el hombre que cruzó las fronteras silenciosamente

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EL HOMBRE QUE CRUZÓ LAS FRONTERAS SILENCIOSAMENTE P. MARK GRIMA MSSP En una época cuando el viajar se hacia lento, él apareció dondequiera. Cuando los medios de comunicación eran rudimentales encontró maneras de transmitir su espíritu. Este es José De Piro, un hombre de fe muy dedicado, un sacerdote y fundador de la Sociedad Misionera de San Pablo.

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Hoy, 17 de Setiembre, celebramos el aniversario de la muerte de nuestro fundador, José De Piro. En el siguiente articulo, P. Mark Grima, MSSP Superior General reflexiona en la persona de nuestro Fundador como un hombre que silenciosamente cruzó fronteras.

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Page 1: El hombre que cruzó las fronteras silenciosamente

EL HOMBRE QUE

CRUZÓ LAS FRONTERAS

SILENCIOSAMENTE

P. MARK GRIMA MSSP

En una época cuando el viajar se hacia lento, él apareció dondequiera.

Cuando los medios de comunicación

eran rudimentales encontró maneras de transmitir su espíritu.

Este es José De Piro,

un hombre de fe muy dedicado, un sacerdote y fundador

de la Sociedad Misionera de San Pablo.

Page 2: El hombre que cruzó las fronteras silenciosamente

El pertenecía a todos.

Nacido en Malta en 1877, él venía de una familia

noble y de influencia. El séptimo de nuevo hijos. Fue

un joven simple, de carácter sociable, y determinado

en sus propósitos. Si sentía que el sacerdocio era su

camino entonces eso fue aquel camino que siguió,

aunque tendría que esperar.

Pero el sacerdocio no era para él un estatus más

con lo demás que ya había heredado. El sacerdocio

era su ser, el alma por la cual el extendió su mano a

los demás. La llamada de Dios para ser ordenado

cruzó silenciosamente las fronteras. Lo mas obvio de

ellos fueron las barreras sociales, pero había también

barreras económicas, políticas y culturales que

siguieron.

Noble de origen que amó tanto a los huérfano. Un

sacerdote bien establecido en su nación que anhelaba

ser misionero.

Un hombre de mucha seguridad financiera que vivía

con ropa vieja como cualquier hombre ordinario,

muchas veces hasta obligado a mendigar.

Cruzando fronteras a José de Piro le resulto

muy costoso. Implicaba su reputación,

sus logros personales, y al final su vida....

Cruzar fronteras requiere una sabiduría poco común.

ministro no era una finalidad a

lograr más bien un instrumento

para el servicio. En las múltiples

actividades y responsabilidades

que se iban acumulando en

su vida él sirvió con fidelidad

como un sacerdote sencillo, sin

ninguna pretensión o

motivación oculta.

¿Que es lo que mas anhelamos

ordinariamente en nuestra vida?

¡Establecernos en la vida! Quizás lo hacemos por

nuestras familias o por nuestra autorrealización. Pero

esto viene a un precio. No vamos a arriesgar la piel si

el resultado final no fuera compensativo. Tendemos

a construir nuestros palacios, altos e impenetrables y

luego proteger el estatus quo.

José de Piro sigue el camino opuesto. Nacido en un

palacio, con tantos medios a sus disposición, el cruzo

el puente hacia la vida ordinaria como si eso fuera lo

mas natural a hacer. Sin rechazar sus orígenes, su

historia y su trasfondo, él abrazó la otra parte de la

realidad, para muchos ingenuamente.

Si tuviera que resumir la característica de nuestro

fundador en una frase diría que fue un hombre que

Un hombre de inteligencia

mediana a quien se le pidió

comprometerse en la escena

política con tantas implicancias.

Un hombre débil de salud que viene a ser todo para los más necesitados.

Cruzando fronteras a José de

Piro le resulto muy costoso.

Implicaba su reputación, sus

logros personales, y al final su

vida. Su muerte a la edad relativamente joven de 56

años es una indicación de esto.

Cruzar fronteras requiere una sabiduría poco común.

José de Piro lo hizo en una forma muy peculiar que

llama la atención. Mientras que muchos grandes

santos lo habían abandonado todo para servir a los

pobres, De Piro continúo llevando todo y poniéndolo

a disposición de aquellos que no tenían acceso a ello.

Su posición en la jerarquía de la Iglesia era motivo

para promover la paz en aquella época políticamente

turbulenta. Utilizó su posición para promover la

fundación de la primera y única congregación

religiosa misionera maltesa. Los medios mate-

riales de su familia se pusieron a disposición de los

desposeídos que estaban siempre a sus pies.

Page 3: El hombre que cruzó las fronteras silenciosamente

Había una manera como José de Piro cruzó todas

estas fronteras; silenciosamente. No había pompa,

entorno a su donación, su sufrimiento paciente,

sus sacrificios y las oposiciones. La humildad era el

orden del día y la virtud que hizo que su vida fuera

autentica.

Si cruzando las fronteras fue su estilo de vida esto

fue bien radicado en un único verdadero modelo;

la encarnación. Dios, silenciosamente cruza las

fronteras entre el cielo y la tierra dando el todo de su

ser como si eso fuera lo mas natural y confiando que

aprovecháramos al máximo de esto. En el proceso lo

crucificamos y para enfatizarlo mas utiliza la traición

para levantarnos a nosotros con el a estas alturas que

aun luchamos para comprender.

La relación de intimidad de José de Piro con Cristo

lo transformó en otra encarnación de Dios para

nosotros. Así como lo fue en la encarnación original

luchamos para comprenderlo y asimilarlo en nuestras

vidas. Permítanme compartir con ustedes un

ejemplo de esto.

Cuando José de Piro, en 1933 a la edad de 56 años,

cruzó la ultima frontera de esta vida a la que viene,

él estaba seguro de llevar con el a la congregación

misionera a la que dio vida. Estaba seguro de que

florezcamos después de su muerte, en el momento

en que este hombre pobre y noble intercediera por

nosotros una vez más ante el Padre celestial. En

sintonía con su vida, él murió silenciosamente

durante una celebración litúrgica. La congregación

pequeña que él dejo detrás estaba demasiado

sorprendida para poder asumir los mandos en sus

manos. Él lo era todo para los primeros miembros y

pareciera que hubiesen perdido su alma. Por enteras

décadas la Sociedad fue encomendada a la dirección

de líderes que no pertenecían a este carisma y la

figura del fundador comenzó a desparecer en el

pasado distante, como que humildemente él lo

soltaba y confiaba en otros.

Sin embrago la santidad permanece y se pasa a

otros. 100 anos de nuestra fundación podemos

decir que José de Piro se esta haciendo mas vivo y su

Nosotros somos su sueño y nos sentimos privilegiados

a llevar adelante la llama y a la vez humillados

por su intensidad. Pero si la queremos llevar

adelante en su estilo tenemos que hacerlo

arriesgando nuestras vidas y haciéndolo silenciosamente.

Page 4: El hombre que cruzó las fronteras silenciosamente

espiritualidad mas reconocida. Nosotros somos su

sueño y nos sentimos privilegiados a llevar adelante

la llama y a la vez humillados por su intensidad. Pero

si la queremos llevar adelante en su estilo tenemos

que hacerlo arriesgando nuestras vidas y haciéndolo

silenciosamente. De Piro siempre nos llamó la

pequeña Sociedad de San Pablo. Hay algo en el hecho

de ser pequeños y esto es la flexibilidad. Hoy miramos

a esta realidad como una responsabilidad y no como

una discapacidad. Al igual que nuestro fundador,

100 anos de existencia nos están demostrando que

la vocación misionera no es cuestión de establecernos

pero de compartir todos los recursos disponibles

con los desposeídos. Esto incluye llevar a la frontera

nuestra fe, experiencia, nuestra compasión, y

talentos. Y podemos hacer esto silenciosamente, tan

silenciosamente como aquel momento en el que Dios

entro a hacer parte de la humanidad y cuando Cristo

nos llevó de la muerte hasta la vida en el amanecer de

aquel primer día de la semana.

Hoy estamos reunidos aquí porque años atrás un

hombre se atrevió mirar el panorama más amplio.

En vez de protegerse a si mismo, el compartió todo

lo que tenía con aquellos que necesitaban: la nación

que conoció, la gente que encontró en el camino,

niños abandonados, y pueblos más allá de las fronteras

de la nación. Como tantos sueños, el suyo, hubiese

podido desaparecer, pero José de Piro soñó junto con

Dios y este se volvió un sueño distinto. El atrajo a

otros jóvenes a soñar juntos con él y los llevó con él a

cruzar fronteras generosamente.

Hoy La MSSP no es el esfuerzo único de su fundador,

pero creo firmemente desde el cielo él señala a

tantos miembros que llevaron sus dones y lo pusieron

en común en este sueño. Me lo imagino hoy

animándonos a darlo todo, pero silenciosamente y

alegremente. Y sobre todo, nos haciendo recordar

que toda la bondad que compartimos con otros tiene

su fuente en este Dios compasivo nuestro.

Hoy estamos en la posición privilegiada en la que

la MSSP cruzó una frontera más. Este carisma no

lo limitamos solamente a los padres y hermanos

que conforman sus comunidades, pero uniéndose a

nuestra misión están un número de personas laicas

desde una gama amplia de compromisos de vida que

también sienten en su corazón la llamada a llevar el

amor de Dios a los demás. Esto nos anima, y reunidos

aquí con ustedes, nuestros amigos, hoy damos

testimonio de que el Espíritu de Dios vive

verdaderamente y es activo. Esta celebración del

centenario no es el simple hecho de conmemorar un

hecho histórico pero mas es un soñar el futuro, no

el nuestro pero aquello que ya existe en la mente de

Dios.

“Revístanse de la mente Cristo” (1 Cor 2:16) dice

Pablo a los Corintios, y esto es lo que hizo José De Piro

con todo su ser. Y a nosotros el repite lo que había

dicho en su tetsamento secreto para permanecer en

el amor mutuo en Cristo, porque nada puede procrar

mayor gloria a Dios, y beneficio espiritual propio y

ajeno que el amor que nos edifica.