el individuo proclive de derechos. la comunicación ejercida desde el poder
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El individuo proclive de derechos.
La comunicación ejercida desde el Poder.
Javier Francisco Pilonieta P.
Derechos Humanos
Como es sabido, desde siglos atrás ha sido un común denominador del
individuo el caracterizarse por cómo es su semejante: ciudadano que puede
ejercer voto frente al bárbaro que nada tiene que ver con la lengua usada por
los primeros; sujetos nacidos en la civilización frente a las tribus salvajes del
norte; luchas entre individuos adscritos a un único Dios frente a los sucios
infieles, o viceversa; y para no extender mucho en un demasiado somero
recuento de encuentros y desencuentros, las convicciones de los
conquistadores durante y después de la llegada al territorio americano. Estas
caracterizaciones, definidas siempre por la prepotencia y el abuso de quienes
tienen la ventaja militar, científica, etc., han sido las formadoras de los
individuos por espacio y tiempo a lo largo del desarrollo de sus actividades.
(Internacional, 2009, págs. 20-51) Se han establecido, de esta manera,
justificaciones, en la mayoría de los casos irracionales, hacia las agresiones
que estos sujetos con uso del poder acometen, no siendo todas de carácter
bélico sino también cultural o psicológico, entre otros. ¿Hasta qué punto se
consideran justificadas y calificadas las agresiones de países en uso de poder,
frente a la generalización de todo un Estado bajo el calificativo de
“beligerante”?, es decir, el ataque, voluntario o no, hacia individuos civiles sin
ninguna oportunidad de defensa o de denuncia, no adscritos a una guerra en la
que no quieren participar, por los actos cometidos entre Estados que no
reconocen al individuo por su capacidad cognitiva sino por su lugar cuantitativo
en las estadísticas de éste.
(…) se había denunciado el ataque de bombardeos de la OTAN a la televisión
de Belgrado en la noche del 23 y del 24 de abril de 1999. Este ataque había
causado la muerte de aproximadamente veinte personas entre periodistas y
operadores, así como un gran número de heridos. Otros dos crímenes graves
se habían atribuido a la OTAN, esto es, el uso de aproximadamente mil
cuatrocientos bombas de racimo (las mortíferas cluster bombs), (…) Tras la
explosión de la cabeza del proyectil, al entrar ésta en contacto con cuerpos
sólidos, el uranio se dispersa en la forma de finísimas partículas de polvo
radioactivo. Éstas contaminan el suelo, el agua, el aire, y se introducen en la
cadena alimenticia produciendo un aumento de la radiactividad ambiental que
puede generar tumores malignos, leucemias, malformaciones de los fetos,
enfermedades infantiles. Pero a la fiscalía del Tribunal no le interesó todo
esto. (Zolo, 2007, pág. 54)
¿Quiénes podrían estar en la capacidad de usar a los medios de
comunicación como mecanismos de denuncia por los hechos acometidos por
miembros de la OTAN? Desde las emisiones matutinas de los medios de
comunicación, calificando de “intervenciones” que prevén actos terroristas, las
múltiples actividades bélicas de los países occidentales, hasta las razones que
aducen los organismos internacionales para no intervenir judicialmente en
estas actividades, hacen que el individuo pierda toda capacidad de prever su
actividad de legítima defensa frente a los abusos cometidos por los, como yo
llamaré, amigos de las potencias. Si la agresión viene justificada por las
finalidades que se pudiesen, supuestamente, evitar, ¿no es este un mecanismo
de control y subordinación completamente directo?
Son sujetos proclives de Derecho Internacional aquellos, entonces, que
se rigen a una serie de normatividades y control, que se adecuan al modelo
ideal de sujeto amigo de la potencia en poder; frente a éstos están sujetos
totalmente bárbaros, sin sentido de humanidad, y más importante aún, sin
poder adquisitivo alguno. Teun van Dijk, distinguido lingüista que ha tratado el
Análisis Crítico del Discurso (ADC) a lo largo de varios años, ha distinguido las
características de los discursos y, para la presente materia, se pueden hacer
las salvedades siguientes:
La labor del ACD se dirige, en gran parte, a las estructuras y estrategias de
dominio y resistencia, tanto las desarrolladas en el discurso como las
legitimadas y que se hallan en relaciones sociales de clase, género, étnicas,
raciales, orientación sexual, lengua, religión, edad, nacionalidad o de
nacionalismos. (Dijk, 1997, pág. 16)
Los patrones de control de discurso y acceso están fuertemente ligados al
poder social. Mientras que la gente común sólo tiene acceso a y control sobre
los géneros de discurso como pueden ser las conversaciones cotidianas (…)
las élites disponen de acceso y control sobre un espectro mucho más amplio,
tanto a nivel informal como sobre las formas públicas e institucionales de texto
y habla. (Dijk, 1997, pág. 19)
A breves rasgos, el ACD se enfoca principalmente en los trasfondos ideológicos
que se hallan en los discursos, y he aquí la importancia que hallo frente al ejemplo
referido del libro del filósofo y jurista Danilo Zolo. Hechos de una magnánima
importancia como es el uso de armamento bélico que influye en los desarrollos
biológicos de las personas, debe ser de trascendencia mundial y de absoluta rigidez en
sus condenas judiciales. Pero, con lo referido por el catedrático, el Tribunal de La Haya
se ha fijado específicamente en si hubo intencionalidad o carácter accidental en la
atribución de los hechos, algo totalmente tergiversado y que es usado, no sólo para
fundamentar una razón jurídica, sino para informar a los demás individuos, que hechos
como la contaminación radioactiva por las armas bélicas usadas por miembros de la
OTAN, son totalmente irrelevantes, pues el “bárbaro” está tras nosotros y son ellos a
quienes hay que judicializar. Es, sin duda alguna, una guerra de agresión justificada, en
donde lo “internacional” está supeditado al uso del Poder por parte de quienes financian
las reuniones de los organismos internacionales.
Es clara la manera en que la justificación de las agresiones por parte de
miembros adscritos a una organización que tiene la capacidad de ser arbitraria en su
ejercer, está fundamentada también en la manera que se dirige al público en general, y
en como hace ver al “otro” como sujeto a humanizar por medio de una guerra de
agresión. El uso de la comunicación es pieza clave en el desarrollo de “lo
internacional”, pues ¿a quiénes nos referimos como nuestros semejantes? Y por último
cerrando con un apartado del lingüista van Dijk, reforzaré la idea de que la cognición de
un individuo está predeterminada por el poder que la comunicación ejerza sobre él:
Si las cogniciones sociales acerca de los distintos grupos sociales y los sucesos
sociales son parecidas, podemos entonces decir que están controladas por los
mimos patrones de interpretación fundamental, es decir, por la misma ideología.
Dicha ideología contiene las normas básicas, los valores y otros principios
destinados a la consecución de interés y objetivos del grupo, además de la
reproducción y legitimación de su poder. (Dijk, 1997, pág. 39)
ReferenciasDijk, T. A. (1997). Racismo y Análisis crítico de los medios. Madrid: Paidós.
Internacional, A. (2009). Historia de los Derechos Humanos. Catalunya: Amnistía Internacional, Grup d'educació.
Zolo, D. (2007). La justicia de los vencedores. De Núremberg a Bagdad. Madrid: Trotta.