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Annotation

¿Quépasaríasiundíadescubresque,enrealidad,ereshijodeundiosgriegoquedebecumplirunamisiónsecreta?PuesesoesloquelesucedeaPercyJackson,queapartirdeesemomentosedisponeavivirlosacontecimientosmásemocionantesdesuvida.

Expulsadodeseiscolegios,Percypadecedislexiaydificultadesparaconcentrarse,oalmenosésaeslaversiónoficial.Objetodeburlasporinventarsehistoriasfantásticas,nisiquieraélmismoacabadecreérselas hasta el día que los dioses delOlimpo le revelan la verdad: Percy es nadamenos que unsemidiós,esdecir,elhijodeundiosyunamortal.YcomotalhadedescubrirquiénharobadoelrayodeZeusyasíevitarqueestalleunaguerraentrelosdioses.

ParacumplirlamisióncontaráconlaayudadesusamigosGrover,unjovensátiro,yAnnabeth,hijadelasabiaAtenea.

RickRiordan

Capítulo1Capítulo2Capítulo3Capítulo4Capítulo5Capítulo6Capítulo7Capítulo8Capítulo9Capítulo10Capítulo11Capítulo12Capítulo13Capítulo14Capítulo15Capítulo16Capítulo17Capítulo18Capítulo19Capítulo20Capítulo21Capítulo22FINAgradecimientos

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RickRiordan

Elladróndelrayo

paraHaley,queescuchólahistoriaelprimero

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Capítulo1

Pulverizoaccidentalmenteamiprofesoradeintroducciónalálgebra

Mira,yonoqueríasermestizo.Si estás leyendo esto porque crees que podrías estar en lamisma situación,mi consejo es éste:

cierraellibroinmediatamente.Créetelamentiraquetupadreotumadretecontaransobretunacimiento,eintentallevarunavidanormal.

Sermestizoespeligroso.Asusta.Lamayorpartedeltiemposólosirveparaquetematendemanerahorribleydolorosa.

Sieresunniñonormal,queestáleyendoestoporquecreequeesficción,fantástico.Sigueleyendo.Teenvidioporsercapazdecreerquenadadeestosucedió.

Perositereconocesenestaspáginas-sisientesquealgoseremueveentuinterior-,dejadeleeralinstante.Podríasserunodenosotros.Yencuantolosepas,sóloescuestióndetiempoquetambiénelloslopresientan,yentoncesiránporti.

Nodigasquenoestásavisado.

MellamoPercyJackson.Tengodoceaños.HastahaceunosmesesestudiabainternoenlaacademiaYancy,uncolegioprivado

paraniñosconproblemas,enelnortedelestadodeNuevaYork.¿Soyunniñoconproblemas?Sí.Podríamosllamarloasí.Podríaempezarencualquierpuntodemicortaytristevidaparadarpruebadeello,perolascosas

comenzarona ir realmentemalenmayodelañopasado,cuando losalumnosdesextocurso fuimosdeexcursión aManhattan: veintiocho críos tarados y dos profesores en un autobús escolar amarillo, endirecciónalMuseoMetropolitanodeArteavercosasgriegasyromanas.

Yalosé:suenaa tortura.LamayoríadelasexcursionesdeYancyloeran.PeroelseñorBrunner,nuestroprofesordelatín,dirigíalaexcursión,asíqueteníaesperanzas.ElseñorBrunnererauntipodemedianaedadqueibaensilladeruedasmotorizada.Leclareabaelcabello,lucíaunabarbadesaliñadayunachaquetadetweedraídaquesiempreolíaacafé.Coneseaspecto,imposibleadivinarqueeraguay,perocontabahistoriasychistesynosdejabajugarenclase.Tambiénteníaunacolecciónalucinantedearmadurasyarmasromanas,asíqueeraelúnicoprofesorconelquenomedormíaenclase.

Esperabaqueelviajesalierabien.Esperaba,porunavez,nometermeenproblemas.Andaquenoestabaequivocado.Verás,enlasexcursionesmepasancosasmalas.Comocuandoenquintofuialcampodebatallade

Saratoga,donde tuveaquelaccidenteconelcañónde laguerrade la Independenciaamericana.Yonoestabaapuntandoalautobúsdelcolegio,peroporsupuestomeexpulsaronigualmente.Yantesdeaquello,encuartocurso,durantelavisitaalasinstalacionesdelapiscinaparatiburonesenMarineWorld,ledia

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la palanca equivocada en la pasarela y nuestra clase acabó dándose un chapuzón inesperado. Y laanterior…Bueno,tehacesunaidea,¿verdad?

Enaquellaexcursiónestabadecididoaportarmebien.DurantetodoelviajealaciudadsoportéaNancyBobofit,lapelirrojapecosaycleptómanaquele

lanzabaamimejoramigo,Grover,trocitosdesándwichdemantequilladecacahueteyketchupalcogote.Grovereraunblancofácil.Eracanijoyllorabacuandosesentíafrustrado.Debíadehaberrepetido

varioscursos,porqueeraelúnicoensextoconacnéyunapelusilla incipienteenlabarbilla.Además,estabalisiado.TeníaunjustificantequeloeximíadelaclasedeEducaciónFísicaduranteelrestodesuvida, ya que padecía una enfermedadmuscular en las piernas. Caminaba raro, como si cada paso ledoliera;peroqueesonoteengañe:tendríasqueverlocorrereldíaquetocabaenchiladaenlacafetería.

Encualquiercaso,NancyBobofitestabatirándoletrocitosdesandwichqueselequedabanpegadosenelpelocastañoyrizado,ysabíaqueyonopodíahacernadaporqueyaestabaenperiododeprueba.El director me había amenazado con expulsión temporal si algo malo, vergonzoso o siquieramedianamenteentretenidosucedíaenaquellasalida.

—Voyamatarla-murmuré.Groverintentócalmarme.—No pasa nada.Me gusta lamantequilla de cacahuete. -Esquivó otro pedazo del almuerzo de

Nancy.—Hasta aquí hemos llegado. -Empecé a ponerme en pie, peroGrover volvió a hundirme enmi

asiento.—Yaestásenperiododeprueba-merecordó-.Sabesaquiénvanaculparsipasaalgo.Echando la vista atrás, ojalá hubiera tumbado a Nancy Bobofit de un tortazo en aquel preciso

instante.Laexpulsióntemporalnohabríasidonadaencomparaciónconellíoenqueestabaapuntodemeterme.

ElseñorBrunnerconducíalavisitaalmuseo.Élibadelante,ensusilladeruedas,guiándonosporlasenormesyresonantesgalerías,atravésde

estatuasdemármolyvitrinasdecristalllenasdecerámicarojaynegrasúpervieja.Meparecíaflipantequetodoaquellohubiesesobrevividomásdedosmilotresmilaños.Nosreunióalrededordeunacolumnadepiedradecasicuatrometrosdealturaconunagranesfinge

encima,yempezóacontarnosquehabíasidounmonumentomortuorio,unaestela,deunachicadenuestraedad.Noshablódelosrelievesdesuscostados.Yointentabaprestaratención,porqueparecíarealmenteinteresante, pero los demás hablaban sin parar, y cuando les decía que se callaran, la otra profesoraacompañante,laseñoraDodds,memirabamal.

La señora Dodds era una profesora dematemáticas procedente de Georgia que siempre llevabacazadora de cuero, aunque era menuda y rondaba los cincuenta años. Tenía un aspecto tan fiero queparecíadispuestaaplantarte laHarleyen la taquilla.Había llegadoaYancyamitaddecurso,cuandonuestraanteriorprofesoradematemáticassufrióunataquedenervios.

Desdeelprimerdía,laseñoraDoddsadoróaNancyBobofityamímeclasificócomounengendrodeldemonio.Meseñalabaconundedoretorcidoymedecía«yahora,cariño»,súperdulce,yyosabíaqueacontinuaciónmecastigaríaaquedarmedespuésdeclase.

Unavez, trashabermeobligadoaborrarrespuestasdeviejos librosdeejerciciosdematemáticashastamedianoche,ledijeaGroverquenocreíaquelaseñoraDoddsfuerahumana.Sequedómirándome,muyserio,ymerespondió:«Tienestodalarazón.»

ElseñorBrunnerseguíahablandodelartefunerariogriego.Alfinal,NancyBobofitseburlódeunafiguradesnudacinceladaenlaestelayyoleespeté:—¿Tequierescallar?-Mesaliómásaltodeloquepretendía.

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Elgrupoenterosoltórisitasyelprofesorinterrumpiósudisertación.—SeñorJackson-dijo-,¿tienealgúncomentarioquehacer?Mepusecomountomateycontesté:—No,señor.ElseñorBrunnerseñalóunadelasimágenesdelaestela.—Alomejorpuededecirnosquérepresentaesaimagen.Miréelrelieveysentíalivioporquedehecholoreconocía.—ÉseesCronosdevorandoasushijos,¿no?—Sí-repusoél-.Ehizotalcosapor…—Bueno…-Escarbéenmicerebro-.Cronoseraelreydiosy…—¿Dios?—Titán-mecorregí-.Y…ynoconfiabaensushijos,queerandioses.AsíqueCronos…esto…se

loscomió,¿no?PerosumujerescondióalpequeñoZeusyledioacambiounapiedra.Ydespués,cuandoZeuscreció,engañóasupadreparaquevomitaraasushermanosyhermanas…

—¡Puaj!-dijounachicaamisespaldas.—…asíquehubounagranluchaentrediosesytitanes-proseguí-,ylosdiosesganaron.Algunasrisitas.Detrásdemí,NancyBobofitcuchicheóconunaamiga:—Menudorollo.¿Paraquévaaservirnosenlavidareal?Niqueennuestrassolicitudesdeempleo

fueraaponer:«Porfavor,expliqueporquéCronossecomióasushijos.»—¿Yparaqué,señorJackson-insistióBrunner,parafraseandolaexcelentepreguntadelaseñorita

Bobofit-,hayquesaberestoenlavidareal?—Tehanpillado-murmuróGrover.—Cierraelpico-siseóNancy,conlacaraaúnmásrojaquesupelo.Por lo menos habían pillado también a Nancy. El señor Brunner era el único que la sorprendía

diciendomaldades.Teníaradarespororejas.Penséensupreguntaymeencogídehombros.—Nolosé,señor.— Ya veo. -Brunner pareció decepcionado-. Bueno, señor Jackson, ha salido medio airoso. Es

ciertoqueZeusledioaCronosunamezclademostazayvinoquelehizoexpulsarasusotroscincohijos,que al ser dioses inmortales habían estadoviviendoy creciendo sin ser digeridos en el estómagodeltitán.Losdiosesderrotarona supadre, lo cortaronenpedazoscon supropiahozydesperdigaron losrestos por el Tártaro, la parte más oscura del inframundo. Bien, ya es la hora del almuerzo. SeñoraDodds,¿podríaconducirnosalasalida?

Laclaseempezóasalir,laschicasconteniéndoseelestómago,yloschicosaempujonesyactuandocomomerluzos.Groveryyonosdisponíamosaseguirloscuandoelprofesorexclamó:

—¡SeñorJackson!Losabía.LedijeaGroverquesefueraymevolvíhaciaBrunner.—¿Señor?-Teníaunamiradaquenotedejabaescapar:ojoscastañointensoquepodríantenermil

añosyhaberlovistotodo.—Debesaprenderlarespuestaamipregunta-medijo.—¿Ladelostitanes?—Ladelavidareal.Ytambiéncómoseaplicanaellatusestudios.—Ah.—Loquevasaaprenderdemíesdeimportanciavital.Esperoquelotratescomosemerece.Sólo

voyaaceptardetilomejor,PercyJackson.

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Queríaenfadarme,puesaquel tiposabíacómopresionarmedeverdad.Verás,quierodecirquesí,quemolaban los días de competición, esos en que se disfrazaba con una armadura romana y gritaba«¡Adelante!»,ynosdesafiaba,espadacontratiza,aquecorriéramosalapizarraynombráramosatodaslaspersonasgriegasyromanasquevivieronalgunavez,asusmadresyalosdiosesqueadoraban.PeroBrunneresperabaqueyo lohiciera tanbiencomolosdemás,apesardequesoydisléxicoyposeountrastorno por déficit de atención y jamás he pasado de un aprobado…No; no esperaba que fuera tanbuenocomolosdemás:esperabaquefueramejor.Yyosimplementenopodíaaprendermetodosaquellosnombresyhechos,ymuchomenosdeletrearloscorrectamente.

Murmuréalgoacercadeesforzarmemásmientraséldedicabaunatristemiradaalaestela,comosihubieraestadoenelfuneraldelachica.

Medijoquesalieraytomasemialmuerzo.

Laclasesereunióenlaescalinatadelafachada,desdedondesepodíacontemplareltráficodelaQuintaAvenida. Se avecinaba una enorme tormenta, con las nubesmás negras que había visto nuncasobrelaciudad.Supusequeseríaefectodelcalentamientoglobaloalgoasí,porqueeltiempoenNuevaYork había sido más bien rarito desde Navidad. Habíamos sufrido brutales tormentas de nieve,inundacioneseincendiosprovocadosporrayos.Nomehabríasorprendidoquefueseunhuracán.

Nadiemás pareció reparar en ello.Algunos chicos apedreaban palomas con trocitos de cookies.NancyBobofitintentabarobaralgodelmonederodeunamujery,evidentemente,laseñoraDoddshacíalavistagorda.

Groveryyoestábamossentadosenelbordedeunafuente,alejadosdelosdemás.Pensábamosqueasí no todo el mundo sabría que pertenecíamos a aquella escuela: la escuela de los pringados y losraritosquenoencajabanenningúnotrositio.

—¿Castigado?-mepreguntóGrover.—Quéva.Brunnernomecastiga.Peromegustaríaqueaflojaradevezencuando.Quierodecir…

nosoyningúngenio.Groverguardósilencio.Entonces,cuandopenséqueibaasoltarmealgúnreconfortantecomentario

filosófico,mepreguntó:—¿Puedocomermetumanzana?Tampocoteníademasiadoapetito,asíqueseladi.ObservélacorrientedetaxisquebajabanporlaQuintaAvenidaypenséenelapartamentodemi

madre,asólounascallesdeallí.NolaveíadesdeNavidad.Meentraronganasdesubirauntaxiquemellevaraacasa.Meabrazaría

y se alegraría de verme, pero también se sentiría decepcionada ymemiraría de aquellamanera.Medevolvería directamente aYancy,me recordaría que tenía que esforzarmemás, aunque aquélla eramisexta escuela en seis años y probablemente fueran a expulsarme otra vez. Era incapaz de volver asoportaresamirada.

ElseñorBrunneraparcósuvehículoalfinaldelarampaparaparalíticos.Masticabaapiomientrasleíaunanovelaenrústica.Enlapartetraseradelasillateníaencajadaunasombrillaroja,loquelahacíaparecerunamesitadeterrazamotorizada.

MedisponíaaabrirmisándwichcuandoNancyBobofitaparecióconsusdesagradablesamigas-supongoquesehabríacansadodedesplumaralosturistas-,ytirólamitaddesualmuerzoamediocomersobreelregazodeGrover.

—Vaya,miraquiénestáaquí. -Mesonriócon losdientes torcidos.Teníapecasnaranja,comosialguienlehubierapintadolasmejillasconespray.

Intentémantenerlacalma.Elconsejerodelaescuelamehabíadichounmillóndeveces:«Cuentahastadiez,controlatumalgenio.»Peroyoestabatancabreadoquemequedéenblanco.Yacontinuación

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oí un revuelo y estrépito de agua.No recuerdo haberla tocado, pero lo siguiente que vi fue aNancysentadadeculoenmediodelafuente,gritando:

—¡Percymehaempujado!¡Hasidoél!LaseñoraDoddssematerializóanuestrolado.Algunoschicoscuchicheaban:—¿Hasvisto…?—…elagua…—…lahaarrastrado…Nosabíadequéhablaban,perosísabíaquehabíavueltoametermeenproblemas.EncuantolaprofesoraseaseguródequelapobrecitaNancyestababienylehuboprometidouna

camisetanuevaenlatiendadelmuseo,secentróenmí.Habíaunresplandortriunfalensusojos,comosiporfinyohubiesehechoalgoqueellallevabaesperandotodoelsemestre.

—Yahora,cariño…—Losé-musité-.Unmesborrandolibrosdeejercicios.-Peronoacerté.—Venconmigo-ordenólamujer.—¡Espere!-intervinoGrover-.Hesidoyo.Yolaheempujado.Mequedémirándolo,perplejo.Nopodíacreerqueintentaraencubrirme.AGroverlaseñoraDodds

ledabaunmiedodemuerte.EllalomirócontantodesdénqueaGroverletemblólabarbilla.—Meparecequeno,señorUnderwood-replicó.—Pero…—Usted-se-queda-aquí.Grovermemirócondesesperación.—Notepreocupes-ledije-.Graciasporintentarlo.—Bien,cariño-ladrólaprofesora-.¡Enmarcha!NancyBobofitdejóescaparunarisita.Yolelancémimiradadeluego-te-asesinoymevolvídispuestoaenfrentarmeaaquellabruja,pero

yanoestabaallí.Sehallabaen la entradadelmuseo, en loaltode la escalinata,dándomeprisas congestosdeimpaciencia.

¿Cómohabíallegadoallítanrápido?Suelo tenermomentos comoése, cuandomi cerebroparecequedarsedormido,y lo siguienteque

ocurreesquemeheperdidoalgo,comosiunapiezadepuzzlesehubieracaídodeluniversoymedejaramirandoelvacíodetrás.ElconsejerodelcolegiomedijoqueeraunaconsecuenciadelTHDA,TrastornoHiperactivodelDéficitdeAtención:micerebromalinterpretandolascosas.

Yonoestabatanseguro.MedirigíhacialaseñoraDodds.AmitaddecaminomevolvíparamiraraGrover.Estabapálido,dejándoselosojosentreelseñor

Brunner y yo, como si quisiera que éste reparara en lo que estaba sucediendo, pero Brunner seguíaabsortoensunovela.

Mirédenuevohaciaarriba.Lamuybrujahabíavueltoadesaparecer.Yaestabadentrodeledificio,alfinaldelvestíbulo.«Vale-pensé-.MeobligaráacomprarleaNancyunacamisetanuevaenlatiendaderegalos.»Peroalparecernoeraéseelplan.

Nos adentramos en el museo. Cuando por fin la alcancé, estábamos de nuevo en la seccióngrecorromana.Salvonosotros,lagaleríaestabadesierta.

Ellapermanecíadebrazoscruzadosfrenteaunenormefrisodemármoldelosdiosesgriegos.Hacíaunruidomuyraroconlagarganta,comosigruñera.Peroinclusosineseruidoyohabríaestadonervioso.Yaesbastantemaloquedarseasolasconunprofesor,nodigamosconlaseñoraDodds.Habíaalgoenlamaneraenquemirabaelfriso,comosiquisierapulverizarlo…

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—Hasestadodándonosproblemas,cariño-dijo.Optéporlaopciónsegurayrespondí:—Sí,señora.Seestirólospuñosdelacazadoradecuero.—¿Creíasrealmentequetesaldríasconlatuya?-Sumiradaibamásalládelenfado.Eraperversa.«Esunaprofesora-pensénervioso-,asíquenopuedehacermedaño.»—Me…meesforzarémás,señora-dije.Untruenosacudióeledificio.— No somos idiotas, Percy Jackson -prosiguió ella-. Descubrirte sólo era cuestión de tiempo.

Confiesa,ysufrirásmenosdolor.¿Dequéhablaba?Quizálosprofesoreshabíanencontradoelalijoilegaldecaramelosquevendíaen

midormitorio.Oquizásehabíandadocuentadequehabíasacado la redacciónsobreTomSawyerdeinternetsinleermesiquieraellibroyahoraibanaquitarmelanota.Opeoraún,meharíanleerellibro.

—¿Ybien?-insistió.—Señora,yono…—Setehaacabadoeltiempo-siseóentredientes.Entoncesocurriólacosamásraradelmundo:losojosempezaronabrillarlecomocarbonesenuna

barbacoa, se le alargaron los dedos y se transformaron en garras, su cazadora se derritió hastaconvertirseenenormesalascoriáceas…Mequedéestupefacto.Aquellamujernoerahumana.Eraunacriaturahorripilanteconalasdemurciélago,zarpasylabocallenadecolmillosamarillentos,yqueríahacermetrizas…

Ydepronto lascosasse tornaronaúnmásextrañas:el señorBrunner,queunminutoantesestabafueradelmuseo,aparecióenlagaleríaymelanzóunbolígrafo.

—¡Agárralo,Percy!-gritó.LaseñoraDoddsseabalanzósobremí.Conungemido,laesquivéysentísusgarrasrasgarelairejuntoamioreja.Atrapéelbolígrafoal

vueloyenesemomentoseconvirtióenunaespada.EralaespadadebroncedelseñorBrunner,laqueusabaeldíadelascompeticiones.

LaseñoraDoddssevolvióhaciamíconunamiradaasesina.Misrodillasparecíandegelatinaylasmanosmetemblabantantoquecasisemecaelaespada.—¡Muere,cariño!-rugió,yvolódirectamentehaciamí.Me invadióelpánicoe instintivamenteblandí laespada.Lahojademetal ledioenelhombroy

atravesósucuerpocomosiestuvierarellenodeaire.¡Chsss!LaseñoraDoddsexplotóenunanubedepolvoamarilloy sevolatilizóenel acto, sindejarnadaapartedeun intensooloraazufre,unalaridomoribundoyunfríomalvadoalrededor,comosisusojosencendidossiguieranobservándome.

Estabasolo.Yenmimanosóloteníaunbolígrafo.ElseñorBrunnerhabíadesaparecido.Nohabíanadieexceptoyo.Aúnmetemblabanlasmanos.Mi

almuerzodebíadeestarcontaminadoconhongosalucinógenosoalgoasí.¿Melohabíaimaginadotodo?Regreséfuera.Habíaempezadoalloviznar.Groverseguíasentadojuntoalafuente,conunmapadelmuseoextendidosobresucabeza.Nancy

Bobofittambiénestabaallí,aúnempapadaporsubañitoenlafuente,cuchicheandoconsuscompinches.Cuandomevio,medijo:

—EsperoquelaseñoraKerrtehayadadounosbuenosazotesenelculo.—¿Quién?-pregunté.—Nuestraprofesora,lumbrera.

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Parpadeé.Noteníamosningunaprofesoraquesellamaraasí.Ledijedequéestabahablando,peroellaselimitóaponerlosojosenblancoydarselavuelta.LepreguntéaGroverporlaseñoraDodds.

— ¿Quién? -preguntó, y como vaciló un instante y no me miró a los ojos, pensé que pretendíatomarmeelpelo.

—Noesgracioso,tío-ledije-.Estoesgrave.Resonarontruenossobrenuestrascabezas.El señorBrunner seguía sentado bajo su sombrilla roja, leyendo su libro, como si no se hubiera

movido.Meacerquéaél.Levantólamirada,algodistraído.—Ah,mibolígrafo.Leagradecería,señorJackson,queenelfuturotrajerasupropioutensiliode

escritura.Selotendí.Nisiquierahabíareparadoenqueseguíasosteniéndolo.—Señor-dije-,¿dóndeestálaseñoraDodds?Elmemiróconaireinexpresivo.—¿Quién?—Laotraacompañante.LaseñoraDodds,laprofesoradeintroducciónalálgebra.Fruncióelentrecejoyseinclinóhaciadelante,congestodeligerapreocupación.—Percy,nohayninguna señoraDoddsenesta excursión.Queyo sepa, jamáshahabidoninguna

señoraDoddsenlaacademiaYancy.¿Teencuentrasbien?

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Capítulo2

Tresancianastejenloscalcetinesdelamuerte

Estaba acostumbrado a tener experiencias raras de vez en cuando, pero solían terminar pronto.Aquellaalucinaciónveinticuatrohorasaldía,sietedíasalasemana,eramásdeloquepodíasoportar.Durante el resto del curso, el colegio entero pareció dispuesto a jugármela. Los estudiantes secomportabancomosiestuvieranconvencidosdequelaseñoraKerr-unarubiaalegrequenohabíavistoenmividahastaquesubióalautobúsalfinaldeaquellaexcursión-eranuestraprofesoradeintroducciónalálgebradesdeNavidad.

De vez en cuando yo sacaba a colación a la señoraDodds, buscando pillarlos en falso, pero sequedabanmirándomecomosifueraunpsicópata.Hastaelpuntodequecasiacabécreyéndolos:laseñoraDoddsnuncahabíaexistido.

Casi.Grover no podía engañarme. Cuando lemencionaba el nombre Dodds, vacilaba una fracción de

segundoantesdeasegurarquenoexistía.Peroyosabíaquementía.Algoestabapasando.Algohabíaocurridoenelmuseo.No tenía demasiado tiempo para pensar en ello durante el día, pero por la noche las terribles

visionesdelaseñoraDoddscongarrasyalascoriáceasmedespertabanentresudoresfríos.Elclimaseguíaenloquecido,cosaquenomejorabamiánimo.Unanoche,unatormentareventólas

ventanasdemihabitación.Unosdíasmástarde,elmayortornadoqueserecuerdaenelvalledelHudsonpasóasóloochentakilómetrosdelaacademiaYancy.UnodelossucesosdeactualidadqueestudiamosenlaclasedesocialesfueelinusualnúmerodeavionescaídosenelAtlánticoaquelaño.

Empecé a sentirme malhumorado e irritable la mayor parte del tiempo. Mis notas bajaron deinsuficienteamuydeficiente.MepeleémásconNancyBobofitysusamigas,yencasitodaslasclasesacababacastigadoenelpasillo.

Alfinal,cuandoelprofesordeinglés,elseñorNicoll,mepreguntópormillonésimavezcómopodíasertanperezosoquenisiquieraestudiabaparalosexámenesdedeletrear,salté.Lellaméviejoebrio.Noestabasegurodequésignificaba,perosonababien.

Alasemanasiguienteeldirectorenvióunacartaamimadre,dándoleasírangooficial:elpróximoañonoseríainvitadoavolveramatricularmeenlaacademiaYancy.

«Mejor-medije-.Mejor.»QueríaestarconmimadreennuestropequeñoapartamentodelUpperEastSide,aunquetuvieraque

iralcolegiopúblicoysoportaramidetestablepadrastroysusestúpidaspartidasdepóquer.Noobstante,habíacosasdeYancyqueecharíademenos.Lavistadelosbosquesdesdelaventana

demidormitorio,elríoHudsonenladistancia,elaromaapinos.EcharíademenosaGrover,quehabíasidounbuenamigo,aunquefueraunpocoraro;mepreocupabacómosobreviviríaelañosiguientesinmí.Tambiénecharíademenoslaclasedelatín:laslocascompeticionesdelseñorBrunnerysufeenqueyopodíahacerlobien.

Seacercaba la semanadeexámenes,ysóloestudiéparasuasignatura.Nohabíaolvidado loqueBrunnermehabíadichosobrequeaquellaasignaturaeraparamíunacuestióndevidaomuerte.Nosabía

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muybienporqué,peroelcasoesqueempecéacreerlo.

Latardeantesdemiexamenfinal,mesentítanfrustradoquelancémiGuíaCambridgedemitologíagriegaal otro lado del dormitorio. Las palabras habían empezado a desmadrarse en la página, a darvueltas enmicabezay realizargiroschirriantes comosimontaranenmonopatín.Nohabíamaneraderecordar la diferencia entreQuirón y Caronte, entre Polidectes y Polideuces. ¿Y conjugar los verboslatinos?Imposible.

Mepaseéporlahabitaciónazancadas,comosituvierahormigasdentrodelacamisa.RecordélaseriaexpresióndeBrunner,sumiradademilaños.«Sólovoyaaceptardetilomejor,PercyJackson.»

Respiréhondoyrecogíellibrodemitología.Nunca le había pedido ayuda a un profesor. Tal vez si hablaba conBrunner, podría darme unas

pistas.Porlomenostendríaocasióndedisculparmeporelmuydeficientequeibaasacarensuexamen.NoqueríaabandonarlaacademiaYancyyqueélpensaraquenolohabíaintentado.

Bajéhastalosdespachosdelosprofesores.Lamayoríaseencontrabanvacíosyaoscuras,perolapuertadelseñorBrunnerestabaentreabiertaylaluzsederramabaporelpasillo.

Estaba a tres pasos de la puerta cuando oí voces dentro. Brunner formuló una pregunta y lainconfundiblevozdeGroverrespondió:

—…preocupadoporPercy,señor.Mequedéinmóvil.Noacostumbroescuchardetrásdelaspuertas,peroaverquiénescapazdenohacerlocuandooyes

atumejoramigohablardeticonunadulto.Meacerquémás,centímetroacentímetro.—…soloesteverano-decíaGrover-.Quierodecir,¡hayunaBenévolaenlaescuela!Ahoraquelo

sabemosseguro,yelloslosabentambién…—Si lo presionamos tan sólo empeoraremos las cosas -respondióBrunner-.Necesitamosque el

chicomaduremás.—Peropuedequenotengatiempo.Lafechalímitedelsolsticiodeverano…—TendremosqueresolverlosinPercy.Déjaloquedisfrutedesuignoranciamientraspueda.—Señor,éllavio…—Fueproductodesuimaginación-insistióBrunner-.Lanieblasobrelosestudiantesyelpersonal

serásuficienteparaconvencerlo.— Señor, yo… no puedo volver a fracasar en mis obligaciones. -Grover parecía emocionado-.

Ustedsabeloquesignificaría.—Nohasfallado,Grover-repusoBrunnerconamabilidad-.Yotendríaquehabermedadocuentade

quéera.AhorapreocupémonossólopormanteneraPercyconvidahastaelpróximootoño…Ellibrodemitologíasemecayódelasmanosyresonócontraelsuelo.Elprofesorseinterrumpió

degolpeysequedócallado.Conelcorazóndesbocado,recogíellibroyretrocedíporelpasillo.Unasombracruzóelcristaliluminadodelapuertadeldespacho,lasombradealgomuchomásalto

queBrunnerensusilladeruedas,conalgoenlamanoqueseparecíasospechosamenteaunarco.Abrílapuertacontiguaymeescabullídentro.Alcabodeunossegundosoíunsuaveclop,clop,clop,comodecascosamortiguados,seguidosde

un sonidodeanimalolisqueando, justodelantede lapuerta.Una siluetagrandeyoscura sedetuvounmomentodelantedelcristal,yprosiguió.

Unagotadesudormeresbalóporelcuello.EnalgúnpuntodelpasilloelseñorBrunnerempezóahablardenuevo.—Nada-murmuró-.Misnerviosnosonlosqueerandesdeelsolsticiodeinvierno.—Losmíostampoco…-repusoGrover-.Perohabríajurado…

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—Vuelvealdormitorio-ledijoBrunner-.Mañanatienesunlargodíadeexámenes.—Nomelorecuerde.Laslucesseapagaroneneldespacho.Esperéen laoscuridad loqueparecióunaeternidad.Al final, salídenuevoalpasilloyvolvíal

dormitorio.Groverestabatumbadoenlacama,estudiandosusapuntesdelatíncomosihubierapasadoallítodalanoche.

—Eh-medijoconcaradesueño-.¿Estáslistoparaelexamen?Norespondí.—Tienesunaspectohorrible.-Pusoceño-.¿Vatodobien?—Sóloestoy…cansado.Mevolvíparaocultarmiexpresiónymeacostéenmicama.Nocomprendíaquéhabíaescuchadoallíabajo.Queríacreerquemelohabíaimaginadotodo,pero

unacosaestabaclara:GroveryelseñorBrunnerestabanhablandodemíamisespaldas.Pensabanquecorríaalgúntipodepeligro.

La tarde siguiente, cuandoabandonabael examende treshorasde latín, colapsadocon todos losnombresgriegosylatinosquehabíaescritoincorrectamente,elseñorBrunnermellamó.Porunmomentotemíquehubiesedescubiertoqueloshabíaoídohablarlanocheanterior,peronoeraeso.

—Percy-medijo-,notedesanimesporabandonarYancy.Es…lomejor.Sutonoeraamable,perosuspalabrasmeresultabanembarazosas.Aunquehablabaenvozbaja,los

queterminabanelexamenpodíanoírlo.NancyBobofitmesonrióymelanzóbesitossarcásticos.—Vale,señor-murmuré.—Loquequierodeciresque…-Meciósusillaadelanteyatrás,comoinsegurorespectoaloque

queríadecir-.Verás,éstenoesellugaradecuadoparati.Erasólocuestióndetiempo.Meescocíanlasmejillas.Allíestabamiprofesorfavorito,delantedelaclase,diciéndomequenopodíaconaquello.Después

derepetirmedurantetodoelañoquecreíaenmí,ahoramesalíaconqueestabadestinadoalapatada.—Vale-ledijetemblando.—No,nomerefieroaeso.Oh, loconfundestodo.Loquequierodeciresque…noeresnormal,

Percy.Nopasanadapor…—Gracias-leespeté-.Muchasgracias,señor,porrecordármelo.—Percy…Peroyamehabíaido.

Elúltimodíadeltrimestrehicelamaleta.Los otros chicos bromeaban, hablaban de sus planes de vacaciones. Uno de ellos iba a hacer

excursionismo en Suiza. Otro, de crucero por el Caribe durante unmes. Eran delincuentes juveniles,comoyo,perodelincuentesjuvenilesricos.Suspapáseranejecutivos,oembajadores,ofamosos.Yoeraundonnadie,surgidodeunafamiliadedonnadies.

Me preguntaron qué pensaba hacer yo aquel verano, y les respondí que volvía a la ciudad.Meabstuvedemencionarquedurantelasvacacionesnecesitaríaconseguiralgúntrabajopaseandoperrosovendiendosuscripcionesderevistas,ypasarel tiempolibrepreocupándomeporsiencontraríaescuelaenotoño.

—Ah-dijouno-.Esomola.Regresaronasusconversacionescomosiyonuncahubieseexistido.La única persona de la que temía despedirme eraGrover, pero luego no tuve que preocuparme:

habíareservadounbilleteaManhattanenelmismoautobúsGreyhoundqueyo,asíqueallííbamos,otra

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vezcaminodelaciudad.Grover no paró de escudriñar el pasillo todo el trayecto, observando al resto de los pasajeros.

Reparéentoncesenque siempre secomportabademaneranerviosae inquietacuandoabandonábamosYancy,comositemiesequeocurrieraalgomalo.Antessuponíaquelepreocupabaquesemetieranconél,peroenaquelautobúsnoibanadiequepudierameterseconél.

Alfinalnopudeaguantarmeyledije:—¿BuscasBenévolas?Grovercasipegaunbrinco.—¿Qué…quéquieresdecir?Lecontéqueloshabíaescuchadohablarlanocheantesdelexamen.Letemblóunpárpado.—¿Quéoíste?-preguntó.—Oh…nomucho.¿Quéeslafechalímitedelsolsticiodeverano?—Mira,Percy…-Seestremeció-.Sóloestabapreocupadoporti.Yasabes,poresodequealucinas

conprofesorasdematemáticasdiabólicas…—Grover…—Ledije al señorBrunner que a lomejor tenías demasiado estrés o algo así, porque no existe

ningunaseñoraDodds,y…—Grover,comomentirosonoteganaríaslavida.Selepusieronlasorejascoloradas.Sacóunatarjetamugrientadelbolsillodesucamisa.—Mira,tomaesto,¿deacuerdo?Porsimenecesitasesteverano.Latarjetateníaunatipografíamortalparamisojosdisléxicos,peroalfinalconseguíentenderalgo

parecidoa:

GroverUnderwoodGuardiánColinaMestizaLongIsland,NuevaYork(800)009-0009

—¿Quéescolinames…?—¡Nolodigasenvozalta!-musitó-.Esmi…direcciónestival.Menuda decepción. Grover tenía residencia de verano. Nuncame había parado a pensar que su

familiapodíasertanricacomolasdemásdeYancy.—Vale-contestéalicaído-.Yasabes,suenacomo…ainvitaciónavisitartumansión.Asintió.—Oporsimenecesitas.—¿Porquéibaanecesitarte?-Lopreguntéconmásrudezadelaquepretendía.Grovertragósaliva.—Mira,Percy,laverdadesqueyo…bien,digamosquetengoqueprotegerte.Lo miré fijamente, atónito. Había pasado todo el año peleándome, manteniendo a los abusones

alejadosdeél.Habíaperdidoelsueñopreocupándomeporquéseríadeélcuandoyonoestuviera.Yallíestabaelmuycaradura,comportándosecomosifuesemiprotector.

—Grover-ledije-,¿dequécreesquetienesqueprotegermeexactamente?Seprodujounsúbitoychirriantefrenazoyempezóasalirunhumonegroyacredelsalpicadero.El

conductormaldijoagritosyaduraspenaslogródetenerelGreyhoundenelarcén.Bajópresurosoysepusoaaporrearytoquetearelmotor,peroalcabodeunosminutosanuncióqueteníamosquebajar.

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Noshallábamosenmitaddeunacarreteranormalycorriente:unlugarenelquenadiesefijaríadenosufrirunaavería.Ennuestro ladodelacarreterasólohabíaarcesylosdesechosarrojadospor loscoches.Enelotrolado,cruzandoloscuatrocarrilesdeasfaltoresplandecienteporelcalordelatarde,unpuestodefrutasdelosdeantes.

Lamercancíateníaunapintafenomenal:cajasdecerezasrojascomolasangre,ymanzanas,nuecesyalbaricoques,jarrasdesidrayunabañeraconpatasdegarrallenadehielo.Nohabíaclientes,sólotresancianassentadasenmecedorasalasombradeunarce,tejiendoelpardecalcetinesmásgrandequehevisto nunca.Me refiero a que tenían el tamaño de jerséis, pero eran claramente calcetines. La de laderechatejíauno;ladelaizquierda,otro.Ladelmediososteníaunaenormecestadelanaazuleléctrico.

Las treseranancianas,de rostropálidoyarrugadocomofrutaseca,peloargentado recogidoconcintasblancasybrazoshuesudosquesobresalíanderaídastúnicasdealgodón.

Lomásrarofuequeparecíanestarmirándomefijamente.MevolvíhaciaGroverparacomentárseloyviquehabíapalidecido.Teníaunticenlanariz.—¿Grover?-ledije-.Oye…—Dimequenoteestánmirando.Noteestánmirando,¿verdad?—Puessí.Raro,¿eh?¿Creesquemeiránbienloscalcetines?—Notienegracia,Percy.Ningunagracia.La anciana del medio sacó unas tijeras enormes, de plata y oro y los filos largos, como una

podadora.Grovercontuvoelaliento.—Subamosalautobús-medijo-.Vamos.—¿Qué?-repliqué-.Ahídentrohacemilgrados.—¡Vamos!-Abriólapuertaysubió,peroyomequedéatrás.Alotroladodelacarretera,lasancianasseguíanmirándome.Ladelmediocortóelhilo,yjuroque

oíelchasquidodelastijeraspesealoscuatrocarrilesdetráfico.Susdosamigashicieronunabolaconloscalcetinesazuleléctrico,ymedejaronconladudadeparaquiénserían:siparaunBigfootoparaGodzilla.

Enlatraseradelautobús,elconductorarrancóuntrozodemetalhumeantedelcompartimientodelmotor.Luegoledioalarranque.Elvehículoseestremecióy,porfin,elmotorresucitóconunrugido.

Lospasajerosvitorearon.—¡Malditasea!-exclamóelconductor,ygolpeóelautobúsconsugorra-.¡Todoelmundoarriba!En cuanto nos pusimos enmarcha empecé a sentirme febril, como si hubiera contraído la gripe.

Grovernoteníamejoraspecto:temblabaylecastañeteabanlosdientes.—Grover.—¿Sí?—¿Quéesloquenomehascontado?Sesecólafrenteconlamangadelacamisa.—Percy,¿quéhasvistoenelpuestodefrutas?—¿Terefieresalasancianas?¿Quélespasa?NosoncomolaseñoraDodds,¿verdad?Suexpresióneradifícildeinterpretar,peromediolasensacióndequelasmujeresdelpuestode

frutaseranalgomucho,muchopeorquelaseñoraDodds.—Dimesóloloqueviste-insistió.—Ladeenmediosacóunastijerasycortóelhilo.Cerrólosojosehizoungestoconlosdedosquehabríapodidoserunaseñaldelacruz,peronolo

era.Eraotracosa,algocomo…másantiguo.—¿Lahasvistocortarelhilo?—Sí.¿Porqué?-Peroinclusocuandoloestabadiciendo,sabíaquepasabaalgo.—Ojaláestonoestuvieseocurriendo-murmuróGrover,yempezóamordisquearseelpulgar-.No

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quieroqueseacomolaúltimavez.—¿Quéúltimavez?—Siempreensexto.Nuncapasandesexto.—Grover-repuse,empezandoaasustarmedeverdad-,¿dequédiablosestáshablando?—Déjamequeteacompañehastatucasa.Promételo.Meparecióunapeticiónextraña,peroloprometí.—¿Escomounasupersticiónoalgoasí?-pregunté.Noobtuverespuesta.—Grover,elhiloquelaancianacortó…¿significaquealguienvaamorir?Sumiradaestabacargadadeaflicción,comosiyaestuvieraeligiendolasfloresparamiataúd.

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Capítulo3

Groverpierdeinesperadamentelospantalones

Horadeconfesarse:plantéaGroverencuantollegamosalaterminaldeautobuses.Yaséquefuemuygroseropormiparte,peromeestabaponiendodelosnervios,memirabacomosi

yoestuvieramuertoynoparabaderefunfuñar:«¿Porquésiemprepasalomismo?»y«¿Porquésiempretienequeserensexto?».

CuandoGroversedisgustabasolíaentrarenacciónsuvejiga,asíquenomesorprendióque,albajardelautobús,mehicieraprometerqueloesperaríayfuesealacolaparaellavabo.

Enlugardeesperar,recogímimaleta,meescabullífueraytoméelprimertaxihaciaelnortedelaciudad.

—AlEast,calleCientocuatroconlaPrimera-ledijealconductor.

Unaspalabrassobremimadreantesdequelaconozcas.SellamaSallyJacksonyeslapersonamásbuenadelmundo,loquedemuestramiteoríadequelos

mejores son losque tienenpeor suerte.Suspadresmurieronenunaccidenteaéreocuando teníacincoaños,y lacrióun tíoquenoseocupabademasiadodeella.Queríasernovelista,asíquepasó todoelinstitutotrabajandoyahorrandodineroparairaunauniversidadconbuenoscursosdeescrituracreativa.Entonces su tío enfermóde cáncer, por lo que tuvo que dejar el instituto el último año para cuidarlo.Cuandomurió,sequedósindinero,sinfamiliaysinbachillerato.

Elúnicobuenmomentoquepasófuecuandoconocióamipadre.Yonoconservorecuerdosdeél,sólounaespeciedecalidez,quizáunleverastrodesusonrisa.A

mimadrenolegustahablardeélporquelaponetriste.Notienefotos.Verás, no estaban casados.Mimadreme contó que era rico e importante, y que su relación era

secreta.Unbuendía,élembarcóhaciaelAtlánticoenalgúnviajeimportanteyjamásregresó.Seperdióenelmar,segúnmimadre.Nomurió.Seperdióenelmar.

Ella trabajaba en empleos irregulares, asistía a clases nocturnas para conseguir su título debachilleratoymecriósola.Jamássequejabaoseenfadaba,nisiquieraunavez,peseaqueyonoerauncríofácil.

Al final se casó con Gabe Ugliano, que fue majo los primeros treinta segundos que lo conocí;despuéssemostrócomoelcretinodeprimeraqueera.Cuandoeramáspequeño,lepuseelmotedeGabeelApestoso.Losiento,peroesverdad.Eltipoolíaapizzadeajoenmohecidaenvueltaenpantalonesdegimnasio.

Entrelosdoslehacíamoslavidaamamámásbiendifícil.LamaneraenqueGabeelApestosolatrataba,elmodoenqueélyyonosllevábamos…Enfin,millegadaacasaesunbuenejemplo.

Entréennuestropequeñoapartamentoconlaesperanzadequemimadrehubieravueltodeltrabajo.Encambio,meencontréenlasalaaGabeelApestoso,jugandoalpóquerconsusamigotes.EltelevisorrugíaconelcanaldedeportesESPN.Habíapatatasfritasylatasdecervezadesperdigadasportodalaalfombra.

Sinlevantarlamirada,éldijodesdeelotroladodelpuro:

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—Conqueyaestásaquí,¿eh,chaval?—¿Dóndeestámimadre?—Trabajando-contestó-.¿Tienessuelto?Esofuetodo.Nadade«Bienvenidoacasa.Mealegrodeverte.¿Quétaltehanidoestosúltimosseis

meses?».Gabehabíaengordado.Parecíaunamorsasincolmillosvestidaconropadesegundamano.Tenía

unostrespelosenlacabeza,queseextendíanportodalacalva,comosiesolovolvieramásatractivoovetetúasaber.

TrabajabaenelElectronicsMega-MartdeQueens,peroestabaencasalamayorpartedeltiempo.Noséporquénoloechaban.Loúnicoquehacíaeragastarseelsueldoenpurosquemehacíanvomitaryen cerveza, por supuesto. Cerveza siempre. Cuando yo estaba en casa, esperaba de mí que leproporcionarafondosparajugar.Lollamabanuestro«secretodemachotes».Loquesignificabaque,siselocontabaamimadre,memoleríaapalos.

—Notengosuelto-contesté.Arqueóunacejaasquerosa.Gabeolíaeldinerocomounsabueso,locualerasorprendente,dadoquesupropiohedordebíade

anulartodolodemás.—Has venido en taxi desde la terminal de autobuses -dijo-. Probablemente has pagado con un

billetedeveinteytehabrándevueltoseisosietepavos.Quienesperavivirbajoestetechodebeasumirsuscargas.¿Tengorazón,Eddie?

Eddie,elporterodeledificio,memiróconundestellodesimpatía.—Venga,Gabe-ledijo-.Elchicoacabadellegar.—¿Tengorazónono?-repitióGabe.Eddie frunció el entrecejo y se refugió en su cuenco de galletas saladas. Los otros dos tipos se

pedorrearoncasialunísono.—Estupendo-ledije.Saquéunosdólaresdelbolsilloyloslancéencimadelamesa-.Esperoque

pierdas.—¡Hallegadotuboletíndenotas,cráneoprivilegiado!-exclamócuandomevolví-.¡Yonoiríapor

ahídándometantosaires!Cerrédeunportazomihabitación,queenrealidadnoeramía.Durantelosmesesescolareserael

«estudio» deGabe. Por supuesto, no había nada que estudiar allí dentro, aparte de viejas revistas decoches,peroleencantabaapelotonarmiscosasenelarmario,dejarsusbotasmanchadasdebarroenelalféizaryesforzarseporqueellugarapestaraasuasquerosacolonia,suspurosysucervezarancia.

Dejélamaletaenlacama.Hogar,dulcehogar.ElolordeGabeeracasipeorquelaspesadillassobrelaseñoraDoddsoelsonidodelastijerasde

laancianafrutera.Meestremecísólodepensarlo.RecordélacaradepánicodeGrovercuandomehizoprometerquelodejaríaacompañarmeacasa.Unsúbitoescalofríomerecorrió.Sentícomosialguien-algo- estuviera buscándome en aquel preciso instante, quizá subiendo pesadamente por las escaleras,mientraslecrecíanunasgarraslargasyenormes.

Entoncesoílavozdemimadre.—¿Percy?Abriólapuertaymismiedossedesvanecieron.Mimadreescapazdehacerquemesientabiensóloconentrarenmihabitación.Susojosrefulgeny

cambiandecolorconlaluz.Susonrisaestancálidacomounacolchatejidaamano.Tieneunascuantascanasentrelalargamelenacastaña,peronuncalahevistovieja.Cuandomemira,escomosisólovieralascosasbuenasquetengo,ningunadelasmalas.Jamáslaheoídolevantarlavozodecirunapalabradesagradableanadie,nisiquieraamíoaGabe.

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—Oh,Percy.-Meabrazófuerte-.Nomelopuedocreer.¡CuántohascrecidodesdeNavidad!Su uniforme rojo, blanco y azul de la pastelería Sweet onAmerica olía a lasmejores cosas del

mundo:chocolate,regalizylasdemáscosasquevendíaenlatiendadegolosinasdelaestaciónGrandCentral.Mehabíatraído«muestrasgratis»,comosiemprehacíacuandoyoveníaacasa.

Nossentamosjuntosenelbordedelacama.Mientrasyoatacabalastirasdearándanosácidos,mepasólamanoporlacabezayquisosabertodoloquenolehabíacontadoenmiscartas.Nomencionómiexpulsión,noparecíaimportarle.Pero¿yoestababien?¿Suniñitoselasapañaba?

Le dije que nome agobiara, queme dejara respirar y todo eso, aunque en secretome alegrabamuchísimodetenerlaamilado.

— Eh, Sally, ¿qué tal si nos preparas un buen pastel de carne? -vociferó Gabe desde la otrahabitación.

Merechinaronlosdientes.Mimadreeslamujermásagradabledelmundo.Tendríaqueestarcasadaconunmillonario,nocon

uncapullocomoGabe.Porella,intentésonaroptimistacuandolecontémisúltimosdíasenlaacademiaYancy.Ledijeque

noestabademasiadoafectadoporlaexpulsión(estavezcasihabíaduradouncursoentero).Habíahechonuevosamigos.Nomehabíaidomalenlatín.Y,enserio,laspeleasnohabíansidotanterriblescomoasegurabaeldirector.MegustabalaacademiaYancy.Deverdad.Enfin, lopinté tanbienquecasimeconvencí amímismo.Semehizo un nudo en la garganta al pensar enGrover y el señorBrunner.NisiquieraNancyBobofitparecíatanmala.

Hastaaquellaexcursiónalmuseo…—¿Qué?-mepreguntómimadre.Meazuzabalaconcienciaconlamirada,intentandosonsacarme-.

¿Teasustóalgo?—No,mamá.Nomegustómentir.QueríacontárselotodosobrelaseñoraDoddsylastresancianasconelhilo,

peropenséquesonaríaestúpido.Apretóloslabios.Sabíaquemeguardabaalgo,peronomepresionó.—Tengounasorpresaparati-dijo-.Nosvamosalaplaya.Puseunosojoscomoplatos.—¿AMontauk?—Tresnoches,enlamismacabaña.—¿Cuándo?Sonrióycontestó:—Encuantomecambie.Nopodíacreerlo.MimadreyyonohabíamosidoaMontauklosúltimosdosveranosporqueGabe

decíaquenohabíasuficientedinero.EnesemomentoGabeaparecióporlapuertaymasculló:—¿Quépasaconesepastel,Sally?¿Esquenomehasoído?Quisepegarleunpuñetazo,perocrucélamiradaconmimadreycomprendíquemeofrecíauntrato:

sé amable con Gabe un momentito. Sólo hasta que ella estuviera lista para marcharnos a Montauk.Despuésnoslargaríamosdeallí.

—Yavoy,cariño-ledijoaGabe-.Estábamoshablandodelviaje.Gabeentrecerrólosojos.—¿Elviaje?¿Quieresdecirquelodecíasenserio?—Losabía-murmuré-.Novaadejarnosir.—Claroquesí-repusomimadresinalterarse-.Tupadrastrosóloestápreocupadoporeldinero.

Esoestodo.Además-añadió-,Gabrielnovaatenerqueconformarseconunpastelnormalito.Seloharé

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desietecapasyprepararémisalsaespecialdeguacamoleycremaagria.Vaaestarcomounrajá.Gabeseablandóunpoco.—Asíqueeldineroparaeseviajevuestro…vaasalirdetupresupuestopararopa,¿no?—Sí,cariño-asegurómimadre.—Yllevarásmicocheallíylotraerásdevuelta,aningúnsitiomás.—Tendremosmuchocuidado.Gabeserascólapapada.—Alomejorsiteesmerasconesepasteldesietecapas…Yalomejorsielcríosedisculpapor

interrumpirmipartidadepóquer.«A lomejor si te pego una patada dondemás duele y te dejo una semana con voz de soprano»,

pensé.Perolosojosdemimadremeadvirtieronquenolocabreara.¿Porquésoportabaaaqueltipejo?Tuveganasdegritar.¿Porquéleimportabaloqueélpensara?—Losiento-murmuré-.Sientodeverdadhaberinterrumpidotuimportantísimapartidadepóquer.

Porfavor,vuelveaellainmediatamente.Gabeentrecerrólosojos.Suminúsculocerebroprobablementeintentabadetectarelsarcasmoenmi

declaración.—Bueno,loquesea-resopló,yvolvióasupartida.—Gracias,Percy-medijomamá-.EncuantolleguemosaMontauk,seguiremoshablandode…lo

quesetehaolvidadocontarme,¿vale?Porunmomentomeparecióveransiedadensusojos-elmismomiedoquehabíavistoenGrover

duranteelviajeenautobús-,comositambiénmimadresintieraunfríoextrañoenelaire.Peroentoncesrecuperósusonrisa,ysupusequemehabíaequivocado.MerevolvióelpeloyfueaprepararleaGabesupastelespecial.

Unahoramástardeestábamoslistosparamarcharnos.Gabesetomóundescansodesupartidalobastantelargoparavermecargarlasbolsasdemimadre

enelcoche.Nodejódeprotestaryquejarseporperderasucocinera-ylomásimportante,suCámarodel78-durantetodoelfindesemana.

—Nolehagasniunrasguñoalcoche,cráneoprivilegiado-meadvirtiómientrascargabalaúltimabolsa-.Niunrasguñopequeñito.

Comosiyofueraaconducir.Teníadoceaños.PeroesonoleimportabaalbuenodeGabe.Siunagaviotasecagaraenlapintura,encontraríaunaformadeecharmelaculpa.

Alverlo regresar torpementehacia el edificio,meenfadé tantoquehicealgoqueno séexplicar.CuandoGabellegóalapuerta,hicelaseñalquelehabíavistohaceraGroverenelautobús,unaespeciedegestopara alejar elmal: unamano con formadegarra haciami corazónydespuésunmovimientobruscohaciafuera,comoparaempujar.Entonceselportalsecerrótanfuertequelegolpeóeltraseroyloenvióvolandoporlasescalerascomounhombre-bala.Puedequesólofueraelviento,oalgúnaccidenteraroconlasbisagras,peronomequedéparaaveriguarlo.

SubíalCamaroyledijeamimadrequepisaraafondo.

Nuestrobungalowalquiladoestabaen laorilla sur,en lapuntadeLongIsland.Eraunacasitadetonopastelconcortinasdescoloridas,mediohundidaenlasdunas.Siemprehabíaarenaenlassábanasyarañasporlahabitación,ylamayoríadeltiempoelmarestabademasiadofríoparabañarse.

Meencantaba.Íbamosallídesdequeeraniño.Mimadrellevabamástiempoyendo.Jamásmelodijoexactamente,

peroyosabíaporquéaquellaplayaeraespecialparaella.Eraellugardondehabíaconocidoamipadre.

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AmedidaquenosacercábamosaMontauk,mimadrepareciórejuvenecer,añosdepreocupaciónytrabajodesaparecierondesurostro.Susojossevolvierondelcolordelmar.

Llegamos al atardecer, abrimos las ventanas y emprendimos nuestra rutina habitual de limpieza.Luegocaminamospor laplaya, lesdimospalomitasdemaízazulesa lasgaviotasycomimosnuestrasgominolasazules,caramelosmasticablesazules,ylasdemásmuestrasgratisquemimadrehabíatraídodeltrabajo.

Supongoquetengoqueexplicarlodelacomidaazul.Verás, Gabe le dijo una vez amimadre que no existía tal cosa. Tuvieron una pelea, que en su

momentoparecióunatontería,perodesdeentoncesmimadresevolviólocaporcomerazul.Preparabatartas de cumpleaños y batidos de arándanos azules. Compraba nachos de maíz azul y traía a casacaramelos azules.Esto -junto con sudecisióndemantener sunombrede soltera, Jackson, en lugar dehacerse llamar señoraUgliano- erapruebadequeno estaba totalmente abducidaporGabe.Teníaunavetarebelde,comoyo.

Cuando anocheció, hicimos una hoguera. Asamos salchichas y malvaviscos. Mamá me contóhistoriasdesuniñez,antesdequesuspadresmurieranenunaccidenteaéreo.Mehablódeloslibrosquequeríaescribiralgúndía,cuandotuvierasuficientedineroparadejarlatiendadegolosinas.

Al final, reuní valor para preguntarle lo que me rondaba por la mente desde que llegamos aMontauk: mi padre. A ella se le empañaron los ojos. Supuse que me contaría las mismas cosas desiempre,peroyonuncamecansabadeoírlas.

—Eraamable,Percy-dijo-.Alto,guapoyfuerte.Perotambiéngentil.Tútienessupelonegro,yalosabes,ysusojosverdes.-Mamápescóunagominolaazuldelabolsadelasgolosinas-.Ojaláélpudieraverte,Percy.¡Quéorgullosoestaría!

Mepreguntécómopodíadecireso.¿Quéteníayodefantástico?Erauncríohiperactivoydisléxicoconunboletíndenotasllenodeinsuficientes,expulsadodelaescuelaporsextavezenseisaños.

—¿Cuántosañostenía?-lepregunté-.Quierodecir…cuandosemarchó.Observólasllamas.—Sóloestuvoconmigounverano,Percy.Justoaquí,enestaplaya.Enestacabaña.—Peromeconociódebebé.—No,cariño.Sabíaqueyoestabaesperandounniño,peronuncatevio.Tuvoquemarcharseantes

dequetúnacieras.Intenté conciliar aquello con el hechode que yo creía recordar algo demi padre.Un resplandor

cálido.Unasonrisa.Siemprediporsupuestoqueélmehabíaconocidoalnacer.Mimadrenuncamelohabíadichodirectamente,peroaunasímeparecíalógico.Yahorameenterabadequeélnuncamehabíavisto…

Meenfadéconmipadre.Puedequefueraunaestupidez,peroleechéencaraquesemarcharaenaquel viaje por mar y no tuviera agallas para casarse con mamá. Nos había abandonado, y ahoraestábamosatrapadosconGabeelApestoso.

—¿Vasaenviarmefueradenuevo?-pregunté-.¿Aotrointernado?Sacóunmalvaviscodelahoguera.—Nolosé,cariño-dijocontonoserio-.Creo…creoquetendremosquehaceralgo.—¿Porquenomequierescerca?-Mearrepentíalinstantedepronunciaresaspalabras.Losojosdemimadresehumedecieron.Meagarrólamanoylaapretóconfuerza.—Oh,Percy,no.Yo…tengoquehacerlo,cariño.Portupropiobien.Tengoqueenviartelejos.SuspalabrasmerecordaronloqueelseñorBrunnerhabíadicho:queeramejorparamíabandonar

Yancy.—Porquenosoynormal-respondí.— Lo dices como si fuera algo malo, Percy. Pero ignoras lo importante que eres. Creí que la

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academiaYancyestaríalobastantelejos,penséqueallíestaríasporfinasalvo.—¿Asalvodequé?Cruzamoslasmiradasymeasaltóunaoleadaderecuerdos:todaslascosasrarasypavorosasque

mehabíanpasadoenlavida,algunasdelascualeshabíaintentadoolvidar.Cuando estaba en tercer curso, un hombre vestido con una gabardina negrame persiguió por un

patio.Losmaestrosloamenazaronconllamaralapolicíayélsemarchógruñendo,peronadiemecreyócuandolesdijequebajoelsombrerodealaanchaelhombresólo teníaunojo,enmediode la frente.Antesdeeso:unrecuerdomuy,muytemprano.Estabaenpreescolaryunaprofesoramepusoahacerlasiesta por error en una cuna en la que se había colado una culebra. Mi madre gritó cuando vino arecogerme y me encontró jugando con una cuerda mustia y con escamas, que de algún modo habíaconseguido estrangular conmis regordetasmanitas.En todas las escuelasme había ocurrido algo queponíalospelosdepunta,algopeligroso,yesomehabíaobligadoatrasladarme.

SabíaquedebíacontarleamimadrelodelasancianasdelpuestodefrutasylodelaseñoraDoddsen el museo, mi extraña alucinación de haber convertido en polvo a la profesora de mates con unaespada.

Pero no me atreví. Tenía la extraña intuición de que aquellas historias pondrían fin a nuestraexcursiónaMontauk,ynoqueríaqueesoocurriera.

—Heintentadotenertetancercademícomohepodido-dijomimadre-.Meadvirtieronqueeraunerror.Perosólohayotraopción,Percy:ellugaralquequeríaenviartetupadre.Yyo…simplementenosoportolaidea.

—¿Mipadrequeríaquefueraaunaescuelaespecial?—Noesunaescuela.Esuncampamentodeverano.Lacabezamedabavueltas.¿Porquémipadre-quenisiquierasehabíaquedadoparavermenacer-

lehabíahabladoamimadredeuncampamentodeverano?Ysieratanimportante,¿porquéellanolohabíamencionadoantes?

—Losiento,Percy-dijoalvermimirada-.Peronopuedohablardeello.Yo…nopudeenviarteaeselugar.Quizáhabríasupuestodecirteadiósparasiempre.

—¿Parasiempre?Perosisóloesuncampamentodeverano…Sevolvióhacialahoguera,yporsuexpresiónsupequesilehacíamáspreguntasseecharíaallorar.

Esanochetuveunsueñomuyreal.Había tormenta en la playa, y dos animales preciosos -un caballo blanco y un águila dorada-

intentabanmatarsemutuamente entre las olas de la orilla. El águila se abalanzaba y rasgaba con susespoloneselhocicodelcaballo.Elcaballosevolvíaycoceabalasalasdeláguila.Mientraspeleaban,latierratemblóyunavozmonstruosaestallóencarcajadasdesdealgúnlugarsubterráneo,incitandoalasbestiasapelearconmayorfiereza.

Corríhacialaorilla,sabíaqueteníaqueevitarquesemataran,peroavanzabaacámaralenta.Sabíaquellegaríatarde.Vialáguilalanzarseenpicado,dispuestaasacarlelosespantadosojosalcaballo,ygrité«¡Nooo!».

Medespertésobresaltado.Fuerahabíaestalladorealmenteunatormenta,laclasedetormentaquederribaárbolesycasas.No

habíaningúncaballooáguilaenlaplaya,sólorelámpagosqueiluminabantodoconfogonazosdeluz,yolasdesietemetrosbatiendocontralasdunascomoartilleríapesada.

Alsiguientetrueno,mimadretambiénsedespertó.Seincorporóconlosojosmuyabiertosydijo:—Unhuracán.Esoeraabsurdo.LoshuracanesnuncalleganaLongIslandalprincipiodelverano.Peroalocéano

parecíahabérseleolvidado.Porencimadelrugidodelviento,oíunaullidodistante,unsonidoenfurecido

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ytorturadoquemepusolospelosdepunta.Despuésunruidomuchomáscercano,comomazazosenlaarena.Yunavozdesesperada:alguien

gritabayaporreabanuestrapuerta.Mimadresaltódesucamaencamisónyabrióelpestillo.Grover apareció enmarcado en el umbral contra el aguacero. Pero no era… no era exactamente

Grover.—Hepasado toda lanochebuscándote -jadeó-.¿Enquéestabaspensandocuando te largaste sin

mí?Mimadrememiróasustada,noporGroversinoporelmotivoquelohabíatraído.—¡Percy!-gritóparahacerseoírconlalluvia-,¿quépasóenlaescuela?¿Quénomehascontado?YoestabaparalizadomirandoaGrover.Nopodíacomprenderquéestabaviendo.—OZeukaialloitheoi!-exclamóGrover-.¡Mevienepisandolostalones!¿Aúnnolehascontado

nadaatumadre?Estabademasiadoaturdidopararegistrarqueélacababademaldecirengriegoantiguo…yqueyo

lohabíaentendidoperfectamente.Estabademasiadoaturdidoparapreguntarmecómohabíallegadoallíélsolo,enmediodelanoche.PorqueademásGrovernollevabalospantalonespuestos,ydondedebíanestarsuspiernas…dondedebíanestarsuspiernas…

Mimadrememiróconseriedadymehablóconuntonoquenuncahabíaempleadoantes:—Percy.¡Cuéntameloya!Tartamudeéalgo sobre las ancianasdelpuestode frutasy sobre la señoraDodds,ymimadre se

quedómirándomeconunapalidezmortalalaluzdelosrelámpagos.Porfinagarrósubolso,melanzóelimpermeableyexclamó:

—¡Meteosenelcoche!¡Losdos!¡Venga!GroverechóacorrerhaciaelCámaro,peroenrealidadnocorría,noexactamente.Trotaba,sacudía

suspeludoscuartostraseros,yderepentesuhistoriasobreunadolenciamuscularenlaspiernascobrósentido.Comprendícómopodíaavanzartanrápidoyaunasícojearcuandocaminaba.

Sí,locomprendíporqueallídondedebíanestarsuspies,nohabíapies.Habíapezuñas.

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Capítulo4

Mimadremeenseñaatorear

Atravesamoslanocheatravésdeoscurascarreterascomarcales.ElvientoazotabaelCámaro.Lalluvia golpeaba el parabrisas. Yo no sabía cómo mi madre podía ver algo, pero siguió pisando elacelerador.

Cadavezqueestallabaunrelámpago,yomirabaaGrover,sentadojuntoamíenelasientotrasero,ypensabaqueomehabíavueltomajaraoélllevabapuestosunospantalonesdealfombradepelolargo.Perono,teníaaquelolordelasexcursionesalzoodemascotas:olíaalanolina,delalana;elolordeunanimaldegranjaempapado.

—Asíquetúymimadre…¿osconocíais?-semeocurriódecir.LosojosdeGrovermirabanunayotravezelretrovisor,aunquenoteníamoscochesdetrás.—Noexactamente-contestó-.Quierodecirquenonosconocíamosenpersona,peroellasabíaque

tevigilaba.—¿Quemevigilabas?—Te seguía la pista.Me aseguraba de que estuvieras bien. Pero no fingía ser tu amigo -añadió

rápidamente-.Soytuamigo.—Vale,pero¿quéeresexactamente?—Esonoimportaahora.—¿Quenoimporta?Mimejoramigoesunburrodecinturaparaabajo…Groversoltóunbalidogutural.—¡Cabra!-gritó.—¿Qué?—¡Quedecinturaparaabajosoyunacabra!—Perosiacabasdedecirquenoimporta.—¡Bee-ee-ee!¡Haysátirosquetepatearíanantetalinsulto!—¡Uau!Sátiros.¿Quieresdecircriaturasimaginariascomolasdelosmitosquenosexplicabael

señorBrunner?—¿Eranlasancianasdelpuestoimaginarias,Percy?¿LoeralaseñoraDodds?—¡AsíqueadmitesquehabíaunaseñoraDodds!—Porsupuesto.—Entonces¿porqué…?—Cuantomenossepas,menosmonstruosatraerás-respondióGrover,comosifueseunaobviedad-.

Tendimosunanieblasobrelosojosdeloshumanos.ConfiamosenquepensarasquelaBenévolaeraunaalucinación.Peronofuncionóporqueempezasteacomprenderquiéneres.

—¿Quién…?Unmomento.¿Quéquieresdecir?Volvíaoíraquelaullidotorturadoenalgúnlugardetrásdenosotros,máscercaqueantes.Fueralo

quefueseloquenosperseguía,seguíanuestrorastro.—Percy-dijomimadre-,haydemasiadoqueexplicarynotenemostiempo.Debemosllevarteaun

lugarseguro.

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—¿Segurodequé?¿Quiénmepersigue?—Oh,casinadie -soltóGrover,aúnmolestopormicomentariodelburro-.SóloelSeñorde los

Muertosyalgunasdesuscriaturasmássanguinarias.—¡Grover!—Perdone,señoraJackson.¿Puedeconducirmásrápido,porfavor?Intentéhacermealaideadeloqueestabaocurriendo,perofuiincapaz.Sabíaquenoeraunsueño.

Yonoteníaimaginación.Enlavidasemehabríaocurridoalgotanraro.Mimadregiróbruscamentea la izquierda.Nosadentramosa todavelocidadenunacarreteraaún

másestrecha,dejandoatrásgranjassombrías,colinasboscosasycartelesde«Recojasuspropiasfresas»sobrevallasblancas.

—¿Adondevamos?-pregunté.—Alcampamentodeveranodelque tehablé. -Lavozdemimadresonóhermética; intentabano

asustarseparanoasustarmeamí-.Alsitiodondetupadrequeríaquefueras.—Alsitiodondetúnoqueríasquefuera.— Por favor, cielo -suplicó mi madre-. Esto ya es bastante duro. Intenta entenderlo. Estás en

peligro.—¿Porqueunasancianascortanhilo?—Noeranancianas-intervinoGrover-.EranlasMoiras.¿Sabesquésignificaelhechodequesete

aparecieran?Sólolohacencuandoestásapunto…cuandoalguienestáapuntodemorir.—Unmomento.Hasdichoestás.—No,nolohedicho,hedichoalguien.—Queríasdecirestás.¡Tereferíasamí!—¡Queríadecirestáscomocuandosedicealguien,notú!—¡Chicos!-dijomamá.Giróbruscamentealaderechayviojustoatiempounafiguraquelogróesquivar;unaformaoscura

yfugazquedesapareciódetrásdenosotrosentrelatormenta.—¿Quéeraeso?-pregunté.— Ya casi llegamos -respondió mi madre, haciendo caso omiso de mi pregunta-. Un par de

kilómetrosmás.Porfavor,porfavor,porfavor…Nosabíadóndenosencontrábamos,peromedescubríinclinadohaciadelante,esperandollegarallí

cuantoantes.Fuera,nadasalvolluviayoscuridad:laclasedepaisajedesiertoquehayenlapuntadeLongIsland.

PenséenlaseñoraDoddsmetamorfoseándoseenaquellacosadecolmillosafiladosyalascoriáceas.Meestremecí.Realmentenoeraunacriaturahumana.Yhabíaqueridomatarme.

EntoncespenséenelseñorBrunner…yensubolígrafo-espada.AntesdequepudierapreguntarleaGroversobreaquello,semeerizóelvellodelanuca.Hubounresplandor,unarepentinaexplosiónyelcocheestalló.

Recuerdo sentirme liviano, como si me aplastaran, frieran y lavaran todo al mismo tiempo.Despeguélafrentedelapartetraseradelasientodelconductoryexclamé:

—¡Ay!.—¡Percy!-gritómimadre.Intentésacudirmeelaturdimiento.Noestabamuertoyelcochenohabíaexplotadorealmente.Nos

habíamosmetidoenunazanja.Lasportezuelasdelladodelconductorestabanatascadasenelbarro.Eltecho se había abierto como una cáscara de huevo y la lluvia nos empapaba. Un rayo. Era la únicaexplicación.Noshabíasacadodelacarretera.Juntoamí,enelasiento,Groverestabainmóvil.

—¡Grover!Tumbadohaciadelante,unhilillodesangre lecorríapor lacomisurade los labios.Lesacudí la

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peludacaderamientraspensaba:«¡No!¡Aunqueseasmitadcabra,eresmimejoramigoynoquieroquetemueras!

—Comida-gimió,ysupequehabíaesperanza.—Percy-dijomimadre-,tenemosque…-Lefallólavoz.Miréhaciaatrás.Enundestellodeunrelámpago,atravésdelparabrisastraserosalpicadodebarro,

viunafiguraqueavanzabapesadamentehacianosotrosenelrecododelacarretera.Lavisiónmepusopieldegallina.Eralasiluetaoscuradeuntipoenorme,comounjugadordefútbolamericano.Parecíasostener una manta sobre la cabeza. Su mitad superior era voluminosa y peluda. Con los brazoslevantadosparecíatenercuernos.

Traguésaliva.—¿Quiénes…?—Percy-dijomimadre,mortalmentesería-.Saldelcoche.Eintentóabrirsuportezuela,peroestabaatascadaenelbarro.Lointentéconlamía.Tambiénestaba

atascada.Miré desesperadamente el agujerodel techo.Habría podido ser una salida, pero los bordeschisporroteabanyhumeaban.

—¡Salporelotrolado!-urgiómimadre-.Percy,tienesquecorrer.¿Vesaquelárbolgrande?—¿Qué?Otro resplandor, y por el agujero humeante del techo vi lo queme indicaba: un grueso árbol de

NavidaddeltamañodelosdelaCasaBlanca,enlacumbredelacolinamáscercana.—Eseesellímitedelapropiedad,elcampamentodelquetehablé-insistiómimadre-.Subeaesa

colinayverásunaextensagranjavalleabajo.Correynomiresatrás.Gritaparapedirayuda.Nopareshastallegaralapuerta.

—Mamá,tútambiénvienes.-Teníalacarapálidaylosojostristescomocuandomirabaelocéano-.¡Venga,mamá!-grité-.Túvienesconmigo.AyúdameallevaraGrover…

—¡Comida!-gimióGroverdenuevo.El hombre con la manta en la cabeza seguía aproximándose, mientras bufaba y gruñía. Cuando

estuvolobastantecerca,reparéenquenopodíaestarsosteniendounamantasobrelacabeza,porquesusmanos,unasmanosenormesycarnosas, le colgabande los costados.Nohabíaningunamanta.Loquesignificabaqueaquellaenormeyvoluminosamasapeluda,demasiadograndeparasersucabeza…erasucabeza.Ylaspuntasqueparecíancuernos…

—Nonosquiereanosotros-dijomimadre-.Tequiereati.Además,yonopuedocruzarellímitedelapropiedad.

—Pero…—Notenemostiempo,Percy.Vete,porfavor.Entoncesmeenfadé:meenfadéconmimadre,conGroverlacabrayconaquellacosaquesenos

echabaencima,lentaeinexorablemente,comountoro.TrepéporencimadeGroveryabrílapuertabajolalluvia.—Nosvamosjuntos.¡Vamos,mamá!—Tehedichoque…—¡Mamá!Novoyadejarte.AyúdameconGrover.Noesperésurespuesta.SalíagatasfuerayarrastréaGrover.Meresultódemasiadolivianopara

susdimensiones,peronohabríallegadomuylejossimimadrenomehubieraayudado.Nos echamos los brazos deGrover por los hombros y empezamos a subir a trompicones por la

colina,atravésdehierbahúmedaquenosllegabahastalacintura.Almirar atrás, vi almonstruo claramente por primera vez.Medía unos dosmetros, sus brazos y

piernaseranalgosimilara laportadadelarevistaMuscleMan:bícepsy trícepsyunmontónmásdeíceps,todosellosembutidosenunapielsurcadadevenascomosifueranpelotasdebéisbol.Nollevaba

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ropaexceptolainterior-unoscalzoncillosblancos-,cosaquehabríaresultadograciosadenoserporquelapartesuperiordelcuerpodabatantomiedo.Unapelambrerahirsutaymarróncomenzabaalaalturadelombligoyseespesabaamedidaqueascendíahacialoshombros.

Elcuelloeraunamasademúsculoypeloqueconducíaalaenormecabezota,queteníaunhocicotan largocomomibrazo,ynarinasaltivasde lasquecolgabaunarodemetalbrillante,ojosnegrosycrueles,ycuernos:unosenormescuernosblanquinegrosconpuntastanafiladascomonoseconsiguenconunsacapuntaseléctrico.

De repente lo reconocí.Aquelmonstruo aparecía en una de las primeras historias que nos habíacontadoelseñorBrunner.Peronopodíaserreal.

Parpadeéparaquitarmelalluviadelosojos.—Es…—ElhijodePasífae-dijomimadre-.Ojaláhubierasabidocuántodeseabanmatarte.—PeroeselMin…—Nodigassunombre-meadvirtió-.Losnombrestienenpoder.Elárbolseguíademasiadolejos:aunostreintametroscolinaarriba,porlomenos.Volvíamiraratrás.Elhombretoroseinclinósobreelcoche,mirandoporlasventanillas.Enrealidad,másquemirar

olisqueaba, como siguiendo un rastro.Me pregunté si era tonto, pues no estábamos amás de quincemetros.

—¿Comida?-repitióGrover.—Chist-susurré-.Mamá,¿quéestáhaciendo?¿Esquenonosve?—Veyoyefatal.Seguíaporelolfato.Peroprontoadivinarádóndeestamos.Comosimamálehubieradadolaentrada,elhombretoroaullófurioso.AgarróelCámarodeGabe

poreltechorasgado,yelchasiscrujióyseresquebrajó.Levantóelcocheporencimadesucabezayloarrojóalacarretera,dondecayósobreelasfaltomojadoypatinódespidiendochispasalolargodemásdecienmetrosantesdedetenerse.Eltanquedegasolinaexplotó.

«Niunrasguño»,recordédeciraGabe.¡Vaya!—Percy-dijomimadre-,cuandoteveaembestirá.Esperahastaelúltimosegundoyteapartasdesu

caminosaltandoaunlado.Nocambiamuybiendedirecciónunavezselanzaenembestida.¿Entiendes?—¿Cómosabestodoeso?—Llevomuchotiempotemiendoesteataque.Deberíahabertomadolasmedidasoportunas.Fuiuna

egoístaalmantenerteamilado.—¿Almantenermeatulado?Peroqué…Otroaullidodefuriayelhombretoroempezóasubirlacolinacongrandespisotones.Noshabíaolido.Elsolitariopinoestabasóloaunosmetros,perolacolinaeracadavezmásempinadayresbaladiza,

yGrovernospesabamás.Elmonstruosenosechabaencima.Unossegundosmásylotendríamosallí.Mimadredebíadeestarexhausta,perososteníaaGroverconelhombro.

—¡Márchate,Percy!¡Aléjatedenosotros!Recuerdaloquetehedicho.Noqueríahacerlo,peroellaestabaenlocierto:eranuestraúnicaoportunidad.Echéacorrerhacia

la izquierda,mevolví yvi a la criatura abalanzarse sobremí.Lososcurosojos le brillabandeodio.Apestaba como carne podrida. Agachó la cabeza y embistió, apuntando los cuernos afilados comonavajasdirectamenteamipecho.

Elmiedomeurgíaasalirpitando,peroesonofuncionaría.Jamáslograríahuircorriendodeaquellacosa.Asíquememantuveenelsitioy,enelúltimomomento,saltéaunlado.

Elhombretoropasócomounhuracán,comountrendemercancías.Soltóunaullidodefrustracióny

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sediolavuelta,peroestaveznohaciamí,sinohaciamimadre,queestabadejandoaGroversobrelahierba.

Habíamosalcanzadolacrestadelacolina.Alotroladoveíaunvalle, justocomohabíadichomimadre,ylas lucesdeunagranjaazotadaporla lluvia.Peroestabaaunostrescientosmetros.Jamásloconseguiríamos.

Elmonstruogruñó, piafando.Siguiómirandoamimadre, que empezaba a retirarse colina abajo,hacialacarretera,tratandodealejarlodeGrover.

—¡Corre,Percy!-gritó-.¡Yonopuedoacompañarte!¡Corre!Perome quedé allí, paralizado por elmiedo,mientras la bestia embestía contra ella.Mimadre

intentóapartarse,comomehabíadichoquehiciera,peroestavezlacriaturafuemáslista:adelantóunahorripilantemanoylaagarróporelcuelloantesdequepudiesehuir.Aunqueellaseresistió,pataleandoylanzandopuñetazosalaire,lalevantódelsuelo.

—¡Mamá!¡Aguantaquevoy!Ellamemiróalosojosyconsiguióemitirunaúltimapalabra:—¡Huye!Entonces,conunrugidoairado,elmonstruoapretólasmanosalrededordelcuellodemimadrey

ella se disolvió ante mis ojos, convirtiéndose en luz, una forma resplandeciente y dorada, como unaproyecciónholográfica.Unresplandorcegador,yderepente…habíadesaparecido.

—¡¡Noooo!!Lairasustituyóalmiedo.Sentíunafuerzaabrasadoraquemesubíaporlasextremidades:elmismo

subidóndeenergíaquemehabíaembargadocuandoalaseñoraDoddslecrecierongarras.El hombre toro se volvió hacia Grover, que yacía indefenso en la hierba. Se le aproximó,

olisqueandoamimejoramigocomodispuestoalevantarloydisolverlotambién.Noibaapermitirlo.Mequitéelimpermeablerojo.— ¡Eh, tú! ¡¡Eh!! -grité, mientras sacudía el impermeable, corriendo hacia el monstruo-. ¡Eh,

imbécil!¡Mostrenco!—¡Brrrrr!-Sevolvióhaciamísacudiendolospuñoscarnosos.Teníaunaidea;unaideaestúpida,perofuelaúnicaquesemeocurrió.Mepusedelantedelgrueso

pinoysacudíelimpermeablerojoanteelhombretoro,listoparasaltaraunladoenelúltimomomento.Peronosucedióasí.Elmonstruoembistiódemasiadorápido,conlosbrazosextendidosparacortarmisvíasdeescape.Eltiemposeralentizó.Mispiernassetensaron.Comonopodíasaltaraunlado,saltéhaciaarribay,brincandoenlacabeza

delacriaturacomosifuerauntrampolín,giréenelaireyaterricésobresucuello.¿Cómolohice?Notuve tiempo de analizarlo.Unmicro-segundomás tarde, la cabeza delmonstruo se estampó contra elárbolyelimpactocasimearrancalosdientes.

Elhombre toro se sacudió, intentandoderribarme.Yomeaferré a sus cuernosparanoacabar entierra.Losrayosytruenosaúneranabundantes.Lalluviamenublabalavistayeloloracarnepodridamequemabalanariz.Elmonstruoserevolvíagirandocomountoroderodeo.Tendríaquehaberreculadohaciaelárbolyaplastarmecontraeltronco,peroalpareceraquellacosasóloteníaunamarcha:haciadelante.

Grover seguía gimiendo en el suelo.Quise gritarle que se callara, pero de lamanera en quemeestabanzarandeandodeunladoaotro,sihubieseabiertolabocamehabríamordidolalengua.

—¡Comida!-insistíaGrover.Elhombretoroseencaróhaciaél,piafódenuevoysepreparóparaembestir.Penséencómohabía

estrangulado amimadre, cómo la había hechodesaparecer en undestello de luz, y la rabiame llenó

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como gasolina de alto octanaje. Le agarré un cuerno e intenté arrancárselo con todasmis fuerzas. Elmonstruo se tensó, soltó un gruñido de sorpresa y entonces… ¡crack!Aulló yme lanzó por los aires.Aterricédebrucesenlahierba,golpeándomelacabezacontraunapiedra.Meincorporéaturdidoyconlavisiónborrosa,peroteníauntrozodecuernoastilladoenlamano,unarmadeltamañodeuncuchillo.

Elmonstruoembistióunavezmás.Sinpensarlo,mehiceaunlado,mepusederodillasy,cuandopasójuntoamícomounaexhalación,

leclavéelastapartidaenuncostado,haciaarriba,justoenlapeludacajatorácica.Elhombretororugiódeagonía.Sesacudió,seagarróelpechoyporfinempezóadesintegrarse;no

comomimadre,enundestellodeluzdorada,sinocomoarenaquesedesmorona.Elvientoselollevóapuñados,delmismomodoquealaseñoraDodds.

Lacriaturahabíadesaparecido.Lalluviacesó.Latormentaaúntronaba,peroyaalolejos.Apestabaaganadoymetemblabanlas

rodillas.Sentíalacabezacomosimelahubieranpartidoendos.Estabadébil,asustadoytemblabadepena. Acababa de ver a mimadre desvanecerse. Quería tumbarme en el suelo y llorar, pero Grovernecesitabaayuda,asíquemelasapañéparatirardeélyadentrarmeatrompiconesenelvalle,hacialaslucesdelagranja.Lloraba,llamabaamimadre,peroseguíarrastrandoaGrover:nopensabadejarloenlaestacada.

Loúltimoquerecuerdoesquemederrumbéenunporchedemadera,mirandounventiladordetechoquegirabasobremicabeza,polillasrevoloteandoalrededordeunaluzamarilla,ylosrostrosseverosdeunhombrebarbudodeexpresiónfamiliaryunachicaguapaconunamelenarubiaonduladadeprincesa.Ambosmemiraban,ylachicadijo:

—Esél.Tienequeserlo.—Silencio,Annabeth-repusoelhombre-.Elchicoestáconsciente.Llévalodentro.

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Capítulo5

Juegoalpinacleconuncaballo

Tuvesueñosrarísimos,llenosdeanimalesdegranja.Lamayoríadeellosqueríamatarme;elrestoqueríacomida.

Debídedespertarmevariasveces,peroloqueoíayveíanoteníaningúnsentido,asíquevolvíaaquedarmegrogui.Merecuerdodescansandoenunacamasuave,alguiendándomecucharadasdealgoquesabíaapalomitasdemaízconmantequillaperoqueerapudin.Lachicadecabellorizadoyrubiosonreíacuandomeenjugabalosrestosdelabarbilla.

—¿Quévaapasarenelsolsticiodeverano?-mepreguntóalvermeconlosojosabiertos.—¿Qué?-mascullé.Miróalrededor,comositemieraquealguienlaoyera.—¿Quéestápasando?¿Quéesloquehanrobado?¡Sólotenemosunassemanas!—Losiento-murmuré-,nosé…Alguienllamóalapuerta,ylachicamellenólabocarápidamentedepudin.Lasiguientevezquedesperté,lachicasehabíaido.Un tipo rubio y fornido, con aspecto de surfero, estaba de pie en una esquina de la habitación,

vigilándome.Teníaojosazules-porlomenosunadocenadeellos-enlasmejillas,enlafrenteyeneldorsodelasmanos.

Cuandoporfinrecobrélaconcienciaplenamente,nohabíanadararoalrededor,salvoqueeramásbonitodelonormal.Estabasentadoenunatumbonaenunespaciosoporche,contemplandounpradodeverdescolinas.Labrisaolíaafresas.Teníaunamantaencimadelaspiernasyunaalmohadadetrásdelacabeza.Todoaquelloestabamuybien,perosentíalabocacomosiunescorpiónhubieraanidadoenella.Teníalalenguasecayestropajosaymedolíanlosdientes.

Enlamesaamiladohabíaunabebidaenunvasoalto.Parecíazumodemanzanahelado,conunapajitaverdeyunasombrillitadepapelpinchadaenunaguinda.Teníalamanotandébilqueelvasocasisemecaecuandoporfinconseguírodearloconlosdedos.

—Cuidado-dijounavozfamiliar.Groverestabarecostadocontralabarandilladelporche,conaspectodenohaberdormidoenuna

semana.Debajodelbrazollevabaunacajadezapatos.Vestíavaqueros,zapatillasaltasConverseyunacamisetanaranjaconlaleyenda«CAMPAMENTOmestizo».ElGroverdesiempre,noelchicocabra.

Asíquequizáhabíatenidounapesadilla.Igualmimadreestabasanaysalva.Talvezseguíamosdevacacionesyhabíamosparadoenesagrancasaporalgúnmotivo.Y…

—Mehassalvadolavida-dijoGrover-.Yyo…bueno,lomínimoquepodíahacerera…volveralacolinayrecogeresto.Penséquequerríasconservarlo.

Dejólacajadezapatosenmiregazocongranreverencia.Conteníaun cuernode toroblanquinegro, astilladopor la base, donde sehabíapartido.Lapunta

estabamanchadadesangrereseca.Nohabíasidounapesadilla.—ElMinotauro…-dije,recordando.

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—Nopronunciessunombre,Percy…—Asíescomolollamanenlosmitosgriegos,¿verdad?ElMinotauro.Mitadhombre,mitadtoro.Groverseremovióincómodo.—Hasestadoinconscientedosdías.¿Quérecuerdas?—Dimequésabesdemimadre.¿Deverdadellaha…?Bajólacabeza.Yovolvíacontemplarelprado.Habíaarboledas,unarroyoserpenteanteyhectáreasdecamposde

fresasqueseextendíanbajoelcieloazul.Elvalleestabarodeadodecolinasondulantes,lamásaltadelascuales,justoenfrentedenosotros,eralaqueteníaelenormepinoenlacumbre.Inclusoaquelloerabonitoalaluzdeldía.

Peromimadresehabíaidoyelmundoenterotendríaquesernegroyfrío.Nadadeberíaresultarmebonito.

—Losiento-sollozóGrover-.Soyunfracaso.Soy…soyelpeorsátirodelmundo.Gimióypateó tan fuerte el sueloque se le salió el pie, bueno, la zapatillaConverse: el interior

estabarellenodepolispán,salvoelhuecoparalapezuña.—¡Oh,Estige!-rezongó.Untruenoretumbóenelcielodespejado.Mientraspugnabapormetersupezuñaenelpiefalsopensé:«Bueno,estoloaclaratodo.»Grover

eraunsátiro.Sileafeitabaelpelorizado,seguramenteencontraríacuernecitosensucabeza.Peroestabademasiadotristeparaquemeimportaralaexistenciadesátiros,oinclusodeminotauros.Todoaquellosólosignificabaquemimadrehabíasidorealmentereducidaa lanada,quesehabíadisueltoenaquelresplandordorado.

Estaba solo. Me había quedado completamente huérfano. Tendría que vivir con… ¿Gabe elApestoso?No,esonunca.Antesviviríaenlascalles,ofingiríatenerdiecisieteañosparaalistarmeenelejército.

Haríaalgo,cualquiercosa.Grover seguía sollozando. El pobre chico -o pobre cabra, sátiro, lo que fuera- parecía estar

esperandouncastigo.—Nohasidoculpatuya-ledije.—Sí,síquelohasido.Sesuponíaqueyoteníaqueprotegerte.—¿Tepidiómimadrequemeprotegieras?—No,peroesmitrabajo.Soyunguardián.Almenos…loera.—Pero¿porqué…?-Derepentemesentímareado,lavistasemenubló.—Noteesfuercesmásdelacuenta.Toma.Meayudóasostenerelvasoymepusolapajitaenlaboca.Susabormesorprendió,porqueesperabazumodemanzana.Noloera.Sabíaagalletascontrocitos

de chocolate, galletas líquidas.Y no cualquier galleta, sino las quemimadre preparaba en casa, consaboramantequillaycalientes,conlostrocitosdechocolatederritiéndose.Albebérmelo,sentíuncalorintensoyunarecargadeenergíaen todoelcuerpo.Nodesapareció lapena,peromesentícomosimimadreacabaradeacariciarmelamejillaydarmeunagalletacomohacíacuandoerapequeño,comosiacabaradedecirmequetodoibaasalirbien.

Antesdedarmecuentahabíavaciadoelvaso.Lomiréfijamente,convencidodequehabíatomadounabebidacaliente,peroloscubitosdehielonisiquierasehabíanderretido.

—¿Estababueno?-preguntóGrover.Asentí.—¿Aquésabía?-Sonótancompungidoquemesentículpable.—Perdona-lecontesté-.Debídejarqueloprobaras.

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—¡No!Noqueríadecireso.Sólo…sóloeracuriosidad.—Galletasdechocolate.Lasdemamá.Hechasencasa.Suspiró.—¿Ycómotesientes?—PodríaarrojaraNancyBobofitacienmetrosdedistancia.—Esoestámuybien-dijo-.Peronodebesarriesgarteabebermás.—¿Quéquieresdecir?Meretiróelvasoconcuidado,comosifueradinamita,ylodejódenuevoenlamesa.—Vamos.QuirónyelseñorDestánesperándote.

Lagaleríadelporcherodeabatodaaquellacasa,llamadaCasaGrande.Al recorrerunadistancia tan larga, laspiernasme flaquearon.Grover seofreció a transportar la

cajaconelcuernodelMinotauro,peroyomeempeñéenllevarla.Aquelrecuerdomehabíasalidocaro.Noibaadesprendermedeéltanfácilmente.

Cuandogiramosenlaesquinadelacasa,inspiréhondo.DebíamosdeestarenlaorillanortedeLongIsland,porqueaeseladodelacasaelvallesefundía

con el agua, que destellaba a lo largo de la costa. Lo que vime sorprendió sobremanera. El paisajeestaba moteado de edificios que parecían arquitectura griega antigua -un pabellón al aire libre, unanfiteatro, un ruedo de arena-, pero con aspecto de recién construidos, con las columnas de mármolblancorelucientesalsol.Enunapistadearenacercanahabíaunadocenadechicosysátirosjugandoalvoleibol.Másallá,unascanoassedeslizabanporunlagocercano.Habíaniñosvestidosconcamisetasnaranja como la de Grover, persiguiéndose unos a otros alrededor de un grupo de cabañas entre losárboles.Algunosdisparabanconarcoaunasdianas.Otrosmontabanacaballoporunsenderoboscosoy,amenosqueestuvieraalucinando,algunasmonturasteníanalas.

Alfinaldelporchehabíadoshombressentadosaunamesajugandoalascartas.Lachicarubiaquemehabíaalimentadoconelpudinsaborapalomitasestabarecostadaenlabalaustrada,detrásdeellos.

Elhombrequeestabadecaraamíerapequeñoperogordo.Denarizenrojecidayojosacuosos,supelorizadoeranegroazabache.Merecordóaunodeesoscuadrosdeángelesbebé…¿cómosellaman?¿Parvulines?No,querubines.Esoes.Parecíaunquerubínllegadoalamedianaedadenuncampingdecaravanas.Vestíaunacamisahawaianaconestampadoatigrado,yhabríaencajadoperfectamenteenunadelaspartidasdepóquerdeGabe,salvoquemedabalasensacióndequeaqueltipohabríadesplumadoinclusoamipadrastro.

— Ese es el señor D -me susurró Grover-, el director del campamento. Sé cortés. La chica esAnnabethChase;sóloescampista,perollevamástiempoaquíqueningúnotro.YyaconocesaQuirón.-Meseñalóaljugadorqueestabadeespaldasamí.

Reparéenqueibaensilladeruedasyluegoreconocílachaquetadetweed,elpelocastañoyralo,labarbaespesa…

—¡SeñorBrunner!-exclamé.Elprofesordelatínsevolvióymesonrió.Susojosteníanelbrillotraviesoqueleaparecíaaveces

enclase,cuandohacíaunapruebasorpresaytodaslasrespuestascoincidíanconlaopciónB.—Ah,Percy,québien-dijo-.Yasomoscuatroparaelpinacle.MeofrecióunasillaaladerechadelseñorD,quememiróconlosojosinyectadosensangreysoltó

unresoplido.—Bueno,supongoquetendréquedecirlo:bienvenidoalCampamentoMestizo.Yaestá.Ahorano

esperesquemealegredeverte.—Vaya,gracias.-Meapartéunpocodeél,porquesialgohabíaaprendidodevivirconGabeeraa

distinguircuándounadultohabíaempinadoelcodo.SielseñorDnoeraamigodelabotella,yoeraun

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sátiro.— ¿Annabeth? -llamó el señor Brunner a la chica rubia, y nos presentó-. Annabeth cuidó de ti

mientrasestabasenfermo,Percy.Annabeth,querida,¿porquénovasaversiestálistalaliteradePercy?Demomentolopondremosenlacabañaonce.

—Claro,Quirón-contestóella.Aparentabamiedad,mediopalmomásalta,ydesdeluegosuaspectoeramuchomásatlético.Tan

morena y con el pelo rizado y rubio, era casi exactamente lo que yo consideraba la típica chicacaliforniana.Perosusojosdeslucíanunpocolaimagen:erandeungristormenta;bonitos,perotambiénintimidatorios,comosiestuvieraanalizandolamejormaneradetumbarteenunapelea.

Echóunvistazoamicuernodeminotauroymemiróalosojos.Supusequeibaadeciralgocomo:«¡Vaya,hasmatadounminotauro!»,o«¡Uau,eresunfenómeno!».Perosólodijo:

—Cuandoduermesbabeas.Ysaliócorriendohaciaelcampo,conelpelosueltoondeandoasuespalda.—Bueno-comentéparacambiardetema-,¿trabajaaquí,señorBrunner?—No soy el señorBrunner -dijo el ex señorBrunner-.Muchome temo que no eramás que un

seudónimo.PuedesllamarmeQuirón.—Vale.-Perplejo,miréaldirector-.¿YelseñorD…?¿LaDsignificaalgo?ElseñorDdejódebarajarlosnaipesymemirócomosiyoacabaradedecirunagrosería.—Jovencito,losnombressonpoderosos.Nosevaporahíusándolossinmotivo.—Ah,ya.Perdón.—Debodecir,Percy-intervinoQuirón-Brunner-,quemealegrodevertesanoysalvo.Hacíamucho

tiempoquenohacíaunavisitaadomicilioauncampistapotencial.Detestabalaideadehaberperdidoeltiempo.

—¿Visitaadomicilio?—MiañoenlaacademiaYancy,parainstruirte.Obviamentetenemossátirosenlamayoríadelas

escuelas,paraestar alerta,peroGrovermeavisóencuanto te conoció.Presentíaqueen tihabíaalgoespecial,asíquedecidísubiralnorte.Convencíalotroprofesordelatíndeque…bueno,dequepidieraunabaja.

Intentérecordarelprincipiodelcurso.Parecíahaberpasadotanto…perosí,teníaunrecuerdovagodeotroprofesordelatíndurantemiprimerasemanaenYancy.HabíadesaparecidosinexplicaciónalgunayensulugarllegóelseñorBrunner.

—¿FueaYancysóloparaenseñarmeamí?-pregunté.Quirónasintió.—Francamente,alprincipionoestabamuysegurodeti.Nospusimosencontactocontumadre,le

hicimos saberqueestábamosvigilándotepor si temostrabaspreparadopara elCampamentoMestizo.Pero todavía tequedabamuchoporaprender.Noobstante,has llegadoaquívivo,yésaes siempre laprimerapruebaasuperar.

—Grover-dijoelseñorDconimpaciencia-,¿vasajugarono?— ¡Sí, señor! -Grover tembló al sentarse a lamesa, aunqueno sé quéveía de tan temible enun

hombrecilloregordeteconunacamisadetelaatigrada.—Supongoquesabesjugaralpinacle.-ElseñorDmeobservóconrecelo.—Metemoqueno-respondí.—Metemoqueno,señor-puntualizóél.—Señor-repetí.Cadavezmegustabamenoseldirectordelcampamento.— Bueno -me dijo-, junto con la lucha de gladiadores y el Comecocos, es uno de los mejores

pasatiemposinventadosporloshumanos.Todoslosjóvenescivilizadosdeberíansaberjugarlo.—Estoysegurodequeelchicoaprenderá-intervinoQuirón.

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—Porfavor-dije-,¿quéesestelugar?¿Quéestoyhaciendoaquí?SeñorBrun…Quirón,¿porquéfuealaacademiaYancysóloparaenseñarme?

ElseñorDresoplóydijo:—Yohicelamismapregunta.Eldirectordelcampamentorepartía.Groverseestremecíacadavezquerecibíaunacarta.Comohacíaenlaclasedelatín,Quirónmesonrióconairecomprensivo,comodándomeaentender

quenoimportabaminotamedia,puesyoerasuestudianteestrella.Esperabademílarespuestacorrecta.—Percy,¿esquetumadrenotecontónada?-preguntó.—Dijoque…-Recordésusojostristesalmirarelmar-.Medijoqueledabamiedoenviarmeaquí,

aunque mi padre quería que lo hiciera. Dijo que en cuanto estuviera aquí, probablemente no podríamarcharme.Queríatenermecerca.

—Lotípico-intervinoelseñorD-.Asíescomolosmatan.Jovencito,¿vasaapostarono?—¿Qué?-pregunté.Meexplicó,conimpaciencia,cómoseapostabaenelpinacle,yesohice.— Me temo que hay demasiado que contar -repuso Quirón-. Diría que nuestra película de

orientaciónhabitualnoserásuficiente.—¿Películadeorientación?-pregunté.—Olvídalo-dijoQuirón-.Bueno,Percy,sabesquetuamigoGroveresunsátiroytambiénsabes-

señaló el cuerno en la caja de zapatos- que has matado alMinotauro. Y ésa no es una gesta menor,muchacho.Loquepuedequenosepasesquegrandespoderesactúanentuvida.Losdioses,lasfuerzasquetúllamasdiosesgriegos,estánvivitosycoleando.

Miréalosdemás.Esperaba que alguien exclamara: «¡Se equivoca, eso es imposible!» Pero la única exclamación

provinodelseñorD:—¡Ah,matrimonioreal!¡Mano!¡Mano!-Yriómientrasseapuntabalospuntos.—SeñorD -preguntóGrover tímidamente-, si no se la va a comer, ¿puedo quedarme su lata de

Coca-Colalight?—¿Eh?Ah,vale.Groverdiounbuenmordiscoalalatavacíadealuminioylamasticólastimeramente.—Espere-ledijeaQuirón-.¿MeestádiciendoqueexisteunserllamadoDios?—Bueno,veamos-repusoQuirón-.Dios,conDmayúscula,Dios…Enfin,esoesotracuestión.No

vamosaentrarenlometafísico.—¿Lometafísico?Perosiacabadedecirque…—Hedichodioses, enplural.Me refería a seres extraordinariosquecontrolan las fuerzasde la

naturalezayloscomportamientoshumanos:losdiosesinmortalesdelOlimpo.Esunacuestiónmenor.—¿Menor?—Sí,bastante.Losdiosesdelosquehablábamosenlaclasedelatín.—Zeus-dije-,Hera,Apolo…¿Serefiereaésos?Yallíestabaotravez:untruenolejanoenundíasinnubes.—Jovencito-intervinoelseñorD-,yodetimeplantearíaenseriodejardedeciresosnombrestan

alaligera.—Perosonhistorias-dije-.Mitos…paraexplicarlosrayos,lasestacionesyesascosas.Sonloque

lagentepensabaantesdequellegaralaciencia.—¡Laciencia! -seburlóel señorD-.Ydime,Perseus Jackson -meestremecíaloírmiauténtico

nombre,quejamásdabaanadie-,¿quépensarálagentedetu«ciencia»dentrodedosmilaños?Pueslallamaránpaparruchasprimitivas.Asílallamarán.Oh,adoroalosmortales:notienenningúnsentidodela perspectiva. Creen que han llegado taaaaaan lejos. ¿Es cierto o no, Quirón?Mira a este chico y

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dímelo.ElseñorDnomecaíadeltodomal,perohuboalgoenlamaneraenquemellamómortal,comosi…

élnolofuera.Fuesuficienteparahacermecerrarlaboca,parasaberporquéGroverseconcentrabacontantoahíncoensuscartas,masticandosulataderefrescosynodiciendonipío.

—Percy-dijoQuirón-,puedescreérteloono,perolociertoesqueinmortalsignificaprecisamenteeso,inmortal.¿Puedesimaginarloquesignificanomorirnunca?¿Nodesvanecertejamás?¿Existir,comoeres,paratodalaeternidad?

Ibaaresponderquesonabamuybien,peroeltonodeQuirónmehizovacilar.—¿Quieredecirindependientementedequelagentecreaenuno?-inquirí.—Así es -asintió Quirón-. Si fueras un dios, ¿qué te parecería que te llamaranmito, una vieja

historiaparaexplicarelrayo?¿Ysiyotedijera,PerseusJackson,quealgúndíateconsideraránunmitosólocreadoparaexplicarcómolosniñossuperanlamuertedesusmadres?

Mediounvuelcoelcorazón.Poralgúnmotivo,intentabaquemeenfadara,peronoibaadarlelasatisfacción.

—Nomegustaría.Peroyonocreoenlosdioses-respondí.—Puesmástevalequeempiecesacreer-murmuróelseñorD-.Antesdequealgunotecalcine.—P…porfavor,señor-intervinoGrover-.Acabadeperderasumadre.Aúnsigueconmocionado.—Menudasuerte lamía -gruñóel señorDmientras jugabaunacarta-.Yaesbastantemaloestar

confinadoenestetristeempleo,¡paraencimatenerquetrabajarconchicosquenisiquieracreen!Hizo un ademán con la mano y apareció una copa en la mesa, como si la luz del sol hubiera

convertidounpocodeaireencristal.Lacopasellenósoladevinotinto.Mequedéboquiabierto,peroQuirónapenaslevantólavista.—SeñorD,susrestricciones-lerecordó.ElseñorDmiróelvinoyfingiósorpresa.—Madremía.-Elevólosojosalcieloygritó-:¡Eslacostumbre!¡Perdón!Volvió amover lamano, y la copa de vino se convirtió en una lata fresca de Coca-Cola light.

Suspiróresignado,abriólalatayvolvióacentrarseensuscartas.Quirónmeguiñóunojo.—ElseñorDofendióasupadrehacealgún tiempo,seencaprichóconunaninfadelbosqueque

habíasidodeclaradadeaccesoprohibido.—Unaninfadelbosque-repetí,aúnmirandolalatacomosiprocedieradelespacio.— Sí -reconoció el señor D-. A Padre le encanta castigarme. La primera vez, prohibición.

¡Horrible! ¡Pasé diez años absolutamente espantosos! La segunda vez… bueno, la chica era unapreciosidad,ynopuderesistirme.Lasegundavezmeenvióaquí.AlacolinaMestiza.Uncampamentodeverano para mocosos como tú. «Será mejor influencia. Trabajarás con jóvenes en lugar dedespedazarlos»,medijo.¡Ja!Estotalmenteinjusto.

ElseñorDhablabacomosituvieraseisaños,comouncríoprotesten.—Y…y-balbuceé-supadrees…—Diimmortales,Quirón-repusoél-.Pensabaquelehabíasenseñadoaestechicolobásico.Mi

padreesZeus,porsupuesto.Repasé losnombresmitológicosgriegosqueempezabanpor la letraD.Vino.Lapieldeun tigre.

Todos lossátirosqueparecían trabajarallí.LamaneraenqueGroverseencogía,comosiel señorDfuerasuamo…

—UstedesDioniso-dije-.Eldiosdelvino.ElseñorDpusolosojosenblanco.—¿Cómosediceenestaépoca,Grover?¿Dicenlosniños«menudalumbrera»?—S-sí,señorD.

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—Puesmenudalumbrera,PercyJackson.¿Quiéncreíasqueera?¿Afrodita,quizá?—¿Ustedesundios?—Sí,niño.—¿Undios?¿Usted?Memiródirectamentealosojos,yviunaespeciedefuegomoradoensumirada,unaleveseñalde

queaquelregordeteprotestónestabasóloenseñándomeunaminúsculapartedesuauténticanaturaleza.Vividesestrangulandoalosnocreyenteshastalamuerte,guerrerosborrachosenloquecidosporlalujuriade la batalla,marinos que gritaban al convertirse susmanos en aletas y sus rostros prolongarse hastavolverse hocicos de delfín. Supe que si lo presionaba, el señor D me enseñaría cosas peores. Meplantaría una enfermedad en el cerebro que me enviaría para el resto de mi vida a una habitaciónacolchada,concamisadefuerza.

—¿Quierescomprobarlo,niño?-preguntóconceño.—No.No,señor.Elfuegoseatenuóunpocoyélvolvióalapartida.—Meparecequeheganado-dijo.—Unmomento,señorD-repusoQuirón.Mostróunaescalera,contólospuntosydijo-:Eljuegoes

paramí.Penséqueel señorD ibaapulverizar aQuiróny librarlode la sillade ruedas,pero se limitó a

rebufar,comosiestuvieraacostumbradoaqueganaraelprofesordelatín.Selevantó,yGroverloimitó.—Estoycansado-comentóelseñorD-.Creoquevoyaecharmeunasiestecitaantesdelafiestade

estanoche.Peroprimero,Grover,tendremosquehablarotravezdetusfallos.LacaradeGroverseperlódesudor.—S-sí,señor.ElseñorDsevolvióhaciamí.—Cabañaonce,PercyJackson.Yojocontusmodales.Semetióenlacasa,seguidodeuntristísimoGrover.—¿EstarábienGrover?-lepreguntéaQuirón,queasintió,aunqueparecíaalgopreocupado.—ElbuenodeDionisonoestá locodeverdad.Es sóloquedetesta su trabajo.Lohan…bueno,

castigado,supongoquediríastú,ynosoportatenerqueesperarunsiglomásparaquelepermitanvolveralOlimpo.

—ElmonteOlimpo-dije-.¿Meestádiciendoquerealmentehayunpalacioallíarriba?—Veamos,estáelmonteOlimpoenGrecia.Yestáelhogardelosdioses,elpuntodeconvergencia

desuspoderes,quedehechoantesestabaenelmonteOlimpo.SelesiguellamandomonteOlimpoporrespetoalastradiciones,peroelpalaciosemueve,Percy,comolosdioses.

—¿Quieredecirquelosdiosesgriegosestánaquí?¿En…EstadosUnidos?—Desdeluego.LosdiosessemuevenconelcorazóndeOccidente.—¿Elqué?—Venga,Percy,despierta.¿Creesquelacivilizaciónoccidentalesunconceptoabstracto?No;es

unafuerzaviva.Unaconcienciacolectivaquesiguebrillandoconfuerzatrasmilesdeaños.Losdiosesformanpartedeella.Inclusopodríadecirsequesonlafuente,oporlomenosqueestántanligadosaellaquenopuedendesvanecerse.Noamenosqueseacabe lacivilizaciónoccidental.El fuegoempezóenGrecia.Después,comobiensabes(oesoesperoporqueteheaprobado),elcorazóndelfuegosetrasladóa Roma, y así lo hicieron los dioses. Sí, con distintos nombres quizá (Júpiter para Zeus, Venus paraAfrodita,yasí),peroeranlasmismasfuerzas,losmismosdioses.

—Ydespuésmurieron.— ¿Murieron? No. ¿Ha muerto Occidente? Los dioses sencillamente se fueron trasladando, a

Alemania, Francia, España, Gran Bretaña… Dondequiera que brillara la llama con más fuerza, allí

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estabanlosdioses.PasaronvariossiglosenInglaterra.Sólotienesquemirarlaarquitectura.Lagentenoseolvidadelosdioses.Entodaslasnacionespredominantesenlosúltimostresmilañospuedesverlosencuadros,enestatuas,enlosedificiosmásimportantes.Ysí,Percy,porsupuestoqueestánahoraentusEstadosUnidos.Miravuestrosímbolo,eláguiladeZeus.MiralaestatuadePrometeoenelRockefellerCenter,lasfachadasgriegasdelosedificiosdetugobiernoenWashington.TeretoaqueencuentresunaciudadestadounidenseenlaquelosOlímpicosnoesténvistosamenterepresentadosenmúltipleslugares.Gusteonoguste(ycréeme,teaseguroquetampocodemasiadagenteapreciabaaRoma),EstadosUnidosesahoraelcorazóndela llama,elgranpoderdeOccidente.AsíqueelOlimpoestáaquí.Ypor tantotambiénnosotros.

Erademasiado,especialmenteelhechodequeyoparecíaestarincluidoenel«nosotros»deQuirón,comosiformasepartedeunclub.

—¿Quiénesusted,Quirón?¿Quién…quiénsoyyo?Quirónsonrió.Desplazóelpesodesucuerpo,comosifueraalevantarsedelasilladeruedas,pero

yosabíaqueesoeraimposible.Estabaparalizadodecinturaparaabajo.— ¿Quién soy? -murmuró-. Bueno, ésa es la pregunta que todos queremos que nos respondan,

¿verdad? Pero ahora deberíamos buscarte una litera en la cabaña once. Tienes nuevos amigos queconocer,mañanapodremosseguirconmás lecciones.Además,estanochevamosapreparar juntoa lahoguerabocadillosdegalleta,chocolateymalvaviscos,yamímepierdeelchocolate.

Yentoncesselevantódelasilla,perodeunamaneramuyrara.Leresbalólamantadelaspiernas,peroéstasnosemovieron,sinoquelacinturalecrecíaporencimadelospantalones.Alprincipiopenséquellevabaunoscalzoncillosdeterciopeloblancosmuylargos,perocuandosiguióelevándose,másaltoqueningúnhombre,reparéenqueloscalzoncillosdeterciopeloeranenrealidadlapartefrontaldeunanimal,músculosy tendonesbajounespesopelajeblanco.Y lasillade ruedas tampocoeraunasilla,sino una especie de contenedor, una caja con ruedas, y debía de sermágica, porque no habíamanerahumanadequeaquellohubieracabidoenteroallídentro.Sacóunapata,largaynudosa,conunapezuñabrillante,luegolaotrapatadelantera,yporúltimoloscuartostraseros.Lacajaquedóvacía,nadamásqueuncascarónmetálicoconunaspiernasfalsaspegadaspordelante.

Miré la criatura que acababa de salir de aquella cosa: un enorme semental blanco. Pero dondetendríaquehaberestadoelcuello,sóloviamiprofesordelatín,graciosamenteinjertadodecinturaparaarribaeneltroncodelcaballo.

—¡Quéalivio!-exclamóelcentauro-.Llevabatantotiempoahídentroquesemehabíandormidolaspezuñas.Bueno,venga,PercyJackson.Vamosaconoceralosdemáscampistas.

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Capítulo6

Meconviertoenseñorsupremodellavabo

Encuantome repusedelhechodequemiprofesorde latíneraunaespeciedecaballo,dimosunbonito paseo, aunque pusemucho cuidado en no caminar detrás de él. Varias vecesme había tocadoformarpartedelapatrullaboñigaeneldesfilequelosalmacenesMacy'sorganizabaneldíadeAccióndeGraciasy,sintiéndolomucho,noconfiabaenlapartetraseradeQuirónnideningúnequino.

Pasamosjuntoalcampodevoleibolyalgunoschicossedieroncodazos.Unoseñalóelcuernodeminotauroqueyollevaba.Otrodijo:«Esél.»

Lamayoríadeloscampistaseranmayoresqueyo.SusamigossátiroseranmásgrandesqueGrover,todos trotando por allí con camisetas naranjas del campamento mestizo, sin nada que cubriera suspeludos cuartos traseros.No soy tímido, perome incomodaba lamanera enquememiraban, como siesperaranquemepusieraahacerpiruetasoalgoasí.

Mevolvíparamirar lacasa.Eramuchomásgrandede loquemehabíaparecido:cuatroplantas,colorazulcieloconmaderablanca,comounbalnearioagranescala.Estabaexaminandolaveletaconformadeáguilaquehabíaeneltejadocuandoalgocaptómiatención,unasombraenlaventanamásaltadeldesvánadosaguas.Algohabíamovidolacortina,sóloporuninstante,ytuvelacertezadequemeestabanobservando.

—¿Quéhayahíarriba?-lepreguntéaQuirón.Miróhaciadondeyoseñalabaylasonrisaseleborródelrostro.—Sóloundesván.—¿Vivealguienahí?—No-respondiótajante-.Nadie.Tuvelaimpresióndequedecíalaverdad.Noobstante,algohabíamovidolacortina.—Vamos,Percy-meurgióQuiróncondemasiadapremura-.Haymuchoquever.

Paseamosporcamposdondeloscampistasrecogíanfresasmientrasunsátirotocabaunamelodíaenunaflautadejunco.

QuirónmecontóqueelcampamentoproducíaunabuenacosechaqueexportabaalosrestaurantesneoyorquinosyalmonteOlimpo.

—Cubrenuestrosgastos-aclaró-.Ylasfresascasinodantrabajo.Tambiénme dijo que el señor D producía ese efecto en las plantas frutícolas: se volvían locas

cuandoestaba cerca.Funcionabamejor con losviñedos, pero lehabíanprohibido cultivarlos, así queplantabafresas.

Observéalsátirotocarlaflauta.Lamúsicaprovocabaquelosanimalillosybichosabandonaranelcampodefresasentodasdirecciones,comorefugiadoshuyendodeunterremoto.MepreguntésiGroverpodríahaceresaclasedemagiaconlamúsica,ysiseguiríaenlacasa,aguantandolabroncadelseñorD.

—Grovernotendráproblemas,¿verdad?-lepreguntéaQuirón-.Quierodecir…hasidounbuenprotector.Deverdad.

Quirónsuspiró.Doblósuchaquetadetweedylaapoyósobresulomo,comosifueraunapequeña

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sillademontar.—Grovertienegrandessueños,Percy.Quizáinclusomásgrandesdeloqueseríarazonable.Pero,

paraalcanzarsuobjetivo,antestienequedemostrarungranvalorynofracasarcomoguardián,encontrarunnuevocampistaytraerlosanoysalvoalacolinaMestiza.

—¡Perosiesoyalohahecho!—Estoy de acuerdo contigo -convinoQuirón-, mas nome corresponde amí tomar la decisión.

DionisoyelConsejodelosSabiosUnguladosdebenjuzgarlo.Metemoquepodríannoveresteencargocomoun logro.Despuésde todo,Grover teperdióenNuevaYork.Yestá tambiéneldesafortunado…destinodetumadre.PornomencionarqueGroverestabainconscientecuandoloarrastrastealinteriordenuestrapropiedad.ElconsejopodríaponerendudaqueesodemostraravalorporpartedeGrover.

Queríaprotestar.Nadade loquehabíaocurridoeraculpadeGrover.Y tambiénmesentíasúper,súperculpable.SinolehubieradadoesquinazoaGroverenlaterminaldeautobús,nosehabríametidoenproblemas.

—Ledaránunasegundaoportunidad,¿no?Quirónseestremeció.—Metemoqueéstaerasusegundaoportunidad,Percy.Elconsejotampocoesquesemurierade

ganasdedársela,despuésdeloquepasólaprimeravez,hacecincoaños.ElOlimpolosabe,leaconsejéqueesperaraantesdevolveraintentarlo.Aúnespequeño…

—¿Cuántosañostiene?—Bueno,veintiocho.—¿Qué?¿Yestáensexto?—Lossátirostardaneldobledetiempoenmadurarqueloshumanos.Groverhasidoelequivalente

aunestudiantedesecundariadurantelosúltimosseisaños.—Esoeshorrible.—Puessí-convinoQuirón-.Encualquiercaso,Groverestorpe,inclusoparalamediadesátiros,y

aúnnoestámuyduchoenmagiadelbosque.Además,selevedemasiadoansiosoporperseguirsusueño.Alomejorahoraencuentraotraocupación…

—Esonoesjusto-dije-.¿Quépasólaprimeravez?¿Deverdadfuetanmalo?Quirónapartólamiradaconrapidez.—Mejorseguimos,¿no?Peroyonoestabadispuestoacambiarde tema tan fácilmente.Semehabíaocurridoalgocuando

Quirónhablódeldestinodemimadre,comosievitaraapropósitolapalabramuerte.Unaideaempezóachisporrotearenmimente.

—Quirón,silosdiosesyelOlimpoytodoesoesreal…—¿Sí?—¿Significaquetambiénesrealelinframundo?LaexpresióndeQuirónseensombreció.—Asíes.-Seinterrumpió,comoparaescogersuspalabrasconcuidado-.Hayunlugaralquelos

espíritusvantraslamuerte.Peroporahora…hastaquesepamosmás,terecomendaríaqueteolvidarasdeello.

—¿Aquéterefierescon«hastaquesepamosmás»?—Vamos,Percy.Visitaremoselbosque.

Amedidaquenosacercamos,reparéenlaenormevastedaddelbosque.Ocupabaporlomenosunacuartapartedelvalle,conárboles tanaltosygruesosqueparecíaposiblequenadie lohubierapisadodesdelosnativosamericanos.

—Losbosquesestánbiensurtidos,porsiquieresprobar,perovearmado-medijoQuirón.

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—¿Biensurtidosdequé?¿Armadoconqué?—Yaloverás.Elviernesporlanochehayunapartidade«capturarlabandera».¿Tienesespaday

escudo?—¿Yo,espaday…?—Vale,nocreoquelostengas.Supongoqueunacincoteirábien.Luegopasaréporlaarmería.Queríapreguntarquéclasedecampamentodeveranoteníaarmería,perohabíamuchomásenloque

pensar, así que seguimos con la visita. Vimos el campo de tiro con arco, el lago de las canoas, losestablos (que a Quirón no parecían gustarle demasiado), el campo de lanzamiento de jabalina, elanfiteatrodelcoroyelestadiodondeQuiróndijoquesecelebrabanlidesconespadasylanzas.

—¿Lidesconespadasylanzas?-pregunté.—Competicionesentrecabañasytodoeso.Nosuelehabervíctimasmortales.Ah,sí,yahíestáel

comedor.Quirón señaló un pabellón exterior rodeado de blancas columnas griegas sobre una colina que

mirabaalmar.Habíaunadocenademesasdepiedradepicnic.Noteníatechoniparedes.—¿Quéhacéiscuandollueve?-pregunté.Quirónmemirócomosimehubieravueltotonto.—Tenemosquecomerigualmente,¿no?Alfinalmeenseñólas«cabañas»,queenrealidaderanunaespeciedebungalows.Habíadoce,junto

allagoydispuestasenformadeU,dosalfondoycincoacadalado.Sindudaeranlasconstruccionesmásestrambóticasquehabíavistonunca.

Salvoporquetodasteníanunnúmerodemetalencimadelapuerta(imparesalaizquierda,paresala derecha), no se parecían en nada. La número 9 tenía chimeneas, como una pequeña fábrica; la 4,tomateraspintadasenlasparedesyeltechodehierbaauténtica;la7parecíahechadeoropuro,brillabatanto a la luzdel sol que era casi imposiblemirarla.Todasdaban auna zona comunitariadel tamañoaproximadodeuncampodefútbol,moteadadeestatuasgriegas, fuentes,arriatesdefloresyunpardecanastasdebásquet(másdemiestilo).

Enelcentrodelazonacomunitariahabíaunagranhoguerarodeadadepiedras.Aunquelatardeeracálida,elfuegoardíaconfuerza.Unachicadeunosnueveañoscuidabalasllamas,atizandoloscarbonesconunavara.

Lasdosenormesconstruccionesdelfinal,lasnúmeros1y2,parecíanunmausoleoparaunaparejareal,demármolyconcolumnasdelante.Lanúmero1eralamásgrandeyvoluminosadelasdoce.Laspuertasdebroncepulidas relucíancomounholograma,demodoquedesdedistintos ángulosparecíanrecorridas por rayos.La 2 teníamás gracia, con columnasmás delgadas y rodeadas de guirnaldas deflores.Lasparedesestabangrabadasconfigurasdepavosreales.

—¿ZeusyHera?-aventuré.—Correcto.—Parecenvacías.—Algunasloestán.Nadiesequedaparasiempreenlaunoolados.Vale.Así que cada construcción teníaundiosdistinto, comounamascota.Doce casasparadoce

Olímpicos.Pero¿porquéalgunasestabanvacías?Medetuveenlaprimeradelaizquierda,la3.Noeraaltayfabulosacomola1,sinoalargada,bajaysólida.Lasparedeserandetoscapiedragris

tachonadaconpechinasycoral,comosilosbloquesdepiedrahubieransidoextraídosdirectamentedelfondodelocéano.EchéunvistazoporlapuertaabiertayQuiróncomentó:

—¡Uy,yonoloharía!Antesdequepudieraapartarme,percibílasalobreesenciadelinterior,comoelvientoaorillasdel

mar.Las paredes brillaban comoabulón.Había seis literas vacías con sábanas de seda, peroninguna

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señaldequealguienhubieradormidoallí.El lugarparecía tantristeysolitario,quemealegrécuandoQuirónmepusounamanoenelhombroydijo:

—Vamos,Percy.Lamayoríadelasdemáscasasestabanllenasdecampistas.Lanúmero5 era rojo brillante: pintada fatal, como si le hubieran cambiado el color arrojándole

cubosencima.El techoestabarodeadodealambredeespinos.Unacabezadisecadade jabalícolgabaencimadelapuerta,ysusojosparecíanseguirme.Dentroviunmontóndechicosychicasconcarademalos,echándosepulsosypeleándosemientrassonabamúsicarockatodotrapo.Quienmásruidohacíaeraunachicadeunoscatorceaños.LlevabaunacamisetatallaXXLdelCampamentoMestizobajounachaquetadecamuflaje.Memirófijamenteylanzóunacarcajadamalévola.MerecordóaNancyBobofit,aunqueesta chicaeramásgrande, teníaunaspectomás feroz,y elpelo largoygreñudo,ycastañoenlugarderojizo.

Seguíandando,intentandomantenermealejadodeloscascosdeQuirón.—Nohemosvistomáscentauros-comenté.— No -repuso con tristeza-. Los de mi raza son gentes salvajes y bárbaras, me temo. Puedes

encontrarlosenlanaturalezaoengrandeseventosdeportivos,peronoverásningunoaquí.—DicequesellamaQuirón.¿Esrealmente…?Mesonriódesdearriba.—¿ElQuiróndelashistorias?¿ElmaestrodeHérculesytodoaquello?Sí,Percy,ésesoyyo.—Pero¿notendríaqueestarmuerto?Quirónsedetuvo.— ¿Sabes?, no podría estarmuerto. No dependemí. Eones atrás los diosesme concedieronmi

deseo de seguir trabajando en lo que amaba. Podría ser maestro de héroes tanto tiempo como lahumanidadmenecesitara.Heobtenidomuchode esedeseo…y tambiénhe renunciadoamucho.Perosigoaquí,asíquesólosemeocurrequeaúnsemenecesita.

Penséensermaestrodurante tresmilaños.Desde luego,nohabríaestadoen la listademisdiezdeseosmásansiados.

—¿Noseaburre?—No,no.Avecesmedeprimohorriblemente,peronuncameaburro.—¿Porquésedeprime?Quirónparecióvolversedenuevodurodeoído.—Ah,mira-dijo-.Annabethnosespera.

LachicarubiaquehabíaconocidoenlaCasaGrandeestabaleyendounlibrodelantedelaúltimacabaña de la izquierda, la 11. Cuando llegamos junto a ella, me repasó conmirada crítica, como sisiguierapensandoenquebabeabacuandodormía.

Intentéverquéestaba leyendo,peronopudedescifrarel título.Penséquemidislexiaatacabadenuevo. Entonces reparé en que el libro ni siquiera estaba en inglés. Las letras parecían griego,literalmentegriego.Conteníailustracionesdetemplos,estatuasydiferentesclasesdecolumnas,comolasquehayenloslibrosdearquitectura.

—Annabeth -dijoQuirón-, tengo clase de arco para profesores amediodía. ¿Te encargas tú dePercy?

—Sí,señor.—Cabañaonce-medijoQuiróneindicólapuerta-.Estásentucasa.La11eralaquemásseparecíaalaviejaytípicacabañadecampamento,conespecialhincapiéen

lodevieja.Elumbralestabamuygastado;lapinturamarrón,desconchada.Encimadelapuertahabíaunode esos símbolos de la medicina, el comercio y otras cosas, una vara con dos culebras enroscadas.

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¿Cómosellama?Uncaduceo.Estaballenadechicosychicas,muchosmásqueelnúmerodeliteras.Habíasacosdedormirpor

todoelsuelo.ParecíamásungimnasiodondelaCruzRojahubieramontadouncentrodeevacuación.Quirónnoentró.Lapuertaerademasiadobajaparaél.Perocuandoloscampistaslovieron,todos

sepusieronenpieysaludaronrespetuosamenteconunareverencia.—Bueno,asípues…-dijoQuirón-.Buenasuerte,Percy.Teveoalahoradelacena.Ysemarchóalgalopehaciaelcampodetiro.Mequedéenelumbral,mirandoaloschicos.Yanoinclinabanlacabeza.Ahoraestabanpendientes

demí,calibrándome.Conocíaesaparte.Habíapasadoporellaenbastantescolegios.—¿Ybien?-meurgióAnnabeth-.Vamos.Así que, naturalmente, tropecé al entrar por la puerta y quedé como un completo idiota. Hubo

algunasrisitas,peronadiedijonada.Annabethanunció:—PercyJackson,tepresentoalacabañaonce.—¿Normalopordeterminar?-preguntóalguien.Yonosupequéresponder,peroAnnabethanunció:—Pordeterminar.Todoelmundosequejó.Unchicoalgomayorquelosdemásseacercó.—Bueno,campistas.Paraesoestamosaquí.Bienvenido,Percy,puedesquedarteconesehuecoen

elsuelo,aeselado.Elchicotendríaunosdiecinueveaños,yvayasimolaba.Eraaltoymusculoso,depelocolorarena

muycortoysonrisaamable.Vestíaunacamisetasinmangasnaranja,pantalonescortados,sandaliasyuncollar de cuero con cinco cuentas de arcilla de distintos colores. Lo único que alteraba un poco suapariencia era una enorme cicatriz blanca que le recorría media cara desde el ojo derecho a lamandíbula,unaviejaheridadecuchillo.

—Éste esLuke -lo presentóAnnabeth, y su voz sonó algodistinta.Lamiré y habría juradoqueestabalevementeruborizada.Alverquelamirabasuexpresiónvolvióaendurecerse-.Estuconsejeroporelmomento.

—¿Porelmomento?-pregunté.— Eres un por determinar -me aclaró Luke-. Aún no saben en qué cabaña ponerte, así que de

momento estás aquí. La cabaña once acoge a los recién llegados, todos visitantes, evidentemente.Hermes,nuestropatrón,eseldiosdelosviajeros.

Observélapequeñaseccióndesueloquemehabíanotorgado.Noteníanadaparaseñalarlacomopropia,niequipaje,niropanisacodedormir.SóloelcuernodelMinotauro.Penséendejarloallí,peroluegorecordéqueHermestambiéneraeldiosdelosladrones.

Miré alrededor. Algunos me observaban con recelo, otros sonreían estúpidamente, y otros memirabancomosiesperaranlaoportunidaddeecharmanoamisbolsillos.

—¿Cuántotiempovoyaestaraquí?-pregunté.—Buenapregunta-respondióLuke-.Hastaquetedeterminen.—¿Cuántotardará?Todosrieron.—Vamos-medijoAnnabeth-.Teenseñarélacanchadevoleibol.—Yalahevisto.—Vamos.-Meagarródelamuñecaymearrastrófuera,mientraslochicosreíanamisespaldas.

—Jackson,tienesqueesforzartemás-dijoAnnabethcuandonosseparamosunosmetros.

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—¿Qué?Pusolosojosenblancoymurmuróentredientes:—¿Cómopudecreerqueeraselelegido?—Pero¿quétepasa?-Empezabaaenfadarme-.Loúnicoqueséesquehematadoauntíotoro…— ¡No hables así! -me increpóAnnabeth-. ¿Sabes cuántos chicos en este campamento desearían

habergozadodelaoportunidadquetútuviste?—¿Dequememataran?—¡DelucharcontraelMinotauro!¿Paraquécreesqueentrenamos?Meneélacabeza.—Mira,silacosaconquemeenfrentéerarealmenteelMinotauro,elmismodelmito…—Puesclaroqueloera.—Perosólohahabidouno,¿verdad?—Sí.—Ymurióhaceunmontóndeaños,¿no?SelocargóTeseoenellaberinto.Asíque…—Losmonstruosnomueren,Percy.Puedenmatarse,peronomueren.—Hombre,gracias.Esoloaclaratodo.—Notienenalma,comotúocomoyo.Puedesdeshacertedeellosduranteuntiempo,talvezdurante

toda una vida, si tienes suerte. Pero son fuerzas primarias. Quirón los llama «arquetipos». Al finalsiemprevuelvenareconstruirse.

PenséenlaseñoraDodds.—¿Quieresdecirquesimataseauno,accidentalmente,conunaespada…?—EsaFur…quierodecir, tuprofesoradematemáticas.Bien,puesellasigueahí fuera.Loúnico

quehashechoescabrearlamuchísimo.—¿CómosabesdelaseñoraDodds?—Hablasensueños.—Casilallamasalgo.¿UnaFuria?SonlastorturadorasdeHades,¿no?Annabethmirónerviosaalsuelo,comositemiesequeseabrieraylatragara.—Nodeberías llamarlaspor sunombre, ni siquiera aquí.Cuando tenemosquemencionarlas las

llamamos«lasBenévolas».—Oye, ¿hay algo que podamos decir sin que se ponga a tronar? -Sonaba llorica, incluso amis

oídos,peroenaquelmomentoyanomeimportaba-.¿Yporquétengoquemetermeenlacabañaonce?¿Porquéestántodostanapiñados?Estállenodeliterasvacíasenlosotrossitios.-Señalélasprimerascabañas,yAnnabethpalideció.

—No se elige la cabaña, Percy.Depende de quiénes son tus padres.O… tu progenitor. -Semequedómirando,esperandoquelopillara.

—MimadreesSallyJackson-respondí-.TrabajaenlatiendadecaramelosdelaestaciónGrandCentral.Bueno,trabajaba.

—Sientolodetumadre,Percy,peronomereferíaaeso.Estoyhablandodetuotroprogenitor.Tupadre.

—Estámuerto.Noloconocí.Annabethsuspiró.Sindudayahabíatenidoantesestaconversaciónconotroschicos.—Tupadrenoestámuerto,Percy.—¿Cómopuedesdecireso?¿Loconoces?—No,claroqueno.—¿Entoncescómopuedesdecir…?—Porqueteconozcoati.Ynoestaríasaquísinofuerasunodelosnuestros.—Noconocesnadademí.

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—¿No?-Levantóunaceja-.Seguroquenohasparadodeirdeescuelaenescuela.Seguroqueteecharondelamayoría.

—¿Cómo…?—Tediagnosticarondislexia,quizátambiénTHDA.Intentétragarmelavergüenza.—¿Yesoquéimportaahora?—Todojuntoescasiunaseñalclara.Lasletrasflotanenlapáginacuandolaslees,¿verdad?Esoes

porque tumenteestápreparadaparaelgriegoantiguo.YelTHDA(eres impulsivo,nopuedesestartequietoenclase),esosontusreflejosparalabatalla.Enunalucharealtemantendríanvivo.Yencuantoalosproblemasdeatención,sedebeaquevesdemasiado,Percy,nodemasiadopoco.Tussentidossonmásagudosquelosdeunmortalcorriente.Porsupuesto,losmédicosquierenmedicarte.Lamayoríasonmonstruos.Noquierenquelosveasporloqueson.

—Hablascomo…comosihubieraspasadoporlamismaexperiencia.—Lamayoríade loschicosqueestánaquí lohanhecho.Sino fuerascomonosotrosnohabrías

sobrevividoalMinotauro,muchomenosalaambrosíayelnéctar.—¿Ambrosíaynéctar?—La comida y la bebida que te dimos para que te recuperaras. Eso habríamatado a un chico

normal.Lehabríaconvertidolasangreenfuegoyloshuesosenarena,yahoraestaríasmuerto.Asúmelo.Eresunmestizo.

Unmestizo.Teníatantaspreguntasenlacabezaquenosabíapordóndeempezar.Entoncesunavozhoscaexclamó:—¡Perobueno!¡Unnovato!Mevolví.Lachicacorpulentadelacabaña5avanzabahacianosotrosconpasolentoydecidido.

Treschicaslaseguían,grandes,feasyconaspectodemalascomoella,todasvestidasconchaquetasdecamuflaje.

—Clarisse-suspiróAnnabeth-.¿Porquénotelargasapulirlalanzaoalgoasí?—Fijo,señoritaPrincesa-repusolachicarrona-.Paraatravesarteconellaelviernesporlanoche.—Erreeskorakas!-replicóAnnabeth,ydealgúnmodoentendíqueengriegosignificaba«¡Andaa

dar de comer a los cuervos!», aunqueme dio la impresión de que era unamaldición peor de lo queparecía.

—Osvamosapulverizar-respondióClarisse,peroletemblóunpárpado.Quizánoestabaseguradepodercumplirsuamenaza.Sevolvióhaciamí-.¿Quiénesestealfeñique?

—PercyJackson-dijoAnnabeth-.ÉstaesClarisse,hijadeAres.Parpadeé.—¿Eldiosdelaguerra?Clarissereplicócondesdén:—¿Algúnproblema?—No-contesté-.Esoexplicaelmalolor.Clarissegruñó.—Tenemosunaceremoniadeiniciaciónparalosnovatos,Prissy.—Percy.—Loquesea.Ven,quetelaenseño.—Clarisse…-laadvirtióAnnabeth.—Quítatedeenmedio,listilla.Annabethparecíamuyfirme,perovayasisequitódeenmedio,yyotampocoqueríasuayuda.Era

elchiconuevo.Teníaqueganarmeunareputación.Le entregué aAnnabethmi cuerno deminotauro yme preparé para pelear, pero antes de darme

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cuentaClarissemehabíaagarradoporelcuelloymearrastrabahaciaeledificiocolorcenizaquesupedeinmediatoqueeraellavabo.

Yolanzabapuñetazosypatadas.Mehabíapeleadomuchasvecesantes,peroaquellaClarisseteníamanosdehierro.Mearrastróhastaelbañodelaschicas.Habíaunafiladeváteresaunladoyotradeduchas al otro. Olía como cualquier lavabo público, y yo pensé -todo lo que podía pensar mientrasClarissemetirabadelpelo-quesiaquelsitioerade losdioses,yapodríanprocurarseunosserviciosconmásclase.

LasamigasdeClarissereíanatodopulmón,mientrasyointentabaencontrarlafuerzaconquehabíaderrotadoalMinotauro,peronoestabaporningunaparte.

—Sí, hombre, seguro que esmaterial de los TresGrandes -dijo, empujándome hacia un váter-.SeguroqueelMinotaurosemuriódelarisaalverlapintadeestebobo.

Susamigasnoparabandereír.Annabethestabaenunaesquina,tapándoselacaraperomirandoentrelosdedos.Clarissemepusode rodillasyempezóaempujarme lacabezahacia la taza.Apestabaa tuberías

oxidadas ya…bueno, a lo que se echa en los váteres. Luché pormantener la cabeza erguida.Viendoaquellaaguaasquerosapensé:«Nometerélacabezaahínidebroma.»

Yentoncesocurrióalgo.Sentíuntirónenlabocadelestómago.Oílastuberíasrugiryestremecerse.Clarissemesoltóelpelo.Unchorrodeaguasaliódisparadodelváterydescribióunarcoperfectoporencimademicabeza.YocaídeespaldasalsuelosindejardeoírloschillidosdeClarisse.

Mevolvíjustocuandoelaguasaliódenuevodelataza,ledioaClarissedirectoenlacaraycontanta fuerza que la tumbó de culo. El chorro de agua la acosaba como si fuera una mangueraantiincendios,empujándolahaciaunacabinadeducha.

Ellaseresistíadandomanotazosychillando,ysusamigasempezaronaacercarse.Peroentonceslosotrosváteresexplotarontambiényseischorrosmásdeagualashicieronretrocederdegolpe.Lasduchastambiénentraronen funcionamiento,y juntas, todas las salidasdeaguaarrinconarona laschicashastasacarlasdelbaño,arrastrándolascomodesperdiciosqueseretiranconunamanguera.

En cuanto salieron por la puerta, sentí aflojar el tirón del estómagoy el agua terminó tan prontocomohabíaempezado.

Ellavaboenteroestabainundado.Annabethtampocosehabíalibrado.Estabaempapadadepiesacabeza, pero no había sido expulsada por la puerta. Se encontraba exactamente en el mismo lugar,mirándomeconmocionada.

Miréalrededoryreparéenqueestabasentadoenelúnicositiosecodelaestancia.Habíauncírculodesuelosecoentornoamí,ynoteníaniunagotadeaguasobrelaropa.Nada.

Mepuseenpie,conlaspiernastemblando.—¿Cómohas…?-preguntóAnnabeth.—Nolosé.Salimosfuera.Clarisseysusamigasestabantendidasenelbarro,yunpuñadodecampistassehabía

reunidoalrededorparamirarlasestupefactos.Clarisseteníaelpeloaplastadoenlacara.Suchaquetadecamuflajeestabaempapadayellaolíaaalcantarilla.Mededicóunamiradadeodioabsoluto.

—Estásmuerto,chiconuevo.Totalmentemuerto.Deberíahaberlodejadoestar,perorepliqué:—¿Tienesganasdevolverahacergárgarasconaguadelváter,Clarisse?Cierraelpico.Sus amigas tuvieron que contenerla. Luego la arrastraron hacia la cabaña 5, mientras los otros

campistasseapartabanparanorecibirunapatadadesuspiesvoladores.Annabethmemirabafijamente.—¿Qué?-lepregunté-.¿Quéestáspensando?—Estoypensandoquetequieroenmiequipoparacapturarlabandera.

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Capítulo7

Micenasedesvaneceenhumo

Lahistoriadelincidenteenellavaboseextendiódeinmediato.Dondequieraqueiba,loscampistasmeseñalabanymurmurabanalgosobreelepisodio.OpuedequesólomiraranaAnnabeth,queseguíabastanteempapada.

Me enseñó unos cuantos sitios más: el taller de metal (donde los chicos forjaban sus propiasespadas),eltallerdeartesyoficios(dondelossátirospulíanunaestatuademármolgigantedeunhombrecabra),elrocódromo,queenrealidadconsistíaendosmurosenfrentadosquesesacudíanviolentamente,arrojaban piedras, despedían lava y chocaban uno contra otro si no llegabas arriba con la suficienteceleridad.

Porúltimo,regresamosallagodelascanoas,dondeunsenderoconducíadevueltaalascabañas.—Tengo que entrenar -dijoAnnabeth sinmás-. La cena es a las siete ymedia. Sólo tienes que

seguirdesdetucabañahastaelcomedor.—Annabeth,sientoloocurridoenellavabo.—Noimporta.—Nohasidoculpamía.Memiróconaireescéptico,yreparéenquesíhabíasidoculpamía.Habíaprovocadoqueelagua

salieradisparadadesdetodoslosgrifos.Noentendíacómo,perolosbañosmehabíanrespondido.Lastuberíasyyonoshabíamosconvertidoenuno.

—TienesquehablarconelOráculo-dijoAnnabeth.—¿Conquién?—Noconquién,sinoconqué.ElOráculo.SelopediréaQuirón.Miréelfondodellago,deseandoquealguienmedieraunarespuestadirectaporunavez.No esperaba que nadieme devolviera lamirada desde el fondo, así queme quedé de una pieza

cuandonotéquehabíadosadolescentessentadasconlaspiernascruzadasenlabasedelembarcadero,aunosseismetrosdeprofundidad.Llevabanpantalonesvaquerosycamisetasverdebrillante,ylamelenacastañalesflotabasueltapor loshombrosmientras lospececillos lasatravesabanentodadirecciones.Sonrieronymesaludaroncomosifueraunamigoquenoveíandesdehacíamuchotiempo.

Atónito,lesdevolvíelsaludo.—Nolasanimes-meavisóAnnabeth-.Lasnáyadessonterriblescomonovias.—¿Náyades?-repetí,ysentíqueaquellomesuperaba-.Hastaaquíhemosllegado.Quierovolvera

casaahora.Annabethpusoceño.—¿Esquenolopillas,Percy?Yaestásencasa.Ésteeselúnicolugarseguroenlatierraparalos

chicoscomonosotros.—¿Terefieresachicosconproblemasmentales?—Merefieroanohumanos.Oporlomenosnodeltodohumanos.Mediohumanos.—¿Mediohumanosymedioqué?—Creoqueyalosabes.

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Noqueríaadmitirlo,perometemoquesílosabía.Sentíunlevetemblorenlasextremidades,unasensaciónqueavecesteníacuandomamáhablabademipadre.

—Dios-contesté-.Mediodios.Annabethasintió.—Tupadrenoestámuerto,Percy.EsunodelosOlímpicos.—Esoes…undisparate.— ¿Lo es? ¿Qué es lo más habitual en las antiguas historias de los dioses? Iban por ahí

enamorándose de humanos y teniendo hijos con ellos, ¿recuerdas? ¿Crees que han cambiado decostumbresenlosúltimosmilenios?

—Peroesonosonmásque…-Ibaadecirmitosotravez,perorecordélaadvertenciadeQuirón:alcabodedosmilañosyotambiénpodríaserconsideradounmito-.Perositodosloschicosquehayaquísonmediodioses…

—Semidioses-apostillóAnnabeth-.Éseeseltérminooficial.Omestizos,enlenguajecoloquial.—Entonces¿quiénestupadre?Aferróconfuerzalabarandilla.Tuvelaimpresióndehabertocadountemadelicado.—MipadreesprofesorenWestPoint-medijo-.Noloveodesdequeeramuypequeña.Daclases

deHistoriadeNorteamérica.—Entonceseshumano.— Pues claro. ¿Acaso crees que sólo los dioses masculinos pueden encontrar atractivos a los

humanos?¡Quésexistaeres!—¿Quiénestumadre,pues?—Cabañaseis.—¿Quées?Annabethseirguió.—Atenea,diosadelasabiduríaylabatalla.«Vale-pensé-.¿Porquéno?»Yformulélapreguntaquemásmeinteresaba:—¿Ymipadre?—Pordeterminar-repusoAnnabeth-,comotehedichoantes.Nadielosabe.—Exceptomimadre.Ellalosabía.—Puedequeno,Percy.Losdiosesnosiemprerevelansusidentidades.—Mipadrelohabríahecho.Laquería.Annabethrespondióconmuchotacto;noqueríadesilusionarme.—Puedeque tengas razón.Puedeque envíeuna señal.Es la únicamanerade saberlo seguro: tu

padretienequeenviarteunaseñalreclamándotecomohijo.Avecesocurre.—¿Quieresdecirqueavecesno?Annabethrecorriólabarandillaconlamano.—Losdioses estánocupados.Tienenunmontóndehijos y no siempre…Bueno, a veces no les

importamos,Percy.Nosignoran.Pensé en algunos chicos que había visto en la cabaña de Hermes, adolescentes que parecían

enfurruñadosydeprimidos,comoalaesperadeunallamadaquejamásllegaría.HabíaconocidochicosasíenlaacademiaYancy,enviadosainternadosporpadresricosquenoteníantiempoparaellos.Perolosdiosesdeberíancomportarsemejor,¿no?

—Asíqueestoyatrapadoaquí,¿verdad?-dije-.¿Paraelrestodemivida?— Depende. Algunos campistas se quedan sólo durante el verano. Si eres hijo de Afrodita o

Deméter,probablementenoseasuna fuerza realmentepoderosa.Losmonstruospodrían ignorarte,yenesecasotelasarreglaríasconunosmesesdeentrenamientoestivalyviviríasenelmundomortalelrestodelaño.Peroparaalgunosdenosotrosesdemasiadopeligrosomarcharse.Somosanuales.Enelmundo

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mortalatraemosmonstruos;nospresienten,seacercanparadesafiarnos.Enlamayoríadeloscasosnosignoranhastaquesomoslobastantemayoresparacrearproblemas,yasabes,apartirdelosdiezuonceaños.Perodespuésdeesaedad,lamayoríadelossemidiosesvienenaquísinoquierenacabarmuertos.Algunosconsiguensobrevivirenelmundoexterioryseconviertenenfamosos.Créeme,sitedijerasusnombreslosreconocerías.Algunosnisiquierasabenquesonsemidioses.Pero,enfin,sonmuypocos.

—¿Asíquelosmonstruosnopuedenentraraquí?Annabethmeneólacabeza.—Noamenosquese losutilice intencionadamenteparasurtir losbosquesoseaninvocadospor

alguiendedentro.—¿Porquéquerríanadieinvocaraunmonstruo?—Paracombatesdeentrenamiento.Parahacerchistesprácticos.—¿Chistesprácticos?— Lo importante es que los límites están sellados para mantener fuera a los mortales y los

monstruos.Desdefuera,losmortalesmiranelvalleynovennadararo,sólounagranjadefresas.—¿Asíquetúeresanual?Annabeth asintió. Por el cuello de la camiseta se sacó un collar de cuero con cinco cuentas de

arcilladedistintoscolores.EraigualqueeldeLuke,peroeldeellatambiénllevabaungruesoanillodeoro,comounsello.

—Estoyaquídesdequeteníasieteaños-dijo-.Cadaagosto,elúltimodíadelasesiónestival,teotorganunacuentaporsobrevivirunañomás.Llevomástiempoaquíquelamayoríadelosconsejeros,yellosestántodosenlauniversidad.

—¿Cómollegastetanpronto?Hizogirarelanillodesucollar.—Esonoesasuntotuyo.—Ya.-Guardéunincómodosilencio-.Bueno,y…¿podríamarcharmedeaquísiquisiera?—Seríaunsuicidio,peropodrías,conelpermisodelseñorDodeQuirón.Porsupuesto,nodan

ningúnpermisohastaelfinaldelveranoamenosque…—¿Amenosqué?—Queteasignenunamisión.Peroesocasinuncaocurre.Laúltimavez…-Dejólafraseamedias;

sutonosugeríaquelaúltimaveznohabíaidobien.—Enlaenfermería-dije-,cuandomedabasaquellacosa…—Ambrosía.—Sí.Mepreguntastealgodelsolsticiodeverano.LoshombrosdeAnnabethsetensaron.—¿Asíquesabesalgo?—Bueno…no.EnmiantiguaescuelaoíhablaraGroveryQuirónacercadeello.Grovermencionó

elsolsticiodeverano.Dijoalgocomoquenonosquedabademasiadotiempoparalafechalímite.¿Aquéserefería?

—Ojalálosupiera.Quirónylossátiroslosaben,peronotienenintencióndecontármelo.AlgovamalenelOlimpo,algoimportante.Laúltimavezqueestuveallítodoparecíatannormal…

—¿HasestadoenelOlimpo?—Algunosdelosanuales(Luke,Clarisse,yoyotros)hicimosunaexcursiónduranteelsolsticiode

invierno.Esentoncescuandolosdiosescelebransugranconsejoanual.—Pero…¿cómollegastehastaallí?— En el ferrocarril de Long Island, claro. Bajas en la estación Penn. Edificio Empire State,

ascensorespecialhastaelpisoseiscientos.-Memirócomosiestuvieraseguradequeesoyateníaquesaberlo-.EresdeNuevaYork,¿no?

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—Sí,desdeluego.-Loera,peroporloquesabíasólohabíacientodospisosenelEmpireState.Decidínomencionarlo.

—Justodespuésdelavisita-prosiguióAnnabeth-,eltiempocomenzóacambiar,comosihubieraestalladounatrifulcaentrelosdioses.Desdeentonces,heescuchadoaescondidasalossátirosunpardeveces.Lomáximoquehellegadoacolegiresquehanrobadoalgoimportante.Ysinolodevuelvenantesdelsolsticiodeverano,sevaa liar.Cuandollegaste,esperaba…Quierodecir…Ateneasellevabiencontodoelmundo,menosconAres.Bueno,claro,yestálarivalidadconPoseidón.Pero,apartedeeso,creíquepodríamostrabajarjuntos.Pensabaquesabríasalgo.

Neguéconlacabeza.Ojaláhubierapodidoayudarla,peromesentíademasiadohambriento,cansadoysobrecargadomentalmenteparaseguirhaciendopreguntas.

—Tengoque conseguirunamisión -murmuróAnnabethpara sí-.Yano soyunaniña.Si sólomecontaranelproblema…

Olíhumodebarbacoaquellegabadealgunapartecercana.Annabethdebiódeescucharlosrugidosdemiestómago,puesmedijoquemeadelantara,ellamealcanzaríadespués.Ladejéenelembarcadero,recorriendolabarandillaconundedocomositrazaraunplandebatalla.

Devueltaenlacabaña11,todoelmundoestabahablandoyalborotabamientrasesperabanlacena.Porprimeravez,advertíquemuchoscampistasteníanrasgossimilares:naricesafiladas,cejasarqueadas,sonrisas maliciosas. Eran la clase de chicos que los profesores señalarían como problemáticos.Afortunadamente,nadiemeprestódemasiadaatenciónmientrasmedirigíaamisitioenelsueloydejabaallímicuernodeminotauro.

Elconsejero,Luke,semeacercó.TambiénteníaelparecidofamiliardeHermes,aunquedeslucidoporlacicatrizdesumejilladerecha,perosusonrisaestabaintacta.

—Teheencontradounsacodedormir-dijo-.Ytoma,teherobadoalgunastoallasdelalmacéndelcampamento.

Nosepodíasabersibromeabaonoapropósitodelrobo.—Gracias-contesté.—Denada.-Sesentóamiladoyserecostócontralapared-.¿Hasidodurotuprimerdía?—Nopertenezcoaestelugar.Nisiquieracreoenlosdioses.—Ya-contestó-.Asíempezamostodos.Yluego,cuandoempiezasacreerenellos,tampocoesmás

fácil.Su amargurame sorprendió, porque Luke parecía un tipo que se tomaba las cosas con filosofía.

Parecíacapazdecontrolarcualquiersituación.—¿AsíquetupadreesHermes?-lepregunté.Sesacóunanavajaautomáticadelbolsilloyporuninstantepenséqueibaadestriparme,perosólo

sequitóelbarrodelasandalia.—Sí,Hermes.—Eltipodelaszapatillasconalas.—Ese.Losmensajeros.Lamedicina.Losviajantes,mercaderes,ladrones.Todoslosqueusanlas

carreteras. Por eso estás aquí, disfrutando de la hospitalidad de la cabaña once. Hermes no esquisquillosoalahoradepatrocinar.

SupusequeLukenopretendíallamarmedonnadie.—¿Hasvistoatupadre?-pregunté.—Unavez.Esperé,convencidodequesiqueríacontármeloloharía.Alparecernoquería.Mepreguntési la

historiatendríaalgoqueverconelorigendesucicatriz.Lukelevantólacabezayseobligóasonreír.

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—Notepreocupes,Percy.Loscampistassuelenserbuenagente.Despuésdetodo,somosfamilialejana,¿no?Noscuidamosunosaotros.

Parecíaentenderloperdidoquemesentía,yseloagradecíporqueuntipomayorcomoél-aunquefueraconsejero-sehabríamantenidoalejadodeunpringadodeinstitutocomoyo.PeroLukemehabíadadolabienvenidaalacabaña.Inclusohabíabirladoparamíalgunosartículosdebaño,queeralomásbonitoquehabíahechonadiepormíaqueldía.

Decidíhacerlemigranpregunta,laquellevabaincordiándometodalatarde.—Clarisse,deAres,hagastadobromassobrequeyoseamaterialdelos«TresGrandes».Después

Annabeth,endosocasiones,hadichoqueyopodríaser«elelegido».MedijoquetendríaquehablarconelOráculo.¿Dequévatodoeso?

Lukecerrósunavaja.—Odiolasprofecías.—¿Quéquieresdecir?Aparecióunticjuntoalacicatriz.—Digamosquelaliéabasedebien.Durantelosúltimosdosaños,desdequefalléenmiviajeal

JardíndelasHespérides,Quirónnohavueltoapermitirmásmisiones.Annabethsemueredeganasdesaliralmundo.EstuvodándoletantolapalizaaQuirónquealfinalledijoqueélyaconocíasudestino.TeníaunaprofecíadelOráculo.Nose locontó todo,pero ledijoqueAnnabethnoestabadestinadaapartiraúnenunamisión.Teníaqueesperaraquealguienespecialllegaraalcampamento.

—¿Alguienespecial?—Notepreocupes,chaval-repusoLuke-.AAnnabethlegustapensarquecadanuevocampistaque

pasaporaquíeslaseñalqueellaestáesperando.Venga,vamos,eslahoradelacena.Almomentodedecirlo,sonóuncuernoalolejos.Dealgúnmodosupequeeraelcaparazóndeuna

caracola,aunquejamáshabíaoídounoantes.—¡Once,formadenfila!-vociferóLuke.La cabaña al completo, unos veinte, formamos en el espacio común. La fila iba por orden de

antigüedad,asíqueyoeraelúltimo.Loscampistasllegarontambiéndeotrascabañas,exceptodelastresvacías del final, y de la número 8, que parecía normal de día, pero que ahora que se ponía el solempezabaabrillarargentada.

Subimosporlacolinahastaelpabellóndelcomedor.Senosunieronlossátirosdesdeelprado.Lasnáyadesemergierondellagodelascanoas.Unascuantaschicasmássalierondelbosque;ycuandodigodelbosque,quierodecirdirectamentedelbosque.Unaniñadeunosnueveodiezañossurgiódeltroncodeunarceyllegósaltandoporlacolina.

En total, habría unos cien campistas, una docena de sátiros y otra docena surtida de ninfas delbosqueynáyades.

En el pabellón, las antorchas ardían alrededor de las columnas demármol. Una hoguera centralrefulgíaenunbraserodebroncedeltamañodeunabañera.Cadacabañateníasupropiamesa,cubiertaconunmantelblancorematadoenmorado.Cuatromesasestabanvacías,peroladelacabaña11estaballenaenexceso.Tuvequeapretujarmealbordedeuntroncoconmediocuerpocolgando.

ViaGroversentadoalamesa12conelseñorD,unoscuantossátirosyunaparejadechicosrubiosregordetesclavadosalseñorD.Quirónestabadepieaunlado,lamesadepicnicerademasiadopequeñaparauncentauro.

Annabethsehallabaenlamesa6conunpuñadodechavalesdeaspectoatléticoyserio,todosconsusojosgrisesyelpelorubiocolormiel.

ClarissesesentabadetrásdemíenlamesadeAres.Alparecerhabíasuperadoelremojón,porqueestabariendoyeructandocontodossusamigos.

Al final,Quiróncoceóel suelodemármolblancodelpabellóny todoelmundoguardó silencio.

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Levantósucopaybrindó:—¡Porlosdioses!Las ninfas del bosque se acercaron con bandejas de comida: uvas,manzanas, fresas, queso, pan

fresco,ysí,¡barbacoa!Teníaelvasovacío,peroLukemedijo:—Háblale.Pideloquequierasbeber…sinalcohol,porsupuesto.— Coca-Cola de cereza -dije. El vaso se llenó con un líquido de color caramelo burbujeante.

Entonces tuve una idea-. Coca-Cola de cereza azul. -El refresco se volvió de una tonalidad cobaltointenso.Bebíunsorbo.Perfecto.

Brindé por mi madre. «No se ha ido -me dije-. Al menos no permanentemente. Está en elinframundo.Ysiesoesunlugarreal,entoncesalgúndía…»

—Aquítienes,Percy-medijoLuketendiéndomeunabandejadejamónahumado.Llenémiplatoymedisponíaacomercuandoobservéquetodoelmundoselevantabayllevabansus

platosalfuegoenelcentrodelpabellón.Mepreguntésiiríanporelpostre.—Ven-meindicóLuke.Alacercarme,viquetodostirabanpartedesucomidaalfuego:lafresamáshermosa,eltrozode

carnemásjugoso,elrollitomáscrujienteyconmásmantequilla.Lukememurmuróaloído:—Quemamosofrendasparalosdioses.Lesgustaelolor.—Estásdebroma.Sumiradameadvirtióquenoeraningunabroma,peronopudeevitarpreguntarmeporquéaunser

inmortaly todopoderoso legustabaelolorde lacomidaabrasada.Lukeseacercóal fuego, inclinó lacabezayarrojóungordoracimodeuvasnegras.

—Hermes-dijo.Yoeraelsiguiente.Ojalá hubiera sabido qué nombre de dios pronunciar.Al final, opté por una petición silenciosa:

«Quienquieraque seas,dímelo.Por favor.»Me inclinéy echéunagruesa rodajade jamónal fuego,yafortunadamentenomeasfixiéconeldensohumoquedesprendíalahoguera.

No olía en absoluto a comida quemada, sino a chocolate caliente, bizcocho recién hecho,hamburguesasalaparrillayfloressilvestres,yotrascosasdeliciosasquenodeberíanhabercombinadobien, peroque sin embargo lohacían.Casi llegué a creerque losdiosespodían alimentarsede aquelhumo.

Cuandotodoelmundoregresóasusasientosyhuboterminadosucomida,Quirónvolvióacocearelsueloparallamarnuestraatención.

ElseñorDselevantóconungransuspiro.— Sí, supongo que esmejor que os salude a todos, mocosos. Bueno, hola. Nuestro director de

actividades,Quirón, dice que el próximo capturar la bandera es el viernes.Demomento, los laurelesestánenpoderdelacabañacinco.

EnlamesadeAressealzaronvítoresamenazadores.—Personalmente -prosiguióel señorD-,nopodría importarmemenos,peroos felicito.También

deberíadecirosquehoyhallegadounnuevocampista.PeterJohnson.-Quirónseinclinóylemurmuróalgo-.Esto…Percy Jackson -secorrigióel señorD-.Puesmuybien.Hurray todoeso.Ahorapodéissentarosalrededordevuestratontahogueradecampamento.Venga.

Todo el mundo vitoreó. Nos dirigimos al anfiteatro, donde la cabaña de Apolo dirigió el coro.Cantamos canciones de campamento sobre los dioses, comimos bocadillos de galleta, chocolate ymalvaviscosybromeamos,ylomáscuriosofuequeyanomeparecióqueestuvierantodosmirándome.Mesentíencasa.

Más tarde,por lanoche,cuando laschispasde lahogueraascendíanhaciauncieloestrellado, la

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caracolavolvióa sonary todos regresamosen filaa lascabañas.Nomedicuentade locansadoqueestabahastaquemederrumbéenelsacodedormirprestado.

Mis dedos se cerraron alrededor del cuerno delMinotauro. Pensé en mi madre, pero sólo tuvebuenospensamientos:susonrisa,lashistoriasquemeleíaantesdeirmealacamacuandoerapequeño,lamaneraenquemedecíaquenodejaraquemepicaranlosmosquitos.

Cuandoalfinalcerrélosojos,medormíalinstante.EsefuemiprimerdíaenelCampamentoMestizo.Ojaláhubierasabidoquépocoibaadisfrutardeminuevohogar.

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Capítulo8

Capturamosunabandera

Lossiguientesdíasmeacostumbréaunarutinaquecasiparecíanormal,siexceptuamoselhechodequemedabanclasesátiros,ninfasyuncentauro.

CadamañanarecibíaclasesdegriegoclásicodeAnnabeth,yhablábamosdelosdiosesydiosasenpresente, loque resultababastante raro.DescubríqueAnnabeth tenía razónconmidislexia: elgriegoclásiconomeresultabatandifícildeleer.Almenosnomásqueelinglés.Trasunpardemañanas,podíarecorreratrompiconesunascuantasfrasesdeHomerosinquemedierademasiadodolordecabeza.

Elrestodeldíaprobabatodas lasactividadesalaire libre,buscandoalgoenloquefuerabueno.Quirónintentóenseñarmetiroconarco,peroprontodescubrimosquenoeraningúnasconlasflechas.Nosequejó,nisiquieracuandotuvoquedesenmarañarseunaflechaperdidadelacola.

¿Carreras? Tampoco. Las instructoras, unas ninfas del bosque, me hacían morder el polvo. Medijeronquenomepreocupara,queellas teníansiglosdeprácticade tantohuirdediosesenamorados.Pero,aunasí,eraunpocohumillantesermáslentoqueunárbol.

¿Ylaluchalibre?Olvídalo.Cadavezquemeacercabaalacolchoneta,Clarissemedabaparaelpelo.«Tengomásdeesto,siquieresotraración,pringado»,memurmurabaaloído.

Enloúnicoenquesobresalíaeralacanoa,quedesdeluegonoeralaclasedehabilidadheroicaquelagenteesperabadescubrirenelchicoquehabíaderrotadoalMinotauro.

Sabíaqueloscampistasmayoresylosconsejerosmeobservaban,intentabandecidirquiéneramipadre,peronolesestabaresultandofácil.YonoerafuertecomoloshijosdeAres,ni tanbuenoenelarcocomolosdeApolo.NoteníalahabilidadconelmetaldeHefestoni-nolopermitieranlosdioses-lahabilidaddeDionisocon lasvides.Lukemedijoque talvez fuerahijodeHermes,unaespeciedecomodínparatodoslosoficios,maestrodeninguno.Perotuvelaimpresióndequesólointentabahacerquemesintieramejor.Éltampocosabíaaquiénadscribirme.

Apesardetodo,megustabaelcampamento.Prontomeacostumbréa laneblinamatutinasobrelaplaya,alaromadeloscamposdefresasporlatarde,inclusoalossonidosrarosdelosmonstruosdelosbosquesporlanoche.Cenabaconlosdelacabaña11,echabapartedemicomidaalfuegoeintentabasentiralgúntipodeconexiónconmipadrereal.Nopercibínada,sóloelsentimientocálidoquesiemprehabía tenido, como el recuerdo de su sonrisa. Intentaba no pensar demasiado en mamá, pero seguíarepitiéndome:«Si losdiosesy losmonstruossonreales,si todasestashistoriasmágicassonposibles,seguroquehaymaneradesalvarla,dedevolverlaalavida…»

Empecé a entender la amargura de Luke y cuánto parecía molestarle su padre, Hermes. Sí, deacuerdo, a lomejor los dioses tenían cosas importantes que hacer. Pero ¿no podían llamar de vez encuando,otronar,oalgoporelestilo?DionisopodíahaceraparecerdelanadaunaCoca-Colalight.¿Porquénopodíamipadre,oquienfuera,haceraparecerunteléfono?

Elmartespor la tarde, tresdíasdespuésdemi llegadaalCampamentoMestizo, tuvemiprimeraleccióndecombateconespada.Todoslosdelacabaña11sereunieronenelenormeruedodondeLukenosinstruiría.

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Empezamosconlostajosylasestocadasbásicas,practicandoconmuñecosdepajaconarmaduragriega. Supongo que no lo hicemal. Por lomenos, entendí lo que se suponía que debía hacer ymisreflejoseranbuenos.

Elproblemaeraquenoencontrabaunaespadaquemefuerabien.Oeranmuypesadasodemasiadoligerasodemasiadolargas.Lukeintentótodoloqueestuvoensumanoparapertrecharme,perocoincidióenqueningunadelasarmasdeprácticasparecíaservirme.

Despuésempezamosaenfrentarnosenparejas.Lukeanuncióqueseríamicompañero,dadoqueeralaprimeravez.

— Buena suerte -me deseó uno de los campistas-. Luke es el mejor espadachín de los últimostrescientosaños.

—Alomejoraflojaunpococonmigo-dije.Elcampistabufó.Lukemeenseñólosataques,lasparadasylosbloqueosdeescudoalamaneradura.Concadagolpe,

acababaunpocomásmachacadoymagullado.—Mantén laguardiaalta,Percy -decía,ymeasestabauncintarazoen las costillas-. ¡No,no tan

alta!-¡Zaca!-.¡Ataca!-¡Zaca!-.¡Ahoraretrocede!-¡Zaca!Cuandoparamosparaeldescansochorreabasudor.Todoelmundoseapiñójuntoalrefrigeradorde

bebidas.Lukeseechóaguaheladasobrelacabeza,ymepareciótanbuenaideaqueloimité.Alinstantemesentímejor.Misbrazosrecuperaronfuerzas.Laespadanomeparecíatanextraña.

—¡Vale,todoelmundoencírculo,arriba!-ordenóLuke-.SiaPercynoleimporta,quierohacerosunapequeñademostración.

«Vale-pensé-,vamosavercómolezurranlabadanaaPercy.»Los chicos deHermes se reunieron alrededor demí. Se aguantaban las risitas. Supuse que antes

habíanestadoenmilugarysemoríandeimpacienciaporvercómoLukemeusabacomosacodeboxeo.Ledijoatodoelmundoqueibaahacerlesunademostracióndeunatécnicadedesarme:cómogirarelarmaenemigaasestándoleungolpeconlaespadadeplanoparaquenotuvieramásopciónquesoltarla.

— Esto es difícil -remarcó-. A mí me lo han hecho. No os riáis de Percy. La mayoría de losguerrerostrabajanañosantesdedominarestatécnica.

Hizounademostracióndelmovimientoacámaralenta.Desdeluego,laespadacayódemimanoconbastanteestrépito.

—Ahoraentiemporeal-dijoencuantohuberecuperadoelarma-.Atacamosyparamoshastaqueunolequiteelarmaalotro.¿Listo,Percy?

Asentí, yLuke vino pormí.De algúnmodo conseguí evitar que le diera a la empuñadura demiespada.Missentidosestabanalerta.Veíavenirsusataques.Conté.Diunpasoadelanteeintentéimitarlatécnica.Luke ladesviócon facilidad,perodetectéelcambioensucara.Aguzó lamiradayempezóapresionarconmásfuerza.

Me pesaba la espada. No estaba bien equilibrada. Sólo era cuestión de segundos que Luke mederrotara,asíquemedije:«¡Quédemonios,almenosinténtalo!»

Intenté lamaniobradedesarme.MihojadioenlabasedeladeLukeylagiré, lanzandotodomipesoenunaestocadahaciadelante.LaespadadeLukerepiqueteóenlaspiedras.Lapuntademiespadaestabaatresdedosdesupechoindefenso.

Losdemáscampistasquedaronensilencio.Bajélaespada.—Losiento…Perdona.PorunmomentoLukesequedódemasiadoaturdidoparahablar.—¿Perdona? -Surostromarcadoseensanchóenunasonrisa-.Por losdioses,Percy,¿porqué lo

sientes?¡Vuelveaenseñarmeeso!

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No quería. El breve ataque de energía frenéticame había abandonado por completo. Pero Lukeinsistió.

Esta vez no hubo competición. En cuanto nuestras espadas entraron en contacto, Luke golpeómiempuñaduraymiarmaacabóenelsuelo.

Trasunalargapausa,alguiendelpúblicopreguntó:—¿Lasuertedelprincipiante?Lukesesecóelsudordelafrente.Meobservóconuninterésabsolutamenterenovado.— Puede -dijo-. Pero me gustaría saber qué es capaz de hacer Percy con una espada bien

equilibrada…

El viernes por la tarde estaba con Grover a orillas del lago, descansando de una experienciacercanaalamuerteenelrocódromo.Groverhabíasubidoalacimaasaltoscomounacabramontesa,perolalavaporpocoacabaconmigo.Micamisateníaagujeroshumeantesysemehabíachamuscadoelvellodelosantebrazos.

Estábamossentadosenelembarcadero,observandoalasnáyadestejercesteríasubacuática,hastaquereunívalorparapreguntarlecómolehabíaidoconelseñorD.

Selepusolacaraalgoamarillaydijo:—Guay.Genial.—¿Asíquetucarrerasigueenpie?Memiróalgonervioso.—¿TehadichoQuirónquequierounalicenciadebuscador?— Bueno… no. -No tenía idea de qué era una licencia de buscador, pero no parecía el mejor

momentoparapreguntar-.Sólodijoqueteníasgrandesplanes,yasabes…yquenecesitabasganarte lareputacióndeterminarunencargodeguardián.¿Laconseguiste?

Grovermiróhaciaabajo,alasnáyades.—ElseñorDhasuspendidolavaloración.Dicequenohefracasadonilogradonadaaúncontigo,

asíquenuestrosdestinossiguenunidos.Sitedieranunamisiónyyoteacompañaraparaprotegerte,ylosdosregresáramosvivos,puedequeconsideraraterminadomitrabajo.

Meanimé.—Bueno,¿noestátanmal,no?—¡Beee-ee!Habríasidomejorquemetrasladaraalimpiezadeestablos.Lasoportunidadesdeque

tedenunamisión…Además,aunqueteladieran,¿porquéibasaquerermeatulado?—¡Puesclaroquetequerríaamilado!Alicaído,Groverobservóelagua.—Cestería…Tienequeserestupendotenerunahabilidadquesirvaparaalgo.Intenté animarlo, asegurándole que poseíamuchísimos talentos, pero eso sólo lo pusomás triste.

Hablamosunratodecanoasyespadas,despuésdebatimoslosprosycontrasdelosdistintosdioses.Alfinal,acabépreguntándoleporlascabañasvacías.

—Lanúmeroocho,ladeplata,esdeArtemisa-dijo-.Jurómantenersesiempredoncella.Asípues,nadadeniños.Lacabañaes,yasabes…honoraria.Sinotuvieraunaseenfadaría.

—Ya.Pero¿ylasotrastres,lasdelfondo?¿SonésaslosTresGrandes?Groversepusoentensión.Erauntemadelicado.—No. Una de ellas, la número dos, es de Hera, otra de las honorarias -dijo-. Es la diosa del

matrimonio, así que por supuesto no va por ahí teniendo romances conmortales. Esa es tarea de sumarido.Cuando decimos losTresGrandes nos referimos a los tres hermanos poderosos, los hijos deCronos.

—Zeus,PoseidónyHades.

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—Exacto.Veoqueestásalloro.Traslagranbatallacontralostitanes,lequitaronelmundoasupadreyseecharonasuertesaquiénletocabacadacosa.

—AZeusletocóelcielo,aPoseidónelmaryaHadeselinframundo-dije.—Aja.—PeroHadesnotienecabaña.—No, y tampoco trono en elOlimpo.Digamos que se dedica a sus cosas en el inframundo. Si

tuvieraunacabañaaquí…-Groverseestremeció-.Bueno,noseríaagradable.Dejémosloasí.—PeroZeusyPoseidón…Losdosteníaninfinidaddehijosenlosmitos.¿Porquéestánvacíassus

cabañas?Grovermoviólaspezuñas,incómodo.— Hace unos sesenta años, tras la Segunda Guerra Mundial, los Tres Grandes se pusieron de

acuerdoparanoengendrarmáshéroes.Losniñoserandemasiadopoderosos.Influíanbastanteenelcursodelosacontecimientosdelahumanidadycausabanmuchoderramamientodesangre.LaSegundaGuerraMundialfuebásicamenteunaluchaentreloshijosdeZeusyPoseidónporunlado,ylosdeHadesporelotro.Elladoganador,ZeusyPoseidón,obligóaHadesahacerunjuramentoconellos:nomáslíosconmortales.TodosjuraronsobreelríoEstige.

Eltruenobramó.— Ese es el juramento más serio que puede hacerse -dije. Grover asintió-. ¿Y los hermanos

mantuvieronsupalabra?LaexpresióndeGroverseenturbió.—Hacediecisieteaños,Zeussecayódeltren.Habíaunaestrelladetelevisiónconunpeinadode

losochenta…Enfin,nosepudoresistir.Cuandonaciósuhija,unaniñallamadaThalia…Bueno,elríoEstigesetomaenseriolaspromesas.Zeusselibrófácilmenteporqueesinmortal,perocondujoasuhijaaundestinoterrible.

—¡Peroesonoesjusto!¡Nofueculpadelaniña!Grovervaciló.—Percy,loshijosdelosTresGrandestienenmayorespoderesqueelrestodelosmestizos.Tienen

unauramuypoderosa,unaromaqueatraealosmonstruos.CuandoHadesseenteródelodelaniña,nolehizoningunagraciaqueZeushubierarotoeljuramento.HadesliberóalospeoresmonstruosdelTártaroparatorturaraThalia.Seleasignóunsátirocomoguardiáncuandoteníadoceaños,peronohabíanadaquepudierahacer.Intentóescoltarlahastaaquíconotropardemestizosdelosquesehabíahechoamiga.Casiloconsiguieron.Llegaronhastalacimadelacolina.-Señalóalotroladodelvalle,elpinojuntoalqueyohabíaluchadoconelMinotauro-.LosperseguíanlastresBenévolas,juntoaunahordadeperrosdel infierno.EstabanapuntodeechárselesencimacuandoThalia ledijoa su sátiroque llevaraa losotrosdosmestizosalugarseguromientrasellaconteníaalosmonstruos.Estabaheridaycansada,ynoqueríavivircomounanimalperseguido.Elsátironoqueríadejarla,peroThalianocambiódeidea,yéldebía proteger a los otros. Así que se enfrentó a su última batalla sola, en la cumbre de la colina.Mientrasmoría,Zeussecompadeciódeella.Laconvirtióenaquelárbol.Suespírituayudaaprotegerlaslindesdelvalle.PoresolacolinasellamaMestiza.

Miréelpinoenladistancia.La historia me dejó vacío, y también me hizo sentir culpable. Una chica de mi edad se había

sacrificadoparasalvara susamigos.Sehabíaenfrentadoa todounejércitodemonstruos.Al ladodeeso,mivictoriasobreelMinotauronoparecíagrancosa.Mepreguntésidehaberactuadodemaneradiferente,habríapodidosalvaramimadre.

—Grover-ledije-,¿hayalgúnhéroequehayacumplidomisionesenelinframundo?—Algunos-respondió-.Orfeo,Hércules,Houdini.—Y…¿hantraídodevueltaaalguiendeentrelosmuertos?

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—No.Nunca.Orfeocasiloconsiguió…Percy,¿noestaráspensandoseriamenteen…?—No-mentí-.Sólomelopreguntaba.-Ycambiédetema-:Asíque¿siemprehayunsátiroasignado

paravelarporunsemidiós?Grovermeestudióconrecelo,pococonvencidodequehubieseabandonadolaideadelinframundo.— No siempre. Acudimos en secreto a muchas escuelas. Intentamos detectar los mestizos con

potencialparasergrandeshéroes.Siencontramosalgunoconunauramuypoderosa,comounhijodelosTresGrandes, alertamos aQuirón.Éste intentavigilarlos, porquepodrían causarproblemas realmentegraves.

—Ytúmeencontraste.Quiróndicequecreesqueyopodríaseralguienespecial.Groverhizounamueca.— Yo no… Oye, no pienses en eso. Aunque lo fueras (ya sabes a qué me refiero), jamás te

asignaríanunamisión,yyonuncaobtendrémilicencia.ProbablementeereshijodeHermes.Opuedequeinclusodeunodelosmenores,comoNémesis,ladivinidaddelavenganza.Notepreocupes,¿vale?

Meparecióquelodecíamásporconfortarseasímismoqueamí.

Esanoche,despuésdelacenahubomásajetreoquedecostumbre.Porfinhabíallegadoelmomentodecapturarlabandera.Cuandoretiraronlosplatos,lacaracolasonóytodosnospusimosenpie.LoscampistasgritaronyvitorearoncuandoAnnabethydosdesushermanosentraronenelpabellón

portandounestandartedeseda.Medíaunostresmetrosdelargo,eradeungrisrelucienteyteníapintadaunalechuzaencimadeunolivo.Porelladocontrariodelpabellón,Clarisseysuscolegasentraronconotroestandarte,detamañoidénticoperorojofuego,pintadoconunalanzaensangrentadayunacabezadejabalí.

MevolvíhaciaLukeylegritéporencimadelbullicio:—¿Esassonlasbanderas?—Sí.—¿AresyAteneadirigensiemprelosequipos?—Nosiempre-repuso-,perosíamenudo.—Asíquesiotracabañacapturauna,¿quéhacéis?¿Repintáislabandera?Sonrió.—Yaloverás.Primerotenemosqueconseguiruna.—¿Dequéladoestamos?Melanzóunamiradaladina,comosisupieraalgoqueyoignoraba.Lacicatrizensurostrolehacía

parecercasimaloalaluzdelasantorchas.—NoshemosaliadotemporalmenteconAtenea.EstanochevamosporlabanderadeAres.Ytúvas

aayudarnos.Se anunciaron los equipos. Atenea se había aliado con Apolo y Hermes, las dos cabañas más

grandes;alparecer,acambiodealgunosprivilegios:horariosen laduchayen las tareas, lasmejoreshorasparaactividades.

Aressehabíaaliadocontodoslosdemás:Dioniso,Deméter,AfroditayHefesto.Porlovisto,doschicos de Dioniso eran bastante buenos atletas. Los de Deméter poseían grandes habilidades con lanaturalezaylasactividadesalairelibre,peronoeranmuyagresivos.LoshijosehijasdeAfroditanomepreocupabandemasiado;prácticamenteevitabancualquieractividad,mirabansusreflejosenellago,sepeinabanycotilleaban.Porsuparte,losúnicoscuatroniñosdeHefestonoeranguapos,perosígrandesycorpulentos debido a su trabajo en la herrería todo el día. Podrían ser un problema.Eso dejaba, porsupuesto, a la cabaña deAres: una docena de los chavalesmás grandes, feos ymarrulleros de LongIsland,ydecualquierotrolugardelplaneta.

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Quiróncoceóelmármoldelsuelo.— ¡Héroes! -anunció-. Conocéis las reglas. El arroyo es la frontera. Vale todo el bosque. Se

permitentodotipodeartilugiosmágicos.Elestandartedebeestarclaramenteexpuestoynotenermásdedosguardias.Losprisionerospuedenserdesarmados,peronoheridosniamordazados.Nosepermitematarnimutilar.Yoharédeárbitroymédicodeurgencia.¡Armaos!

Abriólosbrazosyderepentelasmesassecubrierondeequipamiento:cascos,espadasdebronce,lanzas,escudosdepieldebueyconproteccionesdemetal.

—¡Uau!-exclamé-.¿Deverdadvamosausartodoesto?Lukememirócomosiyofuesetonto.—Amenosquequierasquetusamiguitosdelacincoteensarten.Ten.Quirónhapensadoqueesto

teiríabien.Estásenpatrulladefrontera.MiescudoeradeltamañodeuntablerodelaNBA,conunenormecaduceoenelmedio.Pesabamil

kilos.Habríapodidopracticarsnowboardconél,peroconfiabaenquenadieesperarademíquecorrieramuyrápido.Micasco,comotodoslosdelequipodeAtenea,teníaunpenachoazulencima.Aresysusaliadoslollevabanrojo.

—¡Equipoazul,adelante!-gritóAnnabeth.Vitoreamos,agitamosnuestrasarmasylaseguimosporelcaminohacialapartesurdelbosque.El

equiporojonosprovocabaagritosmientrasseencaminabahaciaelnorte.ConseguíalcanzaraAnnabethsintropezarconmiequipo.— ¡Eh! -Ella siguió marchando-. Bueno, ¿y cuál es el plan? -pregunté-. ¿Tienes algún artilugio

mágicoquepuedasprestarme?Semetiólamanoenelbolsillo,comositemieraquelehubieserobadoalgo.—OjoconlalanzadeClarisse-dijo-.Teaseguroquenoteconvienequeesacosatetoque.Porlo

demás,notepreocupes.ConseguiremoselestandartedeAres.¿TehadadoLuketutrabajo?—Patrulladefrontera,sealoquesea.—Esfácil.Quédatejuntoalarroyoymanténalosrojosapartados.Déjameelrestoamí.Atenea

siempretieneunplan.Apretóelpaso,dejándomeenlainopia.—Vale-murmuré-.Mealegrodequemequisierasentuequipo.Era una noche cálida y pegajosa. Los bosques estaban oscuros, las luciérnagas parpadeaban.

Annabethmehabíaubicadojuntoaunpequeñoarroyoqueborboteabaporencimadeunasrocas,mientrasellayelrestodelequiposedispersabaentrelosárboles.

Allídepie,solo,conmigrancascodeplumasazulesymienormeescudo,mesentícomounidiota.Laespadadebronce,comotodaslasespadasquehabíaprobadohastaentonces,parecíamalequilibrada.Laempuñaduradecueromeresultabatancómodacomounaboladejugaralosbolos.

Peronadiemeharíadaño,¿no?Vamos,queelOlimpodebíadeteneralgúntipoderesponsabilidadaterceros,digoyo.

Enlalejaníaseoyólacaracola.Escuchévítoresygritosenlosbosques,entrechocardeespadas,chicospeleando.Unaliadoemplumadodeazulpasócorriendoamiladocomounciervo,cruzóelarroyoyseinternóenterritorioenemigo.

«Vale-pensé-.Comodecostumbre,mepierdotodaladiversión.»Entonces, en algún lugar cerca de donde me encontraba, oí un ruido -una especie de gruñido

desgarrador-quemeprovocóunsúbitoescalofrío.Levantéinstintivamentemiescudo,conlaimpresióndequealgomeacechaba.Entonceslosgruñidossedetuvieron.Percibíquelapresenciaseretiraba.

Alotroladodelarroyo,deprontolamalezaexplotó.AparecieroncincoguerrerosdeAresgritandoyaullandodesdelaoscuridad.

—¡Alaguaconelpringado!-gritóClarisse.

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Sus feosojosporcinosdespidieronodioa travésde las rendijasdelcasco.Blandíauna lanzademetroymedio,encuyapuntademetalcongarfiostitilabaunaluzroja.Sushermanossólollevabanlasespadasdebroncetípicas;tampocoesqueesomehicierasentirmejor.

Cargaronatravésdelriachuelo.Nohabíaayudaalavista.Podíacorrer.OtratardedefendermedelamitaddelacabañadeAres.

Conseguí evitar el lance del primer chaval, pero aquellos tipos no eran tan tontos como elMinotauro.Me rodearon y Clarisseme atacó con la lanza.Mi escudo desvió la punta, pero sentí undolorosocalambreportodoelbrazo.Semepusieronlospeloscomoescarpiasyelbrazodelescudomequedóentumecido.Jadeaba.

Electricidad.Suestúpidalanzaeraeléctrica.Mereplegué.Otrochavalmeasestóungolpeenelpechoconlaempuñaduradelaespadaycaíalsuelo.Habríanpodidopatearmehastaconvertirmeengelatina,peroestabandemasiadoocupadosriéndose.—Sesióndepeluquería-dijoClarisse-.Agarradleelpelo.Conseguíponermeenpieylevantélaespada,peroClarisselaapartódeungolpeconlalanza,que

chisporroteaba.Ahorateníaentumecidoslosdosbrazos.—Uy,uy,uy-seburlóClarisse-.Quémiedomedaestetío.Muchísimo.—Labanderaestáenaquelladirección-ledije.Tratédefingirqueestabaenfadadodeverdad,pero

metemoquenoloconseguídeltodo.—Ya-contestóunodesushermanos-.Peroverás,nonosimportalabandera.Loquenosimportaes

untipoqueharidiculizadoanuestracabaña.—Pues lo hacéis sinmi ayuda -respondí.Admito que quizá no fue lomás inteligente que pudo

ocurrírseme.Doschavalesseabalanzaronsobremí.Yoretrocedíhastaelarroyo,intentélevantarelescudo,pero

Clarisse erademasiado rápida.Su lanzamediodirectamente en las costillas.Denohaber llevado elpechoprotegido,mehabríaconvertidoenkebabdepollo.Comosí lo llevaba,el aguijonazoeléctricosólomediosensacióndearrancarmelosdientes.Unodesuscompañerosdecabañamemetióunbuentajoenelbrazo.

Vermipropiasangre-cálidayfríaalmismotiempo-memareó.—Noestápermitidohacersangre-farfullé.—Andaya-respondióeltipo-.Supongoquemequedarésinpostre.Me empujó al arroyo y aterricé con un chapuzón. Todos rieron. Supuse que moriría tan pronto

terminaran de divertirse. Pero entonces ocurrió algo.El agua pareció despertarmis sentidos, como siacabaradecomermeunabolsadelasgominolasdemimadre.

Clarisse y sus colegas se metieron en el arroyo para acabar conmigo, pero yo me puse en piedispuestoa recibirlos.Sabíaquéhacer.Alprimero leaticéuncintarazoen lacabezay learranquéelcascolimpiamente.Leditanfuertequelevilosojosvibrarmientrassederrumbabaenelagua.

Elfeonúmerodosyelfeonúmerotressemearrojaronencima.Leestampéelescudoenlacaraaunoyusélaespadaparaesquilarelpenachodelotro.Ambosretrocedieronconrapidez.Elfeonúmerocuatronoparecíacondemasiadasganasdeatacarme,peroClarissellegabaembalada,ylapuntadesulanzacrepitabadeenergía.Encuantoembistió,atrapéelastaentreelbordedemiescudoylaespadaylarompícomounaramita.

—¡Jo!-exclamó-.¡Idiota!¡Gusanoapestoso!Y me habría llamado cosas peores, pero le aticé en la frente con la empuñadura y la envié

tambaleándosefueradelarroyo.Entonces oí chillidos y gritos de alegría, y vi a Luke correr hacia la frontera enarbolando el

estandartedelequiporojo.UnpardechavalesdeHermeslecubríanlaretiradayunoscuantosapolosseenfrentabanalashuestesdeHefesto.LosdeAresselevantaronyClarissemurmuróunatorvamaldición.

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—¡Unatrampa!-exclamó-.¡Eraunatrampa!Trataron de atrapar a Luke, pero era demasiado tarde. Todo elmundo se reunió junto al arroyo

cuandoLukecruzóasuterritorio.Nuestroequipoestallóenvítores.Elestandarterojobrillóysevolvióplateado.Eljabalíylalanzafueronreemplazadosporunenormecaduceo,elsímbolodelacabaña11.LosdelequipoazulagarraronaLukeyloalzaronenhombros.Quirónsalióamediogalopedelbosqueehizosonarlacaracola.

Eljuegohabíaterminado.Habíamosganado.EstabaapuntodeunirmealacelebracióncuandolavozdeAnnabeth,justoamiladoenelarroyo,

dijo:—Noestámal,héroe.-Miré,peronoestabaallí-.¿Dóndedemonioshasaprendidoalucharasí?-

mepreguntó.ElaireseestremecióyellasematerializóamiladoquitándoseunagorradelosYankees.Meenfadé.Nisiquieramealucinóelhechodequeacabaradevolverseinvisible.—Mehasusadocomocebo-ledije-.MehaspuestoaquíporquesabíasqueClarissevendríapor

mí,mientrasenviabasaLukeporelotroflanco.Lohabíasplaneadotodo.Annabethseencogiódehombros.—Yatelohedicho.Ateneasiempretieneunplan.—Unplanparaquemepulvericen.—Vinetanrápidocomopude.Estabaapuntodesaltarparadefenderte,pero…-Seencogióotravez

dehombros-.Nonecesitabasmiayuda.-Entoncessefijóenmibrazoherido-.¿Cómotehashechoeso?—Esunaheridadeespada.¿Quépensabas?—No.Eraunaheridadeespada.Fíjatebien.Lasangrehabíadesaparecido.Dondehabíaestadoelcorte,ahorahabíaunlargorasguño,ytambién

estabadesapareciendo.Antemisojos,seconvirtióenunapequeñacicatrizyfinalmentesedesvaneció.—¿Cómohashechoeso?-dijealelado.Annabethreflexionóconrepentinaconcentración.Casiveíagirar losengranajesensucabeza.Me

miróalospies,despuéslalanzarotadeClarisse,yporfindijo:—Saldelagua,Percy.—¿Qué…?—Hazloycalla.Lohiceeinmediatamentevolvíasentirlosbrazosentumecidos.Elsubidóndeadrenalinaremitióy

casimederrumbo,peroAnnabethmesujetó.—Oh,Estige-maldijo-.Estonoesbueno.Yonoquería…SupusequehabríasidoZeus.Antesdequepudierapreguntarquéqueríadecir,volvíaoírelgruñidocaninodeantes,peroesta

vezmuchomáscerca.Ungruñidoqueparecióabrirendoselbosque.Losvítores de los campistas cesaron al instante.Quiróngritó algo engriego clásico, y sólomás

tardeadvertíquelohabíaentendidoalaperfección:—¡Apartaos!¡Miarco!Annabethdesenvainósuespada.Enlasrocassituadasencimadenosotroshabíaunenormeperronegro,conojosrojoscomolalava

ycolmillosqueparecíandagas.Memirabafijamente.Nadiesemovió,yAnnabethgritó:—¡Percy,corre!Intentó interponerse entre el bicho y yo, pero el perro eramuy rápido.Le saltó por encima -una

sombracondientes-y se abalanzó sobremí.Depronto caíhacia atrásy sentí que susgarras afiladasperforabanmiarmadura.Oíunacascadadesonidosderasgado,comosirompieranpedazosdepapelunodetrásdeotro,ydeprontoelbichoteníaunpuñadodeflechasclavadasenelcuello.Cayómuertoamis

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pies.Poralgúnmilagro,yoseguíavivo.Noquisemirardebajodemiarmaduradespedazada.Sentíael

pecho caliente y húmedo, sin duda tenía cortes muy feos. Un segundo más y el animal me habríaconvertidoenpicadillofino.

Quiróntrotóhastanosotros,conunarcoenlamanoyelrostrosombrío.—Diimmortales!-exclamóAnnabeth-.EsoeraunperrodelinfiernodelosCamposdeCastigo.No

están…sesuponequeno…—Alguienlohainvocado-dijoQuirón-.Alguiendelcampamento.Lukeseacercó.Habíaolvidadoelestandarteysumomentodegloriasehabíaesfumado.—¡Percytienelaculpadetodo!-vociferóClarisse-.¡Percylohainvocado!—Cállate,niña-leespetóQuirón.Observamoselcadáverdelperrodelinfiernoderretirseenunasombra,fundirseconelsuelohasta

desaparecer.—Estásherido-medijoAnnabeth-.Rápido,Percy,méteteenelagua.—Estoybien.—No,noloestás-replicó-.Quirón,miraesto.Estabademasiadocansadoparadiscutir.Regreséalarroyo,ytodoelcampamentosecongregóen

tornoamí.Alinstantemesentímejorylasheridasdemipechoempezaronacerrarse.Algunoscampistassequedaronboquiabiertos.

—Bueno,yo…laverdadesquenosécómo…-intentédisculparme-.Perdón…Peronoestabanmirandocómosanabanmisheridas.Mirabanalgoencimademicabeza.—Percy-dijoAnnabeth,señalando.Cuandoalcélamirada,laseñalempezabaadesvanecerse,peroaúnsedistinguíaelhologramade

luzverde,girandoybrillando.Unalanzadetrespuntas:untridente.—Tupadre-murmuróAnnabeth-.Estonoesnadabueno.—Yaestádeterminado-anuncióQuirón.Todosempezaronaarrodillarse, incluso loscampistasde la cabañadeAres, aunquenoparecían

nadacontentos.—¿Mipadre?-preguntéperplejo.—Poseidón-repusoQuirón-.Sacudidorde tierras,portadorde tormentas,padrede loscaballos.

Salve,PerseusJackson,hijodeldiosdelmar.

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Capítulo9

Meofrecenunamisión

Alamañanasiguiente,Quirónmetrasladóalacabaña3.Noteníaquecompartirlaconnadie.Gozabadeespaciodesobraparatodasmiscosas:elcuernode

Minotauro,unjuegoderopalimpiayunabolsadeaseo.Podíasentarmeamipropiamesa,escogermisactividades,gritar«lucesfuera»cuandomeapetecieraynoescucharanadiemás.

Peromesentíatotalmentedeprimido.Justocuandoempezabaasentirmeaceptado,asentirqueteníaunhogarenlacabaña11yquepodía

serunniñonormal-otannormalcomosepuedacuandoeresmestizo-,meseparabancomosituvieraunaenfermedadrara.

Nadiemencionabaelperrodelinfierno,peroteníalaimpresióndequetodoslocomentabanamisespaldas.Elataquehabíaasustadoatodoelmundo.Enviabadosmensajes:uno,queerahijodeldiosdelmar; y dos, los monstruos no iban a detenerse ante nada para matarme. Incluso podían invadir elcampamentoquesiempresehabíaconsideradoseguro.

Losdemáscampistasseapartabandemítodoloposible.DespuésdeloqueleshabíahechoalosdeAresenelbosque,lacabaña11seponíanerviosaconmigo,asíquemisleccionesconLukeahoraeranparticulares.Mepresionabamásquenunca,ynotemíamagullarmeenelproceso.

—Vasanecesitar todoelentrenamientoposible -medijo,mientraspracticábamosconespadasyantorchasardiendo-.Vamosaprobarotravezesegolpeparadescabezar lavíbora.Repítelocincuentaveces.

Annabeth seguía enseñándome griego por las mañanas, pero parecía distraída. Cada vez que yodecía algo,me reñía, como si acabara de darle una bofetada. Después de las lecciones semarchabamurmurandoparasí:«Misión…¿Poseidón…?Menudadesgracia…Tengoqueplanearalgo…»

InclusoClarissemanteníalasdistancias,aunquesusmiradascargadasdevenenodejabanclaroquequeríamatarmeporhaberlerotolalanzamágica.Deseéquemegritara,medieraunpuñetazooalgoasí.Preferíametermeenpeleastodoslosdíasaquemeignoraran.

Sabíaquealguienenelcampamentometeníamanía,porqueunanocheentréenmicabañayencontréunperiódicoquehabíandejadoenlapuerta,unejemplardelNewYorkDailyNews,abiertoporlapáginadedicada a la ciudad. Casi me llevó una hora leer el artículo, porque cuantomásme enfadaba, másflotabanlaspalabrasporlapágina.

UNCHICOYSUMADRESIGUENDESAPARECIDOS

TRASEXTRAÑOACCIDENTEDECOCHE.

POREILEENSMYTHE

Sally Jackson y su hijo Percy llevan una semana en paradero desconocido tras su misteriosa

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desaparición.ElCámarodel78de la familia fuedescubiertoelpasadosábadoenunacarreteraalnortedeLongIsland,calcinado,coneltechoarrancadoyelejedelanteroroto.Elcochehabíadadounavueltadecampanaypatinadovariosmetrosantesdeexplotar.

MadreehijoestabandevacacionesenMontauk,perosemarcharonmuyprontoenmisteriosascircunstancias.Enelcocheylaescenadelaccidentefueronhalladospequeñosrastrosdesangre,peronohabíamás señalesde losdesaparecidos Jackson.Los residentesde la zona ruralaseguraronnohabervistonadaanormalalrededordelahoradelaccidente.

ElmaridodelaseñoraJackson,GabeUgliano,aseguraquesuhijastroPercyJacksonesunniñocon problemas que ha sido expulsado de numerosos internados y que en el pasado manifestótendenciasviolentas.

La policía no se pronuncia acerca de si el hijoPercy es sospechoso de la desaparición de sumadre,peronodescartaningunahipótesis.LasimágenesdeabajosonfotosrecientesdeSallyJacksonyPercy.Lapolicíaruegaatodosaquellosqueposeaninformaciónquellamenalsiguientenúmerodeteléfonogratuito.

Habíanseñaladoelteléfonoconuncírculoenrotuladornegro.Tiréelperiódicoymedejécaerenmilitera,enmediodelacabañavacía.—Lucesfuera-dijecontristeza.

Esanochetuvemipeorpesadilla.Corríaporlaplayaenmediodeunatormenta.Estavezhabíaunaciudaddetrásdemí.NoeraNueva

York.Estabadispuestademaneradistinta,losedificiosmásseparados,yalolejosseveíanpalmerasycolinas.

A unos cien metros de la orilla, dos hombres peleaban. Parecían luchadores de la televisión,musculosos,conbarbaypelolargo.Ambosvestíantúnicasgriegasqueondeabanalviento,unarematadaen azul, la otra en verde. Se agarraban, forcejeaban, daban patadas y cabezazos, y cada vez quecolisionaban,refulgíaunrelámpago,elcieloseoscurecíayselevantabaviento.

Yo tenía que detenerlos. No sé por qué, pero cuanto más corría el viento me ofrecía mayorresistencia,hastaqueacababacorriendosinmoverme,mistaloneshundiéndoseenlaarena.

Porencimadelrugidodelatormenta,oíaaldelatúnicaazulgritarlealotro:—¡Devuélvelo!¡Devuélvelo!-Comodosniñospeleandoporunjuguete.Lasolascrecían,chocabancontralaplayaymeimpregnabandesal.—¡Deteneos!-gritaba-.¡Dejaddepelear!Latierrasesacudía.Enalgúnlugardesuinteriorresonabaunacarcajada,yunavoztanprofunday

malvadaquemehelabalasangreentonabaconsuavidad:—Baja,pequeñohéroe.¡Bajaaquí!Laarenaseseparababajomispies,seabríaunabrechahastaelcentrodelatierra.Yoresbalabay

laoscuridadmeengullía.Despertéconvencidodequeestabacayendo.Seguíaenlacamadelacabañanúmero3.Micuerpomeindicóqueeraporlamañana,peroaúnno

había amanecido, y los truenos bramaban en las colinas: se fraguaba una tormenta. Eso no lo habíasoñado.

Oísonidodepezuñasenlapuerta,uncarnicolquepisabaelumbral.—Pasa.Groverentrótrotando,conaspectopreocupado.—ElseñorDquiereverte.—¿Porqué?

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—Quierematara…Bueno,mejorquetelocuenteél.Mevestíyloseguíconnerviosismo,segurodehabermemetidoenunlíogordo.Hacía días que llevaba esperando que me convocaran a la Casa Grande. Ahora que había sido

declaradohijodePoseidón,unodelosTresGrandesdiosesquehabíanacordadonotenerhijos,supusequeyaerauncrimenseguirvivo.Sindudalosdemásdioseshabríanestadodebatiendolamejormaneradecastigarmeporexistir,yelseñorDyaestabalistoparaadministrarelcastigo.

Por encima del canal Long Island Sound, el cielo parecía una sopa de tinta en ebullición. Unacortina neblinosa de lluvia se aproximaba amenazadoramente.Le pregunté aGrover si necesitaríamosparaguas.

—No-contestó-.Aquínuncalluevesinoqueremos.Señalélatormenta,—¿Yesoquédemonioses?Miróincómodoalcielo.—Nosrodeará.Elmaltiemposiemprelohace.Reparéenqueteníarazón.En lasemanaque llevabaallí jamáshabíaestadonublado.Laspocas lluviasquehabíancaído lo

hacíanalrededordelvalle.Peroaquellatormentaeradelasgordas.EnelcampodevoleibolloschavalesdelacabañadeApolojugabanunpartidomatutinocontralos

sátiros.LosgemelosdeDionisopaseabanpor loscamposdefresas,provocandoelcrecimientodelasmatas.Todosparecíanseguirconsusocupacioneshabituales,peroteníanaspectotenso.Nodejabandemirarlatormenta.

GroveryyosubimosalporchedelaCasaGrande.DionisoestabasentadoalamesadepinacleconsucamisaatigradaysuCoca-Colalight,comoenmiprimerdía;Quirón,enelladoopuestodelamesaensusilladeruedasfalsa.Jugabancontracontrincantesinvisibles:habíadosmanosdecartasflotandoenelaire.

—Bueno,bueno-dijoelseñorDsinlevantarlacabeza-.Nuestrapequeñacelebridad.Esperé.—Acércate-ordenóelseñorD-.Ynoesperesquemearrodilleanteti,mortal,sóloporserelhijo

delviejoBarba-percebe.Unrelámpagodestellóentrelasnubesyeltruenosacudiólasventanasdelacasa.—Bla,bla,bla-contestóDioniso.Quirónfingióinterésensumanodecartas.Groverseparapetótraslabalaustrada.Oíasuspezuñas

inquietas.—Si demí dependiera -prosiguióDioniso-, haría que tusmoléculas se desintegraran en llamas.

Luegobarreríamoslascenizasynosevitaríamosunmontóndeproblemas.PeroaQuirónleparecequeesocontradicemimisiónenestecampamentodeldemonio:manteneraunosenanosmocososasalvodecualquierdaño.

—Lacombustiónespontáneaesunaformadedaño,señorD-observóQuirón.—Tonterías.Elchiconosentiríanada.Detodosmodos,heaccedidoacontenerme.Estoypensando

enconvertirteendelfínydevolverteatupadre.—SeñorD…-leadvirtióQuirón.—Bueno,vale-cedióDioniso-.Sólohayotraopción.Peroesmortalmenteinsensata.-Sepusoen

pie,ylascartasdelosjugadoresinvisiblescayeronsobrelamesa-.MevoyalOlimpoparaunareuniónde urgencia. Si el chico sigue aquí cuando vuelva, lo convertiré en delfín. ¿Entendido? Y PerseusJackson,sitienesalgodecerebro,verásqueesunaopciónmássensataquelaquedefiendeQuirón.

Dioniso tomó una carta y con un gesto la convirtió en un rectángulo de plástico. ¿Una tarjeta de

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crédito?No.Unpasedeseguridad.Chasqueólosdedos.El aire pareció envolverlo. Se convirtió en un holograma, después una brisa, después había

desaparecidoydejósólounlevearomaauvasreciénpisadas.Quirónmesonrió,peroparecíacansadoyentensión.—Siéntate,Percy,porfavor.Ytútambién,Grover.Obedecimos.Quiróndejólascartassobrelamesa,unamanoganadoraquenohabíallegadoautilizar.—Dime,Percy,¿quépasóconelperrodelinfierno?Me estremecí de sólo escuchar el nombre. Quirón quizá quería que dijera: «Bah, no fue nada.

Desayunoperrosdelinfierno.»Peronomeapetecíamentir.—Mediomiedo-admití-.Siustednolehubieradisparado,yoestaríamuerto.—Vasaencontrartecosaspeores,Percy,muchopeores,antesdequetermines.—Termine…¿qué?—Tumisión,porsupuesto.¿Laaceptarás?MiréaGroveryviqueteníalosdedoscruzados.—Yo…-titubeé-.Señor,aúnnomehadichoenquéconsiste.Quirónhizounamueca.—Bueno,ésaeslapartedifícil,losdetalles.Eltruenoretumbóenelvalle.Lasnubesdetormentahabíanalcanzadolaorilladelaplaya.Porlo

quepodíaver,elcieloyelmarbullían.—PoseidónyZeusestánluchandoporalgovalioso…-dije-.Algoquehanrobado,¿noesasí?QuirónyGroverintercambiaronsendasmiradas.Elprimeroseinclinóhaciadelanteeinquirió:—¿Cómosabeseso?Mesonrojé.Ojalánohubieraabiertomibocaza.—El tiempoha estadomuy rarodesdeNavidad, como si elmary el cielo libraranuncombate.

DespuéshabléconAnnabeth,yellahabíaoídoalgodeunrobo.Y…tambiénhetenidounossueños.—¡Losabía!-exclamóGrover.—Cállate,sátiro-ordenóQuirón.—¡Peroessumisión!-LosojosdeGroverbrillarondeemoción-.¡Tienequeserlo!—SóloelOráculopuededeterminarlo. -Quirónsemesósuhirsutabarba-.Aunasí,Percy, tienes

razón.TupadreyZeusestánteniendolapeorpeleadelosúltimosaños.Luchanporalgovaliosoquehasidorobado.Paraserprecisos:unrayo.

Soltéunacarcajadanerviosa.—¿Unqué?-pregunté.—Notelotomesalaligera-dijoQuirón-.Noestoyhablandodelzigzagenvueltoenpapeldeplata

queseutilizaenlasrepresentacionesteatralesdesegundocurso.Estoyhablandodeuncilindrodemediometrodepurísimobroncecelestial,cargadoenambosextremosconexplosivosdivinos.

—Ah.—ElrayomaestrodeZeus-prosiguióQuirón,nervioso-.Elsímbolodesupoder,dedondesalen

todos losdemás rayos.Laprimeraarmaconstruidapor loscíclopesen laguerracontra los titanes, elrayoquedesviólacumbredelmonteEtnaydespojóaCronosdesutrono;elrayomaestro,quecontienesuficientepoderparaquelabombadehidrógenodelosmortalesparezcaunmeropetardo.

—¿Ynoestá?—Hasidorobado-dijoQuirón.—¿Quién?—Mejordicho,porquién-mecorrigióQuirón,maestrosiempre-.Porti.

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Mequedéatónito.—AlmenosesocreeZeus -apostillóQuirón-.Duranteel solsticiode invierno,duranteelúltimo

consejodelosdioses,ZeusyPoseidóntuvieronunapelea.Lastonteríasdesiempre,quesiReatequeríamás a ti, que si las catástrofes del cielo eran más espectaculares que las del mar, etcétera. Cuandoterminó,Zeusreparóenqueelrayomaestrohabíadesaparecido,selohabíanquitadodelasaladeltronobajo susmismas narices. Inmediatamente culpó a Poseidón.Ahora bien, un dios no puede usurpar elsímbolodepoderdeotrodirectamente;esoestáprohibidoporlasmásantiguasleyesdivinas.PeroZeuscreequetupadreconvencióaunhéroehumanoparaqueseloarrebatara.

—Peroyono…—Tenpacienciayescucha,niño.Zeustienebuenosmotivosparasospechar.Verás,lasforjasdelos

cíclopesestánbajoelocéano,loqueotorgaaPoseidónciertainfluenciasobrelosfabricantesdelrayodesuhermano.ZeuscreequePoseidónharobadoelrayomaestroyahorahaencargadoaloscíclopesqueconstruyanunarsenaldecopiasilegales,quepodríanserutilizadasparaderrocaraZeus.LoúnicoqueZeusnosabíaseguroesquéhéroehabríausadoPoseidónparacometereldivinorobo.AhoraPoseidónacabadereconocerteabiertamentecomosuhijo.TúestuvisteenNuevaYorkdurantelasvacacionesdeinviernoypodríashabertecoladofácilmenteenelOlimpo.Portanto,Zeuscreequehaencontradoasuladrón.

—¡PeroyonuncaheestadoenelOlimpo!¡Zeusestáloco!Quirón y Grover observaron el cielo, nerviosos. Las nubes no parecían evitarnos, como había

prometidoGrover;antesbien,sedirigíandirectamentehacianuestrovalle,ynosestabancubriendocomolatapadeunataúd.

—Esto,Percy… -dijoGrover-.No solemosusar ese calificativopara describir al Señor de losCielos.

— Quizá paranoico… -matizó Quirón-. Además, Poseidón ha intentado destronar a Zeus conanterioridad.Creoqueeralapreguntatreintayochodetuexamenfinal…-Memirócomosirealmenteesperaraquemeacordaradelapreguntatreintayocho.

¿Cómopodíaalguienacusarmederobarelarmadeundios?NisiquieraeracapazderobaruntrozodepizzadelapartidadepóquerdeGabesinquemepillaran.Quirónesperabaunarespuesta.

—¿Algosobreunareddorada?-recordé-.Poseidón,Herayotrosdioses…CreoqueatraparonaZeusynolodejaronsalirhastaqueprometiósermejorgobernante,¿no?

—Correcto.YZeus no ha vuelto a confiar en Poseidón desde entonces. Por supuesto, Poseidónniega haber robado el rayo maestro. Se ofendió muchísimo ante tal acusación. Ambos llevan mesesdiscutiendo,amenazandoconlaguerra.Yahorallegastú,laproverbialúltimagota.

—¡Perosisólosoyunniño!— Percy -intervinoGrover-. Si fueras Zeus y pensaras que tu hermano te la está jugando, y de

repenteésteadmitieraqueharotoelsagradojuramentoquehizotraslaSegundaGuerraMundial,quehaengendradounnuevohéroemortalquepodríaserutilizadocontrati…¿noestaríasmosqueado?

—Peroyonohicenada.Poseidón,mipadre,nohamandadorobarelrayo,¿verdad?Quirónsuspiró.—CualquierobservadorinteligentecoincidiríaenqueelrobonoeselestilodePoseidón,peroel

diosdelmaresdemasiadoorgullosoparaintentarconvenceraZeus.Éstehaexigidoqueledevuelvaelrayo hacia el solsticio de verano, que cae el veintiuno de junio, dentro de diez días. Por su parte,Poseidónquiereelmismodíaunadisculpaporhabersidollamadoladrón.Confíoenqueladiplomaciase imponga,queHera,DeméteroHestiahaganentraren razóna losdoshermanos.Pero tu llegadahainflamadolosánimosdeZeus.Ahoraningúndiosvaaecharseatrás.AmenosquealguienintervengayqueelrayooriginalseaencontradoydevueltoaZeusantesdelsolsticio,habráguerra.¿Ysabescómoseríaunaguerraabierta,Percy?

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—¿Mala?—Imagínateelmundosumidoenelcaos.Lanaturalezaenguerraconsigomisma.LosOlímpicos

obligadosaescogerentreZeusyPoseidón.Destrucción,carnicería,millonesdemuertos.Lacivilizaciónoccidentalconvertidaenuncampodebatallatangrandequelasguerrastroyanasparecerándejuguete.

—Malasunto-dije.—Ytú,PercyJackson,seráselprimeroensentirlairadeZeus.Empezóallover.Losjugadoresdevoleibolinterrumpieronelpartidoymiraronalcieloensilencio

expectante.Era yo quien había traído aquella tormenta a la colinaMestiza. Zeus estaba castigando todo el

campamentopormiculpa.Sentírabia.—Asíquetengoqueencontrareseestúpidorayo-concluí-ydevolvérseloaZeus.— ¿Quémejor ofrecimiento de paz -apostillóQuirón- que sea el propio hijo de Poseidón quien

devuelvalapropiedaddeZeus?—SiPoseidónnolotiene,¿dóndeestáesecacharro?—Creoquelosé.-LaexpresióndeQuirónerasombría-.Partedeunaprofecíaqueescuchéhace

años…bueno,algunas frasesahoracobransentidoparamí.Peroantesdequepuedadecirmás,debesaceptaroficialmentelamisión.TienesquepedirleconsejoalOráculo.

—¿Porquénopuededecirmeantesdóndeestáelrayo?—Porque,silohiciera,tendríasdemasiadomiedoparaaceptareldesafío.Traguésaliva.—Buenmotivo.—¿Aceptas,entonces?MiréaGrover,queasintióanimoso.Quéfácileraparaél,yaqueZeusnoteníanadaensucontra.—Deacuerdo-contesté-.Mejoresoquemeconviertanendelfín.—PueshallegadoelmomentodequeconsultesconelOráculo-concluyóQuirón-.Vearriba,Percy

Jackson,alático.Cuandobajes,sisiguescuerdo,continuaremoshablando.

Cuatropisosmásarriba,lasescalerasterminabandebajodeunatrampillaverde.Tirédelacuerda.Laportezuelaseabrió,ydeellabajóunaescaleratraqueteando.

El cálido aire que llegaba de arriba olía a moho, madera podrida y algo más… un olor querecordabadelaclasedebiología.Reptiles.Oloraserpientes.

Contuveelalientoysubí.Eláticoestaballenodetrastosviejosdehéroesgriegos:armadurascubiertasdetelarañas;escudos

antañorelucientesyahoramanchadosdeorín;baúlesviejosdecueroconpegatinasenlasquese leía:«ÍTACA»,«isladecirce»y«PAÍSDElasAMAZONAS».Habíaunamesalargaatestadadetarrosconcosasencurtidas:garraspeludastroceadas,enormesojosamarillos,distintaspartesdemonstruo.Enlapareddestacabauntrofeopolvoriento;parecíalacabezagigantedeunaserpiente,peroteníacuernosyunafilaenteradedientesdetiburón.Enlaplacaponía:«cabezan.°idelahidra,woodsTOCK,N.Y.,1969.»

Juntoalaventana,sentadaenuntaburetedemaderadetrespatas,estabaelobjetomásasquerosodetodos: una momia. No de las que van envueltas con vendas, sino un cadáver de mujer encogido yarrugadocomounapasa.Llevabaunvestidoteñidoconnudos,muchoscollaresdecuentasyunadiademaporencimadeunalargamelenanegra.Lapieldelrostroeradelgadaycoriácea,ylosojoseranrajasdecristal blanco, como si hubieran reemplazado los auténticos por piedras de mármol; llevaba muertamuchísimotiempo.

Mirarlameprodujoescalofríos.Yesofueantesdequeseretreparaeneltabureteyabrieralaboca.Dedentrodelamomiasalióunanieblaverdequeseenroscóenelsuelocongruesostentáculos,silbando

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comoveintemilserpientesjuntas.Tropecéintentandollegaralatrampilla,perosecerródegolpe.Unavozsemecolóporunoídoysemeenroscóenelcerebro:«SoyelespíritudeDelfos,degolladordelagranPitón.Acércate,buscador,ypregunta.»

Yoqueríadecir:«No,gracias,meheequivocadodepuerta,sóloestababuscandoelbaño»,peromeforcéainspirar.

Lamomia no estaba viva. Era algún tipo de receptáculo truculento para otra cosa, el poder queahorameenvolvíaenformadenieblaverde.Sinembargo,supresencianotransmitíamaldadcomomiprofesoradematemáticasdemoníacaoelMinotauro.EramásbiencomolastresMoirasquehabíavistohilandoenaquelpuestodefrutas:arcaica,poderosaysindudanohumana,perotampocoparticularmenteinteresadaenmatarme.

Reunívalorparapreguntar:—¿Cuálesmidestino?Lanieblaseespesóyseaglutinójustofrenteamíyalrededordelamesaconlostarrosdetrozosde

monstruosenvinagre.Derepenteaparecieroncuatrohombressentadosalamesa,jugandoalascartas.Susrostrossevolvieronnítidos:eranGabeelApestosoysuscolegas.Apreté lospuños,aunquesabíaqueaquellapartidadepóquernopodíaserreal.Eraunailusióndeniebla.

GabesevolvióhaciamíyhablóconlavozásperadelOráculo:«Irásaloeste,dondeteenfrentarásaldiosqueseharebelado.»

El tipo a su derecha levantó la vista y dijo con la misma voz: «Encontrarás lo robado y lodevolverás.»

Eldelaizquierdasubiólaapuestacondosfichasydespuésdijo:«Serástraicionadoporquiensedicetuamigo.»

Por último,Eddie, el portero del edificio, pronunció la peor de todas: «Al final, no conseguirássalvarlomásimportante.»

Lasfigurasempezaronadisolverse.Mequedéaleladocontemplandocómolanieblaseretirabay,enroscándosecomounaenormeserpienteverde,sedeslizabaporlabocadelamomia.

—¡Espera!-grité-.¿Quéquieresdecir?¿Quéamigo?¿Quéesloquenopodrésalvar?Lacolade la serpientedeniebladesapareciópor labocade lamomia,que se reclinódenuevo

contralaparedycerrólabocaconfuerza,comosinolahubieraabiertoencienaños.Eldesvánquedóotravezensilencio,abandonado,nadamásqueunahabitaciónllenaderecuerdos.

Mediolasensacióndequepodríaquedarmeallíhastaquetuvieratelarañasyaunasínoaveriguaríanadamás.

MiaudienciaconelOráculohabíaterminado.

—¿Ybien?-mepreguntóQuirón.Mederrumbéenlasillajuntoalamesadepinacle.—Mehadichoquerecuperaréloquehasidorobado.Groverseadelantóensusilla,mascandonerviosolosrestosdeunalatadeCoca-Colalight.—¡Esoesgenial!—¿QuéhadichoelOráculoexactamente?-mepresionóQuirón-.Esimportante.Aúnmeresonabaenlosoídoseltintineodelavozdereptil.—Ha…hadichoquemedirijaaloesteparaenfrentarmealdiosqueseharebelado.Recuperarélo

robadoylodevolveréintacto.—Losabía-intervinoGrover.Quirónnoparecíasatisfecho.—¿Algomás?No quería contárselo. ¿Qué amigo me traicionaría? Tampoco tenía tantos. Y la última frase:

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fracasaríaenlomásimportante.¿QuéclasedeOráculomeenviaríaaunamisiónymediría:«Ah,yporcierto,vasafracasar»?¿Cómopodíaconfesaraquello?

—No-respondí-.Esoestodo.Estudiómirostro.—Muy bien, Percy. Pero debes saber que las palabras delOráculo tienen con frecuencia doble

sentido.No lesdesdemasiadasvueltas.Laverdadnosiempreapareceevidentehastaquesuceden losacontecimientos.

Tuvelaimpresióndequesabíaquemeaguardabaalgomaloyqueintentabadarmeánimos.—Vale-dije,ansiosoporcambiardetema-.¿Yadondetengoqueir?¿Quiénesesediosdeloeste?—Piensa,Percy.SiZeusyPoseidónsedebilitanmutuamenteenunaguerra,¿quiénsaleganando?—Alguienquequierahacerseconelpoder-supuse.—Puessí.Alguienquelesguardarencor,quellevadescontentoconloquelehatocadodesdeque

elmundofuedivididohaceeones,cuyoreinosevolveríapoderosoconlamuertedemillones.Alguienquedetestaasushermanosporhaberlehechojurarquenotendríamáshijos,unjuramentoqueahorahanrotoambos.

Penséenmissueños,lavozmalvadaquehabíahabladodesdelasentrañasdelatierra.—¿Hades?Quirónasintió.—ElSeñordelosMuertoseselcandidatoseguro.AGroverselecayóunpedazodealuminiodelaboca.—Uau.¿Q-qué?—UnaFuriafuetrasPercy-lerecordóQuirón-.Loobservóhastaestarseguradesuidentidad,y

luegointentómatarlo.LasFuriassóloobedecenaunseñor:Hades.—Hadesodiaaloshéroes-comentóGrover-.YsihadescubiertoquePercyeshijodePoseidón…—Unperrodelinfiernosemetióenelbosque-prosiguióQuirón-.Sólopuedenserinvocadosdesde

losCamposdeCastigo,ytuvoquehacerloalguiendelcampamento.Hadesdebedetenerunespíaaquí.DebedesospecharquePoseidónintentaráusaraPercyparalimpiarsunombre.AHadesleinteresaveraestejovenmuertoantesdequepuedaacometersumisión.

—Estupendo-murmuré-.Ahoraquierenmatarmedosdelosdiosesprincipales.—Perounamisión al… -Grover tragó saliva-.Quierodecir, ¿nopodría estar el rayo robadoen

algúnlugarcomoMaine?Maineesmuybonitoenestaépocadelaño.—Hadesenvióaunadesuscriaturaspararobarelrayo-insistióQuirón-.Lohaescondidoenel

inframundo,sabiendodesobraqueZeusculparíaaPoseidón.NopretendoentenderlasrazonesdelSeñordelosMuertos,oporquéhaelegidoestemomentoparadesatarunaguerra,perohayalgoqueesseguro:Percytienequeiralinframundo,encontrarelrayomaestroyrevelarlaverdad.

Sentíunextrañofuegoenmiestómago.Fuelomásrarodelmundo:porquenoeramiedo,sinoganas.Eldeseodevenganza.Hadeshabíaintentadomatarmeyatresveces,conlaFuria,elMinotauroyelperrodel infierno. La desaparición de mi madre en un destello de luz era culpa suya. Ahora intentabaatribuirnosamipadreyamíunroboquenohabíamoscometido.

Estabalistoparadevolvérsela.Además,simimadreestabaenelinframundo…«Vamos,chico-dijolapequeñapartedemicerebroqueaúnconservabaunatisbodecordura-.Eres

uncrío.YHadesundios.»Groverestabatemblando.Habíaempezadoacomerselascartasdelpinaclecomosifueranchips.El

pobre teníaque cumplir unamisión conmigopara conseguir su licenciadebuscador, fuera eso loquefuese,pero¿cómopodíayopedirlequemeacompañaraenestamisión,sobretodocuandoelOráculomehabíadichoqueestabadestinadaafracasar?Eraunsuicidio.

—Mire,sisabemosqueesHades-ledijeaQuirón-,¿porquénoselodecimosalosotrosdiosesy

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punto?ZeusoPoseidónpodríanbajaralinframundoyaplastarunascuantascabezas.— Sospechar y saber no son la misma cosa -repuso él-. Además, aunque los demás dioses

sospechendeHades(ysupongoquePoseidónnoserálaexcepción),ellosnopodríanrecuperarelrayo.Losdiosesnopuedencruzarlosterritoriosdelosdemássalvosisoninvitados.Ésaesotraantiguaregla.Loshéroes,encambio,poseenciertosprivilegios.Puedeniradondequieranydesafiaraquienquieran,siempre y cuando sean lo bastante osados y fuertes para hacerlo.Ningún dios puede ser consideradoresponsable de las acciones de un héroe. ¿Por qué crees que los dioses operan siempre a través dehumanos?

—Meestádiciendoqueestoysiendoutilizado.— Estoy diciendo que no es casualidad que Poseidón te haya reclamado ahora. Es una jugada

arriesgada,peroelpobreseencuentraenunasituacióndesesperada.Tenecesita.Mipadremenecesita.Lasemociones searremolinaronenmi interior comopedacitosdecristal enuncalidoscopio.No

sabíasisentirrencoroagradecimiento,siestarcontentooenfadado.Poseidónmehabíaignoradodurantedoceaños.Yahoraderepentemenecesitaba.

MiréaQuirón.—UstedsabíaqueerahijodePoseidóndesdeelprincipio,¿verdad?—Teníamissospechas.Comohedicho…tambiényohehabladoconelOráculo.Intuí que me estaba ocultando buena parte de su profecía, pero decidí que ahora no podía

preocuparmeporeso.Despuésdetodo,tambiényomeestabaguardandoinformación.—Bueno,aversiloheentendido-dije-.Sesuponequedebobajaralinframundoparaenfrentarme

alSeñordelosMuertos.—Exacto-contestóQuirón.—Yencontrarelarmamáspoderosadeluniverso.—Exacto.—YregresaralOlimpoantesdelsolsticiodeverano,endiezdías.—Exacto.MiréaGrover,queseestabatragandoelasdecorazones.—¿HemencionadoqueMaineestámuybonitoenestaépocadelaño?-preguntóconunhilodevoz.—Notienesquevenir-ledije-.Nopuedoexigirteeso.—Oh…-Arrastrólaspezuñas-.No…essóloquelossátirosyloslugaressubterráneos…Bueno…

-Inspiróconfuerzaysepusoenpiemientrassesacudíapedacitosdecartasyaluminiodelacamiseta-.Mehas salvado lavida,Percy.Si…si dices en serioquequieresquevaya contigo, novoyadejartetirado.

Mesentítanaliviadoquetuveganasdellorar,aunquenomeparecíaungestodemasiadoheroico.Grovereraelúnicoamigoquemehabíaduradomásdeunosmeses.Noestabasegurodehastaquépuntopodríaayudarmeunsátirocontra las fuerzasde losmuertos,peromesentímejorsabiendoqueestaríaconmigo.

—Pues claro que sí, súperG. -Me volví haciaQuirón-. ¿Y adonde vamos?ElOráculo sólo hadichohaciaeloeste.

—La entrada al inframundo está siempre en el oeste. Se desplaza de época en época, como elOlimpo.Justoahora,porsupuesto,estáenEstadosUnidos.

—¿Dónde?Quirónpareciósorprendido.—Pensabaqueseríaevidente.LaentradaalinframundoestáenLosAngeles.—Ah-dije-.Naturalmente.Asíquenossubimosaunavión…—¡No!-exclamóGrover-.Percy,¿enquéestáspensando?¿Hasidoenaviónalgunavezentuvida?

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Meneé la cabeza, avergonzado.Mamá nuncame había llevado a ningún sitio en avión. Siempredecíaquenoteníamossuficientedinero.Además,suspadreshabíanmuertoenunaccidenteaéreo.

—Percy,piensa-intervinoQuirón-.Ereshijodeldiosdelmar,cuyorivalmásenconadoesZeus,Señor del Cielo. Así pues, tu madre fue suficientemente sensata como para no confiarte a un avión.EstaríasenlosdominiosdeZeusyjamásregresaríasatierravivo.

Porencimadenuestrascabezas,refulgióunrayo.Eltruenoretumbó.—Vale-dije,decididoanomirarlatormenta-.Bueno,puesviajaréportierra.—Bien-prosiguióQuirón-.Puedesircondoscompañeros.Groveresuno.Laotrayasehaofrecido

voluntaria,siaceptassuayuda.— Caramba -fingí sorpresa-. ¿Quién puede ser tan tonta como para ofrecerse voluntaria en una

misióncomoésta?ElaireresplandeciótrasQuirón.AnnabethsevolvióvisiblequitándoselagorradelosYankeesylaguardóenelbolsillotrasero.—Llevomuchotiempoesperandounamisión,sesosdealga-espetó-.Ateneanoesningunafande

Poseidón,perosivasasalvarelmundo,soylamásindicadaparaevitarquemetaslapata.—Anda,siesoesloquepiensas-repliqué-,seráporquetienesunplan,¿no,chicalista?Sepusocomountomate.—¿Quieresmiayudaono?Vayasilaquería.Necesitabatodalaayudaquepudieraobtener.—Untrío-dije-.Podríafuncionar.—Excelente -añadióQuirón-.Esta tardeos llevaremosa la terminaldeautobúsdeManhattan.A

partirdeahíestaréissolos.Refulgió un rayo. La lluvia inundaba los prados que en teoría jamás debían padecer climas

violentos.—Nohaytiempoqueperder-dijoQuirón-.Deberíaisempezarahacerlasmaletas.

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Capítulo10

Estropeounautobúsenperfectoestado

Notardémuchoenrecogermiscosas.DecidíqueelcuernodelMinotaurosequedaseenlacabaña,loquemedejabasólounamudayuncepillodedientesquemeterenlamochilaquemehabíabuscadoGrover.

Enlatiendadelcampamentomeprestaronciendólaresyveintedracmasdeoro.Estasmonedas,deltamañodegalletasdeaperitivo, representaban las imágenesdevariosdiosesgriegosenunacarayeledificiodelEmpireStateenlaotra.Losantiguosdracmasqueusabanlosmortaleserandeplata,nosdijoQuirón, pero los Olímpicos sólo utilizaban oro puro. Quirón también dijo que las monedas podríanresultardeutilidadparatransaccionesnomortales,fueranloquefuesen.NosdioaAnnabethyamíunacantimploradenéctaracadaunoyunabolsaconcierreherméticollenadetrocitosdeambrosía,paraserusadasóloencasodeemergencia,siestábamosgravementeheridos.Eracomidadedioses,nosrecordóQuirón.Nos sanaría prácticamente de cualquier herida, pero era letal para losmortales.Un consumoexcesivonosproduciríafiebre.Unasobredosisnosconsumiría,literalmente.

AnnabethtrajosugorramágicadelosYankees,quealparecerhabíasidoregalodesumadrecuandocumpliódoceaños.Llevabaunlibrodearquitecturaclásicaescritoengriegoantiguo,paraleercuandoseaburriera,yunlargocuchillodebronce,ocultoenlamangadelacamisa.Estabaconvencidodequeelcuchillonosdelataríaencuantopasáramosporundetectordemetales.

Por su parte, Grover llevaba sus pies falsos y pantalones holgados para pasar por humano. Ibatocadoconunagorraverdetiporasta,porquecuandollovíaelpelorizadoseleaplastabaydejabaverlapuntadeloscuernecillos.Sumochilanaranjaestaballenadepedazosdemetalymanzanasparapicotear.Enelbolsillollevabaunaflautadejuncoquesupadrecabralehabíahecho,aunquesólosesabíadoscanciones:elConciertoparapianon.°12deMozartySoYesterdaydeHilaryDuff,yningunadelasdossuenademasiadobienconlaflautadePan.

Nos despedimos de los otros campistas, echamos un último vistazo a los campos de fresas, elocéanoylaCasaGrande,ysubimosporlacolinaMestizahastaelaltopinoqueantañofueraThalia,lahijadeZeus.

Quirónnosesperabasentadoensusilladeruedas.Juntoaélestabaeltipoconpintadesurferoquehabíavistodurantemipasajepor la enfermería.SegúnGrover, el colega era el jefe de seguridaddelcampamento.Alparecerteníaojosportodoelcuerpo,asíqueeraimposiblesorprenderlo.Noobstante,comohoyllevabaununiformedechófer,sóloleviunospocosenmanos,rostroycuello.

—ÉsteesArgos-medijoQuirón-.Osllevaráalaciudady…bueno,osecharáunojo.Oípasosdetrásdenosotros.Lukesubíacorriendoporlacolinaconunaszapatillasdebaloncestoenlamano.—¡Eh! -jadeó-.Mealegrodepillarosaún. -Annabethsesonrojó,comosiemprequeLukeestaba

cerca-.Sóloqueríadesearosbuenasuerte-medijo-.Ypenséque…alomejortesirven.Metendiólaszapatillas,queparecíanbastantenormales.Inclusoolíanbastantenormal.—Maya!-dijoLuke.Delostalonesdelosbotinessurgieronalasdepájaroblancas.Diunrespingoylasdejécaer.Las

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zapatillasrevolotearonporelsuelohastaquelasalasseplegaronydesaparecieron.—¡Alucinante!-musitóGrover.Lukesonrió.—Amímefueronmuyútilesenmimisión.Melasregalópapá.Evidentemente,estosdíasnolas

utilizodemasiado…-Entristeciólaexpresión.Nosabíaquédecir.Lukeyasehabíaenrolladobastanteviniendoadespedirse.Mepreocupabaque

me guardara rencor por haberme llevado tanta atención en los últimos días. Pero allí estaba,entregándomeunregalomágico…MesonrojétantocomoAnnabeth.

—Eh,tío-dije-.Gracias.—Oye,Percy…-Lukeparecía incómodo-.Haymuchasesperanzaspuestasen ti.Asíque…mata

algunosmonstruospormí,¿vale?Nosdimoslamano.LukelediounapalmaditaaGroverentreloscuernosyunabrazodedespedida

aAnnabeth,queparecíaapuntodedesmayarse.CuandoLukesehubomarchado,ledije:—Estáshiperventilando.—Deesonada.—Pero¿noledejastecapturarlabanderaaélenlugardeirtú?—Oh…Mepreguntoporquéquerréiraningunapartecontigo,Percy.Descendió por el otro lado de la colina con largas zancadas, hacia donde una furgoneta blanca

esperabajuntoalacarretera.Argoslasiguió,haciendotintinearlasllavesdelcoche.Recogílaszapatillasvoladorasydeprontotuveunmalpresentimiento.MiréaQuirón.—Nomeaconsejasusarlas,¿verdad?Negóconlacabeza.—Luketeníabuenaintención,Percy.Peroflotarenelaire…noeslomássensatoquepuedeshacer.Meneélacabeza,peroentoncessemeocurrióunaidea.—Eh,Grover,¿lasquierestú?Seleencendiólamirada.—¿Yo?Enpocotiempoatamoslaszapatillasasuspiesfalsos,yelprimerniñocabravoladordelmundo

quedólistoparaellanzamiento.—Maya!-gritó.Despegósinproblemas,peroalpocosecayódelado,desequilibradoporlamochila.Laszapatillas

aladasseguíanaleteandocomopequeñospotrossalvajes.—¡Práctica!-legritóQuirónpordetrás-.¡Sólonecesitaspráctica!—¡Aaaaah!-Groversiguióvolandoenzigzagcolinaabajo,casiarasdelsuelo,comouncortador

decéspedposeso,endirecciónalafurgoneta.Antesdeseguirlo,Quirónmeagarródelbrazo.— Debería haberte entrenado mejor, Percy -dijo-. Si hubiera tenido más tiempo… Hércules,

Jasón…todosrecibieronmásentrenamiento.—Nopasanada.Sóloqueojalá…-Medetuveenseco,porqueibaasonarcomounmocoso.Ojalá

mipadremehubieradadounobjetomágicoguayquemeayudaraenlamisión,algotanbuenocomolaszapatillasvoladorasdeLukeolagorradeinvisibilidaddeAnnabeth.

—Pero¿dóndetengolacabeza?-exclamóQuirón-.Nopuedodejarquetevayassinesto.Sacóalgodelbolsillodelabrigoymeloentregó.Eraunbolígrafodesechablenormalycorriente,

detintanegraycontapa.Probablementecostabatreintacentavos.—Madremía-dije-.Gracias.—Esunregalodetupadre.Loheguardadoduranteaños,sinsaberqueteestabadestinado.Pero

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ahoralaprofecíasehamanifestadoclaramente.Erestú.RecordélaexcursiónalMuseoMetropolitanodeArte,cuandopulvericéalaseñoraDodds.Quirón

mehabíalanzadounboliqueseconvirtióenespada.¿Seríaaquél…?Lequité la tapa, y el bolígrafo creció y se volviómás pesado enmimano.Al instante siguiente

sosteníaunaespadadebroncebrillanteydedoblefilo,conempuñaduraplanadecuerotachonadoenoro.Eralaprimeraarmaequilibradaqueempuñaba.

—Laespada tieneuna largay trágicahistoriaquenohace faltaque repasemos-dijoQuirón-.SellamaAnaklusmos.

—Contracorriente-traduje,sorprendidodequeelgriegoclásicomeresultaratansencillo.— Úsala sólo para emergencias, y sólo contra monstruos. Ningún héroe debe hacer daño a los

mortalesamenosqueseaabsolutamentenecesario,peroestaespadanoloslastimaráenningúncaso.Mirélaafiladísimahoja.—¿Quéquieredecirconquenolastimaráalosmortales?¿Cómopuedenohacerlo?—Laespadaestáhechadebroncecelestial.Forjadoporloscíclopes,templadoenelcorazóndel

monteEtnayenfriadoenlasaguasdelríoLete.Esletalparalosmonstruosyparacualquiercriaturadelinframundo,siempreycuandonotematenprimero,claro.Sinembargo,alosmortaleslosatraviesacomouna ilusión; sencillamente, no son lo bastante importantes para que la espada losmate. ¡Ah!, y he deadvertirteotracosa:comosemidiós,puedesperecer tantobajoarmascelestialescomonormales.Eresdoblementevulnerable.

—Esbuenosaberlo.—Ahoratapaelboli.ToquélapuntadelaespadaconlatapadelbolígrafoyAnaklusmosseencogióhastaconvertirsede

nuevo enbolígrafo.Me lometí en el bolsillo, unpoconerviosoporque en la escuela era famosoporperderbolis.

—Nopuedes-dijoQuirón.—¿Quénopuedo?—Perderlo-dijo-.Estáencantado.Siemprereapareceráentubolsillo.Inténtalo.Memostréreceloso,perolancéelbolígrafotanlejoscomopudecolinaabajoylovidesaparecer

entrelahierba.—Puedequetardeunosinstantes-dijoQuirón-.Ahoramiraentubolsillo.Y,enefecto,elboliestabaallí.—Vale,estosíquemola-admití-,pero¿quépasasiunmortalmevesacandolaespada?Quirónsonrió.—Lanieblasiempreayuda,Percy.—¿Laniebla?—Sí.LeelaIlíada.Estállenadereferenciasaeseasunto.Cadavezqueloselementosmonstruosos

odivinossefundenconelmundomortal,generanniebla,yéstaoscurecelavisióndeloshumanos.Tú,siendomestizo,veráslascosascomoson,peroloshumanoslointerpretarándeotramanera.Esincreíblehastadóndepuedenllegarloshumanoscontalquelascosasencajenensuversióndelarealidad.

MemetíAnaklusmosotravezenelbolsillo.Porprimeravezsentíquelamisiónerareal.EstabaabandonandolacolinaMestiza.Medirigíaal

oestesinsupervisiónadulta,sinunplandeemergenciaalternativo,nisiquieraunteléfonomóvil(Quirónnoshabíacontadoque losmonstruospodíanrastrear losmóviles; llevarunoseríapeorque lanzarunabengala).Yonoteníaotraarmamáspoderosaqueunaespadapara lucharcontramonstruosy llegaralMundodelosMuertos.

—Quirón,cuandodicesquelosdiosessoninmortales…Merefieroaque…hubountiempoantesdeellos,¿no?-pregunté.

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—Hubocuatroedadesantesdeellos.LaErade losTitanesfue laCuartaEdad,aveces llamadaEdaddeOro,nombrequedesdeluegonolehacejusticia.Esta,laeradelacivilizaciónoccidentalyelmandatodeZeus,eslaQuinta.

—¿Ycómoera…antesdelosdioses?Quirónapretóloslabios.—Nisiquierayosoy tanviejocomoparaacordarmedeeso,niño,peroséquefueunaépocade

oscuridadybarbariepara losmortales.Cronos,elseñorde los titanes, llamóasureinado laEdaddeOro porque los hombres vivían inocentes y libres de todo conocimiento. Pero eso no era más quepropaganda.Alreydelostitanespocoleimportabanlosdetuespecie,salvocomoentremesesocomofuentedeentretenimientobarato.HastalosprimerostiemposdelreinadodeZeus,cuandoPrometeo,eltitán bueno, entregó el fuego a la humanidad, tu especie no empezó a progresar, y Prometeo fueconsideradounpensador radical incluso entonces.Zeus lo castigó severamente, como recordarás.Porsupuesto, al final los humanos empezaron a caer simpáticos a los dioses, y así nació la civilizaciónoccidental.

—Peroahora losdiosesnopuedenmorir, ¿no?Quierodecir,mientras la civilizaciónoccidentalsigaviva,ellosseguirántambién.Asíque…aunqueyofracase,nadapodríairtanmalcomoparaquesedesmadretodo,¿no?

Quirónmesonrióconmelancolía.—NadiesabecuántotiempodurarálaEdaddelOeste,Percy.Losdiosessoninmortales,sí.Pero

también lo eran los titanes. Y siguen existiendo, encerrados en sus distintas prisiones, obligados asoportardolorycastigosinterminables,reducidosupoder,peroaúnvivitosycoleando.QuelasParcasimpidanquelosdiosessufranjamásunacondenatal,oquenosotrosregresemosalaoscuridadyelcaosdelpasado.Loúnicoquepodemoshacer,niño,esseguirnuestrodestino.

—Nuestrodestino…suponiendoquesepamoscuáles.—Relájateymanténlacabezadespejada.Yrecuerda:puedequeestésapuntodeevitarlamayor

guerraenlahistoriadelahumanidad.—Relájate-repetí-.Estoymuyrelajado.Cuandolleguéalpiedelacolina,volvílavistaatrás.BajoelpinoquehabíasidoThalia,hijade

Zeus,Quirónseerguíaentodasualturadehombrecaballoynosdespidiólevantandoelarco.Latípicadespedidadecampamentodeltípicocentauro.

Argo nos condujo a la parte oeste de Long Island.Me pareció raro volver a una autopista, conAnnabeth y Grover sentados a mi lado como si fuéramos compañeros de coche habituales. Tras dossemanasenlacolinaMestiza,elmundorealparecíapurafantasía.Descubríquemequedabaembobadomirando cada McDonald's, a cada chaval en la parte trasera del coche de sus padres, cada vallapublicitariaycadacentrocomercial.

—Demomentobien-ledijeaAnnabeth-.Quincekilómetrosyniunsolomonstruo.Melanzóunamiradadeirritación.Luegodijo:—Damalasuertehablardeesamanera,sesosdealga.—Recuérdamelodenuevo,¿vale?¿Porquémeodiastanto?—Noteodio.—Puescasimeengañas.Doblósugorradeinvisibilidad.—Mira…essóloquesesuponequenotenemosquellevarnosbien.Nuestrospadressonrivales.—¿Porqué?—¿Cuántasrazonesquieres?-Suspiró-.UnavezmimadresorprendióaPoseidónconsunoviaenel

templodeAtenea,algosumamenteirrespetuoso.Enotraocasión,AteneayPoseidóncompitieronporser

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elpatróndelaciudaddeAtenas.Tupadrehizobrotarunestúpidomanantialdeaguasaladacomoregalo.Mimadrecreóelolivo.Lagentevioquesuregaloeramejoryllamaronalaciudadconsunombre.

—Debendegustarlesmucholasolivas.—Eh,pasademí.—Hombre,sihubierainventadolapizza…esopodríaentenderlo.—¡Tehedichoquepasesdemí!Argosonrióenelasientodelantero.Nodijonada,peromeguiñóelojoazulqueteníaenlanuca.El tráfico de Queens empezó a ralentizarnos. Cuando llegamos a Manhattan, el sol se estaba

poniendoyhabíaempezadoallover.Argos nos dejó en la estación de autobuses Greyhound del Upper East Side, no muy lejos del

apartamentodeGabeymimadre.Pegadoaunbuzón,habíauncartelempapadoconmifoto:«¿Havistoaestechico?»

LoarranquéantesdequeAnnabethyGroversedierancuenta.Argosdescargónuestroequipaje,seaseguródequeteníamosnuestrosbilletesdeautobúsyluegose

marchó, abriendo el ojo del dorso de la mano para echarnos un último vistazo mientras salía delaparcamiento.

Pensé en lo cerca que estaba demi antiguo apartamento. En un día normal,mimadre ya habríavueltoacasadelatiendadegolosinas.ProbablementeGabeelApestosoestaríaallíenaquelmomento,jugandoalpóquerysinecharlasiquierademenos.

Groversecargóalhombrosumochila.Miróhaciadondeyoestabamirando.—¿Quieressaberporquésecasóconél,Percy?—¿Meestabasleyendolamenteoqué?-repuse,mirándolofijamente.—Sólotusemociones.-Seencogiódehombros-.Supongoquesemehaolvidadodecirtequelos

sátirostenemosesafacultad.Estabaspensandoentumadreytupadrastro,¿verdad?Asentí,preguntándomequémássehabríaolvidadoGroverdecontarme.—TumadresecasóconGabeporti.Lollamas«apestoso»,perotequedascorto.Esetipotieneun

aura…¡Puaj!Lohuelodesdeaquí.Huelorestosdeélenti,ynisiquierahasestadocercadesdehaceunasemana.

—Gracias-respondí-.¿Dóndeestáladuchamáscercana?—Tendríasqueestaragradecido,Percy.Tupadrastrohuele tanasquerosamenteahumanoquees

capaz de enmascarar la presencia de cualquier semidiós. Lo supe en cuanto olfateé el interior de suCámaro:Gabellevaocultandotuesenciaduranteaños.Sinohubiesesvividoconéltodoslosveranos,probablementelosmonstruostehabríanencontradohacemuchotiempo.Tumadresequedóconélparaprotegerte.Eraunaseñoramuylista.Debíadequerertemuchoparaaguantaraesetipo…porsitesirvedeconsuelo.

Nomeservíadeningúnconsuelo,peromeabstuvedeexpresarlo.«Volveréaverla-pensé-.Nosehaido.»

MepreguntésiGroverseguiría leyendomisemociones,mezcladascomoestaban.MealegrabadequeélyAnnabethestuvieranconmigo,peromesentíaculpablepornohabersidosinceroconellos.Noleshabíacontadoelmotivoporelquehabíaaceptadoaquellalocamisión.

LaverdaderaquemedabaigualrecuperarelrayodeZeus,salvarelmundoosiquieraayudaramipadreasalirdel lío.Cuantomáspensabaenello,másrencor leguardabaaPoseidónpornohabermevisitadonunca,nihaberayudadoamimadre,nisiquierahabernosenviadounmiserablechequeparalapensión.Sólomereclamabaporquenecesitabaquelehicieranuntrabajito.

Lo único que me importaba era mamá. Hades se la había llevado injustamente, y Hades iba adevolvérmela.

«Serás traicionado por quien se dice tu amigo -susurró el Oráculo en mi mente-. Al final, no

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conseguirássalvarlomásimportante.»«Cierralaboca»,leordené.

Lalluvianocesaba.La espera nos impacientaba y decidimos jugar a darle toquecitos a una manzana de Grover.

Annabetheraincreíble.Hacíabotarlamanzanaensurodilla,codo,hombro,loquefuera.Yotampocoeramuymalo.

El juego terminó cuando le lancé la manzana a Grover demasiado cerca de su boca. En unmegamordiscodecabraengullónuestrapelota.Groverseruborizóeintentódisculparse,peroAnnabethyyoestábamosmuriéndonosderisa.

Por fin llegó el autobús. Cuando nos pusimos en fila para embarcar, Grover empezó a miraralrededor,olisqueandoelairecomosiolierasuplatofavoritodelacafetería:enchiladas.

—¿Quépasa?-lepregunté.—Nolosé.Alomejornoesnada.Perosenotabaquesíeraalgo.Empecéamiraryotambiénporencimadelhombro.Me sentí aliviado cuando por fin subimos y encontramos asientos juntos al final del autobús.

Guardamosnuestrasmochilasenelportaequipajes.AnnabethnoparabadesacudirconnerviosismosugorradelosYankeescontraelmuslo.

Cuandosubieronlosúltimospasajeros,Annabethmeapretólarodilla.—Percy.Unaancianaacababadesubir.Llevabaunvestidode terciopeloarrugado,guantesdeencajeyun

gorronaranjadepunto; también llevabaungranbolso estampado.Cuando levantó la cabeza, susojosnegrosemitieronundestello,ymipulsoestuvoapuntodepararse.

EralaseñoraDodds.Másviejayarrugada,perosindudalamismacaraperversa.Meagachéenelasiento.Detrás de ella venían otras dos viejas: una con gorro verde y la otra con gorromorado. Por lo

demás,teníanexactamenteelmismoaspectoquelaseñoraDodds:lasmismasmanosnudosas,elmismobolsoestampado,elmismovestidoarrugado.Untríodeabuelasdiabólicas.

Sesentaronen laprimerafila, justodetrásdelconductor.Lasdosdelasientodelpasillomiraronhaciaatrásconungestodisimuladoperodemensajemuyclaro:deaquínosalenadie.

ElautobúsarrancóynosencaminamosporlascallesdeManhattan,relucientesacausadelalluvia.—No ha pasadomuertamucho tiempo -dije intentando evitar el temblor enmi voz-. Creía que

habíasdichoquepodíanserexpulsadasduranteunavidaentera.—Dijequesiteníassuerte-repusoAnnabeth-.Evidentemente,nolatienes.—Lastres-sollozóGrover-.Diimmortales!—Nopasanada-dijoAnnabeth,esforzándosepormantenerlacalma-.LasFurias.Lostrespeores

monstruosdelinframundo.Ningúnproblema.Escaparemosporlasventanillas.—Noseabren-musitóGrover.—¿Haypuertadeemergencia?Nolahabía.Yaunquelahubiera,nohabríasidodeayuda.Paraentonces,estábamosenlaNovena

Avenida,decaminoalpuenteLincoln.—Nonosatacaráncontestigos-dije-.¿Verdad?—Losmortalesnotienenbuenavista-merecordóAnnabeth-.Suscerebrossólopuedenprocesarlo

quevenatravésdelaniebla.—Veránatresviejasmatándonos,¿no?Pensóenello.—Esdifícilsaberlo.Peronopodemoscontarconlosmortalesparaquenosayuden.¿Yunasalida

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deemergenciaeneltecho…?LlegamosaltúnelLincoln,yelautobússequedóaoscurassalvoporlasbombillitasdelpasillo.Sin

elrepiqueteodelalluviacontraeltecho,elsilencioeraespeluznante.LaseñoraDoddsselevantó.Comosilohubieraensayado,anuncióenvozalta:—Tengoqueiralaseo.—Yyo-añadiólasegundafuria.—Yyo-repitiólatercera.Ylastresecharonaandarporelpasillo.—Percy,pontemigorra-meurgióAnnabeth.—¿Paraqué?—Tebuscana ti.Vuélvete invisibleydéjalaspasar.Luego intenta llegara lapartededelantey

escapar.—Perovosotros…— Hay bastantes probabilidades de que no reparen en nosotros. Eres hijo de uno de los Tres

Grandes,¿recuerdas?Puedequetuolorseaabrumador.—Nopuedodejaros.—Notepreocupespornosotros-insistióGrover-.¡Ve!Metemblabanlasmanos.Mesentícomouncobarde,peroagarrélagorradelosYankeesymela

puse.Cuandomiréhaciaabajo,micuerpoyanoestaba.Empecéaavanzarpocoapocoporelpasillo.

ConseguíadelantardiezfilasymeescondíenunasientovacíojustocuandopasabanlasFurias.La señora Dodds se detuvo, olisqueó y se quedó mirándome fijamente. El corazón me latía

desbocado.Alparecernovionada,pueslastressiguieronavanzando.Por los pelos, pensé, y continué hasta la parte delantera del autobús.Ya casi salíamos del túnel

Lincoln. Estaba a punto de apretar el botón de parada de emergencia cuando oí unos aullidosespeluznantesenlaúltimafila.

Lasancianasyanoeranancianas.Susrostrosseguíansiendo losmismos-supongoquenopodíanvolversemás feas-, pero a partir del cuello habían encogido hasta transformarse en cuerpos de arpíamarrones y coriáceos, con alas demurciélago ymanos y pies como garras de gárgola.Los bolsos sehabíanconvertidoenfieroslátigos.

LasFuriasrodeabanaGroveryAnnabeth,esgrimiendosuslátigos.—¿Dóndeestá?¿Dónde?-silbabanentredientes.Losdemáspasajerosgritabanyseescondíanbajosusasientos.Bueno,porlomenosveíanalgo.—¡Noestáaquí!-gritóAnnabeth-.¡Sehaido!LasFuriaslevantaronloslátigos.Annabethsacóelcuchillodebronce.Groveragarróunalatadesumochilaysedispusoalanzarla.EntonceshicealgotanimpulsivoypeligrosoquedeberíanhabermenombradoparaNiñoTHDAdel

Año.El conductor del autobús estaba distraído, intentando ver qué pasaba por el retrovisor. Aún

invisible, le arrebatéelvolantey logiréabruptamentehacia la izquierda.Todoelmundoaullóal serlanzadohacialaderecha,yyooíloqueesperabafueraelsonidodetresFuriasaplastándosecontralasventanas.

—¡Eh,eh!¿Quédem…?-gritóelconductor-.¡Uaaaah!Forcejeamosporelvolanteyelautobúsrozólapareddeltúnel,chirriando,rechinandoylanzando

chispas alrededor. Salimos del túnel Lincoln a toda velocidad y volvimos a la tormenta, hombres ymonstruosdando tumbosdentrodel autobús,mientras los coches eranapartadosoderribadoscomosifueranbolos.

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De algún modo, el conductor encontró una salida. Dejamos la autopista a todo trapo, cruzamosmediadocenadesemáforosyacabamos,aúnavelocidaddevértigo,enunadeesascarreterasruralesdeNuevaJerseyenlasqueesimposiblecreerquehayatantanadajustoalotroladodeNuevaYork.HabíaunbosquealaizquierdayelríoHudsonaladerecha,haciadondeelconductorparecíadirigirse.

Otragranidea:tirédelfrenodemano.El autobús aulló, derrapó ciento ochenta grados sobre el asfaltomojado y se estrelló contra los

árboles.Seencendieronlaslucesdeemergencia.Lapuertaseabriódeparenpar.Elconductorfueelprimeroensalir,ylospasajeroslosiguierongritandocomoenloquecidos.Yomemetíenelasientodelconductorylosdejépasar.

Las Furias recuperaron el equilibrio. Revolvieron sus látigos contra Annabeth, mientras éstaamenazabaconsucuchilloylesordenabaqueretrocedieranengriegoclásico.Groverleslanzabatrozosdelata.

Observélapuertaabierta.Eralibredemarcharme,peronopodíadejaramisamigos.Mequitélagorradeinvisibilidad.

—¡Eh!LasFuriassevolvieron,memostraronsuscolmillosamarillosyderepentelasalidameparecióuna

ideafenomenal.LaseñoraDoddsseabalanzóhaciamíporelpasillo,comohacíaenclasejustoantesdeentregarme unmuy deficiente en el examen dematemáticas.Cada vez que su látigo restallaba, llamasrojasrecorríanlatralla.Susdoshorrendashermanasseprecipitaronsaltandoporencimadelosasientoscomoenormesyasquerososlagartos.

—PerseusJackson-dijolaseñoraDoddscontonodeultratumba-,hasofendidoalosdioses.Vasamorir.

—Megustabamáscomoprofesoradematemáticas-ledije.Gruñó.AnnabethyGroversemovíantraslasFuriasconcautela,buscandounasalida.Saqué el bolígrafo de mi bolsillo y lo destapé. Anaklusmos se alargó hasta convertirse en una

brillanteespadadedoblefilo.LasFuriasvacilaron.LaseñoraDoddsyateníaeldudosoplacerdeconocerlahojadeAnaklusmos.Evidentemente,nole

gustónadavolveraverla.—Sométeteahora-silbóentredientes-ynosufrirástormentoeterno.—Buenintento-contesté.—¡Percy,cuidado!-meadvirtióAnnabeth.La señora Dodds enroscó su látigo en mi espada mientras las otras dos Furias se me echaban

encima.Sentílamanocomoatrapadaenplomofundido,peroconseguínosoltaraAnaklusmos.Golpeéala

Furiadelaizquierdaconlaempuñaduraylaenviédeespaldascontraunasiento.Mevolvíyleasestéuntajoaladeladerecha.Encuantolahojatocósucuello,gritóyexplotóenunanubedepolvo.AnnabethaplicóalaseñoraDoddsunallavedeluchalibreytiródeellahaciaatrás,mientrasGroverlearrebatabaellátigo.

—¡Ay!-gritóél-.¡Ay!¡Quema!¡Quema!LaFuriaalaquelehabíadadoconlaempuñaduraenelhocicovolvióaatacarme,conlasgarras

preparadas,peroleasestéunmandobleyseabriócomounapiñata.LaseñoraDoddsintentabaquitarseaAnnabethdeencima.Dabapatadas,arañaba,silbabaymordía,

pero Annabeth aguantó mientras Grover le ataba las piernas con su propio látigo. Al final ambosconsiguieron tumbarla en el pasillo. Intentó levantarse, pero no tenía espacio para batir sus alas demurciélago,asíquevolvióacaerse.

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—¡Zeustedestruirá!-prometió-.¡TualmaserádeHades!— Braceas meas vescimini! -le grité. No estoy muy seguro de dónde salió el latín. Creo que

significaba«Yuncuerno».Untruenosacudióelautobús.Semeerizóelvellodelanuca.—¡Salid!-ordenóAnnabeth-.¡Ahora!Nonecesitéquemelorepitiese.Salimos corriendo fuera y encontramos a los demás pasajeros vagando sin rumbo, aturdidos,

discutiendoconelconductorodandovueltasencírculosygritandoimpotentes.—¡Vamosamorir!-Unturistaconunacamisahawaianamehizounafotoantesdequepudieratapar

laespada.—¡Nuestrasbolsas!-dijoGrover-.Hemosdejadonúes…¡BUUUUUUM!Lasventanasdelautobúsexplotarony lospasajeroscorrierondespavoridos.Elrayodejóungran

agujeroeneltecho,perounaullidoenfurecidodesdeelinteriormeindicóquelaseñoraDoddsaúnnoestabamuerta.

—¡Corred!-exclamóAnnabeth-.¡Estápidiendorefuerzos!¡Tenemosquelargarnosdeaquí!Nosinternamosenelbosquebajoundiluvio,conelautobúsenllamasanuestraespaldaynadamás

queoscuridadantenosotros.

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Capítulo11

Visitamoselemporiodegnomosdejardín

Encierto sentido, esbueno saberquehaydiosesgriegosahí fuera,porque tienesalguienaquienecharlelaculpacuandolascosasvanmal.Porejemplo,sieresunmortalyestáshuyendodeunautobúsatacadoporarpíasmonstruosasyfulminadoporunrayo-ysiencimaestálloviendo-,esnormalqueloatribuyas a tu mala suerte; pero si eres un mestizo, sabes que alguna criatura divina está intentandofastidiarteeldía.

Asíqueallíestábamos,Annabeth,Groveryyo,caminandoentrelosbosquesquehayenlaorilladeNuevaJersey.ElresplandordeNuevaYorkteñíadeamarilloelcieloanuestrasespaldas,yelhedordelHudsonnosanegabalapituitaria.

Grovertemblabaybalaba,conmiedoensusenormesojosdecabra.—TresBenévolas-dijoconinquietud-.Ylastresdegolpe.Yomismoestababastanteimpresionado.Laexplosióndelautobúsaúnresonabaenmisoídos.Pero

Annabethseguíatirandodenosotros.—¡Vamos!Cuantomáslejoslleguemos,mejor.—Nuestrodineroestabaallídentro-lerecordé-.Ylacomidaylaropa.Todo.—Bueno,alomejorsinohubierasdecididoparticiparenlapelea…—¿Quéqueríasquehiciera?¿Dejarqueosmataran?—Notienesqueprotegerme,Percy.Melashabríaapañado.—Enrebanadascomoelpandesandwich-intervinoGrover-,peroselashabríaapañado.—Cierraelhocico,niñocabra-leespetóAnnabeth.Groverbalólastimeramente.—Latitas…-selamentó-.Heperdidomibolsallenadeestupendaslatitasparamascar.Atravesamos chapoteando terreno fangoso, a través de horribles árboles enroscados que olían a

coladamohosa.Alcabodeunosminutos,Annabethsepusoamilado.—Mira,yo…-Lefallólavoz-.Aprecioquenosayudases,¿vale?Hassidomuyvaliente.—Somosunequipo,¿no?Sequedóensilencioduranteunoscuantospasos.—Essóloquesitúmurieras…apartedequeatinotegustaríanada,supondríaelfindelamisión.

Ypuedequeéstaseamiúnicaoportunidaddeverelmundoreal.¿Meentiendesahora?La tormenta había cesado por fin. El fulgor de la ciudad se desvanecía a nuestra espalda y

estábamos sumidos en una oscuridad casi total. No veía aAnnabeth, salvo algún destello de su pelorubio.

—¿NohassalidodelCampamentoMestizodesdequeteníassieteaños?-lepregunté.—No.Sóloalgunasexcursionescortas.Mipadre…—Elprofesordehistoria.—Sí.Bueno,nofuncionóvivirconélencasa.MerefieroaquemicasaeselCampamentoMestizo.

Enelcampamentoentrenasyentrenas,yesoestámuybien,perolosmonstruosestánenelmundoreal.

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Ahíesdondeaprendessisirvesparaalgoono.Mepareciódetectarciertadudaensuvoz.—Eresmuyvaliente-ledije.—¿Esocrees?—CualquieracapazdehacerlefrenteaunaFurialoes.-Aunquenoveíanada,tuvelasensaciónde

quesonreía.—Mira-dijo-,quizátendríaquedecírtelo…Antes,enelautobús,ocurrióalgocurioso…Fuera lo que fuese lo que iba a decir, se vio interrumpidopor un sonido agudo, como el de una

lechuzaalsertorturada.— ¡Eh, mi flauta sigue funcionando! -exclamó Grover-. ¡Si me acordara de alguna canción

buscasendas,podríamossalirdelbosque!-Tocóunasnotas,perolamelodíanoseapartódemasiadodeHillaryDuff.

En esemomentome estampé contra un árbol yme salió un buen chichón. Añádelo a la lista desuperpoderesquenotengo:visióndeinfrarrojos.

Trastropezar,maldecirysentirmeundesgraciadoengeneralduranteaproximadamenteunkilómetromás,empecéaver luzdelante: loscoloresdeuncarteldeneón.Olícomida.Comidafrita,grasientayexquisita.Reparé enquenohabía comidonadapoco saludable desdemi llegada a la colinaMestiza,donde vivíamos a base de uvas, pan, queso y barbacoas de carne extrafina preparadas por ninfas.Laverdad,estabanecesitandounahamburguesadobleconqueso.

Seguimosandandohastaqueviunacarreteradedoscarrilesentrelosárboles.Alotroladohabíauna gasolinera cerrada, una vieja valla publicitaria que anunciaba una peli de los noventa, y un localabierto,queeralafuentedelaluzdeneónyelbuenaroma.

No era el restaurante de comida rápida que había esperado, sino una de esas raras tiendas decarretera donde venden flamencos decorativos para el jardín, indios demadera, ositos de cemento ycosasasí.Eledificioprincipal,largoybajo,estabarodeadodehilerasehilerasdepequeñasestatuas.Elletrerodeneónencimadelapuertameresultóilegible,porquesihayalgopeorparamidislexiaqueelingléscorriente,eselingléscorrienteencursivarojadeneón.

Leíalgocomo:«moperiodemongosderajdínelatidaMEE».—¿Quédemoniosponeahí?-pregunté.—Nolosé-contestóAnnabeth.Legustabatantoleerquehabíaolvidadoquetambiéneradisléxica.Grovernoslotradujo:—EmporiodegnomosdejardíndelatíaEme.Acadaladodelaentrada,comoseanunciaba,habíadosgnomosdejardín,unosfeosypequeñajos

barbudos de cemento que sonreían y saludaban, como si estuvieran posando para una foto. Crucé lacarreterasiguiendoelrastroaromáticodelashamburguesas.

—Veconcuidado-meadvirtióGrover.—Dentrolaslucesestánencendidas-dijoAnnabeth-.Alomejorestáabierto.—Unbar-comentéconnostalgia.—Sí,unbar-coincidióella.—¿Oshabéisvueltolocos?-dijoGrover-.Estesitioesrarísimo.Nolehicimoscaso.Elaparcamientodedelanteeraunbosquedeestatuas:animalesdecemento,niñosdecemento,hasta

unsátirodecementotocandolaflauta.—¡Beee-eee!-balóGrover-.¡SepareceamitíoFerdinand!Nosdetuvimosantelapuerta.—Nollaméis-dijoGrover-.Huelomonstruos.

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—TieneslanarizentumecidaporlasFurias-ledijoAnnabeth-.Yosólohuelohamburguesas.¿Notieneshambre?

—¡Carne!-exclamócondesdén-.¡Yosoyvegetariano!—Comesenchiladasdequesoylatasdealuminio-lerecordé.—Esosonverduras.Venga,vámonos.Estasestatuasmeestánmirando.Entonceslapuertaseabrióconunchirridoyantenosotrosaparecióunamujerárabe;porlomenos

eso supuse, porque llevabauna túnica largaynegraque le tapaba todomenos lasmanos.Losojos lebrillaban tras un velo de gasa negra, pero eso era cuanto podía discernirse. Sus manos color caféparecíanancianas,peroeranelegantesyestabancuidadas,asíquesupusequeeraunaancianaqueenelpasadohabíasidounabelladama.

SuacentosonabaligeramenteaOrienteMedio.—Niños,esmuytardeparaestarsolosfuera-dijo-.¿Dóndeestánvuestrospadres?—Están…esto…-empezóAnnabeth.—Somoshuérfanos-dije.—¿Huérfanos?-repitiólamujer-.¡Peroesonopuedeser!—Nosseparamosde lacaravana-contesté-.Nuestracaravanadelcirco.Eldirectordepistanos

dijoquenosencontraríamosenlagasolinerasinosperdíamos,peropuedequesehayaolvidado,oalomejorsereferíaaotragasolinera.Encualquiercaso,noshemosperdido.¿Esoquehueloescomida?

—Oh,queridosniños-respondiólamujer-.Tenéisqueentrar,pobrecillos.SoylatíaEme.Pasaddirectamentealfondodelalmacén,porfavor.Hayunazonadecomida.

Ledimoslasgraciasyentramos.—¿Lacaravanadelcirco?-mesusurróAnnabeth.—¿Nohayquetenersiempreunaestrategiapensada?—Entucabezanohaymásquealgas.Elalmacénestaballenodemásestatuas:personasentodaslasposturasposibles,luciendotodotipo

de indumentaria y distintas expresiones. Pensé que se necesitaría un buen trozo de jardín para poneraquellasestatuas,pueserantodasdetamañonatural.Pero,sobretodo,penséencomida.

Vale,llámameimbécilporentrarenlatiendadeunaseñorararasóloporqueteníahambre,peroesqueaveceshagocosasimpulsivas.Además,túnohasolidolashamburguesasdelatíaEme.Elaromaeracomoelgasdelarisaenlasilladeldentista:provocabaquetodolodemásdesapareciera.Apenasreparé en los sollozos nerviosos de Grover, o en el modo en que los ojos de las estatuas parecíanseguirme,oenelhechodequelatíaEmehubiesecerradolapuertaconllavedetrásdenosotros.

Loúnicoquemeimportabaeralazonadecomida.Y,efectivamente,estabaalfondodelalmacén,unmostradordecomidarápidaconungrill,unamáquinadebebidas,unhornoparabollosyundispensadordenachosconqueso.Yunascuantasmesasdepicnic.

—Porfavor,sentaos-dijolatíaEme.—Alucinante-comenté.—Hum…-musitóGrover-.Notenemosdinero,señora.Antesdequeyopudieradarleuncodazoenlascostillas,tíaEmecontestó:—No,niños.Nohacefaltadinero.Esuncasoespecial,¿verdad?Esmiregaloparaunoshuérfanos

tanagradables.—Gracias,señora-contestóAnnabeth.MeparecióquelatíaEmeseponíatensa,comosiAnnabethhubierahechoalgomal,peroenseguida

pareciórelajadadenuevoysupusequehabríasidomiimaginación.—De nada,Annabeth -respondió-. Tienes unos preciosos ojos grises, niña. -Sólomás tardeme

preguntécómohabríasabidoelnombredeAnnabeth,porquenonoshabíamospresentado.Nuestraanfitrionasepusoacocinardetrásdelmostrador.Antesdequenosdiéramoscuenta,había

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traídobandejasdeplásticoconhamburguesas,batidosdevainillaypatatasfritas.Mehabíacomidomediahamburguesacuandomeacordéderespirar.Annabethsorbiósubatido.Grover pellizcaba patatas y miraba el papel encerado de la bandeja como si le apeteciera

comérselo,peroseguíademasiadonervioso.—¿Quéeseseruidosibilante?-preguntó.Yonooínada.Annabethtampoco.—¿Sibilante?-repitiólatíaEme-.Puedequeseaelaceitedelafreidora.Tienesbuenoído,Grover.—Tomovitaminas…paraeloído.—Esoestámuybien-respondióella-.Pero,porfavor,relájate.LatíaEmenocomiónada.Nosehabíadescubiertolacabezaniparacocinar,yahoraestabasentada

con los dedos entrelazados, observándonos comer. Es un poco inquietante tener a alguien mirándotecuando no puedes verle la cara, pero la hamburguesa me había saciado y empezaba a sentir ciertasomnolencia, así que supuse que lomínimo era intentar dar un pocode conversación cortés a nuestraanfitriona.

—Asíquevendegnomos-dije,intentandosonarinteresado.—Puessí-contestólatíaEme-.Yanimales.Ypersonas.Cualquiercosaparaeljardín.Loshago

porencargo.Lasestatuassonmuypopulares,yasabéis.—¿Tienemuchotrabajo?—Nomucho,no.Desdequeconstruyeronlaautopista,casiningúncochepasaporaquí.Valorocada

clientequeconsigo.Sentíunavibraciónenelcuello,comosialguienestuvieramirándome.Mevolví,perosóloerala

estatuadeunachicaconunacestadePascua.Sudetallismoeraincreíble,muchomásprecisoqueelqueseveen lamayoríade las estatuas.Peroalgo raro lepasabaen la cara.Parecía sorprendida, inclusoaterrorizada.

—Ya-dijolatíaEmecontristeza-.Comoves,algunasdemiscreacionesnosalenmuybien.Estándañadasynosevenden.Lacaraeslomásdifícildeconseguir.Siemprelacara.

—¿Haceustedlasestatuas?-pregunté.— Oh, desde luego. Antes tenía dos hermanas que me ayudaban en el negocio, pero me

abandonaron,yahoralatíaEmeestásola.Sólotengomisestatuas.Poresolashago.Mehacencompañía.-Latristezadesuvozparecíatanprofundayrealquelacompadecí.

Annabethhabíadejadodecomer.Seinclinóhaciadelanteeinquirió:—¿Doshermanas?—Es una historia terrible.Desde luego, no es para niños.Verás,Annabeth, hacemucho tiempo,

cuandoyoera joven,unamalamujer tuvocelosdemí.Yoteníaunnovio,yasabéis,yesamalamujerestaba decidida a separarnos. Provocó un terrible accidente. Mis hermanas se quedaron conmigo.Compartieron mi mala suerte tanto tiempo como pudieron, pero al final nos dejaron. Sólo yo hesobrevivido,peroaquéprecio,niños.Aquéprecio.

Noestaba segurode aqué se refería, peromeapenépor sudesdicha.Lospárpadosmepesabancadavezmás,miestómagosaciadomeprovocabasomnolencia.Pobremujer.¿Quiénquerríahacerdañoaalguientanagradable?

—¿Percy?-Annabethmeestabasacudiendo-.Talvezdeberíamosmarcharnos.Yasabes…eljefedepistaestaráesperándonos.

Poralgúnmotivoparecíatensa.EnesemomentoGroverseestabacomiendoelpapelenceradodelabandejadeplástico,perosiatíaEmeleparecióraro,nodijonada.

—Quéojosgrisesmásbonitos-volvióadecirleaAnnabeth-.Vayaquesí,hacemuchoquenoveounosojosgrisescomolostuyos.

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Seacercócomoparaacariciarlelamejilla,peroAnnabethsepusoenpiebruscamente.—Tenemosquemarcharnos,deverdad.—¡Sí!-Groversetragóelpapelenceradoytambiénsepusoenpie-.¡Eljefedepistanosespera!

¡Vamos!Yonoqueríairme.Mesentíaahítoyamodorrado.LatíaEmeeramuyagradableyqueríaquedarme

conellaunrato.—Porfavor,queridosniños-suplicó-.Tengomuypocasocasionesdeestarentanbuenacompañía.

Antesdemarcharos,¿noposaríaisparamí?—¿Posar?-preguntóAnnabeth,cautelosa.—Paraunafotografía.Despuéslautilizaréparaungrupoescultórico.Losniñossonmuypopulares.

Atodoelmundolegustanlosniños.Annabethcambiabaelpesodelcuerpodeunpieaotro.—Mire,señora,nocreoquepodamos.Vamos,Percy.—¡Claroquepodemos!-salté.EstabairritadoconAnnabethpormostrarsetanmaleducadaconuna

ancianaqueacababadealimentarnosgratis-.Essólounafoto,Annabeth.¿Quédañovaahacernos?—Claro,Annabeth-ronroneólamujer-,ningúndaño.AAnnabethno legustaba,pero al final cedió.La tíaEmenos condujodenuevoal jardínde las

estatuas,porlapuertadedelante.Unavezallí,nosllevóhastaunbancojuntoalsátirodepiedra.—Ahoravoyacolocaroscorrectamente-dijo-.Lachicaenelmedio,ylosdoscaballeretesunoa

cadalado.—Nohaydemasiadaluzparaunafoto-comenté.— Descuida, hay de sobra -repuso la tía Eme-. De sobra para que nos veamos unos a otros,

¿verdad?—¿Dóndetienelacámara?-preguntóGrover.Lamujerdiounpasoatrás,comoparaadmirarlacomposición.—Lacaraeslomásdifícil.¿Podéissonreírtodos,porfavor?¿Unaanchasonrisa?Grovermiróalsátirodecementojuntoaélymurmuró:—SeparecemuchoaltíoFerdinand.—Grover-leriñótíaEme-,miraaestelado,cariño.Seguíasincámara.—Percy…-dijoAnnabeth.Algún instintome indicó que escuchara aAnnabeth, pero estaba luchando contra la somnolencia

surgidadelacomidaylavozdelaanciana.—Sóloseráunmomento-añadiótíaEme-.Esquenoosveomuybienconestemalditovelo…—Percy,algonovabien-insistióAnnabeth.—¿Quenovabien? -repitió la tíaEmemientras levantaba losbrazosparaquitarse el velo-.Te

equivocas,querida.Estanochetengounacompañíaexquisita.¿Quépodríairmal?—¡EseltíoFerdinand!-balbucióGrover.—¡Nolamires!-gritóAnnabeth,yalpuntoseencasquetólagorradelosYankeesydesapareció.

SusmanosinvisiblesnosempujaronaGroveryamífueradelbanco.Estaba en el suelo,mirando las sandalias de la tíaEme.Grover se escabulló enunadireccióny

Annabethenlaotra,peroyoestabademasiadoaturdidoparamoverme.Entoncesoíunextrañoyásperosonidoencimademí.Alcé lamiradahasta lasmanosde la tíaEme,queahoraerannudosasyestabanllenasdeverrugas,conafiladasgarrasdebronceenlugardeuñas.

Medispusealevantarlacabeza,peroenalgúnlugaramiizquierdaAnnabethgritó:—¡No!¡Nolohagas!Elsonidoásperodenuevo:pequeñasserpientesjustoencimademí,allídonde…dondedebíaestar

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lacabezadelatíaEme.— ¡Huye! -balóGrover, y lo oí correr por la grava,mientras gritaba«Maya!»,a fin de que sus

zapatillasecharanavolar.Nopodíamoverme.Mequedémirandolasgarrasnudosasdelaancianaeintentélucharcontrael

tranceenquemehabíasumido.—Quépenadestrozarunacara tanatractivay joven-mesusurró-.Quédateconmigo,Percy.Sólo

tienesquemirararriba.Meresistíalimpulsodeobedecerymiréaunlado.Entoncesviunadeesasesferasdecristalquela

genteponeenlosjardines.SeveíaelreflejooscurodelatíaEmeenelcristalnaranja;sehabíaquitadoel tocado, revelando un rostro comoun círculo pálido y brillante.El pelo se lemovía, retorciéndosecomoserpientes.

TíaEme.Tía«M»…¿Cómopodíahaberestadotanciego?Piensa,meordené.¿CómomoríaMedusaenelmito?Perono

podía pensar.Algomedijo que en elmitoMedusa estabadormida cuando fue atacadapormi tocayoPerseo. Pero en aquel momento yo no la veía muy dormida. Si quería, habría podido arrancarme lacabezaconsusgarrasenuninstante.

—Estome lo hizo la de los ojos grises, Percy -dijoMedusa, y no sonaba en absoluto comounmonstruo.Suvozme invitabaamirar,asimpatizarconunapobreabuelita-.LamadredeAnnabeth, lamalditaAtenea,transformóaunamujerhermosaenesto.

—¡Nolaescuches!-exclamóAnnabethdesdealgúnsitioentrelasestatuas-.¡Corre,Percy!—¡Silencio!-gruñóMedusa,yvolvióamodularlavozhastaalcanzaruncálidoronroneo-.Yaves

porquétengoquedestruiralachica,Percy.Eslahijademienemiga.Desmenuzarésuestatua.Perotú,queridoPercy,notienesporquésufrir.

—No-murmuré.Intentémoverlaspiernas.—¿Deverdadquieresayudaralosdioses?-mepreguntóMedusa-.¿Entiendesquéteesperaenesta

búsquedainsensata,Percy?¿Quétesucederásillegasalinframundo?NoseasunpeóndelosOlímpicos,querido.Estarásmejorcomoestatua.Sufrirásmenosdaño.Muchomenos.

—¡Percy!-Detrásdemíoíunaespeciedezumbido,comouncolibrídecienkilos lanzándoseenpicado.Grovergritó-:¡Agáchate!

MedilavueltayallíestabaGroverenelcielonocturno,llegandoenpicadoconsuszapatosalados,conunaramadeárboldeltamañodeunbatedebéisbol.Teníalosojosapretadosymovíalacabezadeladoalado.Navegabaguiándoseporeloídoyelolfato.

—¡Agáchate!-volvióagritar-.¡Voyaatizarle!Esomepusopor finenacción.ConociendoaGrover, seguroqueno leacertaríaaMedusayme

daríaamí.Asípues,mearrojéhaciaunlado.¡Zaca!SupusequeseríaelsonidodeGroveralchocarcontraunárbol,peroMedusarugiódedolor.—¡Sátiromiserable!-masculló-.¡Teañadiréamicolección!—¡ÉsaporeltíoFerdinand!-lerespondióGrover.MeescabullíencuclillasymeocultéentrelasestatuasmientrasGroversevolvíaparahacerotra

pasadita.¡Tracazás!—¡Aaargh!-aullóMedusa,ysumelenadeserpientessilbabayescupía.—¡Percy!:-dijolavozdeAnnabethjuntoamí.Diunrespingotangrandequecasitiroungnomodejardínconunpie.—¡PorDios!¡Nopuedesfallar!-Annabethsequitó lagorradelosYankeesysevolvióvisible-.

Tienesquecortarlelacabeza.—¿Qué?¿Tehasvueltoloca?Larguémonosdeaquí.

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—Medusaesunaamenaza.Esmala.Lamataríayomisma,pero…-tragósaliva,comosilecostaseadmitirlo-perotúvasmejorarmado.Además,nuncaconseguiríaacercarme.Merebanaríaporculpademimadre.Tú…tútienesunaoportunidad.

—¿Qué?Yonopuedo…—Mira, ¿quieres que siga convirtiendo amás gente inocente en estatuas? -Señaló unapareja de

amantesabrazados,convertidosenpiedraporelmonstruo.Annabethagarróunabolaverdedeunpedestalcercano.—Unescudopulidoiríamejor.-Estudiólaesferaconairecrítico-.Laconvexidadcausarácierta

distorsión.Eltamañodelreflejodisminuiráenunaproporción…—¿Quiereshablarclaro?— ¡Eso hago! -Me entregó la bola-. Bueno, ten, mira al monstruo a través del cristal, nunca

directamente.—¡Eh!-gritóGroverdesdealgúnlugarporencimadenosotros-.¡Creoqueestáinconsciente!—¡Groaaaaaaar!—Puedequeno-secorrigióGrover.Seabalanzóparahacerotrobarridoconsuimprovisadobate.—Dateprisa-medijoAnnabeth-.Grovertienebuenolfato,peroalfinalacabarácayéndose.Saqué mi boli y lo destapé. La hoja de bronce de Anaklusmos salió disparada. Seguí el ruido

sibilanteylosescupitajosdelpelodeMedusa.Mantuvelamiradafijaen laboladecristalparaversóloel reflejodeMedusa,noelbichoreal.

Cuando lavi,Grover llegabaparaatizarlaotravezconelbate,peroestavezvolabademasiadobajo.Medusaagarrólaramayloapartódesutrayectoria.Grovertropezóenelaireyseestrellócontraunosodepiedraconundolorosoquejido.

Medusaibaaabalanzarsesobreélcuandogrité:—¡Eh!¡Aquí!Avancéhaciaella,cosaquenoeratanfácil,teniendoencuentaquesosteníaunaespadaenunamano

yunaboladecristalenlaotra.Silabrujacargaba,nomeseríafácildefenderme.Sinembargo,dejóquemeacercara:seismetros,cinco,tres…

Entoncesvielreflejodesucara.Nopodíasertanfea.Aquelcristalverdedebíadedistorsionarlaimagen,afeándolainclusomás.

—Noleharíasdañoaunaviejecita,Percy-susurró-.Séquenoloharías.Vacilé,fascinadoporelrostroqueveíareflejadoenelcristal:losojos,queparecíanarderatravés

delvidrioverde,medebilitabanlosbrazos.Desdeelosodecemento,Grovergimió:—¡Nolaescuches,Percy!Medusaestallóencarcajadas.—Demasiadotarde.Semeabalanzóconlasgarraspordelante.Yolerebanéelcuellodeunúnicomandoble.Oíunsiseoasquerosoyunsilbidocomodevientoen

unacaverna:elsonidodelmonstruodesintegrándose.Algo cayó al suelo junto amispies.Necesité todami fuerzadevoluntadparanomirar.Notéun

líquidoviscosoycalienteempapándomeelcalcetín,pequeñascabecitasdeserpientemordisqueandoloscordonesdemiszapatillas.

—Puaj, qué asco -dijoGrover.Aún seguía con losojosbien cerrados, pero supongoqueoía albichoborbotearydespedirvapor-.¡Megapuaj!

Annabeth sematerializóami ladocon lamiradavueltahaciael cielo.SosteníaelvelonegrodeMedusa.

—Notemuevas-dijo.

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Conmuchocuidado,sinmirarabajoniuninstante,searrodilló,envolviólacabezadelmonstruoenelpañonegroylarecogió.Aúnchorreabaunlíquidoverdoso.

—¿Estásbien?-mepreguntóconvoztemblorosa.—Sí -mentí,apuntodevomitarmihamburguesadobleconqueso-.¿Porqué…porquénoseha

desintegradolacabeza?— En cuanto la cercenas se convierte en trofeo de guerra -me explicó-, como tu cuerno de

minotauro.Peronoladesenvuelvas.Aúnpuedepetrificar.Groversequejómientrasbajabadelaestatuadeloso.Teníaunbuenmoratónenlafrente.Lagorra

rastaverde lecolgabadeunode suscuernecitosdecabray lospies falsos se lehabíansalidode laspezuñas.Laszapatillasmágicasvolabansinrumboalrededordesucabeza.

—PareceselBarónRojo-dije-.Buentrabajo.Sonriótímidamente.—Nomehamoladonada.Bueno,darleconlaramaenlacabezasíhamolado,peroestrellarme

contraeseosono.Cazólaszapatillasalvueloyyovolvíataparmiespada.Luegoregresamosalalmacén.Encontramosunasbolsasdeplásticodetrásdelmostradoryenvolvimosvariasveceslacabezade

Medusa.Lacolocamosencimadelamesaenquehabíamoscenadoynossentamosalrededor,demasiadocansadosparahablar.Alfinaldije:

—¿AsíquetenemosquedarlelasgraciasaAteneaporestemonstruo?Annabethmelanzóunamiradadeirritación.—Atupadre,dehecho.¿Noteacuerdas?MedusaeralanoviadePoseidón.Decidieronverseenel

templodemimadre.PoresoAtenea laconvirtióenmonstruo.Ellaysusdoshermanas,que lahabíanayudadoameterseenel templo, seconvirtieronen las tresgorgonas.PoresoMedusaqueríahacermepicadillo, pero también pretendía conservarte a ti como bonita estatua. Aún le gusta tu padre.Probablementelerecordabasaél.

Meardíalacara.—Vaya,asíquehasidoculpamíaquenosencontráramosconMedusa.Annabethseirguióeimitómivozenfalsete:—«Tansóloesunafoto,Annabeth.¿Quédañopuedehacernos?»—Vale,vale-respondí-.Eresimposible.—Ytúinsufrible.—Ytú…—¡Eh!-nosinterrumpióGrover-.Meestáisdandomigraña,ylossátirosnotienenmigraña.¿Qué

vamosahacerconlacabeza?Miréelbulto.Deunagujeroenelplásticosalíaunapequeñaserpiente.Enlabolsaestabaescrito:

«cuidamossunegocio.»Meenfadé,nosóloconAnnabethosumadre,sinocontodoslosdiosesporaquellaabsurdamisión,

porsacarnosdelacarreteraconunrayoyporhabernosenfrentadoendosgrandesbatallaselprimerdíaquesalíamosdelcampamento.Aeseritmo,jamásllegaríamosaLosÁngelesvivos,muchomenosantesdelsolsticiodeverano.

¿Qué había dicho Medusa? «No seas un peón de los Olímpicos, querido. Estarás mejor comoestatua.Sufrirásmenosdaño.Muchomenos.»

Mepuseenpie.—Ahoravuelvo.—Percy-mellamóAnnabeth-.¿Quéestás…?EnelfondodelalmacénencontréeldespachodeMedusa.Suslibrosdecontabilidadmostrabansus

últimos encargos, todos envíos al inframundoparadecorar el jardíndeHadesyPerséfone.Segúnuna

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factura, la dirección del inframundo era Estudios de Grabación El Otro Barrio, West Hollywood,California.Doblélafacturaymelametíenelbolsillo.

Enlacajaregistradoraencontréveintedólares,unoscuantosdracmasdeoroyunosembalajesdeenvíorápidodelHermesNocturnoExpress.Busquéporelrestodeldespachohastaqueencontréunacajaadecuada.

Regreséalamesadepicnic,metídentrolacabezadeMedusayrellenéelformulariodeenvío.

LosDiosesMonteOlimpoPlanta600EdificioEmpireStateNuevaYork,NY

Conmismejoresdeseos,PercyJackson

—Esonovaagustarles-meavisóGrover-.Teconsideraránunimpertinente.Metí unos cuantos dracmas de oro en la bolsita. En cuanto la cerré, se oyó un sonido de caja

registradora.Elpaqueteflotóporencimadelamesaydesaparecióconunsuave«pop».—Esquesoyunimpertinente-respondí.MiréaAnnabeth,aversiseatrevíaacriticarme.No se atrevió. Parecía resignada al hecho de que yo tenía un notable talento para fastidiar a los

dioses.—Vamos-murmuró-.Necesitamosunnuevoplan.

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Capítulo12

Nosasesorauncaniche

Esanochenossentimosbastantedesgraciados.Acampamosenelbosque,aunoscienmetrosdelacarreteraprincipal,enunclaroqueloschicosde

lazonaalparecerutilizabanparasus fiestas.El sueloestaba llenode latasaplastadas,envoltoriosdecomidarápidayotrosdesechos.

Habíamos sacado algode comidayunasmantas de casade la tíaEme, perononos atrevimos aencender una hoguera para secar nuestra ropa. Las Furias y la Medusa nos habían proporcionadosuficientesemocionesporundía.Noqueríamosatraernadamás.

Decidimosdormirporturnos.Yomeofrecívoluntarioparahacerlaprimeraguardia.Annabethseacurrucóentrelasmantasyempezóaroncarencuantosucabezatocóelsuelo.Grover

revoloteóconsuszapatosvoladoreshasta la ramamásbajadeunárbol, se recostócontrael troncoyobservóelcielonocturno.

—Duerme-ledije-.Tedespertarésisurgealgúnproblema.Asintió,perosiguióconlosojosabiertos.—Meponetriste,Percy.—¿Elqué?¿Haberteapuntadoaestaestúpidamisión?—No.Estoes loquemeentristece. -Señaló toda labasuradelsuelo-.Yelcielo.Nisiquierase

puedenverlasestrellas.Hancontaminadoelcielo.Esunaépocaterribleparasersátiro.—Ya.Deberíahabersupuestoqueeresecologista.Melanzóunamiradairacunda.—Sólounhumanonolosería.Tuespecieestáobstruyendotanrápidamenteelmundo…Bueno,no

importa.Esinútildarleleccionesaunhumano.Alritmoquevanlascosas,jamásencontraréaPan.—¿Pan?¿Enbarra?— ¡Pan! -exclamó airado-. P-a-n. ¡El gran dios Pan! ¿Para qué crees que quiero la licencia de

buscador?Unabrisaextrañaatravesóelclaro,anulandotemporalmenteelolordebasurayporquería.Trajoel

aromadebayas,floressilvestresyaguadelluvialimpia,cosasqueenalgúnmomentohuboenaquellosbosques.Derepente,sentínostalgiadealgoquenuncahabíaconocido.

—Háblamedelabúsqueda-lepedí.Grovermemiróconcautela,comotemiendoquepudieraestargastándoleunabroma.—Eldiosdeloslugaresvírgenesdesaparecióhacedosmilaños-mecontó-.Unmarinerojuntoala

costa de Éfeso oyó una voz misteriosa que gritaba desde la orilla: «¡Diles que el gran dios Pan hamuerto!»Cuandoloshumanosoyeronlanoticia,lacreyeron.DesdeentoncesnohanparadodesaquearelreinodePan.Pero,paralossátiros,Paneranuestroseñoryamo.Nosprotegíaanosotrosyaloslugaresvírgenesdelatierra.Nosnegamosacreerquehayamuerto.Entodaslasgeneraciones,lossátirosmásvalientesconsagransuvidaabuscaraPan.Lobuscanportodoelmundoyexploranlanaturalezavirgen,confiandoenencontrarsuesconditeydespertarlodesusueño.

—Ytúquieresserunbuscadordeésos.

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—Eselsueñodemivida.Mipadreerabuscador.YmitíoFerdinand,laestatuaquehasvistoahíatrás…

—Ah,sí.Losiento.Groversacudiólacabeza.—El tío Ferdinand conocía los riesgos, comomi padre. Pero yo lo conseguiré. Seré el primer

buscadorqueregresevivo.—Espera,espera…¿Elprimero?Groversacólaflautadelbolsillo.—Ningún buscador ha regresado jamás. En cuanto son enviados, desaparecen.Nunca vuelven a

verlosvivos.—¿Niunoendosmilaños?—No.—¿Ytupadre?¿Sabesquéleocurrió?—Loignoro.—Peroaunasíquieres ir -dijeasombrado-.Merefieroaque…¿enseriocreesqueseráselque

encuentreaPan?—Tengoquecreerlo,Percy.Todoslosbuscadoreslocreen.Esloúnicoquemantienelaesperanza

cuandoobservamos lo quehanhecho los humanos con elmundo.Tengoque creer quePan aúnpuededespertar.

MiréelresplandornaranjadelcielopolucionadoymeasombrédequeGroverpersiguieseunsueñoqueasimplevistaparecíaunimposible.

—¿Cómovamosaentrarenelinframundo?-lepregunté-.Quierodecir,¿quéoportunidadestenemoscontraundios?

—Nolosé.PeroencasadeMedusa,mientrastúrebuscabaseneldespacho,Annabethmedijo…—Oh,semehabíaolvidado,claro.Annabethyadebedetenerunplan.—Noseastanduroconella,Percy.Hatenidounavidadifícil,peroesunabuenapersona.Después

detodo,mehaperdonado…-Lefallólavoz.—¿Quéquieresdecir?Tehaperdonado¿qué?Derepente,Groverpareciómuyinteresadoentocarlaflauta.—Unmomento-insistí-.Tuprimertrabajodeguardiánfuehacecincoaños.YAnnabethllevaenel

campotambiéncincoaños.¿Noseríaella…tuprimerencargoquefuemal…?—Nopuedohablardeeso-repusoél,yeltemblordesulabioinferiormeindicóqueseecharíaa

llorarsilopresionaba-.Perocomoibadiciendo,encasadeMedusa,Annabethyyocoincidimosenqueestápasandoalgoraroenestamisión.Hayalgoquenoesloqueaparenta.

—Vale,lumbrera.MeculpanporrobarunrayoquesellevóHades,¿recuerdas?—Nomerefieroaeso.LasFur…lasBenévolasparecíancontenerse.IgualquelaseñoraDoddsen

la academia Yancy… ¿Por qué esperó tanto para matarte? Y después, en el autobús, no estaban tanagresivascomosuelenponerse.

—Amímeparecieronagresivasdesobra.Grovermeneólacabeza.—Nosgritaban:«¿Dóndeestá?¿Dónde?»—Ospreguntabanpormí-ledije.— Puede… pero tanto Annabeth como yo tuvimos la sensación de que no preguntaban por una

persona.Cuandopreguntarondóndeestá,parecíanreferirseaunobjeto.—Esoesabsurdo.— Ya lo sé. Pero si hemos pasado por alto algo importante, y sólo tenemos nueve días para

encontrarelrayomaestro…-Memirócomosiesperararespuestas,peroyonolastenía.

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PenséenlaspalabrasdeMedusa:estabasiendoutilizadoporlosdioses.Loqueteníaantemíerapeorquelapetrificación.

— No he sido sincero contigo -admití-. No me importa nada el rayo maestro. Accedí a ir alinframundopararescataramimadre.

Groverhizosonarunanotasuaveenlaflauta.—Yalosé,Percy,pero¿estássegurodequeeselúnicomotivo?—Nolohagoporayudaramipadre.Noleimporto,yamíéltampocomeimporta.Grovermemiródesdesurama.—Oye, Percy, no soy tan listo comoAnnabeth ni tan valiente como tú, pero soymuy bueno en

analizaremociones.Tealegrasdequetupadreestévivo.Tehacesentirbienquetehayareclamado,ypartedetiquierequesesientaorgulloso.PoresoenviastelacabezadeMedusaalOlimpo.Queríasqueseenteraradeloquehashecho.

—¿Sí?Alomejorlasemocionesdelossátirosnofuncionancomolasdeloshumanos.Porqueestásequivocado.Nomeimportaloqueélpiense.

Groversubiólospiesalarama.—Vale,Percy.Loquetúdigas.—Además,nohehechonadameritorio.Apenashemos salidodeNuevaYorkyya estamosaquí

atrapados,sindineroniposibilidaddeiraloeste.Grovermiróelcielonocturno,comomeditandoennuestrosproblemas.—¿Quétalsiyohagoelprimerturno?-propuso-.Duermeunpoco.Quería protestar, pero comenzó a tocarMozart,muy suavemente, yme di la vuelta. Los ojosme

escocían.AlospocoscompasesdelConciertoparapianon.°12,mequedédormido.

Enmissueños,meencontréenunaoscuracavernafrenteaunfosoinsondable.Criaturasdenieblagris se arremolinaban alrededor demí susurrando jirones de humo, demodo que sabía que eran losespíritusdelosmuertos.

Metirabandelaropa, intentandoapartarme,peroyomesentíaobligadoacaminarhastaelbordemismodelabismo.

Mirarabajomemareaba.Elfoso,anchoynegro,carecíadefondo.Aunasí,teníalaimpresióndequealgointentabaalzarsedesdeelabismo,algoenormeymalvado.

—Elpequeñohéroe-reverberabaunavozdivertidadesdelalejanaoscuridad-.Demasiadodébil,demasiadojoven,peropuedequesirvas.-Lavozsonabamuyantigua,fríaygrave.Meenvolvíacomounpesadomanto-.Tehanengañado,chico-añadía-.Hazuntratoconmigo.Yotedaréloquequieres.

Se formaba una imagen sobre el abismo: mi madre, congelada en el momento en que se habíadisuelto en aquel resplandor dorado. Tenía el rostro desencajado por el dolor, como si elMinotaurosiguieraretorciéndoleelcuello.Memirabafijamenteysusojossuplicaban«¡Márchate!».

Yointentabagritar,peronomesalíalavoz.Unarisotadafríasacudíaelabismo.Unafuerzainvisiblemeempujaba,pretendíaarrastrarmehacia

elabismo.Debíamantenermefirme.— Ayúdame a salir, chico. -La voz sonaba más insistente-. Tráeme el rayo. ¡Juégasela a esos

traicionerosdioses!Losespíritusdelosmuertossusurraronalrededordemí:—¡Nolohagas!¡Despierta!Laimagendemimadreempezabaadesvanecerse.Lacosadelfososeaferrabaaúnmásamí.No

pretendíaarrastrarmealabismo,sinovalersedemíparasalirfuera.—Bien-murmuraba-.Bien.—¡Despierta!-susurrabanlosmuertos-.¡Despierta!

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Alguienmeestabasacudiendo.Abrílosojosyeradedía.—Vaya-dijoAnnabeth-.Elzombivive.Elsueñomehabíadejadotemblando.Aúnsentíaelcontactodelmonstruodelabismoenelpecho.—¿Cuántohedormido?—Suficienteparadarmetiempodeprepararundesayuno.-Melanzóunpaquetedecortezasdemaíz

delbardelatíaEme-.YGroverhasalidoaexplorar.Mira,haencontradounamigo.Teníaproblemasparaenfocarlavista.Grover,sentadoconlaspiernascruzadasencimadeunamanta, teníaalgopeludoenelregazo,un

animaldisecado,sucioydeunrosaartificial.No,nosetratabadeunanimaldisecado.Erauncanicherosa.

Elchuchomeladró,cauteloso.Groverdijo:—No,quéva.Parpadeé.—¿Estáshablandocon…eso?Elcanichegruñó.—Eso-meavisóGrover-esnuestrobilletealoeste.Séamableconél.—¿Sabeshablarconlosanimales?Grovernomehizocaso.—Percy,ésteesGladiolus.Gladiolus,Percy.MiréaAnnabeth,convencidodequeempezaríaareírseconlabromaquemeestabangastando,pero

ellaestabamuyseria.—Novoyadecirleholaauncanicherosa-dije-.Olvidadlo.—Percy-intervinoAnnabeth-.Yolehedichoholaalcaniche.Túledicesholaalcaniche.Elcanichegruñó.Ledijeholaalcaniche.Grover me explicó que había encontrado a Gladiolus en los bosques y habían iniciado una

conversación. El caniche se había fugado de una rica familia local, que ofrecía una recompensa dedoscientosdólaresaquienlodevolviera.Noteníamuchasganasdevolverconsufamilia,peroestabadispuestoahacerloparaayudaraGrover.

—¿CómosabeGladioluslodelarecompensa?-pregunté.—Haleídoloscarteles,lumbrera-contestóGrover.—Claro-respondí-.Cómohepodidosertantonto.—AsíquedevolvemosaGladiolus-explicóAnnabethconsumejorvozdeestratega-,conseguimos

eldineroycompramosunosbilletesaLosÁngeles.Esfácil.Penséenmisueño:enlasvocessusurrantesdelosmuertos,enlacosadelabismo,enelrostrodemi

madre,relucientealdisolverseenoro.Todoaquellopodríaestaresperándomeeneloeste.—Otroautobúsno-dijeconrecelo.—No-metranquilizóAnnabeth.Señalócolinaabajo,haciaunasvíasdetrenquenohabíavistoporlanocheenlaoscuridad.—HayunaestacióndetrenesAmtrakaochocientosmetros.SegúnGladiolus,elquevaaloestesale

amediodía.

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Capítulo13

Meabocoamimuerte

PasamosdosdíasviajandoeneltrenAmtrak,atravésdecolinas,ríosymaresdetrigoámbar.Nonos atacaron ni una vez, pero tampoco me relajé. Me daba la sensación de que viajábamos en unescaparate, que nos observaban desde arriba y puede que también desde abajo, que había algoacechando,alaesperadelaoportunidadadecuada.

Intentépasar inadvertidoporqueminombreymi foto aparecían envariosperiódicosde la costaEste. El Trenton Register-Newsmostraba la fotografía que me hizo un turista al bajar del autobúsGreyhound.Teníalamiradaida.Laespadaeraunborrónmetálicoenmismanos.Habríapodidoserunbatedebéisbolounpalodelacrosse.

En el pie de foto se leía: «Percy Jackson, de doce años de edad, buscado para ser interrogadoacerca de la desaparición de sumadre hace dos semanas.Aquí se le ve huyendo del autobús en queabordóavariasancianas.ElautobúsexplotóenunacarreteraalestedeNuevaJerseypocodespuésdeque Jacksonabandonarael lugar.Según lasdeclaracionesde los testigos, lapolicía creequeel chicopodría estar viajando con dos cómplices adolescentes. Su padrastro, Gabe Ugliano, ha ofrecido unarecompensaenmetálicoporcualquierinformaciónqueconduzcaasucaptura.»

—Notepreocupes-medijoAnnabeth-.Lospolicíassonmortales,nopodránencontrarnos.-Peronoparecíamuyseguradesuspalabras.

Pasé el resto del día paseando por el tren (lo pasaba fatal sentado quieto) o mirando por lasventanillas.

Unavezviunafamiliadecentaurosgaloparporuncampodetrigo,conlosarcostensados,mientrascazabanelalmuerzo.Elhijocentauro,queseríadeltamañodeunniñodesegundocursomontadoenponi,mevioy saludócon lamano.Miré alrededor en el vagón,peronadiemás loshabíavisto.Todos losadultosestabanabsortosensusordenadoresportátilesorevistas.

Enotraocasión,porlatarde,vialgoenormemoviéndoseporunbosque.Habríajuradoqueeraunleón,sóloquenohayleonessueltosenAmérica,yaquelbichoeradeltamañodeuntodoterrenomilitar.Sumelenarefulgíadoradaalaluzdelatarde.Despuéssaltóentrelosárbolesydesapareció.

EldinerodelarecompensapordevolveralcanichenoshabíadadosóloparacomprarbilleteshastaDenver.Nonosalcanzabaparaliteras,asíquedormitábamosennuestrosasientos.Elcuellosemequedóhechouncuatro.Intenténobabear,yaqueAnnabethsesentabaamilado.

Grovernoparabaderoncar,balarydespertarme.Unavezserevolvióenelasientoyselecayóunpiedepega.Annabethyyotuvimosqueponérselodenuevoantesdequelosotrospasajerossedierancuenta.

—Vale-medijoAnnabethencuantoterminamosdeponerlelazapatillaaGrover-,¿quiénquieretuayuda?

—¿Perdona?—Hace unmomento, cuando estabas durmiendo,murmurabas «No voy a ayudarte». ¿Con quién

soñabas?

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No quería contárselo. Era la segunda vez que soñaba con la voz maligna del foso, pero mepreocupabatantoquealfinalselodije.

Annabethreflexionóunrato.—Nopareceque se tratedeHades -dijopor fin-.Siempreapareceencimadeun trononegro,y

nuncaríe.—Meofrecióamimadreacambio.¿Quiénmáspodríahacereso?—Supongo…perosi loquequeríaesqueloayudarasasalirdel inframundo,si loquebuscaes

desatarunaguerracontralosOlímpicos,¿porquétepidequelelleveselrayomaestrosiyalotiene?Neguéconlacabeza,deseandoconocerlarespuesta.PenséenloqueGrovermehabíacontado,que

las Furias del autobús parecían buscar algo. «¿Dónde está? ¿Dónde?» Quizá Grover presentía misemociones.Roncóensueños,murmuróalgosobreverdurasyvolvió lacabeza.Annabeth leremetió lagorraparaqueletaparaloscuernos.

—Percy,nopuedeshaceruntratoconHades.Yalosabes,¿verdad?Esmentiroso,notienecorazónysímuchaavaricia.NomeimportaquesusBenévolasnosemostrarantanagresivasestavez…

—¿Estavez?¿Quieresdecirqueyatehabíasencontradoconellasantes?Se sacó su collar ymemostró una cuenta blanca pintada con la imagen de un pino, uno de sus

premiosporconcluirunnuevoverano.—DigamosquenotengoningúnaprecioporelSeñordelosMuertos.Nopuedetentarteparahacer

untratoacambiodetumadre.—¿Quéharíastúsifueratupadre?—Esoesfácil-contestó-.Lodejaríapudrirse.—¿Aquévieneeso?Annabethmemirófijamenteconsusojosgrises.Teníalamismaexpresiónquelehabíavistoenel

bosquecuandodesenvainólaespadacontraelperrodelinfierno.—Amipadrelemolestodesdeeldíaquenací,Percy-dijo-.Nuncalegustaronlosniños.Cuando

me tuvo, le pidió aAtenea queme recogiera yme criara en el Olimpo, porque él estaba demasiadoocupadoconsutrabajo.Aellanolehizomuchagracia.Ledijoqueloshéroestienenquesercriadosporsupadremortal.

—Pero¿cómo…?Esdecir,supongoquenonacisteenunhospital.—Aparecíenlapuertademipadre,enunacestadeoro,transportadadesdeelOlimpoporCéfiro,

elVientodelOeste.Cualquierarecordaríaelmomentocomounmilagro,¿no?Yhastasacaríaunasfotosdigitales o algo así. Pues bien, siempre hablaba demi llegada como si fuera lomásmolesto que lehubierasucedidoenlavida.Cuandocumplícincoaños,secasóyseolvidóporcompletodeAtenea.Sebuscó una mujer mortal «normal» y un par de hijos mortales «normales», e intentó fingir que yo noexistía.

Mirépor laventanilladel tren.Vi las lucesdeunaciudaddormidaa todavelocidad.QueríaqueAnnabethsesintieramejor,peronosabíacómolograrlo.

—Mimadresecasóconunhombreabsolutamenteespantoso-leconté-.Groverdiceque lohizoparaprotegerme,paraocultarmetraselaromadeunafamiliahumana.Alomejortupadreintentabahacerlomismo.

Annabeth seguía jugueteando con su collar. No dejaba de pellizcar el anillo de oro de launiversidad,quecolgabaentrelascuentas.Semeocurrióqueelanilloprobablementeeradesupadre.Mepreguntéporquélollevabasiloodiabatanto.

—No le importo -dijo-. Sumujer,mimadrastra,me trataba comoa unmonstruo.Nomedejabajugar con sus hijos. Ami padre le parecía bien. Cada vez que pasaba algo peligroso (lo típico, quellegabanlosmonstruos),losdosmemirabanconresentimiento,comodiciéndome:«¿Cómoteatrevesaponerenpeligroanuestrafamilia?»Alfinalloentendí:nomequerían.Asíquemeescapé.

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—¿Cuántosañostenías?—Losmismosquecuandoentréenelcampamento.Siete.—Pero…nopodíasllegarsolahastalacolinaMestiza.— No, sola no. Atenea me vigilaba, me guió hasta conseguir ayuda. Hice un par de amigos

inesperadosquecuidarondemí,almenosduranteuntiempo.Quería preguntar qué había ocurrido, pero Annabeth parecía absorta en sus recuerdos. Así que

escuchélosronquidosdeGroverymiréporlaventanilladeltren,mientrasloscampososcurosdeOhiopasabanatodavelocidad.

Hacia el final de nuestro segundodía en el tren, el 13de junio, ochodías antes del solsticio deverano,cruzamosunascolinasdoradasyelríoMississipihastaSanLuis.

Annabeth estiró el cuello para ver el famoso arco, el Gateway Arch, que a mí me pareció unaenormeasadebolsadelacompraenmediodelaciudad.

—Quierohacereso-suspiró.—¿Elqué?-pregunté.—Construiralgocomoeso.¿HasvistoalgunavezelPartenón,Percy?—Sóloenfotos.—Algúndíairéaverloenpersona.Voyaconstruirelmayormonumentoalosdiosesquesehaya

hechonunca.Algoqueduremilaños.Mereí.—¿Tú?¿Arquitecta?-Noséporqué,laideadeunaAnnabethquietecitaydibujandotodoeldíame

hizogracia.Seruborizó.—Sí,arquitecta.Ateneaesperadesushijosquecreencosas,nosóloquelasrompan,comocierto

diosdelosterremotosquemesémuybien.ObservélosremolinosenelaguamarróndelMississipi.—Perdona-dijoAnnabeth-.Esohasidounamaldad.— ¿No podríamos colaborar un poquito? -propuse-. Quiero decir… ¿es que Atenea y Poseidón

nuncahancooperado?Annabethtuvoquepensarlo.—Supongoque…eneltemadelcarro-dijo,vacilante-.Loinventómimadre,peroPoseidóncreó

loscaballosconlascrestasdelasolas.Asíquetuvieronquetrabajarjuntosparacompletarlo.—Entoncestambiénpodemoshacerlonosotros,¿no?Llegamosalaciudad,Annabethseguíamirandoelarcomientrasdesaparecíadetrásdeunedificio.—Supongo-dijoalfinal.Entramos en la estaciónAmtrak del centro de la ciudad.Lamegafonía nos indicó que había tres

horasdeesperaantesdepartirhaciaDenver.Groverseestiró.Antesdedespertarseporcompleto,dijo:—Comida.—Venga,chicocabra-dijoAnnabeth-.Vamosahacerturismocultural.—¿Turismo?—ElGatewayArch.Puedequeseamiúnicaoportunidaddesubir.¿Venísono?Groveryyointercambiamosmiradas.Yo quería decir que no, pero supuse que si Annabeth pensaba ir de todos modos, no podíamos

dejarlasolatantranquilamente.Groverseencogiódehombros.—Sihayunbarsinmonstruos,vale.

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Elarcoestabaaunkilómetroymediodelaestación.Aúltimahora,lascolasparaentrarnoerantanlargas.Nosabrimospasoporelmuseosubterráneo,vimosvagonescubiertosyotrasantiguallasdelmilochocientos.Noeramuyemocionante,peroAnnabethnodejódecontarnoscosasinteresantesdecómosehabíaconstruidoelarco,yGrovernodejódepasarmegominolas,asíquetampocomeaburrí.

Noobstante,nodejédemiraralrededor,alasdemáspersonasdelafila.—¿Huelesalgo?-lesusurréaGrover.Sacólanarizdelabolsadegominolaslosuficienteparainspirar.— Estamos bajo tierra -dijo con cara de asco-. El aire bajo tierra siempre huele a monstruos.

Probablementenosignifiquenada.Peroyoteníaunmalpresentimiento,laimpresióndequenodeberíamosestarallí.—Chicos-lesdije-,¿sabéislossímbolosdepoderdelosdioses?Annabethestabaintentandoleerlahistoriadelarco,perolevantólavista.—¿Sí?—Bueno,Hade… -Grover se aclaró la garganta-. Estamos en un lugar público…¿Te refieres a

nuestroamigodeabajo?— Esto… sí, claro -contesté-. Nuestro amigo de muy abajo. ¿No tiene un gorro como el de

Annabeth?—¿Elyelmodeoscuridad? -dijo ella-.Sí, ése es su símbolodepoder.Lovi junto a su asiento

duranteelconciliodelsolsticiodeinvierno.—¿Estabaallí?-pregunté.Asintió.—EselúnicomomentoenqueselepermitevisitarelOlimpo:eldíamásoscurodelaño.Perosilo

queheoídoescierto,sucascoesmuchomáspoderosoquemigorradeinvisibilidad.— Le permite convertirse en oscuridad -confirmó Grover-. Puede fundirse con las sombras o

atravesarparedes.Noselepuedetocar,veruoír.Yescapazdeirradiarunmiedotanintensoquepuedevolverte loco o paralizarte el corazón. ¿Por qué crees que todas las criaturas racionales temen laoscuridad?

—Peroentonces…¿cómosabemosquenoestáaquíjustoahora,vigilándonos?-pregunté.AnnabethyGroverintercambiaronsendasmiradas.—Nolosabemos-repusoGrover.—Gracias,esomehacesentirmuchomejor-respondí-.¿Tequedangominolasazules?Casi había conseguido dominar mis frágiles nervios cuando vi el curioso ascensor que iba a

llevarnos hasta la cima del arco y supe que tendría problemas.No soporto los lugares cerrados.Mevuelvenloco.

Nosapretujaronenunadelascabinas,juntoaunaseñoragordaysuperro,unchihuahuaconcollardeestrás.Supusequedebíadeserunchihuahualazarillo,porqueningúnguardialedijonadaalaseñora.

Empezamos a subir por el interior del arco. Nunca había estado en un ascensor curvo, y a miestómagonoleentusiasmólaexperiencia.

—¿Notenéispadres?-preguntólagorda.Teníaojosnegrosybrillantes;dientespuntiagudosymanchadosdecafé;llevabaunsombrerotejano

dealaflácida,yunvestidoquelesacabatantosmichelinesqueparecíaunzepelínvaquero.—Sehanquedadoabajo-respondióAnnabeth-.Lesasustanlasalturas.—Oh,pobrecillos.Elchihuahuagruñóylamujerledijo:— Venga, hijito, ahora compórtate. -El perro tenía los mismos ojos brillantes de su dueña,

inteligentesymalvados.

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—¿SellamaIgito?-pregunté.—No-contestólaseñoraysonrió,comosiesoloaclararatodo.Encima del arco, la plataforma de observaciónme recordó a una lata de refresco enmoquetada.

Filasdepequeñasventanitasdabanalaciudadporunladoyalríoporelotro.Lavistanoestabamal,perosihayalgoquemegustemenosqueunespacioreducido,esunespacioreducidoacientoochentametrosdealtura.Notardéensentirmemal.

Annabethnodejódehablardelossoportesestructurales,ydequeellahabríahechomásgrandeslasventanas y el suelo transparente. Probablemente habría podido quedarse horas allí arriba, pero, porsuerteparamí,elguardaanuncióquelaplataformadeobservacióncerraríaenpocosminutos.

CondujeaGroveryAnnabethhacia la salida, loshice subiraunacabinadelascensory, cuandoestabaapuntodeentraryotambién,reparéenqueyahabíadosturistasdentro.Noquedabaespacioparamí.

—Siguientecoche,señor-dijoelguarda.—¿Bajamosyesperamoscontigo?-dijoAnnabeth.Peroesoibaaserunlíoytardaríamosaúnmástiempo,asíquedije:—No,nopasanada.Nosvemosabajo,chicos.Grover y Annabeth parecían algo nerviosos, pero dejaron que la puerta se cerrara. Su cabina

desaparecióporlarampa.Enlaplataformasóloquedábamosyo,uncríoconsuspadres,elguardaylagordadelchihuahua.Le

sonreíincómodoyellamedevolviólasonrisaysepasólalenguabífidaporlosdientes.Unmomento.¿Lenguabífida?Antes de que pudiese decidir que efectivamente había visto eso, el chihuahua saltó hacia mí y

empezóaladrarme.—Bueno,bueno,hijito-dijolaseñora-.¿Tepareceésteunbuenmomento?Tenemosdelanteaesta

gentetanamable.—¡Perrito!-dijoelniñopequeño-.¡Mira,unperrito!Suspadresloapartaron.Elchihuahuameenseñólosdientesydesuhociconegroempezóasalirespuma.—Bueno,hijo-susurrólagorda-.Siinsistes.Elestómagosemecongeló.—Oiga,perdone,¿acabadellamarhijoaestechihuahua?—Quimera,querido-mecorrigiólagorda-.Noesunchihuahua.Esfácilconfundirlos.Seremangólasmangasvaquerasyrevelóunapielazuladayescamosa.Cuandosonrió,susdientes

erancolmillos.Laspupilasdesusojoseranrajitascomodereptil.El chihuahua ladrómás alto, y con cada ladrido crecía. Primero hasta adoptar el tamaño de un

doberman,despuéshastaeldeunleón.Entonceselladridoseconvirtióenrugido.Elniñopequeñogritó.Suspadres lo arrastraronhacia la salida,detrásdelguarda,que sequedó

atónito,mirandoalmonstruoconlabocaabierta.Quimeraeraahoratanaltaqueteníalapeludaespaldapegadaaltecho.Lamelenadelacabezade

leónestabacubiertadesangreseca,elcuerpoylaspezuñaserandecabragigante,yporcolateníaunaserpiente,tresmetrosdecoladecascabel.Elcollardeestrásaúnlecolgabadelcuello,ylamedallaparaperros del tamañode unamatrícula era fácilmente legible: «Quimera: tiene la rabia, escupe fuego, esvenenoso.Siloencuentran,porfavor,llamenalTártaro,extensión954.»

Reparéenquenisiquierahabíadestapadoelbolígrafo.Teníalasmanosentumecidas.EstabaatresmetrosdelasfaucessangrientasdeQuimeraysabíaque,encuantomemoviera,lacriaturaseabalanzaríasobremí.

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Laseñoraserpientedejóescaparunsilbidoquebienpodríahabersidounarisa.—Siéntetehonrado,PercyJackson.ElseñorZeusraravezmepermiteprobarunhéroeconunode

losdemiestirpe.¡Puesyosoylamadredelosmonstruos,laterribleEquidna!Mequedémirándolaysóloatinéadecir:—¿Esonoesunaespeciedeosohormiguero?Aullóysurostroofidiosevolviómarrónverdosodelarabia.—¡Detestoquelagentedigaeso!¡OdioAustralia!Miraquellamaraeseridículoanimalcomoyo.

Poreso,PercyJackson,¡mihijovaadestruirte!Quimera cargó, sus dientes de león rechinando. Conseguí saltar a un lado y evitar el mordisco.

Acabéjuntoalafamiliayelguarda,todosgritandoeintentandoabrirlaspuertasdeemergencia.Nopodíaconsentirque leshicieradaño.Destapé laespada,corríalotro ladode laplataformay

grité:—¡Ey,chihuahua!Quimera se volvió con insólita rapidez y, antes de que mi espada estuviese dispuesta, abrió su

pestilentebocaymelanzódirectamenteunchorrodefuego.Logréarrojarmeaunladoylamoquetaseincendió, desprendiendo un calor tan intenso que casi me deja sin cejas. Por detrás de donde meencontraba un instante antes, en uno de los lados del arco había ahora un boquete. Se veía el metalfundidoporlosbordes.«Fantástico-pensé-.Acabamosdecargarnosunmonumentonacional.»

AnaklusmosyaestabapreparadaycuandoQuimerasediolavuelta,lelancéunmandoblealcuello.Esefuemierror:lahojachisporroteócontraelcollardeperroylainerciadelimpulsomedesequilibró.Intentérecuperarmealtiempoquemedefendíadelafierabocadeleón,perodescuidéporcompletolacoladeserpiente,quesesacudióymehincóloscolmillosenlapantorrilla.

Sentílapiernaenteraarder.Intentéclavarlelaespadaenlaboca,perolacolaserevolvióymehizotrastabillar.LaespadasemeescurrióentrelasmanosycayóporelboquetealasaguasdelMississipi.

Conseguíponermeenpie,perosabíaquehabíaperdido.Estabadesarmado.Sentíaelvenenomortalsubiéndomehaciaelpecho.RecordéqueQuirónhabíadichoquelaespadasiempreregresaríaamí,perono había bolígrafo alguno en mi bolsillo. Quizá había ido a parar demasiado lejos, o tal vez sóloregresabaenformadebolígrafo.Nolosabía,ytampocoibaavivirlosuficienteparaaveriguarlo.

RetrocedíhaciaelmuroyQuimeraavanzó,gruñendoyexhalandovahoporsuasquerosaboca.Laserpiente,Equidna,secarcajeó.

—Yanohacenhéroescomolosdeantes,¿eh,hijo?Elmonstruogruñó.Noparecíatenerprisaporacabarconmigo,ahoraquemehabíavencido.Miré al guarda y a la familia. El chavalín se escondía tras las piernas de su padre. Tenía que

protegeraaquellagente.Nopodíamorirsinmás.Intentépensar,peromedolíatodoelcuerpoylacabezamedabavueltas.Meenfrentabaaunmonstruoenormequeescupíafuegoyasumadre,yteníamiedo.

Nopodíahuir,asíquemeacerquéalbordedelboqueteymiré.Alláabajo,elríobrillaba.Simoría,¿semarcharíanlosmonstruos?¿Dejaríanenpazaloshumanos?

—SiereshijodePoseidón-silbóEquidna-,nodebes tenermiedoalagua.Salta,PercyJackson.Demuéstramequeelaguanoteharádaño.Saltayrecuperatuespada.Demuestratulinaje.

Sí,vale,pensé.Enalgunapartehabía leídoquesaltaralaguadesdedospisosdealturaescomosaltarsobreasfaltosólido.Desdeallí,elimpactomeespachurraría.

LabocadeQuimeraempezóaponerseincandescente,calentándoseantesdesoltarotravaharadadefuego.

—No tienes fe -me retó Equidna-. No confías en los dioses. Pero no puedo culparte, pequeñocobarde.Losdiosessondesleales.Serámejorparatimorirahora.Elvenenoyaestáentucorazón.

Teníarazón:estabamuriendo.Mirespiraciónseralentizaba.Nadiepodíasalvarme,nisiquieralosdioses.Retrocedíymiréhaciaabajo,alagua.Recordélacálidasonrisademipadrecuandoyoeraun

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bebé.Teníaquehabermevisto.Seguramentemevisitócuandoyoestabaenlacuna.Recordéeltridenteverdequesehabíaformadoencimademicabezalanochedelacapturadelabandera,cuandoPoseidónmereclamócomosuhijo.

Peroaquellonoeraelmar.EraelMississipi,enelcentrodeEstadosUnidosdeAmérica.Nohabíaningúndiosdelmar.

—¡Muere,descreído!-rugióEquidna,yQuimeramelanzóunchorrodellamasalacara.—Padre,ayúdame-recé.Mevolvíysaltéalvacío.Miropaestabaardiendo,elvenenorecorríamisvenasyestabacayendo

alrío.

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Capítulo14

Meconviertoenunfugitivoconocido

Meencantaría contarte que tuve una profunda revelación durantemi caída, que aceptémi propiamortalidad,quemereíenlacaradelamuerte,etcétera.

Peromiúnicopensamientoera:¡Aaaaaaaaahhhhh!El ríoseacercabaa lavelocidaddeuncamión.Elvientomearrancabaelairede lospulmones.

Torres,rascacielosypuentesentrabanysalíandemicampodevisión.Yentonces:¡Zaaaaa-buuumm!Unfundidoennegrodeburbujas.Mehundíenel lodo,segurodequeacabaríaatrapadobajo treintametrosdebarroymeperdería

parasiempre.Sinembargo,el impactocontraelaguanomehabíadolido.Enesemomentomehundíalentamentehaciaelfondo,lasburbujasmehacíancosquillasentrelosdedos.Meposésuavementesobreellechodelrío.Unsilurodeltamañodemipadrastroseocultóenlaoscuridad.Nubesdelimoybasura-botellas,zapatosviejos,bolsasdeplástico-girabanalrededordemí.

En ese punto reparé en unas cuantas cosas: primero, no me había convertido en una tortita alestrellarme; segundo, nome habían asado a la parrilla; y, tercero, ni siquiera sentía ya el veneno deQuimeraenlasvenas.Simplementeestabavivo,yeragenial.

Sinembargo,constatéalgomuycurioso:noestabamojado.Quierodecir,sentíaelaguafríayveíadóndesehabíanquemadomisropas.Perocuandometoquélacamisa,parecíaperfectamenteseca.

Miré la basura flotante y agarré un viejo encendedor. Imposible, pensé. Le di almechero e hizochispa.Aparecióunallamita,justoallí,enelfondodelMississipi.

Alcancéunenvoltoriodehamburguesasarrastradoporlacorrienteyelpapelsesecódeinmediato.Loencendísinproblemas,peroencuantolosoltélasllamasseapagaronyelenvoltorioseconvirtióotravezenundesechofangoso.Rarísimo.

Hasta el final no me di cuenta de lo más extraño: estaba respirando. Estaba debajo del agua yrespirabanormalmente.

Mepuseenpie,manchadodelodohastaelmuslo.Metemblabanlaspiernasylasmanos.Deberíaestarmuerto.Elhechodequenoloestuvieraparecía…bueno,unmilagro.Imaginélavozdeunamujer,unavozquesonabaunpococomolademimadre:«Percy,¿quésedice?»

—Esto…gracias.-Debajodelaguamivozsonabaachicomuchomayor-.Gracias…padre.No hubo respuesta. Sólo la oscura corriente de basura, el enorme siluro siguiendo su rastro, el

reflejodelatardecerenlasuperficiedelagua,alláarriba,volviéndolotododecolorcaramelo.¿PorquémehabíasalvadoPoseidón?Cuantomáslopensaba,másvergüenzasentía.Asíqueantes

sólohabíatenidosuerte.NoteníaningunaoportunidadcontraunmonstruocomoQuimera.Probablementeaquella pobre gente en el arco ya era sólo ceniza.Nohabía podido protegerlos, no era ningúnhéroe.Quizátendríaquequedarmeallíabajoconelsiluroparasiempre,unirmealosanimalesdelfondodelrío.

Encima, la hélice de una embarcación batió el agua, removiendo el limo alrededor.Y allí, a unmetroymediodedistancia,estabamiespada,laempuñadurabrillantesobresaliendodelbarro.

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Volvíaoírlavozdemujer:«Percy,agarralaespada.Tupadrecreeenti.»Estavezsupequelavoznoveníademicabeza.Noeranimaginacionesmías.Laspalabrasparecían

provenirdetodaspartes,transmitiéndoseporelaguacomoelsonardeundelfín.—¿Dóndeestás?-gritéenvozalta.Entonces,a travésde laoscuridad líquida, lavi:unamujerdelcolordelagua,un fantasmaen la

corriente,flotandojustoencimadelaespada.Teníaelpelolargoyondulado;losojos,apenasvisibles,verdescomolosmíos.

Semeformóunnudoenlagarganta.—¿Mamá?-musité.«No,niño,sólosoyunamensajera,aunqueeldestinodetumadrenoestannegrocomocrees.Vea

laplayadeSantaMónica.»—¿Qué?«Eslavoluntaddetupadre.AntesdedescenderalinframundotienesqueiraSantaMónica.Venga,

Percy,nopuedoquedarmemuchotiempo.Elríoestádemasiadosucioparamipresencia.»—Pero…-Seguíaconvencidodequeaquellamujereramimadre,ounavisióndeella-.¿Quién…?

¿Cómo…?-Teníatantaspreguntasquelaspalabrassemeatascaronenlagarganta.«Nopuedoquedarme,valiente-dijoella.Estiróunamanoyfuecomosilacorrientemeacariciara

lacara-.¡VeaSantaMónica!Ynoconfíesenlosregalosde…»Suvozsedesvaneció.—¿Regalos?-repetí-.¿Quéregalos?¡Espera!Intentóvolverahablar,perotantoelsonidocomolaimagenhabíandesaparecido.Sierarealmente

mimadre,habíavueltoaperderla.Quiseahogarme,peroerainmunealahogamiento.«Tupadrecreeenti»,habíadicho.Tambiénmehabíallamadovaliente…amenosquehablaracon

elsiluro.Me acerqué a la espada y la así por la empuñadura.Quimera aún podía seguir ahí arriba con la

bichagordadesumadre,esperandopararematarme.Comomínimo,estaría llegandolapolicíamortal,intentando averiguar quién había abierto el agujero en el arco. Si me encontraban, tendrían algunaspreguntasquehacerme.

Tapélaespadaymemetíelbolienelbolsillo.—Gracias,padre-volvíadecirlealaguaoscura.Despuésmesacudíelbarrocondospatadasysubínadandoalasuperficie.

SalíalladodeunMcDonald'sflotante.Unamanzanamásallá, todoslosvehículosdeemergenciasdeSanLuisestabanrodeandoelarco.

Los helicópteros de la policía daban vueltas en círculo. La multitud de curiosos me recordó TimesSquarelanochedeFindeAño.

—¡Mamá!-dijounaniña-.Esechicohasalidodelrío.—Esoestámuybien,cariño-dijosumadremientrasestirabaelcuelloparaverlasambulancias.—¡Peroestáseco!—Esoestámuybien,cariño.Unamujerdelasnoticiashablabaparalacámara:— Probablemente no ha sido un ataque terrorista, nos dicen, pero la investigación acaba de

empezar. El daño, como ven, es muy grave. Intentamos llegar a alguno de los supervivientes parainterrogarlossobrelasdeclaracionesdetestigospresencialesqueindicanquealguiencayódelarco.

«Supervivientes.»Me sentí súbitamente aliviado.Quizá el guarda y la familia habían salvado lavida.ConfiéenqueGroveryAnnabethestuvieranbien.

Intentéabrirmepasoentreelgentíoparaverquéestabapasandodentrodelcordónpolicial.

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—…unadolescente -estabadiciendootro reportero-.CanalCincoha sabidoque las cámarasdevigilanciamuestranaunadolescentevolverse locoen laplataformadeobservación,ydealgúnmodoconsiguióactivarestaextrañaexplosión.Difícildecreer,John,peroesloquenosdicen.Siguesinhabervíctimasmortales…

Meaparté, intentandomantenerlacabezagacha.Teníaquerecorrerunbuentrechopararodearelperímetropolicial.Habíaagentesdepolicíayperiodistasportodaspartes.

CasihabíaperdidolaesperanzadeencontraraAnnabethyaGrovercuandounavozfamiliarbaló:—¡Peeeercy!-Alvolverme,elabrazodeoso(másbiendecabra)deGrovermeatrapóenelsitio-.

¡CreíamosquehabíasllegadoalHadesdelamaneramala!Annabeth estaba de pie tras él tratando de parecer enfadada, pero también ella sentía alivio por

verme.—¡Nopodemosdejartesolonicincominutos!¿Quéhapasado?—Másomenosmehecaído.—¡Percy!¿Desdecientonoventaydosmetros?Detrásdenosotros,unpolicíagritó:—¡Abranpaso!Lamultitudseseparó,yunpardeenfermerossalierondisparados,conduciendoaunamujerenuna

camilla.Lareconocíinmediatamentecomolamadredelniñoqueestabaenlaplataformadeobservación.Ibadiciendo:

—Ycuandoaquelperroenorme,unchihuahuaqueescupíafuego…—Vale,señora-decíaelenfermero-.Ustedcálmese.Sufamiliaestábien.Lamedicaciónempiezaa

hacerefecto.—¡Noestoyloca!Elchicosaltóporelagujeroyelmonstruodesapareció.-Entoncesmevio-.¡Ahí

está!¡Eseeselchico!MevolvídeinmediatoytirédeAnnabethyGrover.Nosmezclamosentrelamultitud.—¿Quéestápasando?-quisosaberAnnabeth-.¿Estabahablandodelchihuahuadelascensor?LescontélahistoriadeQuimera,Equidna,mizambullidayelmensajedeladamasubacuática.—¡Uau!-exclamóGrover-.¡TenemosquellevarteaSantaMónica!Nopuedesignorarunallamada

detupadre.AntesdequeAnnabethpudieraresponder,noscruzamosconotroperiodistaquedabaunanoticiay

casimequedoheladocuandodijo:— Percy Jackson. Eso es, Dan. El Canal Doce acaba de saber que el chico que podría haber

causadoestaexplosióncoincideconladescripcióndeunjovenbuscadoporlasautoridadesenrelacióncon un grave accidente de autobús en Nueva Jersey, hace tres días. Y se cree que el chico viaja endirecciónaloeste.AquíofrecemosunafotodePercyJacksonparanuestrostelespectadores.

Nosagachamosjuntoalafurgonetadelosinformativosynosmetimosenuncallejón.—Primerotenemosquelargarnosdelaciudad-lecontestéaGrover.Dealgúnmodo,conseguimosregresaralaestacióndelAmtraksinquenosvieran.Subimosaltren

justoantesdequesalieraparaDenver.EltrentraqueteóhaciaeloestemientrascaíalaoscuridadylaslucesdelapolicíaseguíanlatiendoanuestrasespaldasenelcielodeSanLuis.

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Capítulo15

Undiosnosinvitaahamburguesas

La tarde siguiente, el 14 de junio, siete días antes del solsticio, nuestro tren llegó aDenver.Nohabíamoscomidodesde lanocheanteriorenel coche restaurante, enalgún lugardeKansas.YnonosduchábamosdesdelacolinaMestiza.Desdeluegoteníaquenotarse,pensé.

—IntentaremoscontactarconQuirón-dijoAnnabeth-.Quierohablarledetucharlaconelespíritudelrío.

—Nopodemosusarelteléfono,¿verdad?—Noestoyhablandodeteléfonos.Caminamos sin rumbo por el centro durante unamedia hora, aunque no estaba seguro de lo que

Annabeth iba buscando.El aire era seco y caluroso, y nos parecía raro tras la humedaddeSanLuis.Dondequieraquemiráramos,nosrodeabanlasmontañasRocosas,comosifueranuntsunamigigantescoapuntodeestrellarsecontralaciudad.

Alfinalencontramosunlavacochesconmanguerasvacío.Nosmetimosenlacabinamásalejadadela calle, con los ojos bien abiertos por si aparecían coches de policía. Éramos tres adolescentesrondandoenun lavacochessincoche;cualquierpolicíaqueseganarasusdónutsse imaginaríaquenotramábamosnadabueno.

—¿Quéestamoshaciendoexactamente?-preguntémientrasGroveragarrabaunamanguera.—Sonsetentaycincocentavos-murmuró-.Amísólomequedandoscuartosdedólar.¿Annabeth?—Amínomemires-contestó-.Elcocherestaurantemehadesplumado.RebusquéelpococambioquemequedabaylepaséaGroveruncuartodedólar,loquemedejódos

monedasdecincocentavosyundracmadeMedusa.—Fenomenal -dijoGrover-.Podríamoshacerloconunespray, claro,pero laconexiónnoes tan

buena,ymecansodeapretar.—¿Dequéestáshablando?Metiólasmonedasypusoelselectorenlaposición«LLUVIAFINA».—MensajeríaI.—¿Mensajeríainstantánea?—MensajeríaIris-corrigióAnnabeth-.Ladiosadelarcoiris,Iris,transportalosmensajesparalos

dioses.Sisabescómopedírselo,ynoestámuyocupada,tambiénlohaceparalosmestizos.—¿Invocasaladiosaconunamanguera?Groverapuntóelpitorroalaireyelaguasalióenunafinalluviablanca.—Amenosqueconozcasunamaneramásfácildehacerunarcoiris.Yvayaquesí,laluzdelatardesefiltróentreelaguaysedescompusoencolores.Annabethmetendióunapalma.—Eldracma,porfavor.Selodi.Levantólamonedaporencimadesucabeza.—Oh,diosa,aceptanuestraofrenda.-Lanzóeldracmadentrodelarcoiris,quedesaparecióconun

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destellodorado-.ColinaMestiza-pidióAnnabeth.Poruninstante,noocurriónada.Despuéstuveantemílanieblasobreloscamposdefresas,yelcanaldeLongIslandSoundenla

distancia.EracomosiestuviéramosenelporchedelaCasaGrande.Depie,dándonoslaespalda,habíauntipodepelorubioapoyadoenlabarandilla,vestidoconpantalonescortosycamisetanaranja.Teníaunaespadadebronceenlamanoyparecíaestarmirandofijamentealgoenelprado.

—¡Luke!-lollamé.Sevolvió,sorprendido.Habríajuradoqueestabaaunmetrodelantedemíatravésdeunapantalla

deniebla,salvoquesólopodíaverlelapartedelcuerpoquecubríaelarcoiris.—¡Percy!-Surostromarcadoseensanchóenunasonrisa-.¿YésaesAnnabeth?¡Alabadosseanlos

dioses!Eh,chicos,¿estáisbien?—Estamos…bueno…Sí,bien-balbuceóAnnabeth.Sealisabalacamisetasuciaysepeinabapara

apartarseelpelodelacara-.PensábamosqueQuirón…bueno…— Está abajo en las cabañas. -La sonrisa de Luke desapareció-. Estamos teniendo algunos

problemasconloscampistas.Escuchad,¿vatodobien?¿LehapasadoalgoaGrover?—¡Estoyaquí!-gritóGrover.ApartóelpitorroyentróenelcampodevisióndeLuke-.¿Quéclase

deproblemas?EnaquelmomentounenormeLincolnContinentalsemetióenellavacochesconlaradioemitiendo

hiphopa tope.Cuandoelcocheentróen lacabinadeal lado,elbajovibró tantoquehizo temblarelsuelo.

—Quirónteníaque…¿Quéeseseruido?-preguntóLuke.—¡Yomeencargo!-exclamóAnnabeth,aparentementealiviadaportenerunaexcusaparaapartarse

deenmedio-.¡Venga,Grover!—¿Qué?-dijoGrover-.Pero…—¡DaleaPercylamanguerayven!-leordenó.GrovermurmuróalgosobrequelaschicaseranmásdifícilesdeentenderqueeloráculodeDelfos,

despuésmeentrególamangueraysiguióaAnnabeth.AjustéelpitorroparamantenerelarcoirisyseguirviendoaLuke.—¡Quirónha tenidoquedetenerunapelea! -meaullóLukeporencimade lamúsica-.Lascosas

estánmuytensasaquí,Percy.SehacorridolavozdeladisputaentreZeusyPoseidón.Aúnnosabemoscómo;probablementeelmismodesgraciadoqueinvocóalperrodelinfierno.Ahoraloscampistasestánempezandoatomarpartido.SeestánorganizandootravezcomoenlaguerradeTroya.Afrodita,AresyApoloapoyanaPoseidón,másomenos.AteneaestáconZeus.

MeestremecíalpensarquelacabañadeClarissesepusieradelladodemipadreparanada.Enlacabina contigua oía a Annabeth discutir con un tipo, después el volumen de la música descendiódrásticamente.

—¿Yenquésituaciónestás?-mepreguntóLuke-.Quirónsentiránohaberpodidohablarcontigo.Se lo conté todo, incluidosmis sueños.Me sentí tan bien al verlo, al tener la impresión de que

regresabaalcampamentoaunquefueraporunosminutos,quenomedicuentadecuántotiempollevabahablando,hastaquesonóelpitidodelamanguerayadvertíquesólomequedabaunminutoantesdequesecortaraelagua.

—Ojaláestuvieraahí-dijoLuke-.Metemoquenopodemosayudartedemasiadodesdeaquí,peroescucha…Tiene que serHades el que robó el rayomaestro. Estaba en el Olimpo en el solsticio deinvierno.Yoacompañabaunaexcursiónylovimos.

—PeroQuiróndijoquelosdiosesnopuedentocarlosobjetosmágicosdelosdemásdirectamente.—Esoescierto-convinoLuke,yparecíaagobiado-.Aunasí…Hadestieneelyelmodeoscuridad.

Sino,¿cómoesposibleentrarenlasaladeltronoyrobarelrayomaestro?Hayqueserinvisible.

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Ambosnosquedamoscallados,hastaqueLukepareciódarsecuentadeloqueacababadedecir.—Unmomento-protestó-.NoestoydiciendoquehayasidoAnnabeth.Laconozcodesdesiempre.

Ellajamás…quierodecirqueescomounahermanapequeñaparamí.Mepregunté si aAnnabeth legustaría esadescripción.En la cabina contigua lamúsica cesópor

completo.Unhombregritóhorrorizado,seoyeroncerrarselasportezuelasdelcocheyelLincolnsaliódellavacochesatodavelocidad.

— Será mejor que vayas a ver qué ha sido eso -dijo Luke-. Oye, ¿estás usando las zapatillasvoladoras?Mesentirémejorsiséquetesirvendealgo.

—¡Oh…sí,claro!-mentícondesfachatez-.Mehanvenidomuybien.—¿Enserio?-Sonrió-.¿Tevanbien?Elaguaseterminó.Lalluviafinaempezóaevaporarse.—¡Bueno,cuidaosahíenDenver!-gritóLuke,ysuvozfueamortiguándose-.¡YdileaGroverque

estavezirámejor!Quenadieseconvertiráenpinosi…PerolalluviahabíadesaparecidoylaimagendeLukesedesvanecióporcompleto.Estabasoloen

unacabinamojadayvacíadeunlavacoches.Annabeth y Grover aparecieron por la esquina, riendo, pero se detuvieron al verme la cara. La

sonrisadeAnnabethdesapareció.—¿Quéhapasado,Percy?¿QuétehadichoLuke?—Nodemasiado-mentí.Sentíaelestómagotanvacíocomolaenormecabaña3-.Bueno,vamosa

buscaralgodecenar.

Unosminutosmás tarde estábamos sentados en el reservado de un comedor de cromo brillante,rodeadosporunmontóndefamiliasquezampabanhamburguesasybebíanrefrescos.

Alfinalvinolacamarera.Arqueóunacejaconaireescépticoeinquirió:—¿Ybien?—Bueno…queríamospedirlacena-dije.—¿Tenéisdineroparapagar,niños?EllabioinferiordeGrovertembló.Mepreocupabaqueempezaraabalar,opeoraún,acomerseel

linóleo.Annabethparecíaapuntodefenecerdehambre.Intentabapergeñarunahistoriatristísimaparalacamareracuandounrugidosacudióeledificio:una

motocicletadeltamañodeunelefantepequeñoacababadepararjuntoalbordillo.Todas las conversaciones se interrumpieron. El faro de la motocicleta era rojo. El depósito de

gasolinateníallamaspintadasyalosladosllevabafundasparaescopetas…conescopetasincluidas.Elasientoeradecuero,perouncueroqueparecía…pielhumana.

Eltipodelamotocicletahabríaconseguidoqueunluchadorprofesionalllamaseagritosasumamá.Ibavestidoconunacamisetadetirantesroja,téjanosnegrosyunguardapolvodecueronegro,yllevabauncuchillodecazasujetoalmuslo.Trassusgafasrojasteníalacaramáscruelybrutalquehevistoenmivida-guapo,supongo,perodeaspectoimplacable-;elpelo,cortísimoynegrobrillante,ylasmejillassurcadasdecicatricessindudafrutodemuchas,muchaspeleas.Loraroeraquesucaramesonaba.

Alentrarenelrestauranteprodujounacorrientedeairecálidoyseco.Loscomensalesselevantaroncomohipnotizados,peroelmotoristahizoungestoconlamanoytodosvolvieronasentarse.Regresarona sus conversaciones. La camarera parpadeó, como si alguien acabara de apretarle el botón derebobinado.

—¿Tenéisdineroparapagar,niños?-volvióapreguntarnos.— Ponlo en mi cuenta -respondió el motorista. Se metió en el reservado, que era demasiado

pequeñoparaél,yacorralóaAnnabethcontralaventana.Levantólavistahacialacamarera,lamiróalosojosydijo-:¿Aúnsiguesaquí?

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Lamuchachasepusorígida,sevolviócomounaautómatayregresóalacocina.El motorista se quedó mirándome. No le veía los ojos tras las gafas rojas, pero empezaron a

hervirmemalossentimientos.Ira,rencor,amargura.Queríadarleungolpeaunapared,empezarunapeleaconalguien.¿Quiénsecreíaqueeraaqueltipo?

Mededicóunasonrisapérfida.—AsíquetúereselcríodelviejoAlga,¿eh?Deberíahabermesorprendidooasustado,perosólosentíquemehallabaantemipadrastroGabe.

Queríaarrancarlelacabezaaaqueltipejo.—¿Yatiquéteimporta?Annabethmeadvirtióconlamirada.—Percy,éstees…Elmotoristalevantólamano.—Nopasanada-dijo-.Noestámalunapizcadecarácter.Siempreycuandoteacuerdesdequién

eseljefe.¿Sabesquiénsoy,primito?Entoncescaíenlacuenta.TeníalamismarisamalvadadealgunoscríosdelCampamentoMestizo,

losdelacabaña5.—EreselpadredeClarisse-respondí-.Ares,eldiosdelaguerra.Aressonrióysequitólasgafas.Dondetendríanqueestarlosojos,habíasólofuego,cuencasvacías

enlasquerefulgíanexplosionesnuclearesenminiatura.—Hasacertado,pringado.HeoídoquelehasrotolalanzaaClarisse.—Loestabapidiendoagritos.—Probablemente.Nointervengoenlasbatallasdemiscríos,¿sabes?Hevenidopara…Heoído

queestabasenlaciudadytengounaproposiciónquehacerte.Lacamareraregresóconbandejasrepletasdecomida:hamburguesasconqueso,patatasfritas,aros

decebollaybatidosdechocolate.Aresleentregóunosdracmas.Ellamiróconnerviosismolasmonedas.—Peroéstosnoson…Aressacósuenormecuchilloyempezóalimpiarselasuñas.—¿Algúnproblema,chata?Lacamarerasetragólaspalabrasysemarchósinrechistar.—Esoestámuymal-ledijeaAres-.Nopuedesiramenazandoalagenteconuncuchillo.Aressoltóunarisotadayluegodijo:— ¿Estás de broma? Adoro este país. Es el mejor lugar del mundo desde Esparta. ¿Tú no vas

armado,pringado?Puesdeberías.Ahífuerahayunmundopeligroso.Yesonosllevaamiproposición.Necesitoquemehagasunfavor.

—¿Quéfavorpuedohacerleyoaundios?—Algoqueundiosnotienetiempodehacer.Noesdemasiado.Medejéelescudoenunparque

acuáticoabandonadoaquíenlaciudad.Teníacitaconminoviaperonosinterrumpieron.Enlaconfusiónmedejéelescudo.Asíquequieroquevayasporél.

—¿Porquénovastú?Elfuegoenlascuencasdesusojosbrillóconmayorintensidad.—TambiénpodríaspreguntarmeporquénoteconviertoenunaardillayteatropelloconlaHarley.

Larespuestaseríalamisma:porquedemomentonomeapetece.Undiosteestádandolaoportunidaddedemostrarquésabeshacer,PercyJackson.¿Vasaquedarcomouncobardica?-Seinclinóhaciamí-.Oalomejoresquesólopeleasbajoelagua,paraquepapaítoteproteja.

Tuveelirreprimibleimpulsodedarleunpuñetazoenlacara,aunquesabíaqueeraloqueélestaba

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buscando.ElpoderdeArescausabami iray lehabríaencantadoque loatacara.Nopensabadarleelgusto.

—Noestamosinteresados-repuse-.Yatenemosunamisión.LosfierosojosdeAresmehicieronvercosasquenoqueríaver:sangre,humoycadáveresenla

batalla.—Losétodosobretumisión,pringado.Cuandoeseobjetomortíferofuerobado,Zeusenvióalos

mejoresabuscarlo:Apolo,Atenea,Artemisayyo,naturalmente.Ahorabien,siyonopercibíniuntufillodeunarmatanpoderosa…-serelamió,comosielpensamientodelrayomaestroledierahambre-puesentoncestúnotienesningunaposibilidad.Aunasí,estoyintentandoconcederteelbeneficiodeladuda.Perotupadreyyonosconocemosdesdehacetiempo.Despuésdetodo,yosoyelqueletransmitiólassospechasacercadelviejoAlientodeMuerto.

—¿TúledijistequeHadesrobóelrayo?—Claro.Culparaalguiendealgoparaempezarunaguerraesel trucomásviejodelmundo.En

ciertosentido,tienesqueagradecermetupatéticamisión.—Gracias-farfullé.— Eh, ya ves que soy un tío generoso. Tú hazme ese trabajito, y yo te ayudaré en el tuyo. Os

prepararéelrestodelviaje.—Noslasarreglamosbienpornuestracuenta.—Sí,seguro.Sindinero.Sincoche.Sinninguna ideadeaquéosenfrentáis.Ayúdameyquizá te

cuentealgoquenecesitassaber.Algosobretumadre.—¿Mimadre?Sonrió.—Eso te interesa,¿eh?Elparqueacuáticoestáaunkilómetroymedioaloeste,enDelancy.No

puedesperderte.BuscalaatraccióndelTúneldelAmor.—¿Quéinterrumpiótucita?-lepregunté-.¿Teasustóalgo?Aresme enseñó los dientes, pero ya había visto esamirada amenazante enClarisse.Había algo

falsoenella,casicomositraicionaraciertonerviosismo.— Tienes suerte de haberme encontrado a mí, pringado, y no a algún otro Olímpico. Con los

maleducados no son tan comprensivos como yo. Volveremos a vernos aquí cuando termines. No medefraudes.

Despuésdeeso,debídedesmayarmeocaerentrance,porquecuandovolvíaabrirlosojosAreshabíadesaparecido.Habríacreídoqueaquellaconversaciónhabíasidounsueño,perolasexpresionesdeAnnabethyGrovermeindicaronlocontrario.

—Nomegusta-dijoGrover-.Areshavenidoabuscarte,Percy.Nomegustanadadenada.Miréporlaventana.Lamotocicletahabíadesaparecido.¿SabríaAresdeverdadalgosobremimadre,osóloestaba jugandoconmigo?Encuantosehubo

ido,lairadesaparecióporcompletodemí.SupusequeaAresleencantabaembarullarlasemocionesdelagente.Éseerasupoder:confundirlasemocionesalextremodequetenublaranlacapacidaddepensar.

—Quizánofuemásqueunespejismo-dije-.OlvidaosdeAres.Nosvamosypunto.—Nopodemos-contestóAnnabeth-.Mira,yodetestoaArescomoelquemás,peronosepuede

ignoraralosdiosesamenosquequierasbuscartelaruina.Nobromeabacuandohablabadeconvertirteenunroedor.

Mirémihamburguesaconqueso,quederepentenoparecíatanapetecible.—¿Porquénosnecesitaparaunatareatansencilla?—A lomejor es un problemaque requiere cerebro -observóAnnabeth-.Ares tiene fuerza, pero

nadamás.Yaveceslafuerzadebedoblegarseantelainteligencia.—Pero¿quéhabráeneseparqueacuático?Aresparecíacasiasustado.¿Quéharíainterrumpiral

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diosdelaguerraunacitaconsunoviayhuir?AnnabethyGroversemiraronnerviosos.—Metemoquetendremosqueiradescubrirlo-dijoAnnabeth.

Elsolsehundía tras lasmontañascuandoencontramoselparqueacuático.A juzgarporelcartel,originalmentesellamaba«waterland»,peroalgunasletrashabíandesaparecido,asíqueseleía:«WATRAD».

Lapuertaprincipalestabacerradaconcandadoyprotegidaconalambredeespino.Dentro,enormesysecos toboganes, tubosy tuberíasseenroscabanpor todaspartes,endireccióna laspiscinasvacías.Entradasviejasyanunciosrevoloteabanporelasfalto.Alanochecer,aquellugarteníaunaspectotristeydabaescalofríos.

— Si Ares trae aquí a su novia para una cita -dije mirando el alambre de espino-, no quieroimaginarmequéaspectotendráella.

—Percy-meavisóAnnabeth-,tienesquesermásrespetuoso.—¿Porqué?CreíaqueodiabasaAres.—Siguesiendoundios.Ysunoviaesmuytemperamental.—Noinsultessuaspecto-añadióGrover.—¿Quiénes?¿Equidna?—No;Afrodita…-repusoGroverysuspiróconembeleso-.Ladiosadelamor.—Pensabaqueestabacasadaconalguien-dije-.¿ConHefesto?—¿Yquésifueraasí?—Bueno…-Mejorcambiardetema-.¿Ycómoentramos?—Maya!-AlpuntosurgieronlasalasdeloszapatosdeGrover.Volóporencimade lavalla,dioun involuntario saltomortalyaterrizóenunaplataformaalotro

lado.Sesacudiólosvaqueros,comosilohubieraprevistotodo.—Vamos,chicos.Annabethyyotuvimosqueescalaralamaneratradicional,aguantándonosunoaotroelalambrede

espinoparapasarpordebajo.Las sombras se alargaronmientras recorríamos el parque, examinando las atracciones. Pasamos

frentealaIsladelosMordedoresdeTobillos,PulposLocosyEncuentratuBañador.Ningúnmonstruonosatacóynooímoselmenorruido.Encontramos una tienda de souvenirs que había quedado abierta. Aún había mercancía en las

estanterías:bolasdenieveartificial,lápices,postalesehilerasde…—Ropa-dijoAnnabeth-.Ropalimpia.—Sí-dije-.Peronopuedesiry…—¿Ah,no?Agarróunahilerallenadecosasydesaparecióenelvestidor.Alospocosminutossalióconunos

pantalonescortosdefloresdeWaterland,unagrancamisetarojadeWaterlandyunaszapatillassurferasdelaniversariodeWaterland.TambiénllevabaunamochilaWaterlandcolgadadelhombro,llenaconmáscosas.

—Quédemonios.-Groverseencogiódehombros.En pocos minutos estuvimos los cuatro engalanados como anuncios andantes del difunto parque

temático.SeguimosbuscandoelTúneldelAmor.Teníalasensacióndequeelparqueenteroconteníalarespiración.

—AsíqueAresyAfrodita-dijeparamantenermimentealejadadelaoscuridadcreciente-tienenunasuntillo.

—Esechismeesmuyviejo,Percy-dijoAnnabeth-.Tienetresmilaños.

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—¿YelmaridodeAfrodita?—Bueno,yasabes…Hefesto,elherrero,sequedótullidocuandoerapequeño,Zeuslotirómonte

Olimpoabajo.Asíquedigamosquenoesmuyguapo.Habilidosoconlasmanos,sí,peroaAfroditanolevanloslistoscontalento,¿comprendes?

—Legustanlosmotoristas.—Loquesea.—¿Hefestolosabe?—Oh, claro -repusoAnnabeth-.Unavez los pilló juntos, quiero decir in franganti.Entonces los

atrapóenunareddeoroeinvitóatodoslosdiosesaquefueranareírsedeellos.Hefestosiempreestáintentandoridiculizarlos.Poresosevenenlugaresremotoscomo…-sedetuvo,mirandoalfrente-.Comoése.

Eraunapiscinaquehabríasidoalucinanteparapatinar,deporlomenoscuarentaycincometrosdeanchoyconformadecuenco.Alrededordelborde,unadocenadeestatuasdeCupidomontabaguardiacon las alas desplegadas y los arcos listos para disparar. Al otro lado se abría un túnel, por el queprobablemente corría el agua cuando la piscina estaba llena. Tenía un letrero que rezaba:«EMOCIONANTEatracciónDELAMOR:¡ÉSTENOESELTÚNELDELAMORDETUSPADRES!»

Groverseacercóalborde.—Chicos,mirad.Enelfondodelapiscinahabíaunbotededosplazasblancoyrosaconundoselllenodecorazones.

En el asiento izquierdo, reflejando la luzmenguante, estaba el escudo deAres, una circunferencia debroncebruñido.

—Estoesdemasiadofácil-dije-.¿Asíquebajamosylotomamosyyaestá?AnnabethpasólosdedosporlabasedelaestatuadeCupidomáscercana.—Aquíhayunaletragriegagrabada-dijo-.Eta.Mepregunto…—Grover-pregunté-,¿huelesmonstruos?Olisqueóelviento.—Nada.—¿NadacomocuandoestábamosenelarcoynoolfateasteaEquidna,onadadeverdad?Groverpareciómolesto.—Aquelloestababajotierra-refunfuñó.—Vale,olvídalo.-Inspiréhondo-.Voyabajar.— Te acompaño. -Grover no parecía demasiado entusiasta, pero me dio la impresión de que

intentabaenmendarseporlosucedidoenSanLuis.—No-repuse-.Tequedarásarribaconlaszapatillasvoladoras.EreselBarónRojo,unasdelaire,

¿recuerdas?Cuentocontigoparaquemecubras,porsialgosalemal.AGroverselehinchóelpecho.—Claro.Pero¿quépuedeirmal?—Nolosé.Esunpresentimiento.Annabeth,venconmigo.—¿Estásdebroma?—¿Yahoraquépasa?-quisesaber.— ¿Yo, contigo en… -se ruborizó levemente- en la «emocionante atracción del amor»? Me da

vergüenza.¿Ysimevealguien?—¿Quiéntevaaver?-Peroyotambiénmeruboricéunpoco.Laschicassiemprelebuscantrespies

algato-.Vale-ledije-.Loharésolo.-Perocuandoempecéabajaralapiscina,mesiguió,murmurandoalgosobrequeloschicossiempreloembarullantodo.

Llegamos al bote. Junto al escudo había un chal de seda demujer. Intenté imaginarme aAres yAfrodita allí, una pareja de dioses que se encontraban en una atracción abandonada de un parque de

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atracciones. ¿Por qué? Entonces reparé en algo que no había visto desde arriba: espejos por todo elborde de la piscina, orientados hacia aquel lugar. Podíamos vernos en cualquier dirección quemiráramos.Esodebía de ser.MientrasAres yAfrodita se dabanbesitos podíanmirar a sus personasfavoritas:ellosmismos.

Recogí el chal. Reflejaba destellos rosa y su aroma era una exquisita mezcla floral. Algoembriagador.Sonreíconairedeensoñación,yestabaapuntodefrotarmelamejillaconelchalcuandoAnnabethmeloarrebatóyselometióenelbolsillo.

—Ah,no,deesonada.Apártatedeesamagiadeamor.—¿Qué?—Túrecogeelescudo,sesosdealga,ylarguémonosdeaquí.Enelmomentoenquetoquéelescudosupequeteníamosproblemas.Mimanorompióalgoquelo

unía al tablerodemandos.Una telaraña, pensé, pero lo examiné en la palmayvi que eraundelgadofilamentodemetal.Estabapuestoahíparatropezarconél.

—Espera-dijoAnnabeth.—Demasiadotarde.—Hayotraletragriegaaesteladodelbote,otraeta.Estoesunatrampa.Seprodujoelchirrianteruidodeunmillóndeengranajesquecomenzabanafuncionar,comosila

piscinaestuvieraconvirtiéndoseenunamáquinagigante.—¡Cuidado,chicos!-gritóGrover.Arriba,enelborde,lasestatuasdeCupidotensabansusarcosenposicióndedisparo.Sindarnos

tiempodeponernosacubierto,dispararon,peronohacianosotrossinounasaotras,aambosladosdelapiscina.Lasflechasarrastrabancablessedososquedescribíanarcossobrelapiscinayseclavabanenelborde, formandounenormeentramadodorado.Entonces,porartedemagia,empezarona tejersehilosmetálicosmáspequeños,entrelazándosehastaformarunared.

—Tenemosquesalirdeaquí-dije.—¡Menudolumbrera!-ironizóAnnabeth.Agarréelescudoyechamosacorrer,perosalirdelapiscinanoeratanfácilcomobajar.—¡Venga!-nosurgióGrover.Intentaba rasgar la redpara abrirnosuna salida, pero cadavezque la tocaba los hilos deoro le

envolvían las manos. De repente, las cabezas de los cupidos se abrieron y de su interior salieronvideocámarasyfocosquenoscegaronalencenderse.Unaltavozretumbó:

«Retransmisión en directo para el Olimpo dentro de un minuto… Cincuenta y nueve segundos,cincuentayocho…»

—¡Hefesto!-gritóAnnabeth-.¡Cómonomedicuentaantes!Etaeshache.Fabricóestatrampaparasorprender a sumujer conAres. ¡Ahora van a retransmitirnos en vivo alOlimpoy quedaremos comoidiotastotales!

Casihabíamosllegadoalborde,cuandodeprontolosespejosenhileraseabrieroncomotrampillasydeellasemergióuntorrentedediminutascosasmetálicas…

Annabethsoltóungritodehorror.Parecíaunejércitodebichitosdecuerda:cuerposdebronce,pataspuntiagudasyafiladaspinzas,y

sedirigíanhacianosotroscomounamarabunta,enunaoleadadechasquidosyzumbidosmetálicos.—¡Arañas!-exclamóAnnabeth,despavorida-.¡A-aaa-raaaaa…!Nuncalahabíavistoasí.Trastabillóycayóhaciaatrás,presadelpánico,ylasarañasrobotcasila

cubrieroncompletamenteantesdequelograselevantarlaytirardeellahaciaelbote.Aquellas cosas seguíanapareciendopordoquier,milesdeellas,bajando sincesar a lapiscinay

rodeándonos.Medije que probablemente no estabanprogramadas paramatar, sólo para acorralarnos,mordernosyhacernosparecer idiotas.Entoncescaíen lacuentadequeerauna trampaparadioses.Y

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nosotrosnoéramosdioses.Subimosalboteyempecéaapartararañasapatadasamedidaquetrepaban.LegritéaAnnabethque

meayudara,peroestabacomoparalizadaysólopodíagritar.«Treinta,veintinueve,veintiocho…»,proseguíaelaltavoz.Las arañas empezaron a escupir filamentos demetal buscando amarrarnos.Al principio fue fácil

zafarnos,perohabíademasiadosylasarañasnodejabandellegar.LeapartéunaaAnnabethdelapierna,yotrasellevóuntrocitodemiszapatillassurferasconlaspinzas.

Grover revoloteaba por encimade la piscina con las zapatillas voladoras, intentandoperforar lared,peronocedía.

«Piensa-medije-.Piensa.»Podríamoshaberhuidopor la entradadelTúnel delAmor, denohaber estadobloqueadaporun

millóndearañasrobot.«Quince,catorce,trece…»,contabasinpausaelaltavoz.«Agua…¿Dedóndesaleelagua?»Y entonces las vi: los espejos trampilla eran el desagüe de gruesas tuberías de agua, y por allí

habíanvenidolasarañas.Encimadelared,juntoaunodeloscupidos,habíaunacabinadecristalquedebíadecontenerlosmandos.

—¡Grover!-grité-.¡Vealacabinaybuscaelbotóndeencendido!—Pero…—¡Hazlo!-Eraunaesperanzaloca,peronuestraúnicaoportunidad.Lasarañasyarodeabanelbote

porcompletoyAnnabethseguíagritandocomounaposesa.Teníamosquesalirallí.Groversemetióenlacabinayempezóapulsarbotonesaladesesperada.«Cinco,cuatro…»Mehizoseñasconlasmanos,dándomeaentenderquehabíaapretadotodoslosbotonesperoseguía

sinpasarnada.Cerrélosojosypenséenolas,aguadesbordante,elríoMississipi…Sentíuntirónfamiliarenel

estómago.IntentéimaginarquearrastrabatodoelocéanohastaDenver.«Dos,uno,¡cero!»Lastuberíassesacudieronyelaguainundóconunrugidolapiscina,arrastrandolasarañas.Tiréde

Annabethparasentarlaamiladoyleabrochéelcinturónjustocuandolaprimeraolanoscayóencimayacabócontodaslasarañas.Elboteviró,selevantóconelniveldelaguaydiovueltasencírculoencimadel remolino. El agua estaba llena de arañas que chisporroteaban en cortocircuito, algunas con tantafuerzaqueinclusoexplotaban.LosfocosnosiluminabanylascámarascupidofilmabanendirectoparaelOlimpo.

Me concentré en controlar el bote y lograr que siguiera la corriente sin estrellarse contra lasparedes. Quizá fuemi imaginación, pero el bote pareció responder; por lomenos no se hizo añicos.Dimosunaúltimavueltacuandoelniveldelaguaeracasitanaltocomoparacortarnosenjulianacontralared.Entonceslaproaviróendirecciónaltúnelynoslanzamosatodavelocidadhacialaoscuridad.

Nossujetamosfuerteygritamosalunísonocuandoelboteremontóolas,pasópegadoalasesquinasyseescorócuarentaycincogradosalpasodeimágenesdeRomeoyJulietayotromontóndetonteríasdeSanValentín.Enlarectafinaldel túnel, labrisanocturnanosrevolvióelpelocuandoelboteselanzócomounbólidohacialasalida.

Silaatracciónhubieseestadoenfuncionamiento,habríamosllegadoaunarampaentrelasPuertasDoradas del Amor y, de allí, chapoteado sin problemas hasta la piscina de salida. Pero había unproblema:lasPuertasdelAmorestabancerradasconunacadena.Unpardebotesquealparecerhabíansalidodeltúnelantesquenosotrossehabíanestrelladocontralaspuertas:unoestabamediosumergido,yelotropartidoporlamitad.

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—¡Quítateelcinturón!-legritéaAnnabeth.—¿Estásloco?—Amenosquequierasmoriraplastada.-MeamarréelescudodeAresalbrazo-.Tendremosque

saltar. -Mi ideaera tansencillacomodemencial:cuandoelbotechocara,aprovecharíamosel impulsocomo trampolín y saltaríamos por encima de la puerta. Jamás había oído que nadie sobreviviera aimpactosdeesa índole,arrojadosadiezodocemetrosdel lugardelaccidente.Peronosotros,conunpocodesuerte,aterrizaríamosenlapiscina.

Annabethpareciócomprenderymeaferrólamano.Laspuertasseacercabanagranvelocidad.—Yodoylaseñal-dije.—¡No!¡Ladoyyo!—Pero¿qué…?—¡Físicasencilla,amiguito!-megritó-.Lafuerzacalculaelángulodelatrayectoria…—¡Vale!-exclamé-.¡Túdaslaseñal!Vaciló…vaciló…yderepentegritó:—¡Ahora!Annabethteníarazón.Dehabersaltadocuandodecíayo,noshabríamosestrelladocontralaspuertas.Consiguióelmáximo

impulso… más del que necesitábamos: el bote se estrelló contra las barcas estropeadas y salimosdespedidos violentamente por el aire, justo por encima de las puertas y la piscina, directos al sólidoasfalto.

Algomeagarrópordetrás.—¡Ay!-sequejóAnnabeth.¡Grover! En pleno vuelo nos había atrapado, a mí por la camisa y a Annabeth por el brazo, e

intentabaevitarnosunaterrizajeaccidentado,peroíbamosembalados.—¡Pesáisdemasiado!-dijoGrover-.¡Noscaemos!Descendimos al suelo describiendo espirales, Grover esforzándose por amortiguar la caída.

Chocamos contra un tablón de fotografías y la cabeza deGrover semetió directamente en el agujerodondeseasomabanlosturistasparasalirenlafotocomoNoo-Noolaballenasimpática.Annabethyyodimoscontraelsuelo;fueungolpeduro,peroestábamosvivosyelescudodeAresseguíaenmibrazo.

En cuanto recuperamos el aliento, liberamos a Grover del tablón y le dimos las gracias porsalvarnos la vida. Me volví para contemplar la Emocionante Atracción del Amor. El agua remitía.Nuestrobote,estrelladocontralaspuertas,habíaquedadohechotrizas.

Cienmetrosmás allá, en la piscina, los cupidos seguían filmando.Las estatuas habíangiradodemaneraquelascámarasylaslucesnosenfocaban.

—¡Lafunciónhaterminado!-grité-.¡Gracias!¡Buenasnoches!Los cupidos regresaron a sus posiciones originales y las luces se apagaron. El parque quedó

tranquilo y oscuro otra vez, excepto por el suave murmullo del agua en la piscina de salida de laEmocionanteAtraccióndelAmor.MepreguntésielOlimpohabríapasadoapublicidadysihabríamosestadobiendeaudiencia.

Detestabaquemeprovocaranymelajugaran.Yteníamuchaexperienciaeneltratoconabusonesalosque lesgustabahacermeesaclasedecosas.Levantéelescudoquellevabaenelbrazoymevolvíhaciamisamigos.

—VamosatenerunaspalabritasconAres.

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Capítulo16

CebrahastaLasVegas

Eldiosdelaguerranosesperabaenelaparcamientodelrestaurante.—Bueno,bueno-dijo-.Nooshanmatado.—Sabíasqueeraunatrampa-leespeté.Aressonriómaliciosamente.—Seguroqueeseherrerolisiadosesorprendióalverenlaredaunpardecríosestúpidos.Dasel

pegoenlatele,chaval.Learrojésuescudo.—Eresuncretino.AnnabethyGrovercontuvieronelaliento.Ares agarró el escudoy lohizogirar en el aire comounamasadepizza.Cambióde formay se

convirtióenunchalecoantibalas.Selocolocóporlaespalda.—¿Ves ese camiónde ahí? -Señaló un tráiler de dieciocho ruedas aparcado en la calle junto al

restaurante-.Esvuestrovehículo.OsconducirádirectamenteaLosÁngelesconunaparadaenLasVegas.Elcamiónllevabauncartelenlapartetrasera,quepudeleersóloporqueestabaimpresoalrevésen

blancosobrenegro,unabuenacombinaciónparaladislexia:«amabilidadinternacional:TRANSPORTEDEZOOSHUMANOS.PELIGRO:ANIMALESSALVAJESVIVOS.»

—Estásdebroma-dije.Areschasqueólosdedos.Lapuertatraseradelcamiónseabrió.—Billetegratis,pringado.Dejadequejarte.Yaquítienesestascosillasporhacereltrabajo.Sacóunamochiladenailonazulyme la lanzó.Contenía ropa limpiapara todos,veintepavosen

metálico,unabolsallenadedracmasdeoroyunabolsadegalletasOreoconrellenodoble.—Noquierotuscutres…-empecé.—Gracias, señorAres -saltóGrover, dedicándome sumejormiradade alerta roja-.Muchísimas

gracias.Merechinaron losdientes.Probablementeeraun insultomortal rechazaralgodeundios,perono

queríanadaqueAreshubiesetocado.Aregañadientes,meechélamochilaalhombro.Sabíaquemiirasedebía a la presencia del dios de la guerra, pero seguía teniendo ganas de aplastarle la nariz de unpuñetazo.Merecordabaa todos losabusonesa losquemehabíaenfrentado:NancyBobofit,Clarisse,Gabe el Apestoso, profesores sarcásticos; todos los cretinos que me habían llamado «idiota» en laescuelaosehabíanreídodemícadavezquemeexpulsaban.

Miréelrestaurante,queahorateníasólounpardeclientes.Lacamareraquenoshabíaservidolacena nos miraba nerviosa por la ventana, como si temiera que Ares fuera a hacernos daño. Sacó alcocinerodelacocinaparaquetambiénmirase.Ledijoalgo.Élasintió,levantóunacámaraynossacóunafoto.

«Genial -pensé-.Mañana otra vez en los periódicos.» Ya me imaginaba el titular: «Delincuentejuvenilpropinapalizaamotoristaindefenso.»

—Medebesalgomás-ledijeaAres-.Meprometisteinformaciónsobremimadre.

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—¿Estássegurodequelasoportarás?-Arrancólamoto-.Noestámuerta.Todomediovueltas.—¿Quéquieresdecir?—QuierodecirquelaapartarondedelantedelMinotauroantesdequemuriese.Laconvirtieronen

unresplandordorado,¿no?Puesesosellamametamorfosis.Nomuerte.Alguienlatiene.—¿Latiene?¿Quéquieresdecir?—Necesitas estudiar los métodos de la guerra, pringado. Rehenes… Secuestras a alguien para

controlaraalgúnotro.—Nadiemecontrola.Serió.—¿Enserio?Miraalrededor,chaval.Cerrélospuños.—Soisbastantepresuntuoso,señorAres,paraseruntipoquehuyedeestatuasdeCupido.Trassusgafasdesol,elfuegoardió.Sentíunvientocálidoenelpelo.—Volveremosavernos,PercyJackson.Lapróximavezquetepelees,nodescuidestuespalda.AcelerólaHarleyysalióconunrugidoporlacalleDelancy.—Esonohasidomuyinteligente,Percy-dijoAnnabeth.—Medaigual.—Noquierasteneraundiosdeenemigo.Especialmenteesedios.—Eh,chicos-intervinoGrover-.Detestointerrumpiros,pero…Señalóalcomedor.Enlacajaregistradora,losdosúltimosclientespagabanlacuenta,doshombres

vestidosconidénticosmonosnegros,conunlogoblancoenlaespaldaquecoincidíaconeldelcamión:«amabilidadinternacional.»

—Sivamosatomarelexpresodelzoo-prosiguióGrover-,debemosdarnosprisa.Nomegustaba,peronoteníamosopción.Además,yahabíatenidosuficienteDenver.Cruzamosla

callecorriendo,subimosalapartetraseradelcamiónycerramoslaspuertas.

Loprimeroquemellamólaatenciónfueelolor.Parecíalacajadearenaparagatosmásgrandedelmundo.

Elinteriordelcamiónestabaoscuro,hastaquedestapéaAnaklusmos.Laespadaarrojóunadébilluzbroncíneasobreunaescenamuytriste.Enunafiladejaulasasquerosashabíatresdelosanimalesdezoomáspatéticosquehabíavistojamás:unacebra,unleónalbinoyunaespeciedeantíloperaro.

Alguienlehabíatiradoalleónunsacodenabosqueclaramentenoqueríacomerse.Lacebrayelantílopeteníanunabandejadepolispándecarnepicada.Lascrinesdelacebrateníanchiclespegados,comosialguiensehubieradedicadoaescupírselos.Por suparte, el antílope teníaatadoaunode loscuernosunestúpidoglobodecumpleañosplateadoqueponía:«¡Alotroladodelacolina!»

Alparecer,nadiehabíaqueridoacercarselosuficientealleón,yelpobrebichoseremovíainquietosobreunasmantas raídasy sucias, enun espaciodemasiadopequeño, entre jadeosprovocadospor elcalorquehacíaenelcamión.Teníamoscaszumbandoalrededordelosojosenrojecidos,yloshuesosselemarcaban.

—¿Estoesamabilidad?-exclamóGrover-.¿Transportezoológicohumano?Seguroquehabría salidootraveza sacudirlesa loscamionerosconsu flautade juncos,ydesde

luegoyolehabríaayudado,perojustoentonceselcamiónarrancóyeltráilerempezóasacudirse,asíquenosvimosobligadosasentarnosocaeralsuelo.

Nosapiñamosenunaesquinajuntoaunossacosdecomidamohosos,intentandohacercasoomisodelhedor,elcalorylasmoscas.Groverintentóhablarconlosanimalesmedianteunaseriedebalidos,pero se lo quedaronmirando con tristeza.Annabeth estaba a favor de abrir las jaulas y liberarlos al

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instante, pero yo señalé que no serviría de nada hasta que el camión parara. Además, me daba lasensacióndequeteníamosmuchomejoraspectoparaelleónqueaquellosnabos.

Encontréunajarradeaguaylesllenéloscuencos,despuésuséaAnaklusmosparasacarlacomidaequivocadadesusjaulas.Ledilacarnealleónylosnabosalacebrayelantílope.

Grovercalmóalantílope,mientrasAnnabethlecortabaelglobodelcuernoconsucuchillo.Queríatambiéncortarleloschiclesalacebra,perodecidimosqueseríademasiadoarriesgadoconlostumbosquedabaelcamión.LedijimosaGroverquelesprometieraalosanimalesqueseguiríamosayudándolosporlamañana,despuésnospreparamosparapasarlanoche.

Groverseacurrucójuntoaunsacodenabos;AnnabethabrióunacajadenuestrasOreosconrellenodobleymordisqueóunasinganas;yointentéalegrarmepensandoqueyaestábamosamediocaminodeLosAngeles.Amediocaminodenuestrodestino.Sóloestábamosa14dejunio.Elsolsticionoerahastael21.Teníamostiempodesobra.

Porotrolado,noteníaideadequédebíaesperar.Losdiosesnoparabandejugarconmigo.PorlomenosHefestohabíatenidoladecenciadeserhonesto:habíapuestocámarasymehabíaanunciadocomoentretenimiento.Peroinclusocuandoaquéllasaúnnoestabanrodando,habíatenidolaimpresióndequemimisióneraobservada.Yonoeramásqueunafuentedediversiónparalosdioses.

—Oye-medijoAnnabeth-,sientohaberperdidolosnerviosenelparqueacuático,Percy.—Nopasanada.—Esque…-Seestremeció-.¿Sabes?,lasarañas…—¿PorlahistoriadeAracne?-supuse-.Acabóconvertidaenarañapordesafiaratumadreaver

quiéntejíamejor,¿verdad?Annabethasintió.—LoshijosdeAracnellevanvengándosedelosdeAteneadesdeentonces.Sihayunaarañaaun

kilómetroalaredonda,meencontrará.Detestoaesosbichejos.Detodosmodos,teladebo.—Somosunequipo,¿recuerdas?-dije-.Además,elvuelomolónlohahechoGrover.Pensabaqueestabadormido,perodesdelaesquinamurmuró:—¿Aqueheestadototal?Annabethyyonosreímos.SacóunaOreoymediolamitad.—EnelmensajeIris…¿deverdadLukenodijonada?Mordisqueémigalletaypenséencómoresponder.Laconversacióndelarcoirismehabía tenido

preocupadodurantetodalatarde.—Lukemedijoqueélytúosconocéisdesdehacemucho.TambiéndijoqueGrovernofallaríaesta

vez.Quenadieseconvertiríaenpino.Aldébilresplandordelaespadaeradifícilleersusexpresiones.Groverbalólastimeramente.—Deberíahabertecontadolaverdaddesdeelprincipio.-Letemblólavoz-.Pensabaquesisabías

loboboqueera,nomequerríasatulado.—EraselsátiroqueintentórescataraThalia,lahijadeZeus.Asintiócontristeza.—Y los otros dosmestizos de los que se hizo amigaThalia, los que llegaron sanos y salvos al

campamento…-MiréaAnnabeth-.EraistúyLuke,¿verdad?AnnabethdejósuOreosincomer.—Comotúdijiste,Percy,unamestizadesieteañosnohabría llegadomuylejossola.Ateneame

guió hacia la ayuda. Thalia tenía doce; Luke, catorce. Los dos habían huido de casa, como yo. Lespareció bien llevarme. Eran… unos luchadores increíbles contra los monstruos, incluso sinentrenamiento.ViajamoshaciaelnortedesdeVirginia,sinningúnplanreal,evitandomonstruoshastaqueGrovernosencontró.

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—SesuponíaqueteníaqueescoltaraThaliaalcampamento-dijoGroverentresollozos-.SóloaThalia.TeníaórdenesestrictasdeQuirón:nohagasnadaqueralenticeel rescate.Verás,sabíamosqueHadesleibadetrás,peronopodíamosdejaraLukeyAnnabethsolos.Pensé…quepodríallevarlosalostressanosysalvos.FueculpamíaquenosalcanzaranlasBenévolas.Mequedéenelsitio.Measustédevueltaalcampamentoymeequivoquédecamino.Sihubiesesidounpoquitomásrápido…

—Yabasta-lointerrumpióAnnabeth-.Nadieteechalaculpa.Thaliatampocoteculpaba.—Sesacrificóparasalvarnos.Muriópormiculpa.AsílodijoelConsejodelosSabiosUngulados.—¿Porquenopensabasdejaraotrosdosmestizosatrás?-dije-.Esoesinjusto.—Percytienerazón-convinoAnnabeth-.Yonoestaríaaquíhoydenoserporti,Grover.NiLuke.

NonosimportaloquedigaelConsejo.Groversiguiósollozandoenlaoscuridad.— ¡Menuda suerte tengo! Soy el sátiromás torpe de todos los tiempos y voy a dar con los dos

mestizosmáspoderososdelsiglo,ThaliayPercy.— No eres torpe -insistió Annabeth-. Y eres más valiente que cualquier otro sátiro que haya

conocido.Nómbramealgunoqueseatrevaairalinframundo.SeguroquePercytambiénsealegradequeestésaquí.

Mediounapatadaenlaespinilla.—Sí-contesté,aunquelohabríadichoinclusosinlapatada-.Nofuelasuerteloquehizoquenos

encontrarasaThaliayamí,Grover.Ereselsátiroconmásbuencorazóndelmundo.Eresunbuscadornato.PoresoseráselqueencuentreaPan.

Oíunhondosuspirodesatisfacción.EsperéqueGroverdijeraalgo,perosólovolviómáspesadasurespiración.Cuandoempezóaroncar,medicuentadequesehabíadormido.

—¿Cómolohará?-measombré.—Nolosé-repusoAnnabeth-.Perohasidomuybonitoesoquelehasdicho.—Hablabaenserio.Guardamos silencio varios kilómetros, zarandeados contra los sacos de comida. La cebra comía

nabos.Elleónlamíaloquequedabadecarnepicadaymemirabaesperanzado.Annabethsefrotóelcollarcomosiestuvieraconcentradapensando.—Esacuentadelpino-lepregunté-,¿esdelprimeraño?Miróelcollar.Nosehabíadadocuentadeloqueestabahaciendo.—Sí-contestó-.Cadaagosto,losconsejeroseligeneleventomásimportantedelveranoylopintan

enlascuentasdeeseaño.TengoelpinodeThalia,untrirremegriegoenllamas,uncentaurocontrajedegraduación…Bueno,ésesíquefueunveranoraro…

—¿Yelanillouniversitarioesdetupadre?—Esonoesasunto…-Sedetuvo-.Sí.Síqueloes.—Notienesquecontármelo.—No…nopasanada.-Inspirócondificultad-.Mipadremeloenviómetidoenunacarta,hacedos

veranos. El anillo era… En fin, su mayor recuerdo de Atenea. No habría superado su doctorado enHarvard sinella…Bueno,esuna largahistoria.Encualquiercaso,dijoquequeríaque lo tuviera.Sedisculpóporhabersidounestúpido,dijoquemequeríaymeechabademenos.Queríaquevolvieraacasayvivieraconél.

—Esonosuenatanmal.—Sí,bueno…Elproblemaesquemelocreí.Intentévolveracasaaquelañoacadémico,peromi

madrastraseguíacomosiempre.Noqueríaquesushijoscorrieranpeligroporvivirconunbichoraro.Losmonstruosatacaban.Peleábamos.Losmonstruosatacaban.Peleábamos.NolleguéalasvacacionesdeNavidad.LlaméaQuirónyvolvídirectamentealCampamentoMestizo.

—¿Creesquepodrásvivircontupadreotravez?

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Nomemirabaalosojos.—Porfavor.Pasodeautoinfligirmedaño.—Nodeberíasdesistir-ledije-.Deberíasescribirleunacartaoalgoasí.—Graciasporelconsejo-medijofríamente-,peromipadrehaescogidoconquiénquierevivir.Guardamossilencioduranteunoscuantoskilómetros.—Asíquesilosdiosespelean-dijealcabo-,¿sealinearándelmismomodoqueenlaguerrade

Troya?¿IráAteneacontraPoseidón?AnnabethapoyólacabezaenlamochilaqueAresnoshabíadadoycerrólosojos.—Noséquéharámimadre.Sóloséqueyolucharéentubando.—¿Porqué?—Porqueeresmiamigo,sesosdealga.¿Algunaotrapreguntaidiota?Nosemeocurríaquédecir.Afortunadamentenotuvequehacerlo.Annabethsehabíadormido.Yo tuve problemas para seguir su ejemplo, con Grover roncando y un león albino mirándome

hambriento,peroalfinalcerrélosojos.

Lapesadillaseiniciócomoalgoquehabíasoñadoantesunmillóndeveces:meobligabanarealizarun examen oficial metido en una camisa de fuerza. Los demás chicos estaban saliendo al patio y elprofesornoparabadedecir:«Venga,Percy.Noerestonto,¿verdad?Agarraellápiz.»

Yentonceselsueñosedesviabadesucaminohabitual.Mirabahaciaelpupitredeal ladoyveíaaunachicasentadaallí, tambiénconcamisade fuerza.

Teníamiedad,elpelonegroyrevuelto,peinadoalopunk,losojosverdesytormentosospintadosconlápizoscuro,ypecasenlanariz.Dealgúnmodo,sabíaquiénera:Thalia,hijadeZeus.

Ellaforcejeabaconlacamisadefuerza,melanzabaunaairadamiradadefrustraciónyespetaba:—Bueno,sesosdealga.Unodelosdostendráquesalirdeaquí.«Tienerazón-pensabayoenelsueño-.Voyavolveraesacueva.VoyadarleaHadesmiopinión.»Lacamisadefuerzasedesvanecía.Caíaatravésdelsuelodelaclase.Lavozdelmaestrosevolvía

fríaymalvada,resonandodesdelasprofundidadesdeungranabismo.—PercyJackson-decía-.Sí,veoqueelintercambiohafuncionado.Estabaotravezenlacavernaoscura,losespíritusdelosmuertosvagabanalrededor.Ocultaenel

foso, la cosamonstruosa hablaba, pero esta vez no se dirigía amí. El poder entumecedor de su vozparecíadirigidohaciaotrolugar.

—¿Ynosospechanada?-preguntaba.Otravoz,unaquemeresultabaconocida,respondíaamiespalda:—Nada,miseñor.Estátotalmenteenlainopia.Yomiraba,peronohabíanadie.Elquehablabaerainvisible.—Unengañotrasotro-musitabalacosadelfoso-.Excelente.—Enserio,miseñor-decíalavozamilado-,hacenbienenllamaroselRetorcido,pero¿eraesto

realmentenecesario?Podríahaberostraídoloquerobédirectamente…— ¿Tú? -se burlaba el monstruo-. Hasmostrado tus límites con creces.Me habrías fallado por

completodenohaberintervenidoyo.—Pero,miseñor…— Haya paz, pequeño sirviente. Estos seis meses nos han rendido mucho. La ira de Zeus ha

aumentado.Poseidónhajugadosucartamásdesesperada.Ahoralausaremoscontraél.Prontoobtendráslarecompensaquedeseas,y tuvenganza.Encuantoambosobjetosmeseanentregados…Peroespera.Estáaquí.

—¿Qué?-Elsirvienteinvisiblederepenteparecíatensarse-.¿Lohabéisconvocado,miseñor?—No.-Elmonstruocentrabatodalafuerzadesuatenciónenmí,dejándomeinmóvilenelsitio-.

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Malditasealasangredesupadre:esdemasiadovoluble,demasiadoimpredecible.Elchicohavenidosolo.

—¡Imposible!-gritabaelsirviente.—¡Paraundébil como tú,puede! -rugía lavoz.Entonces su fríopoder sevolvíahaciamí-.Así

que…¿quieressoñarcontumisión,jovenmestizo?Puesteloconcederé.Laescenacambiaba.Estabadepieenunenormesalóndel tronoconparedesdemármolnegroysuelosdebronce.El

trono,vacíoyhorrendo,estabahechodehuesoshumanossoldados.Depie,juntoalpedestal,estabamimadre,heladaenunaluzdoradareluciente,conlosbrazosextendidos.

Intentabaacercarmeaella,perolaspiernasnomerespondían.Estirabalosbrazosparaalcanzarla,pero sólo para comprobar que se me estaban secando hasta los huesos. Esqueletos sonrientes conarmadurasgriegassecerníansobremí,meenvolvíanenunatúnicadesedaymecoronabanconlaurelesqueolíancomoelvenenodeQuimeraymequemabanlapiel.

Lavozmalvadaseechabaareír.—¡Salve,héroeconquistador!

Despertéconunsobresalto.Grovermesacudíaporelhombro.—Elcamiónhaparado-dijo-.Creemosquevendránaverlosanimales.—¡Escóndete!-susurróAnnabeth.Ella lo tenía fácil. Se puso la gorra de invisibilidad y desapareció. Grover y yo tuvimos que

escondernosdetrásdeunossacosdecomidayconfiarenparecernabos.Laspuertastraseraschirriaronalabrirse.Laluzdelsolyelcalorsecolarondentro.—¡Quéasco!-rezongóunodeloscamionerosmientrassacudíalamanopordelantedesufeanariz-.

Ojalátransportáramoselectrodomésticos.-Subióyechóaguadeunajarraenlosplatosdelosanimales-.¿Tienescalor,chaval?-lepreguntóalleón,ylevacióelrestodelcubodirectamenteenlacara.

Elleónrugió,indignado.—Vale,vale,tranquilo-dijoelhombre.Amilado,bajolossacosdenabos,Groversepusotenso.Paraserunherbívoroamantedelapaz,

parecíabastantemortífero,laverdad.El camionero le lanzó al antílope una bolsa de HappyMeal aplastada. Le dedicó una sonrisita

malévolaalacebra.— ¿Qué tal te va, Rayas? Al menos de ti nos deshacemos en esta parada. ¿Te gustan los

espectáculosdemagia?Éstetevaaencantar.¡Vanaserrarteporlamitad!Lacebra,aterrorizadayconlosojoscomoplatos,memirófijamente.No emitió sonido alguno, pero la oí decir con nitidez: «Por favor, señor, liberadme.»Me quedé

demasiadoconmocionadoparareaccionar.Seoyeronunosfuertesgolpesaunladodelcamión.Elcamionerogritó:—¿Quéquieres,Eddie?Unavozdesdefuera-seríaladeEddie-,gritó:—¿Maurice?¿Quédices?—¿Paraquédasgolpes?Toe,toe,toe.Desdefuera,Eddiegritó:—¿Quégolpes?Nuestro tipo,Maurice, puso los ojos en blanco y volvió fuera,maldiciendo a Eddie por ser tan

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imbécil.Unsegundomástarde,Annabethaparecióamilado.Debíadehaberdadolosgolpesparasacara

Mauricedelcamión.—Estenegociodetransportenopuedeserlegal-dijo.—Nomedigas-contestóGrover.Sedetuvo,comosiestuvieraescuchando-.¡Elleóndicequeestos

tíossoncontrabandistasdeanimales!«Esverdad»,medijolavozdelacebraenmimente.— ¡Tenemos que liberarlos! -sugirióGrover, y tanto él comoAnnabeth se quedaronmirándome,

esperandoquelosdirigiera.Había oído hablar a la cebra, pero no al león. ¿Por qué? Quizá se debiera a otra disfunción

cognitiva… Quizá sólo podía entender a las cebras. Entonces pensé: caballos. ¿Qué había dichoAnnabeth sobre que Poseidón había creado los caballos? ¿Se parecía una cebra lo suficiente a uncaballo?¿Poresoeracapazdeentenderla?

Lacebradijo:«Ábramelajaula,señor.Porfavor.Despuésyomelasapañarépormicuenta.»Fuera,EddieyMauriceaúnseguíangritándose,perosabíaquevolveríanencualquiermomentopara

atormentarotraveza losanimales.Empuñélaespadaydestrocéelcerrojodela jauladelacebra.Elpobreanimalsaliócorriendo.Sevolvióymehizounareverenciaconlacabeza.«Gracias,señor.»

Groverlevantólasmanosyledijoalgoalacebraenidiomacabra,unaespeciedebendición.JustocuandoMauricevolvíaameterlacabezadentroparaverquéeraaquelruido,lacebrasaltó

porencimadeélysalióalacalle.Seoyerongritosybocinas.Nosabalanzamossobrelaspuertasdelcamiónatiempodeveralacebragaloparporunanchobulevarllenodehoteles,casinosyletrerosdeneónacadalado.AcabábamosdesoltarunacebraenLasVegas.

Maurice y Eddie corrieron detrás de ella, y a su vez unos cuantos policías detrás de ellos, quegritaban:

—¡Eh,paraesonecesitanunpermiso!—Esteseríaunbuenmomentoparamarcharnos-dijoAnnabeth.—Losotrosanimalesprimero-intervinoGrover.Rompí los cerrojos con la espada. Grover levantó las manos y les dedicó la misma bendición

caprinaquealacebra.—Buenasuerte-lesdijealosanimales.Elantílopeyelleónsalierondesusjaulasconganasyse

lanzaronjuntosalacalle.Algunosturistasgritaron.Lamayoríasóloseapartaronysacaronfotos,probablementeconvencidos

dequeeraalgúnespectáculopublicitariodeloscasinos.—¿Estaránbienlosanimales?-lepreguntéaGrover-.Quierodecir,coneldesiertoytal…—Notepreocupes-mecontestó-.Leshepuestounsantuariodesátiro.—¿Quesignifica?—Significaque llegarána laespesuraasalvo-dijo-.Encontraránagua,comida,sombra, todo lo

quenecesitenhastahallarunlugardondevivirasalvo.—¿Porquénonosechasunabendicióndeésasanosotros?-lepregunté.—Sólofuncionaconanimalessalvajes.—AsíquesóloafectaríaaPercy-razonóAnnabeth.—¡Eh!-protesté.—Esunabroma-contestó-.Vamos,salgamosdeestecamiónasqueroso.Salimosa trompiconesa la tardeeneldesierto.Debíadehabercuarentaycincogrados,asíque

seguramente parecíamos vagabundos refritos, pero todo elmundo estaba demasiado interesado en losanimalessalvajesparaprestarnosatención.

PasamosjuntoalMonteCasioyelMGM.Dejamosatrásunaspirámides,unbarcopirataylaestatua

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delaLibertad,unaréplicabastantepequeñaperoquemeprovocólamismaañoranza.Noestabasegurodequéíbamosbuscando.Talvezsólounlugardondelibrarnosdelcalorporunos

instantes,encontrarunsandwichyunvasodelimonadaytrazarunnuevoplanparallegaraLosÁngeles.Debimos de girar en el lugar equivocado, porque de repente nos encontramos en un callejón sin

salida,delantedelHotelCasinoLoto.Laentradaeraunaenormeflordeneóncuyospétalosseencendíany parpadeaban. Nadie salía ni entraba, pero las brillantes puertas cromadas estaban abiertas, y delinterioremergíaunaireacondicionadoconaromadeflores:floresdeloto,quizá.Jamáslashabíaolido,asíquenoestabaseguro.

Elporteronossonrió.—Ey,chicos.Parecéiscansados.¿Queréisentrarysentaros?Durante la última semana había aprendido a sospechar. Suponía que cualquiera podía ser un

monstruooundios.Nosepodíasaber.Peroaqueltipoeranormal.Saltabaalavista.Además,mesentítan aliviado al oír a alguien que parecía comprensivo que asentí y le dije que nos encantaría entrar.Dentro,echamosunvistazoyGroverexclamó:

—¡Uau!El recibidorenteroerauna salade juegosgigante.Ynome refieroa loscomecocoscutreso las

máquinastragaperras.Habíauntobogándeaguaquerodeabaelascensordecristalcomounaserpiente,deunaalturadeporlomenoscuarentaplantas.Habíaunmurodeescalaraunladodeledificio,asícomounpuentedesdeelquehacerpuenting.Ycientosdevideojuegos,cadaunodeltamañodeunatelevisióngigante.Básicamente,teníatodoloquesetepuedaocurrir.Viaotroschicosjugando,peronomuchos.Nohabíaqueesperarparaningúnjuego.Por todaspartesseveíancamarerasybaresqueservíantodotipodecomida.

— ¡Eh! -dijo un botones. Por lomenos esome pareció. Llevaba una camisa hawaiana blanca yamarillacondibujosdelotos,pantalonescortosychanclas-.BienvenidosalCasinoLoto.Aquítienenlallavedesuhabitación.

—Esto,pero…-mascullé.— No, no -dijo sonriendo-. La cuenta está pagada. No tienen que pagar nada ni dar propinas.

Sencillamentesubanalaúltimaplanta,habitacióncuatromiluno.Sinecesitanalgo,comomásburbujaspara labañera caliente, oplatos en el campode tiro, loque sea, llamena recepción.Aquí tienen sustarjetasLotusCash.Funcionanenlosrestaurantesyentodoslosjuegosyatracciones.

Nosentregóacadaunounatarjetadecréditoverde.Sabía que tenía que tratarse de un error. Evidentemente pensaba que éramos los hijos de algún

millonario.Peroaceptélatarjetaypregunté:—¿Cuántohayaquí?—¿Quéquieredecir?-inquirióconceño.—Quierodecirque…¿cuántosepuedegastaraquí?Serió.—Ah,estababromeando.Bueno,esomola.Disfrutendesuestancia.Subimosalascensorybuscamosnuestrahabitación.Eraunasuitecontresdormitoriosseparadosy

un bar lleno de caramelos, refrescos y patatas. Línea directa con el servicio de habitaciones. Toallasmullidas,camasdeaguayalmohadasdeplumas.Unagranpantalladetelevisiónporsatéliteeinternetdealta velocidad. En el balcón había otra bañera de agua caliente y, como había dicho el botones, unamáquinaparadispararplatosyunaescopeta,asíquesepodíanlanzarpalomasdearcillaporencimadelhorizonte de Las Vegas y llenarlas de plomo. Yo no creía que aquello fuera legal, pero desde luegomolaba.LavistadelaFranja,lacalleprincipaldelaciudad,yeldesiertoeraalucinante,aunquedudabaquetuvieratiempoparaadmirarlavistaconunahabitacióncomoaquélla.

—¡Madremía!-exclamóAnnabeth-.Estesitioes…

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—Genial-concluyóGrover-.Absolutamentegenial.Habíaropaenelarmario,demitalla.Pusecaradeextrañeza.Tiré la mochila de Ares a la basura. Ya no iba a necesitarla. Cuando nosmarcháramos, podría

apuntarotraamicuentaenlatiendadelhotel.Mediunaducha,quemesentófenomenaltrasunasemanade viaje mugriento. Me cambié de ropa, comí una bolsa de patatas, bebí tres Coca-Colas y acabésintiéndome mejor que en mucho tiempo. En el fondo de mi mente, algún problemilla seguíaincordiándome.Habríatenidounsueñooalgo…teníaquehablarconmisamigos.Peroestabasegurodequepodíaesperar.

SalídelahabitaciónydescubríqueAnnabethyGrovertambiénsehabíanduchadoycambiadoderopa.Grovercomíapatatasconfruición,mientrasAnnabethencendíaelcanaldelNationalGeographic.

—Contodosloscanalesquehay-ledije-,ytúponeselNationalGeographic.¿Estásmajara?—Emitenprogramasinteresantes.—Mesientobien-comentóGrover-.Meencantaestesitio.Sinque reparara siquiera en ello, las alas de sus zapatillas se desplegarony por unmomento lo

levantarontreintacentímetrosdelsuelo.—¿Yahoraqué?-preguntóAnnabeth-.¿Dormimos?Grover y yo nos miramos y sonreímos. Ambos levantamos nuestras tarjetas de plástico verde

LotusCash.—Horadejugar-dije.No recordaba la últimavezqueme lohabía pasado tanbien.Veníadeuna familia relativamente

pobre.NuestraideadederrocheerasaliracomeraunBurgerKingyalquilarunvídeo.¿UnhoteldeLasVegasdecincoestrellas?Nihablar.

Hicepuentingenelrecibidorcincooseisveces,bajéporel tobogán,practiquésnowboarden laladera de nieve artificial y jugué a un juego de realidad virtual con pistolas láser y a otro de tiro alblanco del FBI. Vi a Grover unas cuantas veces, pasando de juego en juego. Le encantó el cazadorcazado:dondeel ciervo sale adisparar a los sureños.Vi aAnnabeth jugar a juegosde trivialyotrascosasparacerebritos.Teníanunjuegoenormedesimulaciónen3Denelqueconstruíastupropiaciudady,dehecho,veíaslosedificiosholográficoslevantarseeneltablero.Amínomepareciógrancosa,peroaellaleencantó.

Noséenquémomentomedicuentadequealgoibamal.Probablemente fuecuandoreparéenelchicoque teníaami ladoenel tiroalblancode realidad

virtual.Tendríaunostreceaños,perollevabaropamuyrara.PenséqueseríahijodealgúnimitadordeElvis.Vestíavaquerosdecampanayunacamisetarojaconestampadodetubosnegros,yllevabaelpelorepeinadocongominacomounchicodeNuevaJerseyenlafiestadeprincipiodecurso.

Jugamosunapartidajuntosydijo:—Cómoenrolla,colega.Llevoaquídossemanasylosjuegosnodejandemejorar.«¿Cómoenrolla?»Más tarde, mientras hablábamos, dije que algo «desentonaba» y me miró sorprendido, como si

nuncahubieraoídolapalabra.SellamabaDarrin,peroencuantoempecéahacerlepreguntas,seaburriódemíyregresóalapantalla.

—Eh,Darrin.—¿Qué?—¿Enquéañoestamos?-lepregunté.Pusoceño.—¿Eneljuego?—No.Enlavidareal.Tuvoquepararseapensarlo.

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—Enmilnovecientossetentaysiete.—No-dije,yempecéapreocuparme-.Enserio.—Oye,tío,medasmalasvibraciones.Tengounapartidaqueatender.Despuésdeeso,meignoróporcompleto.Empecé a hablar con los demás, y descubrí que no era fácil. Estaban pegados a la pantalla del

televisor,oalvideojuego,oasucomida,oaloquefuera.Encontréuntipoquemedijoqueestábamosen1985; otro, que en 1993.Todos aseguraban que no llevaban demasiado tiempo, sólo unos días, comomuchounassemanas.Enrealidadnilosabíannilesimportaba.

Entoncessemepasóporlacabeza:¿cuántotiempollevabayoallí?Parecíasólounpardehoras,pero¿cuántohabíasido?Intentérecordarporquéestábamosallí.íbamosaLosÁngeles.Teníamosqueencontrarlaentradadelinframundo.Mimadre…Porunhorribleinstantemecostórecordarsunombre.Sally. Sally Jackson. Tenía que dar con ella. Tenía que evitar que Hades causara la Tercera GuerraMundial.

EncontréaAnnabethaúnconstruyendosuciudad.—Venga-ledije-.Nosmarchamos.Nohuborespuesta.Lasacudíporloshombros.—¿Annabeth?-Pareciómolestarse.—¿Qué?—Tenemosqueirnos.—¿Irnos?¿Dequéestáshablando?Siacabodeconstruirlastorres…—Estesitioesunatrampa.Norespondióhastaquevolvíasacudirla.—¿Quépasa?—Escucha.Tenemosunamisión,¿recuerdas?—Oh,Percy,sólounosminutosmás.—Annabeth,aquíhaygentedesdemilnovecientossetentaysiete.Niñosquenohancrecidomás.Te

inscribesytequedasparasiempre.—¿Yqué?-replicó-.¿Teimaginasunlugarmejor?Laagarrédelamuñecaylaapartédeljuego.—¡Eh!-megritó,eintentópegarme,peronadiesemolestósiquieraenmirarnos.Estabandemasiado

absortos.Laobliguéamirarmealosojos.—Arañas.Enormesarañaspeludas-ledije.Esolaestremecióyleaclarólamirada.—Oh,santoOlimpo-musitó-.¿Cuántotiempollevamos…?—Nolosé,perotenemosqueencontraraGrover.Trasbuscarunbuenrato,lovimosjugandoalcazadorcazadovirtual.—¡Grover!-llamamos.Elcontestó:—¡Muere,humano!¡Muere,asquerosaycontaminantepersona!—¡Grover!Sevolvióconlapistoladeplásticoysiguióapretandoelgatillo,comosisólofueraotraimagenen

lapantalla.MiréaAnnabeth,yentrelosdosloagarramosporlosbrazosyloapartamos.Suszapatosvoladores

desplegaronlasalasyempezaronatirardesuspiernasenlaotradirecciónmientrasgritaba:—¡No!¡Acabodepasarotronivel!¡No!ElbotonesdelLotoseacercópresuroso.

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—Bueno,bueno,¿estánlistosparalastarjetasplatino?—Nosvamos-ledije.—Qué lástima -repuso él, yme dio la sensación de que era sincero, como si nuestra partida le

dolieseenelalma-.Acabamosdeabrirunasalanuevaentera,llenadejuegosparalosposeedoresdelatarjetaplatino.

Nos mostró las tarjetas. Sabía que si aceptaba una, jamás me iría.Me quedaría allí, feliz parasiempre, jugandoparasiempre,yprontoolvidaríaamimadre,mimisióne inclusomipropionombre.JugaríaalfrancotiradorvirtualconDarrinelEnrolladoporlossiglosdelossiglos.

Grovertendióunbrazohacialatarjeta,peroAnnabethlepegóuntirónylarechazó.—No,gracias.Caminamoshacialapuertay,amedidaquenosacercábamos,eloloracomidaylossonidosdelos

videojuegosparecíanmásatractivos.Penséennuestrahabitacióndelpisodearriba.Podíamosquedarnossóloporesanoche,dormirenunacamacómodaymullidaporunavez…

SalimosatodaprisadelCasinoLotoycorrimosporlaacera.Eraporlatarde,aproximadamentelamismahoradeldíaquehabíamosentradoenelcasino,peroalgonocuadraba.Elclimahabíacambiadoporcompleto.Habíatormentayeldesiertorielabaporelcalor.

LlevabalamochilaquemehabíadadoArescolgadadelhombro,cosarara,puesestabasegurodeque la había desechado en la habitación 4001, pero de momento tenía otros problemas de quepreocuparme.

Fuihastaelquioscomáscercano,mirélafechadeunperiódico.Graciasalosdioses,seguíasiendoelmismoañoenquehabíamosentrado.Despuésreparéenlafecha:20dejunio.HabíamospasadocincodíasenelCasinoLoto.

Sólo nos quedaba un día para el solsticio de verano. Un día para llevar a buen puerto nuestramisión.

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Capítulo17

Probamoscamasdeagua

FueideadeAnnabeth.EnLasVegasnoshizosubirauntaxicomosirealmentetuviéramosdineroyledijoalconductor:—ALosAngeles,porfavor.Eltaxistamordisqueósupuroynosdiounbuenrepaso.—Esosonquinientoskilómetros.Tendréisquepagarmeporadelantado.—¿Aceptatarjetasdedébitodeloscasinos?-preguntóAnnabeth.Seencogiódehombros.—Algunas.Lomismoqueconlastarjetasdecrédito.Primerotengoquecomprobarlas.AnnabethletendiósutarjetaverdeLotusCash.Eltaxistalamiróconescepticismo.—Pásela-leanimóAnnabeth.Lohizo.Eltaxímetroseencendióylaslucesparpadearon.Marcóelpreciodelviajey,alfinal,juntoalsigno

deldólaraparecióelsímbolodeinfinito.Alhombreselecayóelpurodelaboca.Volvióamirarnos,estavezconlosojoscomoplatos.

—¿AquépartedeLosÁngeles…esto,alteza?— Al embarcadero de Santa Mónica. -Annabeth se irguió en el asiento, muy ufana con lo de

«alteza»-.Sinosllevarápido,puedequedarseelcambio.Creoquenodeberíahaberledichoaquello.Elcuentakilómetrosdelcochenobajóenningúnmomentodecientocincuentaporeldesiertodel

Mojave.

Enlacarreteratuvimostiempodesobraparahablar.Lescontémiúltimosueño,perolosdetallessevolvieronborrososalintentarrecordarlos.ElCasinoLotoparecíahaberprovocadouncortocircuitoenmimemoria.Norecordabadequiéneralavozdelsirvienteinvisible,aunqueestabasegurodequeeraalguien que conocía.El sirviente había llamado almonstruo del foso algomás aparte de «mi señor».Habíausadounnombreotítuloespecial…

—¿ElSilencioso?-sugirióAnnabeth-.¿Plutón?AmbossonapodosparaHades.—Alomejor-dije,peronoparecíaningunodelosdos.—EsesalóndeltronoseasemejaaldeHades-intervinoGrover-.Asísuelendescribirlo.Meneélacabeza.—Aquífallaalgo.Elsalóndeltrononoeralaparteprincipaldelsueño.Ylavozdelfoso…Nosé.

Esquenosonabacomolavozdeundios.LosojosdeAnnabethseabrieroncomoplatos.—¿Quépiensas?-lepregunté.—Eh…nada.Sóloque…No, tienequeserHades.Quizáenvióal ladrón,esapersonainvisible,

porelrayomaestroyalgosaliómal…—¿Comoqué?

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—No…nolosé-dijo-.PerosirobóelsímbolodepoderdeZeusdelOlimpoylosdiosesestabanbuscándolo…Merefieroaquepudieronsalirmalmuchascosas.Asíqueelladróntuvoqueesconderelrayo,o loperdió.Encualquiercaso,noconsiguió llevárseloaHades.Esoes loque lavozdijoen tusueño,¿no?Eltipofracasó.EsoexplicaríaporquélasFuriasloestabanbuscandoenelautobús.Talvezpensaronquenosotroslohabíamosrecuperado.-Annabethhabíapalidecido.

—Perosiyahubieranrecuperadoelrayo-contesté-,¿porquéhabríandeenviarmealinframundo?— Para amenazar a Hades -sugirió Grover-. Para hacerle chantaje o sobornarlo para que te

devuelvaatumadre.Dejéescaparunsilbido.—Menudospensamientosmalostienesparaserunacabra.—Vaya,gracias.—Perolacosadelfosodijoqueesperabadosobjetos-repuse-.Sielrayomaestroesuno,¿cuáles

elotro?Grovermeneólacabeza.Annabethmemirabacomosisupieramipróximapreguntaydesearaque

nolahiciese.—Túsabesloquehayenelfoso,¿verdad?-lepregunté-.Vamos,sinoesHades.—Percy…nohablemosdeello.PorquesinoesHades…No;tienequeserHades.Dejábamos atrás eriales. Cruzamos una señal que ponía: «FRONTERA ESTATAL DE

CALIFORNIA,20KILÓMETROS.»Teníalaimpresióndequemefaltabaunapartedeinformaciónbásicaycrucial.Eracomocuando

mirabaunapalabracorrientequedebíasaber,peronopodíaentenderlaporqueunpardeletrasestabanflotando.Cuantomás pensaba enmimisión,más seguro estaba de que enfrentarme aHades no era larespuesta.Estabapasandootracosa,algoinclusomáspeligroso.

Elproblemaeraqueestábamosdirigiéndonosalinframundoacientocincuentakilómetrosporhora,convencidosdequeHadesteníaelrayomaestro.Sillegábamosallíydescubríamosquenoeraasí,notendríamostiempodecorregirnos.Lafechalímitedelsolsticiohabríaconcluidoylaguerraempezaría.

—La respuestaestá enel inframundo -aseguróAnnabeth-.Hasvistoespíritusdemuertos,Percy.Sólohayunlugarposibleparaeso.Estamosenelbuencamino.

Intentósubirnoslamoralsugiriendoestrategiasinteligentesparaentrarenlatierradelosmuertos,peroyonolograbaconcentrarme.Habíademasiadosfactoresdesconocidos.Eracomoestudiarparaunexamendelquenoconoceslamateria.Ycréeme,esolohehechounascuantasveces.

Eltaxiavanzabaatodavelocidad.CadagolpedevientoporelValledelaMuertesonabacomounespíritu.Cadavezquelosfrenosdeuncamiónchirriaban,merecordabanlavozdereptildeEquidna.

Alanochecer,eltaxinosdejóenlaplayadeSantaMónica.TeníaelmismoaspectoquetienenlasplayasdeLosÁngelesenlaspelículas,aunqueolíapeor.Habíaatraccionesenelembarcadero,palmerasjuntoalasaceras,vagabundosdurmiendoenlasdunasysurferosesperandolaolaperfecta.

Grover,Annabethyyocaminamoshastalaorilla.—¿Yahoraqué?-preguntóAnnabeth.ElPacíficosetornabaoroalponerseelsol.Penséencuántotiempohabíapasadodesdelaplayade

Montauk, en el otro extremodel país, donde contemplabaunocéanodiferente. ¿Cómopodía haber undiosquecontrolara todoaquello?Miprofesordecienciasdecíaquedosterciosdelasuperficiedelatierraestabancubiertosporagua.¿Cómopodíayoserelhijodealguientanpoderoso?

Memetíenlasolas.—¡Percy!-llamóAnnabeth-.¿Quéestáshaciendo?Seguícaminandohastaqueelaguamellegóalacintura,despuéshastaelpecho.Ellagritabaamisespaldas:

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—¿Nosabeslocontaminadaqueestáelagua?¡Haytodotipodesustanciastóxicas!Enesemomentometílacabezabajoelagua.Alprincipioaguantélarespiración.Esdifícilrespiraraguaintencionadamente.Alfinalyanopude

aguantarlo.Tragué…Nohabíaduda,respirabaconnormalidad.Bajé hasta los bancos.No se veía nada con aquella oscuridad, pero de algúnmodo sabía dónde

estaba todo.Sentía la texturacambiantedel fondo.Veía las coloniasdeerizosen lasbarrasdearena.Inclusodistinguíalascorrientes,lasfríasylascalientes,asícomolosremolinosqueformaban.

Sentíunacariciaenlapierna.Miréhaciaabajoyporpocosubohastalasuperficiecomounmisil.Juntoamíhabíauntiburónmakodeunmetroymediodelongitud.

Pero el bichono atacaba.Tan sólomeolisqueaba.Me seguía comounperrito.Le toqué la aletadorsalconcautelayeltiburóncorcoveóunpoco,comoinvitándomeaagarrarmeconfuerza.Measíalaaleta con las dos manos y el escualo salió disparado, arrastrándome con él. Me condujo hacia laoscuridadymedepositóenellímitemismodelocéano,dondeelbancodearenasedespeñabahaciaunenorme abismo. Era como estar al borde del Gran Cañón a medianoche, sin ver demasiado peroconscientedequeelvacíoestájustoahí.

Lasuperficiebrillabaaunoscincuentametrosporencima.Sabíaque lapresióndeberíahabermeaplastadoyque,desde luego, tampocodeberíaestar respirando.Sinembargo…Mepreguntésihabríaalgúnlímite,sipodríazambullirmedirectamentehastaelfondodelPacífico.

Entonces algo brilló en la oscuridad de abajo, algo que se volvíamayor amedida que ascendíahaciamí.Unavozdemujermuyparecidaalademimadremellamó:

—PercyJackson.Siguióacercándoseysuformasehizomásclara.Lamelenanegraondeabaalrededordelacabezay

llevabaunvestidodesedaverde.Laluztitilabaentornoaella,ysusojoserantanbonitosyllamativosqueapenasreparéenelhipocampoquemontaba.

Desmontó.Elcaballomarinoyeltiburónmakoseapartaronyempezaronajugaraalgosimilaraltúlallevas.Ladamasubmarinamesonrió.

—Hasllegadolejos,PercyJackson.Bienhecho.Noestabamuysegurodecómocomportarme,asíquehiceunareverencia.—¿SoislamujerquemehablóenelríoMississipi?— Sí, niño. Soy una nereida, un espíritu delmar. No fue fácil aparecer tan río arriba, pero las

náyades,misprimasdeaguadulce,meayudaronamantenermifuerzavital.HonranalseñorPoseidón,aunquenolesirvenensucorte.

—¿Yvossíleservísensucorte?Asintió.—Hacíamuchoquenonacíaunniñodeldiosdelmar.Tehemosobservadocongraninterés.DerepenterecordélosrostrosenlasolasdelaplayadeMontaukcuandoeraunniño,reflejosde

mujeressonrientes.Comoentantasotrascosasrarasenmivida,nohabíavueltoapensarenello.—Simipadreestátaninteresadoenmí-dije-,¿porquénoestáaquí?¿Porquénohablaconmigo?Unacorrientefríasealzódelasprofundidades.—NojuzguesalSeñordelMardemasiadoseveramente-meaconsejólanereida-.Seencuentraal

bordedeunaguerranodeseada.Tienemuchosproblemasqueresolver.Además,seleprohíbeayudartedirectamente.Losdiosesnopuedenmostrarsemejantesfavoritismos.

—¿Nisiquieraconsuspropioshijos?—Especialmenteconellos.Losdiosessólopuedenactuarpor influencia indirecta.Poresoyote

doyunaviso,yunregalo.Extendiólamanoyensupalmadestellarontresperlasblancas.—SéquetedirigesalreinodeHades-prosiguió-.Pocosmortaleslohanhechoysobrevividopara

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contarlo:Orfeo,queteníaunagranhabilidadmusical;Hércules,dotadodeenormefuerza;Houdini,quepodíaescaparinclusodelasprofundidadesdelTártaro.¿Tienestúalgunodeesostalentos?

—Yo…puesno,señora.— Ah, pero tienes algo más, Percy. Posees dones que sólo estás empezando a descubrir. Los

oráculoshanpredichounfuturograndeyterribleparati,sisobreviveshastalaedadadulta.Poseidónnovaapermitirquemuerasantesdetiempo.Asípues,tomaesto,ycuandoteencuentresenunapurorompeunaperlaatuspies.

—¿Quépasará?—Esodependerádelanecesidad.Perorecuerda:loqueesdelmarsiempreregresaráalmar.—¿Quéhaydelaadvertencia?Susojosemitierondestellosverdes.— Haz lo que te dicte el corazón, o lo perderás todo. Hades se alimenta de la duda y la

desesperanza.Teengañarásipuede,teharádudardetupropiojuicio.Encuantoestésensureino,jamástedejarámarcharvoluntariamente.Manténlafe.Buenasuerte,PercyJackson.

Llamóasuhipocampo,montóycabalgóhaciaelvacío.—¡Espera!-grité-.Enelríomedijisteisquenoconfiaraenlosregalos.¿Quéregalos?—¡Adiós,jovenhéroe!-sedespidiómientrassuvozsedesvanecíaenlasprofundidades-.¡Escucha

tucorazón!-Seconvirtióenunamotitadeluzverdeydesapareció.QuiseseguirlayconocerlacortedePoseidón,peromiréhaciaarriba,alatardecerqueoscurecíala

superficie.Misamigosesperaban.Teníamostanpocotiempo…Nadéhastalasuperficie.Cuandolleguéalaplaya,misropassesecaronalinstante.LescontéaGroveryAnnabethtodolo

ocurridoylesenseñélasperlas.Ellahizounamueca.—Nohayregalosinprecio.—Éstassongratis.—No.-Sacudiólacabeza-.«Noexistenlosalmuerzosgratis.»Esunantiguodichogriegoquese

aplicabastantebienhoyendía.Habráunprecio.Yaloverás.Contanfelizpensamiento,ledimoslaespaldaalmar.

Con algunas monedas que quedaban en la mochila de Ares subimos a un autobús hasta WestHollywood. Le enseñé al conductor la dirección del inframundo que había sacado del Emporio deGnomos de Jardín de la tíaEme, pero jamás había oído hablar de los estudios de grabaciónElOtroBarrio.

—Merecuerdasaalguienquehevistoenlatelevisión-medijo-.¿Eresunniñoactoroalgoasí?—Bueno,actúocomodobleenescenaspeligrosas…paraunmontóndeniñosactores.—¡Oh!Esoloexplica.Ledimoslasgraciasybajamosrápidamenteenlasiguienteparada.Caminamosalolargodekilómetros,buscandoElOtroBarrio.Nadieparecíasaberdóndeestaba.

Tampocoaparecíaenellistín.Enunpardeocasionestuvimosqueescondernosencallejonesparaevitarloscochesdepolicía.

Mequedéatónitodelantedeunatiendadeelectrodomésticos:enlatelevisiónestabanemitiendounaentrevistaconalguienquemeresultabamuyfamiliar:mipadrastro,GabeelApestoso.Estabahablandocon la célebre presentadoraBarbaraWalters; quiero decir, en plan como si fuera famoso.Ella estabaentrevistándoloennuestroapartamento,enmediodeunapartidadepóquer,yasuladohabíaunamujerjovenyrubia,dándolepalmaditasenlamano.

Unalágrimafalsabrillóensumejilla.Estabadiciendo:

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«Deverdad,señoraWalters,denoserporSugar,aquípresente,miconsejeraenladesgracia,estaríahundido.Mihijastrosellevótodoloquemeimportaba.Miesposa…miCámaro…L-losiento.Todavíamecuestahablardeello.»

«Lo han visto y oído, queridos espectadores. -Barbara Walters se volvió hacia la cámara-. Unhombredestrozado.Unadolescenteconseriosproblemas.Permítanmeenseñarles,unavezmás,laúltimafotoquesetienedeljovenyperturbadofugitivo,tomadahaceunasemanaenDenver.»

EnlapantallaaparecióunaimagengranuladadeGrover,AnnabethyyodepiefueradelrestauranteColorado,hablandoconAres.

«¿Quiénessonlosotrosniñosdeestafoto?-preguntóBarbaraWaltersdramáticamente-.¿Quiéneselhombrequeestáconellos?¿EsPercyJacksonundelincuente,unterroristaolavíctimadeunlavadodecerebroamanosdeunanuevayespantosasecta?Traslapublicidad,charlaremosconundestacadopsicólogoinfantil.Sigansintonizándonos.»

—Vamos-medijoGrover.Tiródemíantesdequedestrozaraelescaparatedeunpuñetazo.Cayó la noche y los marginados empezaban a merodear por las calles. A ver, que no se me

malinterprete.SoydeNuevaYorkynomeasustofácilmente.PeroLosAngelesesmuydistintodeNuevaYork,dondetodoparececerca.Noimportalograndequesealaciudad,sepuedellegaratodaspartessinperderte. La disposición de las calles y el metro tienen sentido. Hay un sistema para que las cosasfuncionen.EnNuevaYork,unniñoestáasalvomientrasnoseaidiota.

Los Angeles no es así. Es una ciudad extensa y caótica en la que resulta difícil moverse. Merecordaba a Ares. No le bastaba con ser grande; tenía que demostrar que era grande siendo ademásescandalosa,raraydifícildenavegar.Nosabíacómoíbamosaencontrarlaentradaalinframundoantesdeldíasiguiente,elsolsticiodeverano.

Nos cruzamos con miembros de bandas, vagabundos y gamberros que nos miraban intentandocalibrarsivalíalapenaatracarnos.Alpasarpordelantedeuncallejón,unavozdesdelaoscuridadmellamó.

—Eh,tú.-Comounidiota,meparé.Antesdequenosdiéramoscuenta,estábamosrodeadosporunabanda.Seischicosconropacaray

rostrosmalvados.ComolosdelaacademiaYancy:mocososricosjugandoaserchicosmalos.Instintivamente destapé el bolígrafo, y cuando la espada apareció de la nada los chavales

retrocedieron, pero el cabecilla era o muy idiota o muy valiente, porque siguió acercándosemeempuñandounanavajaautomática.

Cometíelerrordeatacar.Elchicogritó.Debíadesercienporcienmortal,porquelahojaloatravesósinhacerledañoalguno.

Semiróelpecho.—¿Quédemo…?Supusequeteníaunostressegundosantesdequelaconsternaciónseconvirtieraenira.—¡Corred!-gritéaAnnabethyGrover.Apartamosadoschavalesdeenmedioycorrimospor lacalle,sinsaberadondenosdirigíamos.

Giramosenunaesquina.—¡Allí!-exclamóAnnabeth.Sólouna tiendadel edificioparecíaabierta, losescaparatesdeslumbrabandeneón.Enel letrero

encimadelapuertaponíaalgocomo:«alpacioledassacamdeaugadecrstuy.»—¿AlPalaciodelasCamasdeAguaCrusty?-tradujoGrover.Nosonabacomounlugaralqueyoiríaamenosquemeencontraraenunserioaprieto,perodeeso

setratabaprecisamente.Entramosenestampidaporlapuertaycorrimosaagacharnostrasunacamadeagua.Unsegundomástarde,labandadechicospasócorriendoporlaacera.

—Loshemosdespistado-susurróGrover.

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Unavozretumbóanuestrasespaldas.—¿Aquiénhabéisdespistado?Lostresdimosunrespingo.Detrásdenosotroshabíauntipoconaspectoderapazyataviadoconuntrajeañossetenta.Medía

porlomenosdosmetrosyeratotalmentecalvo.Depielgrisácea,teníapárpadospesadosyunasonrisareptiloidey fría.Se acercaba lentamente, perodaba a entender quepodíamoverse con rapidez si erapreciso.

Eltraje,deltodopropiodelossetenta,habríapodidosalirdelCasinoLoto.Lacamisaeradesedaestampada de cachemira, y la llevaba desabrochada hasta la mitad del pecho, también lampiño. Lassolapas de terciopelo eran casi pistas de aterrizaje y llevaba varias cadenas de plata alrededor delcuello.

—SoyCrusty-gruñóconunasonrisamanchadadesarro.—Perdonequehayamosentradoentropel-ledije-.Sóloestábamos…mirando.—Quieresdecirescondiéndoosdeesosgamberros-rezongó-.Merodeanporaquítodaslasnoches.

Graciasaellosentramuchagenteenminegocio.Decidme,¿osinteresaunacamadeagua?Iba a decir «no, gracias», pero élme puso una zarpa en el hombro y nos condujo a la zona de

exposición. Había toda una colección de camas de agua de las más diversas formas, cabezales,ornamentosycolores;tamañogrande,tamañosupergrande,tamañoemperadordeluniverso…

—Ésteesmimodelomáspopular.-Orgulloso,Crustynosenseñóunacamacubiertaconsábanasdesatén negro y antorchas de lava incrustadas en el cabezal. El colchón vibraba, así que parecía degelatina-.Masajeacienmanos-informó-.Venga,probadlo.Tiraosenplancha,echadunacabezadita.Nomeimporta,totalhoynohayclientes.

—Pues…-musité-nocreoque…—¡Masajeacienmanos!-exclamóGrover,yselanzóenpicado-.¡Eh,tíos!Estomola.—Hum-murmuróCrusty,acariciándoselacoriáceabarbilla-.Casi,casi.—Casi¿qué?-pregunté.MiróaAnnabeth.—Hazmeunfavorypruebaésta,cariño.Podríairtebien.—Pero¿qué…?-respondióAnnabeth.Él le dio una palmadita en la espalda para darle confianza y la condujo hasta elmodelo Safari

Deluxe,conleonesdemaderadetecalabradosenlaestructurayunedredóndeestampadodeleopardo.AnnabethnoquisotumbarseyCrustylaempujó.

—¡Eh,oiga!-protestóella.Crustychasqueólosdedos.—Ergo!Súbitamente, de los lados de la cama surgieron cuerdas que amarraron a Annabeth al colchón.

Groverintentólevantarse,perolascuerdassalierontambiéndesucamadesatényloinmovilizaron.—¡N-n-nom-m-mola-a-a!-aulló,lavozvibrándoleacausadelmasajeacienmanos-.¡N-n-nom-

m-molana-a-a-da!ElgigantemiróaAnnabeth,luegosevolvióhaciamíymeenseñólosdientes.—Casi,mecachis-lamentó.Intentéapartarme,perosumanomeagarróporlanuca-.¡Venga,chico!

Notepreocupes.Teencontraremosunaenunsegundo.—Suelteamisamigos.—Oh,desdeluego.Peroprimerotienenquecaber.—¿Quéquieredecir?—Verás,todaslascamasmidenexactamentecientoochentacentímetros.Tusamigossondemasiado

cortos.Tienenqueencajar.

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AnnabethyGroverseguíanforcejeando.—Nosoportolasmedidasimperfectas-musitóCrusty-.Ergo!Dosnuevos juegosdecuerdas surgieronde loscabezalesy lospiesde lascamasysujetaron los

tobillosyhombrosdeGroveryAnnabeth.Lascuerdasempezaronatensarse,estirandoamisamigosdeambosextremos.

— No te preocupes -me dijo Crusty-. Son ejercicios de estiramiento. A lo mejor con ochocentímetrosmásasuscolumnas…Puedequeinclusosobrevivan,¿sabes?Bien,busquemosunacamaqueteguste.

—¡Percy!-gritóGrover.La cabezame iba a cien por hora. Sabía que no podía enfrentarme solo a aquel grandullón.Me

romperíaelcuelloantesdequelaespadasedesplegase.—EnrealidadustednosellamaCrusty,¿verdad?—LegalmenteesProcrustes-admitió.— El Estirador -dije. Recordaba la historia: el gigante que había intentado matar a Teseo con

excesodehospitalidaddecaminoaAtenas.—Exacto-respondióelvendedor-.Pero¿quiénescapazdepronunciarProcrustes?Esmaloparael

negocio.Encambio,todoelmundopuededecir«Crusty».—Tienerazón.Suenabien.Seleiluminaronlosojos.—¿Esocrees?—Oh,desdeluego-contesté-.Yestascamasparecenfabulosas,lasmejoresquehevistonunca…Esbozóunaampliasonrisa,peronoaflojómicuello.—Yose lodigoamisclientes.Siemprese lodigo,peronadiesepreocupaporeldiseñode las

camas.¿Cuántoscabezalesconantorchasdelavaincrustadashasvistotú?—Nodemasiados.—¡Puesahílotienes!—¡Percy!-vociferóAnnabeth-.¿Quéestáshaciendo?—Nolehagascaso-ledijeaProcrustes-.Esinsufrible.Elgiganteseechóareír.—Todosmisclientesloson.Jamásmidencientoochentaexactamente.Sonunosdesconsiderados.

Ydespués,encima,sequejandelreajuste.—¿Quéhacesimidenmásdecientoochenta?—Uy,esopasaatodashoras.Searreglafácil.-Mesoltó,peroantesdequeyopudierareaccionar,

delmostradordeventas sacóunaenormehachadobledeacero-.Centroal tipo lomejorquepuedoydespuésrebanoloquesobraporcadalado.

—Ya-dijetragandosaliva-.Muypráctico.—¡Cuántomealegrodehabermetopadoconunclientesensato!Lascuerdasyaestabanestirandodeverdadamisamigos.Annabethhabíaenrojecido.Groverhacía

ruiditosdeasfixia,comoungansoestrangulado.—Bueno,Crusty…-comenté, intentandosonarindiferente.Mirélaetiquetaconformadecorazón

de la cama especial Luna de Miel-. ¿Y ésta tiene estabilizadores dinámicos para compensar elmovimientoondulante?

—Desdeluego.Pruébala.—Sí,puedequelohaga.Pero¿funcionaninclusoconuntíograndecomotú?¿Noseadvierteniuna

solaonda?—Garantizado.—Venga,hombre.

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—Quesí.—Enséñamelo.Sesentógustosoenlacamaylediounaspalmaditasalcolchón.—Niunaonda,¿ves?Chasqueélosdedos.—Ergo.LascuerdasrodearonaCrustyylosujetaroncontraelcolchón.—¡Eh!-chilló.—Centradlobien-ordené.Lascuerdassereajustaronrápidamente.LacabezadeCrustyenterasobresalióporlapartedearriba

ysuspiesporladeabajo.—¡No!-dijo-.¡Espera!¡Estoessólounademostración!DestapéelbolígrafoyAnaklusmossedesplegó.—Bien,prepárate…-Nosentíaningúnescrúpuloporloqueibaahacer.SiCrustyerahumano,no

podríahacerledaño.Sieraunmonstruo,merecíaconvertirseenpolvoduranteuntiempo.—Eresunregateadorduro,¿eh?-dijo-.¡Vale,tehagountreintaporcientodedescuentoenmodelos

especiales!Levantélaespada.—¡Sinentregainicial!¡Niinteresesdurantelosseisprimerosmeses!Asestéungolpe.Crustydejódehacerofertas.Corté las cuerdas de las otras camas. Annabeth y Grover se pusieron en pie, entre temblores,

gruñidosymaldiciones.—Parecéismásaltos-comenté.—Uy,quérisa-resoplóAnnabeth-.Lapróximavezdateunpoquitínmásdeprisa,¿vale?Miré en el tablón de anuncios detrás delmostrador deCrusty.Había un anuncio del servicio de

entregasHermes,yotrodelNuevoycompletocompendiodelaZonaMonstruodeLosAngeles:«¡Lasúnicas páginas amarillas monstruosas que necesita!» Debajo, un panfleto naranja de los estudios degrabaciónElOtroBarrioofrecíaincentivosporlasalmasdeloshéroes.«¡Buscamosnuevostalentos!»LadireccióndeEOBestabaindicadajustodebajoconunmapa.

—Vamos-dije.—Danosunminuto-sequejóGrover-.¡Porpoconosestiranhastaconvertirnosensalchichas!—Venga,noseáisquejicas.Elinframundoestásóloaunamanzanadeaquí.

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Capítulo18

Annabeth,escueladeadiestramientoparaperros

EstábamosenlassombrasdelbulevarValencia,mirandoelrótulodeletrasdoradassobremármolnegro:«ESTUDIOSDEgrabaciónELotrobarrio.»Debajo,enlaspuertasdecristal,seleía:«abogadosno,vagabundosno,vivosno.»

Eracasimedianoche,peroelrecibidorestababieniluminadoyllenodegente.Traselmostradordeseguridadhabíaunguardiacongafasdesol,porrayaspectodetíoduro.

Mevolvíhaciamisamigos.—Muybien.¿Recordáiselplan?—¿Elplan?-Grovertragósaliva-.Sí.Meencantaelplan.—¿Quépasasielplannofunciona?-preguntóAnnabeth.—Nopiensesennegativo.—Vale-dijo-.Vamosameternosenlatierradelosmuertosynotengoquepensarennegativo.Saquélasperlasdemibolsillo,lastresquelanereidamehabíadadoenSantaMónica.Sialgoiba

mal,noparecíandemuchaayuda.Annabethmepusounamanoenelhombro.—Lo siento,Percy, los nerviosme traicionan.Pero tienes razón, lo conseguiremos.Todo saldrá

bien.-YlediouncodazoaGrover.—¡Oh,claroquesí!-dijoél,asintiendoconlacabeza-.Hemosllegadohastaaquí.Encontraremos

elrayomaestroysalvaremosatumadre.Ningúnproblema.Losmiréymesentíagradecido.Sólounosminutosantes,porpocohabíanmuertoenunaslujosas

camasdeagua,yahoraintentabanhacerselosvalientespormí,parainfundirmeánimos.Memetílasperlasenelbolsillo.—Vamosarepartirunpocodeleñasubterránea.EntramosenlarecepcióndeEOB.Unamúsicasuavedeascensorsalíadealtavocesocultos.Lamoquetaylasparedeserangrisacero.

En las esquinas había cactos comomanos esqueléticas.Elmobiliario era de cuero negro, y todos losasientos estaban ocupados. Había gente sentada en los sofás, de pie, mirando por las ventanas oesperandoelascensor.Nadiesemovía,nihablabanihacíanada.Conelrabillodelojolosveíaatodosbien,perosimecentrabaenalgunoenparticular,parecíantransparentes.Veíaatravésdesuscuerpos.

Elmostradordelguardadeseguridaderabastantealto,asíqueteníamosquemirarlodesdeabajo.Eraunnegroaltoyelegante,depeloteñidoderubioycortadoestilomilitar.Llevabagafasdesolde

careyyuntrajedesedaitalianaajuegoconsupelo.Tambiénlucíaunarosanegraenlasolapabajounatarjetadeidentificación.Intentéleersunombre.

—¿SellamaQuirón?-dije,confundido.Élseinclinóhaciadelantedesdeelotroladodelmostrador.Ensusgafassólovimireflejo,perosu

sonrisaeradulceyfría,comoladeunapitónjustoantesdecomerte.—Miraquépreciosidaddemuchachotenemosaquí.-Teníaunacentoextraño,británicoquizá,pero

tambiéncomosielinglésnofuerasulenguamaterna-.Dime,¿teparezcouncentauro?

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—N-no.—Señor-añadióconsuavidad.—Señor-repetí.Agarrósutarjetadeidentificacióncondosdedosypasóotrobajolasletras.—¿Sabesleeresto,chaval?PoneC-a-r-o-n-t-e.Repiteconmigo:Ca-ron-te.—Caronte.—¡Impresionante!Ahoradi:señorCaronte.—SeñorCaronte.—Muybien. -Volvióa sentarse-.Detestoquemeconfundanconeseviejo jamelgodeQuirón.Y

bien,¿enquépuedoayudaros,pequeñosmuertecitos?Lapreguntamegolpeóenelestómagocomounpuño.MiréaAnnabeth,vacilante.—Queremosiralinframundo-intervinoella.Caronteemitióunsilbidodeasombro.—Vaya,niña,erestodaunanovedad.—¿Sí?-repusoella.—Directayalgrano.Nadadegritos.Nadade«tienequehaberunerror,señorCaronte».-Senos

quedómirando-.¿Ycómohabéismuerto,pues?LesoltéuncodazoaGrover.—Bueno…-respondióél-.Esto…ahogados…enlabañera.—¿Lostres?Asentimos.—Menudabañera.-Caronteparecíaimpresionado-.Supongoquenotendréismonedasparaelviaje.

Veréis,cuandosetratadeadultospuedocargarloaunatarjetadecrédito,oañadirelpreciodelferryalafacturadelcable.Perolosniños…Vaya,esquenuncaosmoríspreparados.Supongoquetendréisqueesperaraquísentadosunoscuantossiglos.

—No,sitenemosmonedas.-Pusetresdracmasdeoroenelmostrador,partedeloencontradoeneldespachodeCrusty.

—Bueno,bueno…-Carontesehumedecióloslabios-.Dracmasdeverdad,deoroauténtico.Hacemuchoquenoveounadeéstas…-Susdedosacariciaroncodiciososlasmonedas.

EntoncesCarontememirófijamenteysufrialdadparecióatravesarmeelpecho.—Aver-dijo-.Nohaspodidoleerminombrecorrectamente.¿Eresdisléxico,chaval?—No-mentí-.Soyunmuerto.Caronteseinclinóhaciadelanteyolisqueó.—Noeresningúnmuerto.Deberíahabermedadocuenta.Eresundiosecillo.—Tenemosquellegaralinframundo-insistí.Carontesoltóunprofundorugido.Todoelmundoen lasaladeesperase levantóyempezóapasearseconnerviosismo,aencender

cigarrillos,mesarseelpelooconsultarlosrelojes.—Marchaosmientras podáis -nos dijoCaronte-.Me quedaré lasmonedas y olvidaré que os he

visto.-Hizoademándeguardárselas,peroyoselasarrebaté.—Sinservicionohaypropina.-Intentéparecermásvalientedeloquemesentía.Caronte volvió a gruñir, esta vez un sonido profundo que helaba la sangre. Los espíritus de los

muertosempezaronaaporrearlaspuertasdelascensor.—Esunapena-suspiré-.Teníamosmásqueofrecer.Le enseñé la bolsa llena con las cosas de Crusty. Saqué un puñado de dracmas y dejé que las

monedasseescurrieranentremisdedos.ElgruñidodeCaronteseconvirtióenunaespeciederonroneodeleón.

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—¿Creesquepuedescomprarme,criaturadelosdioses?Oye…sóloporcuriosidad,¿cuántotienesahí?

—Mucho-contesté-.ApuestoaqueHadesnolepagalosuficienteporuntrabajotanduro.—Uf,sitecontara…Pasareldíacuidandodeestosespíritusnoesnadaagradable,teloaseguro.

Siempre están con«por favor, nodejes quemuera», o «por favor, déjame cruzar gratis».Estoyharto.Hacetresmilañosquenomeaumentanelsueldo.¿Yteparecequelostrajescomoéstesalenbaratos?

—Semerecealgomejor-coincidí-.Unpocodeaprecio.Respeto.Buenapaga.Acadapalabra,apilabaotramonedadeoroenelmostrador.Caronte leechóunvistazoa suchaquetadeseda italiana,comosi se imaginaravestidoconalgo

mejor.—Debodecir,chaval,queloquedicestienealgodesentido.Sólounpoco,¿eh?Apiléunasmonedasmás.—YopodríamencionarleaHadesqueustednecesitaunaumentodesueldo…Suspiró.—Deacuerdo.Elbarcoestácasilleno,perointentarémeterosconcalzador,¿vale?-Sepusoenpie,

recogiólasmonedasydijo-:Seguidme.Seabriópasoentrelamultituddeespíritusalaespera,queintentaroncolgarsedenosotrosmientras

susurrabanconvoceslastimeras.Carontelosapartabadesucaminomurmurando:«Largodeaquí,gorrones.»Nosescoltóhastaelascensor,queyaestaballenodealmasdemuerto,cadaunaconunatarjetade

embarqueverde.Caronteagarróadosespíritusqueintentabanmeterseconnosotrosylosdevolvióalarecepción.—Vale.Escuchad:queanadieseleocurrapasarsedelistoenmiausencia-anuncióalasalade

espera-.Ysialgunovuelveatocareldialdemimicrófono,measegurarédequepaséisaquímilañosmás.¿Entendido?

Cerrólaspuertas.Metióunatarjetamagnéticaenunaranuradelascensoryempezamosadescender.—¿Quélespasaalosespíritusqueesperan?-preguntóAnnabeth.—Nada-repusoCaronte.—¿Durantecuántotiempo?—Parasiempre,ohastaquemesientogeneroso.—Vaya-dijoAnnabeth-.Esonoparece…justo.Carontearqueóunaceja.—¿Quiénhadichoquelamuerteseajusta,niña?Esperaaquelleguetuturno.Yendoadondevas,

moriráspronto.—Saldremosvivos-respondí.—Ja.Derepentesentíunmareo.Nobajábamos,sinoqueíbamoshaciadelante.Elairesetornóneblinoso.

Losespíritusquenosrodeabanempezaronacambiardeforma.Susprendasmodernassedesvanecieronyseconvirtieronenhábitosgrisesconcapucha.Elsuelodelascensorempezóabambolearse.

Cerré los ojos con fuerza. Cuando los abrí, el traje de Caronte se había convertido en un largohábito negro, y tampoco llevaba las gafas de carey.Donde tendría que haber habido ojos sólo habíacuencasvacías;comolasdeAresperototalmenteoscuras,llenasdenoche,muerteydesesperación.

Advirtióquelomirabaypreguntó:—¿Quépasa?—No,nada-conseguídecir.Penséqueestabasonriendo,peronoeraeso.Lacarnedesurostroseestabavolviendotransparente,

ypodíaverleelcráneo.

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Elsueloseguíabamboleándose.—Meparecequemeestoymareando-dijoGrover.Cuandovolvíacerrarlosojos,elascensoryanoeraunascensor.Estábamosencimadeunabarcaza

demadera.Caronteempujabaunapértigaatravésdeunríooscuroyaceitosoenelqueflotabanhuesos,pecesmuertosyotrascosasmásextrañas:muñecasdeplástico,clavelesaplastados,diplomasdebordesdoradosempapados.

—ElríoEstige-murmuróAnnabeth-.Estátan…—Contaminado-laayudóCaronte-.Durantemilesdeaños,vosotrosloshumanoshabéisidotirando

de todomientras lo cruzabais: esperanzas, sueños, deseos que jamás se hicieron realidad.Gestión deresiduosirresponsable,sivamosaeso.

Lanieblaseenroscósobrelamugrientaagua.Porencimadenosotros,casiperdidoenlapenumbra,habíaun techode estalactitas.Másadelante, laotraorillabrillabaconuna luzverdosa,del colordelveneno.

Elpánicoseapoderódemigarganta.¿Quéestabahaciendoallí?Todaaquellagentealrededor…estabamuerta.

Annabeth me agarró de la mano. En circunstancias normales, me habría dado vergüenza, peroentendíacómosesentía.Queríaasegurarsedequealguienmásestabavivoenelbarco.

Medescubrímurmurandounaoración,aunquenoestabamuysegurodeaquiénse la rezaba.Allíabajo,sóloundiosimportaba,yeraelmismoalquehabíaidoaenfrentarme.

Laorilladelinframundoaparecióantenuestravista.Unoscienmetrosderocasescarpadasyarenavolcánicanegrallegabanhastalabasedeunelevadomurodepiedra,queseextendíaacadaladohastadondeseperdíalavista.Llegóunsonidodealgunapartecercana,enlapenumbraverde,yreverberóenlasrocas:elgruñidodeunanimaldegrantamaño.

—ElviejoTresCarasestáhambriento-comentóCaronte.Susonrisasevolvióesqueléticaalaluzverde-.Malasuerte,diosecillos.

Laquilladelabarcazaseposósobrelaarenanegra.Losmuertosempezaronadesembarcar.Unamujerllevabaaunaniñapequeñadelamano.Unancianoyunaancianacojeabanagarradosdelbrazo.Unchico,nomayorqueyo,arrastrabalospiesensuhábitogris.

—Tedesearíasuerte,chaval-dijoCaronte-,peroesqueahíabajonohayninguna.Perooye,noteolvidesdecomentarlodemiaumento.

Contónuestrasmonedasdeoroensubolsayvolvióaagarrarlapértiga.EntonóalgoqueparecíaunacancióndeBarryManilowmientrasconducíalabarcazavacíadevueltaalotrolado.

Seguimosalosespíritusporelgastadocamino.

Noestoymuysegurodequéesperabaencontrar:puertasnacaradas,unarejanegraenormeoalgoasí. La verdad es que la entrada a aquel mundo subterráneo parecía un cruce entre la seguridad delaeropuertoylaautopistadeNuevaJersey.

Habíatresentradasdistintasbajounenormearconegroenelqueseleía:«estáentrandoenerebo.»Cada entrada tenía un detector demetales con cámaras de seguridad encima.Detrás había cabinas deaduanasocupadasporfantasmasvestidosdenegrocomoCaronte.

El rugidodelanimalhambriento seoíamuyalto,peronovidedóndeprocedía.Elperrode trescabezas,Cerbero,quesupuestamenteguardabalapuertadelHades,noestabaporningunaparte.

Los muertos hacían tres filas, dos señaladas como «EN SERVICIO», y otra en la que ponía:«MUERTERÁPIDA.»Lafilademuerterápidasemovíavelozmente.Lasotrasdosibancomotortugas.

—¿Quéteparece?-lepreguntéaAnnabeth.—LacolarápidadebedeirdirectamentealosCamposdeAsfódelos-dijo-.Noquierenarriesgarse

aljuiciodeltribunal,porquepodríansalirmalparados.

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—¿Hayuntribunalparalosmuertos?—Sí.Tresjueces.Seturnanlospuestos.ElreyMinos,ThomasJefferson,Shakespeare;gentedeesa

clase.Avecesestudianunavidaydecidenqueesapersonamereceunarecompensaespecial:losCamposElíseos. En otras ocasiones deciden quemerecen un castigo. Pero lamayoría… en fin, sencillamentevivieron,sonhistoria.Yasabes,nadaespecial,nibuenonimalo.AsíquevanapararalosCamposdeAsfódelos.

—¿Ahacerqué?—ImagínateestarenuncampodetrigodeKansasparasiempre-contestóGrover.—Quéagobio-respondí.—Tampocoesparatanto-murmuróGrover-.Mira.-Unpardefantasmasconhábitosnegroshabían

apartadoaunespírituyloempujabanhaciaelmostradordeseguridad.Elrostrodeldifuntomeresultabavagamentefamiliar-.Eselpredicadordelatele,¿teacuerdas?

—Anda,sí.-Yameacordaba.Lohabíavistoenlatelevisiónunpardeveces,eneldormitoriodelaacademiaYancy.Erauntelepredicadorpelmazoquehabíarecaudadomillonesdedólaresparaorfanatosydespuéslohabíansorprendidogastándoseeldineroencosascomounamansióncongrifosdeoroyunminigolf de interior. Durante una persecución policial su Lamborghini se había despeñado por unacantilado.

—CastigoespecialdeHades-supusoGrover-.Lagentemala,maladeverdad,recibeunaatenciónpersonalencuantollegan.LasFur…LasBenévolasprepararánunatorturaeternaparaél.

PensarenlasFuriasmehizoestremecer.Deprontocaíenlacuentadequeenaquelmomentomehallabaensuterritorio.LabuenadelaseñoraDoddsestaríarelamiéndosedelaemoción.

—Perosiespredicadorycreeenuninfiernodiferente…-objeté.Groverseencogiódehombros.—¿Quiéndicequeestéviendoestelugarcomolovemostúyyo?Loshumanosvenloquequieren

ver.Soismuycabezotas…quierodecir,persistentes.Nosacercamosalaspuertas.Losalaridosseoíantanaltoquehacíanvibrarelsuelobajomispies,

aunqueseguíasinlocalizarellugardelqueprocedían.Entonces, a unos quincemetros delante, la niebla verde resplandeció. Justo donde el camino se

separaba en tres había un enormemonstruo envuelto en sombras. No lo había visto antes porque erasemitransparente,comolosmuertos.Siestabaquietoseconfundíaconcualquiercosaquetuvieradetrás.Sólolosojosylosdientesparecíansólidos.Yestabamirándome.

Casisemedesencajólamandíbula.Loúnicoquesemeocurriódecirfue:—Esunrottweiler.Siempremehabía imaginadoaCerberocomounenormemastínnegro.Peroevidentementeeraun

rottweiler de pura raza, salvo por el pequeño detalle de que también era el doble de grande que unmamut,casideltodoinvisible,yteníatrescabezas.

Losmuertoscaminabandirectamentehaciaél:noteníanmiedo.Lasfilasenservicioseapartabandeélcadaunaaunlado.Losespírituscaminodemuerterápidapasabanjustoentresuspatasdelanterasybajosuestómago,cosaquehacíansinnecesidaddeagacharse.

—Yaloveomejor-murmuré-.¿Porquépasaeso?—Creo…-Annabethsehumedecióloslabios-.Metemoqueesporquenosencontramosmáscerca

deestarmuertos.Lacabezacentraldelperrosealargóhacianosotros.Olisqueóelaireygruñó.—Huelealosvivos-dije.—Peronopasanada-contestóGrover,temblandoamilado-.Porquetenemosunplan.—Ya-musitóAnnabeth-.Eso,unplan.Nosacercamosalmonstruo.Lacabezadelmedionosgruñóyluegoladrócontantafuerzaqueme

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hizoparpadear.—¿Loentiendes?-lepreguntéaGrover.—Síloentiendo,sí.Vayasiloentiendo.—¿Quédice?—Nocreoqueloshumanostenganunapalabraqueloexpreseexactamente.Saquéunpalodemimochila:elpostequehabíaarrancadodelacamadeCrustymodelosafari.Lo

sostuve en alto, intentando canalizar hacia Cerbero pensamientos perrunos felices: anuncios deexquisitecesparaperro,huesosdejuguete,piensosapetitosos.Tratédesonreír,comosinoestuvieraapuntodemorir.

—Ey,grandullón-lollamé-.Seguroquenojueganmuchocontigo.—¡GRRRRRRRRR!—Buenperro-contestédébilmente.Movíelpalo.Sucabezacentralsiguióelmovimientoylasotrasdosconcentraronsusojosenmí,

olvidandoalosespíritus.Todasuatenciónsehallabapuestaenmí.Noestabamuysegurodequefueraalgobueno.

—¡Agárralo!-Lancéelpaloalaoscuridad,unbuenlanzamiento.OíelchapoteoenelríoEstige.Cerberomededicóunamiradafuribunda,nodemasiadoimpresionado.Teníaunosojostemiblesy

fríos.Bienporelplan.Cerberoemitióunnuevotipodegruñido,másprofundo,multiplicadoportres.—Esto…-musitóGrover-.¿Percy?—¿Sí?—Creoqueteinteresarásaberlo.—¿Elqué?—Cerbero dice que tenemos diez segundos para rezar al dios de nuestra elección. Después de

eso…bueno…elpobretienehambre.—¡Esperad!-dijoAnnabeth,yempezóahurgarensubolsa.«Oh-oh»,pensé.—Cincosegundos-informóGrover-.¿Corremosya?Annabethsacóunapelotadegomarojadeltamañodeunpomelo.Enellaponía:«waterland,denver,

co.»Antesdequepudieradetenerla,levantólapelotayseencaminódirectamentehaciaCerbero.—¿Veslapelotita?-legritó-.¿Quiereslapelotita,Cerbero?¡Siéntate!Cerberoparecíatanimpresionadocomonosotros.Inclinódeladolastrescabezas.Seledilataronlasseisnarinas.—¡Siéntate!-volvióaordenarleAnnabeth.Estabaconvencidodequeencualquiermomentoseconvertiríaenlagalletadeperromásgrandedel

mundo.Encambio,Cerberoserelamiólostresparesdelabios,desplazóelpesoaloscuartostraserosyse

sentó,aplastandoalinstanteunadocenadeespíritusquepasabandebajodeélenlafilademuerterápida.Losespíritusemitieronsilbidosamortiguados,comounaruedapinchada.

—¡Perritobueno!-dijoAnnabeth,yletirólapelota.Él la cazó al vuelo con las fauces delmedio.Apenas era lo bastante grande paramordisquearla

siquiera,ylasotrasdoscabezasempezaronalanzarmordiscoshaciaelcentro,intentandohacerseconelnuevojuguete.

—¡Suéltala!-leordenóAnnabeth.LascabezasdeCerberodejarondeenredary sequedaronmirándola.Tenía lapelotaenganchada

entredosdientes,comountrocitodechicle.Profirióunlamentoaltoyhorripilanteydejócaerlapelota,

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ahoratodallenadebabasymordidacasiporlamitad,alospiesdeAnnabeth.—Muybien. -Recogió labola,haciendocasoomisode lasbabasdelmonstruo.Luegosevolvió

hacianosotrosydijo-:Idahora.Lafilademuerterápidaeslamásrápida.—Pero…-dije.—¡Ahora!-ordenó,conelmismotonoqueusabaparaelperro.Groveryyoavanzamospocoapocoyconcautela.Cerberoempezóagruñir.—¡Quieto!-ordenóAnnabethalmonstruo-.¡Siquiereslapelotita,quieto!Cerberogañó,peropermanecióinmóvil.—¿Quépasarácontigo?-lepreguntéaAnnabethcuandocruzamosasulado.—Séloqueestoyhaciendo,Percy-murmuró-.Porlomenos,estoybastantesegura…Groveryyopasamosentrelaspatasdelmonstruo.«Porfavor,Annabeth-recéensilencio-.Nolepidasquevuelvaasentarse.»Conseguimoscruzar.Cerberonodabamenosmiedovistopordetrás.—¡Perritobueno!-ledijoAnnabeth.Agarró la pelota roja machacada, y probablemente llegó a la misma conclusión que yo: si

recompensabaaCerbero,nolequedaríanadaparahacerotrojueguecito.Aunasí,selalanzóylabocaizquierda del monstruo la atrapó al vuelo, pero fue atacada al instante por la del medio mientras laderechagañíaenseñaldeprotesta.

Asídistraídoelmonstruo,Annabethpasóconprestezabajo suvientrey seunióanosotros eneldetectordemetales.

—¿Cómohashechoeso?-lepreguntéalucinado.—Escuela de adiestramientoparaperros -respondió sin aliento, yme sorprendióverla hacer un

puchero-.Cuandoerapequeña,encasademipadreteníamosundoberman…—Esoahoranoimporta-interrumpióGrover,tirándomedelacamisa-.¡Vamos!Nosdisponíamosaadelantar la filaa todogascuandoCerberogimió lastimeramentepor las tres

bocas.Annabethsedetuvoysevolvióparamiraralperro,quesehabíagiradohacianosotros.Cerberojadeabaexpectante,conlapelotitarojahechapedazosenuncharcodebabaasuspies.

—Perritobueno-ledijoAnnabethconvozdepena.Lascabezasdelmonstruoseladearon,comopreocupadoporella.—Prontotetraeréotrapelota-leprometióAnnabeth-.¿Tegustaría?Elmonstruoaulló.NonecesitéentendersuidiomaparasaberqueCerberosequedaríaesperandola

pelota.—Perrobueno.Vendréavertepronto.Te…te loprometo. -Annabeth sevolvióhacianosotros-.

Vamos.Groveryyocruzamoseldetectordemetales,quedeinmediatoaccionólaalarmayundispositivo

delucesrojas.«¡Posesionesnoautorizadas!¡Detectadamagia!»Cerberoempezóaladrar.Noslanzamosatravésdelapuertademuerterápida,quedisparóaúnmásalarmas,ycorrimoshacia

elinframundo.Unosminutosdespuésestábamosocultos,jadeantes,eneltroncopodridodeunenormeárbolnegro,

mientraslosfantasmasdeseguridadpasabanfrenteanosotrosypedíanrefuerzosalasFurias.—Bueno,Percy-murmuróGrover-,¿quéhemosaprendidohoy?—¿Quelosperrosdetrescabezasprefierenlaspelotasrojasdegomaalospalos?—No-contestóGrover-.Hemosaprendidoquetusplanessonperros,¡perrosdeverdad!Yonoestabatanseguro.CreíaqueAnnabethyyohabíamostenidounabuenaidea.Inclusoenese

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mundosubterráneo,todos,incluidoslosmonstruos,necesitabanunpocodeatencióndevezencuando.Penséenellomientrasesperabaaquelosdemoniospasaran.FingínodarmecuentadequeAnnabeth

seenjugabaunalágrimadelamejillamientrasescuchabaellastimeroaullidodeCerberoenladistancia,queechabademenosasunuevaamiga.

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Capítulo19

Descubrimoslaverdad,másomenos

Imagínateelconciertomásmultitudinarioquehayasvisto jamás,uncampode fútbol llenoconunmillóndefans.

Ahoraimaginauncampounmillóndevecesmásgrande,llenodegente,eimaginaquesehaidolaelectricidadynohayruido,niluz,niglobosgigantesrebotandosobreelgentío.Algotrágicohaocurridotras el escenario.Multitudes susurrantes que sólo pululan en las sombras, esperandoun concierto quenuncaempezará.

Sipuedesimaginarteeso,teharásunabuenaideadelaspectoqueteníanlosCamposdeAsfódelos.Lahierbanegrallevabamillonesdeañossiendopisoteadaporpiesmuertos.Soplabaunvientocálidoypegajosocomoelhálitodeunpantano.Aquíyallácrecíanárbolesnegros,yGrovermedijoqueeranálamos.

Eltechodelacavernaeratanaltoquebienhabríapodidoserungrannubarrón,perolasestalactitasemitíanlevesdestellosgrisesyteníanpuntasafiladísimas.Intenténopensarquesenoscaeríanencimaencualquiermomento, aunque había varias de ellas desperdigadas por el suelo, incrustadas en la hierbanegratrasderrumbarse.Supongoquelosmuertosnoteníanquepreocuparsepornimiedadescomoquetedespanzurraraunaestalactitatamañomisil.

Annabeth, Grover y yo intentamos confundirnos entre la gente, pendientes por si volvían losdemonios de seguridad.No pude evitar buscar rostros familiares entre los que deambulaban por allí,perolosmuertossondifícilesdemirar.Susrostrosbrillan.Todosparecenenfadadosoconfusos.Seteacercanytehablan,perosusvocessuenanauntraqueteo,comoachillidosdemurciélagos.Encuantoadviertenquenopuedesentenderlos,fruncenelentrecejoyseapartan.

Losmuertosnodanmiedo.Sólosontristes.Seguimos abriéndonos camino, metidos en la fila de recién llegados que serpenteaba desde las

puertasprincipaleshastaunpabellóncubiertodenegroconunestandarteque rezaba:«JuiciosparaelElíseoylacondenacióneterna.¡Bienvenidos,muertosrecientes!»

Porlapartetraserahabíadosfilasmáspequeñas.A la izquierda, espíritus flanqueados por demonios de seguridad marchaban por un camino

pedregosohacialosCamposdeCastigo,quebrillabanyhumeabanenladistancia,unvastoyagrietadoerialconríosdelava,camposdeminasykilómetrosdealambradasdeespinoqueseparabanlasdistintaszonasdetortura.Inclusodesdetanlejos,veíaalagenteperseguidaporlosperrosdelinfierno,quemadaenlahoguera,obligadaacorrerdesnudaatravésdecamposdecactosoaescucharópera.Vislumbrémásqueviunapequeñacolina,conlafiguradiminutadeSísifodejándoselapielparasubirsurocahastalacumbre.Yvitorturaspeores;cosasquenoquierodescribir.

La filaque llegabadel ladoderechodelpabellónde los juicios eramuchomejor.Esta conducíapendienteabajohaciaunpequeñovallerodeadodemurallas:unazonaresidencialqueparecíaelúnicolugarfelizdelinframundo.Másalládelapuertadeseguridadhabíavecindariosdecasaspreciosasdetodaslasépocas,desdevillasromanasacastillosmedievalesomansionesvictorianas.Floresdeplatayorolucíanenlosjardines.Lahierbaondeabaconloscoloresdelarcoiris.Oírisasyolorabarbacoa.

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ElElíseo.Enmediodeaquelvallehabíaun lagoazuldeaguasbrillantes,contrespequeñas islascomouna

instalaciónturísticaenlasBahamas.LasislasBienaventuradas,paralagentequehabíaelegidorenacertresvecesytresveceshabíaalcanzadoelElíseo.Deinmediatosupequeaquéleraellugaralquequeríaircuandomuriera.

—Deesosetrata-medijoAnnabethcomosimeleyeraelpensamiento-.Éseesellugarparaloshéroes.

Pero entonces pensé que había muy poca gente en el Elíseo, que parecía muy pequeño encomparacióncon losCamposdeAsfódeloso incluso losCamposdeCastigo.Quépocagentehacíaelbienensusvidas.Eradeprimente.

AbandonamoselpabellóndeljuicioynosadentramosenlosCamposdeAsfódelos.Laoscuridadaumentó.Loscoloressedesvanecierondenuestrasropas.Lamultituddeespíritusparlanchinesempezóamenguar.

Tras unos kilómetros caminando, empezamos a oír un chirrido familiar en la distancia. En elhorizontesecerníaunrelucientepalaciodeobsidiananegra.Porencimadelasmurallasmerodeabantrescriaturasparecidasamurciélagos:lasFurias.Mediolaimpresióndequenosesperaban.

—Supongoqueesunpocotardeparadarmediavuelta-comentóGrover,esperanzado.—Novaapasarnosnada.-Intentabaaparentarseguridad.—Alomejortendríamosquebuscarenotrossitiosprimero-sugirióGrover-.ComoelElíseo,por

ejemplo…—Venga,pedazodecabra.-Annabethloagarródelbrazo.Groveremitióungritito.LasalasdesuszapatillassedesplegaronylolanzaronlejosdeAnnabeth.

Aterrizódándoseunabuenacostalada.—Grover-loregañóAnnabeth-.Bastadehacereltonto.—Perosiyono…Otrogritito.Suszapatosrevoloteabancomolocos.Levitaronunoscentímetrosporencimadelsuelo

yempezaronaarrastrarlo.—Maya! -gritó, pero la palabramágica parecía no surtir efecto-.Maya! ¡Por favor! ¡Llamad a

emergencias!¡Socorro!Evitéquesubrazomenoquearaeintentéagarrarlelamano,perolleguétarde.Empezabaacobrar

velocidadydescendíaporlacolinacomountrineo.Corrimostrasél.—¡Desátateloszapatos!-vociferóAnnabeth.Era una buena idea, pero supongo que no muy factible cuando tus zapatos tiran de ti a toda

velocidad.Groverserevolvió,peronoalcanzabaloscordones.Lo seguimos, tratando de no perderlo de vista mientras zigzagueaba entre las piernas de los

espíritus,quelomirabanmolestos.EstabasegurodequeGroveribaametersecomountorpedoporlapuertadelpalaciodeHades,perosuszapatosviraronbruscamentea laderechay loarrastraronen ladirecciónopuesta.

Laladerasevolviómásempinada.Groveraceleró.Annabethyyotuvimosqueapretarelpasoparanoperderlo.Lasparedesdelacavernaseestrecharonacadalado,yyoreparéenquehabíamosentradoenunaespeciede túnel.Yanohabíahierbaniárbolesnegros, sólo rocadesnuday la tenue luzde lasestalactitasencima.

—¡Grover!-grité,yelecoresonó-.¡Agárrateaalgo!—¿Qué?-gritóélasuvez.Seagarrabaalagravilla,peronohabíanadalobastantefirmeparafrenarlo.Eltúnelsevolvióaúnmásoscuroyfrío.Semeerizóelvellodelosbrazosypercibíunahorrible

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fetidez.Me hizo pensar en cosas que ni siquiera había experimentado nunca: sangre derramada en unantiguoaltardepiedra,elalientorepulsivodeunasesino.

Entoncesviloqueteníamosdelanteymequedéclavadoenelsitio.El túnel seensanchabahastaunaampliayoscuracaverna,encuyocentroseabríaunabismodel

tamañodeuncráter.Groverpatinabadirectamentehaciaelborde.—¡Venga,Percy!-chillóAnnabeth,tirándomedelamuñeca.—Peroesoes…—¡Yalosé!-grite)-.¡Esellugarquedescribisteentusueño!PeroGrovervaacaerdentrosinolo

alcanzamos.-Teníarazón,porsupuesto.LasituacióndeGrovermepusootravezenmovimiento.Gritabaymanoteabael suelo,pero laszapatillasaladasseguíanarrastrándolohaciael foso,yno

parecíaquepudiéramosllegaratiempo.Loquelosalvófueronsuspezuñas.Laszapatillasvoladoras siempre lehabíanquedadounpocosueltas,yal finalGrover lediouna

patadaaunarocagrandeylaizquierdasaliódisparadahacialaoscuridaddelabismo.Laderechaseguíatirandodeél,peroGroverpudofrenarseaferrándosealarocayutilizándolacomoanclaje.

Estabaatresmetrosdelbordedelfosocuandoloalcanzamosytiramosdeélhaciaarriba.Laotrazapatillasaliósola,nosrodeóenfadaday,amododeprotesta,nospropinóunpuntapiéenlacabezaantesdevolarhaciaelabismoparaunirseconsugemela.

Nosderrumbamostodos,exhaustos,sobrelagravilladeobsidiana.Sentíalasextremidadescomodeplomo.Inclusolamochilamepesabamás,comosialguienlahubiesellenadoderocas.

Grover tenía unos buenos moratones y le sangraban las manos. Las pupilas se le habían vueltooblongas,estilocabra,comocadavezqueestabaaterrorizado.

—Nosécómo…-jadeó-.Yono…—Espera-dije-.Escucha.Oíalgo:unsusurroprofundoenlaoscuridad.—Percy,estelugar…-dijoAnnabethalcabodeunossegundos.—Chist.-Mepuseenpie.Elsonidosevolvíamásaudible,unavozmalévolaysusurrantequesurgíadesdeabajo,muchomás

abajodedondeestábamosnosotros.Proveníadelfoso.Groverseincorporó.—¿Q-quéeseseruido?Annabethtambiénlooía.—ElTártaro.ÉstaeslaentradaalTártaro.DestapéAnaklusmos.Laespadadebronceseextendió,emitióunadébilluzenlaoscuridadylavoz

malvadaremitióporunmomento,antesderetomarsuletanía.Yacasidistinguíapalabras,palabrasmuy,muyantiguas,másantiguasqueelpropiogriego.Comosi…

—Magia-dije.—Tenemosquesalirdeaquí-repusoAnnabeth.Juntos pusimos aGrover sobre sus pezuñas y volvimos sobre nuestros pasos, hacia la salida del

túnel.Laspiernasnomerespondíanlobastanterápido.Lamochilamepesaba.Anuestrasespaldas, lavozsonómásfuerteyenfadada,yechamosacorrer.

Ynonossobrótiempo.Unviento frío tiraba de nuestras espaldas, como si el foso estuviera absorbiéndolo todo. Por un

momento terroríficoperdíelequilibrioy lospiesmeresbalaronpor lagravilla.Sihubiésemosestadomáscercadelborde,noshabríatragado.

Seguimosavanzandocongranesfuerzo,yporfinllegamosalfinaldeltúnel,dondelacavernavolvía

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aensancharseenlosCamposdeAsfódelos.Elvientocesó.Unaullidoiracundoretumbódesdeelfondodeltúnel.Alguiennoestabamuycontentodequehubiésemosescapado.

— ¿Qué era eso? -musitó Grover, cuando nos derrumbamos en la relativa seguridad de unaalameda-.¿UnadelasmascotasdeHades?

Annabethyyonosmiramos.Estabaclaroqueteníaalgunaidea,probablementelamismaqueselehabía ocurrido en el taxi que nos había traído a Los Ángeles, pero le daba demasiado miedo paracompartirla.Esobastóparaasustarmeaúnmás.

Cerrélaespadaymeguardéelbolígrafo.—Sigamos.-MiréaGrover-.¿Puedescaminar?Tragósaliva.—Sí,sí,claro-suspiró-.Bah,nuncamegustaronesaszapatillas.Intentabamostrarsevaliente,perotemblabatantocomonosotros.Fueraloquefueseloquehabíaen

aquelfoso,noeralamascotadenadie.Erainenarrablementearcaicoypoderoso.NisiquieraEquidnamehabíadadoaquellasensación.CasimealiviódarlelaespaldaaltúnelyencaminarmehaciaelpalaciodeHades.

Casi.

Envueltasensombras,lasFuriassobrevolabanencírculolasalmenas.Lasmurallasexternasdelafortalezarelucíannegras,ylaspuertasdebroncededospisosdealturaestabanabiertasdeparenpar.Cuandoestuvemás cerca, apreciéque losgrabadosdedichaspuertas reproducían escenasdemuerte.Algunaserandetiemposmodernos-unabombaatómicaexplotandoencimadeunaciudad,unatrincherallena de soldados conmáscaras antigás, una fila de víctimas de hambrunas africanas, esperando concuencosvacíosenlamano-,perotodasparecíanlabradasenbroncehacíamilesdeaños.Mepreguntésieranprofecíashechasrealidad.

En el patio había el jardín más extraño que he visto en mi vida. Setas multicolores, arbustosvenenososyrarasplantasluminosasquecrecíansinluz.Enlugardefloreshabíapiedraspreciosas,pilasderubíesgrandescomomipuño,macizosdediamantesenbruto.Aquíyallí,comoinvitadosaunafiesta,estaban las estatuas de jardín de Medusa: niños, sátiros y centauros petrificados, todos esbozandosonrisasgrotescas.

En el centro del jardín había un huerto de granados, cuyas flores naranja neón brillaban en laoscuridad.

—ÉsteeseljardíndePerséfone-explicóAnnabeth-.Seguidandando.Entendíporquéqueríaavanzar.Elaromaácidodeaquellasgranadaseracasiembriagador.Sentíun

deseo repentino de comérmelas, pero recordé la historia de Perséfone: un bocado de la comida delinframundoyjamáspodríamosmarcharnos.TirédeGroverparaevitarqueagarraralamásgrande.

Subimospor la escalinata de palacio, entre columnas negras y a través de unpórtico demármolnegro, hasta la casa deHades.El zaguán tenía el suelo de bronce pulido, que parecía hervir a la luzreflejadadelasantorchas.Nohabíatecho,sóloeldelacaverna,muyporencima.Supongoqueallíabajonolespreocupabalalluvia.

Cadapuertaestabaguardadaporunesqueletoconindumentariamilitar.Algunosllevabanarmadurasgriegas;otros,casacasrojasbritánicas;otros,camuflajedemarines.Cargabanlanzas,mosquetonesoM-16.Ningunonosmolestó,perosuscuencasvacíasnossiguieronmientrasrecorrimoselzaguánhastalasenormespuertasquehabíaenelotroextremo.

Dos esqueletos con uniforme de marine custodiaban las puertas. Nos sonrieron. Teníanlanzagranadasautomáticoscruzadossobreelpecho.

— ¿Sabéis? -murmuró Grover-, apuesto lo que sea a que Hades no tiene problemas con losvendedorespuertaapuerta.

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Lamochilamepesabaunatonelada.Nosemeocurríaporqué.Queríaabrirla,comprobarsihabíarecogidoporcasualidadalgunabaladecañónporahí,peronoeraelmomento.

—Bueno,chicos-dije-.Creoquetendríamosque…llamar.Unvientocálidorecorrióelpasilloylaspuertasseabrierondeparenpar.Losguardiassehicieron

aunlado.—Supongoqueesosignificaentrez-vous-comentóAnnabeth.Lasalaeraigualqueenmisueño,salvoqueenestaocasióneltronodeHadesestabaocupado.Era

eltercerdiosqueconocía,peroelprimeroquemepareciórealmentedivino.Paraempezar,medíaporlomenostresmetrosdealtura,eibavestidoconunatúnicadesedanegray

unacoronadeorotrenzado.Teníalapieldeunblancoalbino,elpeloporloshombrosynegroazabache.No estaba musculoso como Ares, pero irradiaba poder. Estaba repantigado en su trono de huesoshumanossoldados,conaspectovivazyalerta.Tanpeligrosocomounapantera.

Inmediatamentetuvelacertezadequeéldebíadarlasórdenes:sabíamásqueyoyportantodebíaser mi amo. Y a continuación me dije que cortase el rollo. El aura hechizante de Hades me estabaafectando,comolohabíahecholadeAres.ElSeñordelosMuertosseparecíaalasimágenesquehabíavistodeAdolphHitler,Napoleónoloslíderesterroristasqueteledirigenaloshombresbomba.Hadesteníalosmismosojosintensos,lamismaclasedecarismamalvadoehipnotizador.

—Eresvalienteparaveniraquí,hijodePoseidón-articulóconvozempalagosa-.Despuésdeloquemehashecho,muyvaliente,adecirverdad.Opuedequeseassólomuyinsensato.

Elentumecimientoseapoderódemisarticulaciones,tentándomeatumbarmeenelsueloyecharmeunasiestecitaalospiesdeHades.Acurrucarmeallíydormirparasiempre.

Luchécontralasensaciónyavancé.Sabíaquéteníaquedecir.—Señorytío,vengoahacerosdospeticiones.Hadeslevantóunaceja.Cuandoseinclinóhaciadelante,enlosplieguesdesutúnicaaparecieron

rostrosen sombra, rostrosatormentados, comosi laprendaestuvierahechadealmasatrapadasen losCamposdeCastigoqueintentaranescapar.LapartedemíafectadaporelTHDAsepreguntó,distraída,siel restodesuropaestaríahechodelmismomodo.¿Quécosashorribleshabíaquehaceren lavidaparaacabarconvertidoenropainteriordeHades?

— ¿Sólo dos peticiones? -preguntó Hades-. Niño arrogante. Como si no te hubieras llevado yasuficiente.Habla,entonces.Mediviertenomatarteaún.

Traguésaliva.Aquelloibatanmalcomomehabíatemido.Miréel tronovacío,máspequeñoqueelquehabía juntoaldeHades.Tenía formade flornegra

ribeteadaenoro.Deseéque la reinaPerséfoneestuvieseallí.Recordabaqueen losmitossabíacómocalmarasumarido.Peroeraverano.

Claro, Perséfone estaría arriba, en elmundo de la luz con sumadre, la diosa de la agricultura,Deméter.Susvisitas,nolatraslacióndelplaneta,provocanlasestaciones.

Annabethseaclarólagargantaymehincóundedoenlaespalda.—SeñorHades-dije-.Veréis,señor,nopuedehaberunaguerraentrelosdioses.Sería…chungo.—Muychungo-añadióGroverparaecharmeunamano.—DevolvedmeelrayomaestrodeZeus-dije-.Porfavor,señor.DejadmellevarloalOlimpo.LosojosdeHadesadquirieronunbrillopeligroso.—¿Osasvenirmeconesaspretensiones,despuésdeloquehashecho?Miréamisamigos,tanconfusoscomoyo.—Esto…tío-dije-.Noparáisdedecir«despuésdeloquehashecho».¿Quéhehechoexactamente?El salón del trono se sacudió con un temblor tan fuerte que probablemente lo notaron en Los

Angeles. Cayeron escombros del techo de la caverna. Las puertas se abrieron de golpe en todos losmuros, y los guerreros esqueléticos entraron, docenas de ellos, de todas las épocas y naciones de la

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civilizaciónoccidental.Formaronenelperímetrodelasala,bloqueandolassalidas.—¿Creesquequierolaguerra,diosecillo?-espetóHades.Queríacontestarle«bueno,estostipostampocoparecenactivistasporlapaz»,perolaconsideréuna

respuestapeligrosa.—SoiselSeñordelosMuertos-dijeconcautela-.Unaguerraexpandiríavuestroreino,¿no?— ¡La típica frasecita demis hermanos! ¿Crees que necesitomás súbditos?Pero ¿es que nohas

vistolaextensióndelosCamposdeAsfódelos?—Bueno…—¿Tienesideadecuántohacrecidomireinosóloenesteúltimosiglo?¿Cuántassubdivisioneshe

tenidoqueabrir?Abrílabocapararesponder,peroHadesyasehabíalanzado.—Másdemoniosdeseguridad-selamentó-.Problemasdetráficoenelpabellóndeljuicio.Jornada

doble para todo el personal… Antes era un dios rico, Percy Jackson. Controlo todos los metalespreciososbajotierra.Pero¡ylosgastos!

— Caronte quiere que le subáis el sueldo -aproveché para decirle, porque me acordé en eseinstante.Peroalpuntodeseéhabertenidolabocacosida.

—¡NomehagashablardeCaronte!-bramóHades-.¡Estáimposibledesdequedescubriólostrajesitalianos!Problemasentodaspartes,ytengoqueocuparmedetodospersonalmente.¡Sóloeltiempoquetardoen llegardesdepalaciohasta laspuertasmevuelve loco!Y losmuertosnoparande llegar.No,diosecillo.¡Nonecesitoayudaparaconseguirsúbditos!Yonohepedidoestaguerra.

—PerooshabéisllevadoelrayomaestrodeZeus.—¡Mentiras!-Mástemblores.Hadesselevantódeltronoyalcanzóunaenormeestatura-.Tupadre

puedequeengañeaZeus,chico,peroyonosoytantonto.Veosuplan.—¿Suplan?—Túrobasteelrayoduranteelsolsticiodeinvierno-dijo-.Tupadrepensóquepodríamantenerte

ensecreto.TecondujohastalasaladeltronoenelOlimpoytellevasteelrayomaestroymicasco.DenohaberenviadoamifuriaadescubrirtealaacademiaYancy,Poseidónhabríalogradoocultarsuplanparaempezarunaguerra.Peroahoratehasvistoobligadoasaliralaluz.¡Túconfesarásserelladróndelrayo,yyorecuperarémiyelmo!

—Pero…-tercióAnnabeth,desconcertada-.SeñorHades,¿vuestroyelmodeoscuridadtambiénhadesaparecido?

—Notehagaslainocente,niña.Túyelsátirohabéisestadoayudandoaestehéroe,habéisvenidoaquí para amenazarme en nombre dePoseidón, sin duda habéis venido a traerme un ultimátum. ¿CreePoseidónquepuedechantajearmeparaqueloapoye?

—¡No!-repliqué-.¡Poseidónnoha…noha…!—Nohedichonadadeladesaparicióndelyelmo-gruñóHades-,porquenoalbergabailusionesde

quenadieenelOlimpomeofrecieralamenorjusticiani lamenorayuda.Nopuedopermitirmequesesepaquemiarmamáspoderosaytemidahadesaparecido.Asíquetebusqué,ycuandoquedóclaroqueveníasamíparaamenazarme,notedetuve.

—¿Nonosdetuvisteis?Pero…—Devuélveme mi casco ahora, o abriré la tierra y devolveré los muertos al mundo -amenazó

Hades-. Convertiré vuestras tierras en una pesadilla. Y tú, Percy Jackson, tu esqueleto conducirá miejércitofueradelHades.

Lossoldadosesqueléticosdieronunpasoalfrenteyprepararonsusarmas.Enesemomentosupongoquedeberíahaberestadoaterrorizado.Lorarofuequemeofendió.Nada

meenojamásquemeacusendealgoquenohehecho.Tengomuchaexperienciaeneso.—SoistanchungocomoZeus-ledije-.¿Creéisqueosherobado?¿PoresoenviasteisalasFurias

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pormí?—Porsupuesto.—¿Ylosdemásmonstruos?Hadestorcióelgesto.—Deesonosénada.Noqueríaquetuvierasunamuerterápida:queríaquetetrajeranvivoantemí

paraquesufrierastodaslastorturasdelosCamposdeCastigo.¿Porquécreesquetehepermitidoentrarenmireinocontantafacilidad?

—¿Tantafacilidad?—¡Devuélvememiyelmo!—Peroyonolotengo.Hevenidoporelrayomaestro.—¡Perosiyalotienes!-gritóHades-.¡Hasvenidoaquíconél,pequeñoinsensato,pensandoque

podríasamenazarme!—¡Nolotengo!—Abrelabolsaquellevas.Mesacudióunpresentimientohorrible.Mimochilapesabacomounabaladecañón…Nopodíaser.

Medescolgué lamochilayabrí lacremallera.Dentrohabíauncilindrodemetaldemediometro,conpinchosaamboslados,quezumbabaporlaenergíaquecontenía.

—Percy-dijoAnnabeth-,¿cómo…?—N-nolosé.Noloentiendo.—Todos loshéroessois iguales -apostillóHades-.Vuestroorgulloosvuelvenecios…Miraque

creerquepodías traersemejantearmaantemí.Nohepedidoel rayomaestrodeZeus,pero,dadoqueestá aquí, me lo entregarás. Estoy seguro de que se convertirá en una excelente herramienta denegociación.Yahora…miyelmo.¿Dóndeestá?

Mehabíaquedadosinhabla.Noteníaningúnyelmo.Noteníaideadecómohabíaacabadoelrayomaestroenmimochila.Dealgunaforma,Hadesmelaestabajugando.Eleraelmalo.Peroderepenteelmundosehabíapuestopatasarriba.Reparéenqueestabanjugandoconmigo.Zeus,PoseidónyHadesseenfrentabanentresí,peroazuzadosporalguienmás.Elrayomaestroestabaenlamochila,ylamochilamelahabíadado…

—SeñorHades,esperad-dije-.Todoestoesunerror.—¿Unerror?-rugió.Losesqueletosapuntaronsusarmas.Desdeloaltoseoyóunaleteo,ylastresFuriasdescendieron

paraposarsesobreel respaldodel tronodesuamo.Laque teníacarade la señoraDoddsmesonrió,ansiosa,ehizorestallarsulátigo.

—No se trata de ningún error -prosiguióHades-. Sé por qué has venido; conozco el verdaderomotivoporelquehastraídoelrayo.Hasvenidoacambiarloporella.

DelamanodeHadessurgióunaboladefuego.Explotóenlosescalonesfrenteamí,yallíestabamimadre,congeladaenunresplandordorado,comoenelmomentoenqueelMinotauroempezóaasfixiarla.

Nopodíahablar.Meacerquéparatocarla,perolaluzestabatancalientecomounahoguera.—Sí-dijoHadesconsatisfacción-.Yomelallevé.Sabía,PercyJackson,quealfinalvendríasa

negociarconmigo.Devuélvememicascoypuedequeladejemarchar.Yasabesquenoestámuerta.Aúnno.Perosinomecomplaces,esopuedecambiar.

Pensé en las perlas enmi bolsillo.A lomejor podrían sacarme de ésta. Si pudiera liberar amimadre…

— Ah, las perlas -prosiguió Hades, y se me heló la sangre-. Sí, mi hermano y sus truquitos.Tráemelas,PercyJackson.

Mimanosemovióencontrademivoluntadysacólasperlas.— Sólo tres -comentó Hades-. Qué pena. ¿Te das cuenta de que cada perla sólo protege a una

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persona?Intentallevarteatumadre,pues,diosecillo.¿Acuáldetusamigosdejarásatrásparapasarlaeternidadconmigo?Venga,elige.Odamelamochilayaceptamiscondiciones.

MiréaAnnabethyGrover.Susrostrosestabansombríos.—Noshanengañado-lesdije-.Noshantendidounatrampa.—Sí,pero¿porqué?-preguntóAnnabeth-.Ylavozdelfoso…—Aúnnolosé-contesté-.Perotengointencióndepreguntarlo.—¡Decídete,chico!-meapremióHades.—Percy-Grovermepusounamanoenelhombro-,nopuedesdarleelrayo.—Esoyalosé.—Déjameaquí-dijo-.Usalaterceraperlaparatumadre.—¡No!—Soyunsátiro-repusoGrover-.Notenemosalmascomoloshumanos.Puedetorturarmehastaque

muera, pero nome tendrá para siempre.Me reencarnaré en una flor o en algo parecido. Es lamejorsolución.

—No.-Annabethsacósucuchillodebronce-.Idvosotrosdos.Grover,túdebesprotegeraPercy.Además,tienesquesacartelalicenciaparabuscaraPan.Sacadasumadredeaquí.Yooscubriré.Tengointencióndecaerluchando.

—Nihablar-respondióGrover-.Yomequedo.—Piénsatelo,pedazodecabra-replicóAnnabeth.—¡Bastaya!-Mesentíacomosimepartieranendoselcorazón.Ambosmehabíandadomucho.

Recordé a Grover bombardeando a Medusa en el jardín de estatuas, y a Annabeth salvándonos deCerbero;habíamossobrevividoalaatraccióndeWaterlandpreparadaporHefesto,alarcodeSanLuis,alCasinoLoto.Habíapasadocientosdekilómetrospreocupadoporunamigoquemetraicionaría,peroaquellosamigosjamáspodríanhacerlo.Nohabíanhechootracosaquesalvarme,unayotravez,yahoraqueríansacrificarsusvidaspormimadre.

—Séquéhacer-dije-.Tomadestasdos.-Lesdiunaperlaacadauno.—PeroPercy…-protestóAnnabeth.Mevolvíymiréamimadre.Queríasacrificarmeyusarconellalaúltimaperla,peroellajamáslo

permitiría.MediríaquemidebereradevolverelrayoalOlimpo,contarleaZeuslaverdadydetenerlaguerra.Nuncameperdonaríasiyooptabaporsalvarlaaella.PenséenlaprofecíaquemehabíanhechoenlacolinaMestiza,parecíahaber transcurridounmillóndeaños:«Alfinal,noconseguirássalvar lomásimportante.»

—Losiento-susurré-.Volveré.Encontraréunmodo.LamiradadesuficienciadesapareciódelrostrodeHades.—¿Diosecillo…?—Encontrarévuestroyelmo,tío-ledije-.Oslodevolveré.Noosolvidéisdeaumentarleelsueldo

aCaronte.—Nomedesafíes…—YtampocopasaríanadasijugarasunpococonCerberodevezencuando.Legustanlaspelotas

degomaroja.—PercyJackson,novasa…—¡Ahora,chicos!-grité.—¡Destruidlos!-exclamóHades.El ejército de esqueletos abrió fuego, los fragmentos de perlas explotaron a mis pies con un

estallidodeluzverdeyunaráfagadeairefresco.Quedéencerradoenunaesferalechosaqueempezóaflotarporencimadelsuelo.

AnnabethyGroverestabanjustodetrásdemí.Laslanzasylasbalasemitíaninofensivaschispasal

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rebotarcontralasburbujasnacaradasmientrasseguíamoselevándonos.Hadesaullabaconunafuriaquesacudiólafortalezaentera,ysupequenoseríaunanochetranquilaenLosÁngeles.

—¡Miraarriba!-gritóGrover-.¡Vamosachocar!Nosacercábamosatodavelocidadhacialasestalactitas,quesupusepincharíannuestraspompasy

nosensartaríancomobrochetas.—¿Cómosecontrolanestascosas?-preguntóAnnabethavozencuello.—¡Nocreoquepuedancontrolarse!-medesgañité.Gritamosamedidaquelasburbujasseestampabancontraeltechoy…deprontotodofueoscuridad.¿Estábamosmuertos?No,aúnteníasensacióndevelocidad.Subíamosatravésdelarocasólidacontantafacilidadcomo

una burbuja en el agua.Caí en la cuenta de que ése era el poder de las perlas: «Lo que es delmar,siempreregresaráalmar.»

Poruninstantenovinadafueradelassuavesparedesdemiesfera,hastaquemiperlabrotóenelfondodelmar.Lasotrasdosesferaslechosas,AnnabethyGrover,seguíanmiritmomientrasascendíamoshacialasuperficie.Ydepronto…estallaronalirrumpirenlasuperficie,enmediodelabahíadeSantaMónica,derribandoaunsurferodesutabla,queexclamóindignado:

—¡Eh,tío!AgarréaGroverytirédeélhastaunaboyadesalvamento.FuiporAnnabethehicelopropio.Un

tiburóndemásdetresmetrosdabavueltasalrededor,muertodecuriosidad.—¡Largo!-leordené.Elescualosevolvióysemarchóatodotrapo.Elsurferogritónoséquédeunoshongoschungosyselargó,pataleandotanrápidocomopudo.Dealgúnmodo,sabíaquéhoraera:primeradelamañanadel21dejunio,eldíadelsolsticiode

verano.Enladistancia,LosAngelesestabaenllamas,columnasdehumosealzabandesdetodoslosbarrios

delaciudad.Habíahabidounterremoto,yhabíasidoculpadeHades.Probablementeacababadeenviaraunejércitodemuertosdetrásdemí.Perodemomentoelinframundoeraelmenordemisproblemas.

Teníaque llegar a la orilla.Teníaquedevolverle el rayomaestro aZeus en elOlimpo.Y sobretodo,teníaquemantenerunaconversaciónimportanteconeldiosquemehabíaengañado.

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Capítulo20

Mepeleoconmifamiliarcretino

Una lancha guardacostas nos recogió, pero estaban demasiado ocupados para retenernos muchotiempoopreguntarsecómotreschavalesvestidosconropasdecallehabíanaparecidoenmediode labahía.Habíaqueocuparsedeaqueldesastre.Lasradiosestabancolapsadasconllamadasdesocorro.

NosdejaronenelembarcaderodeSantaMónicaconunastoallasenloshombrosybotellasdeaguaenlasqueseleía:«¡Soyaprendizdeguardacostas!»Luegosemarcharonatodaprisaparasalvaramásgente.

Teníamoslaropaempapada.Cuandolalanchaguardacostashabíaaparecido,recéensilencioparaque nome sacaran del agua con la ropa perfectamente seca, lo que habría provocado incredulidad ypreguntas. Así queme esforcé en empaparme, y vaya simi resistenciamágica al aguame abandonó.También iba descalzo, pues le había dado mis zapatos a Grover. Mejor que los guardacostas sepreguntaranporquéunodenosotrosibadescalzoqueporquéteníapezuñas.

Nosdesplomamossobre laarenayobservamos laciudaden llamas, recortadacontraelpreciosoamanecer.Mesentíacomosiacabaradevolverdeentrelosmuertos;cosaquehabíahecholiteralmente.Lamochilamepesabaporelrayomaestro,peroelcorazónaúnmepesabamásdespuésdehabervistoamimadre.

—Nopuedocreerlo-comentóAnnabeth-.Hemosvenidohastaaquípara…—Fueunatrampa-dije-.UnaestrategiadignadeAtenea.—Eh-meadvirtió.—Pero¿esquenolopillas?Bajólamiradaysesosegó.—Sí.Lopillo.—¡Bueno,puesyono!-sequejóGrover-.¿Vaaexplicarmealguien…?—Percy-dijoAnnabeth-.Sientolodetumadre.Notepuedesimaginarcuánto…Fingínooírla.Simeponíaahablardemimadre,meecharíaallorarcomouncrío.—Laprofecíateníarazón-añadí-.«Irásaloeste,dondeteenfrentarásaldiosqueseharebelado.»

PeronoeraHades.Hadesnodeseabaunaguerraentre losTresGrandes.Alguienmáshaplaneadoelrobo.AlguienharobadoelrayomaestrodeZeusyelyelmodeHades,ymehacargadoamíelmochueloporserhijodePoseidón.LeecharánlaculpaaPoseidónporambaspartes.Alatardecerdehoy,habráunaguerraentresfrentes.Ylahabréprovocadoyo.

Grovermeneólacabeza,alucinado.Luegopreguntó:—¿Quiénpodríasertanmalvado?¿Quiéndesearíaunaguerratanletal?—Veamos,déjamepensar-dije,mirandoalrededor.Yahíestaba,esperándonos,enfundadoenelguardapolvodecueronegroylasgafasdesol,unbate

debéisboldealuminioapoyadoenelhombro.Lamotorugíaasulado,yelfarovolvíarojizalaarena.—Eh,chaval-mellamóAres,alparecercomplacidodeverme-.Deberíasestarmuerto.—Mehasengañado-ledije-.Hasrobadoelyelmoyelrayomaestro.Aressonrió.

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—Bueno,aver,yonolosherobadopersonalmente.¿Losdiosestoqueteandolossímbolosdeotrosdioses?Deesonada.Perotúnoereselúnicohéroeenelmundoquesededicaalosrecaditos.

—¿Aquiénutilizaste?¿AClarisse?Estabaallíenelsolsticiodeinvierno.Laideapareciódivertirle.—Noimporta.Mira,chaval,elasuntoesqueestásimpidiendolosesfuerzosenposdelaguerra.

Verás,teníasquehabermuertoenelinframundo.EntonceselviejoAlgasehubiesecabreadoconHadespormatarte.AlientodeMuertohubieratenidoelrayomaestroyZeusestaríafuriosoconél.PeroHadesaúnsiguebuscandoesto…-Sesacódelbolsillounpasamontañas,deltipoqueusanlosatracadoresdebancos, y lo colocó en medio del manillar de su moto, donde se transformó en un elaborado cascoguerrerodebronce.

—Elyelmodeoscuridad-dijoGrover,ahogandounaexclamación.—Exacto-repusoAres-.Aver,¿pordóndeiba?Ah,sí,Hadessepondráhechounbasiliscotanto

conZeuscomoconPoseidón,yaquenosabecuállerobóelyelmo.Muyprontohabremosorganizadounbonitoypequeñofestivaldemamporros.

—¡Perosisontufamilia!-protestóAnnabeth.Aresseencogiódehombros.—Losenfrentamientosdentrodeunamismafamiliasonlosmejores, losmássangrientos.Nohay

comoverreñiratufamilia,esloquedigosiempre.—MedistelamochilaenDenver-dije-.Elrayomaestrohaestadoaquítodoeltiempo.—Síyno-contestóAres-.Quizáesdemasiadocomplicadoparatupequeñocerebromortal,pero

debessaberquelamochilaeslavainadelrayomaestro,sóloqueunpocometamorfoseada.Elrayoestáconectadoaella,demaneraparecidaaesaespadatuya,chaval.Siempreregresaatubolsillo,¿no?

NoestabasegurodecómoAressabíaaquello,perosupongoqueundiosde laguerrasueleestarinformadosobrelasarmas.

—Encualquiercaso-prosiguióAres-,hiceunospequeñosajustesmágicosalavainaparaqueelrayosólovolvieraaellacuandollegarasalinframundo.Deesemodo,sihubiesesmuertoporelcaminonosehabríaperdidonadayyoseguiríaenposesióndelarma.

—Pero ¿por qué simplemente no conservaste el rayomaestro? -pregunté-. ¿Para qué enviarlo aHades?

DerepenteAressequedóabsortoyparecióestarescuchandounavozinterior.—¿Porquéno…?Claro…conesepoderdedestrucción…-Seguíaabsorto.Intercambiéunamirada

conAnnabeth,perodeprontoAressaliódesuextrañotrance-.Porquenoqueríaproblemas.Mejorquetepillaranaticonlasmanosenlamasa,llevandoeltrasto.

—Mientes-dije-.Enviarelrayomaestroalinframundonofueideatuya.— ¡Claro que sí! -De sus gafas de sol salieron hilillos de humo, como si estuvieran a punto de

incendiarse.—Túnoordenasteelrobo-insistí-.Alguienmásenvióaunhéroearobarlosdosobjetos.Entonces,

cuandoZeusteenvióensubusca,disteconelladrón.PeronoseloentregasteaZeus.Algoteconvenciódequelodejarasir.Tequedastelosobjetoshastaqueotrohéroellegaraycompletaralaentrega.Lacosadelfosoteestámangoneando.

—¡Soyeldiosdelaguerra!¡Nadiemedaórdenes!¡Notengosueños!Vacilé.—¿Quiénhahabladodesueños?Aresparecíaagitado,perointentódisimularloconunasonrisa.—Volvamos a lo nuestro, chaval. Estás vivo y no permitiré que lleves ese rayo al Olimpo. Ya

sabes,nopuedoarriesgarmeaqueesosimbécilestestarudostehagancaso.Asíquetendréquematarte.Nadapersonal,claro.

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Chasqueó los dedos. La arena estalló a sus pies y de ella surgió un jabalí, aún más grande yamenazadorqueelquecolgabaencimadelacabaña5delCampamentoMestizo.Elbichopateólaarenaymemiróconojosencendidosmientrasesperabalaordendematarme.Deinmediatomemetíenelagua.

—Peleatúmismoconmigo,Ares-lodesafié.Serióconciertaincomodidad.—Sólo tienesun talento, chaval: salir corriendo.HuistedeQuimera.Huistedel inframundo.No

tienesloquehacefalta.—¿Asustado?—Quétonteríasdices.-Perolasgafashabíancomenzadoafundírseleporelcalorquedespedían

susojos-.Nomeimplicodirectamente.Losiento,chaval,noestásaminivel.—¡Percy,corre!-exclamóAnnabeth.El jabalí gigante cargó con sus afilados comillos. Pero yo ya estaba harto de correr delante de

monstruos.OdeHades,odeAres,odequienfuera.Asíquedestapéelboliymeapartéaunladounsegundoantesdequelabestiameatropellase,altiempoquelelanzabaunmandoble.Elcolmilloderechodeljabalícayóamispies,mientraseldesorientadoanimalchapoteabaenelagua.

—¡Ola!-grité.Unaolarepentinasurgiódeningunaparteyenvolvióaljabalí,quesoltóunmugidoyserevolvióen

vano.Alinstantedesaparecióengullidoporelmar.MevolvíhaciaAres.—¿Vasapelearconmigoahora?-leespeté-.¿Ovasaescondertedetrásdeotrodetuscerditos?Aresestabamoradoderabia.—Ojo,chaval.Podríaconvertirteen…—…¿unacucarachaounalombriz?Sí,estoyseguro.Esoevitaríaquepatearantudivinotrasero,

¿verdad?Lasllamasdanzabanporencimadesusgafas.—Notepases,niño.Estásacabandoconmipacienciayteconvertiréenunamanchadegrasa.—Siganas,conviértemeenloquequierasytellevaselrayo-propuse-.Sipierdes,elyelmoyel

rayoseránmíosytúteapartasdemicamino.Aresresoplócondesdényesgrimiósubatedebéisbol.—¿Cómoloprefieres?¿Combateclásicoomoderno?Lemostrémiespada.—Paraestarmuertotienesmuchagracia-contestó-.Probemosconelclásico.Entonceselbateseconvirtióenunaenormeespadacuyaempuñaduraerauncráneodeplataconun

rubíenlaboca.—Percy,nolohagas…-meadvirtióAnnabeth-.Esundios.—Esuncobarde-repuse.Ellatragósalivaydijo:—Por lomenos llevaesto,paraque tedésuerte. -Sequitóelcollardecuentasyelanillodesu

padreymelopusoalcuello-.Reconciliación-añadió-.AteneayPoseidónjuntos.Meruboricéunpoco,peroconseguísonreír.—Gracias.—Ytomaesteamuletodelasuerte-tercióGrover,ymetendióunalataaplastadaquellevabaenel

bolsillo-.Lossátirosestamoscontigo.—Grover…noséquédecir.Mediounapalmadaenelhombro.Memetílalataenelbolsillotrasero.—¿Yahasterminadodedespedirte?-Aresavanzóhaciamí.Elguardapolvonegroondeabatrasél,

suespadarefulgíacomoelfuegoalamanecer-.Llevotodalaeternidadluchando,mifuerzaesilimitaday

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nopuedomorir.¿Túquetienes?«Menosego»,pensé,peronodijenada.Mantuvelospiesenelaguaymeadentréunpocohastaque

mellegóalostobillos.VolvíapensarenloqueAnnabethmehabíadichohacíayatantotiempo:«Arestienefuerza,peronadamás.Yaveceslafuerzadebedoblegarseantelainteligencia.»

Unmandobledirigidoamicabezasilbóenelaire,peroyoyanoestabaallí.Micuerpopensabapormí.Elaguamehizobotarymecatapultóhaciamiadversario,ycuandobajabadescarguémiespada.PeroAres era igual de rápido: se retorció y desvió con su empuñadura el golpe que debería haberle dadodirectamenteenlacabeza.

Sonriósocarrón.—Noestámal,noestámal.Volvióaatacarymeviobligadoavolveralaorilla.Intentéregresaralagua,peroAresmecortóel

pasoymeatacócontalfierezaquetuvequeconcentrarmealmáximoparanoacabarhechotrizas.Seguíretrocediendo, alejándome del agua, mi único territorio seguro. No encontraba ningún resquicio paraatacar,puessuespadaeramáslargaqueAnaklusmos.

«Acércate-mehabíadichoLukeunavezennuestrasclasesdeesgrima-.Cuandotuespadaseamáscorta,acércate.»

Memetí en su campode acción con una estocada, peroAres estaba esperándolo.Me arrancó laespadadelasmanosconunbrutalmandobleymedioungolpeenelpecho.Salídespedidohaciaatrás,ochoodiezmetros.Mehabríarotolaespaldadenohabercaídosobrelablandaarenadeunaduna.

—¡Percy!-chillóAnnabeth-.¡Lapolicía!Veíadobleysentíaelpechocomosiacabarandeatizarmeconunariete,peroconseguíponermeen

pie.NodejédemiraraArespormiedoaquemepartieraendos,peroconelrabillodelojoviluces

rojasparpadearenelpaseomarítimo.Seoyeronfrenazosyportezuelasdecoche.—¡Estánallí!-gritóalguien-.¿Love?Unavozmalhumoradadepolicía:—Pareceesecríodelatele…¿Quédiantres…?—Vaarmado-dijootropolicía-.Piderefuerzos.RodéaunladomientraslaespadadeAreslevantabaarena.Corrí haciami espada, la recogíyvolví a lanzaruna estocada al rostrodeAres, quienvolvió a

desviarla.Parecíaadivinarmismovimientosjustoantesdequelosejecutara.Corríhaciaelagua,obligándoloaseguirme.—Admítelo,chaval-gruñóAres-,notienesningunaposibilidad.Sóloestoyjugueteandocontigo.Missentidosestabanhaciendohorasextra.EntendíentoncesloqueAnnabethmehabíadichosobre

que elTHDA temantenía vivo en la batalla.Estaba totalmente despierto, reparaba en elmásmínimodetalle. Veía cómo se tensaba Ares e intuía de qué modo atacaría. Asimismo, en todo momento eraconsciente de queAnnabethyGrover se hallaban a diezmetros ami izquierda.Un segundo cochedepolicía se acercaba con la sirena aullando. Los espectadores, gente que deambulaba por las calles acausa del terremoto, habían empezado a arremolinarse. Entre lamultitudme pareció ver algunos quecaminabanconlosmovimientosrarosytrotonesdelossátirosdisfrazados.Tambiéndistinguíalasformasresplandecientes de los espíritus, como si los muertos hubieran salido del Hades para presenciar elcombate.Oíunaleteocoriáceoporencimademicabeza.

Mássirenas.Memetímásenelagua,peroAreserarápido.Lapuntadesuespadamerasgólamangaymearañó

elantebrazo.Unavozordenóporunmegáfono:—¡Tiradlasescopetas!¡Tiradlasalsuelo!¡Ahora!

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¿Escopetas?MiréelarmadeAres,queparecíaparpadear:avecesparecíaunaescopeta,avecesunaespada.No

sabía qué veían los humanos enmismanos, pero estaba seguro de que, fuera lo que fuese, no iba aganarmemuchassimpatías.

Aressevolvióparalanzarunamiradadeodioanuestropúblico,loquemediounrespiro.Habíayacincocochesdepolicíayunafiladeagentesagachadosdetrásdeellos,apuntándonosconsusarmas.

—¡Estoesunasuntoprivado!-aullóAres-.¡Largaos!Hizo un gesto con lamano y varias lenguas de fuego hicieron presa en los coches patrulla. Los

agentesapenastuvierontiempodecubrirseantesdequesusvehículosexplotaran.Lamultituddemironessedesperdigóalinstante.

Aresestallóencarcajadas.—Yahora,héroedepacotilla,vamosaañadirtealabarbacoa.Atacó.Desviésuespada.Meacerquélosuficienteparaalcanzarloeintentéengañarloconunafinta,

peroparóelgolpe.Lasolasmegolpeabanenlaespalda.Aresestabayasumergidohastalasrodillas.Sentíelvaivéndelmar, lasolascreceramedidaquesubía lamarea,yderepente tuveuna idea.

«¡Retrocedeyaguanta!»,pensé,yelaguadetrásdemíasílohizo.Estabaconteniendolamareaconmifuerzadevoluntad,perolapresiónaumentabacomoladeunabotelladechampánagitada.

Ares se adelantó, sonriendo y muy ufano de sí mismo. Bajé la espada fingiendo agotamiento.«Espera,yacasiestá»,ledijealmar.Lapresiónyaparecíaincontenible.Areslevantósuespadayenesemomentodejéirlamarea.Montadoenunaola,salídespedidobruscamenteporencimadeldios.

Unmurodedosmetrosdeagualediodellenoylodejómaldiciendoyescupiendoalgas.Aterricédetrásdeélyamaguéungolpeasucabeza,comohabíahechoantes.Sediolavueltaatiempodelevantarlaespada,peroestavezestabadesorientadoynoseanticipóamitruco.Cambiédedirección,saltéaunladoyhendíAnaklusmospordebajodelagua.Leclavélapuntaeneltalón.

Elalaridoquesiguióconvirtióel terremotodeHadesenunhechosinrelevancia.HastaelmismomarseapartódeAres,dejandouncírculodearenamojadadequincemetrosdediámetro.Icor,lasangredoradadelosdioses,brotócomounmanantialdelabotadeldiosdelaguerra.Suexpresiónibamásalládelodio.Eradolor,desconcierto,imposibilidaddecreerquelohabíanherido.

Cojeóhaciamí,murmurandoantiguasmaldicionesgriegas, pero algo lodetuvo.Fue como si unanubeocultaseelsol,peropeor.Laluzsedesvaneció,elsonidoyelcolorseamortiguaron,yentoncesunapresenciafríaypesadacruzólaplaya,ralentizandoeltiempoybajandolatemperaturaabruptamente.Merecorrióunescalofríoysentíqueenlavidanohabíaesperanza,quelucharerainútil.

Laoscuridadsedisipó.Aresparecíaaturdido.Loscochesdepolicíaardíandetrásdenosotros.Lamultituddecuriososhabíahuido.Annabethy

Groverestabanenlaplaya,conmocionados,mientraselaguarodeabadenuevolospiesdeAresyelicordoradosedisolvíaenlamarea.

Aresbajólaespada.—Tienes un enemigo, diosecillo -me dijo-. Acabas de sellar tu destino. Cada vez que alces tu

espadaenlabatalla,cadavezqueconfíesensalirvictorioso,sentirásmimaldición.Cuidado,PerseusJackson.Muchocuidado.

Sucuerpoempezóabrillar.—¡Percy,nomires!-gritóAnnabeth.ApartélacaramientraseldiosAresrevelabasuauténticaformainmortal.Dealgúnmodosupeque

simirabaacabaríadesintegradoenceniza.Elresplandorseextinguió.Volvíamirar.Areshabíadesaparecido.Lamareaseapartópararevelarelyelmodeoscuridadde

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Hades.Lorecogíymedirigíhaciamisamigos,peroantesdellegaroíunaleteo.Tresancianasconcarasfuribundas,sombrerosdeencajeylátigosfierosbajarondelcieloplaneandoyseposaronfrenteamí.

Lafuriadelmedio,laquehabíasidolaseñoraDodds,diounpasoadelante.Enseñabalosdientes,pero por una vez no parecía amenazadora.Más bien parecía decepcionada, como si hubiera previstocomermeaquellanocheyluegohubiesedecididoquepodíaresultarindigesto.

—Lohemosvistotodo-susurró-.Asípues,¿deverdadnohassidotú?Lelancéelcasco,queagarróalvuelo,sorprendida.—DevuélveleesoalseñorHades-dije-.Cuéntalelaverdad.Dilequedesconvoquelaguerra.Vacilóylavihumedecerseloslabiosverdesyapergaminadosconunalenguabífida.—Vivebien,PercyJackson.Conviérteteenunauténticohéroe.Porquesinolohaces,sivuelvesa

caerenmisgarras…Estallóencarcajadas,saboreandolaidea.Despuéslastreshermanaslevantaronelvuelohaciaun

cielollenodehumoydesaparecieron.GroveryAnnabethmemirabanñipados.—Percy…-dijoGrover-.Esohasidoalucinante…—Hasidoterrorífico-tercióAnnabeth.—¡Hasidoguay!-seobstinóGrover.Yonomesentíaaterrorizado,perotampocomesentíaguay.Estabaagotadoymedolíatodo.—¿Habéissentidoeso…fueraloquefuese?-pregunté.Losdosasintieron,inquietos.—DebendehabersidolasFurias-dijoGrover.Peroyonoestabatanseguro.AlgooalguienhabíaevitadoqueAresmematara,yquienquieraque

fueseeramuchomásfuertequelasFurias.ObservéaAnnabeth,ycruzamosunamiradadecomprensión.Supeentoncesquéhabíaenelfoso,quéhabíahabladodesdelaentradadelTártaro.

Le pedí la mochila a Grover y miré dentro. El rayomaestro seguía allí. Vayamenudencia paraprovocarcasilaTerceraGuerraMundial.

—TenemosquevolveraNuevaYork-dije-.Estanoche.—Esoesimposible-contestóAnnabeth-,amenosquevayamos…—…volando-completé.Semequedómirando.—¿Volando?…¿Terefieresairenunavión,sabiendoqueasíteconviertesenunblancofácilpara

Zeussiéstedecidereventarte,yademástransportandounarmamásdestructivaqueunabombanuclear?—Sí-dije-.Másomenoseso.Vamos.

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Capítulo21

Saldocuentaspendientes

Escuriosocómoloshumanosajustanlamenteasuversióndelarealidad.Quirónyamelohabíadichohacíamucho.Comodecostumbre,ensumomentonoapreciésusabiduría.

Según los noticiarios de Los Ángeles, la explosión en la playa de Santa Mónica había sidoprovocada por un secuestrador loco al disparar con una escopeta contra un coche de policía. Losdisparoshabíanacertadoaunatuberíadegasrotaduranteelterremoto.

El secuestrador (alias Ares) era el mismo hombre que nos había raptado a mí y a otros dosadolescentes enNuevaYorkynoshabía arrastradopor todo el país enuna aterradoraodiseadediezdías.

Después de todo, el pobrecitoPercy Jacksonno era un criminal internacional.Había causadounbuen revuelo en el autobúsGreyhounddeNueva Jersey al intentar escapar de su captor (a posteriorihubo testigos que aseguraron haber visto al hombre vestido de cuero en el autobús: «¿Por qué no lorecordéantes?»).ElpsicópatahabíaprovocadolaexplosiónenelarcodeSanLuis;ningúnchavalhabríapodido hacer algo así. Una camarera de Denver había visto al hombre amenazar a sus secuestradosdelantedesurestaurante,habíapedidoaunamigoquetomaraunafotoylohabíanotificadoalapolicía.Alfinal,elvalientePercyJackson(empezabaagustarmeaquelchaval)sehabíahechoconunarmadesucaptorenLosÁngelesysehabíaenfrentadoaélenlaplaya.Lapolicíahabíallegadoatiempo.Peroenla espectacular explosión cinco coches de policía habían resultado destruidos y el secuestrador habíahuido.Nohabíahabidobajas.PercyJacksonysusdosamigosestabanasalvobajocustodiapolicial.

Fueron los periodistas quienes nos proporcionaron la historia.Nosotros nos limitamos a asentir,llorososycansados(locualnofuedifícil),yrepresentamoslospapelesdevíctimasantelascámaras.

—Loúnicoquequiero-dije tragándomelaslagrimas-,esvolverconmiqueridopadrastro.Cadavezqueloveíaenlatelellamándomedelincuentejuvenil,algomedecíaquetodoterminaríabien.Yséque querrá recompensar a todas las personas de esta bonita ciudad de Los Ángeles con unelectrodomésticogratisdesutienda.Ésteessunúmerodeteléfono.

Lapolicíaylosperiodistas,conmovidos,recolectarondineroparatresbilletesenelsiguientevueloaNuevaYork.Noteníaotraelecciónquevolar,asíqueconfiéenqueZeusaflojaraunpoco,dadaslascircunstancias.Peroaunasímecostósubiralavión.

Eldespeguefueunapesadilla.Lasturbulenciasdabanmásmiedoquelosdiosesgriegos.NosoltélosreposabrazoshastaqueaterrizamossinproblemasenLaGuardia.Laprensalocalnosesperabafuera,peroconseguimosevitarlosgraciasaAnnabeth,quelosengañógritándolesconlagorradelosYankeespuesta: «¡Están allí, junto al heladodeyogur! ¡Vamos!»Ydespuésvolvió connosotros a recogidadeequipajes.

Nosseparamosenlaparadadetaxis.LesdijequevolvieranalCampamentoMestizoeinformaranaQuirón de lo que había pasado. Protestaron, y fue muy duro verlos marchar después de todo lo quehabíamospasadojuntos,perodebíaafrontarsoloaquellaúltimapartedelamisión.Silascosasibanmal,si los dioses nome creían… quería queAnnabeth yGrover sobrevivieran para contarle la verdad aQuirón.

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SubíauntaxiymeencaminéaManhattan.

TreintaminutosmástardeentrabaenelvestíbulodeledificioEmpireState.Debíadeparecerunniñodelacalle,vestidoconprendasajadasyconelrostroarañado.Hacíapor

lomenosveinticuatrohorasquenodormía.Meacerquéalguardiadelmostradoryledije:—Quieroiralpisoseiscientos.Leíaungruesolibroconunmagoenlaportada.Lafantasíanoeralomío,peroellibrodebíadeser

bueno,porquelecostólosuyolevantarlamirada.—Esepisonoexiste,chaval.—NecesitounaaudienciaconZeus.Mededicóunasonrisavacía.—¿Unaaudienciaconquién?—Yamehaoído.Estabaapuntodedecidirqueaqueltiponoeramásqueunmortalnormalycorriente,yquemejor

melargabaantesdequellamaraalosloqueros,cuandodijo:—Sincitanohayaudiencia,chaval.ElseñorZeusnoveanadiequenosehayaanunciado.—Bueno,meparecequeharáunaexcepción.-Mequitélamochilaylaabrí.El guardiamiró dentro el cilindro demetal y, por un instante, no comprendió qué era. Después

palideció.—¿Esacosanoserá…?—Síloes,sí-ledije-.¿Quierequelosaquey…?—¡No!¡No!-Brincódesuasiento,buscópresurosounpasedetrásdelmostradoryme tendió la

tarjeta-.Insértalaenlaranuradeseguridad.Asegúratedequenohayanadiemáscontigoenelascensor.Asílohice.Encuantosecerraronlaspuertasdelascensor,metílatarjetaenlaranura.Enlaconsola

se iluminóunbotónrojoqueponía«600».Loapretéyesperé,yesperé.Seoíamúsicaambientalyalfinal«ding».Laspuertasseabrieron.Salíyporpocomedauninfarto.

Estabadepiesobreunapequeñapasareladepiedraenmediodelvacío.DebajoteníaManhattan,aalturadeavión.Delante,unosescalonesdemármolserpenteabanalrededordeunanubehastaelcielo.Misojossiguieronlaescalerahastaelfinal,yentoncesnodicréditoaloquevi.

«Volvedamirar»,decíamicerebro.«Yaestamosmirando-insistíanmisojos-.Estáahídeverdad.»Desde loaltode lasnubessealzabaelpico truncadodeunamontaña,con lacumbrecubiertade

nieve.Colgadosdeunaladeradelamontañahabíadocenasdepalaciosenvariosniveles.Unaciudaddemansiones:todasconpórticosdecolumnas,terrazasdoradasybraserosdebronceenlosqueardíanmilfuegos.Loscaminossubíanenroscándosehastaelpico,dondeelpalaciomásgrandede todosrefulgíarecortadocontra lanieve.En losprecarios jardinescolgantes florecíanolivosy rosales.Vislumbréunmercadillo al aire libre lleno de tenderetes de colores, un anfiteatro de piedra en una ladera de lamontaña,unhipódromoyuncoliseoenlaotra.Eraunaantiguaciudadgriega,peronoestabaenruinas.Eranueva,limpiayllenadecolorido,comodebíadehabersidoAtenasdosmilquinientosañosatrás.

«Este lugarnopuedeestaraquí»,medije. ¿LacumbredeunamontañacolgadaencimadeNuevaYorkcomounasteroidedemilmillonesde toneladas?¿CómoalgoasípodíaestarancladoencimadelEmpireState,alavistademillonesdepersonas,yquenadieloviera?

Peroallíestaba.Yallíestabayo.MiviajeatravésdelOlimpodiscurrióenunaneblina.Paséalladodeunasninfasdelbosquequese

reíanymetiraronolivasdesdesujardín.Losvendedoresdelmercadomeofrecieronambrosía,unnuevoescudo y una réplica genuina delVellocino deOro, en lana de purpurina, como anunciaba laHefestoTelevisión.Lasnuevemusasafinaban sus instrumentosparadarunconcierto enelparquemientras se

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congregabaunapequeñamultitud:sátiros,náyadesyunpuñadodeadolescentesguaposquedebíandeserdiosesydiosasmenores.Nadieparecíapreocupadoporunaguerracivil inminente.Dehecho, todoelmundoparecíaestardefiesta.Variossevolvieronparavermepasarysusurraronalgoquenopudeoír.

Subíporlacalleprincipal,haciaelgranpalaciodelacumbre.Eraunacopiainversadelpalaciodelinframundo.Allítodoeranegroydebronce;aquí,blancoycondestellosargentados.

Hadesdebíadehaberconstruidosupalacioa imitacióndeéste.NoerabienvenidoenelOlimposalvoduranteelsolsticiodeinvierno,asíquesehabíaconstruidosupropioOlimpobajotierra.Apesardemimala experiencia con él, lo cierto es que el tipome daba un poco de pena.Que te negaran laentradaaaquelsitioparecíadelomásinjusto.Amargaríaacualquiera.

Unosescalonesconducíanaunpatiocentral.Trasél,lasaladeltrono.«Sala»noesexactamentelapalabraadecuada.AquellugarhacíaquelaestaciónGrandCentralde

Nueva York pareciera un armario para escobas. Columnas descomunales se alzaban hasta un techoabovedado,enelquesedesplazabanlasconstelacionesdeoro.Docetronos,construidosparaseresdeltamaño de Hades, estaban dispuestos en forma de U invertida, como las cabañas en el CampamentoMestizo.Unahogueraenormeardíaenelbraserocentral.Todoslostronosestabanvacíossalvodos:eltronoprincipalaladerecha,yelcontiguoasuizquierda.Nohacíafaltaquemedijeranquiéneseranlosdosdiosesqueestabanallísentados,esperandoquemeacercara.Avancéconpiernastemblorosas.

ComohabíahechoHades,losdiosessemostrabanensuformahumanagigante,peroapenaspodíamirarlossinsentiruncosquilleo,comosimicuerpofueraaarderencualquiermomento.Zeus,elseñorde losdioses, lucíaun trajeazulmarinoderayadiplomática.Elsuyoeraun tronosencillodeplatino.Llevaba la barba bien recortada, gris, veteada de negro, como una nube de tormenta. Su rostro eraorgulloso, hermoso y sombrío almismo tiempo, y tenía los ojos de un gris lluvia.Amedida quemeacerquéaél,elairecrepitóydespidióoloraozono.

Sindudaeldiossentadoasuladoerasuhermano,perovestíademaneramuydistinta.MerecordóaunodeesosplayerospermanentesdeCayoHueso.Llevabasandaliasdecuero,pantalonescortoscaquiyuna camisetade lasBahamas con estampadode cocosy loros.Estabamuybronceadoy susmanos seveíansurcadasdecicatrices,comounviejopescador.Teníaelpelonegro,comoelmío.Surostroposeíalamismamiradainquietantequesiempremehabíaseñaladocomorebelde.Perosusojos,delverdedelmar,tambiéncomolosmíos,estabanrodeadosdearrugasprovocadasporelsol,loquesugeríaquesolíareír.

Sutronoeraunasilladepescador.Yasabes,eltípicoasientogiratoriodecueronegroconunafundaacopladaparaafirmarlacaña.Enlugardeunacaña,lafundasosteníauntridentedebronce,cuyaspuntasdespedíanunaluminiscenciaverdosa.Losdiosesnosemovíannihablaban,perohabíatensiónenelaire,comosiacabarandediscutir.

Meacerquéaltronodepescadorymearrodilléasuspies.—Padre.-Nomeatrevíalevantarlacabeza.Elcorazónmeibaacienporhora.Sentíalaenergía

queemanabadelosdosdioses.Sidecíaloincorrecto,mefulminaríanenelacto.Amiizquierda,hablóZeus:—¿Nodeberíasdirigirteprimeroalamodelacasa,chico?Mantuvelacabezagachayesperé.—Paz,hermano-dijoporfinPoseidón.Suvozremoviómisrecuerdosmáslejanos:elbrillocálido

quehabíasentidodebebé,sumanosobremifrente-.Elmuchachorespetaasupadre.Eslocorrecto.— ¿Sigues reclamándolo, pues? -preguntó Zeus, amenazador-. ¿Reclamas a este hijo que

engendrastecontranuestrosagradojuramento?—Headmitidohaberobradomal.Ahoraquisieraoírlohablar.«Haberobradomal…»Semehizounnudoenlagarganta.¿Esoestodoloqueyoera?¿Unamala

obra?¿Elresultadodelerrordeundios?

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—Ya leheperdonado lavidaunavez -rezongóZeus-.Atreverseavolara travésdemi reino…¡Bueno!Deberíahaberlofulminadoalinstanteporsuinsolencia.

—¿Yarriesgarteadestruirtupropiorayomaestro?-replicóPoseidónconcalma-.Escuchémoslo,hermano.

Zeusrefunfuñóunpocomásydecidió:—Escucharé.DespuésmepensarésiloarrojodelOlimpoono.—Perseus-dijoPoseidón-.Mírame.Lohice,ysurostronomeindicónada.Nohabíaningunaseñaldeamoroaprobación,nadaqueme

animase.Eracomomirarelocéano:algunosdíasveíasdequéhumorestaba,aunquelamayoríaresultabailegibleymisterioso.

TuvelaimpresióndequePoseidónnosabíarealmentequépensardemí.Nosabíasiestabacontentodetenermecomohijoono.Aunqueresulteextraño,mealegrédequesemostraratandistante.Sihubieseintentadodisculparse,odecirmequemequería,osonreírsiquiera,habríaparecidofalso,comounpadrehumanoquebuscaraalgunaexcusaparajustificarsuausencia.Podíavivirconaquello.Despuésdetodo,tampocoyoestabamuysegurodeél.

—DirígetealseñorZeus,chico-meordenóPoseidón-.Cuéntaletuhistoria.Asípues,contétodoloocurrido,conpelosyseñales.Luegosaquéelcilindrodemetal,queempezó

achispearenpresenciadeldiosdelcielo,ylodejéasuspies.Seprodujounlargosilencio,sólointerrumpidoporelcrepitardelahoguera.Zeusabriólapalmadelamano.Elrayomaestrovolóhastaallí.Cuandocerróelpuño,losextremos

metálicoszumbaronporlaelectricidadhastaquesostuvoloqueparecíamásunrelámpago,unajabalinacargadadeenergíasonoraquemeerizólanuca.

—Presientoqueelchicodicelaverdad-murmuróZeus-.PeroqueAreshayahechoalgoasí…esimpropiodeél.

—Esorgullosoeimpulsivo-comentóPoseidón-.Levienedefamilia.—¿Señor?-tercié.Ambosrespondieronalunísono:—¿Sí?—Aresnoactuósolo.Laideaseleocurrióaotro,aotracosa.Describímissueñosyaquellasensaciónexperimentadaenlaplaya,aquelfugazalientomalignoque

pareciódetenerelmundoyevitóqueAresmematara.—Enlossueños-proseguí-,lavozmedecíaquellevaraelrayoalinframundo.Aressugirióqueél

tambiénhabíasoñado.Creoqueestabasiendoutilizado,comoyo,paradesatarunaguerra.—¿AcusasaHades,despuésdetodo?-preguntóZeus.—No-contesté-.Quierodecir,señorZeus,queheestadoenpresenciadeHades.Lasensacióndela

playa fuediferente.Fue lomismoquesentícuandomeacerquéal foso.Es laentradaalTártaro,¿no?Algopoderosoymalvadoseestádesperezandoallíabajo…algomásantiguoquelosdioses.

Poseidón yZeus semiraron.Mantuvieron una discusión rápida e intensa en griego antiguo. Sólocaptéunapalabra:«Padre.»

Poseidónhizoalgunasugerencia,peroZeuscortópor losano.Poseidón intentódiscutir.Molesto,Zeuslevantóunamano.

—Asuntoconcluido-dijo-.TengoqueirapurificaresterelámpagoenlasaguasdeLemnos,paralimpiar lamanchahumanadelmetal.-Selevantóymemiró.Suexpresiónsesuavizóligeramente-.Mehashechounbuenservicio,chico.Pocoshéroeshabríanlogradotanto.

—Tuveayuda,señor-respondí-.GroverUnderwoodyAnnabethChase…—Paramostrartemiagradecimiento,teperdonarélavida.Noconfíoenti,PerseusJackson.Nome

gusta loque tu llegada suponeparael futurodelOlimpo,pero,porelbiende lapazen la familia, te

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dejarévivir.—Esto…gracias,señor.—Niseteocurravolveravolar.Quenoteencuentreaquícuandovuelva.Deotromodo,probarás

esterayo.Yserátuúltimasensación.Eltruenosacudióelpalacio.Conunrelámpagocegador,Zeusdesapareció.Mequedésoloenlasaladeltronoconmipadre.—Tutío-suspiróPoseidón-siemprehatenidodebilidadporlassalidasdramáticas.Lehabríaido

biencomodiosdelteatro.Unsilencioincómodo.—Señor-pregunté-,¿quéhabíaenelfoso?—¿Notelohasimaginadoya?—¿Cronos?¿Elreydelostitanes?Inclusoen la saladel tronodelOlimpo,muy lejosdelTártaro,elnombre«Cronos»oscureció la

estancia,haciendoquelahogueraamiespaldanoparecieratancálida.Poseidónagarrósutridente.— En la primera guerra, Percy, Zeus cortó a nuestro padre Cronos enmil pedazos, justo como

Cronoshabíahechoconsupropiopadre,Urano.ZeusarrojólosrestosdeCronosalfosomásoscurodelTártaro.El ejército titán fue desmembrado, su fortaleza en elmonteEtna destruida y susmonstruososaliados desterrados a los lugaresmás remotos de la tierra. Aun así, los titanes no puedenmorir, delmismomodo que tampoco podemosmorir los dioses. Lo que queda de Cronos sigue vivo de algunaespantosaforma,sigueconscientedesudoloreterno,aúnhambrientodepoder.

—Seestácurando-dije-.Estávolviendo.Poseidónnegóconlacabeza.—Devezencuando,alolargodeloseones,Cronossedespereza.Seintroduceenlaspesadillasde

loshombreseinspiramalospensamientos.Despiertamonstruosincansablesdelasprofundidades.Perosugerirquepuedelevantarsedelfosoesotroasunto.

—Esoesloquepretende,padre.Esloquedijo.Poseidónguardósilencioduranteunlargomomento.—Zeushacerradoladiscusiónsobreesteasunto.NovaapermitirquesehabledeCronos.Has

completadotumisión,niño.Esoestodoloqueteníasquehacer.—Pero…-Me interrumpí.Discutir no iba a servir denada.Dehecho,bienpodría enfadar ami

padre-.Como…deseéis,padre.Unadébilsonrisasedibujóensuslabios.—Laobediencianotesurgedemaneranatural,¿verdad?—No…señor.— En parte es culpamía, supongo. Almar no le gusta que lo contengan. -Se irguió en toda su

estatura y recogió su tridente. Entonces emitió un destello y adoptó el tamaño de un hombre normal-.Debesmarcharte,niño.Peroprimerotienesquesaberquetumadrehavuelto.

Impresionado,lomiréfijamenteypregunté:—¿Mimadre?—Laencontrarásencasa.Hadeslaenviódevueltacuandorecuperastesuyelmo.InclusoelSeñor

delosMuertospagasusdeudas.Elcorazónmelatíadesbocado.Nopodíacreérmelo.—¿Vaisa…querríais…?QueríapreguntarleaPoseidónsileapetecíavenirconmigoaverla,peroentoncesreparéenqueeso

eraridículo.MeimaginéaldiosdelmarenuntaxicaminodelUpperEastSide.Sihubiesequeridoveramimadredurantetodoséstosaños,lohabríahecho.YtambiénhabíaquepensarenGabeelApestoso.

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LosojosdePoseidónadquirieronuntintedetristeza.—Cuandoregresesacasa,Percy,deberás tomarunadecisiónimportante.Encontrarásunpaquete

esperándoteentuhabitación.—¿Unpaquete?—Loentenderáscuandoloveas.Nadiepuedeelegirtucamino,Percy.Debesdecidirlotú.Asentí,aunquenosabíaaquéserefería.—Tumadreesunareinaentrelasmujeres-declaróPoseidónconañoranza-.Noheconocidouna

mortalcomoellaenmilaños.Aunasí…lamentoquenacieras,niño.Tehedeparadoundestinodehéroe,yeldestinodeloshéroesnuncaesfeliz.Estrágicoentodaslasocasiones.

Intenténosentirmeherido.Allíestabamipropiopadre,diciéndomequelamentabaqueyohubiesenacido.

—Nomeimporta,padre.—Puedequeaúnno-dijo-.Aúnno.Peroaquellofueunerrorimperdonablepormiparte.—Osdejo,pues.-Hiceunareverenciaincómoda-.N-noosmolestaréotravez.Mehabíaalejadocincopasoscuandomellamó.—Perseus.-Mevolví.Habíaunfulgorensusojos,unaespeciedeorgullofiero-.Lohashechomuy

bien, Perseus. No me malinterpretes. Hagas lo que hagas, debes saber que eres hijo mío. Eres unauténticohijodeldiosdelmar.

Cuandoregresécaminandoporlaciudaddelosdioses,lasconversacionessedetuvieron.Lasmusasinterrumpieronsuconcierto.Todos,personas,sátirosynáyades,sevolvieronhaciamíconexpresionesderespetoygratitud,ycuandopaséjuntoaellosseinclinaroncomosiyofueraunhéroedeverdad.

Quinceminutosmástarde,aúnentrance,yaestabadevueltaenlascallesdeManhattan.Fuientaxihastaelapartamentodemimadre,llaméaltimbreyallíestaba:mipreciosamadre,con

aromaamentayregaliz,cuyocansancioypreocupacióndesaparecierondesurostroalverme.—¡Percy!Oh,graciasalcielo.Oh,miniño.Mediounfuerteabrazoynosquedamosenelpasillo,mientrasellasollozabaymeacariciabael

pelo.Loadmitiré:tambiényoteníalosojosllorosos.Temblabadeemoción,tanaliviadomesentía.MedijoquesencillamentehabíaaparecidoenelapartamentoaquellamañanayGabecasisehabía

desmayadodelsusto.NorecordabanadadesdeelMinotauro,ynopodíacreerseloquelehabíacontadoGabe:queyoerauncriminalbuscado,quehabíaviajadoportodoelpaísyhabíaestropeadomonumentosnacionalesdeincalculablevalor.Sehabíavueltolocadepreocupacióntodoeldíaporquenohabíaoídolasnoticias.Gabelahabíaobligadoairatrabajar,puestoqueteníaunsueldoqueganar.

Metraguélairaylecontémihistoria.Intentésuavizarlaparaqueparecieramenoshorribledeloqueenrealidadhabíasido,peronoeratareafácil.EstabaapuntodellegaralapeleaconArescuandolavozdeGabemeinterrumpiódesdeelsalón.

—¡Eh,Sally!¿Esepasteldecarneestálistooqué?Cerrólosojos.—Novaaalegrarsedeverte,Percy.LatiendaharecibidohoymediomillóndellamadasdesdeLos

Angeles…Algosobreunoselectrodomésticosgratis.—Ah,sí.Sobreeso…Consiguiólanzarmeunasonrisita.—Noloenfadesmás,¿vale?Venga,pasa.DurantemiausenciaelapartamentosehabíaconvertidoenTierradeGabe.Labasurallegabaalos

tobillos en la alfombra. El sofá había sido retapizado con latas de cerveza y de las pantallas de laslámparascolgabancalcetinessuciosyropainterior.

Gabeytresdesusamigotesjugabanalpóquerenlamesa.

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CuandoGabemevio,selecayóelpuroylacaraselecongestionó.— ¿Cómo… cómo tienes la desfachatez de aparecer aquí, pequeña sabandija? Creía que la

policía…—Noesunfugitivo-intervinomimadresonriendo-.¿Noesmaravilloso,Gabe?Nosmiróboquiabierto.Estabaclaroquemivueltaacasanoleparecíatanmaravillosa.—Yaesbastantemaloquetuvieraquedevolvereldinerodetusegurodevida,Sally-gruñó-.Dame

elteléfono.Voyallamaralapolicía.—¡Gabe,no!Élarqueólascejas.—¿Dicesqueno?¿Creesquevoyaaguantara estemonstruoenciernesenmicasa?Aúnpuedo

presentarcargoscontraélpordestrozarmeelCámaro.—Pero…Levantólamanoymimadreseestremeció.Entoncescomprendíalgo:Gabehabíapegadoamimadre.Nosabíacuándonicómo,peroestaba

segurodeque lohabíahecho.Quizá llevabaañoshaciéndolosinqueyomeenterase.La iraempezóaexpandirseenmipecho.MeacerquéaGabe,sacandoinstintivamentemibolígrafodelbolsillo.

Élseechóareír.— ¿Qué, pringado? ¿Vas a escribirme encima? Si me tocas, irás a la cárcel para siempre, ¿te

enteras?—Valeya,Gabe-lointerrumpiósucolegaEddie-.Sóloesuncrío.Gabelofulminóconlamiradaeimitóconvozdefalsete:—Sóloesuncrío.Susotroscolegasrieroncomoidiotas.—Estábien.Seréamable.-Gabemeenseñóunosdientesmanchadosdetabacoyañadió-:Tienes

cincominutospararecogertuscosasylargarte.Sino,llamaréalapolicía.—¡Gabe,porfavor!-suplicómimadre.—Prefirióhuirdecasa-repusoél-.Muybien,puesquesigahuido.MemoríadeganaspordestaparAnaklusmos,pero lahojanoheríaa loshumanos.YGabe,en la

definiciónmáspobredeltérmino,erahumano.Mimadremeagarródelbrazo.—Porfavor,Percy.Vamos.Iremosatucuarto.Permitíquemeapartara.Lasmanosaúnmetemblabandeira.Mi habitación estaba abarrotada de la basura de Gabe: baterías de coche estropeadas, trastos y

chismesdetodaíndole,einclusounramodefloresmediopodridasquealguienlehabíaenviadotrasversuentrevistaconBarbaraWalters.

—Gabesóloestáunpocodisgustado,cariño-medijomimadre-.Hablaréconélmástarde.Estoyseguradequefuncionará.

—Mamá,nuncafuncionará.Nomientrasélsigaaquí.Ellasefrotólasmanos,nerviosa.— Mira… te llevaré a mi trabajo el resto del verano. En otoño a lo mejor encontramos otro

internado…—Déjaloya,mamá.Bajólamirada.—Lointento,Percy.Sólo…quenecesitoalgodetiempo.Deprontoaparecióunpaquete enmi cama.Por lomenos,habría juradoqueun instante antesno

estabaallí.Eraunacajadecartóndel tamañodeunapelotadebaloncesto.Ladirecciónestabaescritaconmicaligrafía:

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LosDiosesMonteOlimpoPlanta600EdificioEmpireStateNuevaYork,NY

Conmismejoresdeseos,

PERCYJACKSON

Encima, escrita con la letra clara de un hombre, leí la dirección de nuestro apartamento y laspalabras:«devolverALremitente.»DerepentecomprendíloquePoseidónmehabíadichoenelOlimpo:unpaqueteyunadecisión.«Hagasloquehagas,debessaberqueereshijomío.Eresunauténticohijodeldiosdelmar.»

Miréamimadre.—Mamá,¿quieresquedesaparezcaGabe?—Percy,noestanfácil.Yo…—Mamá,contesta.Esecretinotehapegado.¿Quieresquedesaparezcaono?Vaciló,ydespuésasintiólevemente.—Sí,Percy.Quiero,eintentoreunirtodomivalorparadecírselo.Peroesonopuedeshacerlotú

pormí.Nopuedesresolvermisproblemas.Mirélacaja.Sípodíaresolverlos.Silallevabaalamesadepóquerysacabasucontenido,podríaempezarmi

propiojardíndeestatuasjustoallí,enelsalón.Esoesloqueunhéroegriegohabríahecho,pensé.Eraloque Gabe se merecía. Pero la historia de un héroe siempre acaba en tragedia, como había dichoPoseidón.

Recordé el inframundo. Pensé en el espíritu de Gabe vagando eternamente en los Campos deAsfódelos,ocondenadoaalgunatorturaterribletraslaalambradadeespinodelosCamposdeCastigo:unapartidadepóquereterna,sumergidohastalacinturaenaceitehirviendoyescuchandoópera.¿Teníayoderechoaenviaraalguienallí,inclusotratándosedealguientandespreciablecomoGabe?

Unmesantesnolohabríadudado.Ahora…—Puedohacerlo-ledijeamimadre-.Unamiraditadentrodeestacajaynovolveráamolestarte.Mimadremiróelpaqueteylocomprendió.—No,Percy-dijoapartándose-.Nopuedes.—Poseidóntellamóreina-ledije-.Mecontóquenohabíaconocidoaunamujercomotúenmil

años.—Percy…-musitóruborizándose.—Mereces algomejor que esto, mamá. Deberías ir a la universidad, obtener tu título. Podrías

escribir tu novela, conocer a un buen hombre, vivir en una casa bonita.Ya no tienes que protegermequedándoteconGabe.Dejaquemedeshagadeél.

Sesecóunalágrimadelamejilla.—Hablasigualquetupadre-dijo-.Unavezmeofreciódetenerlamareayconstruirmeunpalacio

enelfondodelmar.Creíaquepodíaresolvermisproblemasconunsimpleademán.—¿Yquéhaydemaloeneso?Susojosmulticoloresparecieronindagarenmiinterior.—Creo que lo sabes, Percy. Te pareces lo bastante amí para entenderlo. Simi vida tiene que

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significar algo,debovivirlapormímisma.Nopuedodejarqueundiosomihijo seocupendemí…Tengoqueencontraryosolaelsentidodemiexistencia.Tumisiónmeloharecordado.

Oímoselsonidodelasfichasdepóquereimproperios,yelcanaldeportivoESPNeneltelevisordelsalón.

—Dejarélacajaaquí-dije-.Siélteamenaza…Ellaasintióconairetriste.—¿Adondepiensasir,Percy?—AlacolinaMestiza.—¿Paraverano…oparasiempre?—Supongoqueesodepende.Nosmiramosytuvelasensacióndequehabíamosalcanzadounacuerdo.Yaveríamoscómoestaban

lascosasalfinaldelverano.Mebesóenlafrente.—Serásunhéroe,Percy.Elmayorhéroedetodos.Volvíamirarmihabitacióneintuíqueyanovolveríaaverla.Despuésfuiconmimadrehasta la

puertaprincipal.—¿Temarchastanpronto,pringado?-megritóGabepordetrás-.¡Hastanunca!Tuveunúltimomomentodeduda.¿Cómopodíadesperdiciarlaoportunidaddedarlesumerecidoa

aquelbruto?Meibasinsalvaramimadre.—¡Sally!-gritóél-.¿Quépasaconesepasteldecarne?Unamiradadeirarefulgióenlosojosdemimadreypenséque,despuésdetodo,quizásíestaba

dejándolaenbuenasmanos.Lassuyaspropias.—Elpasteldecarnellegaenunminuto,cariño-lecontestó-.Pasteldecarneconsorpresa.Memiróymeguiñóunojo.LoúltimoquevicuandolapuertasecerrabafueamimadreobservandoaGabe,comosievaluara

quétalquedaríacomoestatuadejardín.

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Capítulo22

Laprofecíasecumple

HabíamossidolosprimeroshéroesenregresarvivosalacolinaMestizadesdeLuke,asíquetodoelmundonostratabacomosihubiéramosganadoalgúnrealityshow.Segúnlatradicióndelcampamento,nosceñimoscoronasdelaurelenelgranfestivalorganizadoennuestrohonor,ydespuésdirigimosunaprocesión hasta la hoguera, donde debíamos quemar los sudarios que nuestras cabañas habíanconfeccionadoennuestraausencia.

LamortajadeAnnabetheratanbonita-sedagrisconlechuzasdeplatabordadas-,quelecomentéqueeraunapenanoenterrarlaconella.Mediounpuñetazoymedijoquecerraraelpico.

Como era hijo de Poseidón, no había nadie enmi cabaña, así que la deAres se había ofrecidovoluntariaparahacerlamía.Aunasábanaviejalehabíanpintadounacenefaconcarassonrientesconlosojosencruz,ylapalabraPRINGADObiengrandeenmedio.Molóquemarla.

MientraslacabañadeApolodirigíaelcoroynospasábamossándwichesdegalleta,malvaviscosychocolate, me senté rodeado de mis antiguos compañeros de la cabaña de Hermes, los amigos deAnnabeth de la cabaña de Atenea y los colegas sátiros de Grover, que estaban admirando la reciénexpedidalicenciadebuscadorquelehabíaconcedidoelConsejodelosSabiosUngulados.Elconsejohabía definido la actuación de Grover en la misión como: «Valiente hasta la indigestión. Nada quehayamosvistohastaahoralellegaalabasedelaspezuñas.»

Los únicos que no tenían ganas de fiesta eran Clarisse y sus colegas de cabaña, cuyas miradasenvenenadasmeindicabanquejamásmeperdonaríanporhaberavergonzadoasupadre.

Pormí,bien.NisiquieraeldiscursodebienvenidadeDionisoibaaamargarmeelánimo.—Sí,sí,vale,asíqueelmocosonohaacabadomatándose,yahoraselotendráaúnmáscreído.

Bien,pueshurra.Másanuncios:estesábadonohabráregatasdecanoas…Regreséalacabaña3,peroyanomesentíatansolo.Teníaamigosconlosqueentrenarporeldía.

Denoche,mequedabadespiertoyescuchabaelmar,conscientedequemipadreestabaahífuera.Alomejoraúnnoestabamuysegurodemí,odeverdadpreferíaquenohubiesenacido,perovigilaba.Yhastaelmomento,sesentíaorgullosodeloquehabíahecho.

Yencuantoamimadre, tenía laocasióndeempezarunanuevavida.Recibí lacartaunasemanadespués demi llegada al campamento.Me contaba queGabe había desaparecidomisteriosamente; dehecho, que había desaparecido de la faz de la tierra. Lo había denunciado a la policía, pero tenía elextrañopresentimientodequejamásloencontrarían.

Enotroordendecosas,mamáacababadevendersuprimeraesculturadehormigóntamañonatural,tituladaEljugadordepóquer,auncoleccionistaatravésdeunagaleríadeartedelSoho.Habíaobtenidotanto dinero que había pagado la fianza para un piso nuevo y lamatrícula del primer semestre en laUniversidaddeNuevaYork.LagaleríadelSoholehabíapedidomásesculturas,quedefiníancomo«ungranpasohaciaelneorrealismosuperfeo».

«Peronotepreocupes-añadíamimadre-.Laesculturasehaacabado.Mehedeshechodeaquellacajadeherramientasquemedejaste.Yaeshoradequevuelvaaescribir…-Alfinalincluíaunaposdata-:Percy,he encontradounabuenaescuelaprivadaen la ciudad.Hedejadoundepósito,por si quieres

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matricularte en séptimo curso. Podrías vivir en casa. Pero si prefieres quedarte interno en la colinaMestiza,loentenderé.»

Doblélacartaconcuidadoyladejéenmimesitadenoche.Todaslasnochesantesdedormirme,volvíaaleerlaeintentabadecidircómoresponderle.

El4dejulio,todoelcampamentosereuniójuntoalaplayaparaasistiraunosfuegosartificialesorganizadospor la cabaña9.Dadoqueeran loshijosdeHefesto,no se conformaríanconunas cutresexplosioncitasrojas,blancasyazules.

Habíanancladounabarcazalejosdelaorillaylahabíancargadoconcohetestamañomisil.SegúnAnnabeth,quehabíavistoanteselespectáculo,losdisparoserantanseguidosquepareceríanfotogramasdeunaanimación.Alfinalapareceríaunaparejadeguerrerosespartanosdetreintametrosdealturaquecobraríanvidaencimadelmar,lucharíanyestallaríanenmilcolores.

MientrasAnnabethyyoextendíamos lamantadepicnic,aparecióGroverparadespedirse.Vestíasusvaqueroshabituales,unacamisetayzapatillas,peroenlasúltimassemanasteníaaspectodemayor,casicomosifueraalinstituto.Laperilladechivoselehabíavueltomásespesa.Habíaganadopesoyloscuernoslehabíancrecidotrescentímetros,asíqueahorateníaquellevar lagorrarasta todoel tiempoparapasarporhumano.

—Mevoy-dijo-.Sólohevenidoparadecir…Bueno,yasabéis.Intentéalegrarmeporél.Alfinyalcabo,notodoslosdíasunsátiroeraautorizadoapartirenbusca

del gran dios Pan. Pero costaba decir adiós. Sólo conocía aGrover desde hacía un año, pero eramiamigomásantiguo.

Annabethlediounabrazoylerecordóquenosequitaralospiesfalsos.Yolepreguntédóndebuscaríaprimero.— Es… ya sabes, un secreto -me contestó-. Ojalá pudierais venir conmigo, chicos, pero los

humanosyPan…—Loentendemos-leaseguróAnnabeth-.¿Llevassuficienteslatasparaelcamino?—Sí.—¿Yteacuerdasdelasmelodíasparalaflauta?—Jo,Annabeth-protestó-.Parecestancontroladoracomomamácabra.Agarrósucayadoysecolgóunamochiladelhombro.Teníaelaspectodecualquierautoestopistade

losquesevenpor lascarreteras:noquedabanadadelpequeñosietemesinoalqueyodefendíade losmatonesenlaacademiaYancy.

—Bueno-dijo-,deseadmesuerte.AbrazóotravezaAnnabeth.Mediounapalmadaenelhombroysealejóentrelasdunas.Losfuegosartificialessurgieronentreexplosionesenelcielo:HérculesmatandoalleóndeNemea,

Artemisa tras el jabalí, George Washington (que, por cierto, era hijo de Atenea) cruzando el ríoDelaware.

— ¡Eh,Grover! -le grité.Sevolvió en la lindedel bosque-.Dondequieraquevayas, esperoquehaganbuenasenchiladas.

Elsonrióyalpuntodesaparecióentrelosárboles.—Volveremosaverlo-dijoAnnabeth.Intentécreerlo.Elhechodequeningúnbuscadorhubieraregresadoantestrasdosmilaños…Enfin,

decidíquepreferíanopensarenaquello.Groverseríaelprimero.Sí,teníaqueserlo.

Transcurriójulio.Pasélosdíasconcibiendonuevasestrategiasparacapturarlabanderayhaciendoalianzasconlas

otras cabañasparamantener las zarpasde la cabañadeAres lejosdel estandarte.Conseguí subir por

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primeravezelrocódromosinquemequemaralalava.DevezencuandopasabajuntoalaCasaGrande,mirabalasventanasdeldesványpensabaenel

Oráculo.Intentabaconvencermedequesuprofecíasehabíacumplido.«Irásaloeste,dondeteenfrentarásaldiosqueseharebelado.»Habíaestadoallí,ylohabíahecho:

aunqueeldiostraidorhabíaresultadoAresenvezdeHades.«Encontraráslorobadoylodevolverás.»Hecho.Marchandounaderayomaestro.Marchandootra

deyelmodeoscuridadparalacabezagrasientadeHades.«Serás traicionadoporquiensedice tuamigo.»Estevaticinioseguíapreocupándome.Areshabía

fingidosermiamigoydespuésmehabíatraicionado.EsodebíadeserloquequeríadecirelOráculo…«Al final,noconseguirás salvar lomás importante.»Había fracasadoensalvaramimadre,pero

sóloporquehabíadejadoquesesalvaraellamisma,ysabíaqueesoeralocorrecto.Asípues,¿porquéseguíaintranquilo?

Laúltimanochedelcursoestivalllegódemasiadorápido.Los campistas cenamos juntos por última vez. Quemamos parte de nuestra cena para los dioses.

Juntoalahoguera,losconsejerosmayoresconcedíanlascuentasde«findeverano».Yoobtuvemipropiocollardecuero,ycuandovilacuentademiprimerverano,mealegrédequeel

resplandor del fuego enmascarara mi sonrojo. Era completamente negra, con un tridente verde marbrillandoenelcentro.

—Laelecciónfueunánime-anuncióLuke-.Estacuentaconmemoraalprimerhijodeldiosdelmarenestecampamento,¡ylamisiónquellevóacabohastalapartemásoscuradelinframundoparaevitarunaguerra!

El campamento entero se puso enpie ymevitoreó. Incluso la cabañadeAres se vioobligada alevantarse.LacabañadeAteneaempujóaAnnabethhaciadelanteparaquecompartieseelaplauso.

Noestoysegurodequevuelvaasentirmetancontentootristecomoenaquelmomento.Porfinhabíaencontradounafamilia,gentequesepreocupabapormíyquepensabaquehabíahechoalgobien.Pero,porlamañana,lamayoríasemarcharíaapasarelañofuera.

Alamañanasiguienteencontréunacartaformalenmimesilladenoche.SabíaquelahabíaescritoDioniso,porqueseempeñabaenescribirminombremal:

ApreciadoPeterJohnson:Si tienes intención de quedarte en elCampamentoMestizo todo el año, debes notificarlo a la

CasaGrandeantesdemediodíadehoy.Sinoanuncias tus intenciones,asumiremosquehasdejadolibre la cabaña o hasmuerto víctima de un final horrible. Las arpías de la limpieza empezarán atrabajar al atardecer. Tienen permiso para comerse a cualquier campista no autorizado. Todos losartículospersonalesqueolvidéisseránincineradosenelfosodelava.

¡Quetengasunbuendía!

Sr.D(Dioniso)DirectordelCampamenton.°12delConsejoOlímpico

EseesotrodelosproblemasdelTHDA.Lasfechaslímitenosonrealesparamíhastaquelastengoencima.Elveranohabíaterminadoyyoseguíasininformaramimadre,oalcampamento,sobresimequedaríaono.Yahorasóloteníaunashorasparadecidirlo.

La decisión debería haber sido fácil. Quiero decir que se trataba de escoger entre nuevemesesentrenandoparaserunhéroeonuevemesessentadoenunaclase…Enfin.

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Supongoquedebíatenerencuentaamimadre.PorprimeravezteníalaoportunidaddevivirconellaunañosinlamolestapresenciadeGabe.Podríasentirmecómodoencasaypasearporlaciudadenmitiempolibre.RecordabalaspalabrasdeAnnabethdurantenuestramisión:«Losmonstruosestánenelmundoreal.Ahíesdondedescubressisirvesparaalgoono.»

Pensé en el destino de Thalia, hija de Zeus. Me preguntaba cuántos monstruos me atacarían siabandonaba la colinaMestiza.Simequedaba en casa todo el año académico, sinQuirónomis otrosamigosparaayudarme,¿llegaríamosmimadreyyovivosalsiguienteverano?Esosuponiendoquelosexámenesdedeletrearylasredaccionesdecincopárrafosnoacabaranconmigo.Decidíbajaralestadioypracticarunpococonlaespada.Quizáesomeaclararíalasideas.

Las instalaciones del campamento, casi desiertas, refulgían al calor de agosto. Los campistasestaban en sus cabañas recogiendo, o de aquí para allá con escobas y mopas, preparándose para lainspección final. Argos ayudaba a algunas chicas de Afrodita con sus maletas de Gucci y juegos demaquillajecolinaarriba,dondeelminiautobúsdelcampamentoesperabaparallevarlasalaeropuerto.

«Aúnnopiensesenmarcharte-medije-.Sóloentrena.»MeacerquéalestadiodelosluchadoresdeespadaydescubríqueLukehabíatenidolamismaidea.

Subolsadedeporteestabaalbordedelatarima.Trabajabasolo,entrenandocontramaniquíesconunaespadaquenuncalehabíavisto.Debíadeserdeaceronormal,porqueestabarebanándoleslascabezasalosmaniquíes,abriéndoleslastripasdepaja.Teníalacamisetanaranjadeconsejeroempapadadesudor.Su expresión era tan intensa que su vida bien habría podido estar en peligro. Lo observé mientrasdestripabalafilaenterademaniquíes,lescercenabalasextremidadesylosreducíaaunapiladepajayarmazón.

Sóloeranmaniquíes,peroaunasínopudeevitarquedarfascinadoconlahabilidaddeLuke.Eltíoeraunguerreroincreíble.Unavezmásmepreguntécómopodíahaberfalladoensumisión.

Alfinalmevioysedetuvoamediolance.—Percy.—Oh…perdona.Yosólo…—Nopasanada-dijobajandolaespada-.Sóloestoyhaciendounasprácticasdeúltimahora.—Esosmaniquíesyanomolestaránanadiemás.Lukeseencogiódehombros.—Losreponemoscadaverano.Entoncesviensuespadaalgoquemeresultóextraño.Lahojaestabaconfeccionadacondostiposde

metal:bronceyacero.Lukesediocuentadequeestabamirándola.—¿Ah,esto?Unnuevojuguete.EstaesBackbiter.—Vaya.Lukegirólahojaalaluzdemodoquebrillara.—Broncecelestialyacerotemplado-explicó-.Funcionatantoenmortalescomoeninmortales.PenséenloqueQuirónmehabíadichoalempezarmimisión:queunhéroejamásdebíadañaralos

mortalesamenosquefueraabsolutamentenecesario.—Nosabíaquesepodíanhacerarmascomoésa.—Probablementenosepuede -coincidióLuke-.Esúnica. -Mededicóunasonrisitayenvainó la

espada-.Oye,ibaabuscarte.¿Quédicesdeunaúltimaincursiónenelbosque,aversiencontramosalgoparaluchar?

Noséporquévacilé.DeberíahabermealegradoqueLukesemostraratanamable.Desdemiregresosehabíacomportadodeformaalgodistante.Temíaquemeguardararencorpor laatenciónqueestabarecibiendo.

—¿Creesqueesbuenaidea?-repuse-.Quierodecir…—Oh,vamos. -Rebuscóensubolsadedeporteysacóunpackdeseis latasdeCoca-Cola-.Las

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bebidascorrendemicuenta.Miré las Coca-Colas, preguntándome de dónde demonios las habría sacado. No había refrescos

mortalesnormalesenla tiendadelcampamento,ytampocoeraposiblemeterlosdecontrabando,salvoquizáconlaayudadeunsátiro.Porsupuesto,lascopasmágicasdelacenasellenabandeloquequerías,peronosabíaexactamenteigualquelaCoca-Cola.

Azúcarycafeína.Mifuerzadevoluntadsedesplomó.—Claro-decidí-.¿Porquéno?Bajamos hasta el bosque y dimos una buena caminata buscando algún monstruo, pero hacía

demasiado calor. Todos losmonstruos con algo de seso estarían haciendo la siesta en sus fresquitascuevas.EncontramosunlugarensombrajuntoalarroyodondelehabíarotolalanzaaClarissedurantemiprimerapartidadecapturarlabandera.Nossentamosenunarocagrande,bebimoslasCoca-Colasyobservamoselpaisaje.

Alcabodeunrato,Lukepreguntó:—¿Echasdemenosirdemisión?—¿Conmonstruosatacándomeacadapaso?¿Estásdebroma?-Lukearqueóunaceja-.Vale,loecho

demenos-admití-.¿Ytú?Surostroseensombreció.EstabaacostumbradoaoírdeciralaschicasloguapoqueeraLuke,peroenaquelinstanteparecía

cansado,enfadadoynadaatractivo.Supelorubioseveíagrisalaluzdelsol.Lacicatrizdesurostroparecíamásprofundadelonormal.Fuicapazdeimaginarlodeviejo.

—Llevoviviendoen la colinaMestizadesdeque tenía catorceaños -dijo-.DesdequeThalia…Bueno,yasabes…Heentrenadoyentrenadoyentrenado.Jamásconseguíserunadolescentenormalenelmundoreal.Despuésmeasignaronunamisión,perocuandovolvífuecomosimedijeran:«Hala,yasehaterminadoladiversión.Quetengasunabuenavida.»

Arrugósulataylaarrojóalarroyo,locualmedejóalucinadodeverdad.UnadelasprimerascosasqueaprendesenelCampamentoMestizoesanoensuciar.Delocontrario,lasninfasylasnáyadestelohacenpagar:cualquierdíatemetesentucamaytelaencuentrasllenadeciempiésydebarro.

— A la porra con las coronas de laurel -dijo Luke-. No voy a terminar como esos trofeospolvorientoseneldesvándelaCasaGrande.

—¿Piensasmarcharte?Lukemesonriómaliciosamente.—Puesclaroquesí,Percy.Tehetraídoaquíabajoparadespedirmedeti.Chasqueólosdedosyalpuntounpequeñofuegoabrióunagujeroenelsueloamispies.Delinterior

salióreptandoalgonegroybrillante,deltamañodemimano.Unescorpión.Hiceademándeagarrarmiboli.—Yo no lo haría -me advirtió Luke-. Los escorpiones del abismo saltan hasta cincometros. El

aguijónperforalaropa.Estarásmuertoensesentasegundos.—Pero¿qué…?Entonceslocomprendí.«Serástraicionadoporquiensedicetuamigo.»—Tú…-musité.Sepusoenpietranquilamenteysesacudiólosvaqueros.El escorpión no le prestó atención.Tenía sus ojos negros fijos enmí,mientras reptaba haciami

zapatoconelaguijónenhiesto.—Hevistomuchoenelmundodeahífuera,Percy-dijoLuke-.¿Túno?Laoscuridadsecongrega,

losmonstruossoncadavezmásfuertes.¿Notedascuentadeloinútilqueestodoesto?Loshéroessonpeones de los dioses. Tendrían que haber sido derrocados hace miles de años, pero han aguantadograciasanosotros,losmestizos.

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Nopodíacreerqueaquelloestuvierapasando.—Luke…estáshablandodenuestrospadres-dije.Soltóunacarcajadayluegoagregó:—¿Y sólo por eso tengo que quererlos? Su preciosa civilización occidental es una enfermedad,

Percy.Estámatandoelmundo.Laúnicamaneradedetenerlaesquemarladearribaabajoyempezardeceroconalgomáshonesto.

—EstástanlococomoAres.Seleencendieronlosojos.—Aresesuninsensato.Jamássediocuentadequiénerasuauténticoamo.Situviesetiempo,Percy,

teloexplicaría,perometemoquenovivirástanto.Elescorpiónempezóatreparporlapernerademipantalón.Teníaquehaberunasalidaaaquella

situación.Necesitabatiempo.—Cronos-dije-.Eseestuamo.Elairesevolviórepentinamentefrío.—Deberíastenercuidadoconlosnombresquepronuncias-meadvirtióLuke.—Cronoshizoquerobaraselrayomaestroyelyelmo.Tehablabaensueños.Percibíunleveticenunodesusojos.—Tambiéntehablóati,Percy.Tendríasquehaberloescuchado.—Teestálavandoelcerebro,Luke.— Te equivocas. Me mostró que mi talento está desperdiciado. ¿Sabes qué misión me

encomendaron hace dos años, Percy?Mi padre, Hermes, quería que robara una manzana dorada delJardín de lasHespérides y la devolviera alOlimpo.Después de todo el entrenamiento al queme hesometido,esofuelomejorqueseleocurrió.

—Noesunamisiónfácil-dije-.LohizoHércules.—Exacto.Pero¿dóndeestálagloriaenrepetirloqueotrosyahanhecho?Loúnicoquesabenhacer

los dioses es repetir su pasado. No pusemi corazón en ello. El dragón del jardínme regaló esto. -Contrariado,señalólacicatriz-.Ycuandoregresésóloobtuvelástima.YaentoncesquisederrumbarelOlimpo piedra a piedra, pero aguardé el momento oportuno. Empecé a soñar con Cronos, que meconvenciódequerobaraalgovalioso,algoqueningúnhéroehabíatenidoelvalordellevarse.Cuandonosfuimosdeexcursiónduranteelsolsticiodeinvierno,mientraslosdemáscampistasdormían,entréenlasaladel tronoyme llevéel rayomaestrodedebajodesusilla.TambiénelyelmodeoscuridaddeHades.Noimaginaslofácilquefue.QuéarrogantessonlosOlímpicos;nisiquieraconcebíanquealguienpudieserobarles.Tienenunsistemadeseguridadlamentable.YaestabaenmitaddeNuevaJerseycuandooílostruenosysupequehabíandescubiertomirobo.

Elescorpiónestabaahoraenmirodilla,mirándomeconojosbrillantes.Intentémantenerfirmemivoz.

—¿YporquénolellevasteesosobjetosaCronos?LasonrisadeLukedesapareció.—Me…meconfiéenexceso.Zeusenvióa sushijosehijasabuscarel rayo robado:Artemisa,

Apolo,mipadre,Hermes.PerofueAresquienmepilló.Habríapodidoderrotarlo,peronomeatreví.Medesarmó,sehizoconelrayoyelyelmoymeamenazóconvolveralOlimpoyquemarmevivo.EntonceslavozdeCronosvinoamíymeindicóquédecir.PersuadíaAresdelaconvenienciadeunagranguerraentre los dioses. Le dije que sólo tenía que esconder los objetos robados durante un tiempo y luegoregocijarseviendocómolosdemáspeleabanentresí.AAreslebrillaronlosojosconmaldad.Supequelo había engañado. Me dejó ir, y yo regresé al Olimpo antes de que notaran mi ausencia. -Lukedesenvainósunuevaespadaypasóelpulgarporelcanto,comohipnotizadoporsubelleza-.Después,elseñor de los titanes… m-me castigó con pesadillas. Juré no volver a fracasar. De vuelta en el

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Campamento Mestizo, en mis sueños me dijo que llegaría un segundo héroe, alguien a quien podríaengañarseparallevarelrayoyelyelmoalTártaro.

—Túinvocastealperrodelinfiernoaquellanocheenelbosque.—TeníamosquehacercreeraQuirónqueelcampamentonoeraseguroparati,asíteiniciaríaentu

misión.TeníamosqueconfirmarsusmiedosdequeHadesibatrasdeti.Yfuncionó.—Laszapatillasvoladorasestabanmalditas-dije-.Sesuponíaqueteníanquearrastrarmeamíya

lamochilaalTártaro.—Y lo habrían hecho si las hubieses llevado puestas. Pero se las diste al sátiro, cosa que no

formabapartedelplan.Groverestropeatodoloquetoca.Hastaconfundiólamaldición.-Lukemiróalescorpión,queyaestabaenmimuslo-.DeberíashabermuertoenelTártaro,Percy.Peronotepreocupes,tedejoconmiamigoparaquearregleeseerror.

—Thaliadiosuvidaparasalvarte-dije,ymerechinabanlosdientes-.¿Asíescomolepagas?—¡NohablesdeThalia!-gritó-.¡Losdiosesladejaronmorir!Esaesunadelasmuchascosaspor

lasquepagarán.—Teestánutilizando,Luke.TantoaticomoaAres.NoescuchesaCronos.—¿Quemeestánutilizando?-Suvozsetornóaguda-.Mírateatimismo.¿Quéhahechotupadrepor

ti?Cronossealzará.Sólohasretrasadosusplanes.ArrojaráalosOlímpicosalTártaroydevolveráalahumanidadasuscuevas.Atodossalvoalosmásfuertes:losquelesirven.

—Apartaestebicho-dije-.Sitanfuerteeres,peleaconmigo.Lukesonrió.—Buenintento,Percy,peroyonosoyAres.Amínovasaengatusarme.Miseñormeespera,ytiene

misionesdesobraquedarme.—Luke…—Adiós,Percy.SeavecinaunanuevaEdaddeOro,perotúnoformaráspartedeella.Trazóunarcoconlaespadaydesaparecióenunaondadeoscuridad.Elescorpiónatacó.Loapartédeunmanotazoydestapémiespada.Elbichejomesaltóencimaylocortéendosenel

aire. Iba a felicitarme por mi rápida reacción cuando me miré la mano: tenía un verdugón rojo quesupurabaunasustanciaamarillaydespedíahumo.Despuésdetodo,elbichejomehabíapicado.

Melatíanlosoídosysemenublólavisión.Agua,pensé.Mehabíacuradoantes.Lleguéalarroyoatrompiconesysumergílamano,peronoocurriónada.Elvenenoerademasiadofuerte.Perdíalavisiónyapenas me mantenía en pie… «Sesenta segundos», me había dicho Luke. Tenía que regresar alcampamento.Simederrumbabaallí,micuerposerviríadecenaparaalgúnmonstruo.Nadiesabríajamásquéhabíaocurrido.

Sentílaspiernascomoplomo.Meardíalafrente.Avancéatropezoneshaciaelcampamento,ylasninfasserevolvieronenlosárboles.

—Socorro…-gemí-.Porfavor…Dos de ellasme agarraron de los brazos yme arrastraron. Recuerdo haber llegado al claro, un

consejeropidiendoayuda,uncentaurohaciendosonarunacaracola.Despuéstodosevolviónegro.

Medespertéconunapajitaenlaboca.Sorbíaalgoquesabíaacookiesdechocolate.Néctar.Abrílosojos.EstabaenunacamadelaenfermeríadelaCasaGrande,conlamanoderechavendadacomosifuera

unmazo.Argosmontabaguardiaenunaesquina.Annabeth,sentadaamilado,sosteníamivasodenéctarymepasabaunpañohúmedoporlafrente.

—Aquíestamosotravez-dije.

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—Cretino-dijoAnnabeth,loquemeindicólocontentaqueestabadevermeconsciente-.Estabasverdeyvolviéndotegriscuandoteencontramos.DenoserporloscuidadosdeQuirón…

—Bueno,bueno-intervinolavozdeQuirón-.LaconstitucióndePercytienepartedelmérito.Estaba sentado junto a los pies de la cama en forma humana, motivo por el que aún no había

reparado en él. Su parte inferior estaba comprimida mágicamente en la silla de ruedas; la superior,vestidaconchaquetaycorbata.Sonrió,peroseleveíapálidoycansado,comocuandopasabadespiertotodalanochecorrigiendolosexámenesdelatín.

—¿Cómoteencuentras?-preguntó.—Comosimehubierancongeladolasentrañasydespuéslashubierancalentadoenelmicroondas.— Bien, teniendo en cuenta que eso era veneno de escorpión del abismo. Ahora tienes que

contarme,sipuedes,quéocurrióexactamente.Entresorbosdenéctar,lescontélahistoria.Cuandofinalicé,hubounlargosilencio.—No puedo creer que Luke… -AAnnabeth le falló la voz. Su expresión se tornó de tristeza y

enfado-.Sí,sípuedocreerlo.Quelosdioseslomaldigan…Nuncafueelmismotrassumisión.—HayqueavisaralOlimpo-murmuróQuirón-.Iréinmediatamente.—Lukeaúnestáahífuera-dije-.Tengoqueirtrasél.Quirónmeneólacabeza.—No,Percy.Losdioses…—Noharánnada-espeté-.¡Zeushadichoqueelasuntoestabacerrado!—Percy,séqueestoesduro,peroahoranopuedescorrerenbuscadevenganza.Primerotienesque

reponerte,ydespuéssometerteaunduroentrenamiento.Nomegustaba,peroQuirónteníarazón.Echéunvistazoamimanoysupequetardaríaenvolvera

usarlaespada.—Quirón,tuprofecíadelOráculoerasobreCronos,¿no?¿Aparecíayoenella?¿YAnnabeth?Quirónserevolvióconinquietud.—Percy,nomecorresponde…—Tehanordenadoquenomelocuentes,¿verdad?Susojoserancomprensivosperotristes.—Serásungranhéroe,niño.Harétodoloquepuedaparaprepararte.Perositengorazónsobreel

caminoqueseabreanteti…-Unsúbitotruenoretumbóhaciendovibrarlasventanas-.¡Bien!-exclamóQuirón-.¡Vale!-Exhalóunsuspirodefrustraciónyañadió-:Losdiosestienensusmotivos,Percy.Saberdemasiadodelfuturodeunomismonuncaesbueno.

—Peronopodemosquedarnosaquísentadossinhacernada-insistí.—Novamosaquedarnossentados-prometióQuirón-.Perodebestenercuidado.Cronosquiereque

tedeshilaches,quetuvidasetrunque,quetuspensamientossenublendemiedoeira.Nolocomplazcas,noledesloquedesea.Entrenaconpaciencia.Llegarátumomento.

—Suponiendoquevivatantotiempo.Quirónmepusounamanoeneltobillo.—Debesconfiarenmí,Percy.Peroprimerotienesquedecidirtucaminoparaelpróximoaño.Yo

no puedo indicarte la elección correcta… -Me dio la impresión de que tenía una opinión bastanteformada,peroquepreferíanoaconsejarme-.TienesquedecidirsitequedasenelCampamentoMestizotodo el año, o regresas al mundomortal para hacer séptimo curso y luego volver como campista deverano.Piensaenello.CuandoregresedelOlimpo,debescomunicarmetudecisión.

Queríahacerlemáspreguntas,perosuexpresiónmeindicóqueladiscusiónestabazanjada;yahabíadichotodocuantopodía.

—Regresaréencuantopueda -prometió-.Argos tevigilará. -MiróaAnnabeth-.Oh,yquerida…

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cuandoestéslista,yaestánaquí.—¿Quiénesestánaquí?Nadierespondió.Quirón salió de la habitación. Oí su silla de ruedas alejarse por el pasillo y después bajar

cuidadosamentelosescalones.Annabethestudióelhieloenmibebida.—¿Quépasa?-lepregunté.—Nada. -Dejó el vaso encima de lamesa-.He seguido tu consejo sobre algo. Tú… ¿necesitas

algo?—Sí,ayúdameaincorporarme.Quierosalirfuera.—Percy,noesbuenaidea.Saqué las piernas de la cama. Annabeth me sujetó antes de que me derrumbara al suelo. Tuve

náuseas.—Telohedicho-refunfuñóAnnabeth.—Estoybien-insistí.NoqueríaquedarmetumbadoenlacamacomouninválidomientrasLukerondabaporahíplaneando

destruirelmundooccidental.Conseguídarunpaso.Despuésotro,aúnapoyandocasi todomipesoenAnnabeth.Argosnossiguióaprudentedistancia.

Cuando llegamos al porche, tenía el rostro perlado de sudor y el estómago hecho unmanojo denervios.Perohabíaconseguidollegaralabalaustrada.

Estabaoscureciendo.Elcampamentoparecíaabandonado.Lacabañasestabanaoscurasylacanchadevoleibolensilencio.Ningunacanoasurcabaellago.Másalládelosbosquesyloscamposdefresas,elcanaldeLongIslandSoundreflejabalaúltimaluzdelsol.

—¿Quévasahacer?-mepreguntóAnnabeth.—Nolosé.LedijequeteníalaimpresióndequeQuirónqueríaquemequedaratodoelañoparaseguirconmi

entrenamiento personalizado, pero no estaba seguro. En cualquier caso, admití queme sentíamal pordejarlasola,conlaúnicacompañíadeClarisse…

Annabethapretóloslabiosyluegosusurró:—Memarchoacasaapasarelaño,Percy.—¿Quieresdecircontupadre?-pregunté,mirándolaalosojos.SeñalólacimadelacolinaMestiza.JuntoalpinodeThalia,justoalbordedeloslímitesmágicos

delcampamento,serecortabalasiluetadeunafamilia:dosniñospequeños,unamujeryunhombrealtode pelo rubio. Parecían estar esperando. El hombre sostenía una mochila que se parecía a la queAnnabethhabíasacadodelWaterlanddeDenver.

—Leescribíunacartacuandovolvimos-mecontóAnnabeth-,comotúhabíasdicho.Ledijequelosentía. Que volvería a casa durante el año si aúnme quería.Me contestó enseguida. Así que hemosdecididodarnosotraoportunidad.

—Esohabrárequeridovalor.Apretóloslabios.—¿Verdadquenovasaintentarningunatonteríaduranteelañoacadémico?Oalmenosnosinantes

enviarmeunmensajeiris.Sonreí.—Novoyabuscarmeproblemas.Normalmentenohacefalta.—Cuandovuelvaelpróximoverano-medijo-,iremostrasLuke.Pediremosunamisión,pero,sino

noslaconceden,nosescaparemosyloharemosigualmente.¿Deacuerdo?—PareceunplandignodeAtenea.

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Chocamoslasmanos.—Cuídate,sesosdealga-medijo-.Manténlosojosabiertos.—Tútambién,listilla.Lavimarcharsecolinaarribayunirseasufamilia.Abrazóasupadreymiróelvalleporúltimavez.

TocóelpinodeThaliaydejóquelacondujeranmásalládelacolina,haciaelmundomortal.Porprimeravezmesentírealmentesoloenelcampamento.MiréelLongIslandSoundyrecordélas

palabrasdemipadre:«Almarnolegustaquelocontengan.»Toméunadecisión.MepreguntésiPoseidónlaaprobaría.—Volveré el verano que viene -le prometí contemplando el cielo-. Sobreviviré hasta entonces.

Despuésdetodo,soytuhijo.-LepedíaArgosquemeacompañarahastalacabaña3paraprepararmisbolsasymarcharmeacasa.

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FIN

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Agradecimientos

Sin la ayuda de numerosos y valientes ayudantes, losmonstruosme habrían devorado cientos deveces mientras me esforzaba por que esta historia viera el papel. Gracias a mi hijo mayor, HaleyMichael,queescuchólahistoriaelprimero;amihijopequeño,PatrickJohn,quealaedaddeseisañoseselmássensatode la familia;yamiesposa,Becky,quemeaguanta las largashorasquepasoenelCampamentoMestizo.Gracias ami equipo de probadores de gradomedio de la versión beta: TravisStoll,inteligenteyrápidocomoHermes;C.C.Kellogg,amadacomoAtenea;AllisonBauer,Artemisalacazadorademiradaclara,ya laseñoraMargaretFloyd, lasabiayamablevidentede inglésdegradomedio.MiapreciotambiénparaelprofesorEgbertJ.Bakker,unclasicistaextraordinario;aNancyGallt,agentesummacumlaude;yaJonathanBurnham,JenniferBesserySarahHuguesporcreerenPercy.

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04/04/2010