el guernica y su prehistoria

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El Guernica y su prehistoria. Notas sobre un cuento de Balzac y el Romanticismo Natalia Gil UNSa-CONICET Picasso pintó el Guernica en París, 7 rue des Grands-Augustins, presumiblemente en el mismo taller donde Balzac reúne a sus tres personajes de La obra maestra desconocida. La elección de Picasso es tan significativa como adrede: claro que Picasso conocía bien la obra (había realizado las ilustraciones para una publicación de la misma) y el lugar (antes utilizado por Bataille y Breton para los debates del grupo antifascista Contre-Attaque). Más de cien años atrás (1831), con una agudeza increíble, Balzac había publicado esta novela filosófica que en su reflexión sobre el arte reunía en sí tres momentos históricos que van desde el Renacimiento, pasando por los postulados románticos, para finalizar quizá sin saberlo con el Guernica y los destinos del arte contemporáneo. La obra maestra desconocida es una condensada historia del arte occidental moderno que muestra, con una increíble intuición, cómo el rumbo del arte va en camino hacia la imposibilidad formal. Pero Picasso no fue el primero en identificarse con Franhofer, personaje principal del cuento. Paul Cezanne no tan solo sabía fragmentos del relato enteros sino que pronunció la célebre frase “Franhofer, soy yo”. Veamos cómo ocurre este proceso. El relato transcurre dos siglos antes del momento en que se escribe, nos sitúa en los tiempos de Porbus y Poussin, pero Frenhofer es el pintor-poeta extra-temporario, imaginario, que nos puede llevar a Cezanne, pero también a Picasso, cien años después. En el escrito balzaquiano aparecen claves fundamentales para entender las rupturas que desde el romanticismo en adelante se producen con respecto a los postulados del arte renacentista. El fin de la representación es quizá el eje central que articula todas las demás rupturas. Frenhofer, convertido para Poussin en el “Arte mismo”, insistentemente remarca la diferencia entre representación y creación. “¡La misión del arte no es copiar la naturaleza, sino expresarla! ¡Tú no eres un vil copista sino un poeta!” Ahora bien, el ansia de re-presentación, de imitar la naturaleza, se traduce en una obsesión por la forma, y ésta se estima sobre todo en el dibujo, en la línea que limita y no en el color que aparece ante nosotros. Este conjunto de conceptos íntimamente entrelazados representación/forma/dibujo/línea que aparecen de continuo en la forma renacentista del arte que busca la regla, el equilibrio, la armonía para conseguir la belleza; entran en conflicto con otro conjunto de conceptos: creación/vida-expresión/pintura/color. Frenhofer es el portavoz de este nuevo espíritu en el arte que defiende frente a la representación la creación, frente al afán por la forma la búsqueda de la vida y la

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artículo sobre la historia de la composición del cuadro y sus conexiones con la obra maestra desconocida de Balzac.

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  • El Guernica y su prehistoria.

    Notas sobre un cuento de Balzac y el Romanticismo

    Natalia Gil

    UNSa-CONICET

    Picasso pint el Guernica en Pars, 7 rue des Grands-Augustins, presumiblemente en el

    mismo taller donde Balzac rene a sus tres personajes de La obra maestra desconocida. La

    eleccin de Picasso es tan significativa como adrede: claro que Picasso conoca bien la

    obra (haba realizado las ilustraciones para una publicacin de la misma) y el lugar (antes

    utilizado por Bataille y Breton para los debates del grupo antifascista Contre-Attaque).

    Ms de cien aos atrs (1831), con una agudeza increble, Balzac haba publicado esta

    novela filosfica que en su reflexin sobre el arte reuna en s tres momentos histricos

    que van desde el Renacimiento, pasando por los postulados romnticos, para finalizar

    quiz sin saberlo con el Guernica y los destinos del arte contemporneo. La obra maestra

    desconocida es una condensada historia del arte occidental moderno que muestra, con

    una increble intuicin, cmo el rumbo del arte va en camino hacia la imposibilidad formal.

    Pero Picasso no fue el primero en identificarse con Franhofer, personaje principal del

    cuento. Paul Cezanne no tan solo saba fragmentos del relato enteros sino que pronunci

    la clebre frase Franhofer, soy yo. Veamos cmo ocurre este proceso. El relato

    transcurre dos siglos antes del momento en que se escribe, nos sita en los tiempos de

    Porbus y Poussin, pero Frenhofer es el pintor-poeta extra-temporario, imaginario, que nos

    puede llevar a Cezanne, pero tambin a Picasso, cien aos despus.

    En el escrito balzaquiano aparecen claves fundamentales para entender las rupturas que

    desde el romanticismo en adelante se producen con respecto a los postulados del arte

    renacentista. El fin de la representacin es quiz el eje central que articula todas las

    dems rupturas. Frenhofer, convertido para Poussin en el Arte mismo, insistentemente

    remarca la diferencia entre representacin y creacin. La misin del arte no es copiar la

    naturaleza, sino expresarla! T no eres un vil copista sino un poeta! Ahora bien, el ansia

    de re-presentacin, de imitar la naturaleza, se traduce en una obsesin por la forma, y

    sta se estima sobre todo en el dibujo, en la lnea que limita y no en el color que aparece

    ante nosotros. Este conjunto de conceptos ntimamente entrelazados

    representacin/forma/dibujo/lnea que aparecen de continuo en la forma renacentista

    del arte que busca la regla, el equilibrio, la armona para conseguir la belleza; entran en

    conflicto con otro conjunto de conceptos: creacin/vida-expresin/pintura/color.

    Frenhofer es el portavoz de este nuevo espritu en el arte que defiende frente a la

    representacin la creacin, frente al afn por la forma la bsqueda de la vida y la

  • expresin, frente al dibujo la pintura, frente a la lnea el color. El resultado es Chaterine

    Lescault, mejor dicho la negacin misma del Arte, en la muerte de Frenhofer y su creacin.

    El hombre termina finalmente negndose a s mismo en su competencia con la naturaleza.

    Luego del Renacimiento, la Historia del Arte capitula el Manierismo, el Barroco, el Rococ,

    el Neoclasicismo, para llegar por fin al Romanticismo. Y lo cierto es que si bien cada una

    de estas etapas (que ciertamente tienen mucho de metodolgico) configuran

    continuidades y rupturas con el arte renacentista, son los romnticos quienes van

    desbordar definitivamente los postulados renacentistas. Por otro lado, el romanticismo

    constituye un momento-hito que inaugura parte de nuestra configuracin del ethos

    contemporneo, estamos ante la primer crtica radical de la modernidad. En consonancia

    con lo que decamos en el prrafo anterior, podramos establecer como eje articulador la

    nocin de fin de la representacin, con todo lo que sealamos que sta implica. Para

    establecer ms especficamente lo que ocurre durante el romanticismo vamos sealar

    algunas ideas que, por motivos expositivos, vamos a puntualizar.

    - de lo bello a lo sublime. Kant postula dentro de su esttica una diferencia

    fundamental entre el carcter finito, acabado y mensurable de lo bello, en

    contraste con el carcter infinito, inacabado e inconmensurable de lo sublime. El

    romanticismo hace suyo este postulado de lo sublime en una reaccin contra la

    primaca de la regla predominante desde el Renacimiento en la idea de belleza

    como armona. El arte debe expresar lo sublime, ese indeterminado

    (desmesurado, sin forma) que no puede ser sometido a la regla y que por ello

    provoca la sensacin de lo terrible, lo abismal (de all la recurrencia de temas

    como la muerte, la locura, la noche, el misterio de la naturaleza, etc), lo

    irrepresentable. Se trata de una liberacin de la regla, el arte no es un saber

    aplicar reglas (tekn) para la representacin.

    - de la representacin a la poiesis. As, el poeta romntico imita el gesto de la

    divinidad que crea. Un buen cuadro, fiel y semejante al sueo que lo engendr,

    debe ser producido como un mundo () lo mismo que la Creacin escribe

    Baudelaire para el Saln de 1859. Y bien estas palabras podran corresponder a la

    voz del viejo Frenhofer: Tu buena mujer no est mal hecha, pero le falta vida. Hoy

    pensis que ya est todo hecho cuando habis dibujado correctamente una figura y

    puesto cada cosa en su sitio de acuerdo con las leyes de la anatoma. Coloreis el

    dibujo () y porque miris de cuando en cuando a una mujer desnuda de pie sobre

    una mesa, pensis que habis copiado la naturaleza, os imaginis que sois pintores

    y que habis robado el secreto de Dios Bah! No basta para ser un gran poeta con

    conocer a fondo la sintaxis y no cometer faltas de ortografa. () Tu creacin est

    incompleta.

  • - la imaginacin por sobre la razn. La facultad rectora de la creacin es la

    imaginacin (Einbildungskraft), aquella coronada por Baudelaire como la reina

    de las facultades: La imaginacin es la que ha enseado al hombre el sentido

    moral del color, del contorno del son y del perfume. Ha creado, al comienzo del

    mundo, la analoga y la metfora. () crea un mundo nuevo, produce la sensacin

    de lo nuevo. Y como ha creado el mundo, justo es que lo gobierne. Kant postulaba

    a la imaginacin como aquella facultad intermediaria entre el entendimiento y la

    razn, pero al fin sometida a la razn. El romanticismo invierte esta relacin, la

    imaginacin es la actividad originaria. Lo sublime es producto de un sobregiro de

    la imaginacin, muestra, presenta, aquello que ni la razn, ni el entendimiento

    pueden mostrar: lo irrepresentable. Si el arte antes se afanaba en representar lo

    real (supngase naturaleza) y lo necesario (supngase la divinidad), la imaginacin

    coloca en el centro el reino de lo posible, la apertura infinita.

    - disolucin de la escisin sujeto-objeto. El acto creativo supone un proceso de

    desborde en el que los lmites entre el genio-creador y lo creado se desfiguran. El

    sujeto se expresa en su creacin que manifiesta lo sublime, el yo se disuelve. El

    romntico busca fuentes de disolucin del yo: la locura, la naturaleza, el amor, la

    muerte. Se trata de una ruptura con el yo pienso cartesiano y con el sujeto

    trascendental kantiano. El inconsciente pinta un Delacroix. Nuevamente, una

    ruptura con los postulados modernos.

    - el presente ante el pasado. Llamarse romntico y mirar sistemticamente hacia

    el pasado, es contradecirse, Baudelaire, Saln de 1846. Baudelaire encuentra en el

    Romanticismo, no un movimiento o un perodo, sino una manera de sentir, una

    actitud, la aparicin de una nueva forma de subjetivacin que configura la

    modernidad esttica. Esta nueva actitud supone una forma novedosa de relacin

    con el presente. Ser modernos no significa meramente el gusto por la moda, el

    presente instantneo, el ansia de novedad y la ruptura con la tradicin de forma

    desgarrada. La modernidad supone una apropiacin heroica del presente, se

    trata de extraer de la moda lo que sta puede contener de potico en lo histrico.

    Comprender estas puntualizaciones acerca de esta nueva forma de la sensibilidad que

    se configura con el romanticismo, nos ayude quiz a realizar un diagnstico sobre nuestro

    presente, a hacer la genealoga, la prehistoria, de nuestros das. Se trata tambin de

    comprender cmo es que el Guernica expresa sintomticamente el devenir de nuestra

    cultura.