el filibustero resumen

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EL FILIBUSTERO: LA NOVELA Y LA LEYENDA Leticia Algaba Martínez'' En el mar no se deja otra huella que la de los pájaros en el espacio. Sobre el mar se sueña fácilmente, la utopía está al alcance de la mano. J. Y F. CALL L o s PIRATAS EN CAMPECHE L_n la historiografía mexicana el pano- rama del virreinato destaca momentos excepcionales como los reacomodos del gobierno con la salida y la llegada de los virreyes, la resistencia indígena en algunos territorios y los ataques de los piratas en los litorales, cuya empresa mercenaria se convirtió en materia para la ficción; baste recordar Los infortunios que Alonso Ra- mírez, natural de San Juan de Puerto Rico padeció así en poder de los ingleses pira- tas que lo apresaron en las Islas Filipinas que Carlos de Sigüenza y Góngora publicó en 1690. En la retrospección hacia los si- glos coloniales, los escritores mexicanos del siglo XIX, bajo la égida del romanticismo, se sumaron a la atracción que sus con- Departamento de Humanidades, UAM-A. temporáneos europeos tuvieron por la aventura marítima de los piratas; ellos re- presentaban simultáneamente la infrac- ción, el pillaje y el exilio. San Francisco de Campeche estuvo en la mira de los corsarios, los bucaneros y los filibusteros, ya que era el puerto de mar donde llegaban los productos españoles que se distribuían en la Provincia de Yu- catán, y del que se enviaban a España los productos locales, como el muy apre- ciado palo de tinte.^ Las expediciones de los bucaneros hacia Campeche se orga- nizaban en la Isla de la Tortuga, donde, apunta, Héctor Pérez Martínez, se reclu- taban nativos, labradores y algunos hijos de españoles, a los que se les prometían "montañas de oro que se decía que es- taban al alcance de la mano en AméricaV ' Se conoce también como palo de Campeche; es un árbol que puede dar varios colores, entre ellos el azul y el violeta. Durante el siglo xvi, los españoles iniciaron su explotación, en el XVII prosiguieron los ingleses y controlaron la producción para enviar la madera cortada desde Yucatán y de ahí, a Europa. 2 Pérez Martínez, Piraterías en Campeche. (Siglos XVI, XVII, xviii), 1937, p. 10. El autor refiere que la Compañía Indias Occidentales les hacía firmar un contrato por 3 años, en el que se reglamen- taba la repartición y distribución del botín, el 63

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  • EL FILIBUSTERO: LA NOVELA Y LA LEYENDA

    Leticia Algaba Martnez''

    En el mar no se deja otra huellaque la de los pjaros en el espacio.

    Sobre el mar se suea fcilmente,la utopa est al alcance de la mano.

    J. Y F. CALL

    L o s PIRATAS EN CAMPECHE

    L_n la historiografa mexicana el pano-rama del virreinato destaca momentosexcepcionales como los reacomodos delgobierno con la salida y la llegada de losvirreyes, la resistencia indgena en algunosterritorios y los ataques de los piratas enlos litorales, cuya empresa mercenaria seconvirti en materia para la ficcin; basterecordar Los infortunios que Alonso Ra-mrez, natural de San Juan de Puerto Ricopadeci as en poder de los ingleses pira-tas que lo apresaron en las Islas Filipinasque Carlos de Sigenza y Gngora publicen 1690. En la retrospeccin hacia los si-glos coloniales, los escritores mexicanosdel siglo XIX, bajo la gida del romanticismo,se sumaron a la atraccin que sus con-

    Departamento de Humanidades, UAM-A.

    temporneos europeos tuvieron por laaventura martima de los piratas; ellos re-presentaban simultneamente la infrac-cin, el pillaje y el exilio.

    San Francisco de Campeche estuvo enla mira de los corsarios, los bucaneros y losfilibusteros, ya que era el puerto de mardonde llegaban los productos espaolesque se distribuan en la Provincia de Yu-catn, y del que se enviaban a Espaa losproductos locales, como el muy apre-ciado palo de tinte.^ Las expediciones delos bucaneros hacia Campeche se orga-nizaban en la Isla de la Tortuga, donde,apunta, Hctor Prez Martnez, se reclu-taban nativos, labradores y algunos hijosde espaoles, a los que se les prometan"montaas de oro que se deca que es-taban al alcance de la mano en AmricaV

    ' Se conoce tambin como palo de Campeche;es un rbol que puede dar varios colores, entreellos el azul y el violeta. Durante el siglo xvi,los espaoles iniciaron su explotacin, en elXVII prosiguieron los ingleses y controlaron laproduccin para enviar la madera cortada desdeYucatn y de ah, a Europa.

    2 Prez Martnez, Pirateras en Campeche. (SiglosXVI, XVII, xviii), 1937, p. 10. El autor refiere que laCompaa Indias Occidentales les haca firmarun contrato por 3 aos, en el que se reglamen-taba la reparticin y distribucin del botn, el

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  • LETICIA ALGABA MARTNEZ

    promesa ilusoria pues reciban el mismotrato que los esclavos negros. Hacia 1558,los piratas se establecieron en la VillaCampeche, en la Isla y en la Laguna deTrminos pues la geografa "llena de reco-vecos y salidas al mar, les procuraba si-tio seguro y escondite magnfico".^ Ahllegaron piratas clebres: en 1568 la ar-mada de John Hawkins (El Esquines, lollamaban los espaoles), en la que FrancisDrake comandaba el buque "Judith", yen 1597 ocurri uno de los ms violentosataques por parte de William Park.

    En 1633 ocurri un asalto guiado porDiego el Mulato; la narracin del sucesofigura en la Historia de Yucatn, de DiegoLpez Cogolludo, editada en Madrid porJuan Garca Infanzn, el ao de 1688. El11 de agosto de 1633, refiere el historia-dor, por la tarde llegaron al puerto dieznavios (siete de mediano porte y tresgrandes); al amanecer del da siguiente,da de Santa Clara, desembarcaron qui-nientos hombres:

    de diversas naciones, holandeses, ingle-ses, y algunos portugueses, que andabanalzados con los enemigos. Vena porCabo, y fue quien los trajo, como gua,Diego el Mulato, corsario tan conoci-do. Criollo de la Habana, donde fuebautizado,**

    En el registro pormenorizado del sucesopor parte de Lpez de Cogolludo destaca

    pago de cada uno, desde el Capitn hasta losmozos; tambin se estipulaba la indemnizacinde partes del cuerpo humano para los heridos. Ladescripcin del monto de cada parte del cuerpofigura en Los piratas del Golfo. Novela Histricaque Vicente Riva Palacio public en 1869,

    3 Ibid., p. 18,'' Diego Lpez de Cogolludo, Historia de Yucatn,

    p. 596,

    el nombre del capitn. Pie de Palo, al man-do del escuadrn que prepar el ataque ala villa, cuya defensa estara al mando delcapitn Domingo Calbn Romero quienorden el disparo de la artillera sobre losasaltantes, pero stos lograron dominara los campechanos e, incluso, asesinar alcapitn. No obstante, seala el historiador,"no parece fuera pequea gloria defenderla trinchera cincuenta espaoles contra unescuadrn de quinientos hombres".^

    Diego el Mulato se conmovi por lamuerte de Galbn Romero porque habasido su padrino de bautizo. Dueos dela villa, los piratas festejaron, se quedaronunos das, solicitaron 40 mil pesos comorescate; la respuesta del alcalde fue ne-gativa y desat la rapacera de los piratasincluyendo el palo de tinte que estaba enla playa. Ante la noticia de que se habasolicitado ayuda de Mrida, nuevamenteabrieron fuego contra los campechanos.Mientras esto ocurra, aade Lpez de Co-goiludo, Diego el Mulato busc al capi-tn Domingo Rodrguez Calvo con lapretensin de cortarle las orejas y la na-riz y dejarlo as, vivo, en venganza deuna bofetada que el capitn "le habadado estando en Campeche, antes quese alzase y fuese con los enemigos",^ ac-cin que destaca rasgos del pirata: lavenganza ante un agravio y la conmocinpor la muerte de su padrino. En el relatode Lpez de Cogolludo, Diego el Mulatofigura como un filibustero mestizo^ que

    = ;fa/d,, p, 596,6 Ibid., p, 598,' Hctor Prez Martnez cita el relato de Toms

    Cage sobre su regreso a Inglaterra desde el marCaribe y el barco en el que viajaba fue capturadopor un capitn llamado Dieguillo, que habanacido en la Habana y a cuya madre lugareaconoci. En Pirateras en Campeche. (Siglos xvi, xvnyxviii), p, 33,

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  • El. FILIBUSTERO: W NOVELA Y LA LEYENDA

    ejerca celosamente su oficio y mostrabasentimientos y lealtad al capitn de la Vi-lla de Campeche, no obstante haber si-do el gua y el Cabo para el ataque. Esde notar que en esta caracterizacin delpirata destaca una ambivalencia propiade la condicin humana, acaso inesperadaen el oficio de un pirata.

    HEROICIDAD ROMNTICA:CONCHITA Y DIEGO EL MULATO

    Dos y media centuria despus del asalto ala Villa de Campeche, Justo Sierra O'Reilly,apegndose al relato de la historia de L-pez de Cogulludo, public por entregasen el Museo Yucateco, entre 1841 y1842,''El filibustero. Leyenda del siglo xvii, ttuloy subttulo,^ que, desde mi punto de vis-ta, permiten verificar el encabalgamien-to de dos gneros, la novela corta y la le-yenda, hiptesis que intentar despejaraludiendo a la trama narrativa y al perfilromntico de Conchita y Diego el Mulato,los protagonistas.

    La novela est dividida en tres partes(la primera y la segunda contienen tres ca-ptulos, y la tercera, cuatro); la Villa deCampeche es el escenario principal, aun-que aparecen los alrededores. La retros-peccin al pasado es de doscientos aos

    ^ Manuel Sol Tlachi, editor de la novela, precisa laubicacin de las entregas en El Museo Yucateco:en el tomo I, la Primera Parte, pp. 391-398;en el II, 1842, la Segunda Parte, pp. 61-67 y laTercera Parte, pp. 153-160. En "Introduccin" aEl filibustero y otras historias de piratas, caballe-ros y nobles damas, p. 21. Me servir de estacuidadosa edicin de la novela que conserva elsubttulo original: Leyenda del siglo xix.

    '' En las obras literarias mexicana del siglo xix erausual el subttulo, a veces alusivo a la materianarrativa y otras, a la distincin del gnero.

    respecto del momento de la escritura; lossucesos iniciales de la narracin ocurrenen 1633 (11 de agosto), cuando los piratasdesembarcan en San Romn -Castillode San Luis- y siguen camino hacia laVilla de Campeche saqueando a su pa-so los pueblos vecinos. Las primeras l-neas del relato exaltan la defensa frente alos invasores:

    A las armas, valientes campechanos!, losbrbaros vienen a robaros, a insultaros, asaquear vuestras casas, a violar a vues-tras hijas, a incendiar la poblacin. Elrey! Qu es el rey cuando se trata deconservar el honor y la existencia de loque tenis de ms caro en la tierra?No! La causa del rey no es la que vaisa defender; es la vuestra, es la causa deYucatn: es la de muy noble y leal villade Campeche.^"

    En la arenga es reconocible tanto la ex-presin de un aliento temprano de eman-cipacin de Espaa como el conflicto deYucatn con el gobierno nacional, queocurri en varios momentos cercanos alde la escritura de la novela." Las primeraslneas de la narracin evidencian el ana-cronismo hacia el lector del momento de

    '" El filibustero. Leyenda del siglo xvii, en El filibus-tero y otras historias de piratas, caballeros y noblesdamas, p. 57.

    " A partir de 1841 comienzan los conflictos conla sede del poder poltico nacional: de 1842 a1843, Santa Anna y su ejrcito invaden Yucatn,pero son derrotados. En 1844, Yucatn recono-ce la Segunda Repblica Central, renuncia a laConstitucin de 1841 y establece una AsambleaDepartamental; el ao siguiente, dicha Asam- blea desconoce el gobierno nacional y se separade ste por segunda vez; en 1846, se reincorporaa la nacin, pero es obstruida por una rebelinneutralista de Campeche. Finalmente, en 1848Yucatn se reincorpora a la nacin. En SergioQuezada, Historia de Yucatn, pp. 266-67.

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  • LETICIA ALCABA MARTNEZ

    la produccin (1841-1841) -y el de aho-ra-, que pone en movimiento el viaje delpasado al presente, emblemtico de lanovela histrica.

    La defensa de los habitantes de la Villade Campeche estara a cargo del capitnDomingo Galvn Romero. Cuando losvecinos ya estaban alojados en las casasreales, el atalayero de la Eminencia llega informar que se haba avistado el naviode Diego el Mulato, nombre que caus talpavor que hizo brotar la siguiente excla-macin: "ha sonado ya para nosotros lahora final [...] quin contiene su brazoexterminador?, qu mitigar su insacia-ble sed de venganza y de sangre?'V^ fra-ses correspondientes a los rasgos mayoresdel filibustero y seales de un narradorque en los tres primeros prrafos presa-gia el destino del personaje y se intere-sa en provocar y mantener la expectativadel lector.

    La venganza de Diego el Mulato pro-vena de un insulto que haba recibido delCapitn Rodrguez Calvo, mencionado,como ya referiinos, por Lpez de Cogo-iludo en su Historia de Yucatn. El terrorque despertaba el filibustero se habaacuado antes del asalto a Campeche;en la voz del capitn Galvn conocemosacciones extraordinarias: "haba comidocarne de un indio en Ro Lagartos, ybebido agua salobre de una cinega'V^El ao anterior, haba desembarcado enCampeche; entre sus vctimas estuvo Va-lerio Mantilla, encomendero de Champo-tn, de ah que su viuda y sus hijos,avecindados en Campeche, estuvieranaterrorizados por el regreso del asesino.

    2^ El filibustero, op. cit., p. 58." Ibid., p. 58.

    Conchita, la hija consentida del padre, erala ms afectada por su ausencia definitiva.

    En la secuela del asalto a la Villa de Cam-peche, Sierra O'Reilly construye la intrigaamorosa entre Conchita Mantilla y Diegoel Mulato. Ella desconoce la identidad delasesino de su padre y ste la sabr des-pus del primer encuentro con ella en laiglesia de a villa, de ah que la anagnorisis^"*sea la figura retrica que actuar en eldesenlace. El conflicto, muy atractivo parael lector de 1841, nos permite reconocerlas dotes de Sierra O'Reilly, quien no pa-reca escribir su primera novela.

    La heroicidad romntica de Conchita yDiego el Mulato se construye en la nega-cin de la realidad; de sta se aprovechael escenario devastado por el ataque delos piratas, la confusin de los habitantes,la bsqueda de las vctimas. Conchita va-ga por las calles rememorando el ataqueanterior cuando su padre fue asesinado;atemorizada, se refugia en la iglesia y apunto de ser raptada por los piratas sedesmaya y su salvador es Diego el Mulato,quien se conmueve profundamente anteella: "Un temor respetuoso lo contiene...dos lgrimas ruedan sobre las tostadasmejillas del pirata'V^ La escena ocurre enla capilla ms importante de la iglesia, lu-gar donde el narrador rene de golpelos trazos del amor romntico: la mirada

    1'' Es un proceso retrico que se da ante unainformacin que produce "el sbito recono-cimiento de un personaje, un objeto o deun hecho, por parte de otro personaje". Estafigura es ms eficaz cuando se combina con iaperipecia, cambio dramtico producido por "unhallazgo, un hecho casual, una revelacin" quesupone, entre otros, la existencia de un secreto.La anagnorisis crea tensin y suspenso. En He-lena Beristin, Diccionario de Retrica y Potica,p. 41.

    " El filibustero, op. cit., p. 61.

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  • EL FtuausTCRO: LA NOVELA Y LA LEYENDA

    de Diego el Mulato descubre la bellezaexterior e interior de Conchita, emocinque contrasta con sus actos criminales,pero la joven no los ve ni los escucha.

    Despus de la escena anterior, el fili-bustero se dirige hacia la casa de un ex-tranjero conocido como el Pescador,para dejar a Conchita. Ah se descubreuna terrible historia: Diego es hijo de eseextranjero y de una mujer negra asesina-da por el Pescador. En la voz de Diego,el narrador discute trminos cruciales:destino y fatalidad, binomio impreso en lapiratera; pero, de golpe, el filibustero seha enamorado de Conchita sin saber queella es hija de Valerio Mantilla, a quienasesin en un ataque anterior a la Villade Campeche. El padre de Diego escu-cha tal confesin y pronuncia una gravesentencia: "iVed aqu un nuevo y mshorrendo crimen! -di jo entre dientes elpescador."^^ Conchita recobra la concien-cia y su mirada da con los trazos del f i-libustero: la piel tostada y curtida por elsol tropical de sus mejillas y sus ojos tie-nen un "brillo divino o acaso infernal'?^ Enel cruce de miradas surge el amor corres-pondido, cuya imposibilidad ser presa-giada por el narrador: "el mal ya estabahecho": "Jams los ojos del pirata se ha-ban fijado intilmente en los de una mu-jer [...] DesventuradaConchita! Adondepodr huir?7 frase que cierra la primeraparte de la novela.

    En apenas diez pginas, Sierra O'Reillyha construido el conflicto amoroso deConchita y Diego el Mulato. Ella permane-ce ajena a la realidad: la identificacin delfilibustero que escuch en la iglesia la

    ^^ Ibid., p. 64." Ibid., p. 651" Loe. cit.

    puso en tal estado; el prolongado des-mayo, la prdida de sentido, la descubrecomo un personaje sumido en el paro-xismo. Y Diego es un personaje signadopor la fatalidad, marca imborrable sea-lada por su padre. Los dos protagonistasviven una crisis interior de la que es es-perable un cambio dependiente de laanagnorisis. La agilidad del movimientodel conflicto verifica uno de los rasgos delgnero novela corta, como sealaba, en1857, Friedrich Theodor Vischer: se con-centra en un "segmento de una vida hu-mana que posee cierta tensin, una crisis,y que a travs de un viraje de nimo y deldestino, nos revela con acentos ms n-tidos la naturaleza de una vida humana".^'

    En el trazo de Conchita se encuentran lasmejores prendas de la herona romntica.La negacin de la realidad, impresa ensu prolongado desmayo, subraya el amorciego y la exacerbacin individualista quepreserva valores supremos, entre losque destaca, naturalmente, la libertad, laeleccin del amado en este caso, as seael asesino de su padre; ella slo ve alhombre que la llev lejos del escenarioreal dominado por el terror ante el ata-que de los piratas. Diego el Mulato hasido impregnado tambin del aliento ro-mntico: l es un ngel y un demonio;el bien y el mal. El binomio que traza lavida de los seres humanos entra en la dis-cusin con su padre, el Pescador, queasesin a su madre.

    Uno de los signos de la heronaromntica es la soledad en el sufrimien-to, el individualismo frente al mundo.Conchita no revela su secreto; se sabe

    Citado en Vedda, "Elementos formales de lanovela corta", en Antologa de la novela cortaalemana: De Cette a Kafjka, p. 9.

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  • LETICIA ALGABA MARTNEZ

    infractora ante su madre y sus parientes;ellos slo contemplan, preocupados, sutransformacin, su tristeza, su nostalgia.Frente al galanteo de su primo Fernandoella no cede, pero l, finalmente, descubri-r la identidad del filibustero. Ocurrir el14 de septiembre de 1639, da festivo enla Villa de Campeche (seis aos despusdel memorable ataque de los piratas),cuando Diego el Mulato se presenta enla iglesia y, repitiendo la escena donde seencontr a Conchita por primera vez, ledice que pronto vendr a buscarla. Es-te brevsimo captulo de la novela anun-cia el desenlace.

    El regreso del filibustero inicia una cri-sis colectiva de los habitantes de la villay subraya un estado lmite, semejante alde los personajes: Conchita an ignorala identidad de Diego el Mulato y sigueesperando el regreso del amado; y el f i-libustero, que ya conoce la identidad desu amada, pretende raptarla. Privilegian-do la aventura ntima, la de los persona-jes, Sierra O'Reilly resolver el conflictoen una fecha conmemorativa de la Villade Campeche y a bordo de un berga-tn de doce caones que, con el signifi-cativo nombre de "Vengador", se pre-sentar frente al puerto.

    A bordo del "Vengador", Diego el Mu-lato discute con el Pescador, su padre,el contenido del pliego que ordenabaun ataque a la Villa de Campeche, enel que podra morir su amada Conchita.Diego resuelve salvarla, es decir, intentarrepetir la escena en que l y la joven seencontraron, estrategia que pondr en pe-ligro su verdadera identidad y confirmarla autenticidad de su amor por Conchita:

    [...] la salvar, la seguir con la vista atodas partes, me arrojar en medio de

    los peligros y perecer con ella, si esafatalidad la ha condenado a morir. Yalo veo todo; mi amor puede conciliarsebien con mis deberes.^"

    Las palabras de Diego colocan la fatali-dad en la justa dimensin del personajeromntico y son dichas y aprobadas por supadre. La decisin indica que la crisis delpersonaje ha alcanzado el lmite. Mientrasellos planean la estrategia para salvar aConchita de la batalla que sobrevendr,la joven ha tocado la cima de la pasinamorosa, en paralelo con la de su amado.

    Conchita y Diego el Mulato han llega-do a la encrucijada sealando el climaxde la intriga, que comienza al anocheceren la villa, cuando los remeros se dirigen asus pueblos, los vecinos dejan la Plaza deSan Romn para ir a sus casas y las lucesde stas poco a poco se apagan; el silen-cio de la noche y el sueo de los vecinosslo contrasta con las luces de la casa deConchita.

    A lo lejos se vea el Vengador, un ber-gantn de 12 caones al mando de Diegoel Mulato. A las once y media de la no-che, la villa "parece sumergida en unnegro y espantoso caos"^^ media horadespus se aproximan dos lanchas a laplaya, una a barvolento; otra, a sotaven-to.^^ A la par del sonido de las campanasque tocan las doce de la noche, se divisaen la parroquia una luz reverberante; lue-go se escucha el estruendo y la detona-cin de la artillera, en correspondenciacon una seal de la torre; despus, el gri-

    2 El filibustero, op. cit., p. 78.21 Ibid., p. 79.22 Barlovento es un trmino marino que indica la

    direccin sealada por los vientos dominantes. Ysotavento indica el sentido opuesto de los vien-tos marinos.

    68 FUENTES HUMANSTICAS 37 DOSSIER

  • EL FILIBUSTERO: LA NOVELA Y LA LEYENDA

    to del centinela: "lA las Armas [,,,] el ene-migo est enfrente de la villa"," El re-cuerdo del ataque del 12 de agosto de1633 (seis aos antes) impide pronunciarel nombre de Diego el Mulato; mas pron-to la escena de terror regresa con mayorfuerza: desde un bajeP"* del"Vengador" searrojan frascos de azufre y los disparos dela metralla. Como podr notarse, el asal-to de los piratas se asemeja al de 1633 ybien podramos tomar ste como el iniciode un trazo circular que est a punto delcierre con el nuevo ataque, figura quepermite verificar que la narracin de SierraO'Reilly posee los rasgos de la novelacorta apoyndonos en Theodor Munt,quien expresa grficamente la diferenciaentre novela y novela corta: la primera"puede ser comparada con una lnearecta que avanza de modo progresivo ygradual", mientras que la segunda "sepresenta como un crculo que se cierrasobre s mismo",^^

    La batalla entre los campechanos y losinvasores es contemplada por Diego elMulato desde el bajel, el brillo de sus ojostraza la imagen de Luzbel, el arcngelmaldito, bello y soberbio, retando a Dios.El retrato del personaje contrasta con elde Diego, el salvador de Conchita duran-te el incendio que se produjo en el ata-que ocurrido seis aos antes; ahora,Diego-Luzbel es el dueo del fuego, cu-ya luz le permite avizorar la casa de lafamilia Mantilla, en donde se encontraba

    " El filibustero, p, 79,'^' Bajel es un barco pequeo. En el cotexto se

    entiende que Diego el Mulato aborda un bajel,que iba con el "Vengador", un barco ms grande,de velas cuadrados en sus dos mstiles, en que serepresenta al pirata en las novelas del siglo xix,

    " En Vedda, op. cit., p, 9,

    Conchita; ah se enfrenta a Fernando yante l descubre su identidad, lo sealacomo su rival y lo destroza con su espada.Esta escena provoca en Conchita el re-torno a esa especie de limbo en que ellase encontraba cuando vio por primera veza Diego; el narrador la coloca de nuevoen la negacin de la realidad subrayan-do el aliento romntico del personaje,movimiento que nos remonta al principiode la narracin, al inicio del trazo delcrculo que ya ha avanzado en el climax yse ha planteado el desenlace,

    Diego el Mulato decide escapar lle-vndose a Conchita en una lancha; en otraiba su padre, el Pescador, quien naufra-ga. La furia martima otorga dramatismo ala fuga de los amantes: Diego decide re-gresar a tierra, se arriesga a que sea des-cubierta su identidad, pero antes quedasellado un pacto: "T eres mi esposa!exclam el pirata. iS...hasta la muerte!-repuso Conchita",^"" El juramento confir-ma el amor correspondido, mas sobre-viene el ataque de los campechanos; lasolas del mar embravecido provocan unchoque con otra barca, a la que Conchitaes llevada, no obstante su resistencia, Die-go intenta rescatarla; ella solicita que ladejen morir con su amante, pero al decir-lo, un hermano de su padre revela laidentidad del pirata; el nombre de stela pone en la completa desesperacin yexclama: "Ay, de m! A dnde huir?A dnde podr huir?"^^ Y la anagnorisiscobra su efecto: "El pirata se arroj almar, y pronto qued sumergido entrelas ondas",^^

    26 El filibustero, p, 86," Ibid., p. 87,28 Loe. cit.

    FUENTES HUMANSTICAS 37 DOSSIER 69

  • LETICIA ALGABA MARTNEZ

    Diego el Mulato se suicida; prefiere lamuerte que el repudio de Conchita, actoenteramente verosmil: durante el asalto aCampeche confirm el designio fatal in-merso en su destino; Conchita lo puso ental resolucin: expa sus culpas gracias alamor por ella. El suicidio del filibusteroconfirma el final del climax, en el que po-demos confirmar un rasgo especfico de lanovela corta. En la escena climtica, Sie-rra O'Reilly culmina los trazos del hom-bre signado por la fatalidad, lo despoja desu oficio y, simultneamente, da el lti-mo trazo del personaje romntico: se sui-cida, prefiere morir que soportar el odiode su amada.

    Diego ha llegado al paroxismo, ese es-tado lmite caracterstico de los persona-jes del gnero novela corta, explcito enel giro inesperado de la intriga, ese virajedecisivo que ha sido sealado como "unode los atributos de la novela corta", enpalabras de Ludwig Tieck.^^ Y en la du-bitacin de Conchita -"A dnde podrhuir?"-, ltimas palabras del personaje,destaca la conciencia plena: no ha per-dido el sentido. Tal lucidez permite notaruna ambigedad en el desenlace de laintriga novelesca: siguiendo el destino delas heronas romnticas, Conchita mori-r?, perder el sentido?

    En el penltimo captulo de la novela,Sierra O'Reilly deja a Conchita en la en-crucijada; de acuerdo con el estadoamoroso del personaje, la lgica de la ve-rosimilitud seala que ella morir prontorespondiendo al trazo de la herona ro-mntica, pero tambin es posible queella pierda el sentido para siempre. La

    25 En Vedda, op. cit., p. 15.

    70 FUENTES HUMANSTICAS 37 DOSSIER

    ambivalencia del destino final del per-sonaje se corresponde con el epgrafede la novela: "...iAh! Dove fuggo?/...Edove, /dove fungir potrai?^ de la peraMana Estuardo de Alfieri, que tambinse corresponde con la muerte de Diegoel Mulato. El suicidio o la locura actancomo puntos suspensivos, en los queadvierto que Sierra O'Reilly escribi unanovela corta y, en el ltimo captulo, ellector es invitado a escuchar el asalto deDiego el Mulato a la Villa de Campechey la intriga amorosa, es decir, a conocerel relato novelesco, asunto que abord acontinuacin.

    LA LEYENDA EN IA NOVELA

    Como es sabido, la leyenda es un relatosobre un suceso que, a lo largo del tiempo,puede variar en su trnsito de la oralidadsealando el momento de la produccinen su trnsito hacia el pasado, movimien-to caracterstico de la novela histrica.

    "Conclusin" es el ttulo de captulo f i -nal de El filibustero. Leyenda del siglo xvi.La narracin se da en un tono diferenterespecto de los captulos anteriores. Co-mienza por situar el tiempo, 1676, esdecir cuarenta y tres aos despus deagosto de 1633, fecha del asalto a la Villade Campeche. Sancho Fernndez de n-gulo y Sandoval, capitn general de lasprovincias, se hallaba en Campeche, in-vitado por los religiosos de San Juande Dios a la conmemoracin del santopatriarca. Visit a los enfermos y cuandosali de la enfermera de las mujeres, sepresent ante l una...

    30 El filibustero, op. cit., p. 57.

  • EL FIUBUSTCRO: LA NOVELA Y LA LEYENDA

    anciana sucia, rota y desgreada. Al ex-tender la mano el capitn general pa-ra darle su limosna, hizo la vieja unvisaje horroroso y fuese huyendo has-ta encerrarse en una pieza obscura,desde la cual gritaba. No, no, vossois Diego el Mulato, y quiero huir devos, asesino detestable! Quin esesta desventurada? -pregunt el jefe.Es -respondi el prior-, una seorademente, hace muchsimos aos. Esdoa Concepcin Surez de Mantilla; yel religioso refiri la triste historia quesaben nuestras lectoras. La infeliz locaera Conchita.'^

    La anciana que cree ver en el gobernadora Diego el Mulato pudo haber sido testi-go y vctima del asalto a Campeche y delas atrocidades del pirata, pero tambinpudo haberse apropiado del relato deuno sus crmenes, el del padre de Con-chita. El impacto del asalto ocurrido en1633 qued registrado en la memoriacolectiva de los campechanos y su relatooral muy probablemente se convirti enleyenda. Si bien Sierra O'Reilly abreven la historia de Diego Lpez Cogoiludo,cuyos captulos estaban publicndose enEl Museo Yucateco, por qu no suponerque tambin haba escuchado una leyen-da sobre el suceso? o por qu no supo-ner que el ltimo captulo de su narra-cin es una nueva versin de la leyenda?

    Desde mi punto de vista, en El filibuste-ro hay dos finales: la escena en el marembravecido, que representa a Conchitay a Diego jurndose amor por encimadel asesinato del padre de Conchita (laanagnorisis), empuja el desenlace trgicode los dos personajes: Diego se suiciday no es verosmil que ella viva muchos

    31 ibid., p. 88.

    aos; no es ste el destino de las hero-nas romnticas.

    Recordemos que durante la larga espe-ra de su amado (seis aos), Conchita sevolvi taciturna, reservada, melanclica.Anclada en el sufrimiento amoroso, el ni-co y fatal movimiento le ocurre a bordodel barco, en compaa de Diego el Mula-to, momento en que los dos personajesllegan a la cspide del paroxismo, que ini-cia y cierra el desenlace de la novela,es decir, se cierra el crculo con un finalclimtico frecuente en las novelas cortas,que destacan "episodios decisivos y, amenudo, crticos en la vida de un perso-naje", segn apunta Theodor Mundt."

    Concepcin Surez de Mantilla, la an-ciana loca que vaga por las calles de Cam-peche, se asemeja a Conchita en la pr-dida del sentido, una locura que parecedesvanecerse ante un hombre descono-cido -Sancho Fernndez de ngulo ySandoval, Capitn General de las Pro-vincias-, que la coloca nuevamente enlos asaltos de Diego el Mulato. Ella pudohaber presenciado tales asaltos, comootros campechanos y, justamente en ca-lidad de testigo y vctima, se convierte enportavoz del relato del suceso; pero no esConchita, la joven que seguramente mu-ri de tristeza luego del suicidio de suamado Diego el Mulato.

    EL FRACASO DEL PIRATA Y EL ASCENSODEL NOVELISTA

    En El filibustero. Leyenda del siglo xvii,Justo Sierra O'Reilly escribi un textoque encabalga dos gneros, que hoy nospermite apreciar un narrador interesado

    " En Vedda, op. cit., p. 15.

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  • LETICIA ALGABA MARTNEZ

    en destacar los efectos de la piratera enla Villa de Campeche durante el siglo xvii;un narrador verstil que entregaba a loslectores de El Museo Yucateco la Historiade Yucatn de Diego Lpez de Cogolludo,una de las fuentes ms importantes y,tambin, la recreacin del asalto de Diegoel Mulato en una narracin con un pieen la novela corta y otro en la leyenda,un gnero apto para guardar la memoriade los orgenes de una nacin, comosealaba en 1862 Jos Mara Roa Barcenaen su "Prlogo" a Leyendas mexicanasy algunos otros ensayos poticos, en elque caracteriza el gnero: interesado, di-ce, en la descripcin y "la accin de lascostumbres, tradiciones y pasiones hu-manas [...] y la vuelta del solaz queproporciona, se desprende alguna ense-anza histrica, moral religiosa"." G-nero en colindancia con la historia, laleyenda, seala Rafael Olea Franco, partede un supuesto apego a los sucesos querefiere, de ah que pueda ubicarse en "uncamino intermedio entre lo histrico ylo ficticio".^''

    El XIX, el siglo de la historia y de lanovela, propici el cultivo de la novelahistrica en Europa y en Amrica. En M-xico, las primicias de este gnero se die-ron en la novela corta. En la ciudad deMxico, los escritores de la Academiade Letrn entregaron excelentes obras;baste recordar, por ejemplo, Netzula(1832) de Jos Mara Lacunza y El Inqui-sidor de Mxico (1838) de Jos Joaqun

    Jos Mara Roa Barcena, "Prlogo" a Leyendasy algunos otros ensayos poticas de Jos MaraRoa Barcena, p. 7.

    * Rafael Olea Franco, En el reino de lo fantsticode los desaparecidos. Roa Barcena, Fuentes yPacheco, p. 78.

    Pesado. Cuando estos autores escriban,Justo Sierra O'Reilly realizaba sus estudiosde Derecho en la capital, y no hay cer-teza de que l haya conocido a los au-tores o frecuentado las reuniones de losacadmicos, apunta Manuel Sol;^^ pero asu regreso a Mrida pronto se materializla vocacin del narrador. Avecindado enCampeche, publica El Museo Yucateco yensaya la escritura de leyendas, relatos so-bre acontecimientos singulares del pa-sado, de la vida cotidiana y los grandessucesos como la piratera en las costas deCampeche, y escribe El ilibustero. Leyen-da histrica del siglo xix, una excelentenovela corta que se suma al imaginarioromntico sobre la piratera en las costasde Mxico. Diego el Mulato representa lalibertad en el mar; ah decide morir antesque ser rechazado por su amada Conchi-ta; ah decide huir de una vida signada porla infraccin impresa en su nacimiento.Y la furia martima es tambin la aliadaen la venganza de los campechanos porel terrible asalto de 1633. Tres siglos des-pus, la memoria del suceso ingres alcaudal legendario y a la novela histricamostrando la pluma de un excelente na-rrador que en su opera prima presagiabala escritura de La hija del judo, una no-vela histrica emblemtica del siglo xix

    35 En "Introduccin" a El filibustero y otras historiasde piratas y nobles damas.

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  • EL FIUBUSURO: LA NOVELA Y LA LEYENDA

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