el jardín de cristal

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EL JARDÍN DE CRISTAL: ACERCA DE “LA CONFERENCIA DE EINSTEIN”, DE FABIÁN SOBERÓN Por Edgardo H. Berg. En abril de 1925, Albert Einstein visita la Argentina, durante la presidencia de Marcelo T. De Alvear y en la época de la llamada belle epoque argentina. Es el período que sigue a la súbita fama que el científico adquirió tras el anuncio, en 1919, de los resultados de la expedición científica a Sobral, en Ceará, que confirmaron sus previsiones sobre la deflexión de la luz de las estrellas al pasar por las proximidades del Sol. Llega al puerto de Buenos Aires a bordo del barco capitán Polonio, tras una escala en Río de Janeiro y en Montevideo. Tenía 46 años y viajó acompañado de su mujer y prima Elsa. Eduardo L Holmberg presidente de la Aacademia de Ciencias Exactas y Naturales, quien reemplazara en su cargo a Carlos Berg cuando este fallece en 1902, en una carta fechada el 27 de marzo de 1925 le cursa una invitación. La Academia le brinda un homenaje y la Universidad Nacional de Buenos Aires lo nombra Doctor Honoris Causa. Pienso en el nombre propio que aparece en el título yme parece que nada relaciona mejor a la novela de Soberón que el nombre propio de Albert Einstein. La novela toma prestada como título la anécdota de la visita de Albert Einstein a la Argentina y los entretelones de una conferencia que dictara en la Universidad de Buenos Aires, prologada por los buenos oficios de Coriolano Alberini. El intento de pensar la realidad en todas sus irradiaciones posibles no permite la sujeción a un modelo genérico único. Una novela extremadamente poroso e inestable donde los registros se cruzan y se yuxtaponen, como un espacio de colección y generación de enunciados posibles. Personajes sonámbulos extravíados, atrapados por la utopía o el pasado. La novela de Fabián Soberón, por momentos coincide con la filosofía o se encuentra en relación con ella, no sólo por la familiaridad y el parentesco discursivo, sino también por el ideal de la novela problema. Y al hablar sus personajes se transforman en filósofos o en teóricos. Al leer la novela recorro un espacio estereográfico. Enredos laterales, tramas paralelas, duplicación incesante de historias que se superponen y que rara vez se completan. Relatos sin terminar y en suspenso como si fueran escalas microscópicas del mundo. Fracto acto. Las historias son anillos o constelaciones de una historia si se quiere de desencuentros; o mejor, la catarata de relatos, en distintas modulaciones y registros, que cuenta la novela deja un casillero vacío. La novela debe considerarse como una novela recitada. Soberón es un traficante de enunciados y el tráfico convierte al texto en un negocio de citas, no sólo por los fragmentos que migran de un texto a otro, por las citas alteradas, robadas o invertidas, sino por la vocinglería que puede pensarse como estereofónica y estereográfica en el registro de voces. La voz sabia del erudito, la voz enigmática del científico, la voz evangelizante y profética del astrólogo.

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  • EL JARDN DE CRISTAL: ACERCA DE LA CONFERENCIA DE EINSTEIN, DE FABIN SOBERN

    Por Edgardo H. Berg.

    En abril de 1925, Albert Einstein visita la Argentina, durante la presidencia de

    Marcelo T. De Alvear y en la poca de la llamada belle epoque argentina. Es el perodo

    que sigue a la sbita fama que el cientfico adquiri tras el anuncio, en 1919, de los

    resultados de la expedicin cientfica a Sobral, en Cear, que confirmaron sus

    previsiones sobre la deflexin de la luz de las estrellas al pasar por las proximidades

    del Sol. Llega al puerto de Buenos Aires a bordo del barco capitn Polonio, tras una

    escala en Ro de Janeiro y en Montevideo. Tena 46 aos y viaj acompaado de su

    mujer y prima Elsa. Eduardo L Holmberg presidente de la Aacademia de Ciencias

    Exactas y Naturales, quien reemplazara en su cargo a Carlos Berg cuando este fallece

    en 1902, en una carta fechada el 27 de marzo de 1925 le cursa una invitacin. La

    Academia le brinda un homenaje y la Universidad Nacional de Buenos Aires lo nombra

    Doctor Honoris Causa. Pienso en el nombre propio que aparece en el ttulo yme parece

    que nada relaciona mejor a la novela de Sobern que el nombre propio de Albert

    Einstein. La novela toma prestada como ttulo la ancdota de la visita de Albert

    Einstein a la Argentina y los entretelones de una conferencia que dictara en la

    Universidad de Buenos Aires, prologada por los buenos oficios de Coriolano Alberini. El

    intento de pensar la realidad en todas sus irradiaciones posibles no permite la

    sujecin a un modelo genrico nico. Una novela extremadamente poroso e inestable

    donde los registros se cruzan y se yuxtaponen, como un espacio de coleccin y

    generacin de enunciados posibles.

    Personajes sonmbulos extravados, atrapados por la utopa o el pasado. La

    novela de Fabin Sobern, por momentos coincide con la filosofa o se encuentra en

    relacin con ella, no slo por la familiaridad y el parentesco discursivo, sino tambin

    por el ideal de la novela problema. Y al hablar sus personajes se transforman en

    filsofos o en tericos.

    Al leer la novela recorro un espacio estereogrfico. Enredos laterales, tramas

    paralelas, duplicacin incesante de historias que se superponen y que rara vez se

    completan. Relatos sin terminar y en suspenso como si fueran escalas microscpicas

    del mundo. Fracto acto. Las historias son anillos o constelaciones de una historia si se

    quiere de desencuentros; o mejor, la catarata de relatos, en distintas modulaciones y

    registros, que cuenta la novela deja un casillero vaco.

    La novela debe considerarse como una novela recitada. Sobern es un

    traficante de enunciados y el trfico convierte al texto en un negocio de citas, no slo

    por los fragmentos que migran de un texto a otro, por las citas alteradas, robadas o

    invertidas, sino por la vocinglera que puede pensarse como estereofnica y

    estereogrfica en el registro de voces. La voz sabia del erudito, la voz enigmtica del

    cientfico, la voz evangelizante y proftica del astrlogo.

  • Un profesor de ciencias (el Profesor Berg) que argumenta sobre el orden matemtico

    del mundo y suea la utopa perfecta de una isla cientfica, resaltando los

    desencuentros entre la poltica y la fsica atmica en la modulacin pigliana, en la

    mentira cientfica de Richter a Pern, un astrlogo (Juan Exler) que intenta forjar como

    el Astrlogo arltiano una sociedad secreta de fracasados, neurticos, conservadores,

    psicpatas, millonarios arruinados y busca en el canto disonante de las ballenas la

    clave del pasado, un pintor (Pablo Graneros) que escribe verdaderos biografemas

    sobre Caravaggio, El Bosco, Rembrandt, William Turner, Pollock, un fillogo (Herbet

    Smith o Alberto Estvez) como versin anticipada de un crtico literario contemporneo

    que busca eliminar la influencia de Borges por el spanglish y producir el contracanon

    en la inversin genealgica de las relaciones literarias entre Europa y nuestras

    pampas a partir de la serie Mansilla-Proust, un estudiante de Ciencias (Ariel Soldati)

    que entre papeles, cartas y fotos desteidas busca la sombra imposible de su padre

    (Antonio Soldati), un cientfico que escribe en 1950, desde un observatorio

    astronmico al sur de la provincia de Tucumn, en el desierto, su diario.

    Citas inimaginables, encuentros ocasionales en un bar, paseos, viajes, reflexiones

    tericas y un asesinato aflor de piel. Escuchar el texto como un intercambio

    tornasolado de voces y registros que se intercambian.los personajes de la novela

    intercambian rplicas. El modelo es siempre la escena definida por el enfrentamiento

    de cdigos. Las voces van y vienen, se superponen; se eclipsan y vuelven a aparecer.

    De la misma manera que la ciencia de Einstein obliga a inducir en los objetos

    estudiados la relatividad de los puntos de referencia, en esta novela caleidoscpica,

    cada personaje tiene una historia que contar y el narrador es tambin un personaje

    que marida las duraciones y cruza los destinos.

    Espacio estereogrfico y vocinglero de la escritura de la novela. La voz de la ciencia, de

    los saberes ocultos o la astrologa, de la literatura y la pintura. La concurrencia de las

    voces y de los cdigos devienen en escritura alucinante y por momentos alucinada, ya

    que por momentos no se sabe si es el delirio del saber o el saber del delirio el que

    prolifera a modo de ensayo, de relato. Un mar de historias se dira, o mejor un

    archipilago, un islote que se multiplica en varios por la descarga ntica que enuncia

    la posibilidad de mundos posibles y alternos.

    Partir-viajar. De Rosario a Tucumn, de Tucumn a Puerto Madryn y de alla a

    Punmamarca y a la Quebrada de HumahuacaEl miedo al olvido es lo que engendra la

    lgica de las acciones y la bsqueda de un nombre.

    La sombra benfica de Piglia atraviesa de varias maneras la novela de Sobern.

    Sobern es un traficante de enunciados y el texto novelstico se convierte en un

    negocio de citas. No se habla con la boca llena, dice el lugar comn. Nada tan ajeno al autor de esta novela voluminosa, simultnea, estereogrfica. Sobern narra con la

    boca llena de saberes y en este sentido, La conferencia de Einstien es un tratado

    narrativo sobre la fascinacin del conocimiento.

    La experiencia del pasado relacionada con la recuperacin del legado paterno genera

    una bsqueda de inteleccin. El relato principal es devorado por los otros,

    interrumpiendo una historia con otra.

    La progresin narrativa es un continuo de breves episodios, encuentros-

    desencuentros y situaciones-prlogos. Se trata, ms bien, de una progresin engaosa

    de historias inconclusas y truncas.

    La sintaxis fracturada, quebrada e intermitente en el uso verbal, escenifican una

  • escritura teida de rugosidades, pliegues y asperezas que trasciende la lisura del

    plano, la lnea o el volumen contorneable. Y si la potica de Sobern niega la

    progresin lineal de la intriga novelesca es porque inserta, en cualquier punto o

    instante, el flujo de constelaciones narrativas. Como ars combinatoria, como expansin

    de un discurso ajeno (la versin de ) o como versin de la historia del ausente

    configura el perpetuo movimiento en espiral que impide que cualquier relato,

    fragmento se imponga sobre las dems.La novela se resiste a las resoluciones, a los

    ciclos o a los tiempos cerrados. Y la fisura que abre el relato inicial no cicatriza por

    ningn lado. Cuando el sentido del final acecha cae en el tiempo dbil del comps; se

    convierte lisa y llanamente en una interrupcin.

    Eltexto cede a la inflexin del relato escnico, con la transcripcin de las citas

    del dilogo entre personajes. La ficcin literaria exaspera los mundos posibles; ms

    an, dice los imposibles: encuentros apcrifos entre personajes de la historia cultural,

    cruzando lo emprico con lo imaginario y (con)fundiendo datos histricos con ilusorios.

    Las polmicas, muchas veces, adoptan la forma popular de la discusin de caf que

    evoca, de un modo desviado, el contrapunto oral de la gauchesca. Ejerce un uso

    estratgico de la tradicin

    La estratagema del secreto, deca Maurice Blanchot, consiste bien sea en mostrarse, en hacerse tan visible que no se ve (por tanto en extinguirse como secreto),

    o en dar a entender que el secreto es secreto tan slo all donde falta todo secreto o

    apariencia de sentido.1 Texto hbrido: dialogos, reflexiones, esbozos, citas robadas, mximas literarias y formulaciones tericas, todo inconcluso y a medio terminar.

    En tiempos en que en la bolsa literaria los tasadores y peritos del buen gusto dirimen las alzas y las bajas del mercado de bienes simblicos, Fabin Sobern

    escribe una novela por fuera de la agenda temtica dominante, la recta via, los

    estereotipos y los clichs literarios actuales; y, sorprendentemente, se inserta, con

    maestra y devocin, en la mejor tradicin novelstica argentina: Macedonio Fernndez,

    Roberto Arlt, Leopoldo Marechal, Ricardo Piglia y Alberto Laiseca parecen ser los faros

    privilegiados, las pistas y las seales de trnsito de su recorrido literario. En este

    sentido, La conferencia de Einstein no genera una potica del consenso; sino ms

    bien, produce como efecto de sentido el extraamiento y el shock, al producir

    combinatorias imprevistas y realizar mutaciones imposibles sobre el material cultural

    preexistente. Si es verdad que los relatos sostienen y apuntan las prcticas sociales y

    circulan como monedas de transaccin y cambio, las pginas de esta novela son los

    lugares donde el dinero (la plusvala del gnero) no duerme. O para decirlo de otro

    modo, Fabin Sobern se arriesga y hace una apuesta literaria: La conferencia de

    Einstein o la msica novelesca que vendr .

    1 Cfr. Maurice Blanchot. La escritura del desatre. Caracas: Monte Avila Editor, 1990, p. 117.