el gesticulador

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La mitología del mártir y su verdad. En El gesticulador, de Rodolfo Usigli, se manifiesta uno de los fenómenos más singulares y abundantes en la política mexicana después de la Revolución: la mitificación de los caudillos. No puede hablarse tampoco de esta obra sin pensar en la manipulación de la historia para lograr la ventaja política. Pero ¿qué tan cierto es un mito?, ¿qué tan creíble es el discurso de un político que ha tomado ventaja por la manipulación de las historias?, ¿qué tan verídica es entonces la historia mexicana si es toda basada en mitologias? Nos encontramos primero ante un maestro de historia con cátedra en la Universidad, un hombre fracasado que siempre ha ambicionado una gran significancia en su vida: César Rubio, el hijo Miguel que está siempre en busca de la verdad; Elena, la esposa, que quiere que su esposo deje sus sueños; y la hija, Júlia, falta de la confianza de una mujer independiente. 1 Después de no poder hacer nada importante y seguir fracasando, César Rubio decide ir con toda su familia a su pueblo natal en el norte del país, donde le llega la oportunidad de salir del “hoyo” en el que está: un historiador estadounidense de la universidad de Harvard, Bolton, interesado en las historias de los caudillos de la Revolución mexicana; uno en particular, el general César Rubio. En este punto, se le presenta al protagonista la oportunidad de ser por fin alguién más que un maestro pobre de historia y desde ese momento porta la máscara del general César Rubio. el 1 Hannah Rosen. ¿En un mundo de gesticuladores, cual papel tiene la verdad?. p. 1

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Ensayo crítico sobre la obra más famosa e importante del dramaturgo mexicano Rodolfo Usigli

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Page 1: El Gesticulador

La mitología del mártir y su verdad.

En El gesticulador, de Rodolfo Usigli, se manifiesta uno de los fenómenos más

singulares y abundantes en la política mexicana después de la Revolución: la

mitificación de los caudillos. No puede hablarse tampoco de esta obra sin pensar en

la manipulación de la historia para lograr la ventaja política. Pero ¿qué tan cierto es

un mito?, ¿qué tan creíble es el discurso de un político que ha tomado ventaja por la

manipulación de las historias?, ¿qué tan verídica es entonces la historia mexicana si

es toda basada en mitologias?

Nos encontramos primero ante un maestro de historia con cátedra en la

Universidad, un hombre fracasado que siempre ha ambicionado una gran

significancia en su vida: César Rubio, el hijo Miguel que está siempre en busca de

la verdad; Elena, la esposa, que quiere que su esposo deje sus sueños; y la hija,

Júlia, falta de la confianza de una mujer independiente.1 Después de no poder

hacer nada importante y seguir fracasando, César Rubio decide ir con toda su

familia a su pueblo natal en el norte del país, donde le llega la oportunidad de salir

del “hoyo” en el que está: un historiador estadounidense de la universidad de

Harvard, Bolton, interesado en las historias de los caudillos de la Revolución

mexicana; uno en particular, el general César Rubio. En este punto, se le presenta

al protagonista la oportunidad de ser por fin alguién más que un maestro pobre de

historia y desde ese momento porta la máscara del general César Rubio. el profesor

Bolton es el encargado de dar veracidad a la mentira de Rubio y de propagarla por

lo medios, siendo el mismo también engañado.

La importancia de los ídolos es tan grande en México, que César Rubio es buscado

tiempo después para que sea candidato a la presidencia del estado del que es

originario. No sin antes pasar por una “prueba de su identidad” de la que resulta

como el verdadero General César Rubio. En este punto, su esposa le dice que no lo

haga, que deberían huír, que no diga mentiras…. “ellos sí hacen daño y viven de su

mentira. Yo soy mejor que muchos de ellos. ¿Por qué no ... ?” 2 le contesta Rubio a

su esposa. Al parecer el tiene buenos motivos para usar el nombre de un caudillo

1 Hannah Rosen. ¿En un mundo de gesticuladores, cual papel tiene la verdad?. p. 12 Usigli, Rodolfo. El gesticulador. p. 36

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muerto, es un hombre que jamás ha matado, ha llevado una vida limpia, y cree

tener en sus manos el poder de hacer algo bueno por su país, gobernar con verdad,

porque él es hombre: “El poder mata siempre el valor personal del hombre. O se es

hombre, o se tiene poder. Yo soy hombre.”3 Dice el protagonista, tratando de decir

que el poder no lo va a corromper, ha sido pobre, que entiende al pueblo y tomará

decisiones en favor de la gente, la ley y la constitución si se quiere ver de ese modo,

puesto que es un hombre de la universidad, que conoce de frente y de espalda a la

revolución y a todos quienes participaron en ella.

Pero finalmente, el protagonista usó el mismo método que la larga lista de personas

con algún cargo público, en primera instancia pensó en chantajear a las personas

con cargos importantes, pensó en decirles que si no lo hacían rector de la

Universidad, él revelaría la fechorías que han hecho y de las acciones que le

valieron sus puestos. El que tenga buenas intenciones, no necesariamente significa

que sus acciones fueron buenas, porque como bien apela Miguel, su hijo, esa no es

la verdad. Y para mi muy particular punto de vista, si una personas es tan cambiante

en sus actitudes y acciones, aunado a que puede ajustarse al traje de una persona

ya muerta, no es de fiar: en cualquier momento posterior puede hacer lo mismo,

cambiar y adaptarse a su conveniencia; tan cambiante que su realidad es dudosa.

El protagonista sabía que no estaba bien, pues el remordimiento lo estaba

consumiendo, teniendo que mentirse a sí mismo hasta engañarse para así

sobrepasar la culpa. César Rubio da más peso a sus acciones que a su mentira,

porque en todos lados hay impostora, mentirosos, personas que solo “gesticulan” en

lo hondo de su hipocresía, sin ningún fin noble o sincero, con solo el deseo de

poder, contrario a lo que él quería: marcar alguna diferencia, terminar de cumplir con

la misión del verdadero general César Rubio.

El mismo César Rubio se mitifico al resucitar de la muerte, cuando después de

pasar por el calvario de la pobreza, él, siendo un general, un héroe de la revolución,

se reveló como lo que era bajo el nombre de general. “El pueblo no quiere quitar sus

mitos y fábulas, y es la tarea del político decidir cómo se usa esta historia.”4 mitos

3 Usigli, Rodolfo. Op. cit. p. 494 Hannah Rosen. Op. Cit. p 2

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como el de Zapata y su caballo negro entrando por la ciudad, mitos como esos que

el pueblo jamás olvido y conserva en su memoria por generaciones.

También se nos presenta una contraparte, Miguel, el buscador implacable de la

verdad, que le hace prometer a su padre que no hará nada deshonesto: “¿No te das

cuenta de que quiero la verdad para vivir; de que tengo hambre y sed de verdad, de

que no puedo respirar ya en esta atmósfera de mentira?”5 una línea dicha por el hijo

a su madre Elena. Miguel cree tanto en el poder de lo verdadero, que aún después

muerto su padre, está dispuesto a desmantelar las mentiras, aunque el nombre de

su padre se manche e incluso el propio. Con este contraste, llegamos a la pregunta

¿qué tan verídica es entonces la historia mexicana si es toda basada en mitologias?

no hay objetividad, sólo el peso de la emotividad a lo largo de la historia y política

mexicana: desde Moctezuma hasta Francisco Villa. “El poder político mexicano en

Usigli está planteado como el culto a la personalidad, que ejerce la fuerza para

alcanzar la seducción que emana del poder y poseer larga vida mediante un tiempo

que no transcurra.”6 La historia se ha ido inventando por el momento. “En la

búsqueda para cambiar, la memoria de una cultura, de un país tiene tanto, si no

más, poder que la realidad.” La política en México canoniza hechos transgredidos

por el mito, privandolos de la veracidad, con el solo fin de aventajar a unos cuantos.

Fuentes consultadas.

- Usigli, Rodolfo. (1938) El Gesticulador.

http://biblioteca.uthh.edu.mx/libro/literatura_ANT/Gesticulador.pdf

- Carrillo Arciniega, Raúl. (2011) "Radiografía de poder mexicano dentro de El

gesticulador de Rodolfo Usigli" en Literatura Mexicana XXII.2. p 141-156.

http://www.revistas.unam.mx/index.php/rlm/article/view/29095

- Hanna Rosen. ¿En un mundo de gesticuladores, cual papel tiene la verdad?

http://www.cmu.edu/dietrich/modlang/docs/polyglot/S2009/Rosen.pdf

Rodolfo Usigli.

Rodolfo Usigli nació en la ciudad de México a las tres de la tarde, el 17 de

noviembre de 1905. Fue hijo de Carlota Wainer, quien había nacido en una región

5 Usigli, Rodolfo. Op. Cit. p 766 Carrillo Arciniega. Radiografía de poder mexicano dentro de El gesticulador de Rodolfo Usigli. p 156

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que era parte del imperio austrohúngaro y que hoy es parte de Polonia, y de Alberto

Usigli, ciudadano italiano nacido en Alejandría y quien murió a temprana edad.. Fue

educado por su madre, con privaciones, junto a sus tres hermanos mayores, Ana,

Aída y Alberto. En su primera infancia tuvo serios problemas de visión por un

estrabismo grave. Pronto cambió sus juegos infantiles por el teatro de títeres, y

aprendió de memoria pasajes de algunas obras que veía en el teatro Hidalgo:

Marina, Sobrinos del capitán Grant, La torre de Nesle y la zarzuela Los molinos de

viento. El gusto por la lectura fue actividad permanente de joven, iniciándose con las

obras de Manuel Eduardo Gorostiza en un libro ganado en un concurso escolar.

Aprendió el inglés como autodidacta, lo que le permitió leer a Shakespeare y a los

que fueron sus autores predilectos, George Bernard Shaw y T. S. Eliot.

Hizo estudios en el Conservatorio Nacional de México. En 1933 debutó como

director en El candelero, de Alfred de Musset, puesta en la que también actuó; y en

1936 y principios de 1937 es becado en la Escuela de Arte Dramático de la

Universidad de Yale, en los Estados Unidos, con la beca Guggenheim, junto con

Xavier Villaurrutia. En las dos décadas siguientes Usigli ocupó varios cargos:

Profesor de historia del teatro mexicano y Director en la Escuela de Verano de la

UNAM, de 1933 a 1947; Director del Teatro Radiofónico de la Secretaría de

Educación Pública; así como profesor de la Academia Cinematográfica en 1942;

Director de Prensa de la Presidencia de la República en 1936; Director del Teatro

Radiofónico de la Secretaría de Educación Pública (1938) y del Departamento de

Teatro de la Dirección de Bellas Artes (1938-39), y Director del Teatro Popular

Mexicano (1972-75). En el campo del cine, Usigli fue delegado de México en los

festivales cinematográficos de Bélgica, Checoslovaquia, Venecia (1950) y Cannes

(1949 y 1950).

El fundamento del pensamiento usigliano pertenece al humanismo de

entreguerras, que fue el período en que se forjó su formación intelectual. Como lo

señala en su prólogo a Un día de éstos...: «Vivimos en una época poco favorable al

teatro porque es una época poco favorable al hombre». Su teatro invita a

conceptuar al hombre con un humanismo filosófico. Como autor, Usigli buscó

confrontar al individuo con su sociedad, logrando contraponer la verdad versus la

mentira, como en El apóstol y en El gesticulador, pero también poniendo a prueba

los límites y los cánones de una sociedad hipócrita, como en El niño y la niebla o en

Ensayo de un crimen.

Page 5: El Gesticulador

Rodolfo Usigli vivió la revolución, pero más lúcidamente en el México Post-

revolucionario. En un caos en el que la política nacional no se ponía de acuerdo, en

el que a mediados de siglo se vio una etapa de abundancia y prosperidad gracias a

la industria del petróleo, para después ver llegar las deudas nacionales que nunca

terminaron. En su dramaturgia están presentes los políticos, la construcción de la

Revolución Mexicana y la historia de México, la cual le interesaba mucho. “Fue un

gran apasionado de la historia nacional, lo que tiene que ver con dos obsesiones: la

reconstrucción de la historia nacional, es decir, la reafirmación de la identidad

mexicana y la indagación de las taras de nuestro ser mexicano vista a través de lo

político”.

Antonio Crestani ha comentado “sin temor a equivocarse” que la obra El

gesticulador es la obra cumbre del teatro mexicano, pues en ella Rodolfo Usigli

sentó las bases de cómo hacer un teatro nacional que hablara realmente de

nuestras raíces, de las problemáticas mexicanas, teniendo lazos directos con la

literatura universal, colocándolo como el escritor más relevante en México. “Es una

obra que presenta el poder sostener una mentira que se vuelve verdad, una

conclusión, unas coincidencias que se van entretejiendo con la historia que permite

que uno usurpe la identidad de otra persona. […] Fue escrita en 1938, después de

la Revolución, puso el dedo en la llaga y sigue siendo completamente vigente para

el sentir del mexicano”, explicó. Sin embargo, murió el 18 de julio de 1979.

Fuentes consultadas:

- Schmidhuber de la Mora, Guillermo. (2006) Rodolfo Usigli, ensayista, poeta, narrador y

dramaturgo. Alicante : Biblioteca Virtual Miguel de Cervantes.

(http://www.cervantesvirtual.com/obra-visor/rodolfo-usigli-ensayista-poeta-narrador-y-

dramaturgo-0/html/8691abf4-6e2e-4b14-9cb9-adb4accc4309_12.html)

- Un pueblo sin teatro es un pueblo sin verdad: Rodolfo Usigli. Comunicado No. 1022/201418

de junio de 2014 CONACULTA. (http://www.conaculta.gob.mx/detalle-nota/?id=34500)