el ladrón del rayo [4834] · si estás leyendo esto porque crees que podrías estar en la misma...
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¿Quépasaríasiundíadescubresque,enrealidad,ereshijodeundiosgriegoquedebecumplirunamisiónsecreta?PuesesoesloquelesucedeaPercyJackson,queapartirdeesemomentosedisponeavivirlosacontecimientosmásemocionantesdesuvida.
Expulsadodeseiscolegios,Percypadecedislexiaydificultadesparaconcentrarse,oalmenosésaeslaversiónoficial.Objetodeburlasporinventarsehistoriasfantásticas,nisiquieraélmismoacabadecreérselas hasta el día que los dioses delOlimpo le revelan la verdad: Percy es nadamenos que unsemidiós,esdecir,elhijodeundiosyunamortal.YcomotalhadedescubrirquiénharobadoelrayodeZeusyasíevitarqueestalleunaguerraentrelosdioses.
ParacumplirlamisióncontaráconlaayudadesusamigosGrover,unjovensátiro,yAnnabeth,hijadelasabiaAtenea.
RickRiordan
Capítulo1Capítulo2Capítulo3Capítulo4Capítulo5Capítulo6Capítulo7Capítulo8Capítulo9Capítulo10Capítulo11Capítulo12Capítulo13Capítulo14Capítulo15Capítulo16Capítulo17Capítulo18Capítulo19Capítulo20Capítulo21Capítulo22FINAgradecimientos
RickRiordan
Elladróndelrayo
paraHaley,queescuchólahistoriaelprimero
Capítulo1
Pulverizoaccidentalmenteamiprofesoradeintroducciónalálgebra
Mira,yonoqueríasermestizo.Si estás leyendo esto porque crees que podrías estar en lamisma situación,mi consejo es éste:
cierraellibroinmediatamente.Créetelamentiraquetupadreotumadretecontaransobretunacimiento,eintentallevarunavidanormal.
Sermestizoespeligroso.Asusta.Lamayorpartedeltiemposólosirveparaquetematendemanerahorribleydolorosa.
Sieresunniñonormal,queestáleyendoestoporquecreequeesficción,fantástico.Sigueleyendo.Teenvidioporsercapazdecreerquenadadeestosucedió.
Perositereconocesenestaspáginas-sisientesquealgoseremueveentuinterior-,dejadeleeralinstante.Podríasserunodenosotros.Yencuantolosepas,sóloescuestióndetiempoquetambiénelloslopresientan,yentoncesiránporti.
Nodigasquenoestásavisado.
MellamoPercyJackson.Tengodoceaños.HastahaceunosmesesestudiabainternoenlaacademiaYancy,uncolegioprivado
paraniñosconproblemas,enelnortedelestadodeNuevaYork.¿Soyunniñoconproblemas?Sí.Podríamosllamarloasí.Podríaempezarencualquierpuntodemicortaytristevidaparadarpruebadeello,perolascosas
comenzarona ir realmentemalenmayodelañopasado,cuando losalumnosdesextocurso fuimosdeexcursión aManhattan: veintiocho críos tarados y dos profesores en un autobús escolar amarillo, endirecciónalMuseoMetropolitanodeArteavercosasgriegasyromanas.
Yalosé:suenaa tortura.LamayoríadelasexcursionesdeYancyloeran.PeroelseñorBrunner,nuestroprofesordelatín,dirigíalaexcursión,asíqueteníaesperanzas.ElseñorBrunnererauntipodemedianaedadqueibaensilladeruedasmotorizada.Leclareabaelcabello,lucíaunabarbadesaliñadayunachaquetadetweedraídaquesiempreolíaacafé.Coneseaspecto,imposibleadivinarqueeraguay,perocontabahistoriasychistesynosdejabajugarenclase.Tambiénteníaunacolecciónalucinantedearmadurasyarmasromanas,asíqueeraelúnicoprofesorconelquenomedormíaenclase.
Esperabaqueelviajesalierabien.Esperaba,porunavez,nometermeenproblemas.Andaquenoestabaequivocado.Verás,enlasexcursionesmepasancosasmalas.Comocuandoenquintofuialcampodebatallade
Saratoga,donde tuveaquelaccidenteconelcañónde laguerrade la Independenciaamericana.Yonoestabaapuntandoalautobúsdelcolegio,peroporsupuestomeexpulsaronigualmente.Yantesdeaquello,encuartocurso,durantelavisitaalasinstalacionesdelapiscinaparatiburonesenMarineWorld,ledia
la palanca equivocada en la pasarela y nuestra clase acabó dándose un chapuzón inesperado. Y laanterior…Bueno,tehacesunaidea,¿verdad?
Enaquellaexcursiónestabadecididoaportarmebien.DurantetodoelviajealaciudadsoportéaNancyBobofit,lapelirrojapecosaycleptómanaquele
lanzabaamimejoramigo,Grover,trocitosdesándwichdemantequilladecacahueteyketchupalcogote.Grovereraunblancofácil.Eracanijoyllorabacuandosesentíafrustrado.Debíadehaberrepetido
varioscursos,porqueeraelúnicoensextoconacnéyunapelusilla incipienteenlabarbilla.Además,estabalisiado.TeníaunjustificantequeloeximíadelaclasedeEducaciónFísicaduranteelrestodesuvida, ya que padecía una enfermedadmuscular en las piernas. Caminaba raro, como si cada paso ledoliera;peroqueesonoteengañe:tendríasqueverlocorrereldíaquetocabaenchiladaenlacafetería.
Encualquiercaso,NancyBobofitestabatirándoletrocitosdesandwichqueselequedabanpegadosenelpelocastañoyrizado,ysabíaqueyonopodíahacernadaporqueyaestabaenperiododeprueba.El director me había amenazado con expulsión temporal si algo malo, vergonzoso o siquieramedianamenteentretenidosucedíaenaquellasalida.
—Voyamatarla-murmuré.Groverintentócalmarme.—No pasa nada.Me gusta lamantequilla de cacahuete. -Esquivó otro pedazo del almuerzo de
Nancy.—Hasta aquí hemos llegado. -Empecé a ponerme en pie, peroGrover volvió a hundirme enmi
asiento.—Yaestásenperiododeprueba-merecordó-.Sabesaquiénvanaculparsipasaalgo.Echando la vista atrás, ojalá hubiera tumbado a Nancy Bobofit de un tortazo en aquel preciso
instante.Laexpulsióntemporalnohabríasidonadaencomparaciónconellíoenqueestabaapuntodemeterme.
ElseñorBrunnerconducíalavisitaalmuseo.Élibadelante,ensusilladeruedas,guiándonosporlasenormesyresonantesgalerías,atravésde
estatuasdemármolyvitrinasdecristalllenasdecerámicarojaynegrasúpervieja.Meparecíaflipantequetodoaquellohubiesesobrevividomásdedosmilotresmilaños.Nosreunióalrededordeunacolumnadepiedradecasicuatrometrosdealturaconunagranesfinge
encima,yempezóacontarnosquehabíasidounmonumentomortuorio,unaestela,deunachicadenuestraedad.Noshablódelosrelievesdesuscostados.Yointentabaprestaratención,porqueparecíarealmenteinteresante, pero los demás hablaban sin parar, y cuando les decía que se callaran, la otra profesoraacompañante,laseñoraDodds,memirabamal.
La señora Dodds era una profesora dematemáticas procedente de Georgia que siempre llevabacazadora de cuero, aunque era menuda y rondaba los cincuenta años. Tenía un aspecto tan fiero queparecíadispuestaaplantarte laHarleyen la taquilla.Había llegadoaYancyamitaddecurso,cuandonuestraanteriorprofesoradematemáticassufrióunataquedenervios.
Desdeelprimerdía,laseñoraDoddsadoróaNancyBobofityamímeclasificócomounengendrodeldemonio.Meseñalabaconundedoretorcidoymedecía«yahora,cariño»,súperdulce,yyosabíaqueacontinuaciónmecastigaríaaquedarmedespuésdeclase.
Unavez, trashabermeobligadoaborrarrespuestasdeviejos librosdeejerciciosdematemáticashastamedianoche,ledijeaGroverquenocreíaquelaseñoraDoddsfuerahumana.Sequedómirándome,muyserio,ymerespondió:«Tienestodalarazón.»
ElseñorBrunnerseguíahablandodelartefunerariogriego.Alfinal,NancyBobofitseburlódeunafiguradesnudacinceladaenlaestelayyoleespeté:—¿Tequierescallar?-Mesaliómásaltodeloquepretendía.
Elgrupoenterosoltórisitasyelprofesorinterrumpiósudisertación.—SeñorJackson-dijo-,¿tienealgúncomentarioquehacer?Mepusecomountomateycontesté:—No,señor.ElseñorBrunnerseñalóunadelasimágenesdelaestela.—Alomejorpuededecirnosquérepresentaesaimagen.Miréelrelieveysentíalivioporquedehecholoreconocía.—ÉseesCronosdevorandoasushijos,¿no?—Sí-repusoél-.Ehizotalcosapor…—Bueno…-Escarbéenmicerebro-.Cronoseraelreydiosy…—¿Dios?—Titán-mecorregí-.Y…ynoconfiabaensushijos,queerandioses.AsíqueCronos…esto…se
loscomió,¿no?PerosumujerescondióalpequeñoZeusyledioacambiounapiedra.Ydespués,cuandoZeuscreció,engañóasupadreparaquevomitaraasushermanosyhermanas…
—¡Puaj!-dijounachicaamisespaldas.—…asíquehubounagranluchaentrediosesytitanes-proseguí-,ylosdiosesganaron.Algunasrisitas.Detrásdemí,NancyBobofitcuchicheóconunaamiga:—Menudorollo.¿Paraquévaaservirnosenlavidareal?Niqueennuestrassolicitudesdeempleo
fueraaponer:«Porfavor,expliqueporquéCronossecomióasushijos.»—¿Yparaqué,señorJackson-insistióBrunner,parafraseandolaexcelentepreguntadelaseñorita
Bobofit-,hayquesaberestoenlavidareal?—Tehanpillado-murmuróGrover.—Cierraelpico-siseóNancy,conlacaraaúnmásrojaquesupelo.Por lo menos habían pillado también a Nancy. El señor Brunner era el único que la sorprendía
diciendomaldades.Teníaradarespororejas.Penséensupreguntaymeencogídehombros.—Nolosé,señor.— Ya veo. -Brunner pareció decepcionado-. Bueno, señor Jackson, ha salido medio airoso. Es
ciertoqueZeusledioaCronosunamezclademostazayvinoquelehizoexpulsarasusotroscincohijos,que al ser dioses inmortales habían estadoviviendoy creciendo sin ser digeridos en el estómagodeltitán.Losdiosesderrotarona supadre, lo cortaronenpedazoscon supropiahozydesperdigaron losrestos por el Tártaro, la parte más oscura del inframundo. Bien, ya es la hora del almuerzo. SeñoraDodds,¿podríaconducirnosalasalida?
Laclaseempezóasalir,laschicasconteniéndoseelestómago,yloschicosaempujonesyactuandocomomerluzos.Groveryyonosdisponíamosaseguirloscuandoelprofesorexclamó:
—¡SeñorJackson!Losabía.LedijeaGroverquesefueraymevolvíhaciaBrunner.—¿Señor?-Teníaunamiradaquenotedejabaescapar:ojoscastañointensoquepodríantenermil
añosyhaberlovistotodo.—Debesaprenderlarespuestaamipregunta-medijo.—¿Ladelostitanes?—Ladelavidareal.Ytambiéncómoseaplicanaellatusestudios.—Ah.—Loquevasaaprenderdemíesdeimportanciavital.Esperoquelotratescomosemerece.Sólo
voyaaceptardetilomejor,PercyJackson.
Queríaenfadarme,puesaquel tiposabíacómopresionarmedeverdad.Verás,quierodecirquesí,quemolaban los días de competición, esos en que se disfrazaba con una armadura romana y gritaba«¡Adelante!»,ynosdesafiaba,espadacontratiza,aquecorriéramosalapizarraynombráramosatodaslaspersonasgriegasyromanasquevivieronalgunavez,asusmadresyalosdiosesqueadoraban.PeroBrunneresperabaqueyo lohiciera tanbiencomolosdemás,apesardequesoydisléxicoyposeountrastorno por déficit de atención y jamás he pasado de un aprobado…No; no esperaba que fuera tanbuenocomolosdemás:esperabaquefueramejor.Yyosimplementenopodíaaprendermetodosaquellosnombresyhechos,ymuchomenosdeletrearloscorrectamente.
Murmuréalgoacercadeesforzarmemásmientraséldedicabaunatristemiradaalaestela,comosihubieraestadoenelfuneraldelachica.
Medijoquesalieraytomasemialmuerzo.
Laclasesereunióenlaescalinatadelafachada,desdedondesepodíacontemplareltráficodelaQuintaAvenida. Se avecinaba una enorme tormenta, con las nubesmás negras que había visto nuncasobrelaciudad.Supusequeseríaefectodelcalentamientoglobaloalgoasí,porqueeltiempoenNuevaYork había sido más bien rarito desde Navidad. Habíamos sufrido brutales tormentas de nieve,inundacioneseincendiosprovocadosporrayos.Nomehabríasorprendidoquefueseunhuracán.
Nadiemás pareció reparar en ello.Algunos chicos apedreaban palomas con trocitos de cookies.NancyBobofitintentabarobaralgodelmonederodeunamujery,evidentemente,laseñoraDoddshacíalavistagorda.
Groveryyoestábamossentadosenelbordedeunafuente,alejadosdelosdemás.Pensábamosqueasí no todo el mundo sabría que pertenecíamos a aquella escuela: la escuela de los pringados y losraritosquenoencajabanenningúnotrositio.
—¿Castigado?-mepreguntóGrover.—Quéva.Brunnernomecastiga.Peromegustaríaqueaflojaradevezencuando.Quierodecir…
nosoyningúngenio.Groverguardósilencio.Entonces,cuandopenséqueibaasoltarmealgúnreconfortantecomentario
filosófico,mepreguntó:—¿Puedocomermetumanzana?Tampocoteníademasiadoapetito,asíqueseladi.ObservélacorrientedetaxisquebajabanporlaQuintaAvenidaypenséenelapartamentodemi
madre,asólounascallesdeallí.NolaveíadesdeNavidad.Meentraronganasdesubirauntaxiquemellevaraacasa.Meabrazaría
y se alegraría de verme, pero también se sentiría decepcionada ymemiraría de aquellamanera.Medevolvería directamente aYancy,me recordaría que tenía que esforzarmemás, aunque aquélla eramisexta escuela en seis años y probablemente fueran a expulsarme otra vez. Era incapaz de volver asoportaresamirada.
ElseñorBrunneraparcósuvehículoalfinaldelarampaparaparalíticos.Masticabaapiomientrasleíaunanovelaenrústica.Enlapartetraseradelasillateníaencajadaunasombrillaroja,loquelahacíaparecerunamesitadeterrazamotorizada.
MedisponíaaabrirmisándwichcuandoNancyBobofitaparecióconsusdesagradablesamigas-supongoquesehabríacansadodedesplumaralosturistas-,ytirólamitaddesualmuerzoamediocomersobreelregazodeGrover.
—Vaya,miraquiénestáaquí. -Mesonriócon losdientes torcidos.Teníapecasnaranja,comosialguienlehubierapintadolasmejillasconespray.
Intentémantenerlacalma.Elconsejerodelaescuelamehabíadichounmillóndeveces:«Cuentahastadiez,controlatumalgenio.»Peroyoestabatancabreadoquemequedéenblanco.Yacontinuación
oí un revuelo y estrépito de agua.No recuerdo haberla tocado, pero lo siguiente que vi fue aNancysentadadeculoenmediodelafuente,gritando:
—¡Percymehaempujado!¡Hasidoél!LaseñoraDoddssematerializóanuestrolado.Algunoschicoscuchicheaban:—¿Hasvisto…?—…elagua…—…lahaarrastrado…Nosabíadequéhablaban,perosísabíaquehabíavueltoametermeenproblemas.EncuantolaprofesoraseaseguródequelapobrecitaNancyestababienylehuboprometidouna
camisetanuevaenlatiendadelmuseo,secentróenmí.Habíaunresplandortriunfalensusojos,comosiporfinyohubiesehechoalgoqueellallevabaesperandotodoelsemestre.
—Yahora,cariño…—Losé-musité-.Unmesborrandolibrosdeejercicios.-Peronoacerté.—Venconmigo-ordenólamujer.—¡Espere!-intervinoGrover-.Hesidoyo.Yolaheempujado.Mequedémirándolo,perplejo.Nopodíacreerqueintentaraencubrirme.AGroverlaseñoraDodds
ledabaunmiedodemuerte.EllalomirócontantodesdénqueaGroverletemblólabarbilla.—Meparecequeno,señorUnderwood-replicó.—Pero…—Usted-se-queda-aquí.Grovermemirócondesesperación.—Notepreocupes-ledije-.Graciasporintentarlo.—Bien,cariño-ladrólaprofesora-.¡Enmarcha!NancyBobofitdejóescaparunarisita.Yolelancémimiradadeluego-te-asesinoymevolvídispuestoaenfrentarmeaaquellabruja,pero
yanoestabaallí.Sehallabaen la entradadelmuseo, en loaltode la escalinata,dándomeprisas congestosdeimpaciencia.
¿Cómohabíallegadoallítanrápido?Suelo tenermomentos comoése, cuandomi cerebroparecequedarsedormido,y lo siguienteque
ocurreesquemeheperdidoalgo,comosiunapiezadepuzzlesehubieracaídodeluniversoymedejaramirandoelvacíodetrás.ElconsejerodelcolegiomedijoqueeraunaconsecuenciadelTHDA,TrastornoHiperactivodelDéficitdeAtención:micerebromalinterpretandolascosas.
Yonoestabatanseguro.MedirigíhacialaseñoraDodds.AmitaddecaminomevolvíparamiraraGrover.Estabapálido,dejándoselosojosentreelseñor
Brunner y yo, como si quisiera que éste reparara en lo que estaba sucediendo, pero Brunner seguíaabsortoensunovela.
Mirédenuevohaciaarriba.Lamuybrujahabíavueltoadesaparecer.Yaestabadentrodeledificio,alfinaldelvestíbulo.«Vale-pensé-.MeobligaráacomprarleaNancyunacamisetanuevaenlatiendaderegalos.»Peroalparecernoeraéseelplan.
Nos adentramos en el museo. Cuando por fin la alcancé, estábamos de nuevo en la seccióngrecorromana.Salvonosotros,lagaleríaestabadesierta.
Ellapermanecíadebrazoscruzadosfrenteaunenormefrisodemármoldelosdiosesgriegos.Hacíaunruidomuyraroconlagarganta,comosigruñera.Peroinclusosineseruidoyohabríaestadonervioso.Yaesbastantemaloquedarseasolasconunprofesor,nodigamosconlaseñoraDodds.Habíaalgoenlamaneraenquemirabaelfriso,comosiquisierapulverizarlo…
—Hasestadodándonosproblemas,cariño-dijo.Optéporlaopciónsegurayrespondí:—Sí,señora.Seestirólospuñosdelacazadoradecuero.—¿Creíasrealmentequetesaldríasconlatuya?-Sumiradaibamásalládelenfado.Eraperversa.«Esunaprofesora-pensénervioso-,asíquenopuedehacermedaño.»—Me…meesforzarémás,señora-dije.Untruenosacudióeledificio.— No somos idiotas, Percy Jackson -prosiguió ella-. Descubrirte sólo era cuestión de tiempo.
Confiesa,ysufrirásmenosdolor.¿Dequéhablaba?Quizálosprofesoreshabíanencontradoelalijoilegaldecaramelosquevendíaen
midormitorio.Oquizásehabíandadocuentadequehabíasacado la redacciónsobreTomSawyerdeinternetsinleermesiquieraellibroyahoraibanaquitarmelanota.Opeoraún,meharíanleerellibro.
—¿Ybien?-insistió.—Señora,yono…—Setehaacabadoeltiempo-siseóentredientes.Entoncesocurriólacosamásraradelmundo:losojosempezaronabrillarlecomocarbonesenuna
barbacoa, se le alargaron los dedos y se transformaron en garras, su cazadora se derritió hastaconvertirseenenormesalascoriáceas…Mequedéestupefacto.Aquellamujernoerahumana.Eraunacriaturahorripilanteconalasdemurciélago,zarpasylabocallenadecolmillosamarillentos,yqueríahacermetrizas…
Ydepronto lascosasse tornaronaúnmásextrañas:el señorBrunner,queunminutoantesestabafueradelmuseo,aparecióenlagaleríaymelanzóunbolígrafo.
—¡Agárralo,Percy!-gritó.LaseñoraDoddsseabalanzósobremí.Conungemido,laesquivéysentísusgarrasrasgarelairejuntoamioreja.Atrapéelbolígrafoal
vueloyenesemomentoseconvirtióenunaespada.EralaespadadebroncedelseñorBrunner,laqueusabaeldíadelascompeticiones.
LaseñoraDoddssevolvióhaciamíconunamiradaasesina.Misrodillasparecíandegelatinaylasmanosmetemblabantantoquecasisemecaelaespada.—¡Muere,cariño!-rugió,yvolódirectamentehaciamí.Me invadióelpánicoe instintivamenteblandí laespada.Lahojademetal ledioenelhombroy
atravesósucuerpocomosiestuvierarellenodeaire.¡Chsss!LaseñoraDoddsexplotóenunanubedepolvoamarilloy sevolatilizóenel acto, sindejarnadaapartedeun intensooloraazufre,unalaridomoribundoyunfríomalvadoalrededor,comosisusojosencendidossiguieranobservándome.
Estabasolo.Yenmimanosóloteníaunbolígrafo.ElseñorBrunnerhabíadesaparecido.Nohabíanadieexceptoyo.Aúnmetemblabanlasmanos.Mi
almuerzodebíadeestarcontaminadoconhongosalucinógenosoalgoasí.¿Melohabíaimaginadotodo?Regreséfuera.Habíaempezadoalloviznar.Groverseguíasentadojuntoalafuente,conunmapadelmuseoextendidosobresucabeza.Nancy
Bobofittambiénestabaallí,aúnempapadaporsubañitoenlafuente,cuchicheandoconsuscompinches.Cuandomevio,medijo:
—EsperoquelaseñoraKerrtehayadadounosbuenosazotesenelculo.—¿Quién?-pregunté.—Nuestraprofesora,lumbrera.
Parpadeé.Noteníamosningunaprofesoraquesellamaraasí.Ledijedequéestabahablando,peroellaselimitóaponerlosojosenblancoydarselavuelta.LepreguntéaGroverporlaseñoraDodds.
— ¿Quién? -preguntó, y como vaciló un instante y no me miró a los ojos, pensé que pretendíatomarmeelpelo.
—Noesgracioso,tío-ledije-.Estoesgrave.Resonarontruenossobrenuestrascabezas.El señorBrunner seguía sentado bajo su sombrilla roja, leyendo su libro, como si no se hubiera
movido.Meacerquéaél.Levantólamirada,algodistraído.—Ah,mibolígrafo.Leagradecería,señorJackson,queenelfuturotrajerasupropioutensiliode
escritura.Selotendí.Nisiquierahabíareparadoenqueseguíasosteniéndolo.—Señor-dije-,¿dóndeestálaseñoraDodds?Elmemiróconaireinexpresivo.—¿Quién?—Laotraacompañante.LaseñoraDodds,laprofesoradeintroducciónalálgebra.Fruncióelentrecejoyseinclinóhaciadelante,congestodeligerapreocupación.—Percy,nohayninguna señoraDoddsenesta excursión.Queyo sepa, jamáshahabidoninguna
señoraDoddsenlaacademiaYancy.¿Teencuentrasbien?
Capítulo2
Tresancianastejenloscalcetinesdelamuerte
Estaba acostumbrado a tener experiencias raras de vez en cuando, pero solían terminar pronto.Aquellaalucinaciónveinticuatrohorasaldía,sietedíasalasemana,eramásdeloquepodíasoportar.Durante el resto del curso, el colegio entero pareció dispuesto a jugármela. Los estudiantes secomportabancomosiestuvieranconvencidosdequelaseñoraKerr-unarubiaalegrequenohabíavistoenmividahastaquesubióalautobúsalfinaldeaquellaexcursión-eranuestraprofesoradeintroducciónalálgebradesdeNavidad.
De vez en cuando yo sacaba a colación a la señoraDodds, buscando pillarlos en falso, pero sequedabanmirándomecomosifueraunpsicópata.Hastaelpuntodequecasiacabécreyéndolos:laseñoraDoddsnuncahabíaexistido.
Casi.Grover no podía engañarme. Cuando lemencionaba el nombre Dodds, vacilaba una fracción de
segundoantesdeasegurarquenoexistía.Peroyosabíaquementía.Algoestabapasando.Algohabíaocurridoenelmuseo.No tenía demasiado tiempo para pensar en ello durante el día, pero por la noche las terribles
visionesdelaseñoraDoddscongarrasyalascoriáceasmedespertabanentresudoresfríos.Elclimaseguíaenloquecido,cosaquenomejorabamiánimo.Unanoche,unatormentareventólas
ventanasdemihabitación.Unosdíasmástarde,elmayortornadoqueserecuerdaenelvalledelHudsonpasóasóloochentakilómetrosdelaacademiaYancy.UnodelossucesosdeactualidadqueestudiamosenlaclasedesocialesfueelinusualnúmerodeavionescaídosenelAtlánticoaquelaño.
Empecé a sentirme malhumorado e irritable la mayor parte del tiempo. Mis notas bajaron deinsuficienteamuydeficiente.MepeleémásconNancyBobofitysusamigas,yencasitodaslasclasesacababacastigadoenelpasillo.
Alfinal,cuandoelprofesordeinglés,elseñorNicoll,mepreguntópormillonésimavezcómopodíasertanperezosoquenisiquieraestudiabaparalosexámenesdedeletrear,salté.Lellaméviejoebrio.Noestabasegurodequésignificaba,perosonababien.
Alasemanasiguienteeldirectorenvióunacartaamimadre,dándoleasírangooficial:elpróximoañonoseríainvitadoavolveramatricularmeenlaacademiaYancy.
«Mejor-medije-.Mejor.»QueríaestarconmimadreennuestropequeñoapartamentodelUpperEastSide,aunquetuvieraque
iralcolegiopúblicoysoportaramidetestablepadrastroysusestúpidaspartidasdepóquer.Noobstante,habíacosasdeYancyqueecharíademenos.Lavistadelosbosquesdesdelaventana
demidormitorio,elríoHudsonenladistancia,elaromaapinos.EcharíademenosaGrover,quehabíasidounbuenamigo,aunquefueraunpocoraro;mepreocupabacómosobreviviríaelañosiguientesinmí.Tambiénecharíademenoslaclasedelatín:laslocascompeticionesdelseñorBrunnerysufeenqueyopodíahacerlobien.
Seacercaba la semanadeexámenes,ysóloestudiéparasuasignatura.Nohabíaolvidado loqueBrunnermehabíadichosobrequeaquellaasignaturaeraparamíunacuestióndevidaomuerte.Nosabía
muybienporqué,peroelcasoesqueempecéacreerlo.
Latardeantesdemiexamenfinal,mesentítanfrustradoquelancémiGuíaCambridgedemitologíagriegaal otro lado del dormitorio. Las palabras habían empezado a desmadrarse en la página, a darvueltas enmicabezay realizargiroschirriantes comosimontaranenmonopatín.Nohabíamaneraderecordar la diferencia entreQuirón y Caronte, entre Polidectes y Polideuces. ¿Y conjugar los verboslatinos?Imposible.
Mepaseéporlahabitaciónazancadas,comosituvierahormigasdentrodelacamisa.RecordélaseriaexpresióndeBrunner,sumiradademilaños.«Sólovoyaaceptardetilomejor,PercyJackson.»
Respiréhondoyrecogíellibrodemitología.Nunca le había pedido ayuda a un profesor. Tal vez si hablaba conBrunner, podría darme unas
pistas.Porlomenostendríaocasióndedisculparmeporelmuydeficientequeibaasacarensuexamen.NoqueríaabandonarlaacademiaYancyyqueélpensaraquenolohabíaintentado.
Bajéhastalosdespachosdelosprofesores.Lamayoríaseencontrabanvacíosyaoscuras,perolapuertadelseñorBrunnerestabaentreabiertaylaluzsederramabaporelpasillo.
Estaba a tres pasos de la puerta cuando oí voces dentro. Brunner formuló una pregunta y lainconfundiblevozdeGroverrespondió:
—…preocupadoporPercy,señor.Mequedéinmóvil.Noacostumbroescuchardetrásdelaspuertas,peroaverquiénescapazdenohacerlocuandooyes
atumejoramigohablardeticonunadulto.Meacerquémás,centímetroacentímetro.—…soloesteverano-decíaGrover-.Quierodecir,¡hayunaBenévolaenlaescuela!Ahoraquelo
sabemosseguro,yelloslosabentambién…—Si lo presionamos tan sólo empeoraremos las cosas -respondióBrunner-.Necesitamosque el
chicomaduremás.—Peropuedequenotengatiempo.Lafechalímitedelsolsticiodeverano…—TendremosqueresolverlosinPercy.Déjaloquedisfrutedesuignoranciamientraspueda.—Señor,éllavio…—Fueproductodesuimaginación-insistióBrunner-.Lanieblasobrelosestudiantesyelpersonal
serásuficienteparaconvencerlo.— Señor, yo… no puedo volver a fracasar en mis obligaciones. -Grover parecía emocionado-.
Ustedsabeloquesignificaría.—Nohasfallado,Grover-repusoBrunnerconamabilidad-.Yotendríaquehabermedadocuentade
quéera.AhorapreocupémonossólopormanteneraPercyconvidahastaelpróximootoño…Ellibrodemitologíasemecayódelasmanosyresonócontraelsuelo.Elprofesorseinterrumpió
degolpeysequedócallado.Conelcorazóndesbocado,recogíellibroyretrocedíporelpasillo.Unasombracruzóelcristaliluminadodelapuertadeldespacho,lasombradealgomuchomásalto
queBrunnerensusilladeruedas,conalgoenlamanoqueseparecíasospechosamenteaunarco.Abrílapuertacontiguaymeescabullídentro.Alcabodeunossegundosoíunsuaveclop,clop,clop,comodecascosamortiguados,seguidosde
un sonidodeanimalolisqueando, justodelantede lapuerta.Una siluetagrandeyoscura sedetuvounmomentodelantedelcristal,yprosiguió.
Unagotadesudormeresbalóporelcuello.EnalgúnpuntodelpasilloelseñorBrunnerempezóahablardenuevo.—Nada-murmuró-.Misnerviosnosonlosqueerandesdeelsolsticiodeinvierno.—Losmíostampoco…-repusoGrover-.Perohabríajurado…
—Vuelvealdormitorio-ledijoBrunner-.Mañanatienesunlargodíadeexámenes.—Nomelorecuerde.Laslucesseapagaroneneldespacho.Esperéen laoscuridad loqueparecióunaeternidad.Al final, salídenuevoalpasilloyvolvíal
dormitorio.Groverestabatumbadoenlacama,estudiandosusapuntesdelatíncomosihubierapasadoallítodalanoche.
—Eh-medijoconcaradesueño-.¿Estáslistoparaelexamen?Norespondí.—Tienesunaspectohorrible.-Pusoceño-.¿Vatodobien?—Sóloestoy…cansado.Mevolvíparaocultarmiexpresiónymeacostéenmicama.Nocomprendíaquéhabíaescuchadoallíabajo.Queríacreerquemelohabíaimaginadotodo,pero
unacosaestabaclara:GroveryelseñorBrunnerestabanhablandodemíamisespaldas.Pensabanquecorríaalgúntipodepeligro.
La tarde siguiente, cuandoabandonabael examende treshorasde latín, colapsadocon todos losnombresgriegosylatinosquehabíaescritoincorrectamente,elseñorBrunnermellamó.Porunmomentotemíquehubiesedescubiertoqueloshabíaoídohablarlanocheanterior,peronoeraeso.
—Percy-medijo-,notedesanimesporabandonarYancy.Es…lomejor.Sutonoeraamable,perosuspalabrasmeresultabanembarazosas.Aunquehablabaenvozbaja,los
queterminabanelexamenpodíanoírlo.NancyBobofitmesonrióymelanzóbesitossarcásticos.—Vale,señor-murmuré.—Loquequierodeciresque…-Meciósusillaadelanteyatrás,comoinsegurorespectoaloque
queríadecir-.Verás,éstenoesellugaradecuadoparati.Erasólocuestióndetiempo.Meescocíanlasmejillas.Allíestabamiprofesorfavorito,delantedelaclase,diciéndomequenopodíaconaquello.Después
derepetirmedurantetodoelañoquecreíaenmí,ahoramesalíaconqueestabadestinadoalapatada.—Vale-ledijetemblando.—No,nomerefieroaeso.Oh, loconfundestodo.Loquequierodeciresque…noeresnormal,
Percy.Nopasanadapor…—Gracias-leespeté-.Muchasgracias,señor,porrecordármelo.—Percy…Peroyamehabíaido.
Elúltimodíadeltrimestrehicelamaleta.Los otros chicos bromeaban, hablaban de sus planes de vacaciones. Uno de ellos iba a hacer
excursionismo en Suiza. Otro, de crucero por el Caribe durante unmes. Eran delincuentes juveniles,comoyo,perodelincuentesjuvenilesricos.Suspapáseranejecutivos,oembajadores,ofamosos.Yoeraundonnadie,surgidodeunafamiliadedonnadies.
Me preguntaron qué pensaba hacer yo aquel verano, y les respondí que volvía a la ciudad.Meabstuvedemencionarquedurantelasvacacionesnecesitaríaconseguiralgúntrabajopaseandoperrosovendiendosuscripcionesderevistas,ypasarel tiempolibrepreocupándomeporsiencontraríaescuelaenotoño.
—Ah-dijouno-.Esomola.Regresaronasusconversacionescomosiyonuncahubieseexistido.La única persona de la que temía despedirme eraGrover, pero luego no tuve que preocuparme:
habíareservadounbilleteaManhattanenelmismoautobúsGreyhoundqueyo,asíqueallííbamos,otra
vezcaminodelaciudad.Grover no paró de escudriñar el pasillo todo el trayecto, observando al resto de los pasajeros.
Reparéentoncesenque siempre secomportabademaneranerviosae inquietacuandoabandonábamosYancy,comositemiesequeocurrieraalgomalo.Antessuponíaquelepreocupabaquesemetieranconél,peroenaquelautobúsnoibanadiequepudierameterseconél.
Alfinalnopudeaguantarmeyledije:—¿BuscasBenévolas?Grovercasipegaunbrinco.—¿Qué…quéquieresdecir?Lecontéqueloshabíaescuchadohablarlanocheantesdelexamen.Letemblóunpárpado.—¿Quéoíste?-preguntó.—Oh…nomucho.¿Quéeslafechalímitedelsolsticiodeverano?—Mira,Percy…-Seestremeció-.Sóloestabapreocupadoporti.Yasabes,poresodequealucinas
conprofesorasdematemáticasdiabólicas…—Grover…—Ledije al señorBrunner que a lomejor tenías demasiado estrés o algo así, porque no existe
ningunaseñoraDodds,y…—Grover,comomentirosonoteganaríaslavida.Selepusieronlasorejascoloradas.Sacóunatarjetamugrientadelbolsillodesucamisa.—Mira,tomaesto,¿deacuerdo?Porsimenecesitasesteverano.Latarjetateníaunatipografíamortalparamisojosdisléxicos,peroalfinalconseguíentenderalgo
parecidoa:
GroverUnderwoodGuardiánColinaMestizaLongIsland,NuevaYork(800)009-0009
—¿Quéescolinames…?—¡Nolodigasenvozalta!-musitó-.Esmi…direcciónestival.Menuda decepción. Grover tenía residencia de verano. Nuncame había parado a pensar que su
familiapodíasertanricacomolasdemásdeYancy.—Vale-contestéalicaído-.Yasabes,suenacomo…ainvitaciónavisitartumansión.Asintió.—Oporsimenecesitas.—¿Porquéibaanecesitarte?-Lopreguntéconmásrudezadelaquepretendía.Grovertragósaliva.—Mira,Percy,laverdadesqueyo…bien,digamosquetengoqueprotegerte.Lo miré fijamente, atónito. Había pasado todo el año peleándome, manteniendo a los abusones
alejadosdeél.Habíaperdidoelsueñopreocupándomeporquéseríadeélcuandoyonoestuviera.Yallíestabaelmuycaradura,comportándosecomosifuesemiprotector.
—Grover-ledije-,¿dequécreesquetienesqueprotegermeexactamente?Seprodujounsúbitoychirriantefrenazoyempezóasalirunhumonegroyacredelsalpicadero.El
conductormaldijoagritosyaduraspenaslogródetenerelGreyhoundenelarcén.Bajópresurosoysepusoaaporrearytoquetearelmotor,peroalcabodeunosminutosanuncióqueteníamosquebajar.
Noshallábamosenmitaddeunacarreteranormalycorriente:unlugarenelquenadiesefijaríadenosufrirunaavería.Ennuestro ladodelacarreterasólohabíaarcesylosdesechosarrojadospor loscoches.Enelotrolado,cruzandoloscuatrocarrilesdeasfaltoresplandecienteporelcalordelatarde,unpuestodefrutasdelosdeantes.
Lamercancíateníaunapintafenomenal:cajasdecerezasrojascomolasangre,ymanzanas,nuecesyalbaricoques,jarrasdesidrayunabañeraconpatasdegarrallenadehielo.Nohabíaclientes,sólotresancianassentadasenmecedorasalasombradeunarce,tejiendoelpardecalcetinesmásgrandequehevisto nunca.Me refiero a que tenían el tamaño de jerséis, pero eran claramente calcetines. La de laderechatejíauno;ladelaizquierda,otro.Ladelmediososteníaunaenormecestadelanaazuleléctrico.
Las treseranancianas,de rostropálidoyarrugadocomofrutaseca,peloargentado recogidoconcintasblancasybrazoshuesudosquesobresalíanderaídastúnicasdealgodón.
Lomásrarofuequeparecíanestarmirándomefijamente.MevolvíhaciaGroverparacomentárseloyviquehabíapalidecido.Teníaunticenlanariz.—¿Grover?-ledije-.Oye…—Dimequenoteestánmirando.Noteestánmirando,¿verdad?—Puessí.Raro,¿eh?¿Creesquemeiránbienloscalcetines?—Notienegracia,Percy.Ningunagracia.La anciana del medio sacó unas tijeras enormes, de plata y oro y los filos largos, como una
podadora.Grovercontuvoelaliento.—Subamosalautobús-medijo-.Vamos.—¿Qué?-repliqué-.Ahídentrohacemilgrados.—¡Vamos!-Abriólapuertaysubió,peroyomequedéatrás.Alotroladodelacarretera,lasancianasseguíanmirándome.Ladelmediocortóelhilo,yjuroque
oíelchasquidodelastijeraspesealoscuatrocarrilesdetráfico.Susdosamigashicieronunabolaconloscalcetinesazuleléctrico,ymedejaronconladudadeparaquiénserían:siparaunBigfootoparaGodzilla.
Enlatraseradelautobús,elconductorarrancóuntrozodemetalhumeantedelcompartimientodelmotor.Luegoledioalarranque.Elvehículoseestremecióy,porfin,elmotorresucitóconunrugido.
Lospasajerosvitorearon.—¡Malditasea!-exclamóelconductor,ygolpeóelautobúsconsugorra-.¡Todoelmundoarriba!En cuanto nos pusimos enmarcha empecé a sentirme febril, como si hubiera contraído la gripe.
Grovernoteníamejoraspecto:temblabaylecastañeteabanlosdientes.—Grover.—¿Sí?—¿Quéesloquenomehascontado?Sesecólafrenteconlamangadelacamisa.—Percy,¿quéhasvistoenelpuestodefrutas?—¿Terefieresalasancianas?¿Quélespasa?NosoncomolaseñoraDodds,¿verdad?Suexpresióneradifícildeinterpretar,peromediolasensacióndequelasmujeresdelpuestode
frutaseranalgomucho,muchopeorquelaseñoraDodds.—Dimesóloloqueviste-insistió.—Ladeenmediosacóunastijerasycortóelhilo.Cerrólosojosehizoungestoconlosdedosquehabríapodidoserunaseñaldelacruz,peronolo
era.Eraotracosa,algocomo…másantiguo.—¿Lahasvistocortarelhilo?—Sí.¿Porqué?-Peroinclusocuandoloestabadiciendo,sabíaquepasabaalgo.—Ojaláestonoestuvieseocurriendo-murmuróGrover,yempezóamordisquearseelpulgar-.No
quieroqueseacomolaúltimavez.—¿Quéúltimavez?—Siempreensexto.Nuncapasandesexto.—Grover-repuse,empezandoaasustarmedeverdad-,¿dequédiablosestáshablando?—Déjamequeteacompañehastatucasa.Promételo.Meparecióunapeticiónextraña,peroloprometí.—¿Escomounasupersticiónoalgoasí?-pregunté.Noobtuverespuesta.—Grover,elhiloquelaancianacortó…¿significaquealguienvaamorir?Sumiradaestabacargadadeaflicción,comosiyaestuvieraeligiendolasfloresparamiataúd.
Capítulo3
Groverpierdeinesperadamentelospantalones
Horadeconfesarse:plantéaGroverencuantollegamosalaterminaldeautobuses.Yaséquefuemuygroseropormiparte,peromeestabaponiendodelosnervios,memirabacomosi
yoestuvieramuertoynoparabaderefunfuñar:«¿Porquésiemprepasalomismo?»y«¿Porquésiempretienequeserensexto?».
CuandoGroversedisgustabasolíaentrarenacciónsuvejiga,asíquenomesorprendióque,albajardelautobús,mehicieraprometerqueloesperaríayfuesealacolaparaellavabo.
Enlugardeesperar,recogímimaleta,meescabullífueraytoméelprimertaxihaciaelnortedelaciudad.
—AlEast,calleCientocuatroconlaPrimera-ledijealconductor.
Unaspalabrassobremimadreantesdequelaconozcas.SellamaSallyJacksonyeslapersonamásbuenadelmundo,loquedemuestramiteoríadequelos
mejores son losque tienenpeor suerte.Suspadresmurieronenunaccidenteaéreocuando teníacincoaños,y lacrióun tíoquenoseocupabademasiadodeella.Queríasernovelista,asíquepasó todoelinstitutotrabajandoyahorrandodineroparairaunauniversidadconbuenoscursosdeescrituracreativa.Entonces su tío enfermóde cáncer, por lo que tuvo que dejar el instituto el último año para cuidarlo.Cuandomurió,sequedósindinero,sinfamiliaysinbachillerato.
Elúnicobuenmomentoquepasófuecuandoconocióamipadre.Yonoconservorecuerdosdeél,sólounaespeciedecalidez,quizáunleverastrodesusonrisa.A
mimadrenolegustahablardeélporquelaponetriste.Notienefotos.Verás, no estaban casados.Mimadreme contó que era rico e importante, y que su relación era
secreta.Unbuendía,élembarcóhaciaelAtlánticoenalgúnviajeimportanteyjamásregresó.Seperdióenelmar,segúnmimadre.Nomurió.Seperdióenelmar.
Ella trabajaba en empleos irregulares, asistía a clases nocturnas para conseguir su título debachilleratoymecriósola.Jamássequejabaoseenfadaba,nisiquieraunavez,peseaqueyonoerauncríofácil.
Al final se casó con Gabe Ugliano, que fue majo los primeros treinta segundos que lo conocí;despuéssemostrócomoelcretinodeprimeraqueera.Cuandoeramáspequeño,lepuseelmotedeGabeelApestoso.Losiento,peroesverdad.Eltipoolíaapizzadeajoenmohecidaenvueltaenpantalonesdegimnasio.
Entrelosdoslehacíamoslavidaamamámásbiendifícil.LamaneraenqueGabeelApestosolatrataba,elmodoenqueélyyonosllevábamos…Enfin,millegadaacasaesunbuenejemplo.
Entréennuestropequeñoapartamentoconlaesperanzadequemimadrehubieravueltodeltrabajo.Encambio,meencontréenlasalaaGabeelApestoso,jugandoalpóquerconsusamigotes.EltelevisorrugíaconelcanaldedeportesESPN.Habíapatatasfritasylatasdecervezadesperdigadasportodalaalfombra.
Sinlevantarlamirada,éldijodesdeelotroladodelpuro:
—Conqueyaestásaquí,¿eh,chaval?—¿Dóndeestámimadre?—Trabajando-contestó-.¿Tienessuelto?Esofuetodo.Nadade«Bienvenidoacasa.Mealegrodeverte.¿Quétaltehanidoestosúltimosseis
meses?».Gabehabíaengordado.Parecíaunamorsasincolmillosvestidaconropadesegundamano.Tenía
unostrespelosenlacabeza,queseextendíanportodalacalva,comosiesolovolvieramásatractivoovetetúasaber.
TrabajabaenelElectronicsMega-MartdeQueens,peroestabaencasalamayorpartedeltiempo.Noséporquénoloechaban.Loúnicoquehacíaeragastarseelsueldoenpurosquemehacíanvomitaryen cerveza, por supuesto. Cerveza siempre. Cuando yo estaba en casa, esperaba de mí que leproporcionarafondosparajugar.Lollamabanuestro«secretodemachotes».Loquesignificabaque,siselocontabaamimadre,memoleríaapalos.
—Notengosuelto-contesté.Arqueóunacejaasquerosa.Gabeolíaeldinerocomounsabueso,locualerasorprendente,dadoquesupropiohedordebíade
anulartodolodemás.—Has venido en taxi desde la terminal de autobuses -dijo-. Probablemente has pagado con un
billetedeveinteytehabrándevueltoseisosietepavos.Quienesperavivirbajoestetechodebeasumirsuscargas.¿Tengorazón,Eddie?
Eddie,elporterodeledificio,memiróconundestellodesimpatía.—Venga,Gabe-ledijo-.Elchicoacabadellegar.—¿Tengorazónono?-repitióGabe.Eddie frunció el entrecejo y se refugió en su cuenco de galletas saladas. Los otros dos tipos se
pedorrearoncasialunísono.—Estupendo-ledije.Saquéunosdólaresdelbolsilloyloslancéencimadelamesa-.Esperoque
pierdas.—¡Hallegadotuboletíndenotas,cráneoprivilegiado!-exclamócuandomevolví-.¡Yonoiríapor
ahídándometantosaires!Cerrédeunportazomihabitación,queenrealidadnoeramía.Durantelosmesesescolareserael
«estudio» deGabe. Por supuesto, no había nada que estudiar allí dentro, aparte de viejas revistas decoches,peroleencantabaapelotonarmiscosasenelarmario,dejarsusbotasmanchadasdebarroenelalféizaryesforzarseporqueellugarapestaraasuasquerosacolonia,suspurosysucervezarancia.
Dejélamaletaenlacama.Hogar,dulcehogar.ElolordeGabeeracasipeorquelaspesadillassobrelaseñoraDoddsoelsonidodelastijerasde
laancianafrutera.Meestremecísólodepensarlo.RecordélacaradepánicodeGrovercuandomehizoprometerquelodejaríaacompañarmeacasa.Unsúbitoescalofríomerecorrió.Sentícomosialguien-algo- estuviera buscándome en aquel preciso instante, quizá subiendo pesadamente por las escaleras,mientraslecrecíanunasgarraslargasyenormes.
Entoncesoílavozdemimadre.—¿Percy?Abriólapuertaymismiedossedesvanecieron.Mimadreescapazdehacerquemesientabiensóloconentrarenmihabitación.Susojosrefulgeny
cambiandecolorconlaluz.Susonrisaestancálidacomounacolchatejidaamano.Tieneunascuantascanasentrelalargamelenacastaña,peronuncalahevistovieja.Cuandomemira,escomosisólovieralascosasbuenasquetengo,ningunadelasmalas.Jamáslaheoídolevantarlavozodecirunapalabradesagradableanadie,nisiquieraamíoaGabe.
—Oh,Percy.-Meabrazófuerte-.Nomelopuedocreer.¡CuántohascrecidodesdeNavidad!Su uniforme rojo, blanco y azul de la pastelería Sweet onAmerica olía a lasmejores cosas del
mundo:chocolate,regalizylasdemáscosasquevendíaenlatiendadegolosinasdelaestaciónGrandCentral.Mehabíatraído«muestrasgratis»,comosiemprehacíacuandoyoveníaacasa.
Nossentamosjuntosenelbordedelacama.Mientrasyoatacabalastirasdearándanosácidos,mepasólamanoporlacabezayquisosabertodoloquenolehabíacontadoenmiscartas.Nomencionómiexpulsión,noparecíaimportarle.Pero¿yoestababien?¿Suniñitoselasapañaba?
Le dije que nome agobiara, queme dejara respirar y todo eso, aunque en secretome alegrabamuchísimodetenerlaamilado.
— Eh, Sally, ¿qué tal si nos preparas un buen pastel de carne? -vociferó Gabe desde la otrahabitación.
Merechinaronlosdientes.Mimadreeslamujermásagradabledelmundo.Tendríaqueestarcasadaconunmillonario,nocon
uncapullocomoGabe.Porella,intentésonaroptimistacuandolecontémisúltimosdíasenlaacademiaYancy.Ledijeque
noestabademasiadoafectadoporlaexpulsión(estavezcasihabíaduradouncursoentero).Habíahechonuevosamigos.Nomehabíaidomalenlatín.Y,enserio,laspeleasnohabíansidotanterriblescomoasegurabaeldirector.MegustabalaacademiaYancy.Deverdad.Enfin, lopinté tanbienquecasimeconvencí amímismo.Semehizo un nudo en la garganta al pensar enGrover y el señorBrunner.NisiquieraNancyBobofitparecíatanmala.
Hastaaquellaexcursiónalmuseo…—¿Qué?-mepreguntómimadre.Meazuzabalaconcienciaconlamirada,intentandosonsacarme-.
¿Teasustóalgo?—No,mamá.Nomegustómentir.QueríacontárselotodosobrelaseñoraDoddsylastresancianasconelhilo,
peropenséquesonaríaestúpido.Apretóloslabios.Sabíaquemeguardabaalgo,peronomepresionó.—Tengounasorpresaparati-dijo-.Nosvamosalaplaya.Puseunosojoscomoplatos.—¿AMontauk?—Tresnoches,enlamismacabaña.—¿Cuándo?Sonrióycontestó:—Encuantomecambie.Nopodíacreerlo.MimadreyyonohabíamosidoaMontauklosúltimosdosveranosporqueGabe
decíaquenohabíasuficientedinero.EnesemomentoGabeaparecióporlapuertaymasculló:—¿Quépasaconesepastel,Sally?¿Esquenomehasoído?Quisepegarleunpuñetazo,perocrucélamiradaconmimadreycomprendíquemeofrecíauntrato:
sé amable con Gabe un momentito. Sólo hasta que ella estuviera lista para marcharnos a Montauk.Despuésnoslargaríamosdeallí.
—Yavoy,cariño-ledijoaGabe-.Estábamoshablandodelviaje.Gabeentrecerrólosojos.—¿Elviaje?¿Quieresdecirquelodecíasenserio?—Losabía-murmuré-.Novaadejarnosir.—Claroquesí-repusomimadresinalterarse-.Tupadrastrosóloestápreocupadoporeldinero.
Esoestodo.Además-añadió-,Gabrielnovaatenerqueconformarseconunpastelnormalito.Seloharé
desietecapasyprepararémisalsaespecialdeguacamoleycremaagria.Vaaestarcomounrajá.Gabeseablandóunpoco.—Asíqueeldineroparaeseviajevuestro…vaasalirdetupresupuestopararopa,¿no?—Sí,cariño-asegurómimadre.—Yllevarásmicocheallíylotraerásdevuelta,aningúnsitiomás.—Tendremosmuchocuidado.Gabeserascólapapada.—Alomejorsiteesmerasconesepasteldesietecapas…Yalomejorsielcríosedisculpapor
interrumpirmipartidadepóquer.«A lomejor si te pego una patada dondemás duele y te dejo una semana con voz de soprano»,
pensé.Perolosojosdemimadremeadvirtieronquenolocabreara.¿Porquésoportabaaaqueltipejo?Tuveganasdegritar.¿Porquéleimportabaloqueélpensara?—Losiento-murmuré-.Sientodeverdadhaberinterrumpidotuimportantísimapartidadepóquer.
Porfavor,vuelveaellainmediatamente.Gabeentrecerrólosojos.Suminúsculocerebroprobablementeintentabadetectarelsarcasmoenmi
declaración.—Bueno,loquesea-resopló,yvolvióasupartida.—Gracias,Percy-medijomamá-.EncuantolleguemosaMontauk,seguiremoshablandode…lo
quesetehaolvidadocontarme,¿vale?Porunmomentomeparecióveransiedadensusojos-elmismomiedoquehabíavistoenGrover
duranteelviajeenautobús-,comositambiénmimadresintieraunfríoextrañoenelaire.Peroentoncesrecuperósusonrisa,ysupusequemehabíaequivocado.MerevolvióelpeloyfueaprepararleaGabesupastelespecial.
Unahoramástardeestábamoslistosparamarcharnos.Gabesetomóundescansodesupartidalobastantelargoparavermecargarlasbolsasdemimadre
enelcoche.Nodejódeprotestaryquejarseporperderasucocinera-ylomásimportante,suCámarodel78-durantetodoelfindesemana.
—Nolehagasniunrasguñoalcoche,cráneoprivilegiado-meadvirtiómientrascargabalaúltimabolsa-.Niunrasguñopequeñito.
Comosiyofueraaconducir.Teníadoceaños.PeroesonoleimportabaalbuenodeGabe.Siunagaviotasecagaraenlapintura,encontraríaunaformadeecharmelaculpa.
Alverlo regresar torpementehacia el edificio,meenfadé tantoquehicealgoqueno séexplicar.CuandoGabellegóalapuerta,hicelaseñalquelehabíavistohaceraGroverenelautobús,unaespeciedegestopara alejar elmal: unamano con formadegarra haciami corazónydespuésunmovimientobruscohaciafuera,comoparaempujar.Entonceselportalsecerrótanfuertequelegolpeóeltraseroyloenvióvolandoporlasescalerascomounhombre-bala.Puedequesólofueraelviento,oalgúnaccidenteraroconlasbisagras,peronomequedéparaaveriguarlo.
SubíalCamaroyledijeamimadrequepisaraafondo.
Nuestrobungalowalquiladoestabaen laorilla sur,en lapuntadeLongIsland.Eraunacasitadetonopastelconcortinasdescoloridas,mediohundidaenlasdunas.Siemprehabíaarenaenlassábanasyarañasporlahabitación,ylamayoríadeltiempoelmarestabademasiadofríoparabañarse.
Meencantaba.Íbamosallídesdequeeraniño.Mimadrellevabamástiempoyendo.Jamásmelodijoexactamente,
peroyosabíaporquéaquellaplayaeraespecialparaella.Eraellugardondehabíaconocidoamipadre.
AmedidaquenosacercábamosaMontauk,mimadrepareciórejuvenecer,añosdepreocupaciónytrabajodesaparecierondesurostro.Susojossevolvierondelcolordelmar.
Llegamos al atardecer, abrimos las ventanas y emprendimos nuestra rutina habitual de limpieza.Luegocaminamospor laplaya, lesdimospalomitasdemaízazulesa lasgaviotasycomimosnuestrasgominolasazules,caramelosmasticablesazules,ylasdemásmuestrasgratisquemimadrehabíatraídodeltrabajo.
Supongoquetengoqueexplicarlodelacomidaazul.Verás, Gabe le dijo una vez amimadre que no existía tal cosa. Tuvieron una pelea, que en su
momentoparecióunatontería,perodesdeentoncesmimadresevolviólocaporcomerazul.Preparabatartas de cumpleaños y batidos de arándanos azules. Compraba nachos de maíz azul y traía a casacaramelos azules.Esto -junto con sudecisióndemantener sunombrede soltera, Jackson, en lugar dehacerse llamar señoraUgliano- erapruebadequeno estaba totalmente abducidaporGabe.Teníaunavetarebelde,comoyo.
Cuando anocheció, hicimos una hoguera. Asamos salchichas y malvaviscos. Mamá me contóhistoriasdesuniñez,antesdequesuspadresmurieranenunaccidenteaéreo.Mehablódeloslibrosquequeríaescribiralgúndía,cuandotuvierasuficientedineroparadejarlatiendadegolosinas.
Al final, reuní valor para preguntarle lo que me rondaba por la mente desde que llegamos aMontauk: mi padre. A ella se le empañaron los ojos. Supuse que me contaría las mismas cosas desiempre,peroyonuncamecansabadeoírlas.
—Eraamable,Percy-dijo-.Alto,guapoyfuerte.Perotambiéngentil.Tútienessupelonegro,yalosabes,ysusojosverdes.-Mamápescóunagominolaazuldelabolsadelasgolosinas-.Ojaláélpudieraverte,Percy.¡Quéorgullosoestaría!
Mepreguntécómopodíadecireso.¿Quéteníayodefantástico?Erauncríohiperactivoydisléxicoconunboletíndenotasllenodeinsuficientes,expulsadodelaescuelaporsextavezenseisaños.
—¿Cuántosañostenía?-lepregunté-.Quierodecir…cuandosemarchó.Observólasllamas.—Sóloestuvoconmigounverano,Percy.Justoaquí,enestaplaya.Enestacabaña.—Peromeconociódebebé.—No,cariño.Sabíaqueyoestabaesperandounniño,peronuncatevio.Tuvoquemarcharseantes
dequetúnacieras.Intenté conciliar aquello con el hechode que yo creía recordar algo demi padre.Un resplandor
cálido.Unasonrisa.Siemprediporsupuestoqueélmehabíaconocidoalnacer.Mimadrenuncamelohabíadichodirectamente,peroaunasímeparecíalógico.Yahorameenterabadequeélnuncamehabíavisto…
Meenfadéconmipadre.Puedequefueraunaestupidez,peroleechéencaraquesemarcharaenaquel viaje por mar y no tuviera agallas para casarse con mamá. Nos había abandonado, y ahoraestábamosatrapadosconGabeelApestoso.
—¿Vasaenviarmefueradenuevo?-pregunté-.¿Aotrointernado?Sacóunmalvaviscodelahoguera.—Nolosé,cariño-dijocontonoserio-.Creo…creoquetendremosquehaceralgo.—¿Porquenomequierescerca?-Mearrepentíalinstantedepronunciaresaspalabras.Losojosdemimadresehumedecieron.Meagarrólamanoylaapretóconfuerza.—Oh,Percy,no.Yo…tengoquehacerlo,cariño.Portupropiobien.Tengoqueenviartelejos.SuspalabrasmerecordaronloqueelseñorBrunnerhabíadicho:queeramejorparamíabandonar
Yancy.—Porquenosoynormal-respondí.— Lo dices como si fuera algo malo, Percy. Pero ignoras lo importante que eres. Creí que la
academiaYancyestaríalobastantelejos,penséqueallíestaríasporfinasalvo.—¿Asalvodequé?Cruzamoslasmiradasymeasaltóunaoleadaderecuerdos:todaslascosasrarasypavorosasque
mehabíanpasadoenlavida,algunasdelascualeshabíaintentadoolvidar.Cuando estaba en tercer curso, un hombre vestido con una gabardina negrame persiguió por un
patio.Losmaestrosloamenazaronconllamaralapolicíayélsemarchógruñendo,peronadiemecreyócuandolesdijequebajoelsombrerodealaanchaelhombresólo teníaunojo,enmediode la frente.Antesdeeso:unrecuerdomuy,muytemprano.Estabaenpreescolaryunaprofesoramepusoahacerlasiesta por error en una cuna en la que se había colado una culebra. Mi madre gritó cuando vino arecogerme y me encontró jugando con una cuerda mustia y con escamas, que de algún modo habíaconseguido estrangular conmis regordetasmanitas.En todas las escuelasme había ocurrido algo queponíalospelosdepunta,algopeligroso,yesomehabíaobligadoatrasladarme.
SabíaquedebíacontarleamimadrelodelasancianasdelpuestodefrutasylodelaseñoraDoddsen el museo, mi extraña alucinación de haber convertido en polvo a la profesora de mates con unaespada.
Pero no me atreví. Tenía la extraña intuición de que aquellas historias pondrían fin a nuestraexcursiónaMontauk,ynoqueríaqueesoocurriera.
—Heintentadotenertetancercademícomohepodido-dijomimadre-.Meadvirtieronqueeraunerror.Perosólohayotraopción,Percy:ellugaralquequeríaenviartetupadre.Yyo…simplementenosoportolaidea.
—¿Mipadrequeríaquefueraaunaescuelaespecial?—Noesunaescuela.Esuncampamentodeverano.Lacabezamedabavueltas.¿Porquémipadre-quenisiquierasehabíaquedadoparavermenacer-
lehabíahabladoamimadredeuncampamentodeverano?Ysieratanimportante,¿porquéellanolohabíamencionadoantes?
—Losiento,Percy-dijoalvermimirada-.Peronopuedohablardeello.Yo…nopudeenviarteaeselugar.Quizáhabríasupuestodecirteadiósparasiempre.
—¿Parasiempre?Perosisóloesuncampamentodeverano…Sevolvióhacialahoguera,yporsuexpresiónsupequesilehacíamáspreguntasseecharíaallorar.
Esanochetuveunsueñomuyreal.Había tormenta en la playa, y dos animales preciosos -un caballo blanco y un águila dorada-
intentabanmatarsemutuamente entre las olas de la orilla. El águila se abalanzaba y rasgaba con susespoloneselhocicodelcaballo.Elcaballosevolvíaycoceabalasalasdeláguila.Mientraspeleaban,latierratemblóyunavozmonstruosaestallóencarcajadasdesdealgúnlugarsubterráneo,incitandoalasbestiasapelearconmayorfiereza.
Corríhacialaorilla,sabíaqueteníaqueevitarquesemataran,peroavanzabaacámaralenta.Sabíaquellegaríatarde.Vialáguilalanzarseenpicado,dispuestaasacarlelosespantadosojosalcaballo,ygrité«¡Nooo!».
Medespertésobresaltado.Fuerahabíaestalladorealmenteunatormenta,laclasedetormentaquederribaárbolesycasas.No
habíaningúncaballooáguilaenlaplaya,sólorelámpagosqueiluminabantodoconfogonazosdeluz,yolasdesietemetrosbatiendocontralasdunascomoartilleríapesada.
Alsiguientetrueno,mimadretambiénsedespertó.Seincorporóconlosojosmuyabiertosydijo:—Unhuracán.Esoeraabsurdo.LoshuracanesnuncalleganaLongIslandalprincipiodelverano.Peroalocéano
parecíahabérseleolvidado.Porencimadelrugidodelviento,oíunaullidodistante,unsonidoenfurecido
ytorturadoquemepusolospelosdepunta.Despuésunruidomuchomáscercano,comomazazosenlaarena.Yunavozdesesperada:alguien
gritabayaporreabanuestrapuerta.Mimadresaltódesucamaencamisónyabrióelpestillo.Grover apareció enmarcado en el umbral contra el aguacero. Pero no era… no era exactamente
Grover.—Hepasado toda lanochebuscándote -jadeó-.¿Enquéestabaspensandocuando te largaste sin
mí?Mimadrememiróasustada,noporGroversinoporelmotivoquelohabíatraído.—¡Percy!-gritóparahacerseoírconlalluvia-,¿quépasóenlaescuela?¿Quénomehascontado?YoestabaparalizadomirandoaGrover.Nopodíacomprenderquéestabaviendo.—OZeukaialloitheoi!-exclamóGrover-.¡Mevienepisandolostalones!¿Aúnnolehascontado
nadaatumadre?Estabademasiadoaturdidopararegistrarqueélacababademaldecirengriegoantiguo…yqueyo
lohabíaentendidoperfectamente.Estabademasiadoaturdidoparapreguntarmecómohabíallegadoallíélsolo,enmediodelanoche.PorqueademásGrovernollevabalospantalonespuestos,ydondedebíanestarsuspiernas…dondedebíanestarsuspiernas…
Mimadrememiróconseriedadymehablóconuntonoquenuncahabíaempleadoantes:—Percy.¡Cuéntameloya!Tartamudeéalgo sobre las ancianasdelpuestode frutasy sobre la señoraDodds,ymimadre se
quedómirándomeconunapalidezmortalalaluzdelosrelámpagos.Porfinagarrósubolso,melanzóelimpermeableyexclamó:
—¡Meteosenelcoche!¡Losdos!¡Venga!GroverechóacorrerhaciaelCámaro,peroenrealidadnocorría,noexactamente.Trotaba,sacudía
suspeludoscuartostraseros,yderepentesuhistoriasobreunadolenciamuscularenlaspiernascobrósentido.Comprendícómopodíaavanzartanrápidoyaunasícojearcuandocaminaba.
Sí,locomprendíporqueallídondedebíanestarsuspies,nohabíapies.Habíapezuñas.
Capítulo4
Mimadremeenseñaatorear
Atravesamoslanocheatravésdeoscurascarreterascomarcales.ElvientoazotabaelCámaro.Lalluvia golpeaba el parabrisas. Yo no sabía cómo mi madre podía ver algo, pero siguió pisando elacelerador.
Cadavezqueestallabaunrelámpago,yomirabaaGrover,sentadojuntoamíenelasientotrasero,ypensabaqueomehabíavueltomajaraoélllevabapuestosunospantalonesdealfombradepelolargo.Perono,teníaaquelolordelasexcursionesalzoodemascotas:olíaalanolina,delalana;elolordeunanimaldegranjaempapado.
—Asíquetúymimadre…¿osconocíais?-semeocurriódecir.LosojosdeGrovermirabanunayotravezelretrovisor,aunquenoteníamoscochesdetrás.—Noexactamente-contestó-.Quierodecirquenonosconocíamosenpersona,peroellasabíaque
tevigilaba.—¿Quemevigilabas?—Te seguía la pista.Me aseguraba de que estuvieras bien. Pero no fingía ser tu amigo -añadió
rápidamente-.Soytuamigo.—Vale,pero¿quéeresexactamente?—Esonoimportaahora.—¿Quenoimporta?Mimejoramigoesunburrodecinturaparaabajo…Groversoltóunbalidogutural.—¡Cabra!-gritó.—¿Qué?—¡Quedecinturaparaabajosoyunacabra!—Perosiacabasdedecirquenoimporta.—¡Bee-ee-ee!¡Haysátirosquetepatearíanantetalinsulto!—¡Uau!Sátiros.¿Quieresdecircriaturasimaginariascomolasdelosmitosquenosexplicabael
señorBrunner?—¿Eranlasancianasdelpuestoimaginarias,Percy?¿LoeralaseñoraDodds?—¡AsíqueadmitesquehabíaunaseñoraDodds!—Porsupuesto.—Entonces¿porqué…?—Cuantomenossepas,menosmonstruosatraerás-respondióGrover,comosifueseunaobviedad-.
Tendimosunanieblasobrelosojosdeloshumanos.ConfiamosenquepensarasquelaBenévolaeraunaalucinación.Peronofuncionóporqueempezasteacomprenderquiéneres.
—¿Quién…?Unmomento.¿Quéquieresdecir?Volvíaoíraquelaullidotorturadoenalgúnlugardetrásdenosotros,máscercaqueantes.Fueralo
quefueseloquenosperseguía,seguíanuestrorastro.—Percy-dijomimadre-,haydemasiadoqueexplicarynotenemostiempo.Debemosllevarteaun
lugarseguro.
—¿Segurodequé?¿Quiénmepersigue?—Oh,casinadie -soltóGrover,aúnmolestopormicomentariodelburro-.SóloelSeñorde los
Muertosyalgunasdesuscriaturasmássanguinarias.—¡Grover!—Perdone,señoraJackson.¿Puedeconducirmásrápido,porfavor?Intentéhacermealaideadeloqueestabaocurriendo,perofuiincapaz.Sabíaquenoeraunsueño.
Yonoteníaimaginación.Enlavidasemehabríaocurridoalgotanraro.Mimadregiróbruscamentea la izquierda.Nosadentramosa todavelocidadenunacarreteraaún
másestrecha,dejandoatrásgranjassombrías,colinasboscosasycartelesde«Recojasuspropiasfresas»sobrevallasblancas.
—¿Adondevamos?-pregunté.—Alcampamentodeveranodelque tehablé. -Lavozdemimadresonóhermética; intentabano
asustarseparanoasustarmeamí-.Alsitiodondetupadrequeríaquefueras.—Alsitiodondetúnoqueríasquefuera.— Por favor, cielo -suplicó mi madre-. Esto ya es bastante duro. Intenta entenderlo. Estás en
peligro.—¿Porqueunasancianascortanhilo?—Noeranancianas-intervinoGrover-.EranlasMoiras.¿Sabesquésignificaelhechodequesete
aparecieran?Sólolohacencuandoestásapunto…cuandoalguienestáapuntodemorir.—Unmomento.Hasdichoestás.—No,nolohedicho,hedichoalguien.—Queríasdecirestás.¡Tereferíasamí!—¡Queríadecirestáscomocuandosedicealguien,notú!—¡Chicos!-dijomamá.Giróbruscamentealaderechayviojustoatiempounafiguraquelogróesquivar;unaformaoscura
yfugazquedesapareciódetrásdenosotrosentrelatormenta.—¿Quéeraeso?-pregunté.— Ya casi llegamos -respondió mi madre, haciendo caso omiso de mi pregunta-. Un par de
kilómetrosmás.Porfavor,porfavor,porfavor…Nosabíadóndenosencontrábamos,peromedescubríinclinadohaciadelante,esperandollegarallí
cuantoantes.Fuera,nadasalvolluviayoscuridad:laclasedepaisajedesiertoquehayenlapuntadeLongIsland.
PenséenlaseñoraDoddsmetamorfoseándoseenaquellacosadecolmillosafiladosyalascoriáceas.Meestremecí.Realmentenoeraunacriaturahumana.Yhabíaqueridomatarme.
EntoncespenséenelseñorBrunner…yensubolígrafo-espada.AntesdequepudierapreguntarleaGroversobreaquello,semeerizóelvellodelanuca.Hubounresplandor,unarepentinaexplosiónyelcocheestalló.
Recuerdo sentirme liviano, como si me aplastaran, frieran y lavaran todo al mismo tiempo.Despeguélafrentedelapartetraseradelasientodelconductoryexclamé:
—¡Ay!.—¡Percy!-gritómimadre.Intentésacudirmeelaturdimiento.Noestabamuertoyelcochenohabíaexplotadorealmente.Nos
habíamosmetidoenunazanja.Lasportezuelasdelladodelconductorestabanatascadasenelbarro.Eltecho se había abierto como una cáscara de huevo y la lluvia nos empapaba. Un rayo. Era la únicaexplicación.Noshabíasacadodelacarretera.Juntoamí,enelasiento,Groverestabainmóvil.
—¡Grover!Tumbadohaciadelante,unhilillodesangre lecorríapor lacomisurade los labios.Lesacudí la
peludacaderamientraspensaba:«¡No!¡Aunqueseasmitadcabra,eresmimejoramigoynoquieroquetemueras!
—Comida-gimió,ysupequehabíaesperanza.—Percy-dijomimadre-,tenemosque…-Lefallólavoz.Miréhaciaatrás.Enundestellodeunrelámpago,atravésdelparabrisastraserosalpicadodebarro,
viunafiguraqueavanzabapesadamentehacianosotrosenelrecododelacarretera.Lavisiónmepusopieldegallina.Eralasiluetaoscuradeuntipoenorme,comounjugadordefútbolamericano.Parecíasostener una manta sobre la cabeza. Su mitad superior era voluminosa y peluda. Con los brazoslevantadosparecíatenercuernos.
Traguésaliva.—¿Quiénes…?—Percy-dijomimadre,mortalmentesería-.Saldelcoche.Eintentóabrirsuportezuela,peroestabaatascadaenelbarro.Lointentéconlamía.Tambiénestaba
atascada.Miré desesperadamente el agujerodel techo.Habría podido ser una salida, pero los bordeschisporroteabanyhumeaban.
—¡Salporelotrolado!-urgiómimadre-.Percy,tienesquecorrer.¿Vesaquelárbolgrande?—¿Qué?Otro resplandor, y por el agujero humeante del techo vi lo queme indicaba: un grueso árbol de
NavidaddeltamañodelosdelaCasaBlanca,enlacumbredelacolinamáscercana.—Eseesellímitedelapropiedad,elcampamentodelquetehablé-insistiómimadre-.Subeaesa
colinayverásunaextensagranjavalleabajo.Correynomiresatrás.Gritaparapedirayuda.Nopareshastallegaralapuerta.
—Mamá,tútambiénvienes.-Teníalacarapálidaylosojostristescomocuandomirabaelocéano-.¡Venga,mamá!-grité-.Túvienesconmigo.AyúdameallevaraGrover…
—¡Comida!-gimióGroverdenuevo.El hombre con la manta en la cabeza seguía aproximándose, mientras bufaba y gruñía. Cuando
estuvolobastantecerca,reparéenquenopodíaestarsosteniendounamantasobrelacabeza,porquesusmanos,unasmanosenormesycarnosas, le colgabande los costados.Nohabíaningunamanta.Loquesignificabaqueaquellaenormeyvoluminosamasapeluda,demasiadograndeparasersucabeza…erasucabeza.Ylaspuntasqueparecíancuernos…
—Nonosquiereanosotros-dijomimadre-.Tequiereati.Además,yonopuedocruzarellímitedelapropiedad.
—Pero…—Notenemostiempo,Percy.Vete,porfavor.Entoncesmeenfadé:meenfadéconmimadre,conGroverlacabrayconaquellacosaquesenos
echabaencima,lentaeinexorablemente,comountoro.TrepéporencimadeGroveryabrílapuertabajolalluvia.—Nosvamosjuntos.¡Vamos,mamá!—Tehedichoque…—¡Mamá!Novoyadejarte.AyúdameconGrover.Noesperésurespuesta.SalíagatasfuerayarrastréaGrover.Meresultódemasiadolivianopara
susdimensiones,peronohabríallegadomuylejossimimadrenomehubieraayudado.Nos echamos los brazos deGrover por los hombros y empezamos a subir a trompicones por la
colina,atravésdehierbahúmedaquenosllegabahastalacintura.Almirar atrás, vi almonstruo claramente por primera vez.Medía unos dosmetros, sus brazos y
piernaseranalgosimilara laportadadelarevistaMuscleMan:bícepsy trícepsyunmontónmásdeíceps,todosellosembutidosenunapielsurcadadevenascomosifueranpelotasdebéisbol.Nollevaba
ropaexceptolainterior-unoscalzoncillosblancos-,cosaquehabríaresultadograciosadenoserporquelapartesuperiordelcuerpodabatantomiedo.Unapelambrerahirsutaymarróncomenzabaalaalturadelombligoyseespesabaamedidaqueascendíahacialoshombros.
Elcuelloeraunamasademúsculoypeloqueconducíaalaenormecabezota,queteníaunhocicotan largocomomibrazo,ynarinasaltivasde lasquecolgabaunarodemetalbrillante,ojosnegrosycrueles,ycuernos:unosenormescuernosblanquinegrosconpuntastanafiladascomonoseconsiguenconunsacapuntaseléctrico.
De repente lo reconocí.Aquelmonstruo aparecía en una de las primeras historias que nos habíacontadoelseñorBrunner.Peronopodíaserreal.
Parpadeéparaquitarmelalluviadelosojos.—Es…—ElhijodePasífae-dijomimadre-.Ojaláhubierasabidocuántodeseabanmatarte.—PeroeselMin…—Nodigassunombre-meadvirtió-.Losnombrestienenpoder.Elárbolseguíademasiadolejos:aunostreintametroscolinaarriba,porlomenos.Volvíamiraratrás.Elhombretoroseinclinósobreelcoche,mirandoporlasventanillas.Enrealidad,másquemirar
olisqueaba, como siguiendo un rastro.Me pregunté si era tonto, pues no estábamos amás de quincemetros.
—¿Comida?-repitióGrover.—Chist-susurré-.Mamá,¿quéestáhaciendo?¿Esquenonosve?—Veyoyefatal.Seguíaporelolfato.Peroprontoadivinarádóndeestamos.Comosimamálehubieradadolaentrada,elhombretoroaullófurioso.AgarróelCámarodeGabe
poreltechorasgado,yelchasiscrujióyseresquebrajó.Levantóelcocheporencimadesucabezayloarrojóalacarretera,dondecayósobreelasfaltomojadoypatinódespidiendochispasalolargodemásdecienmetrosantesdedetenerse.Eltanquedegasolinaexplotó.
«Niunrasguño»,recordédeciraGabe.¡Vaya!—Percy-dijomimadre-,cuandoteveaembestirá.Esperahastaelúltimosegundoyteapartasdesu
caminosaltandoaunlado.Nocambiamuybiendedirecciónunavezselanzaenembestida.¿Entiendes?—¿Cómosabestodoeso?—Llevomuchotiempotemiendoesteataque.Deberíahabertomadolasmedidasoportunas.Fuiuna
egoístaalmantenerteamilado.—¿Almantenermeatulado?Peroqué…Otroaullidodefuriayelhombretoroempezóasubirlacolinacongrandespisotones.Noshabíaolido.Elsolitariopinoestabasóloaunosmetros,perolacolinaeracadavezmásempinadayresbaladiza,
yGrovernospesabamás.Elmonstruosenosechabaencima.Unossegundosmásylotendríamosallí.Mimadredebíadeestarexhausta,perososteníaaGroverconelhombro.
—¡Márchate,Percy!¡Aléjatedenosotros!Recuerdaloquetehedicho.Noqueríahacerlo,peroellaestabaenlocierto:eranuestraúnicaoportunidad.Echéacorrerhacia
la izquierda,mevolví yvi a la criatura abalanzarse sobremí.Lososcurosojos le brillabandeodio.Apestaba como carne podrida. Agachó la cabeza y embistió, apuntando los cuernos afilados comonavajasdirectamenteamipecho.
Elmiedomeurgíaasalirpitando,peroesonofuncionaría.Jamáslograríahuircorriendodeaquellacosa.Asíquememantuveenelsitioy,enelúltimomomento,saltéaunlado.
Elhombretoropasócomounhuracán,comountrendemercancías.Soltóunaullidodefrustracióny
sediolavuelta,peroestaveznohaciamí,sinohaciamimadre,queestabadejandoaGroversobrelahierba.
Habíamosalcanzadolacrestadelacolina.Alotroladoveíaunvalle, justocomohabíadichomimadre,ylas lucesdeunagranjaazotadaporla lluvia.Peroestabaaunostrescientosmetros.Jamásloconseguiríamos.
Elmonstruogruñó, piafando.Siguiómirandoamimadre, que empezaba a retirarse colina abajo,hacialacarretera,tratandodealejarlodeGrover.
—¡Corre,Percy!-gritó-.¡Yonopuedoacompañarte!¡Corre!Perome quedé allí, paralizado por elmiedo,mientras la bestia embestía contra ella.Mimadre
intentóapartarse,comomehabíadichoquehiciera,peroestavezlacriaturafuemáslista:adelantóunahorripilantemanoylaagarróporelcuelloantesdequepudiesehuir.Aunqueellaseresistió,pataleandoylanzandopuñetazosalaire,lalevantódelsuelo.
—¡Mamá!¡Aguantaquevoy!Ellamemiróalosojosyconsiguióemitirunaúltimapalabra:—¡Huye!Entonces,conunrugidoairado,elmonstruoapretólasmanosalrededordelcuellodemimadrey
ella se disolvió ante mis ojos, convirtiéndose en luz, una forma resplandeciente y dorada, como unaproyecciónholográfica.Unresplandorcegador,yderepente…habíadesaparecido.
—¡¡Noooo!!Lairasustituyóalmiedo.Sentíunafuerzaabrasadoraquemesubíaporlasextremidades:elmismo
subidóndeenergíaquemehabíaembargadocuandoalaseñoraDoddslecrecierongarras.El hombre toro se volvió hacia Grover, que yacía indefenso en la hierba. Se le aproximó,
olisqueandoamimejoramigocomodispuestoalevantarloydisolverlotambién.Noibaapermitirlo.Mequitéelimpermeablerojo.— ¡Eh, tú! ¡¡Eh!! -grité, mientras sacudía el impermeable, corriendo hacia el monstruo-. ¡Eh,
imbécil!¡Mostrenco!—¡Brrrrr!-Sevolvióhaciamísacudiendolospuñoscarnosos.Teníaunaidea;unaideaestúpida,perofuelaúnicaquesemeocurrió.Mepusedelantedelgrueso
pinoysacudíelimpermeablerojoanteelhombretoro,listoparasaltaraunladoenelúltimomomento.Peronosucedióasí.Elmonstruoembistiódemasiadorápido,conlosbrazosextendidosparacortarmisvíasdeescape.Eltiemposeralentizó.Mispiernassetensaron.Comonopodíasaltaraunlado,saltéhaciaarribay,brincandoenlacabeza
delacriaturacomosifuerauntrampolín,giréenelaireyaterricésobresucuello.¿Cómolohice?Notuve tiempo de analizarlo.Unmicro-segundomás tarde, la cabeza delmonstruo se estampó contra elárbolyelimpactocasimearrancalosdientes.
Elhombre toro se sacudió, intentandoderribarme.Yomeaferré a sus cuernosparanoacabar entierra.Losrayosytruenosaúneranabundantes.Lalluviamenublabalavistayeloloracarnepodridamequemabalanariz.Elmonstruoserevolvíagirandocomountoroderodeo.Tendríaquehaberreculadohaciaelárbolyaplastarmecontraeltronco,peroalpareceraquellacosasóloteníaunamarcha:haciadelante.
Grover seguía gimiendo en el suelo.Quise gritarle que se callara, pero de lamanera en quemeestabanzarandeandodeunladoaotro,sihubieseabiertolabocamehabríamordidolalengua.
—¡Comida!-insistíaGrover.Elhombretoroseencaróhaciaél,piafódenuevoysepreparóparaembestir.Penséencómohabía
estrangulado amimadre, cómo la había hechodesaparecer en undestello de luz, y la rabiame llenó
como gasolina de alto octanaje. Le agarré un cuerno e intenté arrancárselo con todasmis fuerzas. Elmonstruo se tensó, soltó un gruñido de sorpresa y entonces… ¡crack!Aulló yme lanzó por los aires.Aterricédebrucesenlahierba,golpeándomelacabezacontraunapiedra.Meincorporéaturdidoyconlavisiónborrosa,peroteníauntrozodecuernoastilladoenlamano,unarmadeltamañodeuncuchillo.
Elmonstruoembistióunavezmás.Sinpensarlo,mehiceaunlado,mepusederodillasy,cuandopasójuntoamícomounaexhalación,
leclavéelastapartidaenuncostado,haciaarriba,justoenlapeludacajatorácica.Elhombretororugiódeagonía.Sesacudió,seagarróelpechoyporfinempezóadesintegrarse;no
comomimadre,enundestellodeluzdorada,sinocomoarenaquesedesmorona.Elvientoselollevóapuñados,delmismomodoquealaseñoraDodds.
Lacriaturahabíadesaparecido.Lalluviacesó.Latormentaaúntronaba,peroyaalolejos.Apestabaaganadoymetemblabanlas
rodillas.Sentíalacabezacomosimelahubieranpartidoendos.Estabadébil,asustadoytemblabadepena. Acababa de ver a mimadre desvanecerse. Quería tumbarme en el suelo y llorar, pero Grovernecesitabaayuda,asíquemelasapañéparatirardeélyadentrarmeatrompiconesenelvalle,hacialaslucesdelagranja.Lloraba,llamabaamimadre,peroseguíarrastrandoaGrover:nopensabadejarloenlaestacada.
Loúltimoquerecuerdoesquemederrumbéenunporchedemadera,mirandounventiladordetechoquegirabasobremicabeza,polillasrevoloteandoalrededordeunaluzamarilla,ylosrostrosseverosdeunhombrebarbudodeexpresiónfamiliaryunachicaguapaconunamelenarubiaonduladadeprincesa.Ambosmemiraban,ylachicadijo:
—Esél.Tienequeserlo.—Silencio,Annabeth-repusoelhombre-.Elchicoestáconsciente.Llévalodentro.
Capítulo5
Juegoalpinacleconuncaballo
Tuvesueñosrarísimos,llenosdeanimalesdegranja.Lamayoríadeellosqueríamatarme;elrestoqueríacomida.
Debídedespertarmevariasveces,peroloqueoíayveíanoteníaningúnsentido,asíquevolvíaaquedarmegrogui.Merecuerdodescansandoenunacamasuave,alguiendándomecucharadasdealgoquesabíaapalomitasdemaízconmantequillaperoqueerapudin.Lachicadecabellorizadoyrubiosonreíacuandomeenjugabalosrestosdelabarbilla.
—¿Quévaapasarenelsolsticiodeverano?-mepreguntóalvermeconlosojosabiertos.—¿Qué?-mascullé.Miróalrededor,comositemieraquealguienlaoyera.—¿Quéestápasando?¿Quéesloquehanrobado?¡Sólotenemosunassemanas!—Losiento-murmuré-,nosé…Alguienllamóalapuerta,ylachicamellenólabocarápidamentedepudin.Lasiguientevezquedesperté,lachicasehabíaido.Un tipo rubio y fornido, con aspecto de surfero, estaba de pie en una esquina de la habitación,
vigilándome.Teníaojosazules-porlomenosunadocenadeellos-enlasmejillas,enlafrenteyeneldorsodelasmanos.
Cuandoporfinrecobrélaconcienciaplenamente,nohabíanadararoalrededor,salvoqueeramásbonitodelonormal.Estabasentadoenunatumbonaenunespaciosoporche,contemplandounpradodeverdescolinas.Labrisaolíaafresas.Teníaunamantaencimadelaspiernasyunaalmohadadetrásdelacabeza.Todoaquelloestabamuybien,perosentíalabocacomosiunescorpiónhubieraanidadoenella.Teníalalenguasecayestropajosaymedolíanlosdientes.
Enlamesaamiladohabíaunabebidaenunvasoalto.Parecíazumodemanzanahelado,conunapajitaverdeyunasombrillitadepapelpinchadaenunaguinda.Teníalamanotandébilqueelvasocasisemecaecuandoporfinconseguírodearloconlosdedos.
—Cuidado-dijounavozfamiliar.Groverestabarecostadocontralabarandilladelporche,conaspectodenohaberdormidoenuna
semana.Debajodelbrazollevabaunacajadezapatos.Vestíavaqueros,zapatillasaltasConverseyunacamisetanaranjaconlaleyenda«CAMPAMENTOmestizo».ElGroverdesiempre,noelchicocabra.
Asíquequizáhabíatenidounapesadilla.Igualmimadreestabasanaysalva.Talvezseguíamosdevacacionesyhabíamosparadoenesagrancasaporalgúnmotivo.Y…
—Mehassalvadolavida-dijoGrover-.Yyo…bueno,lomínimoquepodíahacerera…volveralacolinayrecogeresto.Penséquequerríasconservarlo.
Dejólacajadezapatosenmiregazocongranreverencia.Conteníaun cuernode toroblanquinegro, astilladopor la base, donde sehabíapartido.Lapunta
estabamanchadadesangrereseca.Nohabíasidounapesadilla.—ElMinotauro…-dije,recordando.
—Nopronunciessunombre,Percy…—Asíescomolollamanenlosmitosgriegos,¿verdad?ElMinotauro.Mitadhombre,mitadtoro.Groverseremovióincómodo.—Hasestadoinconscientedosdías.¿Quérecuerdas?—Dimequésabesdemimadre.¿Deverdadellaha…?Bajólacabeza.Yovolvíacontemplarelprado.Habíaarboledas,unarroyoserpenteanteyhectáreasdecamposde
fresasqueseextendíanbajoelcieloazul.Elvalleestabarodeadodecolinasondulantes,lamásaltadelascuales,justoenfrentedenosotros,eralaqueteníaelenormepinoenlacumbre.Inclusoaquelloerabonitoalaluzdeldía.
Peromimadresehabíaidoyelmundoenterotendríaquesernegroyfrío.Nadadeberíaresultarmebonito.
—Losiento-sollozóGrover-.Soyunfracaso.Soy…soyelpeorsátirodelmundo.Gimióypateó tan fuerte el sueloque se le salió el pie, bueno, la zapatillaConverse: el interior
estabarellenodepolispán,salvoelhuecoparalapezuña.—¡Oh,Estige!-rezongó.Untruenoretumbóenelcielodespejado.Mientraspugnabapormetersupezuñaenelpiefalsopensé:«Bueno,estoloaclaratodo.»Grover
eraunsátiro.Sileafeitabaelpelorizado,seguramenteencontraríacuernecitosensucabeza.Peroestabademasiadotristeparaquemeimportaralaexistenciadesátiros,oinclusodeminotauros.Todoaquellosólosignificabaquemimadrehabíasidorealmentereducidaa lanada,quesehabíadisueltoenaquelresplandordorado.
Estaba solo. Me había quedado completamente huérfano. Tendría que vivir con… ¿Gabe elApestoso?No,esonunca.Antesviviríaenlascalles,ofingiríatenerdiecisieteañosparaalistarmeenelejército.
Haríaalgo,cualquiercosa.Grover seguía sollozando. El pobre chico -o pobre cabra, sátiro, lo que fuera- parecía estar
esperandouncastigo.—Nohasidoculpatuya-ledije.—Sí,síquelohasido.Sesuponíaqueyoteníaqueprotegerte.—¿Tepidiómimadrequemeprotegieras?—No,peroesmitrabajo.Soyunguardián.Almenos…loera.—Pero¿porqué…?-Derepentemesentímareado,lavistasemenubló.—Noteesfuercesmásdelacuenta.Toma.Meayudóasostenerelvasoymepusolapajitaenlaboca.Susabormesorprendió,porqueesperabazumodemanzana.Noloera.Sabíaagalletascontrocitos
de chocolate, galletas líquidas.Y no cualquier galleta, sino las quemimadre preparaba en casa, consaboramantequillaycalientes,conlostrocitosdechocolatederritiéndose.Albebérmelo,sentíuncalorintensoyunarecargadeenergíaen todoelcuerpo.Nodesapareció lapena,peromesentícomosimimadreacabaradeacariciarmelamejillaydarmeunagalletacomohacíacuandoerapequeño,comosiacabaradedecirmequetodoibaasalirbien.
Antesdedarmecuentahabíavaciadoelvaso.Lomiréfijamente,convencidodequehabíatomadounabebidacaliente,peroloscubitosdehielonisiquierasehabíanderretido.
—¿Estababueno?-preguntóGrover.Asentí.—¿Aquésabía?-Sonótancompungidoquemesentículpable.—Perdona-lecontesté-.Debídejarqueloprobaras.
—¡No!Noqueríadecireso.Sólo…sóloeracuriosidad.—Galletasdechocolate.Lasdemamá.Hechasencasa.Suspiró.—¿Ycómotesientes?—PodríaarrojaraNancyBobofitacienmetrosdedistancia.—Esoestámuybien-dijo-.Peronodebesarriesgarteabebermás.—¿Quéquieresdecir?Meretiróelvasoconcuidado,comosifueradinamita,ylodejódenuevoenlamesa.—Vamos.QuirónyelseñorDestánesperándote.
Lagaleríadelporcherodeabatodaaquellacasa,llamadaCasaGrande.Al recorrerunadistancia tan larga, laspiernasme flaquearon.Grover seofreció a transportar la
cajaconelcuernodelMinotauro,peroyomeempeñéenllevarla.Aquelrecuerdomehabíasalidocaro.Noibaadesprendermedeéltanfácilmente.
Cuandogiramosenlaesquinadelacasa,inspiréhondo.DebíamosdeestarenlaorillanortedeLongIsland,porqueaeseladodelacasaelvallesefundía
con el agua, que destellaba a lo largo de la costa. Lo que vime sorprendió sobremanera. El paisajeestaba moteado de edificios que parecían arquitectura griega antigua -un pabellón al aire libre, unanfiteatro, un ruedo de arena-, pero con aspecto de recién construidos, con las columnas de mármolblancorelucientesalsol.Enunapistadearenacercanahabíaunadocenadechicosysátirosjugandoalvoleibol.Másallá,unascanoassedeslizabanporunlagocercano.Habíaniñosvestidosconcamisetasnaranja como la de Grover, persiguiéndose unos a otros alrededor de un grupo de cabañas entre losárboles.Algunosdisparabanconarcoaunasdianas.Otrosmontabanacaballoporunsenderoboscosoy,amenosqueestuvieraalucinando,algunasmonturasteníanalas.
Alfinaldelporchehabíadoshombressentadosaunamesajugandoalascartas.Lachicarubiaquemehabíaalimentadoconelpudinsaborapalomitasestabarecostadaenlabalaustrada,detrásdeellos.
Elhombrequeestabadecaraamíerapequeñoperogordo.Denarizenrojecidayojosacuosos,supelorizadoeranegroazabache.Merecordóaunodeesoscuadrosdeángelesbebé…¿cómosellaman?¿Parvulines?No,querubines.Esoes.Parecíaunquerubínllegadoalamedianaedadenuncampingdecaravanas.Vestíaunacamisahawaianaconestampadoatigrado,yhabríaencajadoperfectamenteenunadelaspartidasdepóquerdeGabe,salvoquemedabalasensacióndequeaqueltipohabríadesplumadoinclusoamipadrastro.
— Ese es el señor D -me susurró Grover-, el director del campamento. Sé cortés. La chica esAnnabethChase;sóloescampista,perollevamástiempoaquíqueningúnotro.YyaconocesaQuirón.-Meseñalóaljugadorqueestabadeespaldasamí.
Reparéenqueibaensilladeruedasyluegoreconocílachaquetadetweed,elpelocastañoyralo,labarbaespesa…
—¡SeñorBrunner!-exclamé.Elprofesordelatínsevolvióymesonrió.Susojosteníanelbrillotraviesoqueleaparecíaaveces
enclase,cuandohacíaunapruebasorpresaytodaslasrespuestascoincidíanconlaopciónB.—Ah,Percy,québien-dijo-.Yasomoscuatroparaelpinacle.MeofrecióunasillaaladerechadelseñorD,quememiróconlosojosinyectadosensangreysoltó
unresoplido.—Bueno,supongoquetendréquedecirlo:bienvenidoalCampamentoMestizo.Yaestá.Ahorano
esperesquemealegredeverte.—Vaya,gracias.-Meapartéunpocodeél,porquesialgohabíaaprendidodevivirconGabeeraa
distinguircuándounadultohabíaempinadoelcodo.SielseñorDnoeraamigodelabotella,yoeraun
sátiro.— ¿Annabeth? -llamó el señor Brunner a la chica rubia, y nos presentó-. Annabeth cuidó de ti
mientrasestabasenfermo,Percy.Annabeth,querida,¿porquénovasaversiestálistalaliteradePercy?Demomentolopondremosenlacabañaonce.
—Claro,Quirón-contestóella.Aparentabamiedad,mediopalmomásalta,ydesdeluegosuaspectoeramuchomásatlético.Tan
morena y con el pelo rizado y rubio, era casi exactamente lo que yo consideraba la típica chicacaliforniana.Perosusojosdeslucíanunpocolaimagen:erandeungristormenta;bonitos,perotambiénintimidatorios,comosiestuvieraanalizandolamejormaneradetumbarteenunapelea.
Echóunvistazoamicuernodeminotauroymemiróalosojos.Supusequeibaadeciralgocomo:«¡Vaya,hasmatadounminotauro!»,o«¡Uau,eresunfenómeno!».Perosólodijo:
—Cuandoduermesbabeas.Ysaliócorriendohaciaelcampo,conelpelosueltoondeandoasuespalda.—Bueno-comentéparacambiardetema-,¿trabajaaquí,señorBrunner?—No soy el señorBrunner -dijo el ex señorBrunner-.Muchome temo que no eramás que un
seudónimo.PuedesllamarmeQuirón.—Vale.-Perplejo,miréaldirector-.¿YelseñorD…?¿LaDsignificaalgo?ElseñorDdejódebarajarlosnaipesymemirócomosiyoacabaradedecirunagrosería.—Jovencito,losnombressonpoderosos.Nosevaporahíusándolossinmotivo.—Ah,ya.Perdón.—Debodecir,Percy-intervinoQuirón-Brunner-,quemealegrodevertesanoysalvo.Hacíamucho
tiempoquenohacíaunavisitaadomicilioauncampistapotencial.Detestabalaideadehaberperdidoeltiempo.
—¿Visitaadomicilio?—MiañoenlaacademiaYancy,parainstruirte.Obviamentetenemossátirosenlamayoríadelas
escuelas,paraestar alerta,peroGrovermeavisóencuanto te conoció.Presentíaqueen tihabíaalgoespecial,asíquedecidísubiralnorte.Convencíalotroprofesordelatíndeque…bueno,dequepidieraunabaja.
Intentérecordarelprincipiodelcurso.Parecíahaberpasadotanto…perosí,teníaunrecuerdovagodeotroprofesordelatíndurantemiprimerasemanaenYancy.HabíadesaparecidosinexplicaciónalgunayensulugarllegóelseñorBrunner.
—¿FueaYancysóloparaenseñarmeamí?-pregunté.Quirónasintió.—Francamente,alprincipionoestabamuysegurodeti.Nospusimosencontactocontumadre,le
hicimos saberqueestábamosvigilándotepor si temostrabaspreparadopara elCampamentoMestizo.Pero todavía tequedabamuchoporaprender.Noobstante,has llegadoaquívivo,yésaes siempre laprimerapruebaasuperar.
—Grover-dijoelseñorDconimpaciencia-,¿vasajugarono?— ¡Sí, señor! -Grover tembló al sentarse a lamesa, aunqueno sé quéveía de tan temible enun
hombrecilloregordeteconunacamisadetelaatigrada.—Supongoquesabesjugaralpinacle.-ElseñorDmeobservóconrecelo.—Metemoqueno-respondí.—Metemoqueno,señor-puntualizóél.—Señor-repetí.Cadavezmegustabamenoseldirectordelcampamento.— Bueno -me dijo-, junto con la lucha de gladiadores y el Comecocos, es uno de los mejores
pasatiemposinventadosporloshumanos.Todoslosjóvenescivilizadosdeberíansaberjugarlo.—Estoysegurodequeelchicoaprenderá-intervinoQuirón.
—Porfavor-dije-,¿quéesestelugar?¿Quéestoyhaciendoaquí?SeñorBrun…Quirón,¿porquéfuealaacademiaYancysóloparaenseñarme?
ElseñorDresoplóydijo:—Yohicelamismapregunta.Eldirectordelcampamentorepartía.Groverseestremecíacadavezquerecibíaunacarta.Comohacíaenlaclasedelatín,Quirónmesonrióconairecomprensivo,comodándomeaentender
quenoimportabaminotamedia,puesyoerasuestudianteestrella.Esperabademílarespuestacorrecta.—Percy,¿esquetumadrenotecontónada?-preguntó.—Dijoque…-Recordésusojostristesalmirarelmar-.Medijoqueledabamiedoenviarmeaquí,
aunque mi padre quería que lo hiciera. Dijo que en cuanto estuviera aquí, probablemente no podríamarcharme.Queríatenermecerca.
—Lotípico-intervinoelseñorD-.Asíescomolosmatan.Jovencito,¿vasaapostarono?—¿Qué?-pregunté.Meexplicó,conimpaciencia,cómoseapostabaenelpinacle,yesohice.— Me temo que hay demasiado que contar -repuso Quirón-. Diría que nuestra película de
orientaciónhabitualnoserásuficiente.—¿Películadeorientación?-pregunté.—Olvídalo-dijoQuirón-.Bueno,Percy,sabesquetuamigoGroveresunsátiroytambiénsabes-
señaló el cuerno en la caja de zapatos- que has matado alMinotauro. Y ésa no es una gesta menor,muchacho.Loquepuedequenosepasesquegrandespoderesactúanentuvida.Losdioses,lasfuerzasquetúllamasdiosesgriegos,estánvivitosycoleando.
Miréalosdemás.Esperaba que alguien exclamara: «¡Se equivoca, eso es imposible!» Pero la única exclamación
provinodelseñorD:—¡Ah,matrimonioreal!¡Mano!¡Mano!-Yriómientrasseapuntabalospuntos.—SeñorD -preguntóGrover tímidamente-, si no se la va a comer, ¿puedo quedarme su lata de
Coca-Colalight?—¿Eh?Ah,vale.Groverdiounbuenmordiscoalalatavacíadealuminioylamasticólastimeramente.—Espere-ledijeaQuirón-.¿MeestádiciendoqueexisteunserllamadoDios?—Bueno,veamos-repusoQuirón-.Dios,conDmayúscula,Dios…Enfin,esoesotracuestión.No
vamosaentrarenlometafísico.—¿Lometafísico?Perosiacabadedecirque…—Hedichodioses, enplural.Me refería a seres extraordinariosquecontrolan las fuerzasde la
naturalezayloscomportamientoshumanos:losdiosesinmortalesdelOlimpo.Esunacuestiónmenor.—¿Menor?—Sí,bastante.Losdiosesdelosquehablábamosenlaclasedelatín.—Zeus-dije-,Hera,Apolo…¿Serefiereaésos?Yallíestabaotravez:untruenolejanoenundíasinnubes.—Jovencito-intervinoelseñorD-,yodetimeplantearíaenseriodejardedeciresosnombrestan
alaligera.—Perosonhistorias-dije-.Mitos…paraexplicarlosrayos,lasestacionesyesascosas.Sonloque
lagentepensabaantesdequellegaralaciencia.—¡Laciencia! -seburlóel señorD-.Ydime,Perseus Jackson -meestremecíaloírmiauténtico
nombre,quejamásdabaanadie-,¿quépensarálagentedetu«ciencia»dentrodedosmilaños?Pueslallamaránpaparruchasprimitivas.Asílallamarán.Oh,adoroalosmortales:notienenningúnsentidodela perspectiva. Creen que han llegado taaaaaan lejos. ¿Es cierto o no, Quirón?Mira a este chico y
dímelo.ElseñorDnomecaíadeltodomal,perohuboalgoenlamaneraenquemellamómortal,comosi…
élnolofuera.Fuesuficienteparahacermecerrarlaboca,parasaberporquéGroverseconcentrabacontantoahíncoensuscartas,masticandosulataderefrescosynodiciendonipío.
—Percy-dijoQuirón-,puedescreérteloono,perolociertoesqueinmortalsignificaprecisamenteeso,inmortal.¿Puedesimaginarloquesignificanomorirnunca?¿Nodesvanecertejamás?¿Existir,comoeres,paratodalaeternidad?
Ibaaresponderquesonabamuybien,peroeltonodeQuirónmehizovacilar.—¿Quieredecirindependientementedequelagentecreaenuno?-inquirí.—Así es -asintió Quirón-. Si fueras un dios, ¿qué te parecería que te llamaranmito, una vieja
historiaparaexplicarelrayo?¿Ysiyotedijera,PerseusJackson,quealgúndíateconsideraránunmitosólocreadoparaexplicarcómolosniñossuperanlamuertedesusmadres?
Mediounvuelcoelcorazón.Poralgúnmotivo,intentabaquemeenfadara,peronoibaadarlelasatisfacción.
—Nomegustaría.Peroyonocreoenlosdioses-respondí.—Puesmástevalequeempiecesacreer-murmuróelseñorD-.Antesdequealgunotecalcine.—P…porfavor,señor-intervinoGrover-.Acabadeperderasumadre.Aúnsigueconmocionado.—Menudasuerte lamía -gruñóel señorDmientras jugabaunacarta-.Yaesbastantemaloestar
confinadoenestetristeempleo,¡paraencimatenerquetrabajarconchicosquenisiquieracreen!Hizo un ademán con la mano y apareció una copa en la mesa, como si la luz del sol hubiera
convertidounpocodeaireencristal.Lacopasellenósoladevinotinto.Mequedéboquiabierto,peroQuirónapenaslevantólavista.—SeñorD,susrestricciones-lerecordó.ElseñorDmiróelvinoyfingiósorpresa.—Madremía.-Elevólosojosalcieloygritó-:¡Eslacostumbre!¡Perdón!Volvió amover lamano, y la copa de vino se convirtió en una lata fresca de Coca-Cola light.
Suspiróresignado,abriólalatayvolvióacentrarseensuscartas.Quirónmeguiñóunojo.—ElseñorDofendióasupadrehacealgún tiempo,seencaprichóconunaninfadelbosqueque
habíasidodeclaradadeaccesoprohibido.—Unaninfadelbosque-repetí,aúnmirandolalatacomosiprocedieradelespacio.— Sí -reconoció el señor D-. A Padre le encanta castigarme. La primera vez, prohibición.
¡Horrible! ¡Pasé diez años absolutamente espantosos! La segunda vez… bueno, la chica era unapreciosidad,ynopuderesistirme.Lasegundavezmeenvióaquí.AlacolinaMestiza.Uncampamentodeverano para mocosos como tú. «Será mejor influencia. Trabajarás con jóvenes en lugar dedespedazarlos»,medijo.¡Ja!Estotalmenteinjusto.
ElseñorDhablabacomosituvieraseisaños,comouncríoprotesten.—Y…y-balbuceé-supadrees…—Diimmortales,Quirón-repusoél-.Pensabaquelehabíasenseñadoaestechicolobásico.Mi
padreesZeus,porsupuesto.Repasé losnombresmitológicosgriegosqueempezabanpor la letraD.Vino.Lapieldeun tigre.
Todos lossátirosqueparecían trabajarallí.LamaneraenqueGroverseencogía,comosiel señorDfuerasuamo…
—UstedesDioniso-dije-.Eldiosdelvino.ElseñorDpusolosojosenblanco.—¿Cómosediceenestaépoca,Grover?¿Dicenlosniños«menudalumbrera»?—S-sí,señorD.
—Puesmenudalumbrera,PercyJackson.¿Quiéncreíasqueera?¿Afrodita,quizá?—¿Ustedesundios?—Sí,niño.—¿Undios?¿Usted?Memiródirectamentealosojos,yviunaespeciedefuegomoradoensumirada,unaleveseñalde
queaquelregordeteprotestónestabasóloenseñándomeunaminúsculapartedesuauténticanaturaleza.Vividesestrangulandoalosnocreyenteshastalamuerte,guerrerosborrachosenloquecidosporlalujuriade la batalla,marinos que gritaban al convertirse susmanos en aletas y sus rostros prolongarse hastavolverse hocicos de delfín. Supe que si lo presionaba, el señor D me enseñaría cosas peores. Meplantaría una enfermedad en el cerebro que me enviaría para el resto de mi vida a una habitaciónacolchada,concamisadefuerza.
—¿Quierescomprobarlo,niño?-preguntóconceño.—No.No,señor.Elfuegoseatenuóunpocoyélvolvióalapartida.—Meparecequeheganado-dijo.—Unmomento,señorD-repusoQuirón.Mostróunaescalera,contólospuntosydijo-:Eljuegoes
paramí.Penséqueel señorD ibaapulverizar aQuiróny librarlode la sillade ruedas,pero se limitó a
rebufar,comosiestuvieraacostumbradoaqueganaraelprofesordelatín.Selevantó,yGroverloimitó.—Estoycansado-comentóelseñorD-.Creoquevoyaecharmeunasiestecitaantesdelafiestade
estanoche.Peroprimero,Grover,tendremosquehablarotravezdetusfallos.LacaradeGroverseperlódesudor.—S-sí,señor.ElseñorDsevolvióhaciamí.—Cabañaonce,PercyJackson.Yojocontusmodales.Semetióenlacasa,seguidodeuntristísimoGrover.—¿EstarábienGrover?-lepreguntéaQuirón,queasintió,aunqueparecíaalgopreocupado.—ElbuenodeDionisonoestá locodeverdad.Es sóloquedetesta su trabajo.Lohan…bueno,
castigado,supongoquediríastú,ynosoportatenerqueesperarunsiglomásparaquelepermitanvolveralOlimpo.
—ElmonteOlimpo-dije-.¿Meestádiciendoquerealmentehayunpalacioallíarriba?—Veamos,estáelmonteOlimpoenGrecia.Yestáelhogardelosdioses,elpuntodeconvergencia
desuspoderes,quedehechoantesestabaenelmonteOlimpo.SelesiguellamandomonteOlimpoporrespetoalastradiciones,peroelpalaciosemueve,Percy,comolosdioses.
—¿Quieredecirquelosdiosesgriegosestánaquí?¿En…EstadosUnidos?—Desdeluego.LosdiosessemuevenconelcorazóndeOccidente.—¿Elqué?—Venga,Percy,despierta.¿Creesquelacivilizaciónoccidentalesunconceptoabstracto?No;es
unafuerzaviva.Unaconcienciacolectivaquesiguebrillandoconfuerzatrasmilesdeaños.Losdiosesformanpartedeella.Inclusopodríadecirsequesonlafuente,oporlomenosqueestántanligadosaellaquenopuedendesvanecerse.Noamenosqueseacabe lacivilizaciónoccidental.El fuegoempezóenGrecia.Después,comobiensabes(oesoesperoporqueteheaprobado),elcorazóndelfuegosetrasladóa Roma, y así lo hicieron los dioses. Sí, con distintos nombres quizá (Júpiter para Zeus, Venus paraAfrodita,yasí),peroeranlasmismasfuerzas,losmismosdioses.
—Ydespuésmurieron.— ¿Murieron? No. ¿Ha muerto Occidente? Los dioses sencillamente se fueron trasladando, a
Alemania, Francia, España, Gran Bretaña… Dondequiera que brillara la llama con más fuerza, allí
estabanlosdioses.PasaronvariossiglosenInglaterra.Sólotienesquemirarlaarquitectura.Lagentenoseolvidadelosdioses.Entodaslasnacionespredominantesenlosúltimostresmilañospuedesverlosencuadros,enestatuas,enlosedificiosmásimportantes.Ysí,Percy,porsupuestoqueestánahoraentusEstadosUnidos.Miravuestrosímbolo,eláguiladeZeus.MiralaestatuadePrometeoenelRockefellerCenter,lasfachadasgriegasdelosedificiosdetugobiernoenWashington.TeretoaqueencuentresunaciudadestadounidenseenlaquelosOlímpicosnoesténvistosamenterepresentadosenmúltipleslugares.Gusteonoguste(ycréeme,teaseguroquetampocodemasiadagenteapreciabaaRoma),EstadosUnidosesahoraelcorazóndela llama,elgranpoderdeOccidente.AsíqueelOlimpoestáaquí.Ypor tantotambiénnosotros.
Erademasiado,especialmenteelhechodequeyoparecíaestarincluidoenel«nosotros»deQuirón,comosiformasepartedeunclub.
—¿Quiénesusted,Quirón?¿Quién…quiénsoyyo?Quirónsonrió.Desplazóelpesodesucuerpo,comosifueraalevantarsedelasilladeruedas,pero
yosabíaqueesoeraimposible.Estabaparalizadodecinturaparaabajo.— ¿Quién soy? -murmuró-. Bueno, ésa es la pregunta que todos queremos que nos respondan,
¿verdad? Pero ahora deberíamos buscarte una litera en la cabaña once. Tienes nuevos amigos queconocer,mañanapodremosseguirconmás lecciones.Además,estanochevamosapreparar juntoa lahoguerabocadillosdegalleta,chocolateymalvaviscos,yamímepierdeelchocolate.
Yentoncesselevantódelasilla,perodeunamaneramuyrara.Leresbalólamantadelaspiernas,peroéstasnosemovieron,sinoquelacinturalecrecíaporencimadelospantalones.Alprincipiopenséquellevabaunoscalzoncillosdeterciopeloblancosmuylargos,perocuandosiguióelevándose,másaltoqueningúnhombre,reparéenqueloscalzoncillosdeterciopeloeranenrealidadlapartefrontaldeunanimal,músculosy tendonesbajounespesopelajeblanco.Y lasillade ruedas tampocoeraunasilla,sino una especie de contenedor, una caja con ruedas, y debía de sermágica, porque no habíamanerahumanadequeaquellohubieracabidoenteroallídentro.Sacóunapata,largaynudosa,conunapezuñabrillante,luegolaotrapatadelantera,yporúltimoloscuartostraseros.Lacajaquedóvacía,nadamásqueuncascarónmetálicoconunaspiernasfalsaspegadaspordelante.
Miré la criatura que acababa de salir de aquella cosa: un enorme semental blanco. Pero dondetendríaquehaberestadoelcuello,sóloviamiprofesordelatín,graciosamenteinjertadodecinturaparaarribaeneltroncodelcaballo.
—¡Quéalivio!-exclamóelcentauro-.Llevabatantotiempoahídentroquesemehabíandormidolaspezuñas.Bueno,venga,PercyJackson.Vamosaconoceralosdemáscampistas.
Capítulo6
Meconviertoenseñorsupremodellavabo
Encuantome repusedelhechodequemiprofesorde latíneraunaespeciedecaballo,dimosunbonito paseo, aunque pusemucho cuidado en no caminar detrás de él. Varias vecesme había tocadoformarpartedelapatrullaboñigaeneldesfilequelosalmacenesMacy'sorganizabaneldíadeAccióndeGraciasy,sintiéndolomucho,noconfiabaenlapartetraseradeQuirónnideningúnequino.
Pasamosjuntoalcampodevoleibolyalgunoschicossedieroncodazos.Unoseñalóelcuernodeminotauroqueyollevaba.Otrodijo:«Esél.»
Lamayoríadeloscampistaseranmayoresqueyo.SusamigossátiroseranmásgrandesqueGrover,todos trotando por allí con camisetas naranjas del campamento mestizo, sin nada que cubriera suspeludos cuartos traseros.No soy tímido, perome incomodaba lamanera enquememiraban, como siesperaranquemepusieraahacerpiruetasoalgoasí.
Mevolvíparamirar lacasa.Eramuchomásgrandede loquemehabíaparecido:cuatroplantas,colorazulcieloconmaderablanca,comounbalnearioagranescala.Estabaexaminandolaveletaconformadeáguilaquehabíaeneltejadocuandoalgocaptómiatención,unasombraenlaventanamásaltadeldesvánadosaguas.Algohabíamovidolacortina,sóloporuninstante,ytuvelacertezadequemeestabanobservando.
—¿Quéhayahíarriba?-lepreguntéaQuirón.Miróhaciadondeyoseñalabaylasonrisaseleborródelrostro.—Sóloundesván.—¿Vivealguienahí?—No-respondiótajante-.Nadie.Tuvelaimpresióndequedecíalaverdad.Noobstante,algohabíamovidolacortina.—Vamos,Percy-meurgióQuiróncondemasiadapremura-.Haymuchoquever.
Paseamosporcamposdondeloscampistasrecogíanfresasmientrasunsátirotocabaunamelodíaenunaflautadejunco.
QuirónmecontóqueelcampamentoproducíaunabuenacosechaqueexportabaalosrestaurantesneoyorquinosyalmonteOlimpo.
—Cubrenuestrosgastos-aclaró-.Ylasfresascasinodantrabajo.Tambiénme dijo que el señor D producía ese efecto en las plantas frutícolas: se volvían locas
cuandoestaba cerca.Funcionabamejor con losviñedos, pero lehabíanprohibido cultivarlos, así queplantabafresas.
Observéalsátirotocarlaflauta.Lamúsicaprovocabaquelosanimalillosybichosabandonaranelcampodefresasentodasdirecciones,comorefugiadoshuyendodeunterremoto.MepreguntésiGroverpodríahaceresaclasedemagiaconlamúsica,ysiseguiríaenlacasa,aguantandolabroncadelseñorD.
—Grovernotendráproblemas,¿verdad?-lepreguntéaQuirón-.Quierodecir…hasidounbuenprotector.Deverdad.
Quirónsuspiró.Doblósuchaquetadetweedylaapoyósobresulomo,comosifueraunapequeña
sillademontar.—Grovertienegrandessueños,Percy.Quizáinclusomásgrandesdeloqueseríarazonable.Pero,
paraalcanzarsuobjetivo,antestienequedemostrarungranvalorynofracasarcomoguardián,encontrarunnuevocampistaytraerlosanoysalvoalacolinaMestiza.
—¡Perosiesoyalohahecho!—Estoy de acuerdo contigo -convinoQuirón-, mas nome corresponde amí tomar la decisión.
DionisoyelConsejodelosSabiosUnguladosdebenjuzgarlo.Metemoquepodríannoveresteencargocomoun logro.Despuésde todo,Grover teperdióenNuevaYork.Yestá tambiéneldesafortunado…destinodetumadre.PornomencionarqueGroverestabainconscientecuandoloarrastrastealinteriordenuestrapropiedad.ElconsejopodríaponerendudaqueesodemostraravalorporpartedeGrover.
Queríaprotestar.Nadade loquehabíaocurridoeraculpadeGrover.Y tambiénmesentíasúper,súperculpable.SinolehubieradadoesquinazoaGroverenlaterminaldeautobús,nosehabríametidoenproblemas.
—Ledaránunasegundaoportunidad,¿no?Quirónseestremeció.—Metemoqueéstaerasusegundaoportunidad,Percy.Elconsejotampocoesquesemurierade
ganasdedársela,despuésdeloquepasólaprimeravez,hacecincoaños.ElOlimpolosabe,leaconsejéqueesperaraantesdevolveraintentarlo.Aúnespequeño…
—¿Cuántosañostiene?—Bueno,veintiocho.—¿Qué?¿Yestáensexto?—Lossátirostardaneldobledetiempoenmadurarqueloshumanos.Groverhasidoelequivalente
aunestudiantedesecundariadurantelosúltimosseisaños.—Esoeshorrible.—Puessí-convinoQuirón-.Encualquiercaso,Groverestorpe,inclusoparalamediadesátiros,y
aúnnoestámuyduchoenmagiadelbosque.Además,selevedemasiadoansiosoporperseguirsusueño.Alomejorahoraencuentraotraocupación…
—Esonoesjusto-dije-.¿Quépasólaprimeravez?¿Deverdadfuetanmalo?Quirónapartólamiradaconrapidez.—Mejorseguimos,¿no?Peroyonoestabadispuestoacambiarde tema tan fácilmente.Semehabíaocurridoalgocuando
Quirónhablódeldestinodemimadre,comosievitaraapropósitolapalabramuerte.Unaideaempezóachisporrotearenmimente.
—Quirón,silosdiosesyelOlimpoytodoesoesreal…—¿Sí?—¿Significaquetambiénesrealelinframundo?LaexpresióndeQuirónseensombreció.—Asíes.-Seinterrumpió,comoparaescogersuspalabrasconcuidado-.Hayunlugaralquelos
espíritusvantraslamuerte.Peroporahora…hastaquesepamosmás,terecomendaríaqueteolvidarasdeello.
—¿Aquéterefierescon«hastaquesepamosmás»?—Vamos,Percy.Visitaremoselbosque.
Amedidaquenosacercamos,reparéenlaenormevastedaddelbosque.Ocupabaporlomenosunacuartapartedelvalle,conárboles tanaltosygruesosqueparecíaposiblequenadie lohubierapisadodesdelosnativosamericanos.
—Losbosquesestánbiensurtidos,porsiquieresprobar,perovearmado-medijoQuirón.
—¿Biensurtidosdequé?¿Armadoconqué?—Yaloverás.Elviernesporlanochehayunapartidade«capturarlabandera».¿Tienesespaday
escudo?—¿Yo,espaday…?—Vale,nocreoquelostengas.Supongoqueunacincoteirábien.Luegopasaréporlaarmería.Queríapreguntarquéclasedecampamentodeveranoteníaarmería,perohabíamuchomásenloque
pensar, así que seguimos con la visita. Vimos el campo de tiro con arco, el lago de las canoas, losestablos (que a Quirón no parecían gustarle demasiado), el campo de lanzamiento de jabalina, elanfiteatrodelcoroyelestadiodondeQuiróndijoquesecelebrabanlidesconespadasylanzas.
—¿Lidesconespadasylanzas?-pregunté.—Competicionesentrecabañasytodoeso.Nosuelehabervíctimasmortales.Ah,sí,yahíestáel
comedor.Quirón señaló un pabellón exterior rodeado de blancas columnas griegas sobre una colina que
mirabaalmar.Habíaunadocenademesasdepiedradepicnic.Noteníatechoniparedes.—¿Quéhacéiscuandollueve?-pregunté.Quirónmemirócomosimehubieravueltotonto.—Tenemosquecomerigualmente,¿no?Alfinalmeenseñólas«cabañas»,queenrealidaderanunaespeciedebungalows.Habíadoce,junto
allagoydispuestasenformadeU,dosalfondoycincoacadalado.Sindudaeranlasconstruccionesmásestrambóticasquehabíavistonunca.
Salvoporquetodasteníanunnúmerodemetalencimadelapuerta(imparesalaizquierda,paresala derecha), no se parecían en nada. La número 9 tenía chimeneas, como una pequeña fábrica; la 4,tomateraspintadasenlasparedesyeltechodehierbaauténtica;la7parecíahechadeoropuro,brillabatanto a la luzdel sol que era casi imposiblemirarla.Todasdaban auna zona comunitariadel tamañoaproximadodeuncampodefútbol,moteadadeestatuasgriegas, fuentes,arriatesdefloresyunpardecanastasdebásquet(másdemiestilo).
Enelcentrodelazonacomunitariahabíaunagranhoguerarodeadadepiedras.Aunquelatardeeracálida,elfuegoardíaconfuerza.Unachicadeunosnueveañoscuidabalasllamas,atizandoloscarbonesconunavara.
Lasdosenormesconstruccionesdelfinal,lasnúmeros1y2,parecíanunmausoleoparaunaparejareal,demármolyconcolumnasdelante.Lanúmero1eralamásgrandeyvoluminosadelasdoce.Laspuertasdebroncepulidas relucíancomounholograma,demodoquedesdedistintos ángulosparecíanrecorridas por rayos.La 2 teníamás gracia, con columnasmás delgadas y rodeadas de guirnaldas deflores.Lasparedesestabangrabadasconfigurasdepavosreales.
—¿ZeusyHera?-aventuré.—Correcto.—Parecenvacías.—Algunasloestán.Nadiesequedaparasiempreenlaunoolados.Vale.Así que cada construcción teníaundiosdistinto, comounamascota.Doce casasparadoce
Olímpicos.Pero¿porquéalgunasestabanvacías?Medetuveenlaprimeradelaizquierda,la3.Noeraaltayfabulosacomola1,sinoalargada,bajaysólida.Lasparedeserandetoscapiedragris
tachonadaconpechinasycoral,comosilosbloquesdepiedrahubieransidoextraídosdirectamentedelfondodelocéano.EchéunvistazoporlapuertaabiertayQuiróncomentó:
—¡Uy,yonoloharía!Antesdequepudieraapartarme,percibílasalobreesenciadelinterior,comoelvientoaorillasdel
mar.Las paredes brillaban comoabulón.Había seis literas vacías con sábanas de seda, peroninguna
señaldequealguienhubieradormidoallí.El lugarparecía tantristeysolitario,quemealegrécuandoQuirónmepusounamanoenelhombroydijo:
—Vamos,Percy.Lamayoríadelasdemáscasasestabanllenasdecampistas.Lanúmero5 era rojo brillante: pintada fatal, como si le hubieran cambiado el color arrojándole
cubosencima.El techoestabarodeadodealambredeespinos.Unacabezadisecadade jabalícolgabaencimadelapuerta,ysusojosparecíanseguirme.Dentroviunmontóndechicosychicasconcarademalos,echándosepulsosypeleándosemientrassonabamúsicarockatodotrapo.Quienmásruidohacíaeraunachicadeunoscatorceaños.LlevabaunacamisetatallaXXLdelCampamentoMestizobajounachaquetadecamuflaje.Memirófijamenteylanzóunacarcajadamalévola.MerecordóaNancyBobofit,aunqueesta chicaeramásgrande, teníaunaspectomás feroz,y elpelo largoygreñudo,ycastañoenlugarderojizo.
Seguíandando,intentandomantenermealejadodeloscascosdeQuirón.—Nohemosvistomáscentauros-comenté.— No -repuso con tristeza-. Los de mi raza son gentes salvajes y bárbaras, me temo. Puedes
encontrarlosenlanaturalezaoengrandeseventosdeportivos,peronoverásningunoaquí.—DicequesellamaQuirón.¿Esrealmente…?Mesonriódesdearriba.—¿ElQuiróndelashistorias?¿ElmaestrodeHérculesytodoaquello?Sí,Percy,ésesoyyo.—Pero¿notendríaqueestarmuerto?Quirónsedetuvo.— ¿Sabes?, no podría estarmuerto. No dependemí. Eones atrás los diosesme concedieronmi
deseo de seguir trabajando en lo que amaba. Podría ser maestro de héroes tanto tiempo como lahumanidadmenecesitara.Heobtenidomuchode esedeseo…y tambiénhe renunciadoamucho.Perosigoaquí,asíquesólosemeocurrequeaúnsemenecesita.
Penséensermaestrodurante tresmilaños.Desde luego,nohabríaestadoen la listademisdiezdeseosmásansiados.
—¿Noseaburre?—No,no.Avecesmedeprimohorriblemente,peronuncameaburro.—¿Porquésedeprime?Quirónparecióvolversedenuevodurodeoído.—Ah,mira-dijo-.Annabethnosespera.
LachicarubiaquehabíaconocidoenlaCasaGrandeestabaleyendounlibrodelantedelaúltimacabaña de la izquierda, la 11. Cuando llegamos junto a ella, me repasó conmirada crítica, como sisiguierapensandoenquebabeabacuandodormía.
Intentéverquéestaba leyendo,peronopudedescifrarel título.Penséquemidislexiaatacabadenuevo. Entonces reparé en que el libro ni siquiera estaba en inglés. Las letras parecían griego,literalmentegriego.Conteníailustracionesdetemplos,estatuasydiferentesclasesdecolumnas,comolasquehayenloslibrosdearquitectura.
—Annabeth -dijoQuirón-, tengo clase de arco para profesores amediodía. ¿Te encargas tú dePercy?
—Sí,señor.—Cabañaonce-medijoQuiróneindicólapuerta-.Estásentucasa.La11eralaquemásseparecíaalaviejaytípicacabañadecampamento,conespecialhincapiéen
lodevieja.Elumbralestabamuygastado;lapinturamarrón,desconchada.Encimadelapuertahabíaunode esos símbolos de la medicina, el comercio y otras cosas, una vara con dos culebras enroscadas.
¿Cómosellama?Uncaduceo.Estaballenadechicosychicas,muchosmásqueelnúmerodeliteras.Habíasacosdedormirpor
todoelsuelo.ParecíamásungimnasiodondelaCruzRojahubieramontadouncentrodeevacuación.Quirónnoentró.Lapuertaerademasiadobajaparaél.Perocuandoloscampistaslovieron,todos
sepusieronenpieysaludaronrespetuosamenteconunareverencia.—Bueno,asípues…-dijoQuirón-.Buenasuerte,Percy.Teveoalahoradelacena.Ysemarchóalgalopehaciaelcampodetiro.Mequedéenelumbral,mirandoaloschicos.Yanoinclinabanlacabeza.Ahoraestabanpendientes
demí,calibrándome.Conocíaesaparte.Habíapasadoporellaenbastantescolegios.—¿Ybien?-meurgióAnnabeth-.Vamos.Así que, naturalmente, tropecé al entrar por la puerta y quedé como un completo idiota. Hubo
algunasrisitas,peronadiedijonada.Annabethanunció:—PercyJackson,tepresentoalacabañaonce.—¿Normalopordeterminar?-preguntóalguien.Yonosupequéresponder,peroAnnabethanunció:—Pordeterminar.Todoelmundosequejó.Unchicoalgomayorquelosdemásseacercó.—Bueno,campistas.Paraesoestamosaquí.Bienvenido,Percy,puedesquedarteconesehuecoen
elsuelo,aeselado.Elchicotendríaunosdiecinueveaños,yvayasimolaba.Eraaltoymusculoso,depelocolorarena
muycortoysonrisaamable.Vestíaunacamisetasinmangasnaranja,pantalonescortados,sandaliasyuncollar de cuero con cinco cuentas de arcilla de distintos colores. Lo único que alteraba un poco suapariencia era una enorme cicatriz blanca que le recorría media cara desde el ojo derecho a lamandíbula,unaviejaheridadecuchillo.
—Éste esLuke -lo presentóAnnabeth, y su voz sonó algodistinta.Lamiré y habría juradoqueestabalevementeruborizada.Alverquelamirabasuexpresiónvolvióaendurecerse-.Estuconsejeroporelmomento.
—¿Porelmomento?-pregunté.— Eres un por determinar -me aclaró Luke-. Aún no saben en qué cabaña ponerte, así que de
momento estás aquí. La cabaña once acoge a los recién llegados, todos visitantes, evidentemente.Hermes,nuestropatrón,eseldiosdelosviajeros.
Observélapequeñaseccióndesueloquemehabíanotorgado.Noteníanadaparaseñalarlacomopropia,niequipaje,niropanisacodedormir.SóloelcuernodelMinotauro.Penséendejarloallí,peroluegorecordéqueHermestambiéneraeldiosdelosladrones.
Miré alrededor. Algunos me observaban con recelo, otros sonreían estúpidamente, y otros memirabancomosiesperaranlaoportunidaddeecharmanoamisbolsillos.
—¿Cuántotiempovoyaestaraquí?-pregunté.—Buenapregunta-respondióLuke-.Hastaquetedeterminen.—¿Cuántotardará?Todosrieron.—Vamos-medijoAnnabeth-.Teenseñarélacanchadevoleibol.—Yalahevisto.—Vamos.-Meagarródelamuñecaymearrastrófuera,mientraslochicosreíanamisespaldas.
—Jackson,tienesqueesforzartemás-dijoAnnabethcuandonosseparamosunosmetros.
—¿Qué?Pusolosojosenblancoymurmuróentredientes:—¿Cómopudecreerqueeraselelegido?—Pero¿quétepasa?-Empezabaaenfadarme-.Loúnicoqueséesquehematadoauntíotoro…— ¡No hables así! -me increpóAnnabeth-. ¿Sabes cuántos chicos en este campamento desearían
habergozadodelaoportunidadquetútuviste?—¿Dequememataran?—¡DelucharcontraelMinotauro!¿Paraquécreesqueentrenamos?Meneélacabeza.—Mira,silacosaconquemeenfrentéerarealmenteelMinotauro,elmismodelmito…—Puesclaroqueloera.—Perosólohahabidouno,¿verdad?—Sí.—Ymurióhaceunmontóndeaños,¿no?SelocargóTeseoenellaberinto.Asíque…—Losmonstruosnomueren,Percy.Puedenmatarse,peronomueren.—Hombre,gracias.Esoloaclaratodo.—Notienenalma,comotúocomoyo.Puedesdeshacertedeellosduranteuntiempo,talvezdurante
toda una vida, si tienes suerte. Pero son fuerzas primarias. Quirón los llama «arquetipos». Al finalsiemprevuelvenareconstruirse.
PenséenlaseñoraDodds.—¿Quieresdecirquesimataseauno,accidentalmente,conunaespada…?—EsaFur…quierodecir, tuprofesoradematemáticas.Bien,puesellasigueahí fuera.Loúnico
quehashechoescabrearlamuchísimo.—¿CómosabesdelaseñoraDodds?—Hablasensueños.—Casilallamasalgo.¿UnaFuria?SonlastorturadorasdeHades,¿no?Annabethmirónerviosaalsuelo,comositemiesequeseabrieraylatragara.—Nodeberías llamarlaspor sunombre, ni siquiera aquí.Cuando tenemosquemencionarlas las
llamamos«lasBenévolas».—Oye, ¿hay algo que podamos decir sin que se ponga a tronar? -Sonaba llorica, incluso amis
oídos,peroenaquelmomentoyanomeimportaba-.¿Yporquétengoquemetermeenlacabañaonce?¿Porquéestántodostanapiñados?Estállenodeliterasvacíasenlosotrossitios.-Señalélasprimerascabañas,yAnnabethpalideció.
—No se elige la cabaña, Percy.Depende de quiénes son tus padres.O… tu progenitor. -Semequedómirando,esperandoquelopillara.
—MimadreesSallyJackson-respondí-.TrabajaenlatiendadecaramelosdelaestaciónGrandCentral.Bueno,trabajaba.
—Sientolodetumadre,Percy,peronomereferíaaeso.Estoyhablandodetuotroprogenitor.Tupadre.
—Estámuerto.Noloconocí.Annabethsuspiró.Sindudayahabíatenidoantesestaconversaciónconotroschicos.—Tupadrenoestámuerto,Percy.—¿Cómopuedesdecireso?¿Loconoces?—No,claroqueno.—¿Entoncescómopuedesdecir…?—Porqueteconozcoati.Ynoestaríasaquísinofuerasunodelosnuestros.—Noconocesnadademí.
—¿No?-Levantóunaceja-.Seguroquenohasparadodeirdeescuelaenescuela.Seguroqueteecharondelamayoría.
—¿Cómo…?—Tediagnosticarondislexia,quizátambiénTHDA.Intentétragarmelavergüenza.—¿Yesoquéimportaahora?—Todojuntoescasiunaseñalclara.Lasletrasflotanenlapáginacuandolaslees,¿verdad?Esoes
porque tumenteestápreparadaparaelgriegoantiguo.YelTHDA(eres impulsivo,nopuedesestartequietoenclase),esosontusreflejosparalabatalla.Enunalucharealtemantendríanvivo.Yencuantoalosproblemasdeatención,sedebeaquevesdemasiado,Percy,nodemasiadopoco.Tussentidossonmásagudosquelosdeunmortalcorriente.Porsupuesto,losmédicosquierenmedicarte.Lamayoríasonmonstruos.Noquierenquelosveasporloqueson.
—Hablascomo…comosihubieraspasadoporlamismaexperiencia.—Lamayoríade loschicosqueestánaquí lohanhecho.Sino fuerascomonosotrosnohabrías
sobrevividoalMinotauro,muchomenosalaambrosíayelnéctar.—¿Ambrosíaynéctar?—La comida y la bebida que te dimos para que te recuperaras. Eso habríamatado a un chico
normal.Lehabríaconvertidolasangreenfuegoyloshuesosenarena,yahoraestaríasmuerto.Asúmelo.Eresunmestizo.
Unmestizo.Teníatantaspreguntasenlacabezaquenosabíapordóndeempezar.Entoncesunavozhoscaexclamó:—¡Perobueno!¡Unnovato!Mevolví.Lachicacorpulentadelacabaña5avanzabahacianosotrosconpasolentoydecidido.
Treschicaslaseguían,grandes,feasyconaspectodemalascomoella,todasvestidasconchaquetasdecamuflaje.
—Clarisse-suspiróAnnabeth-.¿Porquénotelargasapulirlalanzaoalgoasí?—Fijo,señoritaPrincesa-repusolachicarrona-.Paraatravesarteconellaelviernesporlanoche.—Erreeskorakas!-replicóAnnabeth,ydealgúnmodoentendíqueengriegosignificaba«¡Andaa
dar de comer a los cuervos!», aunqueme dio la impresión de que era unamaldición peor de lo queparecía.
—Osvamosapulverizar-respondióClarisse,peroletemblóunpárpado.Quizánoestabaseguradepodercumplirsuamenaza.Sevolvióhaciamí-.¿Quiénesestealfeñique?
—PercyJackson-dijoAnnabeth-.ÉstaesClarisse,hijadeAres.Parpadeé.—¿Eldiosdelaguerra?Clarissereplicócondesdén:—¿Algúnproblema?—No-contesté-.Esoexplicaelmalolor.Clarissegruñó.—Tenemosunaceremoniadeiniciaciónparalosnovatos,Prissy.—Percy.—Loquesea.Ven,quetelaenseño.—Clarisse…-laadvirtióAnnabeth.—Quítatedeenmedio,listilla.Annabethparecíamuyfirme,perovayasisequitódeenmedio,yyotampocoqueríasuayuda.Era
elchiconuevo.Teníaqueganarmeunareputación.Le entregué aAnnabethmi cuerno deminotauro yme preparé para pelear, pero antes de darme
cuentaClarissemehabíaagarradoporelcuelloymearrastrabahaciaeledificiocolorcenizaquesupedeinmediatoqueeraellavabo.
Yolanzabapuñetazosypatadas.Mehabíapeleadomuchasvecesantes,peroaquellaClarisseteníamanosdehierro.Mearrastróhastaelbañodelaschicas.Habíaunafiladeváteresaunladoyotradeduchas al otro. Olía como cualquier lavabo público, y yo pensé -todo lo que podía pensar mientrasClarissemetirabadelpelo-quesiaquelsitioerade losdioses,yapodríanprocurarseunosserviciosconmásclase.
LasamigasdeClarissereíanatodopulmón,mientrasyointentabaencontrarlafuerzaconquehabíaderrotadoalMinotauro,peronoestabaporningunaparte.
—Sí, hombre, seguro que esmaterial de los TresGrandes -dijo, empujándome hacia un váter-.SeguroqueelMinotaurosemuriódelarisaalverlapintadeestebobo.
Susamigasnoparabandereír.Annabethestabaenunaesquina,tapándoselacaraperomirandoentrelosdedos.Clarissemepusode rodillasyempezóaempujarme lacabezahacia la taza.Apestabaa tuberías
oxidadas ya…bueno, a lo que se echa en los váteres. Luché pormantener la cabeza erguida.Viendoaquellaaguaasquerosapensé:«Nometerélacabezaahínidebroma.»
Yentoncesocurrióalgo.Sentíuntirónenlabocadelestómago.Oílastuberíasrugiryestremecerse.Clarissemesoltóelpelo.Unchorrodeaguasaliódisparadodelváterydescribióunarcoperfectoporencimademicabeza.YocaídeespaldasalsuelosindejardeoírloschillidosdeClarisse.
Mevolvíjustocuandoelaguasaliódenuevodelataza,ledioaClarissedirectoenlacaraycontanta fuerza que la tumbó de culo. El chorro de agua la acosaba como si fuera una mangueraantiincendios,empujándolahaciaunacabinadeducha.
Ellaseresistíadandomanotazosychillando,ysusamigasempezaronaacercarse.Peroentonceslosotrosváteresexplotarontambiényseischorrosmásdeagualashicieronretrocederdegolpe.Lasduchastambiénentraronen funcionamiento,y juntas, todas las salidasdeaguaarrinconarona laschicashastasacarlasdelbaño,arrastrándolascomodesperdiciosqueseretiranconunamanguera.
En cuanto salieron por la puerta, sentí aflojar el tirón del estómagoy el agua terminó tan prontocomohabíaempezado.
Ellavaboenteroestabainundado.Annabethtampocosehabíalibrado.Estabaempapadadepiesacabeza, pero no había sido expulsada por la puerta. Se encontraba exactamente en el mismo lugar,mirándomeconmocionada.
Miréalrededoryreparéenqueestabasentadoenelúnicositiosecodelaestancia.Habíauncírculodesuelosecoentornoamí,ynoteníaniunagotadeaguasobrelaropa.Nada.
Mepuseenpie,conlaspiernastemblando.—¿Cómohas…?-preguntóAnnabeth.—Nolosé.Salimosfuera.Clarisseysusamigasestabantendidasenelbarro,yunpuñadodecampistassehabía
reunidoalrededorparamirarlasestupefactos.Clarisseteníaelpeloaplastadoenlacara.Suchaquetadecamuflajeestabaempapadayellaolíaaalcantarilla.Mededicóunamiradadeodioabsoluto.
—Estásmuerto,chiconuevo.Totalmentemuerto.Deberíahaberlodejadoestar,perorepliqué:—¿Tienesganasdevolverahacergárgarasconaguadelváter,Clarisse?Cierraelpico.Sus amigas tuvieron que contenerla. Luego la arrastraron hacia la cabaña 5, mientras los otros
campistasseapartabanparanorecibirunapatadadesuspiesvoladores.Annabethmemirabafijamente.—¿Qué?-lepregunté-.¿Quéestáspensando?—Estoypensandoquetequieroenmiequipoparacapturarlabandera.
Capítulo7
Micenasedesvaneceenhumo
Lahistoriadelincidenteenellavaboseextendiódeinmediato.Dondequieraqueiba,loscampistasmeseñalabanymurmurabanalgosobreelepisodio.OpuedequesólomiraranaAnnabeth,queseguíabastanteempapada.
Me enseñó unos cuantos sitios más: el taller de metal (donde los chicos forjaban sus propiasespadas),eltallerdeartesyoficios(dondelossátirospulíanunaestatuademármolgigantedeunhombrecabra),elrocódromo,queenrealidadconsistíaendosmurosenfrentadosquesesacudíanviolentamente,arrojaban piedras, despedían lava y chocaban uno contra otro si no llegabas arriba con la suficienteceleridad.
Porúltimo,regresamosallagodelascanoas,dondeunsenderoconducíadevueltaalascabañas.—Tengo que entrenar -dijoAnnabeth sinmás-. La cena es a las siete ymedia. Sólo tienes que
seguirdesdetucabañahastaelcomedor.—Annabeth,sientoloocurridoenellavabo.—Noimporta.—Nohasidoculpamía.Memiróconaireescéptico,yreparéenquesíhabíasidoculpamía.Habíaprovocadoqueelagua
salieradisparadadesdetodoslosgrifos.Noentendíacómo,perolosbañosmehabíanrespondido.Lastuberíasyyonoshabíamosconvertidoenuno.
—TienesquehablarconelOráculo-dijoAnnabeth.—¿Conquién?—Noconquién,sinoconqué.ElOráculo.SelopediréaQuirón.Miréelfondodellago,deseandoquealguienmedieraunarespuestadirectaporunavez.No esperaba que nadieme devolviera lamirada desde el fondo, así queme quedé de una pieza
cuandonotéquehabíadosadolescentessentadasconlaspiernascruzadasenlabasedelembarcadero,aunosseismetrosdeprofundidad.Llevabanpantalonesvaquerosycamisetasverdebrillante,ylamelenacastañalesflotabasueltapor loshombrosmientras lospececillos lasatravesabanentodadirecciones.Sonrieronymesaludaroncomosifueraunamigoquenoveíandesdehacíamuchotiempo.
Atónito,lesdevolvíelsaludo.—Nolasanimes-meavisóAnnabeth-.Lasnáyadessonterriblescomonovias.—¿Náyades?-repetí,ysentíqueaquellomesuperaba-.Hastaaquíhemosllegado.Quierovolvera
casaahora.Annabethpusoceño.—¿Esquenolopillas,Percy?Yaestásencasa.Ésteeselúnicolugarseguroenlatierraparalos
chicoscomonosotros.—¿Terefieresachicosconproblemasmentales?—Merefieroanohumanos.Oporlomenosnodeltodohumanos.Mediohumanos.—¿Mediohumanosymedioqué?—Creoqueyalosabes.
Noqueríaadmitirlo,perometemoquesílosabía.Sentíunlevetemblorenlasextremidades,unasensaciónqueavecesteníacuandomamáhablabademipadre.
—Dios-contesté-.Mediodios.Annabethasintió.—Tupadrenoestámuerto,Percy.EsunodelosOlímpicos.—Esoes…undisparate.— ¿Lo es? ¿Qué es lo más habitual en las antiguas historias de los dioses? Iban por ahí
enamorándose de humanos y teniendo hijos con ellos, ¿recuerdas? ¿Crees que han cambiado decostumbresenlosúltimosmilenios?
—Peroesonosonmásque…-Ibaadecirmitosotravez,perorecordélaadvertenciadeQuirón:alcabodedosmilañosyotambiénpodríaserconsideradounmito-.Perositodosloschicosquehayaquísonmediodioses…
—Semidioses-apostillóAnnabeth-.Éseeseltérminooficial.Omestizos,enlenguajecoloquial.—Entonces¿quiénestupadre?Aferróconfuerzalabarandilla.Tuvelaimpresióndehabertocadountemadelicado.—MipadreesprofesorenWestPoint-medijo-.Noloveodesdequeeramuypequeña.Daclases
deHistoriadeNorteamérica.—Entonceseshumano.— Pues claro. ¿Acaso crees que sólo los dioses masculinos pueden encontrar atractivos a los
humanos?¡Quésexistaeres!—¿Quiénestumadre,pues?—Cabañaseis.—¿Quées?Annabethseirguió.—Atenea,diosadelasabiduríaylabatalla.«Vale-pensé-.¿Porquéno?»Yformulélapreguntaquemásmeinteresaba:—¿Ymipadre?—Pordeterminar-repusoAnnabeth-,comotehedichoantes.Nadielosabe.—Exceptomimadre.Ellalosabía.—Puedequeno,Percy.Losdiosesnosiemprerevelansusidentidades.—Mipadrelohabríahecho.Laquería.Annabethrespondióconmuchotacto;noqueríadesilusionarme.—Puedeque tengas razón.Puedeque envíeuna señal.Es la únicamanerade saberlo seguro: tu
padretienequeenviarteunaseñalreclamándotecomohijo.Avecesocurre.—¿Quieresdecirqueavecesno?Annabethrecorriólabarandillaconlamano.—Losdioses estánocupados.Tienenunmontóndehijos y no siempre…Bueno, a veces no les
importamos,Percy.Nosignoran.Pensé en algunos chicos que había visto en la cabaña de Hermes, adolescentes que parecían
enfurruñadosydeprimidos,comoalaesperadeunallamadaquejamásllegaría.HabíaconocidochicosasíenlaacademiaYancy,enviadosainternadosporpadresricosquenoteníantiempoparaellos.Perolosdiosesdeberíancomportarsemejor,¿no?
—Asíqueestoyatrapadoaquí,¿verdad?-dije-.¿Paraelrestodemivida?— Depende. Algunos campistas se quedan sólo durante el verano. Si eres hijo de Afrodita o
Deméter,probablementenoseasuna fuerza realmentepoderosa.Losmonstruospodrían ignorarte,yenesecasotelasarreglaríasconunosmesesdeentrenamientoestivalyviviríasenelmundomortalelrestodelaño.Peroparaalgunosdenosotrosesdemasiadopeligrosomarcharse.Somosanuales.Enelmundo
mortalatraemosmonstruos;nospresienten,seacercanparadesafiarnos.Enlamayoríadeloscasosnosignoranhastaquesomoslobastantemayoresparacrearproblemas,yasabes,apartirdelosdiezuonceaños.Perodespuésdeesaedad,lamayoríadelossemidiosesvienenaquísinoquierenacabarmuertos.Algunosconsiguensobrevivirenelmundoexterioryseconviertenenfamosos.Créeme,sitedijerasusnombreslosreconocerías.Algunosnisiquierasabenquesonsemidioses.Pero,enfin,sonmuypocos.
—¿Asíquelosmonstruosnopuedenentraraquí?Annabethmeneólacabeza.—Noamenosquese losutilice intencionadamenteparasurtir losbosquesoseaninvocadospor
alguiendedentro.—¿Porquéquerríanadieinvocaraunmonstruo?—Paracombatesdeentrenamiento.Parahacerchistesprácticos.—¿Chistesprácticos?— Lo importante es que los límites están sellados para mantener fuera a los mortales y los
monstruos.Desdefuera,losmortalesmiranelvalleynovennadararo,sólounagranjadefresas.—¿Asíquetúeresanual?Annabeth asintió. Por el cuello de la camiseta se sacó un collar de cuero con cinco cuentas de
arcilladedistintoscolores.EraigualqueeldeLuke,peroeldeellatambiénllevabaungruesoanillodeoro,comounsello.
—Estoyaquídesdequeteníasieteaños-dijo-.Cadaagosto,elúltimodíadelasesiónestival,teotorganunacuentaporsobrevivirunañomás.Llevomástiempoaquíquelamayoríadelosconsejeros,yellosestántodosenlauniversidad.
—¿Cómollegastetanpronto?Hizogirarelanillodesucollar.—Esonoesasuntotuyo.—Ya.-Guardéunincómodosilencio-.Bueno,y…¿podríamarcharmedeaquísiquisiera?—Seríaunsuicidio,peropodrías,conelpermisodelseñorDodeQuirón.Porsupuesto,nodan
ningúnpermisohastaelfinaldelveranoamenosque…—¿Amenosqué?—Queteasignenunamisión.Peroesocasinuncaocurre.Laúltimavez…-Dejólafraseamedias;
sutonosugeríaquelaúltimaveznohabíaidobien.—Enlaenfermería-dije-,cuandomedabasaquellacosa…—Ambrosía.—Sí.Mepreguntastealgodelsolsticiodeverano.LoshombrosdeAnnabethsetensaron.—¿Asíquesabesalgo?—Bueno…no.EnmiantiguaescuelaoíhablaraGroveryQuirónacercadeello.Grovermencionó
elsolsticiodeverano.Dijoalgocomoquenonosquedabademasiadotiempoparalafechalímite.¿Aquéserefería?
—Ojalálosupiera.Quirónylossátiroslosaben,peronotienenintencióndecontármelo.AlgovamalenelOlimpo,algoimportante.Laúltimavezqueestuveallítodoparecíatannormal…
—¿HasestadoenelOlimpo?—Algunosdelosanuales(Luke,Clarisse,yoyotros)hicimosunaexcursiónduranteelsolsticiode
invierno.Esentoncescuandolosdiosescelebransugranconsejoanual.—Pero…¿cómollegastehastaallí?— En el ferrocarril de Long Island, claro. Bajas en la estación Penn. Edificio Empire State,
ascensorespecialhastaelpisoseiscientos.-Memirócomosiestuvieraseguradequeesoyateníaquesaberlo-.EresdeNuevaYork,¿no?
—Sí,desdeluego.-Loera,peroporloquesabíasólohabíacientodospisosenelEmpireState.Decidínomencionarlo.
—Justodespuésdelavisita-prosiguióAnnabeth-,eltiempocomenzóacambiar,comosihubieraestalladounatrifulcaentrelosdioses.Desdeentonces,heescuchadoaescondidasalossátirosunpardeveces.Lomáximoquehellegadoacolegiresquehanrobadoalgoimportante.Ysinolodevuelvenantesdelsolsticiodeverano,sevaa liar.Cuandollegaste,esperaba…Quierodecir…Ateneasellevabiencontodoelmundo,menosconAres.Bueno,claro,yestálarivalidadconPoseidón.Pero,apartedeeso,creíquepodríamostrabajarjuntos.Pensabaquesabríasalgo.
Neguéconlacabeza.Ojaláhubierapodidoayudarla,peromesentíademasiadohambriento,cansadoysobrecargadomentalmenteparaseguirhaciendopreguntas.
—Tengoque conseguirunamisión -murmuróAnnabethpara sí-.Yano soyunaniña.Si sólomecontaranelproblema…
Olíhumodebarbacoaquellegabadealgunapartecercana.Annabethdebiódeescucharlosrugidosdemiestómago,puesmedijoquemeadelantara,ellamealcanzaríadespués.Ladejéenelembarcadero,recorriendolabarandillaconundedocomositrazaraunplandebatalla.
Devueltaenlacabaña11,todoelmundoestabahablandoyalborotabamientrasesperabanlacena.Porprimeravez,advertíquemuchoscampistasteníanrasgossimilares:naricesafiladas,cejasarqueadas,sonrisas maliciosas. Eran la clase de chicos que los profesores señalarían como problemáticos.Afortunadamente,nadiemeprestódemasiadaatenciónmientrasmedirigíaamisitioenelsueloydejabaallímicuernodeminotauro.
Elconsejero,Luke,semeacercó.TambiénteníaelparecidofamiliardeHermes,aunquedeslucidoporlacicatrizdesumejilladerecha,perosusonrisaestabaintacta.
—Teheencontradounsacodedormir-dijo-.Ytoma,teherobadoalgunastoallasdelalmacéndelcampamento.
Nosepodíasabersibromeabaonoapropósitodelrobo.—Gracias-contesté.—Denada.-Sesentóamiladoyserecostócontralapared-.¿Hasidodurotuprimerdía?—Nopertenezcoaestelugar.Nisiquieracreoenlosdioses.—Ya-contestó-.Asíempezamostodos.Yluego,cuandoempiezasacreerenellos,tampocoesmás
fácil.Su amargurame sorprendió, porque Luke parecía un tipo que se tomaba las cosas con filosofía.
Parecíacapazdecontrolarcualquiersituación.—¿AsíquetupadreesHermes?-lepregunté.Sesacóunanavajaautomáticadelbolsilloyporuninstantepenséqueibaadestriparme,perosólo
sequitóelbarrodelasandalia.—Sí,Hermes.—Eltipodelaszapatillasconalas.—Ese.Losmensajeros.Lamedicina.Losviajantes,mercaderes,ladrones.Todoslosqueusanlas
carreteras. Por eso estás aquí, disfrutando de la hospitalidad de la cabaña once. Hermes no esquisquillosoalahoradepatrocinar.
SupusequeLukenopretendíallamarmedonnadie.—¿Hasvistoatupadre?-pregunté.—Unavez.Esperé,convencidodequesiqueríacontármeloloharía.Alparecernoquería.Mepreguntési la
historiatendríaalgoqueverconelorigendesucicatriz.Lukelevantólacabezayseobligóasonreír.
—Notepreocupes,Percy.Loscampistassuelenserbuenagente.Despuésdetodo,somosfamilialejana,¿no?Noscuidamosunosaotros.
Parecíaentenderloperdidoquemesentía,yseloagradecíporqueuntipomayorcomoél-aunquefueraconsejero-sehabríamantenidoalejadodeunpringadodeinstitutocomoyo.PeroLukemehabíadadolabienvenidaalacabaña.Inclusohabíabirladoparamíalgunosartículosdebaño,queeralomásbonitoquehabíahechonadiepormíaqueldía.
Decidíhacerlemigranpregunta,laquellevabaincordiándometodalatarde.—Clarisse,deAres,hagastadobromassobrequeyoseamaterialdelos«TresGrandes».Después
Annabeth,endosocasiones,hadichoqueyopodríaser«elelegido».MedijoquetendríaquehablarconelOráculo.¿Dequévatodoeso?
Lukecerrósunavaja.—Odiolasprofecías.—¿Quéquieresdecir?Aparecióunticjuntoalacicatriz.—Digamosquelaliéabasedebien.Durantelosúltimosdosaños,desdequefalléenmiviajeal
JardíndelasHespérides,Quirónnohavueltoapermitirmásmisiones.Annabethsemueredeganasdesaliralmundo.EstuvodándoletantolapalizaaQuirónquealfinalledijoqueélyaconocíasudestino.TeníaunaprofecíadelOráculo.Nose locontó todo,pero ledijoqueAnnabethnoestabadestinadaapartiraúnenunamisión.Teníaqueesperaraquealguienespecialllegaraalcampamento.
—¿Alguienespecial?—Notepreocupes,chaval-repusoLuke-.AAnnabethlegustapensarquecadanuevocampistaque
pasaporaquíeslaseñalqueellaestáesperando.Venga,vamos,eslahoradelacena.Almomentodedecirlo,sonóuncuernoalolejos.Dealgúnmodosupequeeraelcaparazóndeuna
caracola,aunquejamáshabíaoídounoantes.—¡Once,formadenfila!-vociferóLuke.La cabaña al completo, unos veinte, formamos en el espacio común. La fila iba por orden de
antigüedad,asíqueyoeraelúltimo.Loscampistasllegarontambiéndeotrascabañas,exceptodelastresvacías del final, y de la número 8, que parecía normal de día, pero que ahora que se ponía el solempezabaabrillarargentada.
Subimosporlacolinahastaelpabellóndelcomedor.Senosunieronlossátirosdesdeelprado.Lasnáyadesemergierondellagodelascanoas.Unascuantaschicasmássalierondelbosque;ycuandodigodelbosque,quierodecirdirectamentedelbosque.Unaniñadeunosnueveodiezañossurgiódeltroncodeunarceyllegósaltandoporlacolina.
En total, habría unos cien campistas, una docena de sátiros y otra docena surtida de ninfas delbosqueynáyades.
En el pabellón, las antorchas ardían alrededor de las columnas demármol. Una hoguera centralrefulgíaenunbraserodebroncedeltamañodeunabañera.Cadacabañateníasupropiamesa,cubiertaconunmantelblancorematadoenmorado.Cuatromesasestabanvacías,peroladelacabaña11estaballenaenexceso.Tuvequeapretujarmealbordedeuntroncoconmediocuerpocolgando.
ViaGroversentadoalamesa12conelseñorD,unoscuantossátirosyunaparejadechicosrubiosregordetesclavadosalseñorD.Quirónestabadepieaunlado,lamesadepicnicerademasiadopequeñaparauncentauro.
Annabethsehallabaenlamesa6conunpuñadodechavalesdeaspectoatléticoyserio,todosconsusojosgrisesyelpelorubiocolormiel.
ClarissesesentabadetrásdemíenlamesadeAres.Alparecerhabíasuperadoelremojón,porqueestabariendoyeructandocontodossusamigos.
Al final,Quiróncoceóel suelodemármolblancodelpabellóny todoelmundoguardó silencio.
Levantósucopaybrindó:—¡Porlosdioses!Las ninfas del bosque se acercaron con bandejas de comida: uvas,manzanas, fresas, queso, pan
fresco,ysí,¡barbacoa!Teníaelvasovacío,peroLukemedijo:—Háblale.Pideloquequierasbeber…sinalcohol,porsupuesto.— Coca-Cola de cereza -dije. El vaso se llenó con un líquido de color caramelo burbujeante.
Entonces tuve una idea-. Coca-Cola de cereza azul. -El refresco se volvió de una tonalidad cobaltointenso.Bebíunsorbo.Perfecto.
Brindé por mi madre. «No se ha ido -me dije-. Al menos no permanentemente. Está en elinframundo.Ysiesoesunlugarreal,entoncesalgúndía…»
—Aquítienes,Percy-medijoLuketendiéndomeunabandejadejamónahumado.Llenémiplatoymedisponíaacomercuandoobservéquetodoelmundoselevantabayllevabansus
platosalfuegoenelcentrodelpabellón.Mepreguntésiiríanporelpostre.—Ven-meindicóLuke.Alacercarme,viquetodostirabanpartedesucomidaalfuego:lafresamáshermosa,eltrozode
carnemásjugoso,elrollitomáscrujienteyconmásmantequilla.Lukememurmuróaloído:—Quemamosofrendasparalosdioses.Lesgustaelolor.—Estásdebroma.Sumiradameadvirtióquenoeraningunabroma,peronopudeevitarpreguntarmeporquéaunser
inmortaly todopoderoso legustabaelolorde lacomidaabrasada.Lukeseacercóal fuego, inclinó lacabezayarrojóungordoracimodeuvasnegras.
—Hermes-dijo.Yoeraelsiguiente.Ojalá hubiera sabido qué nombre de dios pronunciar.Al final, opté por una petición silenciosa:
«Quienquieraque seas,dímelo.Por favor.»Me inclinéy echéunagruesa rodajade jamónal fuego,yafortunadamentenomeasfixiéconeldensohumoquedesprendíalahoguera.
No olía en absoluto a comida quemada, sino a chocolate caliente, bizcocho recién hecho,hamburguesasalaparrillayfloressilvestres,yotrascosasdeliciosasquenodeberíanhabercombinadobien, peroque sin embargo lohacían.Casi llegué a creerque losdiosespodían alimentarsede aquelhumo.
Cuandotodoelmundoregresóasusasientosyhuboterminadosucomida,Quirónvolvióacocearelsueloparallamarnuestraatención.
ElseñorDselevantóconungransuspiro.— Sí, supongo que esmejor que os salude a todos, mocosos. Bueno, hola. Nuestro director de
actividades,Quirón, dice que el próximo capturar la bandera es el viernes.Demomento, los laurelesestánenpoderdelacabañacinco.
EnlamesadeAressealzaronvítoresamenazadores.—Personalmente -prosiguióel señorD-,nopodría importarmemenos,peroos felicito.También
deberíadecirosquehoyhallegadounnuevocampista.PeterJohnson.-Quirónseinclinóylemurmuróalgo-.Esto…Percy Jackson -secorrigióel señorD-.Puesmuybien.Hurray todoeso.Ahorapodéissentarosalrededordevuestratontahogueradecampamento.Venga.
Todo el mundo vitoreó. Nos dirigimos al anfiteatro, donde la cabaña de Apolo dirigió el coro.Cantamos canciones de campamento sobre los dioses, comimos bocadillos de galleta, chocolate ymalvaviscosybromeamos,ylomáscuriosofuequeyanomeparecióqueestuvierantodosmirándome.Mesentíencasa.
Más tarde,por lanoche,cuando laschispasde lahogueraascendíanhaciauncieloestrellado, la
caracolavolvióa sonary todos regresamosen filaa lascabañas.Nomedicuentade locansadoqueestabahastaquemederrumbéenelsacodedormirprestado.
Mis dedos se cerraron alrededor del cuerno delMinotauro. Pensé en mi madre, pero sólo tuvebuenospensamientos:susonrisa,lashistoriasquemeleíaantesdeirmealacamacuandoerapequeño,lamaneraenquemedecíaquenodejaraquemepicaranlosmosquitos.
Cuandoalfinalcerrélosojos,medormíalinstante.EsefuemiprimerdíaenelCampamentoMestizo.Ojaláhubierasabidoquépocoibaadisfrutardeminuevohogar.
Capítulo8
Capturamosunabandera
Lossiguientesdíasmeacostumbréaunarutinaquecasiparecíanormal,siexceptuamoselhechodequemedabanclasesátiros,ninfasyuncentauro.
CadamañanarecibíaclasesdegriegoclásicodeAnnabeth,yhablábamosdelosdiosesydiosasenpresente, loque resultababastante raro.DescubríqueAnnabeth tenía razónconmidislexia: elgriegoclásiconomeresultabatandifícildeleer.Almenosnomásqueelinglés.Trasunpardemañanas,podíarecorreratrompiconesunascuantasfrasesdeHomerosinquemedierademasiadodolordecabeza.
Elrestodeldíaprobabatodas lasactividadesalaire libre,buscandoalgoenloquefuerabueno.Quirónintentóenseñarmetiroconarco,peroprontodescubrimosquenoeraningúnasconlasflechas.Nosequejó,nisiquieracuandotuvoquedesenmarañarseunaflechaperdidadelacola.
¿Carreras? Tampoco. Las instructoras, unas ninfas del bosque, me hacían morder el polvo. Medijeronquenomepreocupara,queellas teníansiglosdeprácticade tantohuirdediosesenamorados.Pero,aunasí,eraunpocohumillantesermáslentoqueunárbol.
¿Ylaluchalibre?Olvídalo.Cadavezquemeacercabaalacolchoneta,Clarissemedabaparaelpelo.«Tengomásdeesto,siquieresotraración,pringado»,memurmurabaaloído.
Enloúnicoenquesobresalíaeralacanoa,quedesdeluegonoeralaclasedehabilidadheroicaquelagenteesperabadescubrirenelchicoquehabíaderrotadoalMinotauro.
Sabíaqueloscampistasmayoresylosconsejerosmeobservaban,intentabandecidirquiéneramipadre,peronolesestabaresultandofácil.YonoerafuertecomoloshijosdeAres,ni tanbuenoenelarcocomolosdeApolo.NoteníalahabilidadconelmetaldeHefestoni-nolopermitieranlosdioses-lahabilidaddeDionisocon lasvides.Lukemedijoque talvez fuerahijodeHermes,unaespeciedecomodínparatodoslosoficios,maestrodeninguno.Perotuvelaimpresióndequesólointentabahacerquemesintieramejor.Éltampocosabíaaquiénadscribirme.
Apesardetodo,megustabaelcampamento.Prontomeacostumbréa laneblinamatutinasobrelaplaya,alaromadeloscamposdefresasporlatarde,inclusoalossonidosrarosdelosmonstruosdelosbosquesporlanoche.Cenabaconlosdelacabaña11,echabapartedemicomidaalfuegoeintentabasentiralgúntipodeconexiónconmipadrereal.Nopercibínada,sóloelsentimientocálidoquesiemprehabía tenido, como el recuerdo de su sonrisa. Intentaba no pensar demasiado en mamá, pero seguíarepitiéndome:«Si losdiosesy losmonstruossonreales,si todasestashistoriasmágicassonposibles,seguroquehaymaneradesalvarla,dedevolverlaalavida…»
Empecé a entender la amargura de Luke y cuánto parecía molestarle su padre, Hermes. Sí, deacuerdo, a lomejor los dioses tenían cosas importantes que hacer. Pero ¿no podían llamar de vez encuando,otronar,oalgoporelestilo?DionisopodíahaceraparecerdelanadaunaCoca-Colalight.¿Porquénopodíamipadre,oquienfuera,haceraparecerunteléfono?
Elmartespor la tarde, tresdíasdespuésdemi llegadaalCampamentoMestizo, tuvemiprimeraleccióndecombateconespada.Todoslosdelacabaña11sereunieronenelenormeruedodondeLukenosinstruiría.
Empezamosconlostajosylasestocadasbásicas,practicandoconmuñecosdepajaconarmaduragriega. Supongo que no lo hicemal. Por lomenos, entendí lo que se suponía que debía hacer ymisreflejoseranbuenos.
Elproblemaeraquenoencontrabaunaespadaquemefuerabien.Oeranmuypesadasodemasiadoligerasodemasiadolargas.Lukeintentótodoloqueestuvoensumanoparapertrecharme,perocoincidióenqueningunadelasarmasdeprácticasparecíaservirme.
Despuésempezamosaenfrentarnosenparejas.Lukeanuncióqueseríamicompañero,dadoqueeralaprimeravez.
— Buena suerte -me deseó uno de los campistas-. Luke es el mejor espadachín de los últimostrescientosaños.
—Alomejoraflojaunpococonmigo-dije.Elcampistabufó.Lukemeenseñólosataques,lasparadasylosbloqueosdeescudoalamaneradura.Concadagolpe,
acababaunpocomásmachacadoymagullado.—Mantén laguardiaalta,Percy -decía,ymeasestabauncintarazoen las costillas-. ¡No,no tan
alta!-¡Zaca!-.¡Ataca!-¡Zaca!-.¡Ahoraretrocede!-¡Zaca!Cuandoparamosparaeldescansochorreabasudor.Todoelmundoseapiñójuntoalrefrigeradorde
bebidas.Lukeseechóaguaheladasobrelacabeza,ymepareciótanbuenaideaqueloimité.Alinstantemesentímejor.Misbrazosrecuperaronfuerzas.Laespadanomeparecíatanextraña.
—¡Vale,todoelmundoencírculo,arriba!-ordenóLuke-.SiaPercynoleimporta,quierohacerosunapequeñademostración.
«Vale-pensé-,vamosavercómolezurranlabadanaaPercy.»Los chicos deHermes se reunieron alrededor demí. Se aguantaban las risitas. Supuse que antes
habíanestadoenmilugarysemoríandeimpacienciaporvercómoLukemeusabacomosacodeboxeo.Ledijoatodoelmundoqueibaahacerlesunademostracióndeunatécnicadedesarme:cómogirarelarmaenemigaasestándoleungolpeconlaespadadeplanoparaquenotuvieramásopciónquesoltarla.
— Esto es difícil -remarcó-. A mí me lo han hecho. No os riáis de Percy. La mayoría de losguerrerostrabajanañosantesdedominarestatécnica.
Hizounademostracióndelmovimientoacámaralenta.Desdeluego,laespadacayódemimanoconbastanteestrépito.
—Ahoraentiemporeal-dijoencuantohuberecuperadoelarma-.Atacamosyparamoshastaqueunolequiteelarmaalotro.¿Listo,Percy?
Asentí, yLuke vino pormí.De algúnmodo conseguí evitar que le diera a la empuñadura demiespada.Missentidosestabanalerta.Veíavenirsusataques.Conté.Diunpasoadelanteeintentéimitarlatécnica.Luke ladesviócon facilidad,perodetectéelcambioensucara.Aguzó lamiradayempezóapresionarconmásfuerza.
Me pesaba la espada. No estaba bien equilibrada. Sólo era cuestión de segundos que Luke mederrotara,asíquemedije:«¡Quédemonios,almenosinténtalo!»
Intenté lamaniobradedesarme.MihojadioenlabasedeladeLukeylagiré, lanzandotodomipesoenunaestocadahaciadelante.LaespadadeLukerepiqueteóenlaspiedras.Lapuntademiespadaestabaatresdedosdesupechoindefenso.
Losdemáscampistasquedaronensilencio.Bajélaespada.—Losiento…Perdona.PorunmomentoLukesequedódemasiadoaturdidoparahablar.—¿Perdona? -Surostromarcadoseensanchóenunasonrisa-.Por losdioses,Percy,¿porqué lo
sientes?¡Vuelveaenseñarmeeso!
No quería. El breve ataque de energía frenéticame había abandonado por completo. Pero Lukeinsistió.
Esta vez no hubo competición. En cuanto nuestras espadas entraron en contacto, Luke golpeómiempuñaduraymiarmaacabóenelsuelo.
Trasunalargapausa,alguiendelpúblicopreguntó:—¿Lasuertedelprincipiante?Lukesesecóelsudordelafrente.Meobservóconuninterésabsolutamenterenovado.— Puede -dijo-. Pero me gustaría saber qué es capaz de hacer Percy con una espada bien
equilibrada…
El viernes por la tarde estaba con Grover a orillas del lago, descansando de una experienciacercanaalamuerteenelrocódromo.Groverhabíasubidoalacimaasaltoscomounacabramontesa,perolalavaporpocoacabaconmigo.Micamisateníaagujeroshumeantesysemehabíachamuscadoelvellodelosantebrazos.
Estábamossentadosenelembarcadero,observandoalasnáyadestejercesteríasubacuática,hastaquereunívalorparapreguntarlecómolehabíaidoconelseñorD.
Selepusolacaraalgoamarillaydijo:—Guay.Genial.—¿Asíquetucarrerasigueenpie?Memiróalgonervioso.—¿TehadichoQuirónquequierounalicenciadebuscador?— Bueno… no. -No tenía idea de qué era una licencia de buscador, pero no parecía el mejor
momentoparapreguntar-.Sólodijoqueteníasgrandesplanes,yasabes…yquenecesitabasganarte lareputacióndeterminarunencargodeguardián.¿Laconseguiste?
Grovermiróhaciaabajo,alasnáyades.—ElseñorDhasuspendidolavaloración.Dicequenohefracasadonilogradonadaaúncontigo,
asíquenuestrosdestinossiguenunidos.Sitedieranunamisiónyyoteacompañaraparaprotegerte,ylosdosregresáramosvivos,puedequeconsideraraterminadomitrabajo.
Meanimé.—Bueno,¿noestátanmal,no?—¡Beee-ee!Habríasidomejorquemetrasladaraalimpiezadeestablos.Lasoportunidadesdeque
tedenunamisión…Además,aunqueteladieran,¿porquéibasaquerermeatulado?—¡Puesclaroquetequerríaamilado!Alicaído,Groverobservóelagua.—Cestería…Tienequeserestupendotenerunahabilidadquesirvaparaalgo.Intenté animarlo, asegurándole que poseíamuchísimos talentos, pero eso sólo lo pusomás triste.
Hablamosunratodecanoasyespadas,despuésdebatimoslosprosycontrasdelosdistintosdioses.Alfinal,acabépreguntándoleporlascabañasvacías.
—Lanúmeroocho,ladeplata,esdeArtemisa-dijo-.Jurómantenersesiempredoncella.Asípues,nadadeniños.Lacabañaes,yasabes…honoraria.Sinotuvieraunaseenfadaría.
—Ya.Pero¿ylasotrastres,lasdelfondo?¿SonésaslosTresGrandes?Groversepusoentensión.Erauntemadelicado.—No. Una de ellas, la número dos, es de Hera, otra de las honorarias -dijo-. Es la diosa del
matrimonio, así que por supuesto no va por ahí teniendo romances conmortales. Esa es tarea de sumarido.Cuando decimos losTresGrandes nos referimos a los tres hermanos poderosos, los hijos deCronos.
—Zeus,PoseidónyHades.
—Exacto.Veoqueestásalloro.Traslagranbatallacontralostitanes,lequitaronelmundoasupadreyseecharonasuertesaquiénletocabacadacosa.
—AZeusletocóelcielo,aPoseidónelmaryaHadeselinframundo-dije.—Aja.—PeroHadesnotienecabaña.—No, y tampoco trono en elOlimpo.Digamos que se dedica a sus cosas en el inframundo. Si
tuvieraunacabañaaquí…-Groverseestremeció-.Bueno,noseríaagradable.Dejémosloasí.—PeroZeusyPoseidón…Losdosteníaninfinidaddehijosenlosmitos.¿Porquéestánvacíassus
cabañas?Grovermoviólaspezuñas,incómodo.— Hace unos sesenta años, tras la Segunda Guerra Mundial, los Tres Grandes se pusieron de
acuerdoparanoengendrarmáshéroes.Losniñoserandemasiadopoderosos.Influíanbastanteenelcursodelosacontecimientosdelahumanidadycausabanmuchoderramamientodesangre.LaSegundaGuerraMundialfuebásicamenteunaluchaentreloshijosdeZeusyPoseidónporunlado,ylosdeHadesporelotro.Elladoganador,ZeusyPoseidón,obligóaHadesahacerunjuramentoconellos:nomáslíosconmortales.TodosjuraronsobreelríoEstige.
Eltruenobramó.— Ese es el juramento más serio que puede hacerse -dije. Grover asintió-. ¿Y los hermanos
mantuvieronsupalabra?LaexpresióndeGroverseenturbió.—Hacediecisieteaños,Zeussecayódeltren.Habíaunaestrelladetelevisiónconunpeinadode
losochenta…Enfin,nosepudoresistir.Cuandonaciósuhija,unaniñallamadaThalia…Bueno,elríoEstigesetomaenseriolaspromesas.Zeusselibrófácilmenteporqueesinmortal,perocondujoasuhijaaundestinoterrible.
—¡Peroesonoesjusto!¡Nofueculpadelaniña!Grovervaciló.—Percy,loshijosdelosTresGrandestienenmayorespoderesqueelrestodelosmestizos.Tienen
unauramuypoderosa,unaromaqueatraealosmonstruos.CuandoHadesseenteródelodelaniña,nolehizoningunagraciaqueZeushubierarotoeljuramento.HadesliberóalospeoresmonstruosdelTártaroparatorturaraThalia.Seleasignóunsátirocomoguardiáncuandoteníadoceaños,peronohabíanadaquepudierahacer.Intentóescoltarlahastaaquíconotropardemestizosdelosquesehabíahechoamiga.Casiloconsiguieron.Llegaronhastalacimadelacolina.-Señalóalotroladodelvalle,elpinojuntoalqueyohabíaluchadoconelMinotauro-.LosperseguíanlastresBenévolas,juntoaunahordadeperrosdel infierno.EstabanapuntodeechárselesencimacuandoThalia ledijoa su sátiroque llevaraa losotrosdosmestizosalugarseguromientrasellaconteníaalosmonstruos.Estabaheridaycansada,ynoqueríavivircomounanimalperseguido.Elsátironoqueríadejarla,peroThalianocambiódeidea,yéldebía proteger a los otros. Así que se enfrentó a su última batalla sola, en la cumbre de la colina.Mientrasmoría,Zeussecompadeciódeella.Laconvirtióenaquelárbol.Suespírituayudaaprotegerlaslindesdelvalle.PoresolacolinasellamaMestiza.
Miréelpinoenladistancia.La historia me dejó vacío, y también me hizo sentir culpable. Una chica de mi edad se había
sacrificadoparasalvara susamigos.Sehabíaenfrentadoa todounejércitodemonstruos.Al ladodeeso,mivictoriasobreelMinotauronoparecíagrancosa.Mepreguntésidehaberactuadodemaneradiferente,habríapodidosalvaramimadre.
—Grover-ledije-,¿hayalgúnhéroequehayacumplidomisionesenelinframundo?—Algunos-respondió-.Orfeo,Hércules,Houdini.—Y…¿hantraídodevueltaaalguiendeentrelosmuertos?
—No.Nunca.Orfeocasiloconsiguió…Percy,¿noestaráspensandoseriamenteen…?—No-mentí-.Sólomelopreguntaba.-Ycambiédetema-:Asíque¿siemprehayunsátiroasignado
paravelarporunsemidiós?Grovermeestudióconrecelo,pococonvencidodequehubieseabandonadolaideadelinframundo.— No siempre. Acudimos en secreto a muchas escuelas. Intentamos detectar los mestizos con
potencialparasergrandeshéroes.Siencontramosalgunoconunauramuypoderosa,comounhijodelosTresGrandes, alertamos aQuirón.Éste intentavigilarlos, porquepodrían causarproblemas realmentegraves.
—Ytúmeencontraste.Quiróndicequecreesqueyopodríaseralguienespecial.Groverhizounamueca.— Yo no… Oye, no pienses en eso. Aunque lo fueras (ya sabes a qué me refiero), jamás te
asignaríanunamisión,yyonuncaobtendrémilicencia.ProbablementeereshijodeHermes.Opuedequeinclusodeunodelosmenores,comoNémesis,ladivinidaddelavenganza.Notepreocupes,¿vale?
Meparecióquelodecíamásporconfortarseasímismoqueamí.
Esanoche,despuésdelacenahubomásajetreoquedecostumbre.Porfinhabíallegadoelmomentodecapturarlabandera.Cuandoretiraronlosplatos,lacaracolasonóytodosnospusimosenpie.LoscampistasgritaronyvitorearoncuandoAnnabethydosdesushermanosentraronenelpabellón
portandounestandartedeseda.Medíaunostresmetrosdelargo,eradeungrisrelucienteyteníapintadaunalechuzaencimadeunolivo.Porelladocontrariodelpabellón,Clarisseysuscolegasentraronconotroestandarte,detamañoidénticoperorojofuego,pintadoconunalanzaensangrentadayunacabezadejabalí.
MevolvíhaciaLukeylegritéporencimadelbullicio:—¿Esassonlasbanderas?—Sí.—¿AresyAteneadirigensiemprelosequipos?—Nosiempre-repuso-,perosíamenudo.—Asíquesiotracabañacapturauna,¿quéhacéis?¿Repintáislabandera?Sonrió.—Yaloverás.Primerotenemosqueconseguiruna.—¿Dequéladoestamos?Melanzóunamiradaladina,comosisupieraalgoqueyoignoraba.Lacicatrizensurostrolehacía
parecercasimaloalaluzdelasantorchas.—NoshemosaliadotemporalmenteconAtenea.EstanochevamosporlabanderadeAres.Ytúvas
aayudarnos.Se anunciaron los equipos. Atenea se había aliado con Apolo y Hermes, las dos cabañas más
grandes;alparecer,acambiodealgunosprivilegios:horariosen laduchayen las tareas, lasmejoreshorasparaactividades.
Aressehabíaaliadocontodoslosdemás:Dioniso,Deméter,AfroditayHefesto.Porlovisto,doschicos de Dioniso eran bastante buenos atletas. Los de Deméter poseían grandes habilidades con lanaturalezaylasactividadesalairelibre,peronoeranmuyagresivos.LoshijosehijasdeAfroditanomepreocupabandemasiado;prácticamenteevitabancualquieractividad,mirabansusreflejosenellago,sepeinabanycotilleaban.Porsuparte,losúnicoscuatroniñosdeHefestonoeranguapos,perosígrandesycorpulentos debido a su trabajo en la herrería todo el día. Podrían ser un problema.Eso dejaba, porsupuesto, a la cabaña deAres: una docena de los chavalesmás grandes, feos ymarrulleros de LongIsland,ydecualquierotrolugardelplaneta.
Quiróncoceóelmármoldelsuelo.— ¡Héroes! -anunció-. Conocéis las reglas. El arroyo es la frontera. Vale todo el bosque. Se
permitentodotipodeartilugiosmágicos.Elestandartedebeestarclaramenteexpuestoynotenermásdedosguardias.Losprisionerospuedenserdesarmados,peronoheridosniamordazados.Nosepermitematarnimutilar.Yoharédeárbitroymédicodeurgencia.¡Armaos!
Abriólosbrazosyderepentelasmesassecubrierondeequipamiento:cascos,espadasdebronce,lanzas,escudosdepieldebueyconproteccionesdemetal.
—¡Uau!-exclamé-.¿Deverdadvamosausartodoesto?Lukememirócomosiyofuesetonto.—Amenosquequierasquetusamiguitosdelacincoteensarten.Ten.Quirónhapensadoqueesto
teiríabien.Estásenpatrulladefrontera.MiescudoeradeltamañodeuntablerodelaNBA,conunenormecaduceoenelmedio.Pesabamil
kilos.Habríapodidopracticarsnowboardconél,peroconfiabaenquenadieesperarademíquecorrieramuyrápido.Micasco,comotodoslosdelequipodeAtenea,teníaunpenachoazulencima.Aresysusaliadoslollevabanrojo.
—¡Equipoazul,adelante!-gritóAnnabeth.Vitoreamos,agitamosnuestrasarmasylaseguimosporelcaminohacialapartesurdelbosque.El
equiporojonosprovocabaagritosmientrasseencaminabahaciaelnorte.ConseguíalcanzaraAnnabethsintropezarconmiequipo.— ¡Eh! -Ella siguió marchando-. Bueno, ¿y cuál es el plan? -pregunté-. ¿Tienes algún artilugio
mágicoquepuedasprestarme?Semetiólamanoenelbolsillo,comositemieraquelehubieserobadoalgo.—OjoconlalanzadeClarisse-dijo-.Teaseguroquenoteconvienequeesacosatetoque.Porlo
demás,notepreocupes.ConseguiremoselestandartedeAres.¿TehadadoLuketutrabajo?—Patrulladefrontera,sealoquesea.—Esfácil.Quédatejuntoalarroyoymanténalosrojosapartados.Déjameelrestoamí.Atenea
siempretieneunplan.Apretóelpaso,dejándomeenlainopia.—Vale-murmuré-.Mealegrodequemequisierasentuequipo.Era una noche cálida y pegajosa. Los bosques estaban oscuros, las luciérnagas parpadeaban.
Annabethmehabíaubicadojuntoaunpequeñoarroyoqueborboteabaporencimadeunasrocas,mientrasellayelrestodelequiposedispersabaentrelosárboles.
Allídepie,solo,conmigrancascodeplumasazulesymienormeescudo,mesentícomounidiota.Laespadadebronce,comotodaslasespadasquehabíaprobadohastaentonces,parecíamalequilibrada.Laempuñaduradecueromeresultabatancómodacomounaboladejugaralosbolos.
Peronadiemeharíadaño,¿no?Vamos,queelOlimpodebíadeteneralgúntipoderesponsabilidadaterceros,digoyo.
Enlalejaníaseoyólacaracola.Escuchévítoresygritosenlosbosques,entrechocardeespadas,chicospeleando.Unaliadoemplumadodeazulpasócorriendoamiladocomounciervo,cruzóelarroyoyseinternóenterritorioenemigo.
«Vale-pensé-.Comodecostumbre,mepierdotodaladiversión.»Entonces, en algún lugar cerca de donde me encontraba, oí un ruido -una especie de gruñido
desgarrador-quemeprovocóunsúbitoescalofrío.Levantéinstintivamentemiescudo,conlaimpresióndequealgomeacechaba.Entonceslosgruñidossedetuvieron.Percibíquelapresenciaseretiraba.
Alotroladodelarroyo,deprontolamalezaexplotó.AparecieroncincoguerrerosdeAresgritandoyaullandodesdelaoscuridad.
—¡Alaguaconelpringado!-gritóClarisse.
Sus feosojosporcinosdespidieronodioa travésde las rendijasdelcasco.Blandíauna lanzademetroymedio,encuyapuntademetalcongarfiostitilabaunaluzroja.Sushermanossólollevabanlasespadasdebroncetípicas;tampocoesqueesomehicierasentirmejor.
Cargaronatravésdelriachuelo.Nohabíaayudaalavista.Podíacorrer.OtratardedefendermedelamitaddelacabañadeAres.
Conseguí evitar el lance del primer chaval, pero aquellos tipos no eran tan tontos como elMinotauro.Me rodearon y Clarisseme atacó con la lanza.Mi escudo desvió la punta, pero sentí undolorosocalambreportodoelbrazo.Semepusieronlospeloscomoescarpiasyelbrazodelescudomequedóentumecido.Jadeaba.
Electricidad.Suestúpidalanzaeraeléctrica.Mereplegué.Otrochavalmeasestóungolpeenelpechoconlaempuñaduradelaespadaycaíalsuelo.Habríanpodidopatearmehastaconvertirmeengelatina,peroestabandemasiadoocupadosriéndose.—Sesióndepeluquería-dijoClarisse-.Agarradleelpelo.Conseguíponermeenpieylevantélaespada,peroClarisselaapartódeungolpeconlalanza,que
chisporroteaba.Ahorateníaentumecidoslosdosbrazos.—Uy,uy,uy-seburlóClarisse-.Quémiedomedaestetío.Muchísimo.—Labanderaestáenaquelladirección-ledije.Tratédefingirqueestabaenfadadodeverdad,pero
metemoquenoloconseguídeltodo.—Ya-contestóunodesushermanos-.Peroverás,nonosimportalabandera.Loquenosimportaes
untipoqueharidiculizadoanuestracabaña.—Pues lo hacéis sinmi ayuda -respondí.Admito que quizá no fue lomás inteligente que pudo
ocurrírseme.Doschavalesseabalanzaronsobremí.Yoretrocedíhastaelarroyo,intentélevantarelescudo,pero
Clarisse erademasiado rápida.Su lanzamediodirectamente en las costillas.Denohaber llevado elpechoprotegido,mehabríaconvertidoenkebabdepollo.Comosí lo llevaba,el aguijonazoeléctricosólomediosensacióndearrancarmelosdientes.Unodesuscompañerosdecabañamemetióunbuentajoenelbrazo.
Vermipropiasangre-cálidayfríaalmismotiempo-memareó.—Noestápermitidohacersangre-farfullé.—Andaya-respondióeltipo-.Supongoquemequedarésinpostre.Me empujó al arroyo y aterricé con un chapuzón. Todos rieron. Supuse que moriría tan pronto
terminaran de divertirse. Pero entonces ocurrió algo.El agua pareció despertarmis sentidos, como siacabaradecomermeunabolsadelasgominolasdemimadre.
Clarisse y sus colegas se metieron en el arroyo para acabar conmigo, pero yo me puse en piedispuestoa recibirlos.Sabíaquéhacer.Alprimero leaticéuncintarazoen lacabezay learranquéelcascolimpiamente.Leditanfuertequelevilosojosvibrarmientrassederrumbabaenelagua.
Elfeonúmerodosyelfeonúmerotressemearrojaronencima.Leestampéelescudoenlacaraaunoyusélaespadaparaesquilarelpenachodelotro.Ambosretrocedieronconrapidez.Elfeonúmerocuatronoparecíacondemasiadasganasdeatacarme,peroClarissellegabaembalada,ylapuntadesulanzacrepitabadeenergía.Encuantoembistió,atrapéelastaentreelbordedemiescudoylaespadaylarompícomounaramita.
—¡Jo!-exclamó-.¡Idiota!¡Gusanoapestoso!Y me habría llamado cosas peores, pero le aticé en la frente con la empuñadura y la envié
tambaleándosefueradelarroyo.Entonces oí chillidos y gritos de alegría, y vi a Luke correr hacia la frontera enarbolando el
estandartedelequiporojo.UnpardechavalesdeHermeslecubríanlaretiradayunoscuantosapolosseenfrentabanalashuestesdeHefesto.LosdeAresselevantaronyClarissemurmuróunatorvamaldición.
—¡Unatrampa!-exclamó-.¡Eraunatrampa!Trataron de atrapar a Luke, pero era demasiado tarde. Todo elmundo se reunió junto al arroyo
cuandoLukecruzóasuterritorio.Nuestroequipoestallóenvítores.Elestandarterojobrillóysevolvióplateado.Eljabalíylalanzafueronreemplazadosporunenormecaduceo,elsímbolodelacabaña11.LosdelequipoazulagarraronaLukeyloalzaronenhombros.Quirónsalióamediogalopedelbosqueehizosonarlacaracola.
Eljuegohabíaterminado.Habíamosganado.EstabaapuntodeunirmealacelebracióncuandolavozdeAnnabeth,justoamiladoenelarroyo,
dijo:—Noestámal,héroe.-Miré,peronoestabaallí-.¿Dóndedemonioshasaprendidoalucharasí?-
mepreguntó.ElaireseestremecióyellasematerializóamiladoquitándoseunagorradelosYankees.Meenfadé.Nisiquieramealucinóelhechodequeacabaradevolverseinvisible.—Mehasusadocomocebo-ledije-.MehaspuestoaquíporquesabíasqueClarissevendríapor
mí,mientrasenviabasaLukeporelotroflanco.Lohabíasplaneadotodo.Annabethseencogiódehombros.—Yatelohedicho.Ateneasiempretieneunplan.—Unplanparaquemepulvericen.—Vinetanrápidocomopude.Estabaapuntodesaltarparadefenderte,pero…-Seencogióotravez
dehombros-.Nonecesitabasmiayuda.-Entoncessefijóenmibrazoherido-.¿Cómotehashechoeso?—Esunaheridadeespada.¿Quépensabas?—No.Eraunaheridadeespada.Fíjatebien.Lasangrehabíadesaparecido.Dondehabíaestadoelcorte,ahorahabíaunlargorasguño,ytambién
estabadesapareciendo.Antemisojos,seconvirtióenunapequeñacicatrizyfinalmentesedesvaneció.—¿Cómohashechoeso?-dijealelado.Annabethreflexionóconrepentinaconcentración.Casiveíagirar losengranajesensucabeza.Me
miróalospies,despuéslalanzarotadeClarisse,yporfindijo:—Saldelagua,Percy.—¿Qué…?—Hazloycalla.Lohiceeinmediatamentevolvíasentirlosbrazosentumecidos.Elsubidóndeadrenalinaremitióy
casimederrumbo,peroAnnabethmesujetó.—Oh,Estige-maldijo-.Estonoesbueno.Yonoquería…SupusequehabríasidoZeus.Antesdequepudierapreguntarquéqueríadecir,volvíaoírelgruñidocaninodeantes,peroesta
vezmuchomáscerca.Ungruñidoqueparecióabrirendoselbosque.Losvítores de los campistas cesaron al instante.Quiróngritó algo engriego clásico, y sólomás
tardeadvertíquelohabíaentendidoalaperfección:—¡Apartaos!¡Miarco!Annabethdesenvainósuespada.Enlasrocassituadasencimadenosotroshabíaunenormeperronegro,conojosrojoscomolalava
ycolmillosqueparecíandagas.Memirabafijamente.Nadiesemovió,yAnnabethgritó:—¡Percy,corre!Intentó interponerse entre el bicho y yo, pero el perro eramuy rápido.Le saltó por encima -una
sombracondientes-y se abalanzó sobremí.Depronto caíhacia atrásy sentí que susgarras afiladasperforabanmiarmadura.Oíunacascadadesonidosderasgado,comosirompieranpedazosdepapelunodetrásdeotro,ydeprontoelbichoteníaunpuñadodeflechasclavadasenelcuello.Cayómuertoamis
pies.Poralgúnmilagro,yoseguíavivo.Noquisemirardebajodemiarmaduradespedazada.Sentíael
pecho caliente y húmedo, sin duda tenía cortes muy feos. Un segundo más y el animal me habríaconvertidoenpicadillofino.
Quiróntrotóhastanosotros,conunarcoenlamanoyelrostrosombrío.—Diimmortales!-exclamóAnnabeth-.EsoeraunperrodelinfiernodelosCamposdeCastigo.No
están…sesuponequeno…—Alguienlohainvocado-dijoQuirón-.Alguiendelcampamento.Lukeseacercó.Habíaolvidadoelestandarteysumomentodegloriasehabíaesfumado.—¡Percytienelaculpadetodo!-vociferóClarisse-.¡Percylohainvocado!—Cállate,niña-leespetóQuirón.Observamoselcadáverdelperrodelinfiernoderretirseenunasombra,fundirseconelsuelohasta
desaparecer.—Estásherido-medijoAnnabeth-.Rápido,Percy,méteteenelagua.—Estoybien.—No,noloestás-replicó-.Quirón,miraesto.Estabademasiadocansadoparadiscutir.Regreséalarroyo,ytodoelcampamentosecongregóen
tornoamí.Alinstantemesentímejorylasheridasdemipechoempezaronacerrarse.Algunoscampistassequedaronboquiabiertos.
—Bueno,yo…laverdadesquenosécómo…-intentédisculparme-.Perdón…Peronoestabanmirandocómosanabanmisheridas.Mirabanalgoencimademicabeza.—Percy-dijoAnnabeth,señalando.Cuandoalcélamirada,laseñalempezabaadesvanecerse,peroaúnsedistinguíaelhologramade
luzverde,girandoybrillando.Unalanzadetrespuntas:untridente.—Tupadre-murmuróAnnabeth-.Estonoesnadabueno.—Yaestádeterminado-anuncióQuirón.Todosempezaronaarrodillarse, incluso loscampistasde la cabañadeAres, aunquenoparecían
nadacontentos.—¿Mipadre?-preguntéperplejo.—Poseidón-repusoQuirón-.Sacudidorde tierras,portadorde tormentas,padrede loscaballos.
Salve,PerseusJackson,hijodeldiosdelmar.
Capítulo9
Meofrecenunamisión
Alamañanasiguiente,Quirónmetrasladóalacabaña3.Noteníaquecompartirlaconnadie.Gozabadeespaciodesobraparatodasmiscosas:elcuernode
Minotauro,unjuegoderopalimpiayunabolsadeaseo.Podíasentarmeamipropiamesa,escogermisactividades,gritar«lucesfuera»cuandomeapetecieraynoescucharanadiemás.
Peromesentíatotalmentedeprimido.Justocuandoempezabaasentirmeaceptado,asentirqueteníaunhogarenlacabaña11yquepodía
serunniñonormal-otannormalcomosepuedacuandoeresmestizo-,meseparabancomosituvieraunaenfermedadrara.
Nadiemencionabaelperrodelinfierno,peroteníalaimpresióndequetodoslocomentabanamisespaldas.Elataquehabíaasustadoatodoelmundo.Enviabadosmensajes:uno,queerahijodeldiosdelmar; y dos, los monstruos no iban a detenerse ante nada para matarme. Incluso podían invadir elcampamentoquesiempresehabíaconsideradoseguro.
Losdemáscampistasseapartabandemítodoloposible.DespuésdeloqueleshabíahechoalosdeAresenelbosque,lacabaña11seponíanerviosaconmigo,asíquemisleccionesconLukeahoraeranparticulares.Mepresionabamásquenunca,ynotemíamagullarmeenelproceso.
—Vasanecesitar todoelentrenamientoposible -medijo,mientraspracticábamosconespadasyantorchasardiendo-.Vamosaprobarotravezesegolpeparadescabezar lavíbora.Repítelocincuentaveces.
Annabeth seguía enseñándome griego por las mañanas, pero parecía distraída. Cada vez que yodecía algo,me reñía, como si acabara de darle una bofetada. Después de las lecciones semarchabamurmurandoparasí:«Misión…¿Poseidón…?Menudadesgracia…Tengoqueplanearalgo…»
InclusoClarissemanteníalasdistancias,aunquesusmiradascargadasdevenenodejabanclaroquequeríamatarmeporhaberlerotolalanzamágica.Deseéquemegritara,medieraunpuñetazooalgoasí.Preferíametermeenpeleastodoslosdíasaquemeignoraran.
Sabíaquealguienenelcampamentometeníamanía,porqueunanocheentréenmicabañayencontréunperiódicoquehabíandejadoenlapuerta,unejemplardelNewYorkDailyNews,abiertoporlapáginadedicada a la ciudad. Casi me llevó una hora leer el artículo, porque cuantomásme enfadaba, másflotabanlaspalabrasporlapágina.
UNCHICOYSUMADRESIGUENDESAPARECIDOS
TRASEXTRAÑOACCIDENTEDECOCHE.
POREILEENSMYTHE
Sally Jackson y su hijo Percy llevan una semana en paradero desconocido tras su misteriosa
desaparición.ElCámarodel78de la familia fuedescubiertoelpasadosábadoenunacarreteraalnortedeLongIsland,calcinado,coneltechoarrancadoyelejedelanteroroto.Elcochehabíadadounavueltadecampanaypatinadovariosmetrosantesdeexplotar.
MadreehijoestabandevacacionesenMontauk,perosemarcharonmuyprontoenmisteriosascircunstancias.Enelcocheylaescenadelaccidentefueronhalladospequeñosrastrosdesangre,peronohabíamás señalesde losdesaparecidos Jackson.Los residentesde la zona ruralaseguraronnohabervistonadaanormalalrededordelahoradelaccidente.
ElmaridodelaseñoraJackson,GabeUgliano,aseguraquesuhijastroPercyJacksonesunniñocon problemas que ha sido expulsado de numerosos internados y que en el pasado manifestótendenciasviolentas.
La policía no se pronuncia acerca de si el hijoPercy es sospechoso de la desaparición de sumadre,peronodescartaningunahipótesis.LasimágenesdeabajosonfotosrecientesdeSallyJacksonyPercy.Lapolicíaruegaatodosaquellosqueposeaninformaciónquellamenalsiguientenúmerodeteléfonogratuito.
Habíanseñaladoelteléfonoconuncírculoenrotuladornegro.Tiréelperiódicoymedejécaerenmilitera,enmediodelacabañavacía.—Lucesfuera-dijecontristeza.
Esanochetuvemipeorpesadilla.Corríaporlaplayaenmediodeunatormenta.Estavezhabíaunaciudaddetrásdemí.NoeraNueva
York.Estabadispuestademaneradistinta,losedificiosmásseparados,yalolejosseveíanpalmerasycolinas.
A unos cien metros de la orilla, dos hombres peleaban. Parecían luchadores de la televisión,musculosos,conbarbaypelolargo.Ambosvestíantúnicasgriegasqueondeabanalviento,unarematadaen azul, la otra en verde. Se agarraban, forcejeaban, daban patadas y cabezazos, y cada vez quecolisionaban,refulgíaunrelámpago,elcieloseoscurecíayselevantabaviento.
Yo tenía que detenerlos. No sé por qué, pero cuanto más corría el viento me ofrecía mayorresistencia,hastaqueacababacorriendosinmoverme,mistaloneshundiéndoseenlaarena.
Porencimadelrugidodelatormenta,oíaaldelatúnicaazulgritarlealotro:—¡Devuélvelo!¡Devuélvelo!-Comodosniñospeleandoporunjuguete.Lasolascrecían,chocabancontralaplayaymeimpregnabandesal.—¡Deteneos!-gritaba-.¡Dejaddepelear!Latierrasesacudía.Enalgúnlugardesuinteriorresonabaunacarcajada,yunavoztanprofunday
malvadaquemehelabalasangreentonabaconsuavidad:—Baja,pequeñohéroe.¡Bajaaquí!Laarenaseseparababajomispies,seabríaunabrechahastaelcentrodelatierra.Yoresbalabay
laoscuridadmeengullía.Despertéconvencidodequeestabacayendo.Seguíaenlacamadelacabañanúmero3.Micuerpomeindicóqueeraporlamañana,peroaúnno
había amanecido, y los truenos bramaban en las colinas: se fraguaba una tormenta. Eso no lo habíasoñado.
Oísonidodepezuñasenlapuerta,uncarnicolquepisabaelumbral.—Pasa.Groverentrótrotando,conaspectopreocupado.—ElseñorDquiereverte.—¿Porqué?
—Quierematara…Bueno,mejorquetelocuenteél.Mevestíyloseguíconnerviosismo,segurodehabermemetidoenunlíogordo.Hacía días que llevaba esperando que me convocaran a la Casa Grande. Ahora que había sido
declaradohijodePoseidón,unodelosTresGrandesdiosesquehabíanacordadonotenerhijos,supusequeyaerauncrimenseguirvivo.Sindudalosdemásdioseshabríanestadodebatiendolamejormaneradecastigarmeporexistir,yelseñorDyaestabalistoparaadministrarelcastigo.
Por encima del canal Long Island Sound, el cielo parecía una sopa de tinta en ebullición. Unacortina neblinosa de lluvia se aproximaba amenazadoramente.Le pregunté aGrover si necesitaríamosparaguas.
—No-contestó-.Aquínuncalluevesinoqueremos.Señalélatormenta,—¿Yesoquédemonioses?Miróincómodoalcielo.—Nosrodeará.Elmaltiemposiemprelohace.Reparéenqueteníarazón.En lasemanaque llevabaallí jamáshabíaestadonublado.Laspocas lluviasquehabíancaído lo
hacíanalrededordelvalle.Peroaquellatormentaeradelasgordas.EnelcampodevoleibolloschavalesdelacabañadeApolojugabanunpartidomatutinocontralos
sátiros.LosgemelosdeDionisopaseabanpor loscamposdefresas,provocandoelcrecimientodelasmatas.Todosparecíanseguirconsusocupacioneshabituales,peroteníanaspectotenso.Nodejabandemirarlatormenta.
GroveryyosubimosalporchedelaCasaGrande.DionisoestabasentadoalamesadepinacleconsucamisaatigradaysuCoca-Colalight,comoenmiprimerdía;Quirón,enelladoopuestodelamesaensusilladeruedasfalsa.Jugabancontracontrincantesinvisibles:habíadosmanosdecartasflotandoenelaire.
—Bueno,bueno-dijoelseñorDsinlevantarlacabeza-.Nuestrapequeñacelebridad.Esperé.—Acércate-ordenóelseñorD-.Ynoesperesquemearrodilleanteti,mortal,sóloporserelhijo
delviejoBarba-percebe.Unrelámpagodestellóentrelasnubesyeltruenosacudiólasventanasdelacasa.—Bla,bla,bla-contestóDioniso.Quirónfingióinterésensumanodecartas.Groverseparapetótraslabalaustrada.Oíasuspezuñas
inquietas.—Si demí dependiera -prosiguióDioniso-, haría que tusmoléculas se desintegraran en llamas.
Luegobarreríamoslascenizasynosevitaríamosunmontóndeproblemas.PeroaQuirónleparecequeesocontradicemimisiónenestecampamentodeldemonio:manteneraunosenanosmocososasalvodecualquierdaño.
—Lacombustiónespontáneaesunaformadedaño,señorD-observóQuirón.—Tonterías.Elchiconosentiríanada.Detodosmodos,heaccedidoacontenerme.Estoypensando
enconvertirteendelfínydevolverteatupadre.—SeñorD…-leadvirtióQuirón.—Bueno,vale-cedióDioniso-.Sólohayotraopción.Peroesmortalmenteinsensata.-Sepusoen
pie,ylascartasdelosjugadoresinvisiblescayeronsobrelamesa-.MevoyalOlimpoparaunareuniónde urgencia. Si el chico sigue aquí cuando vuelva, lo convertiré en delfín. ¿Entendido? Y PerseusJackson,sitienesalgodecerebro,verásqueesunaopciónmássensataquelaquedefiendeQuirón.
Dioniso tomó una carta y con un gesto la convirtió en un rectángulo de plástico. ¿Una tarjeta de
crédito?No.Unpasedeseguridad.Chasqueólosdedos.El aire pareció envolverlo. Se convirtió en un holograma, después una brisa, después había
desaparecidoydejósólounlevearomaauvasreciénpisadas.Quirónmesonrió,peroparecíacansadoyentensión.—Siéntate,Percy,porfavor.Ytútambién,Grover.Obedecimos.Quiróndejólascartassobrelamesa,unamanoganadoraquenohabíallegadoautilizar.—Dime,Percy,¿quépasóconelperrodelinfierno?Me estremecí de sólo escuchar el nombre. Quirón quizá quería que dijera: «Bah, no fue nada.
Desayunoperrosdelinfierno.»Peronomeapetecíamentir.—Mediomiedo-admití-.Siustednolehubieradisparado,yoestaríamuerto.—Vasaencontrartecosaspeores,Percy,muchopeores,antesdequetermines.—Termine…¿qué?—Tumisión,porsupuesto.¿Laaceptarás?MiréaGroveryviqueteníalosdedoscruzados.—Yo…-titubeé-.Señor,aúnnomehadichoenquéconsiste.Quirónhizounamueca.—Bueno,ésaeslapartedifícil,losdetalles.Eltruenoretumbóenelvalle.Lasnubesdetormentahabíanalcanzadolaorilladelaplaya.Porlo
quepodíaver,elcieloyelmarbullían.—PoseidónyZeusestánluchandoporalgovalioso…-dije-.Algoquehanrobado,¿noesasí?QuirónyGroverintercambiaronsendasmiradas.Elprimeroseinclinóhaciadelanteeinquirió:—¿Cómosabeseso?Mesonrojé.Ojalánohubieraabiertomibocaza.—El tiempoha estadomuy rarodesdeNavidad, como si elmary el cielo libraranuncombate.
DespuéshabléconAnnabeth,yellahabíaoídoalgodeunrobo.Y…tambiénhetenidounossueños.—¡Losabía!-exclamóGrover.—Cállate,sátiro-ordenóQuirón.—¡Peroessumisión!-LosojosdeGroverbrillarondeemoción-.¡Tienequeserlo!—SóloelOráculopuededeterminarlo. -Quirónsemesósuhirsutabarba-.Aunasí,Percy, tienes
razón.TupadreyZeusestánteniendolapeorpeleadelosúltimosaños.Luchanporalgovaliosoquehasidorobado.Paraserprecisos:unrayo.
Soltéunacarcajadanerviosa.—¿Unqué?-pregunté.—Notelotomesalaligera-dijoQuirón-.Noestoyhablandodelzigzagenvueltoenpapeldeplata
queseutilizaenlasrepresentacionesteatralesdesegundocurso.Estoyhablandodeuncilindrodemediometrodepurísimobroncecelestial,cargadoenambosextremosconexplosivosdivinos.
—Ah.—ElrayomaestrodeZeus-prosiguióQuirón,nervioso-.Elsímbolodesupoder,dedondesalen
todos losdemás rayos.Laprimeraarmaconstruidapor loscíclopesen laguerracontra los titanes, elrayoquedesviólacumbredelmonteEtnaydespojóaCronosdesutrono;elrayomaestro,quecontienesuficientepoderparaquelabombadehidrógenodelosmortalesparezcaunmeropetardo.
—¿Ynoestá?—Hasidorobado-dijoQuirón.—¿Quién?—Mejordicho,porquién-mecorrigióQuirón,maestrosiempre-.Porti.
Mequedéatónito.—AlmenosesocreeZeus -apostillóQuirón-.Duranteel solsticiode invierno,duranteelúltimo
consejodelosdioses,ZeusyPoseidóntuvieronunapelea.Lastonteríasdesiempre,quesiReatequeríamás a ti, que si las catástrofes del cielo eran más espectaculares que las del mar, etcétera. Cuandoterminó,Zeusreparóenqueelrayomaestrohabíadesaparecido,selohabíanquitadodelasaladeltronobajo susmismas narices. Inmediatamente culpó a Poseidón.Ahora bien, un dios no puede usurpar elsímbolodepoderdeotrodirectamente;esoestáprohibidoporlasmásantiguasleyesdivinas.PeroZeuscreequetupadreconvencióaunhéroehumanoparaqueseloarrebatara.
—Peroyono…—Tenpacienciayescucha,niño.Zeustienebuenosmotivosparasospechar.Verás,lasforjasdelos
cíclopesestánbajoelocéano,loqueotorgaaPoseidónciertainfluenciasobrelosfabricantesdelrayodesuhermano.ZeuscreequePoseidónharobadoelrayomaestroyahorahaencargadoaloscíclopesqueconstruyanunarsenaldecopiasilegales,quepodríanserutilizadasparaderrocaraZeus.LoúnicoqueZeusnosabíaseguroesquéhéroehabríausadoPoseidónparacometereldivinorobo.AhoraPoseidónacabadereconocerteabiertamentecomosuhijo.TúestuvisteenNuevaYorkdurantelasvacacionesdeinviernoypodríashabertecoladofácilmenteenelOlimpo.Portanto,Zeuscreequehaencontradoasuladrón.
—¡PeroyonuncaheestadoenelOlimpo!¡Zeusestáloco!Quirón y Grover observaron el cielo, nerviosos. Las nubes no parecían evitarnos, como había
prometidoGrover;antesbien,sedirigíandirectamentehacianuestrovalle,ynosestabancubriendocomolatapadeunataúd.
—Esto,Percy… -dijoGrover-.No solemosusar ese calificativopara describir al Señor de losCielos.
— Quizá paranoico… -matizó Quirón-. Además, Poseidón ha intentado destronar a Zeus conanterioridad.Creoqueeralapreguntatreintayochodetuexamenfinal…-Memirócomosirealmenteesperaraquemeacordaradelapreguntatreintayocho.
¿Cómopodíaalguienacusarmederobarelarmadeundios?NisiquieraeracapazderobaruntrozodepizzadelapartidadepóquerdeGabesinquemepillaran.Quirónesperabaunarespuesta.
—¿Algosobreunareddorada?-recordé-.Poseidón,Herayotrosdioses…CreoqueatraparonaZeusynolodejaronsalirhastaqueprometiósermejorgobernante,¿no?
—Correcto.YZeus no ha vuelto a confiar en Poseidón desde entonces. Por supuesto, Poseidónniega haber robado el rayo maestro. Se ofendió muchísimo ante tal acusación. Ambos llevan mesesdiscutiendo,amenazandoconlaguerra.Yahorallegastú,laproverbialúltimagota.
—¡Perosisólosoyunniño!— Percy -intervinoGrover-. Si fueras Zeus y pensaras que tu hermano te la está jugando, y de
repenteésteadmitieraqueharotoelsagradojuramentoquehizotraslaSegundaGuerraMundial,quehaengendradounnuevohéroemortalquepodríaserutilizadocontrati…¿noestaríasmosqueado?
—Peroyonohicenada.Poseidón,mipadre,nohamandadorobarelrayo,¿verdad?Quirónsuspiró.—CualquierobservadorinteligentecoincidiríaenqueelrobonoeselestilodePoseidón,peroel
diosdelmaresdemasiadoorgullosoparaintentarconvenceraZeus.Éstehaexigidoqueledevuelvaelrayo hacia el solsticio de verano, que cae el veintiuno de junio, dentro de diez días. Por su parte,Poseidónquiereelmismodíaunadisculpaporhabersidollamadoladrón.Confíoenqueladiplomaciase imponga,queHera,DeméteroHestiahaganentraren razóna losdoshermanos.Pero tu llegadahainflamadolosánimosdeZeus.Ahoraningúndiosvaaecharseatrás.AmenosquealguienintervengayqueelrayooriginalseaencontradoydevueltoaZeusantesdelsolsticio,habráguerra.¿Ysabescómoseríaunaguerraabierta,Percy?
—¿Mala?—Imagínateelmundosumidoenelcaos.Lanaturalezaenguerraconsigomisma.LosOlímpicos
obligadosaescogerentreZeusyPoseidón.Destrucción,carnicería,millonesdemuertos.Lacivilizaciónoccidentalconvertidaenuncampodebatallatangrandequelasguerrastroyanasparecerándejuguete.
—Malasunto-dije.—Ytú,PercyJackson,seráselprimeroensentirlairadeZeus.Empezóallover.Losjugadoresdevoleibolinterrumpieronelpartidoymiraronalcieloensilencio
expectante.Era yo quien había traído aquella tormenta a la colinaMestiza. Zeus estaba castigando todo el
campamentopormiculpa.Sentírabia.—Asíquetengoqueencontrareseestúpidorayo-concluí-ydevolvérseloaZeus.— ¿Quémejor ofrecimiento de paz -apostillóQuirón- que sea el propio hijo de Poseidón quien
devuelvalapropiedaddeZeus?—SiPoseidónnolotiene,¿dóndeestáesecacharro?—Creoquelosé.-LaexpresióndeQuirónerasombría-.Partedeunaprofecíaqueescuchéhace
años…bueno,algunas frasesahoracobransentidoparamí.Peroantesdequepuedadecirmás,debesaceptaroficialmentelamisión.TienesquepedirleconsejoalOráculo.
—¿Porquénopuededecirmeantesdóndeestáelrayo?—Porque,silohiciera,tendríasdemasiadomiedoparaaceptareldesafío.Traguésaliva.—Buenmotivo.—¿Aceptas,entonces?MiréaGrover,queasintióanimoso.Quéfácileraparaél,yaqueZeusnoteníanadaensucontra.—Deacuerdo-contesté-.Mejoresoquemeconviertanendelfín.—PueshallegadoelmomentodequeconsultesconelOráculo-concluyóQuirón-.Vearriba,Percy
Jackson,alático.Cuandobajes,sisiguescuerdo,continuaremoshablando.
Cuatropisosmásarriba,lasescalerasterminabandebajodeunatrampillaverde.Tirédelacuerda.Laportezuelaseabrió,ydeellabajóunaescaleratraqueteando.
El cálido aire que llegaba de arriba olía a moho, madera podrida y algo más… un olor querecordabadelaclasedebiología.Reptiles.Oloraserpientes.
Contuveelalientoysubí.Eláticoestaballenodetrastosviejosdehéroesgriegos:armadurascubiertasdetelarañas;escudos
antañorelucientesyahoramanchadosdeorín;baúlesviejosdecueroconpegatinasenlasquese leía:«ÍTACA»,«isladecirce»y«PAÍSDElasAMAZONAS».Habíaunamesalargaatestadadetarrosconcosasencurtidas:garraspeludastroceadas,enormesojosamarillos,distintaspartesdemonstruo.Enlapareddestacabauntrofeopolvoriento;parecíalacabezagigantedeunaserpiente,peroteníacuernosyunafilaenteradedientesdetiburón.Enlaplacaponía:«cabezan.°idelahidra,woodsTOCK,N.Y.,1969.»
Juntoalaventana,sentadaenuntaburetedemaderadetrespatas,estabaelobjetomásasquerosodetodos: una momia. No de las que van envueltas con vendas, sino un cadáver de mujer encogido yarrugadocomounapasa.Llevabaunvestidoteñidoconnudos,muchoscollaresdecuentasyunadiademaporencimadeunalargamelenanegra.Lapieldelrostroeradelgadaycoriácea,ylosojoseranrajasdecristal blanco, como si hubieran reemplazado los auténticos por piedras de mármol; llevaba muertamuchísimotiempo.
Mirarlameprodujoescalofríos.Yesofueantesdequeseretreparaeneltabureteyabrieralaboca.Dedentrodelamomiasalióunanieblaverdequeseenroscóenelsuelocongruesostentáculos,silbando
comoveintemilserpientesjuntas.Tropecéintentandollegaralatrampilla,perosecerródegolpe.Unavozsemecolóporunoídoysemeenroscóenelcerebro:«SoyelespíritudeDelfos,degolladordelagranPitón.Acércate,buscador,ypregunta.»
Yoqueríadecir:«No,gracias,meheequivocadodepuerta,sóloestababuscandoelbaño»,peromeforcéainspirar.
Lamomia no estaba viva. Era algún tipo de receptáculo truculento para otra cosa, el poder queahorameenvolvíaenformadenieblaverde.Sinembargo,supresencianotransmitíamaldadcomomiprofesoradematemáticasdemoníacaoelMinotauro.EramásbiencomolastresMoirasquehabíavistohilandoenaquelpuestodefrutas:arcaica,poderosaysindudanohumana,perotampocoparticularmenteinteresadaenmatarme.
Reunívalorparapreguntar:—¿Cuálesmidestino?Lanieblaseespesóyseaglutinójustofrenteamíyalrededordelamesaconlostarrosdetrozosde
monstruosenvinagre.Derepenteaparecieroncuatrohombressentadosalamesa,jugandoalascartas.Susrostrossevolvieronnítidos:eranGabeelApestosoysuscolegas.Apreté lospuños,aunquesabíaqueaquellapartidadepóquernopodíaserreal.Eraunailusióndeniebla.
GabesevolvióhaciamíyhablóconlavozásperadelOráculo:«Irásaloeste,dondeteenfrentarásaldiosqueseharebelado.»
El tipo a su derecha levantó la vista y dijo con la misma voz: «Encontrarás lo robado y lodevolverás.»
Eldelaizquierdasubiólaapuestacondosfichasydespuésdijo:«Serástraicionadoporquiensedicetuamigo.»
Por último,Eddie, el portero del edificio, pronunció la peor de todas: «Al final, no conseguirássalvarlomásimportante.»
Lasfigurasempezaronadisolverse.Mequedéaleladocontemplandocómolanieblaseretirabay,enroscándosecomounaenormeserpienteverde,sedeslizabaporlabocadelamomia.
—¡Espera!-grité-.¿Quéquieresdecir?¿Quéamigo?¿Quéesloquenopodrésalvar?Lacolade la serpientedeniebladesapareciópor labocade lamomia,que se reclinódenuevo
contralaparedycerrólabocaconfuerza,comosinolahubieraabiertoencienaños.Eldesvánquedóotravezensilencio,abandonado,nadamásqueunahabitaciónllenaderecuerdos.
Mediolasensacióndequepodríaquedarmeallíhastaquetuvieratelarañasyaunasínoaveriguaríanadamás.
MiaudienciaconelOráculohabíaterminado.
—¿Ybien?-mepreguntóQuirón.Mederrumbéenlasillajuntoalamesadepinacle.—Mehadichoquerecuperaréloquehasidorobado.Groverseadelantóensusilla,mascandonerviosolosrestosdeunalatadeCoca-Colalight.—¡Esoesgenial!—¿QuéhadichoelOráculoexactamente?-mepresionóQuirón-.Esimportante.Aúnmeresonabaenlosoídoseltintineodelavozdereptil.—Ha…hadichoquemedirijaaloesteparaenfrentarmealdiosqueseharebelado.Recuperarélo
robadoylodevolveréintacto.—Losabía-intervinoGrover.Quirónnoparecíasatisfecho.—¿Algomás?No quería contárselo. ¿Qué amigo me traicionaría? Tampoco tenía tantos. Y la última frase:
fracasaríaenlomásimportante.¿QuéclasedeOráculomeenviaríaaunamisiónymediría:«Ah,yporcierto,vasafracasar»?¿Cómopodíaconfesaraquello?
—No-respondí-.Esoestodo.Estudiómirostro.—Muy bien, Percy. Pero debes saber que las palabras delOráculo tienen con frecuencia doble
sentido.No lesdesdemasiadasvueltas.Laverdadnosiempreapareceevidentehastaquesuceden losacontecimientos.
Tuvelaimpresióndequesabíaquemeaguardabaalgomaloyqueintentabadarmeánimos.—Vale-dije,ansiosoporcambiardetema-.¿Yadondetengoqueir?¿Quiénesesediosdeloeste?—Piensa,Percy.SiZeusyPoseidónsedebilitanmutuamenteenunaguerra,¿quiénsaleganando?—Alguienquequierahacerseconelpoder-supuse.—Puessí.Alguienquelesguardarencor,quellevadescontentoconloquelehatocadodesdeque
elmundofuedivididohaceeones,cuyoreinosevolveríapoderosoconlamuertedemillones.Alguienquedetestaasushermanosporhaberlehechojurarquenotendríamáshijos,unjuramentoqueahorahanrotoambos.
Penséenmissueños,lavozmalvadaquehabíahabladodesdelasentrañasdelatierra.—¿Hades?Quirónasintió.—ElSeñordelosMuertoseselcandidatoseguro.AGroverselecayóunpedazodealuminiodelaboca.—Uau.¿Q-qué?—UnaFuriafuetrasPercy-lerecordóQuirón-.Loobservóhastaestarseguradesuidentidad,y
luegointentómatarlo.LasFuriassóloobedecenaunseñor:Hades.—Hadesodiaaloshéroes-comentóGrover-.YsihadescubiertoquePercyeshijodePoseidón…—Unperrodelinfiernosemetióenelbosque-prosiguióQuirón-.Sólopuedenserinvocadosdesde
losCamposdeCastigo,ytuvoquehacerloalguiendelcampamento.Hadesdebedetenerunespíaaquí.DebedesospecharquePoseidónintentaráusaraPercyparalimpiarsunombre.AHadesleinteresaveraestejovenmuertoantesdequepuedaacometersumisión.
—Estupendo-murmuré-.Ahoraquierenmatarmedosdelosdiosesprincipales.—Perounamisión al… -Grover tragó saliva-.Quierodecir, ¿nopodría estar el rayo robadoen
algúnlugarcomoMaine?Maineesmuybonitoenestaépocadelaño.—Hadesenvióaunadesuscriaturaspararobarelrayo-insistióQuirón-.Lohaescondidoenel
inframundo,sabiendodesobraqueZeusculparíaaPoseidón.NopretendoentenderlasrazonesdelSeñordelosMuertos,oporquéhaelegidoestemomentoparadesatarunaguerra,perohayalgoqueesseguro:Percytienequeiralinframundo,encontrarelrayomaestroyrevelarlaverdad.
Sentíunextrañofuegoenmiestómago.Fuelomásrarodelmundo:porquenoeramiedo,sinoganas.Eldeseodevenganza.Hadeshabíaintentadomatarmeyatresveces,conlaFuria,elMinotauroyelperrodel infierno. La desaparición de mi madre en un destello de luz era culpa suya. Ahora intentabaatribuirnosamipadreyamíunroboquenohabíamoscometido.
Estabalistoparadevolvérsela.Además,simimadreestabaenelinframundo…«Vamos,chico-dijolapequeñapartedemicerebroqueaúnconservabaunatisbodecordura-.Eres
uncrío.YHadesundios.»Groverestabatemblando.Habíaempezadoacomerselascartasdelpinaclecomosifueranchips.El
pobre teníaque cumplir unamisión conmigopara conseguir su licenciadebuscador, fuera eso loquefuese,pero¿cómopodíayopedirlequemeacompañaraenestamisión,sobretodocuandoelOráculomehabíadichoqueestabadestinadaafracasar?Eraunsuicidio.
—Mire,sisabemosqueesHades-ledijeaQuirón-,¿porquénoselodecimosalosotrosdiosesy
punto?ZeusoPoseidónpodríanbajaralinframundoyaplastarunascuantascabezas.— Sospechar y saber no son la misma cosa -repuso él-. Además, aunque los demás dioses
sospechendeHades(ysupongoquePoseidónnoserálaexcepción),ellosnopodríanrecuperarelrayo.Losdiosesnopuedencruzarlosterritoriosdelosdemássalvosisoninvitados.Ésaesotraantiguaregla.Loshéroes,encambio,poseenciertosprivilegios.Puedeniradondequieranydesafiaraquienquieran,siempre y cuando sean lo bastante osados y fuertes para hacerlo.Ningún dios puede ser consideradoresponsable de las acciones de un héroe. ¿Por qué crees que los dioses operan siempre a través dehumanos?
—Meestádiciendoqueestoysiendoutilizado.— Estoy diciendo que no es casualidad que Poseidón te haya reclamado ahora. Es una jugada
arriesgada,peroelpobreseencuentraenunasituacióndesesperada.Tenecesita.Mipadremenecesita.Lasemociones searremolinaronenmi interior comopedacitosdecristal enuncalidoscopio.No
sabíasisentirrencoroagradecimiento,siestarcontentooenfadado.Poseidónmehabíaignoradodurantedoceaños.Yahoraderepentemenecesitaba.
MiréaQuirón.—UstedsabíaqueerahijodePoseidóndesdeelprincipio,¿verdad?—Teníamissospechas.Comohedicho…tambiényohehabladoconelOráculo.Intuí que me estaba ocultando buena parte de su profecía, pero decidí que ahora no podía
preocuparmeporeso.Despuésdetodo,tambiényomeestabaguardandoinformación.—Bueno,aversiloheentendido-dije-.Sesuponequedebobajaralinframundoparaenfrentarme
alSeñordelosMuertos.—Exacto-contestóQuirón.—Yencontrarelarmamáspoderosadeluniverso.—Exacto.—YregresaralOlimpoantesdelsolsticiodeverano,endiezdías.—Exacto.MiréaGrover,queseestabatragandoelasdecorazones.—¿HemencionadoqueMaineestámuybonitoenestaépocadelaño?-preguntóconunhilodevoz.—Notienesquevenir-ledije-.Nopuedoexigirteeso.—Oh…-Arrastrólaspezuñas-.No…essóloquelossátirosyloslugaressubterráneos…Bueno…
-Inspiróconfuerzaysepusoenpiemientrassesacudíapedacitosdecartasyaluminiodelacamiseta-.Mehas salvado lavida,Percy.Si…si dices en serioquequieresquevaya contigo, novoyadejartetirado.
Mesentítanaliviadoquetuveganasdellorar,aunquenomeparecíaungestodemasiadoheroico.Grovereraelúnicoamigoquemehabíaduradomásdeunosmeses.Noestabasegurodehastaquépuntopodríaayudarmeunsátirocontra las fuerzasde losmuertos,peromesentímejorsabiendoqueestaríaconmigo.
—Pues claro que sí, súperG. -Me volví haciaQuirón-. ¿Y adonde vamos?ElOráculo sólo hadichohaciaeloeste.
—La entrada al inframundo está siempre en el oeste. Se desplaza de época en época, como elOlimpo.Justoahora,porsupuesto,estáenEstadosUnidos.
—¿Dónde?Quirónpareciósorprendido.—Pensabaqueseríaevidente.LaentradaalinframundoestáenLosAngeles.—Ah-dije-.Naturalmente.Asíquenossubimosaunavión…—¡No!-exclamóGrover-.Percy,¿enquéestáspensando?¿Hasidoenaviónalgunavezentuvida?
Meneé la cabeza, avergonzado.Mamá nuncame había llevado a ningún sitio en avión. Siempredecíaquenoteníamossuficientedinero.Además,suspadreshabíanmuertoenunaccidenteaéreo.
—Percy,piensa-intervinoQuirón-.Ereshijodeldiosdelmar,cuyorivalmásenconadoesZeus,Señor del Cielo. Así pues, tu madre fue suficientemente sensata como para no confiarte a un avión.EstaríasenlosdominiosdeZeusyjamásregresaríasatierravivo.
Porencimadenuestrascabezas,refulgióunrayo.Eltruenoretumbó.—Vale-dije,decididoanomirarlatormenta-.Bueno,puesviajaréportierra.—Bien-prosiguióQuirón-.Puedesircondoscompañeros.Groveresuno.Laotrayasehaofrecido
voluntaria,siaceptassuayuda.— Caramba -fingí sorpresa-. ¿Quién puede ser tan tonta como para ofrecerse voluntaria en una
misióncomoésta?ElaireresplandeciótrasQuirón.AnnabethsevolvióvisiblequitándoselagorradelosYankeesylaguardóenelbolsillotrasero.—Llevomuchotiempoesperandounamisión,sesosdealga-espetó-.Ateneanoesningunafande
Poseidón,perosivasasalvarelmundo,soylamásindicadaparaevitarquemetaslapata.—Anda,siesoesloquepiensas-repliqué-,seráporquetienesunplan,¿no,chicalista?Sepusocomountomate.—¿Quieresmiayudaono?Vayasilaquería.Necesitabatodalaayudaquepudieraobtener.—Untrío-dije-.Podríafuncionar.—Excelente -añadióQuirón-.Esta tardeos llevaremosa la terminaldeautobúsdeManhattan.A
partirdeahíestaréissolos.Refulgió un rayo. La lluvia inundaba los prados que en teoría jamás debían padecer climas
violentos.—Nohaytiempoqueperder-dijoQuirón-.Deberíaisempezarahacerlasmaletas.
Capítulo10
Estropeounautobúsenperfectoestado
Notardémuchoenrecogermiscosas.DecidíqueelcuernodelMinotaurosequedaseenlacabaña,loquemedejabasólounamudayuncepillodedientesquemeterenlamochilaquemehabíabuscadoGrover.
Enlatiendadelcampamentomeprestaronciendólaresyveintedracmasdeoro.Estasmonedas,deltamañodegalletasdeaperitivo, representaban las imágenesdevariosdiosesgriegosenunacarayeledificiodelEmpireStateenlaotra.Losantiguosdracmasqueusabanlosmortaleserandeplata,nosdijoQuirón, pero los Olímpicos sólo utilizaban oro puro. Quirón también dijo que las monedas podríanresultardeutilidadparatransaccionesnomortales,fueranloquefuesen.NosdioaAnnabethyamíunacantimploradenéctaracadaunoyunabolsaconcierreherméticollenadetrocitosdeambrosía,paraserusadasóloencasodeemergencia,siestábamosgravementeheridos.Eracomidadedioses,nosrecordóQuirón.Nos sanaría prácticamente de cualquier herida, pero era letal para losmortales.Un consumoexcesivonosproduciríafiebre.Unasobredosisnosconsumiría,literalmente.
AnnabethtrajosugorramágicadelosYankees,quealparecerhabíasidoregalodesumadrecuandocumpliódoceaños.Llevabaunlibrodearquitecturaclásicaescritoengriegoantiguo,paraleercuandoseaburriera,yunlargocuchillodebronce,ocultoenlamangadelacamisa.Estabaconvencidodequeelcuchillonosdelataríaencuantopasáramosporundetectordemetales.
Por su parte, Grover llevaba sus pies falsos y pantalones holgados para pasar por humano. Ibatocadoconunagorraverdetiporasta,porquecuandollovíaelpelorizadoseleaplastabaydejabaverlapuntadeloscuernecillos.Sumochilanaranjaestaballenadepedazosdemetalymanzanasparapicotear.Enelbolsillollevabaunaflautadejuncoquesupadrecabralehabíahecho,aunquesólosesabíadoscanciones:elConciertoparapianon.°12deMozartySoYesterdaydeHilaryDuff,yningunadelasdossuenademasiadobienconlaflautadePan.
Nos despedimos de los otros campistas, echamos un último vistazo a los campos de fresas, elocéanoylaCasaGrande,ysubimosporlacolinaMestizahastaelaltopinoqueantañofueraThalia,lahijadeZeus.
Quirónnosesperabasentadoensusilladeruedas.Juntoaélestabaeltipoconpintadesurferoquehabíavistodurantemipasajepor la enfermería.SegúnGrover, el colega era el jefe de seguridaddelcampamento.Alparecerteníaojosportodoelcuerpo,asíqueeraimposiblesorprenderlo.Noobstante,comohoyllevabaununiformedechófer,sóloleviunospocosenmanos,rostroycuello.
—ÉsteesArgos-medijoQuirón-.Osllevaráalaciudady…bueno,osecharáunojo.Oípasosdetrásdenosotros.Lukesubíacorriendoporlacolinaconunaszapatillasdebaloncestoenlamano.—¡Eh! -jadeó-.Mealegrodepillarosaún. -Annabethsesonrojó,comosiemprequeLukeestaba
cerca-.Sóloqueríadesearosbuenasuerte-medijo-.Ypenséque…alomejortesirven.Metendiólaszapatillas,queparecíanbastantenormales.Inclusoolíanbastantenormal.—Maya!-dijoLuke.Delostalonesdelosbotinessurgieronalasdepájaroblancas.Diunrespingoylasdejécaer.Las
zapatillasrevolotearonporelsuelohastaquelasalasseplegaronydesaparecieron.—¡Alucinante!-musitóGrover.Lukesonrió.—Amímefueronmuyútilesenmimisión.Melasregalópapá.Evidentemente,estosdíasnolas
utilizodemasiado…-Entristeciólaexpresión.Nosabíaquédecir.Lukeyasehabíaenrolladobastanteviniendoadespedirse.Mepreocupabaque
me guardara rencor por haberme llevado tanta atención en los últimos días. Pero allí estaba,entregándomeunregalomágico…MesonrojétantocomoAnnabeth.
—Eh,tío-dije-.Gracias.—Oye,Percy…-Lukeparecía incómodo-.Haymuchasesperanzaspuestasen ti.Asíque…mata
algunosmonstruospormí,¿vale?Nosdimoslamano.LukelediounapalmaditaaGroverentreloscuernosyunabrazodedespedida
aAnnabeth,queparecíaapuntodedesmayarse.CuandoLukesehubomarchado,ledije:—Estáshiperventilando.—Deesonada.—Pero¿noledejastecapturarlabanderaaélenlugardeirtú?—Oh…Mepreguntoporquéquerréiraningunapartecontigo,Percy.Descendió por el otro lado de la colina con largas zancadas, hacia donde una furgoneta blanca
esperabajuntoalacarretera.Argoslasiguió,haciendotintinearlasllavesdelcoche.Recogílaszapatillasvoladorasydeprontotuveunmalpresentimiento.MiréaQuirón.—Nomeaconsejasusarlas,¿verdad?Negóconlacabeza.—Luketeníabuenaintención,Percy.Peroflotarenelaire…noeslomássensatoquepuedeshacer.Meneélacabeza,peroentoncessemeocurrióunaidea.—Eh,Grover,¿lasquierestú?Seleencendiólamirada.—¿Yo?Enpocotiempoatamoslaszapatillasasuspiesfalsos,yelprimerniñocabravoladordelmundo
quedólistoparaellanzamiento.—Maya!-gritó.Despegósinproblemas,peroalpocosecayódelado,desequilibradoporlamochila.Laszapatillas
aladasseguíanaleteandocomopequeñospotrossalvajes.—¡Práctica!-legritóQuirónpordetrás-.¡Sólonecesitaspráctica!—¡Aaaaah!-Groversiguióvolandoenzigzagcolinaabajo,casiarasdelsuelo,comouncortador
decéspedposeso,endirecciónalafurgoneta.Antesdeseguirlo,Quirónmeagarródelbrazo.— Debería haberte entrenado mejor, Percy -dijo-. Si hubiera tenido más tiempo… Hércules,
Jasón…todosrecibieronmásentrenamiento.—Nopasanada.Sóloqueojalá…-Medetuveenseco,porqueibaasonarcomounmocoso.Ojalá
mipadremehubieradadounobjetomágicoguayquemeayudaraenlamisión,algotanbuenocomolaszapatillasvoladorasdeLukeolagorradeinvisibilidaddeAnnabeth.
—Pero¿dóndetengolacabeza?-exclamóQuirón-.Nopuedodejarquetevayassinesto.Sacóalgodelbolsillodelabrigoymeloentregó.Eraunbolígrafodesechablenormalycorriente,
detintanegraycontapa.Probablementecostabatreintacentavos.—Madremía-dije-.Gracias.—Esunregalodetupadre.Loheguardadoduranteaños,sinsaberqueteestabadestinado.Pero
ahoralaprofecíasehamanifestadoclaramente.Erestú.RecordélaexcursiónalMuseoMetropolitanodeArte,cuandopulvericéalaseñoraDodds.Quirón
mehabíalanzadounboliqueseconvirtióenespada.¿Seríaaquél…?Lequité la tapa, y el bolígrafo creció y se volviómás pesado enmimano.Al instante siguiente
sosteníaunaespadadebroncebrillanteydedoblefilo,conempuñaduraplanadecuerotachonadoenoro.Eralaprimeraarmaequilibradaqueempuñaba.
—Laespada tieneuna largay trágicahistoriaquenohace faltaque repasemos-dijoQuirón-.SellamaAnaklusmos.
—Contracorriente-traduje,sorprendidodequeelgriegoclásicomeresultaratansencillo.— Úsala sólo para emergencias, y sólo contra monstruos. Ningún héroe debe hacer daño a los
mortalesamenosqueseaabsolutamentenecesario,peroestaespadanoloslastimaráenningúncaso.Mirélaafiladísimahoja.—¿Quéquieredecirconquenolastimaráalosmortales?¿Cómopuedenohacerlo?—Laespadaestáhechadebroncecelestial.Forjadoporloscíclopes,templadoenelcorazóndel
monteEtnayenfriadoenlasaguasdelríoLete.Esletalparalosmonstruosyparacualquiercriaturadelinframundo,siempreycuandonotematenprimero,claro.Sinembargo,alosmortaleslosatraviesacomouna ilusión; sencillamente, no son lo bastante importantes para que la espada losmate. ¡Ah!, y he deadvertirteotracosa:comosemidiós,puedesperecer tantobajoarmascelestialescomonormales.Eresdoblementevulnerable.
—Esbuenosaberlo.—Ahoratapaelboli.ToquélapuntadelaespadaconlatapadelbolígrafoyAnaklusmosseencogióhastaconvertirsede
nuevo enbolígrafo.Me lometí en el bolsillo, unpoconerviosoporque en la escuela era famosoporperderbolis.
—Nopuedes-dijoQuirón.—¿Quénopuedo?—Perderlo-dijo-.Estáencantado.Siemprereapareceráentubolsillo.Inténtalo.Memostréreceloso,perolancéelbolígrafotanlejoscomopudecolinaabajoylovidesaparecer
entrelahierba.—Puedequetardeunosinstantes-dijoQuirón-.Ahoramiraentubolsillo.Y,enefecto,elboliestabaallí.—Vale,estosíquemola-admití-,pero¿quépasasiunmortalmevesacandolaespada?Quirónsonrió.—Lanieblasiempreayuda,Percy.—¿Laniebla?—Sí.LeelaIlíada.Estállenadereferenciasaeseasunto.Cadavezqueloselementosmonstruosos
odivinossefundenconelmundomortal,generanniebla,yéstaoscurecelavisióndeloshumanos.Tú,siendomestizo,veráslascosascomoson,peroloshumanoslointerpretarándeotramanera.Esincreíblehastadóndepuedenllegarloshumanoscontalquelascosasencajenensuversióndelarealidad.
MemetíAnaklusmosotravezenelbolsillo.Porprimeravezsentíquelamisiónerareal.EstabaabandonandolacolinaMestiza.Medirigíaal
oestesinsupervisiónadulta,sinunplandeemergenciaalternativo,nisiquieraunteléfonomóvil(Quirónnoshabíacontadoque losmonstruospodíanrastrear losmóviles; llevarunoseríapeorque lanzarunabengala).Yonoteníaotraarmamáspoderosaqueunaespadapara lucharcontramonstruosy llegaralMundodelosMuertos.
—Quirón,cuandodicesquelosdiosessoninmortales…Merefieroaque…hubountiempoantesdeellos,¿no?-pregunté.
—Hubocuatroedadesantesdeellos.LaErade losTitanesfue laCuartaEdad,aveces llamadaEdaddeOro,nombrequedesdeluegonolehacejusticia.Esta,laeradelacivilizaciónoccidentalyelmandatodeZeus,eslaQuinta.
—¿Ycómoera…antesdelosdioses?Quirónapretóloslabios.—Nisiquierayosoy tanviejocomoparaacordarmedeeso,niño,peroséquefueunaépocade
oscuridadybarbariepara losmortales.Cronos,elseñorde los titanes, llamóasureinado laEdaddeOro porque los hombres vivían inocentes y libres de todo conocimiento. Pero eso no era más quepropaganda.Alreydelostitanespocoleimportabanlosdetuespecie,salvocomoentremesesocomofuentedeentretenimientobarato.HastalosprimerostiemposdelreinadodeZeus,cuandoPrometeo,eltitán bueno, entregó el fuego a la humanidad, tu especie no empezó a progresar, y Prometeo fueconsideradounpensador radical incluso entonces.Zeus lo castigó severamente, como recordarás.Porsupuesto, al final los humanos empezaron a caer simpáticos a los dioses, y así nació la civilizaciónoccidental.
—Peroahora losdiosesnopuedenmorir, ¿no?Quierodecir,mientras la civilizaciónoccidentalsigaviva,ellosseguirántambién.Asíque…aunqueyofracase,nadapodríairtanmalcomoparaquesedesmadretodo,¿no?
Quirónmesonrióconmelancolía.—NadiesabecuántotiempodurarálaEdaddelOeste,Percy.Losdiosessoninmortales,sí.Pero
también lo eran los titanes. Y siguen existiendo, encerrados en sus distintas prisiones, obligados asoportardolorycastigosinterminables,reducidosupoder,peroaúnvivitosycoleando.QuelasParcasimpidanquelosdiosessufranjamásunacondenatal,oquenosotrosregresemosalaoscuridadyelcaosdelpasado.Loúnicoquepodemoshacer,niño,esseguirnuestrodestino.
—Nuestrodestino…suponiendoquesepamoscuáles.—Relájateymanténlacabezadespejada.Yrecuerda:puedequeestésapuntodeevitarlamayor
guerraenlahistoriadelahumanidad.—Relájate-repetí-.Estoymuyrelajado.Cuandolleguéalpiedelacolina,volvílavistaatrás.BajoelpinoquehabíasidoThalia,hijade
Zeus,Quirónseerguíaentodasualturadehombrecaballoynosdespidiólevantandoelarco.Latípicadespedidadecampamentodeltípicocentauro.
Argo nos condujo a la parte oeste de Long Island.Me pareció raro volver a una autopista, conAnnabeth y Grover sentados a mi lado como si fuéramos compañeros de coche habituales. Tras dossemanasenlacolinaMestiza,elmundorealparecíapurafantasía.Descubríquemequedabaembobadomirando cada McDonald's, a cada chaval en la parte trasera del coche de sus padres, cada vallapublicitariaycadacentrocomercial.
—Demomentobien-ledijeaAnnabeth-.Quincekilómetrosyniunsolomonstruo.Melanzóunamiradadeirritación.Luegodijo:—Damalasuertehablardeesamanera,sesosdealga.—Recuérdamelodenuevo,¿vale?¿Porquémeodiastanto?—Noteodio.—Puescasimeengañas.Doblósugorradeinvisibilidad.—Mira…essóloquesesuponequenotenemosquellevarnosbien.Nuestrospadressonrivales.—¿Porqué?—¿Cuántasrazonesquieres?-Suspiró-.UnavezmimadresorprendióaPoseidónconsunoviaenel
templodeAtenea,algosumamenteirrespetuoso.Enotraocasión,AteneayPoseidóncompitieronporser
elpatróndelaciudaddeAtenas.Tupadrehizobrotarunestúpidomanantialdeaguasaladacomoregalo.Mimadrecreóelolivo.Lagentevioquesuregaloeramejoryllamaronalaciudadconsunombre.
—Debendegustarlesmucholasolivas.—Eh,pasademí.—Hombre,sihubierainventadolapizza…esopodríaentenderlo.—¡Tehedichoquepasesdemí!Argosonrióenelasientodelantero.Nodijonada,peromeguiñóelojoazulqueteníaenlanuca.El tráfico de Queens empezó a ralentizarnos. Cuando llegamos a Manhattan, el sol se estaba
poniendoyhabíaempezadoallover.Argos nos dejó en la estación de autobuses Greyhound del Upper East Side, no muy lejos del
apartamentodeGabeymimadre.Pegadoaunbuzón,habíauncartelempapadoconmifoto:«¿Havistoaestechico?»
LoarranquéantesdequeAnnabethyGroversedierancuenta.Argosdescargónuestroequipaje,seaseguródequeteníamosnuestrosbilletesdeautobúsyluegose
marchó, abriendo el ojo del dorso de la mano para echarnos un último vistazo mientras salía delaparcamiento.
Pensé en lo cerca que estaba demi antiguo apartamento. En un día normal,mimadre ya habríavueltoacasadelatiendadegolosinas.ProbablementeGabeelApestosoestaríaallíenaquelmomento,jugandoalpóquerysinecharlasiquierademenos.
Groversecargóalhombrosumochila.Miróhaciadondeyoestabamirando.—¿Quieressaberporquésecasóconél,Percy?—¿Meestabasleyendolamenteoqué?-repuse,mirándolofijamente.—Sólotusemociones.-Seencogiódehombros-.Supongoquesemehaolvidadodecirtequelos
sátirostenemosesafacultad.Estabaspensandoentumadreytupadrastro,¿verdad?Asentí,preguntándomequémássehabríaolvidadoGroverdecontarme.—TumadresecasóconGabeporti.Lollamas«apestoso»,perotequedascorto.Esetipotieneun
aura…¡Puaj!Lohuelodesdeaquí.Huelorestosdeélenti,ynisiquierahasestadocercadesdehaceunasemana.
—Gracias-respondí-.¿Dóndeestáladuchamáscercana?—Tendríasqueestaragradecido,Percy.Tupadrastrohuele tanasquerosamenteahumanoquees
capaz de enmascarar la presencia de cualquier semidiós. Lo supe en cuanto olfateé el interior de suCámaro:Gabellevaocultandotuesenciaduranteaños.Sinohubiesesvividoconéltodoslosveranos,probablementelosmonstruostehabríanencontradohacemuchotiempo.Tumadresequedóconélparaprotegerte.Eraunaseñoramuylista.Debíadequerertemuchoparaaguantaraesetipo…porsitesirvedeconsuelo.
Nomeservíadeningúnconsuelo,peromeabstuvedeexpresarlo.«Volveréaverla-pensé-.Nosehaido.»
MepreguntésiGroverseguiría leyendomisemociones,mezcladascomoestaban.MealegrabadequeélyAnnabethestuvieranconmigo,peromesentíaculpablepornohabersidosinceroconellos.Noleshabíacontadoelmotivoporelquehabíaaceptadoaquellalocamisión.
LaverdaderaquemedabaigualrecuperarelrayodeZeus,salvarelmundoosiquieraayudaramipadreasalirdel lío.Cuantomáspensabaenello,másrencor leguardabaaPoseidónpornohabermevisitadonunca,nihaberayudadoamimadre,nisiquierahabernosenviadounmiserablechequeparalapensión.Sólomereclamabaporquenecesitabaquelehicieranuntrabajito.
Lo único que me importaba era mamá. Hades se la había llevado injustamente, y Hades iba adevolvérmela.
«Serás traicionado por quien se dice tu amigo -susurró el Oráculo en mi mente-. Al final, no
conseguirássalvarlomásimportante.»«Cierralaboca»,leordené.
Lalluvianocesaba.La espera nos impacientaba y decidimos jugar a darle toquecitos a una manzana de Grover.
Annabetheraincreíble.Hacíabotarlamanzanaensurodilla,codo,hombro,loquefuera.Yotampocoeramuymalo.
El juego terminó cuando le lancé la manzana a Grover demasiado cerca de su boca. En unmegamordiscodecabraengullónuestrapelota.Groverseruborizóeintentódisculparse,peroAnnabethyyoestábamosmuriéndonosderisa.
Por fin llegó el autobús. Cuando nos pusimos en fila para embarcar, Grover empezó a miraralrededor,olisqueandoelairecomosiolierasuplatofavoritodelacafetería:enchiladas.
—¿Quépasa?-lepregunté.—Nolosé.Alomejornoesnada.Perosenotabaquesíeraalgo.Empecéamiraryotambiénporencimadelhombro.Me sentí aliviado cuando por fin subimos y encontramos asientos juntos al final del autobús.
Guardamosnuestrasmochilasenelportaequipajes.AnnabethnoparabadesacudirconnerviosismosugorradelosYankeescontraelmuslo.
Cuandosubieronlosúltimospasajeros,Annabethmeapretólarodilla.—Percy.Unaancianaacababadesubir.Llevabaunvestidode terciopeloarrugado,guantesdeencajeyun
gorronaranjadepunto; también llevabaungranbolso estampado.Cuando levantó la cabeza, susojosnegrosemitieronundestello,ymipulsoestuvoapuntodepararse.
EralaseñoraDodds.Másviejayarrugada,perosindudalamismacaraperversa.Meagachéenelasiento.Detrás de ella venían otras dos viejas: una con gorro verde y la otra con gorromorado. Por lo
demás,teníanexactamenteelmismoaspectoquelaseñoraDodds:lasmismasmanosnudosas,elmismobolsoestampado,elmismovestidoarrugado.Untríodeabuelasdiabólicas.
Sesentaronen laprimerafila, justodetrásdelconductor.Lasdosdelasientodelpasillomiraronhaciaatrásconungestodisimuladoperodemensajemuyclaro:deaquínosalenadie.
ElautobúsarrancóynosencaminamosporlascallesdeManhattan,relucientesacausadelalluvia.—No ha pasadomuertamucho tiempo -dije intentando evitar el temblor enmi voz-. Creía que
habíasdichoquepodíanserexpulsadasduranteunavidaentera.—Dijequesiteníassuerte-repusoAnnabeth-.Evidentemente,nolatienes.—Lastres-sollozóGrover-.Diimmortales!—Nopasanada-dijoAnnabeth,esforzándosepormantenerlacalma-.LasFurias.Lostrespeores
monstruosdelinframundo.Ningúnproblema.Escaparemosporlasventanillas.—Noseabren-musitóGrover.—¿Haypuertadeemergencia?Nolahabía.Yaunquelahubiera,nohabríasidodeayuda.Paraentonces,estábamosenlaNovena
Avenida,decaminoalpuenteLincoln.—Nonosatacaráncontestigos-dije-.¿Verdad?—Losmortalesnotienenbuenavista-merecordóAnnabeth-.Suscerebrossólopuedenprocesarlo
quevenatravésdelaniebla.—Veránatresviejasmatándonos,¿no?Pensóenello.—Esdifícilsaberlo.Peronopodemoscontarconlosmortalesparaquenosayuden.¿Yunasalida
deemergenciaeneltecho…?LlegamosaltúnelLincoln,yelautobússequedóaoscurassalvoporlasbombillitasdelpasillo.Sin
elrepiqueteodelalluviacontraeltecho,elsilencioeraespeluznante.LaseñoraDoddsselevantó.Comosilohubieraensayado,anuncióenvozalta:—Tengoqueiralaseo.—Yyo-añadiólasegundafuria.—Yyo-repitiólatercera.Ylastresecharonaandarporelpasillo.—Percy,pontemigorra-meurgióAnnabeth.—¿Paraqué?—Tebuscana ti.Vuélvete invisibleydéjalaspasar.Luego intenta llegara lapartededelantey
escapar.—Perovosotros…— Hay bastantes probabilidades de que no reparen en nosotros. Eres hijo de uno de los Tres
Grandes,¿recuerdas?Puedequetuolorseaabrumador.—Nopuedodejaros.—Notepreocupespornosotros-insistióGrover-.¡Ve!Metemblabanlasmanos.Mesentícomouncobarde,peroagarrélagorradelosYankeesymela
puse.Cuandomiréhaciaabajo,micuerpoyanoestaba.Empecéaavanzarpocoapocoporelpasillo.
ConseguíadelantardiezfilasymeescondíenunasientovacíojustocuandopasabanlasFurias.La señora Dodds se detuvo, olisqueó y se quedó mirándome fijamente. El corazón me latía
desbocado.Alparecernovionada,pueslastressiguieronavanzando.Por los pelos, pensé, y continué hasta la parte delantera del autobús.Ya casi salíamos del túnel
Lincoln. Estaba a punto de apretar el botón de parada de emergencia cuando oí unos aullidosespeluznantesenlaúltimafila.
Lasancianasyanoeranancianas.Susrostrosseguíansiendo losmismos-supongoquenopodíanvolversemás feas-, pero a partir del cuello habían encogido hasta transformarse en cuerpos de arpíamarrones y coriáceos, con alas demurciélago ymanos y pies como garras de gárgola.Los bolsos sehabíanconvertidoenfieroslátigos.
LasFuriasrodeabanaGroveryAnnabeth,esgrimiendosuslátigos.—¿Dóndeestá?¿Dónde?-silbabanentredientes.Losdemáspasajerosgritabanyseescondíanbajosusasientos.Bueno,porlomenosveíanalgo.—¡Noestáaquí!-gritóAnnabeth-.¡Sehaido!LasFuriaslevantaronloslátigos.Annabethsacóelcuchillodebronce.Groveragarróunalatadesumochilaysedispusoalanzarla.EntonceshicealgotanimpulsivoypeligrosoquedeberíanhabermenombradoparaNiñoTHDAdel
Año.El conductor del autobús estaba distraído, intentando ver qué pasaba por el retrovisor. Aún
invisible, le arrebatéelvolantey logiréabruptamentehacia la izquierda.Todoelmundoaullóal serlanzadohacialaderecha,yyooíloqueesperabafueraelsonidodetresFuriasaplastándosecontralasventanas.
—¡Eh,eh!¿Quédem…?-gritóelconductor-.¡Uaaaah!Forcejeamosporelvolanteyelautobúsrozólapareddeltúnel,chirriando,rechinandoylanzando
chispas alrededor. Salimos del túnel Lincoln a toda velocidad y volvimos a la tormenta, hombres ymonstruosdando tumbosdentrodel autobús,mientras los coches eranapartadosoderribadoscomosifueranbolos.
De algún modo, el conductor encontró una salida. Dejamos la autopista a todo trapo, cruzamosmediadocenadesemáforosyacabamos,aúnavelocidaddevértigo,enunadeesascarreterasruralesdeNuevaJerseyenlasqueesimposiblecreerquehayatantanadajustoalotroladodeNuevaYork.HabíaunbosquealaizquierdayelríoHudsonaladerecha,haciadondeelconductorparecíadirigirse.
Otragranidea:tirédelfrenodemano.El autobús aulló, derrapó ciento ochenta grados sobre el asfaltomojado y se estrelló contra los
árboles.Seencendieronlaslucesdeemergencia.Lapuertaseabriódeparenpar.Elconductorfueelprimeroensalir,ylospasajeroslosiguierongritandocomoenloquecidos.Yomemetíenelasientodelconductorylosdejépasar.
Las Furias recuperaron el equilibrio. Revolvieron sus látigos contra Annabeth, mientras éstaamenazabaconsucuchilloylesordenabaqueretrocedieranengriegoclásico.Groverleslanzabatrozosdelata.
Observélapuertaabierta.Eralibredemarcharme,peronopodíadejaramisamigos.Mequitélagorradeinvisibilidad.
—¡Eh!LasFuriassevolvieron,memostraronsuscolmillosamarillosyderepentelasalidameparecióuna
ideafenomenal.LaseñoraDoddsseabalanzóhaciamíporelpasillo,comohacíaenclasejustoantesdeentregarme unmuy deficiente en el examen dematemáticas.Cada vez que su látigo restallaba, llamasrojasrecorríanlatralla.Susdoshorrendashermanasseprecipitaronsaltandoporencimadelosasientoscomoenormesyasquerososlagartos.
—PerseusJackson-dijolaseñoraDoddscontonodeultratumba-,hasofendidoalosdioses.Vasamorir.
—Megustabamáscomoprofesoradematemáticas-ledije.Gruñó.AnnabethyGroversemovíantraslasFuriasconcautela,buscandounasalida.Saqué el bolígrafo de mi bolsillo y lo destapé. Anaklusmos se alargó hasta convertirse en una
brillanteespadadedoblefilo.LasFuriasvacilaron.LaseñoraDoddsyateníaeldudosoplacerdeconocerlahojadeAnaklusmos.Evidentemente,nole
gustónadavolveraverla.—Sométeteahora-silbóentredientes-ynosufrirástormentoeterno.—Buenintento-contesté.—¡Percy,cuidado!-meadvirtióAnnabeth.La señora Dodds enroscó su látigo en mi espada mientras las otras dos Furias se me echaban
encima.Sentílamanocomoatrapadaenplomofundido,peroconseguínosoltaraAnaklusmos.Golpeéala
Furiadelaizquierdaconlaempuñaduraylaenviédeespaldascontraunasiento.Mevolvíyleasestéuntajoaladeladerecha.Encuantolahojatocósucuello,gritóyexplotóenunanubedepolvo.AnnabethaplicóalaseñoraDoddsunallavedeluchalibreytiródeellahaciaatrás,mientrasGroverlearrebatabaellátigo.
—¡Ay!-gritóél-.¡Ay!¡Quema!¡Quema!LaFuriaalaquelehabíadadoconlaempuñaduraenelhocicovolvióaatacarme,conlasgarras
preparadas,peroleasestéunmandobleyseabriócomounapiñata.LaseñoraDoddsintentabaquitarseaAnnabethdeencima.Dabapatadas,arañaba,silbabaymordía,
pero Annabeth aguantó mientras Grover le ataba las piernas con su propio látigo. Al final ambosconsiguieron tumbarla en el pasillo. Intentó levantarse, pero no tenía espacio para batir sus alas demurciélago,asíquevolvióacaerse.
—¡Zeustedestruirá!-prometió-.¡TualmaserádeHades!— Braceas meas vescimini! -le grité. No estoy muy seguro de dónde salió el latín. Creo que
significaba«Yuncuerno».Untruenosacudióelautobús.Semeerizóelvellodelanuca.—¡Salid!-ordenóAnnabeth-.¡Ahora!Nonecesitéquemelorepitiese.Salimos corriendo fuera y encontramos a los demás pasajeros vagando sin rumbo, aturdidos,
discutiendoconelconductorodandovueltasencírculosygritandoimpotentes.—¡Vamosamorir!-Unturistaconunacamisahawaianamehizounafotoantesdequepudieratapar
laespada.—¡Nuestrasbolsas!-dijoGrover-.Hemosdejadonúes…¡BUUUUUUM!Lasventanasdelautobúsexplotarony lospasajeroscorrierondespavoridos.Elrayodejóungran
agujeroeneltecho,perounaullidoenfurecidodesdeelinteriormeindicóquelaseñoraDoddsaúnnoestabamuerta.
—¡Corred!-exclamóAnnabeth-.¡Estápidiendorefuerzos!¡Tenemosquelargarnosdeaquí!Nosinternamosenelbosquebajoundiluvio,conelautobúsenllamasanuestraespaldaynadamás
queoscuridadantenosotros.
Capítulo11
Visitamoselemporiodegnomosdejardín
Encierto sentido, esbueno saberquehaydiosesgriegosahí fuera,porque tienesalguienaquienecharlelaculpacuandolascosasvanmal.Porejemplo,sieresunmortalyestáshuyendodeunautobúsatacadoporarpíasmonstruosasyfulminadoporunrayo-ysiencimaestálloviendo-,esnormalqueloatribuyas a tu mala suerte; pero si eres un mestizo, sabes que alguna criatura divina está intentandofastidiarteeldía.
Asíqueallíestábamos,Annabeth,Groveryyo,caminandoentrelosbosquesquehayenlaorilladeNuevaJersey.ElresplandordeNuevaYorkteñíadeamarilloelcieloanuestrasespaldas,yelhedordelHudsonnosanegabalapituitaria.
Grovertemblabaybalaba,conmiedoensusenormesojosdecabra.—TresBenévolas-dijoconinquietud-.Ylastresdegolpe.Yomismoestababastanteimpresionado.Laexplosióndelautobúsaúnresonabaenmisoídos.Pero
Annabethseguíatirandodenosotros.—¡Vamos!Cuantomáslejoslleguemos,mejor.—Nuestrodineroestabaallídentro-lerecordé-.Ylacomidaylaropa.Todo.—Bueno,alomejorsinohubierasdecididoparticiparenlapelea…—¿Quéqueríasquehiciera?¿Dejarqueosmataran?—Notienesqueprotegerme,Percy.Melashabríaapañado.—Enrebanadascomoelpandesandwich-intervinoGrover-,peroselashabríaapañado.—Cierraelhocico,niñocabra-leespetóAnnabeth.Groverbalólastimeramente.—Latitas…-selamentó-.Heperdidomibolsallenadeestupendaslatitasparamascar.Atravesamos chapoteando terreno fangoso, a través de horribles árboles enroscados que olían a
coladamohosa.Alcabodeunosminutos,Annabethsepusoamilado.—Mira,yo…-Lefallólavoz-.Aprecioquenosayudases,¿vale?Hassidomuyvaliente.—Somosunequipo,¿no?Sequedóensilencioduranteunoscuantospasos.—Essóloquesitúmurieras…apartedequeatinotegustaríanada,supondríaelfindelamisión.
Ypuedequeéstaseamiúnicaoportunidaddeverelmundoreal.¿Meentiendesahora?La tormenta había cesado por fin. El fulgor de la ciudad se desvanecía a nuestra espalda y
estábamos sumidos en una oscuridad casi total. No veía aAnnabeth, salvo algún destello de su pelorubio.
—¿NohassalidodelCampamentoMestizodesdequeteníassieteaños?-lepregunté.—No.Sóloalgunasexcursionescortas.Mipadre…—Elprofesordehistoria.—Sí.Bueno,nofuncionóvivirconélencasa.MerefieroaquemicasaeselCampamentoMestizo.
Enelcampamentoentrenasyentrenas,yesoestámuybien,perolosmonstruosestánenelmundoreal.
Ahíesdondeaprendessisirvesparaalgoono.Mepareciódetectarciertadudaensuvoz.—Eresmuyvaliente-ledije.—¿Esocrees?—CualquieracapazdehacerlefrenteaunaFurialoes.-Aunquenoveíanada,tuvelasensaciónde
quesonreía.—Mira-dijo-,quizátendríaquedecírtelo…Antes,enelautobús,ocurrióalgocurioso…Fuera lo que fuese lo que iba a decir, se vio interrumpidopor un sonido agudo, como el de una
lechuzaalsertorturada.— ¡Eh, mi flauta sigue funcionando! -exclamó Grover-. ¡Si me acordara de alguna canción
buscasendas,podríamossalirdelbosque!-Tocóunasnotas,perolamelodíanoseapartódemasiadodeHillaryDuff.
En esemomentome estampé contra un árbol yme salió un buen chichón. Añádelo a la lista desuperpoderesquenotengo:visióndeinfrarrojos.
Trastropezar,maldecirysentirmeundesgraciadoengeneralduranteaproximadamenteunkilómetromás,empecéaver luzdelante: loscoloresdeuncarteldeneón.Olícomida.Comidafrita,grasientayexquisita.Reparé enquenohabía comidonadapoco saludable desdemi llegada a la colinaMestiza,donde vivíamos a base de uvas, pan, queso y barbacoas de carne extrafina preparadas por ninfas.Laverdad,estabanecesitandounahamburguesadobleconqueso.
Seguimosandandohastaqueviunacarreteradedoscarrilesentrelosárboles.Alotroladohabíauna gasolinera cerrada, una vieja valla publicitaria que anunciaba una peli de los noventa, y un localabierto,queeralafuentedelaluzdeneónyelbuenaroma.
No era el restaurante de comida rápida que había esperado, sino una de esas raras tiendas decarretera donde venden flamencos decorativos para el jardín, indios demadera, ositos de cemento ycosasasí.Eledificioprincipal,largoybajo,estabarodeadodehilerasehilerasdepequeñasestatuas.Elletrerodeneónencimadelapuertameresultóilegible,porquesihayalgopeorparamidislexiaqueelingléscorriente,eselingléscorrienteencursivarojadeneón.
Leíalgocomo:«moperiodemongosderajdínelatidaMEE».—¿Quédemoniosponeahí?-pregunté.—Nolosé-contestóAnnabeth.Legustabatantoleerquehabíaolvidadoquetambiéneradisléxica.Grovernoslotradujo:—EmporiodegnomosdejardíndelatíaEme.Acadaladodelaentrada,comoseanunciaba,habíadosgnomosdejardín,unosfeosypequeñajos
barbudos de cemento que sonreían y saludaban, como si estuvieran posando para una foto. Crucé lacarreterasiguiendoelrastroaromáticodelashamburguesas.
—Veconcuidado-meadvirtióGrover.—Dentrolaslucesestánencendidas-dijoAnnabeth-.Alomejorestáabierto.—Unbar-comentéconnostalgia.—Sí,unbar-coincidióella.—¿Oshabéisvueltolocos?-dijoGrover-.Estesitioesrarísimo.Nolehicimoscaso.Elaparcamientodedelanteeraunbosquedeestatuas:animalesdecemento,niñosdecemento,hasta
unsátirodecementotocandolaflauta.—¡Beee-eee!-balóGrover-.¡SepareceamitíoFerdinand!Nosdetuvimosantelapuerta.—Nollaméis-dijoGrover-.Huelomonstruos.
—TieneslanarizentumecidaporlasFurias-ledijoAnnabeth-.Yosólohuelohamburguesas.¿Notieneshambre?
—¡Carne!-exclamócondesdén-.¡Yosoyvegetariano!—Comesenchiladasdequesoylatasdealuminio-lerecordé.—Esosonverduras.Venga,vámonos.Estasestatuasmeestánmirando.Entonceslapuertaseabrióconunchirridoyantenosotrosaparecióunamujerárabe;porlomenos
eso supuse, porque llevabauna túnica largaynegraque le tapaba todomenos lasmanos.Losojos lebrillaban tras un velo de gasa negra, pero eso era cuanto podía discernirse. Sus manos color caféparecíanancianas,peroeranelegantesyestabancuidadas,asíquesupusequeeraunaancianaqueenelpasadohabíasidounabelladama.
SuacentosonabaligeramenteaOrienteMedio.—Niños,esmuytardeparaestarsolosfuera-dijo-.¿Dóndeestánvuestrospadres?—Están…esto…-empezóAnnabeth.—Somoshuérfanos-dije.—¿Huérfanos?-repitiólamujer-.¡Peroesonopuedeser!—Nosseparamosde lacaravana-contesté-.Nuestracaravanadelcirco.Eldirectordepistanos
dijoquenosencontraríamosenlagasolinerasinosperdíamos,peropuedequesehayaolvidado,oalomejorsereferíaaotragasolinera.Encualquiercaso,noshemosperdido.¿Esoquehueloescomida?
—Oh,queridosniños-respondiólamujer-.Tenéisqueentrar,pobrecillos.SoylatíaEme.Pasaddirectamentealfondodelalmacén,porfavor.Hayunazonadecomida.
Ledimoslasgraciasyentramos.—¿Lacaravanadelcirco?-mesusurróAnnabeth.—¿Nohayquetenersiempreunaestrategiapensada?—Entucabezanohaymásquealgas.Elalmacénestaballenodemásestatuas:personasentodaslasposturasposibles,luciendotodotipo
de indumentaria y distintas expresiones. Pensé que se necesitaría un buen trozo de jardín para poneraquellasestatuas,pueserantodasdetamañonatural.Pero,sobretodo,penséencomida.
Vale,llámameimbécilporentrarenlatiendadeunaseñorararasóloporqueteníahambre,peroesqueaveceshagocosasimpulsivas.Además,túnohasolidolashamburguesasdelatíaEme.Elaromaeracomoelgasdelarisaenlasilladeldentista:provocabaquetodolodemásdesapareciera.Apenasreparé en los sollozos nerviosos de Grover, o en el modo en que los ojos de las estatuas parecíanseguirme,oenelhechodequelatíaEmehubiesecerradolapuertaconllavedetrásdenosotros.
Loúnicoquemeimportabaeralazonadecomida.Y,efectivamente,estabaalfondodelalmacén,unmostradordecomidarápidaconungrill,unamáquinadebebidas,unhornoparabollosyundispensadordenachosconqueso.Yunascuantasmesasdepicnic.
—Porfavor,sentaos-dijolatíaEme.—Alucinante-comenté.—Hum…-musitóGrover-.Notenemosdinero,señora.Antesdequeyopudieradarleuncodazoenlascostillas,tíaEmecontestó:—No,niños.Nohacefaltadinero.Esuncasoespecial,¿verdad?Esmiregaloparaunoshuérfanos
tanagradables.—Gracias,señora-contestóAnnabeth.MeparecióquelatíaEmeseponíatensa,comosiAnnabethhubierahechoalgomal,peroenseguida
pareciórelajadadenuevoysupusequehabríasidomiimaginación.—De nada,Annabeth -respondió-. Tienes unos preciosos ojos grises, niña. -Sólomás tardeme
preguntécómohabríasabidoelnombredeAnnabeth,porquenonoshabíamospresentado.Nuestraanfitrionasepusoacocinardetrásdelmostrador.Antesdequenosdiéramoscuenta,había
traídobandejasdeplásticoconhamburguesas,batidosdevainillaypatatasfritas.Mehabíacomidomediahamburguesacuandomeacordéderespirar.Annabethsorbiósubatido.Grover pellizcaba patatas y miraba el papel encerado de la bandeja como si le apeteciera
comérselo,peroseguíademasiadonervioso.—¿Quéeseseruidosibilante?-preguntó.Yonooínada.Annabethtampoco.—¿Sibilante?-repitiólatíaEme-.Puedequeseaelaceitedelafreidora.Tienesbuenoído,Grover.—Tomovitaminas…paraeloído.—Esoestámuybien-respondióella-.Pero,porfavor,relájate.LatíaEmenocomiónada.Nosehabíadescubiertolacabezaniparacocinar,yahoraestabasentada
con los dedos entrelazados, observándonos comer. Es un poco inquietante tener a alguien mirándotecuando no puedes verle la cara, pero la hamburguesa me había saciado y empezaba a sentir ciertasomnolencia, así que supuse que lomínimo era intentar dar un pocode conversación cortés a nuestraanfitriona.
—Asíquevendegnomos-dije,intentandosonarinteresado.—Puessí-contestólatíaEme-.Yanimales.Ypersonas.Cualquiercosaparaeljardín.Loshago
porencargo.Lasestatuassonmuypopulares,yasabéis.—¿Tienemuchotrabajo?—Nomucho,no.Desdequeconstruyeronlaautopista,casiningúncochepasaporaquí.Valorocada
clientequeconsigo.Sentíunavibraciónenelcuello,comosialguienestuvieramirándome.Mevolví,perosóloerala
estatuadeunachicaconunacestadePascua.Sudetallismoeraincreíble,muchomásprecisoqueelqueseveen lamayoríade las estatuas.Peroalgo raro lepasabaen la cara.Parecía sorprendida, inclusoaterrorizada.
—Ya-dijolatíaEmecontristeza-.Comoves,algunasdemiscreacionesnosalenmuybien.Estándañadasynosevenden.Lacaraeslomásdifícildeconseguir.Siemprelacara.
—¿Haceustedlasestatuas?-pregunté.— Oh, desde luego. Antes tenía dos hermanas que me ayudaban en el negocio, pero me
abandonaron,yahoralatíaEmeestásola.Sólotengomisestatuas.Poresolashago.Mehacencompañía.-Latristezadesuvozparecíatanprofundayrealquelacompadecí.
Annabethhabíadejadodecomer.Seinclinóhaciadelanteeinquirió:—¿Doshermanas?—Es una historia terrible.Desde luego, no es para niños.Verás,Annabeth, hacemucho tiempo,
cuandoyoera joven,unamalamujer tuvocelosdemí.Yoteníaunnovio,yasabéis,yesamalamujerestaba decidida a separarnos. Provocó un terrible accidente. Mis hermanas se quedaron conmigo.Compartieron mi mala suerte tanto tiempo como pudieron, pero al final nos dejaron. Sólo yo hesobrevivido,peroaquéprecio,niños.Aquéprecio.
Noestaba segurode aqué se refería, peromeapenépor sudesdicha.Lospárpadosmepesabancadavezmás,miestómagosaciadomeprovocabasomnolencia.Pobremujer.¿Quiénquerríahacerdañoaalguientanagradable?
—¿Percy?-Annabethmeestabasacudiendo-.Talvezdeberíamosmarcharnos.Yasabes…eljefedepistaestaráesperándonos.
Poralgúnmotivoparecíatensa.EnesemomentoGroverseestabacomiendoelpapelenceradodelabandejadeplástico,perosiatíaEmeleparecióraro,nodijonada.
—Quéojosgrisesmásbonitos-volvióadecirleaAnnabeth-.Vayaquesí,hacemuchoquenoveounosojosgrisescomolostuyos.
Seacercócomoparaacariciarlelamejilla,peroAnnabethsepusoenpiebruscamente.—Tenemosquemarcharnos,deverdad.—¡Sí!-Groversetragóelpapelenceradoytambiénsepusoenpie-.¡Eljefedepistanosespera!
¡Vamos!Yonoqueríairme.Mesentíaahítoyamodorrado.LatíaEmeeramuyagradableyqueríaquedarme
conellaunrato.—Porfavor,queridosniños-suplicó-.Tengomuypocasocasionesdeestarentanbuenacompañía.
Antesdemarcharos,¿noposaríaisparamí?—¿Posar?-preguntóAnnabeth,cautelosa.—Paraunafotografía.Despuéslautilizaréparaungrupoescultórico.Losniñossonmuypopulares.
Atodoelmundolegustanlosniños.Annabethcambiabaelpesodelcuerpodeunpieaotro.—Mire,señora,nocreoquepodamos.Vamos,Percy.—¡Claroquepodemos!-salté.EstabairritadoconAnnabethpormostrarsetanmaleducadaconuna
ancianaqueacababadealimentarnosgratis-.Essólounafoto,Annabeth.¿Quédañovaahacernos?—Claro,Annabeth-ronroneólamujer-,ningúndaño.AAnnabethno legustaba,pero al final cedió.La tíaEmenos condujodenuevoal jardínde las
estatuas,porlapuertadedelante.Unavezallí,nosllevóhastaunbancojuntoalsátirodepiedra.—Ahoravoyacolocaroscorrectamente-dijo-.Lachicaenelmedio,ylosdoscaballeretesunoa
cadalado.—Nohaydemasiadaluzparaunafoto-comenté.— Descuida, hay de sobra -repuso la tía Eme-. De sobra para que nos veamos unos a otros,
¿verdad?—¿Dóndetienelacámara?-preguntóGrover.Lamujerdiounpasoatrás,comoparaadmirarlacomposición.—Lacaraeslomásdifícil.¿Podéissonreírtodos,porfavor?¿Unaanchasonrisa?Grovermiróalsátirodecementojuntoaélymurmuró:—SeparecemuchoaltíoFerdinand.—Grover-leriñótíaEme-,miraaestelado,cariño.Seguíasincámara.—Percy…-dijoAnnabeth.Algún instintome indicó que escuchara aAnnabeth, pero estaba luchando contra la somnolencia
surgidadelacomidaylavozdelaanciana.—Sóloseráunmomento-añadiótíaEme-.Esquenoosveomuybienconestemalditovelo…—Percy,algonovabien-insistióAnnabeth.—¿Quenovabien? -repitió la tíaEmemientras levantaba losbrazosparaquitarse el velo-.Te
equivocas,querida.Estanochetengounacompañíaexquisita.¿Quépodríairmal?—¡EseltíoFerdinand!-balbucióGrover.—¡Nolamires!-gritóAnnabeth,yalpuntoseencasquetólagorradelosYankeesydesapareció.
SusmanosinvisiblesnosempujaronaGroveryamífueradelbanco.Estaba en el suelo,mirando las sandalias de la tíaEme.Grover se escabulló enunadireccióny
Annabethenlaotra,peroyoestabademasiadoaturdidoparamoverme.Entoncesoíunextrañoyásperosonidoencimademí.Alcé lamiradahasta lasmanosde la tíaEme,queahoraerannudosasyestabanllenasdeverrugas,conafiladasgarrasdebronceenlugardeuñas.
Medispusealevantarlacabeza,peroenalgúnlugaramiizquierdaAnnabethgritó:—¡No!¡Nolohagas!Elsonidoásperodenuevo:pequeñasserpientesjustoencimademí,allídonde…dondedebíaestar
lacabezadelatíaEme.— ¡Huye! -balóGrover, y lo oí correr por la grava,mientras gritaba«Maya!»,a fin de que sus
zapatillasecharanavolar.Nopodíamoverme.Mequedémirandolasgarrasnudosasdelaancianaeintentélucharcontrael
tranceenquemehabíasumido.—Quépenadestrozarunacara tanatractivay joven-mesusurró-.Quédateconmigo,Percy.Sólo
tienesquemirararriba.Meresistíalimpulsodeobedecerymiréaunlado.Entoncesviunadeesasesferasdecristalquela
genteponeenlosjardines.SeveíaelreflejooscurodelatíaEmeenelcristalnaranja;sehabíaquitadoel tocado, revelando un rostro comoun círculo pálido y brillante.El pelo se lemovía, retorciéndosecomoserpientes.
TíaEme.Tía«M»…¿Cómopodíahaberestadotanciego?Piensa,meordené.¿CómomoríaMedusaenelmito?Perono
podía pensar.Algomedijo que en elmitoMedusa estabadormida cuando fue atacadapormi tocayoPerseo. Pero en aquel momento yo no la veía muy dormida. Si quería, habría podido arrancarme lacabezaconsusgarrasenuninstante.
—Estome lo hizo la de los ojos grises, Percy -dijoMedusa, y no sonaba en absoluto comounmonstruo.Suvozme invitabaamirar,asimpatizarconunapobreabuelita-.LamadredeAnnabeth, lamalditaAtenea,transformóaunamujerhermosaenesto.
—¡Nolaescuches!-exclamóAnnabethdesdealgúnsitioentrelasestatuas-.¡Corre,Percy!—¡Silencio!-gruñóMedusa,yvolvióamodularlavozhastaalcanzaruncálidoronroneo-.Yaves
porquétengoquedestruiralachica,Percy.Eslahijademienemiga.Desmenuzarésuestatua.Perotú,queridoPercy,notienesporquésufrir.
—No-murmuré.Intentémoverlaspiernas.—¿Deverdadquieresayudaralosdioses?-mepreguntóMedusa-.¿Entiendesquéteesperaenesta
búsquedainsensata,Percy?¿Quétesucederásillegasalinframundo?NoseasunpeóndelosOlímpicos,querido.Estarásmejorcomoestatua.Sufrirásmenosdaño.Muchomenos.
—¡Percy!-Detrásdemíoíunaespeciedezumbido,comouncolibrídecienkilos lanzándoseenpicado.Grovergritó-:¡Agáchate!
MedilavueltayallíestabaGroverenelcielonocturno,llegandoenpicadoconsuszapatosalados,conunaramadeárboldeltamañodeunbatedebéisbol.Teníalosojosapretadosymovíalacabezadeladoalado.Navegabaguiándoseporeloídoyelolfato.
—¡Agáchate!-volvióagritar-.¡Voyaatizarle!Esomepusopor finenacción.ConociendoaGrover, seguroqueno leacertaríaaMedusayme
daríaamí.Asípues,mearrojéhaciaunlado.¡Zaca!SupusequeseríaelsonidodeGroveralchocarcontraunárbol,peroMedusarugiódedolor.—¡Sátiromiserable!-masculló-.¡Teañadiréamicolección!—¡ÉsaporeltíoFerdinand!-lerespondióGrover.MeescabullíencuclillasymeocultéentrelasestatuasmientrasGroversevolvíaparahacerotra
pasadita.¡Tracazás!—¡Aaargh!-aullóMedusa,ysumelenadeserpientessilbabayescupía.—¡Percy!:-dijolavozdeAnnabethjuntoamí.Diunrespingotangrandequecasitiroungnomodejardínconunpie.—¡PorDios!¡Nopuedesfallar!-Annabethsequitó lagorradelosYankeesysevolvióvisible-.
Tienesquecortarlelacabeza.—¿Qué?¿Tehasvueltoloca?Larguémonosdeaquí.
—Medusaesunaamenaza.Esmala.Lamataríayomisma,pero…-tragósaliva,comosilecostaseadmitirlo-perotúvasmejorarmado.Además,nuncaconseguiríaacercarme.Merebanaríaporculpademimadre.Tú…tútienesunaoportunidad.
—¿Qué?Yonopuedo…—Mira, ¿quieres que siga convirtiendo amás gente inocente en estatuas? -Señaló unapareja de
amantesabrazados,convertidosenpiedraporelmonstruo.Annabethagarróunabolaverdedeunpedestalcercano.—Unescudopulidoiríamejor.-Estudiólaesferaconairecrítico-.Laconvexidadcausarácierta
distorsión.Eltamañodelreflejodisminuiráenunaproporción…—¿Quiereshablarclaro?— ¡Eso hago! -Me entregó la bola-. Bueno, ten, mira al monstruo a través del cristal, nunca
directamente.—¡Eh!-gritóGroverdesdealgúnlugarporencimadenosotros-.¡Creoqueestáinconsciente!—¡Groaaaaaaar!—Puedequeno-secorrigióGrover.Seabalanzóparahacerotrobarridoconsuimprovisadobate.—Dateprisa-medijoAnnabeth-.Grovertienebuenolfato,peroalfinalacabarácayéndose.Saqué mi boli y lo destapé. La hoja de bronce de Anaklusmos salió disparada. Seguí el ruido
sibilanteylosescupitajosdelpelodeMedusa.Mantuvelamiradafijaen laboladecristalparaversóloel reflejodeMedusa,noelbichoreal.
Cuando lavi,Grover llegabaparaatizarlaotravezconelbate,peroestavezvolabademasiadobajo.Medusaagarrólaramayloapartódesutrayectoria.Grovertropezóenelaireyseestrellócontraunosodepiedraconundolorosoquejido.
Medusaibaaabalanzarsesobreélcuandogrité:—¡Eh!¡Aquí!Avancéhaciaella,cosaquenoeratanfácil,teniendoencuentaquesosteníaunaespadaenunamano
yunaboladecristalenlaotra.Silabrujacargaba,nomeseríafácildefenderme.Sinembargo,dejóquemeacercara:seismetros,cinco,tres…
Entoncesvielreflejodesucara.Nopodíasertanfea.Aquelcristalverdedebíadedistorsionarlaimagen,afeándolainclusomás.
—Noleharíasdañoaunaviejecita,Percy-susurró-.Séquenoloharías.Vacilé,fascinadoporelrostroqueveíareflejadoenelcristal:losojos,queparecíanarderatravés
delvidrioverde,medebilitabanlosbrazos.Desdeelosodecemento,Grovergimió:—¡Nolaescuches,Percy!Medusaestallóencarcajadas.—Demasiadotarde.Semeabalanzóconlasgarraspordelante.Yolerebanéelcuellodeunúnicomandoble.Oíunsiseoasquerosoyunsilbidocomodevientoen
unacaverna:elsonidodelmonstruodesintegrándose.Algo cayó al suelo junto amispies.Necesité todami fuerzadevoluntadparanomirar.Notéun
líquidoviscosoycalienteempapándomeelcalcetín,pequeñascabecitasdeserpientemordisqueandoloscordonesdemiszapatillas.
—Puaj, qué asco -dijoGrover.Aún seguía con losojosbien cerrados, pero supongoqueoía albichoborbotearydespedirvapor-.¡Megapuaj!
Annabeth sematerializóami ladocon lamiradavueltahaciael cielo.SosteníaelvelonegrodeMedusa.
—Notemuevas-dijo.
Conmuchocuidado,sinmirarabajoniuninstante,searrodilló,envolviólacabezadelmonstruoenelpañonegroylarecogió.Aúnchorreabaunlíquidoverdoso.
—¿Estásbien?-mepreguntóconvoztemblorosa.—Sí -mentí,apuntodevomitarmihamburguesadobleconqueso-.¿Porqué…porquénoseha
desintegradolacabeza?— En cuanto la cercenas se convierte en trofeo de guerra -me explicó-, como tu cuerno de
minotauro.Peronoladesenvuelvas.Aúnpuedepetrificar.Groversequejómientrasbajabadelaestatuadeloso.Teníaunbuenmoratónenlafrente.Lagorra
rastaverde lecolgabadeunode suscuernecitosdecabray lospies falsos se lehabíansalidode laspezuñas.Laszapatillasmágicasvolabansinrumboalrededordesucabeza.
—PareceselBarónRojo-dije-.Buentrabajo.Sonriótímidamente.—Nomehamoladonada.Bueno,darleconlaramaenlacabezasíhamolado,peroestrellarme
contraeseosono.Cazólaszapatillasalvueloyyovolvíataparmiespada.Luegoregresamosalalmacén.Encontramosunasbolsasdeplásticodetrásdelmostradoryenvolvimosvariasveceslacabezade
Medusa.Lacolocamosencimadelamesaenquehabíamoscenadoynossentamosalrededor,demasiadocansadosparahablar.Alfinaldije:
—¿AsíquetenemosquedarlelasgraciasaAteneaporestemonstruo?Annabethmelanzóunamiradadeirritación.—Atupadre,dehecho.¿Noteacuerdas?MedusaeralanoviadePoseidón.Decidieronverseenel
templodemimadre.PoresoAtenea laconvirtióenmonstruo.Ellaysusdoshermanas,que lahabíanayudadoameterseenel templo, seconvirtieronen las tresgorgonas.PoresoMedusaqueríahacermepicadillo, pero también pretendía conservarte a ti como bonita estatua. Aún le gusta tu padre.Probablementelerecordabasaél.
Meardíalacara.—Vaya,asíquehasidoculpamíaquenosencontráramosconMedusa.Annabethseirguióeimitómivozenfalsete:—«Tansóloesunafoto,Annabeth.¿Quédañopuedehacernos?»—Vale,vale-respondí-.Eresimposible.—Ytúinsufrible.—Ytú…—¡Eh!-nosinterrumpióGrover-.Meestáisdandomigraña,ylossátirosnotienenmigraña.¿Qué
vamosahacerconlacabeza?Miréelbulto.Deunagujeroenelplásticosalíaunapequeñaserpiente.Enlabolsaestabaescrito:
«cuidamossunegocio.»Meenfadé,nosóloconAnnabethosumadre,sinocontodoslosdiosesporaquellaabsurdamisión,
porsacarnosdelacarreteraconunrayoyporhabernosenfrentadoendosgrandesbatallaselprimerdíaquesalíamosdelcampamento.Aeseritmo,jamásllegaríamosaLosÁngelesvivos,muchomenosantesdelsolsticiodeverano.
¿Qué había dicho Medusa? «No seas un peón de los Olímpicos, querido. Estarás mejor comoestatua.Sufrirásmenosdaño.Muchomenos.»
Mepuseenpie.—Ahoravuelvo.—Percy-mellamóAnnabeth-.¿Quéestás…?EnelfondodelalmacénencontréeldespachodeMedusa.Suslibrosdecontabilidadmostrabansus
últimos encargos, todos envíos al inframundoparadecorar el jardíndeHadesyPerséfone.Segúnuna
factura, la dirección del inframundo era Estudios de Grabación El Otro Barrio, West Hollywood,California.Doblélafacturaymelametíenelbolsillo.
Enlacajaregistradoraencontréveintedólares,unoscuantosdracmasdeoroyunosembalajesdeenvíorápidodelHermesNocturnoExpress.Busquéporelrestodeldespachohastaqueencontréunacajaadecuada.
Regreséalamesadepicnic,metídentrolacabezadeMedusayrellenéelformulariodeenvío.
LosDiosesMonteOlimpoPlanta600EdificioEmpireStateNuevaYork,NY
Conmismejoresdeseos,PercyJackson
—Esonovaagustarles-meavisóGrover-.Teconsideraránunimpertinente.Metí unos cuantos dracmas de oro en la bolsita. En cuanto la cerré, se oyó un sonido de caja
registradora.Elpaqueteflotóporencimadelamesaydesaparecióconunsuave«pop».—Esquesoyunimpertinente-respondí.MiréaAnnabeth,aversiseatrevíaacriticarme.No se atrevió. Parecía resignada al hecho de que yo tenía un notable talento para fastidiar a los
dioses.—Vamos-murmuró-.Necesitamosunnuevoplan.
Capítulo12
Nosasesorauncaniche
Esanochenossentimosbastantedesgraciados.Acampamosenelbosque,aunoscienmetrosdelacarreteraprincipal,enunclaroqueloschicosde
lazonaalparecerutilizabanparasus fiestas.El sueloestaba llenode latasaplastadas,envoltoriosdecomidarápidayotrosdesechos.
Habíamos sacado algode comidayunasmantas de casade la tíaEme, perononos atrevimos aencender una hoguera para secar nuestra ropa. Las Furias y la Medusa nos habían proporcionadosuficientesemocionesporundía.Noqueríamosatraernadamás.
Decidimosdormirporturnos.Yomeofrecívoluntarioparahacerlaprimeraguardia.Annabethseacurrucóentrelasmantasyempezóaroncarencuantosucabezatocóelsuelo.Grover
revoloteóconsuszapatosvoladoreshasta la ramamásbajadeunárbol, se recostócontrael troncoyobservóelcielonocturno.
—Duerme-ledije-.Tedespertarésisurgealgúnproblema.Asintió,perosiguióconlosojosabiertos.—Meponetriste,Percy.—¿Elqué?¿Haberteapuntadoaestaestúpidamisión?—No.Estoes loquemeentristece. -Señaló toda labasuradelsuelo-.Yelcielo.Nisiquierase
puedenverlasestrellas.Hancontaminadoelcielo.Esunaépocaterribleparasersátiro.—Ya.Deberíahabersupuestoqueeresecologista.Melanzóunamiradairacunda.—Sólounhumanonolosería.Tuespecieestáobstruyendotanrápidamenteelmundo…Bueno,no
importa.Esinútildarleleccionesaunhumano.Alritmoquevanlascosas,jamásencontraréaPan.—¿Pan?¿Enbarra?— ¡Pan! -exclamó airado-. P-a-n. ¡El gran dios Pan! ¿Para qué crees que quiero la licencia de
buscador?Unabrisaextrañaatravesóelclaro,anulandotemporalmenteelolordebasurayporquería.Trajoel
aromadebayas,floressilvestresyaguadelluvialimpia,cosasqueenalgúnmomentohuboenaquellosbosques.Derepente,sentínostalgiadealgoquenuncahabíaconocido.
—Háblamedelabúsqueda-lepedí.Grovermemiróconcautela,comotemiendoquepudieraestargastándoleunabroma.—Eldiosdeloslugaresvírgenesdesaparecióhacedosmilaños-mecontó-.Unmarinerojuntoala
costa de Éfeso oyó una voz misteriosa que gritaba desde la orilla: «¡Diles que el gran dios Pan hamuerto!»Cuandoloshumanosoyeronlanoticia,lacreyeron.DesdeentoncesnohanparadodesaquearelreinodePan.Pero,paralossátiros,Paneranuestroseñoryamo.Nosprotegíaanosotrosyaloslugaresvírgenesdelatierra.Nosnegamosacreerquehayamuerto.Entodaslasgeneraciones,lossátirosmásvalientesconsagransuvidaabuscaraPan.Lobuscanportodoelmundoyexploranlanaturalezavirgen,confiandoenencontrarsuesconditeydespertarlodesusueño.
—Ytúquieresserunbuscadordeésos.
—Eselsueñodemivida.Mipadreerabuscador.YmitíoFerdinand,laestatuaquehasvistoahíatrás…
—Ah,sí.Losiento.Groversacudiólacabeza.—El tío Ferdinand conocía los riesgos, comomi padre. Pero yo lo conseguiré. Seré el primer
buscadorqueregresevivo.—Espera,espera…¿Elprimero?Groversacólaflautadelbolsillo.—Ningún buscador ha regresado jamás. En cuanto son enviados, desaparecen.Nunca vuelven a
verlosvivos.—¿Niunoendosmilaños?—No.—¿Ytupadre?¿Sabesquéleocurrió?—Loignoro.—Peroaunasíquieres ir -dijeasombrado-.Merefieroaque…¿enseriocreesqueseráselque
encuentreaPan?—Tengoquecreerlo,Percy.Todoslosbuscadoreslocreen.Esloúnicoquemantienelaesperanza
cuandoobservamos lo quehanhecho los humanos con elmundo.Tengoque creer quePan aúnpuededespertar.
MiréelresplandornaranjadelcielopolucionadoymeasombrédequeGroverpersiguieseunsueñoqueasimplevistaparecíaunimposible.
—¿Cómovamosaentrarenelinframundo?-lepregunté-.Quierodecir,¿quéoportunidadestenemoscontraundios?
—Nolosé.PeroencasadeMedusa,mientrastúrebuscabaseneldespacho,Annabethmedijo…—Oh,semehabíaolvidado,claro.Annabethyadebedetenerunplan.—Noseastanduroconella,Percy.Hatenidounavidadifícil,peroesunabuenapersona.Después
detodo,mehaperdonado…-Lefallólavoz.—¿Quéquieresdecir?Tehaperdonado¿qué?Derepente,Groverpareciómuyinteresadoentocarlaflauta.—Unmomento-insistí-.Tuprimertrabajodeguardiánfuehacecincoaños.YAnnabethllevaenel
campotambiéncincoaños.¿Noseríaella…tuprimerencargoquefuemal…?—Nopuedohablardeeso-repusoél,yeltemblordesulabioinferiormeindicóqueseecharíaa
llorarsilopresionaba-.Perocomoibadiciendo,encasadeMedusa,Annabethyyocoincidimosenqueestápasandoalgoraroenestamisión.Hayalgoquenoesloqueaparenta.
—Vale,lumbrera.MeculpanporrobarunrayoquesellevóHades,¿recuerdas?—Nomerefieroaeso.LasFur…lasBenévolasparecíancontenerse.IgualquelaseñoraDoddsen
la academia Yancy… ¿Por qué esperó tanto para matarte? Y después, en el autobús, no estaban tanagresivascomosuelenponerse.
—Amímeparecieronagresivasdesobra.Grovermeneólacabeza.—Nosgritaban:«¿Dóndeestá?¿Dónde?»—Ospreguntabanpormí-ledije.— Puede… pero tanto Annabeth como yo tuvimos la sensación de que no preguntaban por una
persona.Cuandopreguntarondóndeestá,parecíanreferirseaunobjeto.—Esoesabsurdo.— Ya lo sé. Pero si hemos pasado por alto algo importante, y sólo tenemos nueve días para
encontrarelrayomaestro…-Memirócomosiesperararespuestas,peroyonolastenía.
PenséenlaspalabrasdeMedusa:estabasiendoutilizadoporlosdioses.Loqueteníaantemíerapeorquelapetrificación.
— No he sido sincero contigo -admití-. No me importa nada el rayo maestro. Accedí a ir alinframundopararescataramimadre.
Groverhizosonarunanotasuaveenlaflauta.—Yalosé,Percy,pero¿estássegurodequeeselúnicomotivo?—Nolohagoporayudaramipadre.Noleimporto,yamíéltampocomeimporta.Grovermemiródesdesurama.—Oye, Percy, no soy tan listo comoAnnabeth ni tan valiente como tú, pero soymuy bueno en
analizaremociones.Tealegrasdequetupadreestévivo.Tehacesentirbienquetehayareclamado,ypartedetiquierequesesientaorgulloso.PoresoenviastelacabezadeMedusaalOlimpo.Queríasqueseenteraradeloquehashecho.
—¿Sí?Alomejorlasemocionesdelossátirosnofuncionancomolasdeloshumanos.Porqueestásequivocado.Nomeimportaloqueélpiense.
Groversubiólospiesalarama.—Vale,Percy.Loquetúdigas.—Además,nohehechonadameritorio.Apenashemos salidodeNuevaYorkyya estamosaquí
atrapados,sindineroniposibilidaddeiraloeste.Grovermiróelcielonocturno,comomeditandoennuestrosproblemas.—¿Quétalsiyohagoelprimerturno?-propuso-.Duermeunpoco.Quería protestar, pero comenzó a tocarMozart,muy suavemente, yme di la vuelta. Los ojosme
escocían.AlospocoscompasesdelConciertoparapianon.°12,mequedédormido.
Enmissueños,meencontréenunaoscuracavernafrenteaunfosoinsondable.Criaturasdenieblagris se arremolinaban alrededor demí susurrando jirones de humo, demodo que sabía que eran losespíritusdelosmuertos.
Metirabandelaropa, intentandoapartarme,peroyomesentíaobligadoacaminarhastaelbordemismodelabismo.
Mirarabajomemareaba.Elfoso,anchoynegro,carecíadefondo.Aunasí,teníalaimpresióndequealgointentabaalzarsedesdeelabismo,algoenormeymalvado.
—Elpequeñohéroe-reverberabaunavozdivertidadesdelalejanaoscuridad-.Demasiadodébil,demasiadojoven,peropuedequesirvas.-Lavozsonabamuyantigua,fríaygrave.Meenvolvíacomounpesadomanto-.Tehanengañado,chico-añadía-.Hazuntratoconmigo.Yotedaréloquequieres.
Se formaba una imagen sobre el abismo: mi madre, congelada en el momento en que se habíadisuelto en aquel resplandor dorado. Tenía el rostro desencajado por el dolor, como si elMinotaurosiguieraretorciéndoleelcuello.Memirabafijamenteysusojossuplicaban«¡Márchate!».
Yointentabagritar,peronomesalíalavoz.Unarisotadafríasacudíaelabismo.Unafuerzainvisiblemeempujaba,pretendíaarrastrarmehacia
elabismo.Debíamantenermefirme.— Ayúdame a salir, chico. -La voz sonaba más insistente-. Tráeme el rayo. ¡Juégasela a esos
traicionerosdioses!Losespíritusdelosmuertossusurraronalrededordemí:—¡Nolohagas!¡Despierta!Laimagendemimadreempezabaadesvanecerse.Lacosadelfososeaferrabaaúnmásamí.No
pretendíaarrastrarmealabismo,sinovalersedemíparasalirfuera.—Bien-murmuraba-.Bien.—¡Despierta!-susurrabanlosmuertos-.¡Despierta!
Alguienmeestabasacudiendo.Abrílosojosyeradedía.—Vaya-dijoAnnabeth-.Elzombivive.Elsueñomehabíadejadotemblando.Aúnsentíaelcontactodelmonstruodelabismoenelpecho.—¿Cuántohedormido?—Suficienteparadarmetiempodeprepararundesayuno.-Melanzóunpaquetedecortezasdemaíz
delbardelatíaEme-.YGroverhasalidoaexplorar.Mira,haencontradounamigo.Teníaproblemasparaenfocarlavista.Grover,sentadoconlaspiernascruzadasencimadeunamanta, teníaalgopeludoenelregazo,un
animaldisecado,sucioydeunrosaartificial.No,nosetratabadeunanimaldisecado.Erauncanicherosa.
Elchuchomeladró,cauteloso.Groverdijo:—No,quéva.Parpadeé.—¿Estáshablandocon…eso?Elcanichegruñó.—Eso-meavisóGrover-esnuestrobilletealoeste.Séamableconél.—¿Sabeshablarconlosanimales?Grovernomehizocaso.—Percy,ésteesGladiolus.Gladiolus,Percy.MiréaAnnabeth,convencidodequeempezaríaareírseconlabromaquemeestabangastando,pero
ellaestabamuyseria.—Novoyadecirleholaauncanicherosa-dije-.Olvidadlo.—Percy-intervinoAnnabeth-.Yolehedichoholaalcaniche.Túledicesholaalcaniche.Elcanichegruñó.Ledijeholaalcaniche.Grover me explicó que había encontrado a Gladiolus en los bosques y habían iniciado una
conversación. El caniche se había fugado de una rica familia local, que ofrecía una recompensa dedoscientosdólaresaquienlodevolviera.Noteníamuchasganasdevolverconsufamilia,peroestabadispuestoahacerloparaayudaraGrover.
—¿CómosabeGladioluslodelarecompensa?-pregunté.—Haleídoloscarteles,lumbrera-contestóGrover.—Claro-respondí-.Cómohepodidosertantonto.—AsíquedevolvemosaGladiolus-explicóAnnabethconsumejorvozdeestratega-,conseguimos
eldineroycompramosunosbilletesaLosÁngeles.Esfácil.Penséenmisueño:enlasvocessusurrantesdelosmuertos,enlacosadelabismo,enelrostrodemi
madre,relucientealdisolverseenoro.Todoaquellopodríaestaresperándomeeneloeste.—Otroautobúsno-dijeconrecelo.—No-metranquilizóAnnabeth.Señalócolinaabajo,haciaunasvíasdetrenquenohabíavistoporlanocheenlaoscuridad.—HayunaestacióndetrenesAmtrakaochocientosmetros.SegúnGladiolus,elquevaaloestesale
amediodía.
Capítulo13
Meabocoamimuerte
PasamosdosdíasviajandoeneltrenAmtrak,atravésdecolinas,ríosymaresdetrigoámbar.Nonos atacaron ni una vez, pero tampoco me relajé. Me daba la sensación de que viajábamos en unescaparate, que nos observaban desde arriba y puede que también desde abajo, que había algoacechando,alaesperadelaoportunidadadecuada.
Intentépasar inadvertidoporqueminombreymi foto aparecían envariosperiódicosde la costaEste. El Trenton Register-Newsmostraba la fotografía que me hizo un turista al bajar del autobúsGreyhound.Teníalamiradaida.Laespadaeraunborrónmetálicoenmismanos.Habríapodidoserunbatedebéisbolounpalodelacrosse.
En el pie de foto se leía: «Percy Jackson, de doce años de edad, buscado para ser interrogadoacerca de la desaparición de sumadre hace dos semanas.Aquí se le ve huyendo del autobús en queabordóavariasancianas.ElautobúsexplotóenunacarreteraalestedeNuevaJerseypocodespuésdeque Jacksonabandonarael lugar.Según lasdeclaracionesde los testigos, lapolicía creequeel chicopodría estar viajando con dos cómplices adolescentes. Su padrastro, Gabe Ugliano, ha ofrecido unarecompensaenmetálicoporcualquierinformaciónqueconduzcaasucaptura.»
—Notepreocupes-medijoAnnabeth-.Lospolicíassonmortales,nopodránencontrarnos.-Peronoparecíamuyseguradesuspalabras.
Pasé el resto del día paseando por el tren (lo pasaba fatal sentado quieto) o mirando por lasventanillas.
Unavezviunafamiliadecentaurosgaloparporuncampodetrigo,conlosarcostensados,mientrascazabanelalmuerzo.Elhijocentauro,queseríadeltamañodeunniñodesegundocursomontadoenponi,mevioy saludócon lamano.Miré alrededor en el vagón,peronadiemás loshabíavisto.Todos losadultosestabanabsortosensusordenadoresportátilesorevistas.
Enotraocasión,porlatarde,vialgoenormemoviéndoseporunbosque.Habríajuradoqueeraunleón,sóloquenohayleonessueltosenAmérica,yaquelbichoeradeltamañodeuntodoterrenomilitar.Sumelenarefulgíadoradaalaluzdelatarde.Despuéssaltóentrelosárbolesydesapareció.
EldinerodelarecompensapordevolveralcanichenoshabíadadosóloparacomprarbilleteshastaDenver.Nonosalcanzabaparaliteras,asíquedormitábamosennuestrosasientos.Elcuellosemequedóhechouncuatro.Intenténobabear,yaqueAnnabethsesentabaamilado.
Grovernoparabaderoncar,balarydespertarme.Unavezserevolvióenelasientoyselecayóunpiedepega.Annabethyyotuvimosqueponérselodenuevoantesdequelosotrospasajerossedierancuenta.
—Vale-medijoAnnabethencuantoterminamosdeponerlelazapatillaaGrover-,¿quiénquieretuayuda?
—¿Perdona?—Hace unmomento, cuando estabas durmiendo,murmurabas «No voy a ayudarte». ¿Con quién
soñabas?
No quería contárselo. Era la segunda vez que soñaba con la voz maligna del foso, pero mepreocupabatantoquealfinalselodije.
Annabethreflexionóunrato.—Nopareceque se tratedeHades -dijopor fin-.Siempreapareceencimadeun trononegro,y
nuncaríe.—Meofrecióamimadreacambio.¿Quiénmáspodríahacereso?—Supongo…perosi loquequeríaesqueloayudarasasalirdel inframundo,si loquebuscaes
desatarunaguerracontralosOlímpicos,¿porquétepidequelelleveselrayomaestrosiyalotiene?Neguéconlacabeza,deseandoconocerlarespuesta.PenséenloqueGrovermehabíacontado,que
las Furias del autobús parecían buscar algo. «¿Dónde está? ¿Dónde?» Quizá Grover presentía misemociones.Roncóensueños,murmuróalgosobreverdurasyvolvió lacabeza.Annabeth leremetió lagorraparaqueletaparaloscuernos.
—Percy,nopuedeshaceruntratoconHades.Yalosabes,¿verdad?Esmentiroso,notienecorazónysímuchaavaricia.NomeimportaquesusBenévolasnosemostrarantanagresivasestavez…
—¿Estavez?¿Quieresdecirqueyatehabíasencontradoconellasantes?Se sacó su collar ymemostró una cuenta blanca pintada con la imagen de un pino, uno de sus
premiosporconcluirunnuevoverano.—DigamosquenotengoningúnaprecioporelSeñordelosMuertos.Nopuedetentarteparahacer
untratoacambiodetumadre.—¿Quéharíastúsifueratupadre?—Esoesfácil-contestó-.Lodejaríapudrirse.—¿Aquévieneeso?Annabethmemirófijamenteconsusojosgrises.Teníalamismaexpresiónquelehabíavistoenel
bosquecuandodesenvainólaespadacontraelperrodelinfierno.—Amipadrelemolestodesdeeldíaquenací,Percy-dijo-.Nuncalegustaronlosniños.Cuando
me tuvo, le pidió aAtenea queme recogiera yme criara en el Olimpo, porque él estaba demasiadoocupadoconsutrabajo.Aellanolehizomuchagracia.Ledijoqueloshéroestienenquesercriadosporsupadremortal.
—Pero¿cómo…?Esdecir,supongoquenonacisteenunhospital.—Aparecíenlapuertademipadre,enunacestadeoro,transportadadesdeelOlimpoporCéfiro,
elVientodelOeste.Cualquierarecordaríaelmomentocomounmilagro,¿no?Yhastasacaríaunasfotosdigitales o algo así. Pues bien, siempre hablaba demi llegada como si fuera lomásmolesto que lehubierasucedidoenlavida.Cuandocumplícincoaños,secasóyseolvidóporcompletodeAtenea.Sebuscó una mujer mortal «normal» y un par de hijos mortales «normales», e intentó fingir que yo noexistía.
Mirépor laventanilladel tren.Vi las lucesdeunaciudaddormidaa todavelocidad.QueríaqueAnnabethsesintieramejor,peronosabíacómolograrlo.
—Mimadresecasóconunhombreabsolutamenteespantoso-leconté-.Groverdiceque lohizoparaprotegerme,paraocultarmetraselaromadeunafamiliahumana.Alomejortupadreintentabahacerlomismo.
Annabeth seguía jugueteando con su collar. No dejaba de pellizcar el anillo de oro de launiversidad,quecolgabaentrelascuentas.Semeocurrióqueelanilloprobablementeeradesupadre.Mepreguntéporquélollevabasiloodiabatanto.
—No le importo -dijo-. Sumujer,mimadrastra,me trataba comoa unmonstruo.Nomedejabajugar con sus hijos. Ami padre le parecía bien. Cada vez que pasaba algo peligroso (lo típico, quellegabanlosmonstruos),losdosmemirabanconresentimiento,comodiciéndome:«¿Cómoteatrevesaponerenpeligroanuestrafamilia?»Alfinalloentendí:nomequerían.Asíquemeescapé.
—¿Cuántosañostenías?—Losmismosquecuandoentréenelcampamento.Siete.—Pero…nopodíasllegarsolahastalacolinaMestiza.— No, sola no. Atenea me vigilaba, me guió hasta conseguir ayuda. Hice un par de amigos
inesperadosquecuidarondemí,almenosduranteuntiempo.Quería preguntar qué había ocurrido, pero Annabeth parecía absorta en sus recuerdos. Así que
escuchélosronquidosdeGroverymiréporlaventanilladeltren,mientrasloscampososcurosdeOhiopasabanatodavelocidad.
Hacia el final de nuestro segundodía en el tren, el 13de junio, ochodías antes del solsticio deverano,cruzamosunascolinasdoradasyelríoMississipihastaSanLuis.
Annabeth estiró el cuello para ver el famoso arco, el Gateway Arch, que a mí me pareció unaenormeasadebolsadelacompraenmediodelaciudad.
—Quierohacereso-suspiró.—¿Elqué?-pregunté.—Construiralgocomoeso.¿HasvistoalgunavezelPartenón,Percy?—Sóloenfotos.—Algúndíairéaverloenpersona.Voyaconstruirelmayormonumentoalosdiosesquesehaya
hechonunca.Algoqueduremilaños.Mereí.—¿Tú?¿Arquitecta?-Noséporqué,laideadeunaAnnabethquietecitaydibujandotodoeldíame
hizogracia.Seruborizó.—Sí,arquitecta.Ateneaesperadesushijosquecreencosas,nosóloquelasrompan,comocierto
diosdelosterremotosquemesémuybien.ObservélosremolinosenelaguamarróndelMississipi.—Perdona-dijoAnnabeth-.Esohasidounamaldad.— ¿No podríamos colaborar un poquito? -propuse-. Quiero decir… ¿es que Atenea y Poseidón
nuncahancooperado?Annabethtuvoquepensarlo.—Supongoque…eneltemadelcarro-dijo,vacilante-.Loinventómimadre,peroPoseidóncreó
loscaballosconlascrestasdelasolas.Asíquetuvieronquetrabajarjuntosparacompletarlo.—Entoncestambiénpodemoshacerlonosotros,¿no?Llegamosalaciudad,Annabethseguíamirandoelarcomientrasdesaparecíadetrásdeunedificio.—Supongo-dijoalfinal.Entramos en la estaciónAmtrak del centro de la ciudad.Lamegafonía nos indicó que había tres
horasdeesperaantesdepartirhaciaDenver.Groverseestiró.Antesdedespertarseporcompleto,dijo:—Comida.—Venga,chicocabra-dijoAnnabeth-.Vamosahacerturismocultural.—¿Turismo?—ElGatewayArch.Puedequeseamiúnicaoportunidaddesubir.¿Venísono?Groveryyointercambiamosmiradas.Yo quería decir que no, pero supuse que si Annabeth pensaba ir de todos modos, no podíamos
dejarlasolatantranquilamente.Groverseencogiódehombros.—Sihayunbarsinmonstruos,vale.
Elarcoestabaaunkilómetroymediodelaestación.Aúltimahora,lascolasparaentrarnoerantanlargas.Nosabrimospasoporelmuseosubterráneo,vimosvagonescubiertosyotrasantiguallasdelmilochocientos.Noeramuyemocionante,peroAnnabethnodejódecontarnoscosasinteresantesdecómosehabíaconstruidoelarco,yGrovernodejódepasarmegominolas,asíquetampocomeaburrí.
Noobstante,nodejédemiraralrededor,alasdemáspersonasdelafila.—¿Huelesalgo?-lesusurréaGrover.Sacólanarizdelabolsadegominolaslosuficienteparainspirar.— Estamos bajo tierra -dijo con cara de asco-. El aire bajo tierra siempre huele a monstruos.
Probablementenosignifiquenada.Peroyoteníaunmalpresentimiento,laimpresióndequenodeberíamosestarallí.—Chicos-lesdije-,¿sabéislossímbolosdepoderdelosdioses?Annabethestabaintentandoleerlahistoriadelarco,perolevantólavista.—¿Sí?—Bueno,Hade… -Grover se aclaró la garganta-. Estamos en un lugar público…¿Te refieres a
nuestroamigodeabajo?— Esto… sí, claro -contesté-. Nuestro amigo de muy abajo. ¿No tiene un gorro como el de
Annabeth?—¿Elyelmodeoscuridad? -dijo ella-.Sí, ése es su símbolodepoder.Lovi junto a su asiento
duranteelconciliodelsolsticiodeinvierno.—¿Estabaallí?-pregunté.Asintió.—EselúnicomomentoenqueselepermitevisitarelOlimpo:eldíamásoscurodelaño.Perosilo
queheoídoescierto,sucascoesmuchomáspoderosoquemigorradeinvisibilidad.— Le permite convertirse en oscuridad -confirmó Grover-. Puede fundirse con las sombras o
atravesarparedes.Noselepuedetocar,veruoír.Yescapazdeirradiarunmiedotanintensoquepuedevolverte loco o paralizarte el corazón. ¿Por qué crees que todas las criaturas racionales temen laoscuridad?
—Peroentonces…¿cómosabemosquenoestáaquíjustoahora,vigilándonos?-pregunté.AnnabethyGroverintercambiaronsendasmiradas.—Nolosabemos-repusoGrover.—Gracias,esomehacesentirmuchomejor-respondí-.¿Tequedangominolasazules?Casi había conseguido dominar mis frágiles nervios cuando vi el curioso ascensor que iba a
llevarnos hasta la cima del arco y supe que tendría problemas.No soporto los lugares cerrados.Mevuelvenloco.
Nosapretujaronenunadelascabinas,juntoaunaseñoragordaysuperro,unchihuahuaconcollardeestrás.Supusequedebíadeserunchihuahualazarillo,porqueningúnguardialedijonadaalaseñora.
Empezamos a subir por el interior del arco. Nunca había estado en un ascensor curvo, y a miestómagonoleentusiasmólaexperiencia.
—¿Notenéispadres?-preguntólagorda.Teníaojosnegrosybrillantes;dientespuntiagudosymanchadosdecafé;llevabaunsombrerotejano
dealaflácida,yunvestidoquelesacabatantosmichelinesqueparecíaunzepelínvaquero.—Sehanquedadoabajo-respondióAnnabeth-.Lesasustanlasalturas.—Oh,pobrecillos.Elchihuahuagruñóylamujerledijo:— Venga, hijito, ahora compórtate. -El perro tenía los mismos ojos brillantes de su dueña,
inteligentesymalvados.
—¿SellamaIgito?-pregunté.—No-contestólaseñoraysonrió,comosiesoloaclararatodo.Encima del arco, la plataforma de observaciónme recordó a una lata de refresco enmoquetada.
Filasdepequeñasventanitasdabanalaciudadporunladoyalríoporelotro.Lavistanoestabamal,perosihayalgoquemegustemenosqueunespacioreducido,esunespacioreducidoacientoochentametrosdealtura.Notardéensentirmemal.
Annabethnodejódehablardelossoportesestructurales,ydequeellahabríahechomásgrandeslasventanas y el suelo transparente. Probablemente habría podido quedarse horas allí arriba, pero, porsuerteparamí,elguardaanuncióquelaplataformadeobservacióncerraríaenpocosminutos.
CondujeaGroveryAnnabethhacia la salida, loshice subiraunacabinadelascensory, cuandoestabaapuntodeentraryotambién,reparéenqueyahabíadosturistasdentro.Noquedabaespacioparamí.
—Siguientecoche,señor-dijoelguarda.—¿Bajamosyesperamoscontigo?-dijoAnnabeth.Peroesoibaaserunlíoytardaríamosaúnmástiempo,asíquedije:—No,nopasanada.Nosvemosabajo,chicos.Grover y Annabeth parecían algo nerviosos, pero dejaron que la puerta se cerrara. Su cabina
desaparecióporlarampa.Enlaplataformasóloquedábamosyo,uncríoconsuspadres,elguardaylagordadelchihuahua.Le
sonreíincómodoyellamedevolviólasonrisaysepasólalenguabífidaporlosdientes.Unmomento.¿Lenguabífida?Antes de que pudiese decidir que efectivamente había visto eso, el chihuahua saltó hacia mí y
empezóaladrarme.—Bueno,bueno,hijito-dijolaseñora-.¿Tepareceésteunbuenmomento?Tenemosdelanteaesta
gentetanamable.—¡Perrito!-dijoelniñopequeño-.¡Mira,unperrito!Suspadresloapartaron.Elchihuahuameenseñólosdientesydesuhociconegroempezóasalirespuma.—Bueno,hijo-susurrólagorda-.Siinsistes.Elestómagosemecongeló.—Oiga,perdone,¿acabadellamarhijoaestechihuahua?—Quimera,querido-mecorrigiólagorda-.Noesunchihuahua.Esfácilconfundirlos.Seremangólasmangasvaquerasyrevelóunapielazuladayescamosa.Cuandosonrió,susdientes
erancolmillos.Laspupilasdesusojoseranrajitascomodereptil.El chihuahua ladrómás alto, y con cada ladrido crecía. Primero hasta adoptar el tamaño de un
doberman,despuéshastaeldeunleón.Entonceselladridoseconvirtióenrugido.Elniñopequeñogritó.Suspadres lo arrastraronhacia la salida,detrásdelguarda,que sequedó
atónito,mirandoalmonstruoconlabocaabierta.Quimeraeraahoratanaltaqueteníalapeludaespaldapegadaaltecho.Lamelenadelacabezade
leónestabacubiertadesangreseca,elcuerpoylaspezuñaserandecabragigante,yporcolateníaunaserpiente,tresmetrosdecoladecascabel.Elcollardeestrásaúnlecolgabadelcuello,ylamedallaparaperros del tamañode unamatrícula era fácilmente legible: «Quimera: tiene la rabia, escupe fuego, esvenenoso.Siloencuentran,porfavor,llamenalTártaro,extensión954.»
Reparéenquenisiquierahabíadestapadoelbolígrafo.Teníalasmanosentumecidas.EstabaatresmetrosdelasfaucessangrientasdeQuimeraysabíaque,encuantomemoviera,lacriaturaseabalanzaríasobremí.
Laseñoraserpientedejóescaparunsilbidoquebienpodríahabersidounarisa.—Siéntetehonrado,PercyJackson.ElseñorZeusraravezmepermiteprobarunhéroeconunode
losdemiestirpe.¡Puesyosoylamadredelosmonstruos,laterribleEquidna!Mequedémirándolaysóloatinéadecir:—¿Esonoesunaespeciedeosohormiguero?Aullóysurostroofidiosevolviómarrónverdosodelarabia.—¡Detestoquelagentedigaeso!¡OdioAustralia!Miraquellamaraeseridículoanimalcomoyo.
Poreso,PercyJackson,¡mihijovaadestruirte!Quimera cargó, sus dientes de león rechinando. Conseguí saltar a un lado y evitar el mordisco.
Acabéjuntoalafamiliayelguarda,todosgritandoeintentandoabrirlaspuertasdeemergencia.Nopodíaconsentirque leshicieradaño.Destapé laespada,corríalotro ladode laplataformay
grité:—¡Ey,chihuahua!Quimera se volvió con insólita rapidez y, antes de que mi espada estuviese dispuesta, abrió su
pestilentebocaymelanzódirectamenteunchorrodefuego.Logréarrojarmeaunladoylamoquetaseincendió, desprendiendo un calor tan intenso que casi me deja sin cejas. Por detrás de donde meencontraba un instante antes, en uno de los lados del arco había ahora un boquete. Se veía el metalfundidoporlosbordes.«Fantástico-pensé-.Acabamosdecargarnosunmonumentonacional.»
AnaklusmosyaestabapreparadaycuandoQuimerasediolavuelta,lelancéunmandoblealcuello.Esefuemierror:lahojachisporroteócontraelcollardeperroylainerciadelimpulsomedesequilibró.Intentérecuperarmealtiempoquemedefendíadelafierabocadeleón,perodescuidéporcompletolacoladeserpiente,quesesacudióymehincóloscolmillosenlapantorrilla.
Sentílapiernaenteraarder.Intentéclavarlelaespadaenlaboca,perolacolaserevolvióymehizotrastabillar.LaespadasemeescurrióentrelasmanosycayóporelboquetealasaguasdelMississipi.
Conseguíponermeenpie,perosabíaquehabíaperdido.Estabadesarmado.Sentíaelvenenomortalsubiéndomehaciaelpecho.RecordéqueQuirónhabíadichoquelaespadasiempreregresaríaamí,perono había bolígrafo alguno en mi bolsillo. Quizá había ido a parar demasiado lejos, o tal vez sóloregresabaenformadebolígrafo.Nolosabía,ytampocoibaavivirlosuficienteparaaveriguarlo.
RetrocedíhaciaelmuroyQuimeraavanzó,gruñendoyexhalandovahoporsuasquerosaboca.Laserpiente,Equidna,secarcajeó.
—Yanohacenhéroescomolosdeantes,¿eh,hijo?Elmonstruogruñó.Noparecíatenerprisaporacabarconmigo,ahoraquemehabíavencido.Miré al guarda y a la familia. El chavalín se escondía tras las piernas de su padre. Tenía que
protegeraaquellagente.Nopodíamorirsinmás.Intentépensar,peromedolíatodoelcuerpoylacabezamedabavueltas.Meenfrentabaaunmonstruoenormequeescupíafuegoyasumadre,yteníamiedo.
Nopodíahuir,asíquemeacerquéalbordedelboqueteymiré.Alláabajo,elríobrillaba.Simoría,¿semarcharíanlosmonstruos?¿Dejaríanenpazaloshumanos?
—SiereshijodePoseidón-silbóEquidna-,nodebes tenermiedoalagua.Salta,PercyJackson.Demuéstramequeelaguanoteharádaño.Saltayrecuperatuespada.Demuestratulinaje.
Sí,vale,pensé.Enalgunapartehabía leídoquesaltaralaguadesdedospisosdealturaescomosaltarsobreasfaltosólido.Desdeallí,elimpactomeespachurraría.
LabocadeQuimeraempezóaponerseincandescente,calentándoseantesdesoltarotravaharadadefuego.
—No tienes fe -me retó Equidna-. No confías en los dioses. Pero no puedo culparte, pequeñocobarde.Losdiosessondesleales.Serámejorparatimorirahora.Elvenenoyaestáentucorazón.
Teníarazón:estabamuriendo.Mirespiraciónseralentizaba.Nadiepodíasalvarme,nisiquieralosdioses.Retrocedíymiréhaciaabajo,alagua.Recordélacálidasonrisademipadrecuandoyoeraun
bebé.Teníaquehabermevisto.Seguramentemevisitócuandoyoestabaenlacuna.Recordéeltridenteverdequesehabíaformadoencimademicabezalanochedelacapturadelabandera,cuandoPoseidónmereclamócomosuhijo.
Peroaquellonoeraelmar.EraelMississipi,enelcentrodeEstadosUnidosdeAmérica.Nohabíaningúndiosdelmar.
—¡Muere,descreído!-rugióEquidna,yQuimeramelanzóunchorrodellamasalacara.—Padre,ayúdame-recé.Mevolvíysaltéalvacío.Miropaestabaardiendo,elvenenorecorríamisvenasyestabacayendo
alrío.
Capítulo14
Meconviertoenunfugitivoconocido
Meencantaría contarte que tuve una profunda revelación durantemi caída, que aceptémi propiamortalidad,quemereíenlacaradelamuerte,etcétera.
Peromiúnicopensamientoera:¡Aaaaaaaaahhhhh!El ríoseacercabaa lavelocidaddeuncamión.Elvientomearrancabaelairede lospulmones.
Torres,rascacielosypuentesentrabanysalíandemicampodevisión.Yentonces:¡Zaaaaa-buuumm!Unfundidoennegrodeburbujas.Mehundíenel lodo,segurodequeacabaríaatrapadobajo treintametrosdebarroymeperdería
parasiempre.Sinembargo,el impactocontraelaguanomehabíadolido.Enesemomentomehundíalentamentehaciaelfondo,lasburbujasmehacíancosquillasentrelosdedos.Meposésuavementesobreellechodelrío.Unsilurodeltamañodemipadrastroseocultóenlaoscuridad.Nubesdelimoybasura-botellas,zapatosviejos,bolsasdeplástico-girabanalrededordemí.
En ese punto reparé en unas cuantas cosas: primero, no me había convertido en una tortita alestrellarme; segundo, nome habían asado a la parrilla; y, tercero, ni siquiera sentía ya el veneno deQuimeraenlasvenas.Simplementeestabavivo,yeragenial.
Sinembargo,constatéalgomuycurioso:noestabamojado.Quierodecir,sentíaelaguafríayveíadóndesehabíanquemadomisropas.Perocuandometoquélacamisa,parecíaperfectamenteseca.
Miré la basura flotante y agarré un viejo encendedor. Imposible, pensé. Le di almechero e hizochispa.Aparecióunallamita,justoallí,enelfondodelMississipi.
Alcancéunenvoltoriodehamburguesasarrastradoporlacorrienteyelpapelsesecódeinmediato.Loencendísinproblemas,peroencuantolosoltélasllamasseapagaronyelenvoltorioseconvirtióotravezenundesechofangoso.Rarísimo.
Hasta el final no me di cuenta de lo más extraño: estaba respirando. Estaba debajo del agua yrespirabanormalmente.
Mepuseenpie,manchadodelodohastaelmuslo.Metemblabanlaspiernasylasmanos.Deberíaestarmuerto.Elhechodequenoloestuvieraparecía…bueno,unmilagro.Imaginélavozdeunamujer,unavozquesonabaunpococomolademimadre:«Percy,¿quésedice?»
—Esto…gracias.-Debajodelaguamivozsonabaachicomuchomayor-.Gracias…padre.No hubo respuesta. Sólo la oscura corriente de basura, el enorme siluro siguiendo su rastro, el
reflejodelatardecerenlasuperficiedelagua,alláarriba,volviéndolotododecolorcaramelo.¿PorquémehabíasalvadoPoseidón?Cuantomáslopensaba,másvergüenzasentía.Asíqueantes
sólohabíatenidosuerte.NoteníaningunaoportunidadcontraunmonstruocomoQuimera.Probablementeaquella pobre gente en el arco ya era sólo ceniza.Nohabía podido protegerlos, no era ningúnhéroe.Quizátendríaquequedarmeallíabajoconelsiluroparasiempre,unirmealosanimalesdelfondodelrío.
Encima, la hélice de una embarcación batió el agua, removiendo el limo alrededor.Y allí, a unmetroymediodedistancia,estabamiespada,laempuñadurabrillantesobresaliendodelbarro.
Volvíaoírlavozdemujer:«Percy,agarralaespada.Tupadrecreeenti.»Estavezsupequelavoznoveníademicabeza.Noeranimaginacionesmías.Laspalabrasparecían
provenirdetodaspartes,transmitiéndoseporelaguacomoelsonardeundelfín.—¿Dóndeestás?-gritéenvozalta.Entonces,a travésde laoscuridad líquida, lavi:unamujerdelcolordelagua,un fantasmaen la
corriente,flotandojustoencimadelaespada.Teníaelpelolargoyondulado;losojos,apenasvisibles,verdescomolosmíos.
Semeformóunnudoenlagarganta.—¿Mamá?-musité.«No,niño,sólosoyunamensajera,aunqueeldestinodetumadrenoestannegrocomocrees.Vea
laplayadeSantaMónica.»—¿Qué?«Eslavoluntaddetupadre.AntesdedescenderalinframundotienesqueiraSantaMónica.Venga,
Percy,nopuedoquedarmemuchotiempo.Elríoestádemasiadosucioparamipresencia.»—Pero…-Seguíaconvencidodequeaquellamujereramimadre,ounavisióndeella-.¿Quién…?
¿Cómo…?-Teníatantaspreguntasquelaspalabrassemeatascaronenlagarganta.«Nopuedoquedarme,valiente-dijoella.Estiróunamanoyfuecomosilacorrientemeacariciara
lacara-.¡VeaSantaMónica!Ynoconfíesenlosregalosde…»Suvozsedesvaneció.—¿Regalos?-repetí-.¿Quéregalos?¡Espera!Intentóvolverahablar,perotantoelsonidocomolaimagenhabíandesaparecido.Sierarealmente
mimadre,habíavueltoaperderla.Quiseahogarme,peroerainmunealahogamiento.«Tupadrecreeenti»,habíadicho.Tambiénmehabíallamadovaliente…amenosquehablaracon
elsiluro.Me acerqué a la espada y la así por la empuñadura.Quimera aún podía seguir ahí arriba con la
bichagordadesumadre,esperandopararematarme.Comomínimo,estaría llegandolapolicíamortal,intentando averiguar quién había abierto el agujero en el arco. Si me encontraban, tendrían algunaspreguntasquehacerme.
Tapélaespadaymemetíelbolienelbolsillo.—Gracias,padre-volvíadecirlealaguaoscura.Despuésmesacudíelbarrocondospatadasysubínadandoalasuperficie.
SalíalladodeunMcDonald'sflotante.Unamanzanamásallá, todoslosvehículosdeemergenciasdeSanLuisestabanrodeandoelarco.
Los helicópteros de la policía daban vueltas en círculo. La multitud de curiosos me recordó TimesSquarelanochedeFindeAño.
—¡Mamá!-dijounaniña-.Esechicohasalidodelrío.—Esoestámuybien,cariño-dijosumadremientrasestirabaelcuelloparaverlasambulancias.—¡Peroestáseco!—Esoestámuybien,cariño.Unamujerdelasnoticiashablabaparalacámara:— Probablemente no ha sido un ataque terrorista, nos dicen, pero la investigación acaba de
empezar. El daño, como ven, es muy grave. Intentamos llegar a alguno de los supervivientes parainterrogarlossobrelasdeclaracionesdetestigospresencialesqueindicanquealguiencayódelarco.
«Supervivientes.»Me sentí súbitamente aliviado.Quizá el guarda y la familia habían salvado lavida.ConfiéenqueGroveryAnnabethestuvieranbien.
Intentéabrirmepasoentreelgentíoparaverquéestabapasandodentrodelcordónpolicial.
—…unadolescente -estabadiciendootro reportero-.CanalCincoha sabidoque las cámarasdevigilanciamuestranaunadolescentevolverse locoen laplataformadeobservación,ydealgúnmodoconsiguióactivarestaextrañaexplosión.Difícildecreer,John,peroesloquenosdicen.Siguesinhabervíctimasmortales…
Meaparté, intentandomantenerlacabezagacha.Teníaquerecorrerunbuentrechopararodearelperímetropolicial.Habíaagentesdepolicíayperiodistasportodaspartes.
CasihabíaperdidolaesperanzadeencontraraAnnabethyaGrovercuandounavozfamiliarbaló:—¡Peeeercy!-Alvolverme,elabrazodeoso(másbiendecabra)deGrovermeatrapóenelsitio-.
¡CreíamosquehabíasllegadoalHadesdelamaneramala!Annabeth estaba de pie tras él tratando de parecer enfadada, pero también ella sentía alivio por
verme.—¡Nopodemosdejartesolonicincominutos!¿Quéhapasado?—Másomenosmehecaído.—¡Percy!¿Desdecientonoventaydosmetros?Detrásdenosotros,unpolicíagritó:—¡Abranpaso!Lamultitudseseparó,yunpardeenfermerossalierondisparados,conduciendoaunamujerenuna
camilla.Lareconocíinmediatamentecomolamadredelniñoqueestabaenlaplataformadeobservación.Ibadiciendo:
—Ycuandoaquelperroenorme,unchihuahuaqueescupíafuego…—Vale,señora-decíaelenfermero-.Ustedcálmese.Sufamiliaestábien.Lamedicaciónempiezaa
hacerefecto.—¡Noestoyloca!Elchicosaltóporelagujeroyelmonstruodesapareció.-Entoncesmevio-.¡Ahí
está!¡Eseeselchico!MevolvídeinmediatoytirédeAnnabethyGrover.Nosmezclamosentrelamultitud.—¿Quéestápasando?-quisosaberAnnabeth-.¿Estabahablandodelchihuahuadelascensor?LescontélahistoriadeQuimera,Equidna,mizambullidayelmensajedeladamasubacuática.—¡Uau!-exclamóGrover-.¡TenemosquellevarteaSantaMónica!Nopuedesignorarunallamada
detupadre.AntesdequeAnnabethpudieraresponder,noscruzamosconotroperiodistaquedabaunanoticiay
casimequedoheladocuandodijo:— Percy Jackson. Eso es, Dan. El Canal Doce acaba de saber que el chico que podría haber
causadoestaexplosióncoincideconladescripcióndeunjovenbuscadoporlasautoridadesenrelacióncon un grave accidente de autobús en Nueva Jersey, hace tres días. Y se cree que el chico viaja endirecciónaloeste.AquíofrecemosunafotodePercyJacksonparanuestrostelespectadores.
Nosagachamosjuntoalafurgonetadelosinformativosynosmetimosenuncallejón.—Primerotenemosquelargarnosdelaciudad-lecontestéaGrover.Dealgúnmodo,conseguimosregresaralaestacióndelAmtraksinquenosvieran.Subimosaltren
justoantesdequesalieraparaDenver.EltrentraqueteóhaciaeloestemientrascaíalaoscuridadylaslucesdelapolicíaseguíanlatiendoanuestrasespaldasenelcielodeSanLuis.
Capítulo15
Undiosnosinvitaahamburguesas
La tarde siguiente, el 14 de junio, siete días antes del solsticio, nuestro tren llegó aDenver.Nohabíamoscomidodesde lanocheanteriorenel coche restaurante, enalgún lugardeKansas.YnonosduchábamosdesdelacolinaMestiza.Desdeluegoteníaquenotarse,pensé.
—IntentaremoscontactarconQuirón-dijoAnnabeth-.Quierohablarledetucharlaconelespíritudelrío.
—Nopodemosusarelteléfono,¿verdad?—Noestoyhablandodeteléfonos.Caminamos sin rumbo por el centro durante unamedia hora, aunque no estaba seguro de lo que
Annabeth iba buscando.El aire era seco y caluroso, y nos parecía raro tras la humedaddeSanLuis.Dondequieraquemiráramos,nosrodeabanlasmontañasRocosas,comosifueranuntsunamigigantescoapuntodeestrellarsecontralaciudad.
Alfinalencontramosunlavacochesconmanguerasvacío.Nosmetimosenlacabinamásalejadadela calle, con los ojos bien abiertos por si aparecían coches de policía. Éramos tres adolescentesrondandoenun lavacochessincoche;cualquierpolicíaqueseganarasusdónutsse imaginaríaquenotramábamosnadabueno.
—¿Quéestamoshaciendoexactamente?-preguntémientrasGroveragarrabaunamanguera.—Sonsetentaycincocentavos-murmuró-.Amísólomequedandoscuartosdedólar.¿Annabeth?—Amínomemires-contestó-.Elcocherestaurantemehadesplumado.RebusquéelpococambioquemequedabaylepaséaGroveruncuartodedólar,loquemedejódos
monedasdecincocentavosyundracmadeMedusa.—Fenomenal -dijoGrover-.Podríamoshacerloconunespray, claro,pero laconexiónnoes tan
buena,ymecansodeapretar.—¿Dequéestáshablando?Metiólasmonedasypusoelselectorenlaposición«LLUVIAFINA».—MensajeríaI.—¿Mensajeríainstantánea?—MensajeríaIris-corrigióAnnabeth-.Ladiosadelarcoiris,Iris,transportalosmensajesparalos
dioses.Sisabescómopedírselo,ynoestámuyocupada,tambiénlohaceparalosmestizos.—¿Invocasaladiosaconunamanguera?Groverapuntóelpitorroalaireyelaguasalióenunafinalluviablanca.—Amenosqueconozcasunamaneramásfácildehacerunarcoiris.Yvayaquesí,laluzdelatardesefiltróentreelaguaysedescompusoencolores.Annabethmetendióunapalma.—Eldracma,porfavor.Selodi.Levantólamonedaporencimadesucabeza.—Oh,diosa,aceptanuestraofrenda.-Lanzóeldracmadentrodelarcoiris,quedesaparecióconun
destellodorado-.ColinaMestiza-pidióAnnabeth.Poruninstante,noocurriónada.Despuéstuveantemílanieblasobreloscamposdefresas,yelcanaldeLongIslandSoundenla
distancia.EracomosiestuviéramosenelporchedelaCasaGrande.Depie,dándonoslaespalda,habíauntipodepelorubioapoyadoenlabarandilla,vestidoconpantalonescortosycamisetanaranja.Teníaunaespadadebronceenlamanoyparecíaestarmirandofijamentealgoenelprado.
—¡Luke!-lollamé.Sevolvió,sorprendido.Habríajuradoqueestabaaunmetrodelantedemíatravésdeunapantalla
deniebla,salvoquesólopodíaverlelapartedelcuerpoquecubríaelarcoiris.—¡Percy!-Surostromarcadoseensanchóenunasonrisa-.¿YésaesAnnabeth?¡Alabadosseanlos
dioses!Eh,chicos,¿estáisbien?—Estamos…bueno…Sí,bien-balbuceóAnnabeth.Sealisabalacamisetasuciaysepeinabapara
apartarseelpelodelacara-.PensábamosqueQuirón…bueno…— Está abajo en las cabañas. -La sonrisa de Luke desapareció-. Estamos teniendo algunos
problemasconloscampistas.Escuchad,¿vatodobien?¿LehapasadoalgoaGrover?—¡Estoyaquí!-gritóGrover.ApartóelpitorroyentróenelcampodevisióndeLuke-.¿Quéclase
deproblemas?EnaquelmomentounenormeLincolnContinentalsemetióenellavacochesconlaradioemitiendo
hiphopa tope.Cuandoelcocheentróen lacabinadeal lado,elbajovibró tantoquehizo temblarelsuelo.
—Quirónteníaque…¿Quéeseseruido?-preguntóLuke.—¡Yomeencargo!-exclamóAnnabeth,aparentementealiviadaportenerunaexcusaparaapartarse
deenmedio-.¡Venga,Grover!—¿Qué?-dijoGrover-.Pero…—¡DaleaPercylamanguerayven!-leordenó.GrovermurmuróalgosobrequelaschicaseranmásdifícilesdeentenderqueeloráculodeDelfos,
despuésmeentrególamangueraysiguióaAnnabeth.AjustéelpitorroparamantenerelarcoirisyseguirviendoaLuke.—¡Quirónha tenidoquedetenerunapelea! -meaullóLukeporencimade lamúsica-.Lascosas
estánmuytensasaquí,Percy.SehacorridolavozdeladisputaentreZeusyPoseidón.Aúnnosabemoscómo;probablementeelmismodesgraciadoqueinvocóalperrodelinfierno.Ahoraloscampistasestánempezandoatomarpartido.SeestánorganizandootravezcomoenlaguerradeTroya.Afrodita,AresyApoloapoyanaPoseidón,másomenos.AteneaestáconZeus.
MeestremecíalpensarquelacabañadeClarissesepusieradelladodemipadreparanada.Enlacabina contigua oía a Annabeth discutir con un tipo, después el volumen de la música descendiódrásticamente.
—¿Yenquésituaciónestás?-mepreguntóLuke-.Quirónsentiránohaberpodidohablarcontigo.Se lo conté todo, incluidosmis sueños.Me sentí tan bien al verlo, al tener la impresión de que
regresabaalcampamentoaunquefueraporunosminutos,quenomedicuentadecuántotiempollevabahablando,hastaquesonóelpitidodelamanguerayadvertíquesólomequedabaunminutoantesdequesecortaraelagua.
—Ojaláestuvieraahí-dijoLuke-.Metemoquenopodemosayudartedemasiadodesdeaquí,peroescucha…Tiene que serHades el que robó el rayomaestro. Estaba en el Olimpo en el solsticio deinvierno.Yoacompañabaunaexcursiónylovimos.
—PeroQuiróndijoquelosdiosesnopuedentocarlosobjetosmágicosdelosdemásdirectamente.—Esoescierto-convinoLuke,yparecíaagobiado-.Aunasí…Hadestieneelyelmodeoscuridad.
Sino,¿cómoesposibleentrarenlasaladeltronoyrobarelrayomaestro?Hayqueserinvisible.
Ambosnosquedamoscallados,hastaqueLukepareciódarsecuentadeloqueacababadedecir.—Unmomento-protestó-.NoestoydiciendoquehayasidoAnnabeth.Laconozcodesdesiempre.
Ellajamás…quierodecirqueescomounahermanapequeñaparamí.Mepregunté si aAnnabeth legustaría esadescripción.En la cabina contigua lamúsica cesópor
completo.Unhombregritóhorrorizado,seoyeroncerrarselasportezuelasdelcocheyelLincolnsaliódellavacochesatodavelocidad.
— Será mejor que vayas a ver qué ha sido eso -dijo Luke-. Oye, ¿estás usando las zapatillasvoladoras?Mesentirémejorsiséquetesirvendealgo.
—¡Oh…sí,claro!-mentícondesfachatez-.Mehanvenidomuybien.—¿Enserio?-Sonrió-.¿Tevanbien?Elaguaseterminó.Lalluviafinaempezóaevaporarse.—¡Bueno,cuidaosahíenDenver!-gritóLuke,ysuvozfueamortiguándose-.¡YdileaGroverque
estavezirámejor!Quenadieseconvertiráenpinosi…PerolalluviahabíadesaparecidoylaimagendeLukesedesvanecióporcompleto.Estabasoloen
unacabinamojadayvacíadeunlavacoches.Annabeth y Grover aparecieron por la esquina, riendo, pero se detuvieron al verme la cara. La
sonrisadeAnnabethdesapareció.—¿Quéhapasado,Percy?¿QuétehadichoLuke?—Nodemasiado-mentí.Sentíaelestómagotanvacíocomolaenormecabaña3-.Bueno,vamosa
buscaralgodecenar.
Unosminutosmás tarde estábamos sentados en el reservado de un comedor de cromo brillante,rodeadosporunmontóndefamiliasquezampabanhamburguesasybebíanrefrescos.
Alfinalvinolacamarera.Arqueóunacejaconaireescépticoeinquirió:—¿Ybien?—Bueno…queríamospedirlacena-dije.—¿Tenéisdineroparapagar,niños?EllabioinferiordeGrovertembló.Mepreocupabaqueempezaraabalar,opeoraún,acomerseel
linóleo.Annabethparecíaapuntodefenecerdehambre.Intentabapergeñarunahistoriatristísimaparalacamareracuandounrugidosacudióeledificio:una
motocicletadeltamañodeunelefantepequeñoacababadepararjuntoalbordillo.Todas las conversaciones se interrumpieron. El faro de la motocicleta era rojo. El depósito de
gasolinateníallamaspintadasyalosladosllevabafundasparaescopetas…conescopetasincluidas.Elasientoeradecuero,perouncueroqueparecía…pielhumana.
Eltipodelamotocicletahabríaconseguidoqueunluchadorprofesionalllamaseagritosasumamá.Ibavestidoconunacamisetadetirantesroja,téjanosnegrosyunguardapolvodecueronegro,yllevabauncuchillodecazasujetoalmuslo.Trassusgafasrojasteníalacaramáscruelybrutalquehevistoenmivida-guapo,supongo,perodeaspectoimplacable-;elpelo,cortísimoynegrobrillante,ylasmejillassurcadasdecicatricessindudafrutodemuchas,muchaspeleas.Loraroeraquesucaramesonaba.
Alentrarenelrestauranteprodujounacorrientedeairecálidoyseco.Loscomensalesselevantaroncomohipnotizados,peroelmotoristahizoungestoconlamanoytodosvolvieronasentarse.Regresarona sus conversaciones. La camarera parpadeó, como si alguien acabara de apretarle el botón derebobinado.
—¿Tenéisdineroparapagar,niños?-volvióapreguntarnos.— Ponlo en mi cuenta -respondió el motorista. Se metió en el reservado, que era demasiado
pequeñoparaél,yacorralóaAnnabethcontralaventana.Levantólavistahacialacamarera,lamiróalosojosydijo-:¿Aúnsiguesaquí?
Lamuchachasepusorígida,sevolviócomounaautómatayregresóalacocina.El motorista se quedó mirándome. No le veía los ojos tras las gafas rojas, pero empezaron a
hervirmemalossentimientos.Ira,rencor,amargura.Queríadarleungolpeaunapared,empezarunapeleaconalguien.¿Quiénsecreíaqueeraaqueltipo?
Mededicóunasonrisapérfida.—AsíquetúereselcríodelviejoAlga,¿eh?Deberíahabermesorprendidooasustado,perosólosentíquemehallabaantemipadrastroGabe.
Queríaarrancarlelacabezaaaqueltipejo.—¿Yatiquéteimporta?Annabethmeadvirtióconlamirada.—Percy,éstees…Elmotoristalevantólamano.—Nopasanada-dijo-.Noestámalunapizcadecarácter.Siempreycuandoteacuerdesdequién
eseljefe.¿Sabesquiénsoy,primito?Entoncescaíenlacuenta.TeníalamismarisamalvadadealgunoscríosdelCampamentoMestizo,
losdelacabaña5.—EreselpadredeClarisse-respondí-.Ares,eldiosdelaguerra.Aressonrióysequitólasgafas.Dondetendríanqueestarlosojos,habíasólofuego,cuencasvacías
enlasquerefulgíanexplosionesnuclearesenminiatura.—Hasacertado,pringado.HeoídoquelehasrotolalanzaaClarisse.—Loestabapidiendoagritos.—Probablemente.Nointervengoenlasbatallasdemiscríos,¿sabes?Hevenidopara…Heoído
queestabasenlaciudadytengounaproposiciónquehacerte.Lacamareraregresóconbandejasrepletasdecomida:hamburguesasconqueso,patatasfritas,aros
decebollaybatidosdechocolate.Aresleentregóunosdracmas.Ellamiróconnerviosismolasmonedas.—Peroéstosnoson…Aressacósuenormecuchilloyempezóalimpiarselasuñas.—¿Algúnproblema,chata?Lacamarerasetragólaspalabrasysemarchósinrechistar.—Esoestámuymal-ledijeaAres-.Nopuedesiramenazandoalagenteconuncuchillo.Aressoltóunarisotadayluegodijo:— ¿Estás de broma? Adoro este país. Es el mejor lugar del mundo desde Esparta. ¿Tú no vas
armado,pringado?Puesdeberías.Ahífuerahayunmundopeligroso.Yesonosllevaamiproposición.Necesitoquemehagasunfavor.
—¿Quéfavorpuedohacerleyoaundios?—Algoqueundiosnotienetiempodehacer.Noesdemasiado.Medejéelescudoenunparque
acuáticoabandonadoaquíenlaciudad.Teníacitaconminoviaperonosinterrumpieron.Enlaconfusiónmedejéelescudo.Asíquequieroquevayasporél.
—¿Porquénovastú?Elfuegoenlascuencasdesusojosbrillóconmayorintensidad.—TambiénpodríaspreguntarmeporquénoteconviertoenunaardillayteatropelloconlaHarley.
Larespuestaseríalamisma:porquedemomentonomeapetece.Undiosteestádandolaoportunidaddedemostrarquésabeshacer,PercyJackson.¿Vasaquedarcomouncobardica?-Seinclinóhaciamí-.Oalomejoresquesólopeleasbajoelagua,paraquepapaítoteproteja.
Tuveelirreprimibleimpulsodedarleunpuñetazoenlacara,aunquesabíaqueeraloqueélestaba
buscando.ElpoderdeArescausabami iray lehabríaencantadoque loatacara.Nopensabadarleelgusto.
—Noestamosinteresados-repuse-.Yatenemosunamisión.LosfierosojosdeAresmehicieronvercosasquenoqueríaver:sangre,humoycadáveresenla
batalla.—Losétodosobretumisión,pringado.Cuandoeseobjetomortíferofuerobado,Zeusenvióalos
mejoresabuscarlo:Apolo,Atenea,Artemisayyo,naturalmente.Ahorabien,siyonopercibíniuntufillodeunarmatanpoderosa…-serelamió,comosielpensamientodelrayomaestroledierahambre-puesentoncestúnotienesningunaposibilidad.Aunasí,estoyintentandoconcederteelbeneficiodeladuda.Perotupadreyyonosconocemosdesdehacetiempo.Despuésdetodo,yosoyelqueletransmitiólassospechasacercadelviejoAlientodeMuerto.
—¿TúledijistequeHadesrobóelrayo?—Claro.Culparaalguiendealgoparaempezarunaguerraesel trucomásviejodelmundo.En
ciertosentido,tienesqueagradecermetupatéticamisión.—Gracias-farfullé.— Eh, ya ves que soy un tío generoso. Tú hazme ese trabajito, y yo te ayudaré en el tuyo. Os
prepararéelrestodelviaje.—Noslasarreglamosbienpornuestracuenta.—Sí,seguro.Sindinero.Sincoche.Sinninguna ideadeaquéosenfrentáis.Ayúdameyquizá te
cuentealgoquenecesitassaber.Algosobretumadre.—¿Mimadre?Sonrió.—Eso te interesa,¿eh?Elparqueacuáticoestáaunkilómetroymedioaloeste,enDelancy.No
puedesperderte.BuscalaatraccióndelTúneldelAmor.—¿Quéinterrumpiótucita?-lepregunté-.¿Teasustóalgo?Aresme enseñó los dientes, pero ya había visto esamirada amenazante enClarisse.Había algo
falsoenella,casicomositraicionaraciertonerviosismo.— Tienes suerte de haberme encontrado a mí, pringado, y no a algún otro Olímpico. Con los
maleducados no son tan comprensivos como yo. Volveremos a vernos aquí cuando termines. No medefraudes.
Despuésdeeso,debídedesmayarmeocaerentrance,porquecuandovolvíaabrirlosojosAreshabíadesaparecido.Habríacreídoqueaquellaconversaciónhabíasidounsueño,perolasexpresionesdeAnnabethyGrovermeindicaronlocontrario.
—Nomegusta-dijoGrover-.Areshavenidoabuscarte,Percy.Nomegustanadadenada.Miréporlaventana.Lamotocicletahabíadesaparecido.¿SabríaAresdeverdadalgosobremimadre,osóloestaba jugandoconmigo?Encuantosehubo
ido,lairadesaparecióporcompletodemí.SupusequeaAresleencantabaembarullarlasemocionesdelagente.Éseerasupoder:confundirlasemocionesalextremodequetenublaranlacapacidaddepensar.
—Quizánofuemásqueunespejismo-dije-.OlvidaosdeAres.Nosvamosypunto.—Nopodemos-contestóAnnabeth-.Mira,yodetestoaArescomoelquemás,peronosepuede
ignoraralosdiosesamenosquequierasbuscartelaruina.Nobromeabacuandohablabadeconvertirteenunroedor.
Mirémihamburguesaconqueso,quederepentenoparecíatanapetecible.—¿Porquénosnecesitaparaunatareatansencilla?—A lomejor es un problemaque requiere cerebro -observóAnnabeth-.Ares tiene fuerza, pero
nadamás.Yaveceslafuerzadebedoblegarseantelainteligencia.—Pero¿quéhabráeneseparqueacuático?Aresparecíacasiasustado.¿Quéharíainterrumpiral
diosdelaguerraunacitaconsunoviayhuir?AnnabethyGroversemiraronnerviosos.—Metemoquetendremosqueiradescubrirlo-dijoAnnabeth.
Elsolsehundía tras lasmontañascuandoencontramoselparqueacuático.A juzgarporelcartel,originalmentesellamaba«waterland»,peroalgunasletrashabíandesaparecido,asíqueseleía:«WATRAD».
Lapuertaprincipalestabacerradaconcandadoyprotegidaconalambredeespino.Dentro,enormesysecos toboganes, tubosy tuberíasseenroscabanpor todaspartes,endireccióna laspiscinasvacías.Entradasviejasyanunciosrevoloteabanporelasfalto.Alanochecer,aquellugarteníaunaspectotristeydabaescalofríos.
— Si Ares trae aquí a su novia para una cita -dije mirando el alambre de espino-, no quieroimaginarmequéaspectotendráella.
—Percy-meavisóAnnabeth-,tienesquesermásrespetuoso.—¿Porqué?CreíaqueodiabasaAres.—Siguesiendoundios.Ysunoviaesmuytemperamental.—Noinsultessuaspecto-añadióGrover.—¿Quiénes?¿Equidna?—No;Afrodita…-repusoGroverysuspiróconembeleso-.Ladiosadelamor.—Pensabaqueestabacasadaconalguien-dije-.¿ConHefesto?—¿Yquésifueraasí?—Bueno…-Mejorcambiardetema-.¿Ycómoentramos?—Maya!-AlpuntosurgieronlasalasdeloszapatosdeGrover.Volóporencimade lavalla,dioun involuntario saltomortalyaterrizóenunaplataformaalotro
lado.Sesacudiólosvaqueros,comosilohubieraprevistotodo.—Vamos,chicos.Annabethyyotuvimosqueescalaralamaneratradicional,aguantándonosunoaotroelalambrede
espinoparapasarpordebajo.Las sombras se alargaronmientras recorríamos el parque, examinando las atracciones. Pasamos
frentealaIsladelosMordedoresdeTobillos,PulposLocosyEncuentratuBañador.Ningúnmonstruonosatacóynooímoselmenorruido.Encontramos una tienda de souvenirs que había quedado abierta. Aún había mercancía en las
estanterías:bolasdenieveartificial,lápices,postalesehilerasde…—Ropa-dijoAnnabeth-.Ropalimpia.—Sí-dije-.Peronopuedesiry…—¿Ah,no?Agarróunahilerallenadecosasydesaparecióenelvestidor.Alospocosminutossalióconunos
pantalonescortosdefloresdeWaterland,unagrancamisetarojadeWaterlandyunaszapatillassurferasdelaniversariodeWaterland.TambiénllevabaunamochilaWaterlandcolgadadelhombro,llenaconmáscosas.
—Quédemonios.-Groverseencogiódehombros.En pocos minutos estuvimos los cuatro engalanados como anuncios andantes del difunto parque
temático.SeguimosbuscandoelTúneldelAmor.Teníalasensacióndequeelparqueenteroconteníalarespiración.
—AsíqueAresyAfrodita-dijeparamantenermimentealejadadelaoscuridadcreciente-tienenunasuntillo.
—Esechismeesmuyviejo,Percy-dijoAnnabeth-.Tienetresmilaños.
—¿YelmaridodeAfrodita?—Bueno,yasabes…Hefesto,elherrero,sequedótullidocuandoerapequeño,Zeuslotirómonte
Olimpoabajo.Asíquedigamosquenoesmuyguapo.Habilidosoconlasmanos,sí,peroaAfroditanolevanloslistoscontalento,¿comprendes?
—Legustanlosmotoristas.—Loquesea.—¿Hefestolosabe?—Oh, claro -repusoAnnabeth-.Unavez los pilló juntos, quiero decir in franganti.Entonces los
atrapóenunareddeoroeinvitóatodoslosdiosesaquefueranareírsedeellos.Hefestosiempreestáintentandoridiculizarlos.Poresosevenenlugaresremotoscomo…-sedetuvo,mirandoalfrente-.Comoése.
Eraunapiscinaquehabríasidoalucinanteparapatinar,deporlomenoscuarentaycincometrosdeanchoyconformadecuenco.Alrededordelborde,unadocenadeestatuasdeCupidomontabaguardiacon las alas desplegadas y los arcos listos para disparar. Al otro lado se abría un túnel, por el queprobablemente corría el agua cuando la piscina estaba llena. Tenía un letrero que rezaba:«EMOCIONANTEatracciónDELAMOR:¡ÉSTENOESELTÚNELDELAMORDETUSPADRES!»
Groverseacercóalborde.—Chicos,mirad.Enelfondodelapiscinahabíaunbotededosplazasblancoyrosaconundoselllenodecorazones.
En el asiento izquierdo, reflejando la luzmenguante, estaba el escudo deAres, una circunferencia debroncebruñido.
—Estoesdemasiadofácil-dije-.¿Asíquebajamosylotomamosyyaestá?AnnabethpasólosdedosporlabasedelaestatuadeCupidomáscercana.—Aquíhayunaletragriegagrabada-dijo-.Eta.Mepregunto…—Grover-pregunté-,¿huelesmonstruos?Olisqueóelviento.—Nada.—¿NadacomocuandoestábamosenelarcoynoolfateasteaEquidna,onadadeverdad?Groverpareciómolesto.—Aquelloestababajotierra-refunfuñó.—Vale,olvídalo.-Inspiréhondo-.Voyabajar.— Te acompaño. -Grover no parecía demasiado entusiasta, pero me dio la impresión de que
intentabaenmendarseporlosucedidoenSanLuis.—No-repuse-.Tequedarásarribaconlaszapatillasvoladoras.EreselBarónRojo,unasdelaire,
¿recuerdas?Cuentocontigoparaquemecubras,porsialgosalemal.AGroverselehinchóelpecho.—Claro.Pero¿quépuedeirmal?—Nolosé.Esunpresentimiento.Annabeth,venconmigo.—¿Estásdebroma?—¿Yahoraquépasa?-quisesaber.— ¿Yo, contigo en… -se ruborizó levemente- en la «emocionante atracción del amor»? Me da
vergüenza.¿Ysimevealguien?—¿Quiéntevaaver?-Peroyotambiénmeruboricéunpoco.Laschicassiemprelebuscantrespies
algato-.Vale-ledije-.Loharésolo.-Perocuandoempecéabajaralapiscina,mesiguió,murmurandoalgosobrequeloschicossiempreloembarullantodo.
Llegamos al bote. Junto al escudo había un chal de seda demujer. Intenté imaginarme aAres yAfrodita allí, una pareja de dioses que se encontraban en una atracción abandonada de un parque de
atracciones. ¿Por qué? Entonces reparé en algo que no había visto desde arriba: espejos por todo elborde de la piscina, orientados hacia aquel lugar. Podíamos vernos en cualquier dirección quemiráramos.Esodebía de ser.MientrasAres yAfrodita se dabanbesitos podíanmirar a sus personasfavoritas:ellosmismos.
Recogí el chal. Reflejaba destellos rosa y su aroma era una exquisita mezcla floral. Algoembriagador.Sonreíconairedeensoñación,yestabaapuntodefrotarmelamejillaconelchalcuandoAnnabethmeloarrebatóyselometióenelbolsillo.
—Ah,no,deesonada.Apártatedeesamagiadeamor.—¿Qué?—Túrecogeelescudo,sesosdealga,ylarguémonosdeaquí.Enelmomentoenquetoquéelescudosupequeteníamosproblemas.Mimanorompióalgoquelo
unía al tablerodemandos.Una telaraña, pensé, pero lo examiné en la palmayvi que eraundelgadofilamentodemetal.Estabapuestoahíparatropezarconél.
—Espera-dijoAnnabeth.—Demasiadotarde.—Hayotraletragriegaaesteladodelbote,otraeta.Estoesunatrampa.Seprodujoelchirrianteruidodeunmillóndeengranajesquecomenzabanafuncionar,comosila
piscinaestuvieraconvirtiéndoseenunamáquinagigante.—¡Cuidado,chicos!-gritóGrover.Arriba,enelborde,lasestatuasdeCupidotensabansusarcosenposicióndedisparo.Sindarnos
tiempodeponernosacubierto,dispararon,peronohacianosotrossinounasaotras,aambosladosdelapiscina.Lasflechasarrastrabancablessedososquedescribíanarcossobrelapiscinayseclavabanenelborde, formandounenormeentramadodorado.Entonces,porartedemagia,empezarona tejersehilosmetálicosmáspequeños,entrelazándosehastaformarunared.
—Tenemosquesalirdeaquí-dije.—¡Menudolumbrera!-ironizóAnnabeth.Agarréelescudoyechamosacorrer,perosalirdelapiscinanoeratanfácilcomobajar.—¡Venga!-nosurgióGrover.Intentaba rasgar la redpara abrirnosuna salida, pero cadavezque la tocaba los hilos deoro le
envolvían las manos. De repente, las cabezas de los cupidos se abrieron y de su interior salieronvideocámarasyfocosquenoscegaronalencenderse.Unaltavozretumbó:
«Retransmisión en directo para el Olimpo dentro de un minuto… Cincuenta y nueve segundos,cincuentayocho…»
—¡Hefesto!-gritóAnnabeth-.¡Cómonomedicuentaantes!Etaeshache.Fabricóestatrampaparasorprender a sumujer conAres. ¡Ahora van a retransmitirnos en vivo alOlimpoy quedaremos comoidiotastotales!
Casihabíamosllegadoalborde,cuandodeprontolosespejosenhileraseabrieroncomotrampillasydeellasemergióuntorrentedediminutascosasmetálicas…
Annabethsoltóungritodehorror.Parecíaunejércitodebichitosdecuerda:cuerposdebronce,pataspuntiagudasyafiladaspinzas,y
sedirigíanhacianosotroscomounamarabunta,enunaoleadadechasquidosyzumbidosmetálicos.—¡Arañas!-exclamóAnnabeth,despavorida-.¡A-aaa-raaaaa…!Nuncalahabíavistoasí.Trastabillóycayóhaciaatrás,presadelpánico,ylasarañasrobotcasila
cubrieroncompletamenteantesdequelograselevantarlaytirardeellahaciaelbote.Aquellas cosas seguíanapareciendopordoquier,milesdeellas,bajando sincesar a lapiscinay
rodeándonos.Medije que probablemente no estabanprogramadas paramatar, sólo para acorralarnos,mordernosyhacernosparecer idiotas.Entoncescaíen lacuentadequeerauna trampaparadioses.Y
nosotrosnoéramosdioses.Subimosalboteyempecéaapartararañasapatadasamedidaquetrepaban.LegritéaAnnabethque
meayudara,peroestabacomoparalizadaysólopodíagritar.«Treinta,veintinueve,veintiocho…»,proseguíaelaltavoz.Las arañas empezaron a escupir filamentos demetal buscando amarrarnos.Al principio fue fácil
zafarnos,perohabíademasiadosylasarañasnodejabandellegar.LeapartéunaaAnnabethdelapierna,yotrasellevóuntrocitodemiszapatillassurferasconlaspinzas.
Grover revoloteaba por encimade la piscina con las zapatillas voladoras, intentandoperforar lared,peronocedía.
«Piensa-medije-.Piensa.»Podríamoshaberhuidopor la entradadelTúnel delAmor, denohaber estadobloqueadaporun
millóndearañasrobot.«Quince,catorce,trece…»,contabasinpausaelaltavoz.«Agua…¿Dedóndesaleelagua?»Y entonces las vi: los espejos trampilla eran el desagüe de gruesas tuberías de agua, y por allí
habíanvenidolasarañas.Encimadelared,juntoaunodeloscupidos,habíaunacabinadecristalquedebíadecontenerlosmandos.
—¡Grover!-grité-.¡Vealacabinaybuscaelbotóndeencendido!—Pero…—¡Hazlo!-Eraunaesperanzaloca,peronuestraúnicaoportunidad.Lasarañasyarodeabanelbote
porcompletoyAnnabethseguíagritandocomounaposesa.Teníamosquesalirallí.Groversemetióenlacabinayempezóapulsarbotonesaladesesperada.«Cinco,cuatro…»Mehizoseñasconlasmanos,dándomeaentenderquehabíaapretadotodoslosbotonesperoseguía
sinpasarnada.Cerrélosojosypenséenolas,aguadesbordante,elríoMississipi…Sentíuntirónfamiliarenel
estómago.IntentéimaginarquearrastrabatodoelocéanohastaDenver.«Dos,uno,¡cero!»Lastuberíassesacudieronyelaguainundóconunrugidolapiscina,arrastrandolasarañas.Tiréde
Annabethparasentarlaamiladoyleabrochéelcinturónjustocuandolaprimeraolanoscayóencimayacabócontodaslasarañas.Elboteviró,selevantóconelniveldelaguaydiovueltasencírculoencimadel remolino. El agua estaba llena de arañas que chisporroteaban en cortocircuito, algunas con tantafuerzaqueinclusoexplotaban.LosfocosnosiluminabanylascámarascupidofilmabanendirectoparaelOlimpo.
Me concentré en controlar el bote y lograr que siguiera la corriente sin estrellarse contra lasparedes. Quizá fuemi imaginación, pero el bote pareció responder; por lomenos no se hizo añicos.Dimosunaúltimavueltacuandoelniveldelaguaeracasitanaltocomoparacortarnosenjulianacontralared.Entonceslaproaviróendirecciónaltúnelynoslanzamosatodavelocidadhacialaoscuridad.
Nossujetamosfuerteygritamosalunísonocuandoelboteremontóolas,pasópegadoalasesquinasyseescorócuarentaycincogradosalpasodeimágenesdeRomeoyJulietayotromontóndetonteríasdeSanValentín.Enlarectafinaldel túnel, labrisanocturnanosrevolvióelpelocuandoelboteselanzócomounbólidohacialasalida.
Silaatracciónhubieseestadoenfuncionamiento,habríamosllegadoaunarampaentrelasPuertasDoradas del Amor y, de allí, chapoteado sin problemas hasta la piscina de salida. Pero había unproblema:lasPuertasdelAmorestabancerradasconunacadena.Unpardebotesquealparecerhabíansalidodeltúnelantesquenosotrossehabíanestrelladocontralaspuertas:unoestabamediosumergido,yelotropartidoporlamitad.
—¡Quítateelcinturón!-legritéaAnnabeth.—¿Estásloco?—Amenosquequierasmoriraplastada.-MeamarréelescudodeAresalbrazo-.Tendremosque
saltar. -Mi ideaera tansencillacomodemencial:cuandoelbotechocara,aprovecharíamosel impulsocomo trampolín y saltaríamos por encima de la puerta. Jamás había oído que nadie sobreviviera aimpactosdeesa índole,arrojadosadiezodocemetrosdel lugardelaccidente.Peronosotros,conunpocodesuerte,aterrizaríamosenlapiscina.
Annabethpareciócomprenderymeaferrólamano.Laspuertasseacercabanagranvelocidad.—Yodoylaseñal-dije.—¡No!¡Ladoyyo!—Pero¿qué…?—¡Físicasencilla,amiguito!-megritó-.Lafuerzacalculaelángulodelatrayectoria…—¡Vale!-exclamé-.¡Túdaslaseñal!Vaciló…vaciló…yderepentegritó:—¡Ahora!Annabethteníarazón.Dehabersaltadocuandodecíayo,noshabríamosestrelladocontralaspuertas.Consiguióelmáximo
impulso… más del que necesitábamos: el bote se estrelló contra las barcas estropeadas y salimosdespedidos violentamente por el aire, justo por encima de las puertas y la piscina, directos al sólidoasfalto.
Algomeagarrópordetrás.—¡Ay!-sequejóAnnabeth.¡Grover! En pleno vuelo nos había atrapado, a mí por la camisa y a Annabeth por el brazo, e
intentabaevitarnosunaterrizajeaccidentado,peroíbamosembalados.—¡Pesáisdemasiado!-dijoGrover-.¡Noscaemos!Descendimos al suelo describiendo espirales, Grover esforzándose por amortiguar la caída.
Chocamos contra un tablón de fotografías y la cabeza deGrover semetió directamente en el agujerodondeseasomabanlosturistasparasalirenlafotocomoNoo-Noolaballenasimpática.Annabethyyodimoscontraelsuelo;fueungolpeduro,peroestábamosvivosyelescudodeAresseguíaenmibrazo.
En cuanto recuperamos el aliento, liberamos a Grover del tablón y le dimos las gracias porsalvarnos la vida. Me volví para contemplar la Emocionante Atracción del Amor. El agua remitía.Nuestrobote,estrelladocontralaspuertas,habíaquedadohechotrizas.
Cienmetrosmás allá, en la piscina, los cupidos seguían filmando.Las estatuas habíangiradodemaneraquelascámarasylaslucesnosenfocaban.
—¡Lafunciónhaterminado!-grité-.¡Gracias!¡Buenasnoches!Los cupidos regresaron a sus posiciones originales y las luces se apagaron. El parque quedó
tranquilo y oscuro otra vez, excepto por el suave murmullo del agua en la piscina de salida de laEmocionanteAtraccióndelAmor.MepreguntésielOlimpohabríapasadoapublicidadysihabríamosestadobiendeaudiencia.
Detestabaquemeprovocaranymelajugaran.Yteníamuchaexperienciaeneltratoconabusonesalosque lesgustabahacermeesaclasedecosas.Levantéelescudoquellevabaenelbrazoymevolvíhaciamisamigos.
—VamosatenerunaspalabritasconAres.
Capítulo16
CebrahastaLasVegas
Eldiosdelaguerranosesperabaenelaparcamientodelrestaurante.—Bueno,bueno-dijo-.Nooshanmatado.—Sabíasqueeraunatrampa-leespeté.Aressonriómaliciosamente.—Seguroqueeseherrerolisiadosesorprendióalverenlaredaunpardecríosestúpidos.Dasel
pegoenlatele,chaval.Learrojésuescudo.—Eresuncretino.AnnabethyGrovercontuvieronelaliento.Ares agarró el escudoy lohizogirar en el aire comounamasadepizza.Cambióde formay se
convirtióenunchalecoantibalas.Selocolocóporlaespalda.—¿Ves ese camiónde ahí? -Señaló un tráiler de dieciocho ruedas aparcado en la calle junto al
restaurante-.Esvuestrovehículo.OsconducirádirectamenteaLosÁngelesconunaparadaenLasVegas.Elcamiónllevabauncartelenlapartetrasera,quepudeleersóloporqueestabaimpresoalrevésen
blancosobrenegro,unabuenacombinaciónparaladislexia:«amabilidadinternacional:TRANSPORTEDEZOOSHUMANOS.PELIGRO:ANIMALESSALVAJESVIVOS.»
—Estásdebroma-dije.Areschasqueólosdedos.Lapuertatraseradelcamiónseabrió.—Billetegratis,pringado.Dejadequejarte.Yaquítienesestascosillasporhacereltrabajo.Sacóunamochiladenailonazulyme la lanzó.Contenía ropa limpiapara todos,veintepavosen
metálico,unabolsallenadedracmasdeoroyunabolsadegalletasOreoconrellenodoble.—Noquierotuscutres…-empecé.—Gracias, señorAres -saltóGrover, dedicándome sumejormiradade alerta roja-.Muchísimas
gracias.Merechinaron losdientes.Probablementeeraun insultomortal rechazaralgodeundios,perono
queríanadaqueAreshubiesetocado.Aregañadientes,meechélamochilaalhombro.Sabíaquemiirasedebía a la presencia del dios de la guerra, pero seguía teniendo ganas de aplastarle la nariz de unpuñetazo.Merecordabaa todos losabusonesa losquemehabíaenfrentado:NancyBobofit,Clarisse,Gabe el Apestoso, profesores sarcásticos; todos los cretinos que me habían llamado «idiota» en laescuelaosehabíanreídodemícadavezquemeexpulsaban.
Miréelrestaurante,queahorateníasólounpardeclientes.Lacamareraquenoshabíaservidolacena nos miraba nerviosa por la ventana, como si temiera que Ares fuera a hacernos daño. Sacó alcocinerodelacocinaparaquetambiénmirase.Ledijoalgo.Élasintió,levantóunacámaraynossacóunafoto.
«Genial -pensé-.Mañana otra vez en los periódicos.» Ya me imaginaba el titular: «Delincuentejuvenilpropinapalizaamotoristaindefenso.»
—Medebesalgomás-ledijeaAres-.Meprometisteinformaciónsobremimadre.
—¿Estássegurodequelasoportarás?-Arrancólamoto-.Noestámuerta.Todomediovueltas.—¿Quéquieresdecir?—QuierodecirquelaapartarondedelantedelMinotauroantesdequemuriese.Laconvirtieronen
unresplandordorado,¿no?Puesesosellamametamorfosis.Nomuerte.Alguienlatiene.—¿Latiene?¿Quéquieresdecir?—Necesitas estudiar los métodos de la guerra, pringado. Rehenes… Secuestras a alguien para
controlaraalgúnotro.—Nadiemecontrola.Serió.—¿Enserio?Miraalrededor,chaval.Cerrélospuños.—Soisbastantepresuntuoso,señorAres,paraseruntipoquehuyedeestatuasdeCupido.Trassusgafasdesol,elfuegoardió.Sentíunvientocálidoenelpelo.—Volveremosavernos,PercyJackson.Lapróximavezquetepelees,nodescuidestuespalda.AcelerólaHarleyysalióconunrugidoporlacalleDelancy.—Esonohasidomuyinteligente,Percy-dijoAnnabeth.—Medaigual.—Noquierasteneraundiosdeenemigo.Especialmenteesedios.—Eh,chicos-intervinoGrover-.Detestointerrumpiros,pero…Señalóalcomedor.Enlacajaregistradora,losdosúltimosclientespagabanlacuenta,doshombres
vestidosconidénticosmonosnegros,conunlogoblancoenlaespaldaquecoincidíaconeldelcamión:«amabilidadinternacional.»
—Sivamosatomarelexpresodelzoo-prosiguióGrover-,debemosdarnosprisa.Nomegustaba,peronoteníamosopción.Además,yahabíatenidosuficienteDenver.Cruzamosla
callecorriendo,subimosalapartetraseradelcamiónycerramoslaspuertas.
Loprimeroquemellamólaatenciónfueelolor.Parecíalacajadearenaparagatosmásgrandedelmundo.
Elinteriordelcamiónestabaoscuro,hastaquedestapéaAnaklusmos.Laespadaarrojóunadébilluzbroncíneasobreunaescenamuytriste.Enunafiladejaulasasquerosashabíatresdelosanimalesdezoomáspatéticosquehabíavistojamás:unacebra,unleónalbinoyunaespeciedeantíloperaro.
Alguienlehabíatiradoalleónunsacodenabosqueclaramentenoqueríacomerse.Lacebrayelantílopeteníanunabandejadepolispándecarnepicada.Lascrinesdelacebrateníanchiclespegados,comosialguiensehubieradedicadoaescupírselos.Por suparte, el antílope teníaatadoaunode loscuernosunestúpidoglobodecumpleañosplateadoqueponía:«¡Alotroladodelacolina!»
Alparecer,nadiehabíaqueridoacercarselosuficientealleón,yelpobrebichoseremovíainquietosobreunasmantas raídasy sucias, enun espaciodemasiadopequeño, entre jadeosprovocadospor elcalorquehacíaenelcamión.Teníamoscaszumbandoalrededordelosojosenrojecidos,yloshuesosselemarcaban.
—¿Estoesamabilidad?-exclamóGrover-.¿Transportezoológicohumano?Seguroquehabría salidootraveza sacudirlesa loscamionerosconsu flautade juncos,ydesde
luegoyolehabríaayudado,perojustoentonceselcamiónarrancóyeltráilerempezóasacudirse,asíquenosvimosobligadosasentarnosocaeralsuelo.
Nosapiñamosenunaesquinajuntoaunossacosdecomidamohosos,intentandohacercasoomisodelhedor,elcalorylasmoscas.Groverintentóhablarconlosanimalesmedianteunaseriedebalidos,pero se lo quedaronmirando con tristeza.Annabeth estaba a favor de abrir las jaulas y liberarlos al
instante, pero yo señalé que no serviría de nada hasta que el camión parara. Además, me daba lasensacióndequeteníamosmuchomejoraspectoparaelleónqueaquellosnabos.
Encontréunajarradeaguaylesllenéloscuencos,despuésuséaAnaklusmosparasacarlacomidaequivocadadesusjaulas.Ledilacarnealleónylosnabosalacebrayelantílope.
Grovercalmóalantílope,mientrasAnnabethlecortabaelglobodelcuernoconsucuchillo.Queríatambiéncortarleloschiclesalacebra,perodecidimosqueseríademasiadoarriesgadoconlostumbosquedabaelcamión.LedijimosaGroverquelesprometieraalosanimalesqueseguiríamosayudándolosporlamañana,despuésnospreparamosparapasarlanoche.
Groverseacurrucójuntoaunsacodenabos;AnnabethabrióunacajadenuestrasOreosconrellenodobleymordisqueóunasinganas;yointentéalegrarmepensandoqueyaestábamosamediocaminodeLosAngeles.Amediocaminodenuestrodestino.Sóloestábamosa14dejunio.Elsolsticionoerahastael21.Teníamostiempodesobra.
Porotrolado,noteníaideadequédebíaesperar.Losdiosesnoparabandejugarconmigo.PorlomenosHefestohabíatenidoladecenciadeserhonesto:habíapuestocámarasymehabíaanunciadocomoentretenimiento.Peroinclusocuandoaquéllasaúnnoestabanrodando,habíatenidolaimpresióndequemimisióneraobservada.Yonoeramásqueunafuentedediversiónparalosdioses.
—Oye-medijoAnnabeth-,sientohaberperdidolosnerviosenelparqueacuático,Percy.—Nopasanada.—Esque…-Seestremeció-.¿Sabes?,lasarañas…—¿PorlahistoriadeAracne?-supuse-.Acabóconvertidaenarañapordesafiaratumadreaver
quiéntejíamejor,¿verdad?Annabethasintió.—LoshijosdeAracnellevanvengándosedelosdeAteneadesdeentonces.Sihayunaarañaaun
kilómetroalaredonda,meencontrará.Detestoaesosbichejos.Detodosmodos,teladebo.—Somosunequipo,¿recuerdas?-dije-.Además,elvuelomolónlohahechoGrover.Pensabaqueestabadormido,perodesdelaesquinamurmuró:—¿Aqueheestadototal?Annabethyyonosreímos.SacóunaOreoymediolamitad.—EnelmensajeIris…¿deverdadLukenodijonada?Mordisqueémigalletaypenséencómoresponder.Laconversacióndelarcoirismehabía tenido
preocupadodurantetodalatarde.—Lukemedijoqueélytúosconocéisdesdehacemucho.TambiéndijoqueGrovernofallaríaesta
vez.Quenadieseconvertiríaenpino.Aldébilresplandordelaespadaeradifícilleersusexpresiones.Groverbalólastimeramente.—Deberíahabertecontadolaverdaddesdeelprincipio.-Letemblólavoz-.Pensabaquesisabías
loboboqueera,nomequerríasatulado.—EraselsátiroqueintentórescataraThalia,lahijadeZeus.Asintiócontristeza.—Y los otros dosmestizos de los que se hizo amigaThalia, los que llegaron sanos y salvos al
campamento…-MiréaAnnabeth-.EraistúyLuke,¿verdad?AnnabethdejósuOreosincomer.—Comotúdijiste,Percy,unamestizadesieteañosnohabría llegadomuylejossola.Ateneame
guió hacia la ayuda. Thalia tenía doce; Luke, catorce. Los dos habían huido de casa, como yo. Lespareció bien llevarme. Eran… unos luchadores increíbles contra los monstruos, incluso sinentrenamiento.ViajamoshaciaelnortedesdeVirginia,sinningúnplanreal,evitandomonstruoshastaqueGrovernosencontró.
—SesuponíaqueteníaqueescoltaraThaliaalcampamento-dijoGroverentresollozos-.SóloaThalia.TeníaórdenesestrictasdeQuirón:nohagasnadaqueralenticeel rescate.Verás,sabíamosqueHadesleibadetrás,peronopodíamosdejaraLukeyAnnabethsolos.Pensé…quepodríallevarlosalostressanosysalvos.FueculpamíaquenosalcanzaranlasBenévolas.Mequedéenelsitio.Measustédevueltaalcampamentoymeequivoquédecamino.Sihubiesesidounpoquitomásrápido…
—Yabasta-lointerrumpióAnnabeth-.Nadieteechalaculpa.Thaliatampocoteculpaba.—Sesacrificóparasalvarnos.Muriópormiculpa.AsílodijoelConsejodelosSabiosUngulados.—¿Porquenopensabasdejaraotrosdosmestizosatrás?-dije-.Esoesinjusto.—Percytienerazón-convinoAnnabeth-.Yonoestaríaaquíhoydenoserporti,Grover.NiLuke.
NonosimportaloquedigaelConsejo.Groversiguiósollozandoenlaoscuridad.— ¡Menuda suerte tengo! Soy el sátiromás torpe de todos los tiempos y voy a dar con los dos
mestizosmáspoderososdelsiglo,ThaliayPercy.— No eres torpe -insistió Annabeth-. Y eres más valiente que cualquier otro sátiro que haya
conocido.Nómbramealgunoqueseatrevaairalinframundo.SeguroquePercytambiénsealegradequeestésaquí.
Mediounapatadaenlaespinilla.—Sí-contesté,aunquelohabríadichoinclusosinlapatada-.Nofuelasuerteloquehizoquenos
encontrarasaThaliayamí,Grover.Ereselsátiroconmásbuencorazóndelmundo.Eresunbuscadornato.PoresoseráselqueencuentreaPan.
Oíunhondosuspirodesatisfacción.EsperéqueGroverdijeraalgo,perosólovolviómáspesadasurespiración.Cuandoempezóaroncar,medicuentadequesehabíadormido.
—¿Cómolohará?-measombré.—Nolosé-repusoAnnabeth-.Perohasidomuybonitoesoquelehasdicho.—Hablabaenserio.Guardamos silencio varios kilómetros, zarandeados contra los sacos de comida. La cebra comía
nabos.Elleónlamíaloquequedabadecarnepicadaymemirabaesperanzado.Annabethsefrotóelcollarcomosiestuvieraconcentradapensando.—Esacuentadelpino-lepregunté-,¿esdelprimeraño?Miróelcollar.Nosehabíadadocuentadeloqueestabahaciendo.—Sí-contestó-.Cadaagosto,losconsejeroseligeneleventomásimportantedelveranoylopintan
enlascuentasdeeseaño.TengoelpinodeThalia,untrirremegriegoenllamas,uncentaurocontrajedegraduación…Bueno,ésesíquefueunveranoraro…
—¿Yelanillouniversitarioesdetupadre?—Esonoesasunto…-Sedetuvo-.Sí.Síqueloes.—Notienesquecontármelo.—No…nopasanada.-Inspirócondificultad-.Mipadremeloenviómetidoenunacarta,hacedos
veranos. El anillo era… En fin, su mayor recuerdo de Atenea. No habría superado su doctorado enHarvard sinella…Bueno,esuna largahistoria.Encualquiercaso,dijoquequeríaque lo tuviera.Sedisculpóporhabersidounestúpido,dijoquemequeríaymeechabademenos.Queríaquevolvieraacasayvivieraconél.
—Esonosuenatanmal.—Sí,bueno…Elproblemaesquemelocreí.Intentévolveracasaaquelañoacadémico,peromi
madrastraseguíacomosiempre.Noqueríaquesushijoscorrieranpeligroporvivirconunbichoraro.Losmonstruosatacaban.Peleábamos.Losmonstruosatacaban.Peleábamos.NolleguéalasvacacionesdeNavidad.LlaméaQuirónyvolvídirectamentealCampamentoMestizo.
—¿Creesquepodrásvivircontupadreotravez?
Nomemirabaalosojos.—Porfavor.Pasodeautoinfligirmedaño.—Nodeberíasdesistir-ledije-.Deberíasescribirleunacartaoalgoasí.—Graciasporelconsejo-medijofríamente-,peromipadrehaescogidoconquiénquierevivir.Guardamossilencioduranteunoscuantoskilómetros.—Asíquesilosdiosespelean-dijealcabo-,¿sealinearándelmismomodoqueenlaguerrade
Troya?¿IráAteneacontraPoseidón?AnnabethapoyólacabezaenlamochilaqueAresnoshabíadadoycerrólosojos.—Noséquéharámimadre.Sóloséqueyolucharéentubando.—¿Porqué?—Porqueeresmiamigo,sesosdealga.¿Algunaotrapreguntaidiota?Nosemeocurríaquédecir.Afortunadamentenotuvequehacerlo.Annabethsehabíadormido.Yo tuve problemas para seguir su ejemplo, con Grover roncando y un león albino mirándome
hambriento,peroalfinalcerrélosojos.
Lapesadillaseiniciócomoalgoquehabíasoñadoantesunmillóndeveces:meobligabanarealizarun examen oficial metido en una camisa de fuerza. Los demás chicos estaban saliendo al patio y elprofesornoparabadedecir:«Venga,Percy.Noerestonto,¿verdad?Agarraellápiz.»
Yentonceselsueñosedesviabadesucaminohabitual.Mirabahaciaelpupitredeal ladoyveíaaunachicasentadaallí, tambiénconcamisade fuerza.
Teníamiedad,elpelonegroyrevuelto,peinadoalopunk,losojosverdesytormentosospintadosconlápizoscuro,ypecasenlanariz.Dealgúnmodo,sabíaquiénera:Thalia,hijadeZeus.
Ellaforcejeabaconlacamisadefuerza,melanzabaunaairadamiradadefrustraciónyespetaba:—Bueno,sesosdealga.Unodelosdostendráquesalirdeaquí.«Tienerazón-pensabayoenelsueño-.Voyavolveraesacueva.VoyadarleaHadesmiopinión.»Lacamisadefuerzasedesvanecía.Caíaatravésdelsuelodelaclase.Lavozdelmaestrosevolvía
fríaymalvada,resonandodesdelasprofundidadesdeungranabismo.—PercyJackson-decía-.Sí,veoqueelintercambiohafuncionado.Estabaotravezenlacavernaoscura,losespíritusdelosmuertosvagabanalrededor.Ocultaenel
foso, la cosamonstruosa hablaba, pero esta vez no se dirigía amí. El poder entumecedor de su vozparecíadirigidohaciaotrolugar.
—¿Ynosospechanada?-preguntaba.Otravoz,unaquemeresultabaconocida,respondíaamiespalda:—Nada,miseñor.Estátotalmenteenlainopia.Yomiraba,peronohabíanadie.Elquehablabaerainvisible.—Unengañotrasotro-musitabalacosadelfoso-.Excelente.—Enserio,miseñor-decíalavozamilado-,hacenbienenllamaroselRetorcido,pero¿eraesto
realmentenecesario?Podríahaberostraídoloquerobédirectamente…— ¿Tú? -se burlaba el monstruo-. Hasmostrado tus límites con creces.Me habrías fallado por
completodenohaberintervenidoyo.—Pero,miseñor…— Haya paz, pequeño sirviente. Estos seis meses nos han rendido mucho. La ira de Zeus ha
aumentado.Poseidónhajugadosucartamásdesesperada.Ahoralausaremoscontraél.Prontoobtendráslarecompensaquedeseas,y tuvenganza.Encuantoambosobjetosmeseanentregados…Peroespera.Estáaquí.
—¿Qué?-Elsirvienteinvisiblederepenteparecíatensarse-.¿Lohabéisconvocado,miseñor?—No.-Elmonstruocentrabatodalafuerzadesuatenciónenmí,dejándomeinmóvilenelsitio-.
Malditasealasangredesupadre:esdemasiadovoluble,demasiadoimpredecible.Elchicohavenidosolo.
—¡Imposible!-gritabaelsirviente.—¡Paraundébil como tú,puede! -rugía lavoz.Entonces su fríopoder sevolvíahaciamí-.Así
que…¿quieressoñarcontumisión,jovenmestizo?Puesteloconcederé.Laescenacambiaba.Estabadepieenunenormesalóndel tronoconparedesdemármolnegroysuelosdebronce.El
trono,vacíoyhorrendo,estabahechodehuesoshumanossoldados.Depie,juntoalpedestal,estabamimadre,heladaenunaluzdoradareluciente,conlosbrazosextendidos.
Intentabaacercarmeaella,perolaspiernasnomerespondían.Estirabalosbrazosparaalcanzarla,pero sólo para comprobar que se me estaban secando hasta los huesos. Esqueletos sonrientes conarmadurasgriegassecerníansobremí,meenvolvíanenunatúnicadesedaymecoronabanconlaurelesqueolíancomoelvenenodeQuimeraymequemabanlapiel.
Lavozmalvadaseechabaareír.—¡Salve,héroeconquistador!
Despertéconunsobresalto.Grovermesacudíaporelhombro.—Elcamiónhaparado-dijo-.Creemosquevendránaverlosanimales.—¡Escóndete!-susurróAnnabeth.Ella lo tenía fácil. Se puso la gorra de invisibilidad y desapareció. Grover y yo tuvimos que
escondernosdetrásdeunossacosdecomidayconfiarenparecernabos.Laspuertastraseraschirriaronalabrirse.Laluzdelsolyelcalorsecolarondentro.—¡Quéasco!-rezongóunodeloscamionerosmientrassacudíalamanopordelantedesufeanariz-.
Ojalátransportáramoselectrodomésticos.-Subióyechóaguadeunajarraenlosplatosdelosanimales-.¿Tienescalor,chaval?-lepreguntóalleón,ylevacióelrestodelcubodirectamenteenlacara.
Elleónrugió,indignado.—Vale,vale,tranquilo-dijoelhombre.Amilado,bajolossacosdenabos,Groversepusotenso.Paraserunherbívoroamantedelapaz,
parecíabastantemortífero,laverdad.El camionero le lanzó al antílope una bolsa de HappyMeal aplastada. Le dedicó una sonrisita
malévolaalacebra.— ¿Qué tal te va, Rayas? Al menos de ti nos deshacemos en esta parada. ¿Te gustan los
espectáculosdemagia?Éstetevaaencantar.¡Vanaserrarteporlamitad!Lacebra,aterrorizadayconlosojoscomoplatos,memirófijamente.No emitió sonido alguno, pero la oí decir con nitidez: «Por favor, señor, liberadme.»Me quedé
demasiadoconmocionadoparareaccionar.Seoyeronunosfuertesgolpesaunladodelcamión.Elcamionerogritó:—¿Quéquieres,Eddie?Unavozdesdefuera-seríaladeEddie-,gritó:—¿Maurice?¿Quédices?—¿Paraquédasgolpes?Toe,toe,toe.Desdefuera,Eddiegritó:—¿Quégolpes?Nuestro tipo,Maurice, puso los ojos en blanco y volvió fuera,maldiciendo a Eddie por ser tan
imbécil.Unsegundomástarde,Annabethaparecióamilado.Debíadehaberdadolosgolpesparasacara
Mauricedelcamión.—Estenegociodetransportenopuedeserlegal-dijo.—Nomedigas-contestóGrover.Sedetuvo,comosiestuvieraescuchando-.¡Elleóndicequeestos
tíossoncontrabandistasdeanimales!«Esverdad»,medijolavozdelacebraenmimente.— ¡Tenemos que liberarlos! -sugirióGrover, y tanto él comoAnnabeth se quedaronmirándome,
esperandoquelosdirigiera.Había oído hablar a la cebra, pero no al león. ¿Por qué? Quizá se debiera a otra disfunción
cognitiva… Quizá sólo podía entender a las cebras. Entonces pensé: caballos. ¿Qué había dichoAnnabeth sobre que Poseidón había creado los caballos? ¿Se parecía una cebra lo suficiente a uncaballo?¿Poresoeracapazdeentenderla?
Lacebradijo:«Ábramelajaula,señor.Porfavor.Despuésyomelasapañarépormicuenta.»Fuera,EddieyMauriceaúnseguíangritándose,perosabíaquevolveríanencualquiermomentopara
atormentarotraveza losanimales.Empuñélaespadaydestrocéelcerrojodela jauladelacebra.Elpobreanimalsaliócorriendo.Sevolvióymehizounareverenciaconlacabeza.«Gracias,señor.»
Groverlevantólasmanosyledijoalgoalacebraenidiomacabra,unaespeciedebendición.JustocuandoMauricevolvíaameterlacabezadentroparaverquéeraaquelruido,lacebrasaltó
porencimadeélysalióalacalle.Seoyerongritosybocinas.Nosabalanzamossobrelaspuertasdelcamiónatiempodeveralacebragaloparporunanchobulevarllenodehoteles,casinosyletrerosdeneónacadalado.AcabábamosdesoltarunacebraenLasVegas.
Maurice y Eddie corrieron detrás de ella, y a su vez unos cuantos policías detrás de ellos, quegritaban:
—¡Eh,paraesonecesitanunpermiso!—Esteseríaunbuenmomentoparamarcharnos-dijoAnnabeth.—Losotrosanimalesprimero-intervinoGrover.Rompí los cerrojos con la espada. Grover levantó las manos y les dedicó la misma bendición
caprinaquealacebra.—Buenasuerte-lesdijealosanimales.Elantílopeyelleónsalierondesusjaulasconganasyse
lanzaronjuntosalacalle.Algunosturistasgritaron.Lamayoríasóloseapartaronysacaronfotos,probablementeconvencidos
dequeeraalgúnespectáculopublicitariodeloscasinos.—¿Estaránbienlosanimales?-lepreguntéaGrover-.Quierodecir,coneldesiertoytal…—Notepreocupes-mecontestó-.Leshepuestounsantuariodesátiro.—¿Quesignifica?—Significaque llegarána laespesuraasalvo-dijo-.Encontraránagua,comida,sombra, todo lo
quenecesitenhastahallarunlugardondevivirasalvo.—¿Porquénonosechasunabendicióndeésasanosotros?-lepregunté.—Sólofuncionaconanimalessalvajes.—AsíquesóloafectaríaaPercy-razonóAnnabeth.—¡Eh!-protesté.—Esunabroma-contestó-.Vamos,salgamosdeestecamiónasqueroso.Salimosa trompiconesa la tardeeneldesierto.Debíadehabercuarentaycincogrados,asíque
seguramente parecíamos vagabundos refritos, pero todo elmundo estaba demasiado interesado en losanimalessalvajesparaprestarnosatención.
PasamosjuntoalMonteCasioyelMGM.Dejamosatrásunaspirámides,unbarcopirataylaestatua
delaLibertad,unaréplicabastantepequeñaperoquemeprovocólamismaañoranza.Noestabasegurodequéíbamosbuscando.Talvezsólounlugardondelibrarnosdelcalorporunos
instantes,encontrarunsandwichyunvasodelimonadaytrazarunnuevoplanparallegaraLosÁngeles.Debimos de girar en el lugar equivocado, porque de repente nos encontramos en un callejón sin
salida,delantedelHotelCasinoLoto.Laentradaeraunaenormeflordeneóncuyospétalosseencendíany parpadeaban. Nadie salía ni entraba, pero las brillantes puertas cromadas estaban abiertas, y delinterioremergíaunaireacondicionadoconaromadeflores:floresdeloto,quizá.Jamáslashabíaolido,asíquenoestabaseguro.
Elporteronossonrió.—Ey,chicos.Parecéiscansados.¿Queréisentrarysentaros?Durante la última semana había aprendido a sospechar. Suponía que cualquiera podía ser un
monstruooundios.Nosepodíasaber.Peroaqueltipoeranormal.Saltabaalavista.Además,mesentítan aliviado al oír a alguien que parecía comprensivo que asentí y le dije que nos encantaría entrar.Dentro,echamosunvistazoyGroverexclamó:
—¡Uau!El recibidorenteroerauna salade juegosgigante.Ynome refieroa loscomecocoscutreso las
máquinastragaperras.Habíauntobogándeaguaquerodeabaelascensordecristalcomounaserpiente,deunaalturadeporlomenoscuarentaplantas.Habíaunmurodeescalaraunladodeledificio,asícomounpuentedesdeelquehacerpuenting.Ycientosdevideojuegos,cadaunodeltamañodeunatelevisióngigante.Básicamente,teníatodoloquesetepuedaocurrir.Viaotroschicosjugando,peronomuchos.Nohabíaqueesperarparaningúnjuego.Por todaspartesseveíancamarerasybaresqueservíantodotipodecomida.
— ¡Eh! -dijo un botones. Por lomenos esome pareció. Llevaba una camisa hawaiana blanca yamarillacondibujosdelotos,pantalonescortosychanclas-.BienvenidosalCasinoLoto.Aquítienenlallavedesuhabitación.
—Esto,pero…-mascullé.— No, no -dijo sonriendo-. La cuenta está pagada. No tienen que pagar nada ni dar propinas.
Sencillamentesubanalaúltimaplanta,habitacióncuatromiluno.Sinecesitanalgo,comomásburbujaspara labañera caliente, oplatos en el campode tiro, loque sea, llamena recepción.Aquí tienen sustarjetasLotusCash.Funcionanenlosrestaurantesyentodoslosjuegosyatracciones.
Nosentregóacadaunounatarjetadecréditoverde.Sabía que tenía que tratarse de un error. Evidentemente pensaba que éramos los hijos de algún
millonario.Peroaceptélatarjetaypregunté:—¿Cuántohayaquí?—¿Quéquieredecir?-inquirióconceño.—Quierodecirque…¿cuántosepuedegastaraquí?Serió.—Ah,estababromeando.Bueno,esomola.Disfrutendesuestancia.Subimosalascensorybuscamosnuestrahabitación.Eraunasuitecontresdormitoriosseparadosy
un bar lleno de caramelos, refrescos y patatas. Línea directa con el servicio de habitaciones. Toallasmullidas,camasdeaguayalmohadasdeplumas.Unagranpantalladetelevisiónporsatéliteeinternetdealta velocidad. En el balcón había otra bañera de agua caliente y, como había dicho el botones, unamáquinaparadispararplatosyunaescopeta,asíquesepodíanlanzarpalomasdearcillaporencimadelhorizonte de Las Vegas y llenarlas de plomo. Yo no creía que aquello fuera legal, pero desde luegomolaba.LavistadelaFranja,lacalleprincipaldelaciudad,yeldesiertoeraalucinante,aunquedudabaquetuvieratiempoparaadmirarlavistaconunahabitacióncomoaquélla.
—¡Madremía!-exclamóAnnabeth-.Estesitioes…
—Genial-concluyóGrover-.Absolutamentegenial.Habíaropaenelarmario,demitalla.Pusecaradeextrañeza.Tiré la mochila de Ares a la basura. Ya no iba a necesitarla. Cuando nosmarcháramos, podría
apuntarotraamicuentaenlatiendadelhotel.Mediunaducha,quemesentófenomenaltrasunasemanade viaje mugriento. Me cambié de ropa, comí una bolsa de patatas, bebí tres Coca-Colas y acabésintiéndome mejor que en mucho tiempo. En el fondo de mi mente, algún problemilla seguíaincordiándome.Habríatenidounsueñooalgo…teníaquehablarconmisamigos.Peroestabasegurodequepodíaesperar.
SalídelahabitaciónydescubríqueAnnabethyGrovertambiénsehabíanduchadoycambiadoderopa.Grovercomíapatatasconfruición,mientrasAnnabethencendíaelcanaldelNationalGeographic.
—Contodosloscanalesquehay-ledije-,ytúponeselNationalGeographic.¿Estásmajara?—Emitenprogramasinteresantes.—Mesientobien-comentóGrover-.Meencantaestesitio.Sinque reparara siquiera en ello, las alas de sus zapatillas se desplegarony por unmomento lo
levantarontreintacentímetrosdelsuelo.—¿Yahoraqué?-preguntóAnnabeth-.¿Dormimos?Grover y yo nos miramos y sonreímos. Ambos levantamos nuestras tarjetas de plástico verde
LotusCash.—Horadejugar-dije.No recordaba la últimavezqueme lohabía pasado tanbien.Veníadeuna familia relativamente
pobre.NuestraideadederrocheerasaliracomeraunBurgerKingyalquilarunvídeo.¿UnhoteldeLasVegasdecincoestrellas?Nihablar.
Hicepuentingenelrecibidorcincooseisveces,bajéporel tobogán,practiquésnowboarden laladera de nieve artificial y jugué a un juego de realidad virtual con pistolas láser y a otro de tiro alblanco del FBI. Vi a Grover unas cuantas veces, pasando de juego en juego. Le encantó el cazadorcazado:dondeel ciervo sale adisparar a los sureños.Vi aAnnabeth jugar a juegosde trivialyotrascosasparacerebritos.Teníanunjuegoenormedesimulaciónen3Denelqueconstruíastupropiaciudady,dehecho,veíaslosedificiosholográficoslevantarseeneltablero.Amínomepareciógrancosa,peroaellaleencantó.
Noséenquémomentomedicuentadequealgoibamal.Probablemente fuecuandoreparéenelchicoque teníaami ladoenel tiroalblancode realidad
virtual.Tendríaunostreceaños,perollevabaropamuyrara.PenséqueseríahijodealgúnimitadordeElvis.Vestíavaquerosdecampanayunacamisetarojaconestampadodetubosnegros,yllevabaelpelorepeinadocongominacomounchicodeNuevaJerseyenlafiestadeprincipiodecurso.
Jugamosunapartidajuntosydijo:—Cómoenrolla,colega.Llevoaquídossemanasylosjuegosnodejandemejorar.«¿Cómoenrolla?»Más tarde, mientras hablábamos, dije que algo «desentonaba» y me miró sorprendido, como si
nuncahubieraoídolapalabra.SellamabaDarrin,peroencuantoempecéahacerlepreguntas,seaburriódemíyregresóalapantalla.
—Eh,Darrin.—¿Qué?—¿Enquéañoestamos?-lepregunté.Pusoceño.—¿Eneljuego?—No.Enlavidareal.Tuvoquepararseapensarlo.
—Enmilnovecientossetentaysiete.—No-dije,yempecéapreocuparme-.Enserio.—Oye,tío,medasmalasvibraciones.Tengounapartidaqueatender.Despuésdeeso,meignoróporcompleto.Empecé a hablar con los demás, y descubrí que no era fácil. Estaban pegados a la pantalla del
televisor,oalvideojuego,oasucomida,oaloquefuera.Encontréuntipoquemedijoqueestábamosen1985; otro, que en 1993.Todos aseguraban que no llevaban demasiado tiempo, sólo unos días, comomuchounassemanas.Enrealidadnilosabíannilesimportaba.
Entoncessemepasóporlacabeza:¿cuántotiempollevabayoallí?Parecíasólounpardehoras,pero¿cuántohabíasido?Intentérecordarporquéestábamosallí.íbamosaLosÁngeles.Teníamosqueencontrarlaentradadelinframundo.Mimadre…Porunhorribleinstantemecostórecordarsunombre.Sally. Sally Jackson. Tenía que dar con ella. Tenía que evitar que Hades causara la Tercera GuerraMundial.
EncontréaAnnabethaúnconstruyendosuciudad.—Venga-ledije-.Nosmarchamos.Nohuborespuesta.Lasacudíporloshombros.—¿Annabeth?-Pareciómolestarse.—¿Qué?—Tenemosqueirnos.—¿Irnos?¿Dequéestáshablando?Siacabodeconstruirlastorres…—Estesitioesunatrampa.Norespondióhastaquevolvíasacudirla.—¿Quépasa?—Escucha.Tenemosunamisión,¿recuerdas?—Oh,Percy,sólounosminutosmás.—Annabeth,aquíhaygentedesdemilnovecientossetentaysiete.Niñosquenohancrecidomás.Te
inscribesytequedasparasiempre.—¿Yqué?-replicó-.¿Teimaginasunlugarmejor?Laagarrédelamuñecaylaapartédeljuego.—¡Eh!-megritó,eintentópegarme,peronadiesemolestósiquieraenmirarnos.Estabandemasiado
absortos.Laobliguéamirarmealosojos.—Arañas.Enormesarañaspeludas-ledije.Esolaestremecióyleaclarólamirada.—Oh,santoOlimpo-musitó-.¿Cuántotiempollevamos…?—Nolosé,perotenemosqueencontraraGrover.Trasbuscarunbuenrato,lovimosjugandoalcazadorcazadovirtual.—¡Grover!-llamamos.Elcontestó:—¡Muere,humano!¡Muere,asquerosaycontaminantepersona!—¡Grover!Sevolvióconlapistoladeplásticoysiguióapretandoelgatillo,comosisólofueraotraimagenen
lapantalla.MiréaAnnabeth,yentrelosdosloagarramosporlosbrazosyloapartamos.Suszapatosvoladores
desplegaronlasalasyempezaronatirardesuspiernasenlaotradirecciónmientrasgritaba:—¡No!¡Acabodepasarotronivel!¡No!ElbotonesdelLotoseacercópresuroso.
—Bueno,bueno,¿estánlistosparalastarjetasplatino?—Nosvamos-ledije.—Qué lástima -repuso él, yme dio la sensación de que era sincero, como si nuestra partida le
dolieseenelalma-.Acabamosdeabrirunasalanuevaentera,llenadejuegosparalosposeedoresdelatarjetaplatino.
Nos mostró las tarjetas. Sabía que si aceptaba una, jamás me iría.Me quedaría allí, feliz parasiempre, jugandoparasiempre,yprontoolvidaríaamimadre,mimisióne inclusomipropionombre.JugaríaalfrancotiradorvirtualconDarrinelEnrolladoporlossiglosdelossiglos.
Grovertendióunbrazohacialatarjeta,peroAnnabethlepegóuntirónylarechazó.—No,gracias.Caminamoshacialapuertay,amedidaquenosacercábamos,eloloracomidaylossonidosdelos
videojuegosparecíanmásatractivos.Penséennuestrahabitacióndelpisodearriba.Podíamosquedarnossóloporesanoche,dormirenunacamacómodaymullidaporunavez…
SalimosatodaprisadelCasinoLotoycorrimosporlaacera.Eraporlatarde,aproximadamentelamismahoradeldíaquehabíamosentradoenelcasino,peroalgonocuadraba.Elclimahabíacambiadoporcompleto.Habíatormentayeldesiertorielabaporelcalor.
LlevabalamochilaquemehabíadadoArescolgadadelhombro,cosarara,puesestabasegurodeque la había desechado en la habitación 4001, pero de momento tenía otros problemas de quepreocuparme.
Fuihastaelquioscomáscercano,mirélafechadeunperiódico.Graciasalosdioses,seguíasiendoelmismoañoenquehabíamosentrado.Despuésreparéenlafecha:20dejunio.HabíamospasadocincodíasenelCasinoLoto.
Sólo nos quedaba un día para el solsticio de verano. Un día para llevar a buen puerto nuestramisión.
Capítulo17
Probamoscamasdeagua
FueideadeAnnabeth.EnLasVegasnoshizosubirauntaxicomosirealmentetuviéramosdineroyledijoalconductor:—ALosAngeles,porfavor.Eltaxistamordisqueósupuroynosdiounbuenrepaso.—Esosonquinientoskilómetros.Tendréisquepagarmeporadelantado.—¿Aceptatarjetasdedébitodeloscasinos?-preguntóAnnabeth.Seencogiódehombros.—Algunas.Lomismoqueconlastarjetasdecrédito.Primerotengoquecomprobarlas.AnnabethletendiósutarjetaverdeLotusCash.Eltaxistalamiróconescepticismo.—Pásela-leanimóAnnabeth.Lohizo.Eltaxímetroseencendióylaslucesparpadearon.Marcóelpreciodelviajey,alfinal,juntoalsigno
deldólaraparecióelsímbolodeinfinito.Alhombreselecayóelpurodelaboca.Volvióamirarnos,estavezconlosojoscomoplatos.
—¿AquépartedeLosÁngeles…esto,alteza?— Al embarcadero de Santa Mónica. -Annabeth se irguió en el asiento, muy ufana con lo de
«alteza»-.Sinosllevarápido,puedequedarseelcambio.Creoquenodeberíahaberledichoaquello.Elcuentakilómetrosdelcochenobajóenningúnmomentodecientocincuentaporeldesiertodel
Mojave.
Enlacarreteratuvimostiempodesobraparahablar.Lescontémiúltimosueño,perolosdetallessevolvieronborrososalintentarrecordarlos.ElCasinoLotoparecíahaberprovocadouncortocircuitoenmimemoria.Norecordabadequiéneralavozdelsirvienteinvisible,aunqueestabasegurodequeeraalguien que conocía.El sirviente había llamado almonstruo del foso algomás aparte de «mi señor».Habíausadounnombreotítuloespecial…
—¿ElSilencioso?-sugirióAnnabeth-.¿Plutón?AmbossonapodosparaHades.—Alomejor-dije,peronoparecíaningunodelosdos.—EsesalóndeltronoseasemejaaldeHades-intervinoGrover-.Asísuelendescribirlo.Meneélacabeza.—Aquífallaalgo.Elsalóndeltrononoeralaparteprincipaldelsueño.Ylavozdelfoso…Nosé.
Esquenosonabacomolavozdeundios.LosojosdeAnnabethseabrieroncomoplatos.—¿Quépiensas?-lepregunté.—Eh…nada.Sóloque…No, tienequeserHades.Quizáenvióal ladrón,esapersonainvisible,
porelrayomaestroyalgosaliómal…—¿Comoqué?
—No…nolosé-dijo-.PerosirobóelsímbolodepoderdeZeusdelOlimpoylosdiosesestabanbuscándolo…Merefieroaquepudieronsalirmalmuchascosas.Asíqueelladróntuvoqueesconderelrayo,o loperdió.Encualquiercaso,noconsiguió llevárseloaHades.Esoes loque lavozdijoen tusueño,¿no?Eltipofracasó.EsoexplicaríaporquélasFuriasloestabanbuscandoenelautobús.Talvezpensaronquenosotroslohabíamosrecuperado.-Annabethhabíapalidecido.
—Perosiyahubieranrecuperadoelrayo-contesté-,¿porquéhabríandeenviarmealinframundo?— Para amenazar a Hades -sugirió Grover-. Para hacerle chantaje o sobornarlo para que te
devuelvaatumadre.Dejéescaparunsilbido.—Menudospensamientosmalostienesparaserunacabra.—Vaya,gracias.—Perolacosadelfosodijoqueesperabadosobjetos-repuse-.Sielrayomaestroesuno,¿cuáles
elotro?Grovermeneólacabeza.Annabethmemirabacomosisupieramipróximapreguntaydesearaque
nolahiciese.—Túsabesloquehayenelfoso,¿verdad?-lepregunté-.Vamos,sinoesHades.—Percy…nohablemosdeello.PorquesinoesHades…No;tienequeserHades.Dejábamos atrás eriales. Cruzamos una señal que ponía: «FRONTERA ESTATAL DE
CALIFORNIA,20KILÓMETROS.»Teníalaimpresióndequemefaltabaunapartedeinformaciónbásicaycrucial.Eracomocuando
mirabaunapalabracorrientequedebíasaber,peronopodíaentenderlaporqueunpardeletrasestabanflotando.Cuantomás pensaba enmimisión,más seguro estaba de que enfrentarme aHades no era larespuesta.Estabapasandootracosa,algoinclusomáspeligroso.
Elproblemaeraqueestábamosdirigiéndonosalinframundoacientocincuentakilómetrosporhora,convencidosdequeHadesteníaelrayomaestro.Sillegábamosallíydescubríamosquenoeraasí,notendríamostiempodecorregirnos.Lafechalímitedelsolsticiohabríaconcluidoylaguerraempezaría.
—La respuestaestá enel inframundo -aseguróAnnabeth-.Hasvistoespíritusdemuertos,Percy.Sólohayunlugarposibleparaeso.Estamosenelbuencamino.
Intentósubirnoslamoralsugiriendoestrategiasinteligentesparaentrarenlatierradelosmuertos,peroyonolograbaconcentrarme.Habíademasiadosfactoresdesconocidos.Eracomoestudiarparaunexamendelquenoconoceslamateria.Ycréeme,esolohehechounascuantasveces.
Eltaxiavanzabaatodavelocidad.CadagolpedevientoporelValledelaMuertesonabacomounespíritu.Cadavezquelosfrenosdeuncamiónchirriaban,merecordabanlavozdereptildeEquidna.
Alanochecer,eltaxinosdejóenlaplayadeSantaMónica.TeníaelmismoaspectoquetienenlasplayasdeLosÁngelesenlaspelículas,aunqueolíapeor.Habíaatraccionesenelembarcadero,palmerasjuntoalasaceras,vagabundosdurmiendoenlasdunasysurferosesperandolaolaperfecta.
Grover,Annabethyyocaminamoshastalaorilla.—¿Yahoraqué?-preguntóAnnabeth.ElPacíficosetornabaoroalponerseelsol.Penséencuántotiempohabíapasadodesdelaplayade
Montauk, en el otro extremodel país, donde contemplabaunocéanodiferente. ¿Cómopodía haber undiosquecontrolara todoaquello?Miprofesordecienciasdecíaquedosterciosdelasuperficiedelatierraestabancubiertosporagua.¿Cómopodíayoserelhijodealguientanpoderoso?
Memetíenlasolas.—¡Percy!-llamóAnnabeth-.¿Quéestáshaciendo?Seguícaminandohastaqueelaguamellegóalacintura,despuéshastaelpecho.Ellagritabaamisespaldas:
—¿Nosabeslocontaminadaqueestáelagua?¡Haytodotipodesustanciastóxicas!Enesemomentometílacabezabajoelagua.Alprincipioaguantélarespiración.Esdifícilrespiraraguaintencionadamente.Alfinalyanopude
aguantarlo.Tragué…Nohabíaduda,respirabaconnormalidad.Bajé hasta los bancos.No se veía nada con aquella oscuridad, pero de algúnmodo sabía dónde
estaba todo.Sentía la texturacambiantedel fondo.Veía las coloniasdeerizosen lasbarrasdearena.Inclusodistinguíalascorrientes,lasfríasylascalientes,asícomolosremolinosqueformaban.
Sentíunacariciaenlapierna.Miréhaciaabajoyporpocosubohastalasuperficiecomounmisil.Juntoamíhabíauntiburónmakodeunmetroymediodelongitud.
Pero el bichono atacaba.Tan sólomeolisqueaba.Me seguía comounperrito.Le toqué la aletadorsalconcautelayeltiburóncorcoveóunpoco,comoinvitándomeaagarrarmeconfuerza.Measíalaaleta con las dos manos y el escualo salió disparado, arrastrándome con él. Me condujo hacia laoscuridadymedepositóenellímitemismodelocéano,dondeelbancodearenasedespeñabahaciaunenorme abismo. Era como estar al borde del Gran Cañón a medianoche, sin ver demasiado peroconscientedequeelvacíoestájustoahí.
Lasuperficiebrillabaaunoscincuentametrosporencima.Sabíaque lapresióndeberíahabermeaplastadoyque,desde luego, tampocodeberíaestar respirando.Sinembargo…Mepreguntésihabríaalgúnlímite,sipodríazambullirmedirectamentehastaelfondodelPacífico.
Entonces algo brilló en la oscuridad de abajo, algo que se volvíamayor amedida que ascendíahaciamí.Unavozdemujermuyparecidaalademimadremellamó:
—PercyJackson.Siguióacercándoseysuformasehizomásclara.Lamelenanegraondeabaalrededordelacabezay
llevabaunvestidodesedaverde.Laluztitilabaentornoaella,ysusojoserantanbonitosyllamativosqueapenasreparéenelhipocampoquemontaba.
Desmontó.Elcaballomarinoyeltiburónmakoseapartaronyempezaronajugaraalgosimilaraltúlallevas.Ladamasubmarinamesonrió.
—Hasllegadolejos,PercyJackson.Bienhecho.Noestabamuysegurodecómocomportarme,asíquehiceunareverencia.—¿SoislamujerquemehablóenelríoMississipi?— Sí, niño. Soy una nereida, un espíritu delmar. No fue fácil aparecer tan río arriba, pero las
náyades,misprimasdeaguadulce,meayudaronamantenermifuerzavital.HonranalseñorPoseidón,aunquenolesirvenensucorte.
—¿Yvossíleservísensucorte?Asintió.—Hacíamuchoquenonacíaunniñodeldiosdelmar.Tehemosobservadocongraninterés.DerepenterecordélosrostrosenlasolasdelaplayadeMontaukcuandoeraunniño,reflejosde
mujeressonrientes.Comoentantasotrascosasrarasenmivida,nohabíavueltoapensarenello.—Simipadreestátaninteresadoenmí-dije-,¿porquénoestáaquí?¿Porquénohablaconmigo?Unacorrientefríasealzódelasprofundidades.—NojuzguesalSeñordelMardemasiadoseveramente-meaconsejólanereida-.Seencuentraal
bordedeunaguerranodeseada.Tienemuchosproblemasqueresolver.Además,seleprohíbeayudartedirectamente.Losdiosesnopuedenmostrarsemejantesfavoritismos.
—¿Nisiquieraconsuspropioshijos?—Especialmenteconellos.Losdiosessólopuedenactuarpor influencia indirecta.Poresoyote
doyunaviso,yunregalo.Extendiólamanoyensupalmadestellarontresperlasblancas.—SéquetedirigesalreinodeHades-prosiguió-.Pocosmortaleslohanhechoysobrevividopara
contarlo:Orfeo,queteníaunagranhabilidadmusical;Hércules,dotadodeenormefuerza;Houdini,quepodíaescaparinclusodelasprofundidadesdelTártaro.¿Tienestúalgunodeesostalentos?
—Yo…puesno,señora.— Ah, pero tienes algo más, Percy. Posees dones que sólo estás empezando a descubrir. Los
oráculoshanpredichounfuturograndeyterribleparati,sisobreviveshastalaedadadulta.Poseidónnovaapermitirquemuerasantesdetiempo.Asípues,tomaesto,ycuandoteencuentresenunapurorompeunaperlaatuspies.
—¿Quépasará?—Esodependerádelanecesidad.Perorecuerda:loqueesdelmarsiempreregresaráalmar.—¿Quéhaydelaadvertencia?Susojosemitierondestellosverdes.— Haz lo que te dicte el corazón, o lo perderás todo. Hades se alimenta de la duda y la
desesperanza.Teengañarásipuede,teharádudardetupropiojuicio.Encuantoestésensureino,jamástedejarámarcharvoluntariamente.Manténlafe.Buenasuerte,PercyJackson.
Llamóasuhipocampo,montóycabalgóhaciaelvacío.—¡Espera!-grité-.Enelríomedijisteisquenoconfiaraenlosregalos.¿Quéregalos?—¡Adiós,jovenhéroe!-sedespidiómientrassuvozsedesvanecíaenlasprofundidades-.¡Escucha
tucorazón!-Seconvirtióenunamotitadeluzverdeydesapareció.QuiseseguirlayconocerlacortedePoseidón,peromiréhaciaarriba,alatardecerqueoscurecíala
superficie.Misamigosesperaban.Teníamostanpocotiempo…Nadéhastalasuperficie.Cuandolleguéalaplaya,misropassesecaronalinstante.LescontéaGroveryAnnabethtodolo
ocurridoylesenseñélasperlas.Ellahizounamueca.—Nohayregalosinprecio.—Éstassongratis.—No.-Sacudiólacabeza-.«Noexistenlosalmuerzosgratis.»Esunantiguodichogriegoquese
aplicabastantebienhoyendía.Habráunprecio.Yaloverás.Contanfelizpensamiento,ledimoslaespaldaalmar.
Con algunas monedas que quedaban en la mochila de Ares subimos a un autobús hasta WestHollywood. Le enseñé al conductor la dirección del inframundo que había sacado del Emporio deGnomos de Jardín de la tíaEme, pero jamás había oído hablar de los estudios de grabaciónElOtroBarrio.
—Merecuerdasaalguienquehevistoenlatelevisión-medijo-.¿Eresunniñoactoroalgoasí?—Bueno,actúocomodobleenescenaspeligrosas…paraunmontóndeniñosactores.—¡Oh!Esoloexplica.Ledimoslasgraciasybajamosrápidamenteenlasiguienteparada.Caminamosalolargodekilómetros,buscandoElOtroBarrio.Nadieparecíasaberdóndeestaba.
Tampocoaparecíaenellistín.Enunpardeocasionestuvimosqueescondernosencallejonesparaevitarloscochesdepolicía.
Mequedéatónitodelantedeunatiendadeelectrodomésticos:enlatelevisiónestabanemitiendounaentrevistaconalguienquemeresultabamuyfamiliar:mipadrastro,GabeelApestoso.Estabahablandocon la célebre presentadoraBarbaraWalters; quiero decir, en plan como si fuera famoso.Ella estabaentrevistándoloennuestroapartamento,enmediodeunapartidadepóquer,yasuladohabíaunamujerjovenyrubia,dándolepalmaditasenlamano.
Unalágrimafalsabrillóensumejilla.Estabadiciendo:
«Deverdad,señoraWalters,denoserporSugar,aquípresente,miconsejeraenladesgracia,estaríahundido.Mihijastrosellevótodoloquemeimportaba.Miesposa…miCámaro…L-losiento.Todavíamecuestahablardeello.»
«Lo han visto y oído, queridos espectadores. -Barbara Walters se volvió hacia la cámara-. Unhombredestrozado.Unadolescenteconseriosproblemas.Permítanmeenseñarles,unavezmás,laúltimafotoquesetienedeljovenyperturbadofugitivo,tomadahaceunasemanaenDenver.»
EnlapantallaaparecióunaimagengranuladadeGrover,AnnabethyyodepiefueradelrestauranteColorado,hablandoconAres.
«¿Quiénessonlosotrosniñosdeestafoto?-preguntóBarbaraWaltersdramáticamente-.¿Quiéneselhombrequeestáconellos?¿EsPercyJacksonundelincuente,unterroristaolavíctimadeunlavadodecerebroamanosdeunanuevayespantosasecta?Traslapublicidad,charlaremosconundestacadopsicólogoinfantil.Sigansintonizándonos.»
—Vamos-medijoGrover.Tiródemíantesdequedestrozaraelescaparatedeunpuñetazo.Cayó la noche y los marginados empezaban a merodear por las calles. A ver, que no se me
malinterprete.SoydeNuevaYorkynomeasustofácilmente.PeroLosAngelesesmuydistintodeNuevaYork,dondetodoparececerca.Noimportalograndequesealaciudad,sepuedellegaratodaspartessinperderte. La disposición de las calles y el metro tienen sentido. Hay un sistema para que las cosasfuncionen.EnNuevaYork,unniñoestáasalvomientrasnoseaidiota.
Los Angeles no es así. Es una ciudad extensa y caótica en la que resulta difícil moverse. Merecordaba a Ares. No le bastaba con ser grande; tenía que demostrar que era grande siendo ademásescandalosa,raraydifícildenavegar.Nosabíacómoíbamosaencontrarlaentradaalinframundoantesdeldíasiguiente,elsolsticiodeverano.
Nos cruzamos con miembros de bandas, vagabundos y gamberros que nos miraban intentandocalibrarsivalíalapenaatracarnos.Alpasarpordelantedeuncallejón,unavozdesdelaoscuridadmellamó.
—Eh,tú.-Comounidiota,meparé.Antesdequenosdiéramoscuenta,estábamosrodeadosporunabanda.Seischicosconropacaray
rostrosmalvados.ComolosdelaacademiaYancy:mocososricosjugandoaserchicosmalos.Instintivamente destapé el bolígrafo, y cuando la espada apareció de la nada los chavales
retrocedieron, pero el cabecilla era o muy idiota o muy valiente, porque siguió acercándosemeempuñandounanavajaautomática.
Cometíelerrordeatacar.Elchicogritó.Debíadesercienporcienmortal,porquelahojaloatravesósinhacerledañoalguno.
Semiróelpecho.—¿Quédemo…?Supusequeteníaunostressegundosantesdequelaconsternaciónseconvirtieraenira.—¡Corred!-gritéaAnnabethyGrover.Apartamosadoschavalesdeenmedioycorrimospor lacalle,sinsaberadondenosdirigíamos.
Giramosenunaesquina.—¡Allí!-exclamóAnnabeth.Sólouna tiendadel edificioparecíaabierta, losescaparatesdeslumbrabandeneón.Enel letrero
encimadelapuertaponíaalgocomo:«alpacioledassacamdeaugadecrstuy.»—¿AlPalaciodelasCamasdeAguaCrusty?-tradujoGrover.Nosonabacomounlugaralqueyoiríaamenosquemeencontraraenunserioaprieto,perodeeso
setratabaprecisamente.Entramosenestampidaporlapuertaycorrimosaagacharnostrasunacamadeagua.Unsegundomástarde,labandadechicospasócorriendoporlaacera.
—Loshemosdespistado-susurróGrover.
Unavozretumbóanuestrasespaldas.—¿Aquiénhabéisdespistado?Lostresdimosunrespingo.Detrásdenosotroshabíauntipoconaspectoderapazyataviadoconuntrajeañossetenta.Medía
porlomenosdosmetrosyeratotalmentecalvo.Depielgrisácea,teníapárpadospesadosyunasonrisareptiloidey fría.Se acercaba lentamente, perodaba a entender quepodíamoverse con rapidez si erapreciso.
Eltraje,deltodopropiodelossetenta,habríapodidosalirdelCasinoLoto.Lacamisaeradesedaestampada de cachemira, y la llevaba desabrochada hasta la mitad del pecho, también lampiño. Lassolapas de terciopelo eran casi pistas de aterrizaje y llevaba varias cadenas de plata alrededor delcuello.
—SoyCrusty-gruñóconunasonrisamanchadadesarro.—Perdonequehayamosentradoentropel-ledije-.Sóloestábamos…mirando.—Quieresdecirescondiéndoosdeesosgamberros-rezongó-.Merodeanporaquítodaslasnoches.
Graciasaellosentramuchagenteenminegocio.Decidme,¿osinteresaunacamadeagua?Iba a decir «no, gracias», pero élme puso una zarpa en el hombro y nos condujo a la zona de
exposición. Había toda una colección de camas de agua de las más diversas formas, cabezales,ornamentosycolores;tamañogrande,tamañosupergrande,tamañoemperadordeluniverso…
—Ésteesmimodelomáspopular.-Orgulloso,Crustynosenseñóunacamacubiertaconsábanasdesatén negro y antorchas de lava incrustadas en el cabezal. El colchón vibraba, así que parecía degelatina-.Masajeacienmanos-informó-.Venga,probadlo.Tiraosenplancha,echadunacabezadita.Nomeimporta,totalhoynohayclientes.
—Pues…-musité-nocreoque…—¡Masajeacienmanos!-exclamóGrover,yselanzóenpicado-.¡Eh,tíos!Estomola.—Hum-murmuróCrusty,acariciándoselacoriáceabarbilla-.Casi,casi.—Casi¿qué?-pregunté.MiróaAnnabeth.—Hazmeunfavorypruebaésta,cariño.Podríairtebien.—Pero¿qué…?-respondióAnnabeth.Él le dio una palmadita en la espalda para darle confianza y la condujo hasta elmodelo Safari
Deluxe,conleonesdemaderadetecalabradosenlaestructurayunedredóndeestampadodeleopardo.AnnabethnoquisotumbarseyCrustylaempujó.
—¡Eh,oiga!-protestóella.Crustychasqueólosdedos.—Ergo!Súbitamente, de los lados de la cama surgieron cuerdas que amarraron a Annabeth al colchón.
Groverintentólevantarse,perolascuerdassalierontambiéndesucamadesatényloinmovilizaron.—¡N-n-nom-m-mola-a-a!-aulló,lavozvibrándoleacausadelmasajeacienmanos-.¡N-n-nom-
m-molana-a-a-da!ElgigantemiróaAnnabeth,luegosevolvióhaciamíymeenseñólosdientes.—Casi,mecachis-lamentó.Intentéapartarme,perosumanomeagarróporlanuca-.¡Venga,chico!
Notepreocupes.Teencontraremosunaenunsegundo.—Suelteamisamigos.—Oh,desdeluego.Peroprimerotienenquecaber.—¿Quéquieredecir?—Verás,todaslascamasmidenexactamentecientoochentacentímetros.Tusamigossondemasiado
cortos.Tienenqueencajar.
AnnabethyGroverseguíanforcejeando.—Nosoportolasmedidasimperfectas-musitóCrusty-.Ergo!Dosnuevos juegosdecuerdas surgieronde loscabezalesy lospiesde lascamasysujetaron los
tobillosyhombrosdeGroveryAnnabeth.Lascuerdasempezaronatensarse,estirandoamisamigosdeambosextremos.
— No te preocupes -me dijo Crusty-. Son ejercicios de estiramiento. A lo mejor con ochocentímetrosmásasuscolumnas…Puedequeinclusosobrevivan,¿sabes?Bien,busquemosunacamaqueteguste.
—¡Percy!-gritóGrover.La cabezame iba a cien por hora. Sabía que no podía enfrentarme solo a aquel grandullón.Me
romperíaelcuelloantesdequelaespadasedesplegase.—EnrealidadustednosellamaCrusty,¿verdad?—LegalmenteesProcrustes-admitió.— El Estirador -dije. Recordaba la historia: el gigante que había intentado matar a Teseo con
excesodehospitalidaddecaminoaAtenas.—Exacto-respondióelvendedor-.Pero¿quiénescapazdepronunciarProcrustes?Esmaloparael
negocio.Encambio,todoelmundopuededecir«Crusty».—Tienerazón.Suenabien.Seleiluminaronlosojos.—¿Esocrees?—Oh,desdeluego-contesté-.Yestascamasparecenfabulosas,lasmejoresquehevistonunca…Esbozóunaampliasonrisa,peronoaflojómicuello.—Yose lodigoamisclientes.Siemprese lodigo,peronadiesepreocupaporeldiseñode las
camas.¿Cuántoscabezalesconantorchasdelavaincrustadashasvistotú?—Nodemasiados.—¡Puesahílotienes!—¡Percy!-vociferóAnnabeth-.¿Quéestáshaciendo?—Nolehagascaso-ledijeaProcrustes-.Esinsufrible.Elgiganteseechóareír.—Todosmisclientesloson.Jamásmidencientoochentaexactamente.Sonunosdesconsiderados.
Ydespués,encima,sequejandelreajuste.—¿Quéhacesimidenmásdecientoochenta?—Uy,esopasaatodashoras.Searreglafácil.-Mesoltó,peroantesdequeyopudierareaccionar,
delmostradordeventas sacóunaenormehachadobledeacero-.Centroal tipo lomejorquepuedoydespuésrebanoloquesobraporcadalado.
—Ya-dijetragandosaliva-.Muypráctico.—¡Cuántomealegrodehabermetopadoconunclientesensato!Lascuerdasyaestabanestirandodeverdadamisamigos.Annabethhabíaenrojecido.Groverhacía
ruiditosdeasfixia,comoungansoestrangulado.—Bueno,Crusty…-comenté, intentandosonarindiferente.Mirélaetiquetaconformadecorazón
de la cama especial Luna de Miel-. ¿Y ésta tiene estabilizadores dinámicos para compensar elmovimientoondulante?
—Desdeluego.Pruébala.—Sí,puedequelohaga.Pero¿funcionaninclusoconuntíograndecomotú?¿Noseadvierteniuna
solaonda?—Garantizado.—Venga,hombre.
—Quesí.—Enséñamelo.Sesentógustosoenlacamaylediounaspalmaditasalcolchón.—Niunaonda,¿ves?Chasqueélosdedos.—Ergo.LascuerdasrodearonaCrustyylosujetaroncontraelcolchón.—¡Eh!-chilló.—Centradlobien-ordené.Lascuerdassereajustaronrápidamente.LacabezadeCrustyenterasobresalióporlapartedearriba
ysuspiesporladeabajo.—¡No!-dijo-.¡Espera!¡Estoessólounademostración!DestapéelbolígrafoyAnaklusmossedesplegó.—Bien,prepárate…-Nosentíaningúnescrúpuloporloqueibaahacer.SiCrustyerahumano,no
podríahacerledaño.Sieraunmonstruo,merecíaconvertirseenpolvoduranteuntiempo.—Eresunregateadorduro,¿eh?-dijo-.¡Vale,tehagountreintaporcientodedescuentoenmodelos
especiales!Levantélaespada.—¡Sinentregainicial!¡Niinteresesdurantelosseisprimerosmeses!Asestéungolpe.Crustydejódehacerofertas.Corté las cuerdas de las otras camas. Annabeth y Grover se pusieron en pie, entre temblores,
gruñidosymaldiciones.—Parecéismásaltos-comenté.—Uy,quérisa-resoplóAnnabeth-.Lapróximavezdateunpoquitínmásdeprisa,¿vale?Miré en el tablón de anuncios detrás delmostrador deCrusty.Había un anuncio del servicio de
entregasHermes,yotrodelNuevoycompletocompendiodelaZonaMonstruodeLosAngeles:«¡Lasúnicas páginas amarillas monstruosas que necesita!» Debajo, un panfleto naranja de los estudios degrabaciónElOtroBarrioofrecíaincentivosporlasalmasdeloshéroes.«¡Buscamosnuevostalentos!»LadireccióndeEOBestabaindicadajustodebajoconunmapa.
—Vamos-dije.—Danosunminuto-sequejóGrover-.¡Porpoconosestiranhastaconvertirnosensalchichas!—Venga,noseáisquejicas.Elinframundoestásóloaunamanzanadeaquí.
Capítulo18
Annabeth,escueladeadiestramientoparaperros
EstábamosenlassombrasdelbulevarValencia,mirandoelrótulodeletrasdoradassobremármolnegro:«ESTUDIOSDEgrabaciónELotrobarrio.»Debajo,enlaspuertasdecristal,seleía:«abogadosno,vagabundosno,vivosno.»
Eracasimedianoche,peroelrecibidorestababieniluminadoyllenodegente.Traselmostradordeseguridadhabíaunguardiacongafasdesol,porrayaspectodetíoduro.
Mevolvíhaciamisamigos.—Muybien.¿Recordáiselplan?—¿Elplan?-Grovertragósaliva-.Sí.Meencantaelplan.—¿Quépasasielplannofunciona?-preguntóAnnabeth.—Nopiensesennegativo.—Vale-dijo-.Vamosameternosenlatierradelosmuertosynotengoquepensarennegativo.Saquélasperlasdemibolsillo,lastresquelanereidamehabíadadoenSantaMónica.Sialgoiba
mal,noparecíandemuchaayuda.Annabethmepusounamanoenelhombro.—Lo siento,Percy, los nerviosme traicionan.Pero tienes razón, lo conseguiremos.Todo saldrá
bien.-YlediouncodazoaGrover.—¡Oh,claroquesí!-dijoél,asintiendoconlacabeza-.Hemosllegadohastaaquí.Encontraremos
elrayomaestroysalvaremosatumadre.Ningúnproblema.Losmiréymesentíagradecido.Sólounosminutosantes,porpocohabíanmuertoenunaslujosas
camasdeagua,yahoraintentabanhacerselosvalientespormí,parainfundirmeánimos.Memetílasperlasenelbolsillo.—Vamosarepartirunpocodeleñasubterránea.EntramosenlarecepcióndeEOB.Unamúsicasuavedeascensorsalíadealtavocesocultos.Lamoquetaylasparedeserangrisacero.
En las esquinas había cactos comomanos esqueléticas.Elmobiliario era de cuero negro, y todos losasientos estaban ocupados. Había gente sentada en los sofás, de pie, mirando por las ventanas oesperandoelascensor.Nadiesemovía,nihablabanihacíanada.Conelrabillodelojolosveíaatodosbien,perosimecentrabaenalgunoenparticular,parecíantransparentes.Veíaatravésdesuscuerpos.
Elmostradordelguardadeseguridaderabastantealto,asíqueteníamosquemirarlodesdeabajo.Eraunnegroaltoyelegante,depeloteñidoderubioycortadoestilomilitar.Llevabagafasdesolde
careyyuntrajedesedaitalianaajuegoconsupelo.Tambiénlucíaunarosanegraenlasolapabajounatarjetadeidentificación.Intentéleersunombre.
—¿SellamaQuirón?-dije,confundido.Élseinclinóhaciadelantedesdeelotroladodelmostrador.Ensusgafassólovimireflejo,perosu
sonrisaeradulceyfría,comoladeunapitónjustoantesdecomerte.—Miraquépreciosidaddemuchachotenemosaquí.-Teníaunacentoextraño,británicoquizá,pero
tambiéncomosielinglésnofuerasulenguamaterna-.Dime,¿teparezcouncentauro?
—N-no.—Señor-añadióconsuavidad.—Señor-repetí.Agarrósutarjetadeidentificacióncondosdedosypasóotrobajolasletras.—¿Sabesleeresto,chaval?PoneC-a-r-o-n-t-e.Repiteconmigo:Ca-ron-te.—Caronte.—¡Impresionante!Ahoradi:señorCaronte.—SeñorCaronte.—Muybien. -Volvióa sentarse-.Detestoquemeconfundanconeseviejo jamelgodeQuirón.Y
bien,¿enquépuedoayudaros,pequeñosmuertecitos?Lapreguntamegolpeóenelestómagocomounpuño.MiréaAnnabeth,vacilante.—Queremosiralinframundo-intervinoella.Caronteemitióunsilbidodeasombro.—Vaya,niña,erestodaunanovedad.—¿Sí?-repusoella.—Directayalgrano.Nadadegritos.Nadade«tienequehaberunerror,señorCaronte».-Senos
quedómirando-.¿Ycómohabéismuerto,pues?LesoltéuncodazoaGrover.—Bueno…-respondióél-.Esto…ahogados…enlabañera.—¿Lostres?Asentimos.—Menudabañera.-Caronteparecíaimpresionado-.Supongoquenotendréismonedasparaelviaje.
Veréis,cuandosetratadeadultospuedocargarloaunatarjetadecrédito,oañadirelpreciodelferryalafacturadelcable.Perolosniños…Vaya,esquenuncaosmoríspreparados.Supongoquetendréisqueesperaraquísentadosunoscuantossiglos.
—No,sitenemosmonedas.-Pusetresdracmasdeoroenelmostrador,partedeloencontradoeneldespachodeCrusty.
—Bueno,bueno…-Carontesehumedecióloslabios-.Dracmasdeverdad,deoroauténtico.Hacemuchoquenoveounadeéstas…-Susdedosacariciaroncodiciososlasmonedas.
EntoncesCarontememirófijamenteysufrialdadparecióatravesarmeelpecho.—Aver-dijo-.Nohaspodidoleerminombrecorrectamente.¿Eresdisléxico,chaval?—No-mentí-.Soyunmuerto.Caronteseinclinóhaciadelanteyolisqueó.—Noeresningúnmuerto.Deberíahabermedadocuenta.Eresundiosecillo.—Tenemosquellegaralinframundo-insistí.Carontesoltóunprofundorugido.Todoelmundoen lasaladeesperase levantóyempezóapasearseconnerviosismo,aencender
cigarrillos,mesarseelpelooconsultarlosrelojes.—Marchaosmientras podáis -nos dijoCaronte-.Me quedaré lasmonedas y olvidaré que os he
visto.-Hizoademándeguardárselas,peroyoselasarrebaté.—Sinservicionohaypropina.-Intentéparecermásvalientedeloquemesentía.Caronte volvió a gruñir, esta vez un sonido profundo que helaba la sangre. Los espíritus de los
muertosempezaronaaporrearlaspuertasdelascensor.—Esunapena-suspiré-.Teníamosmásqueofrecer.Le enseñé la bolsa llena con las cosas de Crusty. Saqué un puñado de dracmas y dejé que las
monedasseescurrieranentremisdedos.ElgruñidodeCaronteseconvirtióenunaespeciederonroneodeleón.
—¿Creesquepuedescomprarme,criaturadelosdioses?Oye…sóloporcuriosidad,¿cuántotienesahí?
—Mucho-contesté-.ApuestoaqueHadesnolepagalosuficienteporuntrabajotanduro.—Uf,sitecontara…Pasareldíacuidandodeestosespíritusnoesnadaagradable,teloaseguro.
Siempre están con«por favor, nodejes quemuera», o «por favor, déjame cruzar gratis».Estoyharto.Hacetresmilañosquenomeaumentanelsueldo.¿Yteparecequelostrajescomoéstesalenbaratos?
—Semerecealgomejor-coincidí-.Unpocodeaprecio.Respeto.Buenapaga.Acadapalabra,apilabaotramonedadeoroenelmostrador.Caronte leechóunvistazoa suchaquetadeseda italiana,comosi se imaginaravestidoconalgo
mejor.—Debodecir,chaval,queloquedicestienealgodesentido.Sólounpoco,¿eh?Apiléunasmonedasmás.—YopodríamencionarleaHadesqueustednecesitaunaumentodesueldo…Suspiró.—Deacuerdo.Elbarcoestácasilleno,perointentarémeterosconcalzador,¿vale?-Sepusoenpie,
recogiólasmonedasydijo-:Seguidme.Seabriópasoentrelamultituddeespíritusalaespera,queintentaroncolgarsedenosotrosmientras
susurrabanconvoceslastimeras.Carontelosapartabadesucaminomurmurando:«Largodeaquí,gorrones.»Nosescoltóhastaelascensor,queyaestaballenodealmasdemuerto,cadaunaconunatarjetade
embarqueverde.Caronteagarróadosespíritusqueintentabanmeterseconnosotrosylosdevolvióalarecepción.—Vale.Escuchad:queanadieseleocurrapasarsedelistoenmiausencia-anuncióalasalade
espera-.Ysialgunovuelveatocareldialdemimicrófono,measegurarédequepaséisaquímilañosmás.¿Entendido?
Cerrólaspuertas.Metióunatarjetamagnéticaenunaranuradelascensoryempezamosadescender.—¿Quélespasaalosespíritusqueesperan?-preguntóAnnabeth.—Nada-repusoCaronte.—¿Durantecuántotiempo?—Parasiempre,ohastaquemesientogeneroso.—Vaya-dijoAnnabeth-.Esonoparece…justo.Carontearqueóunaceja.—¿Quiénhadichoquelamuerteseajusta,niña?Esperaaquelleguetuturno.Yendoadondevas,
moriráspronto.—Saldremosvivos-respondí.—Ja.Derepentesentíunmareo.Nobajábamos,sinoqueíbamoshaciadelante.Elairesetornóneblinoso.
Losespíritusquenosrodeabanempezaronacambiardeforma.Susprendasmodernassedesvanecieronyseconvirtieronenhábitosgrisesconcapucha.Elsuelodelascensorempezóabambolearse.
Cerré los ojos con fuerza. Cuando los abrí, el traje de Caronte se había convertido en un largohábito negro, y tampoco llevaba las gafas de carey.Donde tendría que haber habido ojos sólo habíacuencasvacías;comolasdeAresperototalmenteoscuras,llenasdenoche,muerteydesesperación.
Advirtióquelomirabaypreguntó:—¿Quépasa?—No,nada-conseguídecir.Penséqueestabasonriendo,peronoeraeso.Lacarnedesurostroseestabavolviendotransparente,
ypodíaverleelcráneo.
Elsueloseguíabamboleándose.—Meparecequemeestoymareando-dijoGrover.Cuandovolvíacerrarlosojos,elascensoryanoeraunascensor.Estábamosencimadeunabarcaza
demadera.Caronteempujabaunapértigaatravésdeunríooscuroyaceitosoenelqueflotabanhuesos,pecesmuertosyotrascosasmásextrañas:muñecasdeplástico,clavelesaplastados,diplomasdebordesdoradosempapados.
—ElríoEstige-murmuróAnnabeth-.Estátan…—Contaminado-laayudóCaronte-.Durantemilesdeaños,vosotrosloshumanoshabéisidotirando
de todomientras lo cruzabais: esperanzas, sueños, deseos que jamás se hicieron realidad.Gestión deresiduosirresponsable,sivamosaeso.
Lanieblaseenroscósobrelamugrientaagua.Porencimadenosotros,casiperdidoenlapenumbra,habíaun techode estalactitas.Másadelante, laotraorillabrillabaconuna luzverdosa,del colordelveneno.
Elpánicoseapoderódemigarganta.¿Quéestabahaciendoallí?Todaaquellagentealrededor…estabamuerta.
Annabeth me agarró de la mano. En circunstancias normales, me habría dado vergüenza, peroentendíacómosesentía.Queríaasegurarsedequealguienmásestabavivoenelbarco.
Medescubrímurmurandounaoración,aunquenoestabamuysegurodeaquiénse la rezaba.Allíabajo,sóloundiosimportaba,yeraelmismoalquehabíaidoaenfrentarme.
Laorilladelinframundoaparecióantenuestravista.Unoscienmetrosderocasescarpadasyarenavolcánicanegrallegabanhastalabasedeunelevadomurodepiedra,queseextendíaacadaladohastadondeseperdíalavista.Llegóunsonidodealgunapartecercana,enlapenumbraverde,yreverberóenlasrocas:elgruñidodeunanimaldegrantamaño.
—ElviejoTresCarasestáhambriento-comentóCaronte.Susonrisasevolvióesqueléticaalaluzverde-.Malasuerte,diosecillos.
Laquilladelabarcazaseposósobrelaarenanegra.Losmuertosempezaronadesembarcar.Unamujerllevabaaunaniñapequeñadelamano.Unancianoyunaancianacojeabanagarradosdelbrazo.Unchico,nomayorqueyo,arrastrabalospiesensuhábitogris.
—Tedesearíasuerte,chaval-dijoCaronte-,peroesqueahíabajonohayninguna.Perooye,noteolvidesdecomentarlodemiaumento.
Contónuestrasmonedasdeoroensubolsayvolvióaagarrarlapértiga.EntonóalgoqueparecíaunacancióndeBarryManilowmientrasconducíalabarcazavacíadevueltaalotrolado.
Seguimosalosespíritusporelgastadocamino.
Noestoymuysegurodequéesperabaencontrar:puertasnacaradas,unarejanegraenormeoalgoasí. La verdad es que la entrada a aquel mundo subterráneo parecía un cruce entre la seguridad delaeropuertoylaautopistadeNuevaJersey.
Habíatresentradasdistintasbajounenormearconegroenelqueseleía:«estáentrandoenerebo.»Cada entrada tenía un detector demetales con cámaras de seguridad encima.Detrás había cabinas deaduanasocupadasporfantasmasvestidosdenegrocomoCaronte.
El rugidodelanimalhambriento seoíamuyalto,peronovidedóndeprocedía.Elperrode trescabezas,Cerbero,quesupuestamenteguardabalapuertadelHades,noestabaporningunaparte.
Los muertos hacían tres filas, dos señaladas como «EN SERVICIO», y otra en la que ponía:«MUERTERÁPIDA.»Lafilademuerterápidasemovíavelozmente.Lasotrasdosibancomotortugas.
—¿Quéteparece?-lepreguntéaAnnabeth.—LacolarápidadebedeirdirectamentealosCamposdeAsfódelos-dijo-.Noquierenarriesgarse
aljuiciodeltribunal,porquepodríansalirmalparados.
—¿Hayuntribunalparalosmuertos?—Sí.Tresjueces.Seturnanlospuestos.ElreyMinos,ThomasJefferson,Shakespeare;gentedeesa
clase.Avecesestudianunavidaydecidenqueesapersonamereceunarecompensaespecial:losCamposElíseos. En otras ocasiones deciden quemerecen un castigo. Pero lamayoría… en fin, sencillamentevivieron,sonhistoria.Yasabes,nadaespecial,nibuenonimalo.AsíquevanapararalosCamposdeAsfódelos.
—¿Ahacerqué?—ImagínateestarenuncampodetrigodeKansasparasiempre-contestóGrover.—Quéagobio-respondí.—Tampocoesparatanto-murmuróGrover-.Mira.-Unpardefantasmasconhábitosnegroshabían
apartadoaunespírituyloempujabanhaciaelmostradordeseguridad.Elrostrodeldifuntomeresultabavagamentefamiliar-.Eselpredicadordelatele,¿teacuerdas?
—Anda,sí.-Yameacordaba.Lohabíavistoenlatelevisiónunpardeveces,eneldormitoriodelaacademiaYancy.Erauntelepredicadorpelmazoquehabíarecaudadomillonesdedólaresparaorfanatosydespuéslohabíansorprendidogastándoseeldineroencosascomounamansióncongrifosdeoroyunminigolf de interior. Durante una persecución policial su Lamborghini se había despeñado por unacantilado.
—CastigoespecialdeHades-supusoGrover-.Lagentemala,maladeverdad,recibeunaatenciónpersonalencuantollegan.LasFur…LasBenévolasprepararánunatorturaeternaparaél.
PensarenlasFuriasmehizoestremecer.Deprontocaíenlacuentadequeenaquelmomentomehallabaensuterritorio.LabuenadelaseñoraDoddsestaríarelamiéndosedelaemoción.
—Perosiespredicadorycreeenuninfiernodiferente…-objeté.Groverseencogiódehombros.—¿Quiéndicequeestéviendoestelugarcomolovemostúyyo?Loshumanosvenloquequieren
ver.Soismuycabezotas…quierodecir,persistentes.Nosacercamosalaspuertas.Losalaridosseoíantanaltoquehacíanvibrarelsuelobajomispies,
aunqueseguíasinlocalizarellugardelqueprocedían.Entonces, a unos quincemetros delante, la niebla verde resplandeció. Justo donde el camino se
separaba en tres había un enormemonstruo envuelto en sombras. No lo había visto antes porque erasemitransparente,comolosmuertos.Siestabaquietoseconfundíaconcualquiercosaquetuvieradetrás.Sólolosojosylosdientesparecíansólidos.Yestabamirándome.
Casisemedesencajólamandíbula.Loúnicoquesemeocurriódecirfue:—Esunrottweiler.Siempremehabía imaginadoaCerberocomounenormemastínnegro.Peroevidentementeeraun
rottweiler de pura raza, salvo por el pequeño detalle de que también era el doble de grande que unmamut,casideltodoinvisible,yteníatrescabezas.
Losmuertoscaminabandirectamentehaciaél:noteníanmiedo.Lasfilasenservicioseapartabandeélcadaunaaunlado.Losespírituscaminodemuerterápidapasabanjustoentresuspatasdelanterasybajosuestómago,cosaquehacíansinnecesidaddeagacharse.
—Yaloveomejor-murmuré-.¿Porquépasaeso?—Creo…-Annabethsehumedecióloslabios-.Metemoqueesporquenosencontramosmáscerca
deestarmuertos.Lacabezacentraldelperrosealargóhacianosotros.Olisqueóelaireygruñó.—Huelealosvivos-dije.—Peronopasanada-contestóGrover,temblandoamilado-.Porquetenemosunplan.—Ya-musitóAnnabeth-.Eso,unplan.Nosacercamosalmonstruo.Lacabezadelmedionosgruñóyluegoladrócontantafuerzaqueme
hizoparpadear.—¿Loentiendes?-lepreguntéaGrover.—Síloentiendo,sí.Vayasiloentiendo.—¿Quédice?—Nocreoqueloshumanostenganunapalabraqueloexpreseexactamente.Saquéunpalodemimochila:elpostequehabíaarrancadodelacamadeCrustymodelosafari.Lo
sostuve en alto, intentando canalizar hacia Cerbero pensamientos perrunos felices: anuncios deexquisitecesparaperro,huesosdejuguete,piensosapetitosos.Tratédesonreír,comosinoestuvieraapuntodemorir.
—Ey,grandullón-lollamé-.Seguroquenojueganmuchocontigo.—¡GRRRRRRRRR!—Buenperro-contestédébilmente.Movíelpalo.Sucabezacentralsiguióelmovimientoylasotrasdosconcentraronsusojosenmí,
olvidandoalosespíritus.Todasuatenciónsehallabapuestaenmí.Noestabamuysegurodequefueraalgobueno.
—¡Agárralo!-Lancéelpaloalaoscuridad,unbuenlanzamiento.OíelchapoteoenelríoEstige.Cerberomededicóunamiradafuribunda,nodemasiadoimpresionado.Teníaunosojostemiblesy
fríos.Bienporelplan.Cerberoemitióunnuevotipodegruñido,másprofundo,multiplicadoportres.—Esto…-musitóGrover-.¿Percy?—¿Sí?—Creoqueteinteresarásaberlo.—¿Elqué?—Cerbero dice que tenemos diez segundos para rezar al dios de nuestra elección. Después de
eso…bueno…elpobretienehambre.—¡Esperad!-dijoAnnabeth,yempezóahurgarensubolsa.«Oh-oh»,pensé.—Cincosegundos-informóGrover-.¿Corremosya?Annabethsacóunapelotadegomarojadeltamañodeunpomelo.Enellaponía:«waterland,denver,
co.»Antesdequepudieradetenerla,levantólapelotayseencaminódirectamentehaciaCerbero.—¿Veslapelotita?-legritó-.¿Quiereslapelotita,Cerbero?¡Siéntate!Cerberoparecíatanimpresionadocomonosotros.Inclinódeladolastrescabezas.Seledilataronlasseisnarinas.—¡Siéntate!-volvióaordenarleAnnabeth.Estabaconvencidodequeencualquiermomentoseconvertiríaenlagalletadeperromásgrandedel
mundo.Encambio,Cerberoserelamiólostresparesdelabios,desplazóelpesoaloscuartostraserosyse
sentó,aplastandoalinstanteunadocenadeespíritusquepasabandebajodeélenlafilademuerterápida.Losespíritusemitieronsilbidosamortiguados,comounaruedapinchada.
—¡Perritobueno!-dijoAnnabeth,yletirólapelota.Él la cazó al vuelo con las fauces delmedio.Apenas era lo bastante grande paramordisquearla
siquiera,ylasotrasdoscabezasempezaronalanzarmordiscoshaciaelcentro,intentandohacerseconelnuevojuguete.
—¡Suéltala!-leordenóAnnabeth.LascabezasdeCerberodejarondeenredary sequedaronmirándola.Tenía lapelotaenganchada
entredosdientes,comountrocitodechicle.Profirióunlamentoaltoyhorripilanteydejócaerlapelota,
ahoratodallenadebabasymordidacasiporlamitad,alospiesdeAnnabeth.—Muybien. -Recogió labola,haciendocasoomisode lasbabasdelmonstruo.Luegosevolvió
hacianosotrosydijo-:Idahora.Lafilademuerterápidaeslamásrápida.—Pero…-dije.—¡Ahora!-ordenó,conelmismotonoqueusabaparaelperro.Groveryyoavanzamospocoapocoyconcautela.Cerberoempezóagruñir.—¡Quieto!-ordenóAnnabethalmonstruo-.¡Siquiereslapelotita,quieto!Cerberogañó,peropermanecióinmóvil.—¿Quépasarácontigo?-lepreguntéaAnnabethcuandocruzamosasulado.—Séloqueestoyhaciendo,Percy-murmuró-.Porlomenos,estoybastantesegura…Groveryyopasamosentrelaspatasdelmonstruo.«Porfavor,Annabeth-recéensilencio-.Nolepidasquevuelvaasentarse.»Conseguimoscruzar.Cerberonodabamenosmiedovistopordetrás.—¡Perritobueno!-ledijoAnnabeth.Agarró la pelota roja machacada, y probablemente llegó a la misma conclusión que yo: si
recompensabaaCerbero,nolequedaríanadaparahacerotrojueguecito.Aunasí,selalanzóylabocaizquierda del monstruo la atrapó al vuelo, pero fue atacada al instante por la del medio mientras laderechagañíaenseñaldeprotesta.
Asídistraídoelmonstruo,Annabethpasóconprestezabajo suvientrey seunióanosotros eneldetectordemetales.
—¿Cómohashechoeso?-lepreguntéalucinado.—Escuela de adiestramientoparaperros -respondió sin aliento, yme sorprendióverla hacer un
puchero-.Cuandoerapequeña,encasademipadreteníamosundoberman…—Esoahoranoimporta-interrumpióGrover,tirándomedelacamisa-.¡Vamos!Nosdisponíamosaadelantar la filaa todogascuandoCerberogimió lastimeramentepor las tres
bocas.Annabethsedetuvoysevolvióparamiraralperro,quesehabíagiradohacianosotros.Cerberojadeabaexpectante,conlapelotitarojahechapedazosenuncharcodebabaasuspies.
—Perritobueno-ledijoAnnabethconvozdepena.Lascabezasdelmonstruoseladearon,comopreocupadoporella.—Prontotetraeréotrapelota-leprometióAnnabeth-.¿Tegustaría?Elmonstruoaulló.NonecesitéentendersuidiomaparasaberqueCerberosequedaríaesperandola
pelota.—Perrobueno.Vendréavertepronto.Te…te loprometo. -Annabeth sevolvióhacianosotros-.
Vamos.Groveryyocruzamoseldetectordemetales,quedeinmediatoaccionólaalarmayundispositivo
delucesrojas.«¡Posesionesnoautorizadas!¡Detectadamagia!»Cerberoempezóaladrar.Noslanzamosatravésdelapuertademuerterápida,quedisparóaúnmásalarmas,ycorrimoshacia
elinframundo.Unosminutosdespuésestábamosocultos,jadeantes,eneltroncopodridodeunenormeárbolnegro,
mientraslosfantasmasdeseguridadpasabanfrenteanosotrosypedíanrefuerzosalasFurias.—Bueno,Percy-murmuróGrover-,¿quéhemosaprendidohoy?—¿Quelosperrosdetrescabezasprefierenlaspelotasrojasdegomaalospalos?—No-contestóGrover-.Hemosaprendidoquetusplanessonperros,¡perrosdeverdad!Yonoestabatanseguro.CreíaqueAnnabethyyohabíamostenidounabuenaidea.Inclusoenese
mundosubterráneo,todos,incluidoslosmonstruos,necesitabanunpocodeatencióndevezencuando.Penséenellomientrasesperabaaquelosdemoniospasaran.FingínodarmecuentadequeAnnabeth
seenjugabaunalágrimadelamejillamientrasescuchabaellastimeroaullidodeCerberoenladistancia,queechabademenosasunuevaamiga.
Capítulo19
Descubrimoslaverdad,másomenos
Imagínateelconciertomásmultitudinarioquehayasvisto jamás,uncampode fútbol llenoconunmillóndefans.
Ahoraimaginauncampounmillóndevecesmásgrande,llenodegente,eimaginaquesehaidolaelectricidadynohayruido,niluz,niglobosgigantesrebotandosobreelgentío.Algotrágicohaocurridotras el escenario.Multitudes susurrantes que sólo pululan en las sombras, esperandoun concierto quenuncaempezará.
Sipuedesimaginarteeso,teharásunabuenaideadelaspectoqueteníanlosCamposdeAsfódelos.Lahierbanegrallevabamillonesdeañossiendopisoteadaporpiesmuertos.Soplabaunvientocálidoypegajosocomoelhálitodeunpantano.Aquíyallácrecíanárbolesnegros,yGrovermedijoqueeranálamos.
Eltechodelacavernaeratanaltoquebienhabríapodidoserungrannubarrón,perolasestalactitasemitíanlevesdestellosgrisesyteníanpuntasafiladísimas.Intenténopensarquesenoscaeríanencimaencualquiermomento, aunque había varias de ellas desperdigadas por el suelo, incrustadas en la hierbanegratrasderrumbarse.Supongoquelosmuertosnoteníanquepreocuparsepornimiedadescomoquetedespanzurraraunaestalactitatamañomisil.
Annabeth, Grover y yo intentamos confundirnos entre la gente, pendientes por si volvían losdemonios de seguridad.No pude evitar buscar rostros familiares entre los que deambulaban por allí,perolosmuertossondifícilesdemirar.Susrostrosbrillan.Todosparecenenfadadosoconfusos.Seteacercanytehablan,perosusvocessuenanauntraqueteo,comoachillidosdemurciélagos.Encuantoadviertenquenopuedesentenderlos,fruncenelentrecejoyseapartan.
Losmuertosnodanmiedo.Sólosontristes.Seguimos abriéndonos camino, metidos en la fila de recién llegados que serpenteaba desde las
puertasprincipaleshastaunpabellóncubiertodenegroconunestandarteque rezaba:«JuiciosparaelElíseoylacondenacióneterna.¡Bienvenidos,muertosrecientes!»
Porlapartetraserahabíadosfilasmáspequeñas.A la izquierda, espíritus flanqueados por demonios de seguridad marchaban por un camino
pedregosohacialosCamposdeCastigo,quebrillabanyhumeabanenladistancia,unvastoyagrietadoerialconríosdelava,camposdeminasykilómetrosdealambradasdeespinoqueseparabanlasdistintaszonasdetortura.Inclusodesdetanlejos,veíaalagenteperseguidaporlosperrosdelinfierno,quemadaenlahoguera,obligadaacorrerdesnudaatravésdecamposdecactosoaescucharópera.Vislumbrémásqueviunapequeñacolina,conlafiguradiminutadeSísifodejándoselapielparasubirsurocahastalacumbre.Yvitorturaspeores;cosasquenoquierodescribir.
La filaque llegabadel ladoderechodelpabellónde los juicios eramuchomejor.Esta conducíapendienteabajohaciaunpequeñovallerodeadodemurallas:unazonaresidencialqueparecíaelúnicolugarfelizdelinframundo.Másalládelapuertadeseguridadhabíavecindariosdecasaspreciosasdetodaslasépocas,desdevillasromanasacastillosmedievalesomansionesvictorianas.Floresdeplatayorolucíanenlosjardines.Lahierbaondeabaconloscoloresdelarcoiris.Oírisasyolorabarbacoa.
ElElíseo.Enmediodeaquelvallehabíaun lagoazuldeaguasbrillantes,contrespequeñas islascomouna
instalaciónturísticaenlasBahamas.LasislasBienaventuradas,paralagentequehabíaelegidorenacertresvecesytresveceshabíaalcanzadoelElíseo.Deinmediatosupequeaquéleraellugaralquequeríaircuandomuriera.
—Deesosetrata-medijoAnnabethcomosimeleyeraelpensamiento-.Éseesellugarparaloshéroes.
Pero entonces pensé que había muy poca gente en el Elíseo, que parecía muy pequeño encomparacióncon losCamposdeAsfódeloso incluso losCamposdeCastigo.Quépocagentehacíaelbienensusvidas.Eradeprimente.
AbandonamoselpabellóndeljuicioynosadentramosenlosCamposdeAsfódelos.Laoscuridadaumentó.Loscoloressedesvanecierondenuestrasropas.Lamultituddeespíritusparlanchinesempezóamenguar.
Tras unos kilómetros caminando, empezamos a oír un chirrido familiar en la distancia. En elhorizontesecerníaunrelucientepalaciodeobsidiananegra.Porencimadelasmurallasmerodeabantrescriaturasparecidasamurciélagos:lasFurias.Mediolaimpresióndequenosesperaban.
—Supongoqueesunpocotardeparadarmediavuelta-comentóGrover,esperanzado.—Novaapasarnosnada.-Intentabaaparentarseguridad.—Alomejortendríamosquebuscarenotrossitiosprimero-sugirióGrover-.ComoelElíseo,por
ejemplo…—Venga,pedazodecabra.-Annabethloagarródelbrazo.Groveremitióungritito.LasalasdesuszapatillassedesplegaronylolanzaronlejosdeAnnabeth.
Aterrizódándoseunabuenacostalada.—Grover-loregañóAnnabeth-.Bastadehacereltonto.—Perosiyono…Otrogritito.Suszapatosrevoloteabancomolocos.Levitaronunoscentímetrosporencimadelsuelo
yempezaronaarrastrarlo.—Maya! -gritó, pero la palabramágica parecía no surtir efecto-.Maya! ¡Por favor! ¡Llamad a
emergencias!¡Socorro!Evitéquesubrazomenoquearaeintentéagarrarlelamano,perolleguétarde.Empezabaacobrar
velocidadydescendíaporlacolinacomountrineo.Corrimostrasél.—¡Desátateloszapatos!-vociferóAnnabeth.Era una buena idea, pero supongo que no muy factible cuando tus zapatos tiran de ti a toda
velocidad.Groverserevolvió,peronoalcanzabaloscordones.Lo seguimos, tratando de no perderlo de vista mientras zigzagueaba entre las piernas de los
espíritus,quelomirabanmolestos.EstabasegurodequeGroveribaametersecomountorpedoporlapuertadelpalaciodeHades,perosuszapatosviraronbruscamentea laderechay loarrastraronen ladirecciónopuesta.
Laladerasevolviómásempinada.Groveraceleró.Annabethyyotuvimosqueapretarelpasoparanoperderlo.Lasparedesdelacavernaseestrecharonacadalado,yyoreparéenquehabíamosentradoenunaespeciede túnel.Yanohabíahierbaniárbolesnegros, sólo rocadesnuday la tenue luzde lasestalactitasencima.
—¡Grover!-grité,yelecoresonó-.¡Agárrateaalgo!—¿Qué?-gritóélasuvez.Seagarrabaalagravilla,peronohabíanadalobastantefirmeparafrenarlo.Eltúnelsevolvióaúnmásoscuroyfrío.Semeerizóelvellodelosbrazosypercibíunahorrible
fetidez.Me hizo pensar en cosas que ni siquiera había experimentado nunca: sangre derramada en unantiguoaltardepiedra,elalientorepulsivodeunasesino.
Entoncesviloqueteníamosdelanteymequedéclavadoenelsitio.El túnel seensanchabahastaunaampliayoscuracaverna,encuyocentroseabríaunabismodel
tamañodeuncráter.Groverpatinabadirectamentehaciaelborde.—¡Venga,Percy!-chillóAnnabeth,tirándomedelamuñeca.—Peroesoes…—¡Yalosé!-grite)-.¡Esellugarquedescribisteentusueño!PeroGrovervaacaerdentrosinolo
alcanzamos.-Teníarazón,porsupuesto.LasituacióndeGrovermepusootravezenmovimiento.Gritabaymanoteabael suelo,pero laszapatillasaladasseguíanarrastrándolohaciael foso,yno
parecíaquepudiéramosllegaratiempo.Loquelosalvófueronsuspezuñas.Laszapatillasvoladoras siempre lehabíanquedadounpocosueltas,yal finalGrover lediouna
patadaaunarocagrandeylaizquierdasaliódisparadahacialaoscuridaddelabismo.Laderechaseguíatirandodeél,peroGroverpudofrenarseaferrándosealarocayutilizándolacomoanclaje.
Estabaatresmetrosdelbordedelfosocuandoloalcanzamosytiramosdeélhaciaarriba.Laotrazapatillasaliósola,nosrodeóenfadaday,amododeprotesta,nospropinóunpuntapiéenlacabezaantesdevolarhaciaelabismoparaunirseconsugemela.
Nosderrumbamostodos,exhaustos,sobrelagravilladeobsidiana.Sentíalasextremidadescomodeplomo.Inclusolamochilamepesabamás,comosialguienlahubiesellenadoderocas.
Grover tenía unos buenos moratones y le sangraban las manos. Las pupilas se le habían vueltooblongas,estilocabra,comocadavezqueestabaaterrorizado.
—Nosécómo…-jadeó-.Yono…—Espera-dije-.Escucha.Oíalgo:unsusurroprofundoenlaoscuridad.—Percy,estelugar…-dijoAnnabethalcabodeunossegundos.—Chist.-Mepuseenpie.Elsonidosevolvíamásaudible,unavozmalévolaysusurrantequesurgíadesdeabajo,muchomás
abajodedondeestábamosnosotros.Proveníadelfoso.Groverseincorporó.—¿Q-quéeseseruido?Annabethtambiénlooía.—ElTártaro.ÉstaeslaentradaalTártaro.DestapéAnaklusmos.Laespadadebronceseextendió,emitióunadébilluzenlaoscuridadylavoz
malvadaremitióporunmomento,antesderetomarsuletanía.Yacasidistinguíapalabras,palabrasmuy,muyantiguas,másantiguasqueelpropiogriego.Comosi…
—Magia-dije.—Tenemosquesalirdeaquí-repusoAnnabeth.Juntos pusimos aGrover sobre sus pezuñas y volvimos sobre nuestros pasos, hacia la salida del
túnel.Laspiernasnomerespondíanlobastanterápido.Lamochilamepesaba.Anuestrasespaldas, lavozsonómásfuerteyenfadada,yechamosacorrer.
Ynonossobrótiempo.Unviento frío tiraba de nuestras espaldas, como si el foso estuviera absorbiéndolo todo. Por un
momento terroríficoperdíelequilibrioy lospiesmeresbalaronpor lagravilla.Sihubiésemosestadomáscercadelborde,noshabríatragado.
Seguimosavanzandocongranesfuerzo,yporfinllegamosalfinaldeltúnel,dondelacavernavolvía
aensancharseenlosCamposdeAsfódelos.Elvientocesó.Unaullidoiracundoretumbódesdeelfondodeltúnel.Alguiennoestabamuycontentodequehubiésemosescapado.
— ¿Qué era eso? -musitó Grover, cuando nos derrumbamos en la relativa seguridad de unaalameda-.¿UnadelasmascotasdeHades?
Annabethyyonosmiramos.Estabaclaroqueteníaalgunaidea,probablementelamismaqueselehabía ocurrido en el taxi que nos había traído a Los Ángeles, pero le daba demasiado miedo paracompartirla.Esobastóparaasustarmeaúnmás.
Cerrélaespadaymeguardéelbolígrafo.—Sigamos.-MiréaGrover-.¿Puedescaminar?Tragósaliva.—Sí,sí,claro-suspiró-.Bah,nuncamegustaronesaszapatillas.Intentabamostrarsevaliente,perotemblabatantocomonosotros.Fueraloquefueseloquehabíaen
aquelfoso,noeralamascotadenadie.Erainenarrablementearcaicoypoderoso.NisiquieraEquidnamehabíadadoaquellasensación.CasimealiviódarlelaespaldaaltúnelyencaminarmehaciaelpalaciodeHades.
Casi.
Envueltasensombras,lasFuriassobrevolabanencírculolasalmenas.Lasmurallasexternasdelafortalezarelucíannegras,ylaspuertasdebroncededospisosdealturaestabanabiertasdeparenpar.Cuandoestuvemás cerca, apreciéque losgrabadosdedichaspuertas reproducían escenasdemuerte.Algunaserandetiemposmodernos-unabombaatómicaexplotandoencimadeunaciudad,unatrincherallena de soldados conmáscaras antigás, una fila de víctimas de hambrunas africanas, esperando concuencosvacíosenlamano-,perotodasparecíanlabradasenbroncehacíamilesdeaños.Mepreguntésieranprofecíashechasrealidad.
En el patio había el jardín más extraño que he visto en mi vida. Setas multicolores, arbustosvenenososyrarasplantasluminosasquecrecíansinluz.Enlugardefloreshabíapiedraspreciosas,pilasderubíesgrandescomomipuño,macizosdediamantesenbruto.Aquíyallí,comoinvitadosaunafiesta,estaban las estatuas de jardín de Medusa: niños, sátiros y centauros petrificados, todos esbozandosonrisasgrotescas.
En el centro del jardín había un huerto de granados, cuyas flores naranja neón brillaban en laoscuridad.
—ÉsteeseljardíndePerséfone-explicóAnnabeth-.Seguidandando.Entendíporquéqueríaavanzar.Elaromaácidodeaquellasgranadaseracasiembriagador.Sentíun
deseo repentino de comérmelas, pero recordé la historia de Perséfone: un bocado de la comida delinframundoyjamáspodríamosmarcharnos.TirédeGroverparaevitarqueagarraralamásgrande.
Subimospor la escalinata de palacio, entre columnas negras y a través de unpórtico demármolnegro, hasta la casa deHades.El zaguán tenía el suelo de bronce pulido, que parecía hervir a la luzreflejadadelasantorchas.Nohabíatecho,sóloeldelacaverna,muyporencima.Supongoqueallíabajonolespreocupabalalluvia.
Cadapuertaestabaguardadaporunesqueletoconindumentariamilitar.Algunosllevabanarmadurasgriegas;otros,casacasrojasbritánicas;otros,camuflajedemarines.Cargabanlanzas,mosquetonesoM-16.Ningunonosmolestó,perosuscuencasvacíasnossiguieronmientrasrecorrimoselzaguánhastalasenormespuertasquehabíaenelotroextremo.
Dos esqueletos con uniforme de marine custodiaban las puertas. Nos sonrieron. Teníanlanzagranadasautomáticoscruzadossobreelpecho.
— ¿Sabéis? -murmuró Grover-, apuesto lo que sea a que Hades no tiene problemas con losvendedorespuertaapuerta.
Lamochilamepesabaunatonelada.Nosemeocurríaporqué.Queríaabrirla,comprobarsihabíarecogidoporcasualidadalgunabaladecañónporahí,peronoeraelmomento.
—Bueno,chicos-dije-.Creoquetendríamosque…llamar.Unvientocálidorecorrióelpasilloylaspuertasseabrierondeparenpar.Losguardiassehicieron
aunlado.—Supongoqueesosignificaentrez-vous-comentóAnnabeth.Lasalaeraigualqueenmisueño,salvoqueenestaocasióneltronodeHadesestabaocupado.Era
eltercerdiosqueconocía,peroelprimeroquemepareciórealmentedivino.Paraempezar,medíaporlomenostresmetrosdealtura,eibavestidoconunatúnicadesedanegray
unacoronadeorotrenzado.Teníalapieldeunblancoalbino,elpeloporloshombrosynegroazabache.No estaba musculoso como Ares, pero irradiaba poder. Estaba repantigado en su trono de huesoshumanossoldados,conaspectovivazyalerta.Tanpeligrosocomounapantera.
Inmediatamentetuvelacertezadequeéldebíadarlasórdenes:sabíamásqueyoyportantodebíaser mi amo. Y a continuación me dije que cortase el rollo. El aura hechizante de Hades me estabaafectando,comolohabíahecholadeAres.ElSeñordelosMuertosseparecíaalasimágenesquehabíavistodeAdolphHitler,Napoleónoloslíderesterroristasqueteledirigenaloshombresbomba.Hadesteníalosmismosojosintensos,lamismaclasedecarismamalvadoehipnotizador.
—Eresvalienteparaveniraquí,hijodePoseidón-articulóconvozempalagosa-.Despuésdeloquemehashecho,muyvaliente,adecirverdad.Opuedequeseassólomuyinsensato.
Elentumecimientoseapoderódemisarticulaciones,tentándomeatumbarmeenelsueloyecharmeunasiestecitaalospiesdeHades.Acurrucarmeallíydormirparasiempre.
Luchécontralasensaciónyavancé.Sabíaquéteníaquedecir.—Señorytío,vengoahacerosdospeticiones.Hadeslevantóunaceja.Cuandoseinclinóhaciadelante,enlosplieguesdesutúnicaaparecieron
rostrosen sombra, rostrosatormentados, comosi laprendaestuvierahechadealmasatrapadasen losCamposdeCastigoqueintentaranescapar.LapartedemíafectadaporelTHDAsepreguntó,distraída,siel restodesuropaestaríahechodelmismomodo.¿Quécosashorribleshabíaquehaceren lavidaparaacabarconvertidoenropainteriordeHades?
— ¿Sólo dos peticiones? -preguntó Hades-. Niño arrogante. Como si no te hubieras llevado yasuficiente.Habla,entonces.Mediviertenomatarteaún.
Traguésaliva.Aquelloibatanmalcomomehabíatemido.Miréel tronovacío,máspequeñoqueelquehabía juntoaldeHades.Tenía formade flornegra
ribeteadaenoro.Deseéque la reinaPerséfoneestuvieseallí.Recordabaqueen losmitossabíacómocalmarasumarido.Peroeraverano.
Claro, Perséfone estaría arriba, en elmundo de la luz con sumadre, la diosa de la agricultura,Deméter.Susvisitas,nolatraslacióndelplaneta,provocanlasestaciones.
Annabethseaclarólagargantaymehincóundedoenlaespalda.—SeñorHades-dije-.Veréis,señor,nopuedehaberunaguerraentrelosdioses.Sería…chungo.—Muychungo-añadióGroverparaecharmeunamano.—DevolvedmeelrayomaestrodeZeus-dije-.Porfavor,señor.DejadmellevarloalOlimpo.LosojosdeHadesadquirieronunbrillopeligroso.—¿Osasvenirmeconesaspretensiones,despuésdeloquehashecho?Miréamisamigos,tanconfusoscomoyo.—Esto…tío-dije-.Noparáisdedecir«despuésdeloquehashecho».¿Quéhehechoexactamente?El salón del trono se sacudió con un temblor tan fuerte que probablemente lo notaron en Los
Angeles. Cayeron escombros del techo de la caverna. Las puertas se abrieron de golpe en todos losmuros, y los guerreros esqueléticos entraron, docenas de ellos, de todas las épocas y naciones de la
civilizaciónoccidental.Formaronenelperímetrodelasala,bloqueandolassalidas.—¿Creesquequierolaguerra,diosecillo?-espetóHades.Queríacontestarle«bueno,estostipostampocoparecenactivistasporlapaz»,perolaconsideréuna
respuestapeligrosa.—SoiselSeñordelosMuertos-dijeconcautela-.Unaguerraexpandiríavuestroreino,¿no?— ¡La típica frasecita demis hermanos! ¿Crees que necesitomás súbditos?Pero ¿es que nohas
vistolaextensióndelosCamposdeAsfódelos?—Bueno…—¿Tienesideadecuántohacrecidomireinosóloenesteúltimosiglo?¿Cuántassubdivisioneshe
tenidoqueabrir?Abrílabocapararesponder,peroHadesyasehabíalanzado.—Másdemoniosdeseguridad-selamentó-.Problemasdetráficoenelpabellóndeljuicio.Jornada
doble para todo el personal… Antes era un dios rico, Percy Jackson. Controlo todos los metalespreciososbajotierra.Pero¡ylosgastos!
— Caronte quiere que le subáis el sueldo -aproveché para decirle, porque me acordé en eseinstante.Peroalpuntodeseéhabertenidolabocacosida.
—¡NomehagashablardeCaronte!-bramóHades-.¡Estáimposibledesdequedescubriólostrajesitalianos!Problemasentodaspartes,ytengoqueocuparmedetodospersonalmente.¡Sóloeltiempoquetardoen llegardesdepalaciohasta laspuertasmevuelve loco!Y losmuertosnoparande llegar.No,diosecillo.¡Nonecesitoayudaparaconseguirsúbditos!Yonohepedidoestaguerra.
—PerooshabéisllevadoelrayomaestrodeZeus.—¡Mentiras!-Mástemblores.Hadesselevantódeltronoyalcanzóunaenormeestatura-.Tupadre
puedequeengañeaZeus,chico,peroyonosoytantonto.Veosuplan.—¿Suplan?—Túrobasteelrayoduranteelsolsticiodeinvierno-dijo-.Tupadrepensóquepodríamantenerte
ensecreto.TecondujohastalasaladeltronoenelOlimpoytellevasteelrayomaestroymicasco.DenohaberenviadoamifuriaadescubrirtealaacademiaYancy,Poseidónhabríalogradoocultarsuplanparaempezarunaguerra.Peroahoratehasvistoobligadoasaliralaluz.¡Túconfesarásserelladróndelrayo,yyorecuperarémiyelmo!
—Pero…-tercióAnnabeth,desconcertada-.SeñorHades,¿vuestroyelmodeoscuridadtambiénhadesaparecido?
—Notehagaslainocente,niña.Túyelsátirohabéisestadoayudandoaestehéroe,habéisvenidoaquí para amenazarme en nombre dePoseidón, sin duda habéis venido a traerme un ultimátum. ¿CreePoseidónquepuedechantajearmeparaqueloapoye?
—¡No!-repliqué-.¡Poseidónnoha…noha…!—Nohedichonadadeladesaparicióndelyelmo-gruñóHades-,porquenoalbergabailusionesde
quenadieenelOlimpomeofrecieralamenorjusticiani lamenorayuda.Nopuedopermitirmequesesepaquemiarmamáspoderosaytemidahadesaparecido.Asíquetebusqué,ycuandoquedóclaroqueveníasamíparaamenazarme,notedetuve.
—¿Nonosdetuvisteis?Pero…—Devuélveme mi casco ahora, o abriré la tierra y devolveré los muertos al mundo -amenazó
Hades-. Convertiré vuestras tierras en una pesadilla. Y tú, Percy Jackson, tu esqueleto conducirá miejércitofueradelHades.
Lossoldadosesqueléticosdieronunpasoalfrenteyprepararonsusarmas.Enesemomentosupongoquedeberíahaberestadoaterrorizado.Lorarofuequemeofendió.Nada
meenojamásquemeacusendealgoquenohehecho.Tengomuchaexperienciaeneso.—SoistanchungocomoZeus-ledije-.¿Creéisqueosherobado?¿PoresoenviasteisalasFurias
pormí?—Porsupuesto.—¿Ylosdemásmonstruos?Hadestorcióelgesto.—Deesonosénada.Noqueríaquetuvierasunamuerterápida:queríaquetetrajeranvivoantemí
paraquesufrierastodaslastorturasdelosCamposdeCastigo.¿Porquécreesquetehepermitidoentrarenmireinocontantafacilidad?
—¿Tantafacilidad?—¡Devuélvememiyelmo!—Peroyonolotengo.Hevenidoporelrayomaestro.—¡Perosiyalotienes!-gritóHades-.¡Hasvenidoaquíconél,pequeñoinsensato,pensandoque
podríasamenazarme!—¡Nolotengo!—Abrelabolsaquellevas.Mesacudióunpresentimientohorrible.Mimochilapesabacomounabaladecañón…Nopodíaser.
Medescolgué lamochilayabrí lacremallera.Dentrohabíauncilindrodemetaldemediometro,conpinchosaamboslados,quezumbabaporlaenergíaquecontenía.
—Percy-dijoAnnabeth-,¿cómo…?—N-nolosé.Noloentiendo.—Todos loshéroessois iguales -apostillóHades-.Vuestroorgulloosvuelvenecios…Miraque
creerquepodías traersemejantearmaantemí.Nohepedidoel rayomaestrodeZeus,pero,dadoqueestá aquí, me lo entregarás. Estoy seguro de que se convertirá en una excelente herramienta denegociación.Yahora…miyelmo.¿Dóndeestá?
Mehabíaquedadosinhabla.Noteníaningúnyelmo.Noteníaideadecómohabíaacabadoelrayomaestroenmimochila.Dealgunaforma,Hadesmelaestabajugando.Eleraelmalo.Peroderepenteelmundosehabíapuestopatasarriba.Reparéenqueestabanjugandoconmigo.Zeus,PoseidónyHadesseenfrentabanentresí,peroazuzadosporalguienmás.Elrayomaestroestabaenlamochila,ylamochilamelahabíadado…
—SeñorHades,esperad-dije-.Todoestoesunerror.—¿Unerror?-rugió.Losesqueletosapuntaronsusarmas.Desdeloaltoseoyóunaleteo,ylastresFuriasdescendieron
paraposarsesobreel respaldodel tronodesuamo.Laque teníacarade la señoraDoddsmesonrió,ansiosa,ehizorestallarsulátigo.
—No se trata de ningún error -prosiguióHades-. Sé por qué has venido; conozco el verdaderomotivoporelquehastraídoelrayo.Hasvenidoacambiarloporella.
DelamanodeHadessurgióunaboladefuego.Explotóenlosescalonesfrenteamí,yallíestabamimadre,congeladaenunresplandordorado,comoenelmomentoenqueelMinotauroempezóaasfixiarla.
Nopodíahablar.Meacerquéparatocarla,perolaluzestabatancalientecomounahoguera.—Sí-dijoHadesconsatisfacción-.Yomelallevé.Sabía,PercyJackson,quealfinalvendríasa
negociarconmigo.Devuélvememicascoypuedequeladejemarchar.Yasabesquenoestámuerta.Aúnno.Perosinomecomplaces,esopuedecambiar.
Pensé en las perlas enmi bolsillo.A lomejor podrían sacarme de ésta. Si pudiera liberar amimadre…
— Ah, las perlas -prosiguió Hades, y se me heló la sangre-. Sí, mi hermano y sus truquitos.Tráemelas,PercyJackson.
Mimanosemovióencontrademivoluntadysacólasperlas.— Sólo tres -comentó Hades-. Qué pena. ¿Te das cuenta de que cada perla sólo protege a una
persona?Intentallevarteatumadre,pues,diosecillo.¿Acuáldetusamigosdejarásatrásparapasarlaeternidadconmigo?Venga,elige.Odamelamochilayaceptamiscondiciones.
MiréaAnnabethyGrover.Susrostrosestabansombríos.—Noshanengañado-lesdije-.Noshantendidounatrampa.—Sí,pero¿porqué?-preguntóAnnabeth-.Ylavozdelfoso…—Aúnnolosé-contesté-.Perotengointencióndepreguntarlo.—¡Decídete,chico!-meapremióHades.—Percy-Grovermepusounamanoenelhombro-,nopuedesdarleelrayo.—Esoyalosé.—Déjameaquí-dijo-.Usalaterceraperlaparatumadre.—¡No!—Soyunsátiro-repusoGrover-.Notenemosalmascomoloshumanos.Puedetorturarmehastaque
muera, pero nome tendrá para siempre.Me reencarnaré en una flor o en algo parecido. Es lamejorsolución.
—No.-Annabethsacósucuchillodebronce-.Idvosotrosdos.Grover,túdebesprotegeraPercy.Además,tienesquesacartelalicenciaparabuscaraPan.Sacadasumadredeaquí.Yooscubriré.Tengointencióndecaerluchando.
—Nihablar-respondióGrover-.Yomequedo.—Piénsatelo,pedazodecabra-replicóAnnabeth.—¡Bastaya!-Mesentíacomosimepartieranendoselcorazón.Ambosmehabíandadomucho.
Recordé a Grover bombardeando a Medusa en el jardín de estatuas, y a Annabeth salvándonos deCerbero;habíamossobrevividoalaatraccióndeWaterlandpreparadaporHefesto,alarcodeSanLuis,alCasinoLoto.Habíapasadocientosdekilómetrospreocupadoporunamigoquemetraicionaría,peroaquellosamigosjamáspodríanhacerlo.Nohabíanhechootracosaquesalvarme,unayotravez,yahoraqueríansacrificarsusvidaspormimadre.
—Séquéhacer-dije-.Tomadestasdos.-Lesdiunaperlaacadauno.—PeroPercy…-protestóAnnabeth.Mevolvíymiréamimadre.Queríasacrificarmeyusarconellalaúltimaperla,peroellajamáslo
permitiría.MediríaquemidebereradevolverelrayoalOlimpo,contarleaZeuslaverdadydetenerlaguerra.Nuncameperdonaríasiyooptabaporsalvarlaaella.PenséenlaprofecíaquemehabíanhechoenlacolinaMestiza,parecíahaber transcurridounmillóndeaños:«Alfinal,noconseguirássalvar lomásimportante.»
—Losiento-susurré-.Volveré.Encontraréunmodo.LamiradadesuficienciadesapareciódelrostrodeHades.—¿Diosecillo…?—Encontrarévuestroyelmo,tío-ledije-.Oslodevolveré.Noosolvidéisdeaumentarleelsueldo
aCaronte.—Nomedesafíes…—YtampocopasaríanadasijugarasunpococonCerberodevezencuando.Legustanlaspelotas
degomaroja.—PercyJackson,novasa…—¡Ahora,chicos!-grité.—¡Destruidlos!-exclamóHades.El ejército de esqueletos abrió fuego, los fragmentos de perlas explotaron a mis pies con un
estallidodeluzverdeyunaráfagadeairefresco.Quedéencerradoenunaesferalechosaqueempezóaflotarporencimadelsuelo.
AnnabethyGroverestabanjustodetrásdemí.Laslanzasylasbalasemitíaninofensivaschispasal
rebotarcontralasburbujasnacaradasmientrasseguíamoselevándonos.Hadesaullabaconunafuriaquesacudiólafortalezaentera,ysupequenoseríaunanochetranquilaenLosÁngeles.
—¡Miraarriba!-gritóGrover-.¡Vamosachocar!Nosacercábamosatodavelocidadhacialasestalactitas,quesupusepincharíannuestraspompasy
nosensartaríancomobrochetas.—¿Cómosecontrolanestascosas?-preguntóAnnabethavozencuello.—¡Nocreoquepuedancontrolarse!-medesgañité.Gritamosamedidaquelasburbujasseestampabancontraeltechoy…deprontotodofueoscuridad.¿Estábamosmuertos?No,aúnteníasensacióndevelocidad.Subíamosatravésdelarocasólidacontantafacilidadcomo
una burbuja en el agua.Caí en la cuenta de que ése era el poder de las perlas: «Lo que es delmar,siempreregresaráalmar.»
Poruninstantenovinadafueradelassuavesparedesdemiesfera,hastaquemiperlabrotóenelfondodelmar.Lasotrasdosesferaslechosas,AnnabethyGrover,seguíanmiritmomientrasascendíamoshacialasuperficie.Ydepronto…estallaronalirrumpirenlasuperficie,enmediodelabahíadeSantaMónica,derribandoaunsurferodesutabla,queexclamóindignado:
—¡Eh,tío!AgarréaGroverytirédeélhastaunaboyadesalvamento.FuiporAnnabethehicelopropio.Un
tiburóndemásdetresmetrosdabavueltasalrededor,muertodecuriosidad.—¡Largo!-leordené.Elescualosevolvióysemarchóatodotrapo.Elsurferogritónoséquédeunoshongoschungosyselargó,pataleandotanrápidocomopudo.Dealgúnmodo,sabíaquéhoraera:primeradelamañanadel21dejunio,eldíadelsolsticiode
verano.Enladistancia,LosAngelesestabaenllamas,columnasdehumosealzabandesdetodoslosbarrios
delaciudad.Habíahabidounterremoto,yhabíasidoculpadeHades.Probablementeacababadeenviaraunejércitodemuertosdetrásdemí.Perodemomentoelinframundoeraelmenordemisproblemas.
Teníaque llegar a la orilla.Teníaquedevolverle el rayomaestro aZeus en elOlimpo.Y sobretodo,teníaquemantenerunaconversaciónimportanteconeldiosquemehabíaengañado.
Capítulo20
Mepeleoconmifamiliarcretino
Una lancha guardacostas nos recogió, pero estaban demasiado ocupados para retenernos muchotiempoopreguntarsecómotreschavalesvestidosconropasdecallehabíanaparecidoenmediode labahía.Habíaqueocuparsedeaqueldesastre.Lasradiosestabancolapsadasconllamadasdesocorro.
NosdejaronenelembarcaderodeSantaMónicaconunastoallasenloshombrosybotellasdeaguaenlasqueseleía:«¡Soyaprendizdeguardacostas!»Luegosemarcharonatodaprisaparasalvaramásgente.
Teníamoslaropaempapada.Cuandolalanchaguardacostashabíaaparecido,recéensilencioparaque nome sacaran del agua con la ropa perfectamente seca, lo que habría provocado incredulidad ypreguntas. Así queme esforcé en empaparme, y vaya simi resistenciamágica al aguame abandonó.También iba descalzo, pues le había dado mis zapatos a Grover. Mejor que los guardacostas sepreguntaranporquéunodenosotrosibadescalzoqueporquéteníapezuñas.
Nosdesplomamossobre laarenayobservamos laciudaden llamas, recortadacontraelpreciosoamanecer.Mesentíacomosiacabaradevolverdeentrelosmuertos;cosaquehabíahecholiteralmente.Lamochilamepesabaporelrayomaestro,peroelcorazónaúnmepesabamásdespuésdehabervistoamimadre.
—Nopuedocreerlo-comentóAnnabeth-.Hemosvenidohastaaquípara…—Fueunatrampa-dije-.UnaestrategiadignadeAtenea.—Eh-meadvirtió.—Pero¿esquenolopillas?Bajólamiradaysesosegó.—Sí.Lopillo.—¡Bueno,puesyono!-sequejóGrover-.¿Vaaexplicarmealguien…?—Percy-dijoAnnabeth-.Sientolodetumadre.Notepuedesimaginarcuánto…Fingínooírla.Simeponíaahablardemimadre,meecharíaallorarcomouncrío.—Laprofecíateníarazón-añadí-.«Irásaloeste,dondeteenfrentarásaldiosqueseharebelado.»
PeronoeraHades.Hadesnodeseabaunaguerraentre losTresGrandes.Alguienmáshaplaneadoelrobo.AlguienharobadoelrayomaestrodeZeusyelyelmodeHades,ymehacargadoamíelmochueloporserhijodePoseidón.LeecharánlaculpaaPoseidónporambaspartes.Alatardecerdehoy,habráunaguerraentresfrentes.Ylahabréprovocadoyo.
Grovermeneólacabeza,alucinado.Luegopreguntó:—¿Quiénpodríasertanmalvado?¿Quiéndesearíaunaguerratanletal?—Veamos,déjamepensar-dije,mirandoalrededor.Yahíestaba,esperándonos,enfundadoenelguardapolvodecueronegroylasgafasdesol,unbate
debéisboldealuminioapoyadoenelhombro.Lamotorugíaasulado,yelfarovolvíarojizalaarena.—Eh,chaval-mellamóAres,alparecercomplacidodeverme-.Deberíasestarmuerto.—Mehasengañado-ledije-.Hasrobadoelyelmoyelrayomaestro.Aressonrió.
—Bueno,aver,yonolosherobadopersonalmente.¿Losdiosestoqueteandolossímbolosdeotrosdioses?Deesonada.Perotúnoereselúnicohéroeenelmundoquesededicaalosrecaditos.
—¿Aquiénutilizaste?¿AClarisse?Estabaallíenelsolsticiodeinvierno.Laideapareciódivertirle.—Noimporta.Mira,chaval,elasuntoesqueestásimpidiendolosesfuerzosenposdelaguerra.
Verás,teníasquehabermuertoenelinframundo.EntonceselviejoAlgasehubiesecabreadoconHadespormatarte.AlientodeMuertohubieratenidoelrayomaestroyZeusestaríafuriosoconél.PeroHadesaúnsiguebuscandoesto…-Sesacódelbolsillounpasamontañas,deltipoqueusanlosatracadoresdebancos, y lo colocó en medio del manillar de su moto, donde se transformó en un elaborado cascoguerrerodebronce.
—Elyelmodeoscuridad-dijoGrover,ahogandounaexclamación.—Exacto-repusoAres-.Aver,¿pordóndeiba?Ah,sí,Hadessepondráhechounbasiliscotanto
conZeuscomoconPoseidón,yaquenosabecuállerobóelyelmo.Muyprontohabremosorganizadounbonitoypequeñofestivaldemamporros.
—¡Perosisontufamilia!-protestóAnnabeth.Aresseencogiódehombros.—Losenfrentamientosdentrodeunamismafamiliasonlosmejores, losmássangrientos.Nohay
comoverreñiratufamilia,esloquedigosiempre.—MedistelamochilaenDenver-dije-.Elrayomaestrohaestadoaquítodoeltiempo.—Síyno-contestóAres-.Quizáesdemasiadocomplicadoparatupequeñocerebromortal,pero
debessaberquelamochilaeslavainadelrayomaestro,sóloqueunpocometamorfoseada.Elrayoestáconectadoaella,demaneraparecidaaesaespadatuya,chaval.Siempreregresaatubolsillo,¿no?
NoestabasegurodecómoAressabíaaquello,perosupongoqueundiosde laguerrasueleestarinformadosobrelasarmas.
—Encualquiercaso-prosiguióAres-,hiceunospequeñosajustesmágicosalavainaparaqueelrayosólovolvieraaellacuandollegarasalinframundo.Deesemodo,sihubiesesmuertoporelcaminonosehabríaperdidonadayyoseguiríaenposesióndelarma.
—Pero ¿por qué simplemente no conservaste el rayomaestro? -pregunté-. ¿Para qué enviarlo aHades?
DerepenteAressequedóabsortoyparecióestarescuchandounavozinterior.—¿Porquéno…?Claro…conesepoderdedestrucción…-Seguíaabsorto.Intercambiéunamirada
conAnnabeth,perodeprontoAressaliódesuextrañotrance-.Porquenoqueríaproblemas.Mejorquetepillaranaticonlasmanosenlamasa,llevandoeltrasto.
—Mientes-dije-.Enviarelrayomaestroalinframundonofueideatuya.— ¡Claro que sí! -De sus gafas de sol salieron hilillos de humo, como si estuvieran a punto de
incendiarse.—Túnoordenasteelrobo-insistí-.Alguienmásenvióaunhéroearobarlosdosobjetos.Entonces,
cuandoZeusteenvióensubusca,disteconelladrón.PeronoseloentregasteaZeus.Algoteconvenciódequelodejarasir.Tequedastelosobjetoshastaqueotrohéroellegaraycompletaralaentrega.Lacosadelfosoteestámangoneando.
—¡Soyeldiosdelaguerra!¡Nadiemedaórdenes!¡Notengosueños!Vacilé.—¿Quiénhahabladodesueños?Aresparecíaagitado,perointentódisimularloconunasonrisa.—Volvamos a lo nuestro, chaval. Estás vivo y no permitiré que lleves ese rayo al Olimpo. Ya
sabes,nopuedoarriesgarmeaqueesosimbécilestestarudostehagancaso.Asíquetendréquematarte.Nadapersonal,claro.
Chasqueó los dedos. La arena estalló a sus pies y de ella surgió un jabalí, aún más grande yamenazadorqueelquecolgabaencimadelacabaña5delCampamentoMestizo.Elbichopateólaarenaymemiróconojosencendidosmientrasesperabalaordendematarme.Deinmediatomemetíenelagua.
—Peleatúmismoconmigo,Ares-lodesafié.Serióconciertaincomodidad.—Sólo tienesun talento, chaval: salir corriendo.HuistedeQuimera.Huistedel inframundo.No
tienesloquehacefalta.—¿Asustado?—Quétonteríasdices.-Perolasgafashabíancomenzadoafundírseleporelcalorquedespedían
susojos-.Nomeimplicodirectamente.Losiento,chaval,noestásaminivel.—¡Percy,corre!-exclamóAnnabeth.El jabalí gigante cargó con sus afilados comillos. Pero yo ya estaba harto de correr delante de
monstruos.OdeHades,odeAres,odequienfuera.Asíquedestapéelboliymeapartéaunladounsegundoantesdequelabestiameatropellase,altiempoquelelanzabaunmandoble.Elcolmilloderechodeljabalícayóamispies,mientraseldesorientadoanimalchapoteabaenelagua.
—¡Ola!-grité.Unaolarepentinasurgiódeningunaparteyenvolvióaljabalí,quesoltóunmugidoyserevolvióen
vano.Alinstantedesaparecióengullidoporelmar.MevolvíhaciaAres.—¿Vasapelearconmigoahora?-leespeté-.¿Ovasaescondertedetrásdeotrodetuscerditos?Aresestabamoradoderabia.—Ojo,chaval.Podríaconvertirteen…—…¿unacucarachaounalombriz?Sí,estoyseguro.Esoevitaríaquepatearantudivinotrasero,
¿verdad?Lasllamasdanzabanporencimadesusgafas.—Notepases,niño.Estásacabandoconmipacienciayteconvertiréenunamanchadegrasa.—Siganas,conviértemeenloquequierasytellevaselrayo-propuse-.Sipierdes,elyelmoyel
rayoseránmíosytúteapartasdemicamino.Aresresoplócondesdényesgrimiósubatedebéisbol.—¿Cómoloprefieres?¿Combateclásicoomoderno?Lemostrémiespada.—Paraestarmuertotienesmuchagracia-contestó-.Probemosconelclásico.Entonceselbateseconvirtióenunaenormeespadacuyaempuñaduraerauncráneodeplataconun
rubíenlaboca.—Percy,nolohagas…-meadvirtióAnnabeth-.Esundios.—Esuncobarde-repuse.Ellatragósalivaydijo:—Por lomenos llevaesto,paraque tedésuerte. -Sequitóelcollardecuentasyelanillodesu
padreymelopusoalcuello-.Reconciliación-añadió-.AteneayPoseidónjuntos.Meruboricéunpoco,peroconseguísonreír.—Gracias.—Ytomaesteamuletodelasuerte-tercióGrover,ymetendióunalataaplastadaquellevabaenel
bolsillo-.Lossátirosestamoscontigo.—Grover…noséquédecir.Mediounapalmadaenelhombro.Memetílalataenelbolsillotrasero.—¿Yahasterminadodedespedirte?-Aresavanzóhaciamí.Elguardapolvonegroondeabatrasél,
suespadarefulgíacomoelfuegoalamanecer-.Llevotodalaeternidadluchando,mifuerzaesilimitaday
nopuedomorir.¿Túquetienes?«Menosego»,pensé,peronodijenada.Mantuvelospiesenelaguaymeadentréunpocohastaque
mellegóalostobillos.VolvíapensarenloqueAnnabethmehabíadichohacíayatantotiempo:«Arestienefuerza,peronadamás.Yaveceslafuerzadebedoblegarseantelainteligencia.»
Unmandobledirigidoamicabezasilbóenelaire,peroyoyanoestabaallí.Micuerpopensabapormí.Elaguamehizobotarymecatapultóhaciamiadversario,ycuandobajabadescarguémiespada.PeroAres era igual de rápido: se retorció y desvió con su empuñadura el golpe que debería haberle dadodirectamenteenlacabeza.
Sonriósocarrón.—Noestámal,noestámal.Volvióaatacarymeviobligadoavolveralaorilla.Intentéregresaralagua,peroAresmecortóel
pasoymeatacócontalfierezaquetuvequeconcentrarmealmáximoparanoacabarhechotrizas.Seguíretrocediendo, alejándome del agua, mi único territorio seguro. No encontraba ningún resquicio paraatacar,puessuespadaeramáslargaqueAnaklusmos.
«Acércate-mehabíadichoLukeunavezennuestrasclasesdeesgrima-.Cuandotuespadaseamáscorta,acércate.»
Memetí en su campode acción con una estocada, peroAres estaba esperándolo.Me arrancó laespadadelasmanosconunbrutalmandobleymedioungolpeenelpecho.Salídespedidohaciaatrás,ochoodiezmetros.Mehabríarotolaespaldadenohabercaídosobrelablandaarenadeunaduna.
—¡Percy!-chillóAnnabeth-.¡Lapolicía!Veíadobleysentíaelpechocomosiacabarandeatizarmeconunariete,peroconseguíponermeen
pie.NodejédemiraraArespormiedoaquemepartieraendos,peroconelrabillodelojoviluces
rojasparpadearenelpaseomarítimo.Seoyeronfrenazosyportezuelasdecoche.—¡Estánallí!-gritóalguien-.¿Love?Unavozmalhumoradadepolicía:—Pareceesecríodelatele…¿Quédiantres…?—Vaarmado-dijootropolicía-.Piderefuerzos.RodéaunladomientraslaespadadeAreslevantabaarena.Corrí haciami espada, la recogíyvolví a lanzaruna estocada al rostrodeAres, quienvolvió a
desviarla.Parecíaadivinarmismovimientosjustoantesdequelosejecutara.Corríhaciaelagua,obligándoloaseguirme.—Admítelo,chaval-gruñóAres-,notienesningunaposibilidad.Sóloestoyjugueteandocontigo.Missentidosestabanhaciendohorasextra.EntendíentoncesloqueAnnabethmehabíadichosobre
que elTHDA temantenía vivo en la batalla.Estaba totalmente despierto, reparaba en elmásmínimodetalle. Veía cómo se tensaba Ares e intuía de qué modo atacaría. Asimismo, en todo momento eraconsciente de queAnnabethyGrover se hallaban a diezmetros ami izquierda.Un segundo cochedepolicía se acercaba con la sirena aullando. Los espectadores, gente que deambulaba por las calles acausa del terremoto, habían empezado a arremolinarse. Entre lamultitudme pareció ver algunos quecaminabanconlosmovimientosrarosytrotonesdelossátirosdisfrazados.Tambiéndistinguíalasformasresplandecientes de los espíritus, como si los muertos hubieran salido del Hades para presenciar elcombate.Oíunaleteocoriáceoporencimademicabeza.
Mássirenas.Memetímásenelagua,peroAreserarápido.Lapuntadesuespadamerasgólamangaymearañó
elantebrazo.Unavozordenóporunmegáfono:—¡Tiradlasescopetas!¡Tiradlasalsuelo!¡Ahora!
¿Escopetas?MiréelarmadeAres,queparecíaparpadear:avecesparecíaunaescopeta,avecesunaespada.No
sabía qué veían los humanos enmismanos, pero estaba seguro de que, fuera lo que fuese, no iba aganarmemuchassimpatías.
Aressevolvióparalanzarunamiradadeodioanuestropúblico,loquemediounrespiro.Habíayacincocochesdepolicíayunafiladeagentesagachadosdetrásdeellos,apuntándonosconsusarmas.
—¡Estoesunasuntoprivado!-aullóAres-.¡Largaos!Hizo un gesto con lamano y varias lenguas de fuego hicieron presa en los coches patrulla. Los
agentesapenastuvierontiempodecubrirseantesdequesusvehículosexplotaran.Lamultituddemironessedesperdigóalinstante.
Aresestallóencarcajadas.—Yahora,héroedepacotilla,vamosaañadirtealabarbacoa.Atacó.Desviésuespada.Meacerquélosuficienteparaalcanzarloeintentéengañarloconunafinta,
peroparóelgolpe.Lasolasmegolpeabanenlaespalda.Aresestabayasumergidohastalasrodillas.Sentíelvaivéndelmar, lasolascreceramedidaquesubía lamarea,yderepente tuveuna idea.
«¡Retrocedeyaguanta!»,pensé,yelaguadetrásdemíasílohizo.Estabaconteniendolamareaconmifuerzadevoluntad,perolapresiónaumentabacomoladeunabotelladechampánagitada.
Ares se adelantó, sonriendo y muy ufano de sí mismo. Bajé la espada fingiendo agotamiento.«Espera,yacasiestá»,ledijealmar.Lapresiónyaparecíaincontenible.Areslevantósuespadayenesemomentodejéirlamarea.Montadoenunaola,salídespedidobruscamenteporencimadeldios.
Unmurodedosmetrosdeagualediodellenoylodejómaldiciendoyescupiendoalgas.Aterricédetrásdeélyamaguéungolpeasucabeza,comohabíahechoantes.Sediolavueltaatiempodelevantarlaespada,peroestavezestabadesorientadoynoseanticipóamitruco.Cambiédedirección,saltéaunladoyhendíAnaklusmospordebajodelagua.Leclavélapuntaeneltalón.
Elalaridoquesiguióconvirtióel terremotodeHadesenunhechosinrelevancia.HastaelmismomarseapartódeAres,dejandouncírculodearenamojadadequincemetrosdediámetro.Icor,lasangredoradadelosdioses,brotócomounmanantialdelabotadeldiosdelaguerra.Suexpresiónibamásalládelodio.Eradolor,desconcierto,imposibilidaddecreerquelohabíanherido.
Cojeóhaciamí,murmurandoantiguasmaldicionesgriegas, pero algo lodetuvo.Fue como si unanubeocultaseelsol,peropeor.Laluzsedesvaneció,elsonidoyelcolorseamortiguaron,yentoncesunapresenciafríaypesadacruzólaplaya,ralentizandoeltiempoybajandolatemperaturaabruptamente.Merecorrióunescalofríoysentíqueenlavidanohabíaesperanza,quelucharerainútil.
Laoscuridadsedisipó.Aresparecíaaturdido.Loscochesdepolicíaardíandetrásdenosotros.Lamultituddecuriososhabíahuido.Annabethy
Groverestabanenlaplaya,conmocionados,mientraselaguarodeabadenuevolospiesdeAresyelicordoradosedisolvíaenlamarea.
Aresbajólaespada.—Tienes un enemigo, diosecillo -me dijo-. Acabas de sellar tu destino. Cada vez que alces tu
espadaenlabatalla,cadavezqueconfíesensalirvictorioso,sentirásmimaldición.Cuidado,PerseusJackson.Muchocuidado.
Sucuerpoempezóabrillar.—¡Percy,nomires!-gritóAnnabeth.ApartélacaramientraseldiosAresrevelabasuauténticaformainmortal.Dealgúnmodosupeque
simirabaacabaríadesintegradoenceniza.Elresplandorseextinguió.Volvíamirar.Areshabíadesaparecido.Lamareaseapartópararevelarelyelmodeoscuridadde
Hades.Lorecogíymedirigíhaciamisamigos,peroantesdellegaroíunaleteo.Tresancianasconcarasfuribundas,sombrerosdeencajeylátigosfierosbajarondelcieloplaneandoyseposaronfrenteamí.
Lafuriadelmedio,laquehabíasidolaseñoraDodds,diounpasoadelante.Enseñabalosdientes,pero por una vez no parecía amenazadora.Más bien parecía decepcionada, como si hubiera previstocomermeaquellanocheyluegohubiesedecididoquepodíaresultarindigesto.
—Lohemosvistotodo-susurró-.Asípues,¿deverdadnohassidotú?Lelancéelcasco,queagarróalvuelo,sorprendida.—DevuélveleesoalseñorHades-dije-.Cuéntalelaverdad.Dilequedesconvoquelaguerra.Vacilóylavihumedecerseloslabiosverdesyapergaminadosconunalenguabífida.—Vivebien,PercyJackson.Conviérteteenunauténticohéroe.Porquesinolohaces,sivuelvesa
caerenmisgarras…Estallóencarcajadas,saboreandolaidea.Despuéslastreshermanaslevantaronelvuelohaciaun
cielollenodehumoydesaparecieron.GroveryAnnabethmemirabanñipados.—Percy…-dijoGrover-.Esohasidoalucinante…—Hasidoterrorífico-tercióAnnabeth.—¡Hasidoguay!-seobstinóGrover.Yonomesentíaaterrorizado,perotampocomesentíaguay.Estabaagotadoymedolíatodo.—¿Habéissentidoeso…fueraloquefuese?-pregunté.Losdosasintieron,inquietos.—DebendehabersidolasFurias-dijoGrover.Peroyonoestabatanseguro.AlgooalguienhabíaevitadoqueAresmematara,yquienquieraque
fueseeramuchomásfuertequelasFurias.ObservéaAnnabeth,ycruzamosunamiradadecomprensión.Supeentoncesquéhabíaenelfoso,quéhabíahabladodesdelaentradadelTártaro.
Le pedí la mochila a Grover y miré dentro. El rayomaestro seguía allí. Vayamenudencia paraprovocarcasilaTerceraGuerraMundial.
—TenemosquevolveraNuevaYork-dije-.Estanoche.—Esoesimposible-contestóAnnabeth-,amenosquevayamos…—…volando-completé.Semequedómirando.—¿Volando?…¿Terefieresairenunavión,sabiendoqueasíteconviertesenunblancofácilpara
Zeussiéstedecidereventarte,yademástransportandounarmamásdestructivaqueunabombanuclear?—Sí-dije-.Másomenoseso.Vamos.
Capítulo21
Saldocuentaspendientes
Escuriosocómoloshumanosajustanlamenteasuversióndelarealidad.Quirónyamelohabíadichohacíamucho.Comodecostumbre,ensumomentonoapreciésusabiduría.
Según los noticiarios de Los Ángeles, la explosión en la playa de Santa Mónica había sidoprovocada por un secuestrador loco al disparar con una escopeta contra un coche de policía. Losdisparoshabíanacertadoaunatuberíadegasrotaduranteelterremoto.
El secuestrador (alias Ares) era el mismo hombre que nos había raptado a mí y a otros dosadolescentes enNuevaYorkynoshabía arrastradopor todo el país enuna aterradoraodiseadediezdías.
Después de todo, el pobrecitoPercy Jacksonno era un criminal internacional.Había causadounbuen revuelo en el autobúsGreyhounddeNueva Jersey al intentar escapar de su captor (a posteriorihubo testigos que aseguraron haber visto al hombre vestido de cuero en el autobús: «¿Por qué no lorecordéantes?»).ElpsicópatahabíaprovocadolaexplosiónenelarcodeSanLuis;ningúnchavalhabríapodido hacer algo así. Una camarera de Denver había visto al hombre amenazar a sus secuestradosdelantedesurestaurante,habíapedidoaunamigoquetomaraunafotoylohabíanotificadoalapolicía.Alfinal,elvalientePercyJackson(empezabaagustarmeaquelchaval)sehabíahechoconunarmadesucaptorenLosÁngelesysehabíaenfrentadoaélenlaplaya.Lapolicíahabíallegadoatiempo.Peroenla espectacular explosión cinco coches de policía habían resultado destruidos y el secuestrador habíahuido.Nohabíahabidobajas.PercyJacksonysusdosamigosestabanasalvobajocustodiapolicial.
Fueron los periodistas quienes nos proporcionaron la historia.Nosotros nos limitamos a asentir,llorososycansados(locualnofuedifícil),yrepresentamoslospapelesdevíctimasantelascámaras.
—Loúnicoquequiero-dije tragándomelaslagrimas-,esvolverconmiqueridopadrastro.Cadavezqueloveíaenlatelellamándomedelincuentejuvenil,algomedecíaquetodoterminaríabien.Yséque querrá recompensar a todas las personas de esta bonita ciudad de Los Ángeles con unelectrodomésticogratisdesutienda.Ésteessunúmerodeteléfono.
Lapolicíaylosperiodistas,conmovidos,recolectarondineroparatresbilletesenelsiguientevueloaNuevaYork.Noteníaotraelecciónquevolar,asíqueconfiéenqueZeusaflojaraunpoco,dadaslascircunstancias.Peroaunasímecostósubiralavión.
Eldespeguefueunapesadilla.Lasturbulenciasdabanmásmiedoquelosdiosesgriegos.NosoltélosreposabrazoshastaqueaterrizamossinproblemasenLaGuardia.Laprensalocalnosesperabafuera,peroconseguimosevitarlosgraciasaAnnabeth,quelosengañógritándolesconlagorradelosYankeespuesta: «¡Están allí, junto al heladodeyogur! ¡Vamos!»Ydespuésvolvió connosotros a recogidadeequipajes.
Nosseparamosenlaparadadetaxis.LesdijequevolvieranalCampamentoMestizoeinformaranaQuirón de lo que había pasado. Protestaron, y fue muy duro verlos marchar después de todo lo quehabíamospasadojuntos,perodebíaafrontarsoloaquellaúltimapartedelamisión.Silascosasibanmal,si los dioses nome creían… quería queAnnabeth yGrover sobrevivieran para contarle la verdad aQuirón.
SubíauntaxiymeencaminéaManhattan.
TreintaminutosmástardeentrabaenelvestíbulodeledificioEmpireState.Debíadeparecerunniñodelacalle,vestidoconprendasajadasyconelrostroarañado.Hacíapor
lomenosveinticuatrohorasquenodormía.Meacerquéalguardiadelmostradoryledije:—Quieroiralpisoseiscientos.Leíaungruesolibroconunmagoenlaportada.Lafantasíanoeralomío,peroellibrodebíadeser
bueno,porquelecostólosuyolevantarlamirada.—Esepisonoexiste,chaval.—NecesitounaaudienciaconZeus.Mededicóunasonrisavacía.—¿Unaaudienciaconquién?—Yamehaoído.Estabaapuntodedecidirqueaqueltiponoeramásqueunmortalnormalycorriente,yquemejor
melargabaantesdequellamaraalosloqueros,cuandodijo:—Sincitanohayaudiencia,chaval.ElseñorZeusnoveanadiequenosehayaanunciado.—Bueno,meparecequeharáunaexcepción.-Mequitélamochilaylaabrí.El guardiamiró dentro el cilindro demetal y, por un instante, no comprendió qué era. Después
palideció.—¿Esacosanoserá…?—Síloes,sí-ledije-.¿Quierequelosaquey…?—¡No!¡No!-Brincódesuasiento,buscópresurosounpasedetrásdelmostradoryme tendió la
tarjeta-.Insértalaenlaranuradeseguridad.Asegúratedequenohayanadiemáscontigoenelascensor.Asílohice.Encuantosecerraronlaspuertasdelascensor,metílatarjetaenlaranura.Enlaconsola
se iluminóunbotónrojoqueponía«600».Loapretéyesperé,yesperé.Seoíamúsicaambientalyalfinal«ding».Laspuertasseabrieron.Salíyporpocomedauninfarto.
Estabadepiesobreunapequeñapasareladepiedraenmediodelvacío.DebajoteníaManhattan,aalturadeavión.Delante,unosescalonesdemármolserpenteabanalrededordeunanubehastaelcielo.Misojossiguieronlaescalerahastaelfinal,yentoncesnodicréditoaloquevi.
«Volvedamirar»,decíamicerebro.«Yaestamosmirando-insistíanmisojos-.Estáahídeverdad.»Desde loaltode lasnubessealzabaelpico truncadodeunamontaña,con lacumbrecubiertade
nieve.Colgadosdeunaladeradelamontañahabíadocenasdepalaciosenvariosniveles.Unaciudaddemansiones:todasconpórticosdecolumnas,terrazasdoradasybraserosdebronceenlosqueardíanmilfuegos.Loscaminossubíanenroscándosehastaelpico,dondeelpalaciomásgrandede todosrefulgíarecortadocontra lanieve.En losprecarios jardinescolgantes florecíanolivosy rosales.Vislumbréunmercadillo al aire libre lleno de tenderetes de colores, un anfiteatro de piedra en una ladera de lamontaña,unhipódromoyuncoliseoenlaotra.Eraunaantiguaciudadgriega,peronoestabaenruinas.Eranueva,limpiayllenadecolorido,comodebíadehabersidoAtenasdosmilquinientosañosatrás.
«Este lugarnopuedeestaraquí»,medije. ¿LacumbredeunamontañacolgadaencimadeNuevaYorkcomounasteroidedemilmillonesde toneladas?¿CómoalgoasípodíaestarancladoencimadelEmpireState,alavistademillonesdepersonas,yquenadieloviera?
Peroallíestaba.Yallíestabayo.MiviajeatravésdelOlimpodiscurrióenunaneblina.Paséalladodeunasninfasdelbosquequese
reíanymetiraronolivasdesdesujardín.Losvendedoresdelmercadomeofrecieronambrosía,unnuevoescudo y una réplica genuina delVellocino deOro, en lana de purpurina, como anunciaba laHefestoTelevisión.Lasnuevemusasafinaban sus instrumentosparadarunconcierto enelparquemientras se
congregabaunapequeñamultitud:sátiros,náyadesyunpuñadodeadolescentesguaposquedebíandeserdiosesydiosasmenores.Nadieparecíapreocupadoporunaguerracivil inminente.Dehecho, todoelmundoparecíaestardefiesta.Variossevolvieronparavermepasarysusurraronalgoquenopudeoír.
Subíporlacalleprincipal,haciaelgranpalaciodelacumbre.Eraunacopiainversadelpalaciodelinframundo.Allítodoeranegroydebronce;aquí,blancoycondestellosargentados.
Hadesdebíadehaberconstruidosupalacioa imitacióndeéste.NoerabienvenidoenelOlimposalvoduranteelsolsticiodeinvierno,asíquesehabíaconstruidosupropioOlimpobajotierra.Apesardemimala experiencia con él, lo cierto es que el tipome daba un poco de pena.Que te negaran laentradaaaquelsitioparecíadelomásinjusto.Amargaríaacualquiera.
Unosescalonesconducíanaunpatiocentral.Trasél,lasaladeltrono.«Sala»noesexactamentelapalabraadecuada.AquellugarhacíaquelaestaciónGrandCentralde
Nueva York pareciera un armario para escobas. Columnas descomunales se alzaban hasta un techoabovedado,enelquesedesplazabanlasconstelacionesdeoro.Docetronos,construidosparaseresdeltamaño de Hades, estaban dispuestos en forma de U invertida, como las cabañas en el CampamentoMestizo.Unahogueraenormeardíaenelbraserocentral.Todoslostronosestabanvacíossalvodos:eltronoprincipalaladerecha,yelcontiguoasuizquierda.Nohacíafaltaquemedijeranquiéneseranlosdosdiosesqueestabanallísentados,esperandoquemeacercara.Avancéconpiernastemblorosas.
ComohabíahechoHades,losdiosessemostrabanensuformahumanagigante,peroapenaspodíamirarlossinsentiruncosquilleo,comosimicuerpofueraaarderencualquiermomento.Zeus,elseñorde losdioses, lucíaun trajeazulmarinoderayadiplomática.Elsuyoeraun tronosencillodeplatino.Llevaba la barba bien recortada, gris, veteada de negro, como una nube de tormenta. Su rostro eraorgulloso, hermoso y sombrío almismo tiempo, y tenía los ojos de un gris lluvia.Amedida quemeacerquéaél,elairecrepitóydespidióoloraozono.
Sindudaeldiossentadoasuladoerasuhermano,perovestíademaneramuydistinta.MerecordóaunodeesosplayerospermanentesdeCayoHueso.Llevabasandaliasdecuero,pantalonescortoscaquiyuna camisetade lasBahamas con estampadode cocosy loros.Estabamuybronceadoy susmanos seveíansurcadasdecicatrices,comounviejopescador.Teníaelpelonegro,comoelmío.Surostroposeíalamismamiradainquietantequesiempremehabíaseñaladocomorebelde.Perosusojos,delverdedelmar,tambiéncomolosmíos,estabanrodeadosdearrugasprovocadasporelsol,loquesugeríaquesolíareír.
Sutronoeraunasilladepescador.Yasabes,eltípicoasientogiratoriodecueronegroconunafundaacopladaparaafirmarlacaña.Enlugardeunacaña,lafundasosteníauntridentedebronce,cuyaspuntasdespedíanunaluminiscenciaverdosa.Losdiosesnosemovíannihablaban,perohabíatensiónenelaire,comosiacabarandediscutir.
Meacerquéaltronodepescadorymearrodilléasuspies.—Padre.-Nomeatrevíalevantarlacabeza.Elcorazónmeibaacienporhora.Sentíalaenergía
queemanabadelosdosdioses.Sidecíaloincorrecto,mefulminaríanenelacto.Amiizquierda,hablóZeus:—¿Nodeberíasdirigirteprimeroalamodelacasa,chico?Mantuvelacabezagachayesperé.—Paz,hermano-dijoporfinPoseidón.Suvozremoviómisrecuerdosmáslejanos:elbrillocálido
quehabíasentidodebebé,sumanosobremifrente-.Elmuchachorespetaasupadre.Eslocorrecto.— ¿Sigues reclamándolo, pues? -preguntó Zeus, amenazador-. ¿Reclamas a este hijo que
engendrastecontranuestrosagradojuramento?—Headmitidohaberobradomal.Ahoraquisieraoírlohablar.«Haberobradomal…»Semehizounnudoenlagarganta.¿Esoestodoloqueyoera?¿Unamala
obra?¿Elresultadodelerrordeundios?
—Ya leheperdonado lavidaunavez -rezongóZeus-.Atreverseavolara travésdemi reino…¡Bueno!Deberíahaberlofulminadoalinstanteporsuinsolencia.
—¿Yarriesgarteadestruirtupropiorayomaestro?-replicóPoseidónconcalma-.Escuchémoslo,hermano.
Zeusrefunfuñóunpocomásydecidió:—Escucharé.DespuésmepensarésiloarrojodelOlimpoono.—Perseus-dijoPoseidón-.Mírame.Lohice,ysurostronomeindicónada.Nohabíaningunaseñaldeamoroaprobación,nadaqueme
animase.Eracomomirarelocéano:algunosdíasveíasdequéhumorestaba,aunquelamayoríaresultabailegibleymisterioso.
TuvelaimpresióndequePoseidónnosabíarealmentequépensardemí.Nosabíasiestabacontentodetenermecomohijoono.Aunqueresulteextraño,mealegrédequesemostraratandistante.Sihubieseintentadodisculparse,odecirmequemequería,osonreírsiquiera,habríaparecidofalso,comounpadrehumanoquebuscaraalgunaexcusaparajustificarsuausencia.Podíavivirconaquello.Despuésdetodo,tampocoyoestabamuysegurodeél.
—DirígetealseñorZeus,chico-meordenóPoseidón-.Cuéntaletuhistoria.Asípues,contétodoloocurrido,conpelosyseñales.Luegosaquéelcilindrodemetal,queempezó
achispearenpresenciadeldiosdelcielo,ylodejéasuspies.Seprodujounlargosilencio,sólointerrumpidoporelcrepitardelahoguera.Zeusabriólapalmadelamano.Elrayomaestrovolóhastaallí.Cuandocerróelpuño,losextremos
metálicoszumbaronporlaelectricidadhastaquesostuvoloqueparecíamásunrelámpago,unajabalinacargadadeenergíasonoraquemeerizólanuca.
—Presientoqueelchicodicelaverdad-murmuróZeus-.PeroqueAreshayahechoalgoasí…esimpropiodeél.
—Esorgullosoeimpulsivo-comentóPoseidón-.Levienedefamilia.—¿Señor?-tercié.Ambosrespondieronalunísono:—¿Sí?—Aresnoactuósolo.Laideaseleocurrióaotro,aotracosa.Describímissueñosyaquellasensaciónexperimentadaenlaplaya,aquelfugazalientomalignoque
pareciódetenerelmundoyevitóqueAresmematara.—Enlossueños-proseguí-,lavozmedecíaquellevaraelrayoalinframundo.Aressugirióqueél
tambiénhabíasoñado.Creoqueestabasiendoutilizado,comoyo,paradesatarunaguerra.—¿AcusasaHades,despuésdetodo?-preguntóZeus.—No-contesté-.Quierodecir,señorZeus,queheestadoenpresenciadeHades.Lasensacióndela
playa fuediferente.Fue lomismoquesentícuandomeacerquéal foso.Es laentradaalTártaro,¿no?Algopoderosoymalvadoseestádesperezandoallíabajo…algomásantiguoquelosdioses.
Poseidón yZeus semiraron.Mantuvieron una discusión rápida e intensa en griego antiguo. Sólocaptéunapalabra:«Padre.»
Poseidónhizoalgunasugerencia,peroZeuscortópor losano.Poseidón intentódiscutir.Molesto,Zeuslevantóunamano.
—Asuntoconcluido-dijo-.TengoqueirapurificaresterelámpagoenlasaguasdeLemnos,paralimpiar lamanchahumanadelmetal.-Selevantóymemiró.Suexpresiónsesuavizóligeramente-.Mehashechounbuenservicio,chico.Pocoshéroeshabríanlogradotanto.
—Tuveayuda,señor-respondí-.GroverUnderwoodyAnnabethChase…—Paramostrartemiagradecimiento,teperdonarélavida.Noconfíoenti,PerseusJackson.Nome
gusta loque tu llegada suponeparael futurodelOlimpo,pero,porelbiende lapazen la familia, te
dejarévivir.—Esto…gracias,señor.—Niseteocurravolveravolar.Quenoteencuentreaquícuandovuelva.Deotromodo,probarás
esterayo.Yserátuúltimasensación.Eltruenosacudióelpalacio.Conunrelámpagocegador,Zeusdesapareció.Mequedésoloenlasaladeltronoconmipadre.—Tutío-suspiróPoseidón-siemprehatenidodebilidadporlassalidasdramáticas.Lehabríaido
biencomodiosdelteatro.Unsilencioincómodo.—Señor-pregunté-,¿quéhabíaenelfoso?—¿Notelohasimaginadoya?—¿Cronos?¿Elreydelostitanes?Inclusoen la saladel tronodelOlimpo,muy lejosdelTártaro,elnombre«Cronos»oscureció la
estancia,haciendoquelahogueraamiespaldanoparecieratancálida.Poseidónagarrósutridente.— En la primera guerra, Percy, Zeus cortó a nuestro padre Cronos enmil pedazos, justo como
Cronoshabíahechoconsupropiopadre,Urano.ZeusarrojólosrestosdeCronosalfosomásoscurodelTártaro.El ejército titán fue desmembrado, su fortaleza en elmonteEtna destruida y susmonstruososaliados desterrados a los lugaresmás remotos de la tierra. Aun así, los titanes no puedenmorir, delmismomodo que tampoco podemosmorir los dioses. Lo que queda de Cronos sigue vivo de algunaespantosaforma,sigueconscientedesudoloreterno,aúnhambrientodepoder.
—Seestácurando-dije-.Estávolviendo.Poseidónnegóconlacabeza.—Devezencuando,alolargodeloseones,Cronossedespereza.Seintroduceenlaspesadillasde
loshombreseinspiramalospensamientos.Despiertamonstruosincansablesdelasprofundidades.Perosugerirquepuedelevantarsedelfosoesotroasunto.
—Esoesloquepretende,padre.Esloquedijo.Poseidónguardósilencioduranteunlargomomento.—Zeushacerradoladiscusiónsobreesteasunto.NovaapermitirquesehabledeCronos.Has
completadotumisión,niño.Esoestodoloqueteníasquehacer.—Pero…-Me interrumpí.Discutir no iba a servir denada.Dehecho,bienpodría enfadar ami
padre-.Como…deseéis,padre.Unadébilsonrisasedibujóensuslabios.—Laobediencianotesurgedemaneranatural,¿verdad?—No…señor.— En parte es culpamía, supongo. Almar no le gusta que lo contengan. -Se irguió en toda su
estatura y recogió su tridente. Entonces emitió un destello y adoptó el tamaño de un hombre normal-.Debesmarcharte,niño.Peroprimerotienesquesaberquetumadrehavuelto.
Impresionado,lomiréfijamenteypregunté:—¿Mimadre?—Laencontrarásencasa.Hadeslaenviódevueltacuandorecuperastesuyelmo.InclusoelSeñor
delosMuertospagasusdeudas.Elcorazónmelatíadesbocado.Nopodíacreérmelo.—¿Vaisa…querríais…?QueríapreguntarleaPoseidónsileapetecíavenirconmigoaverla,peroentoncesreparéenqueeso
eraridículo.MeimaginéaldiosdelmarenuntaxicaminodelUpperEastSide.Sihubiesequeridoveramimadredurantetodoséstosaños,lohabríahecho.YtambiénhabíaquepensarenGabeelApestoso.
LosojosdePoseidónadquirieronuntintedetristeza.—Cuandoregresesacasa,Percy,deberás tomarunadecisiónimportante.Encontrarásunpaquete
esperándoteentuhabitación.—¿Unpaquete?—Loentenderáscuandoloveas.Nadiepuedeelegirtucamino,Percy.Debesdecidirlotú.Asentí,aunquenosabíaaquéserefería.—Tumadreesunareinaentrelasmujeres-declaróPoseidónconañoranza-.Noheconocidouna
mortalcomoellaenmilaños.Aunasí…lamentoquenacieras,niño.Tehedeparadoundestinodehéroe,yeldestinodeloshéroesnuncaesfeliz.Estrágicoentodaslasocasiones.
Intenténosentirmeherido.Allíestabamipropiopadre,diciéndomequelamentabaqueyohubiesenacido.
—Nomeimporta,padre.—Puedequeaúnno-dijo-.Aúnno.Peroaquellofueunerrorimperdonablepormiparte.—Osdejo,pues.-Hiceunareverenciaincómoda-.N-noosmolestaréotravez.Mehabíaalejadocincopasoscuandomellamó.—Perseus.-Mevolví.Habíaunfulgorensusojos,unaespeciedeorgullofiero-.Lohashechomuy
bien, Perseus. No me malinterpretes. Hagas lo que hagas, debes saber que eres hijo mío. Eres unauténticohijodeldiosdelmar.
Cuandoregresécaminandoporlaciudaddelosdioses,lasconversacionessedetuvieron.Lasmusasinterrumpieronsuconcierto.Todos,personas,sátirosynáyades,sevolvieronhaciamíconexpresionesderespetoygratitud,ycuandopaséjuntoaellosseinclinaroncomosiyofueraunhéroedeverdad.
Quinceminutosmástarde,aúnentrance,yaestabadevueltaenlascallesdeManhattan.Fuientaxihastaelapartamentodemimadre,llaméaltimbreyallíestaba:mipreciosamadre,con
aromaamentayregaliz,cuyocansancioypreocupacióndesaparecierondesurostroalverme.—¡Percy!Oh,graciasalcielo.Oh,miniño.Mediounfuerteabrazoynosquedamosenelpasillo,mientrasellasollozabaymeacariciabael
pelo.Loadmitiré:tambiényoteníalosojosllorosos.Temblabadeemoción,tanaliviadomesentía.MedijoquesencillamentehabíaaparecidoenelapartamentoaquellamañanayGabecasisehabía
desmayadodelsusto.NorecordabanadadesdeelMinotauro,ynopodíacreerseloquelehabíacontadoGabe:queyoerauncriminalbuscado,quehabíaviajadoportodoelpaísyhabíaestropeadomonumentosnacionalesdeincalculablevalor.Sehabíavueltolocadepreocupacióntodoeldíaporquenohabíaoídolasnoticias.Gabelahabíaobligadoairatrabajar,puestoqueteníaunsueldoqueganar.
Metraguélairaylecontémihistoria.Intentésuavizarlaparaqueparecieramenoshorribledeloqueenrealidadhabíasido,peronoeratareafácil.EstabaapuntodellegaralapeleaconArescuandolavozdeGabemeinterrumpiódesdeelsalón.
—¡Eh,Sally!¿Esepasteldecarneestálistooqué?Cerrólosojos.—Novaaalegrarsedeverte,Percy.LatiendaharecibidohoymediomillóndellamadasdesdeLos
Angeles…Algosobreunoselectrodomésticosgratis.—Ah,sí.Sobreeso…Consiguiólanzarmeunasonrisita.—Noloenfadesmás,¿vale?Venga,pasa.DurantemiausenciaelapartamentosehabíaconvertidoenTierradeGabe.Labasurallegabaalos
tobillos en la alfombra. El sofá había sido retapizado con latas de cerveza y de las pantallas de laslámparascolgabancalcetinessuciosyropainterior.
Gabeytresdesusamigotesjugabanalpóquerenlamesa.
CuandoGabemevio,selecayóelpuroylacaraselecongestionó.— ¿Cómo… cómo tienes la desfachatez de aparecer aquí, pequeña sabandija? Creía que la
policía…—Noesunfugitivo-intervinomimadresonriendo-.¿Noesmaravilloso,Gabe?Nosmiróboquiabierto.Estabaclaroquemivueltaacasanoleparecíatanmaravillosa.—Yaesbastantemaloquetuvieraquedevolvereldinerodetusegurodevida,Sally-gruñó-.Dame
elteléfono.Voyallamaralapolicía.—¡Gabe,no!Élarqueólascejas.—¿Dicesqueno?¿Creesquevoyaaguantara estemonstruoenciernesenmicasa?Aúnpuedo
presentarcargoscontraélpordestrozarmeelCámaro.—Pero…Levantólamanoymimadreseestremeció.Entoncescomprendíalgo:Gabehabíapegadoamimadre.Nosabíacuándonicómo,peroestaba
segurodeque lohabíahecho.Quizá llevabaañoshaciéndolosinqueyomeenterase.La iraempezóaexpandirseenmipecho.MeacerquéaGabe,sacandoinstintivamentemibolígrafodelbolsillo.
Élseechóareír.— ¿Qué, pringado? ¿Vas a escribirme encima? Si me tocas, irás a la cárcel para siempre, ¿te
enteras?—Valeya,Gabe-lointerrumpiósucolegaEddie-.Sóloesuncrío.Gabelofulminóconlamiradaeimitóconvozdefalsete:—Sóloesuncrío.Susotroscolegasrieroncomoidiotas.—Estábien.Seréamable.-Gabemeenseñóunosdientesmanchadosdetabacoyañadió-:Tienes
cincominutospararecogertuscosasylargarte.Sino,llamaréalapolicía.—¡Gabe,porfavor!-suplicómimadre.—Prefirióhuirdecasa-repusoél-.Muybien,puesquesigahuido.MemoríadeganaspordestaparAnaklusmos,pero lahojanoheríaa loshumanos.YGabe,en la
definiciónmáspobredeltérmino,erahumano.Mimadremeagarródelbrazo.—Porfavor,Percy.Vamos.Iremosatucuarto.Permitíquemeapartara.Lasmanosaúnmetemblabandeira.Mi habitación estaba abarrotada de la basura de Gabe: baterías de coche estropeadas, trastos y
chismesdetodaíndole,einclusounramodefloresmediopodridasquealguienlehabíaenviadotrasversuentrevistaconBarbaraWalters.
—Gabesóloestáunpocodisgustado,cariño-medijomimadre-.Hablaréconélmástarde.Estoyseguradequefuncionará.
—Mamá,nuncafuncionará.Nomientrasélsigaaquí.Ellasefrotólasmanos,nerviosa.— Mira… te llevaré a mi trabajo el resto del verano. En otoño a lo mejor encontramos otro
internado…—Déjaloya,mamá.Bajólamirada.—Lointento,Percy.Sólo…quenecesitoalgodetiempo.Deprontoaparecióunpaquete enmi cama.Por lomenos,habría juradoqueun instante antesno
estabaallí.Eraunacajadecartóndel tamañodeunapelotadebaloncesto.Ladirecciónestabaescritaconmicaligrafía:
LosDiosesMonteOlimpoPlanta600EdificioEmpireStateNuevaYork,NY
Conmismejoresdeseos,
PERCYJACKSON
Encima, escrita con la letra clara de un hombre, leí la dirección de nuestro apartamento y laspalabras:«devolverALremitente.»DerepentecomprendíloquePoseidónmehabíadichoenelOlimpo:unpaqueteyunadecisión.«Hagasloquehagas,debessaberqueereshijomío.Eresunauténticohijodeldiosdelmar.»
Miréamimadre.—Mamá,¿quieresquedesaparezcaGabe?—Percy,noestanfácil.Yo…—Mamá,contesta.Esecretinotehapegado.¿Quieresquedesaparezcaono?Vaciló,ydespuésasintiólevemente.—Sí,Percy.Quiero,eintentoreunirtodomivalorparadecírselo.Peroesonopuedeshacerlotú
pormí.Nopuedesresolvermisproblemas.Mirélacaja.Sípodíaresolverlos.Silallevabaalamesadepóquerysacabasucontenido,podríaempezarmi
propiojardíndeestatuasjustoallí,enelsalón.Esoesloqueunhéroegriegohabríahecho,pensé.Eraloque Gabe se merecía. Pero la historia de un héroe siempre acaba en tragedia, como había dichoPoseidón.
Recordé el inframundo. Pensé en el espíritu de Gabe vagando eternamente en los Campos deAsfódelos,ocondenadoaalgunatorturaterribletraslaalambradadeespinodelosCamposdeCastigo:unapartidadepóquereterna,sumergidohastalacinturaenaceitehirviendoyescuchandoópera.¿Teníayoderechoaenviaraalguienallí,inclusotratándosedealguientandespreciablecomoGabe?
Unmesantesnolohabríadudado.Ahora…—Puedohacerlo-ledijeamimadre-.Unamiraditadentrodeestacajaynovolveráamolestarte.Mimadremiróelpaqueteylocomprendió.—No,Percy-dijoapartándose-.Nopuedes.—Poseidóntellamóreina-ledije-.Mecontóquenohabíaconocidoaunamujercomotúenmil
años.—Percy…-musitóruborizándose.—Mereces algomejor que esto, mamá. Deberías ir a la universidad, obtener tu título. Podrías
escribir tu novela, conocer a un buen hombre, vivir en una casa bonita.Ya no tienes que protegermequedándoteconGabe.Dejaquemedeshagadeél.
Sesecóunalágrimadelamejilla.—Hablasigualquetupadre-dijo-.Unavezmeofreciódetenerlamareayconstruirmeunpalacio
enelfondodelmar.Creíaquepodíaresolvermisproblemasconunsimpleademán.—¿Yquéhaydemaloeneso?Susojosmulticoloresparecieronindagarenmiinterior.—Creo que lo sabes, Percy. Te pareces lo bastante amí para entenderlo. Simi vida tiene que
significar algo,debovivirlapormímisma.Nopuedodejarqueundiosomihijo seocupendemí…Tengoqueencontraryosolaelsentidodemiexistencia.Tumisiónmeloharecordado.
Oímoselsonidodelasfichasdepóquereimproperios,yelcanaldeportivoESPNeneltelevisordelsalón.
—Dejarélacajaaquí-dije-.Siélteamenaza…Ellaasintióconairetriste.—¿Adondepiensasir,Percy?—AlacolinaMestiza.—¿Paraverano…oparasiempre?—Supongoqueesodepende.Nosmiramosytuvelasensacióndequehabíamosalcanzadounacuerdo.Yaveríamoscómoestaban
lascosasalfinaldelverano.Mebesóenlafrente.—Serásunhéroe,Percy.Elmayorhéroedetodos.Volvíamirarmihabitacióneintuíqueyanovolveríaaverla.Despuésfuiconmimadrehasta la
puertaprincipal.—¿Temarchastanpronto,pringado?-megritóGabepordetrás-.¡Hastanunca!Tuveunúltimomomentodeduda.¿Cómopodíadesperdiciarlaoportunidaddedarlesumerecidoa
aquelbruto?Meibasinsalvaramimadre.—¡Sally!-gritóél-.¿Quépasaconesepasteldecarne?Unamiradadeirarefulgióenlosojosdemimadreypenséque,despuésdetodo,quizásíestaba
dejándolaenbuenasmanos.Lassuyaspropias.—Elpasteldecarnellegaenunminuto,cariño-lecontestó-.Pasteldecarneconsorpresa.Memiróymeguiñóunojo.LoúltimoquevicuandolapuertasecerrabafueamimadreobservandoaGabe,comosievaluara
quétalquedaríacomoestatuadejardín.
Capítulo22
Laprofecíasecumple
HabíamossidolosprimeroshéroesenregresarvivosalacolinaMestizadesdeLuke,asíquetodoelmundonostratabacomosihubiéramosganadoalgúnrealityshow.Segúnlatradicióndelcampamento,nosceñimoscoronasdelaurelenelgranfestivalorganizadoennuestrohonor,ydespuésdirigimosunaprocesión hasta la hoguera, donde debíamos quemar los sudarios que nuestras cabañas habíanconfeccionadoennuestraausencia.
LamortajadeAnnabetheratanbonita-sedagrisconlechuzasdeplatabordadas-,quelecomentéqueeraunapenanoenterrarlaconella.Mediounpuñetazoymedijoquecerraraelpico.
Como era hijo de Poseidón, no había nadie enmi cabaña, así que la deAres se había ofrecidovoluntariaparahacerlamía.Aunasábanaviejalehabíanpintadounacenefaconcarassonrientesconlosojosencruz,ylapalabraPRINGADObiengrandeenmedio.Molóquemarla.
MientraslacabañadeApolodirigíaelcoroynospasábamossándwichesdegalleta,malvaviscosychocolate, me senté rodeado de mis antiguos compañeros de la cabaña de Hermes, los amigos deAnnabeth de la cabaña de Atenea y los colegas sátiros de Grover, que estaban admirando la reciénexpedidalicenciadebuscadorquelehabíaconcedidoelConsejodelosSabiosUngulados.Elconsejohabía definido la actuación de Grover en la misión como: «Valiente hasta la indigestión. Nada quehayamosvistohastaahoralellegaalabasedelaspezuñas.»
Los únicos que no tenían ganas de fiesta eran Clarisse y sus colegas de cabaña, cuyas miradasenvenenadasmeindicabanquejamásmeperdonaríanporhaberavergonzadoasupadre.
Pormí,bien.NisiquieraeldiscursodebienvenidadeDionisoibaaamargarmeelánimo.—Sí,sí,vale,asíqueelmocosonohaacabadomatándose,yahoraselotendráaúnmáscreído.
Bien,pueshurra.Másanuncios:estesábadonohabráregatasdecanoas…Regreséalacabaña3,peroyanomesentíatansolo.Teníaamigosconlosqueentrenarporeldía.
Denoche,mequedabadespiertoyescuchabaelmar,conscientedequemipadreestabaahífuera.Alomejoraúnnoestabamuysegurodemí,odeverdadpreferíaquenohubiesenacido,perovigilaba.Yhastaelmomento,sesentíaorgullosodeloquehabíahecho.
Yencuantoamimadre, tenía laocasióndeempezarunanuevavida.Recibí lacartaunasemanadespués demi llegada al campamento.Me contaba queGabe había desaparecidomisteriosamente; dehecho, que había desaparecido de la faz de la tierra. Lo había denunciado a la policía, pero tenía elextrañopresentimientodequejamásloencontrarían.
Enotroordendecosas,mamáacababadevendersuprimeraesculturadehormigóntamañonatural,tituladaEljugadordepóquer,auncoleccionistaatravésdeunagaleríadeartedelSoho.Habíaobtenidotanto dinero que había pagado la fianza para un piso nuevo y lamatrícula del primer semestre en laUniversidaddeNuevaYork.LagaleríadelSoholehabíapedidomásesculturas,quedefiníancomo«ungranpasohaciaelneorrealismosuperfeo».
«Peronotepreocupes-añadíamimadre-.Laesculturasehaacabado.Mehedeshechodeaquellacajadeherramientasquemedejaste.Yaeshoradequevuelvaaescribir…-Alfinalincluíaunaposdata-:Percy,he encontradounabuenaescuelaprivadaen la ciudad.Hedejadoundepósito,por si quieres
matricularte en séptimo curso. Podrías vivir en casa. Pero si prefieres quedarte interno en la colinaMestiza,loentenderé.»
Doblélacartaconcuidadoyladejéenmimesitadenoche.Todaslasnochesantesdedormirme,volvíaaleerlaeintentabadecidircómoresponderle.
El4dejulio,todoelcampamentosereuniójuntoalaplayaparaasistiraunosfuegosartificialesorganizadospor la cabaña9.Dadoqueeran loshijosdeHefesto,no se conformaríanconunas cutresexplosioncitasrojas,blancasyazules.
Habíanancladounabarcazalejosdelaorillaylahabíancargadoconcohetestamañomisil.SegúnAnnabeth,quehabíavistoanteselespectáculo,losdisparoserantanseguidosquepareceríanfotogramasdeunaanimación.Alfinalapareceríaunaparejadeguerrerosespartanosdetreintametrosdealturaquecobraríanvidaencimadelmar,lucharíanyestallaríanenmilcolores.
MientrasAnnabethyyoextendíamos lamantadepicnic,aparecióGroverparadespedirse.Vestíasusvaqueroshabituales,unacamisetayzapatillas,peroenlasúltimassemanasteníaaspectodemayor,casicomosifueraalinstituto.Laperilladechivoselehabíavueltomásespesa.Habíaganadopesoyloscuernoslehabíancrecidotrescentímetros,asíqueahorateníaquellevar lagorrarasta todoel tiempoparapasarporhumano.
—Mevoy-dijo-.Sólohevenidoparadecir…Bueno,yasabéis.Intentéalegrarmeporél.Alfinyalcabo,notodoslosdíasunsátiroeraautorizadoapartirenbusca
del gran dios Pan. Pero costaba decir adiós. Sólo conocía aGrover desde hacía un año, pero eramiamigomásantiguo.
Annabethlediounabrazoylerecordóquenosequitaralospiesfalsos.Yolepreguntédóndebuscaríaprimero.— Es… ya sabes, un secreto -me contestó-. Ojalá pudierais venir conmigo, chicos, pero los
humanosyPan…—Loentendemos-leaseguróAnnabeth-.¿Llevassuficienteslatasparaelcamino?—Sí.—¿Yteacuerdasdelasmelodíasparalaflauta?—Jo,Annabeth-protestó-.Parecestancontroladoracomomamácabra.Agarrósucayadoysecolgóunamochiladelhombro.Teníaelaspectodecualquierautoestopistade
losquesevenpor lascarreteras:noquedabanadadelpequeñosietemesinoalqueyodefendíade losmatonesenlaacademiaYancy.
—Bueno-dijo-,deseadmesuerte.AbrazóotravezaAnnabeth.Mediounapalmadaenelhombroysealejóentrelasdunas.Losfuegosartificialessurgieronentreexplosionesenelcielo:HérculesmatandoalleóndeNemea,
Artemisa tras el jabalí, George Washington (que, por cierto, era hijo de Atenea) cruzando el ríoDelaware.
— ¡Eh,Grover! -le grité.Sevolvió en la lindedel bosque-.Dondequieraquevayas, esperoquehaganbuenasenchiladas.
Elsonrióyalpuntodesaparecióentrelosárboles.—Volveremosaverlo-dijoAnnabeth.Intentécreerlo.Elhechodequeningúnbuscadorhubieraregresadoantestrasdosmilaños…Enfin,
decidíquepreferíanopensarenaquello.Groverseríaelprimero.Sí,teníaqueserlo.
Transcurriójulio.Pasélosdíasconcibiendonuevasestrategiasparacapturarlabanderayhaciendoalianzasconlas
otras cabañasparamantener las zarpasde la cabañadeAres lejosdel estandarte.Conseguí subir por
primeravezelrocódromosinquemequemaralalava.DevezencuandopasabajuntoalaCasaGrande,mirabalasventanasdeldesványpensabaenel
Oráculo.Intentabaconvencermedequesuprofecíasehabíacumplido.«Irásaloeste,dondeteenfrentarásaldiosqueseharebelado.»Habíaestadoallí,ylohabíahecho:
aunqueeldiostraidorhabíaresultadoAresenvezdeHades.«Encontraráslorobadoylodevolverás.»Hecho.Marchandounaderayomaestro.Marchandootra
deyelmodeoscuridadparalacabezagrasientadeHades.«Serás traicionadoporquiensedice tuamigo.»Estevaticinioseguíapreocupándome.Areshabía
fingidosermiamigoydespuésmehabíatraicionado.EsodebíadeserloquequeríadecirelOráculo…«Al final,noconseguirás salvar lomás importante.»Había fracasadoensalvaramimadre,pero
sóloporquehabíadejadoquesesalvaraellamisma,ysabíaqueesoeralocorrecto.Asípues,¿porquéseguíaintranquilo?
Laúltimanochedelcursoestivalllegódemasiadorápido.Los campistas cenamos juntos por última vez. Quemamos parte de nuestra cena para los dioses.
Juntoalahoguera,losconsejerosmayoresconcedíanlascuentasde«findeverano».Yoobtuvemipropiocollardecuero,ycuandovilacuentademiprimerverano,mealegrédequeel
resplandor del fuego enmascarara mi sonrojo. Era completamente negra, con un tridente verde marbrillandoenelcentro.
—Laelecciónfueunánime-anuncióLuke-.Estacuentaconmemoraalprimerhijodeldiosdelmarenestecampamento,¡ylamisiónquellevóacabohastalapartemásoscuradelinframundoparaevitarunaguerra!
El campamento entero se puso enpie ymevitoreó. Incluso la cabañadeAres se vioobligada alevantarse.LacabañadeAteneaempujóaAnnabethhaciadelanteparaquecompartieseelaplauso.
Noestoysegurodequevuelvaasentirmetancontentootristecomoenaquelmomento.Porfinhabíaencontradounafamilia,gentequesepreocupabapormíyquepensabaquehabíahechoalgobien.Pero,porlamañana,lamayoríasemarcharíaapasarelañofuera.
Alamañanasiguienteencontréunacartaformalenmimesilladenoche.SabíaquelahabíaescritoDioniso,porqueseempeñabaenescribirminombremal:
ApreciadoPeterJohnson:Si tienes intención de quedarte en elCampamentoMestizo todo el año, debes notificarlo a la
CasaGrandeantesdemediodíadehoy.Sinoanuncias tus intenciones,asumiremosquehasdejadolibre la cabaña o hasmuerto víctima de un final horrible. Las arpías de la limpieza empezarán atrabajar al atardecer. Tienen permiso para comerse a cualquier campista no autorizado. Todos losartículospersonalesqueolvidéisseránincineradosenelfosodelava.
¡Quetengasunbuendía!
Sr.D(Dioniso)DirectordelCampamenton.°12delConsejoOlímpico
EseesotrodelosproblemasdelTHDA.Lasfechaslímitenosonrealesparamíhastaquelastengoencima.Elveranohabíaterminadoyyoseguíasininformaramimadre,oalcampamento,sobresimequedaríaono.Yahorasóloteníaunashorasparadecidirlo.
La decisión debería haber sido fácil. Quiero decir que se trataba de escoger entre nuevemesesentrenandoparaserunhéroeonuevemesessentadoenunaclase…Enfin.
Supongoquedebíatenerencuentaamimadre.PorprimeravezteníalaoportunidaddevivirconellaunañosinlamolestapresenciadeGabe.Podríasentirmecómodoencasaypasearporlaciudadenmitiempolibre.RecordabalaspalabrasdeAnnabethdurantenuestramisión:«Losmonstruosestánenelmundoreal.Ahíesdondedescubressisirvesparaalgoono.»
Pensé en el destino de Thalia, hija de Zeus. Me preguntaba cuántos monstruos me atacarían siabandonaba la colinaMestiza.Simequedaba en casa todo el año académico, sinQuirónomis otrosamigosparaayudarme,¿llegaríamosmimadreyyovivosalsiguienteverano?Esosuponiendoquelosexámenesdedeletrearylasredaccionesdecincopárrafosnoacabaranconmigo.Decidíbajaralestadioypracticarunpococonlaespada.Quizáesomeaclararíalasideas.
Las instalaciones del campamento, casi desiertas, refulgían al calor de agosto. Los campistasestaban en sus cabañas recogiendo, o de aquí para allá con escobas y mopas, preparándose para lainspección final. Argos ayudaba a algunas chicas de Afrodita con sus maletas de Gucci y juegos demaquillajecolinaarriba,dondeelminiautobúsdelcampamentoesperabaparallevarlasalaeropuerto.
«Aúnnopiensesenmarcharte-medije-.Sóloentrena.»MeacerquéalestadiodelosluchadoresdeespadaydescubríqueLukehabíatenidolamismaidea.
Subolsadedeporteestabaalbordedelatarima.Trabajabasolo,entrenandocontramaniquíesconunaespadaquenuncalehabíavisto.Debíadeserdeaceronormal,porqueestabarebanándoleslascabezasalosmaniquíes,abriéndoleslastripasdepaja.Teníalacamisetanaranjadeconsejeroempapadadesudor.Su expresión era tan intensa que su vida bien habría podido estar en peligro. Lo observé mientrasdestripabalafilaenterademaniquíes,lescercenabalasextremidadesylosreducíaaunapiladepajayarmazón.
Sóloeranmaniquíes,peroaunasínopudeevitarquedarfascinadoconlahabilidaddeLuke.Eltíoeraunguerreroincreíble.Unavezmásmepreguntécómopodíahaberfalladoensumisión.
Alfinalmevioysedetuvoamediolance.—Percy.—Oh…perdona.Yosólo…—Nopasanada-dijobajandolaespada-.Sóloestoyhaciendounasprácticasdeúltimahora.—Esosmaniquíesyanomolestaránanadiemás.Lukeseencogiódehombros.—Losreponemoscadaverano.Entoncesviensuespadaalgoquemeresultóextraño.Lahojaestabaconfeccionadacondostiposde
metal:bronceyacero.Lukesediocuentadequeestabamirándola.—¿Ah,esto?Unnuevojuguete.EstaesBackbiter.—Vaya.Lukegirólahojaalaluzdemodoquebrillara.—Broncecelestialyacerotemplado-explicó-.Funcionatantoenmortalescomoeninmortales.PenséenloqueQuirónmehabíadichoalempezarmimisión:queunhéroejamásdebíadañaralos
mortalesamenosquefueraabsolutamentenecesario.—Nosabíaquesepodíanhacerarmascomoésa.—Probablementenosepuede -coincidióLuke-.Esúnica. -Mededicóunasonrisitayenvainó la
espada-.Oye,ibaabuscarte.¿Quédicesdeunaúltimaincursiónenelbosque,aversiencontramosalgoparaluchar?
Noséporquévacilé.DeberíahabermealegradoqueLukesemostraratanamable.Desdemiregresosehabíacomportadodeformaalgodistante.Temíaquemeguardararencorpor laatenciónqueestabarecibiendo.
—¿Creesqueesbuenaidea?-repuse-.Quierodecir…—Oh,vamos. -Rebuscóensubolsadedeporteysacóunpackdeseis latasdeCoca-Cola-.Las
bebidascorrendemicuenta.Miré las Coca-Colas, preguntándome de dónde demonios las habría sacado. No había refrescos
mortalesnormalesenla tiendadelcampamento,ytampocoeraposiblemeterlosdecontrabando,salvoquizáconlaayudadeunsátiro.Porsupuesto,lascopasmágicasdelacenasellenabandeloquequerías,peronosabíaexactamenteigualquelaCoca-Cola.
Azúcarycafeína.Mifuerzadevoluntadsedesplomó.—Claro-decidí-.¿Porquéno?Bajamos hasta el bosque y dimos una buena caminata buscando algún monstruo, pero hacía
demasiado calor. Todos losmonstruos con algo de seso estarían haciendo la siesta en sus fresquitascuevas.EncontramosunlugarensombrajuntoalarroyodondelehabíarotolalanzaaClarissedurantemiprimerapartidadecapturarlabandera.Nossentamosenunarocagrande,bebimoslasCoca-Colasyobservamoselpaisaje.
Alcabodeunrato,Lukepreguntó:—¿Echasdemenosirdemisión?—¿Conmonstruosatacándomeacadapaso?¿Estásdebroma?-Lukearqueóunaceja-.Vale,loecho
demenos-admití-.¿Ytú?Surostroseensombreció.EstabaacostumbradoaoírdeciralaschicasloguapoqueeraLuke,peroenaquelinstanteparecía
cansado,enfadadoynadaatractivo.Supelorubioseveíagrisalaluzdelsol.Lacicatrizdesurostroparecíamásprofundadelonormal.Fuicapazdeimaginarlodeviejo.
—Llevoviviendoen la colinaMestizadesdeque tenía catorceaños -dijo-.DesdequeThalia…Bueno,yasabes…Heentrenadoyentrenadoyentrenado.Jamásconseguíserunadolescentenormalenelmundoreal.Despuésmeasignaronunamisión,perocuandovolvífuecomosimedijeran:«Hala,yasehaterminadoladiversión.Quetengasunabuenavida.»
Arrugósulataylaarrojóalarroyo,locualmedejóalucinadodeverdad.UnadelasprimerascosasqueaprendesenelCampamentoMestizoesanoensuciar.Delocontrario,lasninfasylasnáyadestelohacenpagar:cualquierdíatemetesentucamaytelaencuentrasllenadeciempiésydebarro.
— A la porra con las coronas de laurel -dijo Luke-. No voy a terminar como esos trofeospolvorientoseneldesvándelaCasaGrande.
—¿Piensasmarcharte?Lukemesonriómaliciosamente.—Puesclaroquesí,Percy.Tehetraídoaquíabajoparadespedirmedeti.Chasqueólosdedosyalpuntounpequeñofuegoabrióunagujeroenelsueloamispies.Delinterior
salióreptandoalgonegroybrillante,deltamañodemimano.Unescorpión.Hiceademándeagarrarmiboli.—Yo no lo haría -me advirtió Luke-. Los escorpiones del abismo saltan hasta cincometros. El
aguijónperforalaropa.Estarásmuertoensesentasegundos.—Pero¿qué…?Entonceslocomprendí.«Serástraicionadoporquiensedicetuamigo.»—Tú…-musité.Sepusoenpietranquilamenteysesacudiólosvaqueros.El escorpión no le prestó atención.Tenía sus ojos negros fijos enmí,mientras reptaba haciami
zapatoconelaguijónenhiesto.—Hevistomuchoenelmundodeahífuera,Percy-dijoLuke-.¿Túno?Laoscuridadsecongrega,
losmonstruossoncadavezmásfuertes.¿Notedascuentadeloinútilqueestodoesto?Loshéroessonpeones de los dioses. Tendrían que haber sido derrocados hace miles de años, pero han aguantadograciasanosotros,losmestizos.
Nopodíacreerqueaquelloestuvierapasando.—Luke…estáshablandodenuestrospadres-dije.Soltóunacarcajadayluegoagregó:—¿Y sólo por eso tengo que quererlos? Su preciosa civilización occidental es una enfermedad,
Percy.Estámatandoelmundo.Laúnicamaneradedetenerlaesquemarladearribaabajoyempezardeceroconalgomáshonesto.
—EstástanlococomoAres.Seleencendieronlosojos.—Aresesuninsensato.Jamássediocuentadequiénerasuauténticoamo.Situviesetiempo,Percy,
teloexplicaría,perometemoquenovivirástanto.Elescorpiónempezóatreparporlapernerademipantalón.Teníaquehaberunasalidaaaquella
situación.Necesitabatiempo.—Cronos-dije-.Eseestuamo.Elairesevolviórepentinamentefrío.—Deberíastenercuidadoconlosnombresquepronuncias-meadvirtióLuke.—Cronoshizoquerobaraselrayomaestroyelyelmo.Tehablabaensueños.Percibíunleveticenunodesusojos.—Tambiéntehablóati,Percy.Tendríasquehaberloescuchado.—Teestálavandoelcerebro,Luke.— Te equivocas. Me mostró que mi talento está desperdiciado. ¿Sabes qué misión me
encomendaron hace dos años, Percy?Mi padre, Hermes, quería que robara una manzana dorada delJardín de lasHespérides y la devolviera alOlimpo.Después de todo el entrenamiento al queme hesometido,esofuelomejorqueseleocurrió.
—Noesunamisiónfácil-dije-.LohizoHércules.—Exacto.Pero¿dóndeestálagloriaenrepetirloqueotrosyahanhecho?Loúnicoquesabenhacer
los dioses es repetir su pasado. No pusemi corazón en ello. El dragón del jardínme regaló esto. -Contrariado,señalólacicatriz-.Ycuandoregresésóloobtuvelástima.YaentoncesquisederrumbarelOlimpo piedra a piedra, pero aguardé el momento oportuno. Empecé a soñar con Cronos, que meconvenciódequerobaraalgovalioso,algoqueningúnhéroehabíatenidoelvalordellevarse.Cuandonosfuimosdeexcursiónduranteelsolsticiodeinvierno,mientraslosdemáscampistasdormían,entréenlasaladel tronoyme llevéel rayomaestrodedebajodesusilla.TambiénelyelmodeoscuridaddeHades.Noimaginaslofácilquefue.QuéarrogantessonlosOlímpicos;nisiquieraconcebíanquealguienpudieserobarles.Tienenunsistemadeseguridadlamentable.YaestabaenmitaddeNuevaJerseycuandooílostruenosysupequehabíandescubiertomirobo.
Elescorpiónestabaahoraenmirodilla,mirándomeconojosbrillantes.Intentémantenerfirmemivoz.
—¿YporquénolellevasteesosobjetosaCronos?LasonrisadeLukedesapareció.—Me…meconfiéenexceso.Zeusenvióa sushijosehijasabuscarel rayo robado:Artemisa,
Apolo,mipadre,Hermes.PerofueAresquienmepilló.Habríapodidoderrotarlo,peronomeatreví.Medesarmó,sehizoconelrayoyelyelmoymeamenazóconvolveralOlimpoyquemarmevivo.EntonceslavozdeCronosvinoamíymeindicóquédecir.PersuadíaAresdelaconvenienciadeunagranguerraentre los dioses. Le dije que sólo tenía que esconder los objetos robados durante un tiempo y luegoregocijarseviendocómolosdemáspeleabanentresí.AAreslebrillaronlosojosconmaldad.Supequelo había engañado. Me dejó ir, y yo regresé al Olimpo antes de que notaran mi ausencia. -Lukedesenvainósunuevaespadaypasóelpulgarporelcanto,comohipnotizadoporsubelleza-.Después,elseñor de los titanes… m-me castigó con pesadillas. Juré no volver a fracasar. De vuelta en el
Campamento Mestizo, en mis sueños me dijo que llegaría un segundo héroe, alguien a quien podríaengañarseparallevarelrayoyelyelmoalTártaro.
—Túinvocastealperrodelinfiernoaquellanocheenelbosque.—TeníamosquehacercreeraQuirónqueelcampamentonoeraseguroparati,asíteiniciaríaentu
misión.TeníamosqueconfirmarsusmiedosdequeHadesibatrasdeti.Yfuncionó.—Laszapatillasvoladorasestabanmalditas-dije-.Sesuponíaqueteníanquearrastrarmeamíya
lamochilaalTártaro.—Y lo habrían hecho si las hubieses llevado puestas. Pero se las diste al sátiro, cosa que no
formabapartedelplan.Groverestropeatodoloquetoca.Hastaconfundiólamaldición.-Lukemiróalescorpión,queyaestabaenmimuslo-.DeberíashabermuertoenelTártaro,Percy.Peronotepreocupes,tedejoconmiamigoparaquearregleeseerror.
—Thaliadiosuvidaparasalvarte-dije,ymerechinabanlosdientes-.¿Asíescomolepagas?—¡NohablesdeThalia!-gritó-.¡Losdiosesladejaronmorir!Esaesunadelasmuchascosaspor
lasquepagarán.—Teestánutilizando,Luke.TantoaticomoaAres.NoescuchesaCronos.—¿Quemeestánutilizando?-Suvozsetornóaguda-.Mírateatimismo.¿Quéhahechotupadrepor
ti?Cronossealzará.Sólohasretrasadosusplanes.ArrojaráalosOlímpicosalTártaroydevolveráalahumanidadasuscuevas.Atodossalvoalosmásfuertes:losquelesirven.
—Apartaestebicho-dije-.Sitanfuerteeres,peleaconmigo.Lukesonrió.—Buenintento,Percy,peroyonosoyAres.Amínovasaengatusarme.Miseñormeespera,ytiene
misionesdesobraquedarme.—Luke…—Adiós,Percy.SeavecinaunanuevaEdaddeOro,perotúnoformaráspartedeella.Trazóunarcoconlaespadaydesaparecióenunaondadeoscuridad.Elescorpiónatacó.Loapartédeunmanotazoydestapémiespada.Elbichejomesaltóencimaylocortéendosenel
aire. Iba a felicitarme por mi rápida reacción cuando me miré la mano: tenía un verdugón rojo quesupurabaunasustanciaamarillaydespedíahumo.Despuésdetodo,elbichejomehabíapicado.
Melatíanlosoídosysemenublólavisión.Agua,pensé.Mehabíacuradoantes.Lleguéalarroyoatrompiconesysumergílamano,peronoocurriónada.Elvenenoerademasiadofuerte.Perdíalavisiónyapenas me mantenía en pie… «Sesenta segundos», me había dicho Luke. Tenía que regresar alcampamento.Simederrumbabaallí,micuerposerviríadecenaparaalgúnmonstruo.Nadiesabríajamásquéhabíaocurrido.
Sentílaspiernascomoplomo.Meardíalafrente.Avancéatropezoneshaciaelcampamento,ylasninfasserevolvieronenlosárboles.
—Socorro…-gemí-.Porfavor…Dos de ellasme agarraron de los brazos yme arrastraron. Recuerdo haber llegado al claro, un
consejeropidiendoayuda,uncentaurohaciendosonarunacaracola.Despuéstodosevolviónegro.
Medespertéconunapajitaenlaboca.Sorbíaalgoquesabíaacookiesdechocolate.Néctar.Abrílosojos.EstabaenunacamadelaenfermeríadelaCasaGrande,conlamanoderechavendadacomosifuera
unmazo.Argosmontabaguardiaenunaesquina.Annabeth,sentadaamilado,sosteníamivasodenéctarymepasabaunpañohúmedoporlafrente.
—Aquíestamosotravez-dije.
—Cretino-dijoAnnabeth,loquemeindicólocontentaqueestabadevermeconsciente-.Estabasverdeyvolviéndotegriscuandoteencontramos.DenoserporloscuidadosdeQuirón…
—Bueno,bueno-intervinolavozdeQuirón-.LaconstitucióndePercytienepartedelmérito.Estaba sentado junto a los pies de la cama en forma humana, motivo por el que aún no había
reparado en él. Su parte inferior estaba comprimida mágicamente en la silla de ruedas; la superior,vestidaconchaquetaycorbata.Sonrió,peroseleveíapálidoycansado,comocuandopasabadespiertotodalanochecorrigiendolosexámenesdelatín.
—¿Cómoteencuentras?-preguntó.—Comosimehubierancongeladolasentrañasydespuéslashubierancalentadoenelmicroondas.— Bien, teniendo en cuenta que eso era veneno de escorpión del abismo. Ahora tienes que
contarme,sipuedes,quéocurrióexactamente.Entresorbosdenéctar,lescontélahistoria.Cuandofinalicé,hubounlargosilencio.—No puedo creer que Luke… -AAnnabeth le falló la voz. Su expresión se tornó de tristeza y
enfado-.Sí,sípuedocreerlo.Quelosdioseslomaldigan…Nuncafueelmismotrassumisión.—HayqueavisaralOlimpo-murmuróQuirón-.Iréinmediatamente.—Lukeaúnestáahífuera-dije-.Tengoqueirtrasél.Quirónmeneólacabeza.—No,Percy.Losdioses…—Noharánnada-espeté-.¡Zeushadichoqueelasuntoestabacerrado!—Percy,séqueestoesduro,peroahoranopuedescorrerenbuscadevenganza.Primerotienesque
reponerte,ydespuéssometerteaunduroentrenamiento.Nomegustaba,peroQuirónteníarazón.Echéunvistazoamimanoysupequetardaríaenvolvera
usarlaespada.—Quirón,tuprofecíadelOráculoerasobreCronos,¿no?¿Aparecíayoenella?¿YAnnabeth?Quirónserevolvióconinquietud.—Percy,nomecorresponde…—Tehanordenadoquenomelocuentes,¿verdad?Susojoserancomprensivosperotristes.—Serásungranhéroe,niño.Harétodoloquepuedaparaprepararte.Perositengorazónsobreel
caminoqueseabreanteti…-Unsúbitotruenoretumbóhaciendovibrarlasventanas-.¡Bien!-exclamóQuirón-.¡Vale!-Exhalóunsuspirodefrustraciónyañadió-:Losdiosestienensusmotivos,Percy.Saberdemasiadodelfuturodeunomismonuncaesbueno.
—Peronopodemosquedarnosaquísentadossinhacernada-insistí.—Novamosaquedarnossentados-prometióQuirón-.Perodebestenercuidado.Cronosquiereque
tedeshilaches,quetuvidasetrunque,quetuspensamientossenublendemiedoeira.Nolocomplazcas,noledesloquedesea.Entrenaconpaciencia.Llegarátumomento.
—Suponiendoquevivatantotiempo.Quirónmepusounamanoeneltobillo.—Debesconfiarenmí,Percy.Peroprimerotienesquedecidirtucaminoparaelpróximoaño.Yo
no puedo indicarte la elección correcta… -Me dio la impresión de que tenía una opinión bastanteformada,peroquepreferíanoaconsejarme-.TienesquedecidirsitequedasenelCampamentoMestizotodo el año, o regresas al mundomortal para hacer séptimo curso y luego volver como campista deverano.Piensaenello.CuandoregresedelOlimpo,debescomunicarmetudecisión.
Queríahacerlemáspreguntas,perosuexpresiónmeindicóqueladiscusiónestabazanjada;yahabíadichotodocuantopodía.
—Regresaréencuantopueda -prometió-.Argos tevigilará. -MiróaAnnabeth-.Oh,yquerida…
cuandoestéslista,yaestánaquí.—¿Quiénesestánaquí?Nadierespondió.Quirón salió de la habitación. Oí su silla de ruedas alejarse por el pasillo y después bajar
cuidadosamentelosescalones.Annabethestudióelhieloenmibebida.—¿Quépasa?-lepregunté.—Nada. -Dejó el vaso encima de lamesa-.He seguido tu consejo sobre algo. Tú… ¿necesitas
algo?—Sí,ayúdameaincorporarme.Quierosalirfuera.—Percy,noesbuenaidea.Saqué las piernas de la cama. Annabeth me sujetó antes de que me derrumbara al suelo. Tuve
náuseas.—Telohedicho-refunfuñóAnnabeth.—Estoybien-insistí.NoqueríaquedarmetumbadoenlacamacomouninválidomientrasLukerondabaporahíplaneando
destruirelmundooccidental.Conseguídarunpaso.Despuésotro,aúnapoyandocasi todomipesoenAnnabeth.Argosnossiguióaprudentedistancia.
Cuando llegamos al porche, tenía el rostro perlado de sudor y el estómago hecho unmanojo denervios.Perohabíaconseguidollegaralabalaustrada.
Estabaoscureciendo.Elcampamentoparecíaabandonado.Lacabañasestabanaoscurasylacanchadevoleibolensilencio.Ningunacanoasurcabaellago.Másalládelosbosquesyloscamposdefresas,elcanaldeLongIslandSoundreflejabalaúltimaluzdelsol.
—¿Quévasahacer?-mepreguntóAnnabeth.—Nolosé.LedijequeteníalaimpresióndequeQuirónqueríaquemequedaratodoelañoparaseguirconmi
entrenamiento personalizado, pero no estaba seguro. En cualquier caso, admití queme sentíamal pordejarlasola,conlaúnicacompañíadeClarisse…
Annabethapretóloslabiosyluegosusurró:—Memarchoacasaapasarelaño,Percy.—¿Quieresdecircontupadre?-pregunté,mirándolaalosojos.SeñalólacimadelacolinaMestiza.JuntoalpinodeThalia,justoalbordedeloslímitesmágicos
delcampamento,serecortabalasiluetadeunafamilia:dosniñospequeños,unamujeryunhombrealtode pelo rubio. Parecían estar esperando. El hombre sostenía una mochila que se parecía a la queAnnabethhabíasacadodelWaterlanddeDenver.
—Leescribíunacartacuandovolvimos-mecontóAnnabeth-,comotúhabíasdicho.Ledijequelosentía. Que volvería a casa durante el año si aúnme quería.Me contestó enseguida. Así que hemosdecididodarnosotraoportunidad.
—Esohabrárequeridovalor.Apretóloslabios.—¿Verdadquenovasaintentarningunatonteríaduranteelañoacadémico?Oalmenosnosinantes
enviarmeunmensajeiris.Sonreí.—Novoyabuscarmeproblemas.Normalmentenohacefalta.—Cuandovuelvaelpróximoverano-medijo-,iremostrasLuke.Pediremosunamisión,pero,sino
noslaconceden,nosescaparemosyloharemosigualmente.¿Deacuerdo?—PareceunplandignodeAtenea.
Chocamoslasmanos.—Cuídate,sesosdealga-medijo-.Manténlosojosabiertos.—Tútambién,listilla.Lavimarcharsecolinaarribayunirseasufamilia.Abrazóasupadreymiróelvalleporúltimavez.
TocóelpinodeThaliaydejóquelacondujeranmásalládelacolina,haciaelmundomortal.Porprimeravezmesentírealmentesoloenelcampamento.MiréelLongIslandSoundyrecordélas
palabrasdemipadre:«Almarnolegustaquelocontengan.»Toméunadecisión.MepreguntésiPoseidónlaaprobaría.—Volveré el verano que viene -le prometí contemplando el cielo-. Sobreviviré hasta entonces.
Despuésdetodo,soytuhijo.-LepedíaArgosquemeacompañarahastalacabaña3paraprepararmisbolsasymarcharmeacasa.
FIN
Agradecimientos
Sin la ayuda de numerosos y valientes ayudantes, losmonstruosme habrían devorado cientos deveces mientras me esforzaba por que esta historia viera el papel. Gracias a mi hijo mayor, HaleyMichael,queescuchólahistoriaelprimero;amihijopequeño,PatrickJohn,quealaedaddeseisañoseselmássensatode la familia;yamiesposa,Becky,quemeaguanta las largashorasquepasoenelCampamentoMestizo.Gracias ami equipo de probadores de gradomedio de la versión beta: TravisStoll,inteligenteyrápidocomoHermes;C.C.Kellogg,amadacomoAtenea;AllisonBauer,Artemisalacazadorademiradaclara,ya laseñoraMargaretFloyd, lasabiayamablevidentede inglésdegradomedio.MiapreciotambiénparaelprofesorEgbertJ.Bakker,unclasicistaextraordinario;aNancyGallt,agentesummacumlaude;yaJonathanBurnham,JenniferBesserySarahHuguesporcreerenPercy.
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04/04/2010