mor, es decir no-muere. Porque sin l no hay secreto, ni mtodo, ni llave que nos abra la puerta a un futuro brillante.

Qu es la autoterapia?

La autoterapia es una tcnica de autosanacin basada en la activacin del centro pinea l-pituitaria o glndula pineal, una maestra a la cual he llamado Alkymia. Este nomb re no es gratuito y obedece a la metfora de los antiguos sabios que buscaban tran smutar metales en oro, del mismo modo como esta nueva esfera de conocimiento y c reacin busca llevarnos desde nuestras fronteras humanas a las regiones de la luz. Creer es crear y crear es creer, esa es la premisa bsica de esta aventura, lo qu e todos debemos tener claro para borrar paradigmas y muros auto-impuestos que no s frenan en la ruta a nuestra naturaleza de ser dioses en expansin.

La autoterapia es el resultado de mi investigacin de los eventos relacionados con el beneficio que obtuvieron en los seminarios que vengo realizando tanto en Chi le como en Argentina, Venezuela, Mxico y Espaa desde hace unos cinco aos. Es maravi lloso constatar que pese a no haber sido creado con fines teraputicos, la activac

in del centro pineal-pituitaria provoca cambios cunticos en quienes han accedido a esta experiencia.

Al observar una serie de sorprendentes curaciones espontneas, me aboqu de lleno a investigar sobre el tema, buscando desarrollar una alternativa teraputica eficaz para la sanacin de las enfermedades al sistematizar estos conocimientos. El resul tado es el libro que tienen en sus manos.

Se enferma el cuerpo o se enferma la mente? La enfermedad es un resultado creativo producto de ignorar que contamos con un programa energtico que nos hace inmunes a la enfermedad? Alkymia propone la prctica de ciertos ejercicios creados para la utilizacin autodi rigida de esta frecuencia lumnica, que tambin puede curar dolencias fsicas, psicolgi cas y psicosomticas, sabiendo que las interrelaciones entre salud fsica y mental e n el desarrollo de las enfermedades se hacen cada vez ms estrechas.

Es mi propsito compartir esta experiencia con aquellos que se dedican a labores t eraputicas del mbito de la salud fsica y mental; tradicionales y no tradicionales. Tambin quiero compartirla con todos los que sufren las limitaciones de lo que se conoces como enfermedad, y con aquellos buscadores sinceros de la verdad, por lo s impresionantes resultados que fui obteniendo en el tratamiento de mis paciente s, quienes no slo se curaron en tiempos inexplicables, adems sanaron de 6

todo tipo de enfermedades fsicas, cuyos diagnsticos en medicina tradicional eran i ncluso lapidarios. Muchas veces estos eventos de curaciones espontneas se dieron durante los ejercic ios que se practicaban en los seminarios, por lo que la persona nunca ms requiri d e asistencia mdica o farmacolgica. Adems, la experiencia del paciente se extenda a t ransformaciones personales que siempre estaban asociadas al desarrollo creciente de la armona, la paz y el permanente contacto con sentimientos amorosos hacia la s personas y a la vida en general.

Antes de iniciar el viaje permtanme contarles y recordarles un caso sorprendente. Digo recordarles porque a los lectores de mi primer libro, Sanaciones milagrosa s, seguramente les ser familiar esta historia.

Ocurri una tarde en que no esperaba pacientes. Pas por mi consulta a redactar un i nforme que tena que entregar a la maana siguiente. Cuando tengo mucho trabajo dejo sonar el telfono y que la contestadora se haga cargo del resto, pero ese da un im pulso me llev a tomar el auricular. Del otro lado, la voz angustiada de la madre de un paciente me solicitaba una atencin de urgencia para su hija, a quien llamar P. Haba ocurrido una tragedia. P, en esa poca, era una muchacha triste. Haba obteni do su titulacin de Ingeniera Civil haca poco ms de un ao, no encontraba trabajo y una tortuosa relacin de pareja le haba hecho consultarme. En ese tiempo por lo menos haba logrado terminar con su novio, que presentaba un severo trastorno de persona lidad, por lo que causaba mucho dolor entre sus cercanos.

La tarde en que esta historia sucedi, P. lleg a mi consulta en un estado crtico. Ve na de urgencia de una clnica en donde un psiquiatra la haba medicado fuertemente, d ado su delicado estado emocional. Su ex novio se haba quitado la vida, dejando un a carta donde la culpaba a ella por esa decisin. Este tipo de circunstancias, ms a ll de la tragedia que desencadenan en la vida de los seres cercanos al suicida, g eneran una culpa atroz en los deudos, quienes inevitablemente piensan que podran haber evitado esa muerte. Podemos imaginar entonces el estrago que esta noticia provoc en P.

Clnicamente, la muchacha se encontraba en una situacin extrema. Tanto el psiquiatr a que la evalu como yo nos dimos cuenta de que su situacin era de alto riesgo. Y c laramente el riesgo era que P. tomara la misma decisin: quitarse la vida. No dese aba ayuda, no aceptaba la medicacin y no tena las fuerzas suficientes para tirarse a la lnea del tren. En estos casos slo cabe la medicacin y que el paciente cuente con una persona responsable a su lado da y noche. Esa es la nica manera de enfrent ar la intervencin de urgencia. Adems, no se sabe cunto tiempo se puede tardar para lograr una mnima estabilizacin del paciente.

Los padres de la muchacha estaban deshechos y teman por la vida de su hija. Ambos abandonaron todo para dedicarse a su cuidado. La situacin era muy difcil. Al terc er da de desencadenados estos hechos, tom la decisin de proponer a los padres de P. que la chica se incorporara a un curso de activacin de la glndula pineal que yo d ictaba. La madre y el padre la acompaaron. Yo recin comenzaba a dar los seminarios y estaba fascinada con los resultados y las experiencias de las personas que pa rticipaban en los talleres. Mi propia vida haba dado un maravilloso vuelco desde que haba conocido El Mtodo. Estaba completamente segura de que este era el nico cam ino que sacara rpidamente a P. del riesgo vital. Y no me equivoqu. No slo sali de la situacin de riesgo vital, sino que en quince das estaba totalmente recuperada. Dej la medicacin y al psiquiatra que la atenda. Nadie lo poda creer. Los mdicos no enten dan nada. Ella se haba transformado en una persona luminosa, armnica y comprensiva.

Las maravillosas experiencias vividas en el seminario la hicieron tener una comp rensin profunda de la vida. De la muerte como parte del camino, del A-Mor y su po tencia sanadora, del perdn y de la reparacin. Y sin mediar proceso teraputico alguno ! Slo fue su deseo de encontrar respuestas a lo que parece incomprensible desde n uestros conceptos humanos lo que la llev hasta ese lugar. P. no sufri recadas. Su v ida continu por derroteros inesperados, transformndose en una chica de servicio y amor a los dems. Lo ltimo que supe de ella es que participaba en una misin de paz e n Hait. Yo haba comenzado, sin darme cuenta, a recorrer un camino totalmente nuevo . Un camino que cambiara definitivamente los viejos paradigmas de la relacin pacie nte-terapeuta.

Al observar una serie de sorprendentes curaciones espontneas, me aboqu de lleno a investigar sobre el tema, buscando desarrollar una alternativa teraputica eficaz para la sanacin de las 7

enfermedades al sistematizar estos conocimientos. El resultado es lo que tienen en sus manos, EL MTODO

Alkymia es un camino totalmente nuevo. Un camino que cambiar definitivamente los viejos paradigmas de la relacin paciente-terapeuta.

PRIMERA PARTE Despertar

I

Creer y crear

Somos creadores de nuestra realidad, los nicos responsables de las circunstancias que nos rodean. O si se prefiere, forjadores de nuestro destino y protagonistas absolutos del gu in de nuestra historia. Con lo anterior claro, la iluminacin en que entraremos en las siguientes pginas no slo se har entendible, sino que sus resultados sern tan evidentes que al terminar de leer el libro, un nuevo individuo surgir del alma, irradiando el espacio inter ior y exterior de la ms perfecta de las energas.

Mi trabajo es el resultado de una permanente bsqueda realizadas a lo largo de vid as anteriores por las cuales transit. Luego vino el encuentro, el abrazo csmico e infinito con la inmensidad de la otra realidad que se construye misteriosamente a nuestras espaldas. Nuestros ojos fsicos son ciegos a ella, hasta que una pequea glndula, una joya de luz que permanece silenciosa en el centro de nuestro cerebro , es encendida en un acto de amor y entrega. Entonces ella, la glndula pineal en conjuncin con la glndula pituitaria, que desde ahora llamar centro pineal-pituitari a, cuyo tejido epitelial es de idnticas caractersticas a las del ojo fsico, esplend e su funcin energtica: la visin interior. Esta es la clave olvidada que abre las pu ertas a nuestra conexin eterna con la Fuente dadora de vida, nuestro origen.

En cada una de las pginas de El Mtodo encontrarn experiencias del largo viaje en qu e me embarqu desde que tuve conciencia de mi yo Lita Donoso. Un trayecto que se h a cimentado en la bsqueda de confirmaciones acerca de la real naturaleza de la hu manidad como seres de luz. Y claro, en esta ruta no he estado sola, muchos otros navegantes de la luz me han precedido entregando sus enseanzas; a todos ellos no slo agradecimientos por haber credo en m, sino bendiciones de todo tipo. Estamos t odos, ustedes tambin, a bordo del mismo navo.

A partir de mis propios descubrimientos y aprendizajes les ir enseando cmo podemos crear con A-Mor desde el ser energa que todos podemos llegar a ser. Mi intencin es compartir con ustedes las claves para entrar en la dimensin desconocida de alternativas cr eadas por nosotros mismos, seamos o no conscientes de esa realidad.

Existe en verdad un plano invisible donde se teje una realidad fantstica y mgica? Ha y un lugar en el que todo surge a partir de nuestros propios actos creativos sin que seamos conscientes de ello? Es la realidad visible y tangible la nica y verdadera? Somos un cuerpo denso que ma neja los principios de la energa o en esencia un cuerpo de luz? Podemos realizar l a vida creando desde nuestro cuerpo de luz?

Como lectores podrn acompaarme en esta exploracin, dndome la oportunidad de transmit irles la misma entrega que desde hace aos doy a mis alumnos y alumnas en Chile, A rgentina y Espaa. Tendrn la oportunidad de comprobar, en su experiencia directa, lo que es recupera r nuestra herencia perdida de dioses y diosas en plena manifestacin de esta reali dad. Hemos vivido por demasiado tiempo esclavos de nuestras limitaciones, del do lor, el sufrimiento, la culpa y la muerte, aceptndolos como hechos inevitables de la vida humana. Pero sobre todo hemos olvidado nuestro origen divino, separndono s de la Fuente dadora de toda vida.

Es momento de corregir el error.

8

Hemos vivido por demasiado tiempo esclavos de nuestras limitaciones, del dolor, del sufrimiento, la culpa y la muerte, aceptndolos como hechos inevitables de la vida humana. Pero sobre todo hemos olvidado nuestro origen divino, separndonos de la Fuente dadora de toda vida.

II

La voz de nuestro mundo

La Tierra, nuestro hbitat, es en realidad un ser vivo que late y fluye en pulsaci ones tan armnicas y perfectas como todo lo que constituye el resto del universo. El vnculo que el hombre establece con el planeta que lo cobija est en directa rela cin con el grado de comprensin que cada persona tiene de la verdadera esencia de l. La Tierra es amante y respetuosa cuando damos y recibimos en equilibrio, o bien destructiva y cruel cuando nos servimos de ella movidos por la ambicin y el pode r. Los resultados, que estn a la vista, dan cuenta de un trgico espectculo que hoy pre ocupa incluso a las grandes potencias mundiales, que son las mismas que han perm itido que esto ocurra.

Cambios climticos, geolgicos, atmosfricos, procesos de desertificacin, deshielos, en tre otros, son temas que hoy las autoridades mundiales deben enfrentar en medio de lo que yo imagino es un pnico subyacente a las catastrficas predicciones de la cientficos y expertos en el tema. Todo esto, ya se sabe, puede ser peor. En la to rmenta hay una enorme cantidad de seres que tenemos la capacidad de intuir y, en el mejor de los casos, comprender que una parte de lo que hoy sucede tiene su o rigen en la indiscriminada y destructiva manipulacin de los recursos naturales po r parte del hombre y su profunda ignorancia. Somos, por tanto, los nicos capaces de cambiar este nefasto estado de situacin. Las seales son claras: el planeta nos habla y no escuchamos.

Somos parte de un todo perfecto. Aunque es sabido que el hombre ha roto el pacto de funcionamiento armnico con la naturaleza, provocando los resultados antes men cionados, tambin forma parte del conocimiento cientfico que existen otras causales de cambio ms bien asociadas a las caractersticas inherentes a nuestra condicin de pertenecer a lo que se conoce como un universo en expansin. Eso significa, entre otras cosa, que estamos sujetos a transformaciones derivadas de este proceso que , pese a no ser buenas ni malas en s mismas podran destruirnos si no nos adecuamos al cambio. En cuanto a este proceso transformacional, quisiera centrarme fundam entalmente en lo que se refiere a las llamadas tormentas solares. Este fenmeno, q ue se presenta cada vez con ms frecuencia y en intensidad creciente, ha incidido principalmente en el calentamiento del planeta, produciendo, entre otras cosas, una desdensificacin. Esto significa que la frecuencia vibratoria del planeta ha a umentado. Entonces, deshielos y otros fenmenos climticos y atmosfricos estaran siend o provocados preferentemente por este proceso natural del calentamiento planetar io. Es esto algo negativo en s mismo? O es ms bien parte de un orden perfecto cuyas profundas implicancias no logramos comprender?

Una alternativa es quedarnos impvidos y deprimidos frente a este tan poco atracti vo panorama, y la otra posibilidad es vestirnos para la ocasin. Esto quiere decir

que si el planeta est experimentando un cambio de frecuencia vibratoria que va d e mayor densidad a menos densidad, nosotros, los humanos que habitamos en l, atra pados en un cuerpo denso, comenzamos a manifestar serias caractersticas de desada ptacin a lo nuevo. La poderosa irradiacin lumnica de alta frecuencia vibratoria que nos llega a travs del sol fsico, en lugar de ayudarnos a nuestro propio proceso d e elevacin, nos daa directa e indirectamente.

En forma indirecta, al quedar expuestos e indefensos frente a los fenmenos con ap ariencia de catstrofes mundiales, y en forma directa, cuando esta potente variacin lumnica solar, en lugar de ayudarnos a transitar hacia la elevacin de nuestro pot encial energtico, nos daa y destruye fsicamente. Cul es la salida?

Simple, tenemos que cambiar esta antigua vestidura (nuestra densa fisicalidad, q ue nos acompaa desde milenios) por una a la altura de las circunstancias. Y cmo lo hacemos? La respuesta es simple: autosanndonos. Somos seres de luz, energa pura; c urndonos a nosotros mismos. Borraremos la enfermedad de este azul planeta llamado Tierra que nos clama por a yuda.

9

La Tierra, nuestro hbitat, es en realidad un ser vivo que late y fluye ones tan armnicas y perfectas como todo lo que constituye el resto del El vnculo que el hombre establece con el planeta que lo cobija est en cin con el grado de comprensin que cada persona tiene de la verdadera

en pulsaci universo. directa rela esencia de l.

III La baraja y los naipes de la vida.

Tanto sufrimiento, tanto dolor y desesperanza que nos embarga al creer que la vi da es lo que vemos y percibimos desde la dimensin humana. Hemos existido aceptand o viejos paradigmas en los que, por ejemplo, el dolor y el sufrimiento son enalt ecidos al ms alto concepto y exhibidos como verdaderos baluartes de victoria. El esfuerzo, la lucha, el cansancio son el coro griego de cualquier batalla ganada digna de ser considerada. Se habla con orgullo, incluso, de las . Si no conseguiste tu meta con esfuerzo y tesn, no tiene valor. Y as, sum a y sigue.

La vida es como una baraja, y el resultado de los naipes, siempre aleatorio. Dep ender de tu habilidad para ordenar el juego y que Dios nos pille confesados, como reza el viejo dicho.

Pero qu ocurrira si, en este momento, te digo que milenios de error creativo se pu eden borrar de una plumada, en un solo acto de A-Mor.

Y que en plena facultad de tu libre albedro eres capaz de terminar con el dolor p ara siempre.

Lo ms probable es que el rayo de esperanza que enciende estas palabras en tu inte rior, se apague rpidamente en una avalancha de pensamientos y sentimientos que cu estionan que esto sea posible. Qu hiciste? Cmo fue que tu cerebro, que a partir de mis palabras comenzaba a recepci onar claves desconocidas para echar a andar nuevos circuitos, recibi una contraor den para abortar el plan? Acaso esas razones, profundamente arraigadas en viejos paradigmas, actuaron como vacuna entro lo que te estaba contando? En otras palabras, habas comenzado a crea r una nueva posibilidad, una nueva realidad, pero sta fue rpida e inconcientemente descartada, ya que en tu modelo de vida es imposible eliminar el dolor y el suf rimiento sin pasar por largas terapias, arraigadas religiones o sin ayuda de qumi cos y otras sustancias.

En este punto tienes dos alternativas: recoges las cartas que se dispararon prod ucto de tu acto creativo de esperanza para seguir en un incierto juego de naipes , o te decides a escudriar lo que existe ms all del juego. All, donde no hay ms ensay o y error.

Milenios de error creativo se pueden borrar de una plumada, en un solo acto de A -Mor. Y que en plena facultad de tu libre albedro eres capaz de terminar con el dolor par a siempre.

IV

El plan

Las circunstancias o situaciones de vida, desde las ms triviales hasta las ms comp lejas, son resultado siempre de nuestras creaciones. Desde el plano humano, mate rial y prctico, las hemos soado, temido, ambicionado, fantaseado o deseado. Por el contrario, cuando abandonamos nuestro cuerpo fsico y la conciencia pura se ubica en un espacio interdimensional, sabemos escoger aquellas que sirven mejor a nue stro propsito evolutivo interno, el mismo que nos dar las luces para aprender y tr ascender en lo que se ha definido como reunin definitiva con el Todo, es decir, u na nueva vida, un nuevo cuerpo y una nueva oportunidad.

Finalmente, un nuevo guin para nuestra pelcula personal.

Debo aclarar que al hablar de abandonar el cuerpo fsico no hago referencia ni al muy manoseado desdoblamiento ni menos a la muerte.

Salir de nuestras fronteras corporales no implica un rito inicitico, sino un acto creativo y personal que debe ser visto y entendido como algo tan sencillo como respirar. Ese es mi propsito, mi misin. Demostrar que el mundo extraordinario no est ni en largas charlas ni extensos cur sos, sino a la vuelta de la pgina. A medida que avancen en la lectura no slo enten dern mejor estas ideas, adems 10

descubrirn y aprendern la forma para mirarse a s mismo y situarse ms all de lo corpor al, en algn punto interdimensional donde podrn encontrar una ruta ya trazada hacia el Todo.

Una nube de olvido nos envuelve al nacer, proveyndonos de la sensacin de que todo es nuevo, desconocido y difcil. Desnudos y carentes entramos a la vida experiment ando la primera relacin que nos marca profundamente: la que establecemos con nues tra madre. Se han escrito centenas de tratados de psicologa en relacin con la impr onta materna. Yo misma, durante ms de 25 aos, ayud a cientos de personas a elaborar y a reparar la relacin con sus progenitores. Sin embargo, yo posea una informacin muy valiosa: que en el saln preparatorio de conciencia pura donde llegamos cuando abandonamos el cuerpo fsico, con nuestros padres habamos pactado un encuentro par a la futura vida en que participaramos. Esto con el fin de creer y aprovechar la oportunidad que nos ofreca. Y claro, comprendo que, en un primer acercamiento, lo que acaban de leer les parecer extrao, desconcertante e incluso descabellado, per o cierran los ojos y traten de responder a la siguiente inquietud. Si bien el la zo del nio con la madre es fsico y biolgico, el que surge con el padre no tiene una explicacin racional y slo puede entenderse desde lo emocional. Y si las emociones se educan, crecen da a da con la experiencia, cmo es que un beb de pocos das es capa z de aceptar y reconocer a su padre (un extrao) como alguien tan cercano (y tan b iolgico) como la madre. Acaso es tan imposible creer en un estado de conciencia p ura, anterior, donde el nio conoci a su fututo padre y se prepar con l para la avent ura de vivir. No les pido que crean a ojos cerrados ni que acepten esto como una verdad absoluta, slo que abran sus mentes y entiendan lo que haya que entender. S que el camino es pedregoso y hay demasiados muros que derribar antes de ingresa r a la luz.

Esta preciosa informacin, de la cual les hablaba anteriormente, cambi radicalmente mi enfoque teraputico. Nunca ms pude sostener el proceso de un paciente sustentad o desde mi formacin tradicional y analtica. Hice el giro hacia la metodologa transp ersonal y durante aos ayud a mis pacientes a que entendieran cules eran los aprendi zajes que tenan que hacer gracias a los padres que ellos mismos haban elegido.

Los resultados fueron maravillosos.

Cuando yo tena cinco aos mi madre parti. En otra etapa de mi vida habra dicho que la perd, pero he aprendido que la muerte no es una prdida, sino un inicio, uno tan r otundo como nacer. Y este concepto del cambio llamado muerte es el que quiero que ustedes vayan asumi endo en esta lectura, entendiendo que al olvidarnos de la idea tradicional de mu erte no slo seremos libres, sino capaces de ir y mirar ms all.

La partida de mi madre fue dolorosa, no voy a negarlo, pero tambin el inicio de u n complejo y completo aprendizaje. Claro, el proceso no fue sencillo ni inmediat o. Antes tuve que transitar por un largo camino de aciertos y desaciertos creati vos, propios de quienes pierden el cobijo materno a tan temprana edad. En lo con creto, la experiencia me gatill el desarrollo de una personalidad fuerte, emprend edora, con tendencia a la independencia y en ocasiones arrolladora. Experiment gr andes dificultades para establecer vnculos duraderos, en especial con el sexo opu esto, esto debido a un miedo arraigado y poco visible a perder lo que tanto se a ma. Inconscientemente, todos quienes sufrimos una prdida temprana nos desvivimos para no volver a vivir esa experiencia y a menudo actuamos errneamente, daando a l os que nos rodean. Es un escudo de temores, pero sobre todo de ego clamando no r epetir un momento amargo.

En el fondo, no quera volver a perder a mi madre.

No resolver y no sanar estas heridas puede costarnos una vida de fracasos, frust raciones y dolores consecutivos. En mi caso, tratar de comprender la vida y de c omprenderme a m misma fueron los acicates que me hicieron elegir siempre en direc cin hacia la consecucin del amor. Un amor tanto hacia m como hacia los otros. Y no parara hasta obtener esa victoria, que por un extrao motivo viva impresa en mi ADN energtico, en mis sueos ms preciados y en todas mis fantasas. No tena dudas: la vida era mucho ms de lo que pareca ser.

Una primera verdad: Sepan que cuando enseamos, tambin aprendemos. Y que cuando apr endemos estamos enseando. Este libro es una aventura mutua, tan suya como ma.

11

A medida que avancen en la lectura descubrirn y aprendern a mirarse a s mismos, sit undose ms all de lo corporal, en un lugar donde podrn encontrar una ruta ya trazada haca el todo. Ese es el propsito de este libro: ensear y maravillar.

V La vida es sueo

El cuidado de mi familia tras la partida de mi madre, que dicho sea de paso siem pre me acompaa desde la luz, me permitieron desarrollarme como una joven normal. Me destacaba en los estudios y ms de alguna vez obtuve el primer lugar entre mis pares. Era una chica popular. Contaba con buenos amigos, disfrutaba de las reuni ones sociales, las fiestas y me enamoraba con facilidad. Pero tambin era adicta a la lectura. Devoraba novelar, libros de historia y biografas, pero mi debilidad era la filosofa y la literatura mal llamada esotrica. Amaba el conocimiento y me e mbelesaba con lo que hasta ah se me apareca como el poder de la mente.

No fue casual que estudiara psicologa. Es sabido que quienes incursionamos en est e camino, ms que buscar la sanacin de otros deseamos la nuestra propia. Y ese era precisamente mi caso, algo que comprendera a cabalidad mucho tiempo despus.

Ingres a la Universidad de Chile en marzo de 1974, en plena dictadura militar. Un a poca dura en la que antes de entrar a clases deba mostrar mi documento de identi ficacin a los militares que vigilaban la escuela.

Tena 18 aos y me consideraba un ser humano ms all del bien y del mal. Ansiosa por ap render, investigar y acceder por m misma al conocimiento. Ignoraba que estaba dan do inicio a una nueva etapa, cuyos derroteros no alcanzaba ni siquiera a dimensi onar.

Una vez terminados los estudios me cas. Y en este perodo de mi vida asist a los may ores milagros que me han sido concedidos: el nacimiento de mis hijos. Matas prime ro y Daniela despus, los que me honraron con su venida a este planeta para compar tir aprendizajes sobre la base del amor que nos profesamos mutuamente.

Varios aos despus me instal con mi primera consulta profesional, iniciando un recor

rido que iba de la mano con mis bsquedas personales y en el cual se manifestaba c ada vez con ms claridad que lo mo era encontrar la tan anhelada libertad. Entendid a esta libertad como la ruptura de las cadenas que nos atan y esclavizan en toda s sus manifestaciones. Porque la terapia psicolgica no es otra cosa que un aprend izaje, y quien no lo ve de esta forma no puede y no debiera llamarse psiclogo. Es una relacin mutua en la que paciente y terapeuta vamos armando una obra de arqui tectura en la cual la sanidad y el amor son las llaves para el renacer desde den tro hacia fuera. El paciente nos busca para resolver sus dependencias enfermizas , sus culpas, frustraciones, inseguridades, complejos, traumas, etc. Y en el vncu lo que forma con nosotros descubre el enorme potencial de sus alas, que al ser d esplegadas en su total envergadura le permiten alzar ese vuelo libre y autnomo qu e tanto anhelaba experimentar. Era una tarea hermosa, plena incluso, pero yo sen ta que haba mucho ms que eso en esta vida. Algo grande esperaba por m. De eso estaba segura.

Con el tiempo me fui dando cuenta de que mi amor por el conocimiento no era sufi ciente. Yo deseaba ser el conocimiento. Soaba con conquistar mi espritu, con doble gar mi humanidad a mi divinidad, con conocer la gloria de la libertad. Ese lugar en que la conciencia se expande. Eso era la libertad, la real, la nica anhelada por m.

Poner tanta intencin en una causa trae como resultado natural que te encuentres c on todo lo necesario para llegar a la meta. Se trata de estar alerta y no desapr ovechar las circunstancias que te han de conducir al lugar deseado. Siempre es a s.

La terapia psicolgica no es otra cosa que un aprendizaje, y quien no lo ve de est a forma no puede y no debiera llamarse psiclogo. Es una relacin mutua en la que pa ciente y terapeuta vamos armando una obra de arquitectura en la cual la sanidad y el amor son las llaves para el renacer.

SEGUNDA PARTE Buscando la Fuente

12

VI Todo est en todo

Ya tena algunos recorridos interiores meditacin trascendental con Maharishi ros hitos de encuentros con sabios del chas cosas y de quienes he tomado todo mia de autoterapia.

cuando tuve la oportunidad de iniciarme en Mahesh Yogui, acto que marc uno de los prime plano humano, con quienes he aprendido mu lo necesario para crear este sistema Alky

Por aos investigu en escuelas y tcnicas de desarrollo espiritual y reconozco que de todas ellas rescat algo bueno, tanto para m como para mis pacientes. En los apren dizajes, un principio tcito era jams ensear algo que no estuviera en mi esfera de a utomaestra. Esto en el entendido de que la maestra total es el momento de la ilumi nacin de cada electrn de nuestro cuerpo fsico, que luego es absorbido por el cuerpo de luz.

Antes, ninguna victoria es segura.

El encuentro con un monje con quien inici mis prcticas de Meditacin Trascendental y enseanzas de budismo fue el puente que me llev a encontrar mi camino, mi preciosa senda, la Fuente con el agua que finalmente calm mi sed. Esta es la historia.

Puede parecerles extrao pero siempre he sido reacia a aceptar aquellos fenmenos ma l asociados a la espiritualidad, tales como visiones, premoniciones y revelacion es. S que muchos pueden acceder a experiencias e informacin del mundo superior, pe ro no me estoy refiriendo a esas personas cuya frecuencia vibratoria es tan elev ada que su cerebro est al servicio de esas manifestaciones con la sola finalidad de servir al prjimo. Por el contrario, la diferencia la marco con eventos inusual es que por lo general son gatillados por estados alterados de la conciencia. Las razones son variadas y van desde consumo de drogas o estupefacientes hasta pers onalidades sugestionables. Estas caractersticas se desarrollan en un plano bastan te alejado de la luz y, como iremos viendo, hay que tener mucho cuidado con ella s.

Un da, mi gua espiritual me coment que exista la posibilidad de tomar refugio. Esto, en lenguaje sencillo, significa comprometerme con las enseanzas y algunas normas que aunque no son nada de complejas, s requieren de una gran fuerza interior. Me pareci una alternativa hermosa, pero decid darme un tiempo antes de tomar una dec isin. Poco tiempo despus, en la calma de un atardecer frente al mar y en medio de una meditacin, se me represent la imagen de Jess, el Cristo. Su visin era suprema, esplendiendo en color oro e irradiando en una frecuencia am orosa jams experimentada por m en el plano humano. Hasta hoy recuerdo el xtasis que esta vivencia me provoc y la profunda conmocin experiencial que desat en mi interi or. En ese momento viv una perfecta alineacin entre mente, cuerpo y emocin. No caban los cuestionamientos ni las dudas. Haba certeza de la totalidad de la experiencia, en lo que ahora interpreto como u n colapso de las variables tiempo y espacio.

Era algo sublime.

No vale la pena hacerles perder el tiempo con los torpes y estriles devaneos ment ales que hice para explicar lo inexplicable. Da lo mismo. La vivencia estaba all y se haba instalado en gloria y majestad en cada clula de mi cuerpo. Esto no es po esa. Debe entenderse literalmente: en cada clula de mi cuerpo. Y en estricto rigor , en cada electrn. Los acontecimientos se sucedieron luego de una forma armnica y perfecta. Ms all de las razones o los juicios nunca tom refugio, aunque continu mis prcticas durante un tiempo.

Me quedaba an algo muy importante que aprender en esa etapa del camino.

La maestra total es el momento de la iluminacin de cada electrn de nuestro cuerpo fs ico, que luego es absorbido por el cuerpo de luz.

Antes, ninguna victoria es segura.

Poco tiempo despus, en la calma de un atardecer frente al mar y en medio de una m editacin, se me represent la imagen de Jess, el Cristo. Su visin era suprema, esplen diendo en color oro e irradiando en una frecuencia amorosa jams experimentada por m en el plano humano.

13

VII

El enemigo invisible

Ms all del obvio dolor, la muerte de mi madre me aport un valioso aprendizaje en cu anto a maestrear con soltura el tema de los apegos. Lo que tena que aprender era a desarrollar vnculos sin miedo. Como ya les cont, tena una tendencia natural a no apegarme a nada. Uno de mis profesores me deca que yo era tan reacia al apego que terminaba con una fuerte tendencia de . Fue l mismo quien m e inculc que en todo orden de cosas exista el camino intermedio, la va del medio.

Gran victoria fue esa maestra.

Entonces me senta bastante cmoda en mis logros, y cada vez que me vea en un juego d e apegos, lo maestreaba con relativa facilidad. Hasta que un da, y tambin en medio de una meditacin, se me desvel el enorme apego que tena hacia mi profesin. Ni ms ni menos. En un ejercicio simple y descarnado, me di cuenta de que no era capaz de visualizarme separada de mi rol de terapeuta por el resto de mi vida. Eso fue ho rrible. No tena ninguna posibilidad de desentenderme de ese descubrimiento y saba que mi libertad estaba en juego. Fue una de las situaciones ms difciles por las qu e he pasado. Tena dos opciones: resolva esa situacin, o resolva esa situacin.

No lo pens demasiado. No haba tiempo para eso. Decid abandonar mi exitosa carrera y con eso el estatus, la seguridad, el reconocimiento social y profesional; la en orme gratificacin personal y el dinero que todo eso me reportaba. Me senta como qu ien debe alejarse de un gran amor por motivos ajenos a la voluntad. Un ao demor en terminar los procesos con mis pacientes. Cuando me acuerdo de esos tiempos se r eavivan viejos sentimientos de tristeza y duelo, pero tambin de total certeza de que era el camino correcto. Mi marido y mis hijos fueron el pilar de amor para s eguir adelante.

Hoy, desde esta maravillosa ilusin que es el tiempo, no slo estoy feliz y convenci da de que fue la accin correcta. Ese gran salto al vaco, en la conviccin de despoja rme de una atadura sutil y revestida de buenas y loables apariencias, me trajo d e vuelta la llave del cielo.

Un mar de bendiciones.

VIII Sincrona

Estaba a la espera, autodeclarada cesante, asumiendo que cualquier actividad era deseable antes que mirar atrs. Pese a que todas las vas para establecerme en una nueva actividad se haban cerrado misteriosamente, mi absoluta confianza en la asi stencia de lo alto me mantena firme, aunque saba que bastaba con anunciar mi vuelt a a las pistas de la psicoterapia para llenarme nuevamente de pacientes. En ocas iones, la desesperacin y la impaciencia nos hacen olvidar el tema de fondo, lo im portante.

Yo no lo poda obviar.

Acud por esos tiempo, llena de expectativas, a un curso donde descubr la metodologa de activacin de la glndula pineal o centro pineal-pituitaria, y a partir de ese m omento mi vida dio un giro cuntico hacia la plenitud de nuestra realidad ltima: ac tivar la memoria original para acceder a nuestro sustrato de seres luz, capaces de cocrear con la Fuente que es A-Mor, es decir sin muerte. La fuerza cohesionadora del universo entero, el componente ltimo de la energa tota l.

Despus de un ao de formacin y estudios en torno a la activacin de la glndula pineal y siguiendo un nuevo patrn creativo, aplicado en todos los mbitos de mi vida, surgi una metodologa de autosanacin basada en el desarrollo de un potencial oculto, perf ecto e ilimitado que nos pertenece por herencia, y a travs del cual podemos deven ir en los verdaderos dioses y diosas que somos. Estaba viviendo mi propio milagr o y deba compartirlo con el resto.

Haba nacido el mtodo Alkymia.

Aunque la magnitud de la experiencia como resultado de la activacin de mi pineal desbordaba todo lo que yo haba soado, haba an algo ms. Un precioso tesoro que se desv elaba ante mis ojos. La verdadera cuna de donde se haba extrado el mtodo que estaba conociendo. Una inst ruccin 14

espiritual sin precedentes al servicio de los seres humanos, que a su vez nos da la posibilidad de servir a la Luz practicando las enseanzas que esta contiene. M i bsqueda haba terminado.

Alkymia es aprender a acceder a nuestro sustrato de seres luz, capaces de cocrea r con la Fuente que es A-Mor, es decir sin muerte. La fuerza cohesionadora del u niverso entero, el componente ltimo de la energa total.

IX El mundo cuntico

La cada del Muro de Berln me produjo un especial impacto. Al ver las imgines de jven es con mazos rompiendo ladrillos entend que lo que estaba ocurriendo no era un su ceso poltico. El evento simbolizaba la cada de muchas paredes que separaban los mu ndos de la ignorancia humana. El ms imponente y secular, que se derriba estrepito samente da a da, es el que separa a la ciencia del espritu. Qu muralla ms absurda. En un momento en que la fsica cuntica, a travs de teoras como la del campo unificado, intenta demostrar que el universo entero est conectado en todas sus partes, segui r sosteniendo que somos individuos separados del todo no slo es ignorancia, sino porfa y reticencia a tener que romper viejos paradigmas.

Estos ltimos aos de descubrimientos cientficos son, ms que matemtica, una forma de ex plicacin de Dios. Si bien las religiones pretender abrir una va para poder experim entar al hacedor, la fsica cuntica parece tener la explicacin racional de su existe ncia. Ambas expresiones humanas, que hasta hace poco estaban divorciadas y reidas al extremo, hoy caminan por una ruta comn. Un hombre de ciencia que fue mi pacie nte y que trabaja para un importante centro astronmico, me confes (siempre que man tuviera su identidad en reserva) que a medida que se adentra en los misterios de l universo, ms se convenca (l y sus colegas) que exista un algo llamado Dios ordenan do todo.

Los avances cientficos aportan da a da mayor informacin acerca del potencial de un c erebro perfecto y maravilloso, cuyas funciones an se desconocen ms all del 10% que utilizamos normalmente. Y el resto? Error de naturaleza? Cuesta creer algo as.

En la ciencia espiritual, el cerebro puede llegar a desarrollarse en un 100%, ac tivando redes neuroelectrnicas (para distinguirlas de las redes neuroelctricas que se activan en procesos humanos conocidos) nunca antes utilizadas. El cerebro es la antena de Dios. Un solo ejemplo es un reportaje divulgado hace un ao por el c anal Discovery Channel anunciaba el sorprendente descubrimiento de que los cientf icos (y cualquier persona) eran capaces de cambiar el comportamiento de un elect rn con slo mirarlo. Pareca magia, pero era ciencia, ya que por las propiedades que lo conforman, un electrn no es independiente de la mente de quien lo observa. Lo que para el mundo concreto era un hallazgo formidable, para m result una experienc ia mstica. La ciencia nos estaba diciendo que estamos permanentemente creando nue stra realidad, seamos o no conscientes de ello. Tambin que lo imposible, lo sobre natural, era campo no de la fantasa o del esoterismo, sino de mentes ms avanzadas. Hace medio siglo que Arthur C. Clarke, autor de 2001: Una odisea en el espacio, lo dijo: .

El big bang y el resultado inmediato de la creacin del tiempo y de todo lo que ex iste y existir son sinnimo de la teora espiritual de Dios visto como un todo. Fuera de la dimensin en la que vivimos, el tiempo y el espacio no existen. En esta dim ensin somos esclavos de las leyes que rigen a la materia. Sin embargo, y tal como dijo Einstein, somos energa en nuestro sustrato, igual que todo lo que existe en el universo, visible o invisible.

Qu tanta diferencia va quedando entre los postulados cientficos y los postulados es pirituales que nos permiten la experiencia de crear en armona y perfeccin permanen

tes? El asunto consiste en conocer o reconocer las olvidadas claves que nos perm iten acceder a una fascinante e ilimitada forma de crear. Ah reside lo medular de l asunto: seguir creando en el ensayo y el error o conectarnos a la forma de crea r en unidad, es perfeccin ms all de la polaridad de este mundo?

Amo la fsica cuntica, la mecnica cuntica y toda ciencia que desvela los misterios de l universo y que lleva a hombre a rozar la inmensidad de Dios.

15

Somos seres luz? Qu tipo de luz? Muere la luz? Podramos entonces ser inmortales como l a luz que somos en nuestro sustrato ltimo? Interesantes cuestiones. Muy interesan tes.

En la ciencia espiritual, el cerebro puede llegar a desarrollarse en un 100%, ac tivando redes neuroelectrnicas nunca antes utilizadas. El cerebro es la antena de Dios.

X El cuerpo electrnico

Lo primero que aprend al activar el centro pineal-pituitaria es que era la forma universal de poner en marcha nuestro libre albedro. Una llave para optar por la c ocreacin con la Fuente, cada vez que enfrentamos un proceso creativo.

Jams olvidar aquel da.

Llegu a un conocido centro de eventos de Santiago de Chile, tras descubrir el anu ncio de un curso de activacin de la pineal en un diario. No creo en las casualida des, las cosas suceden por algo, y cuando se me apareci ese aviso sent un impacto emocional tremendo, a pesar de que no tena ni idea de qu se trataba el asunto. Sin dudarlo, me inscrib y esper expectante. Tena la profunda conviccin de que iba al en cuentro de algo grande.

Y no estaba errada.

Fue un antes y un despus.

El primer da del curso y tras una exhaustiva explicacin terica, cuyo nico fin era vu lnerar los blindajes intelectuales que nos impiden aceptar de buenas a primeras tanta maravilla en potencia, vino el ejercicio de activacin de la pineal, que com o descubrirn en las prximas pginas de El Mtodo es un sencillo ejercicio que consiste en sucesivas rdenes creativas que van produciendo activaciones de centros energti cos hasta ahora desconocidos. Como resultado, encendemos nuestro equipo electrnic o que, al quedar unificado en la Fuente, nos permite crear en comunin con ella, a ccediendo a la experiencia cotidiana de la armona y la perfeccin, que desde lo hum ano no es posible. Otro resultado inmediato de dicha activacin es la secrecin espo ntnea de melatonina que va a parar al torrente sanguneo, con los innumerables bene ficios fisiolgicos que ello implica: estado de plenitud y dicha, emocin profunda a sociada al sentimiento de acceder a un estado de perfeccin que reconocemos como n uestro origen y unas ganas de permanecer en ese estado siempre.

El ejercicio de activar las claves de nuestros centros de energa nos permite un da a da donde los obstculos y dificultades se resuelven como arte de magia. La salud es un bien inmutable, y si estbamos enfermos nos curamos definitivamente. Nunca ms sentimos soledad o desamor. Aquellos que necesitan amar y ser amados se encuen tran con aquel o aquella que en alguna parte del universo vibra en la misma frec uencia. Nos podemos sanar milagrosamente en una caverna violeta cuyas caractersti cas son idnticas al espacio interdimensional, conocido en fsica cuntica como agujer o de gusano. En ella tambin podemos sanar a nuestros hijos. Tambin tenemos la facu ltad de colapsar las variables del tiempo y el espacio, estar en dos o ms lugares al mismo tiempo, traer en manifestacin al plano fsico algo que necesitamos, acced er a informacin que deseamos en la obtencin de nuestra armona o la de los dems. Y as n o es posible mencionar todas las cosas que caben en lo que cada ser humano consi dera sus ms preciados sueos. Cada uno pone las barreras creativas. La verdad es qu e no existe lo imposible. Puedes incluso borrar de tus memorias y registros el c oncepto de imposibilidad. De todas maneras, es bueno saber que en tu origen eres un ser ilimitado en tu facultad creativa. Est en ti aceptar o no esta condicin.

Segu atentamente el desarrollo terico que preceda al ejercicio. Cada concepto, cada definicin me pareca que encajaba a la perfeccin con lo que hasta ese momento confi guraba mi campo de conocimiento. Slo me faltaba acceder a la experiencia. Y luego vino el ejercicio. En 10 o15 minutos de tiempo humano hice un viaje sin retorno hacia el encuentro con m ser energa, conectada hasta la eternidad con la Fuente, iniciando el regreso a casa del Padre-Madre que por tanto tiempo haba anhelado. Sl o una frase qued gravitando durante breves momentos: brete a los milagros.

A partir de ese momento, mi vida nunca ms fue la misma.

16

El ejercicio de activar las claves de nuestros centros de energa nos permite un da a da donde los obstculos y dificultades se resuelven como por arte de magia, la s alud es un bien inmutable y si estbamos enfermos nos curamos definitivamente.

XI Smbolos y sueos

En psicologa existen variadas teoras acerca del origen y la simbologa de los sueos. Tambin numerosas investigaciones y descripciones cientficas asociadas a la biologa del sueo, sus ritmos, la relacin con el cerebro y su qumica. Pero lo que viv durante la primera noche tras haber activado mis centros de energa me permiti la comprens in de un fenmeno nocturno que de ah en adelante he llamado experiencia al dormir, c on el fin de diferenciarla de lo que comnmente se conoce como mundo onrico en cual quiera de las definiciones tradicionales.

Las actividades nocturnas de nuestro ser energa son muchas y variadas. Si bien mi entras dormimos la conciencia humana no recibe toda la informacin de los aprendiz ajes a los que accede, nuestro yo exterior sabe reconocer una experiencia o sueo cuya cualidad es absolutamente distinta a lo que normalmente nos ocurre al soar.

Es comn que las personas describan sus sueos como una sucesin de hechos absurdos, c onfusos o de contenidos crpticos, la mayora de las veces relacionados con hechos d e la vida cotidiana. Mas en algunas ocasiones la persona puede recibir, a travs d e los sueos, informacin del futuro o del pasado: encuentros con seres que han part ido, contactos con seres anglicos que pueden sanarnos a nosotros y a nuestros ser es amados. Directrices a seguir para cambiar el curso de determinados acontecimi entos y un sin fin de experiencias relacionadas con nuestra corriente de vida.

Lo interesante de este tipo de manifestaciones tiene que ver con el sujeto que l as vivi. l sabe que est asistiendo a un fenmeno fuera de lo normal, ajeno al control de la mente. Con el tiempo, comprueba que las premoniciones e informaciones ent regadas en esas noches se pueden verificar en lo que llamamos mundo real.

Esa es la caracterstica incuestionable de lo que denomino experiencia al dormir. Un fenmeno que aporta a nuestro yo exterior informacin del mundo invisible que tie

ne una finalidad distinta para cada individuo.

Una experiencia al dormir se diferencia tambin de cualquier tipo de informacin que llegue proveniente de lo astral. El mundo o plano astral, tambin conocido como c apa psquica, se conforma de todas las creaciones provenientes del campo emocional y mental, producto de las vivencias que el ser humano transita da a da, ao tras ao, centuria tras centuria, a travs de los eones (miles de aos) que hemos ocupado en este planeta.

Si los sentimientos son creaciones que emiten frecuencias de onda de igual cuali dad a la frecuencia vibratoria irradiada por el sentimiento (o el pensamiento) d el agente emisor, podramos imaginar una densa nube vibratoria que se ha ido acumu lando alrededor de nuestro planeta producto de este fenmeno. La energa no se pierd e y su forma original no cambia espontneamente. El globo atmosfrico que rodea nues tro planeta contiene estas denominadas formas-pensamientos o formas-sentimientos que la humanidad ha dejado como huella indeleble de su paso por la Tierra. No e s difcil imaginar la cantidad de chatarra energtica que nos circunda: Contactarla en forma consciente o inconciente no es recomendable, ya que atraemos todo tipo de conformaciones energticas producto de crmenes, odiosidad, guerras, vicios, ira, por mencionar algunas de ellas. Por este mismo motivo, participar de sesiones e spiritistas o canalizaciones realizadas por personas que estn siendo utilizadas p or entidades desencarnadas que habitan el astral no es recomendable, y las conse cuencias pueden ser tremendas para quienes exploren en esta rea, pudiendo desde e nfermar gravemente hasta perder sus facultades mentales. Cuando jugamos a la oui ja o participamos de una reunin espiritista no estamos convocando fantasmas o ent idades de otros mundos, sino energas negativas emanadas por nosotros mismos y que flotan en un plano invisible. Lo peligroso de estas ceremonias no tiene que ver con demonios, ms bien con que canalizamos el lado negativo de nosotros mismos.

Una experiencia al dormir surge producto de la activacin espontnea o consciente de l centro pineal-pituitaria, que es el centro que nos conecta a la octava superio r de vibracin y que est por sobre la octava fsica en la cual nos movemos. Por lo mi smo, es una conexin de alta frecuencia 17

vibratoria y tiene como finalidad desencadenar procesos al servicio de la Luz y slo con fines superiores donde nuestros aspectos humanos no tienen cabida.

Sin dicha activacin es espontnea, habr sido el resultado de un acto creativo de alt a frecuencia vibratoria cuyo motor desencadenante es siempre el amor. Si es prod ucto de nuestro accionar, es porque utilizando nuestra facultad de libre albedro para cocrear con la Fuente, renunciamos a nuestro ego y dejamos que nuestra chis pa divina se encienda, dejando paso al ms perfecto y armnico proceso creativo que existe.

A partir de la voluntad de activar las glndulas pineal y pituitaria antes de dorm ir, la persona slo puede contactarse con las esferas del mundo superior. Es parte de las leyes que conforman el plan divino.

La energa no se pierde y su forma original no cambia espontneamente. El globo atmo sfrico que rodea nuestro planeta contiene estas denominadas formas-pensamientos o formas-sentimientos que la humanidad ha dejado como huella indeleble de su paso por la Tierra.

Cuando jugamos a la ouija o participamos de una reunin espiritista no estamos con vocando fantasmas o entidades de otros mundos, sino energas negativas emanadas po r nosotros mismos y que flotan en un plano invisible. Lo peligroso de estas cere monias no tiene que ver con demonios, ms bien con que canalizamos el lado negativ o de nosotros mismos.

XII

Milagros Ocurri durante uno de mis primeros ejercicios de activacin. Tras unos minutos con energas, me descubr mirando desde la terraza de una casa desconocida. A unos veint e metros comenzaba un bosque de eucaliptos, cutas ramas se mecan por un viento ms o menos intenso. Era un sitio cercano a las montaas cordilleranas del sur de Chil e, donde disfrut del espectculo del viento, los rboles y el paisaje boscoso perdido en el horizonte. Mi esposo se acercaba por mi izquierda y me abrazaba de un mod o muy familiar. Comentamos la belleza del viento, su potencia, su fuerza. Algo n atural y cotidiano para nosotros. De pronto, una rama enorme, seca y sin hojas, se desprendi, pero en lugar de caer viaj hasta el tronco yermo de un rbol que haba s ido cortado. Y all, en medio de esa situacin, mi marido y yo asistimos al ms hermos o milagro de la vida: la rama seca unida al tronco de lo que antes haba sido un rb ol comenz a reverdecer y a llenarse de hermosas flores blancas. Y entonces record la frase que desde esa maana haba quedado en el aire: brete a los mi lagros.

Abr los ojos llena de amor y gratitud, con la absoluta certeza de que lo vivido e n esa experiencia no era un sueo. Yo haba estado ah, en ese lugar, aprendiendo a ex perimentar lo que era un milagro manifestado, como anuncio de lo que vendra despus , siempre y cuando yo pudiera aceptarlo. Sin saberlo, comenzaba a experimentar q ue creer era y es crear.

A la segunda sesin asist con la experiencia interior de que mi vida nunca ms sera la misma. Me senta en un estado de expansin y de amor sin precedentes. Lo que vea se desmarcaba totalmente de los conceptos tericos de la sesin anterior. La primera pa rte consista en un autodiagnstico energtico a travs de dibujos, para finalizar con u n ejercicio que nos permita experimentar directamente el potencial del ser lumino so que realmente somos.

Tard aos en decodificar totalmente lo vivido esa maana. En un viaje sin precedentes a los campos de creacin superior una experiencia que todos podemos tener si conoc emos las claves para hacerlo- llegu a un lugar ubicado en los abismos ms profundos del ocano. Los seres que en ese momento me rodeaban tenan formas fantsticas y armni cas. Sus cuerpos despedan una radiacin brillante y sus movimientos desplegaban ond as de luz y eran de una belleza indescriptible. Siguiendo las instrucciones de quien guiaba el ejercicio, mir hacia mi derecha y vi resplandecer la luz de una caverna ubicada a unos cien metros del lugar donde me encontraba. Me dirig hacia ella, disfrutando de la maravillosa posibilidad de desplazarme a tanta profundidad sin ninguna dificultad. Me sent envuelta en una luz dorada. d. Todo all esplenda en un oro que la forma de pliegues en las paredes idad del mundo fsico reconocida por Y me percat de que yo tambin adquira esa cualida en verdad era como una sustancia-luz que tomaba de ese lugar. Algo que no alcanzaba la dens 18

nuestros sentidos ordinarios. Estaba fascinada ante una experiencia tan inusual, cuando en algn momento mir hacia el fondo de la caverna y visualic a un ser mtico un a sirena- que me sonrea sentada sobre un majestuoso trono conformado por la propi a sustancia luz oro. Me situ frente a ella, en profundo e inexplicable silencio, y recib nuevamente la misma indicacin: brete a los milagros.

Esa frase fue lo que ms me impact del fabuloso viaje. Sin embargo, la mente, esa b ulliciosa compaera que no sabe qu hacer con su bagaje de prejuicios y rancios para digmas, comenz a cuestionar la experiencia. No pona en duda la vivencia, pero por qu una sirena? Y la reaccin era lgica. Las sirenas para m slo eran personajes de cuento s de hadas. Estuve tentada de pensar que era posible que algo de mi propia imagi nacin se hubiese colado en el ejercicio, a pesar de que nuestra profesora haba sid o enftica en aclarar que una vez activado el patrn creativo superior, no existe po sibilidad alguna de que parte de lo humano se cuele en la experiencia. Pareca lgic o y decid aceptarlo, sobre todo por la suerte de mandato que ese ser me comunicab a: brete a los milagros. Cuatro aos despus descubr quin se me haba representado en aqu el viaje a las profundidades interiores: una maestra, una diosa, que como tantos otros nos ayudan desde los universos paralelos cada vez que solicitamos su asis tencia. Haba tomado la apariencia de sirena, representando as la forma que la tuvo prisionera por ms de trescientos aos debido a un descuido en su camino de vuelta a la casa del Padre.

Nunca est de ms tener presente su experiencia.

La activacin es espontnea, resultando de un acto creativo de alta frecuencia vibra toria cuyo motor desencadenante es siempre el amor. Si es producto de nuestro ac cionar, es porque utilizando nuestra facultad de libre albedro para cocrear con l a fuente, renunciamos a nuestro ego y dejamos que nuestra chispa divina se encie nda, dejando paso al ms perfecto y armnico proceso creativo que existe.

XIII

Recuperando el poder

Tratar de describir los primeros tiempos de encuentro con la Fuente no es sencil lo. Me asaltan un cmulo de experiencias extraordinarias, las que toman posesin de lo que hasta ese momento era una vida normal: con sus altos y bajos. El campo em ocional tiendo la experiencia vital ms all de nuestro control, la incertidumbre pro pia del da a da, de vez en cuando algn resfro u otro tipo de dolencia fsica y el baga je de imperfecciones humanas con las que hemos aprendido a convivir.

Cmo explicar el jbilo de enfrentar la posibilidad de un nuevo mundo, de comenzar u na tarea creativa copada de posibilidades cunticas y realidades infinitas. Y la c erteza ms incuestionable de que efectivamente en nosotros duermen los poderes div inos de una llama que podemos encender cuando realmente lo deseemos. Que lo vamo s a desear cuando primero lo aceptemos como una idea y finalmente esa idea tome vida propia al abrirnos sin absurdas resistencias a tan magnfica experiencia. No hay poder ms sublime que aquel que se adquiere renunciando a todo lo que de human o reconocemos en nosotros, dando paso a la obediencia y humildad de comenzar un proceso cocreativo. Esa es hoy mi experiencia, el viaje que empec en aquellos aos y que no ha parado. Desde aqu me veo all, como una nia a quien se le ha cumplido su ms preciado sueo.

He aprendido a danzar en la Luz y ahora mi misin es convertirme en profesora de e se baile.

Lo primero que ocurre es que el principio de incertidumbre, tan propio e inheren te a la condicin humana, comienza a desaparecer de nuestra experiencia, dando pas o a lo extraordinario de cada acto creativo que generamos una vez activado nuest ro ser de luz.

En un comienzo son cosas muy sencillas: se solucionan mgicamente todos los pequeos disturbios del da a da; encontramos objetos perdidos; aparece un taxi como de la nada, en una calle completamente vaca y sin movimiento vehicular. Situaciones con flictivas se resuelven en total e inusitada armona, nos sanamos de todo tipo de e nfermedades y tambin comienza un proceso espontneo de sanacin de nuestro carcter e i ncluso de nuestra daada personalidad. Ms tarde comenzamos a experimentar la ley de la sincrona (donde el universo se confabula para manifestar todo lo que necesita mos). Y si estamos muy atentos, nos damos cuenta de que esto es slo el 19

comienzo. Slo la blanca y rutilante punta del iceberg que corona una inmensidad o

culta y desconocida.

El principio de incertidumbre, que es propio e inherente a la condicin humana, co mienza a desaparecer de nuestra experiencia, dando paso a lo extraordinario de v er en cada acto creativo que generamos una vez activado nuestro ser de luz.

En un comienzo son cosas muy sencillas: se solucionan mgicamente todos los pequeos disturbios del da a da; encontramos objetos perdidos; aparece un taxi de la nada, en una calle completamente vaca.

TERCERA PARTE El camino

XIV

Lo extraordinario

La experiencia de que lo extraordinario comienza a ser parte del da a da tiene com o resultado el desarrollo creciente del amor y la devocin. Lo que hasta entonces eran semillas en espera de las condiciones necesarias para hacer esplender sus p otencialidades, florece ahora con fuerza arrolladora.

Pueden imaginar lo que es la vida en permanente felicidad, una realidad inacepta ble para la condicin humana.

Durante el seminario dediqu todos los momentos descanso a buscar el instante para conversar con mi profesora. No slo tena una necesidad profunda de averiguar todo lo que pudiera acerca de esta metodologa, sino que comenz a surgir en m una certeza de que, adems, me interesaba ensear a otros lo que haba aprendido. Al poco tiempo fui contactada para integrarme a un grupo de personas que. Al igual que yo, en a lgn momento manifestaron su inters de formarse como instructores de esta herramien ta. Recuerdo que ramos un grupo de ms o menos veinte personas, de las cuales slo yo segu adelante con el sueo. Con varios de ellos conservo hasta hoy una bonita amis tad, pero los obstculos en el camino, aunque sean vanas apariencias, permiten una natural seleccin de quienes han de mantener el amor inamovible a este quehacer.

En otras palabras, no todos planificamos en el otro plano ser profesores de la a ctivacin de la glndula pineal.

Durante un ao recibimos formacin en el instructorado. Al terminar el curso recib co n alegra la certificacin que me acreditaba para ensearlo oficialmente. Esta formacin estaba destinada a prepararnos para formar parte del grupo de maestros de una i ncipiente empresa que estaba formando mi profesora. Con el tiempo, y a propsito d e la experiencia de cocrear mi propia vida, tom derroteros distintos, hasta llega r a manifestar una herramienta que permite que cada persona comience un proceso de autosanacin sin precedentes y sin necesidad de la interaccin de un tercero. Un mtodo propio en el que todos podemos ser maestros de nosotros mismos. Se trata de Alkymia, sistema con el que cientos de personas han experimentado curas mila grosas activando las claves correctas para lograrlo.

En la actualidad, tambin me dedico a ensear Alkymia a profesionales de la salud, c on el fin de que tambin ellos creen sus propios modelos de aplicacin en las reas de la medicina que han elegido. Los cambios de paradigmas han de verse reflejados cada vez en ms reas de la diversidad del quehacer humano.

Es parte del aprendizaje espiritual apropiarnos de premisas que nos pertenecen sl o cuando pasan a la experiencia. En ese sentido quisiera poner nfasis en un fenmen o que ha sido determinante. He aprendido que lo cotidiano depende del resultado creativo de poner la atencin ms en el lugar que en el divagar de la mente. Sin dar nos cuenta, nuestra atencin es captada por innumerables agente externos (situacio nes, eventos y circunstancias de todo tipo, interaccin con las personas que nos r odean, ver la televisin, ir al cine, leer, navegar por Internet, entre tantas otr as), as como de agentes 20

internos, conformados stos por los estados emocionales o anmicos, los que llegan a conformar una especie de tono basal, no siempre asumido y no siempre luminoso. Ms bien son una especie de teln de fondo que acompaa la experiencia cotidiana, llmes e melancola, desasosiego, desconfianza, inseguridad, resentimiento, envidia, odio , autocompasin, negatividad, frustracin, etc.

El poder de nuestra atencin es enorme y desconocido. Por otra parte, es una funcin lbil, lo que significa que nuestra atencin normalmente no puede ser sostenida por ms de siete a diez segundos. En lo cotidiano, es muy difcil enterarnos que un cambio brusco y permanente de nu estro humor, as como tambin lo podra ser una indigestin sbita o un dolor de cabeza in tenso, por slo mencionar algunas alternativas, son producto de haber llevado nues tra atencin a un evento o circunstancia de baja frecuencia vibratoria, lo que des encaden un proceso al menos desagradable y con resultados contrarios a la armona, incluso peligrosos para nuestra integridad fsica. Un alto porcentaje de los accid entes que sufren las personas, es resultado del tipo de situaciones que acabo de describir.

Lo que quiero decir es que la atencin es una de las facultades determinantes para el proceso creativo llevado a su mxima expresin: la realizacin de los fenmenos cono cidos como milagros o bien eventos mgicos. Aquello para lo que la ciencia tradici onal no tiene explicacin.

Para nosotros, un evento mgico o milagroso no es ms que el resultado de recuperar los potenciales energticos del centro pineal y el centro cardaco. Esto permite a s u vez que nuestra atencin sea dirigida a una determinada tarea creativa cuya pote ncia de realizacin a partir de ese momento queda fuera de la experiencia humana, limitada e incierta. Hemos accedido entonces a una dimensin creativa desconocida, recuperando as nuestra realidad ltima, nuestra olvidada filiacin divina. Accedemos as a los campos de creacin superior, perfectos y armnicos en sus resultados.

El sistema Alkymia es una herramienta que permite que cada persona comience un p roceso de autosanacin sin precedentes. Un mtodo con el que cientos de personas han experimentado curas milagrosas activando las claves correctas para lograrlo.

Un evento mgico o milagroso no es ms que el resultado de recuperar los potenciales energticos del centro pineal y el centro cardaco a sus funciones del origen

XV

Estar atentos Un da conversaba con una mujer muy cercana a mi profesora acerca de algo muy vago que rondaba mi fuero interno. Quera saber qu haba detrs de este prodigioso mtodo de activacin. Su respuesta fue clara y concisa: una instruccin espiritual para los nu evos tiempos que ha de transitar la humanidad y que debe ser solicitada y entreg ada por amor por cualquiera que est dispuesto a servir a la Luz.

Fue tal el impacto que me produjo su respuesta, que recuerdo haber estado das en un estado de conmocin. Una gigantesca llama se haba encendido en mi interior, bajo la clara certeza de que frente a m se presentaba la posibilidad de encontrar aqu ello que haba aorado toda mi vida.

Durante seis aos explor en esos conocimientos que aunque me parecieron maravilloso s (de hecho lo son), no portaba la Total Radiacin de los Maestros, ya que haban si do intervenidos humanamente (traducidos, interpretados, etc).

Pero como ni deseo es siempre llegar al origen. Logr contactar una organizacin que es responsable de distribuir los conocimientos originales del que hoy es mi cam

ino espiritual y que comparto abiertamente con quienes me conocen: The I AM Inst ruction. Ac se conserva en su total Pureza y Radiacin la informacin sagrada tal com o fuera entregada al hombre por los Maestros.

Eleg acceder a una Instruccin Espiritual maravillosa, pero no es menos cierto que tambin haba adquirido un compromiso eterno con la Luz, y eso implicaba un camino s in retorno, donde nuestro temple es puesto a prueba sistemticamente y donde no ha ba garantas de victoria. Slo un incondicional amor y servicio a la Fuente puede ir alumbrando el da a da lleno de trampas que hemos construido y que permanentemente construimos nosotros mismos.

Aqu no hay gurs ni maestros humanos, slo la correcta aplicacin de las eternas leyes csmicas que han sido transmitidas desde tiempos inmemoriales por seres que ya obt uvieron su victoria sobre lo humano y por muchos otros que ni siquiera han pasad o por la experiencia humana, pero que de 21

igual modo ahora nos sirven por A-Mor cada vez que los necesitamos. Aun as, ellos nada pueden hacer con nuestro libre albedro.

Un da optamos por actuar desde nuestra filiacin divina, al otro, y en medio de un estado de sueo, resolvemos desde lo humano. Los resultados tambin se van polarizan do debido a la potencia creativa que vamos desarrollando. Las victorias logradas desde la Luz son cada vez ms potentes, as como los costalazos, resultado del erro r creativo. He ah el aprendizaje. Luego entend por qu una estudiante a la que quier o especialmente un da coment: .

Hoy soy slo una estudiante ms, transitando con entusiasmo las batallas cotidianas con lo humano e imperfecto que somos, aprendiendo da a da cmo no desviarnos del cam ino. No hay garantas. No hay certezas. Slo haciendo siempre lo correcto arribaremo s a puerto en alguna de nuestras existencias. De todas maneras, me considero inm ensamente feliz y privilegiada de haber encontrado mi camino.

Supe que haba una Instruccin espiritual para los nuevos tiempos que ha de transita r la humanidad y que debe ser solicitada y entregada por amor por cualquier que est dispuesto a servir a la luz.

XVI

La ruta

Haba recin comenzado mi incursin como Estudiante y de nuevo me descubra caminando so bre mis propias pisadas en la arena, marcadas en un tiempo sin memoria. Comenzab a una nueva etapa en mi vida. Si ya me pareca estar viviendo la total realizacin d e mis sueos, ahora se abran para m los grandes portales de un aprendizaje sin prece dentes. Tena la posibilidad de acceder a una fuente inagotable de conocimiento al servicio de la automaestra, por la que tanto haba hecho rogativas a lo alto. Esta ba fascinada, contemplando la perfeccin del plan diseado desde lo invisible. Pero este nuevo estado de cosas traa algunos aprendizajes bsicos, permanentes pero a la vez en constante movimiento expansivo. Un lema indeleble en la experiencia come nz a grabarse a fuego.

No pretendo desalentar a los verdaderos buscadores de la verdad con mis apreciac iones producto de mis propios aprendizajes, pues a los amantes de la luz nada lo s amedrenta. Mis palabras estn dirigidas, amorosamente, a los entusiastas busquil las que por no considerar la magnitud de este tipo de compromisos, frente a los movimientos energticos que se despliegan con esta actividad, pudieron no sostener la magnitud de la luz en accin.

La Luz, en su cualidad pura, tiene un poder terrorfico. Slo la humildad, la persev erancia y nuestra permanente atencin en la la Fuente nos permite seguir navegando . Hay errores que slo pueden transitar desde la ignorancia. El mismo error, tras haber accedido al conocimiento, no se nos ha de permitir.

Siempre medito sobre lo que creo que es una legtima necesidad. Somos tan vulnerab les al autoengao, que algunos aprendizajes que tuve que transitar, hoy me hacen e star lo ms atenta posible a mis deseos de hacer tal o cual cosa. Me refiero especf icamente a las sutilezas que el ego tiene para obstaculizarnos la victoria.

Relatar la experiencia de una queridsima alumna, como botn de muestra.

Z., la llamar as, era una alumna muy aventajada en su camino de automaestra. Su amo r y dedicacin la haban llevado a vivencia experiencias, fantsticas, milagrosas y co nmovedoras. Estaba cursando el ltimo nivel y yo me maravillaba frente a lo que er a su vida. Despus de haber pasado por tantas amargar experiencias; se estaba conv irtiendo en una mujer capaz de conducirse hacia la perfeccin, la armona y la paz, como todos los que as lo han decidido a partir del nuevo potencial creativo adqui rido.

22

En una de las sesiones coment que haba asistido a un milagro extraordinario. Su cua do, aquejado de una muy grave afeccin renal, haba sufrido un fuerte revs de su enfe rmedad. Estaba postrado, febril y con sntomas hemorrgicos.

El llamado angustioso de su hermana la hizo tomar una decisin: intervenir energtic amente, activar la pineal y realizar un ejercicio con el fin de sanar el rin de su cuado, completamente ajeno en su voluntad de recibir o no dicha intervencin.

Z. nos cont emocionada cmo pudo recorrer e intervenir desde su ser energa el deteri orado organismo de su cuado. Finalmente, el hombre comenz a mejorarse y cuando fue llevado a la clnica los doctores no daban crdito a lo que vean: el rin estaba sano.

Yo escuchaba su historia con mucha atencin. Le pregunt a Z. por qu haba hecho eso. M e respondi que la razn era que ella, en un momento dado y sin darse cuenta de lo q ue haca, haba realizado el acto creativo de obtener el don de la sanacin por las ma nos. Consider que era el momento de llevar a cabo la experiencia. La mir y le dije _ -Y qu costo tuvo para ti esta accin? -Me ca de una escalera! fue su respuesta.

Hubo una gran risotada en la sala, tanto de ella como de los dems integrantes del grupo. Sin necesidad de mayores explicaciones, Z. se haba dado cuenta de que int ervenir sobre el libre albedro de otros tiene consecuencias muy desagradables. Aun que los motivos en apariencia sean notables y altruistas!

Cul es la enseanza? El caso Z. es una magnfica demostracin de que esta maestra SLO deb ser aplicada a nosotros mismos y a nuestros hijos. Es parte de la ley que rige esta actividad. Cada uno es libre y soberano de obtener los beneficios que nuest ra filiacin divina nos permite ejercer. Nuestros deseos provienen del ego, siempre del ego. El verdadero servicio a la L uz es annimo, desinteresado y generalizado. De ese modo, la radiacin enviada desde la alta frecuencia lumnica, proyectaba hacia todo y todos, permite que por encaj e de frecuencia sea recibida por aquellos que la buscan desde su propia libertad de accin.

Por lo tanto, es recomendable siempre ponernos activamente en manos de la Fuente para ser dirigidos hacia la correcta actividad.

Al abandonar mi carrera de terapeuta y entregarme completamente a escuchar las d irectrices para una nueva vida, fui atendiendo a la magnfica sincrona de eventos q ue me impulsaban a desarrollar una aplicacin de la activacin de la glndula pineal h acia un revolucionario mtodo de autosanacin.

Estaba experimentando en forma directa el resultado de utilizar este nuevo parad igma creativo, camino a la consecucin de que se me desvelaran mis quehaceres veni deros. Recuerdo no haber tenido expectativas ni deseos especficos. Slo estar en el lugar que me corresponda, lejos de cualquier actividad que me pusiera nuevamente en riesgo. Lo que ocurri entonces es que por noches y antes de dormir realizaba el acto creativo con el propsito de poder recibir informacin clara y precisa de lo que deba hacer. Es una costumbre que me acompaa desde entonces.

El resultado fue sorprendente: al momento de despertar lo primero que haca era vo lver mi atencin, mi amor y mi entrega a la Fuente. Y luego atenda aquellas ideas q ue fluan en armona, expandindose con naturalidad, encontrando un lugar donde manife starse en este plano de mundos. La noche es el momento en que nuestro ser energa viaja a su lugar de origen. Maes tros y seres csmicos dirigen su atencin y su A-Mor a nuestras solicitudes de asist encia. Cmo desaprovechar la oportunidad que diariamente se nos ofrece?.

La luz, en su cualidad pura, tiene un poder terrorfico. Slo la humildad, la persev erancia y nuestra permanente atencin en la fuente nos permite seguir navegando. H ay errores que slo se pueden transitar desde la ignorancia. El mismo error, tras haber accedido al conocimiento, no se nos ha de permitir

CUARTA PARTE Alkymia

23

XVII

Magia La gestacin de Alkymia a travs del mtodo de creacin nocturna y su posterior manifest acin, se dieron en una sucesin de quince das mgicos. Procuraba estar dormida antes d e medianoche, despus de hacer mi acto creativo, sabiendo que a la maana siguiente todo estara morosamente a mi disposicin. Es infalible! Ideas claras y consistentes iban engranando en lo que ahora es la metodologa Alkymia, cuyos alcances y benefi

cios para quienes la han conocido no terminan de sorprenderme.

La gran batalla de mis alumnos es aceptar la idea de que el proceso creativo pue de transformarse en algo tan simple y sencillo como lo que estoy relatando. Pode r cambiar el paradigma de que con el esfuerzo, el desgaste y consecuente cansanc io del mandato te ganars el sustento con el sudor de tu frente es una premisa ine ludible del diario vivir, por aquel que implica entregarnos con humildad al proc eso cocreativo con nuestra inagotable fuente de A-Mor, es lo que vinimos a apren der en esta vida.

Siendo la activacin de la glndula pineal y de la glndula pituitaria una alternativa para realizar el nuevo paradigma creativo hacia la obtencin de la total realizac in del ser, Alkymia es el mtodo especfico para resolver el tema de la enfermedad. A l parecer, todo el bagaje de conocimientos que obtuve en 25 aos de ejercer como p sicloga quedaron al servicio de poder reorientar el proceso teraputico de las pers onas hacia un innovador proceso de autosanacin. Con eso surga tambin una nueva mira da hacia lo que comnmente se denominaba enfermedad. Desde esta nueva concepcin, po stulo que la enfermedad no es ms que toda expresin de la condicin humana que impide la manifestacin de nuestra filiacin divina hacia realizacin total del ser. Los vel os que ocultan nuestra realidad ltima de devenir dioses y diosas, cumpliendo as co n un plan que tarde o temprano deberemos acatar.

Por lo tanto, la manifestacin de lo que conocemos como enfermedad es el resultado de este olvido de nuestra filiacin divina. Es por tanto una verdadera oportunida d para recordar quines realmente somos y desde ah iniciar el proceso de autosanacin . Esto se transforma en un aprendizaje milagroso, traducido en el triunfal regre so a la casa del Padre. La enfermedad es recordada para siempre como la oportuni dad para recobrar nuestra verdadera identidad: los hijos del Padre, hechos a ima gen y semejanza de su perfecto arquetipo, creadores inmanentes en A-Mor y perfec cin, sus cualidades por excelencia.

En mi primer libro, Sanaciones milagrosas, hice una extensa descripcin de los ene migos de realizacin, o lo que es lo mismo, los generadores de la enfermedad. El m iedo, el campo emocional alterado, el ego y las enfermedades tradicionales en el mbito fsico y psicolgico son los enemigos de la realizacin del ser. En su conjunto conforman una barrera para esplender como la luz que somos. Cada uno aporta su m anto de oscuridad, distrayndonos de lo importante, acaparando nuestra preciosa en erga, que en lugar de estar totalmente disponible para la expansin de la concienci a, nos despoja del impulso creativo. Surge as una transicin definitiva de la limit acin engaosa en que hemos vivido como humanidad, hacia el salto cuntico de los dios es y diosas que en realidad somos, ocultos tras la distorsin de la materia. Nos h emos convencido de que la realidad es el mundo de apariencias en que vivimos, en trampados en la discordia que hemos creado a travs de los tiempos, sin saber cmo s alir de este estado de cosas.

Alkymia es la correcta forma de salir de este atolladero al recuperar nuestro or igen. La frmula correcta es que a partir de la activacin de nuestros centros pinea l-pituitaria y cardaco a su funcin energtica, llamamos en accin una frecuencia lumnic a, inteligente y poderosa: la luz violeta. Esta frecuencia lumnica atrada desde lo s campos de creacin superior hacia los campos atmicos o fsicos, despliega toda su p

otencia alqumica basada en una singular propiedad que ella posee: el poder de tra nsmutacin.

La luz violeta tiene una permanente actividad sobre este plano del mundo, lo sep amos o no. Es una actividad dirigida por seres csmicos y Maestros ascencionados c uyo A-Mor hacia la humanidad ni siquiera podemos imaginar. Ser beneficiaos por e sta radiacin en el momento actual por el que transitamos como humanidad, es parte del plan mayor. Nos ofrecen dicha actividad para ser 24

utilizada como acelerador de nuestro proceso evolutivo al eliminar y consumir la imperfeccin para luego reemplazar lo consumido por perfeccin. Eso es transmutar.

El alquimista, que buscaba la frmula para transformar el metal burdo en oro, simb olizaba en ello la bsqueda de la transformacin de lo humano (metal burdo) en divin o (oro). Es la aceptacin del anclaje del Cristo en nuestro centro cardaco, el encu entro con el Santo Grial al convertirnos en la copa que recepciona la lu