el impacto de la atmósfera familiar en los niños

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El Impacto de la Atmósfera Familiar en los Niños ATMÓSFERA COMPORTAMIENTO DEL PADRE/MADRE RESPUESTA PROBABLE DEL NIÑO Democrática Los padres diferencian entre las conductas y el carácter del niño y aunque orientan las conductas inadecuadas, continúan mostrando afecto por el niño. No lo comparan con otros y fomentan la cooperación. El padre o madre es un líder conocedor, trata de guiar, estimula y gana cooperación. Estimula y utiliza las consecuencias lógicas. Crea un clima de justicia, igualdad, respeto y razón. Permite expresar desacuerdo. El lema familiar es: “Hay que respetar a los otros y distinguir entre las personas y sus actos”. El niño siente que su mundo social es seguro, razonable y atractivo. Percibe el mundo y los otros como iguales con quienes cooperar y a sí mismo como digno de existir. Puede prepararse para vivir democráticamente como adulto. Autoritaria El padre demanda obediencia absoluta e incuestionable. El hogar es dirigido como una instalación militar. El poder y la fuerza son lo correcto. El niño puede recibir afecto siempre que se doblegue a las exigencias parentales. El lema familiar típico es: “el que quiere a sus hijos tiene que disciplinarlos”. El niño percibe a los otros como duros o prepotentes y a sí mismo como sometido y dependiente. Los niños pueden ser corteses, pero tímidos con evidencia de tensión nerviosa. Niños conformistas que no pueden resolver sus propios problemas y que siempre buscan la dirección de otros. Los niños rebeldes pueden recurrir a maniobras evasivas como mentir o robar. Pueden esperar a ser adolescentes para rebelarse. Pretenciosa Los padres tienen expectativas, metas y estándares demasiado altos. Esperar más allá de las posibilidades. Se asemeja a la competitiva pero destaca la relación entre el rendimiento y el prestigio. El lema familiar es: “Nadie puede compararse con nosotros, somos mejores”. El niño percibe a los otros como rivales y a si mismo con tendencia a ser el mejor en lo que realice. Si el niño siente que no puede satisfacer las expectativas de los padres, puede desestimularse y sentirse incapaz. Aún cuando actúe bien, casi siempre estará preocupado por una posible falla. Competitiva La familia hace que el querer tener éxito sea estresante, al siempre querer hacer las cosas El niño percibe a los otros como competidores a si mismo como buscador de éxito y competencia.

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Page 1: El Impacto de la Atmósfera Familiar en los Niños

El Impacto de la Atmósfera Familiar en los Niños

ATMÓSFERA COMPORTAMIENTO DEL PADRE/MADRE RESPUESTA PROBABLE DEL NIÑO

Democrática Los padres diferencian entre las conductas y el carácter del niño y aunque orientan las conductas inadecuadas, continúan mostrando afecto por el niño. No lo comparan con otros y fomentan la cooperación. El padre o madre es un líder conocedor, trata de guiar, estimula y gana cooperación. Estimula y utiliza las consecuencias lógicas. Crea un clima de justicia, igualdad, respeto y razón. Permite expresar desacuerdo. El lema familiar es: “Hay que respetar a los otros y distinguir entre las personas y sus actos”.

El niño siente que su mundo social es seguro, razonable y atractivo. Percibe el mundo y los otros como iguales con quienes cooperar y a sí mismo como digno de existir. Puede prepararse para vivir democráticamente como adulto.

Autoritaria El padre demanda obediencia absoluta e incuestionable. El hogar es dirigido como una instalación militar. El poder y la fuerza son lo correcto. El niño puede recibir afecto siempre que se doblegue a las exigencias parentales. El lema familiar típico es: “el que quiere a sus hijos tiene que disciplinarlos”.

El niño percibe a los otros como duros o prepotentes y a sí mismo como sometido y dependiente. Los niños pueden ser corteses, pero tímidos con evidencia de tensión nerviosa. Niños conformistas que no pueden resolver sus propios problemas y que siempre buscan la dirección de otros. Los niños rebeldes pueden recurrir a maniobras evasivas como mentir o robar. Pueden esperar a ser adolescentes para rebelarse.

Pretenciosa Los padres tienen expectativas, metas y estándares demasiado altos. Esperar más allá de las posibilidades. Se asemeja a la competitiva pero destaca la relación entre el rendimiento y el prestigio. El lema familiar es: “Nadie puede compararse con nosotros, somos mejores”.

El niño percibe a los otros como rivales y a si mismo con tendencia a ser el mejor en lo que realice. Si el niño siente que no puede satisfacer las expectativas de los padres, puede desestimularse y sentirse incapaz. Aún cuando actúe bien, casi siempre estará preocupado por una posible falla.

Competitiva La familia hace que el querer tener éxito sea estresante, al siempre querer hacer las cosas mejor que los demás. Se vive en un ambiente de constante comparación con otros. Se acentúa si los dos padres son muy competitivos. El lema familiar es: “en la vida hay que hacer algo de provecho”.

El niño percibe a los otros como competidores a si mismo como buscador de éxito y competencia. Un niño que no puede ser el mejor, puede conformarse con ser el peor. El niño competitivo puede continuar siendo estimulado, pero puede sentir ansiedad y aprehensión aunque crea que terminará en primer lugar. El niño desestimulado puede perder la esperanza.

Represiva Semejante a la atmósfera autoritaria pero además es controlado en la esfera privada junto a las normas sociales. Se le niega al niño la libertad para expresar los pensamientos o sentimientos con honestidad. Las reprimendas son frecuentes. El lema familiar es: “Tienes que seguir las normas de quien te da de comer”

Aprende a poner un muro y empieza a soñar despierto. No confía en sus propios sentimientos y evita relacionas cercanas. Suelen evitar relaciones estables y tener problemas con la pareja. Con frecuencia desarrolla una sensación de estar actuando mal. Sentirse constantemente juzgado y criticado.

Materialista Se preocupa mucho por la adquisición de dinero y recursos materiales, la seguridad está basada en lo que uno tiene y controla. Se le da más valor a las posesiones materiales que los simples placeres o cálidas relaciones humanas. El lema familiar es: “El dinero gobierna al mundo, la vida sin dinero no vale nada”.

El niño puede percibir a los demás como fríos, extraños y distanciados y a sí mismo como un ser despreciable guiado por el afán de búsqueda de dinero y bienes materiales. Si se le priva al niño de sus posesiones o de lo que él se siente con derecho, se siente destrozado y vacío. Usualmente carece de recursos interiores y creatividad. Con el tiempo, puede encontrar difícil manejar una entrada de dinero limitada o podría rebelarse y convertirse en antimaterialista.

ATMÓSFERA COMPORTAMIENTO DEL PADRE/MADRE RESPUESTA PROBABLE DEL NIÑO

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Sobreprotectora Protegen al niño evitando que aprenda negándole la práctica para hacer frente a situaciones difíciles o desagradables. No le permiten esforzarse por sus logros. La protección le roba valor e independencia. El padre también evita que el niño experimente las consecuencias de sus actos. El lema familiar es: “Solo puedo sentirme seguro con mi familia”.

El niño puede creerse un “bebe” quien se siente pequeño, débil y desamparado. El no puede funcionar independientemente y trata de ponerlos a todos a su servicio valiéndose de su carisma, lágrimas o mal genio. Solo se siente seguro si tiene el cuidado y apoyo de otros.

Inconsistente Los padres suelen ser caprichosos e imprevisibles en el trato con el niño. La disciplina es errónea y las rutinas inexistentes. Se hacen ofrecimientos que no se cumplen y reaccionan de diferente forma ante situaciones parecidas. No se puede confiar en horarios de limpieza y comida. El lema familiar es: “Los sentimientos nos pueden descontrolar”.

El niño puede percibir el mundo y los otros como caóticos e imprevisibles. No sabe qué esperar de otros y que esperan ellos de él. Sin orden y una disciplina firme y buena, el niño no puede desarrollar auto disciplina. Puede llegar a ser incontrolable, desmotivado y sin entusiasmo. Su vida puede ser una montaña rusa.

Desavenencias Los padres pelean y luchan con frecuencia. La disciplina varía según el estado de ánimo del padre. El niño puede ser usado como un arma en los conflictos de sus padres. El lema familiar es: “nunca hay que dar el brazo a torcer”.

El niño se percibe a sí mismo y a los otros bajo la prisma de la lucha y la discusión, puede concluir en que solo el poder es importante. Puede llegar a ser agresivo y lastimar constantemente a otros. Puede gustar de romper reglas, crear conmoción y jugar con el peligro.

Humillación Los padres tienden a rebajar, despreciar o desalentar con su actitud crítica persistente. El padre alivia su propio sentimiento de inferioridad al restar valor al niño. Una actitud cínica puede usarse también con otras personas fuera de la familia. El lema familiar es: “Rebaja a los demás para que ellos no te rebajen a ti”.

El niño crea una imagen del mundo y delos otros como represiva y de rechazo. Puede convertirse en “chivo expiatorio” de la familia, enmascarando otros problemas del padre o del niño. Estos niños suelen ser solitarios, pesimistas e hipercríticos de si mismos y de los otros. Si el niño es activo puede rebelarse violentamente y duplicar el menosprecio lastimando a otros.

Rechazo El niño puede ser rechazado por la apariencia o el comportamiento. Los padres no pueden separar “el milagro” del “santo”. Usan apelativos para el niño o lo etiquetan. El lema familiar es del tipo: “Ese es su problema”.

El niño no se siente aceptado y querido. Percibe el mundo como hostil, distanciado, malo cruel y violento. La imagen de sí mismo suele girar en torno a sentirse rechazado y si se siente fuerte, suele usar la violencia o desvalorización de los otros para defenderse. El no puede confiar en sí mismo. Si hay un hermano “bueno” empuja al “malo” a acentuar sus comportamientos. Puede parecer que uno es más favorecido que el otro.

Sufrimiento Uno de los padres se presenta como mártir y sacrificado dentro de la “mala” situación familiar. El padre demuestra lo “malos” que son los demás cuan inocente y desvalido es él o ella. El sufrimiento del noble es realzado mirando hacia abajo al abusador. Es frecuente en alcoholismo y abuso físico. El lema familiar es: “El mundo es un valle de lágrimas y la vida carece de alegría”

El niño percibe una atmósfera emocional de sufrimiento e imita el sufrimiento del noble, se siente apenado por él mismo y mira la vida injusta. Desarrolla una imagen de sí mismo como “sufriente”. Su acusación de los otros es escondida detrás de buenas intenciones y autocensura. El ser víctima lo libera de sus responsabilidades.

Compasión Los padres no ven que el tener lástima por el niño es una forma de faltarle al respeto. Hasta la lástima justificada por una situación, es dañina. E lema familiar es: “Pobrecito….”

Los niños pueden ser inválidos, enfermizos, huérfanos, adoptados o haber sufrido una pérdida o infortunio. El niño comienza a sentir lástima por sí mismo y espera privilegios especiales. El niño puede provocarse un mayor abuso o sufrimiento para ganar simpatía.

Desesperada Los padres están en una situación económica o de salud adversa o marginal que suelen con llevar problemas añadidos. El padre está desanimado y es pesimista, y consecuentemente no puede estimular al niño. Ya nada tiene sentido para el padre y crea un ambiente de abandono. El lema familiar es: “Para nosotros no hay esperanza” “Llueve sobre mojado”

El niño desarrolla una imagen del mundo y de los otros esencialmente negativa y una imagen de si mismo insegura. Puede sentirse sumamente derrotado. Observando muy poca esperanza para él o su situación. Puede quedarse en su fantasía o encerrarse en su desdicha.